Galizano, donde se unen y separan los caminos |
Cruce en la carretera CA-141: de frente a Somo, a la izquierda a Villaverde de Pontones |
Como hemos dicho este trayecto a Villaverde de Pontones es sensiblemente más largo pero en buena medida se aparta de zonas turísticas y residenciales, atravesando tierras de campiña y praderías ganaderas hacia Solares, localidad famosa por el agua mineral. Luego por el embalse de Heras se dirige por las laderas de Peña Cabarga al sur de la bahía bien a bajar a El Astillero y dirigirse al albergue de Nuestra Señora de Muslera o bien seguir hacia Liaño y de allí a Revilla, Herrera y Muriedas saliendo a Santander por Peñacastillo, enlazando con la otra ruta que bordea la bahía desde Somo. Realmente, todo hay que decirlo, las variantes del Camino Norte, si bien abundantes, en Cantabria conforman toda una amplia red de rutas oficiales, alternativas etc. con diferentes alternativas y opciones que en ocasiones tal vez lleven a confusión en ocasiones
También es necesario decir que esta ruta por Villaverde de Pontones parece haber caído quizás en un cierto olvido en favor de las otras dos y está, en el momento de escribir estas líneas, parcamente señalizada. Algunos postes indicadores en determinados puntos han caído y no se han repuesto y en buena parte hemos de guiarnos por flechas amarillas que también parece que en algunos casos han desaparecido. Aún así hemos querido dedicarle unas entradas de blog a esta ruta pues además de su interés y belleza aparece en algunas guías pese a que no sabemos si ha sido desoficializada en favor de las que se dirigen a Somo desde Galizano por costa y por carretera. Así, cuando estamos a 6 kilómetros de Villaverde de Pontones dejamos la carretera CA-141 a la izquierda y tomamos este ramal junto a los aparcamientos de un restaurante
Aquí se separan los caminos: como hemos dicho vamos a la izquierda, ante los campos de la Fuente Imán
Caminamos ahora en dirección sur viendo a lo lejos en Pico de Funegra (188 m.) y el Alto de las Pozas (191 m.), así como más cerca las casas de Somavilla, barrio al oeste de Carriazo, capital del municipio
Aparcamiento y campo de fútbol
Andamos junto a sus muros
Barandilla de madera
En el muro, pintados, balones sobre fondo verde, alegoría del estadio y su césped
Explanada ante la entrada y cruce de caminos
Vamos a la derecha en Entremieses
Tomando esta recta
A la derecha la carretera, por donde va el otro camino y a lo lejos Langre, por donde va un tercero, los dos a Somo
Cabo de Galizano, que cierra la Playa de Langre, por cuyo camino sigue la ruta a Langre y Loredo
Langre...
Curva a la izquierda
Arrabales de Carriazo. A lo lejos, por aquellas colinas, viene a Galizano el camino que viene de Bareyo y Güemes
Subimos poco a poco
Praderías extensas y abiertas
Mies de Ribamontán
El Juncal
Casas campesinas
Arbolado
Y llegados aquí iremos a la izquierda
En La Garmilla
Carriazo y los altos de Las Pozas, Catalana y Cabezón, bajada del camino de Güemes a Galizano
Atrás ha quedado Galizano
El campo de fútbol, junto al que acabamos de pasar y, a lo lejos, La Canal, sobre la Playa de Galizano, por donde pasa el camino que sigue la senda costera a Langre, Loredo y Somo
Por allí baja del Alto de las Minas el camino que desde Bareyo viene a Galizano por Ajo. Tal y como hemos dicho, toda una red de caminos xacobeos
La Portilla; seguiremos de frente
Subiendo un poco más
Pasando bajo estos árboles
Lagunas en Carriazo. En la distancia San Andrés, entrada al sur de Galizano del camino que baja viniendo de Gargollo en Güemes
Mucha atención a estas flechas amarillas
Pasamos detrás de este caserío campesino
Y subimos a su derecha
Viendo la fachada principal
Y el cobertizo situado enfrente
Dirigiéndonos a Somovilla
Cruce y a la derecha
Somavilla
Campos de El Bravo y La Garma, con las colinas de Rubayo y Elechas a lo lejos y más allá la ciudad de Santander, capital cántabra
Santander, zona de El Hotel Real y Grupo Canalejas. A la derecha algo de El Srdinero. Abajo apenas se ven las playas de Los Peligros y La Magdalena, en la bahía
