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domingo, 26 de enero de 2014

EL FREISNU: VENERADO SANTUARIO MARIANO EN EL PASO DEL VALLE DEL NALÓN AL VALLE DEL NARCEA (ASTURIAS)

Nuestra Señora de El Freisnu

Situado en la misma divisoria entre los concejos de Grado/Grau y Salas, el santuario de Nuestra Señora de El Freisnu, de gran tradición romera y veneración, se encuentra emplazado en lo alto de la sierra a la que, subiendo desde Acebéu y La Venta, en San Xuan de Villapañada, separa, además de estos concejos, las cuencas fluviales de los ríos Nalón y Narcea, siendo una de las puertas del occidente astur por el interior y a través del Camino Primitivo

Acebéu y la subida a El Freisnu por La Venta y La Pelona

El templo se dice construido en el siglo XVI pero su aspecto actual, con su alta y robusta torre del campanario que se divisa en la distancia, obedece a las obras acometidas en él en los siglos XVIII y XIX, siendo reedificado además entre 1863 y 1870, tiempo después de los destrozos sufridos durante la francesada o Guerra de la Independencia, cuando fue empleado como improvisado baluarte


Se sabe además de la existencia de un santuario anterior, datado en el siglo IX, el cual estaba emplazado donde ahora se encuentra el cementerio, justo enfrente de la gran torre-campanario que señala desde muy lejos la ruta a seguir por romeros y peregrinos, pues fueron siempre renombradas sus romerías, a la que acudía y sigue acudiendo gente de toda Asturias dada la trascendencia e importancia secular de este santuario emplazado en tan estratégica posición entre el centro y el occidente de Asturias


Su ubicación no es pues casual, dado que se sitúa justo sobre dos antiquísimas vías de comunicación, el Camín Real de Galicia o Camín Francés, actual trazado del Camino Primitivo, y del Camín Real de la Mesa, que desde el puerto de ese nombre se dirigía a la costa, con ramal hacia Flavionavia, la actual Pravia y de allí al puerto natural de la ría del Nalón (San Esteban), y con otro ramal hacia Lucus Asturum y Noega, que llegó a ser el principal cuando Alfonso II El Casto trasladó la capital desde la corte praviana a la nueva sede regia ovetense, lo que, siglos después, daría origen a La Puebla de Grado, nacida en el Camino por fundación de Alfonso X El Sabio


Realmente, el santuario de Nuestra Señora de El Freisnu no está al lado mismo pegado a estos dos caminos sino justo encima de ellos en lo alto de un promontorio que los domina. El Camín Real de la Mesa (en la foto el que sigue de frente a la derecha y al pie del templo) se cruza aquí con el Camín Real de Galicia o actual Camino Primitivo (en la foto el que va de izquierda a derecha, desde la señal de stop), el cual sigue de frente, a la izquierda, empezando la bajada al valle del Narcea por Los Morriondos hacia Doriga y rumbo a Cornellana


Por ello, si antes de seguir ruta deseásemos ver el santuario, podríamos tomar el sendero que, prado arriba, sube de frente a esta iglesia-santuario, para poder visitarla haciendo un corto desvío


Ese sendero empieza justo aquí, a la izquierda y donde el Camín Real de la Mesa y el Camino Primitivo se separan tras su 'breve encuentro'. Al lado de las señales jacobitas que nos indican el trayecto al valle del Narcea Villa San Marcelo /Samarciellu por La Reaz y Doriga y nuestra entrada en el concejo de Salas, subiendo luego por el prado bajo las torres de alta tensión


No vamos a mentir, sabemos que los peregrinos no pueden estar continuamente deteniéndose a verlo absolutamente todo ni a conocerlo ni a visitarlo todo pero, dada la trascendencia de lugares como este, siempre recomendamos su visita si está al menos bien de ánimo, ganas, tiempo y fuerzas, pues sin duda merece la pena


Vamos a decir la verdad, el edificio es normal que os lo encontréis cerrado, si bien por una mirilla en la capilla lateral norte (al otro lado, el de la epístola) podremos ver el interior, con el retablo y la venerada imagen de Nuestra Señora de El Freisnu, hecha en 1975 tras casi cuatro décadas sin ella, al desaparecer la anterior en 1936, al empezar la Guerra Civil


Este es el camino que toman no pocos romeros que suben andando, algunos de rodillas en esta senda sin piedras ni asfalto, un gran mérito de todas formas hasta llegar al rellano del santuario. Sobre estas peregrinaciones de los llamados novenarios y de las fiestas de la Virgen aquí celebradas nos cuenta así Wikipedia:
"En siglos pasados, a los peregrinos que pasaban por el santuario los llamaban «los novenarios» ya que al quedarse varios días a descansar, cosa que hacían principalmente en la «Casa de las Novenas» aprovechaban para asistir a varios días de la novena previa a la fiesta. Como la afluencia era tal que no no cabían en ella, se alojaban en las casas de los vecinos, cosa que estos hacían de muy buen grado. Si se ocupaban todas las casas, que no eran muchas, pernoctaban en hórreospaneras y tenadas. 
En honor de la Virgen del Fresno se celebran dos festividades, una el 8 de septiembre y la otra el 28 del mismo mes precedida de una novena que tradicionalmente ha empezado a las cuatro de la tarde y llevaba el nombre de «Novena de San Miguel». El novenario se empezaba el 21 de septiembre y terminaba el 29, fiesta de los tres arcángeles MiguelGabriel y Rafael cuyas imágenes de tipo barroco se veneran en la iglesia parroquial. Hay un folleto, «Novena a la Virgen del Fresno», del siglo XIX y de autor anónimo, muy difundido en la zona y que sirve de guía para hacer la novena. De él se destaca una oración, también de autor anónimo y de factura muy anterior al librito, aproximadamente de finales del siglo XVII, que dice así:  
¡Oh, Virgen Santísima del Fresno! Conocedores de vuestra misericordia y obligados por los males que a diario nos afligen en este valle de lágrimas, levantamos los ojos hacia Vos, esperando confiadamente en vuestro auxilio. Sed para nosotros, oh, Virgen del Fresno, faro luminoso que nos guíe, ángel tutelar que nos defienda, báculo firme que nos sostenga, abogada y protectora que interceda por nosotros ante el Dios de las misericordias. Por nuestra parte detestamos nuestras culpas y os pedimos nos alcancéis perdón de ellas y las gracias que esperamos alcanzar en esta novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y bien de nuestras almas. Amén.

Subiendo vemos a la derecha el cementerio donde como hemos dicho estaba la primera ermita u oratorio, del siglo IX. En principio El Freisnu dependía de Doriga, parroquia del vecino concejo de Salas que en ocasiones perteneció a Grado/Grau y luego fue parte del Partido de los Montes, una de las cuatro partes del concejo de Salas antiguamente. Si hacemos caso al mapa del Instituto Geográfico Nacional (IGN), la divisoria pasa por el cementerio, por lo que el santuario estaría realmente en términos de Salas. Sin embargo, en otras fuentes consultadas dicho límite pasaría justo detrás de él


Hacia 1835 consiguió su independencia no sin pleitear con su parroquia matriz. Recordemos que en Asturias, como en Galicia y otras partes del mundo la división parroquial trasciende de lo religioso y agrupa socialmente al vecindario, por lo que cualquier variación en cuanto a sus límites, dependencia, etc. suele casi siempre ser traumática, más aún antiguamente. El cronista Álvaro Fernández de Miranda, en su obra, publicada en 1907, Grado y su concejo, explica el episodio:
"Este montuoso territorio llamóse con motivo Partido de los Montes, y hasta hace unos setenta años era hijuela de las Dorigas, a cuya separación se opusieron tenazmente el párroco y feligreses de la antigua matriz, que no pararon hasta resolverse el asunto en Madrid, en contra suya, pues los del Fresno alegaron, justamente, que su Vicaría, por sus rendimientos, mayores que los de Dorigas, y por el número de almas, podía y debía ser curato, como los hechos han venido a confirmar"

"Se celebra con oficio religioso la festividad de San Antonio -13 de junio-; con romería la de su patrona, el 8 de septiembre; y es famoso su novenario de San Miguel -21 al 29 de septiembre- cuyo día grande, la víspera del santo, se celebra con concurrida romería", explican de las festividades aquí celebradas en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos. Fernández de Miranda además nos cuenta esto de la novena de San Miguel:
"La novena de San Miguel es famosísima, acude gente de todos los concejos cercanos y de Oviedo, Avilés, Carreño y de otros más distantes. Los peregrinos cuéntanse por millares, y llegan poseídos de gran fervor religioso; muchos suben de rodillas la empinada cuesta, siendo frecuentes las caídas y desmayos, particularmente en las mujeres, que suelen llevar niños en brazos. Ofrecen á la Santa dinero, misas, cera, los hábitos que visten (muy extraños algunos) y hasta ganados; por las misas que llaman sobresalientes, llegan a entregar 16, 20 y 25 duros, y aún 50 a veces. Así, esos días las sumas que ingresan en la caja parroquial son muy crecidas"

A la izquierda una casa es ahora el bar vecinal, que suele abrir únicamente solo para las fiestas. Al otro lado de la iglesia hay más casas, en las que se albergaban los novenarios si se llenaba la antigua casa de novenas a ellos destinada:
"La mayoría de los peregrinos pasan en El Fresno el novenario, y como las casas son insuficientes para alojarlos, duermen los más en los hórreos, paneras ó pajares; algunos en improvisadas tiendas de campaña, y no pocos á campo raso".

