Eres el Peregrino Número

Buscador de Temas del Camino de Santiago

sábado, 20 de abril de 2019

LA CENTRAL DE TRASCUDIA, EL CUETO DEL COLLADO Y EL PUENTE DEL TORTORIO EN CAMIJANES (CAMINO LEBANIEGO)

Camino de la presa de Trascudia en la Senda Fluvial del Nansa
Discurre el Camino Lebaniego por la Senda Fluvial del Nansa siguiendo aguas arriba el curso del río, en dirección sur, saliendo del municipio de Val de San Vicente para entrar en el de Herrerías, topónimo vinculado a las muchas fraguas de herrero que hubo en el valle y que trabajaban, como los molinos, con la fuerza motriz de la corriente fluvial, embalsada y canalizada, para hacer funcionar estos ingenios hidráulicos. En Herrerías el Nansa forma una hoz o desfiladero al pasar encajado entre las peñas. Así, en el tramo que hay antes de llegar a La Central de Trascudia, el camino pasa a una cierta altura sobre el río, en un paraje angosto pero lleno de belleza...


Predominan en estos parajes, cerca del pueblo de Camijanes, el sotobosque de matorrales y brezos, arbustos y encinares en un tramo en el que el Camino, algo estrecho, va cercado entre la ladera del monte y el precipicio que se asoma al río


Son los montes de Llano Portillo, Pedresquero y Canto Grande, que vemos a nuestra derecha, también cayendo con sus boscosas crestas y faldas, hacia el Nansa


Estamos en Los Olios, Camijanes, coto salmonero



Aquí encontramos uno de los refugios de pescadores existentes en esta senda, al lado del estrecho sendero


Apenas hay unos palmos de espacio para el paso de las gentes entre las paredes del refugio, encajado en la falda vertical del mundo, y el acantilado fluvial sobre el río Nansa, que vemos allí abajo a nuestros pies


La escalera del refugio es un verdadero mirador sobre el desfiladero


La puerta está abierta e inspeccionamos el interior


Aunque bastante deteriorado se ve que aún se hace uso del refugio, sobre todo en días de invierno. La chimenea tiene señales de haber sido utilizada haciendo lumbre en el hogar...


Luego de ver el pequeño albergue continuamos por el estrecho pero bello sendero


Admiramos las frondosas riberas...


Bajamos por estos escalones de piedra


Un cable nos ofrece seguridad al ir agarrados a él...


Por aquí continúa la bajada...


Vamos de frente por el sendero agarrados al cabel, pasando al lado de las escaleras al río, hechas para los pescadores


Junto al cable, una pequeña gruta...


Trocha o senda de pescadores labrada en la misma roca...


Luego viene un poco de subida


Los postes indicadores con la señalización de la Senda Fluvial del Nansa y del Camino Lebaniego jalonan el recorrido


Otro cable de acero dispuesto en trecho sinuoso, estrecho y angosto


Impresionante paredón vertical...


 Escaleras en la peña...


Bajamos por ellas


Y avanzamos al borde del precipicio


Un paisaje de ensueño, inolvidable


Y ahora bajamos por unas escaleras de madera, con pasamanos


Son antiguas trochas o sendas de pescadores unidas a lo largo de un gran itinerario fluvial obra de la Confederación Hidrográfica y de las autoridades medioambientales. Vemos los postes con sus señales oficiales y las del Camino Lebaniego


El camino ha perdido altura y avanza por la ribera hacia la orilla del Nansa


Ya estamos casi al nivel del río


La orilla opuesta, muy pedregosa


Forma una verdadera playa fluvial de grandes cantos rodados...


En ellos vemos la fauna del lugar


Las cabras han bajado al río a abrevar...


Y contemplan nuestros pasos...



En Nansa, que nace en Piedra Ladra, es uno de los principales ríos de Cantabria y da nombre, junto con el Saja, a toda una comarca, la del Saja-Nansa


La senda se vuelve más ancha y espaciosa tras el paso por el desfiladero


El suelo es de tierra y redondas piedras del río


Vegetación y arbolado de ribera...


Baja el río con furia en este tramo, tras el deshielo de la primavera...


Atención a la siguiente bajada


Con escalones hechos de troncos y tierra


Seguidamente vamos todo recto y llano...


