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jueves, 14 de agosto de 2014

VILLAURIL: FONTE SANTA Y DEVOCIÓN MARIANA EN LA "FESTA DAS GALEGAS" (NAVIA, ASTURIAS)

La Fonte Santa y al fondo el santuario de Villauril (Navia)

Realizando en Camino Norte por el concejo de Navia, en la costa occidental asturiana y muy cerca ya de Galicia, hay un lugar que, si bien no en el mismo camino actualmente señalizado, sí muy cerca, queremos recomendar su visita: el santuario de Villauril o Villaoril y su Fonte Santa, en la parroquia naviega de Piñera o Piñeira, un kilómetro o kilómetro y medio más allá de su famoso albergue de peregrinos. Si estamos bien de tiempo y fuerzas, sobre todo si pernoctamos en el albergue y tenemos oportunidad de darnos un pequeño paseo, o si en nuestro camino a Navia, la capital del concejo, vemos factible desviarnos un instante, no dudemos en conocerlo, pues es lugar de gran tradición romeíra y de peregrinaciones para Asturias y Galicia


Es cierto que desde el albergue de peregrinos el trayecto más corto sería simplemente llegar al pie del camino al santuario por la misma carretera N-634, y que tiene buen arcén, pero aparte de la peligrosidad de caminar por estas veredas, vamos a seguir el trazado del camino hasta las inmediaciones del templo y su fuente santa


En este caso y tal y como explicamos foto a foto en la correspondiente entrada de blog, unos 200 metros más allá del albergue, y siguiendo la señalización oficial, cruzamos la carretera en un lugar de bastante buena visibilidad (a pesar de ello máxima precaución y atención al pasar), y tomamos al otro lado un sendero de piedra que nos adentra en un bosque ribereño


Bajando unos metros por el bosque cruzamos aquí la pasarela sobre el río Rounín o Villauril, también llamado de la Fonte Santa, y luego subimos prados arriba hacia Villauril


Acabando la subida vemos a la izquierda un grupo de casas, en un alto al otro lado de la carretera, y en medio de ellas una gran columna o monolito con una cruz, el cual señala la situación del santuario de Villauril, pues es en realidad la altísima torre de su campanario


Llegados a las primeras casas, en El Campo d'Arriba, el camino como tal sigue a la derecha, pero nosotros para acercarnos al templo y a la venerada y milagrosa fuente, iríamos a la izquierda


Llegaríamos otra vez a la N-634 y la cruzaríamos en este lugar, viendo arriba la gran cruz que ya divisábamos desde el Camino


Confirmando la ruta a seguir, sendas indicaciones a los lados del camino de acceso


Aquí pasamos primeramente bajo el puente del Ferrocarril Ferrol-Gijón. El posible que el camino original pasase por el campo de la ermita, pero el trazado ferroviario y la N-634 parece ser trastocaron en este tramo el trazado antiguo, como tantas veces pasa


Y acabada la cuesta ya estamos al pie del citado gran campanario de Villauril, donde penden dos campanas bajo la enorme cruz


Esta torre-campanario se construyó en 1968, cuando se reformó todo el edificio del santuario, siguiendo los criterios estéticos de la época


En la pared de la torre que mira al camino, una imagen en cerámica de Nuestra Señora de Villauril, muy venerada y milagrera


Y aquí llegamos ahora al santuario


Enfrente hay una carbayeira, y en ella en su momento fue plantado un teixo o tejo, árbol sagrado para las antiguas culturas prerromanas, cuyo simbolismo sacro fue secularmente cristianizado y por ello se plantaba en espacios sagrados como este, un robledal, tal vez reminiscencia de algún nemeton o santuario natural antiquísimo


En el simbolismo sacro del teixo parecen quedar muy patentes los conceptos de vida, muerte y eternidad. La vida porque es árbol de hoja perenne y por lo tanto siempre verde, la muerte por la alta toxicidad de sus partes, de donde se extraían venenos, ya citados por los cronistas clásicos, y alucinógenos (otra forma de traspasar el umbral). La eternidad se ejemplifica en su larga vida, a veces de varios siglos


A las puertas del santuario existe otro importante árbol venerado, un olivo. No conocemos su historia pero sin duda, al igual que otros en estos casos, guarda relación con los del Monte de los Olivos en Tierra Santa


En la fachada se conserva un elemento del antiguo oratorio, el blasón del linaje de los que fueron sus patronos desde épocas pasadas, la familia del Marqués de Santa Cruz


