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viernes, 15 de agosto de 2014

SAN MARCOS Y EL MONTE DO GOZO: LAS GANAS DE LLEGAR A SANTIAGO DE COMPOSTELA Y EL "REY DE LA PEREGRINACIÓN"

Monumento al Peregrino en el Monte do Gozo, ante Santiago de Compostela y su catedral
Subida de A Lavacolla por A Rexidoira
Ya en el concello de Santiago, saliendo de A Lavacolla y recorriendo la orilla de su mítico río el peregrino aún tiene viviencias y rituales muy intensos, físicos, espirituales, emocionales... antes de llegar a las puertas de la ciudad del Apóstol y cuando solo estamos a unos 12 kilómetros de la Praza do Obradoiro y catedral de Santiago de Compostela. Uno de ellos, físico y muy intenso, es la subida de esta cuesta, A Rexidoira, para ir a Vilamaior y Neiro, recorriendo luego toda la rasa planicie que nos aguarda hasta la cuesta de San Marcos


En A Lavacolla muchos peregrinos de antaño que iban en grupo organizaban una carrera para ser los primeros en ver las torres de la catedral de Santiago. Quien lo consiguiese era proclamado Rey de la Peregrinación, tenía ciertos privilegios durante su estancia en la ciudad y sus descendientes podrían llevar el apellido Rey, Le Roi o Leroy. La costumbre la relata aún en el siglo XVII el clérigo borgoñón Domenico Laffi en su Viaggio in Ponente a San Giacomo di Galitia e Finisterra per Francia e Spagna publicado en 1673. "Rituales" aparte no es necesario correr y tampoco conveniente, aún queda una buena distancia y lo mejor disfrutar del esfuerzo y descargar la adrenalina de lo cotidiano  en estos últimos repechos y periplos antes de llegar al culmen de la peregrinación. Ahora, en este primer tramo de cuesta, pasamos junto a esta casa que, en verano, tiene su finca plantada de maíz. Más allá son las fragas de bosque gallego y las plantaciones de eucaliptos


El primer repecho es recto y directo junto a los prados


Y llegamos a las primeras arboledas


Aquí hay una curva a la izquierda. Fijémonos en el sendero pisado por los peregrinos para atajar


En la bifurcación seguimos por la carretera, a la izquierda


Hojarasca de eucaliptos


A la izquierda hay un buen paso para viandantes


Curva a la derecha. Un adoquinado parece invitarnos, para atajar, a cruzar la carretera. Hay poco tráfico pero cuidado, haberlo haylo


Curva a la izquierda


Puente sobre el Rego de Vilamaior


Cuesta junto al prado



Son los esfuerzos que nos quedan antes del triunfo...


Se suaviza un poco el ascenso al rodear el prado


Adoquinado para ir a la izquierda...


Cruce y de frente por la carretera asfaltada


Ya llegamos a lo llano en Vilamaior, otra aldea de la parroquia de Sabugueira. Al fondo el Coto de Neiro (461 m)


Seguimos así la recta hacia las casas


Vilamaior y al fondo Neiro, donde hay otro corto recuesto


Silos y naves ganaderas


Es un enclave muy rural donde pervive visiblemente el trabajo del campo


La carretera se estrecha al lado del hórreo


Cruce y a la izquierda


Pasamos frente a estas casas


En el siguiente cruce vamos a la derecha


Caminamos junto a este muro


Llamativa vivienda con esquina en chaflán


Empezamos a bajar


Casa de Amancio, bar, restaurante y hotel


Bajamos a otro de los puentes sobre el Rego de Vilamaior


Hermosa ribera


Y esta es la subida hacia Neiro


Es una buena rampa, aunque corta


En la bifurcación seguimos de frente, a la izquierda


Estas son las señales


El Coto de Neiro a nuestra izquierda


Subimos un poco más, hacia la cima


Un poco más de senda peatonal junto a la carretera


Peregrino


Bicigrinos


Chalets y parcelas


Un poco más de cuesta arriba...


Pasamos al pie de esta casa, casi ya en lo alto


 A nuestra izquierda un gran bosque


Hermoso espacio natural


Ya se acaba la cuesta


Y nos aguardan unos buenos tramos llanos


Siguiendo siempre esta carretera


Y atrevesando ahora esta carballeira


Rumbo a San Marcos y el Monte do Gozo, que tenemos ya muy cerca...


Piedras y árboles se cubren de musgo...