Bifrucación y a la izquierda en Somavilla
En otra ligera subida
Murete de piedra
Curva a la izquierda
Sigamos la flecha
A la izquierda
Perro guardián y arquitectura trasmerana
Somovilla y altos de Llarana y El Costabal
Ante el Pico Funergra
Todo recto
Junto a esta casa
Palacio rural a nuestra izquierda
Vemos su portalada de arco de medio punto
Cruzamos al otro lado, con atención pues hay tráfico veloz, y continuamos de frente arriba
Seguimos en Somavilla, Carriazo
Otro poco de cuesta
Al suroeste Peña Cabarga con el Pico Llen (570 m.). Luego de pasar Solares caminaremos a sus pies
Campiña de Somavilla
Cruce de Carriazo: primer a la derecha
Y acto seguido de nuevo a la derecha
Por aquí
Flecha en la corteza de un árbol
Mies de Somovilla
Grandes prados de pasto y siega al acabarse la subida
Mies de Somovilla y Castanedo
Castanedo y a lo lejos Rubayo y tras las colinas Santander
Castanedo, luego Loredo y boca de la Bahía de Santander ante La Magdalena y El Sardinero
Península de La Magdalena con su palacio que fue residencia de la familia real española, sitio donde hubo fortificaciones y baterías más anteriormente y lugar de muy antiguos asentamientos humanos. A la derecha las playas de El Sardinero
Loredo y más a lo lejos los acantilados de Cabo Menor y Cabo Mayor, con su faro
Iniciamos una pequeña bajada
Siempre a la vista de Castanedo, Loredo y Santander
Vamos hacia este grupo de casas en Somavilla
Alto seto
Atención a la casa de la izquierda
Está hecha uniendo dos silos
Pasamos enfrente de ella
Llegamos a una encrucijada
Cruzamos al otro lado
Y cruzamos de frente, cuesta abajo, dejando a la derecha la bolera
Y bajamos de frente, dejando a la derecha una bolera
Llegando a este pequeño valle
Es zona de criaderos de caballos
Que pastan en la campiña
Y se asoman al cierre de la finca cuando pasamos a su lado
Bajamos hacia el arroyo de La Obregona, bajo el cueto de Arenilla
Llegamos a la ribera
Y vemos el arroyo, en esta idílica orilla, bajo un sauce llorón
Y en la bifurcación hemos de ir a la izquierda
Pasando sobre el arroyuelo y subiendo por esta ladera
Así dejamos Somavilla
Se acaba la cuesta
Otro caballo parece darnos la bienvenida
Y llegamos a las praderías de Vista Alegre, en Castanedo. A lo lejos los montes de El Espinal y El Tirado
Prados de siega
Dejamos esta casa a nuestra derecha
Y a la derecha vamos aquí nosotros
La Sierra de Cabarga ante nosotros
El Pico Llen siempre en lontananza
Contemplamos la línea de cumbres según caminamos
Mucho más a lo lejos tal vez reconozcamos la Sierra del Escudo, el Escudo de Cabuérniga, otra referencia visual que nos acompañará en las siguientes etapas por Cantabria
Cantabria Infinita...
Excelencias de un paisaje mágico
A la derecha el barrio de La Iglesia, también en Castanedo, cuyo origen podría ser un antiguo monasterio dedicado, según algunas fuentes, a atender a los peregrinos jacobitas
Sucesora de la vieja abadía sería la iglesia de San Salvador, construida sobre un templo anterior, tal vez del siglo XV o antes, del que se conservan algunos capiteles. A lo lejos vemos los edificios de Santander
Al al exterior presenta contrafuertes en la cabecera, capillas anexas, sacristía y torre del campanario
Campos de Manzanares y valle del arroyo Castanedo. A lo lejos las casas de Barrendón, a donde nos dirigimos
Cruce y de frente
Extensísimos campos abiertos
Empezamos a bajar
Vemos las intalaciones de la famosa Yeguada de Castanedo, símbolo del mundo de la hípica, entrenamiento y aprendizaje de caballos y jinetes, proyecto fundado por la vasca Mirian Uriarte
Edificios de la yeguada...
Clase de equitación
Caballerías a la sombra
Vamos terminando este cuarto y suave descenso
En el cruce enfrente de la yeguada seguiremos de frente
Otro corto y liviano descenso
Viendo a la derecha las instalaciones de la equitación
Pasando el Camino sobre el arroyo de Castanedo, al pie de la frondosa cagiga
Y caminamos al lado de la finca de la yeguada
Seguimos recto
¿El caballo blanco de Santiago?
