El Camino y las Islas de San Juan |
La Peña Rabiosa tapa desde aquí la isla de La Campanuca, la más interesante arqueológicamente. Al fondo es la llamada Isla Tercera, la más cercana a la ribera
Aquí el Camino sigue a la izquierda, separándose de la orilla de la bahía, pero vamos a desviarnos un momento a la derecha para acercarnos brevemente a este peculiar archipiélago
Primeramente a la izquierda vemos una cruz
Una cruz que recuerda a Rufino Casuso, párroco de Pontejos e impulsor de la Fiesta del Pueblo, que aquí se celebra
Suele haber flores en su homenaje...
Desde aquí ya empezamos a ver, tras la Peña Rabiosa, la Isla la Campanuca
La Campanuca debe su nombre a una desaparecida ermita sobre una necrópolis medieval y que según algunos documentos pudo ser un pequeño monasterio, una comunidad de monjes o una familia acogida a alguna regla religiosa. También hubo una cantera relacionada con las cercana de Górgolo, al lado de este camino y hay una serie de cuevas que sirvieron de refugio a la vecindad cuando la aviación bombardeaba el cercano aeródromo ubicado en Pontejos
La extracción de piedra hizo desaparecer dos terceras parte de la isla, pero en los años 80 del siglo XX se llevaron a cabo diversos estudios arqueológicos en el lugar a caro primeramente de Milagros Fernández y luego por un equipo del Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, confirmando la existencia de señales del santuario medieval relacionado con los enterramientos. Asimismo eso estaría sobre un asentamiento romano, tal vez aprovechando un fondeadero natural, el mantenimiento de un faro o puesto de control. Los materiales romanos y sobre todo medievales hallados casi a nivel superficial, bajo la capa de humus, fueron tégula romana, un pedazo de cuenco también de época romana, fragmentos de vasijas y restos humanos de las inhumaciones
Podemos caminar unos metros más viendo la Tercera Isla
Pero el trayecto ya acaba aquí, por lo que hemos de volver al cruce y retomar el Camino
Pasamos otra vez pues frente la cruz de Rufino Casuso...
Y subimos hacia las primeras casas de Pontejos en el barrio de Otero
El camino asciende así entre las fincas
Buena yegüada
Aquí acaba un primer trecho de cuesta al llegar a la Granja San Juan
En la encrucijada vamos de frente
Viendo a la izquierda los edificios de la granja
En esta unión de caminos subiremos un poco más
En esta explanada junto al cementerio acaba la cuesta
Ya en lo alto del barrio de Otero
Frente a nosotros, al sur, el macizo de Peña Cabarga
Y en lo más alto de Peña Cabarga el Pico Llen (570 mts.), con el Monumento al Indiano y a la Marina de Castilla
Se erigió en 1968 según diseño del arquitecto Ángel Hernández Morales y del ingeniero de caminos José Calavera Ruiz, que hicieron también en los Picos de Europa el famoso Teleférico de Fuente Dé
Tiene unas magníficas vistas sobre la Bahía de Santander y gran parte del centro de Cantabria. Es llamado popularmente El Pirulí
Paisaje de la campiña de Otero
A la izquierda nuevas urbanizaciones de casas unifamiliares
A la derecha el monte de El Escobal (44 m)
Huertas y prados llanos...
Atravesamos Otero
El camino se estrecha un poco entre la finca y las casas de la derecha
Fila de antiguas casas de labranza reformadas
Pasando al lado del antiguo establo
Aquí hay una gran encrucijada
Seguimos recto en dirección sur
A la izquierda la fabrica de productos químicos de Dynasol en Gajano, fundada en 1956, antes La Calatrava
Al fondo hay un cruce más
Y a la derecha un elemento de mucho interés
Es portada de la Casona de los Gómez Herrera, construida a mediados del siglo XVIII
Entre la portalada y la casona se extiende un gran patio
Esencia de la arquitectura dieciochesca. Observemos las puertas de arco de medio punto
El camino pasa junto a sus muros
A nuestra izquierda está el Parque de Matías Laza, inaugurado en el año 2006 haciendo honor a la memoria de un querido vecino
Una placa le recuerda...
