A Ponte Rodríguez, sobre el río Trimaz |
Bajada al valle del río Trimaz |
Tras salir del casco urbano de Vilalba desde la Praza de Santa María, advocación de su iglesia parroquial, el Camino Norte de Santiago, a pocas jornadas ya de la Praza do Obradoiro, baja al río da Madalena y luego sube por los lugares de As Revoltas y O Coto, para seguidamente bajar por O Covo valle del río Trimaz, presto ya a cruzarlo por A Ponte Rodríguez en la ruta que nos llevará a Baamonde, siguiendo así nuestro recorrido atravesando la Terra Chá, la tierra llana que como tantas veces decimos no lo parece tanto cuando la conoces caminando, exactamente como estamos haciendo nosotros ahora
Estamos en la parroquia de Boizán, una de las que conforman el concello vilalbés. Son terrenos muy fértiles, estos cercanos a las riberas del río. con grandes huertas y pastos. A lo lejos a la izquierda el monte A Camposa, que atravesaremos camino de Alba
Acabando la bajada el camino sigue de frente ya sin asfalto
Pista de zahorra, caminamos ya en llano entre fincas y tierras de labor
Los monolitos indicadores jalonan el trayecto
Al fondo vemos la aldea del significativo nombre de O Camiño, por donde pronto caminaremos cuesta arriba hacia la antigua escuela de Boizán
Cabaña a nuestra derecha
El caballo blanco de Santiago nos observa a la salida de Vilalba
Aquí pasamos bajo el viaducto de la Autovía del Cantábrico (A-8), que tantísimo coincide con el camino desde su mismo comienzo, lo que demuestra que los mismos pasos naturales por valles y llanuras son aprovechados hoy igual que hace miles de años
Un cruce y una pequeña bajada más antes de llegar a la orilla
Más mojones indicadores camineros confirman a cada instante la ruta a seguir
Filas de árboles dan sombra a este trayecto
Mojón y placa de recuperación de puente y camino por una escuela-taller
Y ya estamos en la gran vega del río Trimaz
Y ya vamos al puente y sus boscosas orillas donde crece la vegetación de ribera
El barro da paso a la piedra
Como es habitual, antes del puente hay un tramo de calzada empedrada. Antiguamente sería así gran parte del camino
Como también es habitual, el curso fluvial está "oculto" por una tupida mata de arbolado, la vegetación ribereña, alisos, abedules y robles, principalmente
Camino del puente esta hermosa senda empedrada es uno de los lugares más significativos de la salida de Vilalba
A Ponte Rodríguez, ya ante nosotros. Más allá del puente un caserón por donde sigue la ruta
Se dice que el puente puede ser de origen medieval, varias veces reconstruido y no hace mucho rehabilitado. Vilalba se configuró como población al amparo de su castillo y murallas hacia el siglo XIII, y en el XIV los peregrinos procedentes de la costa empezaron a preferir la ruta vilalbesa pues ahorraba bastante distancia para ir a Santiago respecto al secular paso por Lugo. Así este viejo camiño real, camino del reino, esto es, público, alcanzó gran notoriedad, fundándose centros de acogida y hospitales de peregrinos, como el de Santa Catarina
Por su parte, este río Trimaz, que nace en los montes de Xermade, se une cerca de aquí, en Os Pasos, al río Madalena, que pasa al pie de Vilalba (el que hemos cruzado viniendo hasta aquí), formando el río Ladra
Pasamos al oro lado, donde hay una bifurcación: iremos a la derecha hacia las casas
Si lo deseamos, antes de seguir, podemos ver la estructura del puente, de estilo popular: es un gran pilar central de piedra que sostiene una pasarela de vigas y tablones de madera. Fue restaurado en 2002 por la Escola-Obradoiro Camiño de Santiago
Tal y como hemos dicho, pasado el puente hay una bifurcación
Y en ella iremos por el ramal de la derecha, que va a empezar a subir poco a poco
A la derecha hay una vivienda de traza popular, de piedra, preciosamente restaurada, que ha de servirnos como buena referencia
Además de la vivienda hay un cruceiro y otros elementos de interés recuperados
Junto al cruceiro, a la izquierda del camino, un cabazo. Más allá antiguas cuadras, almacenes, cobertizos...
