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miércoles, 15 de julio de 2015

VILLAPEDRE: "EL OJO DE DIOS" y "LOS NIETOS DEL DIABLO" MIRAN AL CAMINO: (NAVIA, ASTURIAS)

Villapedre y el Camino

En nuestros primerísimos kilómetros por el concejo de Navia en el Camino Norte, los peregrinos, viniendo de Otur/Outur en Valdés, hemos bajado al río Barayo y seguidamente entramos en el concejo naviego por la parroquia de Villapedre en el lugar de El Bao, solar de la antigua malatería u hospital de leprosos de Barayo. Luego, tras subir desde Casa Carmina, caminamos un tramo relativamente llano por el sendero de las praderas que dan vista a los barrios del centro de la parroquia naviega de Villapedre o Vil.lapedre (pronunciar en ese caso Vitsapedre, aunque a veces veremos Vichapedre), por donde avanza el camino, atravesando la rasa costera de este a oeste, rumbo a la capital concejil, Navia, la Navia Albión de Ptolomeo, secular paso de su ría, antes en barca, a partir de 1868 por su puente


A la derecha está e lugar de La Pedrosa, con Los Mucheiros y La L.laguna, o La Chaguna, comunicación con el barrio de Tox, famoso por su palacio y con Veiga o Puerto de Vega, histórico puerto ballenero de gran tradición, historia y patrimonio, a dos kilómetros escasos del Camino, por lo que si se tiene oportunidad, no dudamos en recomendar una visita, máxime si nos alojásemos aquí cerca y disponemos, por ejemplo, de la tarde para acercarnos a conocer esa importante población pesquera de muy ponderado patrimonio


En torno a Villapedre se extienden prados de siega y pasto, así como campos de cultivo, la antigua sociedad rural se vio marcada por una gran emigración a las américas, siendo muy palpable la impronta indiana en muchas casas, unas veces reformadas en base al viejo solar familiar y otras hechas nuevas en forma de quintas y palacios


Los aportes de los americanos, como también se les llamaba, se hacen también patentes en construcciones públicas, como las antiguas escuelas, pero también en las carreteras locales abiertas para comunicar los dispersos barrios que nacieron y crecieron en torno y a lo largo de los viejos caminos, aprovechando lo más posible los fértiles campos de alrededor, existiendo secularmente un importante intercambio vecinal con los marineros de Veiga/Puerto de Vega, entre productos del campo y de la mar...


Las Escuelas de Villapedre dejaron de cumplir su función con la concentración escolar y fueron rehabilitadas en 2012, haciéndose de ellas el centro social más grande del concejo de Navia. Más atrás una gran casa de luminosa y grande galería orientada al sur y quinta con palmeras es Casa Candaosa, en El Cueto, construida en 1904 para el indiano, o como más popularmente se dice, americano, D, Manuel Luiña Pérez Villamil, quien hizo las américas en Puerto Rico, estado de recepción por antonomasia de los emigrantes de estas parroquias. Fue heredada por el maestro Juan Candaosa, de ahí su nombre, según nos dicen en el interesantísimo blog de Casonas de Indianos. El citado Cronista Oficial de Navia Servando Fernández, dice así en Seis momentos para la historia de Navia en Fusión Asturias:
La llegada de capitales americanos cambió la fisonomía de la villa de Navia, Puerto de Vega y la de todos los pueblos del concejo. Con ellos se levantaron prodigiosas casas de americanos -que no indianos- que son un referente para la morfología urbana de hoy. Los americanos también invirtieron en negocios de todo tipo, desde comercio a banca. Construyeron carreteras, parques, caminos, fuentes, colegios, es decir, dieron un impulso realmente excepcional a lo que es el concejo. 
La emigración fundamentalmente transcurre desde 1870 hasta 1940, aunque prácticamente las principales construcciones son del siglo XX. A principios de siglo surgen grandes caserones como el de Martínez y a partir de ahí los chalets individuales que mostraban el poderío de quienes se habían marchado con una mano delante y otra detrás y ahora volvían ricos. Si bien hacían ostentación de lo que traían también hay que reconocerles el espíritu altruista de colaborar con el vecindario haciendo todo tipo de infraestructuras para la ciudadanía. Fue una labor extraordinaria”

En el medio de la foto, un poco más abajo de las escuelas y justo sobre la torre de la luz, vemos lo que era el modelo tradicional, o uno de los más característicos de las casas campesinas de la zona, robusta casa-bloque de piedra oscura, distribuida en dos alturas, con las marcaciones de los vanos pintadas de blanco, y el techo de pizarra que tiende a las cuatro aguas (dos más pequeñas) y por tanto a una cierta forma piramidal. Sería de los más abundantes antes de las reformas constructivas de los indianos, o del mismo éxodo rural y abandono del campo


El camino es aquí muy llano y hermoso, entre prados de pasto y siega cuyos cierres alambrados delatan sus usos ganaderos. Este territorio naviego se sabe fue poblado desde la Prehistoria, demostradamente desde la Edad del Bronce, y han sido localizados asentamientos castreños de su etapa inmediatamente posterior, la Edad del Hierro, pero es en la primera documentación altomedieval donde hallamos los primeros testimonios escritos con nombres de localidades en la tierra denominada "Inter Uaraium et Nauiam" o "inter duos ribulos Nauia et Uaragio prope aura maris", esto es, entre los ríos Navia y Barayo y ante el mar, la actual delimitación de este concejo, un área geográfica donde es muy posible que los astures pésicos tuviesen su límite con los galaicos albiones, que al pasar a la administración romana fuese la frontera entre el Conventus Lucesis y el Conventus Asturicensis de la antigua Gallaecia y antes de la provincia Tarraconense, así como de una posible y efímera Hispania Nova Citerior Antoniniana.


En esa alta Edad Media, con los primeros topónimos documentados de estas aldeas, se sabe que en pleno proceso de feudalización tenían propiedades e intereses los monasterios de Courias (Cangas del Narcea), Vilanova d'Ozcos/Villanueva de Oscos o la propia Iglesia de Oviedo. No en vano esta agradable llanura y los embarcaderos de puertos naturales que fueron el antecedente de las poblaciones pesqueras, debían de ser especialmente atractivos, máxime estando atravesados por este antiquísimo paso natural costero seguido desde la noche de los tiempos y por el que discurriría posteriormente la vía romana Brigantium (A Coruña o Betanzos) a Ossaron (Oyarzun o Irún), recorriendo toda la cornisa cantábrica, antecedente del Camín Real de la Costa y sus ramales, vigente durante siglos, hasta la construcción de la actual red de carreteras


El terreno es realmente tan llano que actualmente hasta los depósitos de agua se construyen elevándolos sobre el terreno en forma de copa, de esta manera se logra la presión suficiente para que salga a chorro por los grifos de las casas, tal que allí, en Veiga de Cima, ya en la vecina parroquia de Veiga o Puerto de Vega, donde está el famoso puerto pesquero, que fue comercial y ballenero. En Seis momentos para la historia de Navia, entrevista publicada en Fusión Asturias el 14-8-2020, el cronista oficial Servando Fernández dice:
“En el otro punto neurálgico del concejo, Puerto de Vega, destacó la caza de la ballena. La tenemos documentada desde el año 1605; hay contratos de esa época aunque sabemos que, por lo que se dice en ellos, en tiempo inmemorial ya se estaba cazando ballenas, así que podría remontarse al siglo XV. La villa de Navia no era ballenera pero sí lo era la cala de Coedo en Andés y por supuesto, Puerto de Vega, que era el puerto más importante desde la fundación de la Pola. El saín de las ballenas viajaba junto con el lino en barcos holandeses y eso estableció la creación de una Aduana, seguramente la primera de Asturias. En los contratos balleneros hablaban del puerto de Veiga, como se llamaba entonces al pueblo, y eso fue lo que dio lugar al nombre actual”

Vemos asomar, allí donde la rasa costera baja hacia las playas, abrigos y ensenadas, algunos edificios de la población, cuyo crecimiento ha hecho de ella un importante núcleo urbano dentro de este concejo. Fue puerto comercial y ballenero, hoy eminentemente pesquero y turístico, de renombrada gastronomía marinera. Las ballenas desaparecieron en el siglo XVIII y en lo comercial ganaron los cercanos muelles naviegos y luarqueses. Además de su historia, tipismo marinero y patrimonio, es un importante enclave histórico, pues allí murió el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos en noviembre de 1811, cuando regresaba a Asturias tras diez años convulsos de caída en desgracia ante el "superministro" Godoy, presidio en Bellver, posterior excarcelamiento tras el motín de Aranjuez, y de guerra contra los franceses, formando parte de los miembros más calumniados de la Junta Central, todo un cúmulo de calamidades que culminarían tristemente aquí, tal y como leemos al final de su biografía en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, hecha por Álvaro Ruiz de la Peña
"Los días de Jovellanos están contados. Una vez instaurada la Regencia, en los primeros días de 1810, expresa su deseo de instalarse en Asturias. Embarca en Cádiz, junto a su amigo el marqués Camposagrado, el 26 de febrero y llega al puerto gallego de Muros el 6 de marzo, en medio de una furiosa tempestad. Su estado de ánimo se derrumba cuando se entera de la presencia de las tropas francesas en Asturias, reflejando su profunda tristeza en carta que escribe a Lord Holland el 8 de marzo: «la primera noticia que nos dieron fue la de estar Asturias ocupada por los franceses. Un rayo del cielo no habría herido más fuertemente mi corazón. No ciertamente por el entero naufragio de mi pobre fortuna, sino porque siempre me había consolado en tantas desgracias como llovían sobre mí, la idea de que si España perecía, Asturias sería la última en recibir el yugo. Todo, pues, pereció para mí; ya no tengo ni bienes, ni libros, ni hogar, y ni siquiera tengo patria, que tal nombre no quiero dar a una pequeña porción de país donde ni se defiende con rabia y furor la libertad, ni con justicia y gratitud el honor y el decoro de los que tanto han trabajado por ella». Jovellanos tiene que esperar en Galicia a que los franceses sean expulsados de Gijón, meses que aprovecha para dar a luz la citada Memoria. Cuando al fin logra entrar en Asturias, después de diez largos años de ausencia obligada, el recibimiento que se le tributa es memorable, pero la fortuna, siempre adversa en los últimos años de su vida, no le permite reposar en su querido Gijón porque éste es reconquistado por las tropas francesas, lo que le obliga a embarcar otra vez rumbo a Cádiz. Una fuerte tormenta obliga al pasaje a refugiarse en el pequeño y pintoresco abrigo de Puerto Vega y allí, el 28 de noviembre de 1811, enfermo de pulmonía, fallece Jovellanos"
Existe hoy en día controversia sobre si falleció de muerte natural a causa de esta pulmonía, fue envenenado por mandato de sus enemigos, o padeció una intoxicación fortuita


En este corto espacio hemos hablado ya de dos modos de vida tradicionales existentes antes de la emigración, el de los pescadores de los puertos y el de los campesinos de las aldeas, pero hay un tercero más, y está al sur...



