Alto del Hospital y Picu Cimeiro. con el Camino en su ladera. Sierra de Fonfaraón. Ruta de los Hospitales |
La Solana, cruce de caminos a la salida del pueblo de Borres o Bourres. A la derecha comienza la Ruta de los Hospitales. |
La famosa Ruta de los Hospitales por La Sierra de Fonfaraón, paso de las tierras de Tineo/Tinéu a las de Allande, es en realidad la ruta más antigua, basada en la vía romana romana que subía a las antiguas minas de oro de estas cordilleras, las cuales han dejando honda huella y cicatrices en las montañas. Se la llama popularmente Ruta de los Hospitales pues existieron nada menos que cuatro fundaciones hospitalarias para los peregrinos, a pocos kilómetros unas de otras, lo que demuestra tanto su vinculación a la senda xacobea como la fragosidad del trayecto, sobre todo cuando arreciaba el mal tiempo, principalmente durante las nevadas del invierno. En la baja Edad Media empezaron a utilizarse más los caminos que se dirigían hacia la entonces naciente villa de La Puela (Pola de Allande), en el fondo del valle, por donde a partir del siglo XIX se trazaron también las actuales carreteras, quedando la Ruta de los Hospitales cada vez más relegada para el uso ganadero y para alguno de los escasos viandantes o peregrinos que aún la empleaban en aquellas fechas.
No obstante, el camino en sí no es especialmente dificultoso, ancha pista de tierra y piedra bien señalizada, exceptuando unos metros entre las camperas y algunos roquedos en la ascension al Alto del Hospital
La dificultad mayor es que durante unos 15 kilómetros no hallaremos pueblos ni apenas gente, conveniendo ir provistos de comida y agua. No hemos de acometer la ruta en caso de circunstancias metereológicas adversas... nieve, niebla, intensa lluvia, o si no estamos mínimamente acostumbrados a las excursiones de montaña, pues hay constantes subidas, así como si nosotros o alguno de nuestros acompañantes va cansado o con alguna dificultad. Entonces mejor ir por abajo, por los pueblos, donde hay bares-tienda cerca de la carretera para comprar algo y descansar
Tras estudiar los paneles que muestran el itinerario de las dos alternativas, emprendemos pues el camino de Fonfaraón con la idea de realizar la Ruta de los Hospitales.Tomamos entonces para ello el ramal de la derecha, senda de tierra y piedra que asciende ligeramente por los bosques de El Picón
Y aquí iniciamos este famosísimo itinerario hacia los antiguos hospitales de La Sierra de Fonfaraón
Hay primeramente un poco de subida. A la izquierda hay una finca, a la derecha monte bajo con helechos y brezales
Primeramente unos metros al sol con El Picón (782 m) a nuestra derecha
Y ya estamos a la sombra de los árboles
Pinares y arbustos en ligero ascenso cuesta arriba.
Llegando a lo alto salimos a campos más abiertos.
Abajo a la izquierda vemos los tejados de una casa y un hórreo. Más abajo va la carretera y más abajo todavía el otro camino, saliendo de Samblismo a La Mortera. Es el valle del río de este nombre, el río La Mortera, guardado al sur por La Sierra de Calcabo y el Alto del Chanecín. En la lejanía son las cordilleras del suroccidente asturiano.
Tramo más llano, paisaje casi de puerto de montaña.
Y aquí zona de pastos.
Por allí seguimos. Estamos en la falda sur del Picu'l Cuernu (787m), en el Prau Cimeiro
Caminamos hacia aquella arboleda
Ya vemos cada vez mejor y más cercanas las cumbres de la Ruta de los Hospitales, en concreto El Picón (974 m) y al lado El Caborno (1.106 m), por cuyas faldas subiremos, muy cerca de la cima, hacia aquella collada de la izquierda.