El Cruceiro da Ponte Rodríguez fue colocado en el año 2018 sustituyendo a otro anterior, bastante diferente. El actual es liso, sin filigranas
Al pasar delante de la casa admiramos toda su estructura. Los vanos (puertas y ventanas) son de piedra de cantería. Da la impresión que fuese algún antiguo portazgo o similar, vinculado al paso del río por el puente
Según pasamos contemplamos todo el conjunto de edificaciones
La casona dispone además de un balcón de madera que se asoma al camino...
Recorremos así toda la gran fachada de la casona
Y comenzamos la cuesta de Boizán, una de las que nos demuestran que la Terra Chá no parece tan llana cuando la visitamos caminando
Nos metemos primeramente en la umbría de una fraga de arbolado autóctono
Bifurcación y a la izquierda, por el que viene a ser el camino principal, más ancho y trillado
Prestemos siempre atención a los mojones y su flecha amarilla direccional
Chantas o chantos, cierre de fincas con grandes lajas de piedra hincadas
La pista es ancha y dispone de buena caja caminera
Ante nosotros unas casas: O Camiño, otro de los lugares de esta parroquia de Boizán
A la sombra de los robledales, los carballos, prosigue en cuesta nuestra senda
Las casas de O Camiño en medio de la subida de Boizán
Y en medio del cruce un árbol, en medio de este grupos de casas y cuadras
Y del árbol continuamos a la derecha...
Pasamos frente a esta casa y seguimos ascendiendo
Y es que arrancamos con otra subida bajo este manzano
Bifurcación: vamos a la izquierda
Un buen repecho comienza al lado de este tendejón
Leña apilada para el invierno
El sol filtra sus rayos en la arboleda
Fincas y fragas...
Seguimos subiendo pero no tan duramente
Salimos así a estos campos: A Seara
Hermoso camino de tierra y piedra entre los prados
A nuestra izquierda la casa de A Seara
Pasamos bajo un gran castaño o castiñeiro que nos ha de servir de referencia
Y es que aquí salimos a esta pista y subimos a la izquierda
Todo cuesta arriba: vemos el camino dirigirse luego a la izquierda, bajo los árboles
Por allí van los peregrinos
Continuamos ascendiendo en otro buen repecho
Curva a la izquierda
Acabamos esta rampa, pero vendrán más...
Estamos en un muy hermoso mirador sobre el valle del río Trimaz, luego río Labrada
Abajo A Seara. Más allá Sabugueiros
Y a lo lejos los edificios de Vilalba, la capital de la Terra Chá: a su derecha los montes de Penas Corveiras, As Tumbelas, A Torda, Pardiñas, A Pereira, O Cotarón
El núcleo urbano, asomando sobre los bosques... una preciosa vista de la capital chairega
A la izquierda O Ramallal, en la distancia la Serra da Carba, que fue nuestra referencia visual en el tramo de Castromaior a Vilalba
Los edificios de los barrios urbanos
Nueva bifurcación, atención: aquí tomamos el sendero de la derecha para seguir subiendo
Noble caja caminera, testigo del paso de miles y miles de peregrinos y viajeros a lo largo de muchos siglos
La senda está bien marcada, pisada y trillada
Andamos por la fresca sobra de estas fragas
Manto de hojarasca, hojas caídas, en el suelo
Hermosos rincones que recorre el camino
Murias de piedra que vemos a nuestro paso
Final de la subida. De frente, las primeras casas del barrio o lugar de Gabín , también parroquia de Boizán
Entramos en Gabín. Viene ahora un trecho bastante llano
Viejas cabañas y cuadras
Seguimos por el sendero
Huertas y fila de casas. Frente a ellas el camino se ensancha
Viejo pozo de agua
Yendo a la izquierda, como hemos dicho, pasamos frente a aquel establo
Esto ya es calle asfaltada
Concha y flecha, guías del camino
Otro "caballo blanco de Santiago" que se asoma a ver pasar a los peregrinos
Dejamos atrás las primeras casas de Gabín dirigiéndonos a otro cruce
Al llegar a él iremos a la derecha
Caminamos unos metros...
