Mapa de este tramo de la ruta |
La Pista los Perales y señalización del Camín de la Reina para subir a Llames, parroquia de Viabañu |
En las vegas del río Piloña, a la altura de la piscifactoría de Sotu Dueñes, los peregrinos del Camín a Cuadonga recorren tierras parraguesas siguiendo el antiguo Camín de la Reina, también llamado aquí Camín Real de Viabañu, parroquia de este concejo de Parres hacia cuyos barrios y lugares nos dirigimos por esta pista, Los Perales, donde un cartel nos informa del viaje de Isabel II a Covadonga en 1858, siguiendo este antiquísimo camino que, al ser habilitado para circular sus carruajes con familia real y séquito, pasó a ser conocido como Camín de la Reina
Anagrama caminero
Y también una descripción de Gaspar Melchor de Jovellanos dedicada a cómo estaba este camino, también llamado Camín Real de Viabañu, cuando él lo recorrió, sesenta o setenta años antes que Isabel II...
"A la salida de Infiesto en las dos leguas hasta Llames de Parres se encontraba un mal paso. Desde la orilla de la Casa de Pandiello (La Venta), empieza uno de los caminos más perversos de Asturias, no solo en el famoso Golondrón, sino antes y después hasta llegar al Puente de Cangas"Una de sus hermanas, Juana Jacinta, estuvo casada en Llames, historia de la que muy pronto habremos de hablar
Sello de Isabel II de 1851
El camino sigue llano y recto junto al muro de la antigua piscifactoría
Pasamos las antiguas casetas y naves de sus abandonadas instalaciones
La piscifactoría ocupaba la parte de esta vega más pegada a la orilla del Piloña
Según nos acercamos al monte y subida a Llames abundan las arboledas...
Crece el matorral en los brotes primaverales
En este lugar, La Riega Escura lleva sus aguas al Piloña, río del que vamos a ir apartándonos poco a poco
La pista se adentra en la espesura
Finca a la derecha, por allí baja La Riega Escura
Al fondo, al final de los prados, pasa la carretera local de Sotu Dueñes a Llames
La cuesta se va empinando poco a poco...
Curva a la izquierda para ganar altura...
Y curva a la derecha...
La senda atraviesa el bosque cuesta arriba...
Llegamos a L'Areneru
L'Areneru recibe este nombre por una cantera de arena, abandonada, que veremos según subimos, entre los árboles, a mano derecha
La arena se empleaba para la construcción y para otros menesteres como la limpieza de las chapas de las cocinas de carbón
Viene lo más arrimado de la cuesta, La Pista Picuda
La pista zigzaguea un poco, es un repecho fuerte, pero no muy largo
En el viaje de la reina Isabel II que reaprovechó esta vía romana, además de que en algunos tramos habían de abrir paso, a golpe de hacha y machete, a los carruajes de la comitiva
Pese a las obras de adecuación realizadas para este viaje regio, se requirieron parejas de bueyes y vacas para ayudar a tirar de los coches en estas fuertes pendientes
Al final no fueron utilizadas todas, los dueños de las que sí, cobraron, los otro no, lo que provocó una reclamación de los mismos, personándose en el Ayuntamiento, para que se les sufragase con fondos municipales
Aún faltaba medio siglo casi para que llegase el ferrocarril al valle, y algo más la carretera
Todavía en los años 60 del siglo XX algunos de los pueblos de esta margen del Piloña estaban comunicados por lancha, servicio de barqueros, con la carretera
Tramo recto
Y va acabando la cuesta...
Terminado la subida enlazamos con otro camino y seguimos de frente...
Pasamos al pie de una finca...
Un poco de curva, ya en llano, o casi...
Y salimos de la biesca
Buen paisaje al oeste, campos y montañas
Reconocemos las líneas de cumbres que cierran por el este el valle del Sella, del que el Piloña es afluente
Primeramente, vemos a la izquierda Faes o La Cueste Faes (418 m), monte situado en tierras canguesas en la ribera oriental del Sella, justo encima de Arriondas/Les Arriondes, capital de este concejo de Parres
Aquí más cerca de nosotros Arobes, también perteneciente, como Llames, a esta parroquia de Viabañu
Más a la derecha de Arobes y más lejos, también sobre el valle del Sella, otra línea de cumbres, la Collada Ordial, L'Argayada (309 m), La Peñe Pandu (411 m) y, más atrás el Mofrechu (897 m), sierras de Santianes, Escapa y Cuana
Más a su derecha el Picu L'Arbolín (573 m), que es una buena referencia visual y geográfica también, pues está justo encima de Cangas de Onís/Cangues d'Onís
A nuestra izquierda, prados abajo, en lo profundo de esas boscosas laderas, discurre el río Piloña
Más arriba los altos de Arobes llegan a los 203 metros de altitud. A la izquierda divisamos algunos lugares de Prunales, en Castiellu, como El Colladín y El Cantiniellu, en La Cuesta Toya
En esa vertiente el paisaje es similar a esta, prados y boscaje
A la izquierda el Sueve, con los 1.161 metros de altura del Pienzu dominado el panorama. A sus pies el Beluenzu (1.034 m) y a su derecha Cocones (1.080 m), y el Picu les Duernes (1.059 m)
Más cerca reconocemos la iglesia de Santa María Magdalena de Castiellu, del siglo XVIII, solar de un antiguo castro que dio nombre a la parroquia
La misma imagen en invierno, con los árboles sin hoja, que nos permiten ver mejor el pórtico, cabecera, nave y espadaña del santuario
Su hermoso campo da vista a este formidable paisaje de valles y montañas
A nuestra derecha, prados arriba, barrios y quintanas de Llames, que paso a paso iremos viendo...
Arriba La Cuesta Bodes o Sierra Bodes, que llega a los 701 metros en el Picu Masáltu. es una prolongación parraguesa de la Sierra la Frecha, alturas al sur del valle del Piloña
El camino recorre los prados de estas laderas
Arriba El Caspiu, uno de los barrios de Llames por los que vamos a pasar
Y ahora sí que tenemos una vista muy completa desde las cimas y falda sur del Puertu Sueve, al norte. De izquierda a Ferecha el Cantu la Teya (728 m), El Sellón (1.027 m), La Govieta (1.025 m), Les Duernes (1.059 m), Cocones (1.080 m), Picu Pienzu (1.161 m), Les Cuerries (1.114 m), Les Corripies (1.033), Picu Miruenu (1.137 m), Fontanuelles (1.054 m), La Palombera (1.042 m), Picu Maladín (1.095 m), Picu los Cuervos (859 m), Cuetu Ordiyón (717 ,) y Antayo (554 m)
Entre Antayo y el Cuetu Ordiyón la campera La Salgar separa ambas alturas, mientras que la collada Campucima separa a este benjamin de sus hermanos mayores de este monte que
nuestra referencia visual, orientativa y geográfica, durante gran parte de esta ruta andariega, y va a seguir siéndolo un buen trecho más
Por La Faza la Güerta el camino dibuja una larga recta
Vemos luego el camín subiendo a la derecha por el prado, hacia El Caspiu
Y bajo El Caspiu una buena pumarada
También a nuestra izquierda, varios manzanales
Subimos un poco para ir llegando a El Caspiu
Paisaje a nuestra izquierda
Magnífica castañal sobre el camín
Pista de zahorra y recuesto...
