San Miguel de Quiloñu, con las picudas cubiertas de sus capillas laterales |
El Campo'l Conde y La Tienda. A punto de salir de Avilés |
Una placa en esta plazolina recuerda que fue este en su momento galardonado como el Barrio más Guapín de Avilés en el ya lejano año de 1996
"En el Avilés rural, que lo hay verde, frondoso y fértil, con sus hórreos, balagares y vaquinas, justo donde San Cristóbal d' Entreviñes se asoma a la mar, encontramos el restaurante, casa aldeana destacada por su vivo color azul y su porche de madera. Larga de historia, fue muchos años tienda mixta, chigre y bazar donde se reunían los vecinos a tomar cacharros y culinos, y también a comprar piedras cabruñeras o aceite de oliva medido..."
Dejamos pues El Campo'l Conde y nos dirigimos a otro de los barrios de esta parroquia avilesina de San Cristóbal (San Cristóbal de Entreviñas): El Caleyo, un topónimo eminentemente caminero
Una estrecha acera continúa a la derecha durante unos metros, junto a las casas al lado de la de Maneiro, pero pronto desaparece
No tenemos arcén ni senda peatonal ni apenas vereda, un problema desgraciadamente común a muchos tramos camineros. Lo cual se agrava porque hay momentos de bastante trasiego de vehículos y tráfico, al ser carretera de comunicación de varios barrios e importantes núcleos urbanos, así como cercanía a las importantes playas de Salinas y Raíces
"Así, pues, fue después de la conquista de Toledo cuando los judíos constatan su presencia efectiva en Asturias, especialmente en Oviedo, Luarca, Cangas del Narcea y Avilés. “Es imposible determinar la importancia numérica que tuvieron estos asentamientos, parece que escasa en todos los casos, aunque posiblemente de mayor entidad en Avilés, que era el principal puerto de la región y donde radicaba el mayor alfolí de la sal, el producto de más importancia comercial de aquel tiempo”, relata el escritor.
Aún así en Avilés no existía judería. “De haberla, estaría en Sabugo, que era donde residían por aquel entonces los ‘francos’, como se conocía a cualquiera que no era de aquí”, explica. Las familias están vinculadas al negocio de la sal, al comercio en general y sobre todo al cultivo de la vid. Y es que por aquel entonces Avilés era tierra de vinos, de vino “kosher”, que en hebreo significa puro y de mayor calidad que el elaborado por los cristianos. Tal fue la importancia de este caldo que todavía hoy quedan en la toponimia las huellas de este capítulo. “El ejemplo es la parroquia de San Cristóbal de Entreviñas que hace referencia de forma indubitada a la existencia de viñedos abundantes en la zona”, precisa Román Antonio Álvarez".
"Los coches pasan lanzados, y pasan muchos más de lo que podría parecer. Hay un par de bandas reductoras de velocidad, pero de poco sirven. Lo que habría que poner son pasos elevados, para obligar a los coches a frenar"
Llama la atención este altísimo pino, sobre la carretera, también hay algunos eucaliptos y árboles autóctonos
Pastizales y eucaliptales, densa vegetación, y el contraste con el campo abierto y verde relumbrante que es la pradería, donde pastan los caballos...
Un animal especialmente representativo de los caminos y de todas las historias y leyendas a ellos vinculadas, desde la diosa Epona al mismo Caballo de Santiago. En las antiguas estelas funerarias precristianas se los representa como guías de las almas entre uno y otro mundo...
"El paisaje de una increíble belleza y equilibrio que forman las redes de setos alrededor de los prados y tierras recibe en Francia el nombre de bocage, que en castellano no tiene su equivalente. En este reino, lo ideal es que el bosque ocupe las alturas y terrenos poco aptos para otros usos; el soto, formado por la vegetación ribereña, acompaña los cursos de agua y los setos bordean los caminos, los huertos, los campos de cultivo, y los prados de siega y diente"
"En Asturias y Galicia existía la costumbre, que aún perdura hasta nuestros días en algunos lugares, de utilizar terrenos comunales para plantar castaños; el suelo era comunal, pero el árbol y su fruto pertenecían a quien lo plantó, era el "derecho de poznera", que se establece al menos desde el siglo XVII"
"A pesar de la homonimia con mineral tan preciado (argentum, antes), esta palabra homónima, plata (tal vez de origen árabe), se aplicó a la ruta o vía ganadera y comercial entre Sevilla, la meseta y el Cantábrico (...)La etimología. Como se dijo, en árabe, balata significa "loseta". De ahí pasaría a blata -plata, con refuerzo de oclusiva inicial sonora en sorda (b - p). La voz común del mineral completó la interpretación popular. Posteriormente, del sentido de "loseta, piedra", pasaría a "camino empedrado, calzada..." Así se pudo aplicar a una fuente y a un paraje al que llegaban de paso los pastores extremeños con sus rebaños"
"El druida corta él mismo el muérdago "con una hoz de oro". El muérdago se recoge "en un paño blanco" y el druida va vestido "con un hábito blanco". El color blanco es el color sacerdotal por excelencia. esta recogida concierne por tanto al jefe principal de los druidas. El uso que harán del muérdago es otro problema. La "hoz de oro" provoca una leve sonrisa (...) el oro es demasiado blando para poder cortar lo que fuere: se trataba sin duda alguna de una hoz de bronce o de hierro, revestida por una película de oro. Pero de todas maneras, el simbolismo lunisolar es perceptible: el oro es la imagen del sol, la hoz el creciente de la luna"
"Los árboles son esos seres que nadie ve, ni escucha. Pasamos continuamente a su lado sin atender, sospechar, entender el mensaje de su callada presencia, de su forma discreta y elocuente de vivir y crecer. De su parsiomonia y ensimismamiento, de su no hacer. En cierta manera todos hemos escogido nuestra función en el planeta. Y de todas las acciones, los árboles escogieron la danza en el cielo y la tierra. De todos los sonidos, el silencio. Entre los alimentos la luz y el agua del cielo."
