Bustio desde Unquera. Paso de Cantabria a Asturias por el Camino Norte |
El Camino Norte de Santiago pasa de Cantabria a Asturias cruzando el puente sobre la Ría de Tinamayor, formada por el río Deva en su desembocadura al Cantábrico y que separa la cántabra población de Unquera de la asturiana de Bustio, en el concejo de Ribadedeva, cuyas aguas se reflejan en las cristalinas aguas de este estuario de apenas cuatro kilómetros de longitud pero de tradicional importancia pesquera, tanto es así que los pescadores de Bustio, junto con los de Unquera y Molleda, llegaron a crear su propia cofradía en 1983, independizándose de la de Llanes
"Parece ser que la primera vez que se intenta construir un paso permanente sobre el río Deva se remonta a los años de 1737 a 1773. Por aquel entonces se encarga por parte de la villa de San Vicente de la Barquera a un curioso personaje, Fray Antonio de San José Pontones, la localización del mejor lugar para el establecimiento de un puente sobre el río Deva.
Este monje jerónimo, conocido coloquialmente como el Padre Pontones, fue un destacado constructor de puentes, además de arquitecto e ingeniero hidráulico. Una extensa biografía la podéis encontrar en esta tesis: Fray Antonio de San José Pontones. Arquitecto, Ingeniero y Tratadista en España (1710-1774)"
"El río Deva, uno de los más ancho cauce de nuestra región, supone el primer gran obstáculo que ha de salvar el caminante que desde la vecina Cantabria pretenda adentrarse en el solar asturiano, hasta la construcción del puente interprovincial, el paso del Deva había de hacerse casi con total seguridad, en barca quedando aún recuerdo del antiguo embarcadero de que se localizaba en el lugar conocido como El Pozo del Ángel...
"En el Camino de la Costa a su entrada en el concejo de Ribadedeva, aún por las Asturias de Santillana, salvaba el estuario del Deva por la barca de pasaje de Bustio, actual divisoria provincial con la vecina Cantabria. Primer gran obstáculo a superar por parte de los muchos que seguían esta vía peregrinatoria, de la dificultada que entrañó siempre su paso nos dan fiel testimonio algunos viajeros decimonónicos. Así, cuando la travesía era posible, la experiencia de la misma no debía diferir en mucho a la vivida por el viajero asturianio Juan de Llano Ponte en agosto de 1866, quien la describió en estos términos en sus Impresiones de viaje. (Por Oriente):"Llegamos a las siete de la tarde a saludar el turbio Deba... en unba especie de sandalia romana que en Asturias llaman chalana, tosca embarcación aún para alimentar la navegación fluvial, con el lodo hasta la rodilla y en una atmósfera ponzoñosa que el limo de su cegado lecho producía, pasamos al fin"
En el Diccionario de Madoz, a mediados del siglo XIX, al describir el "Camino Real, que desde Santander atraviesa por la costa y se dirige a Galicia", se señalan este y los principales servicios de barquerías de Asturias, diciendo que:
"Estos pasajes cuestan una retribución módica establecida para personas, bestias, cabalgaduras y cargas; los pueblos inmediatos, cuyos vecinos tienen precisión de pasar y repasar muchas veces en el día, contratan con los dueños de dichas barcas el pasaje, obligándose a pagar anualmente en metálico o en grano"
El paso del Deva nos permite disfrutar de una vista hermosísima de Bustio y esta parte de la Ría de Tinamayor, donde el Deva desemboca en el Mar Cantábrico, pero cuya boca del estuario no podemos ver, pues nos la oculta al norte El Picu'l Cañón (202 m), en la Sierra de Tina, en la parte asturiana (izquierda de la foto), así como a la derecha El Llanu (223 m), en la parte cántabra (derecha de la foto), también plantado de eucaliptos, que con el Picu Terreros y El Matón, separan también este valle del mar
Allí está otro de los puentes del Deva, el del ferrocarril, construido en algún momento entre los años 1956 y 1989 para sustituir a otro anterior puesto en servicio el 20 de julio de 1905. al abrirse al tráfico el tramo Llanes-Cabezón de la Sal de la línea que el Ferrocarril del Cantábrico trazaba hacia Santander y que en 1972 se integraría en Feve. Fue precisamente en este lugar donde el Padre Pontones había proyectado la construcción del primer puente sobre el Deva en esta ría
"TRAZA Para la Execucion de un Puente de nueva Planta que se intenta Fabricar sobre el Rio Deva y Brazo de Mar cuios Fluxos y Refluxos Bañan el Valle de Riva de Deva por el Albeo o Madre del dho. Rio hasta donde esta la Barca llamada de Junquera; que unas veces Navega sobre las Crecientes del Mar y otras sobre las aguas del mismo Rio. La Eleccion del Sitio para esta nueva Fabrica Deverà ser desde la Cruz de S. Juan immediata al Lugar de Bustio del dho. Valle, Atravesando el Prado de D. Ventura de Cosido hasta el canto llamado de Toxa que se reduce a la explicacion siguiente"
Dado que el puente del Padre Pontones no se construyó la barca prestó servicio hasta la construcción de un primer puente de madera en 1868. En el Archivo de Remigio Fernández de Ribadeva se recogen aquellas prestaciones y condiciones de los barqueros, resumidas en el citado blog Carreterucas de Cantabria:
"Estaba obligado a reponer y conservar todo el material que se rompiera: casco de la barca, amarres, cadenas..
El servicio era de luz a luz durante el día, y en caso del correo y urgencias del servicio militar a cualquier hora del día y la noche, siendo castigado con cuatro ducados la primera ve que se negara, al doble la segunda y a la tercera lo que el Ayuntamiento determinase.
Los vecinos y naturales del Concejo así como sus criados no abonaban el peaje, ni tampoco el ganado de su propiedad.
En caso de que el río "vaya fuera de su madre", es decir, hubiera crecida, estaba obligado a contratar a tres hombres para mantener el servicio. Y para evitar cualquier pretexto del barquero por la crecida, si había tres hombres del pueblo dispuestos a hacer el trabajo ¡debía continuar dando el servicio!"
De todas maneras, pocos oficios tuvieron tan mala fama en la antigüedad como el de los barqueros. El paso de ríos y rías era un suplicio por varios motivos, la zozobra de las atestadas chalanas y barcas hacía que no pocas personas, caballerías y equipajes acabasen en el agua expuestas a las corrientes, y el pago de los peajes era otra suerte de infortunio que no pocas veces hacía que viajeros y peregrinos remontasen orilla río arriba para buscar puentes, con o sin portazgo pero más seguros, o pasos a pie o incluso en lancha pero menos complicados y más baratos, lo que hacía cambiar de camino, dejando la costa por los del interior
Luego, sería en este lugar en el que saliese a pública subasta, en el citado año de 1868, un primer puente de madera, del que se conservan algunas fotografías, para la nueva carretera Oviedo-Torrelavega, que sustituiría a los milenarios caminos reales costaneros. Pero aún en 1897, necesitado de reparaciones, se restituye el servicio de barquerías mientras duran estas obras
"La ruta costera del Camino de Santiago, menos frecuentada que el Camino Francés -vascos y montañeses, injustamente considerados salvajes, ladrones y otros calificativos mucho más gruesos, eran objeto de una desmedida mala fama entre los peregrinos- salvaba, tras el necesario descanso en alguno de los hospitales de San Vicente de la Barquera, la desembocadura por un puente, -desaparecidos los de mayor antigüedad el actual es de hormigón- que unía Unquera y Bustio"
"El Camino del Norte o de la Costa abandona Euskadi y se interna en Cantabria a través de Castro Urdiales. Prosigue por Liendo y Laredo, donde la antigua puerta de Bilbao da la bienvenida al peregrino. En esta población se produce una bifurcación de caminos: mientras algunos peregrinos viajan en barca directamente hasta Santoña, otros circundan la bahía por Colindres, y ambas variantes se unen en San Miguel de Meruelo. A continuación, el Camino visita los enclaves de Güemes, Galizano y El Astillero, antes de adentrarse en la capital, Santander. De nuevo dos itinerarios, uno al norte y otro al sur, conducen a la próxima localidad: Boo de Piélagos. Antiguamente un servicio de barcas, custodiado primero por los dominicos y posteriormente por parientes de Calderón de la Barca, posibilitaba cruzar la ría de Suances para llegar hasta Polanco. Después de internarse en Santillana del Mar los peregrinos viajan hasta Cóbreces y Comillas, donde el fabuloso Parque Natural de Oyambre se extiende hasta San Vicente de la Barquera. A continuación, el límite con el Principado de Asturias se encuentra una vez pasada la población de Unquera, en el municipio de Val de San Vicente.
