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miércoles, 13 de mayo de 2020

DE NIÉVARES A GRASES (VILLAVICIOSA): LAS SENDAS DE LAS ÁNIMAS Y DEL DIOS LUG. CAMÍN XIXÓN-CUADONGA / GIJÓN-COVADONGA (6)

Mapa del tramo de ruta
Paisaje de Niévares a Grases desde el camín
Precioso el panorama de los "pelegrinos a Cuadonga" cuando, dejando atrás La Torre de Niévares, contemplan en paisaje del gran valle del río Valdediós, y sus afluentes, que ocupa todo el sector central del concejo de Villaviciosa. En primer término son Los Praos del Llivimque, unión de las parroquias de Niévares, San Xusto y Grases, por donde caminaremos enseguida. Más lejos se divisan las casas de Cazanes y, aún más allá, la zona, más montañosa, de la mitad oriental del concejo villaviciosino, por donde pronto también habremos de pasar. En concreto vemos el Monte Cubera, de mágicas resonancias de cuevas con tesoros y celebración de aquelarres, antigua cumbre de pastos cuya máxima altitud es el Picu Altu, de unos 367 metros de altura


La gran cantera de Fuentes, a la derecha de la foto, resalta en el verde de los campos. A la izquierda más cerca Cazanes y La Carbayera Sorribes, solar de antiguos castros y castillos de los que hablábamos ampliamente en el capítulo anterior cuando divisábamos todo el valle bajando del Altu la Cruz. Más a lo lejos aún y también a la izquierda el Monte Agüelle (336 m)


Es paisaje, tan rural y verde, son prados de siega y bosquetes, más algunas pomaradas, como esta que tenemos en estos prados que caen al valle


El antiguo y mítico Valle de Boides de los documentos medievales, nombre vinculado a "bóvidos", ganado vacuno, solar de retiro del rey Alfonso III El Magno, que hizo en Valdediós su palacio


Más a la derecha Les Vallines, por donde iremos entrando en la parroquia de Grases, hacia donde se dirigen nuestros andares



Camino adelante vemos al norte el Monte Illán (354 m), parte de las estribaciones del Cordal o Monte Cañéu, que cierra


Por su ladera discurre la carretera N-632, aquí llamada Carretera del Pedrosu


Grandes monocultivos ocupan los antiguos pastos de la montaña. Allí está el barrio de Sariegumuertu, parroquia de San Xusto (no confundir con el concejo del mismo nombre, en Villaviciosa), lugar también conocido como Sariegumuertu, topónimo que parece relacionado con la antigua existencia de pozos de agua salada (sal-riegu, río salado), en concreto aquí la llamada Riega del Salmorial, que desemboca en el río Valdediós


Y, más en la distancia, Caés


Caés. también parroquia de San Xusto y al lado de la carretera, es un gran mirador sobre el valle


Sus casas se concentran en un rellano en la ladera, sobre los prados. Un poco a la derecha reconocemos la escuela. En medio del barrio fue famoso el Salón de Ángel, donde antaño se celebraban bodas y otras fiestas


Una gran lloreona (laurel grande)


El camino es llano, un buen contraste con las formidables subida y bajada del Altu la Cruz, que acabamos de dejar atrás viniendo del valle del río España


Atención en la siguiente bifurcación


Estamos en La Peña, barrio de Niévares que vemos a nuestros pies: hemos de tomar aquí el camino de la izquierda. Atentos pues siempre ha de haber alguna flecha pero, por si acaso, mejor avisar


El camino se estrecha en este tramo


La Peña, a nuestra derecha


Un hermoso sendero, muy llano


Enormes lloreos (laures), cierran el lado izquierdo


A la derecha, en todo momento, estas encantadoras vistas...


Espesas sebes, los setos silvestres característicos de este paisaje de bocage


La senda es estrecha pero se pasa muy bien...


El musgo cubre las piedras...


Alfombra natural de hojas caídas...


Antiquísimos muros de contención del terreno de la ladera.


Un camino de extraordinaria belleza natural


Un gran abeto destaca por su porte


Más muries, muros de piedras


Avanzamos todo recto


Seguimos la ladera de la montaña, bajo los eucaliptos


Intenso verdor...


Fincas a los lados del trayecto...


Una venerable castañal


El camino pasa encajado entre les sebes. Hay algo de empedrado


Firme natural de tierra y piedra


Otro castaño en nuestra ruta...


Si nos cruzásemos con alguien, casi sería un compromiso ver quien cede el paso a quien...


Pero es una gozada de camino, totalmente intacto a afanes urbanísticos encementadores


Viene ahora una pequeña subida


Pasamos bajo un bosquete de árboles autóctonos


El frescor de los setos, reserva de humedad


La fragancia natural de las sendas camineras


Camino de sensaciones... Camín de Cuadonga


Las milenarias, o varias veces milenarias, piedras de la ruta, siempre a flor de suelo


Más muries, aguantando la fuerza de la montaña


Fijémonos ahora en un detalle visual a tener en cuenta


El viaducto de Grases, en medio del verde valle, bajo él pasaremos para llegar a las primeras casas de Grases


Asoman a la izquierda del viaducto, algunas casas de Grases y, arriba lo lejos, Peñacabrera, frontera con Cabranes


El camino se ensancha y su suelo es aquí, alfombra extendida de verde hierba


Un pequeño recuesto...


Dando vista a la pumarada


Y a alguna de las casas de Sariegu, esparcidas acá y allá bajo El Pedrosu, como la de José Rita


Abajo una pista


Bajamos a la derecha...


Atentos a las flechas...