El de las brañas vaqueiras de las sierras costeras y valles del interior, grupo humano trashumante del occidente astur que mantuvo largo tiempo su antiquísima tradición ganadera y aún hoy se sienten especialmente diferenciados en su origen y pasado, que si bien antes fue objeto de menosprecio, ahora lo es de especial orgullo, escribiéndose de ellos, sus costumbres, folklore, existencia y también de su problemática actual, inherente a los ganaderos en general y más a los que aún realizan esa trashumancia con grandes rebaños, antes andando hoy en camiones u otros medios, entre los pastos de alzada (de ahí vaqueiros d'alzada) en los puertos de las cordilleras, propios del verano, y los pastos costeros y del valle, donde pasan el invierno

Al sur, sobre la cercana veremos El Picu l'Infernón (331 mts.) y El Picu Caborno (435 mts.), frontera con Valdés. Más al sur La Bobia (496 mts.), La Oubitina (568 mts.) y Penayera (632 mts.). Cerca de aquí, en el lugar de Pozacos, se han encontrado túmulos, testimonio de las ancestrales culturas preindoeuropeas de la Edad del Bronce, precedente poblacional de estos parajes, anterior incluso a los castros. Nos encanta en este aspecto cómo lo cuenta Santiago en su blog Villapedre:
"He observado hace tiempo ciertas inquietudes entre los vecinos de Villapedre por su propia historia, tradiciones y cultura. Aprovecharé esta entrada para dar unos breves apuntes sobre nuestro pueblo. La cultura es patrimonio de todos, y es necesario que todos seamos conscientes del verdadero valor de las cosas que nos rodean. Escribo todo esto de memoria y sin citas, intentaré poco a poco mejorar y documentar el texto. Tal vez esto no sea material para una tesis doctoral, pero puede servir a mis convecinos para aproximarse a las historias que ocultan las piedras de este lugar. 
Para empezar, ¿cuándo aparece Villapedre en la historia? ¿quiénes fueron sus primeros pobladores? 
La respuesta se encuentra no muy lejos de Villainclán, en el lugar de Pozacos. Efectivamente, no lejos de un abedul que se yergue solitario en la llanura, mirando en dirección a Villabona, aún se mantienen dos túmulos funerarios de época neolítica o el bronce. Desconozco su situación actual, debido a las obras de la autovía, pero es posible apreciarlos en el terreno, aún con la hierba alta. 
¿Y qué es un túmulo, preguntará el profano? Durante el Neolítico y la primera Edad del Bronce, allá por el 5000-3000 antes de Cristo, los primeros pueblos de pastores que se asentaron en la rasa costera y los valles de la zona occidental de Asturias, al igual que en el resto de Europa, comenzaron a erigir tumbas y dólmenes como enterramientos para sus antepasados. Todos tenemos en mente el dolmen clásico, con sus ortostatos o piedras hincadas, en vertical, y cubierto con una gran losa plana. En su interior, a modo de cámara funeraria, se depositaba al difunto o difuntos (hay casos de más de 200 esqueletos), así como su ajuar. El dolmen se cubría de tierra formando un montículo que conocemos como "túmulo" (palabra que en castellano puede hacer referencia también al lugar donde se coloca un cadáver de cuerpo presente en una iglesia). En otras ocasiones, la cámara funeraria podía hacerse de madera, o un simple agujero que se recubría. En Pozacos, se conservan dos estructuras de este último tipo, sin cámara ni dolmen, simplemente un montón de tierra circular que señalan los enterramientos. 
Desgraciadamente, el desconocimiento de su valor real hizo que hace unos años estuviesen a punto de desaparecer, se quiso arrasarlos para hacer más practicable el terreno. No se llegó la destrucción, pero sí es cierto que están aplanados por su parte superior. 
En el neolítico, había ya pastores y agricultores por estas tierras. Vivían en cabañas vegetales, y pequeños poblados, de los que no hemos conservado nada, sólo una prospección muy exhaustiva del terreno permitiría sacar a la luz algún yacimiento"

Y camino adelante ya vemos en primer término el barrio de Villainclán o Vil.leirán, por donde pasaremos, muy cerca de la carretera N-634, con la que tantas veces hemos coincidido y aún coincidiremos entre San Sebastián y Santiago de Compostela


En la arquitectura de las viviendas se da una mezcla de construcciones tradicionales más o menos restauradas con viviendas nuevas y chalets, alguna casa funcional de mediados del siglo XX y varias quintas de época, dentro de la impronta indiana. A lo lejos a la izquierda otra vivienda de piedra de la clase que debió de ser la predominante en la sociedad rural de la costa occidental hasta el siglo XX, si bien esa con nuevas dependencias anexas, como una pequeña nave apara cuadra o caseta de aperos, maquinaria, etc. De frente, ese buen grupo de casas revela el paso de lo rural a lo residencial, propio de las cercanías de villas o en sus accesos y cercanías a las vías de comunicación principales 


Los tejados son prácticamente todos de pizarra negra, aprovechamiento secular de la gran veta de roca pizarrosa existente en la geología del occidente asturiano y el oriente gallego. Por eso estos tejados oscuros serán la característica dominante del paisaje de pueblos y villas hasta bien adentrados en la vecina provincia de Lugo. Veamos cómo. aunque diferenciadas en barrios, las casas suelen concentrarse para aprovechar bien los campos de alrededor. Antes se plantaba mucho cereal para hacer el pan en casa, y había algunos prados para las pocas vacas que solía haber en cada quintana


Con el paso del tiempo, los progresos técnicos y la mejora de las comunicaciones, se produjo un cambio de producción, y por lo tanto social y económico que también transformó el paisaje, los cereales plantados para consumo familiar mayoritariamente, se fueron haciendo innecesarios al llegar el pan del día de las tahonas por las carreteras en furgonetas u otros vehículos, y se tendió a aprovechar lo más posible los terrenos para fincas de pastos, hierba y forrajes (maíz principalmente) para grandes vaquerías de leche, y también de carne, para suministro de los crecientes y más accesibles núcleos urbanos, haciendo ya inviables las pequeñas explotaciones de vacas, también para consumo familiar y alguna venta puntual del excedente en el mercado local y más o menos cercanos. La creación de empresas especializadas en la recogida láctea y su suministro a, como en el caso de Navia Industrias Lácteas Asturianas y su famosa marca Reny Picot, fueron fundamentales en estos cambios que fueron más o menos comunes, al menos a todo el norte español


Al entrar en Villainclán o Vil.leirán, Vitseirán, tenemos un cruce y en él iremos hacia la izquierda


 Sigamos la señalización: aquí empieza el asfalto al llegar a la primera casa


Las conchas van confirmando el camino a seguir, tomando ahora esta recta en la que el camino va haciéndose calle


El amarillo de los girasoles destaca aún más sobre este verdor de los prados de Villapedre, no son especialmente abundantes en Asturias pero no son extraños ni mucho menos, llamándoles también tornasoles, giranubes, y otras denominaciones más o menos populares, propias o importadas. A veces hay ejemplares "que crecen más altos que un hórreo", como suele decirse


Si bien ornamentales, fueron plantados como forrajeras, como el maíz. De ello escribieron Juan Ramón Eraso, F. Maseda y J. Alba, técnicos agropecuarios, en su informe Consideraciones sobre el cultivo del girasol forrajero en Asturias, del que este es su resumen:
"Durante el período 1969-74 se ha estudiado el comportamiento del girasol forrajero (Heliantus annus L) en zonas de Galicia, León y Asturias. En este trabajo se presentan los resultados obtenidos en 15 campos de ensayo localizados en la zona costera de Asturias, entre Villaviciosa y Vegadeo. Las producciones medias obtenidas son 90 kg./ha./día de heno en un período de setenta-ochenta días. Ha mostrado resistencia al frío y a la sequía y agresividad frente a las especies espontáneas competidoras. El vacuno frisan acepta el forraje perfectamente tras tres-cuatro días de creciente suministro; la aceptación por las razas locales presenta más dificultad. La aceptación del ensilado sin restricciones se consigue realizando la siega cuando el grano tiene consistencia lechosa avanzada incorporando pulpa seca de remolacha al forraje del girasol al llenar él silo"

Fincas alrededor de las casas. Para las grandes explotaciones ganaderas y cultivo de buenas extensiones de forrajes se hizo imprescindible la mecanización del campo. Para poder acceder con la maquinaria, vehículos de recogida, tractores, etc. se abrieron nuevas pistas o se ensancharon algunos viejos caminos, realizándose también alguna concentración de fincas


Aquí vemos por ejemplo un buen campo recién plantado de maíz para forraje del ganado y al fondo una larga nave para almacén de maquinaria, aperos, algún vehículo de transporte. Más lejos más grandes naves con silo indican que adentro hay sin duda una importante ganadería vacuna de leche


A los tradicionales recursos agroganaderos, más o menos evolucionados, se ha unido el turismo, uno de cuyos alicientes es este paisaje, en lugar tranquilo pero a la vez muy bien comunicado y cercanísimo a muy buenas y concurridas playas, así como ahora también, transitado por los peregrinos con la recuperación y promoción del Camino de Santiago del Norte


Vista atrás del Camino que viene de El Bao y Barayo, así como El Picu l'Infernón y los túneles de la Autovía del Cantábrico (A-8). En esas montañas hay señales de minas romanas, según sigue diciendo Santiago en su citado blog Villapedre:
"Si pegamos un salto de 3000 años, y nos situamos en la época romana, también se conservan algunos vestigios en la zona. No están en Villapedre, sino del otro lado del río Barayo, en la sierra. A simple vista, si miramos la montaña desde Villainclán, se aprecian dos escombreras de cuarcita blanca, de gran tamaño. Este dato tengo que confirmarlo, pero según mis noticias, parece ser que se trata de dos minas romanas, del tipo de "ruina montium". La ingeniería romana había desarrollado la forma de realizar desmontes mediante canales de agua y túneles, en los que se utiliza la presión del agua para "romper" literalmente la montaña, y lavar los escombros en búsqueda de metales. No hay muchos más vestigios en Villapedre, pero voy a señalar varias cosas. En primer lugar, no olvidemos que en Piñera, en el lugar llamado Los Castiellos, un promontorio que está detrás del taller y la casa de Mura, y en pleno camino de Santiago, hay un castro sin excavar, pero se puede apreciar su estructura y defensas"

Un peculiar cabazo con bodega debajo. Es de tamaño grande, como uno de esos llamados hórreos de piedra


El techo es a cuatro aguas y de pizarra, si bien sus cuatro ángulos en arista se rematan con tejas, debió ser de casa grande, a tenor del soberbio caserón que vemos al lado al pasar, con paredes de mampostería pero vanos de cantería estilo granito, las primeras con carga, que se está cayendo, y los segundos a piedra vista. Un modelo constructivo que va recordando a los pazos gallegos y que empezará a abundar a partir de aquí y hasta adentrarnos bien en Galicia por la Mariña y la Terra Chá


Murete o muria de lajas pizarrosas y casa tradicional de esta traza que debió ser patrón en la comarca de las viviendas campesinas de antaño, las que inspiraron la letra de La casa gris del grupo Llan de Cubel:
Per debaxo la ponte
ya nun pasaba l'aire,
que l'agua fexo'l camín
abandonando'l valle.
Y sentí al fríu nordés,
sí, como llora l'aire,
como los nenos nel mar
ente suaños de sable.

