Ogrobe desde la carretera: el Camino sale a las casas del fondo, justo a la derecha de la capilla de Guadalupe. Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
El ramal del Camino Norte de Santiago que, procedente de Asturias, pasa en Ribadeo a tierras gallegas, ha dejado atrás, en Arroxo, el concello de Lourenzá, para ir entrando ya en el de Mondoñedo por Ogrobe o Grove, parroquia de Vilamor, con sus casas extendidas a lo largo de la carretera N-634a, que era por donde, durante mucho tiempo, estuvo señalizado el trazado oficial xacobeo al entrar en territorio mindoniense
En la actualidad y sin duda con el objeto de evitar el tráfico de una carretera local sin vereda peatonal ni arcén, el trayecto ha sido llevado a esta senda que, por la zona de A Riveira, se dirige las casas de A Veiga, las que vemos abajo, a la derecha de la foto, en este pequeño valle que hace de pasillo natural
Según bajamos hacia A Veiga veremos, a la izquierda en la carretera, la capilla de la Virxe de Guadalupe, en el barrio de Carballal, hacia el que subiremos desde A Veiga
El terreno del valle es muy fértil, aprovechado para huertas e invernaderos. Es usual ver el nombre del pueblo escrito como Grove, O Grove y Ogrobe, siendo este realmente el oficial
Según bajamos hacia A Veiga veremos, a la izquierda en la carretera, la capilla de la Virxe de Guadalupe, en el barrio de Carballal, hacia el que subiremos desde A Veiga
El terreno del valle es muy fértil, aprovechado para huertas e invernaderos. Es usual ver el nombre del pueblo escrito como Grove, O Grove y Ogrobe, siendo este realmente el oficial
Pasamos sobre el Rego de Lamelas, canalizado y entubado, que riega estas praderías. A la derecha una gran trinchera nos separa de la N-634, el nuevo trazado de la carretera general
El trazado antiguo, el ahora llamado N-634a, es el que atraviesa el pueblo por la izquierda, hacia donde iremos nosotros, pero primeramente salimos a esta pista junto a más invernaderos y seguimos de frente y en recto
Viendo buenas muestras de arquitectura popular, como este cabazo, este de paredes laterales o costales formadas por tabiquillos o duelas con un pequeño espacio intermedio entre ellas para que se airee el maíz que curaba en su interior. Dos vigas horizontales o carreiras completan su estructura, la cual se sostiene entre dos muros de piedra o penales dispuestos sobre sendos apoyos o cepas, también de piedra; entre ambos hay un tornarratos que evita que suban los roedores a comerse el cereal. Es habitual construir debajo, en el espacio entre las cepas, alguna caseta o pequeño almacén con múltiples funciones
El Camino hace una suave subida aquí junto a las casas de A Veiga
Otro cabazo, este de cepas más altas que el anterior y cuyas paredes laterales son de ladrillo, también con sus correspondientes orificios para la entrada y salida del aire
En este cruce iremos a la izquierda. A la derecha está la N-634a, comunicación con el restaurante A Voltiña, famoso por su empanada de tortilla de patata
Con empanada o sin empanada, subimos a la izquierda hacia la capilla por esta senda que nos evita caminar por la vereda del ramal que aquí enlaza la carretera N-634 con la N-634a
Según subimos nos separamos del borde de la carretera y estamos a un mayor nivel que esta. Una barandilla de madera nos separa de este desnivel
A Voltiña en la distancia, establecimiento fundado en 1975 por Jesús Amieiro y María Justa Fernández, pero la historia ya había comenzado años atrás, pues ambos tenían muy claro desde bastante tiempo antes, desde su mismo matrimonio, el lugar y el nombre de este restaurante, pero les faltaba dinero para hacerlo realidad, por lo que para conseguirlo emigraron a Inglaterra y, a su regreso, su ilusión cobró forma. La corresponsal Silvia Martínez publica en La Voz de Galicia el 27-07-2008 una hermoso reportaje de esta historia, contada por sus protagonistas, titulado La herencia del gusto por cocinar:
"María Justa confiesa sentirse orgullosa, tanto de su historia como de su trabajo. Su mayor pasión es la cocina, en especial las tortillas. «A min encántame estar na cociña. Podo estar todo o día cociñando e cando acabo poñerme a facer unha tarta. O que máis me gusta é facer tortillas, non me canso nunca»
Cuando su hija Chus cumplió los 18 años decidió que quería ponerse a trabajar en el negocio familiar. El motivo, según ella misma cuenta, es que «os 18 anos é unha idade algo tola. Non quixen seguir estudiando e entón era o que había, ou estudiabas ou traballabas»
Cuando Chus dejó los estudios, su madre intentó por todos los medios que no lo hiciera. «Eu quería que estudase a toda costa porque eu tamén deixara de estudar e non quería que a miña filla fixese o mesmo. Fíxenlle pasalo moi mal. Ao principio mandáballe facer os peores traballos a ver si se arrepentía e volvía a estudiar, pero non houbo maneira». Ahora, tanto madre como hija confiesan estar encantadas con su trabajo y después de tanto tiempo, Chus reconoce que «ao principio fíxoseme duro, pero agora estou encantadísima e non me arrepinto de nada». Para mayor alegría, hace tres años abrieron una casa de turismo rural, Casa de Mañas, que está situada a unos 400 metros del restaurante
Y parece que la mentalidad y la visión de negocio de los padres ha saltado a la siguiente generación, porque Chus asegura que «a min pasoume igual que aos meus pais, antes de ter os permisos para facer a casa rural eu xa sabía as cortinas que lle ía poñer»
Después de tantos años, el restaurante A Voltiña puede presumir de ser conocido en buena parte de España, ya que según cuenta María Justa «o meu marido é o maior forofo do mundo do Real Madrid e un día veu Ramón Mendoza, daquela presidente do clube. Chegou pola maña e o meu marido díxome que lle fixese unha das miñas tortillas. Comeuna e dixo que lle gustara moito. Vinte anos despois, volveu a Mondoñedo e veu aquí a comer tortilla de novo. Dixo que en tanto tempo que pasara acordárase moitas veces do noso negocio, ao que él chamaba A Casa da Tortilla e llo recomendara a moita xente».
Como esta anécdota hay cientos, ya que más de treinta años de trabajo dan para mucho. Y parece ser que Chus, además de la mentalidad para los negocios, ha heredado también de su madre el gusto por la cocina, ya que a pesar de que la hija está mucho más tiempo en la casa rural que en el restaurante, cuando le toca cocinar, María Justa reconoce que «a miña filla dalle moi ben á cociña». Lo mejor de esta historia es el amor que, tanto madre como hija le tienen a su trabajo. Ambas afirman que «pasamos aquí moito tempo pero non temos a sensación de estar traballando, estamos encantadas»
Subimos un poco más y el sendero hace un giro a la izquierda mientras continúa ganando altura
Vemos desde aquí A Regueira, la riega o pequeño valle en la que vemos el Camino, por el que hemos venido hasta Ogrobe desde Arroxo luego de pasar bajo el viaducto de la Autovía del Cantábrico, al fondo de la foto. A la izquierda la N-634
Nuestra subida se acaba aquí, en Carballal, de frente la N-634a, que vamos a cruzar unos metros más adelante, donde está el mojón y, a su derecha, vemos un paso de cebra
Cruzamos pues por el paso de peatones hacia la capilla de la Virxe de Guadalupe, fundada a principios del siglo XVIII en este lugar de A Tilleira por el presbítero Don Francisco Sánchez, natural de Vilanova de Lourenzá, según dispusieron sus padres Pedro Sánchez y María Rodríguez
Años más tarde, el
11 de marzo de 1809, se produce una importante batalla contra las
tropas napoleónicas en el pueblo de Arroxo, por el que acabamos de
pasar, siendo enterrados en este santuario seis soldados españoles y un
dragón francés (soldado de caballería e infantería), víctimas del
