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martes, 1 de mayo de 2018

LA SECA Y CASCANTES: RUTA A LA ROBLA (LEÓN). CAMINO DE SAN SALVADOR (3)

La Seca y el Bernesga. Camino de Secantes y La Robla
El Camino sale de Cabanillas en ruta a La Seca, Cascantes y La Robla
Sale el Camino de San Salvador de Cabanillas, municipio de Cuadros, al norte de la ciudad de León, para continuar su ruta hacia Asturias por los pueblos leoneses del Alto Bernesga, una tierra aparentemente llana sobre el mapa pero que, bordeando las colinas sobre la vega del río, el viejo camino, evitando zonas inundables, busca tomar en ocasiones algo de altura por las cercanas laderas de las colinas, con varias subidas y bajadas, si bien otras veces se aproxima más a la orilla del curso fluvial


Así, en Las Fontanillas, nos desviamos un poco de la ribera del Bernesga a la derecha en esta bifurcación


Ante los montes de San Martino y El Pisón


Y caminando bajo sus laderas


A la izquierda la gran vega del Bernesga


Grandes praderías y allá, en la alameda, el río


En el Camino el encinar


Entorno boscoso de esta arboleda tan característica de estas comarcas leonesas


Buena sombra


No hay pérdida


En este cruce iremos a la izquierda


Bajando un poco


Y siguiendo las señales del Camino de San Salvador de la comarca de los Cuatro Valles


Las hojas perennes del encinar lo hacen fuerte ante las grandes heladas y nevadas del invierno, así como a la larga sequía del verano, reteniendo sombra y agua


Un buzón para los peregrinos. Si está en condiciones puede contener algún mapa, algo de botiquín y papel para escribir nuestras impresiones y registrar nuestra visita. Puede ser útil a los lugareños, secularmente vinculados a la hospitalidad de la ruta, si es necesario localizar a alguien extraviado, para saber por donde ha pasado previamente


Bajo el encinar el sotobosque


En la orilla del Bernesga, si bien un tanto altos respecto al cauce. La presa de La Peral era aprovechada para regadío conjuntamente por Cabanillas y La Seca


El Camino llanea


Valdecarros, estamos llegando a La Seca


Más encinas a ambos lados


Salimos del bosque y vemos a la izquierda La Seca, La Seca de Alba, pues formó parte en la Edad Media del desaparecido concejo de Alba, junto con Valsemana y Cascantes, ahora en el municipio de Cuadros, así como La Robla, Alcedo, Llanos y Sorribos, actualmente en el de La Robla, a donde nos dirigimos


Sus primeras menciones documentales son muy interesantes, independientemente de la interpolación aposta de algunas de estas informaciones en el Liber Testamentorum del ovetense Obispo Pelayo, la donación en él registrada por parte del rey Alfonso III El Magno de este territorio a la catedral ovetense, mencionándolo como "Sanctus Martines de Illa Sicca" da una pista fundamental sobre el origen del topónimo que concuerda con otras denominaciones escritas a posteriori, tanto "Illa Sicca" como "Illa Seca", esto es "Isla Seca", una de las muchas que se sabe, por escritos y mapas, que formaba el Berenesga en tiempos pasados, una isla seca en la que se asentó una población, atraída sin duda por la fertilidad del suelo y a lado de esta antiquísima vía de comunicación


En el siglo XI se vivió en este territorio la revuelta de los infanzones del Bernesga contra el obispo de León, acaudillados por Martino Citiz, de La Seca, quien extendió sus dominios desde aquí hasta Valcastro de Carbajal (por donde ha pasado el Camino al salir de la ciudad de León), argumentando que le correspondían por herencia, siendo necesaria la mediación del rey Alfonso VI pero, pese a ello y pasado un tiempo atacó el monasterio de San Tirso. La rebelión no obstante fracasaría con la rendición de los infanzones