Arbolado de alisos, sauces, fresnos, espinos, avellanos, laureles...


Y así llegamos al emblemático lugar de Trascudia, en este lugar de Camijanes


Primeramente vemos la cascada que forma el río de Saltos al desembocar en el Nansa al pie de una gran peña caliza poblada de encinares, otra de las especies arbóreas características de estos parajes


Se forma aquí una gran poza rodeada por un circo de montañas...


Es la famosa cascada de Trascudia, que a todo el mundo embelesa cuando pasa por aquí


Un buen momento para nuestras fotos...


Y de frente tenemos la Central Hidroléctrica de Herrerías o de Trascudia, en funcionamiento desde 1949


Por aquí subimos escaleras arriba


El agua que alimenta la central baja canalizada desde Cabanzón por un túnel excavado en la roca, llegando por la tubería curvada que vemos a su derecha y que cruza el río Nansa por encima


En el interior de La Central hay dos turbinas que, al chocar en ellas el agua, produce una potencia de 7.400 kw


Subimos así al barrio de La Central, también de Camijanes


A mitad de la subida un mirador


Con excelentes vistas sobre la cascada de Trascudia


Y la cascada de Trascudia


Terminamos la subida, al menos este primer tramo


Pasamos así al lado de La Central


Hay unas ruinas...


Y un refugio


Un buen lugar para recogerse en caso de temporal o para descansar tomando el bocadillo


Enfrente sigue el camino junto a la central eléctrica


Subimos un poco más


Hay un área recreativa con mesas de madera y césped


Viejo edificio de La Central en ruinas


Llaman la atención sus arcos de medio punto


Otro de los edificios de la central eléctrica


Nos dirigimos hacia aquella casa


Es una explanada de aparcamientos para pescadores y senderistas


Un gran panel muestra un mapa con texto explicativo de la Senda Fluvial del Nansa, que ya hemos dejado atrás. Muchos excursionistas la comienzan aquí y otros en Muñorrodero


Aquí vemos todo el trecho que hemos dejado atrás, desde Muñorrodero


Y también el lugar en el que estamos ahora


Justo antes de llegar a la casa tomamos el camino de la derecha


Unas señales nos lo indican


Es la ruta al centro de Camijanes y la señalización del Camino Lebaniego


Es la continuación además de la Senda del Nansa


El próximo albergue de peregrinos está en Cades, a poco menos de 7 kilómetros de aquí, según reza el cartel


Este es nuestro itinerario señalizado...


Durante unos metros el firme será de asfalto


A nuestra derecha los edificios de La Central


Portón de acceso a La Central


Torres eléctricas


El edificio principal...



Pasamos junto a un tendejón


Es un criadero de cabritillas


Preciosa estampa rural


Luego llegamos a una casa


El camino prosigue a su izquierda


Numerosas ventanas miran a la senda...


Seguimos ahora todo recto


Veamos la señal que nos indica atravesar el prado


Vamos hacia la cabaña del fondo


Es una construcción de ladrillos, como una caseta de aperos


Junto a ella sigue el sendero...


De nuevo sobre el Nansa


En el río una pequeña presa cerca del lugar llamado Los Molinos del Castro


Una bella pradería con pastor eléctrico


Entre ella y el despeñadero del Nansa pasa el sendero


Ante nosotros el Cueto del Collado


Sigamos atentos a los postes-mojón


La senda tiende a estrecharse


Contemplamos las laderas plagadas de encinas...


Pronto habrá que subir por allí...


Nos adentramos en el bosque...


La cruz del Lignum Crucis de Santo Toribio y las flechas rojas, emblema del Camino Lebaniego


Ya empieza la subida


Los escalones ayudan en el ascenso...


Nos internamos en la penumbra...


Espeso y selvático bosque


Ruta por las rocas en la ascensión al Cueto del Collado


En ascenso directo el camino es un estrecho paso ladera arriba


Vamos saliendo al sol en el encinar...


Camino abierto en la misma roca...


Abajo va quedando el Nansa en su desfiladero


 El río debajo de nosotros, a nuestros pies


Atrás Trascudia


Con las casas y edificios de La Central en su pequeña vega...


 Ojo al precipicio...


De nuevo a la sombra de la arboleda...


