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miércoles, 2 de mayo de 2018

LA ROBLA (LEÓN). DE LA ERMITA DE LA VIRGEN DE CELADA A PUENTE DE ALBA, BAJO EL CASTILLO DE ALFONSO III ELMAGNO. CAMINO DE SAN SALVADOR (4)

Capilla de la Virgen de Celada, puerta de La Robla, ante el ferrocarril y la térmica
Ha salido el Camino de San Salvador de la ciudad de León y, siguiendo el curso del Bernesga por Carbajal de La Legua ha entrado en el municipio de Sariegos entrando luego en el de Cuadros y así, posteriormente, en el de Cuadros, siempre por esta ribera que, a través de Villalbura, Cabanillas, La Seca y Cascantes, entra en el Ayuntamiento de La Robla para ir, dando vista a la central térmica y al ferrocarril, a la ermita de Nuestra Señora de Celada, donde hubo hospital de peregrinos y se custodia a la Virgen de las Nieves, patrona de estos lugares, que formaba parte de un desaparecido hospital de peregrinos. En su Casa de Novenas se reunía la cofradía de los Doce de Alba o de los Doce Clérigos Nobles del Concejo de Alba, con propiedades en estas tierras


El templo parece ser fue edificado en el siglo XIV, si bien su aspecto actual se debe a las reformas de los siglos XVII y XVIII, contando con presbiterio de planta cuadrada cubierto de bóveda de crucería y nave rectangular con bóveda de cañón y contrafuertes al exterior, delatando su impronta gótica. En un principio tal vez dependió de San Pelayo de Oviedo/Uviéu, pues no es totalmente seguro que la mención a Santa María de Celada existente en la documentación de sus posesiones en el siglo XIV se refiera a este lugar. Sí sabemos con más seguridad que luego, en el XVI. era propiedad del de Santa María de Carbajal, en León


Su aspecto externo es austero y sin apenas elementos decorativos. Las paredes son de mampostería, excepto las del pórtico que son de sillería


Es en el pórtico precisamente donde hallamos los únicos elementos decorativos


Son los blasones de los Quiñones de Alcedo, estirpe originaria de la montaña astur-leonesa


Estirpes que amparaban estos santuarios y donde tenían su panteón


Entrando al pórtico vemos la portada, también con un escudo del linaje, sobre ella


En el interior hallamos el retablo herreriano, siglo XVII, con imágenes de La Encarnación, El Nacimiento de San Juan, La Visitación, La Adoración, La Presentación, La Flagelación, La Crucifixión y El Juicio. A los lados vemos de nuevo los escudos de los Quiñones y abajo en el centro está Nuestra Señora de Celada, Virgen de las Nieves


La imagen de Nuestra Señora de las Nieves, más conocida como la Virgen de Celada, es una talla románica, lo que delataría que tal vez hubiese antes que este otro santuario anterior de ese estilo. Su romería se celebra el 5 de agosto y es llevada a la iglesia parroquial de La Robla, volviendo a esta ermita tras las fiestas


 Detalles de las escenas del retablo


 Pila del agua bendita, lauda sepulcral con una cruz e imaginería


Cristo barroco


Salimos del santuario por el Campo del Hospital, que guarda la memoria del antiguo hospital de peregrinos


Y nos encontramos con este panel explicativo del mismo


Así como un mapa del Camino de San Salvador por la comarca leonesa de los Cuatro Valles, hasta la entrada en Asturias


También un monolito en el que se narra escuetamente la leyenda por la que se explica tradicionalmente el nombre del lugar y su advocación


Según ella aquí hubo una batalla en la que los cristianos emboscaron a los musulmanes en una celada y se encomendaron a la Virgen María, obteniendo la victoria y construyendo un templo en su memoria y agradecimiento. Lo cierto es que estos parajes fueron testigos de no pocos sucesos de armas en el medievo, paso de la meseta a la costa cantábrica, y existieron míticos castillos como el de Alba


Es la celada también una pieza de la armadura pero otros investigadores afirman que puede referirse a un lugar intrincado, selvático y muy arbolado, como pudo ser en el pasado. Ahora el entorno inmediato es totalmente industrial, con la Central Térmica de La Robla enfrente, fundada en 1965 y que empezó a funcionar en 1971


También está el Ferrocarril León-Gijón, pues el carbón autóctono para alimentar la térmica viene de las cercanas minas de Santa Lucía, Ciñera y Matallana pero el de importación viene en ferrocarril tras ser descargado en el gijonés puerto de El Musel (Asturias)