Una placa lo recuerda
Seguimos pues junto al muro del palacio
Esquina de piedra de cantería, al igual que los dinteles de las ventanas y parte de la pared lateral del piso alto que mira a la calle
En la esquina nos fijamos en su magnífico escudo
Flanqueado por dos leones
Aquí está la entrada de la calle
A nuestra izquierda sigue el parque
Y este es el campo de la capilla de San Juan, la misma advocación que las islas de la ribera
La capilla, que vemos desde aquí, tal vez sea sucesora de la medieval que había en La Campanuca
A la entrada hay un pequeño tejo, árbol sagrado de los cántabros y otros muchos pueblos de la antigüedad, símbolo de lo sagrado desde antes incluso del cristianismo, alegoría de la vida por su hoja perenne y siempre verde, de la muerte por la alta toxicidad de algunos de sus componentes, y de la eternidad por su longevidad de siglos...
La capilla y su entorno merecen ser visitados, por eso nos detenemos un instante a concerla
Aquí hay un sendero de losas, que pasa junto a la fuente
Se construyó con piedra de sillería sobre los muros de la antigua iglesia parroquial de San Juan Bautista, quemada al principio de la guerra civil e inaugurada también en el año 2006, junto con el parque
Otra placa en memoria del párroco Don Rufino Casuso Cavia, del año 2008
Óculo en una de las fachadas
Está abierta en el altar y guardado su interior por una verja
La capilla y la casona al fondo
Conserva elementos del antiguo santuario parroquial, como los nervios de las bóvedas y una clave deocrada
Vista del altar
El campo de la capilla dispone de bancos y mesas para disfrutar del encanto y placidez del lugar
Abajo las casas de La Sierra. A lo lejos de nuevo el Pico Llen con sus antenas
Damos así la vuelta alrededor de la capilla de San Juan
Pasamos enfrente de estas casas
Y por aquí volvemos de nuevo al camino...
Iniciamos una bajada
Allí está el centro de Pontejos, con la carretera CA-141, hacia nos dirigimos
En la lejanía las lejanas cumbres de la Cordillera Cantábrica, la Sierra del Escudo
Estamos llegando al barrio de El Valle
Vamos adelante con esta casa de labranza a nuestra derecha
Luego del chalet viene un trecho más llano
Y luego un poco de subida hacia el boscaje
Cruce y de frente
Siguiendo la flecha que veremos en ese muro
La señalización oficial del Camino Norte en Cantabria
Placa del barrio
Rosales asomando sobre el muro...
Setos bien podados en las márgenes del Camino
Caseta de aperos
Finaliza la bajada al lado de la finca La Punta
Hojarasca...
En El Valle tramo recto
Y en la encrucijada a la derecha
Atendamos a las indicaciones
Subimos un poco
Arriba: bifurcación y a la izquierda
Llegamos a la carretera frente a estas naves y continuamos por ella a la derecha
A partir de ahora toca seguir la CA-141, cruzándola aquí al otro lado
No hay semáforo por lo que hay que tener máxima precaución
Al otro lado, junto a las naves, hay un paso de cebra
En la bifurcación caminamos por la derecha junto a la carretera. Estamos en el barrio de Los Perales
Andamos por la senda peatonal al lado de la calzada
A nuestra derecha, prados abajo, vemos la Isla de Pedrosa, antigua Isla Astilla, donde estuvo el Sanatorio Víctor Meana, de larga historia
Luego llevó el nombre de Víctor Meana en honor de uno de sus doctores. Llegó a tener 100 empleados que atendían entre 300 y 450 enfermos. Estaba dividido en diferentes pabellones que tenían nombres como Pabellón de las Azucenas, de las Rosas, de los Rayos, de la Picota...
