Mapa de este tramo del camín |
Capilla de San Lorenzo, entrando en Romiyu |
La capilla, restaurada en el siglo XX, celebra romería en agosto conmemorando a su patrón
A la izquierda del camino que viene un poco en cuesta por el Camín del Pical, están las ruinas de lo que parece ser fue una antigua Casa Rectoral, de la que apenas quedan restos en pie, apenas una pared, eso sí, con el arranque de un artístico cortafuegos
De la capilla a la derecha La Calle Nueva, uno de los barrios de Romiyu
A la izquierda prau y pumarada
Enlazamos con otro camino y seguimos de frente por las calles de Romiyu
A partir de aquí pisamos de nuevo asfalto
Acabando la cuesta que comenzamos en el Camín del Pical, desde la orilla del Piloña, salimos al camino que comunica La Calle Riba con La Calle Nueva, yendo nosotros a la izquierda
Fijémonos en las señales que hay en el muro de piedra
El Camín a Cuadonga y el GR 105 o Ruta de las Peregrinaciones que coinciden en este tramo
Seguimos el camino todo recto
Atrás La Calle Riba
Delante La Calle Nueva
Fincas delante de las casas
Curva a la izquierda...
Y esta es La Calle Nueva, con su precioso conjunto de hórreos en La Caneya'l Rabil, que dan paso al albergue. Aquí se recuerda mucho a Jaime Longo, que tocaba el violín y amenizaba espontáneos bailes debajo de una panera. Era pastor pero hombre mañoso y de gran cultura, pues se dice fabricaba incluso relojes de arena
Salvo que vayamos a El Puntual, que sería yendo a la izquierda, la ruta continúa a la derecha
Y aquí empieza a bajar
A lo lejos, el Picu la Cerica o Faes (418 m) se levanta justo donde el río Piloña desemboca en el Sella, en Arriondas/Les Arriondes, capital de este concejo de Parres
Hay un poco de acera...
Al pasar olemos la fragancia de estas hortensias
Altos cipreses...
Estamos en La Calle Baxu
Cruce y a la derecha
En un tramo llano hay una bonita fila de casas tradicionales asturianas, algunas restauradas y otras no. Fijémonos en la primera de la izquierda, en ruinas
Tiene un antiguo corredor donde, en su momento, se instaló un retrete a la derecha, sin duda cuando el agua corriente llegó a las casas
Los baños, cuando empezaron a ponerse, solían aprovechar estos corredores, como es este el caso. Si nos fijamos, su pared exterior se ha quedado sin carga y se ve de qué estaba hecha
Son tucos de panoyes, esto es, la parte leñosa de las mazorcas del maíz
Seguidamente hay una casa también cayendo, una antigua cuadra y al fondo dos casas más, estas soberbiamente restauradas y con buenos balcones-corredores asomados al camín
Pasamos ante ellas y bajo estos corredores
Después curva cerrada a la izquierda
Bajamos ahora todo recto viendo de frente los altos de Areñes y las casas de Romiyín, ya en la vecina parroquia parraguesa de Villanueva, al otro lado del valle del Ríu Mampodre
Cruce y de frente hacia abajo
Caminamos al pie del hórreo
Al otro lado del valle, en Romiyín, vemos tres casas o grupos de casas que van a ser nuestra referencia en la subida que nos aguarda por esos montes, por los que pasaremos del valle del Piloña y sus afluentes al del Sella
Por ahí seguiremos la carretera PR-5, que desde el puente del Mampodre sube primeramente a L'Estanco, a la derecha de la foto, luego hace una curva cerrada y pasa justo debajo de la Casa Grande (a la izquierda)
Con menos cuesta la carretera llega a La Faya, más a la izquierda
Y desde La Faya sube, por esos bosques, Romiyín arriba, hasta la capilla de San José de Arenes, que viene a ser la última subida de cierta dureza en esta ruta. Luego ya será bajar al valle del Sella en La Vega los Caseros y por San Pedro Villanueva seguir a Cangas de Onís/Cangues y acabar en Covadonga, o Cuadonga, ascendiendo, eso sí, a la Cueva la Santina
Pasamos al lado de esta casa y su jardín
Luego este abeto
Y a la sombra de esta biesca...
Las fincas se extienden cuesta abajo hacia el valle
El Camín de la Reina o Camín Real de Viabañu, sale ahora a la carretera PR-4
Pasamos frente a la parada del autobús...
Y bajamos a la izquierda por esta carretera
Carretera PR-4 que baja hacia Ozanes
A la derecha la gran vega del Mampodre, justo donde va a verter sus aguas al Piloña, entre Romiyu y Romiyín. Al fondo El Teyón (168 m), donde el Piloña realiza un gran meandro
Por allí abajo va la carretera PR-5, a la que enseguida vamos a salir
En esta vega está el Molín de Riquelme, también llamado del Requexu o de Miguel el Molineru, el que mejor se conservaba de los cinco que existieron en el Mampodre. Nosotros seguimos la carretera, que sigue a la izquierda
De frente a lo lejos La Forcada o Cotaraxu, con los 397 metros del Picu Bandera, su cota más alta, otra de nuestras referencias visuales desde este tramo de ruta, pues ya lo veíamos desde Sorribes, en Piloña. En una de sus estribaciones, el Picu Castiellu, hay indicios de una antigua fortaleza altomedieval
Pasamos al pie de una casa en esta curva a la derecha
Vamos todo cuesta abajo...
Allí otro cruce...