"Desde tiempos inmemoriales muchas culturas consideraron al roble el árbol sagrado por excelencia. Es el árbol consagrado a los dioses. Los griegos veneraban a Zeus en el roble oracular de Dadona, y Júpiter, su equivalente romano, fue venerado en el Capitolio, donde había un roble sagrado. Así ocurrió también en el culto celta, para quienes el roble estaba dedicado al dios de la creación Dagda, y se le consagraba al equinoccio de primavera, el inicio de la vida anual.
Hacia el comienzo del primer milenio a.C., cuando los celtas comenzaron sus expansiones, un reducido número de hombres y mujeres con una gran sabiduría eran denominados como poseedores del “conocimiento del roble”. En la propia religión celta el roble continuó siendo venerado como el gran símbolo del crecimiento de las plantas. Y como culto, su simbolismo permaneció entre los celtas tiempo después de que se hubiese perdido entre los griegos y los romanos.
El roble era considerado como el padre de los árboles mágicos y sobre sus ramas crecía, de manera esporádica, una planta parasitaria que se conoce como muérdago. Los celtas pensaban que el muérdago había surgido cuando un rayo hendió a un roble, por lo tanto era algo mágico. Según el historiador romano Plinio el Viejo: “Nada hay más sagrado para los druidas que el muérdago y el árbol en el que crece, especialmente si se trata de un roble. Ellos escogen robledales para establecer allí sus árboles sagrados y no practican ninguna ceremonia sagrada sin usar ramas de roble. Cualquier cosa que crece en las ramas del árbol ha sido enviado por los cielos, e indica que el árbol ha sido elegido por Dios”.
Nos dice también que el muérdago era recogido por un druida con una hoz de oro en el sexto día de la luna y lo recogían de los robles, pues el muérdago, al alimentarse de su sabia, conservaba las propiedades mágicas que se atribuían a este árbol, junto con propiedades medicinales propias. El que se cortase con una hoz de oro es porque el oro, al ser un metal que no se oxida, se consideraría que no quitaría pureza o no interferiría en la trasmisión de la supuesta “energía sutil”.
Es probable que el muérdago fuese considerado sagrado porque se mantiene siempre verde, sea la época del año que sea. Además, está en una posición intermedia entre el cielo y la tierra, sin pertenecer a ninguno de los dos. Para la cultura celta la vida de los hombres estaba íntimamente relacionada con los bosques, estos les proporcionaban protección, cobijo, leña para alimentar sus hogueras y en ellos se abastecían de caza y frutos necesarios para su alimentación.
Asimismo, el árbol se constituía en un pararrayos natural. Desde épocas remotas existe la costumbre de plantar una encina o un roble junto a la casa para protegerla de las tormentas y de los rayos. Esta costumbre se asienta en un riguroso aval científico, pues la encina o el roble poseen la propiedad de atraer a los rayos y conducirlos a tierra.
Las descargas eléctricas de los poderosos rayos confirmaban una relación de la fuerza extrema con la naturaleza, y los robles, por su tamaño y fortaleza, seguramente sobrevivieron a las descargas de los rayos de forma más asidua, esa peculiaridad sería entendida por los pueblos como “tocados por la mano de Dios” y pasarían a formar parte del mundo mágico.
Según una antigua tradición que une el mundo de las hadas con los robles y que se pierde en la noche de los tiempos, entenderíamos que el roble es una entrada al mundo de los seres feericos y el árbol por antonomasia de la magia y la brujería. Los robles añejos, los más viejos y mágicos, están habitados por las hadas que protegían y defendían su árbol a toda costa.
Algunos folcloristas afirman que si se atrapa una hoja de roble cuando va cayendo del árbol, se asegura una completa inmunidad a gripes y catarros durante todo el invierno. Llevar un trozo de roble o una bellota, atrae la buena suerte. Para los celtas el roble reunía la fuerza y la sabiduría, siendo el árbol real y el punto central de sus ritos públicos e iniciáticos. La antigua corona del emperador romano era una guirnalda de hojas de roble, no de laurel, y el cetro una vara de roble. Cabe señalar también que en la literatura artúrica, la Tabla Redonda era de madera de roble.
La madera de roble, carballo como lo denominan en Galicia, es el alimento de los fuegos sagrados. Como trasmite San Martín Dumiense en “De correctione rusticorum” a finales del siglo VI. También en los “Capítulos Sinodiais de Mondoñedo” en el siglo XVI, hay referencias al “Tizón de Nadal”.
