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domingo, 24 de julio de 2016

LOS PUENTES DE PIÑEIRA, LOS PRODIGIOS DE VILLAURIL Y LA "FESTA DAS GALEGAS": A LA VILLA DE NAVIA POR LA VENTA Y LA COLORADA (ASTURIAS)

Camino de Piñeira, saliendo de Villapedre

Al ir saliendo de Villapedre, en el concejo asturiano de Navia, avanza el Camino del Norte por la costa occidental asturiana bajando recto y suavemente al valle del río Frexulfe, que desemboca en la preciosa playa del mismo nombre, apenas un par de kilómetros al norte, a nuestra derecha, pero que no llegamos a ver desde aquí, en nuestro camino hacia la capital del concejo, llamada también Navia, donde cruzaremos su famosa río, a solo unos seis kilómetros de aquí


Enfrente, Piñeira o Piñera, lugar cabeza de la parroquia homónima, antigua tierra de pinos marítimos autóctonos, piñeiros, como su topónimo delata. Más a lo lejos, las montañas de al otro lado del Navia, la Serra de Abredo en Coaña, con el Pico Xarrio o Carabyosa (386 m) a la derecha, a cuyos pies continuará el camino hacia Cartavio, Mas a la izquierda el Alto de Abara (451 m), frontera de Coaña y El Franco, otro concejo que constituirá otro de nuestros hitos camineros hacia la muy cercana Galicia


Piñeira extiende sus casas a lo largo de la carretera N-634 y del promontorio situado justo antes de su iglesia, por donde sube nuestro camino. La iglesia, cuyo picudo remate de la torre del campanario tal vez seamos capaces de descubrir, está a la vez a escasos metros de la antigua escuela, actual albergue de peregrinos (municipal), el cual siempre ha sido una referencia en este Camino Norte


El lugar de Piñeira, cabeza de la parroquia, se halla en un promontorio a unos 80 metros de altura, siendo su precedente poblacional el castro de Los Castellos, en un lugar donde algunos historiadores sospechan podría estar la transición poblacional entre los antiguos astures pésicos y los galaicos albiones, siendo la actual villa de Navia la Navia Albión de las Tablas Geográficas de Claudio Ptolomeo


Además y en base a ello,  este pequeño valle del Frexulfe conforma, según los filólogos y entendidos en materias lingüísticas, una transición cultural y lingüística entre el asturiano occidental y el gallego-asturiano propio de la zona más occidental de Asturias, denominado también fala o eonaviego. Así escribe el gran filólogo y escritor Dámaso Alonso: 
"Frente a la cortante división administrativa entre Galicia y Asturias, el lenguaje ofrece una serie de gradaciones. Como el arco iris entre dos colores inmediatos, hay un momento, en dirección para Occidente, en que nos sentimos dentro del gallego, y otro, rumbo a Oriente, en el que nos sentimos dentro del asturiano. Mas existe una zona intermedia, en la que, después de todo, la designación dada a la lengua dependerá de nuestra manera de apreciar e interpretar, uno a uno, toda una serie de hechuras lingüísticas. Me propongo trazar en otra ocasión ese tema. Baste hoy con decir que la afirmación ya antigua de que el gallego llega, dentro de Asturias, hasta el río Navia (tomado de Menéndez Pidal en su "El dialecto leonés", es justísima, si bien, como es sabido, algunos fenómenos típicamente asturianos penetran al oeste de esa línea. Estas hablas de entre el Navia y el Eo, fundamentalmente gallegas, mas con algunos trazos asturianos, designamos con el nombre de gallego-asturiano"

Tras la época castreña y la romanización, de la que hay señales de minas además de la antigua calzada precedente a este viejo camino, es en torno al año 1000 cuando aparecen citados por sus nombre algunos enclaves de estos parajes, dominados por obispos y monasterios. Leemos pues en la Gran Enciclopedia Asturiana:
"La incipiente organización de la conquista creó vacíos de poder que trataron de llenar los Reyes, delegando su autoridad en los eclesiásticos y en determinados señores con los que nació una casta de privilegiados que protagonizaron la historia de Asturias durante las tres centurias siguientes"

Así se sabe existía un monasterio de Santa Marina en Veiga o Puerto de Vega en el año 1000, y otro aquí, en San Salvador de Piñeira, si bien hay que tener en cuenta dos cosas, una que por entonces un monasterio podía ser una muy minúscula comunidad de monjes, o incluso una familia acogida a alguna orden, y otra que estas menciones pueden ser interpolaciones posteriores del siglo XII, recopiladas y tal vez mezcladas con documentos auténticos en el Liber Testamentorum del falsificador obispo Pelayo, si bien basadas en realidades existentes y tal vez plasmadas ya en un documento anterior, el Parroquial Suevo, como leemos en Wikipedia:
"Fue transmitido hasta nuestros tiempos de dos maneras: aisladamente e incorporado al Corpus Pelagianum redactado en el s. XII por el obispo de Oviedo Pelayo. Generalmente se acepta que el documento es auténtico, aunque algunos autores modernos han apuntado que el preámbulo podría haber sido añadido en el s. VII, o que Pelayo alteró su contenido para favorecer la independencia de su sede en la reorganización episcopal habida en su tiempo..."

Lo cierto es que a partir de ese "paso del primer milenio" empieza a configurarse el territorio naviego en la extensión que hoy conocemos al ser citado repetidamente como el espacio entre los ríos "Navia y Barayo". Ya en la baja Edad Media la fundación de la Puebla de Navia (hacia 1270, y ya demostradamente existente en 1284) creó un enclave administrativo en torno a un territorio o alfoz con ciertos fueros y dependencia directa de la Corona, si bien no tardaría en volver a caer en la órbita señorial de linajudas estirpes a las que los reyes necesitaban para asegurarse en los muy inestables tronos trastamaristas


Avanzado el siglo XVI la vecindad conseguirá a base de pleitos recuperar sus derechos, pero los litigios contra la privatización de estas tierras volverán a salir a la palestra varias veces y no cesarán del todo hasta las profundas reformas políticas y administrativas del siglo XIX que pusieron fin al Antiguo Régimen, si bien a partir de entonces se produciría un fenómeno fundamental, la emigración y el fenómeno de los indianos o americanos, que aportarían buenos capitales en su terruño, invirtiendo muchas veces en su propia ostentación, pero en otras también en obras públicas, escuelas, caminos, saneamientos, etc. sentando en la práctica el precedente de la industrialización de estas parroquias


Durante todos esos siglos este camino, ahora una simple vía pecuaria, sería el principal de esta rasa costera, muy posiblemente una o unas vías o calzadas romanas que recorrerían la cornisa cantábrica desde Irún u Oyarzun (Ossarun) a Brigantia (A Coruña o Betanzos), a su vez basadas en rutas anteriores aprovechando los pasos naturales, y que durante la Edad Media serían caminos reales, esto es públicos, del reino. Al abrirse las actuales carreteras y mejorarse las sendas locales, el viejo camino en parte se aprovechó para ellas, en parte despareció, y en parte se convirtió en vía pecuaria, como es por ejemplo el caso de este tramo, que da vista ya a la precisa veiga del Frexulfe 


Por aquí pasarían también los viajeros, arrieros y peregrinos de antaño, los primeros de venta en venta y los segundos hacia sus centros de acogida, como el Hospital del Altísimo y la Magdalena en la ya muy cercana villa de Navia. Pero también habría llegada de invasores, como las tropas napoleónicas que entrarían varias veces, bien desde el centro de Asturias bien desde Galicia persiguiendo a las tropas asturianas de las muy itinerantes y de nombres cambiantes ante la crisis bélica, juntas de gobierno del Principado, Junta General, Junta Suprema, Junta Central Suprema... 


Aún en 1936 se producirá aquí una de las primeras batallas en el sector occidental del Frente Norte en la guerra civil, cuando la columna gallega sublevada, que había entrado en Asturias sin casi resistencia, entabló combate con los milicianos republicanos sufriendo varias bajas, entre ellas su comandante Ceano, que malherido fue evacuado a Galicia, entregando el mando al coronel Tejeiro


Suelo bien pisado por el paso continuo de peregrinos, desde la recuperación de esta senda y su señalización a partir del año 1993. La profunda caja caminera es una de las señales que delatan su antigüedad


El camino es ancho y muy transitable y precioso, de tierra y piedra, que en este tramo avanza bajo la fresca sombre de la arboleda hacia la orilla del Frexulfe...


Frondosa vegetación de ribera. Pese a su importancia histórica y de transición cultural, el paso del Frexulfe parece pasar casi desapercibida, o sin casi, en las narraciones conservadas de los viajeros y peregrinos que transitaron por aquí en el pasado. Sin duda su preocupación sería el llegar a Navia y el paso de su profunda ría en las lanchas de los barqueiros, un momento temible siempre pues solían ir atestadas de gentes, caballerías y ganados, muy inestables y zozobrantes. Solo pensar en ello, y en los a veces gravosos peajes, podía amargar el pensamiento al más sereno de los caminantes


Por contra el Frexulfe es fácilmente vadeable, solo en alguna muy contada ocasión, a causa de tormentas o riadas, podía constituir un riesgo vadearlo. En nuestros días incluso de ha instalado una buena pasarela de madera


Si atendemos al mapa parroquial el río marcaría el paso de la parroquia de Villapedre a la de Piñera en este tramo al menos. Al otro lado, lo que hemos bajado va a tocar subirlo, en cuesta hacia la carretera


El río Frexulfe no es demasiado caudaloso, ni demasiado profundo, ni especialmente largo, nace en los cercanos cordales costeros, al pie del Pico Rebordabuéis, recibe las aguas de sus afluentes, El Monte y Villauril y tras un recorrido bastante lineal desemboca en su también muy cercana playa. Hay que dice que "paree que tuviese prisa por llegar pronto al mar"


El paraje, insistimos, es sumamente delicioso, de gran placidez. Hay algunas fincas en la pequeña veiga aquí existente


Caminamos unos metros en llano entre la frondosa vegetación


Pasamos sobre una losa de piedra a manera de pontica que salva el paso de algún arroyuelo, charco o canal seco, pero que tal vez sea un aliviadero en alguna crecida o vaya a algún desaparecido molino...


Y empezamos a subir flanqueados por los arbustos y el tupido matorral de la ribera


No es una cuesta larga ni penosa, sobre todo si recordamos en las etapas anteriores las continuas subidas y bajadas de la rasa costera a los profundos surcos y estrechos valles formados por los ríos de Las Ballotas, si hemos pasado por ahí, no digamos si lo hemos hecho por la formidable ascensión a Las Palancas y su posterior y prolongado descenso a la costa


Sí es cierto que remonta la cuesta firme y directo, por lo que gana pronto unos metros de altura, que al bajar desde las casas de Villapedre, los hemos perdido más suavemente


Raíces asomando en el trillado suelo. El tránsito continuo de peregrinos hace que el paso siempre está abierto. También debe limpiarse cada cierto tiempo...


Por ejemplo en esta foto vemos por se han segado las hierbas del suelo y las veredas...


Salimos prontamente del boscaje y ya vemos una construcción...


Son las primeras casas, cuadras y naves de Piñeira, por donde aún subimos un poco más...