Es la entrada a otra casa, flanqueada por dos grandes abetos. Nosotros seguimos de frente carretera abajo
Bordeando la finca, donde hay una buena parra
Curva cerrada a la izquierda
Es ya el final del tramo en cuesta abajo desde Romiyu
Un giro completo para ir en llano por estas vegas y riberas hacia Romiyín
El río según lo vemos al pasar junto a él
Aquí el mismo lugar en abril, cuando se ve más el río
En este lugar nos despedimos de él, del Piloña, del que hablamos intensamente en estos tramos que recorrieron su valle y los de sus afluentes, ya bajando de Anayo
Nos vamos separando poco a poco de la orilla para enseguida emprender la subida a Romiyín, atravesando los montes que nos llevarán a otro muy importante valle, el del Sella
A la izquierda el Mampodre lleva su agua al Piloña
Curva a la izquierda
El río nace al sur, al pie del Picu Fontecha, casi en la frontera de Parres con Ponga y Amieva. Según el investigador Xulio Concepción en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana, Mampodre parece ser equivalente a monte podre, esto es blando, quebradizo (con desprendimientos o argayos)
Existe un topónimo similar, Mampomdre, referido a unos picos al otro lado de la Cordillera Cantábrica, en León. En su momento se argumentó la posibilidad que tuviese que ver con manus putres, manos cortadas, relativo al castigo de los romanos a los ástures y los cántabros durante las guerras de los años 29-19 a.C. pero parece poco consistente
Al cruzar el río dejamos la parroquia de Viabañu para entrar en la de Villanueva
A la izquierda, prado y pumares
La reciella, el ganado menudo o menor, pasta en le vega
Y por el Camín de La Faya comienzan las curvas y cuestas de Romiyu
La carretera es bastante ancha, no suele tener mayormente tráfico pero carece de senda o vereda peatonal, por lo que hay que tener precaución: estemos atentos al paso de vehículos, normalmente coches, tractores, reparto, camión de la leche, etc. y no invadamos la calzada por el medio
Aquí hay un puente sobre un regato que baja sus aguas al Mampodre
Esta es la primer cuesta, que sube directa hacia L'Estanco
Es una buena rampa que sigue la falda del monte, entre estos prados que caen hacia el valle del Mampodre
Estas parras señalan que hemos llegado a la finca de L'Estanco
Ya ganando altura tenemos esta preciosa vista del valle del Mampomdre con Romiyu a lo lejos
Rebaño de vacas en estos pastizales
A la altura de la casa acaba esta primera cuesta
Acabamos este primer repecho a la sombra de la arboleda...
Aquí hay una curva cerrada a la izquierda y en ascenso
Estamos ahora bajo la finca de La Casa Grande, que veíamos desde la salida de Romiyu
Una verdadera "curva de Scalextric" le dicen, pues es un giro completo de casi 360 grados
Aquí hay un buen tramo de guardarraíl-quitamiedos
Desde esta curva a la derecha vemos el Sueve
Arriba a la derecha la Casa Grande
Vemos sus ventanas asomadas al valle
Abajo a la izquierda otro paisaje y otros detalles
Abajo está Ozanes, en la N-634
Ozanes pagaba antañó tributos al monasterio de San Pedro Villanueva y a Covadonga, así el cronista oficial de Parres, Francisco José Rozada Martínez, señala que en el segundo libro de cuentas del citado monasterio, años 1598 a 1608, en el que una nota aclaratoria a partir de 1602 dice:
“Juan de Ozanes, arcipreste y cura de Santa María de Villanueva paga siete celemines y medio de pan. Los seis y medio por el foro que lleva en segunda vida de la media Casería que llaman de Ozanes, que la otra mitad se parte con Covadonga"
Aunque la cuesta no es tan dura como la anterior seguimos subiendo poco a poco...
Otro puente sobre el regato que ya cruzábamos abajo...
Curva a la derecha...
El camino casi llanea en unos metros antes de las casas
Y luego vuelve a subir en La Faya
Frente a las casas hay una curva a la derecha
Y aquí un cruce, entre las dos casas
Parece ha desaparecido la señalización. El Camín a Cuadonga sube toda la carretera de frente hacia arriba a la derecha. El GR-105 va a la izquierda, deja el asfalto pero realiza un gran rodeo. Ambos caminos se reunirán algo más allá
Estamos en otro muy buen lugar para contemplar el paisaje. A la izquierda La Cuesta Bodes, abajo a la derecha Romiyu
La Calle Nueva y la Calle Baxu, por donde bajamos al Mampodre
Y otra vista hacia Ozanes y el valle del Piloña
En esta foto, de principios de primavera, aún con los árboles sin hojas, vemos mejor Ozanes con su puente. Antaño muchos peregrinos seguían varios kilómetros por la carretera N-634 hasta aquí, desde El Puente Sotu, para cruzarlo y seguir por esta ruta, pero es un trayecto muy monótono y, en algunos tramos, de escaso arcén, verdaderamente peligroso
La mayor parte de las casas se extienden a lo largo de la carretera. Si nos fijamos veremos pasar un tren de mercancías. Esta línea se inauguró el 10 de junio de 1903, siendo entonces de los Ferrocarriles Económicos de Asturias, si bien el apeadero de Ozanes es posterior
Si bien puede haber alguna señal de G.R. indicando a la izquierda, nosotros seguimos de frente por esta carretera, atendiendo a la señalización de la Tertulia El Garrapiellu, para subir directamente a la capìlla de San José, en lo alto del monte. Luego naturalmente cada uno puede ir por donde quiera o también explorar nuevas alternativas si lo desea
Desde La Faya el camín comienza otra dura cuesta
Bordeamos la finca de La Casa Grande
Y tomamos esta rampa hacia el bosque...
Tras los árboles están las casas del núcleo principal de Romiyu
El Sueve vuelve a divisarse, casi entero, al norte, con los 1.161 metros del Picu Pienzu dominando la escena. A su derecha Cocones (1.080 m), Les Duernes (1.059 m), La Goveta (1.025 m) o El Sellón (1.027 m)
A su izquierda Les Cuerries (1.114 m), Les Corripies (1033 m) o el Picu Miruenu (1.137 m)
Justo bajo el Pienzu, y más cercanas a nosotros, tenemos La Peña del Villar (291 m), otra de las peñas que, como La Forcada, que vemos detrás, o El Torrexón de Fíos, más a la izquierda, se dice constituían un triángulo defensivo bajo el Sueve de esta confluencia de los valles del Sella y Piloña con sus vías de comunicación
Por aquí abajo el otro camino, el del GR-105, bordeando esta montaña...
Atrás quedan ya La Faya y Ozanes. Fijémonos cómo asoma el Cuetu Ordiyón (717), el benjamín del Sueve
Vemos el paisaje según ascendemos todo de frente
Curva a la izquierda al llegar a los primeros árboles
La carretera zigzaguea un poco para subir más
Y este es el kilómetro 1 de la PR-5
Sigue la subida, ahora por la sombra
Túnel vegetal y arbóreo
Arboledas de Romiyu
Arriba la derecha un hórreo
Quintanas de Romiyu
Buzón en la subida a las casas, nosotros seguimos de frente por la carretera
Cobertizo a la izquierda...