En la víspera de Navidad y coincidiendo con el solsticio de invierno se encendía en las aldeas el fuego nuevo. Se limpiaba con mucho cuidado el hogar y en él se ponía un gran tronco de carballo que se encendía con el fin de atraer a la suerte a casa y a sus moradores, una vez que se hubiese quemado un poco se dejaba apagar el fuego y se conservaba el “tizón de Nadal”, para volver a encenderlo cuando existía el temor de alguna desgracia en la casa. En algunas zonas en lugar de la Navidad el fuego era encendido el Sábado Santo al ser incluido dentro de la liturgia cristiana. Las cenizas del tizón tenían todo tipo de cualidades benéficas: contra el mal de ojo, como fertilizante, como protector ante las calamidades y las enfermedades, para amainar las tormentas…"
"También los nogales son árboles grandes y altos, y no menos lo son los castaños (que es mantenimiento de gente pobre, cuando les falta el pan),los cuales a veces están plantados en lugares montuosos, y así muy sujetos al ímpetu y frialdad de los vientos. Por lo cual los vistió y abrigó el Criador con aquel erizo que vemos por defuera, y después con dos túnicas, una más dura y otra más blanda, que viste el fruto, que son como la dura máter y la pía mater que cercan y guardan los sesos de nuestro cerebro"
"... la salicina es ácida en una solución saturada en agua, y es llamada ácido salicílico por esa razón. En 1897 Felix Hoffman crea una versión sintéticamente alterada (en este caso derivada de la planta Spiraea) que era menos problemática para la digestión que el ácido salicílico puro. La nueva sustancia, ácido acetil-salicílico fue nombrada aspirina por la empresa farmacéutica Bayer AG. Esto le dio una gran importancia al clasificarse como medicamento no esteroideo antiinflamatorio"
"Durante largos periodos de tiempo estas plantas dominaron la Tierra, su origen puede remontarse a unos 420 millones de años atrás, mucho antes de que sobre su faz aparecieran los dinosaurios. Han vivido épocas en las que la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera era muy elevada, como diez veces más que la actual. Y lo más sorprendente de estos organismos no es su antiguo esplendor, sino que todavía sigan entre nosotros ¿Por qué no se han extinguido? ¿Qué pueden enseñarnos? Y, en un contexto de cambio climático ¿podrían volver a colonizar el planeta ciertas plantas que estuvieron en condiciones parecidas en el pasado? (...)
¿Qué sentido tiene que después de cientos de millones de años de evolución actualmente todavía existan plantas con paredes celulares tan gruesas con capacidad fotosintética muy pequeña y que haya otras tan diferentes?"
"Su hipótesis actual es que las características que favorecen una alta fotosíntesis (pared celular pequeña o cloroplastos colocados hacia fuera), van en sentido contrario que las características que favorecen la tolerancia a la desecación. Los helechos nunca conseguirán tanta fotosíntesis pero en una situación de sequía, que para otras plantas puede ser de no retorno, para ellas puede tenerlo, porque tienen otro tipo de capacidad que les permite recuperarse cuando les vuelve a llegar el agua"
"Fuera sapos, fuera ratosfuera toda maldiciónque traigo l'agua benditoy el Ramu de la Pasión"
"A menudo los claros en los robledales y hayedos del norte, son rápidamente invadidos por brezos, árgomas y helechos cuando existe poca presión ganadera. Estos matorrales pueden convertirse mediante siegas, abonado y aumento de la densidad del ganado, en pradera, o bien dar paso con el tiempo a especies arbóreas si se abandona su explotación. En sí mismo, este ecosistema, aparentemente inhóspito, tuvo una gran importancia en la economía rural de muchas regiones (...)Los incendios y la siega otoñal perpetúan el helechal, que proporciona un pasto de gramíneas en primavera y helecho para la cama del ganado y para producción de estiércol. Se cortaba con dalle en el otoño; era una labor dura, pues los tallos secos del helecho son muy recios y el terreno donde crece, suele ser escabroso. Se recogía y amontonaba en almiares junto a las cuadras. Un cepellón de tierra en la cúspide del montón lo mantenía bien apretado"
"El Camino de Santiago, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2015, es un elemento histórico clave que se vincula a las épocas más primitivas de la peregrinación. El recorrido principal a su paso por Castrillón forma parte de la ruta jacobea que recorre el Camino del Norte hasta su destino, Santiago de Compostela y sigue a grandes rasgos el paso del antiguo Camino Real de la Costa, que sirvió tanto para el peregrinaje como el trasiego de ganado y mercancías.
Su primer tramo comienza adentrándose por la senda rural de Coto Carcedo hasta el camino de La Plata; donde se ubica La fuente la Plata, un elemento de carácter etnológico formado por una fuente con pilón y un lavadero doble de finales del siglo XIX y principios del XX. Al llegar a la carretera de La Plata, sustituta del viejo Camino Real, se ubica el Castro de La Armada, donde se hallaron cerámicas que revelan que estuvo habitado al menos hasta la Edad Media"
Efectivamente, la existencia de un castro en las inmediaciones del camino no ha de pasarnos desapercibida. Estas sendas pueden tener fácilmente un origen antiquísimo, un paso natural buscando los valles costaneros que existiría desde la misma Prehistoria, formando verdaderos corredores naturales. De la misma manera que los había en dirección este-oeste los había norte sur, comunicando los llamados puertos secos de la cordillera con los puertos húmedos de la costa
"Al concejo de Castrillón, por su situación geográfica y clima, le corresponde un paisaje vegetal dominado por carbayedas y bosque mixto de caducifolias, además de alisedas y saucedas en ríos y lugares encharcados. Sin embargo, el paisaje vegetal de Castrillón está bastante degradado, debido principalmente al monocultivo extenso de eucaliptales, y en menor medida a asentamientos humanos.A lo largo de los siglos, los bosques naturales se fueron reduciendo, tanto por el aprovechamiento de la madera, como por la ocupación del terreno. El uso de la madera fue sustituyendo a la especie dominante, el carbayo, por el castaño, del que también se aprovechaba el fruto para completar la dieta. Sin embargo, la aparición de plagas (principalmente la tinta) redujeron mucho la presencia de esta especie, aunque actualmente sigue siendo una de las especies autóctonas dominantesAl ser Castrillón un concejo no muy extenso y con una orografía aparentemente dominada por áreas de escaso relieve, cabría esperar que apenas existiesen árboles y arboledas de interés. Sin embargo, aún hoy pueden encontrarse numerosos vestigios de cómo fueron los bosques autóctonos de hace siglos. Por lo tanto, los ejemplares que se mantienen actualmente deben considerarse reliquias del pasado, y como tales protegerse.