Siempre veré
tres de la mar
la casa gris
na señaldá.
Siempre taré
cao del mio llar
na casa gris
del mio cantar.

Al mirar morrer el sol
na cumbrera del puertu,
vi soledá nel camín
mientres durmía'l vientu.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Al final nun hai camín
que lleve'l sol a casa.
Queda namái soledá
naquella ingrata patria

Ahora, pasando la Casa El Rulo vemos una bifurcación, en la que iremos a la derecha


Nos adentramos en la mayor concentración de casas del barrio, donde efectivamente el camino se hace calle. Santiago informa en Villapedre que aquí podría estar el origen del barrio, cerca de una desaparecida capilla:
"De Villainclán no hay ninguna noticia arqueológica, pero posiblemente la aldea medieval se situase en torno a la casa llamada ca Jacinto, en la pequeña plazoleta formada enfrente de la casa del Rulo, y al borde del promontorio que asciende en dirección a Villabona (topónimo también medieval, al igual que San Miguel de los Eiros, citado en el s. XI, y Piñera). Sí se sabe de la posible existencia de una necrópolis medieval en el entorno, y tal vez una capilla"

Atendiendo a las señales, placas y conchas, siempre nos orientaremos bien


Y así atravesamos el barrio de Villainclán, una de las aldeas que forman la parroquia, tal y como seguimos leyendo en Villapedre...
"La aldea de Villapedre, ¿cuándo aparece?. Más que de una aldea, debemos hablar de varias aldeas, que ya en la Plena Edad Media, con la configuración de la red parroquial, se unen en una sola parroquia. Comencemos por los topónimos. Villapedre viene del latín "Villa Petri", o villa de Pedro. El topónimo Villainclán es una castellanización del topónimo original Villeirán, pronunciado Vicheirán o Vitseirán, como dicen los más mayores. Y esto etimológicamente es lo más correcto, puesto que proviene del latín "Villa Ariani", o villa de Arianus o Ariano. El topónimo "Tox" es de más difícil etimología, pero proviene de "Todox", tal y como figura en la documentación medieval"

A la derecha queda  la entrada a la mencionada Casa El Rulo, una referencia para la historia de estos lugares que originaron la parroquia
"En estos tres núcleos, es posible que se formasen aldeas, allá por los siglos VII, VIII u IX (hace unos 1200 años aproximadamente) El proceso de la formación de las aldeas en esta época altomedieval está en fase de estudio, puedo proporcionar bibliografía si a alguien le interesa. En la documentación, a muchas de estas aldeas se les llama "villas", pero con un carácter diferente de la villa romana. Explicar con palabras muy precisas qué es una villa medieval es complejo para el profano, puesto que hay debates en torno a ello y se está investigando en la actualidad. No conservamos ningún documento escrito de esta época, aunque sabemos que los hubo (la pizarra de Carrio, por ejemplo), y los testimonios arqueológicos por el momento son escasos, aún no podemos esbozar la creación y desarrollo del poblamiento rural. Pero sí podemos afirmar que en estos tres núcleos, se formaron en esta época tan temprana pequeños caseríos, que en ocasiones eran conocidos con el nombre de su propietario, si era uno solo, que se desarrollaron hasta formar aldeas"

Villapedre es además escenario de novela, la de Los nietos del diablo, de la gran escritora coañesa Ana García de Loza, de la que extraemos esta bonita presentación que hizo de ella en su propio blog, Para ti querida Isabel, justo antes de su publicación: 
"A continuación tengo el gusto de presentaros una parte de un capítulo de mi próxima novela que se titulará, Los nietos del Diablo, que será publicada por Camelot, y que verá la luz allá por el mes de marzo de 2020. ¡Os gustará! 
"A pesar de viajar como una persona privada de libertad, y hacinado como sus compañeros en la parte de atrás de una camioneta, el viaje hasta Galicia tuvo su encanto. Los prados surgieron de pronto recordándole a Celucos, donde a saber qué harían su madre, de la que ya no sabía nada desde que lo metieran preso, y sus hermanos  que también estaban entre sus mejores recuerdos. Cuando el que iba sentado a su lado se inclinaba hacia adelante él, estirando el cuello, podía ver a lo lejos los  húmedos bosques de robles que se diluían entre la espesa niebla del atardecer. La camioneta se había parado en mitad de un pueblo y oyó como un perro ladraba y paraba de pronto, para ladrar de nuevo con más ganas diciendo quién sabe qué. Una de aquellas veces que su compañero se echó hacia adelante garabateó un nombre en el cristal de la ventana. Escribió la palabra, JESUSA, con todo esmero pero las letras se convirtieron enseguida en minúsculos regueros que se deslizaban serpenteando hacia el marco de la ventanilla del camión. Su compañero le mandó apartar para acomodarse cuando el nombre de su madre ya se había convertido en un jeroglífico indescifrable así que lo borró suavemente con la palma de su mano y el frío impasible del cristal consiguió respigarlo entero, y él, que no era de muchas intuiciones, entendió que su madre debía de estar enfadada. Entonces, y por un momento, recordó su niñez llena de hambre y encanto a partes iguales, cuando sus hermanos y él mismo eran amigos de las nubes, porque encima de ellas, cabalgaban a horcajadas, las leyendas de la infancia que venían hoy a joderlo aprovechando la niebla espesa. 
Con la vista perdida en el infinito y los miedos martilleándole la cabeza observaba los húmedos bosques de robles que desfilaban ante sus ojos a velocidad de rayo. Y pensaba en la despedida de Paulita tan silenciosa pero tan intensa. ¡Cuántas cosas se dijeron sin palabras mientras, José el de Loza y Benigno de la Sierra, esperaban para acompañarlo a la salida del pueblo! 
Tanto para él como para los demás reclusos asturianos, porque cántabros eran muy pocos, la noticia del indulto fue recibida con gran alivio. ¡Que atrás quedaba Loro! Habían llegado a Celanova hacía mil años y desde entonces estaban en el viejo monasterio de San Salvador de donde pasado el tiempo saldrían en libertad para buscar sus vidas perdidas" 
                                                                                            Ana García de Loza

Hemos de tener presente que Villapedre tiene una especial relación con el mundo de la literatura, siendo preciso destacar que en esta parroquia nació en 1870 el gran bibliófilo y librero, asentado en Madrid Antonio Graíño Martínez, merecedor de toda una biografía de la Real Academia de la Historia:
"Nació Antonio Graíño Martínez en Santiago de Villapedre, en el municipio asturiano de Navia, en el año 1870. Desde su infancia sintió una gran afición por la lectura. Siendo joven se trasladó a Madrid y allí se dedicó pronto al comercio del libro. Desempeñó su trabajo en la librería de su hermano político Victoriano Suárez. Si destacada fue su labor como librero, como lo demuestra el hecho de que se convirtió en director del citado establecimiento, más notoria fue su trayectoria de bibliófilo. Durante algunos años y hasta 1931 fue, además, cónsul en Madrid de la República de Honduras. 
Su pasión por la bibliofilia se centró en reunir obras relacionadas con la colonización española de América y Filipinas. Recopiló una escogida biblioteca con abundantes obras de la materia citada, que, algunos años después de su muerte, acaecida en Madrid en 1945, fue vendida por sus herederos. Los libros de América fueron adquiridos por el Instituto de Cultura Hispánica y los relativos a Filipinas, la parte más destacada de la colección, pasaron a la Biblioteca Nacional, en ambos casos por un precio muy inferior al que habrían alcanzado en el mercado. Estos últimos supusieron el enriquecimiento definitivo de la Sección Filipina del centro bibliográfico nacional, que se convirtió en el mejor del mundo, tanto por el número de ejemplares, unos cuatro mil, como por la rareza de no pocos de ellos, siendo además, un instrumento indispensable para el estudio de la imprenta en el país asiático.    
Antonio Graíño fue editor e impulsor de distintas obras, de colecciones de libros y de revistas y autor de varios escritos, entre los que se pueden citar Documentos referentes à los indios llamados Xicaques en la América Central (1907), La industria del libro en España y la codicia extranjera del libro español en los mercados de nuestra raza y lengua (1916), Tres joyas de la bibliografía lingüística filipina (1942) y Las imprentas menores en Ultramar y el libro durante la tutela de España (1942).  
Obras de: Documentos referentes à los indios llamados Xicaques en la América Central, Madrid, 1907; La industria del libro en España y la codicia extranjera del libro español en los mercados de nuestra raza y lengua, Madrid, 1916; Tres joyas de la bibliografía lingüistica filipina, Madrid, Gráficas Yagües, 1942; Las imprentas menores en Ultramar y el libro durante la tutela de España, Madrid, 1942.