Casas a la derecha...
Otro cobertizo...
Y vamos saliendo del boscaje, viendo al fondo el final de la cuesta
Es la última subida de cierta dureza del Camín a Cuadonga siguiendo la ruta original de la Tertulia El Garrapiellu. Luego toca bajar al valle del Sella, siendo todo bastante llano hasta la senda fluvial de Covadonga, que tiene un poco de cuesta antes de llegar a la Cueva la Santina
Extensos prados y pastizales
Bosques a la izquierda
Es sin duda la parte más dura, la final, a pleno sol y todo en recto
Nos acercamos a la cima, a partir de ahí todo es bajar hacia el valle del Sella
A nuestra izquierda vemos ahora la cima de algunas de las cumbres que cierran ese valle del Sella por el este, destacando La Peña Pandu (401 m) y El Picu l'Arbolín (573 m), que levanta encima de Cangas de Onís/Cangues d'Onís, que pronto veremos desde el camino
Llegamos a un cruce
Es la carretera local que comunica Romiyín y Arenes con Arriondas/Les Arriondes, la capital del concejo, a solo tres kilómetros
Pero nosotros seguimos de frente, justo hasta las casas
Y llegamos a San José de Arenes, también en Romiyín
Justo ahí hay un camino, que es el que vamos a tomar ahora. El poste del Camín a Cuadonga de El Garrapiellu ha desaparecido hace tiempo, pero hay algunas flechas así como las señales del GR-105, que vuelven a coincidir aquí con nuestra ruta
Es una capilla dieciochesca, de estilo barroco popular y contemporánea a la de Romiyu, que según el citado cronista de Parres Francisco José Rozada Martínez, celebraba a su patrón unas veces en abril y otras en mayo. Al lado a su derecha, la que fue escuela hasta las épocas de la concentración escolar, ahora destinada a vivienda
Acudía a amenizar estas romerías de San José de Arenes el famoso violinista José Bode Blanco, natural de Bode, a quien este cronista le dedica una muy buena biografía. Era natural de Bode, en este concejo de Parres, donde nació en 1871, y gracias a su cuaderno, voluminoso "en el cual fue recogiendo día a día, el lugar, la fiesta y los ingresos que su trabajo como violinista le fueron reportando a lo largo de todos esos años" (años de 1892 a 1927), puede saberse todos los lugares que recorría poniendo son y alegría de romerías, esbillas o esfoyazas, y todo tipo de fiestas y celebraciones que tuviesen a bien contratarle para alegrar con sus sones la velada. A veces fiestas patronales, otras fiestas privadas en palacios rurales, casas de indianos, entidades sociales, grupos de amigos... incluso organizaba bailes por su cuenta, y a veces en su propia casa. Llegó a poner música en proyecciones de cine mudo en la capital del concejo, además de en los cafés y en el Círculo de Artesanos, también en los aguinaldos acompañando a los niños de los pueblos de casa en casa, y alguna vez en Carnaval. En total aparecen registradas unas ¡3.500 fiestas!
Constituían sus sones y temas toda una innovación, pues en su repertorio llegaban los bailes "a lo agarrao", bailes modernos donde las parejas se tocaban, se agarraban, por las manos, la cintura, a veces apasionadamente, y no digamos ya los movimientos... chotis, pasodobles, valses... un escándalo para las personas más puritanas, pues chocaba con la distancia de las danzas tradicionales
Constan en este libro desde el primer día de enero de 1892, las cantidades que en dinero libre ganó con la industria musical el que suscribe, José Blanco". Y, como dice su biógrafo: "El diario se cierra en agosto de 1929 con la fiesta de San Bartolomé, en Sobrepiedra. Tocó sólo en la misa y percibió sus últimos 60 reales"
Vamos a extraer de la biografía que le dedica Francisco José Rozada Martínez, cómo empezaba, por ejemplo, el primer mes del año:
"El día de Año Nuevo siempre era contratado por los que celebraban su onomástica, él siempre cita esta jornada como el “Día de los Manueles”, en Cereceda, Prestín, Arriondas, Llano de Con, Castiello, Mesariegos, etc. A veces, hasta en tres pueblos cercanos en el mismo día. En torno a la fiesta de Reyes lo llamaban para amenizar los días de aguinalderos -que podían ser solteros o casados-, por separado; esta fiesta era muy común a todos los pueblos y aldeas. Muchas veces los aguinalderos eran niños que solían cantar o rezar, según los casos. Los bailes de artesanos acostumbraban a ser en el parragués Café Español parragués o en el Café de “Ñico”. El Círculo de Artesanos fue toda una institución en Arriondas, y la primera piedra de su sede fue colocada un 14 de marzo de 1926, coincidiendo con el Día del Árbol -de gran tradición-, al que don José Blanco acudió varias veces..."Y esto "solo" en enero, imaginemos cómo serían cuando llegan las romerías de primavera y verano, que se prolongaban en otoño y hasta invierno, junto con samartinos y esbilles, además de, todo el año, sestaferies o trabajos comunales
"El día 16 de enero (desde 1905), tenía cita fija en Coviella, era la onomástica de la “Señora del Palacio”; no la nombra, pero sabemos que era Dña. Estefanía. Cada 20 de enero acudía a la fiesta de Los Mártires, (Fabián y Sebastián), en San Martín de Bada; era una celebración segura, al igual que la romería de San Vicente en Coviella y Triongo. El 2 de febrero solía ser para Sta. Eugenia, en Coraín..."
Su carrera como violinista, acabó en 1930, cuando embarcó, con su mujer Sofía y su hijo Juan, a la emigración a Cuba, teniendo él ya 59 años (los emigrantes solían irse muy jóvenes). Trabajó de dependiente unos pocos años y regresó a Bode, donde falleció antes de la Guerra Civil. Su esposa murió en 1960 y, aparte de Juan, tuvieron otros tres hijos: Ángeles, que murió en Cuba, Lucas, y Piedad
La capilla tiene un gran pórtico, cerrado con verja. Aquí solían celebrarse muy antiguamente también conceyos o reuniones vecinales, dentro de la tradición de no solamente ofrecer en estos lugares a actos exclusivamente religiosos. Era también donde sedaban las clases
Nos asomamos al altar, con diversas imágenes y cuadros
A la izquierda sigue el camino, pasando por detrás del templo
Curva a la derecha...