"La Plata. La arboleda consiste en una porción de bosque de ribera (del arroyo de La Plata) rodeado de una masa de otras especies caducifolias. Se sitúa en el interior de la apretada curva de carretera de La Plata""Especies: aliso (Alnus glutinosa), roble (Quercus robur), castaño (Castanea sativa), sauce (Salix caprea), abedul (Betula pubescens), pino marítimo (Pinus pinaster) y acebo (Ilex aquifolium). Consiste principalmente en un bosque de ribera (del Arroyo de La Plata), aunque sus márgenes se encuentran muy pobladas por tupidas manchas de otras especies caducifolias. Por zonas predomina la aliseda (paralelamente al arroyo), aunque por otras las especies principales son castaños y robles. En ciertos puntos los robles alcanzan un gran porte. Dada la diversidad podría quizás subdividirse en varias áreas diferentes, pero se ha preferido considerarla toda como una, dada su continuidad física y dado que se encuentra aislada entre eucaliptales""Estado de conservación: bueno. La carretera dificulta en buena medida el acceso a esta zona, por lo que se encuentra poco humanizada y bien conservada""Consiste principalmente en un bosque de ribera (del Arroyo de La Plata), aunque sus márgenes se encuentran muy pobladas por tupidas manchas de otras especies caducifolias. Por zonas predomina la aliseda (paralelamente al arroyo), aunque por otras las especies principales son castaños y robles. En ciertos puntos los robles alcanzan un gran porte. Dada la diversidad podría quizás subdividirse en varias áreas diferentes, pero se ha preferido considerarla toda como una, dada su continuidad física y dado que se encuentra aislada entre eucaliptales""Elementos de interés en su interior: gran diversidad de aves. Se pueden destacar especies como el arrendajo, pito real, camachuelo común, herrerillo capuchino y agateador común. Se encuentran también mamíferos como el zorro y el jabalí"
"Los vecinos de La Plata han conseguido planos del Ejército norteamericano en los que se aprecian la fuente lavadero que desde hace meses quieren que se restaure. Los presidentes de las asociaciones de vecinos de La Plata y de «Castrillón para todos», Montse Rodríguez y José Ramón López, respectivamente, han depositado en Patrimonio y en el Ayuntamiento de Castrillón copias de estos planos para su estudio y poder conseguir la restauración de la fuente. «Es un hallazgo importante porque son planos aéreos tomados por el Ejército norteamericano en 1950 donde se ve claramente la localización de la fuente», señala Rodríguez.
«Estamos buscando toda la información posible sobre la fuente y el lavadero, sabemos que una de las primeras casas de La Plata se construyó en el año 1875 y la carretera con el trazado actual en 1895”, son datos que hemos obtenido de la cronista oficial de Avilés, María Josefa Sanz. Por ello, de esa época debe datar la fuente», manifiesta la presidenta de la asociación vecinal de La Plata.
Los vecinos de la localidad llevan tiempo intentando que el Principado o el Ayuntamiento de Castrillón recuperen la fuente lavadero y pueda dar servicio además a los peregrinos del Camino de Santiago. «La fuente está a seis metros del Camino de Santiago y lo primero que hay que hacer es limpiarla. La fuente esta inutilizada, llena de zarzas, ratones e insectos. Pedimos que se limpie para que puedan utilizarla los peregrinos», prosigue Montse Rodríguez con su explicación"
"Hay otras interpretaciones. Pero al observar otros lugares con nombre Plata, el escaso manantial de las respectivas fuentes no inclina a pensar en una posible referencia metafórica al brillo de las aguas como plata o algo parecido. Tampoco hay tradición de minerales. Mejor la referencia al camino y a la vía pecuaria"
"Los vecinos de La Plata están satisfechos tras conocer que la fuente-lavadero ubicada a seis metros del Camino de Santiago en la localidad castrillonense va a ser incluida en el catálogo urbanístico del concejo para su conservación. «Llevamos meses pidiendo al Ayuntamiento de Castrillón que incluya la fuente en el catálogo urbanístico.
La documentación que presentamos tanto en el Ayuntamiento como en Patrimonio demuestra que la fuente es de propiedad municipal y ahora sí tienen que catalogarla, según el Principado», señaló la presidenta de la asociación de vecinos de La Plata, Montse Rodríguez.
La decisión del Patrimonio ha sido bien recibida por los vecinos ya que tanto la asociación vecinal como la entidad «Castrillón para Todos», que preside José Ramón López, han trabajado de firme para conocer la historia de la fuente.
En estos meses han conseguido planos del Ejército norteamericano que entregaron en el Ayuntamiento y en Patrimonio en los que se aprecia la fuente. «Son planos aéreos tomados por el Ejército norteamericano en 1950», indicó Montse Rodríguez.