Subimos camino arriba


Y salimos del campo de la ermita por este portón, con conchas jacobeas


Es el Paso del Peregrino... "Que Nuestra Señora Virgen de las Nieves "Celada" os ilumine y proteja en el Camino"


Ahora iremos por la carretera LE-4514 hacia el casco urbano de La Robla


Pasamos bajo la carretera N-630


Es la calle Virgen de Celada


Llegamos a un cruce


Y vamos a la izquierda en El Praíco


Tomando la calle Ramón y Cajal


A la derecha Villa Mary


Encontramos los primeros edificios de pisos


La térmica ha quedado atrás, así como el Polígono Industrial El Rabizo


La Robla es un importante enclave industrial nacido al amparo de su nudo ferroviario, donde enlazan dos importantes líneas ferroviarias, el Ferrocarril León-Gijón, unión con Asturias y el Ferrocarril de La Robla, que comunica con el País Vasco, ambas con muchísima historia. Además de la central térmica de Unión Fenosa y el polígono industrial, en La Robla están el lavadero, parque de minerales y oficinas de la S.A. Hullera Vasco Leonesa, con su fundación a cargo de la Escuela de Formación Profesional Virgen del Buen Suceso y la fábrica de Cemento El Roble, de Cementos Tudela Veguín S.A. quien se la adquirió a finales de los años 60 del siglo XX a la mencionada hullera


Pasamos el puente sobre el río Pelosas


Allí la línea del Ferrocarril León-Gijón


Cruzamos la calle por el paso de peatones


Y seguimos por esta acera, bajo la cinta transbordadora


Subiendo por esta pasarela al puente sobre las líneas férreas y la carretera CL-626


Este es el Ferrocarril León-Gijón, que se inauguró en 1884, no sin pocas vicisitudes, pues existió un primer proyecto, de la compañía británica Asturian Mining Company, asentada en Mieres (Asturias), que fue desestimado por las dificultades orográficas. Era su idea sacar su producción de hierro al mercado interior y en diciembre de 1844 se resolvió una concesión a su favor para hacer "un camino de hierro de Avilés a León", que sería por 80 años y con 2 millones de libras como capital fundacional, llamándose Compañía del Real Camino de Hierro del Norte de España. Pero el plan fracasó a causa de la fianza exigida por el gobierno español y por las grandes dificultades geográficas de la cordillera que se encontraron los enviados de la empresa desde el Reino Unido, tal y como escribe Richard Ford en 1846 en Cosas de España... "al descubrir que el país que ellos creían llano como el mapa de Arrowsmith, en el proyecto presentaba obstáculos tan insignificantes para la vía férrea, como varias leguas de cordilleras cuyas cumbres alcanzaban de 6.000 a 9.000 pies de altura y estaban cubiertas de nieve durante unos cuantos meses al año. Esto fue un desengaño completo". Y es que Asturias, pese a ser una de las pioneras en las comunicaciones ferroviarias españolas con el famoso Ferrocarril de Langreo, hubo de esperar varias décadas a tener comunicación ferroviaria con León y aún más con Madrid


Es en 1858, cuando el entonces director general de Obras Públicas, José Francisco Uría, que era asturiano, anuncia la creación de una sociedad para explotar una línea de ferrocarril entre Gijón/Xixón y León, la cual sería un ramal dentro del proyecto de la nueva Red del Noroeste. Para ello, ambos ayuntamientos junto con el de Oviedo/Uviéu aportaron cada uno dos millones de reales, cantidad muy insuficiente para una obra presupuestada en 170 millones, siendo entonces cuando el Estado accede a financiar algo más de la mitad de toda la inversión a condición que la sociedad del ferrocarril le cediese su explotación a los 99 años. Es así cuando empiezan los trabajos técnicos con los ingenieros Aldana y Calleja. En 1862 queda desierta una primera subasta para afrontar el proyecto, se dice que tras una maniobra especulativa para abaratar totalmente los costes presentándose aposta un plan demasiado peligroso, de curvas muy pronunciadas y fuertes desniveles, pidiendo otras empresas condiciones inasumibles. Dos años más tarde la subasta se adjudica por fin a Juan Manuel Manzanedo, hombre de negocios que no emprende las obras sino que cobra una comisión por esta operación y entrega la concesión al banquero José Ruiz de Quedevo, tras los que se suceden operaciones financieras que enriquecen a diversos grupos económicos pero sin avanzarse nada. Habrá de esperarse a la Compañía del Noroeste, luego integrada en Caminos de Hierro del Norte, para que se haga cargo de todo y que comiencen los trabajos de construcción en la parte leonesa, primero este tramo de León a La Robla, luego a La Pola de Gordón y en 1867 a Busdongo