Y junto a las paredes de la peña caliza...


Otro fuerte recuesto


Un buen "entrenamiento" para cuando lleguen las etapas más montañosas del Lebaniego


Peldaños naturales en la roca del camino


Peñas desprendidas de la montaña...


Admirable panorama del Nansa y su valle


Y no cesa la subida...


Gran peñasco...


Firme acondicionado y asentado


Selvática estrechura...


Más escalones de troncos y tierra



Se acaban los escalones pero continúa la subida


Más afloramientos rocosos...



De pronto llegamos a unas escaleras en el cierre de una finca


Están hechas para que pasemos nosotros pero no el ganado, hay que subir y bajar hacia el otro lado, con cuidado, sobre todo si vamos cansados y/o llevando mochila a nuestras espaldas. No es difícil dar un traspiés en la "maniobra"


Dejando atrás la escalera seguimos subiendo prado arriba


El camino se ensancha entre los tojos


Y seguimos subiendo


A lo lejos la sierra del Escudo de Cabuérniga con los 926 metros del monte Gándara o los 912 del Castillo


Un poco más a la izquierda los Picos de Ozalba, que llegan a los 936 metros en su cota más alta


Los tojos forman una pared que delimita el camino


Otro buen recuesto


Más encinares a lo lejos, cerca del llamado Mirador del Poeta


La subida se suaviza un poco


De frente los altos de Cabanzón, a los que pronto subiremos. Al otro lado está Cades, donde muchos aprovechan su albergue para finalizar una jornada del Camino Lebaniego. Más lejos y a la derecha la sierra del Puerto de Arria con el Cuetu el Castillon o el Picu la Cueva, los dos de 1.002 metros de altitud, que cierran el valle de Lamasón, situado más al sur, por donde iremos a Cicera, también con albergue de peregrinos


Más lejos aún asoman las cumbres, buena parte del año nevadas, de Peña Sagra, con 2.047 metros en su máxima altitud


Prado de pastos en el último repecho de la cuesta...


Las señales parecen perderse en medio de la campera. Si nos fijamos en el terreno pisado parece haber una bifurcación. Nosotros hemos de ir a la derecha


Pronto volvemos a ver los mojones indicadores


 A la derecha hay otro paso con escalera. NO sigamos a la izquierda, donde hay un poste, pues nos llevará al Mirador del Poeta, en la carretera, más cuesta arriba y apartado del camino


Esta pradería, como estamos comprobando es también un excelente mirador. Ahora hacia el oeste veremos la línea de cumbres que separan Cantabria de Asturias. A la derecha está El Picu los Moros (356 m) y a su izquierda el Monte las Llaves (337 m). En medio el Collado Bercio (235 m) y a la izquierda y más lejos La Pica Campana (349 m), esta ya sobre el valle asturiano de Peñamellera Baja (El Valle Baju)



Aquí abajo, más cerca, las casas del barrio de Trascudia y, en la distancia, las cumbres calizas del Cuera, en Asturias


También aquí abajo La Central, de donde venimos subiendo


Y más al sur, en la distancia, la Sierra de Urgabes y algunas cimas de los Picos de Europa


Paisaje de alta montaña...


Impresionantes picachos de nevadas cimas en los tres macizos de Los Picos, Ándara, Los Urrieles y El Cornión


Paisaje de majadas, brañas, invernales... al fondo por su forma destaca un picacho


La Pica Peñamellera, muy puntiaguda, de 765 metros de altitud


 Tras admirar el paisaje continuamos ruta por este collado


Y nos disponemos al paso de la escalera


A la derecha la señalización de la Senda del Nanda


Vamos a Camijanes


Lo que subimos toca ahora bajarlo seguidamente


Paisaje y entorno montesinos, similar al de la subida pero ahora en descenso


En el alto entra el sol al bajar regresamos a la umbría


Espeso ramaje a los lados del camino


Grandes peñascos sobre la ruta


Los roquedos del sendero


Abajo empezamos a ver unas casas


Son los campos de La Vega, al pie de Camijanes, pueblo con numerosos barrios extendidos a lo largo y ancho de este valle y campiña


Por allí sigue el Camino, subiendo a Cabanzón junto a los alojamientos rurales de Primorias


Frondosa más vegetación en el descenso


En bajada directa vamos perdiendo rápidamente altura, viendo ya los montes de enfrente


De frente el valle del Nansa, hacia el sur


El paisaje se abre hacia el valle


Allí está el Molino de Camijanes, que se sabe existía ya en 1750


Molía maíz y con el tiempo fue también una minicentral eléctrica. Funcionó hasta mediados del siglo XX


Aquí abajo está El Tortorio, con su histórico puente, que tendremos que cruzar


A lo lejos nueva vista de la Sierra del Escudo


Y así avanzamos por este viejo camino...


