Llegando a Cades: al fondo a la izquierda La Ferrería. Arriba la Sierra de Arnero |
Aquí es donde se unen los dos caminos procedentes de Otero y donde entramos en Cades, una de las poblaciones que en el siglo XIX pasaron a constituir el municipio de Herrerías junto con Casamaría, Camijanes y Rábago. Antes fueron coto señorial de la Casa de la Vega luego de formar parte de las Asturias de Santillana
Desde la unión de ambas opciones aún bajaremos un poco más hacia la vega de Cades, si bien más suavemente que las rampas en descenso que hemos dejado atrás
Bordeamos el prado de esta cabaña en una curva a la derecha
Y llegamos a las primeras casas: El Pellón
En esta bifurcación seguimos ahora a la izquierda
Veamos siempre el mojón con la flecha y la cruz, anagrama del Lignum Crucis símbolo del Camino Lebaniego
Como todo este territorio Cades formó parte en la Edad Media de las Asturias de Santillana, para pasar en el siglo XV a entrar dentro de los dominios de la Casa de la Vega Torrelavega. Durante casi cuatro siglos sería dependencia señorial hasta que en el siglo XIX las reformas liberales crearían el primer ayuntamiento constitucional de Herrerías, del que formaría parte con Casamaría, Camijanes y Rábago
De todas maneras el valle estaba poblado desde milenios atrás. El más antiguo testimonio de presencia humana pertenece al Paleolítico es el yacimiento parietal de La Pica. Los primeros testimonios escritos que mencionan al lugar aparecen alrededor del año 1000
Hay casas de piedra, de notable antigüedad
Artística reja en una ventana que mira al Camino
Ante nosotros el valle del Nansa y los diferentes barrios de Cades esparcidos por la vega y las laderas de esta ribera. De frente es la Sierra de Arnero con el monte Garavellines (813 m) a la izquierda y a la derecha el Hugón (643 m). En esa zona estuvieron las minas de La Florida, cuyos restos pueden visitarse. La extracción minera, que tantos empleos dio a estos pueblos, arrancó en 1857 con la Real Compañía Asturiana de Minas, mediante concesión de Isabel II. Eran las minas de La Clara, La Maestra, La Isidora, La Isidra, Lacuerre, Plaza del Monte, Cereceo y Liborias. Las dos últimas fueron las que siguieron más tiempo su actividad, hasta 1978, ya con la empresa Azsa, cuando aún tenía 309 empleados en nómina. Muchos compatibilizaban este trabajo con las labores agroganaderas seculares del lugar. Allí se encuentra también la famosa cueva de El Soplao, de las más famosas de Cantabria, con más de 20 kilómetros de galerías, arqueología minera e impresionantes formaciones geológicas de estalactitas y estalagmitas y las más escasas helictitas, entre otras. Es un gran centro de afluencia de visitantes desde que abriesen al público en el año 2005, si bien solo unos 4 kilómetros del total
La cueva de El Soplao apareció por casualidad durante las labores mineras y su nombre se debe a que así llamaban los mineros a las grutas subterráneas kársticas, tan abundantes en las peñas calizas, con las que se encontraban al perforar y por las que soplaba el aire con fuerza. Las galerías naturales fueron aprovechadas también para la extracción del mineral y con el abandono de las minas la cueva fue quedando sumida en el olvido hasta que en 1975 el Speleo Club Cántabro dio a conocer su espectacular valor geológico. Actualmente es un gran centro de atracción para toda la comarca pues además de la cueva hay un poblado y tren minero digno de conocer
Seguimos junto al seto...
Y en esta bifurcación tomamos la curva a la izquierda
Puente sobre La Canal del Nansa
El canal lleva agua del río a la Central Eléctrica de Herrerías en Trascudia, por donde hemos pasado en esta ruta
Bajamos un poco en un tramo recto
Estamos acercándonos a La Puente, otro de los puentes de Cades
Ya caminamos en llano
Pasamos el puente....
Nos asomamos al arroyo
Gallinero en la ribera...