El camino se humaniza un poco más, ahora es pista de hormigón, pero sigue siendo una maravilla de trayecto


De frente, en medio del recitado Valle de Boides, los montes de Camoca, El Castillu Camoca, solar de castros ástures que vigilaban, desde hace milenios, estos pasos naturales que son los caminos que estamos recorriendo



El viaducto sigue siendo una referencia visual en el paisaje



Hacia él y bajo él caminaremos nosotros para ir a Grases



A lo lejos de nuevo los montes de Peña Cabrera, referencia visual, geográfica e histórica muy a tener en cuenta en nuestro trasiego por el concejo de Villaviciosa, que atravesaremos de este a oeste


La pista inicia una bajada...


De frente Les Vallines y más allá Castiellu Ambás, otro solar castreño


A lo lejos montes de Celada y Valdebárcena, también en la raya con Cabranes


Vemos la figura que el camín dibuja en los campos. Abajo a nuestra izquierda tenemos ahora la finca Ribadal, con sus grandes plantaciones de arándanos en estas fértiles tierras. No en vano, el "Territorio Maliayo" cambió su nombre, como el de la pola o villa allí fundada, La Pola de Maliayo, por el de Villaviciosa, villa abundante y fértil precisamente, en algún momento de la baja Edad Media, como manera de atraer pobladores y colonos


A veces faltan palabras para describir el paisaje, las imágenes dicen, valen mil veces más que ellas...


Cipreses en el Camino...


Guardianes de la "Senda Divina a la Cueva la Santina", bajo ellos pasa el Camino


El hormigón cede aquí el paso al suelo de piedra y zahorra


Es bella y honda la perfecta caja caminera, como dibujada desde el cielo...


Miramos hacia los árboles en todo su esplendor...


Caminamos rodeados de fincas separadas unas de otras por matos y sebes...



Los caballos nos ven pasar: arriba, El Pedrosu y La Cobertoria, topónimo este relacionado con las piedras que cubren, "cobertoria", las "arcas" o "mámulas", con las que se conocía en el pasado los abundantísimos túmulos megalíticos de aquellas primitivas civilizaciones, perdidas ya en la noche de los tiempos, pero que ya caminaban sin duda, por estas sendas tantas veces milenarias...

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Sariegumuertu en la lejanía...



Les Caseríes: Casa Genaro, Casa Luis, Casa Álvaro, Casa Fausto'l Ferrador, Casa Julio...


Una de las entradas a la gran arandanera de Ribadal



La gran plantación de arándanos


Majestuosos carbayos extienden su ramaje sobre el camín, como brazos que quisieran protegernos


El roble o carbayu, el rey del bosque para los celtas, símbolo de la fuerza y la sabiduría, cuyo muérdago era recogido con especial cuidado para sus rituales. De su nombre gaélico druir deriva druida


Sendas filas custodian el sendero sagrado de los "pelegrinos que van ver la Santina"


Otra de las entradas a la finca


Sigue la bajada


El Regatu la Rasa, afluente del Valdediós, riega estos campos...


Carbayos a la izquierda, sebe de escayos a la derecha, y con los pies en la tierra, la tierra del camín.¿qué màs se puede pedir?


Rayos de sol entre las nubes resaltan el color de hojas y campos, casi haciéndolos fuorescentes de tan intenso verdor


Bucólico paisaje rural...


Siguen las filas de carbayos...


Seguimos bajando, muy suavemente, pero en continuo y prolongado descenso


Y allí, al pie del Pedrosu y La Cobertoria, una referencia del arte y de la historia...


Quizás, entre los dos árboles a la derecha de la foto veamos un depósito de agua. Pues bien, un puntito blanco a su izquierda, en el medio mismo de la estampa, es una iglesia


Es la iglesia parroquial de Santa María de Sariegumuertu, al pie también de El Pedrosu


Su estructura es básicamente románica tardía (s. XIII) si bien con espadaña, pórtico, sacristía y capillas añadidas a partir del siglo XVIII. Se supone que en el lugar había otro templo más antiguo, tal vez del siglo IX. Algunas crónicas revelan que aquí pagaban tributos parroquias como Grases, Castiellu, Careñes y Narazana. Fue quemada en la Guerra Civil, declarada Monumento Histórico-Artístico en 1965 y restaurada en 1972 a propuesta del artista y erudito Magín Berenguer. Celebra la fiesta de la Ascensión

De ella escribo en algunos textos, que no "cupieron" en libros míos anteriores dedicados a esta ruta (siempre la falta de espacio en aras de la rentabilidad) de esta manera:
"LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE SARIEGUMUERTU: BAJO LOS MONTES DEL PEDROSU 
 El origen de este santuario se pierde en la noche de los tiempos, se sospecha que primeramente fue un pequeño monasterio levantado en un paraje apartado al pie de estos montes, en un rincón de los valles de la que más adelante sería La Pola de Maliayo (actual Villaviciosa). Esto fue hacia el siglo IX, en plena Edad Media. Estos monasterios no eran necesariamente fundados por ninguna orden monástica, sino por familias religiosas que quisieran acogerse a su modo y manera a la regla monacal de alguna orden piadosa. 
En el siglo XII el primitivo monasterio es centro de una profunda reforma que cambia toda su traza originaria prerrománica para darle forma al edificio que ahora conocemos, de esto románico rural. Seiscientos años depués, acabando el siglo XVIII o a comienzos del XIX, se le añade un nuevo campanario que es el que se conserva en nuestros días. Quemado en 1936 durante las tragedias de la guerra civil, fue declarado en 1965 Monumento Histórico-Artístico por iniciativa de Magín Berenguer, investigador y artista especializado en arqueología y arte asturianos 
Las características constructivas y decorativas, con los dibujos labrados en piedra de esta iglesia rural ,se asemejan mucho a los de otras iglesias románicas de la zona, por lo que paracen obra de un mismo taller o de especialistas de la misma escuela. Santa María de Sariegumuertu es de nave rectangular y capilla cuadrada con tejado de madera y teja, presetando bóveda de la llamada de cañón. La decoración se centra sobre todo en el arco triunfal, en el altar, así como en las portadas de acceso y en el ventanuco del ábside en la parte de atrás. Es en estos sitios donde aparecen los clásicos adornos geométricos en zig-zag, los ajedrezados y los dibujos en forma de ondas tan repetidos en el románico astur y sobre todo en el de Villaviciosa. En los capiteles que sostienen los arcos apoyados en las columnas se ven motivos vegetales, aves afrontadas y cabezas antropomorfas, mui típico todo ello también de este arte que tanto éxito tuvo en el medievo asturiano"

Andamos entre les sebes que separan el camino de los prados colindantes, los Praos del Llivinque, la unión mencionada de las parroquias de Niévares, San Xusto y Grases


Camino que es aquí una verdadera carbayera lineal a ambos lados


Otra vista de Sariegumuertu, Ribadal y El Pedrosu...