Al fondo una señal de stop nos advierte ya de la proximidad de la carretera: ya estamos en zona poblada


Cuadras y almacenes a la izquierda y casas a la derecha


Enlazamos con este camino delante de estas casas y vamos a la izquierda. Llama la atención la del fondo, con la estructura tradicional de la zona pero de tres alturas, casi de traza urbana, así como una palmera. Muchos indianos mejoraban la vivienda familiar, otras veces la construían nueva, y en muchas ocasiones influenciaban en los gustos de la comunidad, aunque no fuesen indianos


Cruzamos con mucho tiento la N-634 y seguimos de frente al otro lado, ya por camino asfaltado


Antes de cruzar hemos de informar que a la izquierda hay una tienda: Almacenes Óscar, donde podremos comprar o tomar algo camino del cercano albergue, o de Navia


Al sur los altos de La Oubetina (568 m), Penayera (632 m), La Aristaca (498 m), La Bobia (496 m) y el Picu Cabornu (400 m)


Tras cruzar, continuamos subiendo un trecho más


Y si antes vimos la tienda ahora vemos la nave de los Almacenes Óscar


Bifurcación seguimos de frente en cuesta hacia las casas de arriba


Siempre habrá alguna señal que no slo indique


Se hacen evidentes los trabajos de ampliación, ensanchamiento y asfaltado de estas carreteras locales para permitir el paso de maquinaria agrícola grande, tractores, remolques, camiones de ganado o suministro...


Soberbia casona, es su parte posterior, con piedra de mampostería menos los vanos, de cantería. Hay también tres hermosos balcones mirando al este, al camino y a donde sale el sol: seguimos a su derecha


Tal y como informan estas llamativas señales. A veces el vecindario es quien las pone, no pocas veces haciendo gala de su buen arte


Pasamos junto al cabazo, de dos pilares o cepas, muy altos, cada uno con su tornarratos para que no suban los ratones, como su nombre indica. Las paredes laterales son de listones de madera o doelas, con un espacio entre ellas para que pase el aire, cure lo guardado dentro y no se pudra. A sus pies hay un almacén o bodega, normalmente empleado como caseta de aperos



A su derecha, Casa Peñón. otra de las casas de esta cuesta


Cuelgan de la pétrea pared del cobertizo algunos claveles del aire


Y ahora, admiramos una verdadera exposición de hórreos en miniatura al mismo borde del camino...


Un pequeño museo etnográfico basado en las formas y motivos de la arquitectura popular tradicional de la zona


Tejados de pizarra como los de las construcciones originales


Forman, con la franja de hierba y otros detalles y motivos, un verdadero diorama lineal



Vamos así acabando la cuesta desde el río Frexulfe, al menos el repecho más cuesto


A la derecha la citada Casa Peñón


Seguidamente hay un poco de rellano al llegar a este gran caseron de soberbia fachada de piedra


A sus pies hay una bifurcación, en la que iremos a la izquierda


Parece que vamos acabando ya la cuesta y empezamos a llanear


Al pasar, nos sorprende esta construcción en el citado caserón, que parece estar imitando una torre-castillo toda de piedra, con almenas y al lado puerta de muralla de arco de medio punto. No hemos encontrado más reseñas


Según esta inscripción es del año 1605. No sabemos si tendrá que ver con algún linaje. Lo cierto es que a escasos metros de aquí, un poco más al norte, esta el Palacio de Camposorio, donde vivió su infancia el poeta naviego Ramón de Campoamor, de quien hablaremos ampliamente cuando lleguemos al parque de su nombre y monumento, en el villa de Navia


Continuamos hacia el puente sobre el trazado ferroviario, cuyas barandillas vemos ya enfrente


Y este es el puente sobre las vías atrincheradas del tren estratégico, el famoso, por sus vicisitudes y extraordinaria tardanza, Ferrocarril Ferrrol-Gijón, inaugurado en 1972 aunque la idea era ya de casi un siglo antes. Integrado desde el 1 de enero de 2013 en la red de ADIF. La idea básica era que uniese los astilleros ferrolanos con las fábricas de armas y cuencas mineras de Asturias, y que discurriese por una trinchera para que no fuese visto desde el mar y esto dificultase el ser bombardeado por flotas enemigas


No en vano su primer proyecto, aprobado en el Congreso de los Diputados, databa de 1886, con riesgo de guerra ya, muy palpable con Estados Unidos, a consecuencia de las guerras de Cuba, cuando aún ni siquiera existía la aviación y no se pensaba en la localización y bombardeos por aire. De los muchos artículos y escritos que hablan de él, traemos este para esta ocasión, de Ecos de Pravia, basado en un extracto de la tesis doctoral de Cristian Rangel Valdés, Pravia y su concejo en el primer tercio del siglo XX:
"Ferrocarril Estratégico, de la Costa o Ferrol-Gijón. La idea era crear una línea que uniese el Ferrol y su arsenal naval con las zonas carboneras y las factorías armamentísticas asturianas, por eso se le conocía por el nombre de “El Estratégico”, pues lo era en sentido militar. El proyecto existía desde el siglo XIX, pero no será hasta 1902 cuando se cree en Bilbao la empresa destinada a acometerlo, la Sociedad Iberia Concesionaria. El 17 marzo de ese mismo año es autorizada por Real Orden para realizar los estudios necesarios que se requiriesen. En julio de 1902 se promulgó la Ley de Ferrocarriles Secundarios que afectaba a las líneas no incluidas en el Servicio General, es decir, aquellas que cruzaban terrenos accidentados y tenían elevados costes. En 1906, la Sociedad Iberia Concesionaria presentó un anteproyecto glosando las ventajas del trazado para la población gallega y asturiana —más de un millón de habitantes en el área de acción del ferrocarril, además de las indudables aplicaciones estratégicas, uniendo zonas mineras, industriales armamentísticas y base naval—. Con todo, como se ha dicho, la línea no fue incluida en el Servicio General, pero sí se incorporó al Plan de Ferrocarriles Secundarios de 1907. Poco después de su inclusión se aprobó el Plan de Ferrocarriles Estratégicos garantizados por el Estado, anejo a la Ley de 26 de marzo de 1908; este plan incluía una serie de líneas independientes que de manera sucesiva formarían la línea Ferrol-Gijón..."

Y aquí, viendo ya al fondo la iglesia de San Salvador, tenemos la profunda caja de la trinchera del ferrocarril. trazado sobre el papel pero cuyas obras se demorarían, no comenzando hasta la segunda década del siglo XX, no siendo culminadas hasta el último tercio de esa centuria, ya con unos criterios y una situación totalmente diferentes a lo que motivó su primer proyecto:
" En 1908 se abrió el concurso que fijaba los requisitos que debía reunir el proyecto. El 30 de enero de 1909, la Sociedad Iberia Concesionaria presentó un proyecto presupuestado en unos setenta y cinco millones de pesetas y, tras una serie de modificaciones, se sacaron a subasta las obras, pero quedaron desiertas en tres ocasiones: 1915, 1919 y 1920, ya que la concesionaria no era capaz de reunir el dinero suficiente para ejecutarlas. Ante esta situación, el Gobierno tomó la decisión de, con cargo a los presupuestos generales de 1920-1921, subastar los tramos de mayor interés para los viajeros, comenzándose en 1921 las obras en el sector del Ferrol y en 1922 en el de Gijón. Así fue como el Gobierno central acabó haciéndose cargo de unas obras que tardaron dos décadas en ser aprobadas y seis años en ser subastadas con éxito. La dificultad de las obras, debido a la accidentada orografía, los múltiples ríos a salvar y las características de un terreno de muy poca consistencia y abundante agua —prueba de ello es el gran deslizamiento acaecido en el túnel de los Cabos, concejo de Pravia — explican por qué la concesionaria no fue capaz de reunir los fondos necesarios para ejecutar las obras. Al encargarse la administración central los trámites burocráticos se eternizaron, lo que alargó aún más el proceso, a esto hay que añadir el paréntesis traumático que supuso la Guerra Civil; solo así se entiende que las dos ciudades cabecera del tendido métrico, el Ferrol y Gijón, acabaran unidas en 1972"

Nos acercamos así a la iglesia parroquial de San Salvador de Piñera/Piñeira: su advocación a San Salvador, como la catedral de la capital asturiana, está vinculada directamente con estas antiquísimas peregrinaciones por los caminos norteños entre Asturias y Galicia


Pasamos una nava de lo que parecen talleres o almacenes y nos acercamos a las casas de un grupo dispuesto en torno a la encrucijada con el camino a la iglesia


A nuestra derecha, al norte, se distingue la boscosa hondonada donde está la Playa de Frexulfe, monumento natural oculto a nuestra vista. Bien es verdad que quien va caminando no puede verlo todo siempre, y menos si ha de desviarse dos kilómetros aquí, dos kilómetros allá, constantemente, pero si se tiene oportunidad, por ejemplo si nos alojamos en el albergue de Piñeira y disponemos de tiempo y fuerzas, no dudemos en acercarnos. O sino tengámoslo en cuenta para una futura visita


Y a la derecha de esta casa admiramosun muy buen limonar...


Y detrás del limonar una buena casa tradicional, de tejado de pizarra a cuatro aguas, en el que crece ña yedra, otro símbolo del éxodo rural y del abandono del campo...


En torno a las casas, también buenos prados de siega. Hay también alguna huerta e invernadero...


La iglesia sigue siendo una buena referencia, a sus pies, un poco más adelante, está el albergue municipal de peregrinos de Piñeira


Más allá las casas de Freal, los campos de Las Grandas y el Monte del Polvorín


Y los campos que se extienden hacia Frexulfe y su playa...


Bajo nosotros, la carretera N-634, a la que volveremos a salir tras pasar la iglesia. Al fondo las casas del barrio o lugar de Frexulfe...


Llegamos a Casa Teresa, que sigue el patrón de uno de los que fueron los estilos más abundantes de viviendas campesinas en estos concejos, con techo de pizarra, este a dos aguas y paredes de piedra pizarrosa oscura, con dinteles pintados de blanco en los vanos


La fachada principal tiene la pared de piedra cubierta de carga, lo que evitaba las filtraciones en las juntas. A los lados tiene cuadra y henar anexos, uno a cada lado, de forma transversal y haciendo pasillo hacia la entrada: debía ser un rincón muy acogedor y resguardado de los vientos


Por desgracia también esta casa está en ruinas: atentos ahora a aquel cabazo...


Aquí hemos llegado al cruce entre las casas, donde tomaremos a la drecha el camino que va a la iglesia,la carretera y el albergue


Aquí tenemos otro alto cabazo con paredes de ladrillo. El que haya orificios para la entrada de aire es fundamental independientemente de los materiales con los que esté hecho. Sus trazas constructivas siempre depende de varis factores, los recursos de los que se disponía, los usos o producción a los que estaba destinado, el tamaño de la casería, etc. Nos llama la atención que parece carecer de tornarratos, tal vez su altura, su forma lista, etc. lo hacían innecesario


En uno de los pilares o cepas del cabazo, que forma parte del muro del terreno de la casa, una concha nos advierte del camino a seguir y nos informa de la cercanía del albergue de peregrinos


Nos dirigimos ya directamente a la iglesia parroquial, sucesora de uno de los monasterios citados en la documentación altomedieval como existentes en esta franja interfluvial del Navia y el Barayo que luego constituyó el actual concejo de Navia


Figura posteriormente en el inventario de parroquias asturianas de Gutierre de Toledo de 1385, el enérgico obispo toledano que vino a Asturias a enmendar la plana al relajado clero local, aplicando con rigor severa disciplina y registrando e inspeccionando todos los bienes y recursos, acometiendo continuas obras, reformas, disposiciones, etc.