En 1377 existía una cofradía del Rosario, con varias propiedades en La Seca, al igual que la Orden del Malta y varios monasterios leoneses.La Orden de Malta se asentaba, como otras, en las grandes rutas de peregrinación de la cristiandad, pues entre sus preceptos estaba el de acoger y proteger a los peregrinos. Algunos investigadores la ven como sucesora de la suprimida Orden del Temple, o donde al menos muchos de sus miembros y propiedades se integraron tras su disolución


Era La Seca la población más al norte de la Comisión del Bernesga pero con Alfonso IX pasaría a la ciudad de León. Más tarde, con Sancho IV, el concejo de Alba ve menguados sus derechos frente al poder y propiedades de la Iglesia y la nobleza feudal, si bien los verá notablemente recuperados con Felipe II


Con la Desamortización de Bienes Eclesiásticos del siglo XIX sabemos que hasta entonces tuvieron tierras en La Seca las monjas de Otero, Las Carbajalas, Las Catalinas y Las Descalzas de León, así como la Fábrica de San Isidoro, y aquí de La Seca los santuarios de San Blas, Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora Magdalena


Bajamos hacia la orilla del Bernesga donde estuvo el Puente de Las Traviesas, el más importante del río en el siglo XVIII, remozado en el año 2008


Además de la agricultura, ganadería, caza y pesca existieron molinos para moler el grano y hacer pan. Otra actividad era hacer carbón vegetal, que se vendía en los mercados leoneses. Antaño los tejados eran de cuelmo, paja de centeno, pero han desaparecido. A partir de aquí hacia el norte dejaremos de ver casas de adobe


Enlazamos con este otro camino y seguimos de frente


Y bajamos un poco más, hasta el Puente de Las Traviesas


El Camino como tal sigue de frente pero si deseamos entrar en La Seca, pues hay bar, iríamos al puente. Aquí hubo un hospital de peregrinos del que solo se conserva una talla de San Martín, advocación traída por los romeros francos, la cual está en un dintel del portón de acceso a una casa particular. La iglesia no obstante tiene como patrón a San Blas


En el cruce para seguir el Camino o ir al pueblo por el puente hay una gran panel explicativo


Donde se nos informa del recorrido por estas tierras del municipio de Cuadros del Camino de San Salvador



Mapa


Texto


Entremos en La Seca o sigamos de frente hemos de continuar por aquí


De vuelta al encinar


Y a la alameda de la ribera


Morrillos o piedras sueltas


Atrás queda La Seca


Adelante el Camino sigue


Por la ladera del monte


Ante Navachos y La Loma Carreros


Donde en esta bifurcación tomaremos el camino que baja a la izquierda


Y pasa sobre el cauce del arroyo de Candanedo


Para iniciar esta subida en Navachos


Y seguidamente volver a bajar ante La Vega de Cerezal, viendo a lo lejos los montes de Cabero Oscuro y Las Peñas de Fontañón, que separan este del Valle de Gordón y, aún más lejos el Pico del Castro (1727 m.). El Pico El Cueto (1.797 m.), Peña Prieta (1.621 m.), el Alto del Salguerón (1799 m.)  y el Pico Fontón o Machacao (1.953 m.)


Las encinas nos acompañan en el Alto Bernesga


De nuevo ante la llanura del valle en La Cámpara


Ya nos aguarda un tramo llano hasta Cascantes y La Robla


Entre los prados de la vega


Y bajo el arbolado


Un pequeño oratorio


"Ha nacido el Salvador", alegoría del Camino


Vamos siempre atentos a las señales


Acequia de riego


Algo se mueve en el prado


Las cigüeñas del Bernesga


Siempre recto y de frente, sin hacer caso a los cruces


El río a la izquierda


Pasamos junto a las instalaciones de la presa Manzanal, del Bernesga


Y salimos a la carretera LE-4514, la carretera de La Robla, a la derecha del puente