Al llegar a la carretera iremos a la derecha
Este es el mojón que nos lo indica
Y así seguimos unos metros por esta carretera
Pero enseguida nos desviamos a la izquierda por una pista de zahorra para ir en dirección a la zona alta de La Mortera
La pista es llana y pasa entre las fincas
En este camino admiramos al norte los inmensos murallones de El Picu Mul.leirosu (1.253 m), el situado a la izquierda, el más alto de La Sierra de Fonfaraón y del Concechón (concejo de Tineo/Tinéu). A su derecha están Las L.lagunas (1.063 m), La Chana'l Fontón (1.026 m), Penamosca (1.081 m), El Raboiru (987 m) y Rebustiel.lo (984 m), moles que se alzan sobre el valle del río Bárzana, con sus pequeñas aldeas que vemos en la lejanía al pie de los paredones... Recorva, Cedea, La Fanosa, Ricastiel.lu
Admirando este paisaje la pista comienza a bajar
Y desde esta cuesta que baja suavemente disfrutamos de una maravillosa vista de La Mortera, aldea situada en una estratégica cresta que da a dos valles, en concreto vemos las pocas casas que componen la parte alta del pueblo, con la capilla de San Pascual, de grande y alto pórtico abierto al Camino
El nombre de La Mortera tiene que ver con tierras comunales, siendo este además uno de los accesos más importantes a Fonfaraón, antaño para los caminantes, hoy para peregrinos, pastores y ganaderos, pastos de la vecindad que de ahí dieron origen al topónimo
El pueblo fue parte del "Coto de las Morteras de Villarmilde" que no se integró en el concejo de Tineo/Tinéu hasta el siglo XIX, fue primeramente de los Quiñones, luego por compra a la Casa de Tineo (principios del s. XVI), pasando seguidamente a los Maldonado y al final a los Campomanes
A la derecha de la capilla de San Pascual reconocemos perfectamente bien la pista que sube a La Sierra de Fonfaraón, por El Revichar, con espléndidos panoramas de más valles y cordilleras, casi peladas, de pocos árboles, heridas sus entrañas por las señales de las explotaciones auríferas de astures y romanos. Antes de ello, las civilizaciones megalíticas levantaron sus necrópolis en campos de túmulos
El propio nombre de Fonfaraón, que algún "investigador" quiso poner como ejemplo de unas semiesotéricas relaciones con el Egipto faraónico, no tiene nada que ver con esto, sino con fontefarayón, fuente del farallón, promontorios rocosos, donde en lo más alto tenemos el Alto del Hospital, que hace referencia a los antiguos hospitales-alberguería de peregrinos de los que aún veremos cimientos y piedras jalonando el trayecto que nos aguarda
Queremos repetir que, si es verano y hace calor, llevemos buena provisión de agua o bebidas, pues aunque encontraremos alguna fuente allá arriba, no corramos el riesgo de no verlas o de que estén secas o en malas condiciones. Algo de comida es también imprescindible. A partir de ahora nos aguardan varios kilómetros sin pueblos. Antaño, si se nos había olvidado hacer provisión de algo de suministro, aquí en La Mortera, poco más abajo del Camino, en la carretera, teníamos una tienda bar: Casa Boto, pero ha cerrado hace un tiempo
En medio hay además una encrucijada de caminos. Debió ser este un paso importante tanto de este a oeste como entre los caminos de la costa y los del interior. A la derecha viene un ramal desde Santiago de Cerredo/Santiagu Zarréu, comunicación con el que fue antiguo convento de Bárcena del Monasterio, paso de peregrinos también en estos caminos de las montañas al mar o viceversa
Va acabando la cuesta y empezamos a llanear
Aquí el suelo empieza a ser de asfalto
Y nos dirigimos al cruce, enfrente de la capilla, para seguir luego a la derecha, pero primero bien merece una visita
Alta y de buenas proporciones, pues, dedicada a San Pascual Bailón, y datada en los siglos XVI-XVII, fue antiguamente iglesia de aquel extinguido "Coto de las Morteras de Villarmilde", de dependencia señorial
Dispone de un gran pórtico en relación con las proporciones del santuario, y de gran altura
Aquí es donde oran los fieles. Hay una muy buena sombra en jornadas de sol castigador, y es buen cobijo en caso de fuertes lluvias
En el interior, guardado por puerta y barrotes hechos en madera, cerrando un gran arco de medio punto, esta su pequeña nave y altar
Altar con retablo barroco policromado, aunque ha perdido buena parte de su pintura, con diversas imágenes religiosas y los escudos de los linajes que dominaron el coto
La talla de la Virgen es posterior al retablo, las de Cristo crucificado, San Antonio y alguna más son contemporáneas a su factura barroca
Cuando hay fiesta las imágenes patronales son sacadas de la hornacina dispuestas para la procesión
San Antonio
La Virgen y otro santo
A la derecha de la capilla, como hemos dicho, sigue el Camino
Imagen solar en una portilla del maizal
Continuamos unos pocos metros en llano, por senda asfaltada que enseguida dejamos para subir por una pista a la izquierda. junto a la última casa antes de la sierra
Pastos de La Mortera
Subida a El Revichar y señalización en la Ruta de los Hospitales
Vista de La Mortera desde la cuesta
Aquí tenemos ahora una buena vista general del pueblo: a la izquierda el camino por donde venimos y las casas alrededor de la capilla, a la derecha la carretera con el bar al fondo y abajo las casas por donde va la otra ruta, procedente de Samblismo, y que se dirige a La Puela/Pola de Allande por Colinas, Porciles y Chavadoira
Subiendo directos desde La Mortera
Señalando hacia El Picón y El Picu Caborno. La primera parte de la cuesta viene a ser la más dura, pero es bastante llevadera, por lo menos más que la que nos tocaría si subiésemos al Puerto del Palo desde La Puela/Pola de Allande. Por aquí hay un paraje denominado Los Romeiros, pues hasta la propia toponimia se ha impregnado del paso de peregrinos jacobeos durante 1.200 años
Acabamos una primera cuesta, viendo la subida hacia El Picón y Caborno de frente y a la izquierda a lo lejos Tableiros
Tramo recto: de frente El Revichar y La Chanadona
Mojones, hitos de piedras hechos por los propios peregrinos
Un pequeño pinar a nuestra izquierda
Más pinares a lo lejos, por donde subiremos tras un buen trecho recto
Allí el Camino hace una curva a la izquierda
Y en la curva comienza otra subida, donde nos encontramos con esta cancela que podemos abrir. Ella luego cierra sola, gracias a un resorte. Si no lo hiciese volvamos a cerrarla tras de nosotros. No es para que no pasen los peregrinos, es para que no lo haga el ganado, pues en verano se puebla de vaquerías y de caballos que suben los ganaderos a los pastos. Aquí comienza otro buen repecho
Aquí tenemos una fuente, La Fonte las Manos, pero quizás mejor que hayamos llenado antes nuestras cantimploras en nuestro albergue o alojamiento con agua de mejor garantía sanitaria sin duda
La soledad no es realmente tan absoluta en determinadas épocas, porque aparte del paso de peregrinos podremos encontrar gente a caballo o en todoterreno que sube o baja de ver sus rebaños. Allí asoma El Picu Caborno
Más altos aún la senda se torna plenamente montañera. pero es ancha y perfecta de caminar
Dominamos desde estas alturas gran parte del occidente de Asturias, desde el mar a los puertos de la cordillera. Debajo de nosotros tenemos la aldea de Colinas, por donde pasa el otro camino.