"La notable feria de ganado, llamada de nuestra Señora, que se celebraba el 8 de Septiembre, perdió su carácter, trocándose en concurridísima romería ya citada", nos descubre también Álvaro Fernández de Miranda sobre la antigua cita ganadera aquí celebrada, pues estos caminos, especialmente el de la Mesa, hubo de ser también importante ruta de la trashumancia entre las veraniegas brañas de los puertos a los invernales del interior y de la costa


Dejando a la derecha la entrada al cementerio y llegamos a la gran explanada asfaltada en torno a este histórico y venerado templo de Santa María de El Freisnu. No habría de descartarse que la veneración mariana del lugar hundiese sus raíces en cultos precristianos en esta tierra de castros, túmulos dólmenes y yacimientos paleolíticos, marcada por la mitología de seres femeninos como las xanas o ninfas asturianas. Así, Álvaro Fernández de Miranda nos dice en su indispensable libro...
"En los anales del Fresno se registra la historia de una nereida, ondina, xana ó cosa así, encanto del lugar, que dió en el estrambótico capricho de probar la valentía de su amante, soltándole inopinadamente un culebrón y además un toro de fuego, ante cuyas bestias huyó, naturalmente, despavorido el galán, por lo que la dama, indignada, le despreció, marchándose para no volver, y causando la desesperación del amante, que murió de pena, maldiciendo su cobardía"

En medio, un carbayu o roble es el único testimonio arbóreo en el lugar donde se supone habría un fresno en el que se habría aparecido la Virgen y dando nombre al enclave. El edificio actual tiene forma de cruz latina, con entrada a la nave central por un pórtico con tres arcos de medio punto, uno a cada lado de la base de una gran torre del campanario, verdadero torreón cuadrado que se ve a gran distancia. A este lado, y al otro, hay sendas capillas laterales, con su pequeña espadaña y pórtico. Dice Wikipedia:
"El edificio es de los más complicados de la zona ya que lo más antiguo, que data de los siglos XVII y XIII tiene planta en forma de cruz latina muy alargada con brazos proporcionalmente más cortos de lo común, ábside cuadrado con una cubierta en bóveda de medio cañón, al igual que las cubiertas de los brazos. Tiene una cúpula circular pétrea y nave de dos tramos cubiertos por bóvedas de arista estando separados los dos tramos de la nave por un arco."

Dicen, los que entienden, como Ignacio Abella, escritor y naturalista, en su libro El bosque sagrado, que las apariciones marianas en los árboles guardan el testimonio de ancestrales cultos a la naturaleza, ente femenino pues, como la Virgen, es madre y señora, fundamento de vida:
"La presencia en Asturias de un gran número de árboles de concejo, en ocasiones centenarios y en general cercanos a iglesias o ermitas, señala la pervivencia de viejos cultos al árbol y al bosque que han conservado algunas tradiciones interesantes. También encontramos advocaciones como la Virgen del Avellano (Pola de Allande), cuya imagen se encontró en las ramas de un avellano según la consabida leyenda que explica que en cada ocasión el hallazgo de la imagen o la aparición de la propia Virgen, dando origen a cultos y romerías en los respectivos lugares. Otras vírgenes con advocaciones arbóreas aparecen por toda la geografía cantábrica y europea: en Asturias son bien conocidas las del Carbayu en Langreo, la del Acebu en Cangas del Narcea y la del Fresnu, en Grado. En todos esos lugares cabe sospechar un injerto cristiano sobre santuarios precristianos."

La torre-campanario es de planta cuadrada igual de ancha que la nave del tempo pero más alta, de tres plantas. Tres arcos de medio punto en la baja dan acceso a su portada este, la principal, a través de un nártex o pórtico. Sin embargo el campanario, con dos vanos de arcos de medio punto para las campanas, está orientado al sur, rematado en estructura triangular con cruz en su vértice superior y dos picos que recuerdan a las bolas herrerianas, está orientado al sur


Su estilo suele calificarse cono barroco popular "con transformaciones posteriores", nos dice la página del Ayuntamiento, que describe su estructura de esta manera:
"La planta es de cruz latina muy alargada con brazos laterales poco salientes y ábside cuadrado cubierto con bóveda de cañón. Al este de la nave, se encuentra una torre campanario que fue rehecha hacia 1870, ya que durante la Guerra de la Independencia los napoleónicos fortificaron la Iglesia e incendiaron la torre. En la parte inferior de ésta, encontramos un nártex al que se puede acceder por tres vanos con arco de medio punto."

En el brazo lateral sur del crucero, el del lado del evangelio, hay una sacristía con espadaña y campana, elemento que hace pensar que "puede que haya sido una pequeña ermita incorporada al templo", nos dice Wikipedia. Cuenta con su pórtico extendido a manera de pasillo junto al muro meridional del templo y tejado apoyado en tres columnas toscanas sobre el murete y las paredes de nave y capilla


Entramos en el pórtico para ver su interior. Unas portillas, que por el día suelen estar abiertas, guardan los accesos a pórticos y nártex


Bancos corridos de piedra, suelo de losas y escalera a la puerta lateral sur en la nave del templo


Estructura interior del tejado, con sus vigas de madera y tablas que sostienen el entramado de tejas a teyavana, es decir, teja a la vista, sin revestimiento interior


Seguidamente pasamos ahora al interior del nártex o pórtico bajo la torre a través del arco sur


Y esta es la portada principal orientada al este, exactamente al revés que en las iglesias medievales más antiguas, románicas y prerrománicas, en las que este elemento mira al oeste mientras es la cabecera la que lo hace al orienta


La portada es también de arco de medio punto conformada por grandes piedras de sillería, al igual que la escalera, bastante parecidas a la de la portada sur, que acabamos de ver


Arriba, vigas y tablas conforman la estructura del suelo del piso superior


Arco septentrional (a la derecha) y oriental de entrada a este nártex


Al salir por ese arco oriental fijémonos en el suelo


Una inscripción menciona la reconstrucción de la torre: "Se reedificó en 1863. Nº1"


Salimos por este arco E dirigiéndonos a la cruz de piedra con altar situada enfrente, en la pared del cementerio, solar como hemos dicho, del primer santuario conocido que aquí existió, del siglo IX y del que nada parece haber llegado hasta nosotros


Desde aquí contemplamos la grandiosa pared oriental de la torre-campanario, cuya silueta destaca y es reconocible desde muchos kilómetros de distancia


En la planta alta una ventana de arco de medio punto y en la baja ventana cuadrada adintelada y cerrada por vidrieras con las letras A M (Ave María) superpuestas y coronadas sobre un fondo de rombos


Como hemos dicho, es fácil que encontremos las puertas cerradas pero si vamos a la capilla septentrional, en el lado de la epístola, podremos ver el altar a través de una mirilla...


A nuestra derecha, las casas del lugar que, como todas las de los alrededores del santuario, se llenaban de peregrinos novenarios durante el mes de septiembre y alrededor de la festividad de la Virgen María


Esta capilla norte fue reconstruida gracias al empeño del párroco Lisardo Suárez, siguiendo para ello el gusto del Arte Asturiano (prerrománico). Así lo explicaba la corresponsal de La Nueva España María Palacio:
"Lisardo Suárez, párroco de El Fresno, verá cumplido el próximo día 15 el sueño que ha acariciado desde que en 1972 se hiciera cargo de la pequeña parroquia del municipio de Grado; reinaugurar la iglesia que, desde entonces y, poco a poco, ha conseguido restaurar «conforme al estilo prerrománico». 

La iglesia, que data del siglo XVI, ha sido inventariada por la Comisión del Patrimonio Artístico asturiano, aunque no ha llegado a ser incoada como monumento. El edificio original que, además de la parroquia alberga el santuario de Santa María de El Fresno, tenia una sola nave porticada con un único tramo de crucero.  

Dos vecinos colaboradores

Lisardo Suárez ha reconstruido el crucero prolongándolo en su tramo derecho, para lo que ha necesitado atesorar las limosnas y donativos que peregrinos y vecinos han aportado durante todos estos años, así como la ayuda de dos de estos últimos, Tino y Paco, que desde hace dos años colaboran con el cura en las tareas de albañilería. 

Más vieja que la iglesia, con cuatro siglos de antigüedad, es su campana de bronce amarillo en cuya leyenda puede leerse: «Hiciéronme para tocar a la Virgen de El Fresno», 

La entusiasta labor de Lisardo Suárez, ignorada hasta hace una semana por la Comisión de Patrimonio, resulta conmovedora relatada por él y pone una vez más de manifiesto la necesidad de atención que merecen los edificios artísticos de la región. Los posibles daños que el desconocimiento de buena voluntad del anciano sacerdote hayan podido causar al monumento serán evaluados en breve. 

Por su parte, Lisardo Suárez, que se niega a confesar cuánto dinero ha invertido en las obras de restauración, reconoce que «mucho, porque incluso todas mis nóminas están aquí metidas». De esto último da fe la vieja sotana del párroco, raída al punto de que calcular los años que tiene parece un atrevimiento. 

Además de sus nóminas, Lisardo Suárez ha atesorado durante lodos estos años los donativos que han ido dejando los peregrinos que acuden al santuario, sobre todo durante la fiesta y novena de la Virgen, entre el 21 y el 30 de septiembre. Los apenas sesenta vecinos que aglutina la parroquia han aportado lo que han podido, que no ha sido mucho porque, según afirma, «ellos son espléndidos, pero este es un pueblo muy pobre».

Los arreglos, además del nuevo tramo de crucero, incluyen la apertura de cuatro ventanas en la nave central, hechas en piedra catalana. 

Pilastras de Toreno

Entre las nuevas aportaciones destacan varias pilastras de la antigua casa del conde de Toreno de Oviedo. Tres ventanas dobles con pequeños arcos de medio punto en el nuevo tramo de crucero completan los trabajos cuyos planos ha realizado el propio Lisardo a partir de las fotos de varios libros sobre prerrománico que atesora en su casa. 

Cuando se le pregunta sobre por qué, precisamente prerrománico, Lisardo Suárez sonríe diciendo que «porque es el de aquí y lo más bonito que existe». Él tesoro bibliográfico del párroco consiste en esos cuatro tomos que guarda cuidadosamente en su casa y que lee y relee siempre que puede en su afán de dominar nuestra más genuina forma de arquitectura. Don Lisardo es sin duda el inventor del prerrománico del siglo XXI."

El reportaje de María Palacio con las fotos de la capilla y del párroco Don Lisardo


Y ahí tenemos una de las tres ventanas bíforas o dobles colocadas con los auspicios del sacerdote. Esta capilla tiene también su propia espadaña. El pórtico por su parte, es de estructura en apariencia un tanto similar pero, a la vez, un bastante diferente al del costado sur en cuanto al tamaño, disposición de las columnas y de la escalera, etc.