«También obtuvimos datos de la cronista oficial de Avilés, María Josefa Sanz. Una de las primeras casas de La Plata se construyó en el año 1875 y la carretera con el trazado actual en 1895, por ello de esa época debe datar la fuente», señaló la presidenta de la asociación vecinal.
El pasado mes de septiembre el Principado requirió al Ayuntamiento, por segunda vez en un año, para que presentara un informe sobre el estado de conservación de la fuente-lavadero.
El retraso en aportar el informe, según el gobierno local, se debió a que se estaba investigando la propiedad de la fuente. «El informe es independiente de la dilucidación de la titularidad de la fuente, pudiendo ser realizado por el Ayuntamiento en el ejercicio de sus competencias de inspección de bienes existentes en el municipio», añadía el requerimiento de Patrimonio.
La perseverancia vecinal consiguió también la limpieza de la fuente-lavadero, que culminó el pasado verano. Los vecinos se turnaron durante meses para limpiar y adecentar la fuente, que desde hacía años estaba tapada por las zarzas y llena de basura.
La asociación «Castrillón para Todos-Amigos del Camino» lideró la recuperación de la fuente con la ayuda de voluntarios de esa entidad y de la Asociación de Vecinos de La Plata"
Vista la fuente y su lavadero, y conocida la historia de su rehabilitación, retornamos al camino y retomamos la el camino donde lo habíamos dejado...
"Peregrinos del Camino de Santiago. Bienvenidos a La Playa y os deseamos un Feliz Camino"
"Diez castros, todos ellos sin investigar, jalonan la comarca avilesina. La reciente polémica por el veto administrativo a intervenir en el castro gozoniego de Podes viene a poner de relieve el potencial inexplotado de la comarca en lo que a patrimonio prehistórico se refiere, en su doble vertiente de recurso cultural y turístico. Castrillón y Corvera concentran la mayor parte de esta riqueza inexplorada, de restos propios de los poblamientos que se asentaron en la región antes de la llegada de los romanos. "Es lo que en otros países llaman arqueología céltica, que se utiliza como recurso turístico", explica el arqueólogo experto en castros Alfonso Fanjul, autor de un trabajo que lleva por título "Los castros de Asturias" y en el que recopila en torno a 250 yacimientos castreños desperdigados por toda la región.
Según este trabajo, en la comarca se ubican los castros de El Cantu la Figal (Nieva), el ya mencionado de El Castiellu (Podes) y Los Garabitales (Granda), todos ellos en Gozón; en Corvera están el Pico Castiello (Molleda) y Xunceo, mientras que en Castrillón está el de La Peñona (San Amaro) y en Soto del Barco El Castillo de San Martín. Además identifica otros tres "castros dudosos", todos ellos en Castrillón: los de Armada, el Castro de Quiloño y el Barrial.
El misterio que encierran los modos de vida de aquellos pobladores celtas va poco a poco revelando nuevos datos, fruto de diversas investigaciones arqueológica. Y así, según afirma Fanjul, "cada vez la arqueología va demostrando que eran tribus mucho más complejas de lo que pensábamos y de lo que los romanos decían". Así, los análisis demuestran que estas comunidades tenían una agricultura intensiva y una notable actividad comercial.
Los castros se distribuyen por toda la geografía asturiana; sin embargo son numerosos los que se ubican en la costa, como es el caso del ya antes mencionado de Podes. Alfonso Fanjul compara este poblamiento con el de la Campa Torres en Gijón. Y puede sorprender esa cercanía al mar, tantas veces inhóspito. Sin embargo el arqueólogo explica que la vida se desarrollaba al amparo de una muralla de entre 3 y 4 metros de altura. "Las chozas en paralelo estaban perfectamente protegidas del viento". Lo que aportaba la costa a estos pobladores era tanto recursos marinos (los concheros demuestran el alto consumo de moluscos) como la facilidad del comercio. "Había ya un comercio intensivo antes de que llegaran los romanos, con productos de lujo", afirma. Así, en la Campa Torres fueron hallados recipientes ibéricos que traían confituras procedentes de Alicante. Los astures exportaban, fundamentalmente, metales. Ese comercio de lujo deja anécdotas curiosas, como el reciente hallazgo de los restos de un mono de Gibraltar en un castro de Irlanda"
"No obstante, son muchos los interrogantes que siguen abiertos. Fanjul señala, por ejemplo, la incógnita de lo que ocurrió tras el conflicto con los romanos. En el año 25 antes de Cristo terminaron las Guerras Asturcántabras, y sin embargo los restos de poblamiento típico romano comienzan a fecharse un siglo más tarde. "Nos empezamos a plantear ahora que pudo haber casi un siglo de conflictividad, y los efectos que ello habría supuesto sobre el paisaje y el poblamiento".
Otra de las líneas de investigación abiertas es por qué en la mayoría de los castros astures, sobre todo los del centro y oriente de la región, hay un vacío en la ocupación de los poblados cuando llegan los romanos. Y no ocurre así, sin embargo, en occidente, donde hay continuidad. El castro de Podes es un ejemplo de esa ruptura: los restos cerámicos detectados son prerromanos, pero no romanos, por lo que parecen indicar ese cese de actividad posterior en el poblado.