El hospital funcionó hasta 1989. Asumidas las competencias pertinentes, el Gobierno de Cantabria lo transformó en un centro de tratamiento de drogodependientes desde 1999. Hubo en 2012 un proyecto para hacer un gran hotel pero se quedó en nada. En medio de un gran bosque el lugar se ha hecho famoso por sus historias de fantasmas
Más allá veremos el embarcadero de Peña Hermosa, en la otra orilla, al lado de la explanada del Aeropuerto de Parayas. A lo lejos el Polígono Industrial de Raos y a lo lejos los barrios al este de Santander
Y así seguimos ruta por este barrio de Los Perales
Casas unifamiliares con terreno
El trayecto senderista sigue por esta acera
Y las verjas de cada parcela
Chalets y viviendas de Los Perales
Llegamos al barrio de Río, donde está la escuela de primeras letras patrocinada por el Marqués de Valdecilla en 1923
Admiramos su gran fachada cuando pasamos delante de ellas
Y su fachada con frontón triangular
Ahí vemos la placa de Escuela Nacional
Y en lo alto la que hace memoria de su benefactor
Casas tradicionales, de corredor, viendo ya al fondo la iglesia parroquial. Aquí la acera desaparece y el arcén prácticamente también. Mucho cuidado
Hay bares y mesones
La Parada
Camino de la iglesia
Fila de casas con terreno alrededor
Y esta es la iglesia parroquial de San Juan Bautista, construida en 1946 más cercana a la parte más poblada del pueblo tras la destrucción de la antigua en el barrio de Otero, manteniendo no obstante la tipología clásica de los templos de esta comarca de Trasmiera, con grandiosa torre del campanario
Enfrente sigue la ruta
Entrando en el barrio de El Pontón
Dejando la iglesia a nuestra izquierda
El Pontón
El hábitat de El Pontón sigue siendo predomominantemente de viviendas unifamiliares y chalets
Extendidos en su mayor parte a los lados de la carretera
También se conserva alguna casa campesina
Y hay hostelería y comercios
Antaño existió un castillo en las inmediaciones pero de él nada se conserva
El Alfoz de Cudeyo fue formado alrededor del año 1000 tras la repoblación de estas tierras de Trasmiera iniciada casi tres siglos atrás reinando Alfonso I
Siglos después la Junta de Cudeyo dentro del Tercio de la Marina, antecedente del actual municipio de Marina de Cudeyo, integrada en la Merindad de Trasmiera
En el siglo XVIII se crearon las primeras industrias basadas en las pesquerías
En 1822 se crea el ayuntamiento constitucional de Rubayo con el Tercio de la Marina de Cudeyo, sin Heras ni San Salvador, que en 1835 pasaría a ser Marina de Cudeyo, partido judicial de Entrambasaguas, luego de Santoña, de Santander y a posteriori de Medio Cudeyo
La acera se ensancha, hay algunos talleres
Volvemos a ver la Isla de Pedrosa, con el edificio de su sanatorio
Estamos en el barrio de Las Torcas
El tráfico suele ser bastante intenso la mayor parte de las veces
Recomendamos precaución y no salirnos de la acera
Llegamos a la farmacia y la oficina bancaria
Entramos en el barrio de Las Callejas
Aquí está la Bolera de Las Callejas, donde se dan cita los grandes campones de bolos, deporte de gran éxito en toda Cantabria, tal vez el segundo después del fútbol
Se juega al Bolo Palma, la modalidad más exendida y de más aficionados
Desde la bolera sigue el Camino por Las Callejas
No hay aceras y hemos de continuar ahora por el arcén
Pasando frente a las casas
Es una zona bastante poblada
Flores en las tapias
Bellos jardines
A la derecha quintas y más casas unifamiliares a la izquierda nuevas urbanizaciones de adosados
Espléndido jardín
Si nos detenemos al lado de esta quinta podremos observar un momento el paisaje
A lo lejos, en la otra orilla, veremos el Embarcadero del Carmen y a la derecha la factoría de Ensa, al lado de la Sierra de Parayas. Al otro lado está el Aeropuerto Seve Ballesteros-Santander, popularmente, ya lo hemos dicho, Aeropuerto de Parayas
Más arriba es Maliaño Alto, la parte antigua de esa localidad del municipio de Cabargo por la que pasa uno de los dos ramales en los que se divide el Camino al llegar a El Astillero. Sus habitantes son conocidos como cachoneros pues secularmente eran pescadores de cachones o sepias en esta costa, ahora transformada por la industria, donde la Ría del Astillero se forma de la unión de las de Boo, San Salvador y Solía
El entorno rural fue transformándose en pocas décadas en industrial y residencial
En lo alto veremos la iglesia de San Juan Bautista, bajo la que pasa uno de estos dos ramales que volverán a unirse poco más allá, en Maliaño Bajo, la zona más netamente urbana de la población
Hermosas historias de la Bahía de Santander las que rememoramos en este lugar de Pontejos
Por su parte la factoría de Ensa, Equipos Nucleares S.A. fue fundada en 1973 para suministrar equipos a las centrales nucleares españolas, realizándose su construcción entre 1973 y 1975
La fábrica está entre el Embarcadero del Carmen y la Punta de las Palomas
En este tramo hay acera a la izquierda
Y una fuente ajardinada...
