Entrando en La Venta de Fresnedo y en el municipio de Lamasón |
Muestra del secular paso de gentes por el valle de Lamasón es la existencia de abundantes cavernas prehistóricas, como es aquí el caso de la Cueva de los Marranos, al lado del río, donde, además de arte rupestre, se ha localizado una hebilla de bronce medieval, o un poco posterior, lo que da a entender que la cueva fue empleada como refugio de viajeros, arrieros, pastores, peregrinos...
Al fondo divisamos las picudas cumbres de Peña Sagra, nacimiento del río Lamasón, afluente del Nansa, que en sus 17 kilómetros y pico de recorrido pasa encajado entre montañas formado este estrecho pero bellísimo valle que estamos conociendo
Algunas de sus alturas son el Picu Paraes (1.922 m), el Picu Puertas (1.918 m), Trespeñuela (1.961 m) o El Cuernón (2.047 m). Su altura hace que buena parte del año estas cimas estén cubiertas por la nieve de los neveros
En Peña Sagra se han localizado señales de un gran foso de asedio romano de los tiempos de las Guerras Cántabras. Diversos autores sostienen que pudo ser este el Monte Medulio de las legendarias batallas narradas por los cronistas clásicos, así como en Monte Vindio serían los Picos de Europa, si bien su emplazamiento seguro de desconoce con seguridad y puede referirse a otros lugares de la Cordillera Cantábrica, si bien los recientes hallazgos delatan que esta fue en su práctica totalidad una verdadera muralla natural contra invasores desde tiempos remotos
En La Venta Fresnedo el río Latarmá, que viene a la derecha, pasa subterráneo por la Cueva del Toyo para verter sus aguas al Lamasón. Arriba vemos las alturas del Puerto de Arria que en este sector llega a los 522 metros. Son sus estribaciones más orientales
Seguimos siempre la carretera, sin hacer caso a desvíos y ramales en las encrucijadas
Aquí al borde de la carretera hay un tramo de senda peatonal
A nuestra derecha el valle del río Latarmá y el Cotero Fresnedo el la Sierra de la Collada
La senda paralela a la calzada bordea las últimas casas de La Venta
Pasa al pie de estos cuetos y peñascos
A nuestra derecha las peñas calizas de Castro Pical, que llegan a los 619 metros de altitud
Por allí abajo viene el río Lamasón, desde las laderas de Peña Sagra
Salimos así de La Venta Fresnedo rumbo a Sobrelapeña
Un poco más al sur a la izquierda son los picachos de Canales, con 708 metros de altura en su máxima cota. Es la parte más occidental de los Picos de Ozabalba
La carretera no tiene arcén por lo que, pese a que suele haber muy escaso tráfico, hemos de extremar el cuidado y procurar estar siempre atentos, caminando por la izquierda
Nuestra referencia Sobrelapeña
Nuestras señales las flechas rojas del Camino Lebaniego, cuando pintadas...
Y cuando en placas y mojones, tal que este, también con la cruz que simboliza el Lignum Crucis venerado en Santo Toribio de Liébana y origen de las peregrinaciones
La carretera serpentea siguiendo la sinuosa ladera que cae a valle
Vemos las señales que advierten a los conductores del paso de peregrinos
Estas también presentan la concha, pues el Camino de Santo Toribio enlaza y tiene continuidad con sendas jacobeas oficiales que prosiguen rumbo a la meseta, la Ruta Castellana, la Ruta Leonesa o el Camino Vadiniense
A partir de aquí entramos en un desfiladero de sorprendente belleza
La calzada se estrecha. Máxima precaución pese al límite de velocidad señalado para los automóviles
Abajo el río Lamasón con los bosquetes de la ribera...
Más arriba Canales, cimas rocosas y boscosas y empinadas laderas
La carretera, comunicación principal del valle, ha sido labrada en la roca viva...
Un muro nos separa del despeñadero...
A lo lejos Peña Sagra contempla nuestros pasos
Magníficos encinares. También hay cagigas y hayas entre otras especies autóctonas
El río Lamasón formando meandros entre acantilados fluviales y laderas
Un gran mirador natural...