"Hay tal cantidad de castros sin excavar como preguntas por responder, y muchos además se estudiaron sin análisis de ningún tipo. Es más, todo lo que se excavó antes de la década de los años 90 podría revisarse", sostiene Alfonso Fanjul. Hasta ahora sólo se excavaron en Asturias unos 25 castros, un diez por ciento de los que existen. "Pero de esos, sólo 16 se investigaron realmente bien; y con informes completos apenas hay una decena". La arqueología castreña tiene en Asturias ya más de dos siglos de historia, ya que comienza a finales del siglo XVIII con la excavación de la Campa Torres por parte de un grupo de estudiosos capitaneado por Jovellanos. En la comarca avilesina está todo por hacer, y la parte positiva es que las nuevas técnicas y herramientas empleadas en la investigación arqueológica permitirán conseguir unos resultados de mucha mayor calidad que la que hubieran tenido hace años"
"... el itinerario primigenio que bordearía el alto de La Armada fue destruido por esta circunvalación y sus ingentes rellenos, así como por el paso de FEVE. Hemos de tomar, pues, como alternativa la carretera de La Plata, que aquí describe un considerable rodeo, que seguiremos hasta su unión con la N-632"
En invierno, los árboles sin hojas nos permiten ver el valle de Quiloñu, donde se asentó en la alta Edad Media el monasterio de San Miguel, organizando la explotación y poblamiento de estas vegas de la cuenca fluvial del río Raíces con sus afluentes. Hubo en las cercanías hornos de cerámica negra tradicional en la zona, cuyo origen parece sumirse también en la Prehistoria. Allí al fondo, en Las Curuxas, divisamos los viaductos de la Ronda de Avilés y de la Autovía del Cantábrico
Pasamos junto a la entrada de otra casa y seguimos bajando con muchísima atención y cuidado
"Nos anocheció en Quiloño. Dos agujitas que tienen su nueva o renovada iglesia, parecen dos quesos de puño...".
Entramos al templo pero antes veremos a la izquierda otro elemento muy interesante
Una porción de antigua columna con su base, tal vez parte del antiguo templo medieval
Entramos seguidamente adentro, admirando el interior de esta iglesia de planta de cruz latina con capillas laterales
Aquí se conserva una importantísima inscripción de finales del siglo IX o principios del X que demuestra la antigüedad del santuario, donde se informa de las reliquias aquí depositadas...
"Hec aula sancti Micaeli vocat, sunt hic reliquie de cruore domini, Sancte Marie, Santi Joani, Sancti Jacobi, Petri, Adriani, Vicenti, Servandi, Germani, Marine, Agate, Dorote, Tirsi, V..."
De ella leemos en Los restos arqueólogicos altomedievales del antiguo Alfoz de Gauzón, obra de César García de Castro Valdés. del Museo Arqueológico de Oviedo:
". Inscripción depositoria de reliquias. Colocada en su lugar, muro Norte de la nave del templo parroquial, entre 1871 y 1880. La documentó Jovellanos en 1782, al exterior, junto a la jamba izquierda de la puerta. Caliza amarilla, 27 x 42,5 cm, originalmente placa de 42,5 x 42,5 cm. En la actualidad tiene cinco renglones cajeados por dobles líneas horizontales. Le falta la expresión de la fecha, lo que permite suponer dos líneas más. Goza de caracteres cuidados, de módulo vertical rectangular, propios del reinado de Alfonso III (...)
Atestigua el monasterio a finales del IX, bajo la advocación de san Miguel, arcángel cuyo culto hispánico, derivado de la dedicación de su basílica en la Via Salaria en Roma, el 29 de septiembre, gozó de expansión a partir del siglo VIII, superando la dimensión local que se puede intuir en el VII (...), no hay expresión alguna del acto de consagración ni del obispo consagrante. No obstante, ambas circunstancias han de presuponerse: la deposición de las reliquias es el acto central de la consagración del altar, ceremonia reservada al obispo en todas las liturgias cristianas. Introduce reliquias derivadas directamente de la lista original del Arca Santa de la catedral ovetense (...)
Muy importante resulta la mención de Santiago por su fecha temprana, coetánea al altar del santuario septentrional de Valdediós y a la advocación del templo de Gobiendes (Colunga). Dejando a un lado a Juan -probablemente el Bautista, por seguir en la enumeración a María y preceder a los apóstoles Santiago y Pedro-, Adrián, Vicente y Tirso son santos bien atestiguados en la Hispania tardoantigua.