Columnas a ambos lados al entrar y una tercera al fondo. Las escaleras suben de frente a un rellano, donde está otra de las puertas del santuario. No hay bancos corridos de piedra como en el otro pórtico


El tejado está hecho también con la técnica a teyavana. Se ha colocado un pasamanos metálico en la pared


Nos acercamos pues a la puerta, literalmente encajada entre estos muros


Y en ella está la mirilla que nos permite contemplar el altar y retablo mayor y sus imágenes aunque esté cerrado


"Del interior del templo hay que destacar una imagen de Cristo crucificado de gran devoción popular, el retablo de estilo barroco, el altar mayor y un retablo de San Antonio del siglo XVII", destaca Wikipedia, así como por supuesto la imagen de Nuestra Señora de El Freisnu, la primera a la derecha y que podemos ver, e incluso fotografiar, perfectamente desde la mirilla


Al fondo hay una imagen de San José que estuvo mucho tiempo guardada en el campanario, la cual fue recuperada e instalada en el altar, como publica Lorena Valdés en La Nueva España del 8-9-2012:
"San José cuenta al fin con un sitio privilegiado en el santuario de El Fresno en Grado. Tras años olvidada en el campanario y posteriormente relegada a un segundo plano en una de las bóvedas abiertas del templo, la talla del santo luce ahora -tras su rehabilitación a cargo del restaurador Jesús Puras- en uno de los retablos principales, acompañando a las imágenes de la Virgen que da nombre al santuario y al Cristo de la Salud. La imagen, que data del siglo XVII, tiene como particularidad que le faltan las dos manos, una tara que suscita la curiosidad de muchos de los feligreses que cada domingo se dan cita en la misa, que se celebra a las once y media de la mañana en el templo.
La falta de documentación y fotografías sobre el estado original de la talla hicieron que Puras optase finalmente por dejar a San José manco tras el proceso de restauración. Según la leyenda que cuentan vecinas de la zona, «al santo de siempre le faltó una mano y la otra se la quitó con el tiempo un feligrés, que la metió en el bolso de su chaqueta supuestamente para gastar una broma de dudoso gusto a un amigo». 
Puras tardó aproximadamente tres meses en lograr el aspecto actual de la talla. «La imagen tenía la cabeza fracturada, le faltaban fragmentos en su ropaje y tenía fracturas en los pliegues del manto. Además estaba completamente repintada. Algunas de estas pinturas eran recientes y otros posiblemente del siglo XIX, por ello uno de los trabajos más laboriosos fue recuperar la pintura original de esta talla de madera de nogal que cuenta con un importante valor y que también tuvo que ser tratada para acabar con los problemas de carcoma que sufría en varias zonas», explica el restaurador, muy satisfecho con el resultado de su trabajo que ha suscitado numerosos elogios. 
La imagen de San José estuvo guardada en el campanario del santuario de Nuestra Señora del Fresno hasta los años 70 cuando el entonces sacerdote del templo, Lisardo Suárez, decidió, coincidiendo con la reforma del santuario, colocar la imagen en una de las bóvedas abiertas del edificio. En este espacio pasó prácticamente inadvertida durante todos estos años para los numerosos fieles que visitan el templo, especialmente coincidiendo con las novenas que se celebran en el mes de septiembre. 
Hace un año, el actual párroco de Grado, Reinerio García, se fijó en la talla y decidió recuperarla, ya que le pareció muy interesante. Al intentar bajarla del pedestal, se encontró con la dificultad de que los pies de San José estaban enterrados en el cemento, aún así el sacerdote no cesó en su empeño y confió el trabajo de restauración a Jesús Puras que ya había rehabilitado con anterioridad los Arcángeles del retablo mayor del santuario, ubicado a poco más de cinco kilómetros de la villa moscona."

Desde el asalto de 1936 al templo al comienzo de la Guerra Civil y hasta 1975 no hubo imagen de la Virgen de El Freisnu. Esta es una talla de las de 'vestir' hecha con madera de cedro del Líbano en Madrid. Lleva al Niño Jesús en su brazo izquierdo y in rosario entre los dedos de la derecha


Y aquí la tenemos con su manto rojo. La gran romería es el 28 de septiembre, cuando se acaba la novena de la Virgen, día de San Miguel, con misa de fiesta y comida campestre, reparto del bollu y romería. Esta celebración marcaba el final del ciclo veraniego. De la imagen original se sabe poco, solamente que habría sido trasladada aquí desde el antiguo santuario medieval. En 1922 se sustituyó por otra muy diferente, que fue la que se destruyó en 1936, según la historiadora Beatriz Canitrot, de la que hablaremos posteriormente


La imagen se saca en procesión en dicho día señalado que marca el final del novenario que, como hemos dicho, empieza el día 21 de septiembre "ejercicio de devoción que se practica durante nueve días para obtener alguna gracia o pedir por una determinada intención. Puede estar dedicada a Cristo mismo en alguna advocación, o a algún santo canonizado cuya intercesión es más poderosa ante Dios, debido a los méritos logrados durante su vida. Por ejemplo la Virgen María y los santos. Pueden ser nueve días consecutivos o nueve veces un día de la semana determinado", nos explica asimismo Wikipedia


La imagen, en su retablo, el día de la fiesta, con numerosas flores. Fijémonos ahora a la derecha...


Placa en homenaje al párroco D. Lisardo Suárez Fernández y, abajo, la pila bautismal


Interior de la capilla septentrional


Las imágenes, como hemos dicho, fueron reponiéndose tras la Guerra Civil. Observemos las ventanas bíforas, ahora desde el interior


Libro de firmas de fieles, visitantes, devotos y peregrinos


Recorremos el crucero hacia el altar mayor: fijémonos en la bóveda de medio cañón de la cabecera


En Por el Camino de Santiago desde El Fresno a Cornellana, el erudito y entusiasta divulgador del patrimonio local Juan Menéndez Arango nos cuenta lo siguiente en este artículo para la revista Salas en el Camino nº 1 (año 2001):
"El retablo mayor, barroco, tiene un notable Cristo crucificado con ángeles. A la izquierda hay un San Antonio y en el centro los arcángeles San Rafael, San Gabriel y San Miguel del que se celebra un famoso novenario. También está el Cristo de la Salud y otras imágenes como San Daniel y otros y en el lateral derecha las de Santa Rita, abogada de imposibles, San Isidro Labrador, y otras vírgenes... Hay un coro en regular estado."

Imagen general del altar y cabecera desde la nave, con los retablos


Bóveda sobre el crucero...


Retablo de San José, con su imagen recuperada a la que antes nos referíamos


Capilla meridional e imagen de Cristo crucificado. A los lados, sendos confesionarios


Imagen de estilo barroco...


Bóveda de esta capilla



Acceso a la sacristía...


El crucero, desde esta capilla


Vamos a recorrer ahora la nave hasta el coro y la portada. Nave única dividida en dos tramos, ambos con bóveda de arista o de crucería. Los separa un arco de medio punto


En la pared meridional de la nave admiramos la otra de las imágenes de Nuestra Señora del Freisnu


Detalle del arco y de la bóveda situada sobre él. El acceso se realiza por una escalera a la izquierda



La nave, el crucero y la cabecera...


Una de las vidrieras...


Volviendo al exterior, hay otro lugar muy importante en el que también suelen detenerse muy especialmente, y es la cruz de piedra, con altar, antes reseñada enfrente del santuario y pegada al muro del cementerio


Desde este antiguo solar del santuario más antiguo se divisa un gran paisaje y era de suma importancia, "que va de los Picos de Europa, por toda la Cordillera, al cordal del Aramo y los montes de Grado", nos revela Juan Menéndez Arango. La cruz además "servía de guía y referencia para que los peregrinos que venían por el valle de Grado pudiesen alcanzar las alturas por este lugar. Al parecer aquí estuvo la primitiva iglesia del siglo IX. Ahora un cementerio construido debajo dificulta algo su visión a los que llegan desde Grado."


El cementerio se construyó al exterior para seguir las disposiciones higiénico sanitarias que estipulaban realizar las inhumaciones fuera de los santuarios, algo que se sabe se tardó en aplicar pues se consideraba popularmente en muchos lugares que no era 'suelo sagrado' como el de los templos y su camposanto circundante. Es muy posible que el conocimiento de que aquí había estado el santuario original favoreciese la construcción de este cementerio


Un poco más allá, el monte El Xorru cierra el valle del río Moutas, afluente del Cubia, por el sur, discurriendo por él el ramal del Camín Real de la Mesa que se ha separado de este en La Venta Moutas, en dirección a Grado/Grau, la Sancta Ovetensis y, acaso en tiempos romanos y prerromanos, a Lucus Asturum y Noega


Más allá están La Sierra Arellanes, con los 594 m de La Cogolla; más al sur La Sierra de Buanga con El Plantón (751 m), en la frontera de Grado/Grau con Oviedo/Uviéu, Santo Adriano y Proaza, pero lo que más destaca, al sur, es la aquí nevada línea de cumbres del Aramo o El Puertu l'Aramo, cuya cima más elevada, al sur, en la lejanía, es el Picu Gamoniteiru (1.791 m). De todas maneras lo que mejor vemos desde aquí es su sector septentrional por su ladera occidental, dende destaca el Picu Gamonal (1.712 m)


A su izquierda están El Picu Monrasiellu (1.673 m) y El Picu Calzá (1.671 m), con El Picu Cazona (1.481 m) situado más abajo, al igual que, a la izquierda la vega pastoril de Fontazán, a 1.300 m de altitud


La línea de cumbres baja por El Mosquil (1.288 m) hacia Pan de la Forca, gran collado que separa al Picu la Mostayal (1.313 m) del resto de la sierra, haciéndolo fácil de reconocer. Al ser más bajo las nieves desaparecen antes en él, representando la zona más septentrional de esta gran montaña central asturiana. A su izquierda, otro collado, el de Viapará, separa el Aramo de otro monte totémico, más pequeño, pero especialmente relevante, el Monsacro o La Madalena, del que tanto hemos hablado desde que hemos salido de Oviedo/Uviéu, monte sagrado, como su nombre indica, con enigmáticas capillas, la de Santiago y la de la Magdalena, que cristianizan campos de túmulos megalíticos y reminiscencias del culto al celta Taranis


En sus eremíticos santuarios dice la tradición se guardaron las reliquias del Salvador, llegadas en largo periplo desde Jerusalén para tenerlas a salvo de las invasiones persas y árabes, así como que con Alfonso II El Casto fueron luego depositadas en el primer templo del Salvador, pasando a venerarse en la Cámara Santa de la actual catedral ovetense. Su cima más alta es El Llenu Velar (1.160), pero especialmente emblemática es El Cuitru Rumiru (1.150 m), topónimo que ha querido vincularse a las ancestrales romerías de La Vega les Capilles, en torno a sus cimas, hacia donde se subía andando por La Cuesta la Llorera. Pero también puede hacer referencia a la planta del romero