Como suele acontecer, estos lugares sagrados tan venerados tienen historia, tradición y milagros. La parte legendaria afirma que un vecino estaba trabajando en el campo, quitando malezas, cuando halló una imagen de la Virgen, la cual quiso coger tan admirado y aprisa que en la acción se partió el brazo, pero curándose este al momento, por lo que avisó a la vecindad, disponiéndose ponerla en un lugar para su veneración, si bien algo alejado del mismo del suceso, a unos 300 metros, pero la talla de la Virgen retornaba milagrosamente al día siguiente al sitio de su descubrimiento, por lo que, viendo lo extraño y sobrenatural del suceso, se decidió hacer allí su capilla, vinculada al milagroso lugar de la Fonte Santa, que se dice fue hallado por los vecinos con estos prodigios, sin duda una fuente salutífera venerada desde la remota noche de los tiempos


Aquel primigenio templo del que se tiene noticia era tal vez del siglo IX o X, pero estaba en tan mal estado en el siglo XVII que se decidió acometer profundas reformas a cargo de don Juan Alonso, del linaje naviego del Marqués de Santa Cruz. A parecer su madre doña Elvira Valdés, esposa de Álvaro Pérez de Navia Osorio y Quirós, había dejado este mandato a sus hijos en testamento a su favor del año 1613, encargando expresamente a su primogénito "hacer una bóveda en toda la capilla de Nuestra Señora de Villaoril"


A esa época pertenecen la actual imagen de vestir de la Virgen existente en el interior, barroca y restaurada en 1845 y en 1924, siendo párroco José Fonfría, también el retablo, igualmente barroco, así como el cruceiro de piedra de lo que es propiamente la Fonte Santa, situada unos metros más abajo al sur del santuario, y los primeros prodigios reseñados en Milagros que ha obrado Nuestra Señora de Villaloril, por medio del agua de su fuente, en que es tradición haber hallado a su divina Magestad, y son manifiestos y declarados por las personas con quien los ha obrado...diploma enmarcado en el lado derecho del camarín. En 1701 Baltasar Cifuentes, de la misma estirpe, mandaría pintar unos cuadros que plasmasen todos los milagros que la vecindad de la comarca atribuye a la Virgen de Villauril


Los cuadros, 48, serían reimpresos en 1857 y en ellos se detallan 84 de esos milagros, para los que es preceptivo acudir andando a esta ermita, como el de la niña María de la Vega de Píndolas que curó su sordera de nacimiento, o el del vecino que curó una enfermedad infecciosa de sus brazos con el agua de la Fuente Santa


Los fieles suelen realizar los últimos metros de rodillas o descalzos, ofreciendo exvotos y oraciones. Un gran impulso a estas peregrinaciones lo dieron las indulgencias que fueron concedidas en el año 1759 por el papa Clemente XIII para las personas que rezasen ante la Virgen la Salve, un Avemaría y las Letanías Marianas


Dada su devoción también en la vecina Galicia es su fiesta llamada Festa das Galegas, por la cantidad de romeras y romeros gallegos que aquí acuden anualmente en la grandiosa romería y fiesta del 28 de septiembre


Y como hallazgo sorprendente, mediado el siglo XX se descubrió aquí una lauda sepulcral con el texto: 
"Hobit famula dei aragonti confessa pridie klos apriles era DCCCCLXI" 
Su traducción vendría a ser: "falleció la sierva de Dios Argonti, monja, el día antes de la kalendas de abril de la era 961", esto es, fecha en el calendario actual del 31 de marzo del año 926Con esto se  demuestra una antiquísima devoción de este lugar, con una fuente tenida por santa y milagrosa y una carbayeira o robledal, elementos sagrados desde la más remota noche de los tiempos, cristianizados desde los albores de la evangelización de estas tierras


Se supone el topónimo tiene que ver con un Villa Aurelio, un posesor romano o romanizado de una villa agrícola en este lugar. Dada su vinculación con el camino no sería disparato elucubrar en una mansio o especie de parada de postas para fonda de viajeros, normalmente autoridades imperiales, funcionarios, mandos militares, etc. máxime si tenemos en cuenta que el culto a las aguas parece hundir su origen en la más remota antigüedad. Sin embargo hay quien se decanta por villa oril o villa del oro, incidiendo en la señales de prospecciones mineras auríferas romanas y tal vez prerromanas en esta costa, muy abundantes hasta más allá del Cabo Burela y que han dado lugar a no pocos topónimos...


Visitado el templo de Nuestra Señora de Villauril seguimos por la carbayeira adelante para ir ahora a la Fonte Santa


En esta encrucijada, donde hay un árbol en medio del asfalto, iremos a la izquierda


Realmente son dos caminos: el de la izquierda...