Y en esta siguiente bifurcación hemos de ir a la izquierda
Tras el mojón un viejo lavadero en ruinas
Y aquí comienza otra cuesta
Subimos pues unos metros más junto a huertas y castiñeiros
Y llegamos a otras casas en un rellano de la cuesta
En esta explanada iremos a la derecha
Seguiremos detrás de esta primera casa
Por aquí, yendo ahora a la izquierda
Seguimos entonces por esta pista
Y nos adentramos en otra fraga
Hay un poco más de cuesta pero corta y suave
A la sombra de los castaños
Encantos de la magia del bosque que deleitan nuestro camino
Y aquí otra explanada y cruce
Yendo pues a la izquierda, cruzamos esta explanada frente a la escuelan y nos dirigimos a aquel mojón
El mojón indica tomar este sendero, el de la derecha insistimos
Sigue entonces por aquí el camino por el Monte A Camposa, ahora bajando un poco
Los prados dan paso al suelo de helechos en el bosque
A la sombra de las fragas autóctonas van encaminándose nuestrso pasos
En estas mágicas penumbras los hitos del camino son los pétreos guardianes de esta ruta varias veces milenaria
Haz de troncos como lanzas...
Aquí hay una canalización de piedras y un paso sobre un pequeño rego, afluente del Ladra
En esta foto pasa seco, sin agua
En esta, con agua, vemos que en este caso es mejor caminar por las grandes piedras que lo cruzan a la derecha, si no queremos ponernos de barro hasta la rodilla
En las inmediaciones hay buenos pastos
Nos metemos así en el corazón del bosque
Y subimos en buena cuesta a la sombra de la foresta
Un primer repecho...
Y seguidamente otro mojón: en esta bifurcación iremos a la derecha, siempre en subida
Altísimos pinos
Va terminando la subida
Ya vamos a empezar a llanear...
En esta zona el pinar nos deja espacio para admirar el paisaje, al este
Aún divisamos Vilalba en la distancia, así como la Serra da Carba, con su parque eólico, parte meridional de la gran Serra do Xistral, que por el norte llega a la misma costa
Suelo terroso y pedregoso
Bifurcación: seguimos hacia la izquierda
A 115 kilómetros de Santiago
El Camino discurre entre altos helechos y arbustos. A veces se forman charcos
Castaños, cuyos frutos tantas hambres mitigaron antaño
Vegetación silvestre. Toxos.
Tramos adoquinados en el paso de otro arroyuelo.
Seguimos adelante hacia arriba por estos bosques de A Camposa. Enlazamos con otro camino y continuamos bosque adelante
Es una senda muy amena de caminar, tranquila y por un encantador paso natural en medio de la foresta
Bajamos levemente...
Y continúa el boscoso y agradable itinerario xacobeo por tierras de Vilalba
De mojón a mojón...
Casas en ruina, comidas literalmente por los helechos y el matorral
Por esta zona entramos en la parroquia de Alba
Fincas, pinos y altos setos
Una caseta a la izquierda
Altos pinos y una casa al fondo, barrio de As Turbelas
Iniciamos otra bajada
Espacio humanizado en torno a la vivienda: prados, frutales, jardín...
Pasamos al lado de la casa. Toda su fachada es de ladrillos
Y seguimos en suave descenso por los campos de Alba
Otro maravilloso paseo por el bosque gallego
De repente nos encontramos con un largo trecho adoquinado
Subimos un poco por la callejuela
Empalmamos con una carretera local y vamos a la izquierda
Puente sobre la Autovía del Cantábrico, con ancha senda peatonal y para ciclistas
Cruzamos por aquí el puente
Hitos kilométricos totalmente vinculados también al Camino Norte de Santiago
Al otro lado del puente un murete separa la senda peatonal de la carretera. Donde este acaba podremos cruzar a la derecha
Cruzamos pues aquí al otro lado
El camino continúa enfrente de esta casa, donde está el mojón que señaliza la ruta por los lugares de A Paiola y A Estrada, en esta parroquia de Alba
Vamos todo recto entre casas y fincas. No deja de llamar poderosamente la atención la vinculación entre los topónimos Alba y Vilalba, a tan escasa distancia además uno de otro. Entre otras posibilidades las más destacadas es que tiene que ver con albus (blanco), bien como característica del lugar o como nombre de antiguos posesores. No debemos olvidar tampoco que Alba da nombre a no pocas poblaciones y que, entre estos numerosos topónimos, Alba es también el nombre gaélico de Escocia
Mientras recorremos la parroquia, los vigilantes de Alba prestan atención al paso de los peregrinos por la senda jacobita
Florido jardín es la cuneta: vamos camino de la iglesia
Seto a la izquierda, cerrando el terreno de otra casa, y bosquete a la derecha y de frente, hacia donde nos dirigimos
Admiramos al pasar cada detalle, como la hermosa rosaleda...
La casa y el camino...