La tarea fue más despacio en la vertiente asturiana, pues entre Gijón/Xixón y Oviedo/Uviéu se inauguró en 1872 y dos años más tarde a La Pola/Pola de Lena. Enlazar ambos recorridos fue lo peor, pues la compañía quiso simplificarla con un arriesgado tren-cremallera, proyecto contestado con una gran manifestación que llenó las calles ovetense en marzo de 1881. Esto y las alegaciones técnicas hicieron que triunfase la idea origigal. Hubo trágicos accidentes en las obras, que no culminaron en el Puertu Payares (Pajares) hasta 1884, con Alfonso XII y la familia real en la ceremonia de inauguración, viaje inaugural con vagones tirados por la locomotora Pelayo, simbolizando una especie de "Reconquista de la tecnología y el progreso", llegando a escribirse coplas y versos alusivos al acontecimiento...

"Porque es tanta la violencia/ que lleva el ferrocarril/ que en veinte horas te plantas/ desde Gijón a Madrid" 

Veinte horas hoy en día nos parecen una barbaridad pero tengamos en cuenta que en aquel tiempo la alternativa era la diligencia, con 70 horas de cansadísimo viaje. En 1941 la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España fue nacionalizada e integrada en la naciente Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE). Luego el 1 de enero del año 2005 y como consecuencia de las normas de la Unión Europea, el Estado hubo de acabar con el monopolio legal de RENFE creando la Entidad Pública Empresarial Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), encargada ahora de su explotación


Más al norte, viniendo del este, viene el Ferrocarril de La Robla, la línea de tren de vía estrecha más larga de Europa Occidental, con sus 335 km desde aquí a Bilbao, atravesando el territorio de León, Palencia, Cantabria, Burgos y Vizcaya, nacida para comunicar las minas leonesas con la siderúrgia vasca tras la subida de precios del carbón inglés, y cuyo proyecto definitivo, del ingeniero de minas Mariano Zuaznavar,  fue presentado en las Cortes en noviembre de 1889, autorizándose el comienzo de las obras al año siguiente. Un primer tramo entre Valmaseda-Espinosa entró en servicio en octubre de 1892, al que siguió La Robla-Boñar al mes siguiente, en julio de 1893 fueron Espinosa-Sotoscueva y Boñar-Cistierna, inaugurándose oficialmente un primer tramo, el de Valmaseda-La Robla, en medio del recorrido, en Los Carabeos (Cantabria), el 11 de agosto de 1894 y abriéndose el tramo Boñar-Sotoscueva un mes después. En 1902 sería Valmaseda-Luchana y en 1923 León-Matallana, siendo la constructora y operadora la Sociedad del Ferrocarril Hullero de La Robla a Valmaseda, a partir de 1905 Ferrocarriles La Robla, cuando pasaron los momentos más económicamente delicados, renunciando Zuaznavar a sus derechos como fundador de la compañía


Los servicios se incrementaron a partir de 1910 con las empresas mineras de Sabero y Matallana y, tras el parón y los destrozos de la Guerra Civil, hubo de ir recuperándose. En 1949 el Embalse del Ebro obligó a un cambio del trazado y, tras unos años de auge, una década después comenzó el declive. Hubo en 1964 un plan de modernización con la adquisición de nuevas locomotoras eléctricas, abandonando totalmente el vapor pero, al no poder afrontar, entró en pérdidas en 1968, haciéndose cargo la empresa pública FEVE de la línea en 1972, con un proceso de modernización efectuado en 1980 y la llegada del tren turístico Transcantábrico en 1983, lo que unido a la apertura de un tramo con la Central Térmica de Velilla abría nuevas espectativas. Pero, a causa de que no se terminaba de recuperar rendimiento y subía el déficit el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo decretó en 1991 la impopular medida del fin del servicio de pasajeros entre Guardo y Valmaseda, alegando causas de seguridad. Las protestas y acciones legales de ayuntamientos y asociaciones de afectados hicieron que en 1993 reabriese Matallana-Cistierna y en 1995 Cistierna-Guardo. En el año 2003 un convenio entre FEVE y la Junta de Castilla y León recuperó el servicio de pasajeros de León a Bilbao en trenes regionales, El Correo de La Robla, mientras La Robla-Matallana e Iráuregui-Luchana siguieron solo para mercancías, mejorándose además los trazados y el parque móvil con la ayuda del Ministerio de Fomento, volviendo también el Transcantábrico. Un incendio de la estación de La Robla en 2006 hizo que esta fuese reconstruida y reformada con la idea de abrir un albergue de peregrinos, pero se ha quedado en el papel. En el 2008 un acuerdo RENFE-FEVE hizo posible el trasbordo de carbón de importación en La Robla desde el Ferrocarril León-Gijón al de La Robla, para llevarlo a partir de aquí por vía estrecha a la central térmica de Velilla del Río Carrión. En el 2009 se inauguró el Expreso de La Robla, tren turístico similar al Transcantábrico