Y ya empezamos a ver las chimeneas de la Central Térmica de La Robla


Y la gran peña picuda y caliza del Pico Sierros (1.330 m.) en Los Sierros de San Martín


Al llegar al puente vamos a la derecha por el Camino de las Majadas


Cruzamos al otro lado y seguidamente tomamos la carretera LE-4524 a la izquierda


Para ir a Cascantes


Las primeras menciones a Cascantes proceden de dos documentos más que dudosos pero que al menos pueden dar fe de la antigüedad del poblamiento de estos parajes, uno es del año 359, o pretende serlo, donde hay una mención al lugar en una crónica que parece haberse hecho en realidad unos cuantos siglos después, al crearse la Diócesis de León, para dar  pretendida legalidad a sus posesiones. El otro caso es similar, una disposición de Ordoño II que en agradecimiento a la victoria en San Esteban de Gormaz (año 917) dona Cascantes y Cuadros a la nueva catedral leonesa:

"Ex meo realengo... Virnisga... villa et homines usque Cascantes ab omni integrate"

Pero es muy fácil que pueda ser una interpolación de un par de centurias después, también para extender los dominios de otros cabildos catedralicios. Sea como fuese lo cierto es que Cascantes perteneció en lo religioso al obispado de Oviedo hasta las reformas eclesiásticas de 1954. En lo civil tuvo alfoz o territorio propio, pegante al norte con Alba y al sur con la Comisio del Berenesga, sin que pagasen portazgos para llevar mercancías a los mercados de la capital y marcando el límite norte del Alfoz de León, nacido al otorgarle Fuero propio a la ciudad Alfonso V, estando exentos sus habitantes de pagar portazgos o peajes para llevar sus productos a vender a los mercados de la capital, tal y como se estipula en el año 1020 el decreto XXVIII del Concilio o Cortes de León, estando presente el monarca con su mujer Elvira Menéndez:

"Todo ome que moriar dentro de estos terminos por Santa Marta...por Cascantes...Villa Feliz...Ardon... , que por las entenciones que que han contra los de Leon, tomar derecho e facerlo, e guarden na villa, e los muros de la cibdat, e venga a rrestaurarlos cuando fur menester, assí como facen los dibdadanos de Leon e non dien portalgo de cossa que traigan a vernder"


El alfoz propio pasó a partir del siglo XIII con Alfonso IX a depender más directamente de la capital leonesa


En las cercanías, sin saberse muy bien el lugar exacto, existió el Castillo de Alba, que dominaba el territorio, testigo de los avatares de las repoblaciones primeras, de las guerras de Alfonso VII contra el Conde de Alba Gonzalo Peláez, señor de estos lugares y de Luna y Babia, de las razzias de Almanzor y de las guerras entre Alfonso IX de León y Alfonso VIII de Castilla, quien arrasó estas tierras junto con Astorga y Salamanca al no haberse visto ayudado en la batalla de Alarcos en 1195, pero que llegó a la paz con el leonés casando con él a su hija Berenguela. Aún así León no participaría en la mítica batalla de Las Navas de Tolosa en 1212 pues aún estaba recuperándose de aquel duro ataque castellano. En 1230 Fernando III El Santo dona Cascantes y otros lugares a la ciudad de León por serle fiel en sus luchas al trono castellano, siendo ello parte de la útima y definitiva unión  de Castilla y León en un solo reino


Luego el viejo concejo de Alba fue perdiendo poder frente a nobleza y monasterios con Sancho IV, quien confirma junto con su esposa Doña María de Molina y su hijo, el futuro Fernando IV, el privilegio de Alfonso IX en favor de la ciudad de León

"Et dono vobis Vernescam, Albam & Casscabtes cun toto suo realengo, cum tota voce regia&cum terminis&pertinentiis suis..." "ego rex Ferandus"

No sería hasta Felipe II siglos después cuando el concejo de Alba recuperase sus derechos civiles propios. Las reformas del siglo XIX lo desmembraron en los municipios de La Robla y Cuadros, al que ahora pertenece Cascantes