La iglesia actual no obstante es relativamente moderna, no hemos hallado mucha información sobre ella pero parece ser de las primeras décadas del siglo XX, existiendo gente que recuerda oír a sus padres anécdotas de su construcción


No sabemos tampoco si esta iglesia está en el solar de otra anterior o, como en el caso de Villapedre, se desplazó del asentamiento primigenio. Tampoco estamos seguros que en este tramo el camino siga la traza original o haya sido modificado a consecuencia de la construcción del ferrocarril y de la carretera, pues esto dicen en su indagación caminera los autores de El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"Desde las casas más elevadas y sureñas de Piñera hasta la localidad de Villaoril el Camino (se refieren al trazado original) es de difícil seguimiento ya que se halla interrumpido por la vía del tren y la N-634, además de enmascarado por el talud de esta última"

Justo antes de la iglesia volvemos a pasar sobre El Estratégico por otro de los puentes de Piñeira. Son estrechos, estaban pensados más bien para carros posiblemente. Como peatones o ciclistas pasamos bien, pero si viene un vehículo el puente es pequeño para los dos, precaución, pues además hay un cierto cambio de rasante en este lugar


Acercándonos a la iglesia apreciamos su traza neogótica, dentro del gusto historicista que tanto imperó en el arte religioso, al menos desde el romanticismo decimonónico y hasta mediados del siglo XX. Sin duda, como en todo este tipo de construcciones, intervino el capital indiano


Una vez pasado el puente bajamos por la carretera local pero enseguida la dejaremos a la izquierda, a mitad de esta curva


Estas son las señales, bien a la vista, que nos lo indican


Y así por este sendero nos dirigimos al campo de la iglesia


Abajo enlazamos con la pista que comunica la parroquial con la N-634


Pasamos entre la entrada al parki y lo que parece ser la sacristía. Insistimos en que la advocación a San Salvador, como la catedral ovetense, demuestra su vinculación con las rutas de peregrinaciones, por eso se dice "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al Señor". Por supuesto también revela los importantes intereses de la mitra catedralicia en este territorio


Es además digno de saberse que, cuando el actualmente mal denominado Camino Francés imperó sobre los trayectos jacobitas norteños, la devoción por San Salvador siguió haciéndose patente en muchos romeiros, pues hay datos que este ahora denominado Camino Norte o del Norte , además de seguir siendo empleado para ir a Santiago, era utilizado por algunos peregrinos para regresar a casa por él, pasando por la capital asturiana y visitar las santas reliquias de Jerusalén. Incluso hace unos años la asociación Abrindo Camiño de Mondoñedo fomentó este Camino de Vuelta


La estructura de esta iglesia recuerda bastante a la de Nuestra Señora de la Barca de Navia, construida en 1895 también para sustituir a otra anterior situada en las inmediaciones. Sin duda esta imita en parte algo de su fábrica, incluyendo el tamaño


Y ahora desde el campo de la iglesia seguimos ruta, bajando a las casas de la carretera


De nuevo en la N-634 vamos a seguir por ella a la izquierda


Al menos hay un buen arcén y a continuación de esta casa vemos ya las antiguas escuelas, actual albergue municipal de peregrinos 


No hemos encontrado tampoco demasiado sobre su historia, pero parece una de esas grandes escuelas patrocinadas por capital indiano y gestionadas por instituciones públicas, que tanto abundaron en las tres primeras décadas del siglo XX


Su tamaño implica que habría gran cantidad de escolares, cuando estas zonas rurales estaban muy densamente habitadas, con varios hijos en casa casa, y eso a pesar de los muchos que emigraban a hacer las américas


Tiene dos entradas y dos alas, una para niños y otra para niñas. En nuestros días este albergue, restaurado hace unos años, es un buen lugar para descansar, a solo cinco kilómetros de Navia, la capital del concejo


En el Camino de Santiago por Asturias, Topoguía 2. Ruta de la costa, leemos lo que ahora nos depara. Unos metros de carretera:
" Desde las casas más elevadas y sureñas de Piñera hasta la localidad de Villaoril el Camino es de difícil seguimiento ya que se halla interrumpido por la vía del tren y la N-634, además de enmascarado por el talud de esta última, a lo que se une la carencia de puente sobre el arroyo y posiblemente el enmascaramiento por la vegetación"

Parece pues el camino ha quedado un tanto desdibujado, de ahí el giro en las casas y el paso por el puente sobre el ferrocarril hacia la iglesia y salir a la carretera


Y desde dicho talud de la carretera divisamos Villauril o Villaoril, con sus casas en dos grupos, separados por la N-634, a la izquierda las que se yerguen en el alto en trono a su famoso santuario mariano, del que pronto vamos a hablar. A la izquierda las del Campo d'Arriba, un poco más al norte, por las que pasaremos rumbo a la villa de Navia


Ante nosotros, al otro lado de la carretera, vemos el pueblo de Freal, sobre el valle del río Villauril, también en esta parroquia


No es demasiado trayecto por la carretera general, además es cuesta abajo y dispone de un buen arcén. Pronto habrá que cruzar y habremos de poner el máximo cuidado


A unos 200 metros más allá del albergue, cuando empieza a imperar la vegetación ribereña y hay un paso a la derecha, en el quitamiedos o guardarraíles, es cuando habremos de cruzar


Lamentablemente harían falta más señales que las que vamos a ver nosotros, debería haber las preceptivas señales luminosas para automovilistas en estos casos de frecuentes pasos de peatones, peregrinos sobre todo 


Es más, si no nos fijamos hasta a los peregrinos pueden pasar desapercibidas al estar al menos una en prácticamente permanente umbría


Esta en concreto, aunque es grande siempre está en sombra o penumbra: aquí tenemos que cruzar al otro lado


Al otro lado, el mojón tal vez se vea mejor si le da bien el sol de la mañana al menos, y no lo tapa demasiado la hierba al crecer


Es una preciosa senda de hierba, tierra y hojarasca que se mete en el bosque de ribera...


Una alegría dejar estos arcenes pero cuidado al máximo al pasar...



La bajada al río Villauril, también llamado Rounín


Allí vemos la pasarela que cruzaremos


Otro de los puentes de Piñeira en el Camino Norte


Luego de la pasarela unos palets hacen de improvisado puente...


Vayamos no obstante con cuidado pues a veces, al pasar, se mueven


Luego, pisando también sobre las piedras de este vado, pasaremos al otro lado


Y nada más pasar el río empezamos a subir, prado arriba


Luego hay un tramo entre altos setos silvestres...


Y pronto salimos a campo abierto


Y divisamos unas casas: El Campo d'Arriba, al sur de Villauril


Una aldea eminentemente rural bajos los campos de Las Canteiras


Mientras contemplamos el pueblo y los alrededores, continuamos en cuesta, ahora más suavemente


Terminamos de subir y tomamos la dirección izquierda


Por aquí sigue el camino, al enlazar con esta pista


Trayecto solitario entre los prados pero bien indicado. Muy cerca del camino, unos metros más al sur, tenemos una referencia muy importante...


Y es que divisamos la altísima torre del muy veneradísimo santuario mariano de Nuestra Señora de Villaoril o Villauril (pinchar aquí), reedificado totalmente en 1968, aunque lo que es propiamente el edificio no podemos verlo desde aquí, oculto por las casas. Se trata de un lugar de gran tradición romera y enorme devoción en toda la comarca, con su Fuente Santa de la que manaba agua hacia arriba. Es un enclave centro de numerosos milagros, con apariciones y leyendas.


Si bien no en el mismo camino, pero sí muy cerca de él, es otro de esos enclaves que, por su significación, si se tiene oportunidad, no habríamos de dudar en visitar. Si bien entendemos que yendo andando, tal vez más factible en bicicleta, el querer verlo todo y desviarse aquí y allá no es fácil por cuestiones de tiempo y esfuerzo, al menos ha de tomarse nota para una próxima ocasión, pues el paraje merece la pena


Como suele acontecer, estos lugares sagrados tan venerados tienen historia, tradición y milagros. La parte legendaria afirma que un vecino estaba trabajando en el campo, quitando malezas, cuando halló una imagen de la Virgen, la cual quiso coger tan admirado y aprisa que en la acción se partió el brazo, pero curándose este al momento, por lo que avisó a la vecindad, disponiéndose ponerla en un lugar para su veneración, si bien algo alejado del mismo del suceso, a unos 300 metros


Pero la talla de la Virgen retornaba milagrosamente al día siguiente al sitio de su descubrimiento, por lo que, viendo lo extraño y sobrenatural del suceso, se decidió hacer allí su capilla. En ese paraje la vecindad encontró la Fonte Santa, colocándose entonces allí una cruz de piedra con la imagen de Cristo a un lado y de la Virgen María al otro


Aquel primigenio templo del que se tiene noticia era tal vez del siglo IX o X, pero estaba en tan mal estado en el siglo XVII que se decidió acometer profundas reformas a cargo de don Juan Alonso, del linaje naviego del Marqués de Santa Cruz. A parecer su madre doña Elvira Valdés, esposa de Álvaro Pérez de Navia Osorio y Quirós, había dejado este mandato a sus hijos en testamento a su favor del año 1613, encargando expresamente a su primogénito "hacer una bóveda en toda la capilla de Nuestra Señora de Villaoril"

 
A esa época pertenecen la actual imagen de vestir de la Virgen, barroca y restaurada en 1845 y en 1924, siendo párroco José Fonfría, también el retablo, igualmente barroco, así como el cruceiro de piedra de lo que es propiamente la Fonte Santa, situada unos metros más abajo al sur del santuario, y los primeros prodigios reseñados en Milagros que ha obrado Nuestra Señora de Villaloril, por medio del agua de su fuente, en que es tradición haber hallado a su divina Magestad, y son manifiestos y declarados por las personas con quien los ha obrado...diploma enmarcado en el lado derecho del camarín. En 1701 Baltasar Cifuentes, de la misma estirpe, mandaría pintar unos cuadros que plasmasen todos los milagros que la vecindad de la comarca atribuye a la Virgen de Villauril


Los cuadros, 48, serían reimpresos en 1857 y en ellos se detallan 84 de esos milagros, para los que es preceptivo acudir andando a esta ermita, como el de la niña María de la Vega de Píndolas que curó su sordera de nacimiento, o el del vecino que curó una enfermedad infecciosa de sus brazos con el agua de la Fuente Santa. Los fieles suelen realizar los últimos metros de rodillas o descalzos, ofreciendo exvotos y oraciones. Un gran impulso a estas peregrinaciones lo dieron las indulgencias que fueron concedidas en el año 1759 por el papa Clemente XIII para las personas que rezasen ante la Virgen la Salve, un Avemaría y las Letanías Marianas


Dada su devoción también en la vecina Galicia es su fiesta llamada Festa das Galegas, por la cantidad de romeras y romeros gallegos que aquí acuden anualmente en la grandiosa romería y fiesta del 28 de septiembre


Y como hallazgo sorprendente, mediado el siglo XX se descubrió aquí una lauda sepulcral con el texto: 
"Hobit famula dei aragonti confessa pridie klos apriles era DCCCCLXI" 
Su traducción vendría a ser: "falleció la sierva de Dios Argonti, monja, el día antes de la kalendas de abril de la era 961", esto es, fecha en el calendario actual del 31 de marzo del año 926. Con esto se  demuestra una antiquísima devoción de este lugar, con una fuente tenida por santa y milagrosa y una carbayeira o robledal, elementos sagrados desde la más remota noche de los tiempos, cristianizados desde los albores de la evangelización de estas tierras.


