Camino de la presa de Trascudia en la Senda Fluvial del Nansa |
Predominan en estos parajes, cerca del pueblo de Camijanes, el sotobosque de matorrales y brezos, arbustos y encinares en un tramo en el que el Camino, algo estrecho, va cercado entre la ladera del monte y el precipicio que se asoma al río
Son los montes de Llano Portillo, Pedresquero y Canto Grande, que vemos a nuestra derecha, también cayendo con sus boscosas crestas y faldas, hacia el Nansa
Estamos en Los Olios, Camijanes, coto salmonero
Aquí encontramos uno de los refugios de pescadores existentes en esta senda, al lado del estrecho sendero
Apenas hay unos palmos de espacio para el paso de las gentes entre las paredes del refugio, encajado en la falda vertical del mundo, y el acantilado fluvial sobre el río Nansa, que vemos allí abajo a nuestros pies
La escalera del refugio es un verdadero mirador sobre el desfiladero
La puerta está abierta e inspeccionamos el interior
Aunque bastante deteriorado se ve que aún se hace uso del refugio, sobre todo en días de invierno. La chimenea tiene señales de haber sido utilizada haciendo lumbre en el hogar...
Luego de ver el pequeño albergue continuamos por el estrecho pero bello sendero
Admiramos las frondosas riberas...
Bajamos por estos escalones de piedra
Por aquí continúa la bajada...
Vamos de frente por el sendero agarrados al cabel, pasando al lado de las escaleras al río, hechas para los pescadores
Junto al cable, una pequeña gruta...
Trocha o senda de pescadores labrada en la misma roca...
Luego viene un poco de subida
Los postes indicadores con la señalización de la Senda Fluvial del Nansa y del Camino Lebaniego jalonan el recorrido
Otro cable de acero dispuesto en trecho sinuoso, estrecho y angosto
Impresionante paredón vertical...
Bajamos por ellas
Y avanzamos al borde del precipicio
Un paisaje de ensueño, inolvidable
Y ahora bajamos por unas escaleras de madera, con pasamanos
Son antiguas trochas o sendas de pescadores unidas a lo largo de un gran itinerario fluvial obra de la Confederación Hidrográfica y de las autoridades medioambientales. Vemos los postes con sus señales oficiales y las del Camino Lebaniego
El camino ha perdido altura y avanza por la ribera hacia la orilla del Nansa
Ya estamos casi al nivel del río
La orilla opuesta, muy pedregosa
Forma una verdadera playa fluvial de grandes cantos rodados...
En ellos vemos la fauna del lugar
Las cabras han bajado al río a abrevar...
Y contemplan nuestros pasos...
En Nansa, que nace en Piedra Ladra, es uno de los principales ríos de Cantabria y da nombre, junto con el Saja, a toda una comarca, la del Saja-Nansa
La senda se vuelve más ancha y espaciosa tras el paso por el desfiladero
El suelo es de tierra y redondas piedras del río
Vegetación y arbolado de ribera...
Baja el río con furia en este tramo, tras el deshielo de la primavera...
Atención a la siguiente bajada
Con escalones hechos de troncos y tierra
Seguidamente vamos todo recto y llano...
Arbolado de alisos, sauces, fresnos, espinos, avellanos, laureles...
Y así llegamos al emblemático lugar de Trascudia, en este lugar de Camijanes
Primeramente vemos la cascada que forma el río de Saltos al desembocar en el Nansa al pie de una gran peña caliza poblada de encinares, otra de las especies arbóreas características de estos parajes
Se forma aquí una gran poza rodeada por un circo de montañas...
Es la famosa cascada de Trascudia, que a todo el mundo embelesa cuando pasa por aquí
Un buen momento para nuestras fotos...
Y de frente tenemos la Central Hidroléctrica de Herrerías o de Trascudia, en funcionamiento desde 1949
Por aquí subimos escaleras arriba
El agua que alimenta la central baja canalizada desde Cabanzón por un túnel excavado en la roca, llegando por la tubería curvada que vemos a su derecha y que cruza el río Nansa por encima
En el interior de La Central hay dos turbinas que, al chocar en ellas el agua, produce una potencia de 7.400 kw
Subimos así al barrio de La Central, también de Camijanes
A mitad de la subida un mirador
Con excelentes vistas sobre la cascada de Trascudia
Y la cascada de Trascudia
Terminamos la subida, al menos este primer tramo
Pasamos así al lado de La Central
Hay unas ruinas...