En este cruce seguimos de frente pasando junto a Casa Choureiro, alojamiento rural tipo apartamentos


Fijémonos en su cabazo, uno de los estilos que veremos en la costa asturiana y en Galicia, de tejado a dos aguas, si bien la pizarra se sustituyó por otro material, y paredes de ladrillo con orificios para permitir la entrada del aire y evitar que los alimentos, normalmente el grano, pudra. Así lo explican en la web del Museo Etnográfico de Grandas de Salime Pepe el Ferreiro:
"El cabazo es, como el hórreo (6) y la panera (7), un tipo de granero, especialmente diseñado para el secado y curado del grano. Conocido también como hórreo gallego, su área de dispersión comprende la casi totalidad del territorio gallego, el occidente asturiano hasta el Navia y el norte de Portugal 
En términos generales consiste en una caja o cámara rectangular ventilada y elevada del suelo mediante muretes de mampostería sobre los que coloca una losa volada, denominada tornarratos, que impide el acceso de los roedores. Partiendo de esta concepción básica, son múltiples las variantes constructivas, observándose diferencias en tamaños, materiales empleados, acabados o morfología de los elementos sustentantes"

Las diferentes tipologías se deben a numerosas causas, una es el de los materiales de los que se disponen para hacerlos, otra el tipo de productos que se guardaban adentro, y con ello la cantidad y el tamaño o riqueza de la casería, también el arte y el modo de cada constructor. Al ir desapareciendo la sociedad cerealística tradicional que pervivió, puede decirse, durante milenios, hórreos, cabazos y demás graneros han visto disminuir sus usos prácticos, lo que pone en peligro su conservación, si bien no pocos propietarios los conservan, tarea no siempre fácil, aparte de por su mantenimiento, por ciertas disposiciones burocrático-administrativas


Luego hay un cobertizo que parece haber sido la antigua cuadra. Las pequeñas caserías con pocas reses se hicieron con el tiempo insostenibles por poco rentables, concentrándose grandes rebaños en naves aptas para un gran volumen de animales. Es normal que la gente en estos pueblos nos diga que posiblemente en número haya más vacas ahora que antes, pero no en cada casa, sino solo en algunos vecinos especialmente dedicados a la ganadería


Los hórreos, como los cabazos, están en esa misma tesitura: este es un modelo clásico del occidente astur, con su tejado de pizarra a cuatro aguas, si bien las aristas están rematadas en teja, un gran corredor alrededor, donde antaño se colgaban las cosechonas de maíz, y de gran tamaño, pues debía de ser de casa grande...


Y casa grande es la que vemos, tal vez marcada también por trazas o al menos influencia de gustos indianos. Entre ella y el hórreo la que debió de ser la cuadra, de piedra y en cuya pared crece la hierba, también enorme, debería de haber en tiempos buena vaquería y producción


Admiramos su pequeño balcón-galería en el piso alto y buhardilla en el tejado, así como abajo su jardín cerrado por verja


Seguidamente otra entrañable casa de piedra pizarrosa oscura, del modelo más antiguo y tradicional de esta parte del occidente astur, esta de tejado a dos aguas. Hacia ella vamos desde este cruce


  Y en el cruce una preciosa maqueta de hórreo de techo de pizarra


Concha xacobea e imagen de Santiago en el buzón. El continuo paso de peregrinos hace surgir las filigranas y alegorías jacobitas en todos los pueblos y lugares de los caminos de Santiago


Hórreo con bodega debajo (en el sentido de almacén), un estilo constructivo muy común también en el occidente asturiano aunque también hay alguno en el centro. En la actualidad ese espacio suele aprovecharse como vivienda o vivienda auxiliar, como parece ser este el caso, o también como cochera, comedor, sala, etc.


De frente, tras las casas del fondo, un monte, L'Almeirón. No sabemos si será este el promontorio del que nos habla también Santiago en Villapedre:, pero al menos nos sirve para seguir hablando de la historia de la parroquia:
"Pregúntenle a cualquier viejo del lugar que diga qué parte del pueblo es Villapedre, y todos señalarán la misma zona, "ahí ya donde tá Villapedre de verdá". Un promontorio que en la actualidad ocupan tres casas, conocidas como casa l´Viejo, ca Laverón y ca'l Pisón. Justo al borde del promontorio, hay una fuente, y detrás, aunque tengo que confirmar esta noticia, estaba la primitiva iglesia, arrasada por un incendio, pero de la cual podemos conocer cómo era gracias a algunos datos conservados en documentos. Parece un lugar idóneo para una aldea, con tierras fértiles en las proximidades, agua, una fuente, tal vez un pisón o molino de desergar escanda (ca'l Pisón), y un molino de agua que desapareció, pero del que se conserva parte del canal. Y una leyenda, cómo no.

Hoy está cubierta de maleza, olvidada. Gracias a la intervención de un vecino, ya fallecido, se construyó una pequeña tapia de ladrillo que la protegió de la desaparición. Hablo de la fuente de Santiago. Tres escalones que bajan hacia una pequeña pila de agua, que se extraía antiguamente con un cangilón por un agujero. Tres caños taponados, y agua que brota de la roca. Se la conoce como fuente de Santiago, debido a un milagro sucedido en tiempo inmemorial, y que me narró el mismo hombre que la protegió de la desaparición. Sucedió que en un verano de terrible "seca", en el que los cultivos se morían por falta de agua y la hierba amarilleaba, los vecinos decidieron hacer una rogativa, llevando la imagen del apóstol en procesión desde la iglesia, y rociando su cabeza con agua. Cuando la comitiva regresó al templo, al entrar en el pórtico , comenzó a llover. Así lo cuentan los viejos, y así es posible que sucediese alguna vez, pero personalmente, tengo otra hipótesis"

Y continúa el autor explicando todo el proceso de cristianización del culto a las aguas, pues por lo general, donde hay, o hubo, un templo antiguo, hay una fuente:
"Durante la antigüedad, desde época neolítica, continuando hasta la romanidad y el cristianismo, no es raro que los indígenas rindiesen culto a monumentos naturales, a fuentes, a grandes rocas o grandes árboles, o lugares naturales especiales, que para ellos pudiesen ser morada de dioses, ninfas, o pequeños genios y espíritus. Ejemplos sobrados de ello y de esta multitud de divinidades aparecen en lápidas y aras romanas, desde los lares viales o pequeños dioses de las encrucijadas, los genios del hogar o lares, y las ninfas, genios, etc, vinculadas a fuentes y bosques. Cuando en el siglo III se difundió el cristianismo por todo el imperio romano, durante unos años pervivieron ambos cultos, el pagano y el cristiano, y los monjes evangelizadores lucharon por erradicar los lugares de culto antiguo. Es conocida una carta del papa del momento, cuyo nombre no recuerdo, instando a los evangelizadores a transformar los lugares donde "se rendía culto al diablo", para que se convirtiesen en lugares de culto a Dios. Y así, no es extraño hallar capillas y ermitas erigidas sobre antiguos lugares de culto pagano, tales como fuentes, tejos (en Asturias hay numerosos ejemplos) o dólmenes (la ermita de la Santa Cruz en Cangas de Onís). Planteo la posibilidad, no descabellada, de que se tratase de cristianizar un lugar de culto anterior, tal como pudo ser esta fuente, y donde se construyó después un templo parroquial, del que en la actualidad no queda nada en pie"

A nuestra derecha una larga fila-bloque de viviendas forma una calle, casi a manera de patio de vecindad


Tras ella pasa la carretera N-634, llamada popularmente la carretera la Coruña. Allí asoman las dos torres de una quinta: Villa Mercedes, de las más representativas de Villapedre, construida en 1930 y tenida por obra del arquitecto Francisco Casariego Terrero para el indiano Manuel López Pérez, Don Lolo quien hizo fortuna en Puerto Rico a donde había ido primeramente un tío suyo, estableciéndose luego por su cuenta en Tampico (México). A su regreso a Asturias se casó con una sobrina con la que tuvo dos hijos y volvió a América. Enviudó y volvió con sus hijos a Villapedre, y aquí volvió a casarse, esta vez con la hermana pequeña de su primera mujer, Mercedes, en 1920, de ahí el nombre de la casa. Hablaremos de ella un poco más adelante, cuando la veamos mejor, pues tiene larga historia...


Más allá a la derecha, al nordeste, Los Mucheiros, La L.laguna y en la distancia Tox, uno de los lugares que aparece mencionado en la primera documentación medieval referida a Villapedre:
"En los siglos altomedievales, aparecen las primeras menciones de Villapedre. En el libro becerro de Corias, del s. XI, se menciona "Villa Petriz", y "Todox", entre otras. De Tox hay tres documentos del siglo XI, el primero de ellos fechado en el año 1042, en una permuta de tierras entre el monasterio de Cartavio y unos nobles (cito de memoria, tengo que consultarlo sobre el papel y modificar esta información). Tox o "Todox" perteneció a un noble levantisco, llamado Analso Garvisio, que en el siglo XII se rebeló contra Alfonso VII de León y Castilla, confiscándosele por ello todos sus bienes, incluido este pueblo, que luego le serían devueltas. El origen del palacio de Tox está sin duda en la torre medieval que aquí se erigió, y no sería descabellado pensar que la torre actual del palacio, del siglo XVI, esté erigida sobre los cimientos del torreón medieval (...) 
Ya en al s. XIV, fruto de la labor de estructuración parroquial de la iglesia, la parroquia de Villapedre aparece citada en el Libro Becerro de la Catedral de Oviedo, en 1385. Posiblemente abarcase el mismo espacio geográfico que ocupa en la actualidad"

Y en la carretera vemos la nave y las oficinas de otra empresa de Villapedre, la de Muebles Marsol, con Autoagrícola Villapedre a su izquierda


Tuvo esta parroquia en tiempos su propio equipo de balompié, el Villapedre C. F., donde allá por la temporadas, años 60, jugaban Richi, Antonín de Quico, Manolín del Vicario, Luis de Pepa, Laguna, Lalo, Osmán, Dori y su hermano Alfonsín, Antonín de Xacobe, Pajilla, Pelín del Reucho, Manolo de Quico, Angelín del Androcho, Pepín de Jacinto, Kike de Mateo, Candaosa... su primer partido como equipo federado, en septiembre de 1961, se disputó contra el Figueras, al que ganaron por 3 a 1, con dos goles de Lalo y uno de Laguna... si las fuentes no nos fallan


Llamativa concha de piedra en la pared de una de estas casas, mirando al camino


Huertas y prados abajo, veremos ahora sí que veremos mejor la quinta indiana de Villa Mercedes, cuyo propietario, Don Lolo alcalde de Navia en la República y esto le costaría la vida al estallar la guerra civil quedando la quinta requisada para albergar el Hospicio de Oviedo, afectado por la guerra civil, pasando a partir de entonces a ser conocida como La Residencia. El investigador Tulio Riomesta extrae esta historia del libro España a hierro y fuego, del escritor asturiano Alfonso Camín:
"Manuel López Pérez o D. Lolo como le llamaban, era un hombre que conocimos hace bastantes años. Emigró joven a Puerto Rico llamado por un tío suyo que se encontraba allí. Después se estableció en México, tenia un comercio de tejidos en Tampico. Jovial y tacaño, aún parece que le vemos por la ciudad petrolera, jugándose la mañana y retrasando el pago, si perdía. Se iba comiendo las aceitunas camino de la tienda, para no perder baza. En uno de sus viajes a Asturias se casó con una sobrina con la que tuvo dos hijos.