Si deseásemos visitar el santuario y la Fonte Santa, en este cruce iríamos a la izquierda, cruzaríamos la N-634 y llegaríamos al él tras corta subida, llegando después a la fuente. El camino como tal y señalizado sigue a la derecha


Continuando pues por el camino señalizado, seguimos por esta carretera local de suelo asfaltado que recorre la parte norte de Villauril, la cual seguiría más o menos el viejo camín real


Sigue habiendo una ligera cuesta en lo lato de esta campera, casi una cresta, con vistas a ambos lados...


A la derecha, al norte, El Campo d'Arriba, el núcleo de Freal y los prados de Las Canteironas


De frente una sucesión de casas con fincas y terrenos, diseminadas a lo largo del camino


Y a nuestra izquierda a lo lejos la línea de cumbres que hacen de divisoria al sur entre los concejos de Navia y Villayón, con La Oubitina (568 mts.), Penayera (632 mts.), Sulacuova (553 mts.), El Picu Panondres (842 mts.), El Picu las Custil.lonas (582 mts.), El Picu los Carbayois (585 mts.) El Picu Las Lleiras (523 mts.), El Picu de Bompoderosu (509 mts.), así como más cerca los montes de Caborno y las colinas costaneras del Monte las Veigas, L'Alto la Trapa, Los Polvorayos y La Rebullosa que dominan el panorama.


Y por supuesto, más cerca, la Carbayeira de Villauril con su santuario. Se supone el topónimo tiene que ver con un Villa Aurelio, un posesor romano o romanizado de una villa agrícola en este lugar. Dada su vinculación con el camino no sería disparato elucubrar en una mansio o especie de parada de postas para fonda de viajeros, normalmente autoridades imperiales, funcionarios, mandos militares, etc. máxime si tenemos en cuenta que el culto a las aguas parece hundir su origen en la más remota antigüedad. Sin embargo hay quien se decanta por villa oril o villa del oro, incidiendo en la señales de prospecciones mineras auríferas romanas y tal vez prerromanas en esta costa, muy abundantes hasta más allá del Cabo Burela y que han dado lugar a no pocos topónimos


Se dice que los marineros y pescadores extendieron este culto, dando noticia de sus prodigios, entre la asturiana ría del Nalón y la gallega de Viveiro, y otro tanto pasaría con los campesinos, arrieros, y vaqueiros trashumantes del interior, de ahí que se cuente que en esta romería llegaron a concentrarse algún año hasta 50.000 personas, siendo costumbre, además de llegar caminando descalzos, entrar de rodillas en el templo, llevar exvotos relacionados con los favores recibidos, entre otros, En lo relativo a los milagros se reseñan numerosos como el de...
María de la Vega de Píndolas estaba desde niña totalmente sorda, vino a lavarse a la fuente y permitió Nuestra Señora quedarse buena

 Otros relatos son los de las afecciones cutáneas curadas con el agua de la fuente, como el del labrador que  acudió a la Fonte Santa con una grave infección en los brazos, a la que los médicos no hallaban remedio, mojándolos en el agua y mostrándolos sanos al instante a los presentes. El escritor, cronista y catedrático Fermín Canella escribía allá por el siglo XIX:

"De los santuarios tiene fama en toda la parte occidental, y en mucha parte de Galicia, el antiguo de Nuestra Señora de Villaoril, parroquia de Piñera, con cuatro romerías concurridísimas y a diario visitado por infinitos devotos"

Caminamos pues caminos de peregrinación a Santiago, al Salvador y a Nuestra Señora de Villauril con su Fonte Santa, lo que dada su veneración al menos hasta Viveiro, la hace conectar con otra ruta de romería, la de San Andrés de Teixido. Hoy en día conectaríamos con ella desde Ribadeo por el Camiño do Mar y es que "a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo"


Saliendo poco a poco de Villauril sigue la cuesta, que es muy liviana pero prolongada...


A lo lejos, al norte en la distancia, seguimos viendo Freal


Pasando esta casa se va terminando la cuesta para caminar más llano...


Ya en llano hallamos esta bifurcación y seguimos a la izquierda


Por el trecho asfaltado. Han sido puestas dos conchas. Lo cierto es que las vieiras, en contra de lo que mucha gente cree, incluso autoridades, no indican dirección, solo que esto es el camino, la dirección, si vemos la normativa xacobea de señalización, habría de venir dada por una flecha amarilla, o así dicen en Directrices para la señalización del Camino de Santiago, del Consejo Jacobeo
"El emblema de la concha se creó con la intención de identificar un símbolo con el Camino de Santiago. En su origen, tiene un significado orientativo, de posición, no necesariamente direccional. Representa la convergencia de rutas que desde distintos lugares conducen a un punto, siempre en el oeste. No se creó, por tanto, como indicador de dirección, sino como símbolo del Camino, si bien podría ser usada con ambos fines (posición y dirección) en casos puntuales como en el entorno de Bienes declarados por su interés cultural o en Conjuntos Históricos, donde se podrá sustituir el cartel indicador por una concha en suelo, a fin de minimizar el impacto de la cartelería. El Consejo Jacobeo recomienda que el emblema de la concha se utilice como símbolo identificativos del Camino de Santiago y aconseja que su representación, proporciones y colores, así como su utilización se ajusten a las indicaciones contenidas en el Manual de Uso publicado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo en 1989. Es aconsejable que este símbolo aparezca junto con la flecha amarilla, que indica la dirección, en aquellos soportes que así lo permitan"

Y seguidamente llegamos a otro cruce muy importante y a tener en cuenta: como en el caso anterior, si nos decidiésemos a visitar al santuario de Villauril iríamos a la izquierda, pero el camino sigue de frente


Y así siguiendo la ruta señalizada cruzamos la carretera y seguimos hacia la nave del fondo, de Casa Cangas


Pasamos junto a la marquesina del autobús...


Estamos ya a solo cuatro kilómetros de Navia, según estas indicaciones, y a tres si quisiésemos ir desde aquí a la tan mencionada Playa de Frexulfe


A nuestra derecha ahora veremos esta casa campesina tradicional con tejado de pizarra a cuatro aguas, y en su terrenos un cabazo de pared de ladrillo y tornarratos tipo mesa, enterizo. A sus pies el gallinero


La carretera local sigue junto a la citada nave de ganado de Casa Cangas


En su fachada están las señales camineras...


Y pasando la nave, el camino, que sigue siendo carretera local, continúa un buen tramo en recto


Pasamos al lado de esta gran vaquería


Al sur, los campos de El Concerval y La Mabona


Estamos cerca también, a solo kilómetro y medio de Cabanella, lugar que aparece mencionado ya en el año 1044 dentro de los bienes fundacionales del poderosos monasterio cangués de Courias, siendo por lo tanto uno de los primeros topónimos conservados documentalmente de estas aldeas naviegas



Se ven mayoritariamente grandes rebaños de vacas frisonas, buenas productoras de leche, llamadas así por ser procedentes de Frisia, región entre Países Bajos y Alemania. Se sabe que las primeras ya empezaron a importarse a finales del siglo XIX, dada la gran demanda de suministro en los crecientes núcleos urbanos e industriales, especializándose muchísimas caserías en la ganadería y los pastos, abandonando la actividad cerealística salvo de plantas forrajeras para estas grandes cabañas. La frisona se adaptó muy bien a la cornisa cantábrica y la mayor de las existentes, según censo oficial, se hallan en Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco, aunque también en Madrid, con 27 ganaderías y más de 6.000 animales


No en vano, un poco más lejos está la parroquia de Anlleo, al sur de Villauril, sede de la factoría de Industrias Lácteas Asturianas con su famosa marca Reny Picot, fundada en 1960 y que estaría plenamente en marcha un año después, siendo el primer signo de industrialización naviega tras la larga posguerra. Se dice que se instaló en Anlleo pues por entonces era el único lugar con teléfono en estas aldeas del interior de Navia, si bien sin duda contribuiría estar en medio y al lado mismo de sus fuentes de suministro


Mas en la distancia, las inmensa cantera de Rencaños y su explotación de áridos, comenzada en 1997 al pie de La Oubetina y Rebordiabuéis, hacen su profunda cicatriz en la sierras y picachos que separan Navia de Villayón. Como referencia geográfica y caminera, podemos decir que más allá aún, a unos 30 kilómetros más al sur en línea recta, está el famoso Puerto del Palo, en el Camino Primitivo, y por lo tanto la Sierra de Fonfaraón, por donde discurre la no menos célebre Ruta de los Hospitales de ese camino


Puede decirse que los dos caminos van paralelos, si bien a una importante distancia uno de otro, al menos para quienes van andando. Se sabe que había, naturalmente, caminos que los enlazaban. A veces los peregrinos del interior iban a la costa para evitar los puertos de montaña, solitarios y peligrosos sobre todo en invierno con las nieves, que a veces los hacían infranqueables. Otras veces eran los peregrinos del litoral los que se dirigían tierra adentro evitando el cruce continuo de grandes estuarios, pues no había puentes


En este sentido curioso saber que en Anlleo, en concreto en su famoso palacio, se dice pernoctó San Francisco de Asís cuando hizo el Camino de Santiago por estos lugares, separándose de este, el camino principal, en Villapedre. Sin entrar en consideraciones sobre la realidad o leyenda de la tradición, que afirma que incluso se conserva el clavo del que San Francisco colgó su hábito, ello da pie a suponer que es posible que algunos peregrinos, como era costumbre, se dirigiesen al interior para vadear grandes ríos, en este caso el Navia, por lugares más estrechos y seguros que la desembocadura por sus profundas rías, un riesgo en aquellas antiguas embarcaciones de los barqueiros de antaño, como ya hemos señalado


Al norte a nuestra derecha, campos de Las Canteiras, con sus extensas praderías, y sobre ellos, solitaria, la capilla de La Esperanza, en Téifaros, parroquia de Andés, y de la que fue patrono don José de la Vega y Navia, señor de la Casa Teifaros, pasando luego a su yerno don Pedro de Flórez, casado con su hija María Cayetana de la Vega y Navia


Los contrafuertes recuerdan el gusto gótico de la construcción, cuyas referencias escritas en el año 1759 informan de las misas de difuntos oficiadas el día de la fiesta, dos cantadas y siete rezadas. Durante las obras de restauración de los años 1990-91, hechas por el vecindario y auspiciadas por los párrocos de Andés Don Fermín Rodríguez Campoamor y Don José Julio Velasco Bolaño, se encontró una inscripción del año 1648. En su campo hay unos cipreses y un teixo, árboles longevos y perennes de connotaciones religiosas ancestrales, incluso precristianas


No demasiado lejos de La Esperanza, también en Téifaros, si bien más al norte y en la costa, está el importante castro costero de El Castrillón o El Castrillón de Fabal, del que se conservan tres fosos excavados en la roca, así como sus correspondientes parapetos, hallándose utensilios castreños clásicos, como un molino de mano. Se supone controlaría la navegación de cabotaje, pesquera y comercial, así como estos viejos caminos costeros, junto con los numerosos castros del litoral  y otros más al interior. También podría estar vinculado, como prácticamente todos los de esta franja costera, a los numerosos yacimientos auríferos localizados en la rasa marítima asturgallega