Altísimas arboledas


A ciertas horas, principalmente las mañanas de verano, la afluencia de personas es grande


Prados y plantaciones de pinos a la derecha


Ahora una larga recta. Estamos en la parroquia de Bando, también concello de Santiago


Pasamos junto a esta cerca


Árboles ornamentales


Pasamos algunas parcelas


Y llegamos a las instalaciones de la Televisión de Galicia (CRTVG), que empezó a emitir aquí el día 24 de julio de 1985, víspera de Santiago y del Día de Galicia



Allí el "gran pirulí" de comunicaciones


Pasan los ciclistas


Estos son los aparcamientos



Plantaciones de eucaliptos


Nos acercamos a una nave maderera y al camping San Marcos


La nave de Maderas Ramos Moreira


Caminamos junto a su entrada e instalaciones


Ocupa una gran superficie


Seguimos toda la tapia por esta senda peatonal


Y llegamos ya a la gran parcela del camping


Las palmeras están en la esquina del extremo: allí llegaremos a un cruce


En el cruce iremos a la izquierda, viendo un gran eucaliptal


Aparcamientos


A la derecha está el Centro Territorial de Televisión Española (TVE) en Galicia, inaugurado el 20 de mayo de 1991


Estamos aquí a unos 8 kilómetros del centro de Santiago


Este es el bar del camping


Todo hasta el final es el camping San Marcos. A la derecha la entrada al Centro Territorial de TVE en Galicia


Y llegamos a este cruce


Aquí seguiremos a la derecha, viendo enfrente el Club Hípica La Lagunita, que dispone de albergue para caballos, muy empleado para los peregrinos que realizan su romería a lomos de su montura


Viene ahora otra larguísima reta por A Lagoa


Este topónimo señala que aquí hubo antaño charcas y lagunas


Ahora vemos nuevamente el centro de Televisión Española lo tenemos a nuestra derecha


Montaña rusa de sube y baja


Coronamos el alto


La gran rasa del monte, donde hay algunas casas


Y extensas fincas


Pasamos junto a los chalets


Más eucaliptal


Curva a la izquierda


Empezamos a bajar


Y, con emoción ya tenemos delante San Marcos, parroquia de Bande, cuyas casas asoman a la derecha de la foto entre la arboleda, por donde discurre la subida al Monte do Gozo, que vemos a la izquierda, de 380 metros de altitud y desde donde se ven la ciudad de Santiago de Compostela y las torres de la catedral, distante solo unos cinco kilómetros, momento de gran alborozo para los peregrinos de la antigüedad y para muchos de nuestros días. Por allí efectuaban su carrera los romeiros de épocas pasadas para proclamar al rey de la peregrinación a quien primero veía las torres catedralicias, hoy barrocas, antes románicas, y proclamar al "rey de la peregrinación". Del origen de la tradición nada seguro se sabe, pero era toda una proeza para los agotados penitentes y aún más tras la ascensión por San Marcos. Según testimonios antiguos, aquí caían de rodillas y entre sollozos los peregrinos de antaño, cantando, bailando, rezando... por haber llegado sanos y salvos a la Ciudad del Apóstol, siendo este elorigen topónimo Monte do Gozo, el goce experimentado por conseguir culminar este afán. Monxoi es la pronunciación gallega del francés Montjoie, monte de la alegría, del júbilo, del gozo, expresión de los peregrinos francos al llegar a las cumbres desde las que se dominan los espacios sagrados de la cristiandad, como es el caso de La Manxoya o Manjoya, al sur de Oviedo/Uviéu, ciudad donde empieza el Camino Primitivo. También se habla de la expresión "Mon Joie, Mon Joie" (Mi Alegría, Mi alegría en parca traducción literal)... sea como fuese el júbilo, el gozo y la alegría de llegar están el el porqué del nombre


Antiguamente emprender una peregrinación no era un juego de niños, muchos no lo contaban, enfermaban por las duras condiciones, otros agotaban las fuerzas, no pocos perecían asaltados por bandidos o en alguna trifulca, no disfrutaban de una buena alimentación, los centros asistenciales eran insuficientes, no había médicos ni noticias de casa, si se agotaba el dinero había de mendigarse o suspender la peregrinación, existía una notable picaresca, no era difícil morir de inanición o desfallecer extenuados, toda una odisea. Además, el regreso, había de hacerse andando. Las peregrinaciones por mar solían ahorrar kilómetros a caminar, pero incurrían en peligros de naufragios, como tantas veces pasaba y otros inconvenientes, incluyendo abordajes. En la mayor parte de los casos se trataba de una verdadera penitencia autoimpuesta por algún motivo, peregrinación que podía durar años. Poco que ver, por suerte, con la situación actual y las ventajas y asistencias de las que disfrutan los peregrinos de nuestros días. Por esta razón la emoción de llegar a ver Santiago con las agujas de sus torres asomando sobre las casas de la ciudad era absolutamente indescriptible


Por ello se sabe el lugar era llamado en el siglo XII (Codex Calixtinus) Mons Gaudii (Monte do Gozo), en francés Montjoie y en gallego Monxói, topónimo muy vinculado a las peregrinaciones que, con sus variantes, también tienen Oviedo/Uviéu, Roma y Jerusalén, como bien nos informa la Xacopedia. Realmente, como pasa con el ritual del baño en el río de Lavacolla, tampoco se sabe con total seguridad el lugar exacto donde los peregrinos veían la catedral, pues es identificado con una capilla en la que los peregrinos descansaban y rezaban, la actual de San Marcos, si bien desde la Edad Media tuvo reformas y transformaciones. Su fama documentada, difundida por el Calixtinus, arranca de un famoso milagro que según la tradición acontecería en el año 1080 cuando veinte caballeros de Lorena emprendieron la peregrinación, jurándose antes mutuo socorro, aunque cuando enferma es abandonado en los Pirineos salvo por uno de sus compañeros, que se queda con él hasta su fallecimiento. Al morir Santiago lo transporta a caballo al Monte do Gozo junto a su compañero, pidiéndole a este que les dijese a los demás cuando llegasen de lo inútil que había sido su peregrinación


