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viernes, 8 de mayo de 2020

SENDA DEL RÍO PEÑAFRANCIA: UN PRÓLOGO NATURAL AL CAMÍN XIXÓN-CUADONGA / GIJÓN-COVADONGA (2)

Mapa de la Senda del río Peñafrancia: de La Guía a Deva
Les Mestes unión de los ríos Piles y Peñafrancia
Diversos son los lugares donde podríamos, a nuestro albedrío, comenzar a caminar el Camin Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga. En principio la máxima es que cualquier peregrinación se hace desde la puerta de casa. Desde el casco urbano gijonés varias son las alternativas para dirigirnos a Deva, donde comienza tradicionalmente la ruta. Antaño era común desplazarse en autobús, coche o taxi hasta El Güeyu Deva, nacimiento del río Peñafrancia y comienzo "espiritual" del camino propiamente dicho y su señalización o, de igual manera, hasta el Camping de Deva, tomando el antiguo camín real o Camín de Pión


Otros caminaban por la Carretera Villaviciosa, si bien con bastante riesgo, hasta el citado camping, y otros empleaban diferentes caminos locales por la zona rural gijonesa para dirigirse a la parroquia de Deva. Sin embargo, hace ya unos cuantos años, se ha abierto la famosa Senda del río Peñafrancia, dentro de la red de sendas verdes del concejo, la cual empieza en la rotonda de La Guía, donde antes estaba el famoso Puentín de La Guía, dando vista a Les Mestes, donde el río Peñafrancia desemboca en el Piles poco antes que este llegue al mar


Esto era tradicionalmente Puentín de La Guía, pequeño puente de acceso a la ciudad desde el Camín Real, sobre el río Piles y que dio nombre a un célebre chigre con bolera y merendero que existió hasta el reordinamiento viario y urbano que transformó este lugar como conexión con la Ronda Sur, paso de la Autovía del Cantábrico, que evitó que el tráfico se viese obligado a atravesar el casco urbano de la ciudad, si bien obligó a hacer enlaces y conexiones con ella, tal el que sale de esta rotonda y motivó su construcción


Aquí, mirando a la mesta o unión fluvial, está la escultura Sentimientos, de Manuel García Linares, que forma dos conjuntos, Esta primer escena representa a una mujer, un hombre, y un niño con una bicicleta, mirando al sur, hacia la mesta o unión del Piles con el Peñafrancia


Al fondo un tronco de árbol hueco con unas aves, gaviotas, situadas encima, con las alas extendidas.
Se trata de una de las primeras esculturas de este artista ya consagrado como excelente pintor, nacido en Navelgas, concejo de Tineo, en 1943, quien la realizó por encargo del Ministerio de Fomento para su instalación en el lugar

Enfrente, algunos chalets y viviendas unifamiliares con terrenos de huertas, jardines, frutales. Aquí la rotonda enlace con la autovía hizo desaparecer en 1996 uno de los merenderos más célebres de la ciudad, El Puentín de La Guía, con su campo y bolera en la ribera del Piles, establecimiento fundado en 1923 por el matrimonio de Balbino Suárez y Aurora Trabanco



En principio regentaban un café económico llamado La Puerta del Sol que desapareció al ensancharse el cauce del Piles, según nos informan los investigadores José Luix Carmona García y Luis Arias González en Comer fuera de casa: tres siglos de restauración gijonesa (1700-2000). A raíz de ello alquilaron una antigua fábrica de jabones y reemprendieron el negocio con las grandes novedades de la bolera, la cancha del juego de llave y los concursos de peonza

 En los años 30 ofrecía tortilla española, escabeche, chorizos a la sidra y bocadillos. Al ser un merendero en el sentido genuino la gente podía traer la comida de casa y sentarse en las mesas y bancos junto al río, comprando aquí la bebida, sidra, vino y refrescos. En 1940 y tras fallecer Balbino su mujer siguió al frente del negocio con su hija Aurora


Más a lo lejos es obligado decir que vemos el Estadio de fútbol El Molinón-Enrique Castro Quini, en la gran explanada al otro lado del Piles, un verdadero "santuario" que trasciende a lo meramente deportivo, dada la fuerte implicación histórica y social del Real Sporting de Gijón con la ciudad y con toda Asturias

No están muy claras las fechas de su construcción, su nombre procede de la antigua existencia de un gran molino que funcionaba con el agua que le llegaba a lo largo de una canal  desde el río Piles, pero por reseñas periodísticas en el diario El Comercio se sabe que ya en 1908 se disputaban partidos, haciendo de él el campo de fútbol profesional más antiguo de España. Es campo oficial del Sporting desde el año 1915

 A lo largo de estos más de cien años el estadio fue ampliándose, reformándose y creciendo, en sucesivas ampliaciones, de las que algunas de las más llamativas fueron las acometidas para el Mundial de Fútbol de 1982, y más recientemente las de las obras de los años 2009 a 2011, con nuevas dependencias y un aumento del aforo de hasta 30.000 espectadores



Justo enfrente de la estatua, en la cuña de tierra situada entre ambos ríos y perteneciente a términos de la parroquia de Castiello Bernueces, vemos las instalaciones del Complejo Deportivo de Les Mestes, con su puente sobre el río, su hipódromo y pista de obstáculos, centro de renombradas competiciones internacionales, velódromo, estadio de fútbol americano y rugby, y pista independiente de atletismo


Y poco más allá están las instalaciones deportivas del Real Grupo Cultura Covadonga, justo en la vega situada al lado del Piles. Esta verdadera institución del deporte asturiano fue fundada en 1938, aún en plena guerra civil, y vino acá acabando los años sesenta del pasado siglo XX desde su primitiva sede en el barrio L'Arena, cerca de la playa


Esta es la unión de los dos cauces: el Piles que recibe a la izquierda al Peñafrancia, poco antes de desembocar en el Cantábrico. El lugar luce aquí con todo su esplendor en un cauce ancho y relativamente profundo, con vistosos saltos de agua que caen en cascada a manera de pequeñas presas que forman una bella estampa. Aquí arrancan dos sendas verdes gijonsas, la ya dicha del Peñafrancia y la fluvial del Piles, a la derecha que con diferentes ramales, se dirige al antiguo poblado minero y pozo de La Camocha


Antes, toda la ribera de piedras donde la vecindad acudía a hacer la colada se extendía hasta lo que ahora es el hipódromo y complejo deportivo que vemos al fondo. Al lugar se le llamaba El Requexu y era donde los chavales iban también a bañarse, antes que los cursos fluviales fuesen canalizados, pues a partir de aquí empezaba una zona de meandros y marismas hasta la desembocadura en la Playa de San Lorenzo, ahora canal recto, pero antaño era La Güelga, terrenos de ribera poblados de juncos y cañaverales hasta la desembocadura, atravesando La Ería'l Piles, donde la vecindad iba a por rozu pa estrar la cuadra les vaques, hierbas plantas y vegetación empleada para mullir con algo blando el establo del ganado


Hace poco más de cien años, se aprovechó la llanura de esta espaciosa vega como aeródromo para exhibiciones aéreas, cuando el Círculo Mercantil contrató al aviador francés Leoncio Garnier, quien participaba con su avión en estos espectáculos por toda España (la aviación como tal aún no había cumplido la década de existencia desde que en 1903 los hermanos Wrigth hicieron volar su primitivo aeroplano). El día 4 de setiembre de 1910 empezaron estos eventos aeronáuticos, con importante afluencia de gentes de toda Asturias, pues solamente de Oviedo/Uviéu salió un tren con 21 vagones, al que hubo que añadir algunos más. El precio de la entrada fue una peseta pero problemas técnicos malograron la exhibición. No obstante, al año siguiente se llamó no solo a Garnier, sino a otros dos aviadores, Lacombe y Rankonet, para las fiestas de Begoña, en esta misma pista, esta vez con un gran éxito