Una sensación mágica es cuando estamos nosotros más altos que las nubes, arriba con sol y abajo todo cubierto por un mar de niebla. La cámara de fotos entonces cumplirá su función para inmortalizar esas fascinantes escenas.
Colinas de Baxo
Campos de Los Romeiros, Cuestal.longa y El Cuetu
Encandilados con el paisaje nos damos cuenta que hemos ganado bastante altura.
El Camino hace una curva y pasamos bajo la cima de El Picón de 975 metros, y El Picu Caborno de 1.106 metros, donde han sido hallados túmulos funerarios de miles de años de antigüedad.
Bajo El Picu Caborno. Es la zona de El Penedón
Viene otro tramo en cuesta a lo largo de esta ladera...
Subida y seguimos la sinuosidad de la montaña.
Con estos maravillosos paisajes
Pasamos unos pinos.
Y ante nosotros la collada de La Portiel.la con el Picu Tableiros (1.076 m.) a la izquierda
Ya estamos en un paisaje netamente de alta montaña por las laderas del Caborno
Gran panorama con Colinas abajo, por donde va el otro camino, en dirección a Porciles y La Puela/Pola de Allande
Mas recuesta...
Vista atrás.
Vista adelante. A la izquierda El Picu Tableiros y El Picu la Cabanona.
Flechas amarillas al ir acabando la cuesta
Momento emocionante es cuando llegados al collado de La Portiel.la, empezamos a ver de frente la picuda figura del Picu Cimeiro (1.297 m) y a su izquierda el Alto del Hospital (1.200 m), por donde subiremos dentro de poco, otro hito natural de nuestro camino a El Palo
Desde allí se nos ofrecerán nuevos paisajes
La Portiel.la es una amplia campera desde la que vemos, a la derecha del Cimeiro, El Col.lau del Hospital de Riba (1.192 m), El Picu Cotón (1.203 m) y El Picaratín (1.218 m). A la derecha es La Sierra la Muria
En La Muria destaca El Picu la Veiga'l Miro (1.143 m) y el propio Picu la Muria (1.092 m)
Desde aquí avanzamos, ahora en bajada, por la ladera norte del Picu Tableiros, viendo ya al fondo La Paradiel.la, solar de uno de los antiguos hospitales de peregrinos que hubo en esta serranía
La Paradiel.la (parada pequeña, es otra llana campera tras la que el camino se bifurca. Nosotros tomaremos el ramal de la derecha, que sube, en fuerte pendiente a La Campa la Braña, para de allí llegar al Alto del Hospital
La subida a La Campa la Braña viene a ser la más dura de la Ruta de los Hospitales por su fuerte desnivel. Luego viene la del Alto del Hospital. Como vemos son fuertes repechos pero no muy largos
A la derecha del Camino El Chano, laderas del Caborno y, más allá, volvemos a ver El Mul.leirosu y, debajo nuestro, las cuestas que caen hacia las casas y cabañas de Las Alzadas, Curriel.los y Coucil.lín, que quizás no veamos ocultas por estas laderas y, tras las lomas y camperas que hacia allá bajan, hacia las profundidades del estrecho valle del río Bárzana y sus afluentes
Se ven claramente las milenarias "heridas" de las minas de oro, argayos y fanas, desprendimientos y tajaduras de tierra, piedras y roca abierta al derribar los mineros montañas enteras, tras perforarlas con una red de galerías excavadas en sus entrañas, prender adentro grandes hogueras y luego arrojar con presión hectólitros y hectólitros de agua en su interior, canalizada desde piscinas o lagunas artificiales que aprovechan las fuentes de la montaña, provocando una reacción que hacía temblar a la cordillera entera, como sacudida por un terremoto, desmoronándose en sus faldas, desparramando las rocas donde se buscarán las vetas de oro. Un hercúleo trabajo de titanes que cuesta mucho imaginarse. Así son La Muria y Mul.leirosu, titanes de la alta montaña hendidos y horadados hace milenios por una verdadera fiebre del oro que se apoderó de estas alturas
Seguimos la bajada por la ladera norte del Tableiros
Allí están las ruinas del antiguo hospital de peregrinos
Hospital de la Paradiel.la, en una llanada de la cresta de la montaña.
Aquí estuvo el Hospital de Peregrinos de La Paradiel.la (pronunciado Paradietsa, que quiera decir como hemos dicho, "pequeña parada"), la cual sería sin duda la que harían antaño muchos peregrinos en este lugar, antes de la gran cuesta que les aguardaba. Este hospital dispuso de capilla propia, pero únicamente quedan de él piedras sueltas entre las ruinas de lo que fue esta hospedería de romeros.