Tengamos en cuenta que, pese a sus peligros evidentes, las rutas comerciales por mar llegaron a ser más rápidas que las de tierra en estos lugares, al menos hasta la construcción de las carreteras de hoy en día a partir de finales del siglo XIX. Pero... ¿tiene alguna vinculación la capilla con el castro?. En julio se celebra romería, y tras la misa en este santuario hay una jira o comida campestre en el Prao la Balleira, en la Playa de Coedo, a la izquierda de la de El Fabal y en las inmediaciones del castro


Veiral, naves y gasolinera al lado de la N-634 y al norte de Salcedo, donde está la nave de Benito, de sistemas de carpintería


En Beiral se han instalado bancos de madera para sentarse al lado del Camino. También se han plantado filas de árboles


También alrededor de la nave, un gran bosquete lineal


Y un excelente paisaje de la gran campiña de la rasa costera, prados abiertos de pasto y siega que llegan a la carretera y más allá


Vista hacia el Alto Villauril y de toda la transición paisajística entre la rasa costera naviega y las montañas de Villayón, concejo que se segregó de Navia en 1869 tras la llamada Revolución Liberal, que prosiguió las reformas administrativas realizadas en ese siglo durante sus gobiernos. pues ya había habido un corto intento durante el Trienio Liberal (1821-1823). En 1851 la parroquia de La Montaña, al sureste, había sido también segregada de Navia, pasando al vecino concejo de Valdés


A los pies de la sierra adivinamos, más que vemos, el valle de Anlleo, que constituía, como hemos visto, otro paso natural importante antes de cruzar el Navia. De hecho incluso durante la francesada el mariscal Ney lo vadeó con sus tropas por Trelles, al suroeste de Anlleo, en mayor de 1809, sorprendiendo a la guarnición naviega, que esperaba un ataque hacia la ría procedente de Galicia


Pese a que estamos cerca, apenas vemos la N-634, tapada por estos prados, así como tampoco la A-8 o Autovía del Cantábrico. Las vías de comunicación, también el ferrocarril, discurren por aquí muy cerca unas de otras, incluyendo a este viejo Camín Real de la Costa. pues como hace milenios se aprovecha esta llanura litoral naviega por tránsito natural


Campos de Paraxe y más allá Llamabúa, cerca de Cabanella, zona de buenos alojamientos rurales también, además de escenario de cine, donde se filmó parte del galardonado cortometraje Patatas, de David Barreiro


Así publicaba parte de su reseña de la filmación el periódico La Nueva España, en el artículo de T. Cascudo, "Patatas" de cine en Navia, publicado el 8-4-2013 y del que extraemos los párrafos que ensalzan este paisaje sublime... y algunos de sus más suculentos productos:
"Un coche atraviesa las carreteras del occidente de Asturias entre campos sembrados de maíz y patatas, con un viento desapacible que amenaza tormenta». Así empieza el guión de «Patatas», la historia del gijonés David Barreiro que estos días, en Navia, ha empezado a tomar forma de cortometraje y a la que el temporal del fin de semana le ha venido como anillo al dedo (...)
Barreiro confiesa que no concibió la historia pensando en el paisaje occidental, pero reconoce que se adapta a la perfección. «Es una historia universal que podría pasar en cualquier parte del mundo, pero geográficamente y paisajísticamente quería hacerla en esta zona». Conoce Navia porque es el pueblo de la familia de su mujer Olaya Pazos -que además es directora de fotografía en el corto- y cada verano pasa unos días en suelo naviego. «La zona me parece impresionante y es diferente del paisaje del resto de Asturias, desde el color de la tierra hasta los tejados de las casas (...) 
El paisaje occidental no sólo ha cautivado al director, sino también a la actriz Lola Casamayor, uno de los rostros más conocidos del plantel de ocho actores protagonistas. Cuenta Barreiro que desde que la recogió en la estación de tren en Oviedo hasta que se bajó del coche no paró de asombrarse con el paisaje. Casamayor, que ha estado alojada en la localidad taramundesa de Vega de Zarza, confiesa que desconocía por completo la comarca occidental, ya que siempre que ha visitado Asturias por trabajo ha sido al centro de la región: «De Cudillero hacia Galicia no conocía nada y la verdad es que me parece precioso y voy a volver». 
El equipo, integrado por una veintena de personas, inició la faena el viernes. La primera fase del rodaje se centró en una casa tradicional de la localidad de Cabanella, donde sobrellevaron el frío a base de mantas y una buena ración de empanada y venera naviega. A lo largo del fin de semana también han trabajado en varias carreteras de Navia y en la playa y la zona de La Poza, así como en una vivienda de Valdepares (El Franco)

 Y luego de extasiarnos con estas descripciones cinéfilas del maravilloso paisaje naviego y de la costa occidental asturiana, es hora de regresar al camino... 


Pasamos frente al portón de la factoría de Benito Sistemas de Carpintería


Campos de cultivo de maíz y de frente La Venta, en la parroquia de Talarén o Villanueva, topónimo que hace referencia a una antigua posada caminera o venta, que conoceremos dentro de poco


A la izquierda la gasolinera y Salcedo, en esta misma parroquia de Talarén, donde nace el río Valmión, que desemboca en la ya muy cercana Ría de Navia. En la distancia el Cordal de Coaña, a sus pies, por Trelles y Porto, pasó Ney sus tropas, río arriba, siguiendo sin duda una ruta antigua parta vadear, si bien haciendo un importante rodeo, el río Navia y esquivar su estuario por un sitio más estrecho y menos expuesto


Más naves y silos, es el Polígono de Salcedo. En primer lugar los talleres de Tito El Xiegu


  Pasamos uno de los accesos al polígonos y seguimos adelante hacia La Venta


Dejamos ya la parroquia de Piñera/Piñeira y en La Venta caminamos por la divisoria entre las de Andés, a la derecha, y Talarén a la izquierda


Aquí salimos a la carretera local NV-3 que aprovecha el trazado del Camín Real para ir a Navia


Al norte Paderne, en Andés, otro de los lugares de la gran rasa litoral naviegan y donde nace otro pequeño afluente del Navia, el río Paderne, que al salir a la ría es llamado Olga Faquina


Seguimos pues la carretera local citada, rumbo oeste hacia la villa de Navia y su estuario


Esta carretera, si bien relativamente tranquila en comparación con la general, puede en ocasiones tener un tráfico importante, accesos a Andés, las playas, los polígonos, desde Navia, así como a lugares más o kenos poblados en las inmediaciones de la villa de Navia. No hay arcenes, tengamos cuidado


Dejamos a nuestra derecha el cruce a Andés, la cabeza de la parroquia, cuyo célebre palacio fue quemado en 1809 por los franceses de Ney. En nuestros días promociona su historia y patrimonio su activa Asociación de Vecinos San Pedro



A la izquierda nueva vista de Veiral y Salcedo, con las boscosas colinas de Xexín y Picos Cerrados 182 m)


Hoy en día los peregrinos vuelven a recorrer los antiguos caminos y pasan por un lugar de tanta tradición hospitalaria y caminera como es este de La Venta. El trato a los romeiros fue una constante preocupación por quienes velaban por su buen trato, diferenciándolos de otros viajeros, arrieros, comerciantes, etc. Así el gran estudioso del fenómeno de las peregrinaciones, Fernando López Alsina, dice:
“a finales del siglo IX los diplomas reales empiezan a mencionar de forma genérica a los peregrinos como beneficiarios de las donaciones y se organizan las primeras manifestaciones de hospitalidad. Son aún anónimos, quizás mayoritariamente hispanos, atraídos desde lugares dispares”

No siempre había ventas ni hospitales, habiendo de buscarse otras alternativas, dice también López Alsina:
"En la Europa medieval los viajeros conocieron y utilizaron modalidades muy diversas de alojamientos. Los reyes y grandes nobles acostumbraban a ir y castillo en castillo o de palacio en palacio, bien de su propiedad, bien de algún noble amigo; o se alojaban en los conventos cluniacenses o cistercienses, muy numerosos en los reinos europeos. Y desde el siglo XIII, en las ciudades, en conventos de frailes mendigos, sobre todo franciscanos y dominicos. En última instancia acostumbraban a disponer de tiendas de campaña bien acondicionadas. En el otro extremo, encontramos a los viajeros que dormían al sireno en el campo, en algún pajar o incluso en casas particulares"


A partir de aquí encontraremos algunos elementos muy importantes del patrimonio histórico del Camino en este tramo tan cercano ya a la villa naviega


Uno es la antigua casona de los Suárez de Castrillón. junto a la capilla de La Venta, Nuestra Señora de los Dolores, al sur de esta parroquia de Andés, construida cuando en 1780 el presbítero Pedro Suárez Infanzón, aquí nacido, solicitó permiso para su fundación


En el permiso solicitado alegó ser...
"no sólo para poder celebrar en ella el Santo Sacrificio de la Misa sino para los vecinos de dicho lugar poder hacer en ella sus devociones a causa de la mucha distancia a que se halla la iglesia parroquial y alguna otra ermita o ermitas que hay en dicha parroquia"

La capilla llegó a tener una renta de 24 medidas de escanda para su mantenimiento, pagadas por Lorenza García de Paderne. En 1987 la vecindad recuperó la fiesta de Nuestra de los Dolores con misa cantada y procesión de su imagen, a celebrar en el mes de septiembre, pero a partir del año 2000 volvió a perderse aquella romería en la que de tarde se danzaba al son de la música popular y se comía una especialidad local, el rapón. De esta forma escribe de ella el gran cronista y gastrónomo asturiano José Antonio Fidalgo:
"Por pueblos de la costa occidental cantan: 
«Antroido godoiro / pasou por Arbón / cun cesto na mao / comendo rapón».

También por Boal, Navia y El Franco suelen decir: «a rapa nun quita el bollo».La RAPA o RAPÓN es preparación típica de carnaval y los diccionarios locales la definen como «torta de maíz con cebolla y tocino» y también como «torta de maíz con tocino y chorizo».¡Vaya!, que es como una pizza «a la asturiana». 
Una gran amiga mía de Doiras, ya fallecida, me dio esta receta; «En una sartén con un poco de aceite se pocha una cebolla bien picadita, se suma el tocino entreverado cortado en dados pequeños y después el chorizo migado. Rehoga todo y se añade agua para que de unos hervores. Se deja templar y se agrega harina de maíz y un poco de harina de trigo, amasando bien. Se cubre el fondo de una fuente de horno con unas hojas de berza, se extiende encima la masa con un grosor máximo de 1,5 cm, se cubre con hojas de berza y hornea a 180-200º C durante unos 2O minutos"


La vieja casona también languidece, piedra oscura pizarrosa que alterna con otra más clara que parece arenisca, en paredes de mampostería; la de cantería, más escasa, algo tal vez en esquinas y vanos. La puerta se ha intentado sostener con ladrillos, el tejado se ha venido abajo...




