 |
| Rábago desde el Camino |
Abajo, cercana al Nansa, está la iglesia de San Ignacio de Loyola, fundada por la familia del Padre Rábago, jesuita confesor de Fernando VI, confidente del Papa Benedicto XIV, director de la Biblioteca Nacional y personaje influyente en la corte española a mediados del siglo XVIII
En Rábago hay soberbias casas montañesas, muy bien rehabilitadas, algunas dedicadas al turismo rural, así como algún viejo molino que funcionaba con las canalizadas aguas del Nansa
Por Rábago se enlaza, monte arriba con las antiguas minas de La Florida, cuyos restos pueden visitarse. La extracción minera, que tantos empleos dio a estos pueblos, arrancó en 1857 con la Real Compañía Asturiana de Minas, mediante concesión de Isabel II. Eran las minas de La Clara, La Maestra, La Isidora, La Isidra, Lacuerre, Plaza del Monte, Cereceo y Liborias. Las dos últimas fueron las que siguieron más tiempo su actividad, hasta 1978, ya con la empresa Azsa, cuando aún tenía 309 empleados en nómina. Muchos compatibilizaban este trabajo con las labores agroganaderas seculares del lugar. Allí se encuentra también la famosa cueva de El Soplao, de las más famosas de Cantabria, con más de 20 kilómetros de galerías, arqueología minera e impresionantes formaciones geológicas de estalactitas y estalagmitas y las más escasas helictitas, entre otras. Es un gran centro de afluencia de visitantes desde que abriesen al público en el año 2005, si bien solo unos 4 kilómetros del total
La cueva de El Soplao apareció por casualidad durante las labores mineras y su nombre se debe a que así llamaban los mineros a las grutas subterráneas kársticas, tan abundantes en las peñas calizas, con las que se encontraban al perforar y por las que soplaba el aire con fuerza. Las galerías naturales fueron aprovechadas también para la extracción del mineral y con el abandono de las minas la cueva fue quedando sumida en el olvido hasta que en 1975 el Speleo Club Cántabro dio a conocer su espectacular valor geológico. Actualmente es un gran centro de atracción para toda la comarca pues además de la cueva hay un poblado y tren minero digno de conocer
La carretera gana altura ante espesos bosques de eucaliptos
Más arriba damos vista a los altos de Casa Rodrigo (563 m) y Hugón (643 M), dentro de la antigua zona minera, donde estaba la Braña de Lacuerre
Rábago, parte del extenso territorio medieval de las Asturias de Santillana, pasó a partir del siglo XV a la órbita de la Casa de la Vega (Torrelavega). Esta dependencia señorial no desaparecería hasta el siglo XIX con las reformas liberales que auspiciaron la creación del Ayuntamiento de Herrerías, del que formó parte desde su fundación junto con Cades, Camijanes y Casamaría
En lo alto al capilla de Santa Águeda
Seguimos subiendo así paso a paso mientras abajo el río forma un desfiladero entre las montañas...