Camino que baja recto y directo a la Fonte Santa, cuyo solar está al pue de los árboles que vemos al fondo


Esta es la parte posterior de las casas que al otro lado miran a la carbayeira


Fijémonos en esta forna o forno, de los tiempos en los que el pan se hacía en casa tras llevar al cereal a moler a los molinos del río


Jardín y tendejón, a manera de caseta de maquinaria y aperos


Y también un precioso cabazo muy bien conservado


Cabazo elevado sobre dos pilares o cepas, cada una con su tornarratos o saliente para impedir la subida de roedores. Las paredes laterales son de doelas, listones de madera, estos en sentido horizontal (es más frecuente el vertical), con pequeño espacio intermedio para la entrada de aire y que no pudra lo guardado en el interior, normalmente destinado a los cereales panificables, maíz, trigo, centeno... los cambios en la producción agropecuaria suelen haberlos dejado sin este cometido. El tejado es de pizarra y a cuatro aguas. Veamos atrás asomar la cruz del campanario


La fuente aún no se ve, pero sí el bosquete ribereño donde se halla


Aquí está la entrada. La fuente está al fondo prado abajo, junto al río, casi siempre en penumbra


El solar en torno a la fuente está cerrado por una cerca, no muy alta, almenada con picos, siguiendo la impronta de la arquitectura popular de la comarca


Otra cerca o muro de picudas almenas guarda el recinto en torno a la fuente, sobre la que se alza el cruceiro, el cual correspondería a las obras del siglo XVII efectuadas por don Juan Alonso según mandato dejado por escrito testamentario en 1613 por su madre doña Elvira Valdés, esposa de Álvaro Pérez de Navia Osorio y Quirós


Estos cruceiros proliferaban a partir de entonces en muchos lugares, se dice fueron fruto de la Contrarreforma y Concilio de Trento, dentro del impulso dado en sus actas y resoluciones a la veneración de imágenes y reliquias de santos en contraposición a los protestantes 


Sería uno de los llamados cruceiros de crucifijo, pues a un lado aparece la imagen de Cristo crucificado



El acceso a la fuente, al pie del cruceiro, se realiza por estas escaleras. El espacio fue acondicionado a partir de aquellas obras barrocas hasta darle el aspecto que actualmente tiene, como forma de conducir y encaminar el paso a sus milagrosas y salutíferas aguas, por el creciente número de fieles y peregrinos


En este lado de la cruz del cruceiro vemos la imagen de la Virgen Coronada con el Niño. Es llamativo pues mayormente en estos casos suele estar la Dolorosa. Sin duda es la imagen de la Virgen de Villauril



En este enclave se producen las curaciones milagrosas de las afecciones cutáneas tratadas con el agua de la fuente, como la del labrador que vino con una grave infección en los brazos a la que los médicos no hallaban remedio, mojándolos en el agua y mostrándolos seguidamente sanos al instante a los presentes


 Otro sería el que dice así, contado textualmente:
María de la Vega de Píndolas estaba desde niña totalmente sorda, vino a lavarse a la fuente y permitió Nuestra Señora quedarse buena

Se dice que los marineros y pescadores extendieron este culto, dando noticia de sus prodigios, entre la asturiana ría del Nalón y la gallega de Viveiro, y otro tanto pasaría con los campesinos, arrieros, y vaqueiros trashumantes del interior


De ahí que se cuente que en esta romería llegaron a concentrarse algún año hasta 50.000 personas, siendo costumbre como hemos dicho, además de llegar caminando descalzos, entrar de rodillas en el templo, llevar exvotos relacionados con los favores recibidos, entre otros


El escritor, cronista y catedrático Fermín Canella, escribía así en el siglo XIX
"De los santuarios tiene fama en toda la parte occidental, y en mucha parte de Galicia, el antiguo de Nuestra Señora de Villaoril, parroquia de Piñera, con cuatro romerías concurridísimas y a diario visitado por infinitos devotos"

Y aquí está el manantial, de cuyo caño del que mana el agua sanadora


Y sobre él otra imagen de la Virgen Coronada


Caminamos pues caminos de peregrinación a Santiago, al Salvador y a Nuestra Señora de Villauril con su Fonte Santa, lo que dada su veneración al menos hasta Viveiro, la hace conectar con otra ruta de romería, la de San Andrés de Teixido. Hoy en día conectaríamos con ella desde Ribadeo por el Camiño do Mar y es que "a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo"


Y tras esta tan aconsejable visita a Nuestra Señora de Villauril y la Fonte Santa, regresamos sobre nuestros pasos al santuario, para desde él regresar al Camino Norte, muy cerca ya de la villa de Navia, capital de este concejo










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