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martes, 12 de mayo de 2020

CASAMORIA: SUBIDA AL ALTU LA CRUZ Y BAJADA A NIÉVARES (VILLAVICIOSA): UN CASTILLO A LA ENTRADA AL "VALLE DE BOIDES". CAMÍN XIXÓN-CUADONGA / GIJÓN COVADONGA (5)

Mapa de este tramo del camín

Luego de bajar El Curviellu y atravesar de oeste a este el valle del río España por Bárcena y Llantáu, los peregrinos llegan al barrio de Casamoria que, como los anteriores, pertenece a la parroquia de Pión, concejo de Villaviciosa. En Casamoria nos disponemos a subir al Altu la Cruz, una de las alturas emblemáticas de esta travesía andariega

Cruce de Casamoria: para evitar carretera y asfalto lo mejor es seguir de frente

Para ello hay diferentes opciones y señales, pues desde La Olla, en Deva (Gijón/Xixón), coincidimos, en sentido inverso, con el Camino Norte de Santiago. Nosotros escogemos, en este caso seguir, desde el cruce de Casa Sinda, en Casamoria, el camino, tradicionalmente señalizado desde 1994, el cual estuvo cortado un tiempo a causa de las obras de la autovía del Cantábrico, pero ha vuelto a abrir hace ya años. Este camino evita varios kilómetros de asfalto y nos lleva al alto por una pista de tierra, entre plantaciones de eucaliptos y pinos


Siguiendo de frente pues, y continuando recto, seguimos junto a Casa Sinda



Una preciosa quintana, con hórreo


Un precioso hórreo de corredor. Y la cuadra, junto a la que también pasa el Camino...


La idea es subir por la buena y ancha pista que, luego de pasar sobre los túneles de la autovía, sube directa por las boscosas laderas de la montaña, volviendo a la carretera, y a la señalización del Camino de Santiago, pocos metros antes de llegar a La Cruz, donde pasaremos a la parroquia de Niévares



El Altu la Cruz es un paso natural en el Cordal de Pión o Monte Cañéu, serranía que se extiende de norte a sur separando el valle del río España del gran valle central villaviciosino, el valle de Boides, tan renombrado en el medievo


Vamos caminando pues hacia las últimas casas de Casamoria


El camino pasa entre las fincas...


A mano derecha, prados abajo, asoma alguna de las casas de El Valle, bajo los altos del cordal


Pumarada a los lados


El trayecto es mayormente llano


Finca La Huertina


Nos acercamos a una bifurcación


Vamos a la derecha, pero fijémonos en un detalle a la izquierda


Un pequeño altarín en el portón  de La Huertina


Aquí, si nos fijamos, mirando al camín, hay una hornacina con una imagen de la Santina

Es un pequeño altar donde los peregrinos pueden depositar alguna simbólica y emotiva ofrenda...

Una señal y un símbolo del Camín de Cuadonga, encontraremos algunos altares más, dedicados a la Santina, jalonando el recorrido


Luego, subiendo ya, portón y muro de finca


Avanzamos por la cuesta junto al muro


Palmeras en la quintana


La Antojana, antiguamente Casa Genaro


Pasamos entre las casas, de paredes de piedra...


La subida tiene un buen repecho


Preciosas hortensias


Vivienda y jardín, cerrado con verja. El camino sigue subiendo...


Seguimos a la izquierda del portón


Todo rampa arriba...


Si pasa algún vehículo, muy muy ocasionalmente, habremos de arrimarnos bien a la cuneta


Enlazamos con otro camino y continuamos recto, ya en llano


A la derecha Casa Manolo


Así lo pone su placa...


Más atrás, otra muy buena vista de El Valle, como su nombre indica, en medio de un pequeño valle, bajo los altos de La Pescal (519 m) y Llanucáu, en el Monte Cañeu, donde nace una riega que desemboca aquí en el Regatu l'Escorial, que pasa por aquí abajo. En el monte, solitarias, estaban Casa Saro y Casa'l Fartucu. Hoy imperan los eucaliptos


Maizales, pumares, huertas y pastos, rodean el barrio


Vamos llegando así al final de lo que viene a ser una calle


Y pasamos la que viene a ser la última casa de Casamoria


Aquí, en subida, el camino se estrecha entre prau y sebe


Luego se ensancha en esta carretera local. A la derecha era el camino antiguo, que resultó cortado cuando se construyó la autovía, lo que en su momento obligó, durante el tiempo que duró su construcción, a cortarlo y señalizar rutas alternativas. Ese camino pasa ahora bajo el viaducto y luego sube haciendo una revuelta, por lo que en su momento cayó en desuso ante el de la izquierda, más ancho y practicable


Subimos siguiendo el tendido de los postes telefónicos


Seguidamente un cruce


Continuamos de frente hacia arriba


Hay señales, flechas azules y amarillas, pintadas en los postes y en el suelo


A nuestra derecha el viaducto y los túneles de Brañavieya, sobre el Regatu l'Escorial, donde la autovía sale para volver a entrar en la montaña, bajo el Altu la Cruz (en medio de la foto)


Sigue la subida


Aquí acaba la cuesta


Y así es cómo pasamos sobre los túneles de la Autovía del Cantábrico


Llaneamos junto a las casetas de mantenimiento


Y... antes de subir, empezamos a bajar


Bifurcación y de frente


Esta parte ha resultado totalmente transformada con la construcción de la autovía



Y ahí tenemos nuestra más inmediata trayectoria, por las boscosas laderas hacia el Altu la Cruz



Abajo arbustos, luego eucaliptos y, llegando a lo alto, pinares...


El firme pierde el asfalto y se torna suelo de tierra


Zarzas y boscaje, pero se pasa perfectamente bien


Otra bajada...


Umbría y charco bajo los arbustos...


Y aquí enlazaríamos con el que era el camino antiguo


El camín enfila su subida directa al Altu la Cruz


Suelo pedregoso, empiezan las primeras rampas...


Hay trechos que parecen formar parte de un viejo empedrado...


En los setos silvestres hay robles y castaños, pero ya nos adentramos en las primeras grandes plantaciones de eucaliptos


Las cuestas de esta subida son escalonadas, pero largas


A la izquierda vamos a ver fincas, son de las casas de otro de los barrios de Pión, Carpintosa, arriba, en la citada carretera VV-8


Y sigue la larga cuesta...


El suelo a veces se cubre de hojas sueltas de eucaliptos


Mata de lloreos (laureles)


Algunas piedras forman verdaderos escalones


Más viejo empedrado aflora a la superficie...


Piedras muy gastadas y trilladas por el paso continuo de caminantes...


En la ocalital...


Castañales...


La subida, reiteramos, es continua, con más bien pocos "escalonamientos"


Helechales...


Más fincas, de las que antaño se extendían por todo el monte


La carretera va bastante más arriba, paralela al camino, metida por aquellos eucaliptales. Aquí la primera cuesta se suaviza y el camino tiende a llanear un poco


Por aquí suben y bajan los vehículos forestales, se ven las rodadas. Antes era un estrecho sendero pero fue ensanchado durante las obras de la autovía


Curva a la derecha...


Y empieza otro repecho...


A nuestra derecha una muria de piedras


Cuidado donde ponemos el pie, hay algún socavón


Pese al importante recuesto hay quien sube en bici


Hemos de decir que esta y las demás pistas, caminos y sendas del Monte Cañéu son muy transitadas por ciclistas, montañeros, senderístas, celebrándose incluso algunas pruebas deportivas


Fuerte ascenso...


Todo subida en recto por el pedregal


Grandes helechos. Estas fotos corresponden a un momento en el que ha habido grandes talas, por eso se ve en parte la ladera de la montaña. Cuando se replantan los eucaliptos y estos crecen predomina la umbría


Tramo con abundante piedra suelta


Mata de felechos...


Bifurcación: seguimos a la derecha por el camino principal


Aquí hay otra muria o murete de piedras, oculto por la vegetación


La larga rampa de momento no ofrece tregua


Línea recta hacia los ocalitos


En la frondosidad de la foresta...


Otra cuesta continua...


La cuesta no cesa...


Crece la hierba en las veredas...


Espeso matorral


Atención a los socavones...


Buenos peñascos...


Final de otro recuesto...


Llegamos a unas praderías rodeadas de eucaliptos


Pasamos entre dos fincas cerradas con alambradas


Aquí a la derecha


En pocos años los paisajes cambian, a las plantaciones intensivas y crecimiento rápido siguen grandes talas, por lo que lo que hoy es un bosque mañana puede ser una rasa pelada


En el prado, la pista se torna sendero


En la inmensidad verde...