Era un “indiano” vulgar, de los cincuenta mil emigrantes que hicieron fortuna a base de desvelos, esfuerzos y rutina. Se decidió a especular en negocios de petróleo. Y tuvo suerte. El “oro negro” lo convirtió en millonario a la vuelta de pocos años Entonces, pensó en la tierra. En reintegrar su capital a España. En vivir en su pueblo. Al enviudar, hacia 1.920, se retiró de los negocios americanos y decidió regresar junto con sus hijos a Villapedre en Navia, donde se casó en segundas nupcias con Mercedes la hermana pequeña de su primera esposa. Vivieron en Navia hasta la construcción en 1.930 de una casona, un palacio llamado Villa Mercedes, en Villapedre, flanqueado por dos torres y situada junto a la carretera N-634. Fue construida por el arquitecto Francisco Casariego Terrero.

Los aristócratas sin blanca comenzaron a mirar con recelo al indiano. ¡Lo de siempre! El pobre hombre que para los “señoritos” del pueblo había de seguir siendo el zote. Para aumentar su desventura, compró una finca a “el Jabalí”, lo que originó un pleito entre ellos. Pleito político y pleito de tierras. El perdedor fue el “indiano”. El “jabalí” de Luarca, en vez de una finca, como buen gitano le vendió una burra ciega. La culpa era del ferrocarril de la costa, hace tantos años en construcción, que la partía la finca por gala en dos heredades. Desde entonces fueron enemigos el “indiano” y el cacique

Entonces llegó La guerra. Durante la República, Lolo el “indiano” era el alcalde de Navia. Cuando llegaron las tropas fascistas, el cacique comenzó a masticar su venganza. López fue detenido. Primero le echaron una multa de doscientas mil pesetas. Lo soltaron. Después, otra, de ochocientas mil pesetas, se incautaron de sus propiedades, y le llevaron a Lugo a un consejo de guerra.

Preguntamos:
-¡Y López?
-Lo han fusilado

La quinta fue requisada para albergar el Hospicio de Oviedo, afectado por la contienda, pasando a partir de entonces a ser conocida como “La Residencia"


Según informa otro investigador, que firma como Burgundoforo en Casas de arquitectura colonial de Foro-Ciudad.com de Villapedre, originalmente la casa tenía proyectada numerosas terrazas, las cuales Doña Mercedes hizo cerrar por resultar poco apropiadas para el clima de Asturias, y dado que a Don Lolo le gustaba mucho el campo, en la parte de atrás mandó construir cuadras para ganado. Efectivamente la espléndida finca estaba afectada y hoy en día está dividida por el ensanche de la N-634 y por el ferrocarril


Naturalmente todo cambió al ser esto La Residencia, el antiguo Real Hospicio, albergue de huérfanos sito hasta la guerra en lo que ahora es el ovetense Hotel Reconquista, hubo de ser evacuado al ser la capital asturiana escenario de asedio y combates durante alrededor de un año. A esta requisada quinta vinieron los más pequeños, mientras los más mayores fueron las niñas al Palacio de Donlebún en Figueras/As Figueiras, y los niños a la Casona de Sestelo, también en Castropol


Tras la contienda la quinta le fue devuelta a la familia, unos cinco años después, y más tarde vendida, según leemos en Casonas de Indianos en artículo firmado por r.ua. Posteriormente empezó a conocérsela por El Palacete o El Chalet del Gordo, e incluso existe el topónimo Cerca del Gordo, tal y como figura en los mapas del Instituto Geográfico Nacional


Su estructura base es un cuerpo central flanqueado por dos torres. Su acceso principal, que desde aquí nos tapan los árboles se hace bajo unas pérgolas. Un poco más atrás nace un arroyo, llamado Romallande, que desemboca en el mismo puerto pesquero de Veiga, o Puerto de Vega. Mñas allá son los campos de Castanedo y de Tox


Mucho se ha escrito, se escribe y sin duda se escribirá de esta mansión indiana, pues muchas son sus historias, unas documentadas y otras con un halo de leyenda, que siguen pululando hasta nuestros días, muchas veces basadas en pretendidas adquisiciones de personajes famosos cuando se anuncia su venta


Es interesante en este aspecto repasar un poco algo de hemeroteca y encontrar artículos tan interesantes como este de José Alonso para La Voz de Galicia, publicado el 30-6-2014 y titulado Se vende palacio por cuatro millonesque ofrece datos muy interesantes y curiosos, como el de la restauración efectuada en 1999...
"Hay lugares en donde el legado de los indianos se respira y llega a apabullar, como la herencia de un pasado de sacrificio, de emigración, que tuvo su recompensa o quiso dejar su impronta de regreso a España. Por A Mariña y el Occidente astur hay múltiples ejemplos. Son verdaderos palacios que cada vez en mayor número se ponen a la venta. Es el caso de Villa Mercedes, en Villapedre (Navia). ¿Su precio? Cuatro millones de euros, pero negociables -se advierte en la web aldeasabandonadas, un referente de este tipo de inmuebles-. 
Situada junto a la carretera N-634, fue un encargo de Manuel López Pérez, emigrante primero en Puerto Rico y que después hizo fortuna en México. El palacio acabó de construirse en 1931, se atribuye al arquitecto Francisco Casariego Terrero y tiene tras de si una larga historia, con varios propietarios -hace años circuló el rumor de que había sido adquirido por el actual entrenador del F.C. Barcelona, Luis Enrique-. 
En 1999 fue rehabilitado. Cuenta con una zona ajardinada de 5.000 metros cuadrados, que originalmente fue mayor, ya que la partió la carretera nacional y el ferrocarril. De hecho, el espectacular panteón familiar que tenía el palacio, al quedar aislado, pasó a formar parte del cementerio del lugar. El palacio se divide en cuatro plantas con una superficie de unos 1.500 metros cuadrados: semisótano con garajes; planta principal con cuatro salones, patio de columnas, aseo, cocina, estancia de vinos, comedor de diario...; la primera planta con cuatro dormitorios, dos vestidores, dos terrazas y dos baños; la segunda con un salón, tres dormitorios y un baño, y la tercera planta con un torreón y terraza"

Cada vez estamos más cerca de la N-634, que vemos ahora en la célebre recta de Villapedre, ante Muebles Marsol y a su izquierda Autoagrícola Villapedre. En la carretera hay algún hotel, así como diversos alojamientos rurales en unas cuantas quintas y casas del entorno, no exactamente dentro del estilo clásico de alberguería o posada de peregrinos, pero sí frecuentados por ellos, pues el lugar merece la pena


Pasando Villainclán o Vil.leirán inicia una ligera bajada que acabará precisamente cuando salgamos a la dicha carretera N-634. Estamos en La L.lamiel.la, lugar renombrado para los amantes de los perros, pues hay un célebre criadero de mastines


Aquí hay una encrucijada: seguimos adelante por el camino del medio, pasando entre la cuadra y la finca


Siempre ha de haber alguna flecha amarilla o alguna concha, si no las viésemos, pues pueden a veces quedar tapadas, gastarse, caerse, etc. no dudemos en preguntar. La vecindad está acostumbrada al paso continuo de peregrinos y sabe por donde van


Muro de piedra y llegamos a la entrada de otra importante quinta indiana o americana, de Villapedre, donde incluso podremos alojarnos, oportunidad que no pierden muchos peregrinos, que así conocen cómo era su interior


Se trata de Villa Auristela, que es actualmente hotel. Fue construida en 1910, al lado de su casa natal, por el indiano emigrante a México Jesús G. Villamil, quien se la encargó al maestro de obras Ramón Méndez, bautizándola en honor a su segunda esposa Auristela Lanza Martínez. Mucho se ha contado e investigado, y se contará e investigará sobre el fenómeno indiano, o americano, y su impronta. Un buen resumen lo hallamos por ejemplo en Khronos Historia, firmado por Carmen Fernández Pérez, Los indianos y sus casonas:
"Cuando oímos hablar de los indianos la mayoría de nosotros nos imaginamos a un señor decimonónico, vestido con chaqueta clara y tocado con sombrero panamá, que adorna su barriga con la gruesa cadena de oro de un pesado reloj y que fuma un gran puro habano. Se trata de un estereotipo, claro, pero la imaginación es libre. También pueden venirnos a la cabeza esas vistosas residencias que algunos de ellos construyeron a su regreso: las casonas indianas
Entre finales del siglo XIX y principios del XX muchos jóvenes, sobre todo del norte de la Península y de Canarias, se marcharon para “hacer las Américas”,  Los motivos de dicha emigración americana eran variopintos: evitar el servicio militar, abaratamiento del viaje, el retraso industrial de un país que no absorbía el exceso de mano de obra rural, o simplemente, huir de la pobreza. Se puede decir que era la única manera de subir en la escala social para un chaval de clase baja. También fueron varios los destinos: México, Argentina, Cuba, Puerto Rico… 
La mayoría de estos emigrantes apenas sabían leer o escribir cuando partieron, tampoco habían salido de su pueblo (quizá a la romería del pueblo de al lado) y muchos no regresarían jamás o lo harían igual de pobres que a su partida (de hecho, las asociaciones de asturianos en ultramar pagaban el viaje de retorno a los menos afortunados). Pero un puñado de afortunados, los menos, consiguieron enriquecerse y volver cargados de dinero y con muchas ganas de fardar… ¡y vaya si fardaron!..."
"... Fijándonos en Asturias, aquí se encuentran muchos ejemplos de construcciones indianas (unas dos mil) a lo largo y ancho de la provincia, además de una institución que recoge información y documentación sobre los emigrantes (2). Estas construcciones, por más que se las acoja a todas bajo la denominación “indiana”, coinciden principalmente en su eclecticismo y en el lujo desplegado tanto en sus fachadas como en sus habitaciones y mobiliario. La casa representaba el símbolo de su posición social -¡qué se enteren todos de la pasta que tengo!- lo mismo que sucedía con la burguesía más rancia a la que imitaban. Algunos recuperaban la vieja casa familiar, otros construían lujosos chalets. Así tenemos casas de estilo asturiano tradicional y otras de estilo diverso. También se construyeron, con capital indiano, edificios de viviendas para varias familias (...) 
Pero algunos indianos también se preocuparon por el bienestar de sus convecinos. Construyeron iglesias, asilos, cementerios, casinos, hospitales, escuelas, etc. De esta manera, se ganaban su recuerdo para la posteridad (6). Filántropos de primer nivel, vamos…  En muchos pueblos los niños tuvieron escuela gracias a ellos, lo mismo que los ancianos ganaron asilos o los enfermos una cama en un hospital..."