En la actualidad en lo alto un monumento recuerda la visita del Papa Juan Pablo II en 1989 cuando presidió la IV Jornada Mundial de la Juventud, obra de la artista brasileña Yolanda d'Absburg, instalada en 1993 dentro de una discutida y polémica intervención que hizo de la ladera del monte que mira hacia Santiago un gran complejo de barracones con alojamiento para los peregrinos con espacio de ocio que tuvo protestas al afectar al espacio histórico y natural del lugar. El monumento es de acero, piedra y cerámica y se ve desde la distancia


Al bajar llegamos a la Rúa do Coto dos Olmos, yendo a la derecha


Iremos todo llano por la vereda peatonal de la izquierda


Pasamos entre unas casas


Y en este cruce iremos a la izquierda, tomando la rúa de San Marcos, no muy lejos de la carretera N-634, donde hay hoteles y mesones, en la parte nueva de la población


Aquí un monolito refleja el nombre del lugar


Este es el Complejo Deportivo San Marcos, a nuestra derecha


Nos dirigimos a lo que es el San Marcos antiguo, la parte histórica, cuyas casas se extienden a lo largo del Camino


Empezamos una cuesta


También aquí se han construido chalets en algunas parcelas


También viviendas unifamiliares de nuevo cuño


El San Marcos de las antiguas peregrinaciones está un poco más arriba, justo casi en la cima


Hay un tramo de hermoso paseo con árboles y acera empedrada


Filas de casas con terreno


La disposición de la población a los lados de la vía, que no ha cambiado, demuestra su origen caminero con las peregrinaciones pero también con las rutas comerciales a la creciente ciudad


Los edificios de piedra, muchos restaurados, y el topónimo A Corredoira da Casa Vella, como en este cruce, delatan que nos acercamos a la parte más antigua por la famosa Cuesta de San Marcos


El peregrino italiano Nicola Albani llegó a San marcos en una fría y lluviosa noche de noviembre de 1743, empapado y buscando posada infructuosamente hasta que, a base de insistir pudo refugiarse en una palloza gracias a "un pobre hombre con una candela en la mano (...). Me trató con buen talante, aunque era el más pobre del pueblo, con seis hijos, que vivían con gran miseria, y yo les di todo el pan que había buscado aquel día, y me besaron mil veces las manos y los pies"


El manuscrito de Albani fue descubierto en los años 80 del siglo XX y publicado por primera vez íntegramente en 1993, titulándose Verídica istoria o'sia Viaggio da Napoli a San Giacomo di Galicia, que fue adaptado al publicarlo como Viaje de Nápoles a Santiago de Galicia. En él narra sus dos peregrinaciones seguidas, en 1743 y 1745, desde su tierra natal cuando tenía 28 años, animado por las narraciones oídas a dos peregrinos toscanos cuando estaba trabajando para el arzobispo de Capua. Como él mismo narra, estando soltero y sin carga alguna se anima a hacer el Camino, más como manera de ver mundo que como peregrinación religiosa, intentando vivir de limosnas, si bien va primero a Roma, hacia donde parte en junio de 1743, a conseguir un salvoconducto vaticano.


Pero para su romería a Santiago no dispone de dinero y aunque lo tuviese sería arriesgado llevar mucho. Es necesario decir que los peregrinos solitarios (y no tan solitarios) eran continuamente asaltados y/o timados, haciéndose preceptivo para él sustentarse con limosnas, recorriendo numerosos lugares y santuarios italianos, franceses y españoles, recuperando un sentido medieval del Camino que era ya entonces difícil de llevar a la práctica, si bien, junto con ello, el haber trabajado para poderosos señores le enseñó a mostrar formas aristocráticas e ilustradas, haciéndose pasar por un noble de alta alcurnia y refinada educación, lo que le favoreció el trato con las gentes


Albani describe de los avatares, nada fáciles, que tuvo nada más salir de Nápoles, "en la estación más calurosa y en tiempo de peste y guerra" en lo que "fue siempre un viaje de gran padecimiento y lleno de desgracias, que tendría que haber muerto en mil lugares", pero que gracias a su "glorioso Santiago", culminaría con éxito. No en vano informa de lo mal que lo pasó entre ejércitos en guerra, atravesando los bosques y montañas "terribles y solitarias", tempestades, hambre, sed y mal dormir, más a raso que bajo techo. Tales eran los inconvenientes de las peregrinaciones de antaño, algo totalmente diferente a nuestros días cuando a veces nos quejamos que no hay wifi, que falta la secadora, o que se ha acabado el agua caliente


