Trescoba y Penduso desde la carretera |
Cruce de Cabañes |
Así vamos subiendo desde el cruce cuesta arriba entre las casas para llegar a la carretera, teniendo encima los enormes murallones calizos de el Conchizo, el Ciruenzo o Ciruenzo menor y el Cuetu la Llosa, paraíso de montañeros y escaladores
En la carretera, donde acaba la cuesta, enlaza con este otro itinerario lebaniego, es la Ruta Asturiana de Santo Toribio, que atraviesa los Picos de Europa procedente de Sotres (Asturias), si bien tradicionalmente desde el puerto de Llanes los arrieros, peregrinos y viajeros enlazaban con Liébana y la meseta por este y otros caminos que sorteaban los difíciles pasos naturales de la Cordillera Cantábrica. Lo mismo ocurría con los puertos cántabros de San Vicente de la Barquera y Comillas. La apertura de la Carretera de La Hermida en 1863 causó el abandono de estos caminos salvo para pastores y actividades geológicas y mineras. Luego llegarían los montañeros, senderistas y, con la señalización, los peregrinos al Lignum Crucis o crucenos
Llegados a la carretera continuamos de frente entre las casas
La de la derecha tiene una placa con una inscripción
Está dedicada a sus benefactores, José Fernández y Patricio Ochoa
La calle está también dedicada a José Fernández Cuétara
A la derecha las pendientes laderas que bajan de la montaña
El Conchizo o Ciruenzo Menor, La Jorcada de Ciruenzo y Ciruenzo Mayor
Avanzamos así por la carretera, un tanto estrecha para los vehículos por lo que vayamos con cuidado si se nos cruza alguno...
Caminamos así junto a estas cuadras...
Algunas se ve están abandonadas
Luego seguimos al lado de esta casa
Al fondo vemos el albergue público de peregrinos
Desde aquí tenemos una muy buena vista del valle formado por las riegas de Las Conchas y de La Mata. Un poco más abajo sigue el otro camino. A lo lejos, más allá del desfiladero de La Hermida, destaca la mole caliza de Peña Ventosa (1.434 m)
Primeramente, antes del albergue, el Centro Cultural La Coteruca
Y este es el albergue público de Cabañes
Está en un buen lugar pero conviene llamar antes a ver si está abierto y a disposición de los peregrinos de la ruta, sino la costumbre es hacer noche en el de El Hayal, a la entrada del pueblo, siendo conveniente reservar plaza pues es muy frecuentado no solo por peregrinos sino también por montañeros y turistas en general
Aquí el firme está asfaltado. Seguimos hacia la iglesia
En la pared del albergue que mira a la carretera un cartel de madera señala la entrada en Cabañes
La encina da buena sombra sobre el camino
Y a su lado hay un banco donde podremos reposar unos instantes o ajustarnos las botas y mochilas antes de seguir ruta hacia Pendes
Desde este banco vemos la iglesia de San Juan Bautista. Se trata de una construcción del año 1851 hecha con materiales de una iglesia anterior que no estaba en este solar sino en un paraje despoblado próximo a Cabañes, de la que se tienen noticias desde el año 1623 aunque la antigua existencia de un canecillo con la cabeza de un animal en él cincelada delataría su origen medieval, muy posiblemente románico. En ese año de 1623 el maestro Francisco de Cicero trabajaba en una custodia y en un retablo, mientras que el libro de fábrica más antiguo que se conserva es del año 1658. En el siglo XVIII se acometieron diversos trabajos en su estructura, lo que le confirió sus actuales trazas. Existió además en Cabañes una ermita con la advocación de nuestra Señora de La Era o de Lera, de la que se conocen datos desde 1684 pero que era muy anterior, actualmente desaparecida
En su interior hay partes de un retablo neogótico del siglo XVII con imágenes de San Juan y San Antonio. También se conserva de esa época un Crucificado y la talla, fechada en 1671, de Santa Ana con la Virgen y el Niño
