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lunes, 27 de mayo de 2019

CABAÑES: AL PIE DE LOS PICOS DE EUROPA (CAMINO LEBANIEGO)

Cabañes

Ya a pocos kilómetros de Potes y a un paso del monasterio de Santo Toribio, sube el Camino Leganiego por las estribaciones de los Picos de Europa, cruzando el río Deva en Lebeña y, desde el desfiladero de La Hermida, acometiendo la ascensión a Allende y tomando luego ruta a Cabañes por cualquiera de las dos opciones señalizadas existentes: bien por La Corona del Pando o bien por la garganta del río Rubejo


La dos rutas se unen en este lugar, justo antes de llegar a las primeras casas de Cabañes. El camino de La Corona del Pando es esta pista hormigonada que tenemos enfrente, el de la garganta del río Rubejo, uno de los desfiladeros transversales del de La Hermida, sube y enlaza con este a la izquierda


Aquí, al unirse los caminos, la pista pasa encima de la Riega las Conchas, uno de los arroyos que forman el río Rubejo y que nace en las inmediaciones del Puertu Cabañes, en el corazón de Ándara, el macizo oriental de los míticos Picos de Europa


Según este cartel estaríamos a poco más de 14,5 kilómetros del monasterio de Santo Toribio de Liébana


Pero aún no hemos llegado a las casas de Cabañes, aún toca subir unos metros más, primeramente al lado de la pared de la peña...


Peña que bordeamos literalmente mientras salimos a las cuestudas praderías que hay al pie del pueblo


Subimos por un bosque


A nuestra izquierda hay un pequeño valle, donde la Riega las Conchas se une a la Riega la Mata formando el río Rubejo


En lo alto es el paso de El Habario, por donde sigue el camino de Cabañes a Pendes, viendo a lo lejos las montañas de San Glorio, que cierran al sur La Liébana, paso a la meseta castellana y leonesa


Campera arriba sube el camino


Aquí, donde la pista hace un ángulo recto, la cuesta ofrece una tregua


Hay un abrevadero para el ganado


Y este es el último repecho antes de Cabañes


Sobre nuestras cabezas El Hayal, albergue que es una verdadera institución en Cabañes, no solo para los peregrinos del Camino Lebaniego, sino para montañeros, escaladores, senderistas y amigos en general de Los Picos, de los que vemos las imponentes paredes verticales de El Cochizo (1.191 m), La Joracada Ciruenzo, Ciruenzo Mayor (1.307 m) o El Cuetu la Llosa (1.314 m)


De frente sobre la casa del fondo tenemos el Picu Paña (1.354 m) y a su derecha el Picu la Tarabiella (1.099 m)


Un poco más a la izquierda del Picu Pañas es el Colláu los Pandos (809 m), donde sobre sale la picuda Peñuca de Colio (848 m). A su izquierda los altos de Cotanillo, por cuya ladera va la carretera de Pendes


Nos asomamos a esta portilla viendo el valle. A la izquierda se forma la garganta de Rubajo, por donde sube uno de los dos caminos desde Allende, el otro lo hace más arriba a su izquierda, por La Corona del Pando. La garganta está cerrada a la derecha por el Picu Aliago (627 m), que tiene a su derecha La Peña del Encinal (615 m), extendiéndose entre las dos una meseta donde está localizado el llamado Corral de los Moros, asentamiento castreño o medieval con restos de fortificaciones y cabañas que vigilaba estos pasos naturales y dominaba el territorio desde su estratégica posición sobre el desfiladero de La Hermida


Pero lo que más llama la atención es, sobre el Aliago y cerrando por el este el desfiladero el gran picacho de Peña Ventosa (1.434 m) con su gran hendidura oeste de La Canal Mayor. Por esa falda discurre, subiendo desde Lebeña, es el Camino Real de la Ventosa o de la Concha de la Cova, otro de los ramales del Camino Lebaniego, más corto que estos que suben a Cabañes pero con algún tramo un tanto complicado en el precipicio sobre el desfiladero


