Cóbreces: iglesia de San Pedro ad Víncula |
Una estrecha pero bienvenida acera y una larga fila de árboles en tramo llano nos encaminan hacia las primeras casas
Vemos desde aquí Cóbreces y sus barrios: Rivero, Quintanilla, Quintana, Los Corrales, El Pino, Somavia, San Roque y Luaña, este a lo lejos, en su ensenada que mira al Mar Cantábrico
El pueblo nació en torno a un antiguo monasterio fechado en el año 943 y dedicado a San Félix, naciendo así una villa cuyos pobladores tenían tempranamente vinculación con el cercano y más poderoso monasterio de Santa Juliana en Santillana del Mar. Tanto es así que en el año 1113 el monasterio de San Félix sería donado por sus dueños, Pelayo Godestioz y su esposa Mayor al de Santillana, lo que traería consigo el abandono del lugar, repoblado posteriormente a iniciativas de la Casa de Lara y pasando el convento originario a ser la iglesia de San Felices de Mies. Protagonista de aquellos episodios fue Rodrigo González de Lara, de esta poderosa estirpe castellana, el cual era tenente o usufructuario de las Asturias de Santillana y otras tierras cedidas por el monarca, aunque ello no conllevaba directamente su posesión.
Posteriormente ejercerían su dominio sobre el lugar la Casa de Cevallos de Buelna, la Casa de la Vega y luego la Casa de Villegas. En el año 1568 tras el Pleito de los Nueve Valles este señorío quedó extinguido y Cóbreces pasaría a ser definitivamente villa de realengo en el año 1581, libre del poder feudal tras las últimas resistencias de la nobleza a esta emancipación. La vecindad trabajaba en el campo y en la pesca, embarcando algunos de ellos en el puerto de Comillas en los barcos balleneros que iban al Mar de Irlanda. En 1692 una fragata francesa rechazada en aquel puerto se refugió en la playa de Luaña o de Cóbreces siendo repelidos por los entonces escasos habitantes, que repicaron las campanas de las iglesias dando la alarma.
Un año después muchos habitantes emigraron. La decadencia económica remontaría a finales del siglo XIX y principios del XX al asentarse en Cóbreces diversas fundaciones religioso-culturales auspiciadas por las familias Villegas y Bernaldo de Quirós, fundadores estos últimos de la fábrica de quesos existente en el actual monasterio cisterciense que pronto veremos
Desde esta preciosa atalaya divisamos también a nuestros pies las extensas camperas verdes que caen hacia el mar, hacia los célebres acantilados de El Bolao
Campos de El Bolao
Toñanes, otro de los barrios del municipio de Alfoz de Lloredo, ruta a El Bolao, donde desemboca el río La Presa, con los molinos de El Bolao y Vallejo. A la derecha vemos la iglesia de San Tirso, del siglo XVI
Anteriormente se sabe en Toñanes de un viejo monasterio donde se recogía a los peregrinos jacobitas y del que existe mención en un documento del año 1128
A la izquierda, en medio de la foto y aglo tapada, vemos la Casa de los Cosío, también del siglo XVI
Por allí va la carretera CA-131, al lado del Aeródromo de Cóbreces, praderías de Portilla del Campo. A lo lejos La Cotera, La Rebollera y Villacisneros
Paisaje de campos abiertos, los openfields tan característicos de algunas zonas de la rasa cantábrica
Seguimos por la acera
A lo lejos la iglesia de Cóbreces nos sirve de referencia
A su derecha otra torre indica el lugar donde se halla la Abadía de Viaceli, una de aquellas fundaciones piadosas que se asentaron en Cóbreces