De Cantabria parten varios ramales hacia el Camino Francés. Uno de ellos une Santander con Burgos y otro, conocido por el nombre de la ruta del Besaya, conecta Santillana del Mar con la localidad palentina de Carrión de los Condes. También de San Vicente de la Barquera sale un ramal, conocido como Ruta Lebaniega o Vadiniense, que llega hasta Mansilla de las Mulas.
A lo largo de este trazado en Cantabria se situaron en la Edad Media diversas cofradías y hospitales que proporcionaban atención a los peregrinos. El de Colindres, fundado en el año 1544 a iniciativa de Carlos I, fue el primer hospital de peregrinos de Cantabria.
Algunos de los muchos hospicios documentados se ubicaban en Islares -conocido con el nombre de la Vera Cruz e incluido en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria-, Galizano (bajo la advocación de San Andrés), Cóbreces (del Buen Suceso), Val de San Vicente y Comillas. La mayor parte de este tipo de centros surgió alrededor de los principales puertos de desembarco de peregrinos. Así, Laredo llegó a tener tres hospitales -de San Lázaro, Santo Espíritu y Santa María-, mientras que Santander ponía a disposición de los caminantes el importante hospital de Sancti Spiritus (s. XIV). San Vicente de la Barquera, por su parte, disponía de los hospitales de la Concepción (ss. XIV-XVI), Abaño (s. XIII) y la Misericordia (s. XV) y de la hostería de transeúntes y penitentes de Nuestra Señora de la Barquera. También Santillana del Mar contó con un hospicio adosado a su emblemática colegiata y dos más humildes"
Desde aquí vamos a tener una buena vista completa de la Plaza del Mercado de Unquera, gran explanada entre las casas y el estuario. El mercadillo se celebra todos los miércoles de 9:00 a 14:00 y destacan los productos alimenticios locales, así como ropa, calzado, artesanía, etc.
"Los inicios de la historia del hormigón armado en España tienen dos grandes exponentes en Cantabria de la mano del ingeniero y profesor de la escuela de Caminos José Eugenio Ribera: el puente de Golbardo (y su hermano, un arco del puente de Ganzo) y el puente de Unquera.
El puente de Unquera está formado por tres vanos ejecutados mediante celosías de hormigón. Las celosías de hormigón son estructuras muy eficientes en cuanto al uso de materiales. El problema es que para su construcción se necesita mucha mano de obra, por eso actualmente apenas se usan como alternativa constructiva"
"el día primero de julio próximo, abre al turismo extranjero la gran Ruta de la Guerra del Norte […/...] En plena guerra, pero con fe absoluta en la inminencia de la victoria final, la España del Generalísimo Franco se expone a abrir la primera de sus rutas nacionales de guerra, organizada en este ministerio por el Servicio Nacional del Turismo, e invita a todos los ciudadanos de los países civilizados a recorrer la del Norte, a partir del primero de julio próximo, para comprobar personalmente la tranquilidad y el orden que reina en regiones recién conquistadas por las armas […/...] También podrán recorrerla los españoles..."
"Las cepas del viejo puente ya no están. Llegó Costas y descubrió que estorbaban , allí en las crecidas se acumulaba gran cantidad de ramas , viejos arboles que el agua se traía de "arriba", y es cierto todos hemos visto las viejas cepas llenas de arbustos enganchados de maderos que no parecían querer llegar a la mar, ........estoy viendo aún la escena, gente ribereña, chalanas peleando para poder pasar, esquivando las cepas para subir y bajar desde Molleda hasta El Pedrero, a La boca de La Barra....algunas veces alguno de ellos (no de Costas) se armó de valor y un buen hacha ó con suerte una motosierra, y quedaba listo hasta la próxima riada....Pero en fin, antes que limpiar mejor quitar un foco de suciedad, pero ahí se nos fue la historia, no dejaron ni la muestra, quedan eso sí las fotos antiguas, y sobre todo la memoria, de cepa a cepa se aprendía a nadar, de cepa a cepa se hacían carreras, entre cepa y cepa te tirabas desde el puente, en la cabecera de las cepas se paraban las truchas,......pero bueno la historia está hecha para construir el presente, ahora la historia será otra y la contarán otros ...hay una pasarela muy bonita.....los coches ya no te salpican tanto cuando llueve......hay luz en el puente, con farolas y todo, los críos ya no se te escapan a la mitad del puente......y de las truchas....volverán a su sitio natural........que no se cual es pero los ribereños seguro que ya lo saben"
"El Plan REDIA (Red de Itinerarios Asfálticos) fue un plan de carreteras que se inició en el año 1967 para la mejora completa de varios itinerarios con intensidades de tráfico importante. Por supuesto, dentro de las carreteras mejoradas estaban las radiales, pero también algunos otros itinerarios periféricos. Entre ellas se encontraba la N-634, entre San Sebastián y Oviedo. Uno de los primeros tramos donde comenzaron las obras fue en la parte asturiana, con la construcción del tramo desde Unquera hasta Llanes, pero sin solucionar el paso por las travesías de Unquera y Bustío.
(...) los niveles de servicio en la N-634 eran insuficientes, por lo que se propone dentro del avance del II Plan de Carreteras 1992-2000, que se desarrollaría dentro del Plan Director de Infraestructuras 1993-1997, la construcción de una autovía entre Solares y Unquera. En 1993 se aprueba el Estudio Informativo de todo el Itinerario, pero sólo se ponen en marcha los proyectos entre Torrelavega y Unquera, al existir un itinerario por autovía entre Solares y Torrelavega a traves de Santander.
La construcción del tramo Lamadrid-Unquera sale a licitación el 1 de agosto de 1998 y es adjudicado el 30 de dicembre de 1998 a la UTE Dragados - FCC por un importe de 15.588.683.854 pesetas (unos 93,7 millones de euros). Dentro de este tramo se construye un nuevo puente sobre el río Deva (...)
Se inaugura el 19 de octubre de 2001 y aunque el puente se construye para la situación definitiva de la autopista, la pintura se realiza de forma provisional para adaptarse al tráfico bidireccional de la N-634 que todavía no se había desdoblado en Asturias. Los problemas con el tramo entre Unquera y Llanes, que se inauguró finalmente en el 30 de diciembre de 2014, hizo que esta situación del trazado provisional estuviera la friolera de 13 años!!"
Por su parte, sabemos que el puente del ferrocarril también fue destruido en 1937 y reconstruido dos años después. Más allá están el de la variante y del de la Autovía. A lo lejos las alturas de El Llanu, que separan estos valles del mar
El puerto de Bustio se halla realmente aún más allá, al pie del Picu'l Cañón y la sierra plana de Pimiango, solar que fue del mítico monasterio de Santa María de Tina, emplazado en las inmediaciones de la cueva prehistórica de El Pindal, que demuestra un antiquísimo poblamiento de este territorio que habría de ser muy rico en recursos pesqueros
No nos resistimos a compartir lo que dice Luis Antonio Alías de este el primer pueblo de Asturias en el Camino Norte...