Bifurcación: vamos a la derecha...


El sendero de vuelve ya completamente llano


Venerables arboledas, monumentos naturales...


Sin duda son los seres vivos más viejos de estos caminos, y por ello es justo respetarlos


Prados de siega y pasto


Vamos ahora paralelos al Regatu la Rasa, también llamado Pontones que, como nosotros, va hacia el río Valdediós, que nace en el Monte Cañéu


Una preciosa vega, como una pequeña llanura


Un trecho llano y recto en el Camín del Llivinque


Curva a la derecha...


Ya pisamos el llano...


Mágicos carbayos


Curva a la izquierda...


Trayecto en buena sombra...


Y otra larga recta bajo el robledal...


Las inconfundibles hojas de la especie...


Encantadores caminos tranquilos y solitarios, únicamente en alguna ocasión pasa algún todoterreno o algún pequeño tractor Pascualín


Enlazamos con otro camino y continuamos de frente


Los montes de Camoca, ante nosotros..


Curva a la derecha bajo álamo y ciprés...


Matas de helechos


Y los bosques de vegetación ribereña


El esplendor de la naturaleza


Rodadas de tractores...


Altas sebes y matos


La vega del Regatu la Rasa


El boscaje nos cobija...


Y ya estamos a la vista del viaducto de Grases, bajo el que vamos a pasar ahora mismo


Andamos así un trecho más...


Y llegamos a la carretera en Les Vallines


Nos despedimos así del Camín del Llivinque


Y en la carretera (VV-10) iremos a la izquierda


Rumbo al viaducto


Ahora ya no somos los únicos usuarios del camino, atención al paso de vehículos


El Pedrosu a nuestra izquierda, con su carretera, famosa por sus continuas curvas cerradas, ahora con escaso tráfico a cuenta de la autovía, pero antes siempre se formaba una continua caravana. Era célebre por los impresionantes mareos de los viajeros


Arriba estaba antiguamente Casa Gelu, el chigre del Pedrosu, que tuvo estanco y tienda, o Casa Constante, antes de Valeria, así como la Casa'l Cura con su capilla. Abajo está Casa José Rita. Todo en términos de la parroquia de San Xustu o San Justo


Pasamos junto a la finca El Bichi


Y pasamos bajo el viaducto de Grases


Oímos el intenso tráfico sobre nuestras cabezas...



Cruce y de frente, siempre por la carretera


Puente sobre el Regatu la Rasa y curva a la izquierda



Pasamos bien pegados al guardarraíl...


Seguimos por la carretera, a la izquierda en esta bifurcación

Alguien ha pintado como opción ir por la derecha, pero en nuestra opinión obliga a realizar un inmenso rodeo, por lo que mejor sin duda ir, como siempre, unos metros más, por la carretera


Subimos un poco entre estas fincas...


El viaducto queda a nuestra izquierda....


Terminamos de subir...


La carretera serpentea un poco...


Y aquí están Les Quintanes, antesala de Grases


La carretera va a estrecharse al llegar a las casas. Enfrente, encima de Grases, montes de La Felguera, en la vecina parroquia de Camoca


El portón de Les Quintanes


Y su llamativo y artístico buzón





Y el núcleo de Grases, la cabeza de la parroquia. En el libro El Camino de Gijón a Covadonga, escribimos de este tramo:
" Nuestro alrededor es de más plantaciones de manzanos, huertas y prados. El ruido de la maquinaria trabajando es otro de los sones habituales que le ponen la "música-ambiente" a estas largas vegas llenas también de bosquetes y matas de arbolado. Raro es el día que no nos topemos con nadie haciendo labor, "paliando na güerta, cuchando nos praos, esto es, dándole a la azada o fesoria y abonando, o cabruñando y afilando'l gadañu pa dir a le yerba", sembrando patatas o maíz en las erías, cuidando del ganado o llevándolo hacia el pasto o el establo, así como mil funciones más de la hacienda y la casería. Es el duro trabajo del campo, que no conoce descanso ni días de asueto, siempre hay cosas que hacer

 La gente se para a veces a saludarnos y preguntarnos si vamos a Cuadonga, puede ser entonces un buen momento para dar palique con ellos un rato, a ver si saben cuantos pasaron ya en lo que va de día antes que nosotros con las mochilas al hombro y si iban con buen paso o fatigados, o aprovechar para preguntar si el tiempo creen que nos acompañará en nuestra "expedición". Buena oportunidad también para enterarse de si este año ye de fabes o de sidra, o de como están las cosas del campo, si trae cuenta seguir con la casería o vale más dejarlo todo "pa monte y que lo coman los xabalinos"

 Es la charla amena y sencilla de la sabiduría popular propia de la gente de la aldea, con unas inquietudes muy diferentes a las del bullicio urbano, aunque también eso está cambiando a pasos agigantados. No obstante,  siempre hay conversaciones comunes y universales: el fútbol, lo malos que son todos los que salen en la telebasura, la corrupción que todo lo puede, o simplemente poner pingando al gobierno de turno, "los poderosos", mande quien mande"

Entramos en Grases...