Avazamos por este pequeño valle
Al lado de un arroyuelo
Cruce a la derecha
Y en el cruce a la derecha hacia arriba, pasando sobre el arroyo
Tomamos la cuesta
Y los caballos de la yeguada se acercan a vernos pasar
Abrevadero subiendo a Barrendón
Olor a hierba recién segada
En Barrendón se acaba la subida al llegar a las primeras casas
Y continuamos de frente
Dirigiéndonos a aquel cruce ante los campos de Villosero, donde iremos a la izquierda
No sin antes admirar todo el paisaje que se ofrece ante nosotros
Pero sin dejar de ver las referencias visuales que tenemos a la derecha, en el barrio de La Iglesia, donde está la Finca de Maza
Viendo la fachada sur de la iglesia de San Salvador
Más a lo lejos divisamos la iglesia de Nuestra Señora de Latas, el Cabo Mayor y su faro, que están más allá de la entrada de la Bahía de Santander
Por Nuestra Señora de Latas pasa el otro de los caminos señalizados, el que sigue por la carretera hacia el cruce de Rumor. En esa iglesia, de gran veneración mariana, los romeros se acogían a su protección si decidían cruzar la bahía en las antaño frágiles embarcaciones que surcaban sus aguas
El santuario es de base constructiva gótica aunque las grandes reformas y ampliaciones de los siglos XVII y XVIII le confieren su aspecto actual, pero las primeras referencias de un templo en el lugar son mucha más antiguas, del siglo VIII, cuando aquí hubo un monasterio. Luego en el siglo XV una fuente sagrada y milagrosa incentivó el culto mariano preexistente, tal vez cristianizando creencias anteriores y ancestrales a divinidades femeninas de las aguas. Sea como fuese lo cierto es que la iglesia es de las de mayor devoción de Trasmiera, a ella se encomendaban marineros y peregrinos antes de surcar en aquellas antaño endebles embarcaciones la bahía de Santander, especialmente peligrosa en los bajos de Los Quebrantos, topónimo que sin duda hace referencia a las desgracias allí acontecidas en la antigüedad a causa de las rocas que allí afloran del agua
Ante Cabo Mayor vemos el faro de la Isla de Mouro, originariamente Mogro (en medio de la foto), sito en la boca de la bahía santanderina, y a lo lejos a su izquierda el gran faro de Cabo Mayor, sobre los acantilados
A lo lejos Suesa: lo vemos al ir a la izquierda en el cruce
En Suesa, con Santander al fondo, destaca la iglesia de Santa Eulalia, construida en el siglo XVI y cuyo campanario domina el inmediato horizonte. Formó parte de La Honor de Puerto, esto es, dependiente de Santa María de Puerto, en Santoña
Cuenta con dos capillas añadidas en el siglo XVII, una dedicada a la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y otra a la Cofradía de la Vera Cruz. Trabajó en ellas Francisco de la Huerta Agüero. Al fondo las casas de El Hoyo y aún más allá, ya al otro lado de la bahía, los edificios de la urbe
Allí están el Grupo Canalejas, el Grupo Benidorm y a su izquierda el Hotel Real
También el Hotel Real, ideado por Alfonso XIII para alojar a su séquito durante sus estancias veraniegas en Santander. Bajo sus auspicios se empezó a construir en 1916 y se inauguró en 1917. Diez años antes la familia real ya venía a tomar los baños de ola y se asentarían en el cercano Palacio de la Magdalena
Seguimos así por esta gran llanura de Barrendón
Con el Monte del Haro al fondo y a la derecha Fuentimonti
Vemos una flecha en esta columna
Ella nos indica la ruta
Por este florido camino
Casa a la izquierda
Vemos su fachada principal
Flores y arboleda
Saliendo de Barrendón, con el monte de El Tirado a la izquierda
Vista hacia atrás, Vista Alegre
Vista adelante. El Tirado
Hacia aquella casa campesina
Vaquerías de carne
Y de leche
Caminamos al lado del seto
Y dejamos la casa a nuestra derecha, con su establo al fondo
Subida...
Cruce y de frente
Monte del Haro
Más hierba recién segada
Perro casero...