Casa de La Puente
La Ferrería y a lo lejos Rábago
Fuente y abrevadero
Seguidamente un cruce y a la izquierda
Pasando frente a este portalón
La Ferrería de Cades al fondo
En este camino estaban La Caseta y la Casa del Tranco, donde se dice había una tranca o portilla para controlar el paso y los posibles derechos de portazgo, el peaje de aquel entonces
La mayor parte han sido restauradas
Grandioso y alto caserón
A su lado el Camino hace una curva a la derecha
Al pasar vemos las fachadas
Pasamos junto a esta parada del autobús
Y atravesamos esta gran explanada que viene a ser la plaza central de Cades, pues enlaza con la carretera y de ella salen los caminos a los diferentes barrios y lugares del pueblo. Desde 1978 es llamada Plaza de Don Rolando en honor a este párroco que ejerció aquí su misión. A la izquierda está el albergue de Cades
En el albergue, si contactamos antes, podremos apalabrar cena y desayuno. Algunas veces pasa la furgoneta de algún repartidor y podemos suministrarnos. Siempre es bueno no obstante llevar algo de comer y beber en la mochila para evitar imprevistos en este sentido
En medio de la plazoleta hay una pequeña rotonda con un arbolito
Y esta es la entrada al albergue, con un buen portalón que guarda de la lluvia y del intenso sol, siendo un buen lugar de socialización, con antiguos bancos de piedra...
Peregrinos ante portas
Placa del albergue
Papel y pizarra de avisos
A la izquierda del albergue sigue el Camino
En la fachada del albergue, al pasar, veremos esta placa dedicada al párroco Don Rolando, a quien está dedicada esta plaza
Aquí iremos a la derecha. Justo enfrente encontramos la señalización e información del Camino Lebaniego, justo al lado del antiguo bar del pueblo, que está cerrado
Analizamos nuestra posición
El siguiente albergue está en Lafuente, de donde aún nos separan 10 kilómetros. A Santo Toribio de Liébana nos aguardan casi 41, pero será un itinerario muy montañoso para hacer mejor en dos o tres etapas
Hay una senda peatonal que va hacia la carretera y La Ferrería
Polideportivo y centro social
Las casas del barrio se sucenden escalonadas en esta ladera...
A nuestra izquierda, en Puente del Arrudo o Puentel Arrudo, está el Ayuntamiento de Herrerías, que vino acá desde Bielva, la histórica capital municipal, por su mejor acceso al lado de la carretera CA-856 que recorre el valle, así como, al otro lado del Nansa, la CA-181
Caminamos así junto al polideportivo
Y ya estamos ante el cruce de la carretera en La Ferrería. De frente es el Palacio de los Rubín de Celis, que forma parte del conjunto histórico en torno a la citada herrería. En este cruce los peregrinos que opten por el itinerario que viene desde Hortigal, Gandarilla y Bielva, se unen a este camino
La bolera junto al polideportivo
Parada del autobús
Y a la derecha tenemos un buen panel informativo del Camino Lebaniego
En él aparece marcado todo el itinerario que nos aguarda hasta Potes y el monasterio de Santo Toribio
Es un mapa de foto por satélite. Las numerosas curvas ya nos dan una idea, a primera vista, del sinuoso trayecto montañero que vamos a recorrer
Estamos justo arriba de la foto. Primeramente hay que seguir la carretera hasta el embalse de La Palombera. Allí la carretera hace un ángulo en el precioso desfiladero del Nansa, que nos llevará, junto a la Sierra la Collada o La Collá hacia La Venta de Fresnedo y Sobrelapeña, donde otro ángulo viario, este en la CA-282, nos encamina a Lafuente, donde está el siguiente albergue. Luego se ha de subir por Burió a La Collada de Hoz
De La Collada de Hoz se baja a Cicera. Allí hay albergue, casa rural y bar
En Cicera se subirá a por la Collada de Francos o por el Collado Arcedón para bajar a Lebeña, ya junto al río Cares, ya en el valle de Liébana, desfiladero de La Hermida
De Lebeña se sube por Allende a Cabañes, donde hay albergue con bar y se sigue a Pendes, bajando cerca de Castro-Cillorigo, de nuevo a la ribera del Cares, para por Tama y Ojedo entrar en Potes y de allí continuar a Santo Toribio de Liébana
Curvas de nivel, valle y montaña
Información de Cades...