Robusta panera sobre la carretera


Poco más allá es donde se estrecha peligrosamente la calzada, entre las casas


Tomemos por ello este camino a la izquierda


Camino que es una calle que atraviesa esta parte de Grases...


Tomamos pues este ramal, que forma un ángulo recto


Así, de paso, podemos admirar la delantera de esta soberbia panerona de corredor, con su vieja subidoria. Atrás Les Quintanes


Y luego avanzar por esta calle


Continuamos entre las casas  y el hórreo


Entre las casas y la carretera, a la que volvemos a salir, se forma una especie de plaza en la explanada en torno a los hórreos


A nuestra derecha la antigua escuela, que fue también el taller de Soto el Carpinteru. A la izquierda al otro lado de la carretera estuvo el Bar Latino


Nosotros cruzamos la VV-10 en este lugar


En Grases continúa en pie una de las señales oficiales de la ruta instaladas en 1997, a iniciativa de la Tertulia El Garrapiellu y con el apoyo del Principado de Asturias


Esta señal nos indica seguir adelante por la carretera, pero aquí me voy a permitir hacer una recomendación, que creo va a merecer la pena: ir ahora por el camino de la derecha detrás de la señal, pasar junto a la iglesia de San Vicente, bajar al río Valdediós y cruzar el puente frente al Molín de Vicente, para continuar enlazando de nuevo con la ruta del Camino Norte de Santiago que va a Gijón/Xixón, que pasa por el monte que vemos enfrente, y seguirla, pero naturalmente, en dirección contraria, a Villaviciosa, librándonos de un buen tramo de asfalto y sin arcenes



En la carretera, sí recomendaría, antes de tomar este camino a la iglesia, ir un momento a conocer la famosa capilla u oratorio de ánimas aquí existente,  un pequeño santuario dedicado a las ofrendas para les Ánimes del Purgatoriu, las almas de los difuntos que no están aún en el Cielo porque tienen que pasar primero por los rigores de purificación de los pecados cometidos en vida. 


Las capillas u oratorios de ánimas son pequeños altares de los caminos, que aunque de distintas formas y fábrica suelen tener características muy comunes, estaban hechas unas de mampostería y otras de madera (de las que prácticamente ya no quedan), podían estar cubiertas y rematadas con carga de argamasa o cemento para dejarlas con sus paredes lisas


Es de planta cuadrada con un tejado a cuatro aguas y tiene en medio un pequeño nicho a manera de hornacina en el que se ve un cepillo para limosnas
                                                       

El oratorio está en muy buenas condiciones y, por las flores y velas encendidas que suele haber en él, se advierte el uso y devoción del que es objeto en nuestros días


 En la pared de adentro hay pintado un Pantocrator con la imagen de la Virgen del Carmen con el Niño a la derecha, así como un Cristo crucificado en medio y a la izquierda el Sagrado Corazón. Debajo de estas imágenes unas figuras humanas se debaten entre las llamas del fuego del Purgatorio.


Vemos entre las llamas un clérigo, hombres y mujeres. Llama la atención su mirada imperturbable


También un obispo, simbolizando la igualdad de todos ante lo divino


La escena muestra la redención de las almas de los pecadores, que es lo que se venera en estas advocaciones  


Siempre se erigían estas capillas en lugares significativos, en los accesos a pueblos, cruces de caminos o cercanías a santuarios, como es este el caso. En ellas se reza por las ánimas y se echan monedas en el cepillo de las limosnas, siempre dentro de un nicho protegido por una reja de hierro o una ventana de cristal

En el interior se representan pintadas escenas de las almas de los condenados al fuego del Purgatorio deseosos de salir del tormento


Preside estas escenas un Cristo, una imagen de la Trinidad, de la Virgen María o de San Antonio. La imaginería popular dibujaba caras de hombres y mujeres, así como de obispos y sacerdotes para simbolizar la igualdad de todos ante la Justicia Divina y a los que el pueblo tenía por grandes pecadores, buscándole ironía al asunto incluso la gente creía ver el rostro de algún vecino o vecina o de determinado párroco conocido, lo que dio lugar a muchas anécdotas y leyendas para criticar un poco a personas y estamentos de la que se "explicaba" la historia de quien y porqué se pensaba que estaba allí retratado


La creencia en el Purgatorio no está aceptada por todas las iglesias cristianas, es más, en el cristianismo más primitivo no parece existir de forma patente esta noción, un lugar en el que las almas de los pecadores que no han cometido pecados mortales se purifican padeciendo las penas del infierno pero no eternamente, solo el tiempo necesario para conseguir la gracia y entrar en el Reino de los Cielos. Existen conceptos parecidos en otras religiones y creencias, aunque no en absoluto iguales iguales: el  barzaj en el Islam y Hamistagan del zoroastrismo


 En el cristianismo son la Iglesia Católica y la Copta las que lo asumen entre sus preceptos más importantes, los primeros basándose en el Antiguo y Nuevo Testamento, entre otros documentos,  y los segundos en los capítulos 6 a 36 del Libro de Enoc. La Iglesia Ortodoxa no cree en el Purgatorio pero sí en la existencia de un lugar en el que las almas, sin estar en el Cielo ni en el Infierno, esperan el Juicio Final, razón por la cual sí se ofrecen rezos por los difuntos y a favor de la misericordia divina. Por otro lado, la mayor parte de las iglesias protestantes lo rechazan, la misma Reforma de Lutero nació contra el cobro y comercio de bulas e indulgencias con la idea de comprar la salvación de las almas después de la muerte y acusa al Purgatorio de ser una invención para engañar a los creyentes, cobrando  entonces especial importancia el concepto de la Predestinación, tan defendido por Calvino, por el que desde la Creación Dios habría decidido quien se salvaría y quien no, por eso cuando nacemos estaríamos predestinados