Dos años después, el 19 de octubre de 1913, otro aviador, Salvador Hedilla, realiza otra demostración aérea en La Guía, pese al mal tiempo no quiere defraudar al nutrido público que viene a verle y protagoniza su espectáculo aeronáutico. Durante unas piruetas el motor del aparato se para pero logra aterrizar en la teyera o fábrica de ladrillos de Pepe Cuesta, en Ciares, para gran admiración de los miles de personas que acudieron a presenciar su actuación. Hedilla dona sus beneficios a la Asociación Gijonesa de Caridad y la prensa le colma de elogios


Un cuarto de siglo más tarde Les Mestes volvería a ser campo de aviación, pero para otros menesteres menos pacíficos. En plena guerra civil la república habilitó diversos aeródromos en Asturias, en el caso concreto de Gijón/Xixón se hizo especialmente necesario, al ser un objetivo fundamental del enemigo, tanto sus instalaciones portuarias como industriales e incluso la moral civil, ensayándose los tristemente célebres bombardeos de terror que serían la trágica característica de la II Guerra Mundial. Huvo un campo de aviación en El Valle (Carreño) y otros dos en Vega y Les Mestes (Xixón), este último fue la base de operaciones de una escuadrilla de aviones soviéticos "Poliakov", apodados "chatos" por su forma,  que estaban al cargo del general Goriev. El campo fue bombardeado varias veces, así como sus inmediaciones


Alguno de nuestros informantes de Somió, que vivieron aquellos episodios, recuerdan la pericia de una piloto rusa como verdadera "as del aire""la única que valía", y es que de los otros pilotos no se decían buenas referencias sobre su maña con los aparatos, no sabemos si solo por su falta de destreza o porque, como corría el rumor y algo se escribió en su momento, alguien saboteaba los aviones. Sea como fuere lo cierto es que en el verano de 1937, cuando la situación del Frente Norte era desesperada, estos "chatos" hicieron una exhibición aérea para elevar la moral de la población que acabó en desastre, al ocurrir dos desgraciados accidentes, consiguiéndose un efecto desmoralizador totalmente contrario a lo que se pretendía. Los pilotos vivían en los llamados "chalets gemelos", enfrente de El Campu la Guía. En la postguerra los usos de la planicie de Les Mestes dieron un giro completo: desde 1942 fueron sede del Concurso Hípico de Gijón


La Rotonda de La Guía desde la escultura Sentimientos. Más allá está el taller de la Cerámica La Guía, así como al lado el edificio de viviendas en el que estuvo la cuadra de vacas de Rubiera


Cuesta imaginarse cuando, aún no hace demasiado tiempo, esto era zona rural. Bien es verdad que, antes que se canalizase el río Piles


El Puentín se inundaba con crecidas y mareonas, ocasionando grandes problemas para poder pasar de un lado a otro. Hasta furagañes (pequeñas lubinas, morone labrax) se pescaban a veces, pues remontaban la corriente entrando al curso fluvial desde el mar


Por La Guía, Avenida del Jardín Botánico (izquierda de la foto), vienen los peregrinos que siguen el trazado oficial del Camino Norte de Santiago, otros en cambio desde el camping de Deva escogen esta misma Senda del Peñafrancia, pero en sentido inverso, que si bien no es un itinerario histórico, ofrece una alternativa directa y sin tráfico ni asfalto para llegar a la ciudad

Allí al lado de donde estaba la antigua capilla de La Guía, de gran tradición romera y con una advocación estrechamente vinculada a los caminos, estuvieron también la cuadra de Enrique y La Tiendina de Vitorina, que tenía comercio de ultramarinos y hacía espagetis, así como el taller de coches de Piñera


La Guía fue, y sigue siendo, importante zona de ocio y animación. Antigua entrada, o salida, a Gijón/Xixón por el este, paso del Camín Real y entrada de todo tipo de viajeros, mercancías, arrieros, peregrinos, etc. Ello favoreció que las primeras carreteras, como la de Villaviciosa, se trazasen por aquí, llegando luego el tranvía y más tarde el autobús. Desde hace ya bastante más de un siglo abrían numerosos bailes y merenderos, y en la actualidad abren sus puertas no pocos negocios hosteleros, bares y sidrerías principalmente, además de alguna tienda y quiosco


Pasando la escultura, acera adelante, arranca la Senda del Peñafrancia, que vamos a seguir para hacer ruta hacia Deva. Allí arranca la Avenida Justo del Castillo, enlace hacia la Autovía del Cantábrico, otra de las nuevas vías que transformaron el barrio de La Guía


Antaño, antes de la construcción de la Avenida, había prados, huertas y patios traseros de las casas de La Guía, que llegaban al río Peñafrancia ocupando toda la ribera. Hasta la orilla llagaban el baile del Ideal Rosales y El Prau la Vega, también el baile del Jai Alai y la huerta de la Casa l'Estanco


Pero nosotros no vamos propiamente hacia La Guía: tomamos la Senda del río Peñafrancia, paralela en este tramo a la Avenida Justo del Castillo


Aquí dejamos la acera y la avenida propiamente dicha para iniciar la Senda del río Peñafrancia

A la izquierda colonias de chalets en lo que fueron huertos de las casas y bailes. El Ideal Rosales fue, en los años el Tik, famosa discoteca también desaparecida


La senda es muy frecuentada por corredores, ahora llamados runners, caminantes, paseantes, ciclistas... al fondo una referencia muy importante


Es la la llamativa y altísima escultura Hacia la Luz de Francisco Fresno, 22 metros de acero cortén con un trabajo de formas y oquedades que se alzan monumentales en medio de otra rotonda. Pronto pasaremos a sus pies


En este tramo el camino en un sendero que discurre un poco más bajo que la avenida y un poco más alto que el Peñafrancia. Ahora el cauce está canalizado pero antes no era difícil cruzar el río, aprovechando que en varano bajaba poca agua. y colarse en las competiciones del hipódromo para ver los campeonatos de saltos. Los jóvenes vigilaban que no estuviese en ese momento el guardia


A nuestra derecha, en la unión de los dos ríos, hay una isla fluvial con forma poligonal, bien protegida por altos muros y con árboles plantados. Al fondo, en el Piles, asoma el Grupo Covadonga


El río Peñafrancia era antaño denominado río Deva, nombre de la diosa céltica de la naturaleza de la que hablaremos cuando lleguemos al Güeyu Deva, final de esta senda y comienzo del Camín de Cuadonga. El cambio de denominación se produjo a consecuencia de una capìlla bajo la advocación de la Virgen de Peñafrancia, de la que también hemos de comentar algo en su momento, pues está muy vinculada a la Santina de Covadonga


A ambos lados del camino se han plantado varias especies arbóreas que mitigan el ruido del tráfico intensísimo que suele haber en la Avenida Justo del Castillo


Justo del Castillo y Quintana fue un ingeniero industrial gijonés santanderino que se asentó  en Gijón en 1865, participando en numerosas iniciativas empresariales, sociales y culturales, siendo profesor del Instituto Jovellanos, director de la Escuela de Artes y Oficios Nocturnos, accionista y profesor del Ateneo Casino Obrero, propietario del balneario Las Carolinas y defensor de la construcción del gran puerto de Asturias en El Musel, firme muselista en oposición a los apagadoristas que preferían hacerlo a lo largo de la bahía al oeste de la villa gijonesa, por los arenales del Natahoyo y Mar de Pando. Falleció en 1912 y en 1950 ya se había aprobado dedicarle una calle, cosa que no sucedió hasta que se abrió esta avenida en 1989


Vemos la parte trasera de las gradas e instalaciones de Les Mestes


Los árboles floridos en primavera


Ya no se pescan furagañes pero siempre pueden verse muiles (mujiles) coleando y, sobre todo, coríos o patos silvestres


La senda sigue recta a la sombra de la arboleda


En estos campos e instalaciones de Les Mestes, la Tertulia Cultural El Garrapiellu, promotora de la recuperación del camino a Covadonga, celebró en 1996 la primera edición de la Olimpiada Asturiana de Deportes Autóctonos en 1996, que luego se trasladaría al Muséu del Pueblu d'Asturies, en la ribera derecha del Piles, antes de su desembocadura


Sigue así la apacible y llana pista de zahorra


Altas alamedas...