En templo era anejo al de Nuestra Señora de la Batalla Naval en Pendes y eran sus patronos los propìos vecinos de Pendes. Ya en 1662 el visitador del obispo se lamentaba de su situación en un lugar alejado del pueblo, lo que con el tiempo favorecería su traslado a este lugar
Desde aquí vemos al sur los altos de Cotanillo, por cuya falda va la carretera a Pendes
Allí está El Habario, La Castañera de Pendes, bosque de venerables castaños de varios siglos de antigüedad. En ese lugar el otro camino, que vemos subir desde el valle, enlaza con la carretera
En El Castañar de Pendes, como también se le conoce, hay una explanada para aparcamientos y un área recreativa
Y así, desde este balcón sobre Cabañes, continuamos carretera adelante hacia Penduso, que vemos en la lejanía
Inmenos peñones de los ciruenzos sobre Cabañes
Ahora vemos mejor los montes del Cotanillo (647 m) el el camino de Pendes
Atentos a la señalización oficial del Camino Lebaniego
Mojón y poste kilométrico
A 3 kilómetros de Pendes a casi 10 de Potes y a 12,6 del monasterio de Santo Toribio de Liébana
Ante nosotros las nieblas de la mañana se aferran a la cumbre de La Peñuca de Colio (848 m), sobre Penduso
Penduso, bajo la Cuesta la Vega
Un panel informativo, más información del Camino Lebaniego
Estos son los caminos de nuestra ruta: estamos en Cabañes, a donde llegan desde Allende dos rutas, la de los puntos naranja por la Collada del Pando y la de puntos verdes. Desde Cabañes a Pendes la línea naranja es el trayecto por carretera que hacemos ahora nosotros mientras la de puntitos amarillos es la que baja al río para luego subir al Castañar de Pendes a unirse con esta. Más a la derecha vemos salir de Lebeña con puntitos azules la del Camino Real de Peña Ventosa o de la Concha la Cova, más corto pero problemático por la cierta peligrosidad existente en alguno de sus tramos, sobre el desfiladero de La Hermida
Estos terrenos en torno a Cabañes fueron aprovechados secularmente como pastos. Tradicionalmente en Liébana las aldeas de la montaña se especializaron en la ganadería y las del valle en la agricultura, cereales y vid principalmente, llegando luego las patatas y el maíz
El trazado es muy llano, un verdadero paseo por el asfalto de la carretera
Y aquí llegamos al Mirador de Cabañes
Mirador y aparcamientos en el camino a Trescoba
No podemos resistir la tentación de asomarnos y contemplar el paisaje
Praderías abajo discurre el otro camino optativo, hacia el valle en el que se unen la Riega la Mata y la Riega las Conchas formando el río Rubejo, que baja a desembocar al Deva por la garganta entre La Corona del Pando (595 m) a la izquierda y el Picu Aliago (627 m) a la derecha, que guarda el Corral de los Moros, donde hay restos de muralla y cabañas de lo que pudo ser un castro cántabro o fortaleza altomedieval con dominio de estos pasos por Lebeña, Allende y Cabañes, con un mirador, el Mirador de los Moros, sobre el desfiladero de La Hermida
Sobre el Picu Aliago de nuevo Peña Ventosa, referencia geográfica y visual que nos acompaña desde que subimos de Cicera por los collados de la Sierra de las Cuerres. A la izquierda es Colláu Arceón, que con sus 971 metros de altura llegó a ser el más empleado por los viajeros, peregrinos y arrieros dado que era el más libre de nieves en comparación con el de Pasanéu (1.344 m), sensiblemente más alto, justo a la izquierda de Peña Ventosa. Allí están las cumbres de La Mesa y el Colláu Pandocento (1.067 m), y entre ellas y Arceón La Coterona o Cuetu Torcal (1.104 m)
La Sierra las Cuerres se pierde al este en la lejanía pues forma parte del gran macizo de Peña Sagra
Más cerca vemos nuevamente El Castañar de Pendes y la confluencia de caminos
Sobre la carretera las moles de los cirienzos...