Cruce y a la derecha,,,
Directos a El Caspiu y La Cuesta Bodes. Por esa línea de cumbres viene el camino a Covadonga desde Oviedo/Uviéu, la Ruta de las Peregrinaciones (GR-105)
Los topónimos con raíz en Bode se basan en palabra prerromana y céltica vinculada a las aguas con el significado primigenio de fuente, ampliamente registrada en los nombres de lugar
La palabra, además del extendido topónimo con raíz bod y bode, daría origen a teónimos y antropónimos, así como nombres y gentilicios en gran parte de Europa: nombres propios como bodenus o boderus, los antropónimos en Bod y Bode, boddus en Cantabria y Germania o divinidades como el dios Bodo, al que se dedica una estela en Villapalos (León)
Capítulo aparte merece el caso de Bodica o Boudica, la famosa reina de los britanos icenos que se sublevó contra los romanos, aquí se le ha encontrado más relación con el también céltico bouda, victoria, lo cual, etimológica y lingüísticamente está estrechamente vinculado con "suerte". El nombre existió también, sabido es por inscripciones, en el área gala y lusitana y, por un error de transcripción medieval de los textos del historiador romano Tácito, fue conocida también como Boadicea
Paisaje ahora a nuestra derecha de La Faza la Güerta y el camino por donde acabamos de subir
En medio vemos un cueto, Sorribes, por su cresta caminamos viniendo de La Goleta y Miyares
A sus pies un par de aldeas...
En medio Villar de Güergu, donde enlazábamos con el Camín de la Reina subiendo desde El Puente Sotu en el Piloña. Debajo asoma parcialmente Sotu Dueñes y arriba a lo lejos el cónico y fácilmente identificable Picu Viyao, hábitat castreño que luego fue fuerte romano a 575 metros de altitud. Aún más en la distancia y a su izquierda el Monte Incós (582 m), en Cabranes. Estas montañas fueron también nuestra referencia geográfica e histórica al entrar en el concejo de Piloña procedentes de Villaviciosa
Entre Villar de Güergu y Sotu Dueñes está la gran vega del Piloña en El Barcu, topónimo de delata las barquerías existentes antes de los actuales puentes
En esta foto de invierno vemos los barrios más altos de Sotu Dueñes, así como todo este soto, bosque de ribera, de las monjas, donnas, dueñas, señoras, del extinguido monasterio allí existente que dominó este territorio con su propio coto monacal. el convento de San Martín de Sotu, protagonista de unos episodios más truculentos vividos en el seno de la Iglesia en la baja Edad Media asturiana, del que hablábamos muy abundantemente en el capítulo anterior, y del que algo habrá que volver a decir
Más a la izquierda de Villar de Güergu La Costina. A lo lejos la Sierra Pesquerín
Bajo nosotros La Faza la Güerta y sus pomaradas
A la izquierda el camino, saliendo del bosque de L'Areneru y la Pista Picuda
Por ahí pasábamos hace solo un instante
Y por aquí seguimos, en El Caspiu
Pero no llegamos a entrar en el barrio, sino que tomamos el camino de la derecha
Sí podemos detenernos en esta placa que informa de la historia del camín...
Atentos a la señal, y acaso estuviese tapada o desaparecida la referencia es este cruce, que va a la iglesia de San Martín de Escoto
Camino que es también una ancha pista que comunica estas fincas
Es la Pista Samartín, que se dirige a la capilla de esta advocación, muy cerca ya de aquí
Campo de frutales, pasamos junto a una casa de piedra...
Pronto termina la cuesta...
Y seguimos caminando en llano
Bañeras y frigoríficos reciclados como bebederu, abrevaderos para las vacas
Bordeamos una finca cerrada...
Y ya vemos, en un altozano al lado del camino, el santuario de San Martín de Escoto, otro de los monumentos más significativos de la ruta, de origen alto medieval pero reedificado casi enteramente en el siglo XVI, a raíz de que en 1558 Toda Suárez, abadesa del monasterio ovetense de San Pelayo, al que había pasado casi tres décadas atrás, en 1530, el extinguido convento femenino de San Martín de Sotu (Sotu Dueñes), daba permiso a los vecinos de Llames, que formó parte del antiguo coto monacal, desaparecido en 1441, para emplear los restos constructivos del extinguido convento de San Martín para fundar, o refundar más bien, un templo en el pueblo, una iglesia propia
La condición de la abadesa Toda Suárez era que el nuevo templo a construir conservase la advocación de San Martín, tal y como se hizo, pero añadiéndose de Escoto, evolución de ex-coto, esto es, una obligada mención al desaparecido coto de las monjas de Sotu Dueñes, al que, reiteramos, había pertenecido Llames, y por ello, sus habitantes solicitaron reutilizar componentes del antiguo templo, tal como se hizo también en Villar de Güergu y en Sorribes
Vemos al fondo El Colláu, lo que viene a ser el centro y barrio principal de Llames
Este es el muro norte, normalmente el más sobrio, casi siempre en sombra. Nos llama la atención el ventanuco cuadrado arriba a la derecha de la nave
Para visitar el santuario vamos por ejemplo a ir a la izquierda bordeando su cabecera cuadrada...
La cabecera dispone de un ventanuco orientado al este que aporta luz al altar. Al mismo tiempo que damos la vuelta al santuario podemos contemplar los barios de Llames situados ante ella
Hay aquí además una mesa con bancos de madera a manera de zona de descanso en este mirador ante el pueblo de Llames. A la derecha El Cobayín y a la izquierda El Colláu, El Colláu Llames
Y en El Colláu Llames asoma entre los árboles la parte de atrás de El Palaciu, con su torre, donde vivió Juana Jacinta, hermana del ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, quien la visitaba en sus viajes a Covadonga. De ello hablaremos dentro de poco. Justo debajo el vemos el camín, subiendo a la carretera PR-3 para entrar en Llames
Más a la derecha está El Cobayín, otro de los barrios de Llames, donde se encuentra la Casa Ángel Pando, renacentista del siglo XVI (la blanca en medio de la foto), por lo que sería contemporánea de esta iglesia de San Martín de Escoto
Primeramente la capilla de Santa Lucía, el más antiguo oratorio, con su ventanuco orientado al sur
Y al sur está una de las dos portadas de San Martín de Escoto, que vamos a inspeccionar ahora
Esta portada sur es más sencilla que la principal, que veremos seguidamente, pero muestra detalles de sumo interés
Muestra arco de medio punto rodeado de una moldura rectangular o alfiz
Este alfiz presenta decoración estriada y descansa sobre dos ménsulas
La derecha se ve bastante claramente que es un ángel, se identifican perfectamente su cabeza y alas
La izquierda está mucho más gastada pero parece ser también un ángel
Vemos su posición respecto a la capilla de Santa Lucía
Este lugar es también un excelente mirador hacia los barrios de Llames que se extienden a lo largo de la carretera PR-3 y más arriba
Los ya citados de El Cobayín, La Negrina y La Casiella
Un poco más arriba La Riega Villar y L'Informáu, al pie La Cuesta Bodes
Un poco más abajo, por esa ladera, vemos la carretera, en llano
Más a la derecha, a la entrada de Llames por la PR-3 según se sube de Sotu Dueñes, vemos parcialmente La Pesa
La Pesa, unas casas posesión de "antiguos señores", donde sus caseros pesaban el grano que se llevaba a moler monte arriba, al Molín de la Pesa, que funcionaba con el agua que bajaba de un arroyo nacido en esa falda de la montaña. El molino, sus cimientos, aparecieron hace unos años, contándonos esta y otras historias Luis Barredo, vecino del lugar
Y allí estaba el albergue La Pesa de Arriba, pionero que fue en acoger, aparte de turistas y visitantes en general, peregrinos de la ruta a Covadonga y también, a Santiago, por caminos no señalizados oficialmente aún con su concha y mojón (el Camín de la Reina), pero que figuran en no pocas guías
Antaño, hasta los año 80, a veces se hacía la ruta "del tirón" desde Gijón/Xixón caminando día y noche y descansando solo para comer, cenar, o reponer fuerzas. Luego descubrimos en Casa Gaspar, en El Colláu, había unas pocas plazas en habitaciones, pues había sido una venta caminera, de la que pronto vamos a hablar. Poco después hacíamos uso de este albergue, inaugurado con toda la ilusión, hasta que Carmen López, su alma mater, se jubiló, muy merecidamente, en 2010, tras largos años de buen hacer, también en su suculenta cocina con sus especialidades gastronómicas, como gran y amena conversadora. Luego en Casa Gaspar, La Venta, o La Venta del Colláu, se ampliaron los alojamientos y plazas y abrieron más posadas y negocios de turismo cerca, como en La Calvera, y en toda la ruta: La Vega los Caseros, La Riera (Covadonga), Romiyu, Sietes, Breceña, Amandi, etc
Más a la derecha El Caspiu no se llega a ver bien ahora, oculto por los árboles
Recorremos la nave hacia la portada oeste, la principal
Al norte divisamos Prunales, en la parroquia de Castiellu
Vamos primeramente a ver la portada principal, la que mira al camino. Según María Cruz Morales y Emilio casares en El románico en Asturias, es del siglo XV. Arriba, otra pequeña ventana estilo saetera
Arriba dos ángeles sosteniendo una cruz, representación de la Cruz de los Ángeles, gran joya de la catedral ovetense de San Salvador, y su leyenda, la de que sus artífices eran ángeles
Abajo en la clave de la portada parece verse un rosetón con una cruz de malta o similar
A los lados de la portada están las ménsulas del alfiz, con elementos decorativos geométricos. Entre estas y el hueco de la puerta, en las piedras del dintel, distinguimos bien otros detalles
Accedemos al interior...