Nicola Albani entra en España por Figueres y enlaza en Sahagún con la ruta secular de peregrinación del ahora llamado Camino Francés. Al llegar a Santiago se maravilla con la presencia de peregrinos de muchas nacionalidades pese a que las peregrinaciones llevaban en prolongada decadencia desde la Reforma de Lutero y su ataque a las indulgencias. Asimismo describe la ciudad y su catedral muy detalladamente. Luego desde Santiago continúa ruta por el Camino Portugués hasta Lisboa y regresa a Compostela en 1745 para ganar el jubileo del Año Santo, volviendo de nuevo a Lisboa para embarcar de vuelta a casa desde allí ya a finales de junio. Las inclemencias no cesaron, su barco rumbo a Génova fue asaltado por un buque inglés y le fue arrebatado todo el dinero que había conseguido en el viaje a base de limosnas, buenos modales, ahorro y diplomacia gracias a su "doble identidad" y picaresca


Es considerado Albani como un prototipo de los peregrinos de la última fase de las peregrinaciones antiguas, ya en el siglo XVIII, italiano, ilustrado, aventurero, servicial y pícaro, dispuesto a aguantar calamidades por ver mundo y a prescindir de una vida más o menos segura trabajando para los señores de la época.

Por ello el investigador Paolo Caucci Von Saucken ha escrito de él

 "...al pie del Albani devoto y curioso, surge el Albani desenvuelto, que intenta sacar provecho de su condición, que recurre con desparpajo a los pequeños subterfugios de la que llama política peregrinesca, que acredita un estatus que no tiene, que se vanagloria de títulos y amistades, que es servicial y aprovechador"


Viendo ya el alto de San Marcos encontramos un bar, A Chisca, con su "estratégica" terraza justo antes de llegar a la cima


Esta cuesta vería las "alegres carreras" de los "reyes de la peregrinación" ya en su último esfuerzo por llegar a lo alto del monte. Algunos arrancaban a correr ya en A Lavacolla como hemos dicho, otros ahorrarían esfuerzos y aguardarían a este repecho final


Hoy en día algunos grupos de peregrinos siguen el ritual si bien, tal y como nos dice la Xacopedia, con una mezcla de diversión y emotividad, y con alguna adaptación a los nuevos tiempos, recogiendo las palabras del historiador Antón Pombo...

"Cuando veáis las primeras casas de San Marcos, los que vayáis en grupo, podéis acelerar la marcha para poco después, en frenética carrera, luchar por ser los primeros en ver las torres de la catedral. Aquel que lo consiga será nombrado rey de la peregrinación por sus compañeros, quienes, una vez en Santiago, darán testimonio de esto firmando la compostela del afortunado"


En el cruce antes de llegar arriba seguiremos de frente


El suelo está adoquinado y forma una gran explanada


Pasamos las últimas casas antes de coronar el alto


A nuestra izquierda fuente, explanada y cumbre del Monte do Gozo


Y de frente, ya en llano, otro lugar fundamental, la capilla de San Marcos, cuyo origen se sume en la noche de los tiempos pues en este lugar en el que tradicionalmente descansaban los peregrinos antes de entrar en la ciudad, a unos cinco kilómetros de aquí, y donde, ya en el año 834 Alfonso II El Casto, el primer peregrino de nombre conocido, confirmando el hallazgo de la tumba apostólica, establece un giro o espacio en torno a su tumba de tres millas de radio y que en el Camino llegaba aquí, fundándose el Locus Sancti Iacobi, el lugar de Santiago, germen de la futura ciudad, pues este su espacio circundante, tierras rentas, sustentaría a los primeros clérigos y pobladores. Años más tarde Ordoño I lo aumentaría a seis millas


Hubo primeramente una capilla dedicada a la Santa Cruz que hizo reedificar en el año 1105 el entonces obispo Diego Gelmírez o Xelmírez, gran impulsor de las peregrinaciones y benefactor de la ciudad y catedral, estipulándose que se celebrase procesión en el día de San Marcos y partiendo en procesión, en el año 1116, con los pies descalzos, acompañado de clero y pueblo, llevando a Compostela la reliquia de la cabeza de Santiago Alfeo, también llamado Santiago el Menor o el Justo, uno de los cuatro santiagos señalados como apóstoles en el Nuevo testamento, la cual fue regalada por la reina Urraca de León. Parece ser aquí hubo un humilladero o milladoiro, montículo de piedras que dejaban los peregrinos como ofrenda y gratitud de haber llegado aquí


La capilla, que vemos en la actualidad en esta preciosa carballeira, es resultado de una reedificación hecha en el Año Santo de 1965, cuando empezaba a recuperarse este espacio, que durante tiempo había quedado abandonado. Esta capilla tiene además una conocida leyenda sobre su fundación, basada en una mítica y "fallida" peregrinación a Santiago de su santo patrón, San Marcos, pues fue aquí engañado nada menos que por el demonio o... por un pícaro peregrino


Cuenta la leyenda que iba San Marcos peregrinando a Santiago, muy cansado y fatigado después de llevar muchas jornadas caminando, estaba llegando ya a este lugar pero el no ver aún la ciudad le desesperaba enormemente. Es entonces cuando coincide en el camino con un joven romero que llevaba un buen piño de sandalias colgando del bordón, enseguida entablan conversación y el peregrino le va contando numerosas anécdotas y describiendo lugares que había conocido saliendo desde Alemania. Viendo que era conocedor de la ruta San Marcos le preguntó si sabía cuánto faltaba hasta Santiago, a lo que el romero le dijo: "Oh, falta mucho. Yo vengo de Alemania y falta otro tanto, ¿ves cuántas sandalias?, pues otras tantas tendré que gastar porque Santiago está cerca del fin del mundo"