Y esta es la escuela antigua, totalmente en ruinas. Seguramente en su momento se decidió que traía más cuenta hacer una nueva, según el patrón aplicado para toda España en los años 50, que reparar esta
Pasamos así entre esta vieja escuela y la cabecera de la capilla
Ventanas enmarcadas por ladrillos. El interior una selva...
A la izquierda unas fincas y las montañas que cierran el valle del Sella al norte-nordeste
A la izquierda el Picu la Cerica (418 m) o Faes, a su derecha La Collada Llueves y más a la derecha La Peña Pandu
La Peña Pandu y a su derecha L'Argayada, L'Argayón o Les Argayaes, con su grandísimo desprendimiento natural que dejó a la montaña en roca viva, cuya leyenda afirma fue hecho por el diablo arrastrando a su madre por los pelos
Seguimos bajando por La Calzada
A la izquierda otras vistas
Más casas pertenecientes a Romiyín
Y en el Picu La Cerica las laderas de La Cueste Cobiella
En La Calzada abundan les castañales, los castaños
Siempre a la sombra del castañéu, en estas soledades donde recordamos la exclamación asturiana "dar voces en castañéu", equivalente a la castellana "predicar en el desierto"
Nos metemos en la umbría...
Abundan también los grandes helechos
Curva a la izquierda
Vamos perdiendo altura rápidamente
Salimos a una campera
Un verdadero claro en el bosque
L'Argayada a lo lejos
Atención ahora en la siguiente curva
Nos llaman la atención unas construcciones circulares
Parecen unos depósitos de agua, semiocultos tras unos arbustos plantados en fila delante de ellos
Y es que, un poco más adelante, hay una fuente
La Fuente'l Balortu, o atendiendo a la pronunciación tradicional y el topónimo tal y como nos lo dicen, con hache aspirada, La H,uente'l Belortu, que también podremos ver escrito como juente, si bien es realmente un sonido más suave que la j castellana
El manantial debe nacer monte arriba en la espesura, pues baja una riega...
El agua produce encantadores destellos con el sol de la mañana...
Es una ancha pista que va en recto
Luego curva a la derecha
El Picu la Cerica a la izquierda
Pasamos entre frondosos matorrales pero siempre con espacio más que de sobra
Llegamos ahora a una cabaña
Pasamos enfrente y seguimos adelante en nuestra marcha
Muro de grandes piedras asentando el terreno
Según avanzamos veremos nuevos referentes de nuestra ruta
Allí están las casas de Los Coros
Más allá de Los Coros divisamos, indicándonos la ruta a seguir, el gran desprendimiento natural de L'Argayada, del que escribimos así en El Camino de Gijón a Covadonga:
"L'Argayu, L'Argayada o Les Argayaes, una gran pared vertical de color claro, cuando blanquecino, cuando rosado, cuando anaranjado u ocre, según le de la luz, la cual destaca entre el resto de la sierra, siendo visible a muchísima distancia. Está formada por un desprendimiento natural del empinado monte, aunque parece a veces hasta una gran cantera, quizás por eso la tradición cuenta que la hizo el diablo, arrastrando a su propia madre por los pelos, cordillera arriba"
Luego otro tramo recto...
Y ahora, abajo, empezamos a ver el valle del Sella entre Arriondas/Les Arriondes y Cangas de Onís/Cangues d'Onís
Es la zona de Les Roces, entre L'Alisu, Rozaones y Les Cuartes, al pie del Picu la Cerica. Por allí pasa la carretera N-625. Hay algunas industrias
Continuamos nuestras andanzas por este que sigue siendo el Camín de la Reina, por el que la reina Isabel II viajó a Covadonga durante su visita oficial a Asturias en 1858, episodios de los que tanto hemos hablado en anteriores episodios
Llegamos a unas fincas
Los Tucones: aquí hay una casa
Y seguimos a su izquierda
Y luego recorremos la fachada que mira al camino...
La casa es un buen mirador hacia el norte...
Hacia el valle donde se unen los ríos Sella y Piloña
Al norte casas de Romiyu y El Teyón (168 m). Más allá de nuevo vemos el Sueve, con sus majestuosas alturas que dominan el mar, el valle y la montaña. A sus pies La Forcada
Más a la derecha la Sierra'l Fitu
Curva a la derecha siguiendo la forma de la falda del monte
Escribimos así del lugar en el libro caminero...
"Después de Los Tucones el camino sí podemos calificarlo como verdadera pista forestal, internándose en terrenos de mucho arbolado, siendo uno de esos lugares de la ruta donde se tiene la sensación de ser "tragado por la naturaleza". El canto de los pájaros y el son de las ramas cuando las sacude un poco el viento es el único ruido que se percibe al transitar solos, metidos en el monte..."
Trecho recto
Crecen los helechos en esta imagen primaveral
El mismo lugar cuando se limpia el terreno
Espesos matorrales...
Pasamos lo que parece una cantera de tierra o arena...
El camino sigue en llano
Luego otra recta...
Y se mete en el bosque...
Un lugar donde se respira naturaleza y serenidad...
Y ahora una bifurcación
Seguimos de frente a la izquierda y en llano
Señales del GR-105
Son las fincas de Los Coros
La pista hace una curva a la izquierda pues vamos a bordear toda esa loma
Es un camino muy agradable de caminar. Las etapas más duras, geográficamente hablando al menos, las de los puertos y continuos ascensos y bajadas, van ya quedando atrás
Un buen remate para los aproximadamente 15 kilómetros que nos quedan para llegar a Covadonga
La alambrada delata los usos ganaderos de estos prados cuestudos
Arriba una cabaña
Los Coros, majadas y pastos
El camín avanza siempre en llano
Señales pintadas del Camín a Cuadonga y del GR-105
Cantera de piedra...
Curva a la derecha
Buenas arboledas...
Los Coros
Paisaje de naves ganaderas en esta braña o majada
Buenas vaquerías en las fincas ante el Picu l'Arbolín
Casas, cuadras y cabañas en este entorno tan rural y pastoril
Abajo vienen a saludarnos
El guardián de la piara...