Peña Ventosa forma parte de la Sierra de las Cuerres, por donde se extienden, los collados que comunican los valles de Liébana y del Nansa, donde se abren los pasos naturales empleados de antiguo y que cayeron en desuso al abrirse en 1863 la Carretera de la Hermida, a la izquierda Pasanéu y Arceón, a la derecha Taruey. Las Cuerres forma parte a su vez del macizo de Peña Sagra, que se prolonga a lo lejos al este, asediado por los romanos durante las guerras de conquista comenzadas en el año 29. a.C. conservándose el foso de sitio


Llegados a este cruce acaba la cuesta y seguimos hacia el centro del pueblo. A la derecha iremos al albergue El Hayal


El albergue es una visita obligada en el Camino Lebaniego


Recorremos su explanada...


Pasamos al interior, donde hay bar y comedor


La barra de despachar....


Habitaciones y literas


Tras nuestro descanso en el albergue, la primera casa de Cabañes que encontramos, continuamos ruta hacia el centro del pueblo


El camino es mayormente llano y forma una calle, dedicada a José Fernández Cuétara


Aún hay que andar unos pocos metros hasta las siguientes casas...


La calle sube levemente al pasar junto a esta nave de ganado


Y llega a las casas asentadas en las verdes laderas al pie de las imponentes moles calizas de Ándara, las vertientes orientales de los Picos de Europa, a donde "antes subirán las aguas del mar que no las armas de Roma", como afirmaron ante las huestes del amo del mundo sus antiguos pobladores cántabros vadinienses y orgenomescos hace 2.000 años


Poco se puede decir etimológicamente del topónimo Cabañes, cuya acepción es evidentemente clara, pues donde hoy vemos hermosas viviendas unifamiliares hubo antaño cabañas de pastores en las majadas, pastos y pasos naturales de los Picos de Europa. Sin embargo, filológicamente, la presencia de plurales femeninos en es, como en el asturiano central, llama poderosamente la atención a los lingüistas, tanto en este como en otros topónimos de la zona, pese que no son propios del habla montañesa local, aunque tal vez lo hubiesen sido en el pasado


Los pueblos altos de Liébana fueron especializándose secularmente en la ganadería, si bien eso no excluye que haya buenas huertas y frutales. Los tractores y la maquinaria agrícola dan buena muestra de ello


La puesta en marcha de la Carretera de la Hermida a lo largo del desfiladero a partir de 1863 hizo que estos pueblos altos, por donde discurrían desde tiempo inmemorial los viejos caminos, viesen desplazado su protagonismo en favor de los situados en el valle, en los aledaños de la nuevas vías de comunicación. En la actualidad, la recuperación de estos itinerarios, varias veces milenarios, en las rutas montañeras, senderistas y de peregrinaciones, ha resucitado el trasiego de gentes procedentes de todo el orbe, tal y como sucedía antaño


Romeros del Jubileo de Santo Toribio, arrieros de las rutas comerciales antiguas entre los puertos costeros, La Liébana y la meseta castellana y leonesa, pastores trashumantes, y los propios vecinos en sus recorridos entre el valle, el pueblo y las majadas de los altos pastos de la montaña, recorrían estos trayectos que, aunque hoy nos parecen un tanto apartados, fueron hasta hace siglo y medio poco más o menos, las autopistas de la antigüedad, caminos reales y cañadas


Los actuales peregrinos del Lignum Crucis o crucenos, los montañeros, senderistas, escaladores y amantes de Los Picos en general, vuelven, junto con los vecinos que se han resistido al éxodo rural y el abandono del campo, a surcar y dar vida a estos caminos de leyenda, ya transitados desde que los inmensos glaciares se retiraron en el cuaternario a sus últimos y diminutos reductos, al amparo de las máximas alturas de los dosmiles de la cordillera, el reino de la caliza, santuario de los dioses de piedra que han dejado sus nombres plasmados en su imponente orografía: Deva, Vindio, Cornión y Urriel, entre otros muchos