La abadía de Santa María de Viaceli, fundada por los hermanos Manuel y Antonio Bernaldo de Quirós Pomar, quienes cedieron la casa solariega de la estirpe para la construcción, entre 1906 y 1910, de un monasterio cisterciense, actualmente trapense, cuyo primer abad fue el monje Manuel Fléche Rousse y sus primeros monjes procedían de Santa María del Desierto en Francia. En 1926 le fue otorgado el título de abadía. Construida en estilo neogótico, fue el primer edificio de España hecho enteramente en hormigón armado y, siguiendo el deseo de sus fundadores, se instaló en él una escuela agraria con una lechería, de ahí nació el afamado Queso de Cóbreces, de los más renombrados de Cantabria. El convento se dispone armónicamente en torno a un claustro. Junto al claustro está la iglesia, de planta de cruz latina, ábside poligonal y cimborrio octogonal sobre el crucero, rematado con una nave de cuatro tramos con bóvedas de crucería. La Torre original fue incendiada por un rayo en 1962 y cuenta con una bilbioteca de gran valor
Y es debajo del altar donde ésta la bodega en la que maduran los quesos de Cóbreces, hechos con leche de vaca entera y pasteurizada y es presentado de dos maneras: el queso cilíndrico, con la corteza grabada con cincho, y el queso de barra, al estilo del queso de nata de Cantabria, pequeño, de un kilo más o menos y corteza natural. Es de sabor muy suave y mantecoso, que se funde en la boca, ideal para el paladar del faigado y hambriento peregrino... que también tiene aquí alberguería
Ahora, más allá de Cóbreces, veremos Trasierra, en lo alto de una colina, pueblo perteneciente ya al municipio de Ruiloba
Estamos en el barrio de El Pino: aquí hay también albergue de peregrinos
Albergue El Pino: vamos a visitarlo
Sigamos la flecha
Y el Camino de losas
Fachadas del albergue
Y regresamos al Camino
Pasando frente a estas hermosas balconadas
Todo recto
Admirando la arquitectura de estas quintas
Atención en el cruce que hay después de esta casa
Justo cuando se acaba este primer tramo de muro
De frente es el camino oficial, que sigue hacia la iglesia, a la derecha es el camino alternativo, que baja hacia el barrio de Quintana. Ambos se reunirán de nuevo cerca, en la iglesia de San Pedro Ad Víncula
En la iglesia el camino se dirigirá a Ruiloba por el interior, es también el Camino oficial, pasando a la izquierda del templo, pero también podemos ir hacia el alternativo, rumbo a la Playa de Luaña, bajando primeramente a la Abadía de Viaceli, a su derecha
Antes de la iglesia el Camino pasará junto a los edificios de la Fundación Villegas y Colegio San José, complejo fundado en el siglo XVIII por iniciativa de Pedro José de Villegas. Desde 1872 es regentado por las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul. Sobre él se encuetra la capilla de Santa Ana, construida por otro miembro del linaje, Antonio de Villegas, descendiente los antiguos señores de Cóbreces, quien también construirá al lado su casona blasonada
Aquí se refugió parte de la población durante el ataque y desembarco de la tripulación de la fragata francesa de 36 cañones repelida en 1692
Tiene una torre con reloj y un cierto aspecto neogótico a consecuencia de diversas reformas realizadas a lo largo de su historia. Santa Ana es la patrona de Cóbreces
Seguimos pues por el Camino oficial, bien señalizado con las placas al uso, todo recto y de frente
Con un gran paisaje hacia la costa
Y la iglesia parroquial, de la que muy pronto hablaremos
Seguimos en el barrio de El Pino
Carretera CA-353
Con acera a la derecha
Bifurcación, seguimos a la derecha
Al lado de este largo muro de piedra
Unas quintas
Esta con una torre y balcón-mirador
Admirable paisaje
A lo lejos las urbanizaciones del camino a la playa, zona de El Castro, Cubón y Las Llamas. Abajo, en el lugar llamado Hospital hubo un hospital de peregrinos fundado por los Villegas sobre una antigua venta y del que sabemos gracias al testamento de Juan Villegas El Viejo en 1543. En el Catastro de Ensenada de 1768 se dice que estaba bajo la advocación del Buen Suceos y que se mantenía con limosnas de la vecindad. En el censo de Aranda de 1768 se le vuelve a mencionar pero en el Diccionario de Madoz (1850) solo se menciona a la capilla del Buen Suceso, por lo que se supone ya habría cerrado