Desde la pasarela sobre el ferrocarril vemos el centro de La Robla. A lo lejos es la línea de cumbres de Alto del Viso (1.442 m), La Fornosina (1,479 m), Cueto Mateo (1.603 m) y Peña Chafariza (1.462 m.)


Asoma entre los tejados la iglesia parroquial de San Roque de La Robla, construida en los años 40 del siglo XX para sustituir a la antigua, que estaba en la actual Plaza de la Constitución, por donde enseguida pasaremos


Bajamos ya por la pasarela hacia la calle Ramón y Cajal de nuevo


A lo lejos vemos la Peña del Bufo y la Peña del Castillo, donde estuvo el Castillo de Alba, fortaleza mandada edificar por Alfonso III El Magno en los límites meridionales de su reino, muy posiblemente sobre otra anterior romana y prerromana, con la idea de guardar este camino, vieja calzada de acceso hacia Asturias por los puertos de la cordillera. Según las crónicas fue parte de la rebelión de sus hijos contra él, pues le fue entregado, junto con los castillos de Luna, Gordón y Arbollo, por su esposa Ximena a su primogénito García en el año 910, lo que provocó la abdicación del monarca y el traslado de la corte a León, siendo García proclamado primer rey del nuevo reino...

"basteció estos castiellos en tierras de León, Alba, Gordón, Arbolio et diólos a su fijo el infant don García"

En el año 997 estos castillos resistieron el ataque de Almanzor, por lo que no pudo entrar en Asturias. Luego pasó a ser del poderoso noble Fruela Muñoz y más tarde del asturiano Suero Bermúdez, fiel a la reina Urraca I de León y su hijo Alfonso VII. Tras el reinado de Fernando II de León este castillo, el de Portela y el de Siero de Riaño fueron para Alfonso VIII de Castilla pero en 1194 fueron devueltos a León por el Tratado de Tordehumos. Dos años después pasó al concejo de León por privilegio del monarca leonés Alfonso VII, confirmándolo luego Fernando III de Castilla en 1230. Se sabe tenía dos líneas de fortificación, un baluarte interior y una terraza exterior con 200 metros de muralla a la que se accedía por una puerta flanqueada por dos cubos. Se han hecho excavaciones pero su entorno está muy afectado por una cantera


El Castillo de Alba era además de defensa centro de administración y control de este estratégico territorio, que andado el tiempo, se constiuiría en concejo, el Concejo de Alba. Antes de él hubo castros astures y un asentamiento romano en Fenar que recibiría fuero de Fernando I en 1042, constituyéndose también en el Concejo de Fenar.  Las reformas administrativas liberlaes del siglo XIX hicieron que los concejos quedasen como comarcas y naciesen los nuevos ayuntamientos de Cuadros, La Robla y Matallana de Torío. Los pueblos de La Seca de Alba y Cascantes de Alba pasaron al municipio de Cuadros mientras Naredo y Robledo de Fenar fueron incorporados a Matallana de Torío en 1945


Abajo, en el cuadro en torno a la pasarela está la Espiga de Oro, escultura de Jorge M. Aller Tascón en la citada Escuela de Formación Profesional Virgen del Buen Suceso


Placa de la escultura


La vemos al bajar. La espiga tiene que ver con el escudo de la robla, pues está representado en él junto con las uvas

En el escudo, creado en los años 50 del siglo XX pues antes no tenía, vemos también un roble y dos aldeanos dándose la mano en señal de acuerdo, que es el verdadero origen del topónimo pues, aunque pareciese que se debiese a los robles, se trata de otra cosa. La palabra robla en asturleonés equivale a pacto, acuerdo, o firma, evolución del roborare latino. Y es que antes de la industrialización y crecimiento urbano, en este lugar se cerraban los tratos sobre los pastos y ganaderías


Y seguimos calle adelante


Atravesando La Robla de sur a Norte


Bifurcación con la Calle Real: seguimos recto por la calle Ramón y Cajal, a la derecha