Sube así el camino atravesando Cabañes de parte a parte, pista de cemento que es calle, fachadas de piedra y cobertizos de tablas, donde en el peregrino ha de tomar una decisión ante cada encrucijada


Aquí por ejemplo seguimos de frente, una vez remontada la cuesta, y seguimos a la izquierda


La señalización nos ayuda


Y así seguimos todo recto entre las casas


Labores de retejado...


Seguimos así unos metros en llano


Aquí llegaremos ahora a un muy importante cruce de caminos


A la derecha iríamos a otro de los alojamientos de peregrinos de Cabañes, el albergue público, desde el que podríamos continuar a Pendes, camino de Potes, por la carretera, barrios de Penduso y Trescoba


A la izquierda, que es el camino que tomamos ahora nosotros, iniciamos una bajada entre las casas


Ahí está la señalización, que en ocasiones puede parecer un poco confusa


Aparecen flechas e indicadores en ambas direcciones, vamos a verlas


Incluso abajo el mojón tiene flechas y símbolos de diferentes colores, anagramas y direcciones. Vamos a intentar interpretarlas


Aquí vemos abajo la que sería la que en nuestro caso nos importa, a Pendes menos de 2 kilómetros, a Potes poco más de 8 y al monasterio de Santo Toribio 11 abundantes. Arriba se nos señala la ruta hacia el corazón de los Picos de Europa, Bejes en Cantabria, y Sotres en Asturias, que podría ser empleada por los que hacen el Camino Lebaniego desde la meseta, de sur a norte, en sentido inverso al nuestro, buscando salir a la costa en Llanes, tomando el Camino Norte


El mojón abunda en esa opinón, pero también queremos intentar explicarlo. Aquí parece que hacia abajo, por donde vamos a ir, indica el Camino de Santiago con la concha y flechas amarillas, verdaderamente es cierto, pues luego de ir a Santo Toribio podemos continuar por el Camino Vadiniense al Camino Francés, luego de unas jornadas desde Santo Toribio. A la derecha la cruz y flecha rojas podría señalar la ruta al albergue y su continuidad por la carretera


Independientemente de todo vamos calle abajo


Es una pequeña pero encantadora rúa. Si las piedras del Camino pudiesen hablar, cuántas cosas nos dirían...


Prontamente salimos del núcleo poblado


Llegamos así a las huertas


Es la bajada a la Riega la Mata, uno de los arroyos que forman el río Rubajo


A mano derecha tierras de cultivo. A lo lejos el Colláu los Pandos con La Cuesta la Vega y sus verdes praderías bajo La Peñuca de Colio (848 m) a su izquierda y el Picu Paña (1.354 m) a su derecha


A la derecha del Picu Paña o la Paña está La Canal de Colio y sus rutas montañeras hacia el interior de Los Picos de Europa, Los Picos, como dicen sus habitantes


Más allá del cobertizo veremos la iglesia parroquial de San Juan Bautista


El templo se construyó en el año 1851 aprovechando materiales de una iglesia más antigua que no estaba en este lugar sino en un enclave un tanto apartado respecto al poblamiento actual, muy posiblemente medieval y de la que tenemos noticias documentadas desde 1623, siendo sus propios patronos los vecinos de Cabañes y administrativamente hijuela de Nuestra Señora de la Batalla Naval de Pendes. A su derecha va la carretera, por donde discurre el otro camino para llegar a Pendes, viendo el mirador allí existente, a la izquierda del santuario


Al fondo en la distancia y bajo el Colláu los Pandos es el barrio de Penduso, en la falda de la Cuesta la Vega


La carretera a Pendes pasa justo a sus pies. Allí está la posada Los Guindales, dedicada a alojamientos de turismo rural y de montaña