Y un refugio
Un buen lugar para recogerse en caso de temporal o para descansar tomando el bocadillo
Enfrente sigue el camino junto a la central eléctrica
Subimos un poco más
Hay un área recreativa con mesas de madera y césped
Viejo edificio de La Central en ruinas
Llaman la atención sus arcos de medio punto
Otro de los edificios de la central eléctrica
Nos dirigimos hacia aquella casa
Es una explanada de aparcamientos para pescadores y senderistas
Un gran panel muestra un mapa con texto explicativo de la Senda Fluvial del Nansa, que ya hemos dejado atrás. Muchos excursionistas la comienzan aquí y otros en Muñorrodero
Aquí vemos todo el trecho que hemos dejado atrás, desde Muñorrodero
Y también el lugar en el que estamos ahora
Justo antes de llegar a la casa tomamos el camino de la derecha
Unas señales nos lo indican
Es la ruta al centro de Camijanes y la señalización del Camino Lebaniego
Es la continuación además de la Senda del Nansa
El próximo albergue de peregrinos está en Cades, a poco menos de 7 kilómetros de aquí, según reza el cartel
Durante unos metros el firme será de asfalto
A nuestra derecha los edificios de La Central
Portón de acceso a La Central
Torres eléctricas
El edificio principal...
Pasamos junto a un tendejón
Es un criadero de cabritillas
Preciosa estampa rural
El camino prosigue a su izquierda
Numerosas ventanas miran a la senda...
Veamos la señal que nos indica atravesar el prado
Vamos hacia la cabaña del fondo
Es una construcción de ladrillos, como una caseta de aperos
Junto a ella sigue el sendero...
De nuevo sobre el Nansa
En el río una pequeña presa cerca del lugar llamado Los Molinos del Castro
Una bella pradería con pastor eléctrico
Entre ella y el despeñadero del Nansa pasa el sendero
Ante nosotros el Cueto del Collado
Sigamos atentos a los postes-mojón
La senda tiende a estrecharse
Contemplamos las laderas plagadas de encinas...
Pronto habrá que subir por allí...
Nos adentramos en el bosque...
La cruz del Lignum Crucis de Santo Toribio y las flechas rojas, emblema del Camino Lebaniego
Ya empieza la subida
Los escalones ayudan en el ascenso...
Nos internamos en la penumbra...
Espeso y selvático bosque
Ruta por las rocas en la ascensión al Cueto del Collado
En ascenso directo el camino es un estrecho paso ladera arriba
Vamos saliendo al sol en el encinar...
Camino abierto en la misma roca...
Abajo va quedando el Nansa en su desfiladero
Atrás Trascudia
Con las casas y edificios de La Central en su pequeña vega...
De nuevo a la sombra de la arboleda...
Y junto a las paredes de la peña caliza...
Un buen "entrenamiento" para cuando lleguen las etapas más montañosas del Lebaniego
Peldaños naturales en la roca del camino
Admirable panorama del Nansa y su valle
Y no cesa la subida...
Gran peñasco...
Firme acondicionado y asentado
Selvática estrechura...
Más escalones de troncos y tierra
Se acaban los escalones pero continúa la subida
Más afloramientos rocosos...
De pronto llegamos a unas escaleras en el cierre de una finca
Dejando atrás la escalera seguimos subiendo prado arriba
El camino se ensancha entre los tojos
Y seguimos subiendo
A lo lejos la sierra del Escudo de Cabuérniga con los 926 metros del monte Gándara o los 912 del Castillo
Un poco más a la izquierda los Picos de Ozalba, que llegan a los 936 metros en su cota más alta
Los tojos forman una pared que delimita el camino
Otro buen recuesto
Más encinares a lo lejos, cerca del llamado Mirador del Poeta
La subida se suaviza un poco
De frente los altos de Cabanzón, a los que pronto subiremos. Al otro lado está Cades, donde muchos aprovechan su albergue para finalizar una jornada del Camino Lebaniego. Más lejos y a la derecha la sierra del Puerto de Arria con el Cuetu el Castillon o el Picu la Cueva, los dos de 1.002 metros de altitud, que cierran el valle de Lamasón, situado más al sur, por donde iremos a Cicera, también con albergue de peregrinos
Más lejos aún asoman las cumbres, buena parte del año nevadas, de Peña Sagra, con 2.047 metros en su máxima altitud
Prado de pastos en el último repecho de la cuesta...