Se nos queda mirando
Guardián de la paz de la quintana
A lo lejos un gran paisaje
Y a nuestra izquierda, el valle del Sella con el río en medio y el Sueve a lo lejos. Un pòco a la derecha La Peña Los Curones (461 m) y Los Gavilanes (591). Más cerca La Cueste Coviella
En medio vemos parcialmente alguno de los barrios nuevos de Arriondas/Les Arriondes, capital del concejo de Parres, donde el río Piloña va a dar al Sella. Este territorio parece ser que en la alta Edad Media parte de la denominada Provincia Premoriense que abarcaba gran parte del oriente asturiano, al igual que en los siglos XI y XII la Tierra de Aguilar, si bien no se tiene con total seguridad ni certeza. En 1374 sí aparece en el testamento de Enrique II en favor de su hijo bastardo Alfonso Enríquez, volviendo luego a la corona castellana ante sus pretensiones bélicas al trono, llegando a ser por ello destruidas algunas de sus fortalezas, como el Torrexón de Fíos, un poco más al norte, bajo la falda del Sueve
En este contexto de continuas disputas el Condado de las Arriondas fue creado y dado en pago por el citado Enrique II en pago a la fidelidad de la nobleza parraguesa, en concreto al quien sería su primer conde Hernando-Suero Díaz. Anteriormente había formado parte de los extensos dominios asturianos de Rodrigo Álvarez de las Asturias quien, al ser nombrado por su señor Alfonso XI padrino de su hijo ilegítimo Enrique de Trastámara, hace de este su heredero tras un cambio testamentario. Este condado y coto desaparecería en 1482 al fallecer el último conde, Tello Suero-Díaz, pasando entonces a ser coto propiedad de tres estamentos: el monasterio de San Pedru Villanueva, con fuertes intereses en la zona, como otros conventos, también al linaje de los Nevares y al obispado ovetense, cuya parte iría a la corona en 1579 con la Desamortización de Felipe II, comprándolo los vecinos por 254. 725 maravedíes y declarándose independientes de otros señores hasta que las reformas liberales del siglo XIX extinguiesen los señoríos de Nevares y San Pedru Villanueva, integrándose en la población que, en 1827, pasaría a ser capital del concejo
Justo encima Cuadroveña, que fue antes un tiempo capital del concejo, lugar habitado desde la prehistoria (cueva de Santianes del Terrón y Peña del Villar), y donde están ubicados los recintos de las enigmáticas fortalezas de La Forcada y Villar de La Peña, el castillo de Mancobio. Por similitud fonética ha querido buscársele relación con Vadinia, solar de los prerromanos vadinienses, pero solo como remota conjetura
En Cuadroveña nació en 1772 Rafael Salvador Escandón y Antayo, militar que participaría activamente en las guerras y política de su época, siendo las de la invasión napoleónica y la reacción absolutista, donde fue este su teatro de operaciones, sin duda las más relevantes
Baja por aquí, a desembocar al Sella, La Riega Bayón, que nace un poco más al sur
Pastos de Los Coros, ante nosotros...
De frente, el Picu l'Arbolín orienta nuestros pasos
Enlazamos con otra pista y seguimos todo de frente, con las montañas del Sella en lontananza
Majada de Los Coros
El Sueve en la distancia, majestuosa serranía que desde el mar se adentra en el interior. Su topónimo habría querido buscarse en el pueblo de los suevos, que quizás hubiesen tenido en él un limes, dominando la franja costera del noroeste peninsular, pero cobra más fuerza ser una evolución de Iovis, Júpiter, padre de los dioses del panteón romano, para ser exactos sabino, pero en origen divinidad guerrera de tormentas y relámpagos, tal vez como la local céltica Taranis, mitos cristianizados en santos como Santa Bárbara y Santiago y popularmente evolucionados en el nuberu, genio astur de las nubes, los truenos y la tempestad, que desde estas alturas arrojaba sus granizos sobre los pueblos y campos de la contorna, siendo a veces conjurado tañendo campanas (a veces para disgusto del párroco, que lo consideraba paganismo), lanzando alpargatas de espaldas o poniendo cuchillos sobre la mesa con el filo hacia arriba, pues por todo ello se decía...
Sentáu nel Picu Pienzu
mirando taba un nuberu
qu'esconxuró'l señor cura
antes llegare al eru
Sierra también de grandes pastos, ganadería de vacas, cabras y vacas de montaña, que por eso también se dice...
Mázate lleche
del Puertu Sueve
y faite mantega
más blanca que ñeve"
(Bátete leche
del Puertu Sueve
y hazte manteca
más blanca que nieve)
Dado que es una referencia geográfica de primer orden si sus cumbres están cubiertas por las nubes o no se afirma...
"Si El Sueve pon la capa garra la tuya y escapa "(señal que va a llover)
O también referido a la niebla...
Malhaya sea la borrina
que asoma al Puertu Sueve
y nun traigo caperucha
pa tapame si llueve
Aquí, empezamos a bajar
Atrás queda esta loma o cueto que hemos bordeado por sus laderas de Los Tucones a Los Coros
Desde Los Coros empieza la bajada a las riberas del Sella dando vista a la impresionante tajada de L'Argayada
Imponentes picachos calizos en torno al Picu L'Arbolín
Ahora aún no llegamos a ver el valle, aunque pronto lo haremos
La pista sigue bajando por el mayéu, braña o majada, de Los Coros
De pronto, a nuestra derecha, una fantástica visual del valle hacia Cangas de Onís/Cangues y los Picos de Europa, un panorama que, en días claros, podemos plasmar en nuestra retina para siempre, tal y como escribimos en El Camino de Gijón a Covadonga:
"... nos percatamos del gran murallón que forma toda la cordillera que se levanta encima del valle del Sella, mientras bajamos desde Los Coros y llegamos a un cruce desde el que ya iremos viendo una fantástica visual de Cangues d'Onís con El Cornión o Macizo Occidental de Los Picos d'Europa encima, cubierto por la nieve gran parte del año, o sobresaliendo con sus desnudas alturas calizas sobre el verde de las vegas canguesas...La Collada Santa María, El Porru Bolu, El Cuetu Llagu, Llampacimera, Los Porros de Los Argaos, Los Collaínos, Les Barrastroses, Cembavieya, Peñesanta, Les Tres Maríes, La Torre'l Mediu, La Torre los Traviesos, La H.orcada Areniza, La H.orcada Peñeblanca, La Torre los Cabrones, La Verdelluenga, La H.orcada los Tiros, incluso Torrecerréu, la cumbre más alta de Los Picos (2648 m), se yergue altiva desde más atrás, desde Los Urrieles, como si quisiese estirarse hacia el cielo para que la podamos ver, y como ella tantos y tantos otros picos, h.oos y llambriales del mítico Mons Vindidus de la antigüedad, "al que primero habrían de subir las aguas de la mar que no las armas de Roma", según frase reseñada por los cronistas clásicos de las guerras de cántabros y astures contra los romanos (29-19 a. C.)"