Y prosigue nuestro cómodo caminar por este verdadero paseo en un vergel


La avenida con sus caoches, justo a nuestra izquierda, pero nos pasa totalmente desapercibida


Un verdadero corredor vegetal y verde


Las ramas se juntan unas con otras...


Un verdadero túnel de arbolado...


La senda prosigue dibujando su larga recta


Escaleras de comunicación con la avenida, seguimos de frente


A lo lejos de nuevo la referencia visual de la gran escultura de F. Fresno



A la derecha las instalaciones del Club Hípico Astur, popularmente El Chas, por sus iniciales



Inconfundible por su caballo de Troya, hecho en madera


Hacia la Luz... y el camín


Señalización de su rotonda y enlaces con la autovía, de frente, Viesques a la derecha, y el Hospital de Cabueñes y Santander por la N-634, lo que era la Carretera Villaviciosa y antigua Carretera de las Cinco Villas


Espesos matorrales


También en las riberas...


Ante nosotros el túnel bajo la Avenida de Albert Einstein


Oímos las rodadas de los vehículos sobre nuestras cabezas...


La senda pierde su recta: una leve curva a la izquierda...


Y a nuestra izquierda vista de la otra cara de la escultura, cual verdadero monolito


Ahora otro túnel, este bajo la dicha Avenida de Justo del Castillo y Quintana


Césped muy bien cuidado


Barandillas de madera...


Graffitis


Arte pictórico


Salimos del túnel


A nuestra izquierda, más allá de avenidas y rotondas los chalets de la Urbanización La Guía


El boscaje nos oculta ahora el río


Allí, al pie de los chalets, está el Parque de las Victimas del Terrorismo, inaugurado en 2008


Es otra de las confluencias en la tan transitada rotonda


Ahora un poco de subida


Apenas una leve cuesta...


Pero la suficiente para  estar al nivel de la calle


Filas de árboles a los lados...


Es la gran explanada del Campus Universitario de Gijón, en términos que dan paso, dentro de esta parroquia de Somió, al barrio de Foxanes


El campus se construyó en terrenos de las parroquias gijonesas de Somió, Cabueñes y Castiello. Por proximidad geográfica ha sido mal llamado no pocas veces Campus de Viesques, cuando ninguna de sus instalaciones está en este barrio, del que dista unos dos kilómetros


A lo lejos, más allá de la explanada, se reconoce a la izquierda el merendero La Casina, en la Avenida del Jardín Botánico-Carretera de Villaviciosa


En medio de la explanada destaca, ante nosotros, el edificio de la Escuela Superior de Marina Civil


Más antiguamente, las tierras pertenecían al Conde de Revillagigedo, cuya casa veremos en Deva, y había caserías, donde ahora se emplaza la popularmente conocida como La Escuela Marina estuvo Casa Miguelón, y en la zona estaban también Casa Obdulia y Casa José Antonio


En la posguerra estos terrenos, y una gran extensión de llamado valle de Cabueñes, fueron adquiridos por la Fundación José Antonio Girón para formar parte de la Universidad Laboral, una iniciativa tendente a hacer equivaler las enseñanzas profesionales a las universitarias, la cual pasó por diferentes fases según los vaivenes políticos y sociales del régimen de Franco


De frente, una larga fila de edificios pertenecientes también al campus, sobre ellos asoma el Monte Deva, monte totémico del que también habremos de hablar bien pronto, otra referencia geográfica que indica para donde van encaminados nuestros pasos


Ahora vemos, a la derecha de la Escuela de Marina, La Torre, la grande, altísima y emblemática torre de la mencionada Universidad Laboral


Con sus 130 metros de altitud es el edificio de piedra más alto de España y dispone de un impresionante mirador. Al lado la inmensa cúpula que guarda la iglesia, con un peso de unas dos mil trescientas toneladas que descansan sobre veinte pares de nervaduras de ladrillos cruzadas entre sí, las cuales aguantan por la estructura sin precisar columnas. La altura de la cúpula desde el suelo hasta el arranque de los arcos es de 25 metros, y de 33 hasta el centro del óculo. Se emplearon para hacerla 450.000 ladrillos cocidos en León y, a causa de haber cedido ligeramente, el óculo no es capaz de iluminar el centro de la iglesia


Se atribuye a la iglesia ser realmente el elemento más espectacular de la universidad, popularmente llamada La Uni, o La Laboral, Se trata del edificio de planta elíptica más grande del mundo y una superficie de 807 m2


El Camino discurre por este verde prado, un tanto separado del río ahora


En el campus, la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, la Escuela Politécnica de Ingeniería, y la Escuelas Universitaria de Enfermería de Cabueñes, la de Relaciones Laborales y la de Trabajo Social.


Por aquí volvemos a acercarnos al río Peñafrancia


Vemos también las canchas deportivas del campus...


Un poco de ligera bajada...


Y ya estamos de nuevo en la orilla del río, tapado por el boscaje. Al otro lado, en términos de la parroquia de Castiello,  la parcialmente cilíndrica estructura que tanto caracteriza a la Escuela Politécnica de Ingeniería, que sigue siendo conocida popularmente como "Ingenieros" o "La Escuela Ingenieros", a veces, como no, también llamada "de Viesques", pese a no estar en Viesques, aunque sí es la parte más cercana a este barrio de todo el campus universitario


Cruzamos la calle Blasco Garay, científico espalol del siglo XVI. Un paso de peatones nos da sobrada preferencia pero estemos muy atentos, en ocasiones hay bastante tráfico, a veces incluso veloz


De nuevo, en la misma orilla del río...


Avanzamos hacia este bosquete


Ahora cruzamos otra calle, la Campus II


En la otra orilla no veremos lo que queda del antiguo Molín de Castro, uno de los que molían antiguamente con la fuerza del agua del Peñafrancia


Un caballo nos observa desde las fincas de la otra orilla


El camín va dejando atrás las zonas pobladas y se adentra en los bosques de ribera


Estamos en uno de los paisajes más característicos de esta senda del Peñafrancia


Seguimos en Somió, barrio de Foxanes: al otro lado del río es la parroquia de Castiello, o Castiello Bernueces


Curva a la derecha...


Seguimos el curso del río, los también característicos meandros del Peñafrancia, que se forman en este tramo a la sombra de la arboleda ribereña, con muchos salgueros


Los coríos silvestres, en este caso tres machos, fáciles de conocer por el intenso color verde oscuro brillante de su cabeza, con su collar blanco natural además, alrededor del cuello


Una baranda de madera nos separa del río...


Otro meandro. Antaño se pescaban reos y truchas




Enlaza con esta una senda que baja a la izquierda desde el campus


Pasamos bajo los altos edificios de las escuelas universitarias


Edificios que tapa parcialmente una plantación de altísimos eucaliptos


El camino es llano y así será durante un buen tramo, solo habrá alguna leve y corta subida un poco más adelante


Las torres del campus sobre nosotros


Un raitán o petirrojo nos ve pasar...