A la derecha del Picu la Paña  y La Canal de Colio y el Picu la Tarabiella (1.099 m) bajo el Cuetu la Llosa (1.308 m)


Bajamos unos metros más por la pista hormigonada viendo a lo lejos la Sierra las Cuerres y a la izquierda la garganta del río Rubejo, formado por la confluencia de las aguas de las riegas de La Mata y Las Conchas, nacidas al pie de Los Picos


La Sierra las Cuerres no deja de ser una prolongación del gran macizo de Piedra Sagra, que se extiende hacia el oeste, una gran cordillera prelitoral que divide la franja costera de los valles del interior


A la derecha, en medio de un prado, la antigua Torre de la Luz


A nuestra derecha una nueva vista de las faldas verdes de la montaña al pie del Picu Paña, el Colláu los Pandos y la cónica y picuda cima de La Peñuca de Colio


Estas montañas seguro que vieron trotar a los caballos de la Academia de Caballería de Colio, formada durante la Guerra de la Independencia, acantonamiento de la célebre unidad de los Húsares de Cantabria, a cargo de Juan Díaz Porlier y dirigida por Juan José de la Riva y Vivanco


Desde aquí vemos los dos caminos que desde Allende suben a Cabañes: a la izquierda de la foto está el de los altos de la Corona del Pando, asentamiento neolítico en un boscoso paraje a 595 metros de altura y, justo a su derecha, abajo, el que sube por la garganta del Rubejo. El Picu Aliago y la Peña Ventosa siguen dominando la escena


Justo cuando el camino empieza a llanear lo dejamos para tomar el ramal sin hormigón que sigue bajando a la izquierda


Y apenas dado un paso por ese ramal lo cruzamos para tomar ese otro sendero, a su izquierda, que desciende entre el matorral


Este es, el de la izquierda. Fijémonos mucho porque a veces las señales no se ven bien


Ruta a Pendes, Tama, Ojedo y Potes


Enfrente de nosotros, un poco a la derecha de la foto arriba, donde se unen las dos colinas, pasa la carretera, a la que saldremos luego de bajar al río y subir hasta allí en El Habario o Castañar de Pendes


A la derecha otra vista hacia el Colláu los Pandos


La iglesia y el mirador de la carretera, a su izquierda


Campos de Penduso, Trescoba y La Fuentona


La pica caliza de La Peñuca de Colio


Bajamos al valle por este sendero de tierra y piedra


Texto explicativo


Flora y fauna...


Y así continuamos el descenso


Prados de siega y bosques




Unión de las riegas de Las Conchas y de La Mata y formación de la garganta del río Rubejo a nuestra izquierda, entre La Corona del Pando y el Picu Aliaga


 Ahora, entre las paredes de la garganta y asomando encima de los árboles, vemos Lebeña, donde se unen los viejos caminos que bajan de los collados de Pasanéu y Arceón


A la izquierda viene en descenso el procedente de Cicera, en Peñarrubia, el del Camino Lebaniego


Arriba el de Arceón (971 m) que llegó a ser en sus tiempos más empleado que el de Pasanéu al ir a menor altura y estar libre de nieves, pese a ser solamente camino de herradura, esto es, para viandantes y caballerías, impracticable para carros. Todos fueron sustituidos por la Carretera de La Hermida en 1863


A la izquierda del Arceón Mesa Sin Pan (974 m), por donde viene de la braña de Berés otro sendero, este prácticamente camino de cabras, que subió de Cicera por La Canal de Francos, señalización ofical actualmente del Camino Lebaniego, que llega aún a menos altura, unos 800 metros.Los dos se unen justo al pie del Colláu Arceón y bajan a Lebeña por la ladera norte del Cuetu Torcal o La Coterona (1.104 m), a la derecha de la foto. Esta bajada se acentúa considerablemente junto a las praderías de Maredes


Allí están las majadas de Las Llamas y La Torca...