Por el contrario, los gaditanos Servando y Germán, las ya citadas Marina y Ágata, Dorotea de Antioquía y Verísimo de Lisboa arrancan su culto con el reino asturiano. El monasterio de san Miguel de Quilonio consta entre las innumerables posesiones donadas por Alfonso III y Jimena a San Salvador de Oviedo en el testamentum de enero de 905, recogido en el Liber testamentorum. Como fecha de redacción de este documento se postula la del cartulario, obra del obispo Pelayo de Oviedo ca. 1108-1122, grosso modo. La epigrafía de la inscripción atestigua la existencia de un templo con la misma advocación en fechas cercanas a la indicada por el testamentum"
Según informa Fortunato Selgas en la Revista de Asturias de noviembre de 1880, este ara estaba antes en la clave del arco toral que da acceso al altar
Hasta la guerra civil estuvo en dicho altar otra inscripción, con la leyenda "Adefonsus Cristi T Servus" y una cruz procesional grabada. La inscripción estaba en otro ara que tapaba el hueco de las reliquias
"Placa de mármol, rectangular, de unos 32 x 21 cm. Con cruz de medallón central, alfa y ómega colgantes, llamas sobre los brazos transversales, brazos ensanchados de remate recto. Taladros en los ángulos definidos por los brazos de la cruz, destinados a la fijación en la mesa del altar o a albergar reliquias selladasLos paralelos más cercanos son el ara de Santa María de Leorio (1051), 31 x 26 cm, con la leyenda CRVCIS ALME/ FERO SIGNVM/. FVGIE DEMON/ ERA LXXXVIIII; el ara de san Miguel de Teverga (ante 1048), 38 x 31 cm, anepígrafa y después reutilizada como inscripción fundacional25; el ara de santa Susana y san Daniel de san Martín del Valledor, Allande (950-1050), 32 x 28’5 cm, con inscripción IOANNE V(ERNVLVS) X(RISTI); y el ara de San Martín de Churío (Irixoa, La Coruña), con la inscripción perimetral EMANVLE/ NOVISCVM EST/ SVB ARA EIVS S(ANCTI) MARTINI EP(ISCOP)I ET CO(NFESSORComún a todas ellas es la presencia de la cruz parusíaca con A y Ω, que en los casos de Quiloño, Leorio y Churío se completa con las llamas alusivas a la Trinidad. La mención del nombre del promotor emparenta a la pieza de Quiloño con la del Valledor, en tanto que las de Leorio y Churío muestran un signo apotropaico en el primer caso y eucarístico en el segundo.Se ha discutido la identidad de este Adefonsus que suscribe el ara. La intitulación Christi servvs, como ya hemos estudiado, remite a su uso por parte de los apóstoles en las cartas canónicas, y se limita a muy escasos laicos investidos de una notable conciencia isoapostólica.Se conocen algunos ejemplos más entre clérigos de rango superior, obispos o abades, a fines del X o inicios del XI. En el caso de Quiloño, hemos de rechazar la identificación manida con Alfonso III, que utiliza famvlvs Dei o famvlvs Christi en su epigrafía (cruz de Compostela, 874; cruz de la Victoria, 908), salvo en el acta de consagración de la basílica compostelana del 899, documento de compleja transmisión textual y por ello de empleo difícil para cuestiones relativas al formulario diplomático. Como ya hemos visto, la citada ara del Valledor contiene esgrafiada la inscripción Ioanne X(risti) V(ernvlvs), asimilable a la de Quiloño"
En las cercanías fue descubierto, y excavado por Emilio Olávarri, un conjunto de 12 hornos de cerámica negra muy antiguos, precedente de la famosa cerámica negra de Miranda, en Avilés, tal y como afirma el investigador José Manuel Feito:
"No existe tradición ni oral ni escrita que se sepa. Se descubrieron los hornos no hace mucho por casualidad bajo una tierra de labor situada entre el río y la iglesia parroquial. Fabricaban cerámica negra"
Aquí, el 29 de septiembre del año 2017, fiesta de San Miguel, se realizó un homenaje a la historia del antiguo monasterio y a los peregrinos, plantándose un texu, árbol de tejo, como es tradición secular...
Es el árbol totémico bajo el que se reunía la xunta vecinal o conceyo aberto, árbol sagrado de la cultura céltica, símbolo de la vida, la muerte y la eternidad. La vida por su hoja perenne, la muerte por la toxicidad de algunos de sus componentes (venenos y posiblemente medicinas y alucinógenos), y la eternidad por su longevidad
"En el espacio situado ante la fachada septentrional del templo se ha excavado en 2011 una zanja de 24 m de longitud que dio como resultado la identificación y documentación de los restos de cuatro inhumaciones en tumbas de lajas, muy alteradas, labradas en el sustrato arcilloso, sin restos óseos, orientadas paralelamente al eje del templo, lo que permite postular que bajo el edificio actual se encontrarán los restos de las fábricas precedentes, a las que se acompasó la formación de la necrópolis acreditada en la excavación"
Pero si queremos tener una muy buena vista y captar una preciosa imagen de la iglesia con sus quesos roxos d'Afuega'l Pitu en todo su esplendor, podemos volver al camino y andar unos metros más hacia adelante. Destacan también los detalles, volutas, pilastras y pináculos, de su espadaña del campanario
Esta sería la imagen de la iglesia que inspiró a Gaspar Melchor de Jovellanos en su escrito dedicado a la visita a Quiloño y otros lugares de los alrededores de Avilés. de la que Ramón Baragaño ha dejado un muy buen artículo en La Voz de Avilés del 31-8-2008, titulado Avilés y Castrillón en los diarios de Jovellanos:
"En su diario cuarto, correspondiente al año 1792, Jovellanos relata, en su itinerario octavo, un viaje desde Gijón hasta la comarca avilesina y la zona de Pravia. En la tarde del sábado 14 de julio de 1792 salió de Gijón en dirección a Avilés. Tras abandonar el concejo gijonés, entró en el de Carreño y, por Guimarán, Tamón y Trasona, llegó a la «bellísima parroquia de Villalegre, más poblada y con más señales de riqueza que las otras por su caserío. Nueva carretera, ancha y bien trabajada, plantada de álamos malos al principio, buenos y mejores después. Enorme y feo canapé en medio de un gran trozo de camino levantado sobre altísimos y fuertes paredones, y que debió por lo mismo ser muy costoso (...) Al lado del camino, bellísimos prados y heredades. País delicioso por todas partes, aunque no pudimos observarle bien por ser ya de noche».