El Tirado
Estamos al sur del municipio de Ribamontán al Mar
Aquí nos cruzamos con la carretera CA-431
La cruzamos y seguimos adelante de frente al otro lado
Y aquí dejamos el municipio de Ribamontán al Mar para entrar en el de Ribamontán al Monte por el barrio de Las Carreras, perteneciente a la población de Pontones
En esta llanada se forman grandes charcos, verdaderas lagunas, cuando llueve intensamente
Perro guardián
Nave ganadera: seguimos de frente pero no sin antes conocer un elemento muy importante aquí a nuestra derecha
Al fondo, en aquellos campos más allá de la casa, veremos una capilla
Es la capilla del Carmen, en la frontera de los municipios de Ribamontán al Mar y Ribamontán al Monte, que fue parte del antiguo hospital de peregrinos de San Lázaro de Teas, cuyas primeras noticias son del año 1644 según un documento muy posterior, el Apeo de Bienes de 1781 que habla de la obra pía fundada por D. Gonzalo de Orna, en los que se reseña que se alojaban peregrinos durante cuatro días máximo a no ser que estén imposibilitados y necesiten socorro, tal y como nos dicen Ana Rubio Celemín y Jesús Ruiz Cobo en Los antiguos hospitales de Cantabria. Por aquel entonces ya el hospital, de fundación y antigüedad desconocidas, se encontraba en lamentable estado... "por no tener puertas y hallarse desplomadas muchas de sus paredes principales sin el reparo de bentanas para el abrigo de los enfermos"
Ya las visitas del Arzobispado a Cantabria entre 1706 y 1710 ponen de relieve "enredos administrativos". En 1725 sabemos por la Real Cédula de Felipe V que el hospital es de Patronato Real y será el monarca quien nombre administrador y mayordomo del mismo, fundando una capellanía con una pensión de 428 ducados de vellón cada dos años sobre los frutos y rentas de la Diócesis de Burgos, dejando así la Junta de administrar el hospital, del que era en 1738 capellán Santiago Gómez Rebollar, que es nombrado mayordomo o administrador por otra Real Cédula en 1740, habiendo dar cuentas al Consejo bianualmente. Una Real Cédula más, de 1741 y del mismo rey, dice que ya no hay en él "pobres enfermos lacerados para los que fue fundado" y dos años después otro documento real habla de unas obras en las que faltaba acabar una cocina o cuarto para "vagos y peregrinos". Se hace asimismo administrador del mismo a Joseph del Campo por fallecimiento del anterior, autorizándose a "recibir marido y mujer para el cuidado limpieza, y asistencia de la casa y sus pobres", encomendándose raciones decentes para ellos y el trato a los niños expósitos o abandonados de bebés, una desgraciada costumbre bastante común entonces, que pueden estar en el hospital algún tiempo antes de llevarlos a algún orfanato de la época, las casas de expósitos. En otro orden de cosas la fundación creada por Berterra y Orna pasa a ser administrada por el administrador y el capellán tras una malversación de sus fondos por los procuradores generales de la Junta de Ribamontán, allá por el citado año de 1742, todo ello tras la visita del Alcalde Mayor de la Abadía de Santander dos años antes, siendo condenados a reintegrarlo a la Obra Pía, si bien no hay constancia que fuese devuelto importe alguno
La Cámara Real ordena en 1745 la venta de diversas posesiones e insta a los procuradores a que paguen deudas pendientes por la fundación de misas, diciéndose también que han podido abonarse "los géneros comestibles y gastos del hospital, así como un aumento del gasto generado por la larga enfermedad y posterior funeral del donado Francisco de Estradas" y el estado ruinoso de su paredón occidental. En 1750 el Arzobispado de Burgos rebaja la pensión que paga al hospital y este tiene también censos sin cobrar