Las ruinas en medio de un campo llano en la cresta de la montaña.
Las ruinas y el Camino con el Caborno a lo lejos
El Mul.leirosu
En torno al hospital pastan vacas y caballos |
Al sur vista del Picu La Fontanica (993 m)
Al oeste-suroeste El Picu del Águila (1.137 m) y Campo Tabión (1.150 m), línea de cumbres delimita el paso del concejo de Tineo/Tinéu al de Allande.
Avanzada la primavera y durante el verano y la primera parte del otoño, es usual encontrarse con rebaños de caballos y vacas en estos pastos altos a los que suben el ganado cuando llega el buen tiempo, regresando a los valles y la marina en la estación fría
Ante nosotros La Campa la Braña con la subida directa al Alto del Hospital
Y ya nos disponemos a subir al Alto del Hospital
Vamos pues hacia la pista de la derecha que va a La Campa la Braña
Flechas también en postes de madera
Se va acabando lo llano...
Y empezamos a subir
Pero pronto empezamos a subir: atrás a la derecha de la foto vemos El Picu Tableiros (1.076 m). A nuestra derecha el prado de La Paradiel.la (1.076 m) y a la izquierda El Picu Caborno (1.106 m)
Hay abundante piedra suelta.
Un duro recuesto y fuerte ascensión.
Vista atrás de nuevo hacia La Paradiel.la...
Vista al frente, aún queda un trecho que subir por esta pedregosa senda...
Un momento de descanso a la mitad de la rampa...
Al Alto del Hospital.
Flechas amarillas en el pedregoso suelo.
Llegando arriba la piedra desaparece bajo la tierra y verde hierba
La subida va suavizándose
Va acabando un trecho de subida. Mojones de madera señalan la ruta, muy útiles con niebla, si bien en esas circunstancias se desaconseja esta ruta
Una campera con algunos pinos, un momento de tregua en la dura ascensión
Otro de esos pequeños rellanos, con prado y algunos pinos, de la Ruta de los Hospitales
Nos acercamos a ver esta construcción
Es un hito rodeado de un círculo, todo hecho de piedras, hechos por los peregrinos
Y al lado un mojón con concha y flecha
Su cima presenta abundante piedra suelta a consecuencia de los rayos sobre la roca. Algún grupo de montaña coloca allí su Belén de cumbres |
Ahora otro poco más de cuesta
La subida final a La Campa la Braña
En algunos tramos el Camino no está tan marcado, son como senderos de cabras paralelos unos a otros, por lo que la señalización es extremadamente útil
Matorrales, brezales, espineras... entorno natural de alta montaña
Llegamos a La Campa la Braña, otro campo con pinares, en una hermosa campa verde, como su nombre indica
Por allí vamos, siguiendo la línea de mojones
Pronto vuelve a tocar subir
Esta es la parte final del ascenso, el que nos espera para coronar el Alto del Hospital a unos 1.200 metros de altitud, rumbo primeramente a La Chana
El valle del río Porciles al sur.
Roquedos y peñascales.
Flechas en la roca
Pastos, ganado de vaca roxa, donde los animales tienen nombre y no son un número. Seguimos dando vista al Mul.leirosu. A veces, si las nubes nos dejan, podemos ver al norte el Mar Cantábrico...
Señalando el cercano ya Alto del Hospital.
No llegaremos a la misma cima de este alto, poco antes el Camino llaneará a la derecha, en La Chana
Un descanso antes de seguir. Atrás ha quedado La Campa la Braña.
Rebaños por doquier...
Paso a paso...
Paisajes de puerto de montaña. La Fana Recuébanos y más allá el Campo Tabión
Por fin se antoja próxima y superable la llegada al final de la subida. Al fondo el mojón xacobeo que indica ir a la izquierda y el final de la ascensión.
Llegada a La Chana
Quietud y majestuosidad en las cumbres...
Fin de la subida en La Chana... una alegría
Ahora todo llano. como bien indica el topónimo
Un momento más de reposo viendo lo que acabamos de subir para llegar hasta aquí...
La Campa la Braña.
De frente ya más reposadamente...
Más panorámicas de La Campa la Braña al este
La Fana Recuébanos al sur
Caballos hermosísimos, libres en la serenidad de las alturas...
Unos de los símbolos de la Ruta de los Hospitales...
Tierra eminentemente ganadera, de ganado suelto y libre, sin estabular
Yegua y potro
Pastos comunales
Inmensidad verde
Señales de orientación, hitos del Camino...