Suele haber siempre bastante hojarasca por el suelo


Un pequeño terraplén nos separa del campus


Siguen los tramos de barandillas


El río, abajo a nuestra derecha


Todo de frente en esta hermosa sombra...


El camino se ensancha...


Una preciosa selva...


Inmersos en la naturaleza


Llegamos a una bifurcación


En en principio indistinto ir por la derecha o por la izquierda pues ambos ramales se unen un poco más allá, si bien a la derecha el camino sigue llano y sin necesidad de subir


Así continuamos bajo los árboles de la ribera


Troncos venerables


Deva, topónimo antiguo y original del Peñafrancia, es nombre de origen céltico, que denomina una diosa de la naturaleza de raíz indoeuropea, la Gran Diosa Madre que da la vida, simbolizada en las aguas y el nacimiento de los ríos. Esta Diosa Madre de la Naturaleza (agua es germen de vida) quedó cristianizada en la advocación a la Virgen María, pues según el cristianismo es también una Gran Madre del género humano


La adoración a Deva es un ejemplo de la veneración y el respeto de las antiguas culturas para con el entorno natural que hace posible la vida y de la que el agua es el principal fundamento. No es de extrañar que un elemento fecundador y femenino como es el agua quedase divinizado por un ser también femenino, Deva, y este fuese con el tiempo transformado o asimilado a nuevo nombre, aunque no de función, cuando una nueva religión se superpone a las anteriores. Tanto el río como su nacimiento en El Güeyu Deva (ojo del Deva), portan esta etimología, que también pasó a la parroquia y a la montaña


Hallamos Deva en numerosos topónimos, como la Isla la Deva casi enfrente de la desembocadura del Nalón, el río Deva que nace en el Monte Auseva en Covadonga, al otro lado de los Picos de Europa, o la parroquia de Deva, en Gijón, nombre antiguo de su río Peñafrancia, pero hay muchas más desde Europa hasta la India y entre ellos destacamos en Galicia el río Deva en Pontevedra, Deba en el País Vasco, que también denomina a un río y a una villa, el Deventer en Holanda, la ciudad de Devon y Devonshire en Inglaterra, las Divonna de Francia, Diviciacos, famoso druida galo; el Dvina, río de Rusia y Letonia, la Diva de los persas y un larguísimo etc que sería harto prolijo enumerar. También este culto a Deva parece estar muy emparentado con las creencias en los seres femeninos del agua y las cuevas que existen en la mitología de todas las culturas y que en Asturias están representados por las  xanas, que se aparecen en fuentes, ríos y lagos


En verano, la buena sombra arbórea alivia del calor y filtra la luz, siendo parajes de umbría, aún entonces reservas de humedad, incluso en las temporadas de la seca o sequía. El otoño, la seronda, viene a ser como una segunda primavera pues muchos árboles dan sus frutos y se mudan, en su manto antaño verde, a colores amarillos, ocres, pardos, rojos... como pintados por la paleta de un artista, tiñendo también el suelo de esa policromía, al desprenderse de su hojarasca


En verano, la buena sombra arbórea alivia del calor y filtra la luz, siendo parajes de umbría, aún entonces reservas de humedad, incluso en las temporadas de la seca o sequía. El otoño, la seronda, viene a ser como una segunda primavera pues muchos árboles dan sus frutos y se mudan, en su manto antaño verde, a colores amarillos, ocres, pardos, rojos... como pintados por la paleta de un artista, tiñendo también el suelo de esa policromía, al desprenderse de su hojarasca.


El bosque parece abrirse a un gran claro


Aquí vuelve a este el camino paralelo que en la bifurcación anterior subía un poco: nosotros vamos a la derecha


 Son las instalaciones del Campo Municipal de Golf  El Tragamón. construido en 1994 en estas fincas que, como hemos dicho, fueron terrenos del Conde de Deva adquiridos para la Universidad Laboral cuya torre volvemos a ver al este


Habríamos de decir que los azulejos que recubren el interior de La Torre, como siempre se la ha llamado, son de Talavera de la Reina, todos pintados a mano y diferentes entre sí


Nos dirigimos al puente sobre el Peñafrancia


Aquí dejamos la parroquia de Somió y entramos en la de Castiello


Seguimos bordeando el campo de golf


En medio del campo de golf, restaurado y ampliado con nuevas dependencias, el antiguo Molín de Sarafín, escrito así, con "a", Sarafín, otro de los que molían con la fuerza del agua embalsada del río Peñafrancia, que llegaba a él por unos canales


A la derecha de la foto es el molino propiamente, que se ve tenía dos molares pues hay dos ojos, por donde bajaba el agua con fuerza haciendo girar el rodendu o rodeznu que movía la maquinaria y hacía girar las muelas de piedra


Aquí vamos separándonos del río. A nuestra derecha, entre los matorrales, baja el Regatu Samiguel, uno de sus afluentes



El hórreo, restaurado, donde antaño se almacenaba el grano...


Pasamos junto a la entrada al antiguo molino...


Y aquí está la Fuente'l Manolillo, donde muchos se detienen a hacer un alto en esta zona de descanso.

La fuente antigua estaba unos metros más, desapareciendo con la Autovía del Cantábrico


Un lugar encantador para detenerse un instante antes de iniciar una subida


Luego llega una de las pocas subidas de la Senda del Peñafrancia


Seguimos bordeando el campo de golf


Y en un par de zancadas llegamos enseguida a la Carretera'l Tragamón o Carretera La Isla


Volvemos a llanear ante los muros de la Quinta la Magdalena, que da nombre al lugar, La Madalena


Contemplamos, ahora desde lo alto, el campo de golf


El río, abajo a la izquierda, más allá del campo. Lo identificado por la línea de árboles


Seguimos caminando, paralelos a la carretera


Al otro lado del alto muro asoman las construcciones de La Madalena: la casa y la capilla


Por lo que se ve en su nave, canecillos y ábside, la capilla imita el arte románico. Esta dedicada naturalmente a María Magdalena


Por aquí llegamos a otros edificios y dependencia del campo de golf


A la izquierda las oficinas


De frente una panera


A la derecha, el portón y mansión de la Quinta la Magdalena


Pasamos junto a la panera


Y luego bajo este tendejón, improvisado refugio tantas veces cuando caen bastiazos, fuertes lluvias repentinas


La Cafetería El Tragamón


Los aparcamientos


Entrada principal al campo El Tragamón. Atentos a las entradas y salidas de vehículos


Cruzamos y seguimos por la senda


El seto no separa de la carretera. Al otro lado las antiguas explotaciones agropecuarias de La Magdalena


Otra gran explanada de aparcamientos


La Torre, con su largo pararrayos, asoma sobre el bosque de ribera


Con prismáticos, llegaremos a ver bien la hora que es, marcada en sus relojes


A la derecha la magnífica entrada en forma de arco al Llagar El Duque, famoso por su sidra y sus espichas, fiestas gastronómicas con sidra escanciada del tonel


Admiramos la entrada al magnífico llagar, reformado en 2005. Todo el entorno es un gran jardín


Más explanadas y más aparcamientos


Este es el del campo de fútbol del  Club Deportivo Arenal


A la derecha la Urbanización El Tragamón. El abandono del campo y las labores ganaderas ha propiciado que las grandes fincas de pasto de antes fuesen vendias, parceladas y urbanizadas