enfrentamiento. El templo se restauró a principios del siglo XX y en
1925 hubo grandiosa romería, contándose con la presencia incluso de la
banda municipal de música de Mondoñedo (datos de Andrés García Doural en
Miscelánea Mindoniense )
Desde la capilla, el Camino sigue ahora al fondo, a la izquierda de la primera casa
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Camino que ahora se hace calle y sigue para pasar bajo un cabazo que se alza sobre la rúa uno poco más adelante y de
lado a lado
Es un lugar muy dado a ser fotografiado por los peregrinos
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Es un lugar muy dado a ser fotografiado por los peregrinos
Aquí pasamos bajo el hórreo, una de cuyas cepas, la de la izquierda, se asienta sobre el muro del terreno de una casa
Y he aquí una vista del cabazo desde el otro lado, una vez pasado y dejado atrás
Resulta otra estampa memorable digna de ser fotografiada
Y he aquí una vista del cabazo desde el otro lado, una vez pasado y dejado atrás
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Resulta otra estampa memorable digna de ser fotografiada
De esta manera vamos dejando atrás las casas de Ogrobe
Y salimos a estas huertas de berzas, fabas y maíz, viendo al fondo, más allá de la casa, la carretera local que va a Vigo, aldea de la vecina parroquia de Santiago de Fóra, también de Mondoñedo
A nuestra derecha, en A Voltiña, cruce de las carreteras N-634 y N-634a. Volvemos a ver el restaurante, del que la página gastronómica Mais grelos nos dice que "sin duda una recomendación que debes anotar, sobre todo tienes que probar la merluza de pincho de Burela y la ternera asada. Sí, hazme caso que seguro que no te arrepentirás. Claro está que todo lo que hacen está buenísimo, pero si me preguntas que dos platos puedes pedir, yo te digo estos dos."
Y salimos a estas huertas de berzas, fabas y maíz, viendo al fondo, más allá de la casa, la carretera local que va a Vigo, aldea de la vecina parroquia de Santiago de Fóra, también de Mondoñedo
A nuestra derecha, en A Voltiña, cruce de las carreteras N-634 y N-634a. Volvemos a ver el restaurante, del que la página gastronómica Mais grelos nos dice que "sin duda una recomendación que debes anotar, sobre todo tienes que probar la merluza de pincho de Burela y la ternera asada. Sí, hazme caso que seguro que no te arrepentirás. Claro está que todo lo que hacen está buenísimo, pero si me preguntas que dos platos puedes pedir, yo te digo estos dos."
Ogrobe ya va quedando definitivamente a nuestras espaldas. Atrás, los altos de Seixos Brancos, Adellao y A Lagoa Pequena
La senda sigue por la ladera, atravesando estos campos de pasto y siega
Y aquí, salimos a la carretera de Vigo y continuamos a la izquierda
La senda sigue por la ladera, atravesando estos campos de pasto y siega
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Y aquí, salimos a la carretera de Vigo y continuamos a la izquierda
Atrás han quedado también la carretera N-634 y el viaducto de la autovía. Buena vista de Ogrobe también desde aquí, bajo las faldas del monte Padornelo y sus estribaciones
Seguiremos ahora unos metros por la carretera de Vigo, tal y como nos señala el mojón con la concha y la flecha amarilla
No habremos de subir demasiado, estemos atentos, pues poco más allá dejaremos la carretera
Es aquí, en plena cuesta, donde tomaremos una antigua senda que ha sido transformada en pista de zahorra
Fijémonos en el mojón y también en las señales del Camiño de San Rosendo, que coincide con el Camino de Santiago en este trayecto de Vilanova de Lourenzá a Mondoñedo
Hay al principio un poco de bajada y luego se sigue en llano por el bosque
Un tramo bellamente bucólico en lo que debió ser una preciosa fraga de árboles autóctonos en la que hace tiempo ha hecho acto de presencia también el eucalipto
Enseguida salimos a un claro que nos ofrecerá nuevos paisajes de nuestro entorno más inmediato