En 1753 en el Catastro de Ensenada notifica sus bienes, "en el barrio de Las Carreras, una casa destinada para el recoximiento de los pobres transeuntes, la que tiene de alto veinte pies, de ancho ochenta y quarenta y cinco de fondo, con su corral, confronta por cierzo y abrego tierra propia". Viven entonces en él dos pobres asistentes y muchos mendicantes, así como un inquilino que cultiva parte de sus heredades y viñas sin pagar renta, y el mismo capellán-administrador. Disponía entonces el hospital de sus huertas y terrenos, casa, ermita, pajar, dos bueyes, cinco novillos, dos colmenas, un día de derecho a usar el molino de Las Rabias y censos en Pontones, Isla y Castillo
En 1766 le es concedido el permiso al administrador, a causa de su edad, alguien que desempeñe sus funciones durante enfermedades y ausencias, si bien residiendo en el mismo hospital y sin más asignación que la ya otorgada al titular. A lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII se sucenden una serie de irregularidades con las cuentas, unas veces por pérdidas burocráticas y otras por no poder presentarlas, y en 1781 se hace el mencionado Apeo de Bienes con objeto de que "no se obscurezcan sus Rentas y haciendas". Entre el prolijo y detallado inventario se hallan dos breves apostólicos de 1763 del Papa Clemente XIII y otro de 1777 de Pio VI sobre sus pensiones
La última noticia que tenemos del hospital es del año 1790, dentro del informe del Alcalde Mayor de Santander hecho para apoyar la construcción de un nuevo hospital allí, el de San Rafael, proyecto del Obispo Menéndez de Luarca, en detrimento de este y otros que languidecían, afirmando que este de Teas es "inutil a causa de estar en una Aldea desierta y separada del Camino, no hallarse provisto de Medicos, Zirujanos, Botica, Sirvientes y demas preciso para la asistencia de enfermos y estar enteramente abandonado y sin govierno... motibos por que apenas se ve enfermo alguno en el". Las fundaciones hospitalarias de tiempos pasados, donde se daba hospedaje y acogida además de cuidados, iban cayendo en decadencia hasta desaparecer en favor del concepto actual de hospitales a manera de sanatorios. Es muy fácil que como consecuencia del Real Decreto de 1798 de confiscación de los bienes de estas fundaciones, con los cambios sociales, políticos y sanitarios de la Ilustración, el hospital quedase suprimido, quedando sus edificios en ruinas y demolidos definitivamente a mediados del siglo XX, exceptuando la ermita que fue restaurada por el vecindario, celebrándose romerías. En todos estos campos, ahora pastizal, estaban sus huertas y viñas, encontrándose por todo el entorno trozos de cerámica procedentes posiblemente de cercano alfar que había en Galizano
En nuestros días queda pues únicamente del antiguo hospital su santuario, ermita de Tes, Teas o El Carmen, cuya fábrica actual responde a la rehabilitación hecha de la misma en 1765 según las condiciones de obra del maestro de cantería Bernardo del Campo, vecino de Pontones y cuyos trabajos estuvieron a cargo de Lorenzo Cubría de la Hoz, José de la Puente Haza y Manuel Cubría Arche, vecinos de la Junta de Ribamontán. Este templo, de gran veneración y romería en los dos municipios, Ribamontán al Monte y Ribamontán al Mar, formaba parte de un conjunto de construcciones anexas rodeadas de un alto muro, pues además de esta capilla estaba, anexa a su ábside, la casa del hospital, la del aparcero, la del cura, la cuadra y el pajar. Había además una fuente a unos 30 metros que suministraba agua. Actualmente vemos un bosque al suroeste, de robles y castaños, El Plantanillo
El templo de Nuestra Señora del Carmen de Tes o Teas es pequeño y rectangular, de buena fachada de sillería y falso dintel enmarcado por orejeras y molduras, rematado en frontón curvo partido. La espadaña del campanario es un elemento construido muy recientemente
Arriba está el escudo real y, bajo él una hornacina con la imagen del santo
San Lázaro, el patrón de los leprosos