La nave se cubre con estructura de madera, a dos aguas, mientras la cabecera es de bóveda de crucería nervada. El arco de triunfo, ligeramente apuntado, denota ser reconstruido, en él los capiteles son seguramente elementos traídos del antiguo monasterio
Se supone son románicos, del siglo XII, si bien el motivo de los haces de palma y el sogueado de arriba son muy propios del Arte Asturiano. Este es el del lado izquierdo
Y este el derecho. A su izquierda, en esa esquina de la cabecera, una de las ménsulas en las que descansan los nervios de la bóveda de esta capilla mayor
Representa a un ciervo, muy fácilmente reconocible con sus astas
Otro es un capitel románico de motivo similar a los del arco triunfal que hemos visto. este y el anterior son los del lado oriental
Las ménsulas del lado occidental representan rostros humanos: un hombre
Y una mujer
Arriba, las nervaduras de la bóveda que sostienen estas ménsulas, nervios que confluyen en una clave donde se representa un ave, tal vez águila o paloma. Entre otras imágenes, como la Santina de Covadonga, preside el altar San Martín en su versión de soldado romano de caballería compartiendo su capa con un mendigo, su escena más representada, aparte de obispo
Se vincula su advocación a las peregrinaciones pues se revela que el culto a San Martín de Tours fue traído por peregrinos francos, si bien desde tiempo atrás aparece vinculado a la recolección y al pago de las rentas
Pasamos ahora a la capilla de Santa Lucía, anexa y de planta trapezoidal, el elemento más antiguo, sobre el que se hizo en nuevo santuario. En el interior hay pinturas del siglo XVI, si bien con fuerte impronta medieval, sencillas y muy deterioradas
En la bóveda, cuyas imágenes pueden darse por perdidas, sabemos por los estudios realizados, que representan a Cristo en Majestad, sedente, frontal, con corona y que realiza el gesto de la bendición con una mano mientras con la otra toma la bola del mundo
Una cenefa con pinturas de querubines alados separa la anterior imagen de las pàredes de la capilla
En las paredes las pinturas representan a Santa Lucía, la patrona de la capilla, y e el Entierro de San Martín, el patrón del santuario
Vueltos al exterior vamos a fijarnos primeramente en el paisaje que dominamos desde el campo enfrente de la portada de la iglesia
De frente, al norte, a los pies del camín, el valle del Piloña, por donde discurren, paralelos al río, el ferrocarril y la carretera N-634
Allí, entre Prunales y Arobes la montaña forma sobre el río unos grandes acantilados. Sus desprendimientos obligaron a construir un túnel para proteger el paso de vehículos por la N-634. Arriba asoman dos picos, de los que ya hemos hablado también en el anterior episodio: a la derecha El Picu Moru (549 m), a la izquierda La Forcada o El Cotaraxu
El Picu Moru es el de la derecha. Aquí abajo El Prau Redondu, en Prunales, Castiellu
Un gran murallón pétreo, a manera de alto acantilado fluvial, forma una pared natural donde el valle se estrecha en un desfiladero. Hay allí algunas cuevas y abrigos donde se han hecho hallazgos arqueológicos de lotes de piedras trabajadas atribuidas al Paleolítico Superior, sin duda primitivos asentamientos humanos de cazadores y recolectores que aprovecharon su proximidad al río
La Forcada, pequeña serranía cuya cúspide es el Picu Bandera (397 m), destaca por su gran cortada entre La Rasa y el Picu Castiellu, solar este de una fortificación altomedieval de la que quedan algunas señales, vinculadas con otra existente en La Peña'l Villar (291 m), cuya cima asoma un poco justo enfrente más abajo
Más cerca El Cantinellu, en Prunales, bajo el Monte Caravidales y Les Camperes (283 m)
A lo lejos la Sierra del Fitu, prolongación del Sueve hacia el este (aquí cubriéndose por las nieblas costeras)
A la izquierda toda la línea de cumbres del Sueve con el Picu Pienzu
Aquí cerca el campo de la iglesia de Castiellu, sobre Prunales
Justo sobre la iglesia ahora el Picu Beluenzu (1.034 m), a la izquierda del Pienzu y más abajo
Y luego las cimas hasta el Ordiyón, Antayo este a su izquierda con La Cuesta Miyares, y a lo lejos nuevamente el Picu Viyao y el Monte Incós, los altos de Sorribes y, abajo, Villar de Güergu y Sotu Dueñes
Dando vuelta al santuario regresamos de nuevo al camino...
