Tras dejar atrás el santuario de Nosa Señora das Neves el Camiño de Fisterra atraviesa el concello de Dumbría llegando a los pastos de Brañas Edras, viendo al fondo As Pedras Loiras y el Alto dos Ferrañáns (327 mts.) por cuya ladera discurre el Camino, cercano ya al concello de Cee y por lo tanto a la Ría de Corcubión y al Océano Atlántico y al mítico promontorio del Finis Terrae
Este periplo no es especialmente dificultoso de caminar, aunque el cansancio acumulado y las ansias por llegar al mar hacen mella en el fatigado cuerpo peregrino que se adentra en estos parajes, un tanto apartados de zonas pobladas
Subiendo hacia el Monte do Lousado hay un tramo de cuesta
Y una bifurcación, en la que seguimos subiendo adelante a la derecha
Cuesta no muy abrupta pero sí larga, aunque el trayecto no ofrece mayores dificultades
Hay bosques de pinos, piñeiros
Los monolitos camineros confirman nuestra marcha
Paisaje desde el Monte do Lousado, donde nacen el Rego de Brañas Edras y el rego do Paraíso, evocador topónimo, máxime para un peregrino pues literalmente "hemos llegado al Paraíso"
De alguna manera el Paraíso puede ser, mismamente el Océano Atlántico, que, con grandísima emoción, ya vemos desde aquí. Paraíso buscado más allá de la inmensidad azul desde tiempo inmemorial por míticos monjes como San Balandrán y sus legendarias navegaciones, milenarias rutas marítimas que, como los caminos de la tierra, también tuvieron sus místicos, apóstoles y peregrinos. Océano Atlántico que, como a San Balandrán, Bran o Brandán, se ofrece a nuestros ojos, y esta visión nos da nueva alegría y aliento, viendo nuestra proximidad a Fisterra.
Si bien es verdad que el esfuerzo de la cuesta no nos recuerda realmente una sensación paradisíaca en sí mismo, sí lo hace el saber que cada trecho duro tiene luego su recompensa con una breve parada para un reconfortante descanso que, en esta ocasión, puede ser en un enclave lleno de tradición y de historia...
El santuario de San Pedro Mártir, su campo de romerías y su Fonte Santa, hacia donde nos dirigimos
Y el Monte Pindo también destaca en el horizonte, sito sobre la ría de Corcubión, que aún no vemos desde aquí, así como ante Fisterra y su mítico cabo. Ese peñasco es morada de seres mitológicos de la tradición gallega, reminiscencia de los antiguos dioses galaicos, panteón celta, razón por la cual ha sido llamado el Olimpo Gallego, con sus picachos pétreos entre los que sobre sale A Pena da Moa (629 mts.)
Vista atrás reconoceremos quizás lugares que nos han sido muy familiares en el recorrido hasta aquí
Y es que al este aún vemos en la lejanía Buxantes, con su iglesia barroca en la lejanía (izquierda de la foto), bajo A Lomba y Alto da Legüíña. Más en la distancia el parque eólico de As Paxareiras, que fue referencia geográfica cuando recorríamos A Terra do Xallas, que ya hemos dejado atrás hace tiempo
La ascensión ha acabado y andamos por un tramo bastante llano ante el Alto da Cheda (349 mts.)
Pinares del Pitón da Cheda
Improvisado banco de madera para sentarse y descansar hecho con una tabla
Los pinares predominan ahora en el entorno más inmediato
Bajamos por aquí del Alto da Cheda
En este cruce seguimos de frente
Ahora a la izquierda, subiendo un poco
Y en A Cruz pasamos del concello de Dumbría al concello de Cee, yendo en la siguiente bifurcación a la derecha
Subimos
Y vemos los montes de As Folgueiras, Vilar de Paraíso y O Campo
A lo lejos, más allá del parque eólico en el Alto de Montemaior, asoma, entre las nubes, el mítico Monte Pindo, el Olimpo galaico, de legendarias tradiciones de seres mitológicos, reminiscencias de las antiguas divinidades celtas que moraban en estas montañas
Atrás, a lo lejos, O Prado, por donde hemos venido desde la ermita de Nosa Señora das Neves, en Buxantes
A veces, la campiña forma grandes claros en los bosques que vemos a nuestros pies
El Camino es llano
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!