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jueves, 9 de abril de 2015

SANTOLAYA Y ZARRACÍN EN LA SUBIDA A SAN ROQUE (TINEO/TINÉU, ASTURIAS) LA RUTA DEL MARISCAL NEY, 'EL FAVORITO DE NAPOLEÓN'



Zarracín desde el Camino

Procedentes de La Espina y llegando de El Pedregal por La Escalada, entramos en la parroquia tinetense de Santolaya de Miño, donde la pequeña aldea de Zarracín nos señala la proximidad al Campo San Roque y sus carbayeras, solar de la capilla del mismo nombre y prado de romerías a la entrada a la villa de Tineo/Tinéu, capital del concejo homónimo, población que se extiende cuesta abajo al otro lado de las arboledas y en cuyo casco antiguo se encuentra el antiguo convento de San Francisco, actual parroquial de San Pedro, cuyos monjes, asentados en el siglo XIII, fundarían también dicha capilla. Por eso el tramo de Camín Real o Camín Francés que recorreremos entre ellos se llama el Paseo de los Frailes...

Santolaya desde el Camino

Antes de llegar a Zarracín Pasaremos frente a Santolaya, cabeza de esta parroquia de Santolaya de Miño, viendo alguna de sus primeras casas, en la cercanía del cementerio y a cierta distancia del centro del pueblo, donde estuvo la venta o posada caminera de Casa Peláez, datada en el siglo XVIII, "antigua venta y puede que alberguería de peregrinos", al menos en su origen, dice el historiador Rafael Lorenzo en su libro Tineo en la senda compostelana

Si bien dicha alberguería acaso pudo ser en origen para peregrinos jacobitas y salvadoranos, pues "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor", habría sido especialmente solicitada por los arrieros, los grandes transportistas de la antigüedad, o ganaderos de paso a las renombradas ferias tinetenses, así como a las de La Espina, Salas y otras poblaciones:

"Probablemente, la tradición de dar comida y cama al pasajero la hubiese heredado de una antigua hospedería de peregrinos, aunque la proximidad de los hospitales de La Pereda y El Pedregal, y más adelante Tineo, nos hagan dudar de su condición hospitalaria"

Es así pues muy posible que en esta bifurcación, por ejemplo, los arrieros, vaqueiros, tratantes de ganado, artesanos ambulantes y viajeros en general se dirigiesen a la venta, pues además en sus cuadras, caballerizas y campos circundantes podrían meter sus mulas y demás caballerías y ganados, mientras, los peregrinos, preferirían muy posiblemente andar unos pocos kilómetros más para acogerse a la hospitalidad del Hospital Mater Christi, fundado en la misma centuria que la Puebla de Tineo en la que se asentaron en la nueva población, creada por carta puebla del rey Alfonso IX sobre otra preexistente en torno a un castillo, allá por el año 1222 

Empezando a ver algunas de los tejados de las casas cercanas a la iglesia, donde estaba dicha venta, nosotros, sin llegar a entrar en el pueblo de Santolaya, tomaremos el camino de la derecha, tal y como nos indican la flecha y el mojón colocados en el cruce

La flecha está en la misma intersección de caminos, y es de las que parece hechas 'artesanalmente' por alguna asociación (posiblemente la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, pionera de asociacionismo jacobita en Asturias), para complementar la señalización oficial institucional


Y es que el mojón institucional se halla unos metros más a la derecha, siendo posible que muchos peregrinos no lo viesen y siguieran de largo


Desde aquí tenemos una buena vista del Picu las Eras (737 m), en cuya cima vemos la extensa pradería del Campo San Roque y su prau de la fiesta, campera de las grandes romerías de agosto, siendo el día grande el 16, San Roque, festejo mayor de Tineo/Tinéu, aunque la parroquial, actualmente en el antiguo convento franciscano desamortizado, tiene el patronazgo de San Pedro


Si llegamos coincidiendo con la semana de las fiestas que, a ser en temporada alta, ven la afluencia de numerosos peregrinos jacobitas, oiríamos desde aquí la música y los voladores (cohetes) y veríamos también el gentío en este que fue antaño un campo de trilla de cereales, pues el topónimo del monte procede del latín area, 'terreno llano despejado', empleado sobre todo para faenas agrícolas y ganaderas. Antiguamente aparece también documentado como Campo de los Cuevos, de cuevu, 'cueva pequeña'


Si llegásemos un mes antes también oiríamos un gran estruendo de voladores, que desde este lugar parecerían truenos, pues el 16 de julio, día del Carmen, se celebra La Descarga en Cangas del Narcea, bastante más al sur, capital del concejo del que vemos algunas, cuyo momento culminante es el lanzamiento de en torno a 100.000 cohetes al cielo en seis o siete minutos intensísimos. No los llegamos a ver, ni siquiera la nube que forman, pero sí que se les oye desde muchos kilómetros de distancia

Tejados de Santolaya y, un poco más allá y a la izquierda del Picu las Eras vemos La Sierra la Cogolla con el monte Biduréu (781 m). Más a lo lejos y entre nubes y nieblas son los altos cordales del suroccidente asturiano por los concejos de Cangas del Narcea y Allande, como El Valledor

En primer término, una casa y una nave de ganado en Santolaya. Poco más allá es Valderieme, también perteneciente a esta parroquia de Santolaya de Miño y, seguidamente, vemos la carretera AS-216 bordeando El Picu las Eras en Vil.lacabrera, en esta misma parroquia

Cuando los peregrinos veían desde aquí las montañas del Valledor, justo al sur del puerto de El Palo, bien cubiertas de nieve, presuponían que las circunstancias meteorológicas eran adversas y podían decidir desviarse a la costa, de clima más benigno para continuar, bien desde aquí o desde otros lugares, antes de emprender la ascensión a dicho puerto por cualquiera de las opciones existentes

En primer término vemos ahora la cuesta por donde sube el camino que comunica Zarracín con Valderieme y con la carretera y, justo a continuación, la gran campera del Campo San Roque, que "es más que un prau, al menos así lo sienten los tinetenses", escribe M. Santiago Pérez Fernández, director de la Casa de Cultura de Tineo, en el periódico La Nueva España del 14-8-2013 dentro del artículo El Campo de San Roque nos espera, anunciando las fiestas:

"San Roque es un punto de referencia en la vida local. El campo es acogedor. Arranca desde la capilla del mismo nombre y va ascendiendo suavemente. Arriba la zona arbolada nos ampara del sol. Es una gran plaza rodeada de árboles. 
Los inviernos son tristes en San Roque. Solo la nieve lo saca de su languidez cuando las risas de niños y mayores lo llenan. Se aletarga hasta que llega el buen tiempo. Con el sol vuelve a él la alegría. 
A primeros de julio ya se presienten las fiestas. San Roque -el campo y la fiesta- se convierte en conversación usual entre los tinetenses. Se deseará que haga calor y se recordarán años de frío intenso. Se discutirá qué orquestas fueron las mejores. Se compararán las de antes con las de ahora. Se recordará cuando se tiraban los fuegos artificiales en el campo y solo se veía la niebla de colores. De todo eso y mucho más se hablará un mes antes. Eso también es San Roque. 
Cuando llega el 15 de agosto el Campo de San Roque es Tineo. Los problemas y las tensiones se quedan fuera. Recuerdos, emociones, viejos amores, amores deseados, reencuentros y amistad se dan cita en el campo. 
Las familias y las peñas se cobijan bajo la arboleda y sus alrededores. Los encuentros familiares tiene lugar hasta casi la mitad del campo, la zona arbolada es territorio de peñas. Allí, enormes cajones almacenan todo lo necesario –y más- para dos días de fiesta. 
Las comidas y meriendas forman parte del ritual. Empanadas, bollos preñaos, chosco o jamón no faltan. Se comen y se invitan a comer. 
El día se va entre abrazos, comidas y convites. Todo son sonrisas y alguna que otra lágrima por los reencuentros. 
Desde hace unos años, la caseta de Las Cabezas de San Juan -pueblo sevillano hermanado con Tineo-  se ha integrado de tal forma en el paisaje y con los tinetenses que un año que no acudió a la cita se les echó en falta. No deja de ser curioso que entre el sonido de alguna gaita se entremezcle una sevillana. Eso también es San Roque. 
San Roque no sería San Roque sin la xata. La tradición de la rifa de una xata se remonta, al menos, a principios del siglo XIX. Así se constata en un acta municipal. Nos faltaría algo si no la viésemos deambular de un lado a otro. 
Y cuando llega la noche prosiguen los encuentros, las risas y por un rato las orquestas acaparan la atención. Las bandas tienen que ser aparatosas. Tener muchos músicos y dar espectáculo, amén de que suenen bien. No ha sido la primera ni la segunda a la que el campo se la traga. 
¡Ay! cuantos amores de un día o de por vida se han fraguado en San Roque. Y es que como dice la canción unas cuantas ligas verdes se han perdido en este Campo de San Roque. 
El 15 y 16 de agosto no hay mejor sitio para estar que el Campo de San Roque en Tineo. Vengan y disfruten con nosotros de una fiesta de prau donde todos serán bien recibidos"

El Campo San Roque se encuentra en el paso natural existente entre El Picu las Eras y las laderas más meridionales de La Sierra, llamada generalmente así a secas o Sierra de Tineo, Sierra Busmayor, Sierra de Grullomayor, etc. Por ahí va el camino de La Venta l'Aire, que sube a lo alto de dicha serranía, donde había alguna venta caminera como la citada, pues era una de las vías hacia las brañas vaqueiras de La Casa'l Puertu, Las Tabiernas, Bustel.lán, etc.

Por allí subirían, como desde otros caminos, recalcamos, aquellos peregrinos que quisieran variar el rumbo y buscar otros pasos más cercanos al litoral o por la misma franja marítima del vecino concejo de Valdés. Era una de las rutas de los vaqueiros, ganaderos trashumantes, a las citadas brañas, donde pasaban el verano cuando las de los puertos de la Cordillera, con sus pastos comunales inmensos, se volvían inhabitables para ellos y sus rebaños a la llegada del invierno


La misma venta de Casa Peláez sería una de aquellas paradas de sus itinerarios desde la Cordillera (puertos de Somiedo y Ventana principalmente) donde estaban y están sus brañas de alzada o de verano, hasta las brañas de invierno al otro lado de La Sierra, tanto para ir como para volver siguiendo las temporadas de la trashumancia, bien señaladas en fechas como San Miguel de mayo y San Miguel de septiembre, y otras


Cerca de la cima, alargada y extensa, de La Sierra, había otra posada, La Venta la Monxa, cercana a Chanurriegu, donde se encuentra Cá la Gaceta. Por ahí sube actualmente desde San Roque la carretera AS-359


A pesar de todas estas ventas en esta vertiente meridional de La Sierra Busmayor, monte arriba no había más refugios ni hospitales de acogida salvo, siguiendo una tradición secular, las casas de los propios vaqueiros en las brañas, hospitalidad que les era premiada con la exención de ciertos tributos


Por eso, cada vez que algún funcionario de la época les quería gravar dichos impuestos, les obligaba a emprender los correspondientes pleitos, como recoge el antropólogo Joseph Millariega en su libro El Pedregal: historias, vidas y recuerdos. Parte II, citando al historiador Senén González Ramírez y su pesquisas, hallando este documento al respecto en el Libro de Fábrica de la Iglesia de los Santos Justo y Pastor del Pedregal, guardado en el Archivo Histórico Eclesiástico de Oviedo, 59.11a. 1.779 -1.882:
"Señor: Josef Pérez, vecino del lugar del Pedregal del Concejo de Tineo, por sí y en nombre de los demás vecinos de dicho lugar, puestos a los pies de V.S. dice: Que don Pedro de Merás y Solís , Subdelegado de V.S. en dicho Concejo, les molesta y apremia al suplicante y más vecinos a que restituyan la renta que han cobrado de los vaqueros de la braña de la Brañucatérminos de dicho lugar, por decir tiene orden de V.S. para embargar y depositar todas las brañas de dicho concejo, siendo así que la referida braña no lo es de tanto; solamente unos términos de dicho lugar en donde los vecinos de él apastan y cortan, siendo todo el dicho lugar y sus términos de realengo y comunes de los vecinos todo su aprovechamiento, sin que Señor, Convento ni Comunidad en dicho lugar tenga hacienda, voz, ni derecho ninguno, según tiene dichos términos, sus límites y linderos señalados y por ser lugar en montaña y camino pasajero en donde todos los vecinos dan albergue a los pasajeros y pobres, por no haber mesón, venta ni hospital, los vecinos tienen por tradición y noticias antiguas fuera libre de tributos y realengo, por esta razón como lo son los vecinos de brañas del Puerto y por la omisión y por negligencia de nuestro portador se perdieron los títulos y cédulas reales que tuvieron y hoy están pagando todas las pagas reales y concejiles, como todos los demás vecinos del concejo por haberlos obligado los poderosos a ello, sin tener medios ni papeles para defenderse..."

No todos los pueblos ganaderos eran trashumantes, ahí tenemos Zarracín, topónimo vinculado al verbo zarrar, 'cerrar', lo que daría en ser lugar 'cerrado' o acotado para ciertos usos. En Zarracín nació el Doctor en Biología Miguel Rojo Fernández, mucho más conocido por su faceta de escritor, ya que es autor en asturiano y castellano, novelista, poeta y traductor, también con algunas obras de literatura infantil. Compartimos buena parte de su biografía en Wikipedia:
"Es uno de los más destacados representantes de la literatura del Surdimientu asturiano, y su obra abarca casi todos los géneros. Su novela Histories d'un seductor. Memories d'un babayu obtuvo uno de los mayores éxitos de ventas de la literatura asturiana. Es doctor en Biología y se dedica a la enseñanza, como profesor de instituto.
En 1988 obtuvo el Premio Xosefa Xovellanos con su novela Asina somos nós (1989), con un importante componente autobiográfico. Su siguiente libro fue una colección de relatos, Tienes una tristura nos güeyos que me fai mal (1989) que sirvió de base para el guion Su mayor éxito fue la novela Hestories d’un seductor (Memories d’un babayu) (1993), que ganó la primera edición del Premio de Narraciones Trabe, y que es uno de los libros más vendidos de la literatura asturiana. Ha escrito también literatura infantil (Telva y los osos, 1994) y poesía (Buscador d’estrellas, 1996; Premio Fernán Coronas) etc. 
Uno de sus relatos, Tienes una tristura nos güeyos que me fai mal, fue llevado al cine, en el cortometraje Xicu’l topeiru (1994) de Gonzalo Tapia, considerado el primer corto hecho en lengua asturiana, y la productora Iguana Films adquirió los derechos para la gran pantalla de su novela Hestories d’un seductor. 
En 2005 y 2008 obtuvo el Premio de la Crítica de Asturias en Poesía y Literatura Infantil respectivamente, por sus libros LLaberintos y El viaje de Tin y Ton 
Alejado de ciertas corrientes localistas de otros escritores en asturiano, su estilo es más internacional y moderno, con una prosa de engañosa simplicidad y unas formas narrativas que alcanzan su más profundo significado en las narraciones breves o en sus poemas que sí dejan ver la carga rural de la memoria biográfica del autor"

La especialización del campo asturiano, como el gallego y otros del norte, en la producción de leche y carne para las industrias lácteas y cárnicas que atienden la creciente demanda de las ciudades, fue haciendo que el cultivo cerealístico prácticamente desapareciera a no ser el maíz, pero no para hacer ya pan o borona (pan de maíz) sino como planta forrajera para el ganado, como lo son las herbáceas de estos pastos


Los topónimos como Las Eras o La Viña hacen referencia a antiguos cultivos de los que ya no queda ni memoria, pero toda esta zona fue esencialmente ganadera desde el Neolítico, como parecen demostrar las necrópolis tumulares existentes en lo alto de La Sierra, las cuales guardan el testimonio de las más antiguas civilizaciones pastoriles que poblaron estos parajes, en formas de tumbas megalíticas de túmulos y dólmenes que, además de constituir espacios sin duda sagrados, parecen marcar hitos divisorios de aprovechamiento comunal, tal que agua, hierba, bosques, etc. que fueron más o menos respetados (siempre con los consabidos pleitos) hasta nuestros días


Otros topónimos como La Roza y Las Rozadas, monte arriba, hacen referencia a la extracción, por corte, 'rozar' del monte bajo, el rozu o roza, el cual se empleaba como cama para el ganado y, al mezclarse con su heces, formaba el estiércol, absolutamente imprescindible para abonar la tierra, lo que también era objeto de disputas, como bien tuvimos ocasión de comprobar en las entradas de blog correspondientes a El Pedregal y La Curiscada


Desde Santolaya el Camino de Santiago, ahora llamado Camino Primitivo pero tradicionalmente denominado Camín Francés (como todos los procedentes de allende los Pirineos), Camín Real de Galicia y otros, termina los tramos llanos o de suaves subidas y bajadas desde La Espina y serpentea por la orografía de la ladera de La Sierra, ganando de nuevo altura...