La Cruz del Freisnu era además el lugar desde el que los peregrinos de antaño, que realizaban el camino de vuelta por aquí, veían por primera vez la torre de dicha catedral, importantísimo centro de peregrinación medieval por esas reliquias de Jesús, la Virgen María, apóstoles y Santos, destacando especialmente el Santo Sudario, popularmente El Pañólón, relacionado con la famosa Sábana Santa de Turín. De ahí se dijese por toda Europa que "quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al señor"


"Desde el lugar se descubre la torre de la catedral de Oviedo, de la que dista cuatro leguas", se publicaba en el Diccionario de Madoz a mediados del siglo XIX. Se dice que dicha visión de la torre catedralicia ovetense desapareció con la construcción de los edificios de la colina de Buenavista a partir de la posguerra civil; si bien se puede reconocer bien, en días mínimamente claros, el casco urbano de la capital asturiana, con La Peña Llampaya (561 m), en el Monte Naranco, a su izquierda, bajo la que hemos caminado al salir de la ciudad


A la izquierda de La Peña Llampaya, el Alto la Rasa (622 m) nos llega a tapar la cota cimera del Naranco que es El Picu'l Paisanu (637 m), aunque si le da el sol de la tarde sí tal vez reconozcamos la grandiosa escultura del Sagrado Corazón de Jesús instalada en su cúspide. Más a la izquierda, la zona occidental del Naranco, que se extiende hacia el norte, es La Sierra Llubrió, cuya cota más alta es El Cantu l'Árbol (497 m). Más abajo y a la izquierda son las casas de L'Escampleru, ya en Les Regueres, desde las que reconocíamos ya El Freisnu cuando pasábamos por allí


Más cerca y justo aquí debajo tenemos casco urbano de Grado/Grau, con el valle del Cubia justo cuando este va a dar sus aguas al Nalón en La Veiga. Un poco a su derecha es la cuesta de La Podada, por donde hemos salido del casco urbano llegando a Acebéu, en San Xuan de Villapañada (abajo a la derecha) 


En medio de la foto vemos el Alto de Anzu (261 m), que guarda el desfiladero y paso de Peñaflor por el norte, por donde hemos pasado el Nalón por su viejo puente de piedra. A su derecha existen trazas de un camino más antiguo, por el que discurría un camino más antiguo, de cuando en la alta Edad Media dicho puente estaba más al este, en Carril, por donde también hemos pasado; puente que cruzaba a Anzu y bajaba a este antiguo valle de Prámaro por Sestiellu (a la derecha de la foto), ya en los tiempos anteriores a la misma fundación de la Puebla de Grado algo antes de 1256 que es cuando aparece documentada por primera vez


Vemos también (en medio de la foto), el Alto la Trecha, que veíamos al norte saliendo de L'Escampleru, el cual cierra por el oeste el valle del Nora mientras La Sierra Llubrió (derecha de la foto) lo hace por el este. Más a lo lejos reconocemos la alargada silueta del Monte Fariu, con La Llomba a su derecha, paso de Villaviciosa a Sariegu para los peregrinos del Camino Norte de Santiago que han escogido el ramal hacia la Sancta Ovetensis a partir del villaviciosino cruce de Casquita


El Picu Fariu (707 m) es el situado en el extremo sur de la Sierra y fácil de reconocer por ello, si bien su máxima altitud El El Torrexón o Picu los Soldaos (737 m), situado a su izquierda. Sin embargo, cumbre especialmente significativa es La Peña los Cuatro Xueces (640 m), donde confluyen los concejos de Villaviciosa, Sariegu, Siero y Gijón/Xixón. Precisamente a la izquierda de esas serranías, en La Olla, al pie y al norte del gijonés Monte Deva (424 m), discurre el otro ramal del Camino Norte, que se ha separado del otro en Casquita


Por este antiguo valle de Prámaro discurriría ese ramal del Camín Real de la Mesa hacia Lucus Asturum y Noega, Llugo de Llanera y el castro gijonés de La Campa Torres, muy posiblemente por el collado encima de Sestiellu entre el Alto de Anzo y el Guileiro. Por estos pasos naturales los romanos trazarían la Vía Lucus Asturum-Lucus Augusti que, si bien no siempre coincidiría, plenamente, luego sería el Camín Real de Galicia y Camín Francés, ya saliendo de la Sancta Ovetensis, la flamante capital de Alfonso II El Casto, del que también la tradición y crónicas posteriores, habría sido el primer peregrino a Santiago de nombre conocido, al ir a verificar al otro extremo de su reino el hallazgo de la que se tiene por sepulcro del apóstol Santiago en Compostela


A nuestros pies discurre el Camino de Santiago en un tramo de la subida que hemos hecho desde Acebéu acá por La Venta y La Pelona, contemplando asimismo estas magníficas vistas del valle del Cubia con el monte Guileiro (369 m), encima de La Mata, guardando sus vegas al oeste, con el Naranco en lontananza. Si bien no existe seguridad completa de cuál de las rutas habría escogido Alfonso II para ir a Compostela (como tampoco la hay sobre si realmente fue o, mismamente, sobre quién fue inhumado realmente en Compostela), este camino viene figurando como los de mayor antigüedad en las peregrinaciones jacobitas. De ahí que se decidiese llamarlo Camino Primitivo allá en la década de 1990, tras el más largo nombre de Camino de Santiago Asturgalaico del Interior. Compartimos lo siguiente de Xacopedia:
"En Asturias se conoce como Camino Primitivo o Camino del Interior y se cita a veces como un ramal del Camino del Norte. En Galicia su nombre oficial es Camino Primitivo, aunque, lo mismo que sucede en la comunidad vecina, varios de sus tramos tienen denominaciones propias, en varios casos vinculadas a la peregrinación. Por su origen, era frecuente referirse a él como Camino de Oviedo o Camino de A Fonsagrada y se le citó años atrás como Camino Fundacional, por ser considerado por algunos como la primera ruta de peregrinación jacobea conocida. 
Aunque no se conservan pruebas documentales precisas, un trazado aproximado al del actual Camino Primitivo sería el seguido por el rey Alfonso II el Casto desde Asturias a la futura Compostela para certificar el descubrimiento del sepulcro de Santiago, producido en algún momento de los años 820-834. De ser así, sería el primer peregrino jacobeo de la historia. Se suele mencionar el año 834 como el de ese posible viaje. Aquí encontramos el motivo por el que se adjetiva a este itinerario como primitivo: los primeros peregrinos habrían llegado desde el este del Reino de Asturias, del que Galicia formaba parte. Sus monarcas, desde el tiempo de Alfonso II el Casto hasta Alfonso III el Magno -muerto en el 910, cuando se traslada la capital a León-, serían peregrinos a Santiago. 
Desde la consolidación del Camino Francés por tierras leonesas (s. XI), el Camino Primitivo dispuso de un ramal entre León y Oviedo seguido a través de la historia por peregrinos de variada procedencia. Su objetivo era y es visitar las famosas reliquias de la catedral ovetense, dedicada al Salvador, antes de continuar a Santiago. Actualmente esta ruta es citada como Camino del Salvador. Este viaje se hacía a veces al regresar de Compostela. 
Historia 
Resulta sorprendente la rápida consolidación del santuario compostelano en el siglo IX pese a que comenzaba a existir otro en Oviedo, la capital del reino, con reliquias de gran valor. ¿No temía el rey Alfonso II el Casto, la competencia de los restos de Santiago el Mayor, todo un apóstol, para las aspiraciones ovetenses? Quizá resultase en aquel momento más importante consolidar la parte occidental del reino, permanentemente amenazado por los sarracenos y por mar, que la competencia entre cristianos de una y otra parte. Fomentar el santuario compostelano podría ser la forma más idónea de reforzar la parte occidental del reino, y para ello nada mejor que establecer un Camino de ida y vuelta a las preciadas reliquias de ambos extremos territoriales. 
El primero en dar ejemplo fue el propio monarca Alfonso II. Pero a él le siguieron sus sucesores, entre ellos Alfonso III el Magno, que peregrina para postrarse ante el Apóstol y conceder al santuario nuevos privilegios. Con él marchaba su esposa Jimena, la primera mujer peregrina conocida. Hay noticias de otras gentes asturianas peregrinas antes del siglo XI. 
Cuando en el 910 se traslada la capital del Reino de Oviedo a León, el santuario ovetense sufre un duro revés que se acentuará con la consolidación después del año 1000 del Camino Francés por tierras leonesas. Pero no todo serán desgracias. 
Pronto los peregrinos llegados de más allá de los Pirineos descubrirán el desvío del Camino Francés hacia la catedral del Salvador. Concedían gran valor espiritual a esta y a la catedral de Lugo, ya en Galicia, con su exposición permanente del Santísimo Sacramento. Vázquez de Parga, citando a Villamil y Castro, recuerda una escritura otorgada en 1345 por la que se arrienda el altar de una iglesia de la ciudad en 700 maravedís, siempre y cuando Francia e Inglaterra no entren en guerra, porque de lo contrario se reduciría esa cantidad, evidenciando la relevancia de la peregrinación en esta ruta. 
En los siglos siguientes el Camino Primitivo perdió presencias. Pero sólo en el XIX la decadencia será casi total. En la segunda mitad del siglo XX comenzó a tener vida de nuevo. Surgieron asociaciones con la intención de reunir a todo tipo de personas interesadas en la promoción de las vías asturianas de peregrinación. Se publicaron los primeros estudios y guías, al tiempo que llegaban los primeros peregrinos, incluso antes de que el camino estuviese recuperado y señalizado."