Llamarga o lodazal


Los peregrinos caminan por la vereda


Luego, poco a poco, empezamos otra vez a subir


Vienen ahora dos buenas remontadas, esta es la primera...


Todo recto sin pérdida


Un pequeño argayu o corrimiento de tierras


Las peñas forman escalones naturales


Esplendor de la naturaleza


Parece no verse el final de la subida


Cuidado al pisar aquí también con tantos regodones sueltos


Curva a la derecha


Frondosidad vegetal en el camino...


Ahora una segunda rampa


A nuestra izquierda un cobertizo: se trata de un antiguo horno de cal, caleru o calieru, donde se echaba piedra caliza, de la que abunda en el monte, para calentarla hasta hacerla cal, empleada en la construcción, para encalar y como abono


En su momento, cuando ya no trabajaba, se le abrió una puerta en la estructura y se empleó como refugio


En ocasiones alguien entraba a limpiar, pero normalmente está lleno de humedades. Una tabla sobre dos piedras hace las veces de banco


Y este es el remonte final antes de llegar a un tramo menos empinado


El el penúltimo de los fuertes repechos de la subida al Altu la Cruz (el siguiente será el de la carretera), pero tal vez el más empinado de todos


Helechos y bocage, a la sombra de los eucaliptos...


Altísimos helechos...


Árboles y arbustos...


Se presiente el final...


Un último esfuerzo...


Y enlazamos con esta pista, más llana


Aquí hemos de tener MUCHA ATENCIÓN: HEMOS DE IR A LA IZQUIERDA. Un antiguo poste indicador desapareció hace muchos años y siempre fue dificultoso poner señales que durasen, solo en alguna pequeña piedra asentada en el suelo o en la corteza de algún árbol, que suelen gastarse y desaparecer enseguida


El camino viene y enlaza con esta pista, Al fondo, al este, volvemos a ver el Altu la Cruz, reconocible por los pinares, ya mucho más cerca


Los eucaliptos, en la parte alta de la montaña, dan paso a las plantaciones de pinos


El camino, en ladera, nos es del todo del todo llano pero... casi casi


Es una de las pistas forestales de esta serranía del Cordal de Cañéu


Aparte de pinos hay también bastante arboleda autóctona...


En comparanza con las anteriores y morrocotudas cuestas este trayecto viene a ser ahora un agradable paseo...


La pista es suficientemente ancha y no presenta problemas


Va bordeando toda esta vertiente hasta llevarnos a la carretera


Carbayos y pinares...


Frondosas y verdes veredas...


Alguna rodada del paso ocasional de vehículos forestales...


Más pinales


Alguna riega y algún charco...


Bifurcación y de frente, siempre por el camino principal



Ante nosotros el Monte Curiella o La Curiella (535 m), donde hay un importante campo de túmulos, el de La Llaguna de Niévares, y un área recreativa. Los antiguos montes comunales y pastos y brañas de la montaña, aprovechados desde la Prehistoria, fueron transformándose, con el éxodo rural, en plantaciones de especies madereras de crecimiento rápido


Otro charco o fontán


Veamos cómo, al esquivarlo y pisar, se ha hecho senda a su derecha


Y sigue el camín la falda de la sierra...


Otro charco...


No tengamos miedo a mancharnos un poco las botas...


Al fondo la carretera


Hojas de roble...



Y aquí nos encontramos de nuevo con la carretera VV-8: iremos a la derecha


Enlazamos así también con el Camino de Santiago, por lo que será común ver a peregrinos bajar, mientras que a nosotros nos va a tocar subir


Estos se ve que van para Covadonga...


Fijémonos en estas formaciones geológicas...


Es la piedra fabuda, dominante en varias zonas de la costa asturiana, un conglomerado de pequeños cantos rodados o regodones amalgamados, de ahí lo de fabuda, de faba. Son conglomerados pétreos del Jurásico Medio que nos retrotraen a la época de los dinosaurios...



En la carretera viene ahora un tramo de cuesta, hasta llegar al alto



A nuestra izquierda El Faéu y el Monte la Cruz (541 m). Más allá El Llanucáu (521 m)



Abajo han quedado los bosques de Arbezu, y vemos un poco del valle por la zona de La Riera, bajo los altos de Moñancu



Más lejos es el Monte Deva (424 m), su cara este, pues su cara norte-noroeste vio nuestros primeros pasos del camín, saliendo de Deva o de la misma Senda del Peñafrancia


Aunque crezcan los pinos la carretera VV-8 es lo suficientemente ancha para que estos últimos metros apenas tengan sombra y haya que hacerlos bajo el sol castigador, o bien, al contrario, muy expuestos a los vientos del norte


Masas boscosas en la cima, el canto de la sierra


Trayecto por asfalto pero bueno de subir, todo directo


Cipreses a la izquierda


Este es el cruce con la pista que sube a lo alto de La Curiella, donde está el campo tumular de La Llaguna, así como un área recreativa. Nosotros seguimos adelante todo recto sin tregua


Y sin tregua seguimos subiendo, no sin esfuerzo, aunque no con tanta pendiente como las cuestudas rampas desde los túneles de la autovía


El pinal y algunos árboles ornamentales aquí plantados...


Va acabando la cuesta...



Mirando abajo atrás, el profundo y selvático valle del Regatu l'Escorial, también llamado Casamoria



Si los pinos han sido talados, o aún no han crecido lo suficiente, empezaremos a ver algo de paisaje al norte noroeste. Ahora empieza a verse el Monte Peñes Blanques o del Condesu (336 m). A su izquierda está El Curviellu, por donde bajábamos al valle del río España



En su falda las casas, esparcidas, del barrio pionesu de Peñes Blanques



Un poco más allá, algo de Les Mariñes: por allí desemboca el río España, entre Quintes y Villaverde, formando este valle que se extiende se sur a norte, desde los cordales costeros al Mar Cantábrico, donde molieron tantísimos molinos, en uno de los cuales nació el famoso Ramón García Tuero, El Gaiteru Libardón o Lliberdón, pues su mujer era de esa parroquia colunguesa


Llegando casi al alto y, si las copas de los árboles nos dejan, ganaremos más perspectiva



Ahora ya vemos mucho mejor el Monte'l Conde o Peñes Blanques, a su izquierda El Curviellu, con Gijón/Xixón al fondo, y al pie los barrios de la parroquia de Pión que hemos recorrido para llegar hasta aquí


Abajo asoman un poco Casamoria y La Venta. La iglesia a la izquierda y Casa Pepito a la derecha. La mata de árboles señala el paso del río España. En medio vemos la carretera, el paso del puente y el barrio de Llantáu, sobre él Bárcena, con las antiguas escuelas y las casas del camino que baja del Curviellu entre otra plantación de eucaliptos



Arriba las casas del Curviellu y los edificios del centro gijonés y del barrio de Cimavilla, el barrio alto y antiguo. Un poco después es El Musel, el gran puerto, y uno de los principales del Cantábrico. bajo La Campa Torres con sus grandes bombonas de butano. Justo a su derecha se sitúa el antiguo castro de Noega, antecedente urbano de la actual ciudad



En esta foto vemos El Musel con sus muelles y diques y en ellos un gran crucero. Arriba La Campa Torres y sus bombonas. Más allá Albandi, ya en el concejo de Carreño, en la rasa del Cabu Peñes, la punta más septentrional de España


Últimos metros para llegar al algo, que ya divisamos enfrente aquí cerca...


Último repecho...