Quinta y vivienda campesina
Portilla
Más quintas
Precioso paseo por el que empezamos a bajar un poco
Nos acercamos a la fundación, que ya vemos al fondo
A la derecha Villa San Vicente de Paul, donde estuvo antaño la Fonda de Paquín
Imagen del Santo
Allí está el Convento de San José
A la derecha la bolera
A la derecha el bar Cañardo sustituye a la desaparecida Fonda de Paquín
Convento y Colegio de San José, Fundación Villegas
Allí hay otro albergue: Viejo Lucas
Por aquí sigue el Camino, a la derecha de estos edificios
Pasamos frente a la capilla de San José
Es de estilo barroco, fruto de las reformas de los siglos XIX y XX. Fue Pedro José de Villegas quien pondría bajo la advocación del santo esta fundación
Luego de la capilla hay una bifurcación en la que seguiremos rectos a la derecha por la carretera
Atrás también dejamos la bolera
Proseguimos por la acera
Aquí protegida con bolardos
Curva a la derecha
Hacia otro bar: El Bache
Pasamos delante de él
Y llegamos a un área de descanso
Con bancos e histórica fuente
Donde antaño acudía la vecindad a por agua
En un soleado campo
Curva a la izquierda
Altos muros
Barandilla y mirador
Cafetería Antonio y Posada las Mañanitas
Llegamos a la iglesia
San Pedro Ad vincula, la parroquial de Cóbreces, construida entre 1891 y 1894 con proyecto de Emilio de la Torriente y Aguirre e iniciativa también de los Villegas. Sigue el estilo neogótico normando que encontramos en no pocos santuarios de aquel tiempo. Se inauguró en 1897. Aquí tenemos una disyuntiva: de frente se va al monasterio cisterciense de Santa María de Viaceli, donde hay albergue de peregrinos y de allí continuar, atravesando el pueblo, hasta la playa de Luaña. Otra opción, más recomendada en muchas guías, es tomar el ramal de la izquierda, pasando detrás del pueblo. Ambas rutas confluirían no mucho más allá entrando en el municipio de Ruiloba por la Venta de Tramalón
Hemos de cruzar, pues el Camino sigue a la izquierda, si bien, si deseamos alojarnos en el albergue de la Abadía de Viaceli seguiríamos a la derecha, pudiendo luego retomarlo regresando hasta aquí o seguir hacia abajo para ir por la ruta alternativa costera a Ruiloba por la Playa de Luaña
Cruzamos pues y vamos por el camino oficial rumbo a Ruiloba
Señalización xacobea
Subimos un poco
Bifurcación y a la derecha, pegados a los muros del campo de la iglesia
Y esta es la iglesia desde el campo en el que se festeja a San Pedrucu, con dos espigadas torres y cimborrio sobre el crucero. Imita como hemos dicho el gótico de Normandía, sobre todo de la catedral de Erfurt. Su edificación fue auspiciada por la Fundación José de Villegas Ruiz, tal y como fue el deseo testamentario de este empresario.
Aquí fue instalado en el año 2008 el monumento "Buen Camino/Camino Interior", en acero cortén con la figura de un peregrino. Es obra de M.A. Pérez Cubero y se trata de un verdadero símbolo del Camino de Santiago en Cantabria, que aquí coincide con otra importante vía de peregrinación: el Camino de Santo Toribio o Camino Lebaniego
Desde aquí vemos en el cercano barrio de Corrales la torre del Palacio de Villegas, viejo torreón con casona transformado en el siglo XVII en palacio montañés por el licenciado Miguel de Villegas, hijo del X señor de Cóbreces, Juan de Villegas III Cevallos y Quevedo y de su segunda esposa María Ruiz de la Sierra. Sus antepasados fundaron el ya mencionado hospital de peregrinos
La torre es almenada y neogótica, mandada hacer por otro miembro de la estirpe, el coronel Baldomero Villegas, a imitación del lugar donde fue preso: el Alcázar de Segovia
Y así dejamos la iglesia de San Pedro de Cóbreces para ir a Ruiloba por La Venta de Tramalón
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