Entonces San Marcos se desanimó totalmente y desistió de su empeño, abandonando la peregrinación, pues no sabía que estaba casi a la vista de la ciudad, no dio un paso más, construyó esta capilla que ni siquiera mira a Santiago, y se volvió atrás. Para unos el peregrino truhán era el mismo demonio, para otro un espabilado que quería los privilegios de ser el rey de la peregrinación al ser el primero en ver la catedral. Naturalmente es una leyenda sin visos de realidad pero que contiene la enseñanza de no claudicar al desánimo y no hacer caso a los agoreros, tanto en el Camino como en la vida misma


En el tejado dos figuras de ángeles: esta a la izquierda


Y esta a la derecha


Este es el interior


Imagen de San Marcos


Vamos a la cima, donde está el monumento de la visita papal


Aquí suben los peregrinos a ver por fin la ansiada ciudad de Santiago...


Otro momento de gran emotividad... ¡ver la ciudad de Santiago!


¡Y las ansiadas torres de la catedral!, a la derecha las dos "torres gemelas", de 76 metros de altura, son obra de la gran reforma barroca del siglo XVIII de Fernando de Casas Novoa y que miran, al otro lado, a la Praza do Obradoiro y, más allá aún, a los altos de Sarela de Abaixo, por cuyas boscosas colinas discurre el Camino a Fisterra y Muxía. Están superpuestas a una base anterior, de las desaparecidas torres románicas La de la derecha del todo es la llamada de La Carraca por ser donde suena este instrumento en Semana Santa, cuando callan las campanas en señal de duelo por la muerte de Jesús. La leyenda dice que su sonido espantó a un cercana partida francesa durante la invasión napoleónica, marchándose pues pensaron había estallado un gran motín. La de su izquierda es por lo tanto la de Las Campanas, la primera que se hizo, en la anterior torre románica se guardaron en la Edad Media el obispo Xelmírez y la reina Urraca de una turba enfurecida que para hacerles salir quiso prender fuego al edificio. El obispo escapó pero Urraca fue atrapada y vejada por la muchedumbre pero, consiguiendo escapar, se pone al frente de sus ejércitos y asedia a la ciudad, que se rinde y es sometida a gran represión


Entre las dos torres podemos ver el pedestal donde están las imágenes de Santiago y sus discípulos Teodoro y Atanasio, rematado en templete, así como, un poco más atrás, el cimborrio sobre el altar construido entre y 1663 y 1667 por Peña de Toro y reformado en 1671. A su izquierda es la torre llamada del Reloj o Berenguela, al igual que su campana de 14 toneladas que da las horas. Fue promovida su construcción por el arzobispo Berenguel Landoira, quien mandó levantarla en el siglo XIV, también con un cierto aire defensivo y de fortaleza. Entre 1676 y 1680 le fueron añadidas dos plantas más y fue embellecida por el maestro mayor Domingo de Andrade. Bajo ella todas las noches puede verse la aparición del célebre Fantasma del Peregrino


Más a la izquierda aún, una torre cuadrada más pequeña no es de la catedral es de la iglesia de San Agostiño, construida a mediados del siglo XVII por Fernández Lechuga con una donación del Conde de Altamira al convento que fue de la Orden de los Agustinos Descalzos. Iba a tener dos torres pero una de ellas fue destruida por un rayo en 1788 y esta otra nunca se llegó a acabar, de ahí su aspecto. De alguna manera iba a competir con las torres barrocas y Berenguela de la catedral


Antes que esta había una estructura catedralicia románica que en buena parte aún ser conserva culminada hacia el año 1200 con el Pórtico de la Gloria del maestro Mateo. La obra románica había comenzado en el año 1075 reinando Alfonso VI y siendo obispo Diego Peláez, luego de ser destruída en el 997 en una razzia de Almanzor la anterior, prerrománica, consagrada en el año 899 reinando Alfonso III El Magno, la cual a su vez era una superposición sobre un anterior santuario fundado bajo Alfonso II El Casto en la tumba, en una necrópolis de época romana, donde había confirmado el hallazgo de la que se tiene por tumba de Santiago, discípulo de Jesús y evangelizador de Hispania en el que no tardando mucho sería uno de los tres grandes centros de peregrinación de la cristiandad junto con Roma y Jerusalén. Más antiguamente aún se sabe de una mansio o parada en la Vía XIX del Itinerario de Antonio entre Braga y Astorga, que pasaba por aquí y llamada Aseconia, en zona de más antiguos todavía castros galaicos y campos de túmulos de la Edad del Broce, por lo que estamos realmente ante una historia de varios milenios en estos lugares


Hoy en día ya es raro encontrarse con las escenas de alegría desbordante de los peregrinos de otras épocas por haber llegado hasta aquí sanos y salvos después de infinitas vicisitudes y calamidades, arrodillándose, abrazándose, llorando de emoción o bebiendo un poco de vino reservado para la ocasión. tal y como narra en el siglo XVII Domenico Laffi:

"Llegamos a la cima de una colina llamada Monte do Gozo, desde donde contemplamos la tan deseada ciudad de Santiago, a media legua de distancia. Al verla, caímos de rodillas y comenzamos a llorar de alegría y a cantar el Te Deum. Pero no pudimos recitar más de dos o tres versos porque la gran cantidad de lágrimas vertidas por nuestros ojos no nos dejaba articular palabra. La emoción que estremecía nuestros corazones y los continuos sollozos nos obligaban a detener el canto, hasta que por fin desahogados por el llanto, que poco a poco fue cediendo, volvimos a entonar el comenzado Te Deum y de este modo, cantando, hicimos el descenso hasta la ciudad, que es hermosa y grande y siempre en obras; terminado el burgo, llegamos a la puerta"


De esa centuria es la Grande Chanson francesa, que dice...

"Quand nous fûmes à Montjoie,
Fûmes joyeux,
De voir une si belle église
En ce saint lieu,
Du glorieux ami de Dieu,
Monsieur Saint-Jaques,
Qui nous a tous préservés
Durant ce saint voyage"


(Al llegar al Monte del Gozo
fuimos felices
al ver una iglesia tan hermosa
en este santo lugar
del glorioso amigo de Dios
Señor Santiago,
que a todos nos preservó
durante este santo viaje)




Aquí abajo, bastante más cerca, tenemos otro "templo", el santuario del fútbol, el Estadio San Lázaro, inaugurado, como tantas cosas ese Año Santo, en 1993, donde juega la Sociedad Deportiva Compostela, equipo fundado en el año 2004 tras liquidarse el equipo anterior. Los orígenes del fúbol federado en la ciudad arrancan al menos en 1928. Este estadio se encuentra, como dice su nombre, en el barrio de San Lázaro. El Camino pasa muy cerca, algo a su derecha, rumbo a la catedral (veamos las torres en la esquina superior derecha de la foto. A la izquierda los nuevos barrios urbanos se extienden hacia el suroeste, más allá incluso del mismo concello de Santiago


Admiramos ahora el monumento que conmemora la visita de Juan Pablo II en forma de pirámide truncada y rematado arriba con una cruz sobre un pedestal en forma de círculos. En medio de la cruz hay una concha del peregrino y a cada lado una figura. Tiene a su alrededor grandes placas metálicas con escenas relacionadas con la visita de Juan Pablo II y con las peregrinaciones. A veces la costumbre de depositar piedras, cuando se abusa, convierte a ciertos lugares en una escombrera, pero lo peor no son las piedras, son ropas usadas, papeles, palos, botas gastadas y todo tipo de objetos, incluso restos de comida que pueden en ocasiones darle un aspecto de basurero e insalubridad


Este es un aspecto cuando está más limpio


Pero raro es que no halla trapos, pañuelos, sandalias, papeles... o pintadas y escritos


Las filigranas metálicas de arriba antes brillaban pero en la actualidad se oxidan, no obstante puede ser, como en otros casos, un efecto buscado aposta por la autora


Bien por su arquitectura y arte, bien aspecto de gran mole, bien por estar en lo más alto, o simplemente por todo ello, muchos peregrinos se acercan allí a verlo y contemplar el panorama


Pero la verdad es que a ciencia cierta no se sabe desde qué parte exacta del monte veían los peregrinos la catedral, ni tampoco el solar de la antigua capilla de San Marcos. Un poco más al sur, en aquella colina a la que podemos llegar por esta senda, otro monumento rememora este inolvidable momento


Es el Monumento al Peregrino del escultor gallego Acuña, desde el que también vemos la ciudad y las torres de la catedral, obra del escultor gallego Acuña e instaladas también en el Año Santo de 1993. Merece la pena acercarse a verlas. Representa el monumento a dos gigantescos peregrinos, alborozados ante la visión de Santiago y las torres de su catedral


El peregrino Guillaume Maunier narra así este acontecimiento en el siglo XVIII, cuando fue coronado Rey de la Peregrinación:

"Al verlas lancé mi sombrero al aire haciendo saber a mis compañeros, que venían detrás, que había visto el campanario. Todos, al llegar junto a mí, reconocieron que yo era el rey"



Es realmente una representación muy fidedigna de aquellas vivencias de los peregrinos de antaño


Como hemos dicho, en aquel año de 1993 gran parte del Monte do Gozo fue transformado en un gran complejo lúdico, recreativo y de acogida a los peregrinos pese a las protestas de los amigos del camino, vecinos, peregrinos y otras entidades e instituciones por cuando iba a afectarlo como espacio natural e histórico. Si bien desde aquí está oculto por una tupida fila de árboles. Su construcción pareció alentada por la presencia de 500.000 personas durante la visita del Papa unos años antes y se hizo un gran centro vacacional con pabellones y alojamientos para peregrinos en forma de 28 barracones con 1.414 literas, así como hotel, camping, bares, zona comercial, cafetería, un auditorio para 45.000 asistentes (donde hubo un concierto de Bruce Springsteen) ocupando todo ello unas 50 hectáreas. Nunca dio el resultado apetecido, la mayoría de los peregrinos fueron prefiriendo alojarse en los muchos albergues y alojamientos del centro de la ciudad, los que ya había y los que se siguieron abriendo hasta nuestros días, pues este lugar queda un tanto alejado. Lo mismo los visitantes y turistas en general. Algunas instalaciones quedaron sin actividad durante años, comercios y cafeterías fueron cerrando y hubo de quitarse la maleza que amenazaba con volverlo a hacer monte. De cuando en cuando surgen algunas iniciativas de recuperación