Las señales parecen perderse en medio de la campera. Si nos fijamos en el terreno pisado parece haber una bifurcación. Nosotros hemos de ir a la derecha
Pronto volvemos a ver los mojones indicadores
A la derecha hay otro paso con escalera. NO sigamos a la izquierda, donde hay un poste, pues nos llevará al Mirador del Poeta, en la carretera, más cuesta arriba y apartado del camino
Aquí abajo, más cerca, las casas del barrio de Trascudia y, en la distancia, las cumbres calizas del Cuera, en Asturias
También aquí abajo La Central, de donde venimos subiendo
Y más al sur, en la distancia, la Sierra de Urgabes y algunas cimas de los Picos de Europa
Paisaje de alta montaña...
Impresionantes picachos de nevadas cimas en los tres macizos de Los Picos, Ándara, Los Urrieles y El Cornión
Paisaje de majadas, brañas, invernales... al fondo por su forma destaca un picacho
La Pica Peñamellera, muy puntiaguda, de 765 metros de altitud
Y nos disponemos al paso de la escalera
Vamos a Camijanes
Lo que subimos toca ahora bajarlo seguidamente
Paisaje y entorno montesinos, similar al de la subida pero ahora en descenso
En el alto entra el sol al bajar regresamos a la umbría
Espeso ramaje a los lados del camino
Grandes peñascos sobre la ruta
Los roquedos del sendero
Abajo empezamos a ver unas casas
Son los campos de La Vega, al pie de Camijanes, pueblo con numerosos barrios extendidos a lo largo y ancho de este valle y campiña
Frondosa más vegetación en el descenso
En bajada directa vamos perdiendo rápidamente altura, viendo ya los montes de enfrente
De frente el valle del Nansa, hacia el sur
El paisaje se abre hacia el valle
Allí está el Molino de Camijanes, que se sabe existía ya en 1750
Molía maíz y con el tiempo fue también una minicentral eléctrica. Funcionó hasta mediados del siglo XX
Aquí abajo está El Tortorio, con su histórico puente, que tendremos que cruzar
A lo lejos nueva vista de la Sierra del Escudo
Y así avanzamos por este viejo camino...
Pero ya vemos abajo la carretera
Ya desde aquí vemos en el muro de la finca de enfrente las señales del Camino Lebaniego
Hay naves ganaderas: nosotros bajamos a la derecha
Así nos lo indican estas señales...
Las flechas rojas del Camino Lebaniego
Es la finca del Molino de Camijanes
Pasamos bajando junto al portón de acceso
Es el lugar de El Molino
Allí está el Puente del Tortorio, sobre el Nansa, que apenas veremos tapado por el arbolado
El puente es aproximadamente de la época en la que se construyó el molino. Una de sus piedras tiene labrada la fecha de 1761. Se hizo con mampostería de piedra, mortero y material metálico
Tiene con estribos incluidos un poco más de 56 metros de largo. De ancho tiene poco más de tres. Es de un solo ojo y presenta forma de lomo de asno, es decir, la parte central está más elevada que los extremos. Aquí está la inscripción que dice...
"AÑO DE 1761 SE IZO EST PUENTE A COTA DE ESTA PARROQUIA DIO DE LIMOSNA DE DOMINGO PEREZ IN CAN DE 17000 rr BEID PO JUAN"
Desde el puente admiramos un paisaje de ensueño...
El río Nansa y su ribera, atravesando La Vega de Camijanes...
A la derecha el altísimo acantilado fluvial. Nosotros vinimos caminando un poco más arriba, bajando por el encinar al pie del Mirador del Poeta
Al pasar al otro lado la carretera sube a la izquierda
Aquí están de nuevo las señales camineras...
Luego serpentea por las rocosas y boscosas laderas que caen al Nansa
El río a la izquierda
El Molino: vemos ahora la fachada que mira al río
Una pequeña presa...
Viene ahora un poco de cuesta...
Prados de Le Vega de Camijanes...
Al pasar iremos observando su parte delantera, mirando a esta carretera local que nos llevará a Cabanzón
Hay jardines, canal y puentes...
Pasarela sobre el canal...
Arbolado y vegetación...
Pasa un arroyo. Aquí están los hitos lebaniegos
Bancos y fuente a la izquierda
Y llegamos a una bifurcación
A la izquierda sigue la Senda Fluvial del Nansa, pero nosotros seguimos carretera arriba, a la derecha
Así lo refleja el mojón lebaniego...
Ahora empezamos a ver las casas del mayor núcleo de Camijanes, en lo alto de la colina de la izquierda
Hay una pronunciada curva a la derecha...