Antes se conservó en el interior de la iglesia. La imagen tenía entonces la cabeza y dos perros
El interior está dividido en tres tramos, con bóvedas de crucería estrellada. A la derecha o muro de la epístola una tabla del siglo XVII representa a la Virgen del Carmen, San José y Santa Rosa. A la izquierda hay un edículo o templete con la Virgen del Camen y al fondo un buen retablo churrigueresco
Esta es la imagen de la Virgen del Carmen al lado izquierdo o del evangelio
Y al fondo vamos ahora a ver el retablo
Sobre él, la bóveda de esta cabecera presenta sus claves unidas en un círculo central
Es el retablo de entre los años 1710 y 1720 con las imágenes de la Virgen del Carmen en el medio, San Lázaro en el lado del evangelio y San Antonio en el de la epístola
La advocación a la Virgen del Monte Carmelo alcanzó gran devoción por todo el orbe católico en aquellas fechas
Otra hornacina alberga la imagen de Cristo crucificado
Y esta es una foto del templo antes de su restauración
Volvemos al exterior y damos una vuelta alrededor de la ermita
La pequeña sacristia
Grandes contrafuertes
La cabecera
El muro norte, allí vemos una puerta de arco de medio punto, tapiada
Sin duda comunicaba con las dependencias del extinguido hospital
Y así, conociendo este lugar de tanta relevancia y relación con las peregrinaciones regresamos al Camino
Y así, desde la nave ganadera continuamos adelante
A lo lejos las casas de Pialas y el Campo de las Brujas
Ganado en el pasto
Caminamos rumbo sur
Junto a la verja y el portón de Villa El Pilar
Bordeamos los muros de la finca
El Plantanillo y Monte de Cubas
Ya se adivina en la lejanía el gran valle del río Pontones, afluente del Miera, que desemboca en la Ría de Cubas, una de las que conforman la Bahía de Santander
Y al sur las altas montañas
Grandes paredones de piedra con aún las nieves del invierno
Sucesión de valles, colinas y alta montaña
La majestuoso serenidad de las cumbres
Altos picachos de la cordillera
El Camino y el paisaje
Podemos fijarnos ahora, un poco a la izquierda de la foto, en otro enclave lleno de historia
Allí, en la ladera de Calero Marinero y monte de La Loma veremos el Convento del Santo Desierto de San José de Rigada, advocación que hace referencia a lo apartado del lugar, cenobio de anacoretas
Está en Hoz de Anero, y fue fundado en 1719 para los Carmelitas Descalzos, que en un principio estuvieron en Ajo, donde se establecieron por primera vez en Cantabria en 1588. Allí hicieron vida monacal hasta la Desamortización del siglo XIX
En 1905 los Carmelitas Descalzos regresan a este su antiguo convento, cuyas trazas parecen más las de un palacio que las de un monasterio, pues no en vano son dos casonas unidas por un cuerpo central que es la capilla
Ciertamente fue concebido inicialmente como un palacio, construido a finales del siglo XVII por los hermanos Pedro Alonso y Juan Cagigal Salinas, militares del lugar, siendo Juan padre de Francisco Antonio Cagigal de la Vega, que sería Capitán General de la Isla de Cuba y Virrey de México, siendo propiamente dos palacios con dos torres de tres alturas y un cuerpo principal, hecho capilla en 1694 al ser así fundada por testamento de Pedro Alonso Cagigal, fallecido en México, primero dedicada a la Virgen del Rosario y luego a San José. El palacio occidental fue acabado en 1754 de la mano del arquitecto trasmerano Andrés Julián de Mazarrasa. En 1977, tras años de ruina, fue declarado monumento y posteriormente restaurado
Praderías de Cubas
El Pico Llen en lontananza
Referencia geográfica para todos estos trayectos en torno a la Bahía de Santander
El Plantanillo a nuestra derecha
Nos acercamos a Los Campos
Grandes fincas ganaderas
Ante las montañas...
Los Campos, al sur de Las Carreras
Cruce y de frente
Placa de madera con el nombre del lugar
Y pasamos a otro de los lugares de Cubas, Horna
Tierra ganadera por excelencia
Praderías de intenso verdor