Estas continuas vueltas y revueltas, casi todas en cuesta, harán que este último trecho hasta San Roque, puerta de la capital del concejo, requiera un esfuerzo especial pues, aunque no son las subidas que hemos dejado atrás, como la de Salas a La Espina, ni mucho menos las de El Palo que nos aguardan, va a constituir un último reto de energías antes de llegar a la villa, donde muchos terminarán la jornada y pernoctarán y otros, aunque sigan camino, fácil es que hagan una merecida parada, recobrando fuerzas


El Camino subirá haciendo una gran curva siguiendo la sinuosidad de la ladera, pero no pasará por Zarracín sino unos cuantos metros más arriba aún, por la falda del Picu Chamazal (1.041 m), uno de los que forman la cumbre, amesetada y larga, de La Sierra


La cota cimera de la montaña ronda siempre los mil metros, pero tengamos en cuenta que, si Zarracín está a unos 700, el desnivel es de solo unos 300


Más abajo, Santolaya se encuentra entre los aproximadamente 700 m de sus barrios más altos a los 600 de las cotas inferiores. Allí vemos uno de los maizales que caracterizan, junto con los pastos, el paisaje veraniego de estos pueblos y parroquias tinetenses


Santolaya, la cabeza de esta parroquia del mismo nombre, oficialmente Santolaya de Miñu, topónimo compuesto por Santa OlayaSanta Eulalia de Mérida, patrona de la diócesis asturiana, de muy antigua veneración por la tradición que asegura que el rey Silo trajo a Asturias sus reliquias; y por Miñu, nombre, dice el filólogo Xosé Lluis García Arias, "de amplia difusión por Galicia, Asturias y tierras norte-peninsulares Aunque aparentemente pueda portar un antropónimo1, se origina probablemente en el lat. MINIUM ‘sustancia brillante de color rojizo, acaso el cinabrio’, aplicable probablemente al cromatismo de las arcillas,", como escribe en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos


Como hemos dicho, las montañas del suroccidente eran toda una referencia pues, según su aspecto, los peregrinos podrían decidir entre continuar por esta ruta interior hacia Galicia o desviarse al más suave clima costero, tal y como hacían los vaqueiros en sus trashumancias periódicas. Pero más al sur existían también otros pasos hacia Galicia, más secundarios pero también empleados si las condiciones lo permitían


Por esos caminos iban también, como también se tiene constatado, peregrinos, existiendo además sus pertinentes hospitales y refugios de acogida. Pero no solamente viajeros 'en son de paz' aprovechaban esos puertos. En mayo de 1809 el mariscal Michel Ney, el favorito de Napoleón, entró en Asturias con su ejército por allí. Saliendo de la ciudad de Lugo, no tomó el Camín Francés, que es actualmente el Camino Primitivo (aún no estaban las actuales carreteras), pese a ser la ruta más directa, sino que prefirió penetrar por el paso de Tormaleo, en el concejo de Ibias, en el extremo suroccidental asturiano, justo al sur de A Fonsagrada


Forzando a su ejército a largas marchas, tras partir de Lugo el día 13 pilló todo este flanco sin defensa y sin vigilancia de tal manera que el día 17 ya había entrado en Tineo/Tinéu y, ahora sí siguiendo este camino, llegaría a Salas, puede decirse que sin pegar un solo tiro hasta el paso del Narcea en Cornellana, la subida a El Freisnu y, sobre todo, Peñaflor, donde aplastó cruelmente (pues acabó en saqueo y matanza) una defensa bastante improvisada en la batalla allí librada


Si bien siguiendo el eje de la antigua vía Lucus Asturum-Lucus Augusti que, en base a sendas mucho más antiguas por pasos naturales de este a oeste establecieron los romanos, el Camín Real de Galicia o Camín Francés configuraría la principal arteria de las comunicaciones asturianas del centro al occidente, existían otras vías, las cuales se cruzaban con otras que, de norte a sur, comunicaban la costa, los 'puertos húmedos' que se decía antiguamente, con los 'puertos secos' que son las salidas a través de la cordillera hasta la meseta, formando una amplia red por toda le geografía astur


Por ello, podríamos decir que todo tipo de caminos antiguos de cierta relevancia habría visto el paso de todo tipo de caminantes y viajeros, a pie o a caballo, incluyendo peregrinos, fuera de las rutas actualmente señalizadas como Camino de Santiago


Si bien la gran calzada interior era esta los peregrinos podían escoger salirse de ella según sus necesidades y circunstancias y optar por otros caminos, atendiendo a las indicaciones que les darían los vecinos, los hospitaleros, los arrieros y pastores, o bien siguiéndolos y acompañándolos en su deambular por los senderos de antaño


No todos los caminos eran aptos para carros y algunos solamente en ciertos tramos, de ahí que fueran llamados de 'herradura' pues, aparte de los propios pies de los viajeros, solamente las caballerías bien herradas eran hábiles para el transporte de gentes y mercancías; ahí tenemos las grandes recuas de mulas de los arrieros que los recorrían en todas direcciones. Buenos conocedores de ellas, serían una fuente imprescindible para los romeros, desconocedores de las mismas a no ser vagamente y gracias a algunos escasos relatos de peregrinos precedentes que hubieran plasmado por escrito sus impresiones y etapas de la peregrinación


Y aquí tenemos las primeras curvas y revueltas que, a partir de Santolaya, hace el Camino de Santiago para ganar altura monte arriba por las laderas meridionales de La Sierra Busmayor


De la antigua vía Lucus Asturum-Lucus Augusti al Camín Francés transcurrieron siglos y cambios de trazados principales, los más importantes sin duda los acontecidos en el paso a la baja Edad Media y cuando los reyes leoneses y castellanos pugnaron en la fundación de pueblas o villas dependientes directamente de la Corona y sin vasallaje feudal a la nobleza guerrera terrateniente ni a la Iglesia y monasterios


Una forma de autofinanciarse estas nuevas pueblas y de, a la vez, sufragar al reino directamente sin los tributos feudales, era darles derechos y fueros a sus habitantes, uno de ellos la potestad de celebrar mercados semanales, lo que, además de favorecer la llegada de gentes en ese día, para hacer transacciones (con su correspondiente sisa al Concejo), también sería un aliciente para establecerse en la villa permanentemente, sobre todo comerciantes y artesanos


Junto con ello, la puebla tenía sus cargos propios 'de Justicia y Regimiento', es decir, capacidad de impartir justicia y gobernar, lo que luego se llamaría Concejo o Conceyu y Ayuntamiento. Espiritual y socialmente se constituirían en parroquias, separadas de las preexistentes en muchas ocasiones y, en sus iglesias, además de los rituales comunitarios espirituales, se celebrarían los primeros conceyos abiertos o asambleas vecinales. Podrían llegar órdenes religiosas a establecer sus conventos, como los franciscanos tinetenses, que acudieron al calor de la nueva puebla y ellas, o el Concejo, fundar diversas instituciones, entre ellas los hospitales-alberguería para 'pobres, peregrinos y enfermos'


Aquellas pueblas solían estar en caminos importantes desde tiempo inmemorial, o en sus inmediaciones, por lo que otras disposiciones establecerían, a veces incluso con obligatoriedad, el paso por ellas. Así, en el año 1222 y al fundar la Puebla de Tineo, Alfonso IX estipulaba, bastante enérgicamente y por escrito oficial, que nadie guiase a los peregrinos fuera de este camino siguiendo otros, proclamando que "amenazo a todo aquel que osara desviar a los peregrinos a Santiago de su pola de Tineo y Obona", lo cual, aunque no se le hizo plenamente caso, contribuyó a hacer de este el ramal principal de las peregrinaciones a Galicia desde la Sancta Ovetensis


Y es que había otras rutas, una de ellas, más corta y directa hacia Allande y El Palo es que la Rafael Lorenzo llama la Senda Rierana de La Barca, yendo de Cornellana hacia el sur, siguiendo el valle del Narcea y atravesando el concejo de Tineo/Tinéu por las parroquias meridionales más próximas al río, por el Puente la Barca, el monasterio de San Juan de Soto, la iglesia-monasterio de Santianes, la ermita de San Pedro de Areñas, la malatería de La Silva, Villanueva, Santa Cruz con su castillo y Arganza con su monasterio, hospital y palacio 


Asoma ahora, sobre los tejados de Santolaya, la suave loma de La Sierra la Curiscada, de la que tanto hemos hablado viniendo de El Pedregal por la iglesia de los Santos Justo y Pastor, Casa Begega y El Camín del Reconcu. A lo lejos, El Picu Canalón (929 m) y El Monte Dagüeño con La Chaguniecha (1.360 m) y Las Folgueras (1.201 m) como cotas máximas, elevan sus prominentes alturas al otro lado del profundo surco del valle del Narcea



Una vista en una tarde de otoño un día más despejado. Justo a los pies de esas serranías está Soto de la Barca (Soutu) donde, como su nombre indica, se pasaba el Narcea en Barca por aquella otra ruta, existiendo además otro hospital de peregrinos. "Por Soto de la Barca, Soto de los Infantes, Doriga y el Alto de Cabruñana pasaba el atajo de Grado a Pola de Allande", escribía Vicente G. García en su libro Las primeras Rutas Jacobeas, publicado en 1965


La que se ve muy bien es Penamanteiga, con los 1.521 m del Picu L'Hurru; a la derecha Los Calastros del Pousadorio (1.219 m) y a la izquierda El Picu la Vallinona (1.474 m). Los pastos de dicha sierra, que según los vaqueiros hacen que el ganado produzca una leche manteigosa (mantecosa), le han dado su nombre


La Sierra la Curiscada era de secular aprovechamiento comunal de los vecinos de las parroquias de Santolaya y El Pedregal. Con su rozu o plantas de monte bajo se hacía la cama del ganado que, al mezclarse con sus heces, formaba el estiércol, indispensable para abonar la tierra y sacarle productividad. Cuando entre las décadas de 1920-1930 los vecinos de las caserías de la vecina parroquia de Tineo/Tinéu (la capital del concejo) plantearon sus derechos a hacerlo también se sucedieron pleitos que resultaron en muy graves enfrentamientos


Aunque desde aquí no los vemos, en La Curiscada hay en la actualidad un polígono industrial, junto a la carretera, del que hablamos abundantemente en las entradas de blog correspondientes, así como del improvisado aeródromo en el que aterrizó en las fiestas de San Roque de 1929 el avión pilotado por los aviadores José Rodríguez y Díaz de Lecea (futuro ministro del Aire) y María Luisa Bernaldo de Quirós, la primera mujer que obtuvo el título de piloto civil en España


Empleado como aeródromo por los nacionales en la Guerra Civil, existe en la actualidad un helipuerto y pista para avionetas, empleado por las unidades contra incendios forestales, tal y como leemos en Wikipedia:
"Este aeródromo acoge en sus instalaciones la base BRIF de la BRIF-i (invierno) y BRIF/A (verano) de Tineo, que pertenecen al dispositivo de lucha contra incendios forestales, del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino del Gobierno de España. En primavera es base de un helicóptero Kamov de gran capacidad durante los meses de marzo y abril, contratado por el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino a la empresa Inaer"

No llegamos a ver, en Santolaya, la antigua venta de Casa Peláez, oculta entre las demás caserías, pero sí nos agrada compartir la descripción que de ella hace el historiador Ramallo Asensio:
"... es un gran caserón que tiene la fecha de 17.., esculpida en su dintel y se estructura en torno a un gran patio de funciones agropecuarias que hacia el exterior queda oculto por una larga fachada recorrida por galería cubierta de tablazón... por una escalera de piedra que sube desde el patio llegamos a una gran cocina de tipo tradicional y luego un pasillo al que dan cinco pequeñas habitaciones, sólo suficientes para recoger un jergón y poco más. Todo el piso bajo es de cuadras o pajares"

Aunque tampoco vemos la iglesia parroquial, que tampoco vemos desde aquí, hemos de decir que una reforma del año 1972 transformó lo que quedaba de su fábrica medieval, si bien en su interior se conserva un Cristo gótico. Dice Rafael Lorenzo que "Fue hasta el siglo XIX de patronato Real y en el siglo anterior su patronazgo lo ejercía la Iglesia Catedral de Oviedo. Los diezmos los percibía el cura párroco en patatas, cereales arriendo de sus propiedades que eran cuantiosas"


Esta casería, la más cercana al Camino y a cierta distancia del centro del pueblo, presenta lo que parece un edificio más antiguo, de piedra y restaurado y, detrás, una vivienda de dos plantas con panera encima, estructura de construcción muy abundante en el occidente asturiano. Un poco más allá hay una casa tipo residencial construida más recientemente y, a la izquierda, vemos los cipreses del cementerio parroquial


Tras un primer trecho en cuesta el Camino de Santiago hace una curva cerrada a la derecha para seguir subiendo

Al ir ganando altura vemos un poco mejor el perfil de La Sierra la Curiscada por su ladera septentrional, con Penamanteiga asomando sus picos cimeros entre las nubes


Nos adentramos ahora en otro de esos hermosos bosquetes lineales que, además de separar el Camino de las fincas colindantes, nos ofrecen buena sombra, característica de nuestro paisaje más inmediato en el trayecto desde La Espina hasta aquí

Tramos de sombra a los que siguen otros más soleados, siempre entre arbolado y prados

Los pastores eléctricos, como las alambradas, evitan que el ganado de las fincas salga al Camino

Al norte, una hermosa vista de La Sierra. Hasta media ladera aproximadamente predominan las praderías y, seguidamente, algo de bosque autóctono para, en la parte más cercana a la cima, dar paso a las especies forestales de repoblación, como leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias

"Entre los montes catalogados como de utilidad pública, figura el nombrado como sierra de Tineo y Grullomayor, que se extiende de SO al NE de la parroquia de Obona hasta las de La Pereda y Villatresmil. Presenta algunas alturas singulares cuales son las del pico Navariego de 1.012 m, el alto de pena de Caborno (1.019 m), el alto de Parafita (1.012 m), el de Grullomayor (con 1.042 m). En la actualidad está en gran parte repoblada con plantación de pinos silvestres..."

Como acontece en gran parte de las sierras del occidente asturiano, un gran parque eólico con gran número de aerogeneradores la recorre en su alargada cima amesetada, también con un camino que la recorre, acaso prehistórico y ahora pista de servicio, jalonado por necrópolis megalíticas de tumulares en los que los antiguos pobladores inhumaban a sus difuntos

Las ofrendas en ellos depositadas eran ávidamente profanadas desde antiguo por los ayalgueros o buscadores de tesoros que desde tiempos remotos pululaban por estos parajes que, además de ser sagrados, reflejaban una serie de lindes vinculados a derechos de pasto y otros aprovechamientos del terreno por las diferentes comunidades humanas de la historia


La línea de cumbres tiene una altura bastante aproximada y llega hasta las inmediaciones de La Espina, desde donde hemos subido por su falda sur desde el pueblo de La Pereda o La Preda


Y así estamos en plena cuesta, contemplando de frente La Sierra y sus eólicos, formado por un total de 22 'molinos de viento', como suele llamarse a veces popularmente a sus gigantescos aerogeneradores que se divisan desde muchísimos kilómetros de distancia


La cuesta no es muy fuerte pero sí larga y muy recta por esta falda de la montaña, lo cual siempre ha de cobrarse su correspondiente tributo en nuestras fuerzas. Este esfuerzo se verá compensado por extraordinarias vistas y por la maravillosa entrada en la capital del concejo por el Campo San Roque y la bajada del Paseo de los Frailes


Pero el Camino se vive y se siente a cada paso, tal y como nos cuenta esta experiencia anónima que encontramos en la famosa Guía Gronze:
"Es, sin ningún tipo de duda, una de las experiencias vitales que mantendré en mi memoria durante el resto de mis días. Es un cúmulo de sensaciones y un reencuentro con nuestro yo más puro, una forma de vivir que te hace abrir los ojos y en la cuál, aprendes y redescubres a cada paso.

Ahora estamos más o menos a la altura de Zarracín y vemos, no mucho más lejos, la zona de La Venta l'Aire, por donde suben a La Sierra la carretera A-359 y otros caminos


El Camino de Santiago subirá a San Roque un poco más abajo subiendo desde el pequeño valle del Ferroiro. Aunque está cerca en línea recta las vueltas y revueltas que nos aguardan duplican en distancia el recorrido real


Zarracín y otra hermosa vista del Picu las Eras y las arboledas del Campo San Roque y su prau de romerías, El Prau San Roque, testimonio de tantas vivencias y en el que se han recuperado algunas de sus tradiciones festivas, como sabemos gracias a esta noticia del periódico La Nueva España del 16-8-2024:
"El campo de San Roque en Tineo se llenó este jueves de romeros para disfrutar del día del bollo gracias al buen tiempo que acompañó la jornada. A la hora de comer no quedaba una sombra disponible en el campo donde poder extender el mantel o la mesa. De hecho, muchos habían ido ya a primeras horas de la mañana a reservar un espacio en previsión de quedarse sin sitio bajo los árboles. Porque el “alma” de esta celebración es poder reunirse todos en el prado que rodea la ermita y disfrutar de una comida campestre en familia y con amigos. 
“Es un día de confraternidad, de saludar a gente que hace tiempo que no ves, para nosotros es vida, salud, alegría, los tinetenses llevamos muy adentro nuestro campo de San Roque y hoy tenemos un día espléndido para disfrutarlo”, explica Elena Suárez. 
La romería de San Roque, que hoy en su día grande vuelve a repetirse, conserva su espíritu familiar, pero también cuenta con la presencia de numerosas peñas vinculadas al festejo que dan color al campo con sus camisetas y carteles. 
Este año, como novedad la asociación Amigos del Fontán recupera una tradición de antaño en recuerdo de la peña “El Besugo” ya desaparecida, que durante años subió desde el centro de Tineo hasta el campo un carro del país con sidra, acompañado por romeros a pie y a caballo y gaiteros. Un desfile que tendrá lugar hoy viernes a partir de las 10.00 horas. En el campo, esta asociación ha montado una carpa en la que ofrece comida y actuaciones musicales desde las 13.00 a las 22.00 horas por una entrada de 30 euros, cuyo objetivo es recaudar fondos para organizar las recientemente recuperadas fiestas del barrio del Fontán, que se celebran en noviembre"

San Roque marca la senda a las puertas de la villa que no tiene patrón es como titula el escritor Pablo Antón Marín Estrada su artículo de la serie A un paso del Camín, de temática jacobea, para el periódico El Comercio del 2-10-2022:
"A un paso del Camín, San Roque peregrino, con su perro, en la ermita que lo venera a las puertas de Tineo, recibe a los romeros jacobeos que llegan de pasar La Espina. Esta tarde tiene visita. María Abad, su hermana Inés y Josefina García vienen en taxi desde la villa para rezarle a su patrón. «¡Cómo no vamos a ser devotas del santu! Subimos todos los miércoles a la misa que se hace aquí! Y el día de la fiesta sube todo Tineo. Se llena todo el campo que da gloria velo!», proclama María, la más habladora del grupo. Con la misma vehemencia responde sobre el paso de los que van a Santiago: «¡Claro que los encontramos! ¡Si no hay día que no pase algún! Vienen hasta de la China». Allí, a la entrada de la capilla, nos espera Laureano García, presidente de la Asociación Astur-Galaica de Amigos del Camino Interior. Él pone cifra a ese reguero de caminantes, cada vez más caudaloso, que trae aquí el Camino Primitivo. «En 2019, antes de la pandemia, contabilizamos 14.000 peregrinos y este año se superó con creces, calculamos que fueron alrededor de 15.000. Es un número considerable y una muestra del potencial que tiene esta afluencia, especialmente, en una zona como la del interior del Occidente, tan abandonada. Solo en el concejo hay pueblos como Campiello o Borres que viven prácticamente del Camino. Se abrieron albergues privados, hay bares y tiendas que funcionan gracias a eso. Es lamentable que algunos todavía no vean el valor de este recurso», expresa.
Acerca del simbolismo que encierra esta pequeña capilla de San Roque, García comienza recordando que «fueron con toda seguridad peregrinos franceses quienes trajeron su culto, que está extendido por el Camino a Santiago en toda Asturias. En esta villa, concretamente, es una muestra de la importancia que tuvo en su origen y desarrollo de la ruta jacobea». Recuerda la concesión de su Carta Puebla por Alfonso IX de León en 1214 y el privilegio que el mismo monarca concedió al monasterio de Obona para que los viajeros jacobitas pasaran obligatoriamente por el cenobio, hace ahora 800 años. «En el siglo XIII, se fundó el Hospital de Mater Christi, del que se conserva una capilla y parte de sus contrafuertes en la calle Mayor. El albergue público que gestionamos se llama así, como la antigua hospedería», apunta. Desde el Campo de San Roque, avanzando por el Paseo de los Frailes y entrando en el casco viejo de Tineo por el Picu la Villa, la ruta actual se desvía frente al templo parroquial de San Pedro para seguir hasta este equipamiento, dotado con una veintena de plazas. Antes de visitarlo, el presidente de la asociación jacobea nos recomienda aprovechar el último día de la temporada de verano en que está abierto el Museo de Arte Sacro -ubicado en el interior de la iglesia- para conocer la notable colección que atesora. 
Impulsado por la Fundación Valdés Salas, el museo expone imágenes talladas en madera de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco, recuperadas por párrocos de San Pedro desde los años cincuenta. Adrián Bueno, un joven historiador e investigador tinetense de la Universidad de Oviedo, es el guía oficial desde hace dos veranos. Con rigor y pasión, nos va desvelando cada una de las joyas reunidas en la Capilla de Merás del templo, que fue convento franciscano. Son todas piezas procedentes de la zona y en el conjunto se pueden ver tanto ejemplos de arte culto como popular. Entre las primeras, una hermosa talla románica de la Virgen de Bébares o las tres figuras salvadas del esmerado Calvario de Pozón, del mismo periodo. Junto a ellas, la gracia y la expresividad de los artesanos rurales que esculpieron sus obras para la fe de sus convecinos, entre las que ocupan un espacio destacado sendas imágenes de Santiago peregrino y de San Roque, con idénticos atributos jacobeos. Son la prueba más evidente del legado del Camino en el concejo y esta sala, si no lo es, debería ser visita obligada de quienes hoy lo recorren a su paso por la villa. 
En el patio del albergue municipal Mater Christi, situado en el barrio del Viso, dos peregrinas de muy distinta procedencia comparten el momento del descanso tras la caminata de la jornada. En una mesa, con un café en la mano, la zaragozana Ana Muñoz escribe en su diario. «Ya he hecho el Camino Francés. En esta ocasión, me decidí por el Primitivo y me está encantando. Cada día anoto en mi cuaderno las impresiones del viaje. Es como una manera de conversar conmigo misma, aunque procuro disfrutar de la compañía de la gente que me voy encontrando por la ruta», explica. Cerca de ella, Vanora Chiang enjabona algunas prendas de ropa en el lavadero del recinto. Viene de algo más lejos, desde Hong Kong, y comenzó el Camino de la Costa en Hendaya para desviarse a Oviedo y continuar por la vía interior. Mañana, ambas seguirán hacia Santiago tras dejar Tineo, a un paso del Camín".