Y más abajo El Pando y los Invernales de Lebeña. El camino que hemos empleado para bajar a Lebeña, visto ahora de frente


El sendero discurre entre arbustos y setos silvestres en la ladera de las fincas de Cabañes


Hay un tramo bastante llano


Nos topamos con el camino que baja a las fincas del valle, lo cruzamos y seguimos de frente adelante


Fijémonos en el poste indicador al otro lado


Al pasar junto a aquellos arbustos se inicia otra buena bajada


A nuestra izquierda más prados de siega y algunas huertas


Y más abajo la vegetación de la ribera fluvial de La Mata


Una hermosa vega y sobre ella los bosques que suben a La Castañera de Pendes, El Habario o El Castañar


Verdísimos pastizales entre Cabañes y Pendes


Rebaño de buenas vacas. Véanse los pequeños postes del pastor eléctrico entre el prado segado y el que aún crece la hierba


En el año 1769 una disputa de lindes entre  motivó la confección de un célebre mapa de todo el entorno de Cabañes y Pendes, el del Término de los Cinco Concejos, que es una verdadera obra de arte a color donde se ubican los diferentes lugares con su topónimo específico por aquel entonces


Por aquí estarían Tras el Prada, Laguareña y Las Barçanas, así como los Prados y Tierras de Socueva


Más arriba esos altos son citados como las Heredades de Penduso, Peña de Gárgola y Sobrecabañes, y el Comvnero de Colio y Pendes


Acabamos el descenso...


Ya estamos en el fondo de este pequeño pero precioso valle


Aliago y Peña Ventosa sobre el bosque


La Riega la Mata


Pasamos por encima del arroyo gracias a esta pasarela de madera


En estos casos miremos siempre bien el estado de las tablas. Nunca nos apoyemos en las barandillas


Al otro lado seguimos entre las fincas


El sendero llanea



Zona de barrizal


Rodeamos así todo el pastizal, viendo a la izquierda La Corona del Pando, bajo la pared caliza de La Prada


Las vacas han observado toda nuestra maniobra en descenso, nos siguen con la mirada


Arriba la cima de La Prada (825 m) a la derecha. Bajo ella el camino que desde La Corona del Pando va a Cabañes y aún más abajo el que sube desde Allende por la garganta. Encima en medio de la foto asoma La Jontaniella o Picu Agero (1.252 m). A la izquierda peñascales de El Cochizo


El Cochizo y los Ciruenzos con el Ciruenzo Mayor (1.307 m). El Cuetu la Llosa (1.314 m) y El Colláu la Llosa (1.239 m)


Vamos saliendo así del barrizal


Y empezamos a subir


La pista es ancha y atraviesa el bosque


En este cruce seguimos a la derecha


Y continúa la ascensión


Llegando al gran castañar...


Impresionantes y venerables castaños


Ganamos altura en estas cuestas...


Más castaños. Son fotos de la primavera temprana, por lo que aún carecen de hoja


Los colores del otoño-invierno aún predominan en la alta montaña, donde esa estación siempre se resiste un poco más a irse


Enlaza con nosotros un camino que sigue a la izquierda y la pista sigue subiendo de frente


Helechales y álamos


Y por supuesto castaños...las castaños fueron durante siglos una base alimenticia fundamental. Hasta la extensión del cultivo de la patata, procedente de América, hasta el pote se hacía de castañas. En los caminos daban sustento a los viajeros, arrieros y pastores y en tiempos de penurias mataron muchas hambres. Ahora la mayor parte pudren sin que nadie las recoja


Los troncos de algunos árboles varias veces centenarios son especialmente llamativos


Al subir por el castañar tenemos una estupenda vista de Cabañes en las laderas de los Picos de Europa. Arriba el Conchizo (1.191 m), la Jorcada de Ciruenzo (1.168 m),  y el Ciruenzo Mayor (1.307 m). A la izquierda el Portillo de la Llosa (1.241 m)