Acompañado por su hermana Gertrudis y varios viajeros más, entró por fin, tras cuatro horas de viaje, en Avilés, donde visitó a varias personas principales, entre ellas al obispo Juan de Llano Ponte, cenó y durmió. El prelado avilesino, amigo de Jovellanos, había sido durante veinte años obispo auxiliar de la diócesis y sucedió a Pisador en 1791. Solía pasar largas temporadas en el palacio que su familia poseía al comienzo de la calle del Rivero, edificio construido por los hermanos García Pumarino, en el que Armando Palacio Valdés situó algunos pasajes de su novela 'Marta y María' y hoy sede de los multicines Marta. Para poder acceder en carruaje a dicho palacio, el obispo compró y demolió parte de los soportales de la estrecha calle, y también elevó y dotó de alcantarillado el pavimento, con el fin de que no sufriera inundaciones por las abundantes aguas procedentes de la huerta (hoy parque municipal) del marqués de Ferrera.
El domingo día 15 de julio fue a oír misa a la parroquia de San Nicolás, donde le sorprendió «a la entrada un bellísimo capitel romano de mármol blanco de orden corintio, que sin el cimacio tiene una vara de alto. Está a la derecha de la puerta principal de la parte de afuera y sirve de pila de agua bendita. ¡Qué columna no correspondería a los modelos de semejante capitel y qué templo o edificio a semejante columna!» La portada de la iglesia le pareció a Jovellanos «de buena y antigua arquitectura asturiana»; el interior, más reciente y del gótico moderno. Cita a continuación la capilla de Solís, en cuya portada hay una 'inscripción curiosa' que copió. Allí asistió a una misa de veintinueve minutos de duración.
Al lado del gran pórtico cubierto está la capilla de los Alas, entonces propiedad de José Carbayedos, «muy venerable por su antigüedad, con su graciosa portadita del gusto asturiano», la cual visitó y aprovechó para copiar las cuatro lápidas sepulcrales de la familia de los Alas que allí existen. Cita también en esta capilla un «retablo de madera, en que están metidos varios bajos relieves de mármol blanco, si despreciables por el dibujo, muy venerables por la antigüedad de su escultura». Jovellanos se refiere en este párrafo al famoso retablo inglés de alabastro que desapareció durante la Guerra Civil de 1936. De regreso observó la casa de Valdecarzana, «que es sin duda de gran antigüedad, porque los arquitos dobles y las columnas que los sostienen en las ventanas son de arquitectura asturiana y pertenecen al siglo XII». Desde allí se trasladó hasta el hospital fundado por Pedro de Solís en la calle del Rivero, cuya inscripción fundacional copió también.
El martes 31 de julio, tras haber dormido la acostumbrada siesta, Jovellanos inició el regreso a la villa avilesina siguiendo el mismo itinerario de la ida. «Nos anocheció en Quiloño. Dos agujitas que tienen su nueva o renovada iglesia, parecen dos quesos de puño. ¡Qué bella vista hace la de San Martín de los Pimientos con la luz del crepúsculo situada en alto, cortando el horizonte y rodeada de árboles!» Después de atravesar la parroquia de San Cristóbal, entró en Avilés por Sabugo. «Llegamos buenos -escribe-, y se acabaron felizmente la jornada, el mes y el día». El miércoles 1 de agosto despachó el correo y realizó visitas a las casas de Valdés y León, y a la del obispo, en la que había una comida con asistencia de numerosos familiares. Allí les regalaron 'pavías' (piescos o melocotones). Por la tarde se acercó hasta el convento de las monjas de San Bernardo, donde copió varios documentos antiguos. A continuación paseó por el camino nuevo, con vistas al molino de Prada. «Por la noche, tertulia en casa».
Curioso y hermoso topónimo es el que nos transmite Jovellanos en este mismo escrito, San Martín de los Pimientos. Estamos muy cerca de ese lugar, que veremos enseguida, regresando al camino donde lo hemos dejado, prácticamente ya a las puertas de Piedras Blancas...
RETOMANDO ELCAMINO. RUTA A PIEDRAS BLANCAS:
Este tramo del ferrocarril (Pravia-Avilés), se inauguró el 11 de septiembre de 1956 dentro de aquel proyecto del Ferrocarril Ferrol-Gijón, originalmente llamado El Estratégico, dice la Wikipedia:
"El Estado fue el encargado de realizar unas obras que pretendían unir Ferrol con Gijón siguiendo la costa cantábrica, algo que no sucedió hasta el 6 de septiembre de 1972. Este tramo, el primero en abrirse de la línea, fue explotado inicialmente por la compañía del Ferrocarril de Carreño aprovechando que la misma ya tenía una línea en funcionamiento entre Avilés y Gijón. El Estado recuperó la titularidad del trazado en 1968 otorgando la gestión a FEVE que la mantuvo hasta 2013, momento en el cual la explotación fue atribuida a Renfe Operadora y las instalaciones a Adif"
A la derecha del túnel hay otro más pequeño, para el río La Candaliega, ahora a nuestro lado a la derecha
Para que pase el río La Candaliega formado aguas arriba, en La Barrosa, por la unión de las aguas de los regatos de Orbón y Enmedio, Tras pasar por Teboyas, Miranda Ferralgo y Samiguel, va ahora a dar sus aguas al río Raíces
Un poco más allá nos cruzaremos con la senda peatonal que une Salinas con Piedras Blancas
Pasamos El Molín de Quiloñu, que molía con el agua del río Raíces, con el que ahora nos vamos a encontrar en esta vega, pasando sobre el puente que lo cruza
Desde el puente vemos arriba a la izquierda la quintana de Quiloñu, entrando ya en la parroquia de Samartín de L'Aspra, donde está la villa de Piedras Blancas, al pie de la histórica iglesia de San Martín o Samartín de los Pimientos, que veremos al acercarnos al casco urbano...
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