 Es entonces cuando la Contrarreforma católica revitalizaría precisamente este y otros conceptos contrarios a los protestantes, extendiéndose el culto y veneración a la misericordia divina por las almas de los que no descansaban en paz, con estas capillas y con otras oraciones y ofrendas como las rondas de ánimas que pedían responsos y donativos en favor de quienes padecían el castigo del Purgatorio, con luces y campanillas, por los caminos, de casa en casa...
"Ánimas del Purgatorio
 son las que están a tu puerta
 si nos dais una limosna 
 tendreis la Gloria muy cierta,

¡Ay, ay, ay! que aquí me abraso
 ¡ay, ay, ay! que aquí me quemo
 ten piedad de nuestras almas 
que están pasando tormentos"
  
Hubo teólogos que plantearon, como otros religiosos y místicos, que las penas del Purgatorio se pasaban en la tierra vagando como alma en pena que los mortales no podrían ver a no ser en determinadas circunstancias, lo que explicaría entonces la creencia en fantasmas y otras presencias paranormales que tampoco fueron siempre muy bien aceptadas por las iglesias. En este caso cobra especial interés las apariciones de la güestia, güeste o Santa Compaña, procesiones fantasmagóricas relacionadas siempre con el temor a los difuntos y a las causas que no les permiten descansar en paz. Por ello, su "presencia" hacía que las rogativas, limosnas y donaciones aumentasen, por lo que no dejaban de tener una función extraordinariamente similar a la de los oratorios y las rondas de ánimas


También hay quien ve en estos oratorios restos de religiones muy antiguas, precristianas incluso. Muchos están levantados en cruces de caminos y es allí donde se aparece la güestia, ya que la cruz en realidad además de ser el símbolo cristiano del martirio y muerte de Cristo, representa como elemento sagrado en otras culturas el lugar de tránsito entre este mundo y "el otro", el de los difuntos o "más allá" o "puerta a otra dimensión" y de ahí la aparición de las ánimas en pena en estos lugares y la edificación de estas capillas


Y ahora, desde la capilla, regresamos al cruce para tomar el Camín de la Iglesia


Camino que empieza a bajar justo aquí a la izquierda


Y justo aquí lo tomamos...


El Camín de la Iglesia y El Camín del Molín, en bajada


Iglesia parroquial de San Vicente de Grases, que mira a los castreños montes de Camoca, infestados de ocalitos, y a los altos de Lluera, en La Llomba, al sur de Villaviciosa



Esta es la entrada al Campu la Iglesia: el camino sigue a la izquierda, hacia el río, pero primero vamos a visitarla...



Esta es la iglesia parroquial de San Vicente de Grases, cuya estructura actual es de estilo barroco rural, fruto de las obras realizadas en 1769, si bien sobre un templo mucho más antiguo



Un paseo arbolado nos lleva hasta el santuario


Avanzamos por su muro este...


Nosotros nos dirigimos directamente al pórtico


Y nos encaminamos, primeramente, a la pared del fondo


En aquí donde se localiza, empotrada, la estela de la gentilidad astur de los LUGGONI ARGANTICAENI, los "lugones arganticaenos" pertenecientes a la gens o gente astur de los "lugoni" o "lugones", una lápida que fue descubierta en esta iglesia en el año 1925 por el de aquella párroco de Grases Don Antonio Amézaga en el transcurso de unas obras en el templo


La estela es una piedra labrada de medidas 0.59 x 0,29 que conserva una inscripción escrita se supone en el siglo II d.C. en un momento de romanización avanzado pero en el que aún se conservaban casi intactas todas las tradiciones y creencias de los pueblos autóctonos, junto con formas de organización social, cultural y religiosa


 Se trata en concreto de un ara votiva dedicada a una divinidad local, un dios "Tabaliaeno", lo que podría hacer suponer que esta parroquial de Grases esta edificada en el mismo solar que un santuario o "locus consacratus" de los astures, cristianizado con posterioridad. También es factible que viniese de alguno de los castros localizados en los montes de las inmediaciones, justo enfrente del templo. Al texto le falta una porción de la primera palabra y dice así:
...OVIO TABALIAENO / LVGGONI ARGANTICAENI / HAEC MON POSSIERUN
La traducción podría quedar más o menos en: 
A (...) OVIO TABALIAENO LOS LUGONES ARGANTICAENOS DEDICAN ESTOS MONUMENTOS
La primera palabra, como decimos, está incompleta, al haberse desprendido un pedazo de la piedra arenisca en la que se esculpió. El nombre del dios Tabaliaeno está relacionado con el de persona Tabalus que aparece en otras inscripciones astur-romanas. Los lugoni son los miembros de esa gente o agrupación astur y los arganticaeni la gentilidad o grupo local de esa misma unidad social, de la que su nombre deriva de la raíz "arg""brillante", por lo que serían "Los Brillantes Lugoni" o lo que es lo mismo, "Los Brillantes Hijos de Lug"
   
                                    
Los luggoni. como su propio nombre indica, se consideraban hijos o descendientes de Lug, Lugh o Lugus, divinidad céltica. Sus comunidades se emplazaban en la actual zona central asturiana y en varios lugares de lo que ahora es el norte de León. Al oeste tenían de vecinos a los astures pésicos y al este los cántabros vadinienses y orgenomescos. Aparecen ya referencias a ellos en documentos de la antigüedad clásica y por ellos se sabe que tenían su capital en Paleontium, localidad citada ya en las Tablas Geográficas de Ptolomeo y a la que sin total seguridad se ha querido identificar con el actual Belonciu, en Piloña, a cinco kilómetros al suroeste de L'Infiestu. Bajo dominio romano el centro administrativo pasó a Lucus Asturum, actual Llugo de Llanera, topónimo que al igual que Llugones, Llugás o Lloxu (antiguo Lúgico) conserva el nombre de Lug. Después de la caída del Imperio Romano aparecen mencionados en las crónicas visigodas como roccones, contra los que organizaron diversas campañas militares con el fin de someterles a obediencia con más o menos éxito