Altos de La Palombera, La Maza y Cueva Lobos
Nosotros subimos por la estribación más oriental de la Sierra de la Collada
Tramo de curvas
Advertencia a los conductores del paso de peregrinos
Abajo, a nuestros pies, asoma el Embalse de Palombera, donde el Nansa recibe las aguas de su afluente el Lamasón
Al lado mismo de las aguas la CA-181 sigue valle arriba entrando en el municipio de Rionansa por Celis en dirección a Puentenansa, la capital
A la derecha Riclones, famoso por sus cuevas prehistóricas de Chufín, Micolón y Traslacueva. Más allá las estribaciones más orientales de los Picos de Ozalba por el Collado Ortigal (710 m) y la Castañera de San Roque (505 m). A la izquierda empieza la Sierra del Escudo de Cabuérniga. En medio, más lejos, el Cueto del Haya (771 m)
Abajo en el valle, más allá de Riclones asoma a lo lejos Celucos, comunicado con Celis por el famoso Puente de la Herrería
Para admirar mejor este paisaje llegamos, tras una curva, al famoso Mirador de la Palombera
Es un verdadero balcón natural sobre el valle y ante las montañas, viendo frente a nosotros la Peña del Pozón y a lo lejos los altos de Trespeñas y Castro Pical (619 m). Más allá asoman los Picos de Ozalba, con 917 metros en su cota más alta. Al fondo a lo lejos a la derecha el Puerto de Arria, que llega a los 2.002 metros de altitud en El Cuetu'l Castillu y El Picu la Cueva
Abajo la llegada del Lamasón al Nansa bajo las peñas de La Maza y alturas de Cueva Lobos
Justo en esta confluencia fluvial está la Cueva de Chufín, descubierta por el fotógrafo Manuel de Cos Borbolla y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008. Es importante por sus hallazgos prehistóricos del Solutrense Superior, con dataciones de 18.000 a 25.000 años. Presenta diversos grabados rojos representando esquemáticamente ciervas, cabras, caballas y bisontes, así como diversos símbolos similares a bastones y una vulva. También está la Cueva de Micolón, descubierta por un grupo de espeleólogos en 1976 y que es un verdadero laberinto subterráneo de 500 metros donde se descubrieron hallazgos del Solutrense, entre 17.000 y 20.000 años de antigüedad, talla de sílex y arte ruprestre con 22 grabados y algunas pinturas rojas cerca de la entrada con cérvidos, caballos y elementos simbólicos. Por su parte en Traslacueva, otra de las cavernas, hay grabados que parecen mostrar también animales
De ellas la que puede visitarse es la Cueva de Chufín, desde la que se divisa el valle ante el barranco del Lamasón. Sus antiguos moradores grabaron figuras sobre la roca con profundas incisiones , así como composiciones de color rojo con óxido de hierro a base de puntos con las imágenes citadas de animales, genitales y una posible figura antropomorfa, una posible venus
Realmente la cueva es conocida como del Moro Chufín, que en ella guardaría sus tesoros. La apelación a los moros en la antigua tradición popular es una definición de los antiguos en general, o los no cristianos, más que en el sentido étnico actual del término
Y así desde La Palombera proseguimos ruta, ahora en dirección oeste, rumbo a Liébana
Vemos los mojones de la cruz y flecha rojas propios del Camino Lebaniego
Y a la izquierda vemos tomo el profundo valle del río Lamasón, que recorreremos en paralelo desde estas atalayas...
Es el paisaje de la Sierra de la Collada
A nuestra derecha un portón
Es un punto limpio de reciclaje
Según avanzamos se amplía la perspectiva del valle hacia el sur, hacia el Puerto de Arria, que será durante un buen trecho una buena referencia visual, pues al otro lado, valle arriba hacia el Collado de Hoz y Cicera, seguirá el Camino
La carretera CA-856 baja ahora un trecho poco a poco
Sin hacer caso a cruces y desvíos avanzamos siempre por la calzada adelante...
Paisaje rocoso en las cimas, de peñas y encinares, monte bajo...
Arriba algún mirador
Más hitos camineros...
Fincas de pasto y sotobosque...
Otro cruce y prosigue la bajada
Poste con señal del Camino Lebaniego
Suelen pasar pocos vehículos pero vayamos pendientes del tráfico
Asoma el tejado de una cabaña
Histórica tierra de majadas e invernales para el ganado
Pese a pisar asfalto el trayecto se hace muy placentero y agradable de caminar, como en un paseo
Hay algún tramo recto...
Otros siguen la sinuosidad de las laderas
Más fincas
Valles y montañas
Seguimos bajando
Curva a la derecha...
Bajo las alturas de La Collada...
La carretera, comunicación principal del valle del Lamasón, ha sido ensanchada y abierta en la roca viva...
Abajo el río
El río Lamasón nace en las estribaciones de Peña Sagra y su curso de poco más de 17 kilómetros discurre encajado entre montañas
La carretera, en gran parte de su trayecto, dispone de quitamiedos...