Pero el blasón sigue ostentando sus armas heráldicas mirando al camino como símbolo de un pasado esplendor


Al fondo a la derecha en una gran casona, estuvo La Venta que dio nombre al lugar. Dadas sus dimensiones, que veremos mejor al acercarnos, da la impresión de haber sido un buen establecimiento ventero, pues no todos disponían de buenos recursos. A veces eran simples cuadras para caballerías donde la gente viajera o trashumante, muchos de ellos arrieros, tenían techo y lumbre, durmiendo entre paja y compartiendo sus propias vituallas, otra veces y con suerte podía haber hasta algo parecido a lo que entendemos por mesón con mesoneros, e incluso cuartos para hospedaje. Extraemos esta definición de Francisco José Palomo Vázquez en Entre la memoria y el futuro:

"Los caminos y carreteras, la campiña, la sierra, el litoral y los arrabales urbanos han visto brotar infinidad de ventas en sus pagos a lo largo de los años. Cada cual con su matiz distinto según la función que hayan desempeñado: venta del camino, del campo o ventorrillo de las afueras; ya fueran para abastecer a viajeros y arrieros, a campesinos, o bien para recreo de ciudadanos en su tiempo libre, a cada cual según sus necesidades"


Ya en el Codex Calixtinus, el gran tratado y compendio de las peregrinaciones del bajo medievo (s. XII), se dice:
“El que no engaña a los peregrinos, ni en la plaza, ni en el negocio, ni en el cambio, ni en el hospedaje, ni por los citados medios fraudulentos, sino que se porta con ellos debidamente, sin duda alguna obtendrá en el futuro el premio del Señor. Quienquiera que los ultraje y les quite algo, por hurto, rapiña, o por otro medio cualquiera, sin duda alguna su suerte será con Datán, Abirón y con el diablo”

A nuestra derecha, al norte, otro buen ejemplo de paisaje llano característico de la rasa costera más cercana al mar en Paderne 

Un poco más al norte, en la mencionada Playa de Coedo, al lado del castro de El Castrillón de Fabal, hubo un puerto ballenero, si bien no tan importante como el de Veiga/Puerto de Vega, muestra del aprovechamiento de todos los recursos posibles por parte de las poblaciones costeras. Allá por el siglo XVIII, por ejemplo, algunos vecinos de esta parroquia fueron expedientados por apropiarse de los despojos del hundimiento de un barco inglés, según informa el Gran Atlas del Principado de Asturias


Llegando a la Casa de La Venta, recordamos un poco algunas historias de los hospedajes camineros gracias a algunas noticias que extraemos del artículo del escritor y periodista Jesús Evaristo Casariego publicado en La Nueva España el 7 de abril de 1991 titulado Los viajes de nuestros antepasados y recuperado en el muy recomendable Blog de Acebedo:
"La vida de las posadas asturianas de antaño era pintoresca, aunque algunas veces pobre e incómoda. Ventero ladino, pero servicial, mozas generosas en lo suyo, mozos de paja y cebada llenos de marrullerías: todos pendientes siempre de la propina; tipos que han sido muchas veces citados en una literatura de costumbrismo convencional, que no siempre respondía a las realidades. Arrieros y viandantes del común se amontonaban en las amplias cocinas de inmenso lar (llar y char, en asturiano), donde en los escaños , mesas y banquetas toscamente labrados , los "tayuelos" , tenían lugar animadas tertulias en las que se cambiaban noticias nuevas o se recitaban , una vez más, viejas leyendas y romances

 Diferentes a los hospitales de peregrinos, estas ventas eran también frecuentadas por los romeros (si bien aquí tendrían muy cerca ya el hospital de pobres enfermos y peregrinos de Navia). Así habla de ello, en la voz hospedero, la Xacopedia:

"Los hospederos (posaderos, mesoneros u hosteleros), son, con los albergueros y los hospitaleros, parte esencial del día a día del peregrino, tanto en el pasado como en el presente. Aparecen como personajes recurrentes a la hora de afrontar dos necesidades básicas: la alimentación y la pernocta. Si el término ‘alberguero’ presenta connotaciones más recientes, relacionadas, sobre todo, con el renacer de la peregrinación jacobea en las dos últimas décadas del siglo XX y los nuevos usos en la atención básica al peregrino, el hostelero jacobeo, como el hospitalero, funde sus orígenes cuando menos en el siglo XII. 

Las primeras citas aparecen en el Codex Calixtinus [libro 1, capítulo 17], donde se constata la relevancia concedida a las hospederías y mesones del Camino a través de las largas referencias que dedica a sus responsables que, en contra de lo que acostumbraba a acontecer en los hospitales, cobraban lícitamente por sus servicios

Casariego por su parte nos explica muy amenamente cómo era la vida cotidiana en estas antiguas ventas, siempre con diferencias , pues las había principales como parece era esta, y otras más modestas, incluso pequeños refugios en las montañas o caminos más secundarios:
"La vida de las posadas se animaba singularmente al atardecer y al alba. A esa hora proseguía el viaje de la recua bajo el sol ardiente o entre la niebla lechosa o la lluvia insistente y monocorde. Todos se cubrían con sus capotes de capucha, arrebujándose en sus mantas o bajo los lienzos encerrados; algunos, ya en los últimos tiempos desenfundaban gigantescos paraguas de telas chillonas, rojas o amarillas. En determinadas épocas de guerras civiles y trastornos o en lugares donde se sabía que operaban bandoleros, las gentes iban con temor y recelo, y los valientes acariciaban los trabucos, escopetas o pistolas de arzón. Pero no eran frecuentes los asaltos a recuas numerosas, pues los bandoleros solían rehuir los posibles combates. Por eso, en esas circunstancias, los viajeros y arrieros solían esperarse unos a otros y unir sus recuas y caballerías, formando caravanas a veces de más de cien personas y animales; ello daba seguridad al camino, pero aumentaba las incomodidades de la posada, adonde entraba de repente tal multitud"

Esta antigua venta tiene un gran muro que cierra la hacienda, donde tal vez se dispondrían las caballerías de los arrieros y posiblemente algún rebaño, pues estamos en rutas tanto de antiguas ferias en pueblas como la de Navia, como de ganaderías trashumantes, no muy lejos de las brañas vaqueiras de las cercanas montañas y valles interiores. De tema concreto de los arrieros, y sus paradas, algunas coincidentes con los caminos de peregrinación, cuenta así también Jesús Evaristo Casariego:

"Los arrieros, al menos los que tenían recua propia, que eran la inmensa mayoría, ganaban buen dinero y solían ser rumbosos en las ventas y mesones, comiendo buenas tajadas, bebiendo los mejores vinos y disfrutando de la alegre compañía de complacientes mozas. En cambio, casi nunca dormían en cama; usaban por alcoba pajares y cocinas y por colchón montones de heno o sacos de paja. Al mediar el siglo XIX, los arrieros de Luarca y zona de occidental de Asturias solían tener su sede en Madrid, en la posada de la Madera, sita en la plaza de la Cebada, numero 12. En Oviedo eran importantes centros de arriería, la posada de la Colasa, en el campo de la Lana, y las de la Capitana y Agustín en la Puerta Nueva. En Luarca, el punto de partida de las recuas eran la plazoleta de Crucero, en la orilla del rio Negro, frente a la gran posada de Cuerdas. De ahí salían las recuas, por lo menos desde mediados del siglo XVIII hasta que el establecimiento de la diligencia en 1864 vio a disminuir estos servicios. De esta posada de Cuerdas habla muy elogiosamente Gerorge Borrow, o sea " Jorgito el Ingles" que pernocto en ella en 1836 "" Encontramos en Luarca una Posada grande y cómoda"

Y es que, hoy como ayer, "arrieros somos y en el camino nos encontraremos", como afirma el dicho, y es que los arrieros que paraban en estas ventas, y otros viajeros, como los peregrinos de ayer y de hoy, gustaban ir juntándose y continuar juntos, dice asimismo Casariego:

"Los arrieros llevaban y traían toda clase de mercancías, pero los productos típicos eran el pescado, con exportación y el vino y el aceite de oliva, como importación; artículos que en Asturias alcanzaban altos precios hasta que , a finales del siglo XVIII, se importaron regularmente por mar desde levante y Andalucía , distribuyéndose al interior desde los puertos de Gijón, Avilés o Luarca. Las recuas que salían desde Oviedo por las rutas de Pajares y Peñaflor y la Mesa o las del Occidente , que iban de Luarca y Cangas por Leitariegos, solían contar de diez a veinte y hasta más machos o acémilas que llevaban y traían bultos de encargos o constataban sus caballerías a los pasajeros . A estas recuas se les solían unir otros viajeros para caminar juntos, con mayor amparo y pasar el viaje más entretenidos"  

Las ventas y posadas llegaron a ser tan importantes que dispusieron incluso de una legislación específica desde el siglo XV, existiendo incluso inspectores que las recorrían indagando sobre su calidad y servicio. No en vano dice esto Ignacio Latorre Zacarés en De lo que acontecía en nuestras ventas y posadas

"... ventas, posadas, mesones, paradores o fondas que permitían un alto y descanso a los viajeros y sus cabalgaduras en el azaroso camino. Muy lejos de la actual autonomía y rapidez de nuestros medios de locomoción, incluso revolucionados con la llegada del AVE, la lentitud de los sistemas de transporte de otras épocas obligaba a la necesaria parada. Fernández de Mesa en su fundamental tratado sobre los caminos públicos y posadas escrito en 1755 aconsejaba que al menos hubiera una venta cada cuatro o cinco horas, es decir, a unas cinco leguas (unos veintisiete km); especialmente en sitios yermos y despoblados para refugiarse de “asasinos” y ladrones. Reyes, príncipes y personalidades con sus séquitos; arrieros serranos, manchegos y maragatos; trajineros; carreteros; buhoneros; quincalleros pasiegos; comerciantes; postillones y correos de a pie y a caballo; cómicos de la legua (o de la lengua); peregrinos; soldados; muchos malevos y una larga nómina de personajes conformaban la variopinta clientela. Media historia de España, como decía D. Fidel, pasó por nuestras ventas comarcanas.