Vemos la Autovía A-63 Oviedo-La Espina serpenteando para atravesar el valle de este a oeste, pasando sobre el Cubia por un viaducto. A su izquierda, en el barrio de Entelaiglesia, es el solar de la iglesia de Santa Olaya de La Mata, donde hay un sarcófago que se dice contiene los restos de Santu Dolfu, esto es, el obispo Adulfo II de Iria Flavia (quien propuso el cambio de sede episcopal a Santiago de Compostela por los ataques vikingos), el cual, según la tradición, falleció allí de vuelta a su diócesis tras someterse a un juicio de Dios en la corte ovetense de Alfonso III el Magno, acusado de traición y sodomía, y del que salió bien librado. Existen varias versiones del suceso, de las que hablamos subiendo por la cuesta de La Podada, y de que el obispo fue venerado como un santo, sin haber sido nunca beatificado, de ahí su nombre popular


En primer término y en lo alto de la loma del Guileiro está la aldea de Priotu mientras que, a lo lejos, reconocemos toda la línea de edificios de los barrios ovetenses desde Buenavista (a la derecha) hacia Llamaquique y, a la izquierda, Pumarín. Seguidamente son las sierras de La Paranza y, más allá, Peñamayor, entre los valles del Nora y del Piloña, al este. La vista puede llegar en días muy despejados hasta los Picos de Europa



Más al sur y a la derecha los montes de Las Cuestas forman la divisoria del concejo de Grado/Grau con la ovetense parroquia de Trubia, desgajada del concejo moscón en 1885. En la distancia reconocemos los montes del Alto Nalón y del Alto Aller, también nevados, puertos de Tarna, Ventaniella, Puertu Braña (San Isidro), Viapará y Piedrafita. Por estos tres últimos viene hacia San Salvador el Camino de Santiago Allerano



Desde los Picos de Europa discurre de este a oeste y desde aquí el gran pasillo natural formado por la continuidad de los valles del Güeña y Sella al Piloña, Nora y Nalón, el cual termina aquí, cuando este último río 'tropieza' con estas montañas y varía rumbo hacia el norte, llegando raudo a Pravia y a su desembocadura en San Esteban. Al fondo vemos El Picu Tablas (476 m) y, bajo nosotros, la continuidad del Camín Real de la Mesa hacia Cabruñana, un ramal no oficial pero empleado por algunos peregrinos pues existe albergue público en su antigua escuela


Estamos pues, ante un gran mirador de estos primeros kilómetros del Camnino Primitivo, los que hemos hecho hasta llegar aquí. No pocos lugares nos serán familiares aún vistos en la distancia


La cruz o crucero de El Freisnu conserva unas inscripciones cuyo estudio ha servido para desentrañar la historia del santuario desde sus orígenes y hasta nuestros días con sus sucesivas reformas y transformaciones. La corresponsal del periódico La Nueva España Lorena Valdés entrevista a la historiadora Beatriz Canitrot, a la que nos hemos referido al hablar de la imagen de la Virgen, cuando expone sus conclusiones en unas jornadas celebradas en febrero de 2012:
"La inscripción que se conserva en el crucero del santuario del Fresno, en Grado, revela que la capilla originaria dedicada a la Virgen se construyó en el lugar que hoy ocupa el cementerio parroquial. Ésta es una de las conclusiones del trabajo presentado por la historiadora moscona Beatriz Canitrot dentro de las V Jornadas de estudios locales, organizadas por el Círculo de Estudios Pramarenses.
A pesar de la escasa documentación existente, Canitrot llega a la conclusión en su estudio de que esta ermita es de origen medieval. Para respaldar su tesis, la autora destaca que «el lugar en el que estaba emplazada era un cruce de caminos entre las dos vías de comunicación más importantes de la zona en aquella época: el Camín Real de la Mesa, que unía Asturias con la Meseta, y el Camino de Santiago». Asimismo, el hecho de que en las inmediaciones discurriese un reguero, un elemento mágico que aparece en numerosas leyendas de la antigüedad, y la presencia de asentamientos prehistóricos avalan la hipótesis de Canitrot. 
La llamada «campanina», fechada en 1636, y la espadaña son los dos únicos elementos que se conservan de la ermita en el actual santuario del Fresno, situado frente a la construcción original y en una zona que en sus orígenes estaba muy poblada de fresnos, árbol que da nombre al lugar. Curiosamente, en la actualidad el único árbol que hay en los alrededores del templo es un roble. 
En cuanto a la cronología del santuario actual, Canitrot concluye en su investigación que fue construido entre 1673 y 1678. La primera fecha, que figura en la inscripción del crucero, corresponde, según la autora, al año de la demolición de la capilla primitiva, y 1678 es el año en el que se sabe con certeza que fue donada una de las campanas del edificio religioso. 
En su trabajo, la historiadora local dedica también un amplio apartado al estudio de las imágenes de la Virgen del Fresno. «De la talla original no se tiene ningún dato. En el siglo XVII se traslada al santuario la imagen de la primitiva capilla que fue venerada hasta 1922, año en el que fue sustituida por otra que no se parecía en nada a la original, que se destruyó en 1936, coincidiendo con la Guerra Civil», relata Canitrot. 
Una nueva imagen donada por la Sexta Compañía de Orense presidirá el santuario a partir de 1939. «Esta talla no gustó a los fieles y fue sustituida por una imagen sedente, copia de la original, que tampoco fue del agrado de los devotos. La imagen actual, realizada en 1975 en el taller La Fernandina de Madrid, con madera de cedro del Líbano, sigue los cánones de la Virgen de la Sexta», concluye la autora del estudio. 
En el transcurso del tiempo, el santuario del Fresno, de estilo Barroco, ha sufrido importantes modificaciones. Canitrot señala en su estudio algunas de las más destacadas. «En el año 1773 se agrandó el presbiterio y en 1846 y 1954 se abrieron ventanales en el crucero y en el ala norte del santuario, respectivamente», expone la historiadora. Las últimas actuaciones que se han llevado a cabo en el edificio fueron la reedificación de la antigua capilla de la Virgen, en 1979, y la construcción de la capilla de San Isidro, en 1988. «Por aquel entonces estaba de sacerdote en El Fresno don Lisardo Suárez, quien tenía tanto interés en que la obra saliese a la perfección que se pasaba allí día y noche para controlar el trabajo del cantero», asegura la moscona. 
Las vidrieras del santuario del Fresno también tienen su hueco en el exhaustivo estudio de Beatriz Canitrot. «En 1951 la Unión de Artistas Vidrieros de Irún realizó las vidrieras de la nave principal, y en 2001 la empresa Vitroluz, también de Irún, diseñó, entre otras, las de la torre, que no existían», afirma."

Un poco más allá está la casería de La Requeixada, en la ladera del Picu Pando (456 m), a la izquierda del Picu Tablas y, con él, formando parte de La Sierra Santa Mariña


Cuando hacia 2010 se cortó el Camino de Santiago oficial a Cornellana por Doriga con motivo de las obras de la Autovía de La Espina (A-63), se señalizó el Camín Real de la Mesa hacia Cabruñana, donde se habilitó albergue de peregrinos en la antigua escuela, como hemos dicho. Finalizadas las obras, la escuela sigue cumpliendo su función y algunos peregrinos se desplazan a ella para pernoctar, sobre todo cuando los demás albergues de la zona se llenan. Una vez allí (a un kilómetro y medio de distancia) no haría falta regresar aquí a El Freisnu sino tomar un camino alternativo que enlazaría con el oficial más abajo de Doriga y bajando a las vegas del Narcea


Por Cabruñana pasaría otra ruta hacia el occidente, acaso menos empleada antaño pero que luego fue por donde se trazó la N-634, entonces llamada Carretera Oviedo-Villalba o Carretera de Occidente, que en 1859 relegó al viejo Camín Real de Galicia a vía pecuaria y de comunicación local, de la misma manera que la nueva Carretera de Castilla (por Payares), sustituyó al Camín Real de la Mesa


El gran trasiego de gentes y mercancías de antaño fue desapareciendo pues por estos viejos caminos; por el Camín Real de la Mesa aún pasarían algunos trashumantes y arrieros hasta que se generalizó el transporte por carretera y el uso de vehículos a motor


La ruta caminera de Santiago que aquí se cruzaba con el Camín de la Mesa prácticamente desapareció, aunque hay datos de peregrinos viandantes en el siglo XX antes de la recuperación y revitalización de las rutas jacobitas en la década de 1990. Pero las peregrinaciones locales y cortas al santuario de El Freisnu se mantuvieron, si bien es verdad que lo de llegar andando fue a menos frente al automóvil, salvo aquellos que lo hacen por tradición o costumbre, aunque permanecer hospedados los novenarios en la casa de novenas durante los nueve días preceptivos llegó a desaparecer


Y esta es La Campanina, fechada en 1636, con la espadaña, que habrían venido de la antigua ermita que estaba en el solar del actual cementerio. Si bien serían elementos posteriores a su construcción en el siglo IX. Las vemos según pasamos al pie de la sacristía cuando nos disponemos a dar una vuelta completa alrededor del santuario para completar nuestra visita


Cabe suponer que en dicha centuria del XVII el templo antiguo, aunque habría sido reformado y muy posiblemente ampliado alguna vez, se habría quedado sumamente pequeño y se hubiera optado por abandonarlo para hacer otro nuevo en el que se habrían aprovechado algunos materiales y elementos del anterior, desde las piedras a elementos como los reseñados, entre ellos la primer talla conocida de la Virgen de El Freisnu


Este lugar situado tan estratégicamente, así como la robustez constructiva del nuevo templo, que tal parece un castillo en la distancia, hizo que esta posición fuese disputada en tremendos combates durante la Guerra de la Independencia, padeciendo su estructura las graves consecuencias de aquellas batallas