Consejos cívicos útiles
Prosegimos pùes hacia la carretera
Cruzamos con cuidado a La Ferrería y Palacio de Rubín de Celis, del siglo XVIII
Aquí vemos las señales, pasamos junto al muro de esta casona-palacio
Y este es el aparcamiento de La Ferrería de Cades
No nos equivocamos si decimos que el buen peregrino y caminante, sin prisa en el reloj, ha de visitarla, pues nunca lo olvidará
A nuestra izquierda La Panera de Cades con la casona que, si bien es terreno particular, forma un conjunto monumental con la ferrería, documentada ya en el año 1752 en el Catastro de Ensenada si bien su origen puede ser muchísimo más antiguo. No olvidemos que el propio nombre del municipio de Herrerías se debe a estos ingenios hidráulicos que funcionaban con la fuerza motriz de las aguas del Nansa
De frente la ferrería, en una hermosa y arbolada ribera del Nansa
Bajando al edificio de la fragua vemos la fachada principal del palacio
Además de la panera el palacio cuenta con su propia capìlla
Y ostenta en la fachada, entre las puertas del balcón, los blasones de sus linajudas estirpes
En lo concerniente al edificio de la Ferrería de Cades hemos de decir que se hizo a un nivel más bajo que el camino que lo comunica, hecho esto con toda la intención de facilitar la descarga del pesado hierro y otros materiales para su trabajo, al igual que tener altura respecto al salto de agua que movía la rueda principal de la maquinaria, impulsada por la fuerza del agua del Nansa que llegaba aquí por un canal
La Revolución Industrial y sus nuevos procesos de producción en las modernas siderurgias, la comercialización rápida de sus productos por carretera y luego por ferrocarril, y otros cambios económicos y sociales provocaron que fuese abandonada a mediados del siglo XIX
Siglo y medio después, entre los años 1999 y 2000 el edificio y su interior fueron restaurados con todo su entorno
Podemos pasar a visitarla
Llegamos a la recepción
Y pasamos al interior. En la restauración llevada a cabo se recuperó toda la fragua con sus máquinas hidráulicas
Este espacio interior está dividido en cuartos por muros de piedra con la finalidad de separar las zonas de trabajo y los almacenes de carbón vegetal y de piedra en previsión de posibles incendios
Volvemos al exterior
Pasamos el puente sobre la canal
Canal con su compuerta
La pequeña presa que embalsa el agua que hace funcionar la maquinaria. Es de destacar que la Ferrería de Cades hacía lingotes a partir del mineral, sin llegar a fundirlo por entero
Este es uno de los dos molinos harineros que también funcionaron en este lugar
Las palas de la gran rueda que hace girar la fuerza del agua, que veremos después, transmite el movimiento a los barquines y al mazo
Damos vuelta al molino
Por el bosque de ribera también recuperado
Es el camino que comunica con el palacio
Se conserva a la entrada la mitad de una de sus antiguas muelas
Pasamos de nuevo al edifico de la ferrería, en otra de sus fachadas, la que mira al norte
Aquí un elemento muy importante
La gran rueda que le hace funcionar
Al otro lado la canal, que devuelve las aguas al Nansa
Portón del palacio
Vemos a la izquierda la capilla, en medio la casona y a la izquierda los establos
Tiene junto al portón un gran tendejón de madera
Regresamos así al molino
Y volvemos por donde hemos venido
Recorriendo otra vez este paseo fluvial y forestal
Pasando el puente sobre la canal
Admirando el bosque de ribera
Podemos por aquí continuar hacia el siguiente molino
O regresar ya al Camino volviendo a subir las escaleras
Tomamos así de nuevo la carretera
Mientras vemos abajo el otro de los molinos de Cades
De este solo se conservan parte de los muros
Subimos ligeramente
A la derecha algunas casas...
En la falda que baja de El Argayu
Atrás cades y la bajada desde Otero, a la derecha de la foto en lo alto
El Camino entrando en Cades, por donde hemos venido
Ahora descubrimos en un alto la iglesia parroquial. Hemos pasado bajo ella pero desde el Camino no la hemos podido ver
No lo apreciamos bien pero su estructura es del siglo XVI, si bien construida sobre un anterior edifico gótico del XIII que conserva su ábside
Dada su advocación, la fiesta de Cades se celebra el fin de semana más cercano al día de San Juan, el 24 de junio, romería donde destaca el famoso ramu, la pirámide de roscos de pan adornada con flores y cintas de colores llevada en la procesión y se ofrece al patrón, cantándose y bailándose las populares danzas de los picayos
Vemos ahora a nuestra derecha los caseríos de la falda del Argayu en su fachada principal mirando al sur
Los cortafuegos...
Y los blasones... fijémonos precisamente en esta pared toda de piedra de cantería
Pasamos así junto a la última casa de Cades...
Admirando su estupenda mesa de las meriendas...
Y seguimos por la carretera CA-856 camino de La Venta de Fresnedo y Sobrelapeña...
Estamos ya en el kilómetro uno de esta carretera CA-856, que seguiremos un buen tramo
No hay arcén pero al menos suele tener poco tráfico. Vayamos eso sí muy atentos
A la derecha la Fuente del Argayu
Fuente y abrevadero
La carretera serpentea por la falda que cae al Nansa ganando altura
Abajo, al otro lado del río, Rábago, situado en la ladera opuesta, otro de los pueblos del municipio de Herrerías que vemos en este Camino Lebaniego
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