Atravesamos ahora otro tramo de frondosas arboledas
Las clásicas chantas o piedras hincadas
Y caminamos por una zona de más jardines y árboles ornamentales
Zona residencial, de algunas viviendas unifamiliares con terreno
A Estrada, topónimo de evidentes resonancias camineras, en llana y recta calzada
A la izquierda las casas de la carretera, la N-634, a la que nos estamos aproximando
Estas carreteras, hechas en la segunda mitad del s. XIX, hicieron que este viejo camiño real fuese cayendo en desuso como vía principal, quedando relegada a vía pecuaria y de carácter local
Pasamos ahora bajo aquel gran castiñeiro
Y salimos al campo de la romería de Alba, gran explanada en medio de estos barrios, donde en esta bifurcación que tenemos delante iremos de frente, recto hacia los árboles del fondo
En este campo nos encontramos esta cruz de ferro sobre un monolito
Seguimos en A Terra Chá, pero el paisaje cambia, ya la Serra da Carba y las vistas de Vilalba han quedado atrás, y nuevos horizontes aparecen al oeste, en lontananza
Destacan las alturas de Porto Carneiro, de 532 metros. A su derecha el Monte das Lagoas (499m) y más al norte Sardiñeiras (483 m), montes que se alzan sobre el valle del río Labrada, que cruzaremos camino de Baamonde
Más castañares camino de la iglesia
Y por aquí salimos a la carretera N-634, dando vista enfrente a la iglesia parroquial de San Xoán de Alba y a su cementerio de cruces neogóticas, que tanto proliferan en la comarca chairega gracias al excelente trabajo de sus maestros canteros, que lo propagaron desde el siglo XVI
Llaman la atención sus artísticas formas y porte de sus cruces y pináculos
Estamos en el barrio de A Igrexa, donde podemos seguir a la derecha por el arcén hasta el siguiente desvío, o cruzar a visitar la iglesia
El desvío se encuentra a la altura de las casas del fondo, donde está el bar Cascudo, si bien lo normal es que, al ver mojones al otro lado de la calzada, los peregrinos crucen (hemos de hacerlo con sumo cuidado), y luego vuelvan a cruzar
La iglesia de San Xoán de Alba es del siglo XVII y gusto neogótico. El cimborrio compite en altura con la torre del campanario
Las cruces góticas parecen erguirse hacia el cielo. Este cementerio es posible que, como el de Goiriz, por donde también ha pasado el camino en ruta a Vilalba, y famoso también por sus crucese, sea del siglo XVI con grandes reformas en el XVIII y posteriores. Leemos en Goiriz, Alba y Román, los cementerios neogóticos lucenses, del blog de Miss Calamidad de arte funerario La muerte os sienta tan bien:
"La escasa documentación que existe sobre estos tres cementerios y sus parroquias anexas pueden hacernos fabular en torno a los porqués de estas construcciones. El comienzo de las obras, al menos en el de Goiriz, se sitúa en el siglo XVI y en aquella época, pleno Siglo de Oro, se tenía mayor tendencia al arte abigarrado (Plateresco, Manierismo y primer Barroco europeo) e individualista que al sencillo (bueno, también tuvimos en España cierta predominancia del estilo Herreriano en aquel siglo) y comunalContamos, pues, con una fecha de inicio en torno al siglo XVI, una ampliación en el siglo XVIII y otra nueva ampliación a principios del siglo XX. Todas las obras -renacentistas, barrocas o racionalistas- con la particularidad de los pináculos neogóticos, un posible guiño estilístico de los propios canteros de Pedreiras de Rozadas de donde proceden las piedras de la fábrica de estos recintos"
Milenios más atrás y no lejos de este lugar se erigió otro importante monumento funerario, son los siete túmulos o mámoas de la Roza das Modias en el Monte Galdo del lugar de Muíño Pequeno, sito en esta misma parroquia de Alba y no demasiado lejos del camino. Los túmulos inspiraron al escritor vilalbés Agustín Fernández Paz (Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil) para escribir el cuento A Serpe de Pedra dentro de la serie Contos do Museo, del Museo Provincial de Lugo
Se puede visitar la iglesia, como henos dicho, ubicada en medio de un hermoso campo
Y en el campo un cruceiro, de los llamados de Crucifijo, pues figura Cristo en la Cruz, así como al otro lado la Virgen María