Aquí estamos entrando en tierras allandesas por la zona de La L.laguna, en el Alto del Hospital. a unos 1.200 metros de altura
Una laguna que debió formar parte de aquellas piscinas en las que se acumulaba el agua antes de hacerla caer por las galerías practicadas en el subsuelo, llevando tanto volumen de agua y manejándolo gracias a unos larguísimos canales, de varios kilómetros, con un pequeño desnivel que le dará impulso, canales llamados aquí antiguas y que veremos recorriendo de parte a parte todas las camperas de estas serranías, empleados muchos en la actualidad como caminos, ya que son anchos como pistas camineras y recorren la montaña entera
Otra de las lagunas, con algo más de agua
Más allá Campu Tabión
El Camino va haciendo la curva en dirección oeste, mientras asoma a la derecha El Panchón (1.411 m), la mayor altitud del concejo de Allande. A su lado izquierdo es El Picu los Campos (1.197 m)
El Panchón y la carretera que sube a El Palo. Abajo es el valle del río Nisón, cuyo fondo aún no vemos desde aquí
El Panchón (1.411 m,), a su derecha el Altu Panchón (1.382 m.) y por su ladera la carretera a El Palo. Formidables murallones de olvidadas vetas auríferas que desangraron la montaña cuyas cicatrices, en forma de laderas de morrilllos de piedra, todavía perduran
Más ganado en el Camino, junto a los mojones
El famoso hito xacobeo del Alto del Hospital, en torno al que pasta el ganado
Nieblas en la distancia
El Camino, dirigiéndose ya al oeste, nos ofrece otra panorámica, el Alto de la Marta (1.117 m.) a la derecha, El Pico la Casilla (1.159 m.) a su izquierda, seguido del de La Freita (1. 203 m.). El Pico del Palo (1.221 m.) y el Alto del Palo (1.157 m.) en el extremo izquierdo: Hitos del Camino en la ruta de los hospitales por donde iremos cresteando . Muy en lontanaza de adivinan las tierras de Grandas, e incluso Galicia. Un momento muy especial
La Marta con la carretera que sube del valle a lo lejos, que cruzaremos próximamente
Más allá del Alto la Marta y La Casilla la montaña deja ver un profundo campo al occidente que llega a las serranías sobre el valle del Navia, las tierras de Oscos e incluso algo de Galicia
Nos encaminamos justo de frente ya al Pico Cimeiro o del Hospital (1.296 mts.), muy cerca de su calva cima, paisaje de brezos, tojos y pastos, escasos arbustos, mas algún roquedo en la parte más alta. Pronto pasaremos junto a las cabañas de lo que fue el Hospital de Peregrinos de Fonfaraón
Alto del Hospital con El Panchón y El Puerto o Alto del Palo (1.147 m) a su derecha, al final del invierno. Luego El Pico del Palo, La Freita, La Casilla, La Marta...
Otra foto invernal de la carretera a El Palo. El otro camino, el que viene de La Puela/Pola de Allande sigue todo el curso del valle pero sube directo por esa ladera, bosque arriba, uniéndose con este en el Puerto del Palo, la collada a la izquierda de la foto. A su derecha es El Pico del Palo y otro poco más a la derecha La Freita, donde estuvo hasta el siglo XVIII El Hospitalín de la Freita, el primero que se clausuró en esta ruta.. A la derecha de la foto vemos la subida desde La Marta. Todo ello es conocido como La Sierra del Palo. La línea recta que vemos remarcada por la nieve acumulada desde El Palo hacia La Marta es una antigua o canalización romana de agua para las milenarias minas de oro
Siguiendo ruta hacia El Pico Cimeiro hallamos a nuestra izquierda dos cabañas
Vamos a acercarnos a la primera, con El Panchón y El Palo en la lejanía
Es un cobertizo para el ganado, todo él de piedra
Otra formidable vista de El Panchón
Y a la derecha El Palo
Y desde la primera cabaña seguimos de frente hacia la segunda, allí estaba propiamente el Hospital de Fonfaraón, al pie del Pico Cimeiro, por cuya ladera izquierda, la sur, sube el Camino hacia La Marta y La Freita (izquierda de la foto).
Dejamos atrás pues la primer cabaña y el Alto del Hospital.
Vacas en las fincas al lado del Camino, entre una y otra cabaña
Seguimos avanzando por la verde campera, antaño alivio de romeros, hoy braña ganadera
Y aquí está la segunda cabaña
Seguimos admirando el impresionante paisaje
Junto a ella pasa el Camino
Y ya estamos en la segunda cabaña, el enclave lugar donde estuvo el mítico Hospital de Fonfaraón, apenas hoy día un tendejón de piedras para utilidad ganadera, a manera de pequeño establo de piedra, y unos cercados también de piedras, en un escenario totalmente evocador
Visitamos el paraje del histórico hospital de peregrinos que, a unos 1.200 metros de altitud, dio servicio hasta hace prácticamente un siglo
El Hospital de Fonfaraón estuvo en uso todo el siglo XIX e incluso hasta principios del XX, cuando una señora aún albergaba peregrinos al precio de una peseta, allá por el año 1918, siendo esta la más fácil de identificar de todas las fundaciones hospitalarias que hubo en estos montes.
Popularmente era conocido como El Hospital de Baxo, para diferenciarlo del siguiente, del de Valparaíso, conocido como El Hospital de Riba. Se tienen noticias fidedignas y documentadas de él desde el siglo XIII, si bien en este paraje pudo haber una aldea o asentamiento, hallándose útiles prehistóricos. Si tenemos en cuenta que esta fue una ruta de paso natural desde tiempos ancestrales, en zona de pastos y de riqueza aurífera conocida antes de los romanos y explotada intensamente por ellos, no es extraña su antigüedad. Los documentos, a partir del siglo XV, mencionan más frecuentemente este y los otros hospitales del recorrido
El Hospital de Fonfaraón estaba situado en este estratégico enclave, mirando al sur y algo protegido de los vientos del norte por El Pico Cimeiro y la ladera del collado
El interior estaba, hasta hace un tiempo, incluso parcialmente "habitable", un refugio para algún peregrino aventurero. Últimamente la situación había cambiado radicalmente y la estancia estaba impracticable.