Y aquí está por fin el Altu la Cruz, con sus 436 metros de altura, uno de los "puertos de montaña" característicos del Camín de Cuadonga



El camino sigue por la carretera, por lo que ahora comienza un descenso, entrando en la parroquia villaviciosina de Niévares


El lugar es una gran atalaya, sobre el grande e histórico Valle de Boides, en torno al que se extiende el concejo de Villaviciosa, si bien el arbolado no suele dejar verlo muy bien, es el valle del río Valdediós con sus afluentes, que esta serranía separa del del río España

Hay también grandes pilas de troncos, dispuestas en este cruce con la pista que comunica las cresterías. fruto de las talas


Sí es un sitio que, aunque tal vez un tanto inhóspito, es lugar de parada a descansar de los peregrinos a Santiago y a Covadonga, así como a esperar por algún rezagado. Senderistas, montañeros, cazadores, madereros, cazadores... frecuentan mucho el lugar, que es punto de arranque de excursiones por los altos del cordal


En el alto la carretera realiza una curva muy cerrada antes de comenzar a bajar. El topónimo puede hacer referencia a esta encrucijada o a la antigua existencia de una cruz en la misma, como era costumbre en muchos parajes similares


Como en el caso de la otra vertiente del monte, será bajando, y si los árboles y su crecimiento lo permiten, cuando divisemos un impresionante panorama


Si el día está claro llegaremos a ver desde el Sueve a los Picos de Europa, el mítico Mons Vindius, el monte blanco, a donde "antes subirán las aguas del mar que las armas de Roma", tal y como se decía en las guerras de astures y cántabros contra las legiones de los césares y augustos, 2.000 años atrás

El Sueve, Monte Sueve o Puertu Sueve, referencia geográfica que nos acompañará durante gran parte de esta ruta. Destacan allí los 1.161 metros del Picu Pienzu y los 1.137 metros del Picu Miruenu a su derecha, en todo ese gran macizo que constituye uno de los mayores desniveles del mundo en distancia entre costa y montaña



El Sueve y algunas de las parroquias de la zona centro-este de Villaviciosa: a la derecha Llugás, a la izquierda Coru y Breceña, por donde va el Camín a Cuadonga, en medio el valle del Ríu Profundu o Espinadal, una de las importantes rutas molineras de Villaviciosa, cuyo comienzo llegaremos a conocer en esta ruta. Aquí podríamos recordar parte del poema Picu Pienzu de la obra De Reidores Costes de Xuan Xosé Sánchez Vicente...
"Allá Parres, la vallada
que d´encesos manzanales
el Piloña va semando;
y tresallá los cordales
-caliza etenra y la ñeve
que la corona´n sartales-
y la sele soledá
de los hous y cascayales.
Ellí´l campu, qu´al Puntal
cuerre de Caravia y Sales:
pardes siendes de simienta,
verdes viesques de maizales.
Y tresellí los silencios
de l´alta mar de corales.-
Y equí, Picu Pienzu, tu,
enclináu baxu les ales
d´esi cielu que peñera
silenciu azul de cristales,
solitaria soledá,
so tierra, mar y cordales"


O también del Cantar y Más Cantar de Juan María Aceval
"Casi en frente del llau de Colunga
llevanta el puertu Sueve la cabeza,
que-y dio a Roma los potros asturcones
que subín de rodíes una cuesta"


Y abajo, en medio de Villaviciosa, los caminos a otro santuario de gran tradición romera, Santa María de Llugás, del que también existen no pocas coplas y dichos populares...
"Fuisti a la Virxen de Llugás
nun me trexiste perdones*
cuando vengan les castañes
maldita la que me comes"
(*Perdones, obsequio que se lleva de la romería a casa para los que se quedaron, normalmente ablanes (avellanas) u otros frutos secos, dulces, etc.)
"Romeru que vas subiendo
a la Virxen de Llugás
rayinos de Cuadonga 
sobre so frente verás"
(Dedicado a quienes tras Llugás seguían Camino de Covadonga, pues coincide la fiesta el mismo día 8 de septiembre)

A Llugás, además de peregrinos "ofrecidos" también se llevaban animales de la casería, por eso se decía...
"A la Virxen de Llugás, si la oveya y la reciella* nun tán males, ¿a qué vas?"
(*Reciella, rebaño de ganado menor)



Esos vericuetos del Profundu fueron refugio del bandolero llamado El Asistente Vaqueros, capturado cuando se escondía en un molino y llevado a la cárcel de Villaviciosa para después ser ejecutado públicamente. Aún gente mayor de la zona recitaba hasta no hace mucho...
"Malhaya sean los molinos
los ríos y los regueros
onde vieno a perecer
L'Asistente Vaqueros"
A la derecha divisamos Peña Cabrera, frontera de Villaviciosa con Cabranes (NO CONFUNDIR CON CABRALES). Allí está La Madrera, solar del famoso gaitero El Ratu la Madrera, que amenizaba fiestas y trabajos comunales tocando y cantando...
"Ya sabes que tengo gaita
ya sabes que soy gaiteru
ya sabes que como yo
nun te toca naide'l punteru..."

Abajo, más lejos, Grases y la autovía, al este, nevados, los Picos de Europa, un topónimo que llama poderosamente la atención, etimológicamente para unos por ser las primeras peñas de Europa que los marineros divisaban desde la distancia al volver de América, para otros por los peregrinos europeos que las veían y comparaban con los Alpes, algunos por los romanos, que vieron en ellas el escenario mitológico del Rapto de Europa, secuestrada por Zeus, nada de ello parece sostenerse demostradamente. Sus habitantes las conocen simplemente por Los Picos



Los textos más antiguos conocidos referidos a estas montañas, si bien no llamándolas de Europa, están en el Periplo Massaliota de la famosa Ora Marítima de Rufo Festo Avieno, escrita en el siglo IV pero basándose en un texto muy anterior del VI a. C. Las alusiones al Mons Vindius, (Monte Vindio), de los textos clásicos alusivos a las guerras contra cántabros y ástures, pueden o referirse a este o a otros parajes de la Cordillera Cantábrica, que llegó a conocerse como Pirineos o Pirineos Cantábricos en épocas pasadas



En las crónicas asturianas aparecen topónimos de lugares concretos, Liébana, Auseva, Amosa (Amuesa) pero no uno concreto para todo el macizo. Empezando el siglo XII el Obispo Pelayo se refiere a Permensa Pelaggi para el entorno de Covadonga, los Picos de Cornión o macizo occidental, lo que coincide con las crónicas musulmanas de la Peña de Pelayo,  y Alfonso X El Sabio en su Libro de la Montería escribiría del "... pie de la Peña, desde Fuente de Eva..." (Fuente Dé)

No sería hasta 1530 cuando el historiador y humanista siciliano Lucio Marineo Sículo las llame Rupes Europae en su obra De rebus Hispaniae memorabilibus escrita en Alcalá de Henaresal que seguirían en 1572 el cronista de Felipe II Ambrosio de Morales con su Viaje Santo, donde las nombra como Montañas de Europa, seguido luego por Las Fundaciones del historiador Fray Prudencio de Sandoval en 1601, con las Peñas o Sierras de Europa y así hasta nuestros días, si bien la primera vez que se escribe exactamente tal y como lo conocemos hoy día, Picos de Europa, no sería hasta  el Diccionario Geográfico e Histórico de Asturias de Martínez Marina. por el año 1800



Al pie de Los Picos, no lo vemos desde aquí, está el Real Sitio de Covadonga, otro centro de peregrinación secular... tal y como decimos en el libro El Camino de Gijón a Covadonga...
"El principio de las peregrinaciones a Covadonga se pierde en la más oscura noche de los tiempos. Es más, mucho primero del cristianismo se da por seguro la existencia de un santuario de los más ancestrales pobladores prerromanos, dedicado con gran probabilidad a alguna divinidad femenina relacionada con el culto a las fuerzas de la naturaleza, una "deva" o diosa de la que su testimonio pervive en el nombre (uno de los nombres en realidad) del río que nace de la misma Cueva. La presencia de este santuario precristiano daría origen sin duda a las primeras peregrinaciones, de las que nada sabemos, y que podrían sumirse en la más remota antigüedad

Este lugar sagrado sería después cristianizado, por sustitución, en la advocación a la Virgen María, tal y como ha sucedido en otros muchos casos, pues aunque las religiones y las creencias cambien, los lugares sagrados o "Nemeton" parece que siempre permanecen. En este caso no deja de ser impresionante escuchar todavía la leyenda, contada desde antiguo en muchos lugares de los alrededores del santuario, que dice que nuestra Santina y Patrona de Asturias "era una xana que vivía na Cueva, onde'l ríu, qu'un día unos flaires vistieron de santa"Esta leyenda, sencilla y aparentemente simple, explica en dos frases todo el proceso de sustitución de los antiguos dioses de los pueblos prerromanos con la llegada de una nueva religión que pasado el tiempo llegaría a ser oficial en todo el Imperio Romano. Es este un fenómeno social totalmente normal, universal, que pasa y ha pasado en todas las latitudes y en todas las religiones a lo largo de los tiempos, sin ningún menoscabo en absoluto hacia las creencias e ideales de cualquier persona sino todo lo contrario, es más, con el cristianismo las peregrinaciones ya dejan de ser una teoría o posibilidad para hacerse realidad demostrada y documentada. Según algunos autores, como Fermín Canella, el primer peregrino "de importancia" que conocemos visitó el santuario fue el rey de Asturias Alfonso III El Magno, aunque es fácil que fuese un exponente más de toda una estirpe de reyes asturianos que, desde el mismo Pelayo y su legendaria batalla, tuvieron una especial relación con estos parajes de hadas, diosas y santas