Y vamos viendo las casas alineadas de los barrios centrales de Camijanes
Allí están La Cotera, El Corral y La Tejera, con sus fachadas mirando al sur para recibir buen sol
Más allá son los montes de Sanchiripón, La Espina y La Cabaña...
Allí está el cruce con la carretera CA-181. Es el caserón de Casa Cosío, uno de los bares que había en Camijanes. Hubo también escuela y consultorio médico, pero la caída drástica de población hizo que estos servicios se desplazasen a otros pueblos del municipio de Herrerías
Mayoritariamente son casas de labranza si bien también hay alguna de arquitectura indiana, como la hecha por un emigrante que volvió con fortuna de América a principios del siglo XX
Ya en el año 951 se menciona a este lugar con el nombre de Camilianes en una donación documentada en el monasterio de Santo Totibio de Liébana. El topónimo parece a primera vista vinculado a los milenarios caminos del paso natural que es el valle del Nansa. Se trata de la primer referencia escrita a un lugar del actual municipio de Herrerías
Mientras contemplamos Camijanes damos la vuelta, siguiendo la carretera, a este caserón
Junto al cobertizo, sigue la subida
Se trata de una antiquísima casa de labranza...
Y por aquí seguimos en camino a Cabanzón
Camijanes perteneció durante siglos a las Asturias de Santillana, una de las comarcas históricas que configuraron la actual Cantabria. Más antiguamente se supone fue parte del territorio de Primorias, mencionado en algunos documentos del Reino de Asturias, el cual abarcaría lugares de las actuales Asturias y Cantabria. Es mencionado por primera vez en crónicas de Alfonso III El Magno cuando se hace referencia a repoblaciones de Alfonso I El Católico:
"Eo tempore populantur Primorias, Lebana, Transmera, Supporta, Carranza, Bardulia quae nunc Castella apellantur er pars maritima Galleciae"
(En aquel tiempo fueron pobladas Primorias, Liébana, Transmiera, Sopuerta, Carranza, Bardulia que ahora es llamada Castilla y la costa de Gallaecia)
Hay quien supone que Primorias podría ser el primer territorio bajo dominio de Don Pelayo tras afianzar su independencia
Anteriormente se constanta la presencia de los cántabros concanos, a los que dedicaron su antención cronistas y poetas de la antigua Roma. Realmente estos parajes estuvieron poblados desde muchos milenios más atrás, como demuestra el yacimiento mesolítico de Barón, con sus pinturas de puntos rojos
Camijanes fue también durante centurias un importante núcleo de ferrerías que trabajaban con el agua del Nansa. Estos herreros o ferrones por condición de su trabajo no pagaban tributos y tenían derecho a su propia administración de justicia pues nombraban a sus propios Alcalde y Escribano
Con los grandes cambios administrativos y políticos del siglo XIX Camijanes formó parte, junto con Casamaría, Cades y Rábago, del primer ayuntamiento constitucional de Herrerías en 1822, durante el Trienio Liberal
En esta bifurcación seguimos cuesta arriba a la derecha
"La Cruz y la Flecha", símbolos del Lebaniego
Buenas vaquerías de Camijanes
Siempre hay alguien que observa nuestros pasos...
Hacia ellas sube el Camino en la ruta a Cabanzón
Abajo queda ya La Vega...
Pasamos junto a la entrada...
Y seguimos cuesta arriba...
Camijanes sigue estando bien a la vista...
El cruce de Casa Cosío, el que fue tantos años el bar del pueblo. Monte arriba está el Llan de la Feria, casi divisoria ya con el municipio de Val de San Vicente
La carretera CA-181 que recorre el valle del Nansa
Del pueblo era oriundo el célebre gaitero Ángel Ortega El Gaiteru Camijanes, nacido en 1916
Más a lo lejos El Collado...
Una magnífica vista de La Vega de Camijanes desde lo alto...
El esfuerzo merece la pena para contemplar este magnífico paisaje...
Primavera el valle...
La Vega, El Molino y El Tortorio
Más cuesta...
Camijanes queda ya a nuestras espaldas...
Atención a la siguiente curva
Aquí dejaremos la carretera para seguir de frente
Tomaremos esta pista que sube directa a Cabanzón
La cruz y la flecha nos lo indican...
Es una pista hormigonada que asciende entre arbustos y eucaliptos
Curva a la izquierda...
Y ya salimos del bosque...
Un poco más de repecho...
Y ya vemos las casas de Cabanzón en lo alto de la colina, donde termina esta cuesta y por donde proseguiremos, atravesando el pueblo bajo su torre medieval, en dirección a Cades y su albergue de peregrinos
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