Existió en algún momento un proyecto para recuperar el lugar y que fuese albergue ya que desde La Marta puede llegarse en vehículo todo-terreno pero... quedó en eso, en proyecto.
Realmente ya en el año 1659 se manifestaba en escritos la decadencia del hospital pues hay un documento que dice que "está arruynado por descuido de los albergueros". Asimismo es en 1918 cuando se registra que...
"todavía se encontraba atendido por una mujer, que mediante el exiguo jornal de una peseta, daba abrigo a los caminantes en una reducida estancia, donde solo había un hogar con poyos alrededor"
Estas fundaciones benéficas fueron en algún momento patrocinadas por los reyes, estando regidos por patronos, en ocasiones personas particulares nombradas a este efecto. En este Hospital de Fonfaraón, así como en el de Valparaíso, el Patronato Real pasó a los condes de Marcel Peñalba, al igual que el de Montefurao, bajando El Palo, y el de Cimadevil.la, abajo en La Puela/Pola de Allande
Existe asimismo una fuente, empleada cuando aquí hubo actividad minera algo más recientemente, pero aunque con barro y charcos, no existe un chorro saliendo de un caño, por lo que mejor aprovechemos la que llevemos en la cantimplora, no arriesgándonos tampoco nunca a beber agua sin garantía de que esté en saludables condiciones
Desde la cabaña del que fue el histórico Hospital de Fonfaraón continuamos trayecto
Pasando junto a las antiguas murias
Las conchas y las flechas nos orientan hacia El Picu Cimeiro
El Camino sube un poco bordeando su ladera sur
El Picu Cimeiro es en su cumbre frontera, al igual que este collado: a la derecha es el concejo de Tineo/Tinéu y a la izquierda Allande, por donde caminamos nosotros
Por esta ladera sur seguimos admirando los paisajes entre La Marta y El Palo
Por abajo va subiendo la carretera AS-14 que vemos llegar al Alto del Palo, arriba. Por los bosques de abajo el otro Camino, procedente de La Puela/Pola de Allande, empieza a subir desde La Reigada siguiendo el valle del Nisón al Alto del Palo, y cruza la carretera justo en ese tramo en curva que vemos al la mitad de la foto un poco a la izquierda. Desde alló se percibe el sendero que sube, directo, al puerto, por la vaguada entre los árboles. Nuestro camino se unirá a él allí en el alto, procedente, a la derecha, del Pico del Palo
Más morrillos de piedra suelta procedentes de los antiguos trabajos auríferos en tiempos de Roma
El Camino es una buena pista y no tiene pérdida. Hace bajada y subida
Vista hacia atrás.
Son corrientes los hitos dejados por peregrinos y montañeros, incluso dibujando un corazón de piedras. Ya estamos de frente al Pico Picaratín, de 1.218 metros de altura, a la izquierda de la fotografía.
Panorámica de El Palo y su entorno desde Fonfaraón. El topónimo es común en la montaña asturiana y, pese a que nos recuerda al palo de madera, parece hacer referencia a una palabra prerromana sinónimo de pendiente
Tomamos esta bajada a la izquierda que se se dirige a los pies Pico Cotón (en medio de la foto), de 1.203 metros de altitud y luego al Picaratín
Tramo bastante pedregoso
Aquí a la izquierda vemos ahora unos arbustos y un montón de piedras
Es lo que llegó a nosotros del Hospital de Peregrinos de Valparaíso. El Hospital de Riba. La escasa distancia, unos dos kilómetros, del de Fonfaraón nos da una idea de la fragosidad y dureza de este Camino con mal tiempo y en invierno, así como de la mucha gente que por él pasaba. Luis Antonio Alías en su libro El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios, nos dice que este estuvo abierto hasta el siglo XIX, con una capilla propia dedicada a Santa María Magdalena, de la que se conservaba la imagen en una casa del pueblo de La Reigada, abajo en el valle (por donde pasa el otro camino)
Tanto este como el de Fonfaraón tuvieron grandes rentas y propiedades, ofreciendo a los peregrinos agua, sal, lumbre, manta y posada, incluso durante más de una noche si estaban enfermos. No obstante, en el año 1847 un grupo de vecinos solicitaron cerrarlos ante lo dificultoso que era mantenerlos abiertos en lo peor del invierno, y a cambio abrir uno nuevo en el Puerto del Palo.
Al final se optó por clausurar el de Valparaíso y dejar el de Fonfaraón, que también acabaría desapareciendo. La capilla del de Valparaíso quedó extinguida en 1819, siendo antes de ello famosa por celebrar la fiesta de La Magdalena con "misas cantadas y rezadas", "dando de pitanza y de comer a los sacerdotes ampliamente".
El sugerente nombre de Valparaíso (Valle del Paraíso) convivió con el del Hospital de Pachicón, por uno de sus hospitaleros, Francisco Collar, Pachicón de La Reigada, que fue guerrillero en las guerras carlistas
El mojón nos indica camino bajo El Picaratín
Abajo El Val.le la Solana, bajo La Marta
A La Marta vamos nosotros. Los parques eólicos han hollado las cimas serranas de estas cumbres donde milenarias civilizaciones pastoriles hicieron sus caminos y sus túmulos y dólmenes, cámaras del tiempo que han transmitido hasta nuestros días su obra y su memoria...