Durante mucho tiempo las comunicaciones con Cuadonga desde Cangues d'Onís fueron bastante malas...caminos de tierra, caleyes, y sendas de montaña no siempre fáciles de pasar. Ya en el siglo XVI había cronistas como MoralesFray Antonio de Yepes Pedro Murillo (este en el XVII) que señalaban en sus escritos lo dificultoso que era acercarse a Cuadonga y su situación de abandono. Tirso de Avilés es quien viene a afirmar que el viejo templo, de madera, levantado en la Cueva, sobre el abismo, estaba en una situación lamentable, pues la obra, construida según la tradición por iniciativa de Alfonso II El Casto, con madera de tejo, se sostenía sin caer "por puro milagro". En el siglo XVI es cuando se erige la Colegiata, pegada a la peña al lado de la Cueva, bajo la advocación de San Fernando, aprovechando la edificación anterior de un antiguo monasterio medieval benidictino que luego habría pasado a los monjes agustinos. En el siglo XVII, con las reformas canónicas y eclesiásticas, Cuadonga logró una importancia religiosa mucho mayor, la cual favoreció aún más las peregrinaciones, construyéndose nuevos edificios y albergues para los romeros. Asimismo, también en Cangues d'Onís se fundaron hospitales para los peregrinos que iban al santuario, así como en otros lugares (tengamos presente que en aquel tiempo la palabra "hospital" tenía más que ver con lo que ahora entendemos como "albergue asistencial" más que como la moderna acepción de "centro sanitario"). Después del trágico incendio de 1777, que destruyó el mítico templo de madera que se elevaba como una gran balconada tapando la Cueva, así como la primitiva imagen de la Santina, es cuando los poderes públicos , dándose cuenta del inmenso daño del desastre, promovieron toda una serie de iniciativas encaminadas a recuperar el templo mariano y darle más atención y relevancia. Bajo el reinado de Carlos III se abre el primer "camino directo" entre Cangues y Cuadonga, al que Gaspar Melchor de Jovellanos, en su visita al lugar, llegó a calificar de "excelente"...


Y... al otro lado de Los Picos de Europa, en Liébana, otro gran centro de peregrinaciones: el monasterio de Santo Toribio de Liébana... La advocación a Santo Toribio se estableció hacia el año 1181, según consta en la documentación existente, pues hasta entonces y desde su primitiva fundación estaba dedicada a San Martín de Turieno. La devoción a Santo Toribio era ya entonces muy importante en Liébana, encontrándose documentos donde era un nombre de persona bastante común. El asunto es que podría referirse a dos Toribios vinculados, por tradición, leyenda o realidad, con este enclave. Uno sería Santo Toribio de Astorga, pues el que se considera trozo del brazo de la Cruz de Cristo o Lignum Crucis debió de venir con las reliquias de este santo cuando, en el siglo VIII, muchos mozárabes huidos del sur se acogieron a la protección de las montañas que cierran los valles lebaniegos, baluarte natural del naciente Reino de Asturias, trayendo con ellos libros y reliquias, así como todo su bagaje cultural, político y religioso



Al regresar a su tierra pasó primeramente por Roma, siendo recibido por el Papa León I Magno y nombrado archidiácono de Tui, donde sería ordenado sacerdote. Luego, en el año 444 pasó a ser obispo de su ciudad natal, Astorga, donde batalló contra el priscilianismo, considerado herejía, y que con la decadencia y caída de Roma Resurgía en el noroeste peninsular. Santo Toribio confiscó los libros de la doctrina de Prisciliano y escribió al Papa su carta Comminiotorum enumerando los errores de los libros apócrifos y el Libellus contra el priscilianismo. León I le aconsejó celebrar un concilio en Toledo o un sínodo de obispos galaicos. No hay constancia que se celebrase pero algunos investigadores le ponen la fecha del año 447 y su idea era excomulgar a los prelados que no condenasen esa herejía, la cual debía de tener muchos adeptos pues las iras del pueblo y del clero astorgano le obligaron a refugiarse volviendo a Tui. Se dice en este contexto que sus prédicas antipriscilianistas le llevaron a Palencia, donde fue apedreado y hubo de escapar, suceso recordado con una romería en la actualidad

Algo más tarde sufriría también las persecuciones del rey visigodo Teodorico II, quien saqueó Astorga en el año 459, habiendo de refugiarse en Asturias, en el Monsacro, donde pervive su memoria, pues la tradición quiere que guardase allí muchas más de las reliquias traídas por él de Jerusalén, la cuales, al ser llevadas tiempo después al templo de San Salvador en los tiempos de la fundación de Oviedo reinando Fruela, harían de la nombrada capital de sus reinos por Alfonso II el Casto también un gran centro de peregrinación medieval del  que partirían, además, las primeras peregrinaciones a Santiago conocidas como tales



Vuelta a atacar Astorga en 569 por Leovigildo, y al no aparecer como muerto ni exiliado en aquel desastre, da a pensar que entonces ya habría fallecido, si bien otros retrasan esa fecha hasta 476. Más adelante, tras la conversión de Recaredo, y siendo el catolicismo ya oficial, se venera en Astorga al santo obispo, habiendo de ser trasladado a lugar más seguro por sus fieles, junto con el Lignum Crucis, huyendo de los conflictos del siglo VIII con el fin del reino visigodo, la expansión omeya y el nacimiento del emirato de Córdoba, si bien otras crónicas retrasan este suceso hasta el siglo XII

Por otro lado, en el monte La Viorna, se dice habitó otro eremita, de nombre Toribio, que lleva a confusión con Santo Toribio de Astorga; sería este Santo Toribio de Palencia, quien viviría en la siguiente centuria (siglo VI) y al que el Cronicón de Hauberto Hispalense hace nacer en Turenao, que sería el actual Turieno, pueblo situado justo al pie del monasterio y se habría hecho monje benedictino que, buscando la soledad de la montaña, se retiró como ermitaño a la llamada Cueva Santa, tal y como dicen las crónicas
"queriendo pelear con el enemigo a solas, subióse a lo alto del monte y en parte muy escondida del, labró una pequeña ermita, donde con mucha abstinencia, disciplina, continua oración y lágrimas llegó a tanta perfección, que alcanzó de Dios singulares favores (...)"


La versión de Sandoval, cronista de la orden benedictina, hace de este otro Santo Toribio monje palentino, de Tierra de Campos (antes Campos Góticos y antes aún Campos Galaicos) de ahí su nombre, quien vendría a esta serranía a hacer vida monástica con sus compañeros Tolobedo, Synobio, Eusebio, Ensóstomo y Yotazo, quienes fundarían un pequeño primer cenobio, retirándose luego el santo a hacer vida apartada en la Santa Cueva, donde al decir de la tradición Santo Toribio lanzó su bastón diciendo "allí donde caiga mi cayada allí será mi morada", Concretamente se dice lo arrojó dos veces, la primera lo recogió y lo volvió a lanzar, ayudándole en la construcción un buey y un oso, legendaria fundación del monasterio de San Martín de Turieno, luego Santo Toribio de Liébana. Si bien siempre existe confusión entre ambos santos del mismo nombre, los toribios

Toda leyenda tiene un trasfondo real, los restos de Santo Toribio de Astorga fueron traídos por aquellos mozárabes refugiados que, siendo protagonistas de la repoblación de la comarca lebaniega, sin duda estuvieron detrás de la consagración de los numerosos cenobios, hasta más de 20, creados en aquel tiempo. Por otro lado la historia de Santo Toribio de Palencia guarda reminiscencias de las primerísimas comunidades cristianas que llegarían a Liébana, monjes ascetas retirados en cuevas, tal vez anteriores lugares de culto cristiano, que pronto se transformarían en comunidades monacales, pequeñas al principio, pero que andando los años crecerían