A la derecha los montes de La Lámpara, Hurdiales y El Travesal, con la Vallina Valdeiglesia, donde se dice hubo una iglesia de la que solo quedan ruinas y dedicada a San Félix, mencionada en la documentación medieval del siglo X y de la que se conservan algunas ruinas:

"super flumen Uernesga in Cascantes ecclesiam Sancti Felicis"


Aquí tuvieron también propiedades los Caballeros de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, al igual que en La Seca, La Robla, Llanos y Alcedo. En el siglo XVIII el convento de San Claudio de León disponía también de intereses en estos lugares


También Isabel II en 1858 entregó dádivas a la vecindad cuando pasaba por la Carretera de Asturias, esperándose a cambio el jolgorio de los habitantes a su paso y que estos mantuviesen arreglada la vía


El pueblo ve multiplicada su población en temporada estival, si bien buena parte de la vecindad se fue a residir fuera abandonando las labores agropecuarias, principalmente a la industria de villas cercanas como La Robla y Santa Lucía 


La característica predominante de su arquitectura son estas hileras de casas de fachada de piedra con dinteles de ladrillo y piso alto que jalonan la Calle Real. La mayor parte son de finales del siglo XIX y principios del XX cuando se reformó la traza de buena parte del viejo caserío


Llaman la atención los balcones-corredores de algunas casas


Se sabe que antes había más, este es de los pocos que quedan en la actualidad


Cuando este era el camino principal, anterior a las carreteras y autovías, era esta una verdadera calle mayor, con almacenes, fondas y tabernas


Había incluso unos canales, a manera de acequias, que llevaban el agua bajo los muros de las viviendas, puerta a puerta, lo cual era una ventaja para no ir a la fuente si bien también foco de insalubridad. Ahora hay una estrecha acera a cada lado


Son admirables,ya lo hemos dicho, estas largas filas de edificios populares


Entre ellos caminamos nosotros


Llegando así a la Plaza de la Iglesia


Aquí hay una fuente pública con señalización. Allí, detrás de la casa, está la iglesia de San Pedro, del siglo XVI pero con profundas reformas


Anterior a él se sabe hubo un templo románico anterior, tal vez de entre los siglos XI y XII. Hubo antaño un hospital de peregrinos, con capilla dedicada a Santa Lucía. En lo alto de la puerta de acceso al patio de entrada hay una cruz con una veleta que hace referencia al santo malvar, que es como decir santo jardín o camposanto, denominación para denominar al cementerio muy usual en buena parte de León, el cual sin duda estuvo antaño aquí


Hay otra cruz en el patio cubierto a la entrada del santuario. Se festeja al patrón San Pedro Apóstol el 22 de febrero y a su patrona la Virgen de los Remedios el 12 de octubre. En el interior se conservan imágenes de interés y una pila bautismal del XVI


Por detrás sigue el Camino, a lo largo de la Calle Real


En el ábside advierten los estudiosos señales del viejo templo medieval románico


En esta plaza hay una vieja fuente restaurada


Con tres caños. Atrás la fachada norte de la iglesia


Iglesia que dejamos atrás


Mientras continuamos por la Calle Real


Hay una fila de casas reformadas


Y a la izquierda el bar La Arrancadera, donde podremos tomar algo, descansar y sellar nuestra credencial en un trayecto que, desde Carbajal de la Legua, no es abundante en tiendas ni bares


Así iremos saliendo del centro de Cascantes, cuyo topónimo parece derivar del prerromano casc, zona pedregosa, normal en estas riberas del Bernesga


Viendo al norte, más cerca, la chimenea de la Térmica de La Robla


Vega de Pedregales, otro topónimo relativo a la piedra del río


A la derecha al fondo El Canto la Cotada


Cabritillas


Caserío de piedra en la ribera


Abundaron antaño en Cascantes los osos, según el Libro de la Montería de Alfonso XI, sabiéndose que eran voceados en los montes para espantarlos hacia el valle, donde los acorralaban y mataban gentes armadas