Y junto a ella la señalización xacobea, entrando en el barrio de El Puerto, que hace referencia a alguna antigua instalación portuaria de las muchas que existieron en cada rincón de la bahía
Las rías y marismas que forman esta gran bahía...
Bar La Marina
Bar Pontejos
Huertas y urbanizaciones
Aqui empieza un poco de bajada
Vemos a lo lejos unas altas grúas. Son los astilleros de El Astillero, otro de los municipios que dan a esta gran bahía, popularmente Astillero a secas y antiguamente Real Astillero de Guarnizo
Pasamos junto al Pabellón Municipal de Remo José Luis Valdueza. Deporte del remo, traineras y trainerillas, de gran raigambre en estos municipios Ribereño
Volvemos a estar al lado de la orilla...
A lo lejos Maliaño Alto y Parayas
La acera, a la derecha ahora, es estrecha. Si somos varios caminaremos en fila india, admirando el estuario...
La Ría del Astillero, con los astilleros que le dieron nombre. Era primeramente el Astillero de Potrañés, dependiente de la Corona y creado en 1581 para proveer de buques a la Armada en tiempos de Felipe II, construyéndose los primeros galeones oceánicos españoles, pasando así a depender de la Corona el antiguo y preexistente Astillero de Potrañés, cuyo origen puede sumirse en la noche de los tiempos, dado que ya en esta ensenada hubo asentamientos cántabros y romanos que aprovechaban las rutas marítimas, fluviales y terrestres para dar salida al mineral de hierro de las cercabas minas de Peña Cabarga
Felipe II encargó esos primeros galeones, nueve, para la defensa de Indias a Cristóbal de Barros, superintendente de Fábricas, Montes y Plantíos de la costa de Cantabria. Esos galeones oceánicos se encargarían de la escolta de las flotas que traían oro y tesoros de las américas, castigadas por piratas, corsarios y naves enemigas. Así Cristóbal de Barro le propuso la construcción de "esta canal que llaman de Solía y Guarnizo", argumentando para ello el calado del lugar para la buena botadura de las naves construidas, la protección del lugar al abrigo de temporales y ataques, estando además la bahía fortificada, así como la mucha madera que podía salir de los bosques circundantes. Los galeones para la Carrera de Indias seguirían construyéndose posteriormente, más grandes aún, con el oficial naval Francisco Díaz Pimienta. A lo largo de los dos siglos siguiente se construirían más de cien buques para la armada y otros muchos para particulares
A principios del Siglo XVIII el aumento del tamaño de los navíos hace que la Ría de Solía se quede pequeña y poco profunda, por lo que se construye un nuevo astillero en La Planchada, el Real Astillero de Guarnizo, "astillero de navíos", a un cuarto de milla del de Potrañés, "astillero de fragatas". El Real Astillero de Guarnizo empieza su actividad en 1720 y acaba hacia 1770 cuando O Ferrol, en Galicia, le toma el relevo como capital del Departamento Marítimo del Cantábrico, si bien se mantuvo parte de su actividad constructora hasta un siglo después
Estos astilleros fueron los que dieron origen a un poblado para sus trabajadores, naciendo así El Astillero, si bien el lugar, como hemos dicho, ya estaba habitado desde mucho atrás, antes incluso que cántabros y romanos, pues yacimientos rupestres y hallazgos como el del Hombre de Morín remontan la presencia humana a 30.000 años atrás al menos
El Astillero se independiza de la jurisdicción de La Marina en 1793 y se constituye como ayuntamiento en el 1800, si bien lo que es Guarnizo será parte hasta 1871 del Real Valle de Camargo
Salvo pequeños encargos durante esa época la actividad del astillero es muy limitada, prueba de ello es que algunos trabajadores se hacen campesinos, residiendo en el lugar esperando tiempos mejores. Había un superintendente, cinco oficiales y siete operarios. Es en buena medida un puerto de reparación, aunque se construyen en total una docena de mercantes
En 1837 y tras unas disputas entre el superintendente de la Corona y los vecinos, la Armada cede estos astilleros a la Junta de Comercio de Santander, construyéndose en Potrañés dos corbetas mercantes y en 1847 salen a subasta estos bienes. Se construirán luego en El Astillero unos 30 barcos, de hierro y vapor algunos, pero los armadores santanderinos trasladaron lo más de su actividad a Vizcaya, con fueros y ventajas que abarataban la construcción y con Bilbao como gran puerto comercial del norte
Dirigiéndonos a El Astillero seguimos bajando por El Puerto, aún en Pontejos, municipio de Marina de Cudeyo
A cada paso que damos se nos ofrece un paisaje más abierto de la bahía hacia el norte
Las marismas ribereñas ante Maliaño Alto y Parayas
Maliaño Alto y Parayas, zona industrial y residencial que aún conserva partes de rural...