Por allí viene bajando otro itinerario lebaniego, es la ruta asturiana que, como tal, arrancaría del puerto de Llanes, siguiendo uno de los muchos trayectos históricos de comunicación entre la costa, los valles interiores y la meseta, y atravesaría los Picos desde Arenas de Cabrales hacia Sotres y entrando en Cantabria por Bejes. Está señalizado como G.R. o sendero de gran recorrido


La mayor parte de las casas de Cabañes se disponen concentradas en esta encrucijada de caminos y carretera, tal y como es común en los pueblos de montaña para aprovechar mejor el terreno cultivable y los pastos de alrededor, orientado además al sureste, a la salida del sol y protegido de los vientos del norte


Unos metros más a la derecha es el albergue y bar de El Hayal, donde hemos estado


Justo a la entrada del camino que viene de Allende y Lebeña


Continuamos el ascenso por el monte


Salimos del castañar y sigue la cuesta


Damos de nuevo vista de frente al gran murallón del Picu Paña, Picu la Tarabiella y La Canal de Colio


El paisaje se torna aquí de puerto de montaña, con tojos y helechos


Curva a la izquierda


Volvemos a ver ante el Picu Paña el Colláu los Pandos


Y La Peñuca de Colio


Más a la derecha, a medio camino entre Penduso y Cabañes hay una gran casona bajo las alturas del Cuetu la Llosa (1.314 m)


Trescoba, viejo palacio rural arruinado tras el que pasa la carretera


Tiene un escudo de armas a la derecha. Aunque no podemos ver la inscripción esta dice

EL MONTAÑES MAS VALIENTE/
CON SU ESPADA LUCIDA/ AL MORO
QUITO LA VIDA/ Y EL SE LIBRO DE
LA MUERTE/ COTA ESPADA PETO Y
LANZA/ JUNTO AL SAUCE LO ARIMO/
CUANDO AL REY MORO MATO

(No puede leerse el último párrafo, Transcripción de Karen Mazarrasa Mowinckel recogida de su libro Catálogo Monumental de Liébana)



Y aquí tenemos otra buena vista de Cabañes bajo las estribaciones de Los Picos de Europa, un topónimo que llama poderosamente la atención, etimológicamente para unos por ser las primeras peñas de Europa que los marineros veían desde la distancia al volver de América, para otros por los peregrinos europeos que las veían y comparaban con los Alpes, algunos por los romanos, que vieron en ellas el escenario mitológico del Rapto de Europa, secuestrada por Zeus, nada de ello parece sostenerse demostradamente. Sus habitantes las conocen simplemente por Los Picos



 Cabañes con el camino que viene de Bejes y Sotres bajando por Janillo, el Puertu Cabañes y el Colláu la Pelea


La iglesia y a detrás de ella y a su derecha el albergue público de peregrinos


Las casas del centro y el camino que baja a La Riega la Mata, por el que hemos venido


La entrada del pueblo desde El Hayal


El Hayal y el camino subiendo desde la unión de los dos ramales que salen de Allende


Y más allá de Cabañes en la distancia el Cuetu la Jontaniella o Picu Agero dominando la escena y a la sus pies La Prada y la Corona del Pando. A la derecha asoma Cuetu Agero (1.026 m), guardián del desfiladero de La Hermida


Al otro del desfiladero, a la derecha, Mesa Sin Pan, por cuya ladera izquierda cercana a la cumbre viene de Cicera La Canal de Francos