Esta es la parte trasera, en cuya explanada, que formaba parte del jardín, ahora aparcan sus coches los hospedados y las visitas. Esta entrada posterior de la mansión tiene una hermosa y grande ventana-galería y sobre ella una terraza. Ha sido reformada y la piedra ha sido dejada a la vista, salvo en esquinas y vanos


A causa de unas obras de ensanche de la carretera, hace tiempo se derribaron su antigua portalada y muro delantero de cierre exterior


Y esta es la fachada principal, que mira a la carretera, con dos magníficas torres y escalera a la puerta. Tras fallecer D. Jesús su viuda Dña. Auristela volvió a casarse, con D. Joaquín Osorio, y esta es la razón por la que figuran sus iniciales en la fachada principal, que mira a la carretera, donde hay una larga y artística escalera

Enfrente, al otro lado de la carretera, la Casa de Don Andrés, que gracias al siempre muy recomendado blog Casonas de Indianos, sabemos fue construida en 1903 por D. Andrés y su esposa Doña Carmen Fernández Pérez-Villamil, hermana de Doña Rosario, para su hija Angelina y su yerno. 

Invitamos a leer la entrada de ese blog correspondiente a esa casa pues aportan numerosos datos, historia y anécdotas algunos de sus antiguos propietarios y moradores, si bien normalmente figuran como Anónimo o Isita, ponemos un par de buenos ejemplos de estos aportes históricos en primera persona, absolutamente sublimes:

"Esta fue mi casa durante muchos años, en la cual viví con mis padres, Andrés y Ángeles, y con mis 8 hermanos. Esta casa guarda para mí muchísimos recuerdos, que me hicieron muy feliz. Siempre estaba llena de gente, porque además de nosotros 11, también estaban las mujeres del servicio, se llamaban Isidora, Zoila, Angelita, Amadora la costurela, Visita y otra que ahora no recuerdo. Había también un palomar. Teníamos la cuadra con vacas y cerdos. Allí pasé los años de mi niñez y parte de mi juventud ya que me fui a estudiar a Gijón.

Espero que la familia que ahora la tiene, disfrute de la misma felicidad que tuvimos nosotros entonces. Fdo.: Isita Pérez, hija mayor de Andrés y Ángeles, que actualmente vive en La Coruña"


La misma persona dice también:

"Como te dije, yo soy de Andrés. Nació en Villapedre, era hijo de Manuela y Ramón y tuvo 4 hermanos, Pepe, Faustino, Benigno y Adolfo. Él era el tercero de los cuatro. Era una familia de clase media, sin embargo emigraron para poder prosperar a Puerto Rico, excepto uno que fue a Santo Domingo. Mi padre, Andrés, emigró cuando tenía 13 años. Se fue sólo en un barco a Puerto Rico, allí lo esperaban sus hermanos. Cuando llegó allí trabajó duramente en un negocio de ultramarinos hasta los treinta y tantos años. Allí trabajó duramente y tuvo que soportar calamidades de su jefe. Un ejemplo puede ser que cuando se quedaba dormido por agotamiento, el dueño, para despertarlo, le echaba un cubo de agua y sin más miramientos, lo obligaba a seguir trabajando. Así estuvo hasta que fue ahorrando e con sus ahorros hizo un pequeño capital que lo invirtió en otros negocios. 

Después de reunir una cantidad suficiente, regresó a España para ver a sus padres y allí conoció a mi madre, Ángeles. La quiso llevar a Puerto Rico con él pero la madre de ella le rogó que no lo hiciera y volvió sólo.  Al cabo de un tiempo pudo volver ya con más capital y se casó con mi madre que tenía 22 años. Ella tenía una hermana menor llamada Maruja y cuando fallecieron mis abuelos heredaron entre otras cosas la Casona. 

Mi abuelo tenía en Villapedre otra casa heredada de sus padres, La Casina. La permutó con Maruja, la hermana de mi madre, con la parte que le correspondía en La Casona y así poder tener cada un hogar independiente. Tuvieron 9 hijos, yo soy la mayor. Mi padre hizo un viaje de nuevo a Puerto Rico para liquidar todos los negocios que allí tenía.. Volvió a Villapedre y se dedicaba a sus quehaceres, cuidaba de la huerta y otras actividades lúdicas"

Contemporáneo suya parece a su izquierda este gran edificio de cuatro puertas, una de ellas parece de la vivienda, sita en el piso de arriba, y las otras tres de algún establecimiento estilo gran comercio y tienda mixta. Un cuerpo añadido a la izquierda, de planta baja, revelan haber sido almacenes. En la vivienda llama la atención el bajocubierta, con dos buhardillas, una enorme y con un acabado muy artístico


Visitada Villa Auristela y las casas de su entorno, para no desviarnos de la ruta señalizada, continuamos ruta por el Camino Norte, que sigue bajando hacia la carretera


Casa y jardín, La arquitectura y los gustos de los indianos influyeron también en la construcción de otras viviendas no necesariamente indianas, sobre todo aquellas más destinadas a vivienda residencial que a casa labriega, plantas, flores, y de ellas determinadas especies, así como árboles ornamentales, líneas estilísticas, distribución de espacio interior, etc


A nuestra izquierda ahora Casa Cary


Hórreo de tejado de pizarra, pero también con aristas de teja, como los anteriores. Y gran escalera con lujoso pasamanos, similar al corredor


Y el que parece el mismo hórreo, pero en miniatura, preciosa maqueta en el jardín


Desde el camino, El Camín de La L,lamiel.la, vemos ya al fondo la carretera, el campanario de la iglesia parroquial y más cerca, a nuestra derecha, el gran panteón de Manuel López, en el cementerio, panteón familiar del fundador de Villa Mercedes


Este panteón formaba parte de la finca de la quinta, pero al quedar aislado se integró en el cementerio parroquial, construido a principios del siglo XX, es de marcado gusto historicista, viendo en su cúpula ventanas tipo románico por ejemplo. Este estilo de imitar el arte medieval y otros clásicos estuvo muy en boga durante bastantes décadas a partir de la segunda mitad del XIX y al menos hasta los años 20 y 30 del siglo XX


Anteriormente, como era lo habitual, los enterramientos se realizaban en el interior de la iglesia o en su campo, el camposanto, que vamos viendo ya a lo lejos y por donde pasaremos, cisitando el centro parroquial, del que ya reconocemos su campanario


Según leemos en el citado foro de Villapedre en Foro-Ciudad. com, si bien sin firma a veces de quien aporta los datos, el cementerio se hizo siendo párroco D. Jesús Fernández Villamil y García-Santamarina...
"...de la casa de Los Muitos de Villainclán (posteriormente Casa Jacinto y que creo que el edificio antiguo ya no existe), sobre una finca donada por la propia familia del párroco D. Jesús, encargándose de organizar el traslado de los restos desde la Iglesia al nuevo Cementerio su propia hermana Rosario (Doña Rosario), cuando ella tenía nada más que unos 18 años (lo cual ya delataba su carácter) y creo que esto fue en torno al año 1895. Por todo esto, el cementerio actual es propiedad de la Iglesia y no del Ayuntamiento. 
Como privilegio a estas circunstancias, las familias de Casa Don Andrés y de Casa Doña Rosario conservan una capilla dentro del propio cementerio, con enterramientos de estas dos familias, tanto en el interior de dicha capilla como en los nichos exteriores que tiene la misma. A un lado los familiares de Casa Don Andrés y al otro los familiares de Casa Doña Rosario. 
Si uno se fija bien, la finca sobre la que se ubica el cementerio formaría lote, muy posiblemente, con la finca contigua donde su ubica la casa de Verdú, casado con Doña Maruja Pérez y Fernández-Villamil, sobrina del párroco D. Jesús, y que por lo tanto dicha finca también sería propiedad de la misma familia. 
Con el tiempo el párroco D. Jesús dejó la parroquia e ingresó en la Compañía de Jesús (Jesuitas) sucediéndole al frente de la parroquia, según creo, D. José

Desde aquí, mirando a la carretera, volvemos a ver las casas frente a Villa Auristela

Realmente vemos el que decimos parece haber sido un gran comercio o tienda mixta, pues de la Casa de Don Andrés únicamente asoma algo de su esquina derecha


Y así salimos a  la N-634, donde podemos parar en uno de los dos establecimientos allí existentes, o en los dos, ¿por qué no si se tercia?, El Salón y la Cafetería Villapedre


Aquí además hemos de cruzar y seguir a la izquierda. Tengamos, como siempre decimos hasta la saciedad, mucha prudencia al hacerlo. De frente, en cualquiera de los dos sitios nos tratarán soberbiamente bien


Cruzamos pues hacia estos templos de la hospitalidad y viandas en Villapedre y al paso del Camino...