La factoría de Equipos Nucleares S.A.
Sierra de Parayas. Embarcadero del Carmen y Punta de las Palomas
Muy a lo lejos Santander
Y antes de Santander el aeropuerto con la Punta de Maliaño
Embarcadero de Peña Hermosa
Otra fila de casas de El Puerto
Con ellos Bernardo Lavín, forjador de la Junta, mantendrá la empresa, dedicada ya definitivamente a barcos de hierro para los cargaderos de mineral que acaban de instalarse en el pueblo. A su muerte su viuda Adelaida Coterillo García funda una sociedad mercantil familiar que sigue reparando buques y construye un vapor. Luego se hace un nuevo dique pero dados los gastos necesarios para acometerlo Adelaida se asocia con otras personas y termina vendiendo el astillero a Casimiro Tijero Aguirre, nacen así los Talleres del Astillero en 1923, sacudidos por crisis, huelgas y la guerra civil
En plena posguerra hay un tiempo de prosperidad alquilando el dique de Gamazo construido en Santander por la Junta de Obras del Puerto, pero los herederos de Casimiro venden la empresa a un grupo industrial formado por Pysbe, Cepsa, Berge y Cia, con el Banco de Santander como mayoritario, fundándose así Talleres del Astillero S.A. (TASA) e iniciándose una serie de profundas reformas que se traducen en mayores encargos, si bien en 1966 el Banco de Santander, no satisfecho con la rentabilidad, quiere deshacerse del astillero, vendiéndolo progresivamente a La Naval. se culmina un nuevo y se viven unos años relativamente buenos, siendo ahora Astilleros de Santander S.A. (ASTANDER). Su compra por SEPI (Sociedad Estatal de Inversiones Industriales), arregló algunos problemas pero creó otros, al prohibirse nuevas construcciones y transformaciones. Al final, tras una serie de huelgas, la empresa es vendida a ITALMAR
Aquí está una de las rampas de El Puerto, el pequeño muelle de Pontejos
Desde este hermoso mirador continuamos ruta pasando junto a otro lugar muy importante
Y es que aquí en Pontejos hay además también astilleros, astilleros de ribera, para pequeñas embarcaciones
Los Astilleros Ruiz, el último astillero de ribera de Cantabria, exponente de toda una saga de constructores de barcos
Y al fondo El Astillero, la población que nació del Real Astillero de Guarnizo
Allí está iglesia de San José, de estilo neorrománico, techo neomudéjar y dos torres, una de campanario. Se construyó a partir de 1890 como una pequeña capilla para los trabajadores del astillero pero fue derribada y hecha de nuevo, como iglesia más grande, e inaugurada en 1949, siendo el arquitecto Juan José Resines. Alberga en su interior un Cristo yacente tallado en madera por el santoñés Víctor de los Ríos
En El Puerto, seguimos bajando por la carretera
Viendo en Astillero el muelle de La Orconera, actual puerto deportiva
Este es El Espigón de Pontejos, ante El Astillero
El Puerto de Pontejos
Seguimos avanzando, ya al lado de la misma orilla, caminando en llano, viendo al fondo el puente que da paso a El Astillero, inaugurado en 1966 y que sustituyó a la singladura en barca de una población a otra
El día de la inauguración, el 29 de agosto de aquel año de 1966, hubo una fiesta multitudinaria a la que acudieron miles de personas, repartiéndose vino a mansalva
La nueva infraestructura cambió los hábitos de todas estas poblaciones. Antes la barca terminaba su servicio a las diez de la noche, a partir de entonces eso ya no era problema. El beneficio de las comunicaciones benefició al desarrollo social e industrial de ambas riberas. Tengamos en cuenta que muchas gentes de Pontejos habían de quedarse en El Astillero o cambiar de residencia por motivos laborales