Entrada al terreno de juego


El campo a la izquierda


Escudo del Arenal


Seguidamente otro campo, el de la Escuela de Fútbol El Tragamón


La pista sigue así recta


Seto a la derecha y alambrada a la izquierda


Área de descanso


Vemos el otro campo


Y entramos en la parroquia de Cabueñes por el barrio de Cefontes


Avanzamos todo recto


Y llegamos al muro de la parte más protegida del gran bosque y robledal de la famosa Carbayera'l Tragamón, integrada actualmente en el Jardín Botánico Atlántico de Gijón, cuya entrada principal está enfrente de la Laboral, en la Carretera Villaviciosa


El Jardín Botánico se inauguró el 25 de abril del año 2003, tras un concurso internacional convocado por el Ayuntamiento, y se dispone en cuatro entornos diferentes, el Cantábrico, la Factoría Vegetal, el Jardín histórico de La Isla, antigua quinta de la que hablaremos seguidamente, y el Itinerario Atlántico, dispone del molino y quintana de Rionda, cafetería, centro de recepción y otras numerosas dependencias y detalles, entre los que se encuentran la antigua caseta de baños de la mansión y alguno de sus primitivos ingenios hidráulicos

Son 250.000 metros cuadrados de los que  buena parte eran del antiguo patronato de la Universidad Laboral y de la Quinta La Isla, siendo el primer jardín botánico del noroeste de España y el único especializado en vegetación y flora atlánticos, con más de 30.000 plantas de 2.000 especies diferentes. A lo largo de todo el año se ponen en marcha todo tipo de actividades dirigidas al público, cuenta con numerosas publicaciones, acoge presentaciones, conferencias y dispone de una Asociación de Amigos del Botánico fundada en el año 1999.


Al otro lado de la carretera vemos la Finca El Tragamón, donde está la Champanera de Villaviciosa, fundada en 1921, con su llamativo edificio histórico, verjas, palmeras


En este momento el inmueble está abandonado


La finca nos sirve de referencia


Aquí la senda cruza la carretera, siempre prestando cuidado y atención


naves de almacenamiento, emblemática industria sidrera que, como El Duque, hace de este paraje y sus contornos sinónimo de sidra y llagares


La señalización confirma nuestra ruta por el Camín del Tragamón. A partir de aquí hay un buen trecho de caminos y carreteras vecinales donde pasan vehículos: precaución al caminar


Esta parte del Tragamón, más humanizada, abierta y no incluida dentro del cercano jardín botánico, es conocida como La Carbayera los Maizales por su proximidad a un famoso merendero que funcionó hasta no hace demasiados años al otro lado del camino y que a la vez recogía el nombre de una zona que, tiempo atrás, era toda un campo de maíz


Parece ser que algunos retazos de corteya, cortezas que asoman del suelo, son la señal de lo que queda de viejísimos carbayones milenarios que aquí existieron


Más allá del Tragamón asoman los árboles de la Quinta la Isla, que fuese del industrial Florencio Valdés Menéndez, mecenas y emprendedor, nacido en 1836, de numerosas iniciativas de hondo calado para la ciudad de la que llegaría a ser alcalde (fundador del periódico El Comercio, impulsor del tranvía de Somio), así como el área de El Molín de Rionda, uno más de los molinos que trabajaban con el agua del Peñafrancia, el cual, con sus almacenes, panera y otras dependencias ha quedado integrado del Jardín Botánico uno de los espacios verdes y expositivos que más se han hecho en los últimos años con el cariño de vecinos y visitantes


Los Maizales es la parte más humanizada de La Carbayera'l Tragamón, se trata de un paraje empleado tradicionalmente como lugar de asueto, ocio y esparcimiento


Los Maizales tiene una gran importancia dentro de la historia de la Transición en Asturias, pues desde los años 70 del pasado siglo XX se celebraba aquí el Día de la Cultura, al principio en plena dictadura,una gran romería con fiesta y música en la que se reunía prácticamente toda la oposición al régimen


En estos campos cantaron Víctor ManuelAna BelénNuberuRosa LeónCarlos Rubiera y un ciento de artistas comprometidos en una celebración en la que estaban representados todos los partidos de izquierda, creándose un ambiente muy proclive para que se encontrasen muchos protagonistas que fueron indispensables para el nacimiento y formación de los nuevos movimientos sociales y políticos que consiguieron estar en primera línea con la definitiva caída del franquismo y la llegada de la democracia


Su gran promotor fue Óscar Roza Riera, natural de Cimavilla pero residente la mayor parte de su vida en El Natahoyo, donde participaba activamente en la sociedad cultural que llevaba el nombre de este histórico barrio obrero. Ilusionó a sus compañeros con la idea de una fiesta donde tuviesen cabida todos los colectivos sociales que estaban aglutinando nuevas formas de organización y trabajo fuera del aparato de la anquilosada y moribunda dictadura y sus organismos


 El primer Día de la Cultura fue el 10 de septiembre de 1972 en esta misma carbayera, su éxito fue tal que pronto se adhirieron otras asociaones, durando hasta 1984. Hubo un intento de recuperarla recientemente pero este no fructificó


La Carbayera'l Tragamón fue declarada monumento natural en el año 2003 y además de carbayos hay también castañales


Algunos de estos árboles llegan a los 500 años de antigüedad, otros son ejemplares de entre 250 y 350 años, aprovechados tradicionalmente para leña y actualmente protegidos después de muchos años de abandono y vandalismo


Realmente no se sabe a ciencia cierta si son parte de una carbayera más antigua y mucho más extensa o si son árboles más o menos aislados que crecieron en este lugar, aunque de buena parte de los actuales sí que hay testimonios que señalan que fueron plantados por mano humana entre los años 1600 y 1750.


Hubo talas hasta 1905, muchos árboles desaparecieron ese año y también en las grandes cortas de los siglos XVIII y XIX


Se sabe que en siglos pasados gran parte del actual concejo gijonés era un inmenso bosque de carbayos


El roble era en la sociedad céltica símbolo del poder de la naturaleza y era considerado el rey del bosque. El muérdago o arfueyu que en él crecía se cortaba con una hoz de oro había de cogerse con un paño y no dejarlo caer al suelo. Se trata de un símbolo mágico, curativo y medicinal basado en esta planta parásita que se alimenta de la savia del árbol, esto es, literalmente de su sangre. La esencia misma del árbol


No deja de ser un casi imposible tabú pues el oro en sí mismo no tendría fuerza para cortar nada, aunque sí podría ser cobre, metal también dorado y lleno de resonancias mitológicas, o bien un baño de oro sobre otro metal


Seguimos de frente, hacia un cruce. Caminamos hacia los portones, donde era Casa Dimas


Aquí está una de las entradas a una finca que fue adquirida para uso y disfrute público, añadida al gran espacio verde de El Tragamón. Llegados al cruce tomamos el camino de la derecha


Sigue este siendo el Camín del Tragamón, donde pisamos asfalto y pasan vehículos frecuentemente


La antigua entrada a la finca


Bancos de madera y lo que parece un tejo joven plantado hace poco


Quintas asomando a lo lejos


Pasamos junto a la Jardinería El Tragamón


Vistosos frutos de intenso color rojo


La nota más colorista de la naturaleza


Seguimos todo el muro de la finca La Roca


Llegamos a un cruce, viendo de nuevo al fondo el Monte Deva


Y seguimos a la izquierda


Atención a las señales


Seguimos en el Camín del Tragamón, con el Monte Deva (424 m) a lo lejos, orientando nuestros pasos


Y llegamos a la finca de Casa Rubiera o Antón de Medero


Un poco de cuesta


Admiramos la pumarada de la finca. A lo lejos los altos de La Corolla y L'Infanzón


Allá de los pumares la Casa'l Chuchu, a donde nos dirigimos


Otro poco de cuesta, junto al vallado. En la finca varios frutales


Plantación de platanales


Y los plátanos, con la planta que parece esbozar una sonrisa o una carcajada


Estos frutos, no comestibles, son ornamentales, como su planta


Cruce y a la izquierda


Vemos el hórreo


Y pasamos frente a la quintana de Casa Antón de Medero, Casa Rubiera


Figar o higuera


Pasamos a la altura de Casa Inocencio, en la finca a nuestra derecha


Y en la bifurcación bajamos a la izquierda por el Camín del Pozón


Aquí está la Casa'l Chuchu, que veíamos antes desde atrás


Bajando, pasamos junto al hórreo. Tras él, asoma La Laboral...