Estos peregrinos son testigos mudos de aquellos acontecimientos que marcaron y marcan la historia más reciente del Monte do Gozo



Desde aquí, calle abajo, podríamos ir ya hacia San Lázaro, enlazando con el camino señalizado oficial antes del puente sobre la autovía A-67, pero es una ruta monótona y solitaria que pocos peregrinos emplean


Nosotros particularmente recomendaríamos volver al camino oficial que pasa junto a la capilla de San Marcos



Entonces, pasamos de nuevo ante el monumento de la cima...


Y volvemos hacia la capilla y el Camino...


Yendo campera abajo ahora, recordaremos al antiguo milladoiro que aquí había, el de la montaña de piedras depositadas por los peregrinos, humilladeros llamados de esta manera porque eran la ofrenda del bien llegar, cada piedra un alma de un peregrino en tránsito y, por lo tanto, un lugar para arrodillarse, bajar la cabeza, reverenciar y orar. La primera mención al mismo es en la Historia Compostelana escrita en el siglo XII y acabando el siglo XIV un documento de un peregrino inglés de cuyo nombre nada se sabe informa que hay...

"... muchas piedras y cuatro pilares de piedra de gran altura y pueden ganarse cien días de perdón"

Parece ser que en algunos momentos tuvo encima una cruz, tal como informa Hermann Künig von Vach en 1495 "sobre un gran montón de piedras" y, siglos después también es nuestro ya citado Domenico Laffi quien habla del ritual de la acción de gracias


Y así desde la capilla de San Marcos, seguimos, no como aquel desmoralizado santo, la escasa distancia que nos queda hasta Santiago


Hay senda peatonal al lado de la carretera


Al norte a lo lejos otra zona de expansión urbana e industrial de la capital de Galicia más allá de la N-634 y la autovía


Pasamos la entrada al albergue Monte do Gozo, pese a su lejanía y las circunstancias de su construcción, muchos peregrinos optan por quedarse en él para llegar "frescos" a Santiago a la jornada siguiente





Peregrinos esperando la apertura. Quienes madrugan y salen desde lugares más o menos cercanos como O Pedrouzo y sus inmediaciones, suelen llegar bastante temprano


Tanto si se pernocta aquí como si no por aquí se inicia una buena bajada 


La senda peatonal se aparte un poco de la carretera


Y vemos a nuestra izquierda los famosos barracones de lo que fue el gran complejo inaugurado en 1993 y de los que solo están abiertos una parte. Su estética ha sido comparada a la de los campos de concentración, todo lo cual es una pena con tanto dinero y esfuerzos invertidos


Pasamos junto a un chalet


Filas de árboles en la bajada, con buena sombra


La plaza del complejo lúdico y de alojamientos, donde antaño había algo más de hostelería y comercio El camino sigue cuesta abajo pero si vemos algo abierto tal vez nos apetezca ir a la plaza, bajando en ese caso por estas escaleras a la izquierda


El camino sigue cuesta abajo pero si vemos algo abierto tal vez nos apetezca ir a la plaza, bajando en ese caso por estas escaleras a la izquierda


Independientemente de todo al fondo queremos reseñar un monumento notable existente en medio de esta explanada, oculto desde aquí por los árboles



Desde las escaleras, que vemos al fondo a la izquierda, podemos acercarnos a ver el Monumento a la peregrina que, en nuestra humilde opinión, es una pena que no esté en otro lugar más transitado y visible


Representa la tan realista, entrañable y cotidiana escena de una peregrina palpándose su dolorida y cansada pierna. "Eclipsada" quizás por los monumentos anteriormente descritos, esta estatua representa con toda su intensidad una escena de las peregrinaciones modernas, impulsadas sobremanera a partir del tan mencionado Año Santo de 1993, cuando, con precedentes anteriores que arrancan en los años 50-60 de ese siglo XX, se promociona con total intensidad todo el acervo de los caminos de Santiago, no para una fecha puntual, sino con continuidad de futuro


La estatua está en lo alto de una fuente, con varios caños y espacio circular alrededor que debió querer ser en su momento lugar de socialización



Por aquellas escaleras se baja de los barracones





Monumento a la Peregrina el Camino sigue por aquí el descenso del Monte do Gozo, Monxoi


Veamos o no el La carretera y la senda peatonal. Curva a la derecha


Desde esta, la rúa do Gozo, vemos ahora una parte de San Lázaro, lugares de A Ponte de Abaxo, Amio, O Porto do Medio, Pena María, Mallou de Arriba... a lo lejos del Monte do Pedroso (461 m) uno de los más emblemáticos miradores sobre Santiago, a donde puede subirse desde la ciudad siguiendo un viacrucis