"Bustio recibe al peregrino con aire indiano y marinero. Embarcaciones de poco calado en los márgenes de la ría, espacio para abuhardilladas casas de grandes balcones y corredores"
Desde el puente y a nuestras espaldas tenemos una buena vista de Unquera, población perteneciente al municipio de Val de San Vicente, bajo los altos de El Cantón y Jalesango (150 m). Hace dos siglos todo esto eran junqueras (de ahí el topónimo Unquera) y marismas pero, cuando a mediados del siglo XIX, estas se desecaron, la población prosperó a partir de una vieja venta caminera que aún prestaba sus servicios en 1860. Las carreteras y el ferrocarril propiciaron su expansión, tal y como leemos en Wikipedia:
"Durante el Antiguo Régimen el municipio de Val de San Vicente perteneció como señorío a la casa de los Marqueses de Aguilar de Campoo. Sin embargo, Unquera como localidad tiene una vida muy corta para los cómputos europeos. No aparece en el mapa de Coello (1861), aunque sí se cita la ensenada de Unquera en la ría de Tina Mayor. Unquera pudo haberse desarrollado a finales del siglo XIX gracias a la mejora de las comunicaciones, especialmente por el ferrocarril,2 y por el auge comercial de la región, posible tras la apertura de la carretera del desfiladero (luego N-621) en 1863. Este camino se utilizó como vía para exportar, a través de la ensenada de Unquera, las materias primas de Liébana y el desfiladero de La Hermida a Inglaterra, Bélgica y Alemania. En 1881 Unquera ya se cita como una aldea situada al fondo de Tina Mayor. Desde entonces Unquera ha crecido linealmente en torno a la carretera, y también paralelamente a la ría, donde posee un paseo fluvial"
La localidad se ha hecho celebérrima gracias a las famosísimas Corbatas de Unquera, pastel de hojaldre en forma de corbata o pajarita. Según unas fuentes las corbatas son una creación del asturiano aquí afincado José Julián Revorio, fundador de la panadería El Pindal. Esta es la versión que recogemos de La Casería de Potes:
"Corbata es el nombre con que se conoce a uno de los productos típicos de la reposteria de Cantabria, principalmente elaborado en Unquera (Val de San Vicente) y San Vicente de la Barquera.Se trata de un pastel de hojaldre con forma de corbata o pajarita hecho con mantequilla, azúcar, huevos, harina de trigo y almendras, y recubierto con una capa de azúcar con almendras.Las Corbatas de Unquera nacieron en la panaderia "El Pindal" fundada por la familia Revorio, el creador de las Corbatas de Unquera fue José Julián Revorio, un reconocido repostero de la provincia de Asturias que al vivir un tiempo en Unquera decidió formar la panaderia de "El Pindal".
"La "corbata" de Unquera tiene su origen en el año 1951, de la mano del pastelero, Manuel Canal Cordero, a quien se le ocurrió dar al hojaldre una forma alargada y estrecha y es su padre quien pasa a llamar a este hojaldre "corbata", ya que su forma le recuerda el nudo de un lazo o pajarita, cogiendo fama y llegando su nombre hasta hoy en día. Hoy en día es uno de los dulces de hojaldre, representativos de Cantabria, con Polcas de Torrelavega, a la hora de merendar o acompañando un buen café o infusión"
Hemos de decir que es una pasarela muy bien ejecutada, con buena anchura para los peatones. No siempre tendremos la misma suerte al pasar las rías. Por ejemplo, en la del Nalón hallaremos un paso sensiblemente estrecho para pasar a Muros y, para pasar de Asturias a Galicia por Ribadeo, el vertiginoso, largo, estrecho y tambaleante Ponte dos Santos no deja de ser una prueba de miedo...
Y este es el tan emblemático paso del Deva de Cantabria a Asturias, un momento de gran emoción para muchos peregrinos, sobre todo aquellos que ya llevan muchos días a sus espaldas, desde Irún, o mismamente desde Bayona, que por diferentes razones, históricas y culturales, es cada vez plaza más escogida para comenzar el itinerario completo por el denominado en nuestros días Camino Norte
El nombre Camino Norte se ha afianzado modernamente sobre el de Camino de la Costa que se empleaba antaño, el cual tenía importante razón histórica ya que existen referencias desde antiguo a un camino real (real, del reino, es decir, público) de la costa, costero o costanero, así como sus ramales. Tal vez para diferenciarlo de otros caminos costeros, como el portugués, se ha decidido asentar más esta denominación norteña, aunque a veces comprobamos que lleva a cierta confusión a no pocos peregrinos con otros caminos, principalmente el Primitivo
Aparte de denominaciones tradicionales geográficas o de lugares, tradicionalmente todos los caminos por los que venían peregrinos centroeuropeos eran llamados camino frances, franco, francisco o similares, y ahí tenemos el caso de la documentación de época y la misma toponimia. Únicamente en nuestros días y con el fin de diferenciar oficial e institucionalmente unos de otros se ha dejado el nombre de francés al que debió tener más trasiego de gentes entre la baja Edad Media y el siglo (XVIII), el de la Meseta Norte, el cual se afianzaría a medida que el avance cristiano se iba extendiendo hacia el sur. Pero insistimos en que es una denominación que históricamente tendrían derecho otros muchos, incluyendo este
En Bustio destaca en lo alto, por su torre-mirador, una gran mansión: Villa Delfina. Se trata de una muy hermosa quinta hecha para el indianu o emigrante a América, José Egüez Otazabal, quien, a diferencia de sus paisanos, que emigraban a México, se dirigió a Puerto Rico, donde hizo fortuna. Hablaremos más de ella según nos acerquemos, pues el Camino pasará a sus pies para acometer la empinada subida de La Cuesta'l Cantu, siguiendo en viejo camino real y jacobita que lleva a Colombres, capital de este concejo de Ribadedeva o Ribadeva
Apreciamos bien desde aquí, en la loma o colina a la izquierda de Bustio, la citada ascensión por la Cuesta'l Cantu, así llamada por ir por el cantu o cresta de la misma, desde la que contemplaremos maravillosas vistas de esta Ría de Tinamayor
Más a la izquierda son los altos de La Peña, por Llagunes y La Cantería. A sus pies hay una preciosa vega donde se asientan las casas de la carretera de Vilde. Por ahí estaba el Pozu del Ángel con el fondeadero para la antigua barca del pasaje, propiedad del Conde de la Vega del Sella, que la arrendaba a algún barquero. Ahora una chimenea señala el emplazamiento de la antigua fábrica de Leche Pascual, la cual a su vez era sucesora de la Lechera de Bustio, fundada en 1940 por el bodeguero vallisoletano Mariano Ruiz en esta misma finca, comprada al Sr. Eguen, según recogemos del libro Historia de la industria láctea española; una aplicación a Asturias: 1830-1995, de Alicia Langreo Navarro, que nos informa que, dada su situación efectuaba la recogida de leche en caserías tanto asturianas como cántabras, dedicándose inicialmente a la recogida de leche entera y su posterior elaboración en leche condensada en botes de 5 kilos, llegando prontamente a tener una gran expansión y llegando a recoger 3.000 litros diarios. En la década de 1950 comenzaron los problemas, principalmente a causa del fraude del aguado, el cual reducía su rendimiento, dedicándose posteriormente a la elaboración de queso. Luego paró su actividad y tras unos años sin trabajo fue comprada por Clesa para la campaña 1969-1970, pasando a figurar como Celebusa, una de las empresas de su grupo
La compra obedecía a la necesidad de las nuevas centrales lecheras de hacerse con fábricas de leche condensada para abastecer de las crecientes áreas urbanas, en este caso Madrid. En el acuerdo de compra figuraba el compromiso de los antiguos dueños de recuperar el servicio de recogida anterior, que se había perdido al cerrar, y así fue al principio, aunque enseguida Clesa prefirió gestionar esta recogida directamente, construyendo además una torre de polvo para aprovechar los excedentes de las recogidas, empezando asimismo a producir mantequilla como subproducto de la leche en polvo desnatada. Clesa utilizó estas instalaciones hasta comienzos de la década de 1980, cuando decidió irse de Asturias tras algunos problemas con otras empresas en el conflicto del abastecimiento de leche y cuando ya había inaugurado nueva fábrica en Galicia:
"Bajo la propiedad del grupo CLESA los volúmenes trabajados por esta fábrica crecieron espectacularmente. En los primeros setenta contaba con 25/30 trabajadores y recogía más de 15 millones de litros de leche anuales, incluidas líneas en Santander, cifra que subió a lo largo de la década. Sus producciones eran leche en polvo entera, desnatada y mantequilla.