Además de la Senda Rierana de la Barca, señala Rafael Lorenzo la existencia de otra ruta de peregrinaciones que, si bien pasaba por la villa de Tineo/Tinéu, evitaba el gran rodeo que suponía pasar por el monasterio de Santa María la Real de Oubona, yendo más directo. Esgrime para ello la autoridad del erudito historiador medievalista Juan Uría Ríu, coautor de Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, cuando dice:

"El camino más directo no tenía porque ir a Obona. Continuaba desde Santullano a Gera pasando luego el río del mismo nombre, y por la izquierda del Mirallo, ascendiendo hasta el alto de Tamallanes"

Según Rafael Lorenzo, esta alternativa suponía una ruta secundaria pero más llevadera porque seguía un trazado por una orografía menos abrupta y evita las alturas, nevadas en invierno, de la parte más occidental de La Sierra, por donde va el camino principal y actual ruta principal, "altos de Navariego, Canteironas y Piedratecha"

No hemos de olvidarnos que, en la época de las peregrinaciones históricas, que abarcaron varios siglos entre la Edad Media y la Edad Moderna, imperaba climáticamente la llamada Pequeña Edad de Hielo o Pequeña Glaciación que, aunque de diferente intensidad y duración en qué partes del mundo, se produjo entre los años 1200 a 1890, siendo los inviernos extremadamente más crudos, por lo que aventurarse por las alturas era una circunstancia especialmente peligrosa durante los meses más fríos


Por eso el mariscal Ney hubo de esperar al deshielo, a mediados de mayo de 1809, para proceder a la invasión de Asturias por la gran barrera de montañas del alto Navia, pese a que los franceses ya habían entrado en Lugo varios meses antes, siguiendo una ruta que, aunque más secundaria en principio que las anteriores, era empleada para comunicar Asturias y Galicia de manera efectiva y hasta permitiría el paso incluso de un gran ejército de conquista y ocupación


Diversos investigadores de caminos históricos se han ocupado de esa ruta pues, además de arrieros, trashumantes y demás viajeros, también se conoce del paso de peregrinos por ella pero, efectivamente, había de ser poco empleada en relación con las otras, que eso era precisamente lo que quería Ney, conseguir un efecto sorpresa. Es muy posible que si hubiera entrado por Grandas de Salime o, más factiblemente en apariencia, por Ribadeo, se hubiera dado la alarma pues ambas serían rutas mucho más vigiladas

No obstante, el ejército avanzó con todo su equipo, cañones y vituallas a largas y tremendas marchas forzadas para evitar precisamente la llegada de noticias a Oviedo/Uviéu y que se organizase una defensa efectiva. Casi consigue incluso llegar a la capital asturiana sin que allí nadie se entere hasta que por proximidad y casi por casualidad se descubren sus vanguardias en el paso del Narcea en Cornellana



Es, tras pasar por Tineo/Tinéu cuando las tropas de Ney sí emplearían este Camín Real de Galicia o Camín Francés para intentar llegar la capital asturiana en un día más. Por ello nuestras referencias a él han sido varias a lo largo de la ruta hasta aquí, pues además empleaba algunas casonas y palacios del Camino como cuartel general y de pernocta para él y sus altos oficiales


El historiador José Luis Calvo Pérez ha estudiado su itinerario y nos ha dado una precisa descripción del mismo, en la que además nos pone en su contexto histórico, en Acciones de guerra en el puente de Peñaflor, publicado en la web de la Asociación de Recreación Histórica de Asturias (ARHCA):
El 17 de enero de 1809 el propio Napoleón redacta un plan para la ocupación y pacificación de la, por entonces, convulsa Galicia y encomienda al 6º Cuerpo de Ejército francés, bajo el mando del mariscal Ney, duque de Elchingen, la misión de invadir el antiguo reino. Con tal objeto, el 18 de febrero del mismo año Ney recibe instrucciones del Mayor General de elegir Lugo como eje principal de las futuras operaciones sobre el territorio gallego, en cuyas órdenes se incluía, claro está, el sometimiento del Principado de Asturias.  
El marqués de la Romana, investido de amplios poderes por la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino para organizar la defensa militar de Asturias contra el invasor, el 4 de abril de 1809 se presenta en Oviedo flanqueado por uno de sus regimientos predilectos, ya desde los tiempos de la expedición al Báltico: el formidable Regimiento de la Princesa al mando del coronel D. José O’Donnell. 
Ante la obstinada actitud de resistencia que ofrecían algunos miembros de la Junta Suprema de Asturias para acatar las órdenes de la Romana –que no eran otras que las emanadas del poder Central––, especialmente aquellas relativas a la entrega de los recursos recibidos de Gran Bretaña para la subsistencia de las tropas del Ejército de la Izquierda en cuyo ejército, precisamente, recaía la responsabilidad de sostener la campaña contra el invasor; éste, actuando dentro del estricto marco de las facultades que le había conferido la Junta Central, y en vista que por espacio de un mes había intentado por todos los medios que los gobernantes asturianos accedieran de buen grado a las legítimas reclamaciones, es cuando, agotadas ya todas las vías de entendimiento, decide el 1º de mayo deponer por la fuerza de las armas la Junta del Principado. 
Mientras se distraían en estos asuntos, tanto el marqués de la Romana como sus acérrimos oponentes en la Junta dejaron desatendida una de las premisas principales de toda guerra: asegurar la defensa e integridad del territorio patrio ante una, por otra parte esperada, invasión del enemigo, lo que, en efecto, se produjo a mediados del mes de mayo de 1809. 
Así, el 13 de mayo una columna al mando del mariscal Ney formada por 2.500/3.000 hombres de infantería, en su mayor parte pertenecientes a los regimientos 27º, 39º y 59º de Línea y el 25º ligero; unos 300 jinetes de los cuerpos de caballería 3º de Húsares y 25º de Dragones y ocho piezas de artillería de montaña transportadas a lomo, sale desde Lugo con dirección al Principado de Asturias. 
Remontado el valle de Ibias, la columna atraviesa, sin resistencia, el puerto de Leitariegos para luego caer por sorpresa sobre Cangas de Tineo, cuya villa es ocupada en la madrugada del día 16 sin pegar un sólo tiro. El día 17  la columna llega a Salas y su vanguardia, con el objeto de asegurar los vados y paso de barcas sobre el río Narcea, es adelantada hasta Cornellana. 
El avance francés, por la rapidez de su movimiento y lo sorprendente de su ejecución, había cogido totalmente desprevenidos y sin capacidad de respuesta posible a los cándidos asturianos, por lo que apenas quedaba tiempo para organizar la defensa. Sobre las once de la noche del mismo día 17, ya con el grueso de las tropas enemigas posicionadas sobre la villa de Salas, el marqués de la Romana se entera de la invasión y de su amenazante aproximación a la capital del Principado, lo que le obliga a tomar rápidas decisiones y comisionar con plenos poderes a D. Gregorio Jove Valdés para desplazarse a Grado y organizar en este punto el dispositivo defensivo para intentar frenar la impetuosa progresión del enemigo hacía Oviedo. La fuerza disponible con que contaba Jove en esos momentos para establecer la primera línea de contención la constituía la escasa y bisoña tropa acantonada en la zona de Grado bajo el mando de D. José Gabriel Trelles, Coronel del Regimiento de Navia. El destacamento militar estaba compuesto, fundamentalmente, por un oficial y 26 soldados –los más experimentados de todo el dispositivo– del Regimiento de la Princesa; alrededor de 80 granaderos de la compañía de esta especialidad del Regimiento de Gijón; cuatro compañías del 2º Batallón del Regimiento de Luarca formadas por reclutas de reciente alistamiento y dos piezas de artillería de montaña de a seis, con sus correspondientes servidores y escasa munición. Además de las fuerzas anteriores, se contaba con el refuerzo de una partida de paisanos armados (alrededor de 40/50 hombres). En resumen, alrededor de 450/500 hombres, organizados apresuradamente, para hacer frente a unas fuerzas enemigas cuya importancia desconocían, es decir, cuatro regimientos, muy aguerridos y disciplinados, de la más formidable máquina militar de Europa: la Grande Armée.    
A la una de la madrugada del 17 de mayo de 1809 la vanguardia enemiga, al mando del General Mathieu, se posesiona del paso de barcas de Cornellana y cruza el río Narcea por este punto. Para hacer frente al enemigo se decide, entonces, establecer la defensa sobre la altura de El Fresno, punto dominante sobre el camino de Cornellana. A pesar de la ventaja estratégica que ofrece la formidable colina, el dispositivo del despliegue adoptado por las fuerzas encargadas de su defensa no es, empero, de lo más acertado. Este mismo día, tres compañías (alrededor de 80 hombres cada una) formadas por soldados bisoños, carentes de instrucción y disciplina, del Regimiento de Luarca, apoyadas por unos 40 paisanos armados, ya se encontraban desplegadas en las alturas de El Fresno, mientras que el resto del regimiento, unos 100/150 hombres de la 4ª compañía, permanecía en Grado, junto con la compañía de granaderos del Regimiento de Gijón y el piquete del Regimiento de La Princesa.   
En la tarde del 17 de mayo el enemigo, tras un breve intercambio de disparos, arrolla el inconsistente dispositivo defensivo establecido en las alturas de El Fresno. Vencida esta primera línea de contención, las tres compañías de soldados bisoños del Regimiento de Luarca y los paisanos armados que constituían su única defensa, se ven obligados a replegarse sobre Grado. Alcanzado este último punto por los despavoridos soldados de Luarca, fue motivo más que suficiente para sembrar el pánico, y como el miedo suele ser contagioso, éste se transmitió a los más experimentados, lo que provocó la dispersión entre los soldados que componían la guarnición establecida en la villa de Grado. Los restantes efectivos del Regimiento de Luarca que se encontraban en Grado se retiran a Teverga, cuya fuga se efectúa a través del camino real que discurre por La Mata, Sama de Grado y Linares de Proaza; la  compañía del Regimiento de Gijón, junto con el piquete de la Princesa, lo verifican sobre Oviedo, mientras que la 1ª, 2ª y 3ª compañías del 2º Batallón del Regimiento de Luarca, con una pieza de artillería, lo hacen al puente de Peñaflor, en cuyo punto se decide hacer frente a las tropas del Mariscal Ney en su impetuoso avance hacia la capital del Principado. 
En efecto, vencida la primera línea de contención establecida en El Fresno, Jove, siguiendo el consejo de los coroneles Trelles y Cañedo de organizar la resistencia en el desfiladero de Peñaflor por considerar que este lugar ofrece mayor ventaja que El Fresno para establecer una resistencia más efectiva¾ ordena a Trelles que, con las tropas que aún le quedan (las tres compañías del Regimiento de Luarca, a cuyo frente se encontraba el coronel D. Juan Cañedo), se repliegue sobre el puente de Peñaflor con fin de organizar en este punto la defensa y acortar así las distancias con el resto de las fuerzas que aún permanecían acantonadas en Oviedo. 
Tras anular la resistencia en el puente de Peñaflor –que duró unas tres horas, con nulo efecto resolutivo por parte del Regimiento de Luarca–, el enemigo regresa a Grado y somete a la villa a toda clase de pillaje. El día 19 el mariscal Ney, después de hacer noche en el palacio de La Campona y con el camino ya expedito, emprende la marcha sobre Oviedo. La suerte de la capital estaba ya echada.   
En la madrugada del mismo día 19, el marqués de la Romana –que aún no se había enterado que Ney había forzado había forzado el paso de Peñaflor el día anterior, y que con todas sus tropas se dirigía a la capital del Principado–, cursa órdenes a D. José O’Donnell, coronel del Regimiento de la Princesa, para que con fuerzas de la guarnición de la capital (Regimientos de la Princesa y de Gijón; fuerzas de Caballería de su escolta personal y artilleros de la Compañía Volante, con dos piezas de a ocho), parta de Oviedo con la mayor celeridad posible con el objeto de reforzar a las fuerzas que defendían el puente de Peñaflor (demasiado tarde para el envío de socorros por la pérdida de la posición). 
D. Gregorio Jove, que se había desplazado a Oviedo para rendir informe de la crítica situación al marqués de la Romana, toma contacto en La Cruz-La Lloral, cerca de San Claudio, con la vanguardia del coronel O’Donnell al que le ordena forzar la marcha de las tropas que le siguen para llegar cuanto antes al punto de ataque pero, enterado O’Donnell de la caída y abandono del estratégico paso y que parte de las fuerzas del sector de Grado (la compañía de Granaderos del Regimiento de Gijón y los 27 hombres de la Princesa) se habían replegado sobre Fabarín-Loriana y que el resto de los  soldados del Regimiento de Luarca, indemnes, se habían retirado a Teverga, este coronel considera inútil ya todo esfuerzo por lo que, una vez incorporadas las dispersas fuerzas, opta retirarse por detrás del Naranco con dirección a Gijón con el propósito de unirse a la División del mariscal de campo, D. Francisco Ballesteros. El marqués de la Romana huye a Gijón y se embarca en el bergantín “Palomo” que lo traslada a Ribadeo, junto con los demás miembros de la Junta por él formada..."  
Fuente: Caput vallis

Se abre ahora además otra incógnita. La ruta empleada desde Tineo/Tinéu parece bien clara, pero se discute cuál empleó para llegar aquí tras entrar en Ibias por Tormaleo. Buena parte de los investigadores optan por la del valle del río Ibias hacia los puertos de Zarréu o Cerredo y L.leitariegos o Leitariegos, que en este mapa aparece pintada con una línea roja. Sin embargo, en la página Caput vallis, dedicada a Caboalles en Laciana (entre ambos puertos), a la que pertenece este mapa, se decantan por la ruta trazada en verde, aportando para ello documentos diversos que podemos hallar en dicha web y de los que aportamos unos pocos de ellos:


Estaríamos pues, no ante una sino al menos ante dos posibles rutas de paso entre Asturias y Galicia por el suroccidente, dentro de la red de caminos reales (del 'reino', algo parecido a la actual 'red de carreteras del Estado') que eran las vías principales de comunicación por entonces. Cualquiera podría haber sido la empleada por Ney, cada una con sus partidarios y detractores, el día clave que fue el 16 de mayo, en el que de nada más entrar en Asturias se adentra enormemente en el corazón de su zona occidental, ya encaminado hacia el centro 


Volvemos a pensar en las tremendas marchas de su ejército por una orografía extremadamente difícil, tanto fuesen por una ruta como por la otra, para plantarse aquí en poquísimos días, pero a la vez con pasos, repetimos, muy factibles de seguir incluso por todo un ejército con sus caballos, cañones, intendencia, estado mayor, etc.etc.etc.



Es muy posible que esos caminos, como este, hubieran sido mejorados en el siglo anterior, cuando el jurista Isidoro Gil de Jaz presidió la Audiencia de Asturias entre 1749 y 1754 y se acometieron importantes obras públicas (nacía el espíritu de la Ilustración) en puertos y caminos, haciendo que no pocos de ellos fuesen factibles de recorrer en carros y carruajes, lo que habría favorecido enormemente esta incursión napoleónica


Luego, tras las guerras napoleónicas, la francesada, se reanudaron esos trabajos, que implicaban la construcción de las primeras carreteras, las cuales hicieron de estos viejos caminos rutas aún más secundarias, vías meramente pecuarias o de comunicación local


Existiría una ruta aún más antigua que recorría las alturas de La Sierra por un trazado que actualmente seguiría la pista de servicio a las fincas y los aerogeneradores, jalonada por las necrópolis tumulares antes citadas, pero no parece empleada más que por pastores y ganaderos trashumantes, no por peregrinos


Los peregrinos sí cruzarían sin embargo La Sierra hacia el norte para buscar salida a la costa por La Casa'l Puertu si renunciaban a continuar hacia El Palo, tal y como vimos anteriormente, existiendo la documentación que dice eran hospedados por los vaqueiros de las brañas a falta de otros alojamientos


 Pero es fácil también que prefirieran hospedarse antes en el hospital tinetense de Mater Christi, luego en el de los monjes de Oubona y después ya, tomando el que Rafael Lorenzo llama Desvío hacia Bárcena y la costa, encaminarse hacia el litoral del vecino concejo de Valdés, parando en el monasterio de San Miguel de Bárcena y siguiendo hacia el mar por Navelgas y Naraval


Zarracín y El Campo San Roque, que hace un momento teníamos enfrente, ahora van a ir quedando a nuestra izquierda según avanzamos siguiendo el trazado del Camino por la sinuosidad de la ladera, que aquí salva una profunda riega u hondonada


Cuando las tropas de Ney aparecieron subiendo por aquí procedentes de Cangas del Narcea la sorpresa debió de ser mayúscula, pero fueron ellos más rápidos que cualquier aviso que pudiera haber llegado a la capital, y eso que ya en junio del año anterior, se había formado el Regimiento de Cangas de Tineo, uno de cuyos miembros, Pedro del Tronco, fue ejecutado en la plaza de Las Campas, donde un monolito de piedra le recuerda, como leemos en la web canguesa Tous pa tous basándose en los estudios del citado historiador José Luis Calvo, en concreto de su libro Regimiento de Infantería Cangas de Tineo:
"El Regimiento se formó el 28 de junio de 1808 para luchar contra los franceses que avanzaban hacia el Suroccidente de Asturias durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). Eran un grupo de soldados que partieron al frente, en su mayoría, sin ningún tipo de formación militar y provistos con sus herramientas de trabajo en el campo, pero que llegaron a ser reconocidos por sus gestas y actuaciones en las batallas. 
Entre el casi millar de voluntarios que formaron el Regimiento destacó especialmente la figura de Pedro del Tronco, natural de Dagüeño, parroquia de Mieldes (Cangas del Narcea, Asturias). En 1809, fue capturado por las tropas del general francés Gautier y ejecutado en el castillo de Tineo, ubicado en la actual plaza de Las Campas. Allí se le recuerda con una cruz tallada sobre un bloque de piedra en el que se puede leer la inscripción: «Aquí murió Pedro del Tronco en defensa de la patria». 
Pedro del Tronco, quien el 10 de marzo de 1811 fue reconocido por las Cortes Generales españolas como héroe de la patria, recibió un homenaje el pasado 10 de marzo en su pueblo, Dagüeño. En esta ocasión, se colocó una placa para recordar quién había sido: «El pueblo de Dagüeño a su vecino Pedro del Tronco, fusilado en la villa de Tineo a manos del invasor francés. Héroe de la patria reconocido por las Cortes Generales de España, el 10 de marzo de 1811».
Marshal Ney, duc d'Elchigen, prince de la Moskova de François Gérdard - Cristie's