Un tramo bellamente bucólico en lo que debió ser una preciosa fraga de árboles autóctonos en la que hace tiempo ha hecho acto de presencia también el eucalipto
Enseguida salimos a un claro que nos ofrecerá nuevos paisajes de nuestro entorno más inmediato
Praderías del valle del Masma, río que empieza a ser conocido con este nombre al pie de la Serra da Toxiza, que vemos al fondo, al unirse a sus pies los ríos Tronceda y Valiñadares, este procedente del antiguo Val de Brea o Vallibria, a donde se trasladó la sede episcopal de Mondoñedo entre 1112 y 1119, procedente de San Martiño en Foz
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Bello paisaje de la Serra da Toxiza, cuya máxima elevación es el pico del mismo nombre, de 833 metros de altitud, estando a su derecha Pena Corveira con 768 y enfrente el Penido dos Gatos con 746. Más abajo está A Fraga da Cancela (522 m) y Os Castelos. A la izquierda y parcialmente tapado está el Alto da Costa Vella con 359 metros
Al norte el valle y sus veigas, con aldeas y lugares como Vilaverde, A Calvela, Soleiras, y As Airas, parroquia de Vilamor. Más lejos es la parroquia de Masma, por donde va, a desembocar a la Ría de Foz, el río de este nombre. Al fondo, cerrando el valle, los montes de Lourido y A Area, y en la lejanía, la Pena do Buitre (456 m), el Alto de Virín (483 m) y A Frouxeira (427 m), donde estaba el castillo de este nombre, que parece ser pertenecía a la mitra de Mondoñedo pero que pasaría al famoso mariscal Pedro Pardo de Cela como dote de su boda con Isabel de Castro, hija de Pedro Álvarez Osorio y de Beatriz Enríquez de Castilla
Foto: Manuel Ángel Álvarez. Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento |
"harto tenía que hacer porque tenía cercado a Pedro Pardo en Peña Frouseira"
Al no poder tomar el castillo las tropas castellanas, en el inexpugnable baluarte se confabuló una traición por parte de los "23 criados que defendían la fortaleza", señalándose en los cantares de gesta el nombre de Cofano do Valedouro como el líder de los traidores:
"Destes fora Capitán
o Cofano de Valedouro
Que ainda anque fora un mouro
Non me deran mais afán"
El mariscal Pardo de Cela sería apresado fuera del castillo, el 23 de septiembre de 1483 (otras fuentes retrasan suceso a diciembre), en la casa de Fonsa Yáñez en Castrodouro (actual concello de Alfoz), siendo llevado preso a Mondoñedo, donde según sentencia de ser "cruel y poderoso", será decapitado en la Praza da Catedral diez días después junto con su hijo Pedro, mientras el castillo era derruído hasta sus cimientos, naciendo enseguida cantares narrando su gesta, interpretados por bardos, rapsodas y juglares, en ferias y mercados, como el Pranto da Frouseira, naciendo la leyenda:
"A min chaman toda Mira
Señora do gran tesouro,
Por estrela esclarecida
xago neste Valedouro"
"De min triste Frouseyra
Que por Treycon foy vendida
Derribada na ribeyra
Ce jamais se veo vencida"
Las historias del mariscal Pardo de Cela fueron narradas por los romanceros y cantares de gesta durante generaciones, haciendo de su figura histórica un verdadero mito en el que se hace harto difícil separar fantasía de realidad. Volveremos a él recurrentemente en nuestro trayecto a Mondoñedo pero, de momento, prestemos atención ahora a esta bifurcación que tenemos delante
Prestemos atención monolito jacobita que nos indica tomar el camino de la izquierda
El Camino hace ahora una recta y empezamos a bajar poco a poco a la sombra de un piñeiro
Y entre los pinos, una bifurcación: nosotros seguimos a la derecha, siempre de frente y en recto
Helechales camino del camposanto. Es el Cimeterio Novo de Mondoñedo, el cementerio municipal