Sigue el descenso...


Volvemos a la arboleda


Pero ya vemos abajo la carretera


Ya desde aquí vemos en el muro de la finca de enfrente las señales del Camino Lebaniego


Hay naves ganaderas: nosotros bajamos a la derecha


Así nos lo indican estas señales...


Las flechas rojas del Camino Lebaniego


Bajamos por la carretera hacia el puente


Es la finca del Molino de Camijanes


Pasamos bajando junto al portón de acceso


Es el lugar de El Molino


Allí está el Puente del Tortorio, sobre el Nansa, que apenas veremos tapado por el arbolado


El puente es aproximadamente de la época en la que se construyó el molino. Una de sus piedras tiene labrada la fecha de 1761. Se hizo con mampostería de piedra, mortero y material metálico


Tiene con estribos incluidos un poco más de 56 metros de largo. De ancho tiene poco más de tres. Es de un solo ojo y presenta forma de lomo de asno, es decir, la parte central está más elevada que los extremos. Aquí está la inscripción que dice...

"AÑO DE 1761 SE IZO EST PUENTE A COTA DE ESTA PARROQUIA DIO DE LIMOSNA DE DOMINGO PEREZ IN CAN DE 17000 rr BEID PO JUAN"


Desde el puente admiramos un paisaje de ensueño...


El río Nansa y su ribera, atravesando La Vega de Camijanes...


A la derecha el altísimo acantilado fluvial. Nosotros vinimos caminando un poco más arriba, bajando por el encinar al pie del Mirador del Poeta


Al pasar al otro lado la carretera sube a la izquierda


Aquí están de nuevo las señales camineras...


Luego serpentea por las rocosas y boscosas laderas que caen al Nansa


El río a la izquierda


El Molino: vemos ahora la fachada que mira al río


Una pequeña presa...


Viene ahora un poco de cuesta...


Prados de Le Vega de Camijanes...


Llegamos a El Solaz de los Cerezos, en este barrio de La Vega, casas de turismo rural


Hay un hermoso caserón en medio de una preciosa finca...


Al pasar iremos observando su parte delantera, mirando a esta carretera local que nos llevará a Cabanzón


Hay jardines, canal y puentes...


Pasarela sobre el canal...


Arbolado y vegetación...


A la derecha del camino vemos un lavadero con abrevadero...


Pasa un arroyo. Aquí están los hitos lebaniegos


 Pasando junto al lavadero seguimos de frente


Bancos y fuente a la izquierda


Subimos un poco más...


Y llegamos a una bifurcación


A la izquierda sigue la Senda Fluvial del Nansa, pero nosotros seguimos carretera arriba, a la derecha


Así lo refleja el mojón lebaniego...


Ahora empezamos a ver las casas del mayor núcleo de Camijanes, en lo alto de la colina de la izquierda


Desde un poco más arriba las veremos aún mejor


Hay una pronunciada curva a la derecha...


Y vamos viendo las casas alineadas de los barrios centrales de Camijanes


Allí están La Cotera, El Corral y La Tejera, con sus fachadas mirando al sur para recibir buen sol


Más allá son los montes de Sanchiripón, La Espina y La Cabaña...


Allí está el cruce con la carretera CA-181. Es el caserón de Casa Cosío, uno de los bares que había en Camijanes. Hubo también escuela y consultorio médico, pero la caída drástica de población hizo que estos servicios se desplazasen a otros pueblos del municipio de Herrerías


Mayoritariamente son casas de labranza si bien también hay alguna de arquitectura indiana, como la hecha por un emigrante que volvió con fortuna de América a principios del siglo XX


Ya en el año 951 se menciona a este lugar con el nombre de Camilianes en una donación documentada en el monasterio de Santo Totibio de Liébana. El topónimo parece a primera vista vinculado a los milenarios caminos del paso natural que es el valle del Nansa. Se trata de la primer referencia escrita a un lugar del actual municipio de Herrerías


Mientras contemplamos Camijanes damos la vuelta, siguiendo la carretera, a este caserón


Junto al cobertizo, sigue la subida


Se trata de una antiquísima casa de labranza...