Paradojas frecuentes en las guerras, el mariscal Ney también sería ejecutado, seis años más tarde, en los parisinos Jardines de Luxemburgo a causa de sus muy cambiantes fidelidades políticas entre Napoleón y Luis XVIII, de ahí que el escritor Victor Hugo dijese de él en su novela Los miserables: "¡Ah, desdichado Ney! Tantas veces expuesto a balas enemigas, estabas destinado a balas francesas"

Ney durante la retirada de Rusia, obra de Adolphe Yvon (1817-1893)

Entre su campaña española y su ejecución había participado en la invasión de Rusia, donde fue nombrado Príncipe de Moscova, en la rendición de Francia, asumido fidelidad a la restauración borbónica del citado Luis XVIII, en la búsqueda de Napoleón para apresarlo a su regreso del exilio en Elba, en su gobierno de los
 Cien Días y en la batalla de Waterloo, donde se dice que alguna de sus decisiones contribuyeron a la derrota


Las rutas de invasión han seguido las mismas rutas que la peregrinación, arriería, trashumancia y demás actividades 'ambulantes', incluyendo las emigraciones periódicas (a la siega muchas de ellas) y los artesanos itinerantes: zapateros, tejeros, cesteros, etc. Por ello son fundamentales para el estudio de estas ancestrales sendas camineras


Las llamativas hojas de los castaños sobre nuestras cabezas, que nos dan buena sombra en esta cuesta. De la misma manera que nos fijamos en los paisajes lejanos observamos asimismo los más cercanos e 'introspectivos'


A nuestra derecha un campo de maíz recién plantado, con El Picu L.lamazal o Chamazal justo sobre nosotros, un topónimo de la serie 'llama' relativo a lugares de barro y lodo, como debió ser la planicie cumbrera de La Sierra en tiempos lejanos


Atrás va quedando ya el Alto la Parafita, paso a las brañas vaqueiras de La Brañina, Las Tabiernas y otras, por donde discurre la carretera AS-359 antes citada, así como El Camín de los Caminantes en la vecina parroquia de El Pedregal, nombre que hace referencia al flujo de caminantes, muchos peregrinos, que buscarían salida hacia la costa en su ruta a Compostela, como bien explica María José Buría Fernández, Licenciada en Historia del Arte y escritora, en su trabajo sobre la toponimia de dicha parroquia:
"Camino que va desde El Campu Gullada, en La Miariega, hasta La Ca'l Puertu.Es muy posible que fuera camino de peregrinos hacia Santiago"

En tiempos prehistóricos, antes de que se ganasen amplios espacios para praderías y cultivos, el camino de la sierra a través de las necrópolis megalíticas sería el más libre de vegetación, como comprobamos en la cresta, libre también de repoblaciones en su mayor parte


Proseguimos nuestra marcha y nos adentramos en otro bosquete mientras seguimos subiendo...


Parajes mágicos, encantadores, en esta boscosa zona de la ladera de La Sierra, sobrecogedores acaso no obstante para los peregrinos de antaño, siempre temerosos de salteadores o, si se echa encima la noche, de otros miedos más sobrenaturales, como los diablos burlones de la foresta o la macabra procesión de la güestia o la houstia, equivalente a la Santa Compaña, mitos de los que se nos cuenta así en Aquerasturias:
"Aquí al Nuberu se le conoce por Renubeiru y se dice de él que es un hombre chamuscado que gusta de la compañía de las brujas y se tiene la costumbre de ahuyentarlo colocando cuchillos y hachas con el filo señalando a las nubes, las campanas de San Facundo tienen también la capacidad de espantarle. Al Busgosu lo llamán Pelosu en estas tierras. La Güestia es conocida como la Houstia. Y aunque no hay leyendas en Tineo sobre los homones, criaturas gigantes con forma humana, pero si las hay en Salas y en Allande, que son los concejos que rodean Tineo por Este y Oeste respectivamente, en la edad media formaban parte de la tierra de Tineo y no es difícil imaginarse que los homones de uno y otro lado también caminarán por los montes tinetenses. 
El que sin duda cabalga por Tineo es "La Pantasma", el espíritu de un caballero muerto en pecado de adulterio al caer de su caballo.  
Curiosamente, pese a ser un concejo de interior, en Tineo saben que el Ome Marín es capaz de subir por los ríos desde la mar para violentar a las mozas, pues son estas criaturas especialmente lujuriosas.  
En los abundantes túneles y galerías que horadan estas tierras es bien sabido que habitán xanas, encantadas y cuelebres, y no falta quien diga que los túneles han sido excavados por los míticos mouros, que rebosan riquezas y que incluso pueden llevar a su mundo. Cuidado ha de tenerse si uno se adentra en alguno de ellos llamado por la avaricia, bien es sabido que una moza desapareció para siempre en su camino entre Navelgas y Navaral al introducirse por una galería en la que creyó ver refulgir el oro. En la noche de San Xuan se pueden oír sus lamentos, mientras espera a que algún gallardo caballero baje a desencantarla..."

En cuanto al nombre del concejo, sería para García Arias el "de un antiguo posesor de la tierra, probablemente TINAIUS o TINEIO. No ha de olvidarse que TINEIUS LONGUS es probablemente un ástur destinado en Britannia junto al Muro de Adriano, donde levanta un ara al dios Anteno citicus". Este sería el corazón de las llamadas Asturias de Tineo, que comprendería lo que en la alta Edad Media fue la parte del occidente asturiano poblada por los astures pésicos prerromanos, nos cuentan asimismo e Aquerasturias:
"Parece ser que la tierra de Tineo era prácticamente todo el Occidente asturiano, lo que se correspondería con la tribu astur de los Pésicos, mientras que "territorio de Tineo" hace referencia a un espacio mucho más pequeño, que ocuparía lo que ahora es el concejo. La diferencia entre uno y otro parece haber surgido a caballo entre los s.XIII y XIV, a partir de los cuales ya no se hace referencia a las Asturias de Tineo, sino simplemente al concejo..." 
Sepan que en tiempos antiguos no existían solo dos Asturias, las de Oviedo en el reino de León y las de Santillana, en el reino de Castilla, sino tres, siendo las Asturias de Tineo, también en el Imperio Leonés, las terceras de estas Asturias. ¿Y de donde salen o donde están esas Asturias que dicen de Tineo? Bueno, para eso tenemos que remontarnos un poco más atrás en el tiempo.A una época anterior a los romanos, una época de densos bosques, escasos caminos y fortificados castros. Una época en la que el oro todavía se escondía bajo las montañas y en la que los hombres se separaban por clanes y pueblos. 
Los pésicos eran uno de estos pueblos entre los que se dividían los astures tramontanos, es decir los que se encontraban más allá de la cordillera cantábrica, en más o menos lo que ahora es Asturias. El territorio que ocupaban los pésicos se extendía por lo que hoy se denomina el Occidente asturiano, que vienen a ser el territorio que se extiende entre el río Nalón por el Este y el río Navia por el Oeste, siendo las tierras de más allá del Navia territorio ya de las tribus galaicas. De estos tiempos y de otros anteriores son muchos los recuerdos que nos quedan: los dólmenes de Merilles y Baradal, los túmulos que se reparten por sierras y montes y que aquí se conocen como "cutruyos" y "covayos", los numerosos castros fortificados y, ya de tiempos de los romanos, los restos de la minería del oro. 
Y es que este territorio era bastante rico en oro y otras riquezas minerales y poco después de la conquista romana se articuló rápidamente con diversas carreteras y explotaciones mineras para sacar el mayor rendimiento posible de los recién conquistados terrenos. Estas carreteras se organizaban de manera que las explotaciones se comunicarán entre ellas y con la capital del Conventus Asturum, a la sazón Asturica Augusta, Astorga. Se conserva de los romanos la inscripción al dios Evedutonio, que mora en Barcia, dios astur del lugar que los romanos, prudentes, honraban como se merecía.  
Y son estas tierras de occidente, este territorio, que lo fue, de los pésicos, lo que en los albores del año mil aparece denominado como las Tierras de Tineo, o las Asturias de Tineo, el territorio que va desde el alto de la Cabruñana en el concejo de Grao al río Navia, es decir, prácticamente todo el occidente asturiano..."

Seguimos subiendo, aunque la cuesta parece que tiende a suavizarse, en este tramo de foresta lleno de naturaleza y verdor. Una sombra especialmente agradecida en jornadas de intenso calor, no tan abundantes en el Camino Primitivo como en otros, pero que sí que se producen en los meses estivales


Una de las características fundamentales del Camino Primitivo es su dureza, pero en él reside su belleza, esta es la descripción que podemos hallar en la página de la Guía Gronze:
"Una de las principales características de este camino, en comparación con los otros Caminos de Santiago, es la dureza del recorrido. De Oviedo a Lugo es un típico recorrido de montaña media. Excepto la bajada al embalse de Salime y la subida al Puerto del Palo no hay grandes desniveles a superar de una tacada. Sin embargo, el camino es un continuo sube y baja, con una sucesión de todo tipo de caminos: trochas, senderos, pistas de tierra (es fácil encontrar tramos embarrados), caminos pedregosos o de piedra suelta, y pistas de asfalto. Por lo tanto, es necesario un mínimo de preparación física para afrontar el reto con garantías. Afortunadamente, la distribución de los albergues a lo largo del recorrido permite, para aquéllos algo más lentos o menos preparados, realizar todo el camino sin tener que realizar ninguna etapa excesivamente larga. En invierno debe ser francamente complicado realizar este camino, entre otros motivos porque una buena parte del recorrido se sitúa por encima de los ochocientos metros de altitud"

Aquí parece hubiera una bifurcación: seguiremos de frente por el camino más trillado, el que es evidente ha sido más pisado por los peregrinos:
"Otras de las características más destacadas del Camino Primitivo, relacionada sin duda con la anterior, es la belleza del entorno y del paisaje. El camino cruza decenas de bosques, ríos, arroyos, prados de pastoreo (con ganado bovino), valles, colinas, montañas, aldeas... y los paisajes, sobre todo en el tramo asturiano, son fabulosos. También vemos numerosos caballos, algunos salvajes. Además, la mayor parte del camino transcurre en plena naturaleza y, afortunadamente, casi no hay contacto con carreteras de tráfico intenso"

De la misma manera que el peregrino 'moderno' gusta de estos parajes, el peregrino de antaño gustaba más de los lugares habitados, no tan expuestos a peligros inesperados. Hoy en día incluso el Camino de Santiago no busca necesariamente los parajes 'bonitos' en el concepto actual de lo que entendemos por belleza o valores paisajísticos, sino el trazado histórico de los caminos de la antigüedad más empleados por los peregrinos o, al menos, los más aproximados a ellos posibles de no poderse recuperar el trayecto original


Otra cosa es que, en buena parte, al ser desplazados por las carreteras, construidas sobre todo entre finales del siglo XVIII y, sobre todo, avanzado el XIX, estas viejas sendas, transformadas en vías pecuarias, sí pasen por muchos lugares tan encantadores, al menos para los caminantes de ahora, como estos, al menos en aquellos casos, como este, en el que se hayan conservado las esencias naturales y paisajísticas valoradas actualmente


Un arroyuelo baja en la vereda de la derecha, una cuneta en forma de acequia o canalillo. Estamos en un lugar en el que, incluso en verano, hay algo de barro. Pero no tengamos miedo de mancharnos un poco las botas, ya se han asfaltado y hormigonado demasiados tramos de Camino sin necesidad


Más allá del Camino, la tupida fronda forma una barrera vegetal tan hermosa como selvática e infranqueable


Este bocage, como dirían los franceses, constituye una reserva de humedad en la que crecen setos silvestres o sebes, formados por numerosas plantas de monte bajo, hierbas, helechos, zarzas, ortigas, árboles y arbustos, hábitat de numerosas especies de animales, incluyendo varias especies de pájaros


El suelo es básicamente de tierra y piedra; desde La Espina son pocos los trechos asfaltados u hormigonados, exceptuando cuando atraviesa pueblos y aldeas como La Pereda/La Preda, L'Espín y Bedures o, sobre todo, El Pedregal, donde coincide unos metros además con la carretera AS-216. En otros trechos hay zahorra o grijo, pero no suelo 'duro' como 'de carretera'


Por eso, aunque haya algo de barro, disfrutemos de este suelo 'blando' o 'mullido' en estos bosques tinetenses de la parroquia de Santolaya


El Camino se desbroza periódicamente en sus veredas, aunque buena parte de estas fotos están hechas con la vegetación bien alta y exuberante

 
Los troncos apilados en dichas veredas suelen corresponder a algunos árboles o ramas que caen, derribados por los temporales y sobre todo en invierno, obstaculizando el paso por el Camino, por lo que se procede a trocearlos y retirarlos del mismo


Y así sigue nuestro delicioso 'paseo' por el 'bosque encantado' o, más bien, 'encantador', según nos aproximamos a la capital del concejo, a solamente un par de kilómetros escasos, pero que van a ser verdaderamente intensos por su magnífico entorno


A falta de otros lugares, se pintan algunas flechas en los troncos de los árboles para confirmar que vamos por buen camino. Aunque en principio la ruta parece clara y sin encrucijadas, siempre viene bien ver alguna señal que indique que no nos hemos dejado ninguna bifurcación sin controlar


Afloramientos rocosos en la superficie y restos de lo que pudo haber sido un antiguo empedrado...


Las ramas se comban sobre el Camino y forman este cautivador efecto de túnel vegetal...


Otro buen tramo de roca madre en la cuesta, que parece ir acabando, al menos de momento...


Este firme rocoso puede estar muy liso y pulido de tanto pisar sobre él, por lo que si está húmedo puede ser resbaloso, prestemos atención


Y aquí a la derecha, otra flecha pintada, ya muy gastada. En teoría cada cierto tiempo se repintan y se repone la señalización


Los helechos, creciendo, pueden llegar a hacerse tan altos como una persona, o más...


Santolaya ya ha quedado allí abajo, fijémonos en la cuesta que hemos subido hasta llegar hasta aquí. A su derecha y algo más lejos se divisan las casas de El Cruceru, en la carretera y, a la izquierda, el Polígono la Curiscada, destacando todo ello en la alargada loma de la sierra que le da nombre


En el polígono destaca por su gran tamaño y altura de su torre la nave de Cafento, empresa tinetense de cafés aquí instalada en 2008 aunque fundada tiempo atrás. Relata su historia el corresponsal de La Nueva España P. Castaño en su edición del 21-2-2020:
"La historia de Cafento comenzó en la década de los años 30 del pasado siglo, cuando el gallego Manuel Rodríguez Rodríguez y la asturiana Pilar Menéndez de la Fuente tuvieron en Buenos Aires a su primer hijo, Juan Carlos, y volvieron a España para presentarlo a su familia. Durante su visita a Asturias, estalló la Guerra Civil y se les hizo imposible volver a Argentina. Con la experiencia adquirida durante sus años en Buenos Aires, decidieron fundar un comercio de coloniales en Tineo. A esta tienda se la conocía popularmente como "la de el gallego" y su café adquirió ese sobrenombre que dio origen a la primera marca del grupo: El Gallego.
En la década de los cincuenta el hijo del fundador de la tienda, Juan Carlos, independizó la actividad de tueste del café y en 1983 separó la comercialización del café de alimentación y hostelería, creando dos divisiones. En 1987 compró la primera empresa de café y desde entonces ha ido absorbiendo una veintena de compañías en España y el pasado año adquirió una participación mayoritaria en la irlandesa Java Republic. Avanzar en la internacionalización es el nuevo reto. 
En 2008 Cafento inauguró en La Curiscada (Tineo) una de las fábricas de café más grandes de Europa, donde tiene centralizada la producción de sus marcas globales Montecelio y Stracto y regionales (El Gallego, Areces...). Cafento está dirigida por tres miembros de la tercera generación de la familia fundadora, con Carlos Manuel Rodríguez como consejero delegado y Paula y Pilar Rodríguez como miembros del consejo."

Un poco más abajo a su derecha vemos el cementerio de Santolaya justo encima de la primera casa del pueblo, cerca de la que pasábamos viniendo por El Camín de las Rozadas, en el bosque a su izquierda


Más allá de La Sierra la Curiscada reconocemos La Sierra Bixega, al otro lado del valle del Narcea y en el vecino concejo de Miranda (Belmonte), cuya cota cimera es el pico Las Cobertorias con 1.112 metros de altitud. "En sus laderas se asientan las brañas vaqueiras de Villaverde, Lu Puntigu, Santa Marina y Mudreiros, en donde pasan el invierno algunas de las últimas familias que todavía durante los meses de verano suben al concejo de Somiedo (Somiedu)", dice la Enciclopedia de paisaje de Asturias


A la izquierda, otra altura importante es Las Bobias (1.059 m) y, a la derecha, Los Picos Prietos (1.056 m) y El Picu Caunéu (1.087 m). Después, El Colláu Los Fitos con el Altu la Cueva, a cuyos pies se explota la mina de oro El Valle, en la aldea belmontina de Bueinás, la única de España, donde antes lo explotaban los astures y luego los romanos, cuyas señales se ven en esta su vertiente occidental. Más antiguas aún son las necrópolis megalíticas halladas también esa serranía. El propio nombre de Las Cobertorias se refiere a las grandes piedras que cerraban las cámaras sepulcrales por encima...



Hermosa vista de Santolaya desde lo alto. Cuando Rafael Lorenzo publica su libro (año 1993), ubicaba la Casa Peláez "en la carretera recién arreglada que comunica la general hacia Tineo y el núcleo central de este pueblos", siendo un "antiguo caserón, el cual, en el dintel de su puerta de entrada, después de franquear un amplio portalón, se esculpe la fecha de (17...)", añadiendo que la casona estaba "deshabitada y utilizada como pajar".


