Entrando en Nubleo |
"Carretera d'Avilés
un carreteru cantaba
al son de los esquilones
que so parexa llevaba.
Marineru arría la vela
que ta la nueche tranquila y serena.
Nueche tranquila y serena
nun ye bona pa rondar
porque pa los namoraos
ye meyor la escuridá.
Marineru arría la vela
que ta la nueche tranquila y serena.
La gaviota que yo quiero
nun taramiella la mar
lleváronla vientos ruinos
anque nun había tempestá.
Marineru arría la vela
que ta la nueche tranquila y serena."
Esta carretera comunica Avilés con el paso a León por el Puerto de Tarna, atrevesando el valle del Nalón, una de las Carreteras de Castilla de las villas asturianas cuya apertura hizo decaer el uso de los milenarios caminos reales, que desaparecieron o, en buena parte de los casos, pasaron a ser vías locales
En el lado izquierdo una acera nos permite atravesar la población de norte a sur sin dificultad
Suele pasar bastante tráfico
A la derecha hay un polígono industrial. Pasamos al lado de una chapistería. Más allá es el Monte Grande (131 m). Son los altos de La Sierra, El Capitán, La Martaleña... que hacen frontera al este con el vecino concejo de Carreño
Aunque no hay pérdida posible, esta carretera nos llevará al casco urbano de Avilés, donde nos uniremos al otro ramal del Camino Norte, que viene de Gijón/Xixón, las flechas amarillas confirman que vamos en la dirección correcta
Andamos así al pie de un antiguo edificio de trazas urbanas
A la derecha Villa Castaño y luego el antiguo Ayuntamiento de Corvera
A la izquierda hórreos de piedra, en miniatura y exposición
Nubleo sigue estando dentro de la parroquia de Cancienes, antigua capital corverana, que dejamos un poco más al sur
A la derecha vemos el viejo edificio de las consistoriales. En algún momento del siglo XVIII la capital fue trasladada a este lugar. En las actas municipales de 1779 y 1783 la capital ya figura aquí y de esa época parece ser este edificio, que en la actualidad es sede del Archivo Histórico Municipal
Como todo ayuntamiento, incluso aquí que hay una importante carretera, tiene enfrente su plaza, en torno a la que se ubican varias casas
En la alta Edad Media Corvera formaba parte de una extensa comarca llamada Territorio de Gozón, donde tenían abundantes bienes diversos monasterios,y que abarcaba buena parte de la costa centro-occidental asturiana así como términos situados muy al interior, la cual fue base del llamado Alfoz de Avilés, villa y puerto de máxima importancia, con Carta Puebla y foros especiales, alfoz al que se incorporó Corvera en 1309 junto con Gozón, Carreño, Illas y Castrillón según carta otorgada por Fernando IV mientras combatía en Algeciras
La extensa jurisdicción avilesina y lo variado de sus territorios favoreció la autonomía de los mismos y Corvera llegará a tener su propio concejo en el siglo XVI, reuniéndose las juntas en Cancienes. En el siglo XVIII, tal vez por influencia de los poderosos nobles locales, como los Bango, asentados en Corvera en el siglo XIV, la capital se traslada aquí a Nubleo
Arriba, el escudo del concejo. Al haber sido parte del alfoz de Avilés presenta encima su blasón, común a otras villas del Cantábrico, que representa a un barco forzando las defensas fluviales del Guadalquivir en Sevilla ante la Torre del Oro, conmemorando la toma de la plaza por la flota del entonces Reino de Castilla, que abarcaba toda la del Cantábrico, en 1248
Precisamente los otros escudos muestran las armas de la Corona de Castilla, el castillo de Castilla y el león de León
Seguimos de frente. A la izquierda de la casa, en la calle que baja a Estación de Nubleo, paso del ferrocarril, está la pensión La Estación
Gran panera en El Casal, sobre la misma acera
Abajo el portón...
La acera se estrecha junto al matorral pero se pasa bien
Ruinas a la izquierda
Saliendo del núcleo en torno al antiguo ayuntamiento vamos al barrio existente en torno al actual, unos metros más al norte. A la derecha está el viaducto, un poco más lejos, que salva este valle para el paso de la Autovía del Cantábrico
Arriba, en medio de las casas, un edificio notable
Es el Palacio de los Blanco, del siglo XVIII, hecho en mampostería pero con esquinas y vanos de sillería
Allí reconocemos el escudo familiar
En este cruce la acera desaparece
Viejo caserón a la derecha
Nunca tomemos ningún desvío, siempre por la carretera
Tras el anterior cruce volvemos a tener acera
Banco y colada
La acera vuelve a estrecharse
Casa y hórreo a la derecha
La acera pasa junto a más casas
Seguimos ante sus fachadas...
Así llegamos a las últimas de la fila
Y seguimos por esta acera...