Allí tenemos el monte Faes o Picu la Cerica (418 m), con La Cueste la Cobiella
Las sierras hacia el Monte Oliciu y a lo lejos Santianes y el Picu Mofrechu
Mucho destaca el gran desprendimiento de L'Argayón o Les Argayaes, en la lejanía
Solamente se ve (a la derecha de la casa), su parte más alta, pero su roca rosácea destaca en la montaña
Una tradición popular afirma que la hizo el mismo diablo arrastrando a su madre por los pelos en aquellas quebradas
Tal vez reconozcamos un poco a la derecha la línea de casas de Romiyu, siguiente pueblo de este itinerario, pero lo que más destaca en lontananza es el Picu l'Arbolín
Además de orientarnos hacia donde queda la capital canguesa, geográficamente el Picu l'Arbolín es considerado la transición montañosa entre el Alto Sella y el Bajo Sella, próximo ya a desembocar en el Cantábrico
Es también llamado por los pastores de la zona La Peñe L'Ornia. El Grupo de Montaña Peñasanta coloca todos los años un Belén de cumbres en su cima
Bajamos pues del campo de la capilla a La Pista Samartín
Y emprendemos ruta hacia El Colláu
Allí se concentran las casas, en torno a una plaza
Esta es la cuesta que vamos a seguir
En la pista otra placa informativa del Camín de la Reina
Al fondo a la izquierda los prados de L'Oteru, otro de los barrios de Llames
Enlazamos con otra pista y seguimos a la derecha
Aquí empieza la cuesta a El Colláu
Según subimos tenemos una preciosa vista a la derecha
La capilla de San Martín de Escoto y al fondo El Caspiu, que ahora sí vemos, entre las arboledas
Más allá de El Caspiu ahora asoma mejor La Pesa. Más a lo lejos asoman las casas de Caldevilla, solar de antiguos baños romanos, de los que aparecieron elementos de sus termas
Maizal en junio...
Casa Ángel Pando, no vemos su fachada renacentista, que mira al otro lado, a la carretera
Subimos ahora todo recto y directo...
Último repecho hasta la carretera...
Aquí empieza el suelo de hormigón
Pasamos junto a una caseta...
Y llegamos a la carretera
Otro buen lugar para contemplar el paisaje
Al llegar a la carretera tendremos a la derecha una mejor vista de El Caspiu, hasta cuyas "puertas" llegábamos antes de tomar el camino a la iglesia. Ahí está la Casa les Monxes, con ciertos elementos muy antiguos en el interior, piedras cinceladas y gravadas con cruces y otros signos, así como lo que fue un arco de medio punto, que la tradición popular quiere relacionar con las monjas del antiguo coto
Llegados a la carretera PR-3 caminamos a la izquierda
En El Toyu la carretera hace aún un poco de cuesta hacia El Colláu, el núcleo de población más grande no solamente de Llames sino de toda la parroquia de Viabañu
Las señales del Camín a Cuadonga y del GR-105, aquí coincidentes
Y así vamos ya carretera adelante pisando asfalto
Cruce y de frente hacia arriba
Plantación de pumares para manzana de rica sidra asturiana
Al fondo La Cerica o Faes
A la izquierda el Sueve, la Sierra del Fitu y el valle del Piloña
Monte Caravidales
Y ya estamos entrando en El Colláu, con sus casas bien concentradas en torno a una encrucijada
Y ya vemos la arbolada plaza central del Colláu Llames
A nuestra izquierda El Llagar o la Casa'l Llagar
Y más arriba los campos de El Palaciu
Va acabando la cuesta en una bifurcación al llegar a la plaza
Es un pequeño parque, con bancos y parada del autobús, al fondo está La Bolera
A la izquierda la antigua escuela es ahora sede de la Asociación de Mayores "Amigos de la Cuesta Bodes". Tuvo bar pero en el momento de escribir estas líneas permanecía cerrado. Detrás están Les Cases de los Maestros
De la escuela puede seguirse de frente continuando camino, pero esta plaza es un buen lugar para hacer un alto
Máxime si queremos tomar algo y/u hospedarnos en Casa Gaspar, a la derecha, históricamente La Venta o La Venta del Colláu, con su chigre, comedor. y habitaciones rurales de La Posada de la Venta
A la izquierda enfrente de la plaza, La Bolera
Y a la derecha la entrada a El Palaciu
Podemos asomarnos un poco a ver este conjunto, en lo más alto de El Colláu
A la derecha otra vista de la Casa'l Llagar
Y al fondo, el gran caserón de El Palaciu, donde vivió la hermana. Tomamos aquí de base unos textos revisados de El Camino de Gijón a Covadonga para explicar aquel episodio:
"En El Palaciu Llames vivió una hermana mayor de Jovellanos, llamada Juana Jacinta, quien tuvo que venir desde Xixón a Parres a vivir, de muy niña, después que se amañase un "matrimonio de conveniencia", en 1756, con un caballero de Llames: Juan Antonio López Pandiello, viudo de sesenta años que podría por edad ser su abuelo, pues ella tenía ventitrésEra el siglo XVIII y entonces los casamientos de este tipo eran norma generalizada en la sociedad dieciochesca. Jovellanos mismo cuenta que al principio su hermana tuvo que soportar lo indecible por culpa de este matrimonio arreglado, tanto que incluso le inspiró a él para preparar una comedia sobre el asunto, El Tíu Juan, que según el biógrafo y estudioso de Jovellanos, José Miguel Caso González, estuvo basada en el matrimonio de su hermana..."
"... Cuando López Pandiello muere en 1765, Juana Jacinta es la heredera universal de todas las posesiones de su marido, tenía 31 años y empezaron a rondarla muchos pretendientes, pues además de rica era guapísima
Ella se guio más por el amor pues se casó con el más pobre de todos, al que ella más quería, Sebastián de Posada y Soto, en el año 1766, pero solo seis años más tarde, en el tercer parto, Juana fallecía. Estos rincones de Llames son testigos, como todas las viejas caserías del extinto "Coto de Llames", de esta corta, trágica, pero romántica historia de amor..."
"... Después de la muerte de su hermana, que era once años mayor que él, Jovellanos sigue pasando por Llames y así lo plasma en sus diarios, como este del 24 de julio de 1795 en el que, pese a los muchos años pasados de su muerte, la sigue añorando:
"...tristes recuerdos de los alegres días pasados allí en vida de mi hermana Juana, gloria felicis olim viridisque juventae, el lugar se encuentra en deliciosísima situación, todo plantado de roble, castaño, fresno, haya, tilo, a cual más bello; famoso juego de bolos; vista en extremo agradable de la montaña que está de la otra parte del Piaña (Piloña); su ladera muy poblada, plantada y cultivada..."
"... El ilustrado recordaba con nostalgia los momentos felices aquí pasados, en este mismo pueblo y posada que tan bien nos acogió desde siempre, desde la primera vez que por aquí pasamos en 1991, buscando una alternativa a la carretera nacional, mucho antes de señalizar la ruta, pues antes lo usual era que desde El Puente la gente caminase ocho kilómetros por el arcén hasta Ozanes, un verdadero calvario de ruido, tráfico, monotonía e inquietud. Creemos que el cambio mereció la pena"
Luego de este gran encuentro con la historia jovellanista volvemos a la carretera
Y seguimos hacia la derecha
Directamente a La Venta del Colláu, de la que se dice fue la residencia de Juana Jacinta en su segundo matrimonio, en el lugar en el que habría una venta posadera de este antiguo camino
Según nos acercamos, vamos a recordar lo escrito en el libro El Camino de Gijón a Covadonga, explicando el lugar y su historia:
"La Venta es una casona de planta alta, mirando hacia esta plaza y hacia el camino, no en vano fue desde tiempo inmemorial vivienda, taberna, posada (por eso La Venta) y parada de diligencias. Ahora hay bar y al lado unas buenas habitaciones de alojamientos rurales exquisitamente habilitadas con toda la elegancia y confort pero también guardando toda la esencia rural de estas construcciones..."
"... El nombre del caserón está puesto en la base de una pipa de sidra incrustada en la fachada, encima de la puerta del bar..."
"... A la derecha está la entrada a los alojamientos, con un gran tendeyón primorosamente restaurado..."