Se trata de un cruceiro con imágenes de muy marcados gestos, con detalles bien definidos, la cara de sufrimiento de Jesús, los brazos estirados, los huesos del tórax en la asfixia de la crucifixión... fijémonos también abajo, en el capitel de la columna, en los querubines, uno en cada lado
En el Reverso la Virgen con el Niño, ambos con un gesto de placidez o incluso de felicidad, que contrasta con la anterior imagen y con otras representaciones similares en la que se representa a la Dolorosa o la Piedad
Desde la iglesia volvemos al camino: a la izquierda hay una senda para caminantes
La senda va pues paralela a la carretera, por este barrio de A Igrexa
Al llegar a estas casas volveremos a cruzar la carretera
Se ha instalado también un botón para encender unas señales luminosas que avisen a los conductores del paso de viandantes cruzando la calzada, pero esta es muy ancha y hay que extremar las precauciones, prestando toda nuestra atención al cruzar
Nos dirigimos entonces, con mucha atención y prudencia, hacia la casa que hay al otro lado
La carretera es una recta con cambio de rasante a manera de "montaña rusa"
En la casa de enfrente hay un mojón, que señala el camino, que va a la izquierda, pasando delante de ella
Un poco más atrás está el bar Cascudo por si queremos hacer un alto en ruta y parar a comer o tomar algo. Es uno de los lugares donde tocó El Gordo de la Lotería de Navidad de 2017, pues vendió nada menos que 50 series, acontecimiento de gran resonancia en toda la comarca... y en España entera. Así lo publicaba Marta Mancebo en El Progreso al día siguiente 23 de diciembre:
"Temblando y entre lágrimas y abrazos. Así recibían el viernes los propietarios del bar Cascudo,ubicado en la parroquia vilalbesa de San Xoán de Alba, a sus clientes y amigos, tras conocer que habían repartido entre ellos unas 50 series del número 71.198, premiado con el Gordo de la Lotería de Navidad. Unos 200 millones de euros como caídos del cielo
"Estaba vendo o sorteo na televisión e escoitei que tocara o Gordo e que acababa en oito. Fun á cociña e díxenlle á miña nai que tiñamos o reintegro", relataba Patricia Eimil, mientras confirmaba que fue su madre, Pilar Ferreiro, la que se dio cuenta de que era el número de la casa, elegido al azar
"Empezou a dicirme: ‘Que é o noso, que é o noso’. Comprobámolo e xa chamamos a meu irmán, que veu con meu pai ata aquí, e de alí a un pouco empezaron a chegar veciños e xente que para sempre no bar", añadió la joven, todavía con un temblor intermitente en las manos. "Non sei cando vai parar", decía con una risa nerviosa.
Su hermano, David, más sereno, reconoció que al principio no se lo creyó. "Chamoume e colgueille, ata que me deu por mirar no móbil e, como sabía o número de memoria, xa vin correndo para o bar. Isto é incrible, non teño palabras para describilo", relataba el joven, que entre risas decía a los clientes que podían tirar lo que quisieran al suelo. "Xa non toca limpar, que agora temos para cambiar as plaquetas"
Su tía Ana Belén Ferreiro fue otra de las agraciadas. En realidad, toda la familia se llevó premio. "Ata os que viven en Bilbao", reconoció la mujer, que dejó su puesto de trabajo como administrativa en una empresa en el polígono vilalbés en cuanto supo la noticia y se plantó en el Cascudo con dos cajas de champán. "Hai moito que celebrar, imos vivir máis folgados. Somos moi afortunados", confirmó con una interminable sonrisa.
José Luis Pichín, otro joven de la zona, también aparcó su coche frente a la puerta del bar y se fundió en un abrazo con todos los presentes. "Son repartidor e xusto estaba nun bar cando vin que nos tocara. Vou cambiar o coche e imos fichar a Cristiano Ronaldo para o Albense", decía entre risas, mientras el resto de jóvenes cantaban: "O ano que vén Albense-Real Madrid".
Antonio López repartirá su décimo con su hijo Álex, con el que celebró como el que más la llegada del Gordo a Vilalba. Primero lo hizo en la administración de lotería y después se trasladó hasta el Cascudo para saltar, gritar, bailar y cantar sin parar. "Isto é unha alegría moi grande, é tremendo. Un soño para toda a parroquia", resumió. "Eu xa o sabía. Nacín con ese instinto. Tiña claro que antes de morrer me tocaría a lotaría", aseguró por su parte José Antonio Teijido, un vecino de Os Vilares (Guitiriz), que trabaja en una parrillada, y que se acercó hasta el bar de Alba en cuanto tuvo ocasión.