Admiramos una grandiosa vista del valle de Cabueñes, valle del río Peñafrancia, hacia cuya orilla reemprendemos el regreso


Si nos fijamos podremos llegar a divisar desde aquí el Hospital de Cabueñes, no muy lejos de la Universidad Laboral, gran centro sanitario que, como todo en este valle, está relacionado con la antigua fundación universitaria, pues se ideó en principio como un hospital para los alumnos de La Laboral, erigiéndose en una finca de Manuel Tuya, donde al no haber agua, se llevaba en toneles desde el barrio de La Pontica, para hacer la pasta de cemento


Actualmente el Hospital de Cabueñes es centro asistencial del SESPA, Área V de Asturias (Xixón, Villaviciosa y Carreño) y está asociado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo


Según bajamos veremos más importantes referencias históricas y geográficas


En la distancia la Quinta Duro, antigua casona señorial con casería, del siglo XVIII, adquirida en sus tiempos por Pedro Duro, el gran pionero de la industrialización asturiana, fundador de la empresa Duro y Compañía en 1867, la Fabrica La Felguera, después Duro Felguera


En nuestros días es hotel rural con jardín inglés


A la izquierda, prácticamente oculta por la maleza, es la Quinta Velázquez Duro, en la finca La Castañal, comprada por Velázquez Duro, primer Marqués de La Felguera, en 1893 por 52. 500 pesetas. Estaba casado con Dolores Fernández Duro, nieta de Pedro Duro, y su titulo le fue otorgado por Alfonso XIII. Además de continuar su labor en Duro Felguera, fundó las empresas Tornillería del Nalón y Fábrica de Ladrillos Refractarios

Vivió en ella el aeronauta Jesús Fernández Duro, nieto de Pedro Duro, famoso por sus viajes y travesías aéreas, fundador del Real Aero Club de España y nieto del empresario Pedro Duro.


Termina la bajada del Camín del Pozón


Prado arriba a nuestra derecha Casa Valentín Arce


Llegamos a la Carretera Santurio: vamos a la izquierda


Puente sobre el Regatu Santurio. Un arcén guardado por postes protege a los peatones


A la derecha el cierre de la Urbanización Quinta de Cabueñes



A la izquierda La Caleyina


Y el altísimo seto de La Mata


Aquí volvemos a la senda, paralela a la carretera


Las extensas vegas del Peñafrancia, en el valle de Cabueñes


Y en medio del valle, la omnipresente Universidad Laboral...


Como consecuencia de un gravísimo accidente en el que fallecieron ocho mineros de la Cuenca del Caudal en 1946, las autoridades ponen en marcha, en plena postguerra y auspiciadas por el subsecretario del Ministerio de Trabajo, Carlos Pinilla Turiño, un Orfanato Minero para hijos de trabajadores de la mina muertos en accidente, creándose como Fundación José Antonio Girón, entonces ministro de Trabajo, con un capital de 1.500.000 pesetas


La primer idea era que fuese una residencia con huerta, talleres, granja y canchas deportivas, para ello se compraron en este valle 1.544.572 metros cuadrados de terrenos, 381.551 con trámite de expropiación forzosa. Algunas de las caserías que desaparecieron fueron Casa'l Roxu, Casa Joselón, y Casa Portielles, donde estaba el pozo al que iban a por agua vecinos y vecinas de los alrededores


El lugar estaba bien situado, próximo a Gijón/Xixón y comunicado por la carretera de Villaviciosa, pero los habitantes del valle al principio quisieron oponerse, pese al peligro que entrañaba enfrentarse con las autoridades del régimen vencedor de la guerra civil: recibieron una notificación del Ayuntamiento en la que, sin aparecer la palabra "expropiación" se les decía que tenían que abandonar sus caserías y que se les iban a pagar 6.000 pesetas por cada día de bueyes. Había casas, huertas, pomaradas y pastos y aquel precio les resultaba injusto. Se unieron, tuvieron reuniones e incluso provistos de trientes y otros aperos de labranza se concentraron  en la zona de la Pecuaria de Somió para que los topógrafos no saliesen a medir el terreno. Aunque la Guardia Civil vigilaba no llegó a intervenir y los vecinos tuvieron finalmente que vender sus tierras, pero en unas condiciones más ventajosas. Los que más aguantaron llegaron hasta las 35.000 pesetas por día gües, aunque pocos pudieron ver todo el dinero pues no eran los dueños sino los llevadores de las fincas y caserías


De esta manera en 1946 arrancan unos trabajos que durarán una década, encargándose el proyecto a un equipo de arquitectos dirigido por Luis Moya Blanco y entre los que estaban su hermano Ramiro, José Marcelino Díaz Cantelo, Pedro Rodriguez de la Puente, Enrique Huidobro Pardo, junto con los mejores especialistas de la época en escultura, pintura, mosaicos, jardinería, ingeniería agrónoma, etc. Pero luego los vaivenes políticos y sociales harían variar la filosofía con la que nació el centro, al anunciar Girón en abril de 1950 la creación de centros de formación para hijos de trabajadores, a similitud de la Universidad del Trabajo Paul Pastur de Charleroy, en Bélgica


 De Orfanato Minero el edificio pasaría entonces a ser la primer Universidad Laboral de las creadas en España. Las primeras obras constructivas empezaron en 1948, los primeros alumnos llegaron en 1955 y los trabajos finalizaron el día 25 de febrero de 1957, al ser cesado Girón y reemplazado por Fermín Sanz Orrio, quedando pendientes entonces el remate de algunas labores. Tras un primer rectorado de Valentín García Rodríguez, amigo de Girón, la Compañía de Jesús estuvo al cargo de las clases y la dirección, la intendencia fue para las monjas Clarisas y en 1978 esta dirección y enseñanzas pasaron a personal docente de las Universidades Laborales


Los primeros alumnos del año 1955 estaban relacionados principalmente con la Construcción y otros a las Artes Gráficas. En 1956-57 llegó la Formación Profesional, Bachillerato Laboral y Peritaje Industrial, en 1972-73 BUP, COU, Pre-Cou y Ciencias de Formación Empresarial, luego en 1975 vino la Formación Profesional de Primer y Segundo Grado y en 1976-77 es Centro Asociado a la UNED

 Actualmente sus dependencias albergan entidades como Laboral Ciudad de la Cultura, Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, sede de la multinacional ThyssenKrupp Elevator, Televisión del Principado de Asturias, y otras iniciativas


Desde la senda destaca su figura de superficie alargada, Luis Moya quiso que la entrada estuviese en la parte más alejada de la ciudad (a la derecha de la foto, para que el conjunto fuese contemplado en su integridad por todos los que accediesen a él, pero es la altura de su torre la que causa más admiración, imitando a la Giralda de Sevilla es el edificio más alto de Asturias y el más alto de España en piedra, disponiendo de ascensor hasta el mirador en ella ubicado, también vemos la inmensa cúpula de su iglesia, la más grande del mundo en planta elíptica como hemos dicho, y la torre-puerta, ente otros de sus espectaculares elementos constructivos


Entre nosotros y la Universidad Laboral se alza la Casona los Cifuentes con la capilla de Nuestra Señora de la Corrada


Popularmente conocida como Capilla la Corrada (corrada es el espacio enfrente de la casa campesina) es del siglo XVI, aunque por su fábrica no se descarta que pudiese ser parte de una fundación medieval más antigua


La capilla formaba parte de La Casona los Cifuentes, una quintana hermosa, con vivienda restaurada, paneras, y cuadras, todo ello con escudos y blasones de esta estirpe, originaria de este valle y en concreto de este barrio de Cefontes, con el que está vinculado su apellido, "cien fuentes"...