La devoción por las reliquias de Santo Toribio y sobre todas ellas el Lignum Crucis hizo que ya se realizasen peregrinaciones desde antiguo, e incluso que hubiese un Jubileo Lebaniego desde tiempos remotos, si bien de un solo día, el 16 de abril, Santo Toribio. salvo que cayese en domingo, que sería semanal. En 1507, un problema a causa de este Jubileo semanal con las diócesis de Asturias, León, Astorga y Burgos, hizo que los frailes planteasen el caso al Papa Julio II, quien nombra jueces a los abades de Oña, Sahagún y San Vicente de Oviedo, dictando el primero Alfonso Lamadrid, sentencia favorable de autenticidad manifestando que así es costumbre hacerlo desde "tiempo inmemorial" y que así está ratificado en "libros antiquísimos". Es entonces cuando Julio II reafirma oficialmente esta autenticidad el 23 de septiembre de 1512, siendo confirmada un año después por León X. En 1967 Pablo VI amplía el Jubileo a un año entero

No es de extrañar que algunos peregrinos, tras llegar a Covadonga, continúen hasta Liébana, siguiendo las rutas a Santo Toribio, oficiales o no, que atraviesan Los Picos de Norte a sur


Deleitándonos con estas páginas de la historia bajamos por la carretera echando un cantarín muy aposta para esta situación...
"Carretera abaxu va
y en Santu Domingo entré
y por Pedro Crespo Calvo
carpinteru pregunté.,,

Y díxome una señora:
¡¿por qué Pedro pregunta usté?,
¿pol de riba pol de baxo 
o por el del arrabal?

Que hay tres Pedros Crespos Calvos 
carpinteros nel llugar
Que hay tres Pedros Crespos Calvos
 que nun quieren trabayar!"

Pasamos junto a la entrada de una finca...


Todo lo que subimos, ahora tocará bajarlo para llegar a otro valle, un buen ejercicio de piernas


Cruce de Casa Ruán, seguimos bajando por la carretera


Atentos al paso de vehículos, bastante frecuente


Ahora sí que estamos en la espesura...


Curva a la derecha...


Y todo recto en largo descenso...


Al final de esta recta está el desvío


Justo antes de la siguiente curva nosotros dejaremos la carretera para ir a la derecha


Vemos un mojón del Camino de Santiago


NO ES la pista que sale detrás del mojón a la derecha, es la de un par de pasos más adelante


Justo el siguiente ramal...


Aquí exactamente dejamos la carretera, que se dirige a El Pedrosu: nosotros tomamos la senda hormigonada de la derecha


Ahora sí que comienza una formidable bajada


La bajada es especialmente fuerte, prueba de ello es que este primer tramo está hormigonado, para no resbalar, ni gentes, ni vehículos ni animales...


Este primer tramo tiene fuerte desnivel y pierde rápidamente altura


La bajada es muy recta, casi recta


Serpentea un poco al final...


Es la gran bajada a Niévares, parroquia en la que acabamos de entrar... viendo ante nosotros el gran Valle de Boides, el del Ríu Valdediós con su cuenca fluvial...


El descenso se pierde en la espesura...


Entre las arboledas vemos parcialmente el valle


Abajo es El Llivinque, por donde iremos de Niévares a Grases en el siguiente capítulo


Vemos el viaducto de la Autovía del Cantábrico, bajo el que pasaremos antes de entrar en Grases


En primer término Cazanes, que se dice fue la parroquia que llegó a tener más manzanos (pumaraes) de Villaviciosa. Antaño las tierras eran propiedad del Cabildo ovetense, del Hospital (de peregrinos) de Villaviciosa y del monasterio cisterciense de Valdediós, por lo que muchos vecinos hubieron de emigrar temporalmente a Castilla y Andalucía a causa de los diezmos, situación que se corrigió con la Desamortización en el siglo XIX, por la que dejaron de ser renteros y muchos vecinos se hicieron con la propiedad de las tierras que eran de la Iglesia

Su parroquial de San Julián de Cazanes es mencionada por el Padre Risco en la obra España Sagrada, pues en 1128 Alfonso VII le otorga privilegios. Celebra fiesta el día de su patrono, antes famosa por los amagüestos de castañes

Más allá Fuentes, al sur de La Villa, capital de Villaviciosa, solar de la iglesia de San Salvador de Fuentes, monumento de gran importancia, consagrada en el año 1031 por el obispo Adaganeo, cuya cruz procesional románica, en plata, la Cruz de Fuentes, se expone en el Metropòlitan Art Museum de Nueva York


Fuentes destaca en la distancia por su gran cantera en el Monte Cubera  (366 m), monte totémico de Villaviciosa, del que habremos de hablar, y mucho, pues el camino pasa a su derecha, por Les Vegues de Fuentes.

A la izquierda y en la ladera del Monte Cubera, San Vicenti, antigua parroquia de San Vicenti la Palma, incorporada a Fuentes


Caminamos un poco más y seguiremos descubriendo numerosos detalles en el paisaje. Adviértase la doble señalización a Santiago y a Covadonga, pintada en un tramo de asfalto donde caminamos en llano



Desde aquí descubriremos nuevas perspectivas visuales a nuestra izquierda


Si no han crecido los eucaliptos, o los han talado, desde aquí también tenemos un buen campo visual, a nuestra izquierda


Primeramente Tresvilla y sus caserías, parroquia de Niévares, bajo El Llanu'l Cañéu


El Llanu'l Cañéu (479 m), encima de las casas


Por allí sube la carretera VV-9, viniendo de El Pedrosu, con la que iremos a enlazar más arriba. Justo después está el Monte Illán con el pico de ese nombre y Monte la Cobertoria, topónimo vinculado a los túmulos y dólmenes


Y abajo otra vista más hacia Caés, La Villa, la ría, Carda y Tornón


A la izquierda laderas boscosas de La Cobertoria, bajo ellas Caés, abajo a su derecha Seriegumuertu y El Llivinque, ruta a Grases para los caminantes covadongueros


Arriba a la derecha de nuevo el Monte Cubera, cuya mayor cima es El Picu Altu (367 m), antes tierra de pastos y bosquetes hoy plantado de eucaliptos, balcón, como este, sobre Villaviciosa, valle, villa y estuario. En sus cuevas se dice se celebraba la "ofrenda'l diablu" o akelarres. Su nombre fue recogido por la largamente activa asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa Cubera


Caés y a la derecha el picudo y cilíndrico Cantu Cuetu (138 m) en Cazanes, solar de la Carbayera Sorribes y de castros y castillos sobre La Villa, el Picu Castiellu,protección del histórico Puente Buetes al lado del que se fundó en la baja Edad Media La Pola de Maliayo, cuyo nombre fue cambiado, buscando el asentamiento de nuevos colonos, al de Villaviciosa, villa fértil

Así, viendo nuevamente La Carbayera Sorribes, recordamos El Cantar del Cuquiellu de Ramón Rivero con música de Renedo, ambientado en estos parajes...
"En el bosque de Sorribes
non vien el sol
abre el güeyu
ya fai días que se escucha
el cantarín del cuquiellu

Cantar que anuncia a la xente
faciéndola muy feliz.
Ye que se acerca el buen tiempu
nel que se siembra el maíz

Cu-cú cu-cú diz el cucu
que si nun nació el to maíz
pa San Xuan
la xente muera de risa
van llamate folgazán.

El cantarín del cuquiellu
pa les moces casaderes
ye rueda de la fortuna
que consulten muches veces

Por eso non bien lu oyen
dicen con miel en la boca
"Paxarín di cuántos años aún
me falten pa la mio boda"

Cu-cú cucú, diz el cucu
entre la enramada.
Si la que pregunta ye una moza guapa
en cuanto que güelva
de servir al reu
el que te cortexa
te fará so muyer.

Pero si ye fea la moza
o sosa o vieya el gandúl
empieza pero non acaba
diciendo cu-cú cu-cú cu-cu.