El gran crecimiento urbano de La Robla se debe a la industria, la cual fue llegando aquí atraída por las líneas de ferrocarril y la Carretera de Asturias. Verdaderamente estamos en una encrucijada fundamental desde la noche de los tiempos entre los caminos entre la costa y el interior de la Península y los que atraviesan la parte norte de la meseta, de este a oeste


Hay edificios de varias épocas y estilos, fundamentalmente desde finales del siglo XIX hasta nuestros días


Se trata de un área perfectamente urbanizada con aceras, farolas y servicios públicos


Iremos hallando bares y comercios, muy importante pues desde Carbajal de La Legua apenas hay unos pocos establecimientos hosteleros. No muy lejos está también La Pola de Gordón, más pequeño, pero también con tiendas y bares. Entre una de estas dos poblaciones conviene ir abituallándose para afrontar el paso de la Cordillera Cantábrica, donde apenas encontraremos algunos bares, y cada bastantes kilómetros


Realmente las primeras menciones que con toda seguridad mencionan a La Robla datan de la baja Edad Media, avanzado el siglo XIV, se trata del nombre de un vecino, Pedro Pérez de La Rovre, vecino de Alua (Alba), que en una carta arrienda propiedades del monasterio ovetense de San Pelayo en Celada, Olleros, Crespín, Vega de Gordón, Santa Lucía y otros lugares. Una Robra que aparece en el Libro de la Montería de Alfonso XI (año 1340) no es seguro que se refiriese a este lugar, que además solo sería por entonces un pequeño barrio de la parroquia de Alcedo


Luego se sabe empezó a haber dos barrios tradicionales, Arriba y Abajo, junto con lugares como Las Casas del Río o Las Quintanas, independizándose de Alcedo al constituirse la parroquia de San Roque de La Robla. Décadas después llegarían los ferrocarriles y con ellos la industria y el aumento de población con el crecimiento urbano del lugar


Atención a esta plaza: la Plaza del Olivo, así llamada por tener plantado un olivo en medio


Aquí está el monumento en homenaje a los Donantes de Sangre


Es obra del artista de Ciñera Sergio Canga Caamaño y fue inaugurado en el año 2001. Detrás hay una fuente ornamental hecha de lajas de pizarra. Antes estaba en esta plaza la llamada Casa Costilla


Luego seguimos nuevamente por la calle Ramón y Cajal


Largas filas de casas


En la tercer casa empezando por la derecha, Casa de Mina, estuvo el Cine Robles, que luego fue discoteca


Casa de Cultura y Biblioteca de La Robla


Hermosa galería que sin duda necesitaría una restauración. A la derecha el Ayuntamiento de La Robla, al fondo


Fachada que mira a la calle de la casa de la galería


Terrazas en la calle


Ayuntamiento de La Robla, con su torre del reloj


Estamos en la Plaza de la Constitución, lugar de reunión y trasiego de gentes. Aquí estuvo, hasta los años 40 del siglo XX, la antigua iglesia de La Robla, que según la tradición fue construida tras la peste de 1590 para recoger la cosecha que les concedió la ciudad de León y la que compraron a la Orden de Santiago la que esta almacenaba en su convento de San Marcos de León, luego de haberse cerrado el pueblo para evitar contagios y quedarse sin provisiones. A su lado estaba la llamada Casa de Inquisición, derribada en 1945. Mientras duraban las obras de la iglesia nueva las misas se hacían en una sala de baile y enfrente del Ayuntamiento se organizaban carreras de cintas a caballo, según Francisco J. Mielgo Álvarez en su artículo Un viaje a La Robla en El Diario de León. La variante de la carretera nacional, que ya no pasa por el centro de La Robla, ha recuperado su uso peatonal. Nosotros seguimos todo recto y de frente, ahora por la Calle Mayor, a la derecha de la foto


A la izquierda Correos, a la derecha una vivienda de gran galería-mirador. Nosotros vamos por el medio. Aquí se cruza con esta otra ruta jacobea histórica, la del Camino Olvidado de Santiago o Viejo Camino, que desde Bilbao viene hacia aquí, enlazando con el Camino Francés en Villafranca del Bierzo


Balcón-galería que se asoma a la plaza


Es la Calle Mayor otra gran arteria comercial y urbana


Pasaremos así junto a una de las farmacias de La Robla


Poco a poco iremos saliendo del centro de La Robla


Pisos a la derecha y a la izquierda jardines y finca arbolada


Pasamos esta quinta


Y otras casas con parcela


Ya al norte de la población


El albergue está a la izquierda. Si vamos por la derecha crucemos este paso de cebra


