Convento de San Francisco. Lugo |
La Crónica de la Provincia Franciscana de Santiago informa que en 1332 ya había un convento de San Francisco con privilegio del rey castellano Alfonso IX si bien no es totalmente demostrable que fuese el conjunto actual, el cual sí tiene presencia franciscana constatable a partir de 1358, reinando Pedro I. Anteriormente a este cabe suponer que los franciscos estaban establecidos en Santa María de Monte, al lado mismo del Camino, siendo a partir de entonces cuando se asienta definitivamente la Orden Tercera o de los Penitentes, fundada también por San Francisco y que estaba destinada a quienes, por diversos motivos, no pudiesen entrar en la Primera (de los Frailes Menores) o Segunda Orden de San Francisco
Es en el siglo XIV cuando llega un poderoso patrón, el trastámara Pedro Enríquez que, con el deseo de tener en él su panteón familiar (en la capilla mayor), sufragó sus obras, culminadas por su hijo Fadrique Enríquez que, tras su muerte, pasaría el patronazgo tal vez a su hermana Beatriz. Luego otras familias ejercerían aquí su influencia, como los Ulloa, los Bolaño, los Saavedra y los Goyo, todas ellas en el siglo XV
A finales de 1638 un incendio arrasó el cenobio, salvándose únicamente la iglesia y el claustro, hechos de piedra, siendo reconstruido con limosnas del obispado y el vecindario, pues no en vano los franciscanos destacaban por sus servicios asistenciales durante epidemias y enfermedades, así como a pobres y peregrinos
La vida monacal siguió hasta 1809 cuando las tropas inglesas y posteriormente las francesas establecerían aquí su cuartel durante la invasión napoleónica. La iglesia fue cuadra para los caballos y con retablos, imágenes y mobiliario se hizo leña. Luego en 1835 con la Desamortización de Mendizábal fue incautado por el Estado, siendo desalojados los frailes. El convento propiamente dicho, con su claustro, pasó a ser asilo de beneficiencia, luego casa de maternidad y posteriormente Teatro Municipal. La iglesia por su parte fue cárcel y almacén del concello, pero en 1867 fue cedida a la Tercera Orden de San Francisco y volvió al culto, si bien varios elementos habían desaparecido. En 1892 se derribó la sacristía para hacer un frontón de pelota y en 1915 su advocación pasó a la de San Pedro, parroquia que hasta aquel momento tenía su sede en la misma catedral de Lugo. Es entonces cuando comienzan las obras de restauración, siendo declarada en 1931 Monumento Nacional.
En 1950 el edificio conventual fue tirado para construir uno nuevo, sede del Museo Provincial de Lugo, abierto en 1957. Otras obras de restauración del templo acontecieron en 1970 bajo la dirección de Francisco Pons Sorolla
La iglesia es de planta de cruz latina y, ante ella, tenemos la Praza da Soidade, llamada así por la capilla de La Soledad, construida a finales del siglo XVI para la Orden Tercera que es la que vemos en primer término, adosada al templo gótico, el cual presenta también una torre barroca
Se trata de una pequeña y coqueta plaza con comercios, bares y terrazas, donde se celebran algunas ferias artesanales. recordemos que no estamos muy lejos de la catedral, de la rúa de San Pedro y de la Casa do Concello, paso del Camino
Aquí tenemos un plano del centro de la ciudad de Lugo, la ciudad y sus murallas
En él reconocemos la disposición de sus monumentos principales. Obsérvese abajo la iglesia de Santiago A Nova (rúa de San Pedro), justo debajo de ella la actual iglesia y convento de los Padres Franciscanos (Praza Maior y A Alameda) y a su izquierda la catedral de Santa María de Lugo y el Pazo Episcopal, con las salidas del Camino por la Porta de Santiago o bien por la Porta Miñá. Nosotros estamos un poco más arriba, donde señala la "X" en punto rojo, ante la iglesia y museo, antiguo convento
La estructura del templo es básicamente gótica, si bien con numerosos añadidos y restauraciones. Esta hecho de piedra granítica. Sus contrafuertes y su ventana ojival muestran el esplendor gótico de su fundación
El arco de la portada no es demasiado apuntado, solo ligermante ojival, en algunos aspectos nos recuerda al románico tardío. Destacan en estos arcos los motivos geométricos en zig-zag que le confieren sensación de movimiento, así como otros elementos geométricos. Son hermosas asimismo sus columnas con bases, fustes y capiteles
El tímpano o espacio bajo los arcos muestra también filigranas típicamente góticas
Los capiteles muestran motivos vegetales
Más bajorelieves esculpidos en los muros...
Pasamos ahora al interior
Oratorios y capillas laterales
San Francisco de Asís...
Avanzamos por la nave...