¿Pero quien era Lug, ese dios que dio nombre no solo a los lugones sin también a munchos pueblos y ciudades de Europa Occidental?. Lug era el dios principal de los pueblos célticos de La Galia, Iberia, Eire y Albión (Islas Británicas), protegía la autoridad política y se presentaba como el garante de los pactos públicos y privados. Su fiesta se celebraba el día 1 de agosto, el "Lugnasad" o literalmente "las bodas de Lug". No era exactamente un "dios supremo" sino un dios con todas las funciones de los demás dioses, razón por la que se le llamaba "El Múltiple Artesano", pues realizaba las labores de otras divinidades: era héroe y guerrero, carpintero y herrero, artesano y músico, historiador y cuentacuentos, médico y escanciador. Las sagas cuentan que el guardián de la puerta de la sala de celebraciones de los dioses no quería dejar pasar a Lug pues ya había un dios para cada cometido de los que sabía realizar, a lo que Lug respondió que tenía derecho a entrar pues él era el único dios que hacía todas las especialidades de todos y cada uno de los demás... y se le abrió la puerta a la fiesta...

Lug estaba simbolizado en el cuervo y también le apodaban "El de Larga Mano" porque su arma sagrada era una lanza, la cual manejaba mejor que nadie. Fue Lug una especie de "dios de la luz", y es que significa literalmente "luminoso" y es una vieja palabra indoeuropea emparentada con el latín "lux" y el griego "leukos". En relación con esto se contaba que tenía el rostro tan relumbrante que no se le podía nunca mirar de frente, a causa que podía llegar a cegar los ojos del que lo hiciese.

El papel de dios principal de Lug fue cambiado por los romanos a Júpiter pero sus funciones se asimilarían más a Mercurio, según autores que plantean que quedó después cristianizado en diferentes advocaciones según el caso y el lugar, como por ejemplo el Arcángel San Miguel  (arcángel luminoso). Muchos son los topónimos, además de los asturianos antes citados, que mantienen la memoria de este dios, como Lyon, Lugano, Laon, Leiden o Leipzig, antiguas "Lugdunum" o "Ciudades de Lug"


En las paredes del santuario otros elementos muy antiguos, si bien no tanto como la estela votiva


Son dos canecillos de piedra que pudieron pertenecer a una iglesia medieval mucha más antigua, tal vez la que ya fuese mencionada en el comentando inventario del obispo Gutierre de Toledo en 1385-86, tal vez ligada a un olvidado monasterio


Uno está roto, no se aprecia la figura que en él hubiese representada


Y el otro se asemeja a un perro o lobo. Ha sido como la pared pintado de blanco


Volviendo al exterior vamos a ver, en esta pared que cierra el pórtico o cabildo, otro canecillo


Este parece mejor conservado, no ha sido pintado, y se reconoce la representación de un lobo


Las pequeñas orejas puntiagudas lo delatan



Si bien una iglesia llamada "Sanct Vicente de Grasses" ya aparece citada en el Liber Testamentorum ovetense como existente en el siglo X, es tal la posibilidad que se trate de una falsificación varios siglos más tardía, confeccionada por el obispo Pelayo, que se resuelve que la primer mención segura a Grases por su nombre se atribuya a la relación de parroquias censadas por el obispo Gutierre de Toledo en los años 1385-86, donde se lee:
"San Vicente de Grases húsala apresentar padrones herederos, Es abbad della Fernán Suárez, canónigo e capellán. Ha de manso seys días de bues, Los diezmos pártense en esta manera: los dos tercios lieva el dicho abbad e el terçio el capellán. Paga de procuración esta eglesia un quarto. Riende esta capellanía (...) mr.s e la abadía (...)"

Visitados los tesoros históricos del templo volvemos a la travesía andariega



No hace falta seguir necesariamente hasta el mismo portón de acceso: unas escaleras nos bajan directamente al camino, a la derecha


Por aquí volvemos a la ruta


Y seguimos pista abajo...


Pasamos al pie de la iglesia y el cementerio



Y estas son las vegas del río Valdediós, el "centro del gran valle central villaviciosín", el Valle de Boides 


De frente El Castillu Camoca, que guarda el testimonio de los antiguos hijos de Lug


Bifurcación y a la izquierda


Prados de la vega del Valdediós


Terminamos de bajar...


Y llegamos al puente. Al otro lado estaba el Molín de Baxo la Iglesia, o Molín de Vicente, bien estudiado en su día por Rafael Balbín Loredo en su obra Los Molinos de Maliayo, que será otra de nuestras referencias bibliográficas en nuestros andares por los ríos del concejo, que marcan muy especialmente a este camín



Al fondo, el antiguo almacén del molino



Al pasar el puente vemos el río, en verano con poco caudal, más furioso y bravo con las lluvias y en invierno



El hórreo, indispensable para el grano, aislado del suelo y los roedores...



Nada más cruzar, frente al almacén, subiremos a la derecha


Justo en la curva, vemos una de las esclusas de la canal que llevaba agua al molino, para hacer funcionar su maquinaria de la molienda



Básicamente, el agua se embalsaba en una presa o ñora y luego, con su fuerza, empujaba las aspas de un rodendu o rodeznu y hacía girar la muela para moler el grano


Como hemos dicho, subimos a la derecha...


A la sombra de les castañales...


La casa, con una hermosa galería, queda atrás


Poco más arriba llegamos a una cabaña


A su derecha tenemos una bifurcación


En la bifurcación nosotros hemos de ir a la izquierda


Pasamos enfrente de la cabaña...


Y va acabando la cuesta...


Fincas y castañeos...