Cú-cu cucú cucú"

Tapada la villa por el monte, carbayera y colinas, sí vemos la Autovía del Cantábrico (A-8) entrar (o salir) del túnel bajo la ría, verdadera epopeya de la ingeniería viaria española, europea y mundial


Ahí están los porreos de El Salín y La Espuncia, los primeros que, allá por el XVIII, se hicieron para ganar espacio a la ría y donde se asentó la fábríca de El Gaitero, empresa fundada en 1890 por Alberto Valle, Bernardo de la Ballina y Ángel Fernández. Se instaló primeramente en La Villa, pero pronto vinieron al Porréu de La Espuncia (los porreos son terrenos ganados a la ría en tiempos pasados, este en concreto en 1860), razón por la cual se la conoce también como El Porréu la Espuncia


Era tal la cantidad de emigrantes asturianos en ultramar que se buscaba un método para hacerles llegar la sidra sin que perdiese su esencia con la larga travesía en barco. De esta manera se imitó como solución el proceso champanizador, gasificándola. Sus características burbujas pasaron a ser todo un símbolo, tanto es así que, fuera de Asturias y entre la gente no conocedora de la sidra, la que entienden como tal es la aquí llamada sidra xampanada (achampanada), para diferenciarla de la llamada oficialmente sidra natural


Al principio, un vapor, el México, llevaba las cajas de sidra desde el embarcadero de La Espuncia a los puertos de Santander y Pasajes. Luego fue la motora La Gaiterina la que arrastraba las gabarras hasta el pequeño puerto de El Puntal, en la misma ría. Desde allí un remolcador gijonés, el Jumbo, las llevaba de dos en dos o de tres en tres hasta el puerto de El Musel, donde se realizaba el trasbordo de la carga a los grandes buques de transporte, evitando de esta manera depender de las obras de canalización de la ría, que además acabarían siendo abandonadas. Los muelles se emplearon hasta los años 50 del siglo XX, cuando se hizo más competitivo el transporte por carretera


Seguimos así por este trecho llano y asfaltado


Es una pista que comunica con el caserío de Fernandíz, en esta parroquia de Niévares


Pronto empezamos a bajar otra vez


Y vuelve el suelo de hormigón


Crecen los helechos y los eucaliptos


Un buen ejercicio de piernas el de subir al Altu la Cruz para bajar a Niévares seguidamente, pero pronto tendremos la tregua del Valle de Boides y sus vegas y riberas


Bajando, curva a la derecha...


Véase la señalización


Ahora en medio del valle del río Valdediós vemos el viaducto de la Autovía del Cantábrico: bajo él pasaremos cuando lleguemos a la carretera VV-10 y pasaremos a Grases


También nueva vista del Sueve sobre los valles de Villaviciosa


Majestuosa serranía que desde el mar se adentra en el interior. Su topónimo habría querido buscarse en el pueblo de los suevos, que quizás hubiesen tenido en él un limes, dominando la franja costera del noroeste peninsular, pero cobra más fuerza ser una evolución de Iovis, Júpiter, padre de los dioses del panteón romano, para ser exactos sabino, pero en origen divinidad guerrera de tormentas y relámpagos, tal vez como la local céltica Taranis, mitos cristianizados en santos como Santa Bárbara y Santiago y popularmente evolucionados en el nuberu, genio astur de las nubes, los truenos y la tempestad, que desde estas alturas arrojaba sus granizos sobre los pueblos y campos de la contorna, siendo a veces conjurado tañendo campanas (a veces para disgusto del párroco, que lo consideraba paganismo), lanzando alpargatas de espaldas o poniendo cuchillos sobre la mesa con el filo hacia arriba, pues por todo ello se decía...
"Sentáu nel Picu Pienzu
mirando taba un nuberu
qu'esconxuró'l señor cura
antes llegare al eru"

Sierra también de grandes pastos, ganadería de cabras y vacas de montaña, que por eso también se dice...
"Mázate lleche
del Puertu Sueve
y faite mantega
más blanca que ñeve"

(Bátete leche

del Puertu Sueve
y hazte manteca
más blanca que nieve)

Dado que es una referencia geográfica de primer orden; si sus cumbres están cubiertas por las nubes o no se afirma...
"Si El Sueve pon la capa garra la tuya y escapa "
(señal que va a llover)

O también referido a la niebla...
"Malhaya sea la borrina
que asoma al Puertu Sueve
y nun traigo caperucha
pa tapame si llueve"

El Sueve, el que fuera el último refugio de los caballos asturcones, es una referencia visual tanto para los peregrinos de Santiago, procedentes del este, como para los romeros de Covadonga, que venimos del oeste...
"Tengo dir a Covadonga
cola mió neña en setiembre
y tengo lleva-y a la Virxen
un ramín de palma verde
y colgáu d'aquel ramín
tengo prende-y una flor
pa que pique'l xilguerín
pa que me quiera'l mió amor"

El camino zigzaguea para perder más altura rápidamente


Y otra curva cerrada, ahora a la izquierda


A veces se hace una pequeña parada para hacer un alto y reposar del juego de piernas...


Bajo las hojas de los castaños, nos detenemos de nuevo, pues merece la pena contemplar estas vistas



Volvemos a ver con entusiasmo Los Picos de Europa, con sus dosmiles dominando Asturias entera. En concreto es la parte de El Cornión o macizo occidental, cuya altura principal, Peña Santa, Torre Santa, Peñasanta, La Peñesanta o similares, llega a los 2.598 metros de altura... por eso se dice...
"Altos son los Picos Urrieles
altos son de maravilla
más alta é La Peñe Santa
que se ve toda Castilla"

Los Urrieles, el macizo central de Los picos, asoman más al este a la izquierda, allí está la máxima altitud de los Picos de Europa, Torrecerredo o La Torre Cerréu, con 2.650 metros


La primera ascensión a Peña Santa, en los albores del alpinismo, fue la del Conde de Saint Saud, noble enamorado de Los Picos, en 1892, quien la llamó "el Cervino de Asturias", yendo acompañado del vecino de Valdeón Vicente Marco, Vicentón de Los Llanos, y del escalador François Bernat-Salles. El conde llegó a escribir:
"Estamos en el lugar en el que el hombre no ha estado jamás y del que se dice que sobre su sagrada torre hay una fuente que mana eternamente... y que no existe. ¿No es un sacrilegio estar donde estamos"
Una posible ascensión anterior, en 1887, de Alejandro Pidal y Mon (padre de Pedro Pidal, I Marqués de Villaviciosa y primer escalador del Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes, acompañado del famos Roberto Frasinelli, el Alemán de Corao, nunca ha sido confirmada

Sí se sabe la segunda, la de Gregorio Pérez de María, El Cainejo, que luego ayudaría a subirla al mencionado Pedro Pidal en 1904, dos días antes de conquistar la cima del Urriellu


Y abajo empezamos a ver Valdediós, bajo La Campa Arbazal, uno de los lugares más mágicos de Asturias, viejos monumentos e historia rodeada de naturaleza


El Conventín, la iglesia de Arte Asturiano prerrománico, y Santa María, monasterio en origen románico, la iglesia básicamente lo sigue siendo, con profundas reformas posteriores. Delante se ven los pequeños tejados la antigua Casa del Abad, actual mesón del lugar, y al lado el antiguo Chigre'l Conventu, que fue el Bar de Alfonso. E este conjunto monástico y su entorno, por donde van dos ramales del Camino de Santiago del Norte, que se unirán arriba en La Campa, para bajar al valle del Nora por Sariegu tomando la dirección de Oviedo/Uviéu (el tercer ramal es este, en dirección a Gijón/Xixón)


Al sur y a la derecha del Cornión los picachos más altos de Parres, Piloña, Amieva, Ponga y Casu, destacando los 1.151 metros de altura. Más cerca los montes de Celada, en Villaviciosa, divisoria con Cabranes, como El Picu la Corola (549 m)


Y por supuesto nueva panorámica de Peñamayor y Peña Mea, así como la campa, donde antaño se celebraba la romería de Santa Mariña, en una desaparecida capilla


La Rasa Arbazal, por donde va a La Campa el camino procedente del mesón cisterciense existente en el pueblo


La Campa, donde se unen el camino de Arbazal y el de Valdediós por Vallinaoscura


Los picachos de Peña Mea y en la lejanía los del Alto Aller, pasos naturales de la Cordillera Cantábrica que también reclaman su lugar en las rutas xacobeas, Puertu Braña o San Isidro, Vegará y Piedrafita


Y continuamos camino...


Nuevo afloramiento de piedra fabuda


Un buen conglomerado, como piedra y cemento...


Como la fabada, asomando en la olla


Las piedras se cubren de musco y líquenes


Y a bajar sin descanso...


Más arbolado...


Aquí sí que tenemos buena sombra...


La caja del camín se cubre de helechos


Las ramas de los castaños forman un verdadero túnel vegetal


Inmersos en la naturaleza asturiana...


Los árboles autóctonos, castañales principalmente, crecen a los lados del Camín Rial. Sus frutos mitigaban el hambre de los caminantes ya que, los que caían al suelo, al ser camino público, eran de uso público, tal y como recoge el Derecho de Poznera, parte del  Derecho Consetudinario,de ahí que se plantasen con profusión en siglos pasados. Tengamos en cuenta que hasta el pote se hacía con castañas hasta la extensión del cultivo y consumo de las patatas venidas de América


Las hojas de la castañal se muestran intensamente verdes a la luz solar...