"... decorado con ruedas de carro del país y aperos de labranza, y bajo su gran tejado, a cubierto, una enorme mesa de madera con bancos para sentarse, larguísima y totalmente rústica, que nada más verla, dan ganas de ir allá antes de nada..."
Ruedas del carro del país con sus ejes en forma de "H"
Enseres agrícolas en un pequeño museo etnográfico
En el muro, ruedas de molino...
Vamos a pasar al bar...
Admirando esta gran fachada...
Y pasamos al interior...
Aquí también sacamos este texto del libro del camino:
"... Si entramos primero al bar, es un entrañable "chigre de pueblu de los de tola vida", con la barra de despachar a mano izquierda y atrás la cocina, de suculentos quehaceres cocineros. Les fabes con xabalín son una especialidad, pero todo lo relacionado con la caza, la carne, los postres, la gastronomía asturiana en general. Siempre tienen los clásicos platos para los caminantes, las patatas fritas con huevos y chorizo, carne, jamón o similar, pero por encargo pueden preparar sus excelencias gastronómicas más sobresalientes, ellos mismos os dirán..."
"... Enfrente de la barra, están las mesas y las sillas, siempre hay gente conversando,
sentados o de pie, jugando a las cartas, viendo la tele, bebiendo una pinta, un café, un cacharru, lo que cuadre..."
"...De frente al fondo hay una puerta que da paso a un comedor, amplísimo, con chimenea, acogedor y, una cosa que pocas veces se ve: ¡¡¡se conserva un escenario, el corral de comedias, de cuando se representaban obras de teatro en los pueblos!!!, con todo su mobiliario, ¡no dejéis de preguntar por él!, testimonio de aquellos tiempos en los que las compañías locales "echaben la comedia" actuando de aldea en aldea..."
Una joya del pasado más reciente de estos lugares del Camín a Cuadonga
Volvemos a pasar por la barra
Y admiramos las fotografías...
Muchos visitantes y momentos felices...
Camín a Cuadonga a caballo en 2005
De sus habitaciones escribíamos también:
"... A la derecha del bar, como hemos dicho, está la entrada a La Posada de La Venta, que son las habitaciones, que abajo, por donde se entra, disponen de varios espacios comunes:salón-biblioteca, con sillones, chimenea y una cocina.A la derecha del bar, como hemos dicho, está la entrada a La Posada de La Venta, que son las habitaciones, que abajo, por donde se entra, disponen de varios espacios comunes..."
Volvemos al exterior...
Y seguimos recordando...
"... No siempre fue La Venta exactamente así, en nuestras primeras expediciones buscando un buen itinerario, estaban el bar, con tan buena comida como siempre y unas habitaciones en la planta alta, eran pocas plazas.
Otros dormían en el albergue de La Pesa, o sino, aquí, "nel boqueru la tenada", arriba encima del establo de las vacas, sobre la cuadra, donde se guardaba la hierba curada, como bien se acuerda Mari Nieves, que siempre que vamos nos habla de aquellas tertulias, paliques y parrafadas que echábamos, ya de aquella, con su marido Gaspar, al que ella siempre se refiere más cariñosamente como Gasparín.También alguien tuvo que dormir alguna vez en las gradas de la bolera. Mucho han cambiado las cosas desde entonces..."
"... Por La Venta pasó también Isabel II en su viaje oficial al santuario en 1858... "llegué conocer yo de rapacín a un paisanu mayor que decía que de neñu dio-y un vasu agua a la reina, que tenía apeáose del carruaje pa beber algo", nos relataba una vez Gaspar..."
Aquel fue el viaje, en el que según comentábamos en el capítulo anterior, además de visitar las principales poblaciones asturianas, bañarse en la gijonesa Playa de Pando o Arenal del Natahoyo, y celebrar reuniones, así como participar en fiestas y agasajos para ella y su séquito, se decidió a visitar Covadonga, con la idea de vincular su carga simbólica, religiosa, histórica, social y política con la monarquía, recuperando el mito de los orígenes en un momento en el que Covadonga aún languidecía a causa del gran incendio de 1777, en el que, a causa de un accidente con las velas de los fieles, prendió fuego el santuario de madera o "templo del milagro" que por entonces tapaba la Cueva
Ya a solo 20 kilómetros de Cuadonga, desde La Venta del Colláu retomamos ruta
Hasta danzarinas y gaiteros escoceses se dan cita en esta preciosa plaza de Llames
Placa con la historia de todos y cada uno de estos parajes del Camín de la Reina
Bifurcación y a la derecha
A la derecha La Bolera. También alguna vez se durmió aquí, en sacos
La Escuela y Les Cases de Cardín, donde estuvo el bar de Casa Cardín, después llamado El Colláu
Les Cases de Cardín, con los árboles más podados
Un lugar también de muy buenos recuerdos...
Veamos las señales...
El perro viene a despedirnos
Empezamos una larga bajada por la carretera del Puente la Barca, que va a la iglesia de Viabañu
Es la bajada al valle del Ríu Beleño...
Todo recto de frente vemos al fondo unas casas
Valdebode, más a lo lejos La Biesca, y la Casa L'Árbol, otros lugares de esta parroquia de Viabañu
A nuestra derecha La Cuesta Bodes con el valle abajo. A lo lejos el Altu Llerandi o Cabezón (868 m), la cumbre más alta de la Sierra la Vega o de La Peña Llerandi. Hubo minas de cobre en los años a caballo entre los siglos XIX y XX
Bajo La Cuesta Bodes El Cierru
Más cerca La Sierra Tospe y Granda, otra aldea de Viabañu
Llegamos así a la altura de las casas de Valdebode, donde la carretera hace una curva...
Y sigue la bajada...
Vistosas hortensias
Gran pumarada...
Estamos dando vista a nuestra derecha al valle del Ríu Beleño, que corre a desembocar en el Piloña tras recibir las aguas de no pocos afluentes, llegando en su momento hasta 14 molinos hidráulicos funcionando. Su nombre, con varios equivalentes en Asturias, está relacionado con la divinidad céltica Belenos, divinidad solar, de la que escribíamos, al pasar por aquí, en nuestros libros camineros...
"BELENOS: EL CULTO AL DIOS SOL
Belenos, popularizado por los tebeos de Astérix, es sin embargo uno de los dioses más misteriosos del panteón céltico. Al igual que Lug, Deva, Taranis o Cernunnos, dio nombre a muchas poblaciones, lugares y accidentes geográficos de toda Europà, En Asturias tenemos en caso de San Xuan de Beleño en Ponga, El Ríu Beleño o Beleña en Parres, Beloño en Xixón, Belonciu en Piloña o Belén en Valdés, entre otros..."
"...Se trata de una divinidad de oscuros orígenes que quizás fuese muy anterior a la llegada de los indoeuropeos, supervivencia personificada en un dios, de un resto de culto solar de primitivos pueblos megalíticos. Era también una deidad "luiminosa" o "brillante"como Lug, pero más vinculada al astro solar y al fuego. Los bretones le llamaban Beli y le tenían por su más antiguo antepasado..."
"... Además de Belenos los galos adoraban a una diosa llamada Belisama "la muy brillante". La gran fiesta de Beltaine, que representaba a primeros de mayo el final de los seis meses del invierno o "la oscuridad y la muerte", dando paso a los seis meses de primavera y verano, o de "la luz y la vida", significa literalmente "El Fuego de Bel" y a partir de esa fecha se medían las dos mitades en las que estaba dividido su calendario..."