Gran castañal
Casa y hórreo a la derecha
Casa de corredor
Montes de El Pando, cerrando el valle por el este, a la derecha del viaducto
Avanzamos por la acera
Nos acercamos al viaducto
Atención a la derecha
Alguien nos observa desde el porche de su casa...
Así continuamos hasta pasar al pie del moderno Ayuntamiento de Corvera, campera arriba a nuestra izquierda, edificio funcional pero poco dado a reseñas arquitectónicas, obra de 1977
Con un aire indudablemente rural, el valle, atravesado por el trazado ferroviario en paralelo a la carretera, aparece coronado actualmente por el altísimo viaducto de la Autovía del Cantábrico, visible más allá de la encantadora quinta de galería acristalada que encontramos a la derecha
Cruzamos el acceso al Ayuntamiento
Y salimos de Nubleo
Caminando hacia el viaducto
Antes de llegar a él hay una interesante visita...
Aquí desaparece la acera a la izquierda pero empieza a la derecha, justo en este cruce. El Camino sigue adelante pero podemos subir un momento a mano izquierda, a un paraje excepcional
En el Monte Nubleo damos vista al lavadero y fuente de La Consolación, manantial sito un poco ladera arriba, donde se ha habilitado un aparcamiento, dada la cantidad de gente que acude a beberla y llevarla en garrafas por sus propiedades curativas y culinarias
Según los análisis este agua tiene menos hierro de lo normal, esto corrobora la creencia popular existente desde tiempo inmemorial que vanagloria sus cualidades salutíferas
La fuente se halla en el bosque de Nubleo, de exuberante naturaleza y dado a las misteriosas historias de apariciones. He aquí el lavadero, donde antes la gente acudía a hacer la colada
Es un lugar muy, muy húmedo, pero a la vez muy fresco, ideal para jornadas de intenso calor
Tras esta visita a la fuente y descansar al frescor del bosque unos instantes, volvemos al camino
La acera se acaba a la izquierda por lo que hemos de continuar por la derecha, que sí hay
Cuidado al cruzar, pues aunque hay bastante visibilidad la calzada es ancha y el tráfico pasa veloz
Grandiosa roca bajo el viaducto
Estamos delante de Peña Corvera, topónimo relacionado con la abundancia de cuervos y que daría nombre al concejo desde la baja Edad Media, cuando se asentaba con entidad diferenciada en el antaño extenso Alfoz de Avilés
En lo alto de esta peña, cubierta de vegetación, está la ermita de La Consolación, que da nombre a la fuente y al lugar
No la vemos desde aquí pero si queremos pronto iremos también a visitarla
Rodeamos el peñón...
En 1941 la nacionalización del ferrocarril integró esta vía en RENFE, en 2004 la línea pasa a RENFE Operadora y Adif es titular de las instalaciones feroviarias
Sobre el bosque, al sur, asoman los tejados de Nubleo
Pared este de Peña Corvera...
Abajo la vía
Aquí el río Alvares, oculto por la vegetación de ribera, forma un desfiladero o foz
Pasamos el peñasco...
Caminamos paralelos a la vía...
Y de pronto asoman a lo lejos los edificios de la urbe...
No es aún Aviles, es Los Campos, en Corvera, pero que sí forma un único conglomerado urbano con la villa Avilesina. A partir de allí entraremos en la gran ciudad
A nuestra izquierda sube el camino a la ermita de la Consolación
Vemos unas barandillas: si deseamos subir hemos de dejar la ruta nuevamente un momento y volver a cruzar la carretera
Subimos así las escaleras...
Luego va un estrecho sendero hormigonado
Y llegamos a la capilla, casi al pie del viaducto
La ermita de Nuestra Señora de La Consolación fue erigida por iniciativa de los Bango en el siglo XVI en este paraje que ya debía ser muy especial desde épocas remotas. En la peña al lado de la cueva hay una cueva de resonancias legendarias y en las inmediaciones se encontró un túmulo neolítico, por lo que quizás se trate de una cristianización de cultos a las aguas y a los nemeton o bosques sagrados, así como a los propios caminos, trillados sobre estos pasos naturales existentes desde que la orografía labró esta mítica garganta
La leyenda nos cuenta que una vecina del avilesino barrio de Sabugo, Josefa Villar de Bances, venía por este mismo camino por el que anduvimos nosotros, regresando a Avilés con su hija pequeña tras adorar las reliquias de San Salvador en la catedral ovetense. Se les hizo de noche en la oscura, abrupta y boscosa garganta, por lo que la niña tuvo miedo y se echó a llorar, apareciéndosele entonces la Virgen para consolarla y calmarla, aparición mariana que sería el motivo de la construcción de un templo dedicado a La Consolación que, independientemente de estas tradiciones seculares, valdría de amparo y consolación a viajeros y peregrinos en este paraje, ahora menos dado a soledades
Esta es la Cueva de la ermita de la Consolación
Nos asomamos un poco...