Desde aquí sí reconocemos la antes mencionada iglesia parroquial que, como hemos dicho, es de origen medieval aunque su estructura antigua desapareció con las reformas de 1972
"Tiene nave rectangular dividida en dos cuerpos y el presbiterio de trazo también recto que se orienta al Noroeste. Por tanto la espadaña y la antigua entrada, hoy cegada por el cemento, se encuentran en el lado opuesto.
En su lado izquierdo existe una capilla y la sacristía se sitúa tras el presbiterio. La espadaña presenta tres arcos con dos campanas y sobre ella una veleta rematada en cruz. El acceso a su interior se hace por el lado derecho del evangelio, lo mismo que un acceso reformado que sobresale desde la entrada primitiva"

La cuesta se va haciendo menos acusada al ir llegando aquí, cuando nos acercamos a un cruce


La hiedra cubre los troncos de muchos árboles, trepando corteza arriba hasta alcanzar las ramas


Y este es el cruce, un camino enlaza a nuestra derecha con este por el que vamos: nosotros seguimos de frente y en recto


La cuesta va acabando y el camino tiende a llanear a partir de aquí


A los lados del Camino volvemos ver prados y más arboledas cuyas especies más abundantes se señalan en esta ficha del Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico titulada Registro de la huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono:
"La vegetación en Tineo es variada y rica, combinando amplios bosques caducifolios con prados verdes que se extienden por las colinas y laderas. Entre las especies arbóreas más comunes se encuentran los robles (Quercus robur y Quercus petraea), castaños (Castanea sativa), hayas (Fagus sylvatica), y abedules (Betula alba), que se mezclan con especies más mediterráneas en zonas de menor altitud, como los cerezos y los acebos (Ilex aquifolium)"

Ahí tenemos las alambradas que evitan que el ganado se asome demasiado al borde de la trinchera del Camino y caigan a él


Como en todas las zonas umbrías la tierra está menos seca; aquí a la izquierda reconocemos la parte más pisada por los peregrinos


En los tramos más soleados el firme siempre estará más seco; llegados aquí caminamos ya prácticamente en llano


Desde aquí vemos la cuesta, entre árboles siempre, que ya hemos dejado atrás subiendo desde Santolaya. Ahora tenemos una vista del sector oriental de La Sierra la Curiscada con el polígono industrial en la llanura de Los Chanos o Los Llanos, por donde va la carretera AS-216, construido en diferentes fases a partir de 1993 y cuyo plan fue redactado en 1990


Su razón de ser fue concentrar empresas y servicios en este lugar, trasladándolas aquí sobre todo desde el creciente casco urbano de la villa, siendo su precedente el Matadero Frigorífico Asturiano, proyectado en 1967. Anteriormente eran terrenos comunales aprovechados por el vecindario de Santolaya, El Pedregal y, con graves pleitos de de por medio, también los de la parroquia de la villa


Llaneando en este tramo, seguimos caminando entre árboles y prados camino ya de San Roque


Es un caminar sumamente plácido y para tomarse sin duda con calma y disfrutándolo en toda su plenitud, a no ser que, como tantas veces ocurre, vayamos prisioneros de la hora y constantemente atentos del reloj, a veces por necesidad, otras por pura inercia vital y cotidiana...


Llegamos aquí a una bifurcación y seguimos recto y de frente por el camino más transitado, que se reconoce bien al estar más trillado


Varios castaños y robles jalonan este trecho entre helechos y matorrales con arbustos y zarzales


Enlazamos con otro camino, de entrada a las fincas de la derecha, y continuamos todo de frente y adelante sin variar el rumbo


Alegre reencuentro con los mojones señalizadores de la ruta jacobita. Como vemos, los más nuevos llevan, además de la concha, la pertinente flecha direccional, como es preceptivo pues, en contra de lo que mayormente se piensa a nivel general, la posición de la concha no implica necesariamente la dirección, únicamente identifica al Camino


Entre los árboles seguiremos contemplando admirables vistas hacia el sur, con Zarracín, Santolaya y La Sierra la Curiscada por su zona más occidental: Las Peninas y Chaguazos, donde está el helipuerto con la base contra incendios forestales...


Casas de Zarracín y, en primer término, prados recién segados. A lo lejos, el camino al helipuerto-aeródromo desde El Rivil.lar y Los Pontones, donde está el estrecho valle del Regueiru Vil.lar. Tras ser pista de aterrizaje de los ases de la aviación que animaron las fiestas de San Roque en 1929 el aeródromo pasó a ser utilizado por los nacionales durante la Guerra Civil; reacondicionado después para sus usos actuales


En la lejanía dominan el panorama Penamanteiga a la derecha, con Las Palancas, y La Sierra Bixega a la izquierda. Contemplando este panorama volvemos a leer del paisaje del concejo en la ficha del ministerio...
"El paisaje de Tineo, en el suroccidente de Asturias, es una muestra de la diversidad natural y cultural de esta región montañosa. Situado en una zona de transición entre las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y las tierras bajas, el municipio se caracteriza por su relieve accidentado, con valles profundos y laderas de montañas que superan los 1.000 metros de altitud, descendiendo hasta los fondos de los valles, por donde serpentean ríos como el Narcea y el Esva. La vegetación en Tineo es variada y rica, combinando amplios bosques caducifolios con prados verdes que se extienden por las colinas y laderas"

Un poco más a la izquierda aún asoma la cima de La Sierra'l Courío (1.017 m), en la frontera de los concejos de Miranda y Salas, en cuyos altos de La Trapa está localizada otra necrópolis tumular...
"El paisaje de Tineo está profundamente marcado por la actividad humana, especialmente por la ganadería y la agricultura. Los prados de siega y pastoreo, delimitados por setos vivos y muros de piedra, forman un mosaico que alterna con los bosques. Esta disposición crea un entorno de gran riqueza ecológica y paisajística, en el que destacan también las numerosas aldeas y caseríos que se dispersan por la zona, a menudo construidos con piedra y cubiertas de teja o pizarra, integrándose de forma armónica en el entorno natural. La tradición minera, especialmente la del carbón, también ha dejado su impronta en el paisaje de Tineo, con antiguos caminos y vestigios de explotaciones mineras que conviven con un entorno cada vez más orientado a la recuperación forestal y al turismo rural. El resultado es un paisaje de gran belleza y diversidad, donde los contrastes entre lo natural y lo cultivado, entre lo antiguo y lo renovado, definen un territorio de fuerte identidad rural y riqueza natural, que invita a descubrir la esencia del suroccidente asturiano."

Otra hermosa vista de Santolaya con la iglesia a la derecha y detrás, la aldea de El Cruceru o La Tiera, cruce de caminos y carreteras y antigua tejera, de ahí sus denominaciones. Desde aquí da la impresión de formar un solo núcleo de población, pero son dos: en la carretera (El Cruceru), abren sus puertas populares establecimientos que son paraíso de la gastronomía asturiana, como Casa EmburriaCasa Lula, y el Asador Rindión. El primero, de notable antigüedad, cerró sus puertas en mayo de 2025. Un par de meses antes el corresponsal de La Nueva España Santiago Pérez daba la noticia recordando su historia:
"La tarde va avanzada. Las mesas del comedor ya están montadas y el suelo recién fregado. Comen tarde, cuando se fueron los últimos clientes. Ángeles y «Manel» me están esperando. Estoy en el restaurante Casa Emburria (El Crucero-Tineo). A finales de mayo pondrán fin a 132 años de historia. Los años han pasado y llegó el momento de descansar. Se lo han ganado. No hay nadie que continúe con la tradición familiar. El único hijo del matrimonio decidió ya hace tiempo encaminar sus pasos en la vida por otros derroteros. 
Ángela Pérez (Valcabo, Cangas del Narcea) y Manuel Arias «Manel» (El Crucero-Tineo) llevan al frente de Casa Emburria desde 1984, año en que se casaron. Ángela, de sonrisa fácil es el contrapunto a «Manel», más serio. Pareja y compañeros de trabajo resistieron el paso del tiempo. La peor etapa de su vida profesional, no tienen duda, fue el cierre durante la pandemia y los meses posteriores. «La vuelta a la normalidad» ha supuesto un incremento notable de clientes. 
Ángela lleva toda su vida laboral en la hostelería. Comenzó a los diecisiete años trabajando en el restaurante La Casera, en Soto de la Barca. Allí hizo trabajos de todo tipo. Tras casarse con «Manel» se metió en la cocina y entre cacerolas y fogones fue desarrollando sus capacidades hasta llegar a ser la gran cocinera que hoy es. Tenía nociones de cocina, pero su maestra fue «Tilina», su suegra. Habla de ella con orgullo, «era una gran cocinera». Convivieron desde aquel momento. Fueron una familia muy unida.
«Manel» ha estado al frente de la barra y del servicio en el comedor. Junto a él está David, que trabaja con ellos desde hace muchos años, es uno más de la familia. Ángela, junto a «Tilina»y otras trece cocineras fueron las fundadoras del Club de Guisanderas hace 26 años. Sí, la cocina de Casa Emburria tiene su base y fundamento en los platos tradicionales, pero eso no le impidió actualizarse. El potaje de berzas, plato típico de Tineo por antonomasia, es fijo en el menú, al igual que la fabada. No falta la lengua estofada o la carne en rollo, platos casi desaparecidos de las cartas pero que siguen teniendo su público. Cabrito guisado, lechazo, platos de caza como la perdiz con verdura, el jabalí o el corzo no faltan en su época. No sabe decir que plato le gusta cocinar más, pero sí que le entusiasma la repostería. 
Estos platos tradicionales son los más consumidos por los foráneos, los de casa y alrededores suelen degustar otro tipo de platos que no consumen en su casa. Me comenta que la época del año que más fabadas sirven es… agosto. Ángela sonríe. Tal cual.  «Manel», que se había ausentado un momento, se reincorpora y aprovecho para preguntar por la carta de vinos. Le pregunto por el número de referencias, David, allí presente, dice que unas cien. Eso no es todo, en la bodega en estos momentos habrá unas tres mil botellas, pero llegaron a tener unas seis mil. No creo que haya muchos restaurantes en Asturias que los superen. En relación a los vinos lo mejor es pedir consejo a «Manel» y seguro que la relación calidad precio es muy buena, lo digo por experiencia. 
Con el prestigio, bien ganado, que tiene la casa me intereso por los posibles ofrecimientos de recalar en otros lugares y así fue, tuvieron unas cuantas. Les propusieron trasladarse a Madrid, Málaga, Oviedo, Marbella… ninguna aceptaron, lo cual agradecemos. Para llegar hasta aquí hubo otros que trabajaron duramente y es justo reconocerles ese esfuerzo. Ángela y «Manel» son la última generación, pero la saga familiar tiene una historia íntimamente unida a Casa Emburria. 
Esa historia comienza con Manuel de Emburria y Pilar, matrimonio que no tuvo descendencia. Esta circunstancia será muy relevante para el futuro de la casa. El matrimonio llevó a su casa a un crío, «Manolín», como heredero. Era usual que en caso de no tener descendencia un matrimonio optase por nombrar un heredero, que podía ser un pariente o no, con el fin de que no desapareciese la propiedad ni se disgregase. 
El nombre de Emburria proviene de una casa de El Pedregal (Tineo). «Manolín» fue tratante, se dedicó a la compra de cerdos que alojaba temporalmente en El Crucero, punto intermedio entre los pueblos de los alrededores y los jueves los llevaba al mercado de la capital tinetense. Inicialmente contaba con una cuadra, viendo la necesidad de que la gente pernoctara y pudiese comer ampliaron el negocio. Con posterioridad se convirtió en parada de postas. 
El Crucero era un punto estratégico del comercio. Allí llegaba el carbón y la cal que se extraían en El Rodical (Tineo) que posteriormente se repartía por los concejos limítrofes, Salas y Luarca. «Manolín» se casó con Mercedes, de casa «El Bicho», de Santa Eulalia (Tineo). Son los abuelos de «Manel». Tuvieron cinco hijos. Las fechas no las saben con exactitud , pero la sitúan hace unos cien años. El negocio seguía funcionando. 
Con la llegada de la Guerra Civil una camioneta propiedad de la familia fue incautada por los republicanos y «Manolín» se fue con ellos. Regresó enfermo y al poco tiempo murió. En aquellos momentos el padre de «Manel», José Manuel, tenía unos seis o siete años, era el mayor de los hijos. 
El tiempo pasa y José Manuel - el nombre Manuel se repite en la saga familiar- se dedicó al transporte de carbón. Gracias a esos viajes conoció en El Pontigón (Valdés) a la que sería su esposa, «Tilina», tenía diecisiete años cuando contrajeron matrimonio. En aquellos tiempos las parejas se casaban a edad muy temprana. «Tilina» pasó a vivir en El Crucero, en una casa donde había mucha gente, bisabuela, abuela, los hermanos de José Manuel, algún criado, además había que atender a las vacas y estaba la casa de comidas. 
José Manuel además de dedicarse al transporte con camiones fue taxista, incluso fue cartero. La familia tuvo negocios de tienda, estanco. La casa de comidas fue una constante e iba adquiriendo más importancia. José Manuel dejó el taxi y el camión y «Manel», ya adulto, estuvo cinco años trabajando con el camión hasta que su padre le pidió que lo dejara y trabajase en casa. El negocio crecía. Según confiesa «Manel» a su padre no le gustaba mucho el restaurante a «Tilina» sí. Más adelante, como queda dicho, Ángela pondrá a Casa Emburria en el Olimpo de los restaurantes de comida tradicional y ahí lo mantendrá hasta finales de mayo".

Avanzamos con paso resuelto pues en este trayecto ya más llano por los campos al norte de Zarracín, verdadero mirador natural sobre buena parte del suroccidente asturiano


Pasamos de una amplia panorámica hacia el Narcea a otro paisaje más 'interior' y próximo, el del mismo Camino de Santiago jalonado por estas arboledas


No nos cansamos de ensalzar las virtudes de este recorrido, tranquilo y sin asfalto ni automóviles, a no ser el muy ocasional paso de un tractor, casi siempre un pequeño Pascualín, de trabajo en las fincas


Llegamos a un pequeño claro en un rellano en el que hay un cruce de caminos. En él seguiremos de frente


Aprovechando esta explanada natural se han colocado, hace tiempo unas mesas y bancos de madera para solaz de los peregrinos pues, pese a la inmediatez, más que proximidad, de la villa, cuyo Campo de San Roque vemos tan cercano, estos ultimísimos kilómetros parecen dilatarse 'en el tiempo y en el espacio'


De ahí que este sea un lugar muy apetecible para descansar unos instantes y recuperar aliento antes de llegar a la población y, sin duda lo primero, ir al albergue o alojamiento que hayamos reservado o, sino, en busca de él...


Y, aunque hay peregrinos que van a seguir hasta más adelante, una parada en la villa se hace necesaria antes de subir a La Sierra por el Alto las Canteironas hacia Piedratecha y Oubona, lo que constituye otro esfuerzo muy considerable


Aquí, a la sombra del matu, otro monolito caminero con concha y flecha amarillas sobre cuadrado azul. Antiguamente eran de azulejo y existía la costumbre de arrancarlos... o al menos de intentarlo


He aquí una foto, sentados en este banco a la sombra, con el antiguo mojón al lado, al que se le pintó la flecha amarilla direccional, bien grande


Y esta es la vista que desde aquí se divisa, hacia Penamanteiga, Las Palancas, El Monte Dagüeño... y las sierras del suroccidente por donde va el 'camino del mariscal Ney'


Sobre el maizal, la omnipresente en este tramo loma de La Sierra la Curiscada en la zona del aeródromo y helipuerto con la soberbia silueta de Penamanteiga en la lejanía, dominada por El Picu l'Hurru, topónimo de la raíz prerromana ur, 'lugar elevado'. A la izquierda es El Picu la Vallinona (1.474 m), seguido de Penafurada (1.472 m) y L'Altu'l Pozu (1.479 m) y El Picu la Riegla (1.401 m)


Y aquí tenemos El Picu Bustichín o Bustil.lín, 'pequeño busto' o terreno ganado al monte a base de quemas, con su gran paredón rocoso, llamado también La Palanca o Las Palancas, otra palabra de raíz prerromana, pal, referida a rocas y montañas, Más atrás es El Picu Porcabezas (1.211 m), por cuya base discurre el Camín Real de la Mesa, la principal vía de comunicación entre Asturias y la meseta en siglos pasados. La vista llega al Aramo nevado, del que mucho hemos hablado desde nuestra salida del casco urbano ovetense, la gran montaña central asturiana, referencia también en los Caminos Norte y del Salvador, que porta el nombre de la deidad celta de las encrucijadas camineras


Maravilla de maravillas desde este balcón que nos ofrece la naturaleza, miramos ahora a la derecha de Penamanteiga...


Aquí abajo Valdarieme, El Picu las Eras y, algo más allá, La Sierra la Cogolla, continuidad hacia el sur de La Curiscada, seguida de las sierras más al suroccidente, las del Alto Narcea, como las del El Canalón (930 m), El Picu Brañasín (954 m), El Picu Galbán o Los Achanales (1.286 m) y tantos otros hasta los nevados puertos de la Cordillera


La majestuosa serenidad de las cumbres muestra sus imponentes quebradas cubiertas con el manto blanco de la nieve aún avanzada la primavera, así como a veces empezando el otoño y, por supuesto, buena parte del invierno, aunque "cada vez nieva menos", nos suelen decir


El Camino hace una curva muy cerrada a la derecha siguiendo el pliegue de la ladera


También sigue este tramo llano entre más fincas con extensas praderías y algunos bosquetes camineros


Seguidamente, curva a la izquierda, observemos cómo crecen los helechos en estas veredas


Como siempre que llegamos a un trecho más sombrío se forma barro en el Camino


Seguimos la parte más pisada, a la izquierda, más seca; fijémonos en las huellas de las rodadas de los tractores


El espeso boscaje señala a nuestra derecha el curso del río Ferroiro, que nace al pie de La Venta la Monxa y Chanurriegu o L.lanu'l Riegu, monte arriba


En la cima de La Sierra es El Picu'l Val.le la Presanueva (1.023 m)


Seguimos avanzando por el barrizal o, más bien, esquivándolo por esta senda bien pisada que han ido formando los peregrinos al pasar, a la izquierda; "camino rezumante de aguas" dice de él Rafael Lorenzo, "entre árboles del país e intrincados recovecos"


Si bien no deseamos asfaltado u hormigonado, gran parte del trayecto desde El Pedregal a San Roque se convierte en un lodazal con las lluvias. Una posible solución, que hemos visto en algunos tramos, es la apertura de alguna 'sangradera', acequia a manera de canalillo que conduzca las aguas sobrantes hacia los campos y los riegue


El contraste al salir a los lugares más soleados es evidente, muy secos, a veces incluso polvorientos de lo pisado y 'molido' que está el firme


Otra preciosidad de paisaje, ahora hacia el este-suroeste, de la campiña de Zarracín, parroquia de Santolaya de Miño


Prados muy llanos que se extienden hacia las casas, donde vuelven a caer hacia el valle del Regueiru Vil.lar


Pequeñas arboledas en los caminos de la aldea y de los prados, también en los límites de las fincas


La Sierra Bixega con sus eólicos va quedándonos cada vez más atrás, pero va a seguir siendo una referencia visual cada vez que miremos al este, a lo largo de nuestro recorrido caminero por el Concechón


Casas de Zarracín, asomando sobre sus tejados en la distancia algunas de El Cruceru-La Tiera, bajo la loma de La Sierra la Curiscada


El valle del río o Regueiru Ferroiro, prado abajo ahora a nuestra derecha; pronto bajaremos a él para subir a San Roque por Las Rondas


Castaños y carbayos se reconocen bien al instante por la forma de sus hojas. Este itinerario es estupendo de caminar pero cierto es que al llegar aquí hay ganas de llegar a la villa, que no vemos aún pese a su cercanía, dado que está al otro lado de los bosques y cuesta abajo, a partir de San Roque


Aquí, aunque volvemos a la sombra de los árboles el Camino también está bastante seco... al menos en verano, y en él "festonean viejos robles enraizados bajo algunas losas de piedra que hacen pensar en los restos de una antigua calzada romana, prueba palpable de que también fue el paso del auténtico peregrinaje compostelano de los primeros tiempos", escribe también Rafael Lorenzo en Tineo en la senda compostelana


En las actas y estudios del V Congreso Virtual sobre Historia de las vías de comunicación, celebrado el 15 al 30 de Septiembre de 2017, el historiador Javier F. Granda nos ofrece un interesante estudio de este y otros caminos tinetense basándose en la ruta por la que intentó fugarse el autor del crimen de Fontanos, del que tanto hablamos yendo de Porciles a Bodenaya y La Espina, la cual había quedado bien reflejada en la documentación del juicio. Este es su resumen-preámbulo:
"Se estudian algunos aspectos referentes al Camino Primitivo (tramo asturiano, Salas-Allande), en lo concerniente al «Crimen de Fontanos» basado en el Pleito contra Agustín San Martín Cuervo, natural de Gegunde, parroquia de Santa María de Villabol, reino de Galicia, por haber dado muerte violenta con un hacha, del 24 al 26 de julio de 1814, a Matías Fernández, su mujer y a una sobrina de ésta, en la venta de Fontanos, situada en las inmediaciones de La Espina, concejo de Salas (Asturias), poniendo de relevancia la forma en que circula la información por estos caminos..."  