A dos kilómetros de Sobrelapeña
Formidable precipicio...
Impresionante angostura
El valle se hace aquí hoz o desfiladero entre los altos riscos
Vista ahora hacia el sur
Arriba Cuesta Harta (707 m)
Estamos en un maravilloso paseo montañero...
Bulevar de roca y bosque...
Ahora hay un poco de arcén junto a la pared vertical de la peña, si bien yendo a la izquierda vemos mejor a los coches venir
Kilómetro 6
Serpenteante carretera
Peñas en las inmediaciones del Picu Póo
Franja de ensanche de la carretera ganada a la roca de la montaña
Río y espesura...
Un poco de recta
El muro rezuma agua en el musgo...
Curvas cerradas...
Antes de Peña Sagra La Zarzosa (1.048 m), cima sin nieve
Grandioso murallón calizo sobre nuestras cabezas...
Muro vertical...
La carretera, entre el abismo y la pared...
Al son del Lamasón...
Collado Carracedo y Peña Sagra
Más señales de advertencia a los automovilistas
Parece que el desfiladero tiende a abrirse...
Pero las curvas continúan en prolongados zig-zags
El río Lamasón también pasa entre las peñas...
Pedregosa ladera de la montaña...
Más paredón calizo...
Fijémonos en la flecha roja en la primera señal...
Parece que estamos más cerca del río y ya se ven prados...
Inolvidable valle de Lamasón...
Gran peñasco sobre la carretera...
Alto muro de la carretera
La Fontanilla
Kilómetro 7
Agujas calcáreas y picachos
El desfiladero se abre al valle, ya vemos praderías y pastizales
Ruinas de cabañas de pastores. A lo lejos Cuetu Bustuir y Branilla (931 m), cerrando por esa vertiente el valle de Lamasón
Más ensanches de la carretera
La majestuosa serenidad de las cumbres
El río a nuestros pies...
Playas fluviales de regodones y roca...
Las picudas agujas...
Curva a la izquierda...
Mojón caminero y recta
A la izquierda el Picu Póo (922 m), en los Picos de Ozalba u Hozalba (hoz, desfiladero albo, blanco, color de la caliza)
Todo este trayecto es bastante llano
Vista al norte...
Las faldas del monte parecen suavizar su verticalidad
Aquí a la derecha algo nos llamará la atención
Es un pequeño oratorio, uno de tantos no infrecuente de ver en los antiguos caminos...
Nos acercamos a verlo
Hay flores y ofrendas, lo que significa que sigue teniendo uso y devoción
Hay una imagen de la Virgen con un pequeño rosario y abajo a la derecha un monje con su hábito, tal vez referencia a Santo Toribio
Vemos unas señales al fondo
Llegamos a un cruce muy importante: nosotros seguiremos a la derecha para ir a Sobrelapeña. Este es el lugar donde se unen los ríos Lamasón y Lafuente, su afluente, que viene a la derecha
En lo alto de esta confluencia fluvial se alza, sobre un cueto, la iglesia de Santa María, del siglo XVIII pero reedificada sobre una anterior más antigua. La advocación mariana de estos parajes ya se hizo patente en el oratorio que acabamos de ver
Antes del cruce hay un panel informativo del Camino Lebaniego
Es conveniente, antes de seguir, darle un vistazo para hacernos una idea del recorrido que nos aguarda, no muy largo en kilómetros pero sí en esfuerzo
Vemos nuestra situación en el punto rojo. A partir de ahora dejaremos de caminar en dirección sur para hacerlo hacia el oeste y luego al suroeste, siguiendo la carretera CA-282 hacia Sobrelapeña
De Sobrelapeña se irá a Lafuente, donde hay albergue de peregrinos. Luego desde Lafuente subiremos a Burió y desde allí al Collado de Hoz para bajar a Cicera, también con albergue del Camino Lebaniego
En Cicera tenderemos una importante subida antes de entrar en territorio lebaniego con larga bajada a Lebeña, cruzando el río Cares, para luego tomar otro fuerte ascenso por Allende hasta Cabañes, otro de los albergues de la ruta
De Cabañes se va a pendes y se llega a Potes (también con albergue y numerosos alojamientos), pasando junto a Castro-Cillorigo y siguiendo a Ojedo y Tama. Al final, de Potes se llega pronto a Santo Toribio de Liébana, desde los que quieran continuar pueden tomar el Camino Vadiniense para cruzar las montañas y llegar a la meseta para unirse al Camino Francés
Muy importante: las curvas de nivel
Información del pueblo de Quintanilla. Si bien realmente nosotros vamos a Sobrelapeña
Consejos últiles...