Sigue la senda paralela a la carretera


Curva a la izquierda


Al fondo la Autovía A-67 en medio del valle



La autovía, la N.634 y sus enlaces y rotondas a la entrada de la ciudad


Hileras de árboles


Vamos hacia unas casas


En este cruce seguimos hacia abajo


Aquí los peregrinos se detienen ante esta parcela donde destacan un cruceiro y otras columnas, monolitos, piedras y penedos 


Son obras de José Cao Lata, alusivas a Galicia, sus gentes, su historia y el Camino. Este artista llegó a Santiago en 1959 dejando su natal aldea de A Lanzada, concello de Mesía, para aprender escultura, trabajando en un taller y haciéndose discípulo del gran escultor, gallego de Cambados (Pontevedra) Francisco Asorey


José Cao dedicó su vida a transmitir en piedra la historia de Galicia, sobre todo la más personal y cotidiana, la que él vivió o escuchó a sus mayores, y por ello desde los años 60 del pasado siglo trabajaba con su maestro en estas grandes obras en las que plasma la vida y sociedad gallegas


El Camino es, en este caso, la mejor sala de exposiciones, exposición permanente, de su buen hacer, que nunca tuvo mucha ayuda, pues padeció hasta de una expropiación de su antigua casa en San Caetano, donde tenía antes sus esculturas y taller, teniendo que emigrar para ganar lo suficiente para retornar a Santiago, rehacer aquí su vida y poder seguir cincelando sus esculturas. Su única ayuda fue su familia, que le compró este terreno en Monte do Gozo 16


No en vano en su buzón ha escrito la frase... "los derechos humanos están desnudos"


El Camino,., peregrino, bordón y estrella de Santiago, Campus Stela, Campo de la Estrella


Se ha propuesto hacer del lugar una casa-museo. En la práctica, con esta magna obra, prácticamente ya lo es, a la vista de todos.


Los peregrinos que paran siempre hacen fotos


Pasando el taller y la vivienda de José Cao hay una pronunciada curva a la derecha. El Camino deja la rúa Monte do Gozo para seguir a la izquierda, entre las casas


Y seguimos así por esta senda


Pasamos bajo el carballo


Y tomamos este camino enlosado, viendo enfrente San Lázaro, antiguo arrabal de la ciudad donde hubo una malatería de esta advocación. Hoy en día forma parte del casco urbano


La senda desciende unas escaleras ante el valle sobre del río Sar, viendo a lo lejos el viaducto de la Rúa da Ponte San Lázaro, en el que se ha habilitado un paso peatonal separando a los peregrinos de la transitada carretera. Si llegamos a Santiago en día de lluvia siempre recordamos la poesía de
(Federico García Lorca , sacada de sus Seis Poemas Gallegos, chove en Santiago, inmortalizando un momento y circunstancia que ha cautivado desde siempre a muchos espíritus y corazones, desde los más humildes romeros a las máximas figuras de la cultura universal.

Chove en Santiago
meu doce amor
camelia branca do ar
brila entebrecida ao sol.

Chove en Santiago
na noite escura
herbas de prata e sono
cobren a valeira lúa.

Olla a choiva pola rúa
laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaido
soma de cinza do teu mar.

Soma e cinza do teu mar
Santiago,lonxe do sol
agoa da mañan anterga
trema no meu corazón



Bajamos pues las escaleras...


Por allí, al lado de los edificios rectangulares a la izquierda de la foto, sube la rúa de San Lázaro, la que seguiremos hacia el casco histórico y la catedral


Bajamos así al puente viendo a lo lejos el entorno del Estadio de San Lázaro, del que anteriormente hemos hablado


Abajo el  lugar de Paredes, huertas y cultivos en la zona rural inmediatamente anterior a la entrada de la urbe


Y, a nuestra izquierda a lo lejos la Cidade da Cultura de Galicia,  complejo cultural diseñado por Peter Einsenman, cuyas obras se iniciaron en el año 2001 y que consta de varios edificios en las faldas del Monte Gaiás


La impresionante obra, así como los cambios políticos, las crisis, los problemas constructivos, y los inmensos sobrecostes han hecho de ella no solo un emblema cultural sino también un símbolo de una época de obras faraónicas en la reciente historia española


Llegamos abajo y seguimos de frente


Cruzamos por este adoquinado. Aquellos que hayan decidido bajar directamente desde el Monumento al Peregrino enlazarán aquí con el camino oficial


La senda peatonal, que ha sido ensanchada ampliamente, sigue el gran viaducto sobre la autovía en el valle del Sar


A lo lejos el Monte do Viso (399 m), otro gran miradoiro sobre Santiago


Seguimos toda esta gran explanada sobre carreteras y valle


Cruzamos un primer tramo de puente


Y luego el siguiente, sobre la vegetación ribereña del Sar


Y así, pasando también sobre río y Ferrocarril, entraremos en San Lazaro para luego ir de esta rúa a la rúa dos concheiros y luego a la de San Pedro para dirigirnos a la Porta do Camiño, puerta del centro histórico de Santiago, la antigua ciudad intramuros













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