"... Era la divinidad del triunfo de la luz sobre los meses de las tinieblas y la oscuridad. Esta fiesta solar aparenta tener una mayor trascendencia durante los solsticios, sobre todo el de verano, fecha cristianizada en la advocación a San Xuan, no pareciendo por tanto casualidad que el nombre de la capital de Ponga, San Xuan de Beleño, junte estas dos divinidades de dos religiones diferentes, pero con la misma función, resultando una curiosa unión entre el dios astur y el santo cristiano..."
"... En Las Galias se advierte una equivalencia entre Belenos y el Apolo romano, aunque Apolo tiene más de dios de la medicina que de dios solar. Hay quien esgrime que las tan repetidas representaciones del disco solar en toda la cultura indoeuropea puedan guardar alguna relación con Belenos..."
"... Yendo aún más allá, se llega a aventurar incluso que el famoso faraón egipcio Akenatón, aquel que suprimió el culto a los dioses del país del Nilo sustituyéndolo por la veneración al dios-uno, el disco solar Atón, donde algunos también buscan el origen del monoteísmo, realizó su "revolución religiosa" influenciado o inspirado por supuestos familiares o antecesores hicsos, pueblo de raíz indoeuropea que conquistó Egipto hacia el año 1730 antes de Cristo, los cuales, además de llevar a la tierra de los faraones los primeros caballos y carros, introdujeron ciertas formas de culto solar, incluso en sus emblemas..."
"... Mucho más cerca de nosotros, no deja de ser significativo que en el otro solsticio del año, el de invierno, seis meses antes del verano (o después, como queramos verlo), se celebra la Navidad o Advenimiento de Cristo, "la Luz que vence a las tinieblas, al mal..."
"... La coincidencia de fechas y veneraciones entre religiones tan aparentemente dispares demuestran que la adoración a las divinidades solares parece resultar tan antigua como la propia humanidad"
El Beleño corre aquí a desembocar al Piloña al lado del Puente la Barca, pasada la iglesia de Viabañu
Llegamos así a otro par de casas
Estamos en La Cuestiquina...
Primeramente las cuadras
Luego las elegantes viviendas...
Sigue la bajada...
Más cuadras y llagar...
Arriba L'Oteru, donde el Diccionario de Madoz, escrito entre los años 1845-50 dice que había mercado los sábados
Abajo La Tienda
Prados y manzanos...
Desde La Tienda, otro mirador natural sobre el valle
Mirando al sur a nuestra derecha una nueva vista del valle del Ríu Beleño
Valle que se estrecha enormemente entre La Cuesta Bodes y la Sierra Tospe
Seguimos en muro de la finca
Y pasamos al lado de La Tienda, donde se dice hubo antiguamente una tienda de ropa, de ahí su nombre
Al pie de la casa y en el camino, una fuente
Preciosa delantera y galería
Seto cerrando su corrada
Luego otra casa y un cobertizo
Y continuamos descendiendo todo directo
Cruce a L'Oteru, seguimos bajando de frente
Vacas en el pasto, montes de La Biesca y El Golondrón
Luego la carretera zigzaguea un poco entre las arboledas
Esencia del bosque atlántico
Tras la siguiente curva un nuevo paisaje
Aquí ya vemos la iglesia parroquial de Santa María de Viabañu (la Asunción) y, a su lado, la antigua Casa Rectoral, actualmente vivienda. Por aquí baja este histórico camino que ahora es carretera, tal y como dice la Gran Enciclpedia Asturiana en su tomo 14, voz Viabañu de Llames, firmado F.C. (Francisco Carantoña), tomo publicado hacia 1970:
"Restos de lo que fue la vía romana a su paso por Viabaño de Llames (Parres), que enlazaba con Romillo para enlazar en el puente romano de Cangas de Onís. Aunque todavía se conservaban algunos tramos de esta calzada a su paso por Infiesto y Villar de Huergo, no cabe duda que la más característica y mejor conservada era esta, que pasaba por la parroquial de Viabaño y que, recientemente, se vio afectada, en un buen sector, para dejar paso a la nueva carretera que une dicha parroquia con el pueblo de Arobes. Del paso de Roma por Viabaño son bien patentes estas piedras, que aún hoy día, son un verdadero alarde de ingeniería, salvando lo más accidentado de los terrenos, También se halla cerca una abundante y cristalina fuente, cuyas aguas tienen la virtud de curar los males de estómago. No cabe duda de que ya los romanos, en esta "vía del baño", se aprovecharon de estas salutíferas aguas, Esta calzada fue reparada en 1858 con motivo del viaje de la reina Isabel II, que en compañía de su hijo, el Príncipe de Asturias, no halló otro camino para dirigirse a Covadonga que el de este regia calzada que legaron los romanos a su paso por Asturias"
Más al este vamos viendo los picos y montes en la línea del Sella, entre Arriondas/Les Arriondes y Cangas de Onís/Cangue: a la izquierda con el Picu la Cerica o Faes (418 m). luego el Picu L'Arbolín (573 m) más a la derecha, así como La Cuesta Cobiella, Les Argayaes, La Collada Llueve, el Monte Onao, La Collada Laín...
Justo encima de la iglesia vemos la gran nave ganadera existente en La Ería Arobes, donde el río Piloña hace un gran meandro, formando una amplia vega y, más arriba, extendido linealmente,.. Romiyu. siguiente hito poblacional caminero, así como los altos de Romiyín, a los que subiremos antes de la bajada al valle del Sella en La Vega los Caseros
Ahora, al bajar, entre la iglesia y la rectoral vemos La Pista la Biesca, el camino que sube, desde la Casa'l Molín, cuyo tejado reconocemos allí abajo, para adentrase en las boscosas riberas del Piloña
La iglesia, informa Francisco José Roazada Martínez, cronista oficial de Parres, hubo de ser reconstruida tras la Guerra Civil, quedando poco de su fábrica medieval del siglo XIII, sabiéndose citada en el año 926 por donación de Ramiro II a la catedral ovetense de San Salvador, citándola como "Biabanno eclesiam sancte Marie similiter"
MUCHA ATENCIÓN AHORA: detrás de la iglesia dejamos la carretera para tomar un camino a la derecha entre esta y el cementerio
Aquí es el desvío. Justo a la derecha frente al muro del cementerio. Tengámoslo presente, no es infrecuente que peregrinos y caminantes sigan de largo, lleguen al río, o incluso salgan a la carretera, y tengan que dar la vuelta cuesta arriba, o seguir ya la N-634 hasta reempalmar con el camín en Ozanes, o incluso acaben en Arriondas/Les Arriondes, perdiéndose el que va a ser otro precioso tramos de la ruta
Puede haber alguna antigua garrapiella, o alguna señal del GR-105, coincidente en este trecho con el Camín a Cuadonga, al menos hasta Romiyín
Pasamos así detrás de la cabecera del templo...
Y delante del muro del cementerio, donde el paso se estrecha
Y frente a la puerta del camposanto, siguiendo el contorno de la iglesia, vamos a la derecha, viendo al fondo las casas de La Biesca
En el campu la iglesia seguimos de frente hacia la vieja rectoral
Eso sí, al pasar veamos el pórtico de la iglesia de Santa María de Viabañu con sus arcos de medio punto en ventanas y accesos. En él durmieron, cuando llegaron hacia las cuatro de la mañana, los participantes, apenas una decena en la I Marcha a Cuadonga de la Tertulia El Garrapiellu, celebraba en 1991, antes de la señalización de la ruta, que entonces realizamos en dos jornadas
Ahora a la izquierda de la Casa Rectoral sigue el camín
Y sigue bajando, hacia las orillas del Mampodre, río que nos disponemos a cruzar
De frente vemos su preciosa ribera, bajo La Biesca
Frente a las huertas e invernaderos el camino realiza una pronunciada y cerrada curva en pleno descanso
Dejamos así el campu la iglesia...