Pues tal y como hemos dicho llegados ahora al cruce seguiremos a la derecha rumbo a Sobrelapeña y Lafuente
Sobrelapeña, a sólo un kilómetro
Hitos kilométricos
Aquí la señalización nos indica en cabio que la distancia a Sobrelapeña es prácticamente la mitad: 0,6 kilómetros. A Lafuente poco menos de 3, y a Santo Toribio unos 33 y medio...
Pasamos junto al kilómetro 12
A nuestra izquierda el río Lafuente, afluente del Lamasón
Arriba los Picos de Ozalba, Hozalba, o atendiendo a la pronunciación de la hache aspirada, Jozalba. Sobresale allí el alto picacho de Póo (932 m)
El río Lafuente con su frondosa vegetación de ribera...
Camino a las fincas, nosotros seguimos por el asfalto, siguiendo la curva de la carretera a la derecha
La iglesia de Santa María en lo alto del cueto...
Se sabe que hubo una iglesia del siglo XII en este mismo solar, reedificada y reformada en los siglos XVI y XVII, si bien su emplazamiento revela ser un lugar estratégico que domina el valle, muy fácilmente sacralizado desde tiempos precristianos
Es denominada Santa María de Lamasón, nombre del valle y del municipio, o de Quintanilla o de Sobrelapeña, pues se halla localizada entre ambos pueblos
Una verde camera asciende hacia el santuario
El tramo que nos aguarda hasta Sobrelapeña, e incluso hasta Lafuente, es bastante llano
Ciertamente no hay arcén pero el paso de vehículos es por lo general bastante ocasional
El paisaje, más abierto que en el desfiladero, sigue siendo sumamente bello
Caminamos por la misma orilla ribereña...
Curva a la derecha
Y ya vemos las primeras casas de Sobrelapeña: a lo lejos el Cueto Sobrelapeña (614 m) y el Collado Carracedo (901 m)
Las casas de Sobrelapeña, capital de Lamasón, se extienden unas por la carretera y otras por las riberas del río, en medio del valle
Algunas forman filas a lo largo de los caminos...
La carretera pasa entre ellas
Hay una pequeña y fértil vega
Junto al río entramos en Sobrelapeña
En los ancestrales caminos a Liébana...
Bifurcación: seguimos a la derecha por la carretera. Por Sobrelapeña y el siguiente pueblo, Cicera, se abrían varios caminos u opciones para pasar a Liébana y a Castilla. Era normal, entre otras mercancías, que los arrieros llevasen pescado de puertos como Comillas, San Vicente de la Barquera, Pesués o Llanes y volviesen con vino, siendo otras mercancías notables el ir con madera y volver con trigo castellano. Así en el siglo XVIII se conserva el documento de un arriero asturiano que, acusado de amancebamiento con una pescadera de Sobrelapeña, manifestaba ser...
"trajinante con mis cinco o seis caballos de recua a las villas de Billada, Rioseco, Balladoliz, Madriz y Liébana con pescado fresco y de buelta cargados de vino blanco y tinto para el principado de Asturias y otras partes"
Miramos atrás y contemplamos de nuevo el Collado de Jozalba con el Póo. También las casas montañesas con corredor y cortafuegos
Avanzamos en la curva
Pasamos junto a huertas. Son famosas aquí las alubias y otros productos. También se planta maíz
Desde aquí mirando atrás, tendremos otra perspectiva de la iglesia de Santa María
Y de los grandes peñascos de Jozalba...
Las alturas del Póo...