Dicho crimen se produjo en 1814, es decir, recién pasada la francesada y un lustro después de que hubiera pasado por aquí el mariscal Ney con sus tropas. La ruta del criminal sirvió para discernir, o confirmar, qué sendas eran las más empleadas por entonces, no mucho antes de la construcción de las primeras carreteras, entre Asturias y Galicia, pues era su idea escapar hacia su pueblo de origen, en el concello de A Fonsagrada:
"Lo que aquí se pone de manifiesto es la importancia de los caminos como espacios por los que circula la información, la palabra, llevada y traída por los individuos que los transitan, conformándose como lugares/vías de comunicación donde circula cualquier tipo de mensaje, noticia o idea, en los más diversos sentidos. Sirva aquí el motivo de un crimen para observar cómo a través del camino se conocen muchos detalles sobre los hechos y sobre la forma de propagarse la información en la época en la que éste tiene lugar"

Y el camino principal era este por el que caminamos nosotros ahora, el Camín Real de Galicia o Camín Francés, el que ahora llamamos Camino Primitivo:
"El Camino Primitivo se inicia en Oviedo y se introduce, siempre hacia el Oeste, en tierras de Salas por el Collado de El Fresno, tras dejar atrás San Juan de Villapañada (Grado). Entra en la capital del municipio por La Garibalda, pasando más tarde al lado de la Capilla de San Roque. El antiguo camino ascendía de Salas a Poles, llegando a la venta de Fontanos para, desde allí, cruzar a Porciles y La Espina y continuar hacia Tineo, pero el trazado fue desplazado hacia el Llanón, hacia el otro lado de la sierra, en ascensión al puerto de La Espina, lugar por donde es practicable hoy día. Desde aquí, el camino se abre paso en el concejo de Tineo por La Pereda y El Pedregal, siguiendo el itinerario oficialmente establecido, coincidiendo con el denominado Camino Real, antigua vía de comunicación de primer orden".

Y es que, de la misma manera que la rapidez del mariscal Ney parece haber hecho imposible que siquiera circulase la noticia de la irrupción de su ejército, la relativa 'lentitud' del asesino de los venteros de Fontanos hizo que sí circulase la noticia de su crimen...
"El día 26 de julio de 1814, a las seis y media de la tarde, la Justicia del Concejo de Salas recibe la noticia de la muerte trágica y violenta de los venteros de la casa-venta de Fontanos, ubicada en el Camino Real que comunica las poblaciones de Salas y La Espina. El lugar de Fontanos es un enclave apartado situado en la ladera meridional de la Sierra de Bodenaya, a unos 700 m. de altitud. Dos vecinos de las cercanías del lugar acuden a la villa de Salas, capital de su concejo, para poner en conocimiento de la Justicia que “en la Venta de Fontanos habían observado se hallaban cadáveres muertos con sangre”… 

La venta de Fontanos se hallaba vinculada al camino y su función como cualquier otra venta sería la de servir de hospedaje a los viajeros (...)

Pero, siguiendo con lo contenido en el Pleito, y con las oportunas pesquisas iniciadas por la Justicia local, habida cuenta de la información que llega a Salas, se ordenan de inmediato requisitorios a las Justicias del occidente asturiano y Galicia, ya que, al ser visto el sospechoso en las inmediaciones de Tineo,
... se presume huye hacia Galicia por el camino que va de Tineo a Allande, Grandas de Salime y la actual Fonsagrada, que no es otro que el Camino Primitivo de Santiago. Por tanto, hacia Cangas, Burón, Tineo y Allande, pero también hacia Lavio, Luarca, Navia, Franco, Castropol, Ribadeo y Reino de Galicia, se enviará el requisitorio de la Justicia de Salas"

Así, de ser visto en la villa de Tineo/Tinéu corre la noticia de que sin duda irá a Galicia y lo hará no por La Puela/Pola de Allande sino por la que ahora llamamos Ruta de los Hospitales, siguiendo las sierras y puertos de Fonfaraón, La Marta, La Freita y El Palo, más directa: allí será interceptado:
"Al poco tiempo el sospechoso es aprehendido y, tras su encarcelamiento en Salas, el Juez pasa a tomarle declaración, relatándose en ella una serie de datos que tienen relación directa con el Camino Primitivo, que sirven para conocer diversas realidades y la prontitud con la que circulan las noticias a través del mismo. Así se narran en el sumario los detalles de cuanto acontece.
(…) Que hace dos o tres días al pasar por los Hospitales de Fonfaraon en donde se celebraba una Romería o festividad de la Magdalena, estando sentado descansando se le agregó el sujeto o paisano que fue conducido a esta Villa arrestado con el que depone en que tuvieron sus conversaciones preguntándose que de donde eran, y adonde caminaban habiendo antes el declarante oído allí misa y como entre los dos deliberasen en tomar algún alimento esperaron se desahogase de gentes la venta; y cuando les pareció entraron, pidieron pan y vino, los socorrieron de limosna con caldo y carne, y después de haber pagado el pan, y dos cuartillos de vino entre tanto pasó un mozo con una yegua del ramal girando por el mismo camino que tomaron el deponente y el otro hombre que está en la cárcel, y como los de la fiesta conceptuasen o hiciesen mal juicio del que llevaba la yegua le persiguieron una porción de hombres con palos, pasando delante del que dice, y de su socio sin hacer caso de ellos; y como fuesen cerca del que llevaba la yegua y éste la soltase, y echarse a correr dieron la vuelta con ella; y al encontrarse con el deponente y el que le acompañaba, principiaron a tratarlos de ladrones compañeros del que se había escapado darles de golpes, palos y con una escopeta que llevaba el exponente habiendo rompido su caja y llave en el otro y a no meterse por medio un tal Ignacio de la Pola, o de hacia contra Navia, le hubieran acabado de quitar la vida, lo que visto por el que dice se pudo apartar y ocultar en un arroyo de ínterin se sosegaron y aquietaron los enfurecidos que les perseguían y al cabo de un rato que no llegó a una hora volvió el que depone a la misma Venta de los Hospitales donde ya tenían arrestado al compañero y por haber expresado un Cura gordo que se hallaba allí de hacía Tineo, que también asegurasen al declarante respecto las voces que se corrían de las muertes acaecidas en este concejo de Salas, se efectúa su arresto por el Juez de aquel partido, y después de haber tomado declaración al compañero y estándola tomando al que depone y reconociendo las ropas que llevaba en el costal y mas efectos fue cuando el mismo compañero expresó que aquellas ropas según sus señas eran las mismas del que había sido retenido en el Pedregal, y por lo mismo aquella Justicia le remitió a esta de Salas.

Preguntado a donde estuvo, y en qué se ocupó el sábado por el día su noche el domingo y lunes siguiente día de Santiago veinticinco del que rige, Responde haber estado en la Venta de Fontanos de este Concejo ayudando a los venteros a las labores del campo y recolección de yerba. Y al amanecer de la misma noche descubriéndose ya los crepúsculos o rayos del día dio muerte a los dos dueños de la Venta, llamados Matias y Margarita su mujer, y a una sobrina suya llamada Rufina, con una [h]acha, sin haber sido inducido, aconsejado, ni acompañado de nadie solo por su idea, habiendo subido por la ventana al cuarto donde dormían y bebido vino del pellejo que ahí tenían le tomó el sueño, y después que despertó creyendo que al tiempo de salir por la ventana le mataría el Matias con la carabina que tenia cargada junto a si aunque no estaba cierto si la tenia o no cargada en aquel entonces como siempre la tenia de prevención se le asentó así en su imaginación y como estaba acostumbrado el declarante a saber donde se ponían las aravias o preseas del campo, cogió dicha [h]acha que habiéndosele puesto de manifiesto como cuerpo de delito reconoció ser la misma con la que dio el primer [h]achazo al Matías, difunto estando durmiendo con el que sin haber dado voces ni moverse quedó muerto, y enseguida dio a su mujer Margarita, la que se quiso incorporar dando voces, y siguió dándoles [h]achazos a modo que la niña se atravesó por encima de los tíos abrazando a la Margarita por lo que sin intención por aquel entonces de matarla ni herirla le tocó la desgracia de modo que no había formado intención de matar a la tal niña; y si dio muchos [h]achazos a la Margarita fue porque a los primeros no murió. Le parece estaban en cueros, y después recogió las ropas de que usaba en los días festivos el difunto Matías Fernández con varias monedas como unos cincuenta reales; la escopeta, frasco de pólvora, navaja barbera, una cajita de madera, una porción de botones de varias clases, la faltriquera de la difunta Margarita, una especie de cruz sobre dorada, con su [ilegible] negro, un dedal dorado, un costal con un cobertor y una sabana, y segundo las varas que le habían servido para subir por la ventana, y esta cerrada arrimada y a ella misma por el lado de afuera, se salió con los efectos dichos por la puerta del cuarto habiéndose cerrado de llave y tirado esta encima del tejado y lo mismo la de la cocina, después de haber sacado un pan del horno, que metió en el costal de la ropa, y como ya era día claro se metió por la posesión de la Venta abajo en un reguero intransitable y junto a unas peñas agudas se quedo dormido y a eso del mediodía despertó con mucho miedo figurándosele ver una visión con mucho estruendo y ruido de modo que le parecía que todas las peñas que hay allí muchas se venían abajo, por lo que, y de miedo se puso a rezar el rosario, y hasta la anochecer de aquel día que era el domingo se mantuvo allí, y después tomó el camino de Bodenaya, Espina y La Pereda en donde le apretó el sueño, y antes del amanecer del lunes siguiente le halló allí un hombre del Pedregal, y dio parte al vecino más inmediato, y entre los dos le registraron, y reconocieron todo su equipaje y enseguida dieron parte al montero del Pedregal para que le arrestase, y habiéndose presentado con otros hombres, y después uno de la misma Pereda, habiendo tenido varias conversaciones, este ultimo les dijo no le detuvieran que era mal hecho detener los pasajeros, que el también andaba por el mundo y que si le retenían que no había Orden para ello, daría parte a la Justicia a que le dijo el montero, Manulo ves hacer algo si tienes que hacer que aquí no te llaman para esto, si quieres ir atado por el a Tineo ves a que contestó era hombre para ello; Yo soy tanto hombre como tu que aunque eres montero no tienes facultad para prender, y con estas conversaciones habiéndose vuelto todo barullo el declarante hizo unas sopas para almorzar, pidió seis reales de vino, dio de beber a todos los que por allí había menos al tal Manulo, por haberse acabado cuando el llegó, y después siguió su camino retirándose de día de los tránsitos o caminos, y de noche hasta haber pasado de Tineo, que caminó de día hasta llegar a dichos Hospitales, durmiendo en las posadas que buscaba y comiendo en las tabernas, dirigiéndose a su tierra aunque con pasos trémulos porque le parecía apenas podía moverse de modo que en echándose se dormía y aunque despertase apenas podía levantarse. Preguntado como asevera no haber sacado de la venta más que unos cincuenta reales cuando estos y algo más son los que entregaron los conductores, Responde que sobre corta diferencia los mismos cincuenta y cinco reales poco más o menos, serían los que recogió en el cuarto de los muertos, pues aunque hizo algún gasto fue corto y además por siete reales había dejado la montera en la taberna de Gera que recogió ahora al pasar para esta Villa, y la trae puesta con la chamarra, chaleco, calzón y medias del muerto Mathias, y la cruz la dejó en una taberna, que no sabe como llaman el lugar mucho más allá de Tineo, por un cuartillo de vino. (…)"

Es una buena muestra de cómo, en una época en la que aún no había telégrafos ni otros sistemas de comunicación inmediata y a distancia, las noticias extremadamente graves corrían de boca en boca por estos mismos caminos, los cuales aparecen también en el documento en el que aparece el curador (especie de asistente en las declaraciones del reo y que cuida de sus derechos sin ser exactamente un abogado) del detenido. Sigue explicando Javier F. Granda: 
"El curador del reo, incide en uno de sus alegatos de la defensa haciendo mención a los itinerarios que su defendido ha declarado, permitiendo conocer, entre otros aspectos, cómo se guardan y vigilan los caminos en la zona y cómo circula la información a través de ellos: 
(...) Sigue después el camino de Bodenaya, la Espina y la Pereda, se sobrecoge aquí de sueño, y antes de amanecer el lunes veinte y cinco llega un hombre del Pedregal da parte al vecino más inmediato, por sospecha avisan al Montero, le registran, reconocen cuanto lleva, entran en disputa sobre su retención, y Agustín no entra en cuidado, no se aprovecha de sus discordias, ni marcha; y los convida. Sigue su camino con pasos trémulos pues le parecía que apenas podía moverse. El veinte seis o veinte y siete pasa por los Hospitales de Fanfaraon a una Romería, o festividad de la Magdalena; y después de haber oído misa, se sentó con otro en conversación y tomaron alimento; le dieron de limosna caldo, y carne; se pusieron a beber dos cuartillos; pasa en el entretanto un mozo con una yegua del ramal; hacen juicio los concurrentes de que el que la llevaba era un ladrón, corrieron tras él, la soltó, y luego comenzaron llamar a Agustín, y su compañero ladrones de compañeros de ladrones, les dan golpes, y palos; rompen la escopeta a aquél, debiendo él salvar la vida a cuenta de Pola. Ocultase San Martino en un arroyo ¿y qué ha hecho este infeliz después? No huye como haría el más topo y menos advertido, vuelve a la venta en donde estaba arrestado su compañero, y se entrega a la Justicia que teniendo ya noticias por un Cura de las muertes de la de Fontanos, y señas de las ropas, le aseguran y a [ilegible] luego llega la requisitoria de Salas".

Los caminos eran además los lugares en los que se exponía a los reos para escarnio público, tanto en vida como sus restos si habían sido ejecutados. En este caso y dadas las horrendas características del crimen, descuartizados y repartidos por varios lugares:
"Otra cuestión relacionada con la importancia de los caminos y las vías de comunicación, es la que deriva del lugar donde se exhiben las muestras de la Justicia, ya que, en lo que se refiere a la Sentencia que luego será cumplida: 
(…) por lo que de ella resulta contra dicho Agustín Sanmartino, le debemos de condenar y condenamos a que de la Cárcel y prisión en que se halla sea sacado, con pregonero delante, que publique sus delitos, y que en un serón de esparto se le arrastre conducido de dos caballerías por las calles públicas y acostumbradas de esta Ciudad hasta llegar a la Plaza mayor, en la cuál de la Horca que estará puesta, el ejecutor de la Justicia le suspenda hasta que naturalmente muera: que ejecutado se le descuartice poniendo su cabeza al frente de la venta de Fontanos y sus cuartos en los caminos de las entradas públicas de esta dicha Ciudad fijados en sus respectivos palos, sin que persona alguna sea osada a quitarlos sin nuestra licencia pena de muerte, y así mismo le condenamos en todas las costas. (…)
La ejecución fue llevada a cabo por el verdugo cumpliendo la sentencia de horca impuesta a Agustín Sanmartino, así como su descuartizamiento, puestos sus cuartos en los cuatro caminos principales que llegan a la ciudad de Oviedo, y la cabeza al frente de la venta de Fontanos donde cometió el crimen. El verdugo solicitó el pago de lo que dijo corresponderle, entre otros por el día empleado en la fijación de la cabeza en el lugar indicado y por el desplazamiento al lugar del crimen (por el camino de ida y vuelta entre la ciudad de Oviedo y la venta de Fontanos, en Salas). La cabeza puesta en una pica, en las inmediaciones del camino, servía de ejemplo para todos aquellos que transitaran por el lugar".

En el apartado Fuentes que describen los parajes donde es apresado el criminal con mención a su relevancia en el itinerario jacobeo, Javier F. Granda incide en el trazado de aquellos antiguos caminos prontos ya a ser relevados por las carreteras:
"En la destacada obra “Las peregrinaciones a Santiago de Compostela”, de Luis Vázquez de Parga, José Mª. Lacarra y Juan Uría Ríu, se refiere la “dualidad de itinerarios desde La Espina” en la ruta jacobea, expresando así la cuestión de la bifurcación de caminos que se originan en este lugar: 
A partir de La Espina, existían dos itinerarios diferentes para llegar a Santiago. Uno continuaba a Tineo, Allande y Salime, para salir a la Puebla de Burón y Lugo; el otro iba a ganar las proximidades de la costa por el valle que forman los ríos Ore y Canero, para llegar a la localidad que lleva también este último nombre, y en donde enlaza con el camino que venía de Pravia, por Cudillero y Soto de Luiña. 

Cualquiera de estos itinerarios resulta penoso y accidentado; aunque, al llegar a Canero, los que iban por la costa a Luarca, Navia y Ribadeo, podían caminar en el trayecto que une estas tres villas con más facilidades que los que remontaban las montañas de Allande y Grandas de Salime. Sin embargo, los itinerarios escritos por los peregrinos no mencionan este último camino (…) 

(…) Un problema de cronología se plantea al intentar la averiguación de la antigüedad de cada uno de estos itinerarios. No es fácil su solución; pero si tenemos en cuenta que las villas de Salas y Tineo tuvieron vida antes que las de Cudillero y Luarca, y que el monasterio de Cornellana no tuvo par en cuanto a riqueza y poderío, ni era comparable por ello con los que existían desde Pravia a Ribadeo cerca de la costa—muy pocos y de corta vida—, nos inclinaremos a considerar como camino más antiguo de los frecuentados por los peregrinos para ir de Oviedo a Santiago el que desde Grado sube al Fresno y continúa a Cornellana, Salas y La Espina. (…)"

La Sierra, con El Picu'l Val.le y El Picu Chamazal, ahora a nuestras espaldas; proseguimos con el relato de Javier F. Granda de estos trazados camineros, basándose ahora en dicho libro Las peregrinaciones a Santiago de Compostela de Luis Vázquez de PargaJosé María Lacarra y Juan Uría Ríu:
"Más adelante se describe el tramo entre Tineo y Santiago de Compostela por Lugo, del que se puede contrastar la información que se viene poniendo de relevancia en lo que se refiere al tramo entre Tineo y Allande, lugar donde es apresado el sospechoso del crimen: 
Cúmplenos ahora describir este accidentado itinerario, del que nada escribieron los peregrinos. 