Es un verdadero giro de 360º para perder altura
Todo recto y de frente pasamos luego bajo el camposanto
Un poco de curva a la derecha según bajamos un poco más...
Y llegamos a la orilla del Ríu Mampodre en esta bifurcación
En la bifurcación hemos de ir a la derecha...
Y a la derecha cruzaremos El Puente Viabañu, sobre el Ríu Beleño
De frente la Casa'l Molín
A sus pies está El Molín o Molín de Viabañu, de los últimos que funcionaron en esta cuenca fluvial del Beleño
. Existían numerosas coplas alusivas a la molienda en este concejo, extraemos estos del Libro de Parres...
El molín tien dueña
y la dueña guapa ye
mociquina mui salada
pero nun dexa querer
Gasta la molinera
lindos corales,
y el probe molineru
nun tien dos riales
Molinera de Santianes
donde tienes los molinos
téngolos debaxu casa.
Yá lo saben los vecinos
A la puerta del molín
hai un ratón con madreñes,
mirando a la molinera
cómo maquila los fueyes
Gasta la molinera
ricos pendientes
y el probe molineru
raca los dientes
La molinera trae corales,
el molineru corbatín
¿de onde sal tantu lujo
si nun sal del molín?
La rueda del molín
gira, gira sin cesar,
movidina por el agua
del más claru manantial
Tien la molinera
ricos molares,
para moler el trigu
de los chavales
Ahora el camino bordea la Casa'l Molín en curva ascendente a la derecha
Pasa junto a la tenada y sigue subiendo: La Pista la Biesca
Ahora caminamos al lado de las cuadras...
Y seguiremos subiendo hacia La Biesca
Fincas a ambos lados...
A la izquierda, al otro lado del Piloña, Arobes, también de la parroquia de Viabañu
Ahora hay un puente, llamado de Arobes o Puente la Barca, pues antes la comunicación de la carretera con estos pueblos era en embarcaciones
Arobes tiene también una capilla del siglo XVI, estilo renacentista, dedicada a San Roque. Aquella centuria debió ser pródiga en fundaciones en este valle
Vista atrás tenemos una bonita estampa de la Casa'l Molín, la rectoral. la iglesia de Viabañu, el camino que baja de Llames y, arriba, L'Oteru
Misma imagen en verano
Continuamos cuesta arriba
Otra vista de Arobes
La subida va suavizándose al pasar este cobertizo
Seguimos unos metros más...
Curva a la derecha, ya vemos en lo alto las casas de La Biesca
Pero no vamos a subir a ellas...
Un poco más adelante, al pie de esos árboles, iremos a la izquierda
Justo aquí dejaremos el asfalto
Prosiguiendo nuestro recorrido por este emblemático Camín de la Reina...
La señalización de los postes de madera del Camín a Cuadonga ha desaparecido, si bien en este tramo, que coincide con el GR-105, la de este sí está
Pero sí hay placas del GR-105 y flechas azules y amarillas
Nos adentramos en la biesca que da nombre a estos lugares...
Una nueva placa caminera
Y avanzamos por otro precioso tramo de este histórico camino...
Biesca a la izquierda, prados a la derecha
Las alambradas, para que el ganado no pase al camín, son muestra de sus usos ganaderos
Otro de esos maravillosos paisajes del Camín de la Reina
Y allí enfrente una cabaña
Bordeamos así toda esta hermosa pradería
Pasando delante de la cabaña que vemos a la derecha
Sigue la alambrada de la extensa finca
El camino es muy llano en este tramo...
El bellísimo sendero se encaja entre el arbolado y la finca
Castaños y carbayos jóvenes
Más pumarada en el prado de la derecha
Aunque no nos damos cuenta porque no lo vemos volvemos aquí, poco a poco, a acercarnos a la orilla del Piloña
Curva a la derecha...
Curva a la izquierda...
Ahora ya nos metemos en el tramo más boscoso del camino que va a Romiyu
Una pequeña riega baja a echar sus aguas al Piloña, manantiales que nacen en este paraíso selvático
La pista que sigue el trazado del viejo camino es siempre ancha más que de sobra y no tiene pérdida
Llegamos así a una bifurcación
Seguimos sin problema de frente por el camino principal
Hace tiempo se veían unas piedras entre la maleza que parece han desaparecido. No obstante, repasemos lo escrito en El Camino de Gijón a Covadonga:
"De todas maneras, si es que pasáis de noche por aquí y os encontráis con las ánimas y las luminarias de la güestia, no tenéis más que trazar con un palo un círculo en el suelo e introduciros dentro de él (¨círculo de Salomón"). La fantasmagórica comitiva respetará ese espacio y pasará de largo, si es que los conjuros no mienten"
Ahora bajamos un poco por la zona conocida como El Golondrón
Abajo, el río, el Piloña
Hemos vuelto a su encuentro
Volvemos a releer lo descrito en El Camino de Gijón a Covadonga:
"Era por estos vericuetos donde una partida de gente con hachas y hoces o focetes avanzaba abriendo paso a Isabel II y su séquito durante su viaje oficial en 1858, pues en determinados tramos no había habido tiempo de ensancharlo y acondicionarlo y era necesario ir cortando árboles, maleza y helechos para que pudiesen pasar carros y carruajes de todo el séquito y acompañantes..."
"... Hoy, más de medio siglo después, la situación ha cambiado, el camino quedó semiabandonado tras la construcción de la carretera, pero siguió utilizándose como vía de servicio para acceder a las fincas y al río. Nunca lo conocimos "tomado" del todo por la maleza, siempre pudimos pasar más o menos bien, últimamente se había apisonado el firme y en algunas partes ensanchado un poco, para dar buen trayecto a los miles de caminantes que pasan por él. Puede que aún encontremos restos en algún lugar concreto de su empedrado original"
En alguno de estos trechos tal vez podamos reconocer nuevos detalles en este frondoso paisaje que nos rodea
Allí arriba unas casas: Romiyu, otra de las aldeas de esta parroquia de Viabañu
Y más allá el Picu la Cerica o Faes, señal de la cercanía a Arriondas/Les Arriondes, la capital municipal
Y justo al borde de un acantilado fluvial seguimos bajando por esta boscosa falda de El Golondrón
Admirando estas formidables arboledas
Un poco de rampa abajo...
Y curva a la izquierda...
Es este El Puente'l Golondrón, sobre la riega del mismo nombre, que va a dar su agua al Piloña
Suele estar cubierto de vegetación, pero si nos fijamos veremos las piedras del puente, hecho en forma de curva, como el camín
Luego subimos un poco suavemente
Paisaje de exuberante naturaleza fluvial y verdor
Los troncos se inclinan hacia el río
Lo vemos entre la enramada...
Muro de piedras contra los argayos o corrimientos de la ladera
Pasamanos sobre otro reguero, riega o arroyuelo
Y así continuamos nuestra marcha por estos bosques de El Golondrón
El río a nuestra izquierda
Mágicas sensaciones cuando nos adentramos en la fresca penumbra...
Los troncos se cubren de musgo
Vamos bajando paso a paso...