Los textos más antiguos conocidos referidos a estas montañas, si bien no llamándolas de Europa, están en el Periplo Massaliota de la famosa Ora Marítima de Rufo Festo Avieno, escrita en el siglo IV pero basándose en un texto muy anterior del VI a. C. Las alusiones al Mons Vindius, (Monte Vindio), de los textos clásicos alusivos a las guerras contra cántabros y ástures, pueden o referirse a este o a otros parajes de la Cordillera Cantábrica, que llegó a conocerse como Pirineos o Pirineos Cantábricos en épocas pasadas. En las crónicas asturianas aparecen topónimos de lugares concretos, Liébana, Auseva, Amosa (Amuesa) pero no uno concreto para todo el macizo. Empezando el siglo XII el Obispo Pelayo se refiere a Permensa Pelaggi para el entorno de Covadonga, los Picos de Cornión o macizo occidental, lo que coincide con las crónicas musulmanas de la Peña de Pelayo,  y Alfonso X El Sabio en su Libro de la Montería escribiría del "... pie de la Peña, desde Fuente de Eva..." (Fuente Dé). No sería hasta 1530 cuando el historiador y humanista siciliano Lucio Marineo Sículo las llame Rupes Europae en su obra De rebus Hispaniae memorabilibus escrita en Alcalá de Henaresal que seguirían en 1572 el cronista de Felipe II Ambrosio de Morales con su Viaje Santo, donde las nombra como Montañas de Europa, seguido luego por Las Fundaciones del historiador Fray Prudencio de Sandoval en 1601, con las Peñas o Sierras de Europa y así hasta nuestros días, si bien la primera vez que se escribe exactamente tal y como lo conocemos hoy día, Picos de Europa, no sería hasta  el Diccionario Geográfico e Histórico de Asturias de Martínez Marina. por el año 1800


Seguimos subiendo un poco más y ya tenemos enfrente los altos de Cotanillo


Por ahí viene subiendo la carretera


Y acaba la cuesta en El Habario, La Castañera o El Castañar de Pendes, histórico castañedo protegido con unos 200 ejemplares de varios siglos de edad. A lo lejos Peña Ventosa sigue contemplando nuestros pasos desde la distancia, viéndose ahora mejor su gran tajo lateral de La Canal


Estamos en una secular majada de pastos y antiguo aprovechamiento maderero, ahora preservado


Allí enlazaramos con la carretera antes de bajar a Pendes


La pradería ha sido aprovechada como área recreativa. Desde allí puede irse al famoso Mirador del Moro, sobre La Hermida


A la derecha otra fantástica vista de todo el frontal del Picu Paña sobre el Colláu los Pandos. A la derecha La Canal de Colio, abajo los pedregales y argayos de Los Hoyos y La Pasaje y, justo donde comienza la pared de la peña está la Cueva los Lacios junto a La Canal Perico y, sobre ella, las laderas de La Huertina y La Huertona. A la izquierda están La Canal de Paña y el Picu la Mora


Más allá otra mítica cumbre, el Picu del Aceru (1.675 m)


Los caballos pastan junto a los aparcamientos


A la izquierda mesas y bancos del área recreativa


Antes de la carretera la Fuente del Castañar


Un buen lugar para el reposo antes de los últimos kilómetros antes de Potes y Santo Toribio


Y así aprovecharemos para estudiar el mapa de situación


El camino hacia Pendes y la ermita de San Fransciso, al sur de Castro Cillorigo, donde enlazamos con el Camino de la Concha la Cova que viene de Lebeña


Aquí vemos el trazado de las dos rutas de Allende a Cabañes, así como la ruta al Corral de los Moros y el Mirador del Moros que, si estamos bien de tiempo y fuerzas, es absolutamente recomendable


Y aquí está la ruta a Potes por el valle del Deva hasta Santo Toribio


Llegamos pues a la carretera, por donde viene el otro ramal señalizado que viene de Cabañes por Trascova y Penduso


Al otro las porterías y el campo de fútbol de El Habario


Y volvemos a encontrar los mojones camineros cuando estamos a 7 kilómetros de Potes y a 10 km de Santo Toribio, comenzando la bajada a Pendes ante la preciosa mole caliza de Peña Ventosa



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