Desde La Espina a Tineo no hay por qué suponer que siguiesen otro camino que el indicado por los accidentes del terreno, por La Pereda—nombre expresivo de calzada—y el Pedregal, continuando a Santa Eulalia, unos cinco kilómetros distante de la villa. 

Asienta Tineo en el borde meridional de las tierras que con la meseta de La Espina forman cierta unidad, y en un punto que es y habrá sido en otro tiempo nudo de las comunicaciones de todas las comarcas del occidente de Asturias por el interior. (…
(…) El camino más directo desde Tineo no tenía por qué ir a Obona. Continuaba de Santullano a Gera, pasando luego el río del mismo nombre, y por la izquierda del Mirallo, ascendiendo hasta el alto de Tamallanes, seguía al Campo del Río, descendiendo luego en pendiente para llegar a la Pola de Allande. Pero desde Obona a Allande había otro; iba por términos de Vega Rey, Espín, Pereda y Borres—con hospital de peregrinos—, y por San Blisme, Las Horteras y Colinas, y desde aquí ascendía para atravesar la sierra de Fonfaraón, donde existían dos hospitales que prestaban un gran servicio a los caminantes en aquel despoblado. Sólo conservamos la simple referencia de que existían, y uno de ellos todavía se hallaba atendido hace unos treinta y tantos años por una mujer que mediante el exiguo jornal de una peseta daba abrigo a los caminantes en una reducida estancia donde sólo había un hogar con poyos alrededor. En Pola de Allande — pequeña villa— había nada menos que tres hospitales, y desde allí se ascendía siguiendo el valle por donde corre un pequeño río con rumbo Noroeste desde el pueblo, inclinándose luego hacia el Sudoeste para llegar a Montefurado, donde había otro hospital, como también los había en los lugares de Lago y Berducedo, que a continuación recorrían los peregrinos. (…)"

Sobre la Sierra de Fonfaraón, que pronto veremos, los autores de Las peregrinaciones a Santiago de Compostela exponen estos datos que pueden ser de especial interés para los peregrinos que decidan seguir por dicha ruta, o para todos los ávidos de conocer la historia e idiosincrasia de este Camino Primitivo en una de sus etapas más emblemáticas, la citada Ruta de los Hospitales, de la que escribe otro historiador, Luis Antonio Alías, en El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios:
"La Sierra de Fonfaraón, que introduce sus brazos desde Allande entre el río allandés La Pola y el tinetense Bárcena, con los trucheros ríos Villaverde, Fontalba y Gera tallando barrancos, coloca su alto y largo cuerpo verde sobre el camino. La Paradiella, abierta campera hacia infinitos, todavía contaba con ermita hace siglo y medio y, posiblemente, algunas de sus piedras estén entre los restos de las cabañas existentes. El Camino, cierto y sobrevivido en amplios tramos, rodea la cumbre del monte Hospital, entre el Cimero y el Aguila, que recibió su nombre de las cercanas casas de acogida. Primero aparecía la de Fonfaraón, auxiliadora aún durante todo el pasado siglo y luego, tras una loma, la de Valparaíso, también en uso durante el siglo XIX –permanecen algunos restos de la capilla que tuvo, la de La Magdalena, clausurada en 1819, conservando los descendientes de los últimos hospitaleros, en La Reigada, la imagen de la Santa Mujer. Las dos ejercían de faro contra la «escabrosidad y excesivas nieves» del sitio y su proximidad hizo que varios vecinos solicitaran, el 26 de mayo de 1847, dadas las limitadas posibilidades de prestar ayuda cuando el invierno arreciaba, el cierre de los dos y la construcción de una nueva y mejor alberguería sobre el páramo del Palo. El ayuntamiento estimó mejor cerrar el de Valparaíso y destinar las rentas a mejorar el más elevado y estratégico de Fonfaraón. Pero la historia se aceleraría durante la segunda mitad del XIX y las pocas instituciones hospitalarias aún abiertas se encontraban tocadas de muerte. 

Estos hospitales eran dueños de extensas propiedades y buenas rentas que los aposenteros, por dar a los peregrinos agua, sal, lumbre, una manta y un sitio donde pasar la noche –más de una si estaban enfermos– disfrutaban".

Javier F. Granda plantea así la importancia que tuvo este camino en tiempos pasados, hasta que las carreteras lo fueron relegando a vía pecuaria, llegando incluso a estar bien vigilado por los vecinos. También resalta cómo todo este tipo de documentos sirven para saber de su trazado, situación y circunstancias:
"A través de este Pleito Criminal se pone de manifiesto el uso del denominado Camino Primitivo a Santiago de Compostela como vía habitual en el occidente asturiano, partiendo de los concejos de Salas, Tineo y Allande, para desde aquí, pasando por Grandas de Salime, introducirse en tierras de Galicia, por Lugo, y continuar hacia Santiago de Compostela. Esta vía de peregrinación, bien referida en las fuentes, coincide con el camino que Agustín San Martín emprende en su huida hacia las tierras gallegas, de donde era natural.

Además de la coincidencia del itinerario seguido por Agustín San Martín con la ruta jacobea, en su errática y mal programada huida hacia occidente, por ser un territorio que sin duda pudo conocer mejor, se puede atender a la forma en que las noticias progresan hasta el momento en que el sospechoso es apresado. No todas las referencias tienen que ver directamente con el crimen, pero provocan, a medida que la información se propaga por los mismos caminos que recorre el sospechoso, que éste pueda ser detenido y puesto a disposición de la Justicia.

Se observa también, aunque la referencia sea escueta, la prevención que las gentes demuestran tener sobre los caminos que cruzaban los asentamientos, pueblos y aldeas, ya que, al pasar un sospechoso por aquellos de Tineo, enseguida es tomado en cuenta y se le da el alto por parte de la vecindad y puesto en conocimiento del Montero, allí el único con cierta autoridad sobre el resto. Sometido el que luego sería el principal sospechoso a un interrogatorio  que nos indica el control y vigilancia de ordinario por las gentes que viven en los márgenes del camino, se le deja continuar por carecer de autoridad efectiva para retenerlo. La enumeración de tabernas como referencia en el trayecto seguido también es un dato interesante que refiere la actividad económica asociada a esta vía de comunicación. 

El camino es un lugar sobre el que se mantiene una vigilancia ya que por él discurre o transitan aquellos que se desplazan con uno u otro fin. El criminal no se abrió paso por lugares intransitables en su huida, lo hizo por el lugar donde transita el común de las gentes, no obstante, se apartó de la vía durante el día para no levantar sospechas. Más tarde, por una refriega casual que nada tiene que ver con el crimen, será apresado en los Hospitales de Fonfaraón (Allande) sin que pudiera llegar más lejos en su huida.

Se observa entonces que las voces, las noticias, la información, transita por los caminos a la velocidad de los pasos y destinos de los caminantes, y es en ese movimiento de personas y noticias cuando tiene lugar el hecho fortuito que permite la captura de un criminal.

Sirven los caminos también como lugares donde se constata la eficacia de la Justicia, por ser en ellos donde se colocan los restos de un reo descuartizado, buscando la vertiente ejemplarizante de las penas. El castigo tiene una naturaleza represiva y preventiva, como elemento socializante y ejemplarizante pero también como disuasorio. Cuando se hace Justicia públicamente se escoge un lugar visible y así el camino donde se coloca la cabeza de un hombre frente al lugar donde cometió el crimen, simboliza la acción de la Justicia, las pruebas de su eficacia, lo que serviría, además, para contener el crimen. 

Hay que pensar en aquellos que transitan por los caminos donde se encuentran estos restos humanos troceados, cabezas puestas sobre picas, etc., ya que llevarían en múltiples direcciones la información sobre lo allí observado, las imágenes que esas escenas provocan en el caminante, que serán narradas en lugares cercanos, tanto como en los lejanos, siendo los caminos las vías de propagación de esos testimonios. Testimonios que provocarán a su vez temor entre aquellos que reciben la información, pero servirían para tomar conciencia del alcance de la Justicia, a la vez que se aprende con el ejemplo que puede pregonarse en lugares tan lejanos como desconocidos, pero que se acercan por el continuo de la información que se traslada. 

Las fuentes para el estudio de los caminos históricos pueden verse enriquecidas con documentos tan diversos como el que aquí se refiere, tanto por la descripción de itinerarios y lugares, como por la forma de circular la información en ellos".

Si bien en un viaje no por el Camino sino por la carretera, el escritor José Ignacio Gracia Noriega nos descubre estos antiguos trazados y bifurcaciones en Tierras de Tineo, artículo para La Nueva España del 1-8-2010 y de que compartimos lo siguiente, pues nos informa de lo que hemos dejado atrás y de lo que nos encontraremos enseguida:
"En La Espina se bifurca el camino: a la derecha desciende hacia Canero y de frente se adentra en tierras de Tineo, cuyo concejo empieza poco después. La primera aldea, La Pereda, ofrece amplitud de horizontes; la siguiente es La Millariega, y casi inmediata El Pedregal, con iglesia de pórtico de piedra de tres arcos, nave única y retablo barroco en el que coexisten monstruos atlantes con santos cristianos: San Bartolomé, Santa Ana y San Francisco, tan arraigado en Tineo. Uría encuentra indicios del camino en los topónimos La Pereda, indicio de calzada, y El Pedregal, que indica una calzada de piedras. La carretera desciende en Las Pontigas hasta El Crucero, y de allí a la gran villa de Tineo, que desde la carretera se ve a media ladera de la sierra de su nombre, dominando un valle amplio y abierto que cierran en la lejanía las cumbres azuladas de la cordillera Cantábrica. Es población grande y de importancia histórica, con modernas barriadas de edificaciones de varios pisos que encierran el centro urbano de la plaza Mayor, de casas entre rústicas y de villa, con galerías acristaladas, y el ayuntamiento, casa pajar transformada para usos edilicios en la primera mitad del siglo XIX (la primera sesión se celebró en 1835). Se añaden los palacios y casonas de fachadas con piedras armadas y la iglesia parroquial, antiguo templo conventual de San Francisco del Monte, fundado por el propio San Francisco cuando pasó por estas tierras, peregrino hacia Santiago. Esta fundación es, seguramente, legendaria, pero en 1273 se documenta la existencia de un cenobio franciscano en esta localidad, que según anota Jovellanos en sus diarios, a finales del siglo XVIII se encontraba en completa decadencia. Luis Antonio Alias, Luis Montoto y Gaspar Meana apuntan su vinculación con la orden de los templarios y añaden que «la construcción románico-gótica del templo, siglos XIII-XV, sufrió toda serie de añadidos posteriores, del siglo XVIII, sobre todo, que desfiguren las líneas primitivas».

El convento franciscano se aprovechó para albergar la Audiencia y Juzgado de primera instancia a finales del siglo XIX, siendo rey don Alfonso XIII, la reina regente doña María Cristina y el ministro de Gracia y Justicia don Manuel Alonso Martínez. La Audiencia tuvo corta vida, de 1887 a 1893, pero los suficiente para que le dieran garrote vil a un criminal llamado Gancedo. Valentín Andrés Álvarez recuerda aquel hecho en sus memorias: «Una de las más profundas impresiones de mi infancia fue el paso de una muy triste y muy trágica comitiva que atravesó el pueblo (Grado) cuando yo tenía seis o siete años. La formaban muchos guardias civiles a caballo, que iban custodiando un carrito tirado por una mula que llevaba un hombre al que darían garrote, el día siguiente, en la próxima villa de Tineo, lugar en el que había cometido el crimen». Fue la última ejecución pública celebrada en España, y don Valentín constata que «aquella misma tarde salieron varios coches del pueblo para Tineo, porque en aquel tiempo una ejecución era, todavía, un espectáculo».

En el centro de la villa se encontraba también el hospital de Mater Christi, próximo a la casa de los Tineo y al convento de franciscanos, mencionado en 1274 y vinculado al Temple. Según Uría, «era un edificio de regulares proporcionales, al que daba acceso un soportal con cuatro columnas, en el que había una hornacina con imagen de Santa Ana -hoy trasladada a la iglesia- que habrán venerado los peregrinos. Su capilla era amplia, con alta nave y arcadas de cantería en el presbiterio. Nada queda de todo aquello». A partir del siglo XIV gozó de poderío económico y la bóveda tuvo pinturas; mas no sobrevivió a la invasión napoleónica y a la desamortización de Mendizábal. Se encontraron numerosas huesos humanos, de lo que se deduce que a la vez que alojamiento sirvió de cementerio de peregrinos.

«Asienta Tineo en el borde meridional de las tierras que son la meseta de La Espina forma cierta unidad, y en un punto que es y habrá sido en otro tiempo nudo de las comunicaciones de todas las comarcas del occidente de Asturias por el interior -escribe Uría- venía a ser como la capitalidad de la tenencia o condado que en el siglo XII se extendía desde las montañas que al Este limitan las cuencas del Pigüeña y del Narcea hasta el río Eo». Otro aspecto de Tineo anotan Alias, Montoto y Meana: «Capitulares son también los lacones, jamones, choscos, chorizos y demás productos chacineros que en estas tierras, de buena carne y tradicional matanza, se elaboran». De aquí son los compangos del pote del restaurante ovetense Casa Conrado, ensalzados por Saturnino. Los tinetenses, según otro tinetense trasplantado a la marina, Jesús Evaristo Casariego, siempre se distinguieron en el arte de dar de comer bien y honestamente a sus semejantes, destacando entre los profesionales del gremio, continua Casariego, el gran Conrado, con su nombre de dignatario del Sacro Imperio Romano Germánico".

Años atrás, el 23-8-1989 y en el mismo periódico, Gracia Noriega nos cuenta de las andanzas de un peregrino que hacía estos caminos entre Asturias y Galicia antes de su señalización y divulgación efectivas cara al famoso Xacobeo'93, en el artículo titulado Aniceto Casado camino de Santiago, publicado años antes que los 'nuevos peregrinos' pululasen por estos caminos 'olvidados' entonces reservados a los ganaderos de la zona para llevar y traer sus ganados a los pastos
"... le sorprende a uno encontrarse de golpe y porrazo en las páginas de los periódicos con alguien como Aniceto Casado, de 82 años, que viaja a pie en dirección a Santiago de Galicia movido por la fe. Por la fe, o por el aburrimiento, o por cualquier otra cuestión personal e intransferible. Pero lo cierto, en cualquier caso, es que Aniceto Casado no gana nada poniéndose en camino, sino todo lo contrario: gastos y «pucheros» de su mujer. A la santa esposa no le hace ninguna gracia que sea peregrino «más que nada», según él mismo confiesa, «por lo que gasto en peregrinaciones.». (...) 
(...)  Aniceto Casado es un español como hay que ser, que sale al Camino de Santiago como Don Quijote salió a los suyos de la Mancha. 
Yo conozco a muchas personas que se pasan el día caminando porque no tienen cosa mejor que hacer y porque creen que andar es bueno para la salud y, de este modo, le van a ganar la carrera a la muerte. Aniceto Casado es más desinteresado: a él, con ir a Santiago, le basta. Ya inició en una ocasión la peregrinación jacobea, pero hubo de abandonarla en Asturias por agotamiento. Ahora reemprende aquella romería interrumpida desde el punto en que la dejó. Viaja sólo porque sabe, como Henry David Thoureau, que quien va por su cuenta y solitario puede ponerse en camino en cualquier momento, mientras que quien lo hace acompañado ha de esperar a que el compañero esté dispuesto. 
Aniceto Casado lleva impedimenta y viático someros: veinticinco mil pesetas para gastos de viaje, una cruz con una hornacina en la que va colocado un Cristo, un paraguas, la concha (requisito imprescindible), y como tributo a los tiempos nuevos, tres tiras de papel reflectante rojo para que no le atropellen los desaprensivos automovilistas. En tiempos fue guardia municipal de Zamora y le entró la devoción a Santiago en medio de las batallas de la guerra civil, de las que salió sin daño. Sabe, por lo demás, que el paso por Asturias es imprescindible para cualquier romero jacobeo que se precie; cosa que ignoran las autoridades autonómicas circundantes y que no saben defender con la conveniente energía las propias. En la Edad Media se decía que quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado, pero no al Señor. Y en el «Poema del Cid» leemos estos versos que relacionan a Asturias con las peregrinaciones jacobeas:

Rey es de Castilla el Rey es de León,
e de las Asturias, bien a Salvador,
Fasta dentro en Santi Yaguo, de todo es Señor.

Aniceto Casado se propuso llegar a Santiago a pie. El Papa Wojtyla, en cambio, hizo a pie los cien metros finales del recorrido. Al final nos preguntamos quién de los dos anduvo más."


Bosques de Las Rondas que hacen boscoso al pequeño y estrecho valle del Ferroiro, al que inmediatamente bajaremos


El Camino se configura como un delicioso paseo bajo una hilera de carbayos antes de empezar a bajar


Al pasar esta preciosa carbayera hemos de estar atentos al cruce que viene ahora, pues no es muy difícil despistarse y continuar de frente


Y es que aquí, hay que ir a la derecha, donde el Camino empieza a bajar un poco


Y es que en este lugar el que parece el camino más trillado sigue de frente y, entre eso y que aparentemente no se ningún mojón, de frente parece que hay que ir, pero NO: en este cruce hemos de tomar el desvío A LA DERECHA


Una flecha amarilla pintada en el poste de hormigón de la alambrada de cierre de una finca marca el rumbo a seguir, pero si nos despistamos es fácil no verla


Es ahora cuando empezamos a bajar al tan referido valle del río Ferroiro, topónimo que hace referencia a la existencia de vetas o roca ferruginosas, o acaso también a ferreiros 


Y es que, cuando los viejos caminos cayeron en desuso, solían ser considerados cantera pública, como las viejas murallas e incluso muchos castillos, castros dólmenes, etc., empleándose sus en todo tipo de construcciones o, sin son calizas, incluso cocidas para hacer cal, empleada como abono y también en la construcción


Esta es la razón por la que se conserven tan pocos tramos de los antiguos empedrados en la mayor parte de los caminos, salvo escasas excepciones


Como en casi todo el trayecto desde La Espina, una alta sebe o seto natural a cada lado separa el Camino de las fincas. La de la izquierda llega al río y, al otro lado, empieza el bosque, donde acometeremos la 'penúltima' subida a San Roque


El mismo prado con la hierba alta, justo antes de empezar la siega, ya bien tostada y curada al sol...