En la segunda mitad de los setenta esta fábrica se utilizaba como reguladora: en ella entraban más de 100.000 Kg. de nata como nueva materia prima, que se transformaba en mantequilla, y como abastecedora de otras fábricas del grupo -casi un 20-25% de su recogida de leche cruda salía del Principado sin elaborar con destino a las centrales lecheras del grupo-.Mientras tanto el número de trabajadores descendió a unos 15"
El 18 de febrero de 1989 la fábrica de El Bustio se vendió a la sociedad ASLAT (Lácteos Asturianos), formada en un 50% por accionistas de LAGISA y el Grupo PASCUAL, dedicándose a ser empresa reguladora para ellas, si bien se suspendió la fabricación de mantequilla, centrándose únicamente en la leche en polvo y la venta de leche cruda a otras fábricas de esta sociedad láctea, bajo cuya gestión se hizo la instalación de frío, similar al modelo de Pascual en toda España, instalándose desde 1883 tanques en frío en las explotaciones ganaderas, los cuales eran propiedad de la empresa, cuyo radio de recogida llegaba a los 50 Km que comprendían unos 600 ganaderos abastecedores. La sociedad se disolvió en la década de 1990, quedándose Leche Pascual con estas dependencias y casi toda la recogida, aunque la producción como tal acabó, ciñéndose a ser centro logístico de la recogida de Pascual en Asturias y Cantabria. hasta que esto también cesó. Las instalaciones fueron demolidas en 2007 a excepción de esta chimenea de ladrillo rojo catalogada como patrimonio industrial
Es significativo que esta zona al sur de Bustio ya era antes un centro industrial de importancia: entre finales del siglo XIX y comienzos del XX funcionó un molino que era fábrica de harinas, central hidráulica y ferrería de tachuelas y puntas de hierro
Ribera del Deva que se extiende hacia el sur, donde el río va a hacer un meandro. En río nace en Fuente De, al sur de los Picos de Europa, y riega tierras de Liébana, siendo cruzado por el Camino Lebaniego en Santa María de Lebeña, antes de llegar a Potes y al monasterio de Santo Toribio
A Liébana, vía Panes (Peñamellera Baja) y Desfiladero de La Hermida, va la carretera N-621, por donde se extienden las casas del sur de Unquera, con vistas al río, truchero y salmonero por excelencia, que recibe las aguas del mítico Cares en Ciliergu antes de entrar en Panes. Las cimas calizas que vemos a lo lejos señalan esa entrada en la abrupta Hermida, a cuyo paso por ella escribió Benito Pérez Galdós:
"Es un paso estrecho y tortuoso, cuya alta cima no alcanza a percibir la vista entre dos paredes. Elcamino, como el río, va por una gigantesca hendidura delos montes resquebrajados"
El Deva recorre algo más de 72 kilómetros antes de desembocar en el mar formando previamente esta bella Ría de Tinamayor y luego de pasar, desde Panes, por Sieju y El Mazu, solar de otra cueva prehistórica, La Loja, viniendo luego aquí por Narganes, Buelles y Molleda
Entre Molleda y Muriances, justo antes de llegar a Unquera. el Deva forma uno de sus grandes meandros, conformando otro de sus bucólicos paisajes que encandilaron a tantísimos viajeros y montañeros a lo largo de la historia. Más a lo lejos la Sierra de Arria forma un murallón que cierra al otro lado el valle del río Lamasón, afluente del Nansa, paralelo al Deva y que desemboca en otra ría cercana, la de Tinamenor, paso del Camino Norte que hemos dejado atrás, en Puentenansa. Esas montañas son otra referencia para los peregrinos del Camino Lebaniego, pues se ven desde lugares tan significativos de esa ruta como Cabanzón, Cades, Sobrelapeña, Lafuente, Cicera, así como La Canal de Francos y el Colláu Arceón, en el paso a Liébana por Lebeña
Las picudas moles de piedra clara caliza gris, casi blanca, anuncian la antesala de los Picos de Europa, de os que tantísimo hemos hablado viniendo ya por Cantabria, pues llegan a verse desde una gran distancia. Precisamente una de las posibles explicaciones de tan llamativo topónimo es que eran "las peñas de Europa", referencia de tierra firme desde alta mar, formando parte de la extensa Cordillera Cantábrica, que se extiende por todo el litoral, llamada en siglos pasados Pirineos (topónimo que abarcaba por lo visto más montañas que las actuales) y aún antes Mons Vindius, "a donde antes subirán las aguas del mar que no las armas de Roma"
Deva, nombre de origen céltico, que denomina una diosa de la naturaleza de raíz indoeuropea, la Gran Diosa Madre que da la vida, simbolizada en las aguas y el nacimiento de los ríos. un ejemplo de la veneración y el respeto de las antiguas culturas para con el entorno natural que hace posible la vida y de la que el agua es el principal fundamento. No es de extrañar que un elemento fecundador y femenino como es el agua quedase divinizado por un ser también femenino, Deva, y este fuese con el tiempo transformado o asimilado a nuevo nombre, aunque no de función, cuando una nueva religión se superpone a las anteriores. Tanto el río como su nacimiento en Fuente Dé (Fuente Deva), portan esta etimología
No muy lejos de aquí, encontramos reminiscencias de Deva en varios topónimos, como la Isla la Deva casi enfrente de la desembocadura del Nalón, el río Deva que nace en el Monte Auseva en Covadonga, al otro lado de los Picos de Europa, o la parroquia de Deva, en Gijón, nombre antiguo de su río Peñafrancia... pero hay muchas más desde Europa hasta la India y entre ellos destacamos en Galicia el río Deva en Pontevedra, Deba en el País Vasco, que también denomina a un río y a una villa, el Deventer en Holanda, la ciudad de Devon y Devonshire en Inglaterra, las Divonna de Francia, Diviciacos, famoso druida galo; el Dvina, río de Rusia y Letonia, la Diva de los persas y un larguísimo etc., que sería harto prolijo enumerar
También este culto a Deva parece estar muy emparentado con las creencias en los seres femeninos del agua y las cuevas que existen en la mitología de todas las culturas y que en Cantabria y Asturias están representados por las anjanas, injanas o xanas, que se aparecen en fuentes, ríos y lagos, Escribe, cómo no, también de ello Luis Antonio Alías en su libro jacobita...