Grandes peñas sobre el valle
Otra cabaña de ganado...
Más praderías cuestas...
Los Puertos de Arria más cerca, abajo está la Venta de Fresnedo, donde pasaremos al municipio que porta el nombre del río: Lamasón
Más a lo lejos otras montañas...
Son los pasos a la Liébana por los altos de Peñarrubia. De frente el Collado Carracedo (901 m) y la Pico la Zarzosa (1.048 m). Poco más abajo el invernal de Bustarredondo. A la izquierda asoman las cimas más altas de Peña Sagra
Seguimos caminando por la ladera este de la Sierra de la Collada
Ante nosotros Castro Pical (516 m), Canales (626 m) y Cuesta Harta (707 m)
Llega otra parte bastante recta y en ligero descenso
Desde aquí ya vemos al suroeste un poco mejor Peña Sagra
Algunas de sus alturas en este sector son el Picu Paraes con sus 1.934 metros, El Tumbo con 1.843 y La Trespeñuela 1.961 metros
Según varios investigadores en Peña Sagra acontecieron algunos epìsodios determinantes de la última resistencia cántabra contra los romanos en las guerras de los años 29-19 a. C. si bien la ubicación del cerco del que lo que los autores clásicos llaman el Monte Medulio, dedicado a la diosa celta Medhu, no está del todo demostrado que fuese aquí y se han propuesto diversas ubicaciones, como la del Monte Vindio, a lo largo de buena parte de la Cordillera Cantábrica, desde el Bierzo a Asturias y Cantabria. No obstante cierto es que se ha localizado lo que debió ser un gran foso de asedio en esta sierra y el explorador y estudioso Conde de Saint Saud afirmaba que había visto ruinas de las torres a finales del siglo XIX
La riqueza maderera del valle fue aprovechada desde tiempo inmemorial, si bien secularmente las fértiles riberas del Lamasón, siempre que lo abrupto del terreno lo permita, fueron dedicadas al pastoreo
De nuevo vemos abajo el río, bajo la Cotera de los Acebos (264 m)
Otro gran ensanche de la calzada labrado en la peña
El valle se abre aquí un poco
Es un clásico valle glaciar, en forma de "V"
A la izquierda, bajo el Castro Pical, unas casas
La Venta, ya en el municipio de Lamasón
Caminamos siempre al borde del quitamiedos, por la izquierda
Bifurcación, seguimos por la CA-856
Señalización del Lebaniego: esta con media cruz
Por la zona del Cotero de Fresnedo la carretera serpentea
En esta zona está la Cueva de los Marranos, poco más arriba del río, "descubierta" (lo ponemos entre comillas pues los vecinos la conocían) en los años 50 del siglo XX por unos peones camineros que realizaban obras de mantenimiento en la carretera, se trata de otra cueva del arte rupestre cantábrico con símbolos pintados, muy borrosos, que parecen animales o signos. Se ha asignado una antigüedad de entre 17.000 y 20.000 años, Paleolítico Superior, posiblemente Solutrense
Además de una ocupación prehistórica se ha hallado una hebilla de bronce del siglo XVI, que otras fuentes dicen medieval, lo que parece ser delata que la Cueva de los Marranos fue además durante tiempo refugio de viajeros en estos caminos y pasos naturales tantas veces milenarios, pese a que la cueva, geológicamente, viene ser una especie de desagüe natural en tiempo de inundaciones. El topónimo parece referirse a que fue empleada también como improvisada pocilga
Los ancestrales caminos a Liébana, recorridos hoy como ayer, por miles de viajeros a lo largo de la historia, desde la más remota noche de los tiempos...
Ya se ven los tejados de la Venta de Fresnedo
Por allí va la carretera local que comunica con Los Picayos y Riclanes
Bellezas paisajísticas del Nansa
Viviendas y establos...
Y ya llegamos a la Venta de Fresnedo, entrando así en el municipio de Lamasón
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!