Allí abajo vemos la veiga de La Fonte los Rozos, donde la hierba está más verde


Y ahí tenemos de nuevo El Picu las Eras con las praderías del entorno de San Roque y a lo lejos Penamanteiga


Seguimos bajando entre bastantes piedras sueltas; acaso algunas fuesen del viejo empedrado, otras más bien sea material de relleno que se echa sobre el Camino en las zonas de más barro


Pasamos junto a otra entrada al prado, cerrada al ganado por unos cordeles, y nos adentramos en las primeras umbrías del bosque


Dada la cantidad de piedra suelta y menuda que puede haber miremos atentamente dónde ponemos el pie para pisar en suelo firme y evitar tropezones o resbalones


Se forma así uno de esos maravillosos túneles vegetales que tanto nos gustan, llenos de naturaleza y frescor


Repetimos, fijémonos bien en la abundancia por el suelo de morrillos sueltos y pequeños por doquier


Curva a la derecha, perdemos altura bastante rápidamente en esta bajada directa


Pero prontamente llegaremos abajo, cuando el Camino, que se estrecha un poco pero para caminar hay espacio de sobra, parece que tiende a llanear


La vegetación ribereña es muy tupida en esta zona cercana al arroyo que, si bien es de escasa agua normalmente, con las lluvias puede formar un caudal lo suficientemente importante que, acompañado de la fuerza que le da esta pendiente, puede ser un inconveniente para vadear


Aquí pasamos encima del Regueiru Ferroiro, pero es muy posible que no nos demos ni cuenta, sobre todo en verano, oculto por dicha vegetación que puebla sus orillas


En esta foto más otoñal, en la que baja casi seco, vemos su curso: aquí se ha colocado una tubería para que pase por debajo y no afecte al Camino


Y ahora, nada más bajar, toca volver a subir otro tanto por los frondosos bosques de Las Rondas, cerca del Camín de los Rozos


El suelo es bastante arcilloso y la profunda caja caminera parece revelar la antigüedad del Camino


Pared vertical de piedra y roca a nuestra izquierda, cubierta de musgo y de algunas hiedras y pequeños helechos


En las veredas se amontona la hojarasca que, al pudrir y descomponerse, forma más barrizal


Un poco más arriba y a la derecha, una construcción circular parece formar parte de alguna captación de acuíferos


El Camino va ensanchándose según continúa la subida a la sombra siempre del arbolado


Todo lo que hemos bajado y puede que algo más va a tocar subirlo ahora por esta cuesta que asciende sin parar, muy recta


Multitud de troncos estrechos, verticales y alargados, forman una intrincada barrera vegetal junto con plantas silvestres y arbustos, como un bosque de lanzas erguidas hacia el cielo


También aquí y a falta de otros lugares hay algunas flechas amarillas pintadas en algunos de dichos troncos...


Como tantas veces ocurre, parece que los últimos metros antes de llegar a una población que va a ser parada para muchos, para buena parte incluso parada y fonda, se estiran grandemente, sobre todo si se da el caso, como aquí pasa, que no la ves hasta que estás, literalmente, encima de ella, pues encima de ella pasaremos de San Roque al Paseo de los Frailes


La luz del sol y el aumento de claridad son señales que nos acercamos a campos abiertos y ya al final de la subida


Maravilloso filtro verde de las hojas en la luminosidad de la enramada. Seguimos fijándonos en todos los detalles que nos rodean a cada paso que damos... 


También los troncos se cubren de musgo y de la trepadora hiedra, unos muy lisos...


Y otros, más rugosos; también algunas veces las raíces de estos árboles venerables quedan a la vista


La cuesta se va haciendo menos acusada y empezamos a volver a ver algún seto de cierre de fincas y prados. "El Camino Primitivo es una ruta de esfuerzo, ampliamente recompensada por la belleza de sus paisajes, de sus gentes y de su cultura", leemos en la web del Ayuntamiento de Tineo en su apartado de Turismo


Otra flecha amarilla, esta vez en el tronco de un castaño...


Un par de zancadas más y ya empezamos a llanear por esta pista, entre matas de helechos


A nuestra izquierda, la bajada al boscoso valle del Regueiru Pedroiro y, a lo lejos, de nuevo La Sierra Bixega


Incluso en el contraluz de una soleada mañana pueden distinguirse perfectamente bien los altísimos aerogeneradores de su inmenso parque eólico


Ya en llano, avanzamos entre los referidos matorrales de helechales ansiando llegar ya a San Roque y a la capital tinetense


Aquellos árboles que vemos más allá de los fardos de hierba empacada con plásticos negros son los situados en el mismo campo de la capilla, a unos cuatrocientos metros de aquí aproximadamente, "uno de los más populares San Roques de Asturias, piedra del Camino jacobeo y símbolo de la personalidad, las creencias y las tradiciones tinetenses", escribe Luis Antonio Alías en otra de sus obras, Asturias y el Camino de Santiago


Añade Alías que "El día de la romería -16 de agosto- todos los tinetenses comen, bailan y confraternizan en el prau circundante. No deja de perderse alguna liga o equivalente, para que la canción "En el campo de San Roque /yo perdí una liga verde. /¡Ay del campo de San Roque /donde las ligas se pierden!" mantenga actualidad". Mientras, Rafael Lorenzo también le pone hondo sentimiento a su descripción del lugar:
"El lugar de San Roque, hoy por hoy, es el paraje más significativo al menos de la villa de Tineo. El ser centro festivo el día del patrono del lugar. San Roque, el 16 de agosto, y el ser sitio donde se han instalado los centros deportivos más importantes del concejo (polideportivo municipal, piscinas, bolera de bolos de Tineo, canchas de tiro, etc...) lo convierten en el centro de atención de todo el verano tinetense, admirado por vecinos y visitantes"

San Roque, su carbayera y su campo de romerías ya están justo ante nosotros y después, al otro lado, bajaremos a la población por el también recitado Paseo de los Frailes, entre más robles y hayas


El Camino seguirá en llano hasta llegar a Cá Salustio, donde hará un poco de bajada antes de subir a San Roque, pero será una pequeña cuesta, asfaltada, ya prácticamente entrando en el casco urbano. El Paseo de los Frailes va todo cuesta abajo hasta el casco histórico y centro urbano 


Prados abajo a nuestra izquierda, El Cruceru es el núcleo de población más grande de la parroquia de Santolaya, "conocido por sus establecimientos de excelente gastronomía y que fue creciendo a lo largo del siglo XX, por ser cruce de carreteras y entronque con Tineo y la vía principal hacia el centro de la región". De uno de ellos, Casa Emburria, hablamos anteriormente, ahora le toca el turno a Casa Lula, especialmente interesante para los peregrinos porque, si bien relativamente apartada del Camino, tiene hotel. En marzo de 2025, con motivo de su centenario, Demelsa Álvarez publica en La Nueva España el reportaje pertinente, relatando su historia:
"Un siglo dando comidas en El Crucero (Tineo) cumple este año el restaurante Casa Lula, convertido en un referente de la gastronomía tradicional del Occidente. Los cien años de la apertura de las puertas del establecimiento se cumplieron ya en enero y a finales de este mes, el día 29, se organizó el primer evento de los que tienen proyectados para celebrar la efeméride. Fue una fiesta popular para disfrutar con sus clientes, que en muchos casos han llegado a ser mucho más y se consideran parte de la familia de Casa Lula. 
"Hay familias en las que aquí se casaron los abuelos, los padres, los hijos, hicieron bautizos, comuniones, bodas de oro… Lo que es toda una vida y me gustaría que esa gente que siempre celebró con nosotros, que siempre eligió Casa Lula, festeje también con nosotros nuestros cien años", detalla Blanca Menéndez, la cuarta generación de la familia al frente del negocio, que asegura el relevo generacional y su continuidad. No obstante, con ella aún están en primera línea en los fogones su madre, Mayte Álvarez, y su padre Álvaro Menéndez sigue colaborando con la realización de gestiones diarias. 
Fueron los bisabuelos de Blanca Menéndez los que dieron los primeros pasos del negocio en enero de 1925. Alvarín había emigrado a Cuba y contaba con dinero ahorrado para emprender. Lo hizo junto a su mujer Manuela, a la que llamaban Lula, de ahí el nombre del restaurante, que también tiene hotel. 
A finales de ese mismo año, la pareja tuvo a su primer hijo, Manuel, que sería quien le daría el relevo generacional junto a su mujer Adina. De hecho, si todo va bien, Casa Lula espera poder celebrar en diciembre el doble centenario, ya que, Manuel Menéndez aún disfruta de una vida bastante activa y goza de buena salud.
A finales de los setenta se incorpora al negocio el matrimonio formado por Álvaro Menéndez y Mayte Álvarez. Mantener la elaboración de platos típicos como potajes, callos, fabada, repollo relleno o merluza del pincho, lograron que gente de toda Asturias se desplazase a El Crucero para disfrutar de los sabores de antes. "El Crucero era un cruce de caminos, por aquí pasaba mucha gente, pero desde que hicieron la variante ya no pasa casi nadie, hay que querer venir y la gente viene", subraya Álvarez. 
Un éxito que Blanca Menéndez cree que radica en "la autenticidad que hay aquí, la honestidad y el buen producto. Hacemos una cocina de siempre, sin ningún tipo de pretensión, pero bien hecha, con mucho trabajo y esfuerzo, y además damos un trato familiar".

En su momento comentamos, en otra entrada de blog que cuando se trazó la carretera general, el que de La Espina no llegase a la villa de Tineo/Tinéu sino que de El Cruceru bajase al valle del Narcea rumbo a Cangas (y de allí a Ponferrada), causó hondo malestar entre los vecinos de la capital concejil. Ejemplo de aquella desazón, a la que se consideraba un agravio es esta carta de protesta, publicada en 1878 en el periódico El Pueblo Español recogida también por Joseph Millariega en su libro:
"Tineo 1º de octubre de 1878. Sr. Director de El Pueblo Español. Muy señor mío y correligionario: 

Dispénseme si me tomo la libertad de molestarle con estas desaliñadas líneas, inspiradas por el bien y el engrandecimiento que vehementemente deseo a mi pueblo natal; una vez que los diputados que le han representado jamás han hecho otra cosa más que repartir media docena de credenciales. 

Ocurre, Sr. Director, que esta provincia es una de las más favorecidas de España en vías de comunicación, gracias a la gran protección que le dispensó nuestro preclaro e inolvidable amigo Don José Francisco de Uría; pero esta villa y su concejo, uno de los más importantes del Principado, nada, absolutamente nada, podemos agradecerle. 

En la época favorita del mencionado señor; o, mejor dicho, cuando ocupaba para bien de su querida provincia la dirección general de obras públicas, mandó una comisión de ingenieros para que estudiaran el trayecto desde la Espina a Cangas de Tineo; pero el caciquismo todo lo tergiversa; los que mangoneaban en aquella fecha en este concejo, que son los mismísimos de ahora (o como dice el refrán los mismos perros con diferentes collares), todos querían que la referida carretera pasara por junto a sus casas y posesiones; y que al fin tal divergencia dio por resultado que agotasen con la proverbial paciencia y amabilidad del director general y éste, aburrido, dejara dicho estudio a la disposición de los señores ingenieros: los que la trazaron con tal desgracia nuestra que en nueve leguas, o por mejor decir desde el Pedregal a Cangas de Tineo, no se encuentra pueblo alguno, dejando aislada a la media legua próximamente a esta población importantísima en mercados de cereales y ganados de todas clases: y no se diga que no había posibilidad de que cruzara por aquí, pues además de ser más fácil y su coste mucho menor, la utilidad que reportaba a todo este concejo (que en la actualidad es nula) hubiera sido muy grande. Los autores de este galimatías hoy lo deploran; pero a los demás nos toca sufrir las consecuencias de su detestable proceder. 

Hace unos seis meses apareció por estos contornos el distinguido ingeniero Don Rafael Martín, acompañado del personal correspondiente, con el fin de estudiar una carretera que partiendo de esta villa nos comunique con la de la Pola de Atlanda (sin duda, Allande). El estudio se hizo, pero los trabajos de gabinete, a fin de que se efectúe la subasta, por lo que se observa yacen en el olvido. Dicen estos caciques que no hay personal bastante; pero según mi pobre criterio hay en España con exceso; y esto me lo hace creer: el haber sido cerradas las escuelas del personal facultativo subalterno de obras públicas. Y no crea el lector que fueron suprimidas pan aliviar de esta carga al Tesoro público; muy al contrario, el Gobierno al tomar tal determinación lo hizo por el excesivo número que había; por lo expuesto, se acredita que la excusa que se alega pertenece al género bufo. ¿Por qué no activan los trabajos? ¿Hay interés en que esta villa se encuentre aislada por los cuatro costados? Pues si lo hay que lo digan con franqueza los gobernantes y no engañen como a chiquillos a estos cándidos situacioneros, que son los que quieren infructuosamente embaucarnos con la guasa ladina de sus prohombres. ¿Qué no hay personal? Lo que no hay es voluntad ni buen deseo por parte de nuestros egregios y nunca bien ponderados paisanos, los señores excelentísimos conde de Toreno y barón de Covadonga. 

Dígnese Vd., Sr. Director, dar cabida en su ilustrado periódico a la presente carta, por cuyo favor anticipadamente le dan las gracias los cuatro mil y pico de vecinos con que cuenta este concejo y su afectísimo amigo y correligionario Q. B. S. M".

Sin embargo, el estar en el cruce de dicha carretera con el ramal que la comunica con la villa hizo de El Cruceru-La Tiera un enclave carretero de importancia hasta nuestros días. Otro de sus populares negocios de parada 'gastronómica' es el Asador Rindión, de cocina tradicional asturiana y que dispone también de hospedaje de habitaciones


El desplazamiento del eje de comunicaciones del Camín Real a la carretera hizo de este esta vía pecuaria que ahora recorremos. Las zonas de arbolado se van espaciando al llegar a estos campos en las inmediaciones de San Roque. Nos acercamos a zona poblada


Cuadras y cobertizos en una casería, nos acercamos a Cá Salustio. A partir de aquí el suelo empieza a estar hormigonado para permitir un mejor tránsito de vehículos


Dado que, aunque hemos pasado muy cerca no hemos llegado a entrar en Santolaya (pueblo) ni en Zarracín, puede decirse que estas primeras casas


En primer término, una de las casas en el camino que comunica Zarracín con Valdarieme y la carretera. Justo sobre el ala izquierda de su tejado asoma la iglesia parroquial de Santolaya con su espadaña. También vemos el pueblo casi entero y, detrás, el Polígono de La Curiscada


Por allí se extiende la llamada geográficamente 'meseta de La Espina', la cual se extiende hasta La Sierra Bodenaya, bien reconocible también por sus eólicos y por cuya ladera septentrional subíamos desde Salas, ganando esta llanura en Porciles


Y aquí tenemos el aeródromo y helipuerto de La Curiscada de nuevo, con algo de La Sierra Carrales un poco más allá y, en la distancia, La Sierra Bixega, siempre prominente y fácil de reconocer por su silueta y sus eólicos


Y ahí tenemos, 'a un paso', San Roque y sus arboledas del campo de la capilla; una buena crónica que resume las fiestas la realiza Lidia Álvarez para el periódico El Comercio del 17-8-2013:
"Cientos de personas llenaron de nuevo ayer el Campo de San Roque para vivir el día grande de las fiestas de Tineo. La jornada comenzaba con la procesión y la misa en honor del patrón, San Roque, cantada por el Cuarteto Torner. Tras la sesión vermú llegaba la hora de la comida. Tortillas, empanadas, jamón y embutidos, con el chosco de Tineo como estrella, se convirtieron en los platos principales de familias, grupos de amigos y peñas. Todo ello acompañado de litros y litros de sidra y vino. Tampoco faltó, un año más, la caseta municipal de Cabezas de San Juan, localidad sevillana hermanada con Tineo, donde se concentró parte de la fiesta. 
Algunos lamentaban que, cada vez más, se escoge el día 15, día del Bollo, para ir a comer al Campo de San Roque, en lugar del 16. Y es que hubo quien prefirió ir a comer a casa, «y echar una siesta para reponer fuerzas para la tarde y la noche». Las tres jornadas seguidas de fiesta comienzan a hacer mella, y la concurrencia fue algo menor que el jueves. (...). 
La fiesta continuó hasta la madrugada, con gente llegada de todo el concejo de Tineo y de los cercanos, para disfrutar de la verbena, la tradicional rifa de La Xata de San Roque y la entrega de premios. Hoy, abandona el Campo para volver a las calles de la villa, con el día del Niño y una nueva verbena. Mañana, última jornada, desfile de carrozas y peñas, y concierto del cantautor Rafa Lorenzo. La verbena se interrumpirá a medianoche, para disfrutar de los fuegos artificiales, y continuará luego hasta las cinco de la madrugada, cuando se pondrá fin a las fiestas con las tradicionales sopas de ajo".

Desde aquí vemos el Campo Municipal de Tineo Sergio Menéndez Martínez, del Club Deportivo Tineo, fundado en 1965, cuya historia extraemos de la página del club, firmada por Paco Valledor:
"Aunque los comienzos del balompié en la Villa de de Tineo, se remontan a principios de 1900, los primeros datos que se tienen, son del año 1912. Alcanzando el fútbol tinetense de la época, su mayor éxito, en 1933 con la conquista de famoso trofeo Mittelbrum. 
Pese  a que el fútbol se desarrollaba, a partir de los años 40 en el periodo estival principalmente, no es menos cierto, que hasta la década de los 60, concretamente, el 31 de mayo de 1965, no se fundaría el C.D. Tineo. 
En esa fecha, se realizó, en la Federación Asturiana de Fútbol, la inscripción de nuestro equipo. (Libro 1º, Hoja 29, nº 443), siendo Presidente del club, el fallecido Baltasar Díaz Faya (Saro). 
Pocos meses después, un 19 de septiembre de 1965, el equipo debutaba, en el campo de San Sebastian de Barcia, con derrota por dos a uno, y consiguiendo el primer gol de la historia, el tinetense Gento. 
Después de varias temporadas en segunda regional, el equipo lograría su primer ascenso, en la temporada 1969/70. 
El C.D. Tineo, disfrutó a lo largo de sus más de 50 años de historia, de dos terrenos de juego: el antiguo e histórico campo del Viso y el actual de San Roque. Dos escenarios muy diferentes, siendo a día de hoy, uno de los clubes con mejores instalaciones deportivas de la provincia. 
Durante muchos años, nuestro club estuvo entre la primera y la segunda regional, hasta que en la temporada 2005/2006, con su ascenso a Preferente, se mantendría en la misma durante 9 temporadas. 
En la temporada 2014/2015 lograría, por primera vez en su historia, el ascenso a Tercera División, categoría en la que militaría durante dos temporadas. 
En la actualidad, el equipo disputa el campeonato de liga de Regional Preferente".

Sergio Menéndez Martínez fue jugador del equipo en todas sus categorías y entrenador del equipo infantil. Fallecido en accidente de tráfico, se le dedicó en su memoria el nombre de este campo en abril de 2021. El Camino llega justo a sus pies y sube al Campo San Roque a la derecha, la última subida, corta y llevadera, antes de llegar a la capilla y al prau de la romería. Luego bajaremos por el Paseo de los Frailes al Picu la Villa y al antiguo convento de San Francisco y actual iglesia parroquial de San Pedro, joya del arte románico y transición al gótico, donde visitaremos su famoso Museo de Arte Sacro, antes de continuar conociendo el que fue el corazón de las históricas Asturias de Tineo...















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