"Ría de Tinamayor, Encuentro del Deva -nombre de origen sánscrito e importación céltica que significa diosa o, más en concreto, diosa engendradora, fertilizadora, madre y protectora de las gentes indoeuropeas- y el mar. Antaño, mucho más que hogaño, era puerto natural de cierta importancia Hoy, sin que dejen de surcar las, normalmente, tranquilas aguas pequeñas embarcaciones pesqueras, la cierta importancia o, con mayor exactitud, la importancia cierta, es ecológica y paisajística"
Por su parte Bustio parece ser uno de tantos topónimos de raíz bustum o similar, vinculado a combustum o lugar de quemas, posiblemente la ancestral costumbre de ganar de esta manera pastos y terrenos al monte
Villa Delfina, con sus excelentes vistas de la ría y su puente, sigue dominando la escena. Fue encargada en 1921 por aquel indiano, Eguen Olazábal, al arquitecto santanderino Deogracias Lastra López, acabando las obras cuatro años después en 1925. El maestro de obras fue Valentín Zubizarreta. Sin duda lo que más destaca es su característica torre cuadrada de tejado a cuatro aguas, veleta y pararrayos, de preciosa inspiración montañesa
Atrás, otra hermosa vista delos barrios de Unquera desde el puente hacia el sur, la zona del Auditorio, Plaza Ruperto Leza y calle San Felipe Neri, bajo las verdes lomas de las camperas de El Cantón
Contemplamos ahora hacia la derecha la Ría de Tinamayor y sus puentes entre Unquera y Bustio. Las marismas o esteros, que se extienden a lo largo de los cuatro kilómetros que nos separan de la boca del estuario, fueron tiempo ha desecadas y rellenadas para su aprovechamiento como pastizal, aunque de vez en cuando el mar, en sus mareas vivas, o el río con sus riadas, recuperan lo que un día fue suyo
"Hay ocasiones en las que una leyenda envuelve un hecho histórico, se adhiere a él, y hasta lo supera, pasando el aspecto legendario a ser casi lo único que con el tiempo se recuerda. Cuando alcanza ese grado, será difícil competir con la fuerza de una leyenda, porque, con frecuencia, esta parece mejorar, o al menos “redondear”, la historia real.
Algo así ha ocurrido con un relato que enlaza a los protagonistas de las dos primeras escaladas al Naranjo de Bulnes (llamado el Urriellu, o el Picu, por los naturales del país), en el que se cuenta cómo Gustavo Schulze, autor en 1906 de la segunda escalada a esa cima, encontró en la cumbre dos botellas que Pedro Pidal y Gregorio Pérez habían dejado allí en 1904; una contenía la tarjeta de Pidal y otra estaba llena de vino.
El relato en cuestión continúa diciendo que, más tarde, en 1907, Schulze, Pidal y el conde de Saint-Saud se reunieron en la Fonda Velarde de Bustio, junto a la desembocadura del río Deva, y allí, durante la cena, el primero entregó a Pidal la tarjeta, dándole las gracias por el vino que generosamente había dejado en la otra botella como regalo para el primero que volviese a subir al Picu.
La historia que comentamos comenzó a difundirse a partir de 1985, fecha en la que se publicó la primera traducción al castellano de la gran obra de 1922 del conde de Saint-Saud “Monographie des Picos de Europa”.
En esa traducción, titulada “Por los Picos de Europa” y realizada por el alpinista y gran estudioso de los Picos de Europa José Antonio Odriozola, la historia de las botellas aparece contada por el conde de Saint-Saud.
Y como el conde parecía una fuente fiable, puede decirse que desde entonces casi no ha habido publicación, conferencia, o artículo sobre la gesta de la conquista del Naranjo en la que no se haya repetido tan sorprendente anécdota.
Pero es justo señalar que algunos autores, como, por ejemplo, Francisco Ballesteros, en su libro “Las historias del Naranjo” de 2004, y Alberto Fernández, en un artículo de 2006 en Peñalara titulado “Las botellas misteriosas”, han manifestado su extrañeza ante el hecho de que Pidal y Gregorio, enfrentados a una escalada arriesgada y difícil, y en una pared desconocida, hubiesen sido capaces de subir con ellos un par de frágiles botellas. Aunque, como añade Alberto Fernández, del marqués de Villaviciosa se podía esperar cualquier osadía.
El misterio de las botellas se resolvió en octubre de 2006, cuando, coincidiendo con el centenario de la ascensión de Gustavo Schulze, aparece el libro “Gustav Schulze en los Picos de Europa (1906-1908)”.
La obra, en la que participamos cuatro autores, daba a conocer los diarios de campo, en parte también personales, en los que el geólogo y alpinista había ido anotando minuciosamente las actividades realizadas durante sus tres campañas en Españ
En estos cuadernos, descubiertos a finales de los años 70 en la biblioteca de una universidad alemana, Schulze no menciona botella alguna en la cima del Urriellu, como tampoco lo hace en el hermoso y extenso artículo sobre su ascensión publicado en 1934 en la revista Peñalara.
Los autores del libro citado conocimos otro relato más de Schulze contando su aventura en el Naranjo, y este inédito: el texto de una conferencia impartida por el alpinista en Munich en 1908, una conferencia salpicada de anécdotas en la que, sin embargo, no hizo ninguna referencia a algo tan inesperado como habría sido encontrar dos botellas en aquella cima.
Nos dirigimos entonces a la obra original en francés de Saint-Saud (casi olvidada por entonces), de la que procedía la traducción de Odriozola, y revisamos cuidadosamente sus dos ediciones (1922 y 1937), comprobando, con sorpresa, que la historia de las botellas no aparece en ninguna de ellas. Y es que, en realidad, Saint-Saud… nunca la contó.
¿De dónde surgió, entonces?
Un artículo sobre Schulze, publicado por Odriozola en la revista Peñalara en 1965, por tanto, muy anterior a la traducción de la obra de Saint-Saud, nos dio la clave.
En ese artículo, Odriozola dice que ha visitado la Fonda Velarde para recabar datos sobre Schulze (alojado allí a principios del siglo XX) y que Delfina Velarde, única superviviente de la familia, le ha contado detalles de una cena que, 58 años atrás, reunió en la fonda a Pidal, Schulze y Saint-Saud.
Esos detalles incluían una conversación entre Pidal y Schulze sobre las botellas del Naranjo, conversación que ella, entonces una jovencita, pudo escuchar gracias a que “andaba por allí mientras servían la cena”.
Así pues, Delfina es la única fuente de la que procede la supuesta historia de las botellas. Odriozola tomó la anécdota como un hecho real y, años más tarde, al abordar la gran tarea de traducir a Saint-Saud, no se resiste a incorporarla al texto en castellano; pero, llevado quizá por el entusiasmo, cometió el error de insertarla como si fuese parte de la obra original de Saint-Saud.
Con todos estos datos, el sentido común nos dice que lo que Delfina escuchó en 1907, y muchos años después transmitió a Odriozola, no fueron otra cosa sino las bromas joviales que se gastaron entre sí dos comensales con sentido del humor.
No obstante, si todavía hay alguien a quien le puedan quedar dudas sobre la no existencia de las botellas del Naranjo, se le sugiere que repare en lo que cuenta el propio Pedro Pidal sobre su gran escalada de 1904: “… llegamos a un punto en que tuvimos que dejar los morrales, los anteojos y los palos, todo, menos la cuerda, para marchar con el mayor desembarazo posible”.
Y quizá también se puedan considerar significativas las palabras de Gregorio, cuando comenta que al llegar a la cumbre tomaron “unos caramelos por la mucha sed que teníamos”. No parece que tuviesen a mano líquido alguno.
La historia de las botellas aparece recogida de nuevo en el magnífico número que Desnivel ha dedicado recientemente al Urriellu (Desnivel nº 408, octubre 2020, pág. 9), demostrando, una vez más, con qué fuerza ha quedado enraizada en la crónica de las dos primeras ascensiones al Picu.
Se non è vero, è ben trovato, dice un refrán italiano para justificar una anécdota que ayuda a describir con eficacia un hecho real, y que incluso le añade interés aunque, en realidad, tal anécdota jamás haya tenido lugar.