Ahí está la carretera ALL-4, vemos del Camino bajar recto a ella desde la colina de la derecha. Luego se caminan unos metros por asfalto hasta dejarla por la pista a la izquierda en la primera curva para subir a La Freita. Al oeste vemos el cordal de A Mesa, ya en el concejo de Grandas, llegando a ver el Camino, subiendo desde el pueblo, al pie delos eólicos y a su derecha para salir a Buspol y luego bajar al río Navia en el Salto de Salime. Aún más allá son las montañas Pedras Apañadas y del Alto do Acevo, paso de Asturias a Galicia.
Antes de llegar a la carretera pasamos al lado de La L.laguna la Marta, ante el pico del mismo nombre (1.166 mts.)
La Marta, otra de esas lagunas en las que se almacenaban grandes cantidades de agua para luego hacerlas bajar por los canales o antiguas, desmenuzando la cordillera entera en aquellos titánicos trabajos extractivos de la antigüedad, otro paraje ideal para admirar las sierras circundantes.
Ahora en estos grandes charcos se reúne el ganado, vacas y caballos que se sientan en torno al líquido elemento, en esta collada y en las orillas del pequeño lago aurífero. Vemos desde aquí, tras las vacas de la izquierda, El Pico la Casilla y a su derecha el Camino subiendo a La Freita
All fondo a la izquierda vemos la subida que nos aguarda a La Freita
El Cimeiro atrás, a lo lejos. El Camino pasa por la cima de la pradera sobre la laguna
Balizamiento caminero.
Vacas, terneros, caballos, yegúas, la laguna es un verdadero "punto de reunión"
Potro nacido esta primavera.
Un pequeño mar azul en medio del verde.
Caminamos por la misma cresta de las montañas de la sierra. Al fondo El Panchón. Por aquella zona, más arriba de la carretera, sube a El Palo una tercer ruta que se señalizó desde La Puela/Pola de Allande en su momento pero que cayó en desuso y no suele ser empleada por los peregrinos. No aparece en las guías, salvo alguna antigua
Subimos por el sendero
En la ladera este del Pico la Marta
Y empezamos a bajar al Alto de la Marta, en dirección a la carretera, con El Pico la Casilla enfrente, detrás La Freita y El Panchón a la izquierda. Abajo El Prau la Vechina
El Picu Cimeiro atrás, así como el Alto del Hospital a su derecha
Vemos mejor la carretera y el Alto del Palo a la izquierda de La Freita. En La Marta existen también túmulos megalíticos de los primitivos pobladores de estos parajes montesinos, se trata de dos sepulcros prehistóricos de La Carreiriega los Gallegos, un camino perfectamente trazado y anterior a los romanos, de varios miles de años de antigüedad: la auténtica prehistoria del Camino Primitivo
ATENCIÓN AQUÍ: el camino original iba de frente pero las obras de ensanchamiento de la carretera han hecho un talud insalvable. Hagamos caso a la baliza de la izquierda y bajemos por esa senda
Cruzamos la carretera dejando atrás La Marta, El Picaratín y El Picu Cimeiro
Desde aquí tenemos al este el valle del Nisón, por donde viene desde La Puela/Pola de Allande, el otro camino, que desde La Reigada subirá a encontrarse con este en El Palo. Abajo, la carretera La Marta
El Camino sube y al pie de la cumbre de La Casilla realiza una curva ascendente a la derecha. A la izquierda vemos lo que parece ser otro sendero. Se trata realmente de una antigua o canal romano que aportaba agua para la explotación minera del oro en tiempos pretéritos
Nieblas en La Casilla, al comenzar el recuesto a La Freita
Suelen ser muy abundantes, sobre todo por las mañanas, temprano
Algunos lugareños dicen que el fenómeno se incrementó notablemente a raíz de la construcción del embalse de Salime, en el río Navia, por el que pasaremos en este Camino
Allí La Llomba la Colladiella. Más a lo lejos Penas Curiscadas con Las Doce Penas (1.115 m), A Pena da Cabra (1.123 m) y El Picu Queimáu (1.151 m)
Subiendo a La Freita. Según avanza la mañana la niebla suele ir disipándose
El Camino balizado sube hacia aquellos pinos
Atrás El Picu Cimeiro y a su izquierda El Picu Cotón. Se ve bien la senda por la que hemos venido, así como las faldas repletas de morrillos de piedra producto de la minería romana. En medio, aquella línea es otra antigua, canalización de agua para la milenarias explotaciones auríferas
Abajo el valle del río Nisón. Nos aproximamos a la reunión de ambos caminos...
El río pasa por las praderías del fondo del valle y paralelo a él el otro camino, que salió de La Puela/Pola de Allande, que apenas llegamos a ver un poco a lo lejos. Justo a la izquierda de estas praderías de la vega del Nisón, un poco más arriba, por la ladera, viene la carretera del Palo (AS-14)
Hay una pista muy marcada, que no carretera, en medio de unos prados, es la que enlaza, bajando, la AS-14 con La Reigada, unas casas desde las que el otro camino emprende la subida a El Palo, para encontrarse con este, luego de cruzar la dicha carretera, que tenemos a nuestros pies
Ganadería de Montaña...