Tampoco la niebla se despega de otra mítica cumbre montañera, la del Picu Paña o La Paña (1.354 m), con el Colláu los Pandos (809 m) a su izquierda
El Colláu los Pandos y La Coteruca de Colio, pueblo situado al otro lado de la montaña, famoso por haber sido el solar de los célebres Húsares de Cantabria, unidad de caballería de caballos asturcones y monchinos creada por el oficial de Caballería Juan José González de la Riva y Vivanco, con cuartel y Academia de Caballería, que participó en numerosas operaciones durante la francesada
Por su parte en Penduso existe también posibilidad de alojamiento, si bien no en plan de albergue sino de turismo rural en la posada Los Guindales
Por su parte arriba, en el Picu Paña, está la Cueva los Lacios, donde fueron en su día descubiertos unos enigmáticos enterramientos que se han vinculado a asentamientos próximos como el ya referido Corral de los Moros
Un par de sauces llorones flanquean la carretera
A la derecha un cobertizo
Y a la izquierda unas cuadras
Aquí hay otro banco a disposición de los usuarios...
Con más vistas del Cotanillo y El Habario
Y más lejos Peña Ventosa, y a su derecha otro paso natural y viejo camino a Liébana, el del Colláu Taruey, a unos 1.275 metros de altitud, sobre Bedoya
Atrás el camino que hemos hecho desde Cabañes, bajo La Prada (825 m)
Seguimos por la carretera y llegamos a Trescoba
Es una casona solitaria bajo las alturas de ese sector de Los Picos. A la derecha de Peña Paña están La Canal de Colio y el Picu la Tarabiella (1.099 m)
En esta casona, si nos fijamos, hay un escudo solariego a la derecha, junto a las arruinadas cuadras
En él, aunque no lo podemos leer desde aquí, una inscripción dice ARMAS DE OBESO, y abajo en el dintel:
EL MONTAÑES MAS VALIENTE/
CON SU ESPADA LUCIDA/ AL MORO
QUITO LA VIDA/ Y EL SE LIBRO DE
LA MUERTE/ COTA ESPADA PETO Y
LANZA/ JUNTO AL SAUCE LO ARIMO/
CUANDO AL REY MORO MATO
Hay abajo otro párrafo ilegible. Transcripción de Karen Mazarrasa Mowinckel recogida de su libro Catálogo Monumental de Liébana)
Más allá, bajo Penduso, va la carretera
La niebla ya nos deja ver la picuda y muy llamativa peña que hay en la cumbre de La Peñuca de Colio
Es una referencia visual importantísima hacia Potes y todo el valle del Deva hasta San Glorio
Desde ella la larga loma se prolonga por El Cotanillo
La carretera pasa un poco por encima de la Casona de los Obeso de Trescoba
Caminamos así por la parte posterior de este viejo caserón señorial y sus dependencias
Bajo el Colláu los Pandos la Cuesta la Vega. Allí arriba nace la Riega la Mata
Pastizales
Dando vista al Picu Paña empezamos a bajar
Este es el mojón que nos lo advierte
A partir de aquí la carretera se hace un tanto sinuosa siguiendo las laderas...
De frente Peña Ventosa y a su derecha la Peña o Molín de los Moros (1.382 m) que guarda por el norte el paso de Taruey
Otra vista se Trescova
La parte de la vivienda con su corredor mirando al sur
Bajamos por un tramo recto
Luego siguen las curvas
Veamos la vuelta que va a dar la carretera
Otra vista hacia la garganta del Rubejo
Ahora vemos Lebeña
Arriba, a la izquierda de Arceón Mesa sin Pan (974 m). Actualmente la senda oficial del Camino Lebaniego viene por su costado izquierdo, es un bello camino de cabras que por el bosque de La Canal de Francos sube desde Cicera llegando a una cota aún menor que Arceón, unos 800 metros, y luego, por la Cuesta Matilla y braña de Berés, donde se ensancha, pasa sobre las paredes verticales de la montaña para enlazar con el sendero que baja de Colláu Arceón y descendero a Lebeña por las praderías de Maredes
Maredes, brañas de Las Llamas, La Torca, El Pando y los Invernales de Lebeña
Lebeña, unión y a la vez bifurcación de caminos en una histórica encrucijada sita donde el desfiladero de La Hermida se abre un tramo a un hermoso y verde valle
A la izquierda de la garganta otra vez Cabañes
En una soleada ladera orientada al oeste y al sur al amparo de Los Picos
A la izquierda la zona de la iglesia y la carretera. En medio arriba asoma un poco el albergue El Hayal. A la derecha la bajada del otro camino
Nosotros seguimos cuesta abajo y en curva
Es la entrada a una nave ganadera
Sigue la curva y sigue la bajada
En el camión crece el matorral...