Este refrán se podría aplicar a nuestra historia de las botellas, y ganas dan de hacerlo, porque la anécdota ¡es tan singular! Sin embargo, en aras de un registro de la historia lo más riguroso posible, debemos renunciar a este sabroso aderezo. Vayamos acostumbrándonos"
"Vivienda de 1925 promovida por el indiano José Egüen Otazabal, situada en un lugar privilegiado de Bustio, en una zona alta del pueblo con dominio sobre toda la localidad y sobre el río. Es un edificio de planta rectangular con dos pisos, el inferior a modo de pórtico con arcadas y el superior conformado por una galería acristalada. En la esquina se dispone, adosada al edificio, una torre de tres alturas, con arco en la planta baja, balcón en la intermedia y remate con ventanas flanqueadas por columnas adosadas a las esquinas de la estructura, bajo un pronunciado alero"
Mucho hemos hablado ya de indianos en lo que llevamos de Camino Norte y mucho habremos de seguir haciéndolo por toda la costa asturiana y parte de Galicia, especialmente Ribadeo. Su impronta marcó la fisonomía de muchos pueblos, no solo en sus casas, a veces nuevas y a veces reforma del solar familiar, sino también en otras construcciones públicas y privadas, escuelas, carreteras, fuentes, lavaderos, capillas, panteones e iglesias, así como empresas y sus edificios y todo tipo de industrias, al igual que bibliotecas, junto con la fundación de asociaciones, centros culturales, casinos y otras instituciones, de las que no pocas perviven hoy en día
"¿Qué sucede con la escalera? Al igual que sucede con las tipologías arquitectónicas, su diseño y construcción va a mantener los criterios impuestos por la tradición. Ello implica una continuidad con la tradición bien definida en siglo XVIII, por la que la escalera se convertía en uno de los elementos arquitectónicos más significativos del edificio. Si las dimensiones, el diseño y despliegue estilístico de la construcción eran los marcadores que definían la posición social del propietario, lo mismo sucederá con la escalera. Y, en este sentido, la arquitectura indiana mantiene una tradición que proviene de siglos atrás, en la configuración de los grandes pazos15, rurales o urbanos, en los más sobresalientes colegios y hospitales gallegos, surgiendo el concepto de «parque antropizado», legado de los grandes palacios absolutistas, que comienza a hacerse público con la sociedad burguesa emergente del siglo XIX. Es en la arquitectura patrocinada por los indianos donde hay que ver el desarrollo del nuevo «palacio» de este siglo.En este contexto se podrá comprobar cómo la escalera mantiene su carácter funcional, simbólico, artístico y contextual, ya que para unir dos o tres plantas en el caso de espacios interiores, o diferentes planos aterrazados en un monte, cabe añadir el uso de tipologías tradicionales que siguen esquemas simples o compuestos16, dependiendo de la importancia que se le quiera conceder a la construcción. Por tanto la escalera se convierte en elemento dignificador del conjunto, en ocasiones haciendo uso de recursos decorativos como esculturas, jarrones acróteros o elaboradas barandillas, elementos que rigieron el modus operandi de la escalera monumental en Galicia17. La única nota que rompe con la tradición constructiva gallega es la introducción de nuevos materiales como el hormigón o la forja, que conviven con la tradicional piedra granítica o la madera y los decorados en marquetería y mármol que rodeaban el vestíbulo de entrada y el conjunto de escalera"
"... la escalera es uno de esos elementos que se mantienen afines a la tradición. Hay dos espacios esenciales para la construcción de escaleras: interior y exterior. Común a ambos es la respuesta que este elemento da a la necesidad de unir dos o más planos a diferentes alturas haciendo uso de rampas. La escalera de interiores en Galicia cobra especial protagonismo en el marco de la construcción de colegios, hospitales o casas nobles (pazos urbanos o rurales), y especialmente al amparo de los claustros de los monasterios y conventos que fueron reformados desde el siglo XVI hasta el XVIII. Será a través de los talleres de obreros y maestros canteros que trabajan en estos espacios, donde se dará cabida a la creación de relevantes ejemplos de escalera monumental que sirvieron de fuente de inspiración para artistas posteriores. Por su parte, la escalera de exteriores es propia del ámbito de lo paisajístico o del urbanismo, encontrando los ejemplos más sobresalientes en la unión de diferentes niveles de un jardín o parque, así como precediendo fachadas de edificios.También existen dos factores determinantes en la configuración de las tipologías. El primero de ellos es la mano de obra, a través de artistas foráneos (andaluces, cántabros o castellanos, fundamentalmente) que trabajan en el diseño de estas piezas20, y que a lo largo de los siguientes siglos serán reemplazados por los propios maestros de obras locales. El segundo es la influencia que haya podido tener la literatura especializada –los tratados de arquitectura o libros de corte de la piedra– que, en varias ocasiones, han podido ser la fuente de inspiración para determinados arquitectos. Estos recetarios formaron parte de las grandes bibliotecas de artistas, monasterios, conventos y cabildo"
"Palacete de estilo montañés. El cuerpo bajo tiene una doble arcada por acceso, mirador sobre ménsulas, corredor4es y cortafuegos. La torre, de amplio alero, alfiz en ventanas, pilares simulando matacanes en las esquinas, balcón bajo frontón y ante voladizo semicircular, marca el máximo punto de altitud urbana y parece apropiarse del papel de fortaleza local"
"Espinazo algo calizo situado entre los pueblos de Bustio y Colombres, en Ribadedeva. Por él discurre una buena vereda por la que se comunican rápida y peonilmente ambas localidades, pero es poco transitada hoy día, época en la que el ominpresente automóvil todo lo domina"
"Los barqueros merecen la más absoluta condena, pues aunque son ríos muy estrechos, por cada persona que pasan, sea rico o pobre, cobran de tarifa una moneda, y cuatro, que reclaman violenta y abusivamente, por la caballería. Además tienen una barca pequeña, construida de un tronco de árbol, en la que apenas caben los caballos; una vez montados, hay que andar con cuidado para no caerse al agua"
"...se condenarán indudablemente; pues aunque aquellos ríos son muy estrechos, sin embargo por cada hombre, tanto pobre como rico, que transportan hasta la otra orilla, suelen cobrar un dinero, y por las caballerías cuatro, que exigen incluso por la fuerza, abusivamente. Y su nave es pequeña, hecha de un solo árbol, y en ella no caben los caballos; cuando hayas embarcado en ella guárdate prudentemente de caer, por casualidad, al agua. Te convendrá arrastrar por las riendas a tu caballo detrás de ti, fuera de la nave, por el agua. Por eso entra en ella con pocos, pues si va muy cargada peligrará. También muchas veces los barqueros meten tanta cantidad de peregrinos, tras cobrarles el precio, que vuelca la nave, y se ahogan los peregrinos en el río. Por lo que malignamente se alegran los barqueros, apoderándose de los despojos de los muertos"
"En Asturias la construcción de la Autovía del Cantábrico tardaría más tiempo por varias razones, destacando su sinuosa orografía, las vicisitudes políticas y judiciales y el hecho de que es en esta comunidad en la que la autovía tiene más recorrido (más de 230 km de los casi 590 totales, contando desde Biriatou hasta Baamonde). Desde la apertura de la famosa «Y» asturiana el 13 de febrero de 1976, habrían de esperarse más de veinte años para la apertura del segundo tramo. De esta forma, y hasta 2005, los tramos inaugurados se centraron básicamente en conectar el centro de Asturias con la Asturias oriental (...)
Desde 2005 se consumó el parón en la zona oriental de Asturias en el tramo Llanes-Unquera, convirtiéndose este en un verdadero embudo de la N-634, especialmente en períodos vacacionales, siendo el tráfico de vehículos pesados particularmente intenso en cualquier época del año. Por ello, los esfuerzos se dirigieron hacia la zona occidental de esta comunidad (...)
A partir de abril de 2009, y coincidiendo con la crisis económica, las obras sufrieron un parón importante, lo que llevó al retraso en su apertura. La judicialización del tramo Llanes-Unquera y la evidente necesidad de agilizar las obras, llevaron a dividir este tramo en dos: Llanes-Pendueles y Pendueles-Unquera, que acabaron abriéndose a su vez en dos subtramos (...)