Y ahora, en la fresca penumbra...


Curva a la izquierda


La pendiente parece ir suavizándose paulatinamente


Un robledal...


Encantos de la foresta...


Si nos fijamos veremos grandes piedras


Aquí hay restos de una antiquísima cabaña


Salimos a unas fincas, hemos llegado a Fernandíz


Va acabando otro tramo del descenso...


Hay un poco de rellano, desde el que, si han limpiado los matos, tendremos otro gran paisaje


Este lugar es ideal para detenerse un instante, otro gran mirador natural sobre Villaviciosa: el medio el gran valle central de Valdediós. Abajo a la derecha de los caballos La Torre de Niévares, enfrente el viaducto de la Autovía del Cantábrico en el nudo de Grases. La vista llega a los montes de Peña Cabrera (495 m), a la derecha y los altos de Breceña y Sietes, con el Monte Tandión (501 m) a lo lejos al este


El Sueve domina la escena: abajo vemos a la derecha Grases, junto a la autovía, en medio Casquita, valle del río Valdediós, donde se separan los caminos a Oviedo/Uviéu y Gijón/Xixón, y a la izquierda Maoxu, todo ello lugares por donde vamos a pasar dentro de poco y, a lo lejos, los altos de Breceña y Sietes, por donde prosigue la ruta, ya al este del concejo de Villaviciosa, próxima ya a entrar en Piloña



Más al sur de nuevo los valles de Valdediós y Rozaes, bajo El Picu Lloses (454 m), a la izquierda



Valdediós, al pie de La Llomba y La Campa: los peregrinos que escogen la ruta ovetense del Camino Norte de Santiago recorren el valle por La Rivera, abajo a la izquierda, y llegan al Conventín de San Salvador y al monasterio de Santa María, cuyos grandes edificios vemos en medio de la foto, en lo más profundo del valle

Desde Valdediós, donde hay albergue, suben directos a La Campa, donde pasan a Sariegu para bajar al valle del Nora. Otros en cambio, los menos, escogen otra ruta histórica y oficial, también señalizada, la que ha subido a Arbazal (donde los cistercienses de Valdediós tenían su mesón) por Castiellu y San Pedru Ambás y llega a La Campa por la ladera, cercana a la cima, de los montes de la izquierda


El importantísimo núcleo monacal de Valdediós destaca en mitad de cuetos y vallinas por el color claro de su piedra y las tejas rojas de los tejados del claustro. Casi a simple vista si el día acompaña puede reconocerse primeramente el templo de San Salvador de Valdediós, El Conventín. uno de los exponentes más destacados del Arte Asturiano prerrománico, edificado en el año 893 reinando en Asturias Alfonso III El Magno

 Declarado Monumento Nacional en 1931 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985. A lo largo de estos más de 1.100 años sufrió muy pocos cambios y llegó a nuestros días casi igual que en le momento de su consagración. Fue en principio una iglesia palacial, siendo lo que queda del palacio de aquel monarca, a donde se venía a retirar cuando necesitaba solazarse y descansar de su ajetreada vida de máximo mandatario de un reino en su máxima extensión, o cuando las cuestiones políticas le forzaban a guardarse, retirarse, o tomarse los asuntos de otra manera


Por su parte el Monasterio de Santa María fue construido siglos después que el Conventín y que fue fundado por los monjes del Císter, los famosos "frailes blancos" reformadores de la Orden Benedictina, templo románico con grandes arcos y portadas, edificado entre los años 1218 y 1226 y junto al que se le añadieron más construcciones conventuales ampliadas con claustros y otras dependencias que fueron centro de un gran coto eclesiástico durante siglos, posteriormente colegio y seminario. Más allá vemos Polléu, en la subida a La Campa y La Llomba



Más allá de La Llomba asoman nuevamente la sierra de Peñamayor con los 1.293 metros de La Triguera, y a lo lejos Peña Mea (1,557 m)


Más al norte el entorno de la Ría de Villaviciosa, visto ahora desde más arriba, aunque Villaviciosa (La Villa) casi no se ve tapada por los montes de Cazanes, aunque sí parte del estuario con La Espuncia



La gran extensión de la fábrica de El Gaitero, con su larga línea de edificios blancos y su chimenea, revela la situación de la ría. Unos metros más arriba pasa el Camino Norte de Santiago, que llega a La Villa



Justo debajo de La Espuncia, más cerca, vemos las casas de Caés, en las laderas que bajan de El Pedrosu


Más acá las casas de Sariegumuertu y, a su derecha los prados de El Llivinque, por donde pasa el camino de ese nombre, trayecto del Camín de Cuadonga para salir a Grases. Ahora a la derecha sí asoman algunos dejados de la parte alta de La Villa y, encima, vemos parte del Monte Cubera, con el Picu Paxotu (339 m). A su izquierda el Monte Agüelle (335 m), y más a la izquierda aún los altos de Tornón, por donde vienen, de Priesca y Colunga, los peregrinos del Camino Norte de Santiago




Visto el gran panorama, proseguimos: atención ahora en esta curva...


Justo cuando estamos a la vista de la casería de Fernandíz nos desviamos, no vamos a ella, tomamos un sendero que baja a la derecha


Este es el sendero, precioso, entre altas sebes, setos silvestres


Según bajamos también tenemos excelentes vistas de Valdediós


Valdediós, La Campa, y buena parte de la parroquia de Pueyes...


Testimonio de la historia cobijado en un valle...


En medio destaca siempre el conjunto monumental


El Conventín de San Salvador y el monasterio de Santa María


La senda se estrecha en relación como el camino anterior, pero se pasa bien y sin problema


Si alguna zarza o escayu alarga su espinera un poco sobre el camino hay que apartarla con el palo o bastón, que nos será de gran ayuda al bajar


Les sebes o matos forman grandes muros vegetales a ambos lados del camino


Trecho de suave descenso


Túnel vegetal


Tramo recto rampa abajo...


Lloreos y ocalitos...


Curva a la derecha


Vuelve la fuerte pendiente


Curva a la izquierda...


Hay flechas en el suelo, en las piedras


El camino no tiene pérdida, pero cualquier indicación que nos lo confirme es de agradecer


De esta manera prosigue la senda...


Tupido matorral


El camín ensancha un poco...


Prosigue la prolongada bajada...


Hierbas y helechos...


Tramos donde aflora un viejo empedrado...



Curva a la derecha...



Pronto caminaremos por aquellas montañas, al otro lado del valle...


Pero de momento aún nos espera un buen descenso de la montaña


Sebes y ocalitos...


Curva a la izquierda... el zigzagueo caminero...



El camino se torna muy pedregoso. Cuidado también al pisar pues hay muchos morrillos sueltos


Estamos ya encima de La Piñera, otra de las casas de la parroquia de Niévares


La veremos desde lo alto, si los eucaliptos no han crecido aún. con su hórreo y pumarada: a la izquierda pasa el camino


Aún hemos de bajar un poco más...


Detrás de la casa, el aljibe del agua


Metros finales de bajada a La Piñera


Llaneamos: la senda se estrecha un poco


La Piñera se asienta aquí, en un rellano de la falda de la montaña


Aquí el camín vuelve a ensancharse



La casa, obsérvese el nombre en la portilla


Al lado el hórreo



El camín llanea un poco más


A la derecha la pumarada


Los pumares, plantados prado abajo


Enseguida empezamos otra vez a bajar


Curva a la derecha...


A la sombra del castañéu sigue la pista de hormigón


Bajando al valle, último trecho...


Profunda caja caminera...


El paisaje se va abriendo...


Y ya tenemos una muy buena vista ante nosotros...