Vaca y ternero
Se acercan a vernos pasar
Primera bienvenida en Horna
Monte de Cubas
Más yeguadas
Atrás ha quedado El Plantanillo
Adelante Horna
Más allá de aquellas casas, otra referencia para el peregrino
La formidable cordillera del Escudo de Cabuérniga, de la que tanto hablaremos cuando recorramos el occidente cántabro
Cruce y a la derecha
Viejos muros de piedra caídos por el paso del tiempo
Vemos el paisaje de Ribamontán al Monte, antigua Junta de Ribamontán, una de las que formaban la histórica Merindad de Trasmiera, el gran territorio más allá de la Bahía de Santander y hasta el Asón (Bahía de Santoña) repoblado en tiempos de Alfonso I El Católico
Su capital, Hoz de Anero, fue capital anteriormente de la merindad, donde se celebraban las juntas
Y ya vemos abajo Villaverde de Pontones, en el valle del río Pontones, topónimo que hacer referencia a antiguos puentes sobre el río
Núcleo de población de importancia, se encuentra cerca de la unión de los ríos Pontones y Aguanaz
Hay edificios de pisos y es enclave palacial, pues allí está el dieciochesco Palacio de los Mazarrasa
A la izquierda Pontones, y más arriba el monasterio del Santo Desierto de San José de la Rigada
Con sus edificios y dependencias
Charca y robledad
Finca del antiguo Palacio de Horna
Y al lado de los muros del Palacio de Horna llegamos a la capilla de San Pedro, construida en 1846
Es de planta rectangular, hecha de mampostería con sillares en las esquinas
Tiene espadaña y un pequeño pórtico
COLENDORUM MEMORIAE PARENTUM/ IN AETERNUM PIETATIS SIGNUM/ PETRUS BERNARDINUS ALASTRA/ SANTANDERIENSIS PARROCHUS/ HANC DICAVIT CAPELLAM/ ANN DENL MDCCCXLVI
Enfrente la bolera
Campo de la ermita y bolera
Con bancos y asientos de piedra
Caseta de aperos para el mantenimiento de bolera, capilla y entorno
Retornamos al Camino, que pasa junto a los muros del Palacio de Horna, del cardenal Luis de la Lastra y Cuesta, aquí nacido en 1803
Dejamos atrás el santuario
Y seguimos hacia el cruce del fondo en La Herrería
Bajando a la derecha
Por la carretera CA-432
A poco más de dos kilómetros de Villaverde de Pontones
Quintas y casas labriegas
Curva a la izquierda
Sigue la bajada
A lo lejos el Monte de Vizmay
Y aquello es El Bosque, municipio de Entrambasaguas. Por allí seguirá el camino a Solares, municipio de Medio Cudeyo
Allí está la iglesia de San Juan Degollado, del siglo XV pero con cuerpo de la nave y torre contratadas en 1624 al maestro Bartolomé de Villaelriego, siendo la crucería labrada por Agustín del Hoyo
Camino del bsoque
Bosque autóctono
Se suaviza la cuesta
Frondosidad en la enrramada
Prado, casa y jardines
Gran paisaje
Damos vista a Cubas, con la casona y capilla de Ceballos abajo
Casona del siglo XVII con la capilla de la Concepción
Buena vista del fondo del valle
Aquí abajo el río Cubas se une al río Pontones para luego ir al Miera y formar la Ría de Cubas
El Miera por su parte hace de límite entre las antiguas Asturias de Santillana y la Merindad de Trasmiera (tras el Miera). Más allá Agüero y a lo lejos la Sierra de Peña Cabarga
Puente sobre el río Pontones, cerca de su confluencia con el Miera. Más allá es La Barca, topónimo que hace referencia a algún antiguo paso en lancha. Después La Rotiza. A la derecha vemos la iglesia de San Juan de Agüero, en el municipio de Marina de Cudeyo
Se trata de una iglesia del siglo XIV, de una sola nave, a la que en el siglo XVII se le añaden capillas y sacristía
Allí tenía su sepulcro en madera Pedro González de Agüero, señor de Trasmiera, dueño del cercano Castillo de Agüero, actualmente en el Museo Diocesano de Santillana del Mar
Sigue el descenso
El Bosque con la iglesia de San Juan a lo lejos
Bajamos....
Mucha atención después de esta casa
Tomamos el camino de la izquierda
Que baja a la vega del río Pontones
Muy cerca ya de Villaverde de Pontones
Más bajada
Hojarasca
Se acaba el bajar...