Fernández de Mesa advertía que lo peor de las ventas eran los propios venteros o mesoneros de los que llegó a decir: 

“que no se dedican a este empleo sino los que son vilísimos y que no se les da nada el ser tenidos por malos”; a lo que añadió que son de “poca fidelidad y propensión al hurto” 

(ahí es ná). Y así los retrató Cervantes, que estaba bien experimentado en recorrer los caminos de las Españas, en “El Quijote” o en “Rinconete y Cortadillo"


Una buena portalada de tejado a dos aguas es el acceso principal, y una gran panera sería el almacén de comestible, sobre todo grano, para el suministro y funcionamiento de esta gran posada caminera, que es una suerte haya llegado a nuestros días, de todas maneras, por bien provistas que estuvieran, no eran hoteles ni pensiones en el sentido que conocemos en nuestros días. Seguimos leyendo en el artículo de Evaristo Casariego en el Blog de Acebedo:
"Se dormía generalmente en las cuadras y cocinas, entre montones de heno y sacos de paja y cebada; unos candiles iluminaban la escena y a veces se apagaban para facilitar un episodio erótico entre el viajero galán o dadivoso y la moza servicial, como la Maritornes cervantina. Muchas comidas se hacían en común, cada uno con su cuchara de palo sacando directamente con ella la vianda de la olla donde había sido guisada. Sólo algunas posadas de los caminos reales importantes tenían habitaciones con camas completas arregladas; eran para los viajeros ricos que montaban caballo propio y llevaban también criado o criados ecuestres"

Y siguiendo este ameno artículo nos damos cuenta cómo era la vida en una de estas ventas...
"En el lar barboteaban los grandes calderos colgados de la gramallera o se freían las truchas o la magra (Carnes), en amplias sartenes de asas, sobre los tréboles. De escarpias fijadas en la pared se colgaban mantas, capotes, escopetas, espadas y trabucos. En algún rincón sobre humilde mesa, se podía jugar a las cartas y generalmente los jugadores daban grandes puñetazos sobre el tablero al sacar los triunfos"

Sin duda, como ya hemos dicho, los peregrinos propiamente dichos apurarían un poco más hasta llegar al hospital a ellos dedicado en Navia, pero es posible, que en alguna ocasión algunos se alojasen en esta antigua venta, como solían hacer en casi todos los caminos, y así leemos la Xacopedia

"Desde los inicios del fenómeno de la peregrinación jacobea la actividad comercial al abrigo del Camino de Santiago ha sido uno de sus signos distintivos. Los peregrinos en ruta necesitaban servicios y atenciones, y a esa necesidad respondían los comerciantes o mercaderes, concentrando su actividad de forma especial en torno a esta ruta. Lo demuestra el intenso comercio y los mercados de muchos de los pueblos y ciudades nacidos en la Edad Media a su amparo y desarrollados gracias a su influencia. Los propios peregrinos acababan instalándose en algunos casos a lo largo de la ruta para dedicarse a estas actividades y a la artesanía. 
Los comerciantes fueron tan necesarios para el Camino como mal vistos en ocasiones por los peregrinos, que temían ser estafados o engañados por ellos. Eran frecuentes también las alzas de precios en los momentos de mayor afluencia. Muchos eran los peregrinos pobres, pero también numerosos los que disponían de recursos elevados. Por ello, la vida a lo largo del Camino se encarecía. Las relaciones tuvieron que ser tensas en algunos momentos"

Saliendo de La Venta llegamos a La Colorada, otro de los lugares de Talarén, al norte de la parroquia y también en la frontera con la de Andés, marcada más o menos por el camino, donde dada su proximidad a Navia se han instalado varas naves empresariales, además de establecimientos hosteleros. A lo lejos, una muy buena referencia geográfica, el Pico Xarrio o Carbayosa (365 m) con A Llomba de Xarrio, ya en Coaña y al otro lado de la Ría de Navia. A sus pies y a su derecha sube el camino desde el estuario, camino de CartaviO


En este cruce, La Cuesta la Colorada, seguimos de frente por la NV-3, pasando enfrente de la Nave de Casa Severón, fundada en 1898 por Severino Suárez González, Severón, que era fonda y casa de comidas, así como tienda de ultramarinos y guarnicionería, al igual que servicio de diligencias para llevar emigrantes al puerto de A Coruña, donde solían embarcar rumbo a Cuba, Venezuela, Puerto Rico, la gran saga de los americanos. Continuó con el negocio Odón Suárez González, que se dedicó además a los materiales de construcción, fontanería, ferretería, maquinaria y menaje de cocina. Hoy en día está regentado por sus hijos Severino y Alexia Suárez González, con tienda también en Navia


La época de las diligencias de aquellos años era ya la última, pues como dicen Evaristo Casariego en su recitado artículo, el final de las rutas en diligencias finalizó entre 1890 y 1915 con la puesta en marcha del servicio de autobuses, tiempo atrás hubiera sido una epopeya por los caminos de Asturias y Galicia, no solo por las montañas o las soledades, sino por las carlistadas
"... los carlistas dominaban generalmente los campos despoblados y aldeas; y los liberales, las ciudades y villas. A lo largo del viaje podían surgir en cualquier recodo las boinas de los voluntarios del Rey o los morriones de los soldados de la Reina. Había que sonreírles a unos y a otros, en el camino, estar a bien con todos, pues un mal entendido exponía a graves riesgos tanto en mano de partidarios de la Tradición como en las de los defensores del liberalismo . En la primera guerra (1833-1844) se contaron algunas represalias, pero generalmente ni carlistas ni liberales causaban daño o molestias a los viajeros, limitándose a identificarlos por si entre ellos iba algún personaje o correo del bando contrario. La recua fue el único medio de viajar a Asturias durante siglos. Las últimas grandes recuas llegaron hasta mediados del siglo XIX, La época de su mayor importancia y animación son las tres centurias que van desde Carlos I a Isabel II. En el reinado de ésta fue cuando se instauró un nuevo modo de viajar; las modernas diligencias de línea regular. Pero eso ya es otra historia"

La carretera hace otra recta cuando pasamos enfrente de Casa Pereira


Vamos a ir avisando que al fonal de la recta, a la altura de la casa del fondo, dejaremos la carretera para tomar un camino a la izquierda


A nuestra izquierda la parte posterior de Pescaderías Lanza, empresa de pescado fresco, congelado y conservas fundada en 1985 con la tradición pesquera del puerto de Navia, pues comenzó su andadura en la misma Plaza de Abastos, hasta que en 1985 su dueño, Jorge Lanza se instaló en este Polígono Industrial de La Colorada, al principio con una pequeña nave para guardar cajas y una nevera


Posteriormente, acordándose de lo apreciadas que eran las conservas caseras que hacía su madre, decidió dedicar un pequeño espacio de la nava a esta actividad conservera, dando como resultado del éxito hoy en día esta inmensa nave de 1.000 m cuadrados


En este tramo, tan cerca de Navia y junto al polígono, suele haber bastante tráfico. A base de pisar, los peregrinos han hecho sendero por esta franja verde. Llegamos ahora a otra empresa de honda historia naviega, el Hotel Blanco, que veremos a nuestra derecha, fundado por José Luis Blanco


Hotel, cafetería y restaurante, todo ello ampliado sobre el negocio anterior de José Luis Blanco, vecino de Andés que nació en 1932 en el seno de una familia de agricultores, siendo el mayor de cuatro hermanos. Su padre además de labrador gestionaba El Sindicato, un almacén agrícola, a quien su primogénito pronto ayudaría, quien además se haría cargo de la casería ganadera de sus abuelos retirados, en 1959, si bien su ilusión ya era el comercio, por lo que unos años más tarde se hace con el traspaso de Casa Anuncia, comercio mixto de tienda y bar ya por entonces centenario, que pasó a llamarse Ultramarinos y Bar Blanco. El resto de su historia lo recoge muy bien Tania Cascudo en el reportaje que le realizó para La Nueva España el 15-3-2011 y titulado Un trabajo bien vendido:
"Además de gestionar el establecimiento, Blanco puso en marcha un pequeño comercio ambulante, vendiendo sus productos por los pueblos del concejo. Tenía una ruta y horarios preestablecidos y avisaba a los vecinos de su llegada tocando el claxon de su furgoneta: «Cuando había fiesta llevaba delantales, si llovía procuraba llevar paraguas, me adaptaba a la ocasión». Incluso en época de matanza jugó un papel importante, llevando a las casas toneladas de sal y también las tripas para embutir los chorizos. Llegó a familiarizarse con sus clientes hasta el punto que conocía sus gustos y el tipo de productos que demandaban.
Mientras Blanco se ocupaba del buen rumbo del comercio, su mujer, María del Carmen Fernández, hacía lo propio con la casa de comidas, donde mandaban los platos caseros. «Me acuerdo que los primeros menús se cobraban a 18 pesetas. Aquí lo típico era comer carne asada, callos o picadillo», comenta Blanco. Ambos afrontaron durante años jornadas de trabajo interminables: «Empezábamos por la mañana y aguantábamos hasta la hora que fuera. No había horarios, cerrábamos cuando se marchaban los clientes». 
El mayor auge del establecimiento coincidió con la construcción de la empresa papelera Ence. Los trabajadores de la fábrica se convirtieron muy pronto en sus mejores clientes y contribuyeron a la prosperidad del negocio, en el que también ofrecían alojamiento 
A finales de los setenta, cuando empezaron a abrirse supermercados en la villa naviega, Blanco decidió dar un nuevo rumbo a su negocio. Fue entonces cuando optó por impulsar el aspecto hostelero e ir abandonando progresivamente el comercio. Construyó entonces un pequeño hotel y restaurante pegado a la tienda-bar original. Allí empezó a dar comidas para eventos como bodas o comuniones. 
Entre las anécdotas de su carrera cuenta este naviego la de la compra de la primera televisión en color y la expectación que generó en la zona. «Tuve la primera del concejo y venía la gente de todos los pueblos a ver los programas. No se entraba en el bar», bromea. 
A partir de entonces la evolución fue imparable. El negocio pasó primero de hostal a hotel de dos estrellas; a finales de los noventa adquirió las tres estrellas y en 2010 se convirtió en el primer cuatro estrellas de la comarca. En medio siglo la familia Blanco pasó de gestionar un negocio familiar de 120 metros cuadrados a un complejo con 26 empleados fijos y casi 5.000 metros cuadrados de instalaciones..."

Pasando el hotel, en la Recta la Colorada, al llegar a la siguiente casa a la izquierda, será donde dejemos esta carretera


He aquí el camino indicado, fijémonos bien en las señales


Pasamos al pie de esta gran casa...


Y caminamos unos metros en dirección sur


Bordeamos el polígono pasando junto a la explanada frente a la nave de Borabora Autos y continuamos recto


Bifurcación y de frente, seguimos la recta entre el seto y esta parcela, cerca de San Miguel, cerca de San Miguel y Salcedo, en Talarén


Pero enseguida atención, en la zona de La Vuelta los Frailes, dejamos el asfalto para tomar el camino de la derecha


Fijémonos también en las señales del Camino Norte




Un bellísimo camino entre los prados, siempre llanos, de la rasa costera


A la derecha, las casas y naves de La Colorada, en la carretera, en la NV-3


Caminamos unos metros a la sombra de una arboleda por este bello sendero de tierra


Y llegamos a la explanada del cementerio parroquial de Navia, parroquia eclesiástica de Santa María de la Barca, hacia donde nos dirigimos


El camino sigue a la derecha de los muros del camposanto


He aquí las señales que nos orientan



Salimos a campo abierto, caminando de nuevo sobre asfalto


Haciendo un poco de curva a la derecha empezamos a ver poco a poco los paisajes de la Ría de Navia


Desde aquí vemos de nuevo El Pico Xarrio, en la Serra de Abranedo, ya en en concejo de Coaña. A sus pies a la derecha sigue el Camino, subiendo de la Ría de Navia en ruta a Cartavio y El Franco. A su izquierda son Os Montes de Abredo y la Serra da Vidrosa, con los 557 metros del Pico dos Bois


Y empezamos a bajar: bifurcación y a la izquierda, dejando a la derecha el depósito del agua


Descendemos suavemente por el Camín de San Roque, entre arbolado


Y al oeste vemos ya la villa de Navia, la capital del concejo, así como parte del estuario y, al otro lado las casas del coañés barrio del Espín, comunicación con Navia por el puente de la N-634, que sube al Hospital de Xarrio o Jarrio, el gran centro hospitalario del occidente, otro de los motores de la comarca