La primera había sido en mayo de 1809, en los combates previos al desastre de la batalla de Peñaflor, cuando el mariscal Michel Ney, 'el favorito de Napoleón', llegó aquí, subiendo desde Cornellana, tras una sorpresiva marcha relámpago por la que había entrado en Asturias desde Lugo, pero por un camino más secundario que este Camín Real de Galicia: a través de Ibias y sin pegar un solo tiro. Nos lo cuenta José Luis Calvo Pérez, historiador, en Acciones de guerra en el puente de Peñaflor:
"... el 13 de mayo una columna al mando del mariscal Ney formada por 2.500/3.000 hombres de infantería, en su mayor parte pertenecientes a los regimientos 27º, 39º y 59º de Línea y el 25º ligero; unos 300 jinetes de los cuerpos de caballería 3º de Húsares y 25º de Dragones y ocho piezas de artillería de montaña transportadas a lomo, sale desde Lugo con dirección al Principado de Asturias. 
Remontado el valle de Ibias, la columna atraviesa, sin resistencia, el puerto de Leitariegos para luego caer por sorpresa sobre Cangas de Tineo, cuya villa es ocupada en la madrugada del día 16 sin pegar un sólo tiro. El día 17  la columna llega a Salas y su vanguardia, con el objeto de asegurar los vados y paso de barcas sobre el río Narcea, es adelantada hasta Cornellana. 
El avance francés, por la rapidez de su movimiento y lo sorprendente de su ejecución, había cogido totalmente desprevenidos y sin capacidad de respuesta posible a los cándidos asturianos, por lo que apenas quedaba tiempo para organizar la defensa. Sobre las once de la noche del mismo día 17, ya con el grueso de las tropas enemigas posicionadas sobre la villa de Salas, el marqués de la Romana se entera de la invasión y de su amenazante aproximación a la capital del Principado, lo que le obliga a tomar rápidas decisiones y comisionar con plenos poderes a D. Gregorio Jove Valdés para desplazarse a Grado y organizar en este punto el dispositivo defensivo para intentar frenar la impetuosa progresión del enemigo hacía Oviedo. La fuerza disponible con que contaba Jove en esos momentos para establecer la primera línea de contención la constituía la escasa y bisoña tropa acantonada en la zona de Grado bajo el mando de D. José Gabriel Trelles, Coronel del Regimiento de Navia. El destacamento militar estaba compuesto, fundamentalmente, por un oficial y 26 soldados –los más experimentados de todo el dispositivo– del Regimiento de la Princesa; alrededor de 80 granaderos de la compañía de esta especialidad del Regimiento de Gijón; cuatro compañías del 2º Batallón del Regimiento de Luarca formadas por reclutas de reciente alistamiento y dos piezas de artillería de montaña de a seis, con sus correspondientes servidores y escasa munición. Además de las fuerzas anteriores, se contaba con el refuerzo de una partida de paisanos armados (alrededor de 40/50 hombres). En resumen, alrededor de 450/500 hombres, organizados apresuradamente, para hacer frente a unas fuerzas enemigas cuya importancia desconocían, es decir, cuatro regimientos, muy aguerridos y disciplinados, de la más formidable máquina militar de Europa: la Grande Armée.    
A la una de la madrugada del 17 de mayo de 1809 la vanguardia enemiga, al mando del General Mathieu, se posesiona del paso de barcas de Cornellana y cruza el río Narcea por este punto. Para hacer frente al enemigo se decide, entonces, establecer la defensa sobre la altura de El Fresno, punto dominante sobre el camino de Cornellana. A pesar de la ventaja estratégica que ofrece la formidable colina, el dispositivo del despliegue adoptado por las fuerzas encargadas de su defensa no es, empero, de lo más acertado. Este mismo día, tres compañías (alrededor de 80 hombres cada una) formadas por soldados bisoños, carentes de instrucción y disciplina, del Regimiento de Luarca, apoyadas por unos 40 paisanos armados, ya se encontraban desplegadas en las alturas de El Fresno, mientras que el resto del regimiento, unos 100/150 hombres de la 4ª compañía, permanecía en Grado, junto con la compañía de granaderos del Regimiento de Gijón y el piquete del Regimiento de La Princesa.   
En la tarde del 17 de mayo el enemigo, tras un breve intercambio de disparos, arrolla el inconsistente dispositivo defensivo establecido en las alturas de El Fresno. Vencida esta primera línea de contención, las tres compañías de soldados bisoños del Regimiento de Luarca y los paisanos armados que constituían su única defensa, se ven obligados a replegarse sobre Grado. Alcanzado este último punto por los despavoridos soldados de Luarca, fue motivo más que suficiente para sembrar el pánico, y como el miedo suele ser contagioso, éste se transmitió a los más experimentados, lo que provocó la dispersión entre los soldados que componían la guarnición establecida en la villa de Grado. Los restantes efectivos del Regimiento de Luarca que se encontraban en Grado se retiran a Teverga, cuya fuga se efectúa a través del camino real que discurre por La Mata, Sama de Grado y Linares de Proaza; la  compañía del Regimiento de Gijón, junto con el piquete de la Princesa, lo verifican sobre Oviedo, mientras que la 1ª, 2ª y 3ª compañías del 2º Batallón del Regimiento de Luarca, con una pieza de artillería, lo hacen al puente de Peñaflor, en cuyo punto se decide hacer frente a las tropas del Mariscal Ney en su impetuoso avance hacia la capital del Principado."

Dado que los franceses entraron y salieron de Asturias varias veces, este lugar vuelve a ser escenario de combates en la francesada, a los que dedica especial atención Álvaro Fernández de Miranda en su libro Grado y su concejo y del que compartimos lo siguiente:
"Célebre en los anales de la guerra de la independencia este territorio, vióse frecuentemente ensangrentado por los combatientes y tan castigado como Peñaflor y San Juan, superados tan solo por la villa. La fusilería sembró estos sitios de proyectiles, que aún hoy se encuentran con relativa facilidad, y aunque rara vez también se hallan balas de cañón, de las cuales poseemos tres; tópanse asimismo sepulturas que recuerdan luctuosos días.

En ocasiones franceses y españoles llegaban hambrientos y arrebataban á los aldeanos su mísero alimento, el preciado maíz, que los beligerantes comían tostado, y solía ocultar el paisanaje en Roxinas y otros sitios, donde iba furtivamente á comer sus papas.

Los imperiales convirtieron la iglesia en fuerte; pero en los azares de la lucha no siempre fué suya.

Más de un general francés durmió en estas alturas.

Aquella tropa sacrificó á D. Ramón Sala, patriota entusiasta, suspendiéndole del corredor de su misma casa; le martirizaron cruelmente hasta morir, y en su presencia fusilaron por espías á dos de sus colonos. Igual suerte sufrieron otros vecinos, siendo las mujeres brutalmente atropelladas; los desafueros no cesaron, pero tampoco halló paz ni sosiego el invasor"

Dos nombres iban a quedar indeleblemente marcados en la memoria de los vecinos, Juan Díaz Porlier El Marquesito y Pedro de la Bárcena, sigue diciendo Fernández de Miranda 
"Todavía se oye hablar con encomio de Bárcena y el Marquesito, ídolos de esta parroquia, y del día del ataque general, jornada gloriosa en que cayeron luchando muchos vecinos del Fresno, cuyo valor reconoció la patria al asignar á las viudas de los que más heroicamente perecieron una pensión vitalicia, que siguen llamando la paga del francés. Mencionaremos á Juan Suárez, que mató peleando a varios enemigos, y al caer, por fin, mal herido, le ataron á un carro, estrangulándole bárbaramente. Saciaron su odio porque en otras ocasiones les causara daños, habiéndole perseguido inútilmente.

Tanto frecuentaron el Fresno los dos referidos caudillos españoles, que los habitantes llegaron á familiarizarse con ellos, y llamaban a Bárcena Don Pedro, y á Díaz Porlier, invariablemente, el Marquesito (por el supuesto parentesco con el Marqués de la Romana), contándose de éste muy curiosas anécdotas que realzan su probada astucia y valor"

En esa misma centuria pasaron por aquí las partidas carlistas de los generales Gómez y Sanz, perseguidos por los liberales en su incursión hacia Galicia. Otro tipo de batallas acontecían en las romerías a causa de las seculares disputas y picas vecinales de los mozos de los pueblos que aquí tienen su límite, divididos en bandos según su procedencia. Juan Menéndez Arango nos informa que "dos hermanos de distinto bando murieron a palos en una de esas refriegas."


A nuestra izquierda, un rellano asfaltado se emplea como parking en las fiestas, justo encima de Los Morriondos, por donde baja a Doriga el Camino de Santiago. Más arriba, las trincheras del Picu Curueza o Curuoza (527 m), fueron testigo también de terribles combates en la Guerra Civil


Allí se encuentran las casas de La Tiera, a la entrada del pueblo de Alvaré, que pertenece a esta parroquia de El Freisnu, hacia donde vemos bajar el Camín Real de la Mesa, que en este tramo pasa asfaltado desde Dolia, en el concejo de Miranda


Más al sur tenemos El Picu los Folgueiros (525 m), El Picu del Águila (526 m), El Picu l'Esqueiruz (531 m) y, más alto y al fondo a la izquierda, El Picu las Pruyales (669 m)


A su derecha y más lejos y más alto es El Picu Pedroriu (786 m), en la frontera de los concejos de Grado/Grau y Miranda (Belmonte), el cual da nombre a esta serranía y por cuya falda oriental viene también el Camín Real de la Mesa, del que el cronista oficial de Teberga Celso Peyroux explica en su libro La Calzada Romana de la Mesa sus características, empezando así:
"La Calzada Romana de La Mesa, más comúnmente conocida por El Camín Real, es una vía de comunicación que, desde los tiempos del emperador Augusto hasta principios del siglo XIX, unía la meseta castellana desde la villa de San Emiliano, capital de la Babia baja, hasta La Cabruñana y Grado, con un ramal que se desviaba a Teverga y otro a Tameza, desde cuya encrucijada tomaba la dirección de la costa bifurcándose más tarde en dos: uno hacia San Esteban de Pravia y otro hacia Noega, la actual Gijón. La calzada, bien delimitada durante todo su recorrido, notablemente desde los trabajos de desbroce llevados a cabo hace unos cinco años, a lo largo de todo el itinerario, deja de serlo a partir del pueblo de Dolia, en el concejo de Miranda, donde se ha aprovechado para trazar sobre ella una carretera asfaltada".

El Camín Real de la Mesa, aquí llamado La Caleona y La Carril Vieya, viene por la zona de La Tabierna a cruzarse con este en la encrucijada de La Tronca por donde hemos venido subiendo hasta aquí, prado adelante. Luego sigue a Cabruñana, recordamos, por abajo del cementerio


Recogemos las bellas palabras del Celso Peyroux relativas al Camín Real de la Mesa en su tramo asfaltado desde Dolia hasta aquí... y más allá...
"Continuará la calzada aún varios kilómetros, regada con asfalto por el hombre para mayor confort, pero el caminante -aunque seguirá teniendo como compañero el agradable paisaje de la media montaña- no sentirá la caricia de la senda bajo los pies. Una estrecha carretera le conducirá (...) hasta la Venta de Las Cruces y desde allí, poor Vigañas, Seaza y San Pedro -ya en tierras del concejo de Grado- o por Moutas, Alvaré y El Fresno, alcanzará la capital del municipio o el Alto de La Cabruñana donde el Camino Real se unirá a otros caminos. A otras sendas-

Tal vez escoja aquel que conduce a Noega -la actual villa de Gijón- donde se funden en un abrazo la arena y las olas -en los últimos dominios que tuvo el imperio por tierra firme- donde centuriones y patricios, tras el largo viaje, reposaban el músculo y bruñían la piel en las termas que se asoman al mar."

Vemos las laderas del Picu l'Esqueiriz y Las Pruyales, donde se encuentra la aldea de La Caridá, cuyo nombre, recoge Fernández de Miranda, se debe "á la caridad que allí ejercía un hidalgo, hospedando en su casa, sobre el camino real, á los viandantes pobres que iban á Galicia ó Castilla, y cuéntase que el hidalgo veía crecer su fortuna á medida que su caridad aumentaba".


