Inaugurado en 1873, el Café Casino de Santiago de Compostela es uno de esos lugares siempre a recomendar en nuestra visita a su ciudad. No es solamente un histórico negocio de hostelería, es un museo vivo y espacio cultural en que el conviven peregrinos y estudiantes, vecinos y visitantes en general, dentro de la más deliciosa armonía en la que el tiempo parece detenerse.
Se encuentra en la rúa do Vilar y a escasos metros de la Praza das Praterías y por él pasaron y se sentaron personalidades de toda índole, desde actores y escritores a industriales y monarcas, punto de encuentro y tertulia de gentes de aquí, allí y acullá que le aportan su inolvidable idiosincrasia.
Antaño tuvo un salón más en la planta alta dedicado a bailes y celebraciones, carnavales, fiesta de la Ascensión, Semana Santa...
El local está gratamente decorado con esculturas de Maximino Margariños, ebanista santiagués, inspiradas en motivos de la catedral y otras iglesias gallegas.
Dispone en el exterior de una espléndida terraza desde la que ver el ambiente de la rúa, inmersos en su trasiego.
Resumiendo, el Café Casino es además de uno de esos rincones de Santiago al que hay que conocer, uno de los que nos harán sin duda volver...
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