Frente a esta casa


Aquí está el parque de La Huerga. El Camino sigue a la derecha pero si deseamos ir al albergue hemos de desviarnos a la izquierda, donde hay corro de lucha leonesa, bolera, deportes autóctonos, juegos infantiles, petanca, zona verde, gimnasio y bar


Al fondo el albergue


Albergue de peregrinos de La Robla


Una acogedora entrada, verdadero espacio de socialización


Alegoría del Camino de San Salvador


Pernoctemos o no en el albergue seguiremos por esta acera saliendo de La Robla por La Pontona


A la derecha la Peña del Asno (1.305 m)


A lo lejos, de nuevo, cerrando el valle por el norte, los altos de El Viso y Fornosina, la Peña Chafariza y atrás, en medio el picudo Cueto San Mateo con sus 1603 metros de altura


Seguimos de frente, recto por la acera, dejando el desvío a Alcedo de Alba a nuestra derecha


A la izquierda La Huerga


A la derecha la central eléctrica


Estamos en Las Ventas de Alcedo, topónimo que hace referencia a antiguas ventas o posadas camineras, de las que pronto hablaremos


A nuestra izquierda, más allá de La Huerga, campos de La Provida, La Parra y Los Castillos, bajo El Bufo y La Peña Castillo, solar del mítico Castillo de Alba. Más a lo lejos es el Alto Santiago (1374 m) y el Pico de La Cerra (1.412 m), con sus canteras


En Las Ventas de Alcedo fueron famosas sus hogueras de San Juan pero aún más los pozos de agua a los que se acudía a por el líquido elemento en momentos de sequía. Incluso el antiguo dueño del bar Alba, en La Robla, venía con su carro para cargar agua y hacer gaseosa, tal y como nos informa el escritor Francisco J. Mielgo Álvarez, quien repasa en sus artículos en el Diario de León la historia del lugar


Actualmente está aquí el bar-cafetería Jordi, así como algunos talleres


En Las Ventas de Alcedo es mejor ir por la izquierda, pues hay acera


En El Corral de Alcedo jugaban a los bolos célebres vecinos de antaño, como el Tío Margallo, el Tío Silvela, Cambó, Molleda, Quitolis, Pendolista, Saltapraos, Caracoles, Pinolitos, El Tío Sacamantecas... todos conocidos por sus apodos


A la derecha pasa el ferrocarril. Ahora el camino de Las Ventas a Alcedo de Alba, que hemos dejado atrás, lo salva por una pasarela, pero antaño existió un paso a nivel del que se recuerda a Remedios, la guardabarrera


En la segunda casa estuvo un mesón que era parada de diligencias, del que sabemos en la planta baja estaban los pesebres y arriba los cuartos de dormir para los viajeros. Los tabiques eran de mimbre entrelazado cubierto de barro y no llegaban al techo. Todavía se recuerda al molinero de Puente de Alba, cuando paraba a echar un trago al ir a él desde su casa en La Robla y al volver. Su caballo paraba automáticamente enfrente pues conocía la costumbre del amo


 También hubo una fragua que los de Alcedo arrendaban a un herrerro y al lado de la que pasaban la noche los grandes rebaños de ovejas trashumantes que venían de Extremadura a los pastos de la Cordillera Cantábrica, mientras las yeguas lo hacían junto al caserón de la antigua venta. La vecindad daba de cenar a los pastores a cambio de las cagadas de las ovejas, que se empleaban como abono


Pasamos ahora un puente sobre el arroyo de Alcedo, viendo al otro lado a la derecha la Casa de las Maestras, donde vivieron varias que hubo en el pueblo. Antes era conocida como Casa de Don Eustaquio, que fue quien la construyó con sus propias manos cuando se asentó aquí con 50 años, pues era tejedor, miembro de una familia de este noble oficio en Mata de Curueño, fue soldado cuatro años en Filipinas y ocho en Cuba, siempre en guerra, luego fue guardia civil y estuvo en las oficinas de los Ministerios de Madrid, siendo elegido por su caligrafía. Luego vendría a La Robla con la Minero Industrial Leonesa, antecesora de la Hullera Vasco Leonesa. Su mujer era aquí maestra y daba clase particulares a los niños que dejaban la escuela para que pudiesen buscar empleo. Era por las noches y los críos se sentaban en las madreñas pues no había sillas. Don Eustasio la ayudaba y en invierno abría paso con una pala hasta la casa para que pudiesen pasar. Llegó a ser juez en La Robla en los años 30 del siglo XX y fue esta la primer casa de La Robla con retrete. Una de sus quince nietos fue la escritora Josefina Rodríguez de Aldecoa