Así lo hizo también José Vázquez, uno de los integrantes de la comisión de la Festa da Xuventude de Alba, que se celebró por primera vez este año que termina con un gran éxito de participación. "Que teñan todos os veciños seguro que se vai celebrar o 10 de marzo de 2018. E este ano xa estamos falando que vai ser gorda. Temos que traer á París de Noia, á Panorama e ao Combo Dominicano", dijo este vecino de Insua
Al final, los millones que cayeron en esta parroquia vilalbesa no solo servirán para tapar los tradicionales agujeros, sino también para poner una sonrisa permanente en todos sus vecinos"
Seguimos pues la senda marcada por el mojón, delante de la casa y que sigue en paralelo a la N-634
El camino va entre setos silvestres, chantos, helechos, arbustos, un paraje de gran belleza
Pasamos junto a estos campos y huertas en una franja de terreno que se extiende entre la N-638 y la Autovía del Cantábrico (A-8). En medio una casa
Cruzamos la pista que comunica la casa con la carretera y seguimos de frente
Estamos en Carralmaior, otro de los barrios de esta parroquia de Alba
En Carralmaior un gran caserón mira al camino
Nos llama la atención, al lado del corredor, aquel ventanuco, no sabemos si de estilo renacentista, con dinteles de piedra de cantería
Sigue el Camino, recto y llano entre los setos
Alta mata de helechos y buenas fincas entre pequeños bosquetes
Al fondo más casas
Cruce y a la izquierda, hacia las citadas casas
Otro trecho asfaltado y siempre en llano
Enfrente una gran cuadra, a la derecha la casa, de larguísimo corredor
En la casa nos llama la atención esta ventana ojo de buey y su vidriera redonda a manera de rosetón
Caminamos junto a la cuadra y seguimos adelante
Al fondo un cruce: seguimos de frente
Huertas y más casas de tejados de pizarra a nuestra derecha
Mojón en el cruce: siguiendo este sendero de tierra cuando estamos a unos 117 kilómetros de Santiago
Prados y fragas saliendo de Carralmaior
Los setos silvestres flanquean el camino
Castaños y arbustos en esta extensa llanura atravesada por el camino
Son los campos de A Míllara, paso de la parroquia de Alba a la parroquia de A Torre, también en este concello de Vilalba
Otro hermosísimo tramo bajo los árboles y ante los campos de A Terra Chá
A Míllara, topónimo que parece vinculado a millo, maíz
Profundas rodadas de los tractores en sus trayecto a las fincas
Llegamos a una pequeña carballeira donde hay un cruce
Continuamos de frente. A la izquierda algunas casas de A Torre
El mojón nos indica la dirección
Fila de carballos sobre el camino. A la derecha, a cierta distancia y oculta por los eucaliptos, discurre la autovía
Este tramo es realmente bello, campos abiertos e hileras de árboles. Así nos habla de esta comarca, la Terra Chá, la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader):
"Al sur de A Mariña, al otro lado de la divisora de aguas cantábrico-atlántica, se extiende la amplia comarca de Terra Chá, la de mayor extensión de Galicia (1792 km2 y 43.000 habitantes repartidos entre nueve municipios). Se trata de una comarca natural, cuya denominación hace referencia a su planitud topográfica, que corresponde a una penillanura, y es el factor condicionante de la mayor parte de sus rasgos socioeconómicos. Como en toda superficie llana, sus límites se desdibujan, así ocurre en el sector suroriental por donde el Miño abrió la comunicación natural hacia la meseta de Lugo. Es este río, en su tramo alto, el que proporciona una unidad geográfica al territorio, y que la red hidrográfica dibuja una cuenca bien diferenciada. Los afluentes secundarios nacen en los rebordes montañosos de la penillanura y se orientan hacia el colector principal, siendo esta estructura territorial la que integra las superficies planas del centro y los rebordes montañosos de la periferia, donde se alojan las cabeceras fluviales..."
Ya se ven los frutos del castaño acabando ya el verano...
A lo lejos los montes de Cordán y Porto Carneiro, paso a las tierras de Guitiriz y Baamonde
También es tiempo de la siega en la Terra Chá
Al fondo unas casas, estamos llegando a Pedrouzos, otro de los lugares de esta parroquia de A Torre, ya al oeste del concello de Vilalba
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