Aquí abajo, la Recta de Prestín, con la gran nave de Malaquías Morales y la ciudad de Cangas de Onís/Cangues, pues ostenta este título al haber sido primer capital asturiana y con sede regia, ostentando por ello en su escudo el lema Mínima Urbium Maxima Sedium (la más pequeña ciudad la sede principal), antigua Canicas de los textos altomedievales, cuyo precendente poblacional ha querido buscarse en otra de estas pretendidas capitales de los indómitos vadinienses, pobladores, eso con más seguridad pues se hallaron sus estelas, desde antes y durante la dominación romana, si bien el lugar ya estaba habitado desde la oscuridad de los tiempos, ahí tenemos el dólmen de la Santa Cruz en Contranquil o, mucho más anteriormente, los pobladores de la Cueva los Azules
Allí tendrían sede real Pelayo, Favila, Alfonso I y Fruela. Tras el asesinato de este último la corte andaría ambulante por parte del Asturorum Regnum, tal vez en Samartín del Rei Aurelio, y ya plenamente seguros, en Pravia con Silo y Adosinda y, con Alfonso II El Casto, ya definitivamente en Oviedo/Uviéu. La ciudad, de un primer asentamiento en zona alta, pasaría con el tiempo a extenderse por la vega donde se unen los ríos Sella y Güeña, después, pasados sus años de capital del reino, sería el centro de un territorio, antecesor del actual concejo, que ya aparece delimitado en un documento del 926 y, en 1115, se habla del oriente asturiano y sus territorios de "Colunga, Cangas et Aquilare", con grandes términos dependientes de monasterios, San Pedru Villanueva, Triongu, Celoriu, etc. y también algunos señoríos laicos, como el de Gutierre Sebastián, donado en 1133 por Alfonso VII
El añadido de Onís no aparece hasta el siglo XIV, por primeras veces en demarcaciones eclesiásticas, y luego en el testamento de Enrique II a Alfonso Enríquez en 1374, a quien pasaría hasta que, tiempo después y a causa de sus ya citadas rebeliones, retornase a la corona castellana, si bien no hubo un documento poblacional, al estilo de las cartas pueblas de otros lugares concedidas por aquel tiempo por los reyes castellanos. El concejo tenía representantes en las juntas asturianas y en gran parte llegó a ser señorío del Abad de Covadonga y de los condes de la Vega del Sella, siendo el primero, en 1674, Fernando Duque de Estrada
La situación de la ciudad en el camino principal de peregrinaciones a Covadonga (fundándose aquí el Hospital de San Pelayo para los romeros) y encrucijada de pasos naturales, desde la cordillera la mar y del centro al oriente, en la unión de estos valles del Sella y Güeña, le confirieron especial relevancia, si bien ya en 1572 el cronista Ambrosio de Morales constata un especial abandono del solar de la Santa Cueva, a la que acudían numerosos peregrinos desde que en 1534 Clemente VII concediese pleno jubileo a quienes fuesen al santuario en setiembre y diesen limosnas, resurgiendo la abadía en 1634 con el patrocinio de Felipe IV y el obispo Martín Carrillo Alderete, continuadas por Felipe V y Fernando VI.
Más tarde el templo de Covadonga, un edificio de madera que tapaba la Santa Cueva, sufrió incendio en 1777 a causa de las velas de los fieles, iniciándose su reconstrucción con Carlos III y Carlos IV, si bien su total recuperación, como decíamos en el capítulo anterior, y hacerlo centro del mito fundacional vinculándolo política y religiosamente con la monarquía, llegaría con la visita de Isabel II en 1858, espoleada parece ser por la visita de su primo el Duque de Montpensier un año antes, siempre confabulando y con ansias al trono (no en vano financiaría la Revolución Española que llevaría a su destronamiento y exilio diez años después)
El valle fue escenario de cruentas batallas durante la invasión napoléonica, llegando a crearse los regimientos de Covadonga y de Cangas de Onís. incluso en 1810 el general francés Jean Pierre François Bonet hizo de la ciudad base de su ofensiva sobre la capital asturiana, logrando popilaridad la copla:
Cuando el general BonetExistiendo la variante:
metió so tropa n'Asturies
como yera tuertu d'un güeyu
nun reparó nes altures
"Cuando el general BonetMás tarde, en la reacción absolutista, la partida realista del antes mencionado Rafael Salvador Escandón fue rechazada en esta ciudad el 4 de noviembre de 1822, por lo que acabaría en la cárcel de la población, que ya era el centro de un Ayuntamiento Constitucional
vino a robar aquí a Asturias
tuvo que vivir el home
con fames, sustos y furies"
En 1827 los cotos de La Riera y Tornín fueron incorporados y en 1835 fue también proclamada capital del partido judicial de su nombre. Y así, avanzado el siglo, llegaría la industrialización, en base a las industrias alimenticias, cárnicas, lácteas, conservas, loza, etc. pero también a la minería con las antiguas minas de Los Picos, principalmente Buferrera, en Los Lagos de Covadonga
Y, en la distancia, siempre, los Picos de Europa, que ya veíamos desde el Altu la Cruz, en Villaviciosa. Su nombre llama poderosamente la atención, etimológicamente para unos por ser las primeras peñas de Europa que los marineros divisaban desde la distancia al volver de América, para otros por los peregrinos europeos que las veían y comparaban con los Alpes, algunos por los romanos, que vieron en ellas el escenario mitológico del Rapto de Europa, secuestrada por Zeus, nada de ello parece sostenerse demostradamente. Sus habitantes las conocen simplemente por Los Picos
Los textos más antiguos conocidos referidos a estas montañas, si bien no llamándolas de Europa, están en el Periplo Massaliota de la famosa Ora Marítima de Rufo Festo Avieno, escrita en el siglo IV pero basándose en un texto muy anterior del VI a. C. Las alusiones al Mons Vindius, (Monte Vindio), de los textos clásicos alusivos a las guerras contra cántabros y astures, pueden o referirse a este o a otros parajes de la Cordillera Cantábrica, que llegó a conocerse como Pirineos o Pirineos Cantábricos en épocas pasadas