Finalmente, acabando el año de 2014, se ponía fin a la agonía de los tramos orientales, permitiendo conectar a Asturias con la red europea de autopistas por la alternativa A-67/S-30/S-10, a falta de terminar los tramos cántabros. Con todo, el tramo Pendueles-Unquera se caracterizó en su construcción por la abundancia de percances, principalmente debidas a los deslizamientos de la ladera de Villasola, situadas entre las localidades de El Peral y Bustio, del concejo de Ribadedeva que, debido a su inestabilidad, obligaron a un modificado del proyecto para adecuarlo a las normas de seguridad vigentes..."
"... recorrido, corto, aunque empinado, que permitía a los caminantes disfrutar de una amplia panorámica sobre la ría de Tinamayor y la rasa de Pimiango; se llegaba así a la población de Colombres, capital concejil que se sitúa sobre una elevada y dilatada roca caliza"
"A mediados de este siglo XVI, les ocurrió a los vecinos, a los pescadores de Pimiango la gran tragedia, la gran desgracia, que había de cambiar totalmente su modo de vivir. Era un hermoso día de sol, con una gran bonanza en el mar, que aprovecharon estos pescadores para aprovisionarse. Y salieron al mar muy optimistas esperando llevar a cabo una pesca sonada. Nada hacía presagiar el brusco cambio de la mar que, en unos momentos, cambió radicalmente, revolviéndose una galerna, una borrasca temible. Los pescadores desprevenidos y a bastante distancia del puerto, no pudieron atravesar con sus débiles lanchas la boca de la barra, pereciendo la totalidad de los pescadores. Los supervivientes, ancianos, mujeres y niños, hicieron juramento solemne de no volver a pescar más. No volver más a la mar traidora. Juramento que cumplieron totalmente. Y ahora viene el grave problema que se les presentaba y que había que resolver urgentemente, porque, ¿de qué iban a vivir tantas familias faltándoles repentinamente la pesca, que era casi su único modo de subsistir?. Una vez más intervienen los Colombres y les proponen una solución. Pero una solución bien distinta. Sabemos que la gran familia Gutiérrez de Colombres procede de la villa de Noreña. Sabemos también que en aquellos tiempos (últimos años del siglo XVI) ya funcionaba la famosa artesanía de los zapateros de Noreña, con gran desarrollo, trabajando en sus propias viviendas donde pasaban en total de dos centenares los varones que trabajaban en este oficio, siendo las mujeres las que transportaban a los mercados y vendían los artículos fabricados. La exposición verbal de los Colombres a las pobres familias de Pimiango fue aceptada inmediatamente y pronto, con los zapateros de El Palacio, de La Higar, etc., organizaron unos rápidos cursillos de lo más elemental, y al comenzar el siglo XVII ya salieron a la costera los primeros mansoleas, cada uno con su ayudante, mientras seguían enseñando a los siguientes."
"El cronista Mendoza (cronista y Rey de Armas de Carlos I) al igual que otros historiógrafos que se ocuparon del origen de la familia Colombres, dice que el apellido Colombres trae su primitivo nombre de los Condes de Noreña y son tradicionalmente descendientes de los Alvarez de Noreña"
"Se da la paradoja que una parroquia de Rivadedeva, Pimiango, la más cercana a la costa, ha sido, tradicionalmente, la que vivió de espaldas al mar. Históricamente, en Pimiango no hubo marineros, sino zapateros. Así, en el Catastro del Marqués de la Ensenada, de 1753, de los cincuenta y un vecinos censados, treinta y dos eran zapateros, catorce eran labradores, y ninguno era marinero. El origen de esta curiosa pasión por el zapato, se debe por una parte a la huida del mar, propiciada por una galerna, y a las relaciones de la familia Gutiérrez de Colombres con la villa zapateril de Noreña.Los zapateros de Pimiango eran itinerantes. Ejercían su oficio por Cantabria, el País Vasco, Asturias y el norte de Castilla y, para entenderse 'sólo' entre ellos, utilizaban un argot o una jerga, el 'mansolea', el habla de los hombres de la suela, que llega hasta nuestros tiempos.
A mediados del siglo XIX, un zapatero de Pimiango José Manuel de Cue y de la Borbolla, alcanzó cierta notoriedad, y no precisamente por su oficio. El buen hombre se enteró que en la parroquia de Tresviso, en el corazón de los Picos de Europa, estaba vacante el curato. Se hizo con una sotana y durante varios meses desempeño el papel de sacerdote, empleando una curiosa liturgia en la que se entremezclaba el 'mansolea' y el latín. Debía ser una buena persona, porque además de desempeñar las funciones religiosas, también arreglaba zapatos y enseres, con tan buena mano que el sacristán comenzó a sospechar que había algo raro en este cura obrero de Tresviso"
"Este lenguaje se compone de préstamos de otras lenguas, principalmente el vasco, de palabras nuevas o alteradas en su forma o significado, etcétera. Veamos algunos ejemplos: aldrame (madre), ascode (mucho), galocho (calzado), jatear (comer) lleo (él), pelada >(peseta), uzmaya (leche)..."
"La pendiente es excesiva para un camino, está claro. Sin embargo, Javier Fernández Conde, historiador citado, escribe, en la obra del Ayuntamiento de Ribadedeva ya presentada, «un camino carretero que une la ría de Tina Mayor con Pimiango y otros pueblos costeros, partiendo de Puerto Chico, pasa por las proximidades del espacio murado que circunscribía las edificaciones centrales de Santa María de Tina. El desembarcadero de Puerto Chico, un pequeñísimo puerto natural de la margen izquierda de esta ría, cerca ya de la barra de la misma, permite una comunicación fácil y rápida desde Cantabria a Asturias, evitando el rodeo, por tierra, de Unquera y Bustio, por donde va el trazado de la actual carretera. Las relaciones naturales del pequeño complejo de edificaciones de Tina con este camino costero sugieren, a primera vista, la existencia de funcionalidades de carácter caritativo-asistencial en este asentamiento religioso.»
"Se trata de una pequeño estuario por donde las embarcaciones de la Cofradía de Pescadores de Bustio salen al mar para pescar el «Pescado de Rula con Artes Sanos» que será subastado en la Rula de Bustio (localizada hacía el interior de la Ría de Tina Mayor, en plena marisma)"
"Según transmisiones orales: a finales del siglo XIX no había casi pescadores de mar en la zona de Bustio y fue entonces cuando el pescador José Peñíl Díaz, de Suances (Cantabria), pasó varios veranos por la zona pescando langosta mediante nasas. Viendo que la pesca era buena, en los primeros años del siglo XX vino en su chalana acompañado de su mujer Cecilia Villegas Cacho y enseres, a establecerse en la zona de Bustio, convirtiéndose con el paso de los años en uno de los apellidos marineros de la zona.
Antes de la guerra civil, Don Manuel Noriega, fletó varios barcos de vapor para su fábrica de conservas; siendo a partir de 1945 cuando se empiezan a introducir motores diesel citroen (viejos motores de coches), en las chalanas. A partir de esta fecha se empiezan a introducir barcos de diferentes nacionalidades
Cuando las embarcaciones evolucionaron a motor y con cubierta, el puerto pesquero se estableció río arriba, en el muelle denominado Las Acacias, estas embarcaciones tenían los palos con bisagra para poder abatirlos y pasar por debajo del Puente de Hierro (del ferrocarril).