Aquí vemos unas señales


La cortísima cuesta acaba en este mojón xacobeo, volvemos a enlazar con el ramal del Camino Norte que se dirige a Gijón/Xixón, del que nos habíamos separado al pie de La Torre de Niévares, y que volvemos a encontrar


Nosotros seguimos este camino pero, como antes, en dirección contraria al Camino Norte: nosotros ponemos rumbo a Villaviciosa


Es una pista ancha y muy llana


Prados de La Felguera


La tupida vegetación ribereña, a la izquierda


Una verdadera delicia de camino...


Todo de frente...


En el frescor de la foresta...


El río justo bajo nosotros, al pie de un verdadero acantilado fluvial lleno de árboles...


Ante nosotros el paisaje se abre...


A lo lejos unas casas...


De frente, en un cueto, Maoxu, otro de los barrios de esta parroquia de Grases. A la izquierda la Casa les Neñes o  Casa les Maestrines y lugar de El Pedreru y la Casa Baila. En Maoxu es famosa la casería de Los Caserinos, de productos lácteos, fundada en 1910 y que puede visitarse


Abajo, en el río, está el Molín de la Mota o Molín de Llacones, que forma parte de una quinta, con manzanales, huertas y finca, cuyo edificio principal vemos más arriba, en la carretera


En el molino trabajó Belarmino Villazón, Mino, El Moliñeru Grases, y cuenta con dos molares o muelas girando y moliendo. Era de los últimos que aún funcionaba en Villaviciosa


La Mota, quinta del siglo XVIII con todo el aspecto de un caserón palaciego, magnífico ejemplo de arquitectura tradicional asturiana, portón de entrada amplio y espacioso, con vivienda de luminosa galería, cuadras, panerona y gran corrada


Un poco más adelante vemos la galería del edificio principal, Justo enfrente, otro edificio tiene un corredor dando vista al río, al molino y al camino que comunica con él


Más arriba otras casas


Más arriba, sobre la carretera, la antigua escuela


Y Casa Arboleya


Prado abajo, el Ríu Valdediós se vislumbra ente su arbolado de ribera


Caminamos llaneando...


Vemos las flechas del Camino de Santiago. Nosotros hemos de ir a la inversa


El Camino, muy llano, nos ofrece espléndidas vistas, con Maoxu siempre de frente


Al otro lado del río, oculta por la vegetación de ribera, va la carretera, en dirección a La Venta


Vamos a mirar un momento atrás


Una bella estampa de Grases. Arriba a la derecha asoma el palacio de La Torre de Niévares, bajo la que pasábamos viniendo de Fernandíz, una casa que vemos un poco más arriba en un claro del bosque, por donde viene el camino del Altu la Cruz, en lo alto del cordal, arriba del todo un pco a la izquierda


En Grases reconocemos a la derecha la capilla de ánimas y a la izquierda el antiguo Bar Latino, así como la bajada a la iglesia y al río, por donde acabamos de pasar


Otra vista de La Mota con el río abajo



Al otro lado, como hemos dicho, está la carretera


Avanza el camino por esta ladera que cae al río...


Pasamos una torre eléctrica


Los castaños jalonan el trayecto



En verano, maizales...



Las vacas, siempre atentas a quien pasa, esta vez nos dan... la espalda. Es la hora de los desayunos


Ahora hay fincas a ambos lados...



Nos acercamos a una biesca de árboles autóctonos


Otro buen castaño o castañal



Con sus preciados frutos, envueltos en su caparazón de pinchos, los oricios de les castañes, en la seronda, el otoño o tardíu


En la carretera vemos ahora el barrio de La Venta, memoria de pretéritas posadas y alberguerías para acomodar a los arrieros, artesanos ambulantes, ganaderos, tratantes y pastores trashumantes, gentes que van y vienen de ferias y mercados caminantes y viajeros en general, además de peregrinos que solían echar el freno y descansar o pasar la noche en ellas



Allí estuvo el chigre El Regatín. Ahora hay dos viviendas


Secularmente los peregrinos a Covadonga pasaban por allí, y siguen pasando. Al ensancharse la carretera y haber un tráfico más fluido y veloz existe más riesgo para los peatones, por los que muchos optan por andar también este mismo camino que recomendamos


Un poco más allá otra vista de Maoxu


Maoxu y el camino que lo enlaza con la carretera VV-10



Y ya nos adentramos en la biesca...


No sin antes sentir la fragancia de las rosas blancas...


En el castañéu o castañar el camín empieza a bajar muy poco a poco...


Altísimos árboles cierran a los lados la ancha senda...


Una larga recta en suave pero prolongada bajada...


Helechos...


Y de repente, un alto edificio en ruinas, a la izquierda


Un altísimo edificio,, o lo que queda de él, sus ruinas, que nos sorprenderá


Aquí estuvo la Fábrica de Papel la Esperanza, construida entre 1843-45 sobre lo que fue El Molín de la Barraca, otro de los que trabajaban con la fuerza motriz del agua del río Valdediós


Al lado una construcción muy peculiar


Cuatro pegollos y dos moños o picos... ¿hórreo o panera?


Abajo, en el río, aún puede verse la presa o ñora del molín


Luego estuvieron aquí las instalaciones de la Mantequera Asturiana, antecedente de la que sería la famosa Mantequera de Amandi, que estuvo trabajando hasta los años 30 del siglo XX


Las ruinas, surgiendo de una verdadera selva, son eso sí, tremendamente sugerentes, testimonio de un antiguo esplendor y posterior decadencia


Aquí, sin darnos cuenta ni verlo, pasamos un puente sobre el río


Si la vegetación nos deja podremos ver, a la izquierda, su cauce...


Aquí pasamos el puente sobre el río y vemos mejor la ñora o presa molinera. El viejo molino fue empleado para dar luz a la factoría y al cercano barrio de La Barraca


Pasando el puente tenemos otra vista de la gran pared que mira al río. En su momento el edificio llegó a tener también altas chimeneas


Las grandes ventanas, algunas cegadas, otras cerradas con tablas


Pasado el puente veremos otras dependencias de la antigua fábrica. Antaño algunos vecinos se dedicaban a recoger la leche de las caserías a caballo para traerla aquí


Esta parte está mejor conservada pues pasó a ser casería, con huertas y ganado, y sigue siendo vivienda. El lugar continúa siendo conocido como La Fábrica


Nos asomamos a la verja...