En las crónicas asturianas aparecen topónimos de lugares concretos, Liébana, Auseva, Amosa (Amuesa) pero no uno concreto para todo el macizo. Empezando el siglo XII el Obispo Pelayo se refiere a Permensa Pelaggi para el entorno de Covadonga, los Picos de Cornión o macizo occidental, lo que coincide con las crónicas musulmanas de la Peña de Pelayo, y Alfonso X El Sabio en su Libro de la Montería escribiría del "... pie de la Peña, desde Fuente de Eva..." (Fuente Dé)
No sería hasta 1530 cuando el historiador y humanista siciliano Lucio Marineo Sículo las llame Rupes Europae en su obra De rebus Hispaniae memorabilibus escrita en Alcalá de Henares, al que seguirían en 1572 el cronista de Felipe II Ambrosio de Morales con su Viaje Santo, donde las nombra como Montañas de Europa, seguido luego por Las Fundaciones del historiador Fray Prudencio de Sandoval en 1601, con las Peñas o Sierras de Europa y así hasta nuestros días, si bien la primera vez que se escribe exactamente tal y como lo conocemos hoy día, Picos de Europa, no sería hasta el Diccionario Geográfico e Histórico de Asturias de Martínez Marina. por el año 1800
Al pie de Los Picos, no lo vemos desde aquí, está el Real Sitio de Covadonga, otro centro de peregrinación secular... tal y como decimos en el libro El Camino de Gijón a Covadonga...
"El principio de las peregrinaciones a Covadonga se pierde en la más oscura noche de los tiempos. Es más, mucho primero del cristianismo se da por seguro la existencia de un santuario de los más ancestrales pobladores prerromanos, dedicado con gran probabilidad a alguna divinidad femenina relacionada con el culto a las fuerzas de la naturaleza, una "deva" o diosa de la que su testimonio pervive en el nombre (uno de los nombres en realidad) del río que nace de la misma Cueva. La presencia de este santuario precristiano daría origen sin duda a las primeras peregrinaciones, de las que nada sabemos, y que podrían sumirse en la más remota antigüedad..."
"... Este lugar sagrado sería después cristianizado, por sustitución, en la advocación a la Virgen María, tal y como ha sucedido en otros muchos casos, pues aunque las religiones y las creencias cambien, los lugares sagrados o "Nemeton" parece que siempre permanecen. ...En este caso no deja de ser impresionante escuchar todavía la leyenda, contada desde antiguo en muchos lugares de los alrededores del santuario, que dice que nuestra Santina y Patrona de Asturias "era una xana que vivía na Cueva, onde'l ríu, qu'un día unos flaires vistieron de santa". Esta leyenda, sencilla y aparentemente simple, explica en dos frases todo el proceso de sustitución de los antiguos dioses de los pueblos prerromanos con la llegada de una nueva religión que pasado el tiempo llegaría a ser oficial en todo el Imperio Romano. Es este un fenómeno social totalmente normal, universal, que pasa y ha pasado en todas las latitudes y en todas las religiones a lo largo de los tiempos, sin ningún menoscabo en absoluto hacia las creencias e ideales de cualquier persona sino todo lo contrario, es más, con el cristianismo las peregrinaciones ya dejan de ser una teoría o posibilidad para hacerse realidad demostrada y documentada. Según algunos autores, como Fermín Canella, el primer peregrino "de importancia" que conocemos visitó el santuario fue el rey de Asturias Alfonso III El Magno, aunque es fácil que fuese un exponente más de toda una estirpe de reyes asturianos que, desde el mismo Pelayo y su legendaria batalla, tuvieron una especial relación con estos parajes de hadas, diosas y santas..."
"... Durante mucho tiempo las comunicaciones con Cuadonga desde Cangues d'Onís fueron bastante malas...caminos de tierra, caleyes, y sendas de montaña no siempre fáciles de pasar. Ya en el siglo XVI había cronistas como Morales, Fray Antonio de Yepes y Pedro Murillo (este en el XVII) que señalaban en sus escritos lo dificultoso que era acercarse a Cuadonga y su situación de abandono. Tirso de Avilés es quien viene a afirmar que el viejo templo, de madera, levantado en la Cueva, sobre el abismo, estaba en una situación lamentable, pues la obra, construida según la tradición por iniciativa de Alfonso II El Casto, con madera de tejo, se sostenía sin caer "por puro milagro". En el siglo XVI es cuando se erige la Colegiata, pegada a la peña al lado de la Cueva, bajo la advocación de San Fernando, aprovechando la edificación anterior de un antiguo monasterio medieval benidictino que luego habría pasado a los monjes agustinos. En el siglo XVII, con las reformas canónicas y eclesiásticas, Cuadonga logró una importancia religiosa mucho mayor, la cual favoreció aún más las peregrinaciones, construyéndose nuevos edificios y albergues para los romeros. Asimismo, también en Cangues d'Onís se fundaron hospitales para los peregrinos que iban al santuario, así como en otros lugares (tengamos presente que en aquel tiempo la palabra "hospital" tenía más que ver con lo que ahora entendemos como "albergue asistencial" más que como la moderna acepción de "centro sanitario"). Después del trágico incendio de 1777, que destruyó el mítico templo de madera que se elevaba como una gran balconada tapando la Cueva, así como la primitiva imagen de la Santina, es cuando los poderes públicos , dándose cuenta del inmenso daño del desastre, promovieron toda una serie de iniciativas encaminadas a recuperar el templo mariano y darle más atención y relevancia. Bajo el reinado de Carlos III se abre el primer "camino directo" entre Cangues y Cuadonga, al que Gaspar Melchor de Jovellanos, en su visita al lugar, llegó a calificar de "excelente"...