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Al fondo tenemos una referencia muy importante, A Pena da Roca (758 m). A su izquierda en las laderas del Monte de San Vicente, sobre el valle del Valiñadares, sale de Mondoñedo el ahora llamado camino complementario que durante décadas fue camino oficial, pasando por Maariz, zona poblada y donde está el albergue de donativo O Bisonte de Maariz, toda una institución en la ruta que sube al Alto da Xesta
A la derecha, sube desde el valle del Rego de Cesuras, afluente del Valiñadares, el ahora denominado camino principal que , saliendo también desde la Praza da Catedral de Mondoñedo, se dirige desde A Infesta monte arriba para enlazar con el anterior en Gontán, concello de Abadín, siendo una ruta más dura, totalmente de montaña y que pasa por parajes despoblados
Mirando hacia ese valle, reconocemos ante nosotros la aldea de San Pedro con la capilla de San Pedro da Torre con su campo de romerías, por donde pasaremos enseguida
Pasado el cementerio volvemos a adentrarnos en la foresta, las fragas de bosque autóctono que tanto nos embelesan
Y seguimos bajando muy suavemente "en la paz del sendero, donde todo yace en reposo, ajeno de inquietudes", o así debería ser...
La profunda caja caminera del Camiño Real delata su antigüedad y forma un túnel vegetal en esta bellísima umbría
Afloramientos rocosos que muestran estratos geológicos
A la derecha, sube desde el valle del Rego de Cesuras, afluente del Valiñadares, el ahora denominado camino principal que , saliendo también desde la Praza da Catedral de Mondoñedo, se dirige desde A Infesta monte arriba para enlazar con el anterior en Gontán, concello de Abadín, siendo una ruta más dura, totalmente de montaña y que pasa por parajes despoblados
Mirando hacia ese valle, reconocemos ante nosotros la aldea de San Pedro con la capilla de San Pedro da Torre con su campo de romerías, por donde pasaremos enseguida
Pasado el cementerio volvemos a adentrarnos en la foresta, las fragas de bosque autóctono que tanto nos embelesan
La profunda caja caminera del Camiño Real delata su antigüedad y forma un túnel vegetal en esta bellísima umbría
Afloramientos rocosos que muestran estratos geológicos
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Hermosa senda, pisando hojarasca que forma un manto vegetal
Salimos ahora nuevamente a un claro...
Es la campiña de San Pedro, laderas que bajan de las estribaciones del Monte Padornelo, por donde habremos de ascender prontamente unos metros en este primer tramo del Camino por tierras de Mondoñedo
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Es la campiña de San Pedro, laderas que bajan de las estribaciones del Monte Padornelo, por donde habremos de ascender prontamente unos metros en este primer tramo del Camino por tierras de Mondoñedo
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Maíz recién plantado: el Camino pasa entre las entradas a dos fincas y sigue de frente, entre el seto silvestre que las divide
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La senda se estrecha como un surco pero se pasa bien, aunque sea en fila india
Nos adentramos en otro túnel vegetal
Nos adentramos en otro túnel vegetal
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çEn él, el camino vuelve a ensancharse un poco
Nos encaminamos a una bifurcación en la que vemos las señales del Camino de Santiago y las del Camiño Natural de San Rosendo
Ambas nos indican ir a la izquierda
Nos encaminamos a una bifurcación en la que vemos las señales del Camino de Santiago y las del Camiño Natural de San Rosendo
Ambas nos indican ir a la izquierda
La señal del de San Rosendo nos indica que estamos a poco menos de 4 kilómetros de la Praza da Catedral de Mondoñedo
A partir del mojón continuamos ahora por un tramo llano
El Camino, en obras en 2015
El Camino actualmente. Ha crecido el seto y parecen haber supurado las cicatrices de aquellos trabajos
Firme bien enlosado en zona de barrizal
Predominan de nuevo los castiñeiros y forman más túneles de vegetación y foresta