Y al sur del Espín, Barqueiros, donde antes del puente llegaban las carcas que comunicaban las dos riberas. Por ahí subirá de frente nuestra cuesta caminera hacia el otro de los hospitales de Xarrio, el antiguo hospital de peregrinos de Santa Ana, fundado según documento del año 1370. Es curioso ver cómo la palabra hospital evolucionó del sentido de hospedaje a centro sanitario, si bien los cuidados a "pobres, peregrinos y enfermos" que en ellos se dispensaba fueron la razón de ello. En nuestros días en Coaña veremos un ejemplo de ambos y a escasa distancia, en el mismo pueblo


La importancia de estas instituciones hospitalarias fue tal que en ocasiones se hallaban muy cerca unas de otras: en Navia estaba el del Santísimo y Santa María Magdalena, el cual debió fundarse no mucho después de la propia villa o Puebla de Navia, sobre una población portuaria preexistente, según carta de poblamiento ya existente en 1284 pero que es muy posible coincidiese con la remesa concedida por Alfonso X El Sabio en 1270


Aquella capilla del hospital de Navia hizo las veces de primera parroquial de la naciente puebla, hasta que en el siglo XIV se construyó una nueva iglesia, dedicada a Nuestra Señora de la Barca, de la que es sucesora esta que vemos ahora, construida en 1895



Avanzando el siglo XIX, como aconteció en otras muchas villas, la población se desbordó, saltó el pequeño recinto amurallado, que desapareció, y se expandió en todas direcciones, ganando terrenos marismeños y extendiéndose a lo largo de la N-634 o carrerera La Coruña, por lo que se dice que Navia se configura en dos partes, el centro histórico y el ensanche


 Pero podríamos añadir una tercera, los terrenos de Olga y As Veigas al otro lado de la línea del Ferrocarril Ferrol-Gijón, y es que tras el paréntesis de la guerra y posguerra, la industrialización que arrancó a partir de los años 60 del siglo XX favoreció un crecimiento poblacional que continúa en nuestros días

Al fondo, al norte de L'Espín, A Xungueira, la orilla coañesa de la desembocadura de la ría, en la parroquia de Mohías o Mouguías, famosa por su castro, uno de los muchos existentes en este litoral, precedentes de las actuales aldeas, villas y parroquias


Tras disfrutar de estas excelentes vistas de Navia, continuamos bajando, ya con ganas de llegar y descubrir, recorriéndolos, todos sus rincones que jalonan el camino


Ya estamos llegando a las primeras casas, viviendas unifamiliares a lo largo de este camino o travesía de San Roque, que va al barrio de este nombre, en torno a la cañilla de esta advocación, que era la entrada de Navia por el que fue durante siglos su acceso principal, a través del camín real


El camino parece que se torna más ancho al ir acercándonos al casco urbano


Al norte el profundo surco marcado por el arroyo de Olga Faquila, aguas arriba llamado Paderne, como habíamos dicho. Arriba La Vilallonga, en Andés. Abajo, en una de las casas de la carretera, está la célebre Panadería San Roque, fundada por Oliva López, oriunda del cercano concejo de Boal, y maestra de esa especialidad de la que ya algo hemos hablado, el rapón. También la periodista Tania Cascudo glosa su historia en La Nueva España con El rapón tiene maestra en Navia, del 2-7-2013:
"En sus manos está el secreto de uno de los mejores rapones de la comarca. Y es que Oliva López, fundadora hace tres décadas de la panadería San Roque Navia, hace como nadie esta particular torta salada de maíz, muy apreciada por los vecinos del noroccidente. «Lleva buena harina de maíz, buen tocino y cebolla y la berza debajo, claro. Viene mucha gente a pedirlo aquí y por algo será», dice esta boalesa de 82 años
Aunque retirada desde hace años, no pierde de vista la panadería, ubicada junto a su casa del barrio naviego de San Roque. Además, sigue echando una mano con el rapón, su especialidad. «Aún a veces los hago yo y si no puede ser tengo quien sigue bien mis consejos», cuenta la veterana panadera. Explica que aprendió la receta del rapón de su madre, que lo hacía en su casa de Boal. Años después probó a hacerlo de manera profesional y dio con la receta perfecta: «Fui probando y mejorando la receta poco a poco. Costó un poco y fui ganando con el tiempo», precisa.

Algo parecido le pasó con el pan. En el año 1982 decidió montar el negocio con ayuda de sus dos hijos varones. López supo del cierre de una panadería en La Colorada y se animó a emprender con ayuda de su cuñado Ricardo, que era panadero en Avilés y le dio sabios consejos. «Estuvo aquí varios días con nosotros enseñándonos el trabajo y después seguí llamándolo cientos de veces para resolver dudas». Cuenta López que dar con la receta final de su pan les costó al menos un año de pruebas y ensayos: «Son muchos pequeños detalles, pequeñas cosas, pero todo lo acusa el pan si no las lleva. El secreto del pan es la buena harina, el horno bien puesto y la masa bien trabajada»

No obstante, desde el primer día su pan tuvo mucho éxito. «Decidimos hacer pan con centeno y trigo del maíz, que era como lo hacían las panaderías gallegas y tenía mucho éxito por aquí, donde era más habitual que las panaderías vendieran pan blanco. Ygustó». Su primer punto de venta fue en un comercio naviego conocido popularmente como «La Caramelita»; además, pronto establecieron una ruta de venta por los pueblos que les deparó clientes fieles por toda la comarca, sobre todo por el concejo de Navia y parte de Coaña.

La panadería San Roque Navia empezó a cocer con un solo horno que hacía tres hornadas diarias, pero pronto se les quedó pequeño y se vieron obligados a comprar un segundo horno. En la actualidad, los hijos de Oliva se hacen cargo de la panadería y realizan cinco hornadas diarias. Los tiempos han cambiado en las últimas tres décadas y la prueba es el precio del pan: de las 27 pesetas que costaba al principio la barra de cuarto a los 80 céntimos que cuesta a día de hoy.

Durante años a López le sonó el despertador a las dos de la madrugada para hacer frente a la primera hornada, que debía estar lista para las cinco de la mañana. «La verdad es que tuve siempre salud para trabajar», confiesa. El trabajo de la panadería es esclavo, pero permitió a López sacar adelante a su familia: «No es una cosa para enriquecerse, pero sí para defenderse...»


Y así continúa esta gran saga de la panadería naviega de San Roque hasta nuestros días:
"... La historia vital de Oliva López se remonta a enero de 1931 cuando nació en el pueblo boalés de Peirones. A los 22 años se casó con el naviego Carlos Alonso, al que conoció en territorio boalés, donde estaba trabajando como obrero. Y es que su marido ejerció toda su vida como maestro albañil.Tras la boda, Oliva se trasladó a Navia con su marido y empezó a ayudar a sus suegros en la labranza y con el ganado. Al final terminó por regentar su propia explotación de cerdos, concretamente de la raza Landrace. «Ayudé a introducirla en la zona», dice resuelta. Y es que a López le propusieron en el sindicato criar una pareja de esta raza y tuvo tanto éxito que su explotación se convirtió en punto de peregrinación de muchos ganaderos que traían a sus ejemplares hembras para que el macho las dejara preñadas. «Venía gente de todas partes, desde Galicia hasta Luarca, y yo me defendía sola con el macho». Recuerda la boalesa que cobraba 20 duros por cada cerda preñada y además también sacaba algo de dinero de la venta de crías. «Antes de que pariera la cerda ya las teníamos vendidas», narra.Poco a poco el negocio comenzó a decaer y fue entonces cuando encontró una salida en el pan. Vendió todo el ganado y puso negocio propio en el barrio de San Roque. López dice que trabajó muy duro durante toda su vida y eso nunca le supuso un problema: «Hacía de todo y todo me gustaba, desde ordeñar vacas a atender cerdos o el huerto. Y no me mandes ir de vacaciones». De hecho, dice entre bromas, su único viaje fue una excursión organizada para asistir a la boda del Príncipe de Asturias. Participó con su hija en un viaje organizado y lo recuerda como una experiencia irrepetible: «Fue un viaje maravilloso. Ahora, llovía a mares».

Ahora son sus hijos quienes regentan la panadería, aunque le gusta estar pendiente y empaparse del ambiente de faena. «Me encanta estar allí, sobre todo los jueves y los sábados, que se hacen los rapones por encargo». El resto del tiempo lo dedica a disfrutar de sus siete nietos y a hacer sopas de letras. Y no perdona la jira de Navia ni la fiesta de San Luis en su querido pueblo natal de Peirones"


Y de esta forma, siguiendo el muro de Casa Caborno, continuamos hacia Casa Chileiro mientras desgranamos las historias del Camino y sus gentes...


Entrada a Casa Caborno, con sus grandes letras, que dejamos a nuestra derecha


Pasando al pie de Casa Chileiro seguimos todo cuesta abajo junto a más prados


Pegada con la anterior, una vivienda en ruinas


Y ya estamos antes los edificios de la creciente urbe de la antigua tierra de los albiones y de Navia, la diosa barquera que dio nombre a no pocas poblaciones y ríos entre Asturias y Galicia


También, la villa de Ramón de Campoamor, cuyo famoso poema dio origen a la famosa Ley Campoamor:
En este mundo traidor
nada es verdad ni mentira
todo es según el color
del cristal con que se mira
Así nos lo explica la Wikipedia:
La expresión Ley Campoamor se usa a modo de metáfora, o de recurso retórico, con que poder decir a alguien que se ha hecho una interpretación interesada de algo, ya sea de un hecho o bien de una disposición legal o reglamentaria. En la Administración pública española es una expresión usada con cierta frecuencia en aquellas ocasiones en las cuales un jefe hace interpretación, apreciación, o aplicación, de reglamentos a su albedrío, que no es coincidente con la interpretación general y comúnmente aceptada o entendida. En esos casos arbitrarios se dice entonces que la persona en cuestión aplica la ley Campoamor

(...)  sin embargo, la afirmación de Campoamor no cae solamente en el relativismo y en el subjetivismo, sino en un desencanto del mundo, en donde la referencia al "mundo traidor" significa que el mundo en sí, la realidad, no es confiable, es sujeto de desconfianza debido a que cambia, se transforma, un día nos muestra un rostro y otro día otro. Ello supone que en el verso de Campoamor lo mismo impera el subjetivismo, con la referencia al color del cristal con que se mira; que la desconfianza en el mundo y su constante transformación.


A la izquierda otro depósito de agua, al fondo las cuestas de Barqueiros y A Llomba de Xarrio, con el pico de este nombre


Una casa muy antigua, también tristemente en ruinas, tal vez de los mismos tiempos en los que fue este el principal camino de acceso a la villa de Navia


Una higuera proyecta su sombra sobre este cruce de San Roque...


Llegamos de nuevo a la carretera NV-3, que dejamos en La Colorada, y seguimos de frente a la izquierda en el barrio de San Roque, ya a la entrada del casco urbano naviego


Dejamos atrás la travesía, la bajada y el depósito de agua, donde hay un hermoso jardín para descansar antes de cruzar la población hacia la ría, o de entrar en algunos de los cercanos albergues o alojamientos de la población


Acabada la bajada seguimos por esta acera, viendo de frente ya las barandillas del puente sobre el ferrocarril, cuya zanja cortó el camín real, paso al centro urbano y casco antiguo


Pero antes llegaremos a la capilla de San Roque, una primera visita obligada en nuestro periplo por los lugares y monumentos de esta villa de Navia en la que acabamos de entrar...






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