Más arcos góticos
La Santina de Covadonga
La capilla mayor y las capillas laterales...
Altares...
La capilla mayor, hexagonal, financiada por Pedro Enríquez
Maravilla del gótico gallego de las órdenes mendicantes. En las obras de restauración de 1970 se halló una cripta que se supone era empleada para albergar los restos que luego serían sepultados en esta capilla
A los lados, sendas capillas en lo que es un triple ábside...
A la izquierda está la capilla del lado del Evangelio, donde se hallan diversos sepulcros de las estirpes que patrocinaron el convento en diversos momentos de su historia
Allí hay un altar bajo un gran rosetón gótico
Al otro lado tenemos la capilla del lado de la Epístola
Es casi idéntica a la otra. Allí está el sepulcro atribuido a Pedro Enríquez
Volvemos al exterior
Pasamos, a la derecha de la iglesia, a la ya mencionada capilla de la Orden Tercera, abierta al culto en 1695
En su fachada hay imágenes...
Y escudos
Vamos desde la capilla a la fachada del museo, antiguo convento
Y salimos a la Rúa Nova
Aquí vemos el exterior de las demás dependencias museísticas
Y los hermosos jardines en la Praza F. Antón Marcos
En el interior del antiguo monasterio se conserva un claustro gótico
Regresamos por la Rúa Nova...
Y volvemos a la iglesia de San Pedro y la capilla de la Orden Tercera
Desde la capilla nos dirigimos a la cabecera de la iglesia
Imponente rosetón gótico en esta fachada con contrafuertes
La capilla y la cabecera. Las obras del siglo XVI reafirmaron su estilo gótico
Este es el triple ábisde. Las capillas laterales más pequeñas que la capilla mayor, que antes veíamos en su interior
Capilla del lado de la Epístola
La capilla mayor
Capilla del lado del Evantelio
Vivienda gótica, a manera de rectoral, adosada...
Aquí cruzamos la calle y nos dirigimos a la Plaza de Abastos y Mercado de Quiroga Ballesteros pues al fondo hemos de visitar otro monumento muy importante, el antiguo convento de San Domingos o Santo Domingo, sito en la plaza de este nombre
Los frailes dominicos u Orden de Predicadores llegaron a Lugo procedentes de Santiago de Compostela por iniciativa del obispo Fernando Arias y, tras alojarse primeramente en un santuario provisional, consiguieron terrenos y licencia para erigir aquí su monasterio entre los años 1350 y 1390 si bien con serias reformas en los siglos XVII y XVIII. Tras la Desamortización de Mendizábal pasaron a albergarse, en 1840, las Agustinas Recoletas, monjas de clausura
Esta fachada, donde está la puerta principal, mirando a la plaza, es resultado de las reformas dieciochescas
Podemos acceder a este pórtico
Esta es la grandiosa portada gótica, de arco levemente ojival que, como en el caso del de la iglesia de San Pedro, recuerda formas románicas
Está esculpido con motivos geométricos y vegetales
Al fondo hay una puerta lateral fruto de las reformas de los siglos posteriores
Arriba está la imagen de Santo Domingo
Al otro lado hay una puerta mucho más sencilla
Volvemos al exterior
Recorremos toda la fachada de la iglesia que da a la plaza
Y llegamos a la cabecera gótica, también con tres ábsides
Como en el caso de la de San Pedro esta iglesia presenta un gran ábside central de la capilla mayor y otros dos más pequeños de las laterales
Altísimas ventanas
Robustos contrafuertes
Aquí vemos, en los canecillos del tejado, algunosa detalles
Cabezas esculpidas. Unas parecen humanas
Otras de animales
También hay motivos geométricos, cuadros y bolas...
Más cabezas...
Otros edificios monacales
Una gran patio ante el convento y las casas adyacentes
Regresamos a la plaza, viendo al fondo la iglesia de San Pedro, que acabamos de visitar
En diciembre se colocó una gran columna con un águila que simbolizaba el bimilenario de la ciudad y su fundación en tiempos de Augusto sobre antiguos castros galaicos. Poco después de inaugurarse este Monumento del Bimilenario tocó la lotería, el Gordo de Navidad, en una administración de esta plaza, naciendo la costumbre de tocar la columna con los décimos. De todas maneras, el águila imperial romana original no es este, era otro de alas plegadas que no gustaba demasiado y al que llamaban O Pombo (el palomo o pichón), por lo que fue sustiuido por este en 1977 pasando el original al Parque Rosalía de Castro. La columna fue diseñada por el arquitecto Antonio González Trigo
No muy lejos de aquí está la Diputación Provincial, que podemos visitar, así como la iglesia de San Froilán, junto a la Porta Falsa y a la Porta de San Fernando...
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