De frente, en el valle, Castiellu Ambás, por donde los peregrinos del Camino Norte que han decidido ir a la capital asturiana se dirigen a Valdediós, o bien a Arbazal, por la ladera que sube a San Pedru Ambás y el Picu Lloses (454 m). Más a la izquierda los montes de Valdebárcena y Celada, con el Picu la Corolla (551 m), frontera con Cabranes


A lo lejos y más a la derecha el Monte Viacaba o Llanu Ferreru (426 m)

Más cerca El Castillu (178 m), en la vecina parroquia de Camoca, solar de un castro astur de unos 2.600 años de antigüedad excavado en su día por Jorge Camino. Está en un monte plantado de eucaliptos bajo el el pasa el Ríu Valdediós, y paralelo a él el Camino Norte en su versión hacia Valdediós y San Salvador de Oviedo/Uviéu



A la izquierda de El Castillu, El Llanu, y arriba en la distancia los montes, picudos, de Peña Cabrera (468 m) y su serranía, también frontera de Villaviciosa con Cabranes, cimas emblemáticas que van a ser una de nuestras referencias geográficas por este concejo, y de las que iremos hablando según nos vayamos acercando a ellas. Abajo a su izquierda Llugás, pueblo y parroquia solar del santuario mariano de Santa María de Llugás, cuya Virgen es también llamada La Santina y celebra asmismo romería el 8 de septiembre. Se sabe de peregrinos que iban a Llugás, alojándose en su Casa de Novenas o en el Pórticu los Pelegrinos, y luego se dirigían a Cuadonga


Caminamos ahora al pie de la pumarada que veíamos antes en La Piñera


Más vistas, ahora a la izquierda


El viaducto de la autovía y Grases


 Según avanzamos ampliaremos nuestro campo visual


En medio de la foto Casquita, paso de la parroquia de Grases a la de Amandi en el Camín de Cuadonga y lugar donde los peregrinos a Santiago se dividen, unos toman el ramal del Camino Norte que se dirige a Gijón/Xixón, este, y otros el que va a Oviedo/Uviéu. A la izquierda Maoxu, al fondo Fuentes y el valle del Ríu Profundu o Espinadal, que serán también escenario muy pronto de nuestras andanzas camineras a Coru y Breceña. A la derecha, en un alto Bozanes, parroquia de Amandi


Vista más de cerca de Maoxu, con sus naves ganaderas de los caserinos, Casquita, Amandi, y el valle del Profundu


Casquita y su cruce de caminos. Arriba a la derecha, en la llamada Carretera la Campa (AS-267), La Gotera


 La Gotera, casa mandada construir por el indiano, Bernardo Valdés Corrales para uno de sus hijos, José Valdés Germain, la cual ha pasado por diferentes propietarios y ha sido muy reformada a lo largo del tiempo, incluso su verja delantera ha desaparecido al ser tirada por un camión en un accidente. El propio Bernardo había construido su casa, Villa Algara, muy cerca, saliendo de Casquita. De ella hablaremos también pues pasaremos a su lado


Continuamos apurando el paso por el Camín de la Piñera


Ahora, en un claro de la sebe, veremos a la izquierda un monumento muy importante



Un castillo en lo alto de aquel cueto en la ladera...


La Torre, la Torre de Niévares, dominado el gran valle, con el Sueve siempre a lo lejos...


La Torre de Niévares es un conjunto palaciego,edificado encima de un torreón medieval, mucho más antiguo que el palacio propiamente dicho. El torreón resultó en su día afectado por la construcción de la carretera de Niévares a El Pedrosu, si bien aquí sólo vemos su costado. Cuando lo veamos de frente, pues pasaremos a sus pies, nos parecerá más que torre un verdadero castillo


Efectivamente, las grandes dimensiones y la fábrica de La Torre le confieren un aspecto más de castillo-fortaleza que de torre defensiva. Presenta una muralla hecha de mampostería con torreones circulares y altas almenas.


No se conservan documentos que avalen la fecha exacta de fundación pero por todos sus elementos constructivos se trata de una construcción de la baja Edad Media, sin negar que pudiese estar levantada encima de otra fortaleza anterior mucho más antigua


No falta tampoco quien esboza la posibilidad de que pudiese haber sido parte (una construcción anterior a la actual) de las dependencias palaciales del rey Alfonso III El Magno en el mítico Valle de Boides o incluso que estuviese relacionada con un aún más antiguo castro astur o fortaleza romana



Con ganas de ver La Torre de Niévares desde los campos que se extienden a sus pies, apuramos el paso


 Y llegamos a El Pueblu, barrio de Niévares ccrcano a la iglesia


Con suerte, de la iglesia de Santa Eulalia o Santolaya de Niévares veremos la espadaña del campanario, pues está oculta por los árboles


El templo tuvo serias reformas a lo largo del tiempo y celebra fiestas el domingo siguiente al Carmen


Seguimos bajando y vamos viendo un poco mejor El Pueblu


Un grupo de casas entre el campu la iglesia y el camín real, en un llano que se asienta en la falda del Monte Cañéu



La bajada acaba pues aquí en El Pueblu, pero sólo de momento...


Llegamos así a las primeras dos casas...


El camino pasa ahora justo entre ellas


Aquí a la izquierda


Fijémonos en el mojón y la flecha


Y es que este mojón xacobeo del Camino Norte también puede ser buena referencia, pero a la inversa, para los peregrinos de la Travesía Andariega a Cuadonga


Pasamos junto a otra casa, con parra en el muro lindante con el camín


Cuadra y vivienda


Hermoso corredor orientado al valle


Bajamos unos metros más...


Y en el Camín de la Iglesia iremos a la izquierda


En el cruce volveremos a ver de frente Grases, en medio del valle, nuestro próximo destino


El inolvidable Valle de Boides de los documentos medievales...


Aún no hemos acabado de bajar...


Y volvemos a ver La Torre, ahora ya asoma un poco la larga pared, también almenada que mira al este, si bien más baja que el muro lateral. Al lado son las casas de los caseros que, por sus características y lo ancho de sus muros, no sería raro que fuesen contemporáneas del palacio construido encima del castillo


Acabado el medievo, el castillo perdió su utilidad defensiva, por lo que se erigió encima una casona-palacio, al igual que pasó en tantos casos, cuando los señores-guerreros feudales pasaron a convertirse en nobleza terrateniente


Esta fue la razón por la que, muy a primeros del siglo XVI, se dio en construir aquí estas edificaciones palaciegas que vemos ahora, en las que lo más notable viene a ser la casona solariega de planta rectangular con torre cuadrada de dos pisos. Una escalera sube por afuera, a la derecha de la torre, hasta la primera planta, y en el otro lado, el que mira hacia el sur, se abre un corredor estilo asturiano popular


Seguimos bajando, ya por asfalto...


Llegamos a otro cruce

Salimos a la antes citada carretera de Niévares a El Pedrosu (VV-9), que tanto afectó a la parte posterior del castillo: nosotros vamos a la derecha


Con La Torre de frente, al ir a la derecha aún hay que bajar más


Pasamos enfrente de La Casina de Niévares, dedicada al turismo rural


Con largo corredor sobre la carretera


Y bajaremos por el castañéu...


Pronto dejaremos también la carretera...


Ahora a la derecha el antiguo Llagar del Carbayón, una referencia muy a tener en cuenta pues, justo enfrente, a la izquierda, tomaremos un camino


 Una preciosa senda que deja el asfalto...


Y que pasa al pie de La Torre. Aquí nos separamos también además del Camino Norte de Santiago, aunque lo reencontraremos en Grases


Como en casi todas las edificaciones de la antigüedad, torres y castillos, se cuenta de galerías y pasadizos subterráneos que comunicaban La Torre con el exterior. Al pie de ella estaban la gruta de La Cueva y una cantera, sin duda relacionados ambos lugares con su construcción. Llama también la atención el gran pino, un verdadero monumento natural


Caminamos un poco más por esta preciosa senda...


Y vemos todo el conjunto de frente, del que se cuenta que fue donde vivió un tiempo Antonio de Borja, uno de los grandes maestros del arte Barroco en Asturias, y en épocas más recientes, esto ya totalmente seguro, el médico don Carlos de La Concha, familia esta a la que ya aparece vinculada La Torre desde el siglo XIX.


Todo el espacio entre la casona y los muros de la muralla son jardines


En los dinteles de piedra de las ventanas hay esculpidos motivos decorativos de tipo tradicional, y en la  sobrepuerta de la entrada aparece labrada la fecha del año 1501, que seguramente es la que corresponde al momento en el que se levantó el edificio


Caminamos unos metros más...


Y ahora vemos  otras construcciones exteriores como la capilla del palacio. Junto a ella se armó una monumental panerona de ocho pegollos


Capilla curiosamente adosada al muro sur...


Dejamos pues el campo de La Torre y continuamos haciendo camino...


Unos arbustos forman un túnel vegetal


Y camino de La Peña y El Llivinque ponemos rumbo a Grases, y Amandi, al sur de La Villa...




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