Según contemplamos La Laboral y su entorno seguimos avanzando por la Senda


Más a la izquierda, junto a la Quinta la Isla, otro llagar: el de Sidra Gil


El Campu l'Horru, Casa Ana y Casa Mari Paz, antigua Casa los Torrexones, en el lugar llamado El Campu l'Horru, no muy lejos del famoso llagar y sidrería de Casa Segundo




Volvemos a salir a la Carretera Santurio


La cruzamos aquí con mucho cuidado y seguimos de frente por el Camín del Río, que nos devolverá a la ribera del Peñafrancia


Pasamos junto a esta plantación de frutales y gallinero en El Campu l'Horru


Más allá las huertas


Seguimos en el Camín del Río



Más vistas de La Laboral y el valle de Cabueñes



Quizás en alguno de estos campos se plantó remolacha para la Azucarera Asturiana de Veriña, y tabaco para la fábrica de Cimavilla. Los agricultores recibían la semilla del tabaco y después habían de vender las hojas al Estado, por un precio fijado de antemano, pues era un monopolio; estaba prohibido hacer más de un corte a la planta porque el segundo era de mala calidad, pero se hacía, llegando a venir gente especialista desde Cuba, eran los años del estraperlo y con las hojas del segundo corte se elaboraban artesanalmente puros para posteriormente venderlos en la ciudad, quedando aún, en algún campo de Cabueñes, alguna planta tabaquera que crece de manera silvestre, como símbolo de toda una época



En la lejanía, junto a la carretera de Villaviciosa, está la Casa Adolfo,mirando para los edificios del Parque Científico Tecnológico, el único de España impulsado totalmente por un Ayuntamiento e inaugurado en el año 2000 en terrenos que fueron también de la Universidad Laboral

Toda esta zona entre Somió, Cabueñes y Castiello donde se edificaron estos centros educativos, culturales, científicos, sanitarios y tecnológicos, reaprovechando terrenos y dependencias de la Universidad Laboral, recibe el nombre de "La Milla del Conocimiento"


Finca los Abuelos...


Y Villa Ascensión, en el lugar llamado El Xigal


Tras la casa, cruce y a la izquierda


Ya estamos de nuevo en las orillas del Peñafrancia


Aquí vemos el porqué del topónimo El Xigal, esto son xigues, xigos, o guixos, piedrecillas sueltas, esto es, guijarros


Una pontica sobre el río, pequeño puente-pasarela


Nada más pasar, a la derecha


 Y la Senda del Río Peñafrancia vuelve a ser plenamente merecedora de este nombre, al borde del agua y siguiendo los meandros del curso fluvial


Buena pista de zahorra o grijo


En esta finca, tapada actualmente por los árboles, está La Torre Gregorio que, aunque oculta por este manto verde, no hemos de dejar de reseñar que fue casona solariega de los García de Jove, de primeros del siglo XVII, con capilla dedicada a San Gregorio. Tras ella, tampoco la vemos desde aquí, está la carretera N-632, la siempre conocida popularmene como "carretera antigua de Villaviciosa"


El camino avanza entre el seto de la finca y el río...


Y se adentra de nuevo en la boscosa ribera


Frescor de agua y sombra...


Árboles venerables...


Todo firme llano


Otra finca vallada...


Y el Peñafrancia siempre a la derecha...


Unos bellos parajes para comenzar con muy buen ambiente natural el Camín a Cuadonga


El lecho del río y sus xigales


Salimos a una gran finca, viendo enfrente los altos muros de La Castañal


En medio del campo una construcción


Es el antiguo Molín de Lucinda, otro más de los que trabajaban con el agua canalizada del río Peñafrancia que iba hacia ellos


Es toda una quintana con molino, casa, hórreo y huertas, solar de antiguos moliñeros y moliñeres, en aquellos tiempos en el que el panchón de trigo o la boroña de maíz se hacían en casa, arroxando na forna, siendo continuo el trasiego de gente a las moliendas, con el grano llevado en sacos, cargado en burros, o a recostines, a la espalda


Bordeamos así toda la finca del molino, siempre junto al río


Gruesas ramas sobre la senda


Otra vista del molino y sus dependencias, bellamente restauradas


Y entramos en la parte de la finca La Castañal integrada en la Senda del río Peñafrancia


Hay bancos para sentarse al lado del camino




Entre la arboleda ribereña hay varios árboles exóticos plantados en su momento por los dueños de la finca, entre ellos destaca un ciprés de Lawson, especie traída de Oregón, en los Estados Unidos


Un hermoso puente peatonal pasa a la finca privada, cerrada con portón pero donde podemos ver desde aquí un hórreo, y varios árboles y arbustos, así como altos y llamativos juncos dispuestos en xunqueres y cañaverales.


Un viejo muro de piedras compone la antigua canalización del río contra las crecidas


Más allá del hórreo las arboledas de la Quinta de los Velázquez Duro, de la que hablábamos antes bajando por El Charcón


Y llegamos a la salida de la finca...


A la derecha una fuente...


Saliendo de la quinta nos fijaremos en el río


 Aquí, pasando casi desapercibida, está una de las fuentes históricas de Cabueñes, la Fuente la Castañal


Y ahora llegamos a la Carretera del Trole


Iremos a la izquierda: merece la pena cruzar con cuidado al otro lado de la calzada


Entramos en el barrio de La Pontica, donde pasamos el puente sobre el río: de frente el Llavaderu la Castañal y, a la izquierda, el Llagar El Trole. Hacia allí nos encaminamos


Desde del  puente vemos La Charca, un rincón lleno de encanto entre el río y el lavadero, donde sale al río la canal que le devuelve el agua que hacía funcionar la molienda del Molín de Valienta o de Pepín de la Isla, que enseguida conoceremos. Es un buen lugar también para hacer un alto, si se tercia


Y el lavadero, al que antaño se acudía a hacer la colada cuando aún no se tenía agua corriente en las casas


El Llagar El Trole, fundado en el año 1935 y adquirido en 1970 por Amador y María Herminia, quienes empezaron a hacerlo famoso por sus renombradísimas espichas. La espicha es una fiesta con sidra, en la que además de beber se come, principalmente tortillas, huevos cocidos, chorizo, jamón, llacón, etc



En realidad el término alude a la "espita"(asturiano espicha) que cierra el orificio de los toneles de sidra, por eso la acción de abrirlo es espichar

 En la vieja sociedad rural los vecinos iban de casa en casa ayudando en su elaboración y después hacían el mismo periplo probando la sidra, la preba, de los diferentes llagares, esto fue el origen de la espicha, que siguió evolucionando hasta ser como hoy la conocemos, donde la gente se reúne, por lo general comiendo de pie aunque siempre hay unas sillas dispuestas donde quien quiere se sienta y se levanta ocasionalmente, mientras los camareros espichan la sidra de los propios toneles. No resulta difícil que se contrate algún gaitero que amenice la velada y raro es que no se termine cantando, existiendo numerosas composiciones especiales para la ocasión, muchas de ellas recopiladas ahora en libros y discos de cantares de sidra y chigre.