Paisaje de vega y alamedas


El Bernesga. Allí está la Vega de Crispín, donde hubo un poblamiento que se llevó el río en una crecida. Aquí el término de Cuadros por Cascantes se introduce como una cuña en el de La Robla por ambas márgenes. La razón es el pleito fronterizo acaecido aquí con el pueblo de Llanos de Alba, al lado de La Robla, en el siglo XV, que aún recuerda la memoria popular. A o lejos es el Pico de la Cerra, con sus 1.412 metros de altitud y su cantera de caliza. Más cerca es el Alto de la Lomba, sobre el valle


Aquí salimos de nuevo a la Carretera de La Robla, la LE-4514


Vamos a la izquierda, siguiendo las flechas


Y la señalización oficial del Camino de San Salvador


Hemos ir bien pegados al estrecho arcén


Y así entramos en el municipio de La Robla, uno de los que se crearon de la desmembración del histórico Concejo de Alba en el siglo XIX, solar del mítico Castillo de Alba, fundado por el rey Alfonso III El Magno para defender el Reino de Asturias de las incursiones musulmanas, muy fácilmente sobre una torre de vigilancia romana y/o más antiguo castro astur, testigo de numerosos episodios de la historia


Vamos por esta vereda


Allí vemos otra de las presas del Bernesga


Antaño estas presas eran para aprovechamiento para el regadío de todos estos pueblos, ahora se hacen para el sistema de refrigeración de la central térmica


Una acequia lleva las aguas por este margen hacia los campos de la vega


Seguimos esta senda que nos aparta de la carretera


Este lugar, sin apenas arcén, hay que pasarlo con mucho cuidado y atención. Recomendamos llevar siempre con nosotros un chaleco fosforito para ponerlo en estas travesías


Hasta equí a nuestra izquierda se extiende la estrecha cuña que el municipio de Cuadros adentra en el de La Robla. El pleito divisorio del siglo XV fue dirimido por el Procurador Juan de la Seca


Y estas son las instalaciones de la Central Térmica de La Robla, hacia donde nos encaminamos


Dejamos la carretera a la izquierda, pasando junto a la primera nave del Polígono Industrial de La Robla


El polígono y la térmica


La Térmica la Robla, como se la conoce popularmente, fue un proyecto del año 1965 de las empresas Hidroeléctrica de Moncabri, Hullera Vasco Leonesa, Endesa y Unión Eléctrica Madrileña, que adquiriría luego las demás participaciones. Actualmente es del grupo Gas Natural Fenosa


La cercanía a la carretera y al ferrocarril fue fundamental para su instalación. El Grupo 1 se inauguró en 1971 y el Grupo 2 en 1984. Su puesta en marcha incentivó el empleo en la comarca, si bien como contrapartida negativa es, según los informes de Greenpeace, la contaminación, en la que ocupa el octavo puesto entre las térmicas de carbón que más contamina de España


Vieja fuente y bancos y mesas de piedra


Nos dirigimos hacia la térmica, cuyo carbón autóctono procede de las cercanas minas leonesas de Santa Lucía, Ciñera y Matallana, llegando en caminón y cinta transbordadora, mientras el de importación viene por el puerto de El Musel, en Gijón/Xixón (Asturias) en ferrocarril de mercancías


Seguimos todo recto a la derecha de la térmica


Pasamos el puente sobre el arroyo Rabizo, que desemboca aquí en el Bernesga


Otro banco para sentarse


La imponente mole industrial al lado nuestro


Y aquí, frente al ferrocarril con los vagones del carbón, llegamos a un paraje excepcional: el campo de la ermita de la Nuestra Señora de Celada, donde hubo hospital de peregrinos y se custodia a la Virgen de las Nieves, patrona de La Robla



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