Una gran vuelta...
Y tras la vuelta la revuelta...
Curva a la derecha
A la izquierda Cirienzo Mayor (1.307 m) y el Cochizo o Ciruenzo Menor (1.191 m). Más allá, sobre el Puertu Cabañes y el Jamillo el Cuetu la Jorcadiella o Picu Agero (1.351 m)
Sigue la curva ante Cabañes...
Un hermoso rincón en la puerta de Liébana y de Los Picos
Y a la izquierda el Mirador de Cabañes, donde nos hemos detenido hace un momento
Al doblar la curva vemos más en perspectiva las impresionantes paredes calizas del Ciruenzo
A la derecha otra vez ante nosotros La Corona del Pando y el desfiladero del Rubejo, que va a desembocar al Deva
Picu Aliego, Peña Ventosa y Sierra de las Cuerres
Perros en la carretera
Otra muy buena vista de Lebeña bajo Colláu Arceón
Y las majadas de Maredes...
En Lebeña incluso se ven los viñedos del preciado Vino de la Tierra de Liébana, cuyo cultivo, tal vez traído con la romanización, se extendió intensamente con los más de 20 monasterios radicados en estos valles en la Edad Media, sobre los que a partir del siglo XI alcanzaría preeminencia San Martín de Turieno, el actual Santo Toribio de Liébana
En la baja Edad Media los linajes familiares, favorecidos por concesiones reales, como el Conde don Tello, hijo de Alfonso XI, se fueron haciendo con importantes porciones de territorio, como sería el caso de Cabañes, Bejes y Pendes. Luego sería el Duque del Infantado el señor de estos lugares hasta que, en las reformas liberales de 1836, se constituye el municipio de Castro-Cillorigo, luego Cillorigo de Liébana, en el que se integrará Cabañes
Los canes siguen atentos a nuestros pasos
Ahora sabemos la razón, son los perros pastores de este rebaño de ovejas...
Ovejas que pacen en los verdes campos de Cabañes y sus barrios...
Seguimos cuesta abajo...
Y a la derecha más rebaños
Estamos ante la boscosa loma...
Y empezamos a subir...
Es solo un poco de cuesta bajo el Cotanillo
Curva a la derecha
Y ya estamos dando vista al Cotanillo, paso al valle de Colio, el antiguo solar de los Húsares de Cantabria, que empezaron como una unidad guerrillera para hostigar a los franceses y proteger los puertos en que los ingleses, entonces aliados, desembarcaban pertrechos. Participaron en el fracasado asalto a Santander y en salvar del cerco a las unidades de Juan Díaz Porlier, participando durante la guerra en operaciones militares en Sahagún, Aguilar de Campoo, Torrelavega, Infiesto, Oviedo, Gijón y en la toma definitiva de Santander en 1812. Luego lucharían en las batallas de Vitoria y San Sebastián al ir acabando la Guerra de la Independencia. De ellos dirá el Duque de Wellington, que poco después derrotaría a Napoleón en Waterloo que estaban "a la altura de los mejores soldados del mundo"
Curva a la izquierda y luego recta
La carretera entre los quitamiedos...
Cuetu Torcal o La Coterona a lo lejos
Cabañes y La Jontaniella o Picu Agero
Más allá Cantu Agero (1.022 m)
El Corral de los Moros a la derecha
Y las serranías de La Hermida...
Hemos llegado El Habario o Castañar de Pendes, con sus viejos y venerables árboles
A la izquierda llega el otro camino subiendo desde la Riega la Mata
El área recreativa de El Habario
A la izquierda es la ruta al Corral de los Moros y Mirador del Moro. Si estamos bien de tiempo y energías es muy recomendable visitarlo, pues está cerca y es un gran mirador sobre el desfiladero
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