Un poco a su izquierda se extiende la loma de El Xorru, cuya cota más alta son los 338 metros de altura del pico de su nombre. Por su cresta discurre el ramal del Camín Real de la Mesa que va hacia Grado/Grado y Oviedo/Uviéu, señalizado como GR 101. Pero lo que más destaca, al sur son los 1.135 m del Monte Paraxúas y los 1.247 m del Picu L'Oral, en el concejo vecino de Yernes y Tameza


La línea de cumbres se extiende a la derecha por La Corona (994 m), El Miradoriu (977 m) y otras cercanas a la frontera entre ambos concejos, paraíso de los montañeros


Detrás de la cabecera del santuario llegamos a la casa rectoral, con un pequeño espacio delantero cerrado con verja a manera de corrada o corralada, con espacio para un jardín


Bordeamos la casa rectoral y seguimos camino a la derecha por detrás del conjunto del santuario


Antes de seguir hacia las casas podemos acercarnos a ver, desde la entrada a los prados de la izquierda, mirando al este, unas hermosas vistas de las estribaciones que caen hacia el valle del Narcea


No es acaso una vista tan extraordinaria como la que hay al este, pero hacia el occidente veremos también algunas referencias geográficas muy importantes, algunas de las cuales nos encontraremos, o pasaremos muy cerca, según avancemos continuando camino en futuras etapas. A nuestra izquierda para empezar, vemos de nuevo El Picu Curuoza en sus laderas de El Viveiru y El Vallín, que caen hacia Samarciellu o San Marcelo y La Reaz, en la bajada a Doriga y ruta a Cornellana


De frente a él y en buena parte tapado por un árbol, El Picu Menudeiru o alto de Cermoñu (622 m) guarda por el oeste el valle del Narcea, que aún no podemos ver, más en las profundidades


Aquí abajo es El Picu la Cutaniella (344 m), en Doriga, bajo el que pasaremos dentro de poco bajando al Narcea


Enfrente de él y al otro lado del valle es el pueblo de Santa Ufemia con el alto de este nombre (478 m), que pertenece a la parroquia salense de Cornellana, solar de la ermita de La Santina. Más al oeste son los inmensos parques eólicos del occidente del concejo de Salas, sierras de la Cuerva y Bodenaya que, con los de Bustellán y otros serán cada vez más frecuentes en el paisaje de las montañas del Camino Primitivo


A la izquierda de Santa Eufemia vemos Las Peñas del Curión (462 m), con  los eólicos siempre en lontananza, que nos indican hacia donde iremos rumbo a Porciles, Bodenaya y La Espina, paso de Salas a Tineo/Tinéu


A la izquierda es La Peña Borreras (536 m) con la aldea de este nombre, en la parroquia de Cermoñu, cuyo nombre dice el profesor Martín Sevilla Rodríguez en su libro Toponimia de origen indoeuropeo prelatino en Asturias que podría estar relacionado con el dios celta Cernunnos, El de la cornamenta de ciervo, abunda en su artículo Huellas de los dioses célticos, publicado en Los cuadernos del norte:
"Esta fue una deidad céltica con la característica de sus cuernos de ciervo en la cabeza. Así se muestra en el célebre caldero de Gundestrup, con un torques en su mano derecha y en la izquierda una serpiente. Hay quien asegura verla también en un vaso pintado de Numancia y en la diadema de San Martín de Oscos. Tal vez vengan más al caso Cermoño y Cermuño, nombres de dos lugares asturianos, y un topónimo Cernuño o Cermuño en Tornadizos de A vila, como vestigios de un culto hispánico a tal deidad. Próximo al lugar abulense se conoce un recinto semejante a lugares de culto en estaciones célticas latenianas."

Y esta es la famosa representación de Cernunnos del célebre Caldero de Gundestrup descrita por Martín Sevilla y que el arqueólogo Fon S. P. explica en su web Ástures como "una figura de un hombre con cornamenta de ciervo que sostiene un torques y el cuello de una serpiente en sus manos. A su lado un conjunto de distintos animales, y una figura de un hombre a lomos de un delfín. Se ha considerado tradicionalmente que se trata del dios Cernunnos, el señor de la naturaleza del panteón celta".


Siguiendo camino alrededor del santuario nos fijamos en el grosor del muro occidental de la casa rectoral y que es más alto que su tejado


Caminamos ahora en dirección norte, hacia las casas situadas al lado del santuario, con la boscosa falda occidental del Picu Pando sobre el Camín Real de la Mesa 


A nuestra derecha, la galería de la casa rectoral, orientada al norte. Ahí tenemos otra de las ventanas bíforas de la capilla septentrional, que ahora vemos desde atrás


Vidriera con escudo en la casa rectoral


Prado abajo vemos su entrada principal y asfaltada desde El Camín Real de la Mesa, con La Requeixada enfrente, bajo El Picu Pando y El Picu Tablas a lo lejos, al noreste


Volvemos ahora a ver, al oeste, los paisajes del valle del Cubia hacia Guileiro, el Naranco y más allá


Pasamos junto a esta cuadra y empezamos a bajar por la quintana de Sidro. Todos estos lugares se llenaban de novenarios que pernoctaban donde podían en la novena de septiembre


Las nieblas cubren frecuentemente estos parajes, tal que ahora, que tapan el Picu Pando


Una empalizada de troncos cierra el campo de Nuestra Señora de El Freisnu. Cuesta abajo saldremos al Camín Real. A la derecha podremos regresar al santuario y retomar después el camino oficial hacia Doriga


Pero quienes deseen ir a Cabruñana y su albergue habrían de ir a la derecha por dicho Camín Real hacia Fuexu, unas casas que vemos unos metros más al norte y que figuran dentro de la parroquia de Doriga en el concejo de Salas, su bien la frontera de concejos, marcada más o menos por el camino, pasa entre ellas 


En el año 1822, durante el Trienio Liberal, el antiguo Partido de los Montes no quiso incorporarse al llamado al Ayuntamiento Constitucional de Cornellana, pidiendo serlo al de Leñapañada (actual San Xuan de Villapañada), " y así lo acordó la Diputación, complaciéndolo; pero exceptuó los barrios ó lugares de Fuejo, Robledal, Fresno y La Texera, que por haber pertenecido al Concejo de Salas pasaron á Cornellana. Sin embargo no tardó en reincorporarse á Grado la vicaría entera, muy a satisfacción de sus feligreses", dice Fernández de Miranda, y es que ambos ayuntamientos fueron realmente efímeros, pues con la reacción absolutista de 1823 y la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis (uno de cuyos destacamentos llegó a Grado/Grau), fueron suprimidos y jamás volvieron a reconstituirse


Hermoso seto a nuestra izquierda, con una preciosa mata de calas


Huertas de El Freisnu. Desde aquí tenemos una vista parcial del valle del Nonaya, uno de los principales afluentes del Narcea, que configura el eje central del concejo de Salas de este a oeste, por donde discurre el Camino de Santiago


El valle ha resultado seriamente afectado, como el Camino, por el trazado de la Autovía A-63 que, para colmo, en su trayecto desde Cornellana, algunas de cuyas casas vemos a la derecha, hasta Salas, la capital del concejo, viene siendo sometido a continuas demoras más de un cuarto de siglo después de acometidas las primeras obras


El Camino de Santiago, no obstante, tras cruzar el río Narcea y atravesar Cornellana en dirección a su monasterio de San Salvador (donde hay albergue público de peregrinos), sube a Suburriba o Sobrerriba (abajo en medio de la foto, sobre el prado), pasando bajo la A-63 y subiendo por la falda septentrional del Picu los Tayos en la zona de Ricabo antes de bajar de nuevo al valle en Llamas, parroquia de Villazón


No llegamos a ver el valle ni la villa de Salas pero sí El Viso (682 m), pico y sierra, cuya silueta amesetada en la cima es fácilmente reconocible en lontananza, a continuación del Alto Santa Ufemia (arriba a la izquierda de la foto)


Una de esas serranías, planas y poco elevadas que, no obstante, por su situación y forma son bien identificables. A su derecha es el valle del río Forgaza, en la cuenca alta del Camuño, afluente a su vez del Nonaya


Justo a su izquierda un puntito blanco es la ermita de Nuestra Señora del Viso, también de gran tradición romera el 8 de septiembre y patrona de Salas. La capital del concejo se extiende a sus pies, por lo que es una excelente referencia visual y geográfica


Más al oeste es La Sierra Curiscao, también con sus eólicos, donde destaca El Picu Aguión (927 m), el más alto del concejo de Salas. Delante de él se encuentra El Picu'l Teixu (885 m) y, a su izquierda, Las Penas del Nubléu (809 m). Más abajo se extiende de norte a sur la Sierra de Llourís o Lorís con los picos Camuño (433 m) y Cardús (413 m) como sus cotas más altas


A su derecha, La Sierra Faxas, con la aldea de Folgueirinas, encima del valle del Nonaya y mirando a los boscosos altos de Ricabo a su izquierda, paso del Camino


Más a la derecha es El Picu Muxagre (662 m), la frontera entre Salas y Pravia, solar de otro santuario mariano, la Virgen del Llano, pues El Llano es también el nombre de esa serranía que se alza sobre el valle del Narcea cuando se dirige al norte a dar sus aguas al Nalón frente al praviano pueblo de Forcinas


A la derecha del picu se extiende la loma del Nórigo, que enlaza con la Sierra Sandamías al norte, ya en Pravia 


En La Sierra Sandamías se extiende en total unos nueve kilómetros en dirección norte-sur. "Su configuración responde a una orientación SW-NE, delimitada por los altos de Bulse (Munsagre, Muxagre) en su extremo meridional y el alto del Cueto (271 m) en las inmediaciones de Pravia", dice la Enciclopedia de paisaje de Asturias


Desde el pozo del agua volvemos la vista al medio del valle del Nonaya para continuar escudriñando el paisaje



Justo por las casas de abajo a la izquierda sale de Doriga el Camino de Santiago, dirigiéndose al cementerio (un poco a su derecha, frente a una cabaña). Luego sigue a pasar bajo la A-63, abajo la derecha, justo debajo los primeros pilares del viaducto por el que dicha autovía pasa sobre el valle


Y tras pasar bajo la autovía se une al camino alternativo que pueden usar los peregrinos que pernocten en Cabruñana, bajando a La Ponte o Las Casas del Puente y, de allí y por La Rodriga, cruzar el puente del Narcea de la N-634 para entrar en Cornellana


De Cornellana únicamente vemos una pequeña parte de la localidad, en la salida hacia Salas por la carretera, ahí Avenida Prudencio Fernández Pelló, donde está el Grupo El Patronato. El Camino se ha desviado antes para llegar al monasterio de San Salvador, que no vemos desde aquí


Ya vamos dando la vuelta al campo de la iglesia-santuario de Nuestra Señora de El Freisnu, cuya historia también publicaba en La Nueva España Carlos María de Luis el día 29-4-1981, a raíz de un robo cometido unos días antes:
"El santuario de Nuestra Señora del Fresno, aparte de la Incidencia que en su historia haya podido tener este robo, es uno de los centros de veneración popular de las comarcas de Grado, Salas, Pravia, e incluso otras más alejadas, llegando su fama hasta provincias limítrofes y algunos países de Hispanoamérica en los que se han afincado asturianos procedentes de estos municipios asturianos. Sus fiestas se celebran entre el día 21 y el 29 de septiembre, siendo el día 28 la fiesta grande. Fue, en sus orígenes, uno de los varios lugares de culto que salpicaban la ruta asturiana del camino jacobeo; camino que aún es perfectamente visible desde las ventanas del templo, a su paso por el alto de Cabruñana.