Un buen momento y oportunidad para detenerse a estudiar los buenos menús


Una vez adentro, nos recibirán y atenderán nuestro amigos


Pasado el Café Villapedre hay otro cruce, por donde sale la carretera de Veiga/Puerto de Vega, el famoso pueblo de pescadores que ya hemos recomendado que, si nos es mínimamente factible, no dejemos de visitar, a solo dos kilómetros escasos de aquí



El camino como tal se dirige hacia la cercana iglesia parroquial de Santiago de Villapedre, otra advocación xacobea del Camino, que vemos muy bien desde aquí


Para ir a ella seguiremos unos metros por el arcén de la N-634, en dirección a la siguiente casa


La iglesia fue construida en 1707 sustituyendo a otra más antigua de la que hemos hablado antes, siendo completamente restaurada en 1996. De su fecha de fundación se sabe por una inscripción sita en una pilastra al lado derecho del altar que dice:
ESTA NABE I COROTE
RALES CON SU PUERTA
TRIBUNA TRES PILAS
TRAS I ARCOS DE EL CU
ERPO DE LA IGLESIA A
MANDADO HAZER I FA
BRICAR A SU COSTA PA
RA SI SUS HEREDEROS
I PARA EL IZO D DOMIN
GO ANTONIO TRELLES
NAVIA Y VILLAMIL Y L
OS SUIOS EL Ldº D JUAN TR
ELLES OSSORIO SIEN
DO CURA DE ESTA PARO
CHIA. AÑO DE 1707

Justo al pasar esta casa dejamos la carretera para tomar el camino de la derecha


Esta sería la prolongación del camino antiguo que viene de Villainclán o Vil.leirán, cortado en su momento por la carretera


A la izquierda, uno de esos preciosos hórreos en miniatura que adornan los terrenos y jardines al lado de las casas. De frente la iglesia, construida para sustituir a otra anterior que al parecer no estaba en este mismo lugar, como ya hemos comentado, existiendo diversas tradiciones al respecto, sobre si estaba en el barrio de Bárzana, o en la llamada Casa del Pisón, si antes era una capilla, si a los difuntos se los enterraba en Villainclán, y toda una serie de tradiciones populares


Lo cierto es que en esas centurias del XVII y XVIII hubo un gran aumento en la construcción de nuevas iglesias y capillas, unas veces remozando antiguos tempos medievales románicos y prerrománicos y otras con nuevas fundaciones. En ello parece tuvieron que ver diferentes factores, uno principal pudo ser un aumento de la población, sin duda gracias a la drástica expansión del cultivo maíz, que solucionó en gran parte el problema de la alimentación básica y la subsistencia mínima de la inmensamente mayoritaria población campesina, aunque también intervinieron otros factores a tener en cuenta, como las normas religiosas de la Contrarreforma, que también influyeron en la edificación de nuevos templos para albergar la profusa imaginería y otras pautas religiosas hechas arquitectura y arte con el barroco


Cuando se planteó reformar seriamente y bajo nuevas pautas nuevos templos, se sabe en muchos se planteó la disyuntiva de aprovechar los edificios anteriores o hacerlos del todo nuevos, y junto con ello, sobre si hacerlos en el mismo lugar o no. En muchísimos casos se decidió, no sin polémica casi siempre, cambiarlos de ubicación, y por varias razones: dentro de esos parámetros, sin aún existir inquietudes palpables sobre arte o patrimonio tal y como las entendemos actualmente, se vio más adecuado, rentable o factible, tirar todo lo anterior y hacer algo completamente nuevo partiendo de cero


Entonces, una vez acordado esto, normalmente tras controversias entre partidarios de construir una iglesia nueva en el mismo lugar o en otro,  la siguiente cuestión era si hacer los nuevos santuario en el mismo sitio o en otro, más accesible o más poblado, dentro del mismo barrio o parroquia, contando para ello con el patrocinio de alguna familia notable que cediese terrenos, materiales, sufragios, dádivas, donaciones, etc.


En este caso los linajes protectores o benefactores pondrían sus escudos y blasones en estos edificios hechos con su apoyo y auspicios, como en sus casonas y palacios, o en otras obras por ellos patrocinadas, puentes, fuentes, hospitales, fondas, etc. En los casos de los santuarios a veces serían su panteón, bien por entero, bien con la fundación de alguna capilla particular en ellos. En este caso este el el blasón de una las antiguas estirpes que aquí tuvieron asiento, la de Antonio Trelles Navia y Villamil, que como los Fernández del Cueto, fueron linajes contribuyeron a su construcción


En este caso podríamos pensar que el traslado de la iglesia se hizo, sino a un barrio más poblado necesariamente por entonces, sí más equidistante entre todos ellos, y por supuesto más accesible sin duda, nada menos que al lado del camín real, la autopista de la antigüedad, el camino principal durante siglos, desde época romana al menos sino anterior, hasta la construcción de las nuevas carreteras ya en el siglo XX. Los templos antiguos no buscaban necesariamente la accesibilidad sino en buena parte parajes de especial sacralización desde tiempos remotos, paganos o precristianos incluso: santuarios naturales (nemeton, lucus, etc.) en base a bosques sagrados, fuentes, castros, túmulos, y demás espacios devocionales de origen más o menos naturalistas


El aumento de población y las medidas de la Contrarreforma ya hicieron cambiar drásticamente de criterios, buscando la mayor cercanía a los fieles para facilitar al máximo la predicación y la difusión de la doctrina entre los parroquianos, evitando la propagación de ideales protestantes, heréticos, revisionistas, etc. Esto en la costa y cerca de los puertos era especialmente necesario, pues por ellos entraban gentes, ideas y libros no siempre convenientes a la ortodoxia


De ahí los grandes campanarios para anunciar las misas, los grandes pórticos para los concejos abiertos, que fueron además las primeras escuelas, y un nuevo lenguaje de símbolos e imágenes. Ello no quiere decir necesariamente que en el solar de la antigua iglesia no hubiese antes absolutamente nada: a veces pequeños oratorios, capillas, humilladeros o cruceiros sugerían, máxime en rutas principales y de peregrinación, ciertas veneraciones camineras, a veces con un trasfondo también precristiano a divinidades de los trayectos sagrados, lares viales por ejemplo


En este caso la advocación a Santiago de la iglesia de Villapedre revela su vinculación con la ruta jacobita, y esta vinculación es aún mayor si tenemos en cuenta que en su interior se encuentra la imagen del Apóstol en hábito peregrino que perteneció al hospital de romeros de Luarca/L.luarca y que tenía esta misma veneración, fundado en 1440. Esta imagen fue traída aquí por el erudito y político tradicionalista Alejandrino Menéndez de Luarca, desde la casa de los Anciola, donde se encontraba en el siglo XIX, una vez extinguido dicho hospital


Dentro de este contexto, en esta soberbia fachada principal, mirando al Camino, vemos en primer lugar una ascética monumentalidad, sobria en filigranas pero majestuosa en líneas y colúmenes arquitectónicos, relegando las filigranas o motivos decorativos a escasos símbolos pero a la vez rotundamente esenciales: en la torre la Santa Cruz en una hornacina, en el frontón triangular del acceso al pórtico el Ojo de Dios, y la portada una inscripción del Evangelio


Al final, siempre resulta que los símbolos siempre van a estar sujetos a diferentes interpretaciones. Básicamente el Ojo de Dios o de la Providencia es el que todo lo ve, pero tampoco es un motivo nuevo, ni en lo religioso ni en lo críptico, esotérico, o emblema de distintos conceptos. Se basaría en religiones precedentes, como egipcia con el Ojo de Horus, de ahí pasaría a Grecia y Roma y seguidamente al cristianismo, tal vez como el triángulo, como emblema divino del tres y la tríada indoeuropea de deidades divididas en tres funciones, fuerza física, espiritual y justicia. Leemos así en la Wikipedia:
"El uso del triángulo como símbolo religioso data desde los primeros siglos del cristianismo, donde se le encontraba conformado por tres peces, simbolizando el bautismo o relacionado con el Crismón símbolo de Cristo, sin embargo no es un símbolo común.​ Entre el siglo VIII y IX comenzó a usarse como un símbolo de la Trinidad en la forma de un nimbo que rodeaba las cabezas de las representaciones antromóficas de Dios, especialmente, del Padre, volviéndose una representación común en Grecia e Italia hacia el siglo XV;​ los griegos incluso expresaron la idea de la inmanencia del ser de dios a colocando la frase "El ser" (ο ων) en cada uno de los ángulos de la figura. La incorporación del tetragrama y del ojo dentro del triángulo fue una creación propia del arte renacentista, al que se ha dado el significado de la omnisciencia y la omnipresencia de Dios Padre relacionándolo con el pasaje del Nuevo Testamento Pedro 3, 12: "Pues los ojos del Señor miran a los justos"

 Estamos mismamente también ante uno de los símbolos masónicos fundamentales:

"El símbolo del Ojo que todo lo ve es un símbolo de uso corriente dentro del ritual masónico, donde es conocido como "Delta luminoso", por su semejanza a la letra griega delta (Δ), el cual es representación del Gran Arquitecto del Universo,​ el cual, en muchas ocasiones tiene inscrito en tetragrama hebreo o solamente la letra hebrea "yod (י)".​ Es considerado un símbolo de la manifestación omnipresente del principio creador del universo.​ En las logias masónicas, dependiendo del rito, este símbolo se ubica en la parte superior y central del ala oriente de la sala, entre el sol y la luna.​ Su ubicación en el oriente, refuerza su símbolo luminoso, solar y de alta sacralidad, ya que este punto cardinal tiene especial significación dentro del ritual masónico"