El arroyo, a nuestros pies, corre a desembocar al río Bernesga. Aquí había otro molino, construido en 1822 para sustituir a otro más antiguo. Allí están los árboles que plantaban los escolares de Alcedo en la Fiesta del Árbol. Antes acudían las mujeres a lavar la ropa, de rodillas sobre las piedras de la orilla, y los carros vadeaban El Soto del Tío Manolón. Era zona de baños veraniegos para la gente de La Robla, en Las Peñas, y se pescaban truchas y cangrejos


Pasada la Casa de las Maestras, a la derecha, entre la carretera y el río, estuvo la capilla de Santa Elena, de la que han sido localizados restos y enterramientos. También estuvo La Casilla, vivienda de empleados del tren y sus familias


Bajo La Peña del Asno, a la derecha, están La Cuesta y El Castro, topónimo que parece señalar la existencia de un castro o recinto fortificado prerromano que guardaría el paso por este verdadero desfiladero. También ha sido localizada una cueva con yacimiento Paleolítico, lo que demuestra el antiquísimo poblamiento de estos lugares


Son parajes realmente legendarios. A La Peña del Asno subían mozos y mozas a la alborada del día de San Juan, el solsticio de verano para ver amanecer mientras desayunaban chocolate. Se recoge la tradición que el primer monasterio de Las Carbajalas de León estuvo en esa peña. En todo caso sería una muy antigua comunidad eremítica, origen de la fundación o dependiente de ella


Llegamos ahora al acueducto de El Encañao, obra del siglo XVIII pero al parecer sobre otro de factura romana. Se empleaba para pasar el agua del río Bernesga desde Peredilla a La Robla para regadío


En la farola vemos pintada una de las flechas amarillas de la ruta


Dispone de cuatro arcos, los cuatro difetentes: uno para la carretera, otro más grande en esta ribera, el mayor sobre lo que es lo más profundo del río...


Y otro, mucho más pequeño, en la otra orilla. Tal y como dicen en el lugar...

"Ni muralla ni reducto La Robla tiene acueducto"


El Encañao fue restaurado en el año 2002, existiendo la copla popular que dice...

"Para las personas de antes el campo era su sustento y por eso los regantes prepararon este invento"


Al pasar vemos una gran placa


En ella se deja constancia de la restauración del año 2002 con un texto de Juan José Badiola que narra el paso de Jovellanos el 16 de abril de 1795, cuando quedó impresionado por esta obra que estaba construyéndose


Estaba Gaspar Melchor de Jovellanos inspeccionando estos lugares con la idea de impulsar la nueva Carretera de Castilla, que comunicase Asturias con la meseta, carretera que se haría realidad décadas después, basándose en el trazado de este antiguo paso natural empleado secularmente y donde yá había una vía romana hecha sobre sendas anteriores


Caminando de La Robla a Puente de Alba disponemos de esta acera que es un hermoso paseo en la carretera. Antaño los rebaños trashumantes eran enormes y se extendían cientos de metros. Los pastores estaban al principio y al final y se daba el caso de gentes que robaban alguna de las ovejas que iban por el medio, escapando hacia el río


Pieza industrial que ha pasado a ser ornamental


 Esta es Peña Cortada, llamada así por el corte que le hicieron para pasar la vía del tren, que está sobre el muro a nuestra derecha. Más arriba es La Peña del Castro y al fondo siempre La Peña del Asno


Flecha amarilla pintada en el muro del Ferrocarril León-Gijón


Llegamos ahora al Puente de Alba, que da nombre al pueblo al que vamos a llegar, al norte del municipio de La Robla. Es contemporáneo del viaducto si bien también hecho sobre otro anterior, relacionado con el Castillo de Alba y con la antigua calzada romana de Lucus-Augusti (Llugo de Llanera), centro administrativo romano en la Asturias Transmontana, con Legio (León), campamento legionario romano que dio origen a la ciudad, en la Asturias Cismontana


Está compuesto por tres bóvedas de cañón y algunos lo conocen como El Puente de los Toreros, dado que por aquí cayó un descapotable con unos toreros que venían de torear en Asturias, en uno de aquellos primeros coches de los años 20, lo cual causó gran conmoción. A parecer pensaban que la carretera seguía por el puente, se desviaron a él y cayeron al río pues entonces el puente no tenía pretil. Tras la caída fueron ayudados a salir del agua por unos vecinos que venían de una boda en Alcedo, logrando sobrevivir y celebrando al año siguiente una fiesta de agradecimiento con la vecindad