Nada se sabe de los orígenes del Fresno, aunque s) que ya existía en los siglos de la baja edad media, como centro de veneración de los peregrinos que, desde el Salvador de Oviedo, hacían la ruta asturiana hacia Compostela. El actual edificio presenta características que permiten fechar la obra hacia el siglo XVI, aunque se sabe que ha sido probablemente reformad o en el XVIII. En la actualidad ha sido restaurado, con gran cariño y enormes dosis de paciencia y de buen gusto, por el actual párroco, don Lisardo Suárez Fernández, que ha dedicado estos últimos ocho años de su vida, y todos sus trabajos, a devolverle su antiguo brillo e importancia, y yo creo que lo ha conseguido. 

El santuario pasó a ser capilla independiente —con derecho a culto, por lo tanto— en el año 1845, ya que hasta aquel momento era una especie de dependencia de la parroquia de Doriga, en Salas. Posteriormente, en el año 1876, adquirió la categoría de parroquia. 

Es muy curioso que, por esas extrañas cosas de la vida, la línea divisoria entre las actuales parroquias de El Fresno (Grado) y Doriga (Salas), pase exactamente por detrás del propio santuario. La causa, sin embargo, tiene sus explicaciones: la división de parroquias se hacía, normalmente, por valles. De este modo, la divisoria de aguas en diferentes vertientes era la que marcaba la «frontera» entre una y otra... Y el santuario está colocado, casi exactamente, en uno de los puntos más altos de una de esas divisorias de aguas. 

El párroco del santuario del Fresno, don Lisardo Suárez Fernández nos ha mostrado el templo y sus dependencias, así como la puerta que los ladrones descerrajaron para cometer su tropelía, llevándose los objetos ya reseñados, por un valor material aproximado de unas doscientas mil pesetas. 

—Ese es el valor puramente «material» de lo que so llevaron —nos dice don Lisardo—, pero su valor espiritual, afectivo y cultural es muy superior. Lo peor de todo es que, al haberse llevado todos los vasos sagrados, tanto el cáliz como los copones, e incluso el sagrario, me han colocado en un grave problema a la hora de celebrar el culto. Lo más urgente, en estos momentos, es reponer ese cáliz y, al menos, uno de los copones. Yo quisiera, por medio de LA NUEVA ESPAÑA, hacer un llamamiento a mis compañeros de la diócesis. Quizás en alguna parroquia más rica que ésta tengan algún vaso sagrado que ya no se utilice, y que podría sacar del apuro al santuario del Fresno. 

Don Lisardo llegó a la parroquia del Fresno en el mes de julio de 1972. Él creía que serla por poco tiempo; no más de un año... Ya lleva allí más de ocho, y no es fácil que dejase la parroquia por su propia voluntad. Pero lo más importante es que durante estos ocho años largos ha realizado una labor en el templo que parece realmente imposible de hacer por una sola persona, con la única ayuda de dos obreros, a los quo ya, casi, considera como su» propios hijos. 

—Reconozco que el trabajo fue duro. Y difícil. Hubo que volver a dar al santuario su aspecto original, completamente desfigurado a lo largo de los siglos. Incluso construyendo alguna bóveda da piedra, que tiene unas cuantas toneladas de peso. Y además, como no tenía n) una peseta, hemos tenido que aprovechar todo lo que se pudo: una puerta —la actual del templo— del antiguo convento de las Salesas, una serie de piedras del palacio de Concha Heres... Las piedras del suelo de la capilla de la Virgen han «Ido traídas de Galicia; otras, de los más diversos lugares de la provincia... Prácticamente, toda ella está aquí representada. 

El actual aspecto del templo es magnífico, dentro de su humildad. Los pobres cantos de la mampostería adquieren cualidades de nobles sillares; y todo, en el interior de la iglesia, está bien cuidado y limpio, dentro de su evidente pobreza.

—Estoy realmente endeudado, pero al menos el santuario va recuperando su verdadera cara. No sé cuándo voy a poder terminar de pagar todo lo que aquí llevamos hecho... Y ahora Dios me manda esta nueva prueba, que todavía nos deja peor parados. Pero tengo la esperanza de que como en otros apuros. Dios me saque de éste. Él aprieta, pero no ahoga. Los feligreses son pobres, pero ayudan en lo que pueden. Los fieles de otros lugares también lo hacen... He recibido cartas de muchos de ellos, cuando la prensa publicó la noticia del robo. Todos se muestran tristes e indignados, y prometen su ayuda. Espero que así sea, para que esto pueda seguir adelante. 

El frío viento sopla con ganas en la campera, ante el santuario y en torno al pequeño cementerio, ante cuyos muros una gran cruz de piedra recuerda el lugar donde se levantó el primitivo templo, que sería poco más que una ermita; algo más abajo, entre matorrales que lo enmarcan, aún es posible ver el antiguo camino jacobeo, por donde los peregrinos caminaban desde el Salvador de Oviedo a orar ante el señor Santiago. Allí, a sólo un kilómetro del alto de Cabruñana, entre los municipios de Grado y Salas, se recorta entre girones de niebla la mole del santuario del Fresno, que hace unas pocas semanas ha sido desmantelado por unos desaprensivos. Un santuario que, puede decirse sin exageraciones, es obra de la fe. la laboriosidad y la paciencia de un solo hombre: un humilde párroco que hoy se ve en un terrible aprieto porque ni siquiera le han dejado un cáliz con el que poder celebrar la santa misa; un pobre párroco de aldea que espera en la ayuda de Dios, pero también en la solidaridad de los hombres."

Es llamativa la referencia al Camino de Santiago en 1981, una época que las peregrinaciones a Compostela a pie por aquí ya habían cesado pero de las que se guardaba su memoria, lo que hizo factible la recuperación y señalización de su trazado en la década siguiente


Y así, completando nuestro recorrido alrededor, nada más salir al Camín Real de la Mesa, tomamos el camino de entrada al templo, caminando de nuevo ya en llano


Este es la entrada principal al santuario, la empleada por los vehículos, que toman el Camín Real de la Mesa en Cabruñana para venir aquí


Fijémonos en el remate de estas columnas pétreas que flanquean el acceso, formado por una composición de cuatro triángulos


Tres árboles crecen a la derecha de esta calle o pasillo de entrada, cerrado a las finca colindante de la izquierda por un murete de piedra similar al que hemos visto antes, bajando de la casa rectoral


Otro fenómeno muy usual es que la niebla baje al valle y forme un mar de nubes, mientras en estos altos está despejado y al sol


El Aramo 'emerge' sobre este manto blanco de las brumas mañaneras...


La Mostayal y el collado de Pan de la Forca con El Mosquil y demás peñascos...


El Monsacro no es actualmente paso oficial de ninguno de los tramos de los caminos de Santiago hasta ahora reconocidos, pero su ancestral romería a las capillas, cristianizando cultos antiquísimos, como al dios Taranis, tal vez en el mismo Santiago, Apóstol del Trueno, nos lleva a uno de los parajes fundamentales para comprender el génesis de las peregrinaciones xacobeas y porqué Oviedo/Uviéu fue, siendo la capital a la que se llevaron las reliquias custodiadas en estas alturas situadas al sur de la población, el origen del Camino Primitivo y, por ende, de todos los caminos de Santiago. 


Y aquí tenemos una hermosa vista de la fachada norte del edificio, de la torre a dicha rectoral, con la nave y la capilla septentrional, de la que vemos ahora la tercera de sus ventanas bíforas


A partir de aquí, tenemos murete de piedra también a la derecha. Lo normal es que no veamos aparcado ningún coche... salvo que coincidamos con los días de la novena, que es cuando todo este campo se llena pues llegan multitudes 


También aquí se advierte bien la "morfología actual de cierta complejidad, producto de sucesivas reformas", como explica el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos. No existen sin embargo demasiados documentos ni noticias sobre sus fases históricas y constructivas, de ahí la importancia de trabajos como el de Beatriz Canitrot


Siguiendo a esta investigadora, estas ventanas del ala norte se habrían abierto entre 1846 y 1974. De la capilla ya hemos hablado anteriormente, fruto de los esfuerzos del párroco don Lisardo y sus ayudantes


Fijémonos ahora en la ventana, de arco de medio punto, en la planta superior de la torre



Se ven dos tallas que representan a dos figuras que acaso podrían ser San José y el Niño Jesús. La ventana está cegada y hace las veces de hornacina para ellas


Las esculturas parecen hechas de piedra o escayola, pues están muy gastadas. Es llamativo que en el interior de esta torre se haya conservado durante mucho tiempo otra imagen de San José, también sin manos pero de madera, de la que hablamos al observar el altar desde la mirilla de la puerta de la capilla norte


Al pie de la torre, placa con texto explicativo de la historia y entorno del santuario


Habiendo dado ya aquí la vuelta completa a este emblemático santuario de Nuestra Señora del Freisnu, sito en tan totémico lugar nos disponemos a regresar al Camino, volviendo por donde vinimos...


Nos aguarda la bajada por El Camín del Morriondu o de los Morriondos, entrando en el conceyu de Salas por la parroquia de Doriga, bajando primeramente a San Marcelo o Samarciellu y La Reaz en la ruta al valle del Narcea rumbo a Cornellana





















































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