El edificio es de planta de cruz latina con tres naves y crucero rematado en el cimborrio. Su ábside es octogonal y está hecha con pìedra de sillería, que se ve bien en las esquinas y algunos vanos, aunque las fachadas están principalmente blanqueadas. El pórtico de arcos de medio punto guarda una portada románica con capiteles cincelados
También el interior guarda elementos de origen medieval, como la pila bautismal o algunas arquerías ciegas y capiteles
El éxodo rural y el abandono del campo se hace también patente en el despoblamiento de estos lugares. Actualmente el turismo, con la proximidad a los Picos de Europa y este Camino Lebaniego, ofrecen a Lamasón nuevas alternativas económicas a los tradicionales trabajos agropecuarios
A lo lejos el Collado de Hoz, importante puerto al que habremos de subir para entrar en el municipio de Peñarrubia, bajando de allí a Cicera
Casas y muretes de piedra
Ante nosotros una larga recta...
Y así vamos saliendo de Sobrelapeña
A nuestra izquierda asoma ya una inmensa pared caliza, la del Puerto o Sierra de Arria
A la izquierda hay ahora una espaciosa vega
La Collada de Hoz o más correctamente El Colláu Joz (637 m) aparece a lo lejos, delante de nosotros. Es el paso histórico del Valle del Nansa al Valle de Liébana
Pasamos la última casa, algo alejada de las demás
Con un entorno ajardinado
Siempre en las orillas, o cerca, del río Lafuente
Sin pérdida por la CA-282
Curva a la izquierda...
Curva a la derecha...
Arrimémonos bien al quitamiedos
Ante nosotros otra hermosísima vega...
Hay algunas cabañas...
Tramo recto
Desaparece el quitamiedos y en su lugar vemos este tradicional murete de piedras
Pasamos junto a esta cabaña
Hermosas fincas...
Bosques y colinas de Fuente de la Madre---
En los cruces, siempre por la carretera
La señalización del Camino Lebaniego nos lo confirma
A la derecha hay algunos eucaliptos...
En lo alto las cumbres de Arria...
Allí está la impresionante boca de la Cueva de los Moros
Los moros hacen referencia a los antiguos, por lo que el topónimo puede delatar un antiguo abrigo prehistórico
Estamos en un puente sobre uno de los arroyuelos que, nacidos en la sierra, son afluentes del río Lafuente
Más cabañas pastoriles
Quitamiedos y murete...
Las fincas de la ribera...
Cierre de postes con alambrada, señal del uso ganadero del valle
Intenso verdor...
A la izquierda recibe el Lafuente a otro de sus afluentes, el río Rega
Luego de una recta curva a la izquierda
Prados a los lados de la carretera
A la derecha pasamos la eucaliptal
Vista al este del valle desde la carretera
Cuetu Jarro (702 m), cerrando el valle de Lamasón por el este
Kilómetro 14
Más eucaliptos
La carretera serpentea pero siempre en llano
Magnífico paisaje
El valle se hace profundo...
Sucesión de curvas...
Pasa el tractor...
Y ya vemos a lo lejos las primeras casas de Lafuente
Pastizales...
Rebaños de vacas...
Otra buena recta...
Divisando ya al oeste el final del valle con el ascenso al Colláu Joz o Collada de Hoz (658 m). A la derecha el pico de este nombre (674 m) y altos de Las Navas (822 m)
A la derecha los montes de Burió (664 m), por sus laderas sube el camino desde Lafuente al Colláu Joz, donde entraremos en el municipio de Peñarrubia bajando a Cicera
Y así entramos en Lafuente o La Fuente, como también se ve escrito, otro de los pueblos de Lamasón
Fijémonos ahora en aquel otro rebaño
Es de la famosa vaca tudanca, propia del occidente de Cantabria, pero cuya crianza se extiende también a Burgos, Palencia, León, e incluso otras provincias más al sur como Segovia. Varios ejemplares fueron llevados a áreas naturales de Holanda por su interés ecológico en la conservación de brezales
Una evolución doméstica autóctona del uro prehistórico, especialmente fuerte y con unos cuernos grandes, puntiagudos y muy característicos
Y llegamos así a las primeras casas de Lafuente
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