Vemos algún ladrillo y una vela
Existieron además de la ermita dos cruceros de piedra y una casa de novenas para las oraciones de los peregrinos que aquí acudían (las novenas son ejercicios de rezo y devoción que se practican durante nueve días para lograr la gracia o intercesión de un santo, normalmente coincidiendo con su romería)
Vamos a ver el interior: donde está este llamativo púlpito de madera. Un arco de medio punto separa la nave del altar, en el ábside de bóveda de cañón. En el suelos hay una tumba con una inscripción
"AQUÍ YACEN LAS CENIZAS DE
DN NICOLÁS FZ BLANCO
Y ALAS,
QUE FALLECIÓ A LA EDAD DE
65 AÑOS, EL DÍA 11 DE MARZO DE
1884, Y ESTA SEPULTADO
EN ESTA CAPILLA.
R.Q.I.P."
Y allí está la talla de la Virgen de la Consolación, de honda tradición romera
A la derecha una placa y unas escaleras
Una placa del año 1999 recuerda al último propietario privado del santuario, Luis Ureña Fernández-Blanco, cuando permutó la ermita al Ayuntamiento de Corvera en aquella fecha
Subimos estos peldaños...
Y vemos la fachada oeste. La sacristía le fue añadida en el siglo XIX
Vista la capilla y conocida su historia y vinculación con las peregrinaciones volveremos a bajar al Camino...
Bajaremos por donde hemos venido...
Pasando otra vez al lado de la cueva...
Aquellas sobrecogedoras soledades sobre la foz del río Alvares a su paso junto al santuario han cambiado mucho pues desde él divisamos las naves y edificios del populoso barrio de Los Campos, uno de los que creció con la intensa industrialización de la comarca avilesina y hacia el que nos dirigimos, viendo al lado la vía del tren. Poco tiene que ver este paisaje, seguramente, con el de antaño, cuando casi no habría casas
La carretera serpentea en este tramo...
A la derecha asoman los tejados de Entrevíes, poblado obrero nacido en los años del gran despegue industrial llegado con la puesta en marcha de la gran empresa siderúrgica ENSIDESA, que comenzó su actividad en 1957 pero cuya construcción arrancó 7 años atrás
Muy a lo lejos las instalaciones de ENSIDESA asomando a la Ría de Avilés y a lo lejos los montes de Valliniello, Los Carbayedos, donde se libró una batalla contra los franceses. Un improvisado ejército formado mayoritariamente por paisanos avilesinos fue masacrado, con 230 muertos que, para una población por entonces de 1.600 personas, fue una catástrofe
Abajo en la carretera vemos El Portalgo o Portazgo, que encontraremos antes de llegar a Los Campos
Al lado de aquellas casas estaba el puesto de portazgo o peaje de la antigua carretera
Llegamos pues abajo
Y continuamos por la acera hacia El Portalgo
Pasamos las casas...
Y enfrente del árbol veremos el antiguo edificio del portazgo
El edificio de piedra se encuentra en ruinas y casi tragado por la maleza. Es de mediados del siglo XIX, se construyó en 1850 y disponía de una cadena entre dos pilares para cerrar el paso hasta abonarse el pago pertinente. Hoy en día a este tributo le llamamos peaje y ha pasado de las carreteras a las autovías y autopistas
Esta piedra labrada con agujero a ras de suelo parece hecha para que entre el gato, a salvaguardar de roedores lo guardado en el interior en calidad de tributo de paso
En El Portalgo empezamos a bajar poco a poco...
La vía del tren pasa al lado del Humedal de la Furta, oculto por la vegetación, zona de protección natural, especialmente de aves migratorias
A lo lejos entrevíes
Desde El Portalgo comenzamos a ver el embalse de Trasona, que se hizo con agua del río Alvares y del canal del Narcea para abastecer de agua y electricidad a la empresa siderúrgica ENSIDESA
Seguimos acera abajo...
De frente a nosotros unas naves: La Rozona. uno de los barrios de la vecina parroquia de Los Campos
Continuamos cuesta abajo...
Sigamos siempre esta acera...
La carretera se estrecha...
Curva cerrada a la derecha...
Vamos a pasar el puente sobre el río Martimbón
Y así entramos en la parroquia corverana de Los Campos
Desde el puente empezamos a subir
Y llegamos al Polígono Industrial de La Consolación, donde cruzamos la calle Nueva
Y al cruzar seguimos acera arriba al lado de estas empresas...
Curva a la derecha subiendo. Arriba los edificios de Los Campos
Luego curva a la izquierda
El polígono a la derecha, Entreviñes de de frente
Ahora en Los Campos, ante los primeros edificios de pisos, comienza el casco urbano, pues aunque aún no es Avilés, el aumento radical de habitantes en las últimas décadas ocasionó que la ciudad llegase a abarcar parte de los concejos colindantes, como es este el caso
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