Ya en la ribera
Cruce y de frente
Hacia el río
Llegamos al puente, donde un gran bloque impide el paso de vehículos
Puente del río Pontones
El río baja crecido y bravío
Viejas barandillas
Aquí hay una presa, tal vez de algún antiguo molino
Gran espectáculo natural
Más hojas caídas
De nuevo las praderías
Cruce y de frente
Barrio de La Llama
Un cobertizo
Trecho llano y recto
Salimos a la carretera
Y la cruzamos al otro lado
Adelante el cruce al otro lado
Y la subida al cementerio
Ya en Villaverde de Pontones
Luego del camposanto, en un cruce, se acaba la cuesta y seguimos todo recto hacia el pueblo
Viendo sobre Villaverde de Pontones la Torre de Rigada
Barrio de Bolado
Urbanizaciones
Acera
Cruce
Y a la derecha
Vamos a otro cruce
Ahora a la izquierda
Y nuevamente a la izquierda, en el barrio de Cordero
Un poco de bajada en el barrio de La Trapa
Atención con este cartel
Este es el camino al pui de Peña Cabarga. ATENCIÓN pues desde Heras hay un ramal opcional señalizado que baja al albergue de Nuestra Señora de Muslera (Guarnizo) que aquí no aparece
Sí aparece la doble opción desde Liaño para ir al albergue en Guarnizo (Astillero) o continuar de frente si deseamos apurar la etapa hasta Santander, uniéndose ambos ramales en Guarnizo
Y esta es la ruta a Peñacastillo, entrada a Santander y enlace con otros dos caminos: el que viene de la ciudad empleado por los peregrinos que han cruzado la ría en lancha o el que bordea la bahía más cercano a la costa, por el casco urbano de Astillero, Maliaño y Muriedas
Y de nuevo máxima atención, pues tras el poste telefónico vamos a desviarnos a la derecha
Camino de la iglesia
Tomando esta senda
Arriba el escudo de la estirpe de una de sus capillas
Se trata de la capilla funeraria de los Arco-Agüero, ejemplo del clasicismo y construida entre 1670 y 1690
Tal y como puede verse el santuario pasó por estas y otras reformas y ampliaciones
Arriba la espadaña
Es del siglo XVII
Y al lado este torreón circular
Damos la vuelta así alrededor del edificio
Y pasamos junto a la sacristía
Y el pórtico o cabildo, con estas columnas metálicas, forjadas
Sencilla portada de arco de medio punto
Bancos de piedra
Seguimos ruta
Saliendo a la carretera
Los dos puentes, a la derecha el de la carretera
Y a la izquierda el del ferrocarril
El río Aguanaz, que viene de Hoznayo, tierra de antiguos e históricos balnearios
Pasamos al otro lado
Mucho cuidado con esa flecha amarila que parece indicarnos ir a la izquierda hacia las vías: hemos de seguir carretera adelante todo de frente
Atención a la barrera y al paso del tren
Cruzamos al otro lado, en el barrio El Resbalón
Siguiendo esta fila de casas
La antigua estación, a lo lejos
Y llegamos a la antigua Tasca El Vasco
Aún se conserva el llamativo cartel del chorizo al estilo infierno
Justo pasamos la cerrada tasca nos desviamos a la izquierda
Siguiendo por aquí
Es la carretera de Villaverde de Pontones a Hoznayo, la CA-930
Atentos a esta flecha amarilla
Detrás de la tasca pasamos junto a la carbonería
Y salimos ya de Villaverde de Pontones
Por aquí
Y siguiendo esta fila de árboles y el largo muro de una finca
En la ribera del río Aguanaz
Caminando junto a la misma orilla, exuberante vegetación de ribera
A lo lejos praderías
Este es el camino que va al que fue el balneario de la Fuente del Francés y Aguas de Hoznayo. Su origen está en un abad francés que llegó a Cantabria escapando de la Revolución y asentándose en Término. Un día en uno de sus paseos descubrió un manantial de agua con la que se lavó sus doloridos ojos pues tenía problemas de visión, notando un alivio inmediato, por lo que cotinuó haciéndolo un tiempo hasta que se curó, experimentando luego también sus virtudes para con otros males de estómago, intestinos y vejiga
Años más tarde, en 1870, Genaro Cagigal abriría un primer balneario con cuatro manantiales y alguna fonda y hotel. Tras unos años de prosperidad el negocio decayó si bien empezó a embotellarse el agua para ser vendida en farmacias por el doctor morales, logrando el Agua de Hoznayo gran aceptación y popularidad, si bien también sufrió decadencia, cerrándose sus instalaciones en 1980. Este camino trae muchos recuerdos a quienes vivieron aquel periodo
Y así dejamos el municipio de Ribamontán al Monte y entramos en el de Entrambasaguas
A nuestra izquierda el Aguanaz
Una casa solitaria
Sensación de mágica naturaleza
El río a nuestros pies
Filas de árboles
Camperas
Un paraje excepcional
Hilera que jalona el recorrido
Preciosa ribera del Aguanaz
Curva a la derecha
Muchísima atención ahora, pues hay que desviarse
Por un sendero, sin señalizar, que sale a la derecha
Los vecinos nos han dicho que hubo un poste señalizador que desapareció hace tiempo
Por aquí empezamos a subir
Ganando altura
Y saliendo del bosque
El Camino es hierba
Caminando prácticamente campo a través, en ruta a El Bosque y Solares
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