Antes de llegar al puente nos encontramos con dos importantes monolitos a mano izquierda
Uno de ellos, colocado en el Año Jubilar Lebaniego 2017, guarda la memoria de los peregrinos, vecinos y familias que a lo largo de la historia vivieron en Pontejos
El otro un poco más atrás, en medio de este césped
Con unos sentidos versos de las competiciones de remo
El Astillero nos aguarda
Allí, en la orilla del Astillero, justo antes que el Camino se bifurque, hallaremos un elemento de gran trascendencia, el Cargadero de Orconera o Puente de los Ingleses, inaugurado en 1893 y destinado a cargar el moneral, con destino mayoritariamente al Reino Unido, del mineral de hierro traído en vagonetas de las mionas de la Peña Cabarga
En 1896 pasó a la empresa Orconera y Ore, prestando servicio hasta 1986. En el 2013 fue declarado Bien de Interés Cultural
Nos acercamos al puente sobre la Ría de San Salvador, cuyas obras comenzaron en 1959 al prepararse un malecón y, un año después, levantándose los pilares. Uno de sus grandes impulsores fue José Solana del Río, alcalde de El Astillero
En este puente trabajaron muchos obreros andaluces
Nos disponemos a cruzarlo. Es también este un momento muy significativo en el Camino Norte, el paso de la histórica comarca de Trasmiera a la antigua Asturias de Santillana
Y hacia él nos encaminamos
Excelente mirador sobre la ría del Astillero, formada de la unión de la Ría de Solía y la Ría de San Salvador o de Tijero
Muelle de La Orconera y puerto deportivo de El Astillero
Ahí está el paseo marítimo de El Astillero, por donde irá el Camino, dividiéndose en dos justo al lado del túnel de la Autovía del Cantábrico, al pie de la iglesia y al lado del parque de La Cantábrica. nombre de una antigua refinería que allí existió entre 1881 y 1970
El cargadero de La Orconera. Al fondo el parque de La Planchada
El astillero de El Astillero
Las dos orillas. A lo lejos el Embarcadero del Carmen
Al sur la unión de las dos rías. Allí está San Salvador, en el municipio de Medio Cudeyo, bajo la sierra de Peña Cabarga, tierra de explotaciones mineras de mineral de hierro extraído ya por cántabros y romanos. A finales del siglo XIX y principios del XX tuvo en San Salvador sus instalaciones la Sociedad Minas Complemento, con su propio muelle y cargadero, el de San Justo o Complemento. Este, junto con el de la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao, eran los muelles más interiores de la bahía
Así entramos en el municipio de El Astillero
Bajamos hacia el paseo marítimo
Y caminamos por la ribera izquierda del estuario
En La Orconera
Al otro lado El Puerto, en Pontejos, por donde acabamos de pasar
El puente quedó atrás
Antes del célebre cargadero de La Orconera es donde el Camino, como hemos dicho, se bifurca: a la derecha se dirige bajo el cargadero hacia los astilleros y de allí, cruzando la Ría de Boo, irá a Maliaño Alto y de allí a Maliaño Bajo
El de la izquierda subirá al parque de La Cantábrica y realizará un recorrido netamente urbano para tomar la calle de la Industria. Ambos ramales, señalizados desde aquí, volverán a unirse en Maliaño Bajo-Muriedas, a poco más de cuatro kilómetros de aquí.
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