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
El Camino actualmente. Ha crecido el seto y parecen haber supurado las cicatrices de aquellos trabajos
Firme bien enlosado en zona de barrizal
Predominan de nuevo los castiñeiros y forman más túneles de vegetación y foresta
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El maizal, recién sembrado, y al fondo algunos invernaderos
Suelo de tierra y muro de piedras; un hermoso paseo hacia la aldea de San Pedro
Otra fila de losas, realmente artística y sugerente, a manera de pasadelas
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A la derecha, el valle hacia Pedrido y, a lo lejos de nuevo A Toxiza y sus picachos. A la derecha la Fraga de Cornide y el Monte de Camba, escenario de una cruenta refriega contra las tropas francesas que ocupaban Mondoñedo, acontecida el 17 de febrero de 1809, la Batalla del Chao dos Carballos, cuando vecinos de Valadouro, Oirán, Masma, Viloalle, Vilamor y otros lugares, solo armados con aperos agrícolas, se enfrentaron a las tropas napoleónicas, quebrantados por su pillaje y abusos, siendo una trágica lucha desigual en la que fallecieron 28 gallegos, enterrados posteriormente en los cementerios de San Andrés de Masma y de Santa María de Vilamor. Alguno de sus nombres eran José Vigo, José Iravedra, Simón García, Pedro del Río, José Maseda y Antonio Pérez, según datos de Andrés García Doural
Los franceses habían entrado en Mondoñedo el 25 de enero, eran aproximadamente unos 1.300 soldados de infantería y 700 de caballería, a las órdenes del general de caballería François Fournier, quien destacaría poco después en la defensa de sus posiciones en Lugo, resistiendo en las murallas de la ciudad con 1.500 hombres el ataque de 20.000 sitiadores. Luego de otras operaciones en España participa en la campaña de Rusia, sobresaliendo en las batallas de Smolensk y Berezina. Más tarde, en la Batalla de Grossbeeren, cerca de Berlín, sería despedido, aún siendo flamante Barón del Imperio Francés, tras una fuerte discusión con Napoleón
En 1814, con la Primera Restauración, Luis XVIII lo llama a su servicio, no participa en el gobierno de los 100 días, cuando Bonaparte regresa de Elba en 1815 para ser derrotado en Waterloo, y al regreso del monarca es recompensado, en 1819 Luis XVIII le otorga el título de conde, posteriormente le concede la Cruz del Caballero de Saint-Louis, le permite agregar Sarlovéze a su nombre, y es nombrado Inspector General de Caballería
Conociendo la historia de estos parajes continuamos por la senda enlosada que conforma un muy encantador trayecto por las bucólicas fragas mindonienses
Pero pronto dejamos la fresca sombra del arbolado y subimos una pequeña cuesta junto a más prados y tierras de labor
Licencia CC-BY-SA, autor: Xurde Morán |
Paisaje de la campiña de San Pedro por la zona de Casanova y Pedrido
La cuesta nos lleva a las primeras casas de San Pedro, pasando primeramente junto a las huertas. Fijémonos en la espesa niebla que en esta foto tenemos en lontananza, la que hace tan extremadamente difícil la conducción por la Autovía del Cantábrico en su trayecto por el Alto da Xesta, un gran punto negro de esta importante vía de comunicación que nos ha acompañado en nuestro recorrido por la cornisa cantábrica
Llegamos a una cuadra o almacén y el Camino continúa a su derecha, observemos los pastores eléctricos, que revelan los usos ganaderos de la finca
Luego, la casa, donde salimos a un camino asfaltado que comunica el pueblo
Fijémonos en los pequeños postes con un aro de chapa que señalizan también el Camiño de San Rosendo. Desde aquí seguiremos a la derecha
Caminamos pegados a este caserón que debió ser antaño una cuadra y henar
Invernaderos y más postes señalizadores del Camiño Natural de San Rosendo
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