El "Ojo de Dios" que mira al Camino en Villapedre, una representación antigua y a la vez actual, patente en el origen de la civilización y hasta nuestros días, anagrama en billetes, escudos, tribunales de justicia y en la fundación de los estados. También se ha escrito mucho y se escribirá de él, desde puntos de vista religiosos, místicos, y hasta conspiranoicos. De entre toda la literatura y estudios, para todos los gustos, vamos a centrarnos en el contexto puramente cristiano, como lo es esta iglesia, y compartir un extracto del artículo, de título un tanto absoluto, eso sí, "¿Cual es la verdad detrás del Ojo de la Providencia?", de Wu Mingren para Ancient Origins:
"Al igual que el antiguo ojo egipcio de Horus y el ojo de Ra, el ojo de la Providencia también está asociado con lo divino. La representación más antigua conocida del Ojo de la Providencia es del Renacimiento. Esta representación se encuentra en una pintura de 1525 llamada la Cena en Emaús por el pintor italiano Jacopo Pontormo. El tema de esta pintura es la segunda mitad de la historia 'El camino a la aparición de Emaús' que se encuentra hacia el final del Evangelio según Lucas
En esta historia, que sucede después de la resurrección de Cristo, Jesús se le aparece a dos de sus discípulos que se dirigían a un pueblo llamado Emaús. Después de llegar al pueblo, Jesús se queda con los dos hombres a cenar con ellos, y esta es la escena pintada por Pontormo. Esta pintura fue hecha para los cartujos (una orden religiosa católica conocida también como la Orden de San Bruno) de la Certosa del Galluzzo, en las afueras de Florencia. Curiosamente, algunos de los monjes fueron pintados por Pontormo detrás de Cristo, quien se muestra bendiciendo el pan. Sobre la cabeza de Cristo está el Ojo de la Providencia, que tiene la intención de mostrar que Dios estaba viendo todo el evento. 
La representación del Ojo de la Providencia en la Cena de Pontormo en Emaús muestra que comenzó como un símbolo cristiano. Dentro de este contexto, la palabra "providencia" se refiere a "guía divina", específicamente a la proporcionada por el Dios del cristianismo. Por lo tanto, en cierto modo, el Ojo de la Providencia está destinado a representar una forma de guía espiritual que los cristianos piadosos deben seguir. El Ojo de la Providencia también puede representar la omnipresencia, omnipotencia y omnisciencia de Dios. 
Además, los elementos que rodean el ojo también adquieren un significado cristiano. Por ejemplo, el triángulo es una referencia clara a la Santísima Trinidad: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo 
Con el tiempo, el Ojo de la Providencia fue adoptado por los masones, que se inspiraron en el uso de órganos humanos para representar conceptos abstractos de las culturas antiguas. Por lo tanto, el ojo abierto debía simbolizar la vigilancia, y el Ojo de la Providencia, siendo el ojo del Ser Supremo (ya que para entonces muchos ya no creían en el Dios cristiano, sino en algún otro tipo de poder divino o superior) , Esto estaba destinado a representar la vigilancia y el cuidado de lo divino por el universo. 
Además, este símbolo estaba destinado a recordarles a los masones que deben mantener sus estándares de moralidad, ya que están siendo vigilados por una fuerza superior. Además, el Ojo de la Providencia puede considerarse como un signo de iluminación espiritual y revelación. En algunos casos, el Ojo de la Providencia se coloca dentro o encima del cuadrado y las brújulas, posiblemente el símbolo más reconocible de los masones"
  
Y pasamos ya a la frase sobre la portada: "Domus mea Domus Orationis est", esto es Mi Casa es Casa de Oración, y debajo San Lucas-XIX-46, casualmente del evangelista que narra el acontecimiento de Emaús, y que dice así de este episodio
"Entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, diciéndoles: «Está escrito: Mi casa será casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!» Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios"

El camino, según se ve "ante el Ojo de Dios" parece haber tenido modificaciones según su trazado original en este lugar, o al menos esto se desprende del libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"De Villainclán el Camino desciende con sentido NO. a Santiago de Villapedre. Los cortes ocasionados por la N-634 y la vía del tren distorsionan el trazado, siendo en la actualidad necesario desviarse por la primera unos 75 m al oeste para proseguir con dirección norte por delante de la iglesia de Santiago, llegando al casería de La Peña..."

La iglesia fue restaurada en 1996 y en su campo da buena sombra un árbol venerable


En el muro norte de esta capilla lateral otro de los escudos de las estirpes de su patronazgo...


El de los Fernández del Cueto...


Seguidamente vamos a pasar ahora bajo el puente del citado Ferrocarril Ferrol-Gijón, de no menos notable historia y avatares, ideado en 1886 pero no inaugurado definitivamente hasta 1972, cuando se abrió el tramo Luarca-Vegadeo al que corresponde este trazado


Al pasar bajo el puente vemos que este ha sido reforzado en su momento. El paso es estrecho para los vehículos: estemos atentos a que no venga ninguno a la vez que pasamos nosotros. Nos dicen que más de una furgoneta alta se pegó arriba el trompazo


El topónimo de La L.lamiel.la está relacionado con llama, llamarga, llamargal, etc. con significado relativo a barro y lodazal, algo común en lugares tan llanos cuando llueve


Nada más cruzar el puente realiza una curva cerrada a la derecha, prácticamente un ángulo recto de 90 º


Y luego sigue recto unos metros en dirección este


Llegando frente a la Casa Rectoral, también con un árbol verdaderamente bello y totémico, así como arbustos ornamentales, jardín y frutales


Delante de ella hay un cruce en el que iremos a la izquierda


Pasamos seguidamente al lado de otra casa


En ella vemos un cabazo, evidentemente muy reformado, encementado, pero que conserva las líneas generales de esta clase, abajo un almacén o bodega que en origen solía ser cuarto de aperos de labranza, arriba el granero propiamente dicho, con respiraderos en la pared, entre ambos un tornarratos tipo mesa, esto es, enterizo (su propio nombre indica que es para que no suban los ratones). Arriba tejado de pizarra y a dos aguas


El lavadero, ya en desuso, aún sigue en pie. Hay un puente en un lugar donde pasa algún arroyuelo o se forman charcos


Pasamos, ya caminando hacia el norte, Villar, otro de los barrios de Villapedre


Y retomando rumbo oeste, nos dirigimos a El Barbeitín, topónimo de antiguas tierras en barbecho


En el cruce de Barbeitín iremos a la izquierda, a las casas


A la derecha un cabazo, muy alto; de frente un hórreo, hacia el que nos dirigimos 


Hay una ligera cuesta al pasar frente a este par de casas


Y ya estamos delante del hórreo, que vamos a ver al pasar


Abajo la antigua bodega suele emplearse también como almacén de aperos o de herramienta, taller, cuarto auxiliar de la casa, etc. Ha sido dejado con la pared de piedra de mampostería a la vista y la izquierda dispone de una buena subidoria que ha sido artísticamente enlosada. Fijémonos arriba en la forma de los pequeños pero gruesos pegollos o pilares, hechos asimismo de mampostería, cada uno con una pegollera, el equivalente al tornarratos y con esa función, de pìzarra. Su faldón está cerrado con faldón de tablas. En contra de lo que se supone popularmente elnúmero de pegollos no diferencia al hórreo de la panera sino la forma del tejado, con un moño o pico y estructura piramidal es hórreo, si bien siempre hay discusiones, algunas increíblemente acaloradas, con este tema 


En la siguiente encrucijada continuamos de frente


Véanse las señales de conformación, presentes en todo momento. El mojón y la placa en este caso. En no pocas ocasiones son los mismos vecinos quienes las solicitan si empiezan a ver peregrinos perdidos o despistados


Bifurcación a la izquierda


Hórreo centenario desvencijado, este de pizarra y sin remates de teja en las aristas. Al dejar de plantarse cereal para consumo humano, pues el pan se hacía en casa, sus usos decayeron notablemente, siendo esta una problemática común a todos ellos


Otra vetusta casa de piedra que mantiene los parámetros originales de las que debieron ser las predominantes en estas parroquias costeras del noroccidente asturiano: esta es de dos pisos y gran desván. Su tamaño iría en consonancia con de la casería, abajo estarían la vivienda en la mitad izquierda y la cuadra, con henar arriba, a la derecha. Se conserva el remate blanco de algunos vanos


El Camino avanza en la campiña llegando a otro de los barrios de Villapedre: La Peña


Otro tipo de casa propio de la zona, de gran volumen también, incluso mayor, tejado a cuatro aguas, las laterales sensiblemente más pequeñas, y una buena galería en su gran bufarda. Una tapia cierra el espacio ajardinado delante de la casa, donde hay árboles ornamentales y entre ellos una palmera. Las paredes son de carga salvo algunos vanos de algunas de las ventanas laterlaes, de cantería. Algunos de estos detalles y su excelente estado dan en pensar que podría tratarse de una casa tradicional reformada en su momento por los americanos 


Al norte paisaje hyacia Villar y El Cueto. Vemos diferentes estilos de caserías y viviendas campesinas, así como casas de traza más residencial


El camino sigue siendo muy llano cuano nos acercamos al cruce de La Peña


Y en bifurcación hemos de ir a la izquierda. Enfrente hay un pequeño parque, con zona de juegos infantiles


Suele llamarse precisamente El Parque, o El Parque la Peña y El Parque Villapedre, junto a él pasa el camino


Hay varios bancos y puede ser un lugar óptimo para descnasar antes de salir de Villaverde, camino del río Fexulfe y Piñeira, en la ruta hacia Navia, la capital del cocnejo, a una distancia de unos 6 kilómetros


Y en medio, este el el alegre y viustoso parque infantilal que nos referíamos antes


El parque forma un triángulo de césped verde con arbolado y farolas. Al llegar a su vértice enlazamos con otro camino y continuamos de frente


De la misma manera que algunas casas tienen sus cuadras y pajares en el mismo bloque, otras lo tienen, o tenían, en cobertizos o dependencias anexas o distribuidas en torno a la vivienda, como sería este el caso


Varias han sido restauradas o reformadas y otras se han hecho nuevas


En esta zona, parcelada, advertimos los usos residenciales del espacio agrario, cada vez más abundantes, sobre todo cerca de los núcleos urbanos, las vías de comunicación o las playas


Aquí tenemos, rehabilitada, una hermosísima quinta tradicional de una traza diferente a las anteriores


Con un larguísimo corredor denotas haber sido casa grande, como se suele decir, prácticamente un palacio. Rn esta su fachada principal se han dejado a la vista las paredes de mampostería salvo en dos estrechas franjas de los laterales y en los vamos del piso alto, las puertas que dan al citado corredor. Abajo los vanos de la puerta y las ventanas son de corredor. Fijémonos también arriba en las dos ruedas del carro del país puestas en la pared como elemento decorativo


Y que no nos pase desapercibida una artísitca concha tallada eb madera señalando el camino, a la entrada


Cruce y de frente, son ya estas las últimas casas de Villapedre


Las señales advierten que el camino está cortado, pero solo para vehículos, no para peatones


Cabazo, vivienda y jardín a la izquierda. El cabazo es de un estilo también diferente a los anteriores, sensiblemente más grande y ancho. Recordemos que todo dependía de los usos que se les diesen, los cereales o producciones que se almacenasen en él y su cantidad, fundamentalmente


Concha y chalet a la derecha, al fondo divisamos ya las colinas de Piñeira, en la ruta a Navia


Y viendo las lomas de la parroquia vecina, pasamos ya la última casa de Villapedre, donde el camino pierde el asfalto


La senda deja pues atrás Villapedre y sus barrios y se hace de tierra y hierba, camino ya de frente y recto en ruta Piñera o Piñeira, bajando primeramente al valle del río Frexulfe, una hermosa ribera donde dicen los filólogos se hace plena la transición lingüística asturgalaica, muy palpable en la misma toponimia, entre el asturiano occidental y el gallego-asturiano, tal vez, ya elucubrando aún más, viejo límite territorial de pésicos y albiones...






















 
























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