Al fondo vemos una vez más El Bufo y La Peña Castillo, solar del Castillo de Alba. Aquí se cobraba portazgo hasta hace poco más de un siglo


Pero el Camino no va al puente, sino que cruza la carretera al otro lado por este paso de peatones


Pues por el margen derecho continúa este paseo. La carretera fue asfaltada en aquellos años 20 totalmente "a mano", con cientos de trabajadores a pico y pala, trayendo los burros el alquitrán en las alforjas, según nos sigue contando Mielgo Álvarez, así como que un vecino de Puente de Alba tuvo el primer coche de la zona, un Hispano-Suiza que iba a la gran velocidad de 20 kms/hora y del que se guardaban los niños que jugaban en la carretera cuando lo veían venir a un kilómetro. Pero los burros de las lecheras de Peredilla, que llevaban la leche a La Robla, siguieron pasando muchos años, causando gran jolgorio cuando en Carnaval los vestían con chaqueta, sombrero y pantalón


En este tramo había antiguamente peleas entre los mozos de Alba y los de Gordón. Por aquí estuvo el Molino de Puente de Alba, que llegó a ser propiedad de un contratista vasco que vino a a trabajar a las obras del ferrocarril, encargándose entre otras cosas de los muros de la línea


Y aquí está Puente de Alba, extendido linealmente a lo largo de la carretera. A lo lejos las nevadas montañas del Canto del Barredo (1.348 m) y Peña Forcada (1.393 m)


En las primeras menciones documentales del pueblo, allá por 1360, se deja constancia de su pertenencia al monasterio de Santa María de Carbajal o de Las Carbajalas


Seguimos por la acera esta larga línea de casas


 Este es el puente nuevo sobre el Bernesga para la carretera N-630


Casas de galería y corredor en la Calle Real, del viejo Camino Real o camino público, del reino


Viviendas unifamiliares de planta baja


Aquí salimos a la carretera N-630. la carretera de Gijón/Xixón a Puerto de Sevilla, una de las más largas de Europa, también llamada Ruta de la Plata


Estamos en el kilómetro 118


No muy lejos, en el llamado Monte de los Frailes, también se informa de un monasterio. Podría tratarse de alguna comunidad que administrase propiedades monacales o del Monasterio de San Cipriano, reflejado en el año 1087 en una donación de Esteban Citeliz entregándole tierras en Gordón y Alba. Es posible que se trate del nombrado como San Cipriano de Asnella en un escrito de la Colegiata de Santa María de Arbás en 1187 y Asnella sea la actual Peña del Asno, lo que entroncaría con la tradición que hubo un monasterio en esas montañas


En 1360 aparece el pueblo en una donación de viñas y poco después se informa de él como parroquia de Santa Columba de Alba, patronato de Santa María de Carbajal, que tenía como anejo al vecino San Torcuato de Peredilla. El origen del poblamiento pudiese estar en el portazgo que se cobraba por el paso del puente, que iba a los señores de Luna


En el siglo XVI los Quiñones de Alcedo sustraen a las carbajalas de León sus derechos sobre estos lugares


Y así vamos llegando al final del pueblo


Donde hay una fuente


 En la casa de la derecha veremos, en el dintel de la ventana sobre la puerta, el escudo de León



Ahora seguiremos unos metros por el arcén de la carretera


Llegamos a las últimas casas


Montes de Los Flechos y El Rasón, cerca del de Los Frailes


Salimos de la población y tomamos este ramal a la derecha


Durante unos metros va paralelo a la carretera general pero luego se separa un poco. A la derecha pasa un mercancías de RENFE


Entramos así en el municipio de La Pola de Gordón, siguiente hito caminero del Camino de San Salvador


Enfrente el puente del AVE entre León y Asturias, otro portento de la ingeniería ferroviaria


Allí está el túnel


Pasamos el puente del Ferrocarril León-Gijón


El puente del AVE, el tren de Alta Velocidad León Asturias a nuestra izquierda


Puente de Alba y La Peña del Asno a nuestra derecha


Pasamos debajo del trazado del AVE


Y seguimos por la Calle Real


La Peña del Bufo a la izquierda


Curva a la derecha


Y entramos en Peredilla ruta a la ermita del Buen Suceso, con las vías del tren León-Gijón a la izquierda y las del AVE León-Asturias ladera arriba, a la derecha



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