El 18/10/1983 se crea TINAMAYOR SOCIEDAD COOPERATIVA LIMITADA, formada por ocho socios, siendo su primer Presidente : Jaime Alechiguerra Melero. Instalándose la “Venta” de la cooperativa en Las Acacias"
"En un enclave paradisíaco, la Rula de Bustio comercializa en primera venta pescado y marisco procedente de pesca artesanal. Todo pescado fresco del día. Fue una de las tres primeras Rulas (Junto con la Rula de Ribadesella y la Rula de Llanes) en certificarte con el sello «Pescado de Rula con Artes Sanos» que designa al pescado capturado en Asturias por la flota artesanal de Artes Menores (artes no masivas).
Sus instalaciones están localizadas en la Ría de Tina Mayor, cerca de la bocana de está Ría que marca la frontera con la Comunidad Autónoma de Cantabria donde desemboca el río Deva-Cares. La Cofradía de Bustio (asociación de pescadores) administran las instalaciones que dan soporte a la comunidad de pescadores artesanales del Concejo de Ribadeva en Asturias. La cofradía presta servicio de combustible, grúa de 3 Tm. y lonja informatizada para la subasta de las capturas, así como servicios administrativos a los pescadores y compradores"
"resume la geología, naturaleza y relaciones del ser humano con esta, en este enclave astur cántabro. La parte expositiva se divide en tres partes: Una que resume las características generales del espacio natural, comenzando por la base, la geología, y cómo la modificación de esta dio lugar a tres zonas bien diferenciadas en la ría. Se explica también las consecuencias que la mezcla de aguas tiene en la vida de la ría y cómo se produce esta mezcla de aguas en la ría de Tinamayor en concreto. Esta mezcla de aguas determina la distribución de la vegetación en la ría en la que hay 7 unidades de vegetación fácilmente distinguibles. Fuera de la ría el cambio de vegetación es enorme y dentro de la propia ría la aparición este año de una especie que no estaba catalogada aquí nos la muestra como un espacio aún más interesante"
Y aquí tenemos, prosiguiendo la subida por La Cuesta'l Cantu, alguno de los bellos encinares que caracterizan el arbolado autóctono que aún puede verse en estos parajes
El secular aprovechamiento agrícola y, sobre todo, el ganadero al ir acabando el siglo XIX y según avanzaba el XX, han hecho de Ribadeva una gran pradería. Los pastos abandonados con la reconversión agraria padecida por el campo asturiano con el éxodo rural fueron aprovechados para plantar ocalitos, por lo que las matas de árboles y arbustos propios del ecosistema local no son demasiados y es una delicia encontrarse con ellos, tal que aquí, camino de Colombres...
La subida es recta y directa, las lomas y colinas son tan buenos pasos naturales o incluso más, pues estas no se inundan con las lluvias y las crecidas de los ríos, por lo que forman verdaderos pasillos aprovechados desde la más remota noche de los tiempos
"El manzano crece espontáneo en los bosques, de donde el hombre le ha sacado, cultivado y mejorado, creando nuevas variedades, hasta resultar, en frase poética de Milton, un hermoso árbol cuya seductora fruta parece tener reflejo de oro y púrpura y cuyo jugo es una fecunda savia destilada del néctar que beben los dioses, al punto de haber dicho Adán a Eva en el Paraíso Perdido: te felicito por tu exquisito gusto. Nada iguala al manjar que hoy me has ofrecido"
"Por espacio es el eucalipto el que ocupa una mayor extensión, ya que cubre las dos vertientes de la Sierra Plana de Pimiango, en especial la meridional. En la Rasa de San Emeterio todavía se conservan algunos ejemplares de encinas asociadas con madroños y zarzaparrilas. El resto de las especies (abedules, álamos, alisos, castaños, fresnos, plátanos, o algún ejemplar de roble) crecen aislados o en pequeños grupos allí donde el hombre selo ha permitido"
"En la década de los setenta, la construcción de la carretera N-634 partió el barrio de La Mata en dos. Tres décadas después, lo que entonces quedó en pie lo arrasó la construcción del tramo Unquera-Llanes de la autovía del Cantábrico. Casi todo, porque entre ambas infraestructuras se quedará, como testimonio de que donde hay asfalto hubo barrio, la única casa que ni la nacional primero ni la autovía después ha tocado. La Mata fue el último escollo para ejecutar el trazado de la A-8 previsto por la Administración.
En el año 2005 los vecinos de La Mata decidieron hacer pública su situación para mantener «vivo» el problema del barrio. Pero la causa terminó en febrero de este año, con el precipitado derribo de las viviendas y una ganadería de La Mata que dejó a algunos vecinos viviendo de alquiler y a otros pendientes de recibir la correspondiente indemnización económica. Lo que no ha quedado pendiente es ninguna de las causas judiciales que, en su día, emprendió el vecindario para desviar el trazado hacia el Norte y evitar la demolición de sus casas.
Donde antes hubo barrio ahora se va acumulando parte del material para la construcción de los pilares del viaducto que salvará el desnivel de la zona de Las Bajuras, entre La Mata y El Peral. No hay casas ni tampoco autovía pero la empresa adjudicataria del tramo Unquera-Pendueles (la UTE Fomento de Contratas y Construcción y Alvargonzález Contratas S.A.) está acelerando las obras en el entronque de la Autovía con Cantabria. Estos días se trabaja en la construcción de las zapatas que sostendrá el primer tramo de la Autovía del Cantábrico en Asturias, el que entra en Asturias por el viaducto que cruza la ría de Tina Mayor.
Pasará por encima del extinto barrio de La Mata para avanzar, a lo largo de un nuevo viaducto junto a la actual plataforma de la N-634 desde Bustio hasta El Peral. Un área de trabajo no exenta de dificultades y que requerirá extremar las precauciones, puesto que serán necesario realizar voladuras a escasos metros de la carretera nacional. En esta parte del trayecto, el trazado actual de la N-634 se desplazará hacia el Sur para encajarse en la montaña y el de la autovía se hará discurrir junto a la calzada actual.
El trazado denominado «mixto» que recomendó el informe elaborado por los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente para el tramo comprendido entre Unquera y El Peral, afectó a seis viviendas del barrio de La Mata, en Bustio, a una ganadería situada en esta misma barriada y a otra localizada en el pueblo de El Peral, donde también afectó a una vivienda unifamiliar, a varios almacenes y a un bloque de cuatro viviendas.
Ribadedeva es el concejo en el que se han concentrado el mayor número de demoliciones. Ya en el concejo de Llanes, la localidad de Buelna ha sido otra de las más afectadas por los derribos"
Si quieres ver a Cabralessúbite al altu de Unquerade allí verás a Cabralesy a tola Peñamellera
"El "pueblecito o aldea llamado Colombres", en el que pernoctó la noche del 28 de septiembre de 1517 la comitiva del joven monarca Carlos I, debe su actual fisonomía a la labor edilicia y filantrópica desarrollada a fines del siglo XIX que urbanizaron y modernizaron su antiguo caserío. El más destacado enl banquero Manuel Ibáñez Posada, primer conde de Ribadedeva, que tiene un monumento a su memoria en la plaza de la villa, obra de Agustín Querol. En efecto, a la iniciativa de Manuel Ibáñez, y a la de su hermano, Luis, responde la construcción del cementerio, la traída de agua, la reforma de la iglesia parroquial -obra del arquitecto Darío de Regoyos Molenillo, (...), la plaza de la villa (...) y el ayuntamiento (...).Los indianos edificaron también espléndidas villas residenciales (...)Hito del Camino de Santiago por la Costa, esta localidad es hoy una tranquila y bella villa, punto de partido privilegiado desde el que disfrutar de las excelencias turísticas del concejo y de las de toda la comarca oriental de Asturias y de la vecina Cantabria"
Una de esas casonas indianas es la Villa Guadalupe, histórica quinta que es en la actuaidad sede del Archivo de Indianos, que destaca con su altísima silueta saliendo de entre los árboles y recortándose contra los formidables picachos calizos de la sierra de Cuera, que divisamos en el horizonte
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