Y por aquí seguimos en camino a Cabanzón


Camijanes perteneció durante siglos a las Asturias de Santillana, una de las comarcas históricas que configuraron la actual Cantabria. Más antiguamente se supone fue parte del territorio de Primorias, mencionado en algunos documentos del Reino de Asturias, el cual abarcaría lugares de las actuales Asturias y Cantabria. Es mencionado por primera vez en crónicas de Alfonso III El Magno cuando se hace referencia a repoblaciones de Alfonso I El Católico:

"Eo tempore populantur Primorias, Lebana, Transmera, Supporta, Carranza, Bardulia quae nunc Castella apellantur er pars maritima Galleciae"

(En aquel tiempo fueron pobladas Primorias, Liébana, Transmiera, Sopuerta, Carranza, Bardulia que ahora es llamada Castilla y la costa de Gallaecia)

Hay quien supone que Primorias podría ser el primer territorio bajo dominio de Don Pelayo tras afianzar su independencia


Anteriormente se constanta la presencia de los cántabros concanos, a los que dedicaron su antención cronistas y poetas de la antigua Roma. Realmente estos parajes estuvieron poblados desde muchos milenios más atrás, como demuestra el yacimiento mesolítico de Barón, con sus pinturas de puntos rojos


Camijanes fue también durante centurias un importante núcleo de ferrerías que trabajaban con el agua del Nansa. Estos herreros o ferrones por condición de su trabajo no pagaban tributos y tenían derecho a su propia administración de justicia pues nombraban a sus propios Alcalde y Escribano


Con los grandes cambios administrativos y políticos del siglo XIX Camijanes formó parte, junto con Casamaría, Cades y Rábago, del primer ayuntamiento constitucional de Herrerías en 1822, durante el Trienio Liberal


Sigue el camino el tramo asfaltado por la subida a Cabanzón


En esta bifurcación seguimos cuesta arriba a la derecha


"La Cruz y la Flecha", símbolos del Lebaniego


Buenas vaquerías de Camijanes


Siempre hay alguien que observa nuestros pasos...


Esta es la finca de las casas rurales de Primorias, llamadas así en recuerdo a aquel antiguo y enigmático territorio asturcántabro de la alta Edad Media


Hacia ellas sube el Camino en la ruta a Cabanzón


Abajo queda ya La Vega...


Adelante Primorias, antiguas casas campesinas que hoy son alojamientos rurales


Pasamos junto a la entrada...



Y seguimos cuesta arriba...


Camijanes sigue estando bien a la vista...


El cruce de Casa Cosío, el que fue tantos años el bar del pueblo. Monte arriba está el Llan de la Feria, casi divisoria ya con el municipio de Val de San Vicente


La carretera CA-181 que recorre el valle del Nansa


Del pueblo era oriundo el célebre gaitero Ángel Ortega El Gaiteru Camijanes, nacido en 1916


Más a lo lejos El Collado...


Gran casa de portalón


Una magnífica vista de La Vega de Camijanes desde lo alto...


 Pero la subida sigue...


El esfuerzo merece la pena para contemplar este magnífico paisaje...


Primavera el valle...


La Vega, El Molino y El Tortorio


Más cuesta...


Camijanes queda ya a nuestras espaldas...


Atención a la siguiente curva


Aquí dejaremos la carretera para seguir de frente


Tomaremos esta pista que sube directa a Cabanzón


La cruz y la flecha nos lo indican...


Es una pista hormigonada que asciende entre arbustos y eucaliptos


Curva a la izquierda...


Y ya salimos del bosque...


Un poco más de repecho...


Y ya vemos las casas de Cabanzón en lo alto de la colina, donde termina esta cuesta y por donde proseguiremos, atravesando el pueblo bajo su torre medieval, en dirección a Cades y su albergue de peregrinos




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!