Y por aquí vamos subiendo hacia aquellos pinos: La Freita
Sigamos las flechas
El Camino sube... y sube
Aquí se acaba la cuesta
Y en el pinar nos asomaremos al inmenso despeñadero y precipicio de La Fana la Freita, montaña abierta en una profunda tajada, como hecha por la espada de un gigante, mostrando sus entrañas de piedra clara y rocas en una pared de vértigo, un verdadero espectáculo, resultado también de los trabajos auríferos en tiempos de Roma
Las explotaciones auríferas durante la dominación romana en el noroeste peninsular se basaban en la ruina montium un procedimiento por el que se hacía caer montañas enteras para luego extraer las vetas de oro de sus entrañas.
También llamado arrugia, consistía básicamente en perforar grandes y largas galerías, en las que se hacía entrar agua a presión, llevada allá desde canales labrados en las cimas y laderas, por donde bajaba con fuerza tras ser embalsada en piscinas artificiales arriba en las alturas, procedente de las fuentes de las cordilleras. Antes que se hiciese entrar el agua se prendían en las galerías inmensas hogueras. La reacción física del frío y el calor provocaba un contraste de verdadero terremoto. Este es el resultado.
Por allí abajo , buscando enlazar con aquella pista, pasa entre los brezos el ramal alternativo, poco frecuentado, que se dirige desde La Marta a Vallinadosa y Montefurao, también admirando, pero desde lo profundo, este inmenso tajo vertical de La Fana la Freita
Si bien la excusa oficial para las guerras astur-cántabras contra Roma entre los años 29-19 a.C que supusieron el dominio definitivo del noroeste peninsular por el Imperio de Augusto fueron los ataques de astures y cántabros a pueblos aliados de los romanos, el trasfondo real era el oro, tal y como se ve aquí con total claridad.
Oro que ya se extraía desde muchísimo antes pero que la tecnología romana explotó intensísimamente.
El oro tradicionalmente se extraía de las casi siempre diminutas pepitas de los ríos por el procedimiento de la batea, pero esta forma de trabajo iba arrancando la veta entera de las rocas de las cordilleras, exprimiéndolas y desmenuzándolas.
El oro fue sacado de aquí en grandes cantidades y a la caída del Imperio volvieron los bateadores a los ríos, trabajo secular que llegó a nuestros días en alguna familia del occidente astur como los Sanfiz de Navelgas, donde hay todos los años un campeonato internacional de bateadores de oro. En esta foto vemos el Camino, arriba a la izquierda, dirigirse a El Palo sobre tan formidable acantilado. El mismo sendero que, a la derecha de la foto, sube El Pico del Palo, antes del puerto.
Quedamos impresionados ante la magnitud de los trabajos y la ingente cantidad de mineros y operarios necesaria para esta hazaña.
Portento de la minería.
Da incluso sensación de vértigo mirar hacia abajo.
Por aquella laguna que vemos ahora empieza a bajar a Vallinadosa el ramal que baja de La Marta |
Aquí arriba se fundó la cuarta fundación hospitalaria de la Ruta de los Hospitales, el llamado Hospitalín de la Freita que, "expuesto a los cuatro vientos", debió de ser un lugar bastante desangelado e inhóspito, por lo que no duró mucho en este paraje ventoso de la Sierra de El Palo, también conocida antaño como de Las Dorniellas
Las nieblas en la cuenca del Navia, vertiente hacia la que nos dirigimos, son bastante usuales en las mañanas, pero según avanza el día suelen disiparse.
Atrás va quedando La Freita.
Ahora, por L'Estreitín, nos acercaremos al Alto del Palo en medio de más paisajes bellos e impresionantes...
Ante nosotros El Panchón
Caminamos por la cresta de la llamada Sierra del Palo
Ya se ve al fondo el puerto, más allá del Pico del Palo
El Camino en la cresta de L'Estreitín
Las montañas de la zona más occidental de Asturias nos aguardan, paso antes de entrar en Galicia por tierras lucenses. En El Palo se pasa de la cuenca del Narcea a la cuenca del Navia, pero es también un hito cultural, Allande se divide tradicionalmente en dos partes: "El Palo p'acá y El Palo p'al.lá". La primera, guardando todas las posibles cuestiones históricas, fue habitada por astures pésicos y forma parte lingüísticamente del asturiano occidental. La segunda es la de los "llatos" o "gal.legos", hablantes de la fala asturgalaica.
Roca suelta, restos de la ruina montium.
L'Estreitín, viniendo de La Freita.
Y ya tenemos enfrente el Alto del Palo, con La Sierra de Llagos a lo lejos
El Camino hace una larga bajada
Un árbol solitario en la majestuosidad de estos páramos montañeros nos sirve de referencia visual
La carretera AS-14, en la ladera del Panchón.
Hay torres de alta tensión.
Las instalaciones eléctricas de los eólicos al otro lado de la carretera y en el mismo puerto. A la izquierda y paralelo a la carretera sube el camino que viene de La Puela/Pola de Allande por el valle del río Nisón y ascendiendo desde La Reigada
A la derecha otra piscina de las minas de oro romanas
Aquí se unen los dos caminos, la Ruta de los Hospitales y la que va por La Puela/Pola de Allande. Seguiremos a partir del cruce a la derecha
Pasamos al lado de la piscina...
E iniciamos la bajada a Montefurao
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