Y aquí está el Piloña con sus cotos trucheros y salmoneros, que antaño fueron de los vecinos del actual concejo, llegando a demandar a quien se inmiscuía en la pesca, como en 1739, cuando demandaron al señor de la Casa de Nevares don Arias Joseph de Omaña por aprovecharse de la pesca del salmón y trucha. Abundaba tanto que en varios contratos, como los de los criados del Palacio de Coviella, se estipulaba no se diese de comer salmón más de dos veces por semana. Al similar a lo que exigían los canteros de Covadonga, según informa El Libro de Parres
Existían también artes furtivas de pesca, como los tresmallos, a base de mallas, que había dos tipos, de trucha y de salmón, a base de mallas. También estaba el refuelle o sacadera, un aro metálico de 1 metro de diámetro con mango de madera al que se le ponía una red, similar a una manga; los butrones o buitrón, cesta de cono prolongada con varios aros y estirable, para colocar en las presas de los molinos y atrapar las truchas cuando van a desovar o vuelven del desove; naseras o nasas; la fisga o arpón para el salmón; la garrucha, otro ingenio a base de aros, ganchos y varilla, para el salmón; les pedreres, esto es, cerrar con piedras una zona del río, el aparadeyu o paradeyu; malla con corchos de flotación; el volante, con varios anzuelos que se tira al río; la varilla, vara de ablanu (avellano) y anzuelo; o el garrampín, con tres ganchos y cuerda, para salmón, reo y lamprea
Hasta 1572 no se conoce en el Sella la caña de pescar, o al menos no hasta entonces aparece mencionada en un documento, del monasterio de San Pedro Villanueva, que tendremos que visitar. Oficialmente era el único método permitido para el salmón
Sigue la pista, en descenso hacia el borde de la orilla
Altísimas arboledas a ambos lados
Helechos en la vereda...
Majestuosa umbría del bosque de ribera
A nuestra izquierda, al otro lado del río, una gran vega
Oteamos así entre las ramas...
Es la Iría Arobes, una pradería muy llana donde el río forma un meandro bastante grande. Vemos las casas, la carretera, el ferrocarril y, arriba, el Sueve
El Piloña, como el Sella, eran también rutas comerciales fluviales, además de las barcas para comunicar ambas orillas, surcaban sus aguas chalanas con transportes de madera. Así escribe de ello Jovellanos en sus Diarios...
"... sus aguas en diferentes puntos, bajan al Piaña (Piloña); vemos por este bajar seis chalanas con madera, suelen llevar de treinta a cuarenta codos, según las aguas; si se haya, de cincuenta a sesenta, canal abierto para su paso; en él bajan al río, uno, dos o más chalaneros para ayudar al paso de las maderas; en los remansos van bien, solo ayudados del bichero; no se sabe aquí el peso de cada codo, cada especie de madera, tiene el suyo; aún el roble, según su casta..."
Y sigue diciendo...
"En el paraje de La Piñera... hay una mina de carbón de piedra... la que el ministro Piles mandó beneficiar a un D. Francisco Rodríguez, natural de Llames de Parres, el cual sacó una porción, parte de la cual se llevó en chalanas a Ribadesella, y parte existe sin conducir. Dícese que es excelente, pero que la conducción es cara porque las chalanas cargan poco, hasta encontrar el Sella, en Las Arriondas, donde los barcos tienen ya más agua
Por aquí se tiran muchas maderas a Ribadesella"
Inmersos en las arboledas ribereñas, un paraje ideal para el caminante
Tramo llano y recto
En la inmensidad verde...
El río y el camino, siempre en paralelo a lo largo de este trecho
Otra larga y preciosa recta...
Impresionante túnel vegetal
Mullido suelo de tierra
Largos troncos, como lanzas...
Zona de remansos, un lugar en calma e idílico
Cotos trucheros, puestas de pesca
Frondosos sotos o bosques ribereños en ambas márgenes
Sigue el camino llano y recto
Y ahora un poco de cuesta...
Nos elevamos sobre el Piloña
Desde lo alto admiramos nuevos paisajes de sus riberas...
Vamos hacia otras arboledas
Pero antes no detenemos a contemplar este precioso lugar
Es una zona de rápidos, donde el río toma brío, sobre todo cuando va con mucho caudal
Y atrás van quedando estos inolvidables paisajes de El Golondrón
Y ahora otro buen trayecto a la sombra de los árboles
Seguimos subiendo un poco más...
El río ya queda abajo
Y una isla en medio, con hierba
Pero a partir de aquí vamos a ir apartándonos de la orilla
Andamos por el frondoso Camín del Pical
Robledales, alamedas y castañares, también bastantes fresnos y otras especies
Otra larga galería arbórea y vegetal donde el camino hace una recta
El reino del busgosu, el espíritu libre del bosque...
Lo que antes bajamos toca ahora subirlo...
Hasta las piedras se cubren de musgo...
Un repecho más y salimos de los bosques del Piloña por el Camín del Pical
Pasamos junto a unas fincas que caen junto al río y volvemos a ver las casas de Romiyu
En concreto su barrio alto, La Calle Riba. El camín pasa por debajo...
El río ha quedado allá abajo...
El Sueve sigue siendo una buena referencia que nos indica cómo vamos avanzando por el Camín a Cuadonga
El Picu Pienzu domina la escena...
Mas cerca, otra vista de Arobes...
Y sus casas en la ladera que cae al río...
El Picu L'Arbolín ya parece a un paso...
Otra panorámica de Arobes y su iría. A lo lejos ha quedado ya Castiellu
El Camín del Pical recto hacia Romillu
A la izquierda La Forcada
Rocoso monte-fortaleza atalaya sobre los valles del Piloña y Sella
Pasamos sobre otro arroyuelo...
Otro arroyo que corre a desembocar, prados abajo, al Piloña
Grandes regodones de río en la muria que separa el camino de las fincas
La caja caminera del Camín del Pical se hace profunda en este lugar
Y no cesamos de subir por la campiña la cuesta de Romiyu
Árboles combados...
Prados y bosquetes es el paisaje dominante
Ahora la senda serpenteará un poco al llegar a estos árboles
Otro recuesto más ganando altura
Un trayecto no muy duro pese a ser en subida y que merece la pena
Otra gran vega ante Romiyu. Nos hemos separado ya considerablemente del río
Y continuamos avanzando por la cuesta
Ya estamos en los prados al pie de La Calle Riba
Arriba vemos las casas. Fijémonos en la pared de piedras conteniendo el terreno
Imágenes de la llegada a Romiyu...
Curva a la izquierda
Desde aquí podemos tener una buena visual del camino que hemos pasado ya
La Cuesta Bodes, ya lejos, nos sirve de referencia. A la izquierda El Golondrosu
Donde el humo La Biesca. Más abajo La Iría Arobes. A la derecha Llames
Si nos fijamos podremos ver el campanario de la iglesia, abajo asomando entre la copa del árbol el primer término. Encima de ella L'Oteru y, a la izquierda también arriba, Valdebode y El Colláu
Aún hemos de subir un poco más...
Ya a las puertas de Romiyu
Curva ascendente a la derecha
Una canaleta de aguas a la izquierda...
Encima de nosotros La Calle Riba, el barrio alto que veíamos ya desde la distancia
Prados segados y pumarada
A la izquierda La Calle Nueva, donde abre sus puertas El Puntual, albergue y alojamientos
La Fuente la Capilla y la capilla de San Lorenzo, entrada en Romiyu por La Calle Nueva, paso a Romillín y La Vega los Caseros, del valle del Piloña al del Sella...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!