Los Picos de Europa, con sus dosmiles dominando Asturias entera, puede llegar verdaderamente a hipnotizarnos, vistos desde aquí. En concreto es la parte de El Cornión o macizo occidental, cuya altura principal, Peña Santa, Torre Santa, Peñasanta, La Peñesanta o similares, llega a los 2.598 metros de altura... por eso se dice...
Altos son los Picos Urrieles
altos son de maravilla
más alta é La Peñe Santa
que se ve toda Castilla
La primera ascensión a Peña Santa, en los albores del alpinismo, fue la del Conde de Saint Saud, noble enamorado de Los Picos, en 1892, quien la llamó "el Cervino de Asturias", yendo acompañado del vecino de Valdeón Vicente Marco, Vicentón de Los Llanos, y del escalador François Bernat-Salles. El conde llegó a escribir:
"Estamos en el lugar en el que el hombre no ha estado jamás y del que se dice que sobre su sagrada torre hay una fuente que mana eternamente... y que no existe. ¿No es un sacrilegio estar donde estamos"Una posible ascensión anterior, en 1887, de Alejandro Pidal y Mon (padre de Pedro Pidal, I Marqués de Villaviciosa y primer escalador del Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes, acompañado del famoso Roberto Frasinelli, el Alemán de Corao, nunca ha sido confirmada
Sí se sabe la segunda, la de Gregorio Pérez de María, El Cainejo, que luego ayudaría a subirla al mencionado Pedro Pidal en 1904, dos días antes de conquistar la cima del Urriellu
Y así, con estos retazos de paisaje e historia, sigue la bajada de Los Coros al valle del Sella
Bifurcación y a la derecha
Seguimos la bajada entre campos y arboledas...
En primer término los prados de la cuesta al Llanu'l Cura, sobre Cangas de Onís/Cangues d'Onís. Luego son las montañas de El Puertu Baxu o Montaña de Covadonga, cerrando el valle del Ríu Deva o Covadonga. Arriba en esta foto las nubes tapan Los picos menos sus cimas más altas, una estampa bastante frecuente
Bajada directa al valle
Curva a la derecha en descenso
Y a lo lejos a nuestra izquierda, bajo el Picu l'Arbolín, otra referencia histórica y geográfica muy a tener en cuenta en este camino, pues forma parte de las claves de lo que vamos a ver próximamente
Unas casas en lo alto de un cueto, donde hay prados, aprovechando un rellano en esta ladera del monte
El topónimo está vinculado a Iovi (Júpiter), padre de los dioses del panteón romano pero en origen deidad de las tormentas, que parece una superposición al celta Taranis
Praos y biesca, según bajamos iremos viendo nuevos paisajes y nuevos detalles
Vista del valle del Sella entre Villanueva y Cangas de Onís/Cangues d'Onís, bajo el Monte Llueves
Ahí están los Puentes de Villanueva, el paso de Parres a Cangues sobre el Sella, que vamos a emplear en esta propuesta de ruta a Cuadonga, tal y por donde lo señalizó en los 90 la Tertulia El Garrapiellu, dando la posibilidad de visitar el pueblo, Villanueva, cabeza de la parroquia de este nombre, que abarca términos cangueses y parragueses, así como su histórico monasterio, en la actualidad parador de turismo, que empezaremos a ver también un poco más abajo
En esta foto de principios de abril con los árboles aún desnudos, tal vez apreciemos mejor el perfil de estos puentes sobre el Sella, que marca la frontera de concejos durante bastantes kilómetros
En Villanueva están el Puente Nuevu, en primer término construido para acceso directo al parador, y el Puente Vieyu, justo después, por donde va señalizada esta ruta. Luego iría un bellísimo paseo por la ribera del Sella y sus cotos trucheros y salmoneros para entrar en Cangas de Onís/Cangues por Contranquil. Así escribimos del lugar en el libro El Camino de Gijón a Covadonga:
"... las casas de Villanueva, en concreto las del barrio El Puente, algunas con terrazas, balcones y galerías asomando hacia el cauce fluvial, que aquí baja profundo, lugar en el que se celebra todos los años la impresionante H.oguera Flotante, sobre las aguas, la festividad de San Pedro..."
"... El Sella, sí, que nace en Fonseya, Oseya de Sayambre, en El Puertu'l Pontón, entrando por Los Beyos en Ponga y Amieva para después hacer de frontera entre Cangues y Parres antes de desembocar en la mar en Ribesella, el río que tiempo ha comunicaba, más que separaba, los antaño orgullosos clanes astures luggoni de los cántabros vadinienses y orgenomescos, haciéndose luego mundialmente conocido, como hemos relatado en episodios anteriores, con la Fiesta Les Piragües. Una raíz lingüísitica derivada de "salia" que da nombre a numerosos hidrónimos europeos. Un río que aquí baja ya ancho y fuerte, con el agua de los manantiales de Los Picos, aumentada enormemente en época de lluvias y deshielos, alimentado por la nieve derretida de los neveros de las montañas. Es entonces cuando puede venir bravo y furioso, recuperando durante unos días todo lo que antaño fue suyo, inundando el espacio ganado por el hombre a sus orillas. Es el tributo de las fuerzas de la naturaleza, que tienden cada cierto tiempo a reconquistar sus dominios arrebatados, por eso son levantados algunos muros de contención, espesos y fuertes, al pie de las casas"
Ahora vamos a mirar de los puentes y el río un poco a la derecha...
Ahí está, en la N-625, la Recta de Prestín, en tierras parraguesas, con una pequeña zona industrial ocupando la vega. Encima Cangues y. más arriba, El Llanu'l Cura, una de las rutas a Covadonga desde aquí, tal vez la más montañosa y larga, pero no por ello menos bella, pasando por Següencu. Nosotros en este blog optamos en ir por el valle, plagado de historias que contar...
Curva a la izquierda y más bajada
Otra panorámica de Prestín, Cangues, El Llanu'l Cura y Los Picos...
Hace aquí el camino una buena revuelta en torno a estos prados...
De frente, entre los árboles, asoman de nuevo las casas de Villanueva
Curva a la derecha...
Pasamos junto a más fincas...
Y ahora, a la izquierda de las casas, ya empezamos a ver en la ribera del Sella el histórico monasterio de San Pedro de Villanueva, hito importantísimo del Camín a Cuadonga
El parador lo componen dos grandes edificios, el monasterio propiamente dicho es el de la izquierda
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