Al fondo, la panera de la antigua casería



Las antiguas cuadras, que también se hicieron aprovechando el edificio fabril



Y así, desde La Fábrica, continuamos ruta


Nos dirigimos a Casquita, donde saldremos de nuevo a la carretera


Casquita, barrio extendido parte en Grases y parte en Amandi, señala la frontera entre ambas parroquias


Arriba a la izquierda, en la carretera, Les Cases de La Barraca, otro edificio de noble antigüedad y de varias plantas, donde vivió Arturo Meré El Madreñeru


Al llegar a la carretera, otro mojón: iremos a la derecha...


Y de nuevo en la VV-10 entraremos en Casquita, paso como hemos dicho de la parroquia de Grases a la de Amandi, a poco más de dos kilómetros al sur de Villaviciosa capital, La Villa, y donde se separan, un poco más allá, dos variantes del mismo Camino Norte de Santiago, la ruta gijonesa, esta por donde venimos nosotros, y la ovetense, que se dirige a la derecha hacia Camoca. Pronto llegaremos al lugar donde se separan esas sendas, frente a la capilla de San Blas


Plantando maíz, en el mes de junio...


La primera casa El Bombé


La carretera es recta hasta las siguientes casas...


Esta ha sido preciosamente restaurada...


Pasamos al pie del corredor...


Casa con jardines a la derecha



Jardín con rosales



Y llegamos a El Improviso, uno de los antiguos chigres, bares-tienda que antaño había en cada aldea


También por aquí iban y venían antaño vecinos y vecinas de todas las aldeas del valle, en dirección a las ferias y mercados de La Villa, con los productos del campo, y dado que era trasiego continuo de gentes había paradas como esta de El Improviso, tanto al ir como al volver


Su situación en el antiguo Camín Rial podría hacernos pensar en que muy posiblemente hubiese existido una venta caminera o similar


La antigua cuadra...


La carretera hace un poco de curva a la derecha, ladeando un cuento


Pasamos un puente sobre el Regatu Mieres, iniciando una pequeña cuesta



Vega del río Mieres y pumarada: miremos ahora al este según subimos


En primer término La Cuesta Valle, en la parroquia de Camoca, por donde va el ramal del Camino Norte en dirección a la ovetense catedral de San Salvador

Más a lo lejos se distinguen las casas de San Pedru Ambás, bajo El Picu Lloses (454 m)

 Arriba a la derecha es La Campa, por donde suben los peregrinos de la ruta ovetense, mayoritariamente siguiendo hacia el fondo del valle, por Valdediós, y otros por San Pedru Ambás hacia Arbazal, por las laderas del Picu Lloses



Picu Lloses, Rasa de Arbazal a su derecha y altos de Valdebárcena a su izquierda


En la distancia vemos ahora los montes de Llanu Ferreru (428 m) y Peña Singla (315 m). Más abajo Reborión y a la izquierda los altos de Bozanes


Llegamos así al siguiente grupo de casas de Casquita, donde termina esta pequeña cuesta


Se termina la corta subida desde el Regatu Mieres...


Y hay incluso un poco de bajada...


Bifurcación y a la izquierda, por la carretera


A la derecha estuvo La Pista. el antiguo y célebre baile de Casquita, hoy en día vivienda: ahí se separan los dos caminos en medio de este valle


Enfrente, en un cruce, está el Llagar El Traviesu, de buena sidra asturiana, fundado en 1943 por Enrique G. Acebedo Carneado



Esta encrucijada es una referencia caminera muy importante


Y es que en este cruce es donde se separan los peregrinos del Camino Norte, unos van a Oviedo/Uviéu, a la derecha, camino de Camoca, y otros vienen hacia aquí, en ruta a Gijón/Xixón. Si los que van a la capital asturiana siguen por el Camino Norte (pueden optar también por el Primitivo), volverán a verse con estos en Avilés, donde se reúnen de nuevo los dos ramales



En este lugar pasamos a la parroquia de Amandi ...


Mirando también al cruce, la venerada capilla de San Blas


Muchos peregrinos hacen un alto en esta capilla caminera, de recuperada romería gracias a una iniciativa vecinal, celebrándose San Blas, también dicho San Bras, el día 3 de febrero


En la portada, con reja de madera, se ha colocado un panel con unos versos dedicados a los peregrinos, Casquita y San Blas, obra firmada por Patty, La Furagaña de la Ría


La fecha, 4 de febrero de 2017


Si podemos, veamos el interior del santuario. Ahora muchas veces podemos encontrar la capilla abierta y al lado un punto de apoyo al peregrino con algún refresco o tentempié. Buena oportunidad para hacer un alto y visitar el lugar


En el interior del santuario un libro de firmas y un tampón para sellar credenciales


Hay varias imágenes, destacando a la derecha por su tamaño la de su patrón San Blas, vestido con hábito de obispo


No nos olvidemos que, a raíz de la tradición que cuenta cómo salvó a un niño de morir atragantado con una espina de pescado, es sanador de los males de garganta y esta es la razón por la que, como en otros lugares, se reparten las célebres rosquillas de San Blas el día del santo, bendiciendo las gargantas


A la izquierda otras dos imágenes. La de la Dolorosa fue donada por la vecindad del cercano pueblo de Poreñu, también en Villaviciosa, con el que Casquita está hermanado


Aquí está el diploma del Premio a la aldea más guapa de Villaviciosa otorgado "a los ocho vecinos de Casquita" por la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa Cubera, galardonando su encomiable labor



Volvemos al exterior y, saliendo a la izquierda, continuamos camino por la parroquia de Amandi





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