Caminos bajo una majestuosa fila de carbayos, pero pronto dejaremos la carretera


Aquí cruzaremos a la derecha


Y tomamos el Camín del Molín de Valienta

Altos setos encajonan el molino entre las fincas mientras nos separamos ligeramente del río


Luego un muro, con parra, y unas rosaledas


Y este es le mencionado Molín de Valienta o de Pepe la Isla: a la derecha la casa, pegada a ella el molino


Ya no se trae grano a moler, los molinos hace tiempo dejaron de funcionar, Estos eran de maquilar, es decir, privados, donde los dueños cobraban una medida de lo molido, la maquila, en unidades denominadas celemín, En otros lugares existieron también los de vecera, o propiedad de varios vecinos que tenían "la vez", de ahí "vecera", esto es, días señalados para moler cada uno, por veces o turnos


La portilla de la finca del molino y el hórreo


El hórreo, almacén del grano apartado sobre pilares de las humedades, insectos y,sobre todo, roedores, a ras de suelo, una construcción tan ancestral como actual e inteligente. Este es de corredor, si bien un faldón cubre el pasillo que mira al camín



Transcribo aquí lo "escrito por quien esto escribe" en el libro Rutas para conocer el concejo de Gijón:

"Antes de los molinos de agua se molía en morteros de mano, piedras en las que se hacía un hueco y en él se machacaba el grano, muchas son mismamente de época perromana y no es demasiado difícil que las podamos ver en alguna quintana reconvertidas en bebederos pa les pites, pequeños abrevaderos para las gallinas, en medio de los gallineros

 Es factible que ya en el tiempo de la dominación romana existiese algún molino hidráulico que emplease la fuerza motriz del agua para hacer girar toda la maquinaria, pero indudablemente muchos se construyeron en la Edad Media. Se molía lo que se plantaba: trigo, escanda, mijo, centeno...pero con la llegada del maíz de las américas la molienda prosperó, desde los siglos XVII ó XVIII los molinos se propagaron grandemente por toda la red fluvial hasta en los ríos y regueros más pequeños. La importancia del pan era tal que se llegó a crear toda una cultura con él relacionada, desde su cultivo hasta la elaboración y consumo, desde los usos y utensilios hasta los esconxuros y oraciones, no faltando las casi siempre pícaras historias, canciones, refranes de las horas pasadas, muchas nocturnas, con el trabajo de moler en los molinos

En el siglo XX, sobre todo pasada la posguerra, se popularizaron en muchas caserías los molinos eléctricos, por lo que ya no era necesario emprender cada pocos días el proceso de llevar los sacos de grano al molino, sino que ya se molía en casa. Después las tahonas, panaderías y obradores empezaron a repartir el pan por las aldeas, con lo que ya se hacía un trabajo menos

 Más adelante la implantación de impuestos especiales como actividad industrial hizo parar la muelas de muchos de los que aún quedaban trabajando. Hoy en día en Asturias aún muelen unos pocos, algunos de ellos especializados en productos de calidad o integrados en establecimientos hosteleros y comerciales. Otros no muelen pero los dueños han conservado su maquinaria y estructura, buena parte han sido readaptados a las viviendas, como habitación o almacén. En muchos concejos se han abierto y promocionado sendas turísticas por el cauce de los ríos molineros, esta es una de ellas, pues aunque no nació exactamente como "ruta de molinos", al seguir las riberas de un río, nos encontramos varios de ellos, al menos sus canales y edificios externos o quintanas contiguas, otros, como el de Rionda (Jardín Botánico), transformados en espacio museístico"


Y esta es "la canal", la canal del molín, que trae el agua que se embalsa para que funcione y gire todo el sistema hidráulico del molino, bajo las ramas de la figar. Una sensación de la que también quisimos escribir en el citado libro:

 "Pasado El Molín de Valienta, una higuera nos ofrece su sombra sobre el camino y sus figos, sabrosos, endulzarán nuestro paladar en el otoño"


La senda se estrecha un poco en este punto, al lado de la canal, según se va acercando, paso a paso, a su destino, ahora bajo los castaños o castañales, que tantas hambres o fames quitaron también en el pasado. No olvidemos que, según el Derecho de Poznera, recogido jurídicamente en el Derecho Consetudinario asturiano, los frutos caídos a la vía pública son públicos. Mismamente, antes que se popularizasen las patatas traídas de América, los potes eran de castañas, aún se pueden probar en algunas zonas y lugares, o en determinadas jornadas gastronómicas


Caseta de aperos...


Bifurcación y a la derecha, según reza el indicador, y según se ve en el camino, màs pisado y trillado


Llegamos ahora a la finca del Centro de Formación Laboral Ocupacional y el Aulario Agrario, con sus huertas e invernaderos, separados de la senda por este alambrado con red


A la derecha el seto silvestre, la sebe o matu


La canal del molín sigue a nuestra derecha, aunque no la veamos, cubierta por la vegetación


Los grandes invernaderos del aulario asoman sobre el cierre de su finca


Vega del Peñafrancia: hasta aquí llega la finca del molino...


Más invernaderos


Y una vez más, de nuevo junto al Peñafrancia, por aquí está El Pielgu, al presa donde se desviaba parte del agua para canalizarla al molín, una parte del río donde los hombres y chavales iban a bañarse (las mujeres solían llevar el agua en un balde para hacerlo en casa). Incluso en meses del invierno como enero o febrero no faltaba al menos un día a la semana, corrientemente los sábados, para ir a zambullirse al Peñafrancia. Los cuartos de baño eran un lujo impensable que nada más existía en las quintas y mansiones más pudientes. Al no disponerse aún de agua corriente también se venía a traer el ganado para que abrevase.


Por eso, cuando el agua llegó a todas las viviendas, el poder disponer de ella a domicilio y en la casería fue uno de los mayores bienes que se recuerdan en las parroquias rurales, al unirse el vecindario normalmente en cooperativas para aprovechar los manantiales y recursos acuíferos del entorno, o bien para enganchar directamente a la EMA o Empresa Municipal de Aguas. Luego llegaría la lavadora, y el pesado recorrido, a veces con bastantes distancias hacia los lavaderos o las piedras del río, para hacer la colada y morirse de frío con el agua helada gran parte del año, también pasó al recuerdo.


Alta mata de arbustos que nos separa del cauce...


El camín se estrecha


Llegamos al Camín de la Maquila y continuamos a la izquierda. Estamos a la altura del vivero municipal, donde, como nos dicen los vecinos, "les flores de Xixón nacen en Cabueñes", plantas y flores para los jardines, plazas, avenidas y zonas verdes de todo el concejo. El topónimo del camino hace referencia a esa maquila o parte de la molienda con la que se pagaba a los antiguos moliñeros y moliñeres.

 En esta zona y en sus contornos se organizaban antaño las giras o comidas campestres de El Castañéu la Vega,  en verano y con muchísima afluencia, música, bailes y "hasta echaben la comedia", a base de festivas representaciones teatrales. Su éxito llegó a compararse con el de la romería de Granda y se hizo popular una copla que inmortalizaba a sus grandes promotores.

                                                             "Aquí van los cinco más alegres
                                                              Pepe la Bodega
                                                              Pepe la Parrala
                                                              Luisón el de Xico
                                                              Jaime y Andresón."



Seguidamente y apenas dados dos pasos en esta bifurcación iremos a la derecha


De frente las grandes arboledas de las quintas sobre la Carretera Deva



A la derecha, en esta vega del Peñafrancia, la Casa Segundo'l Molín que, como su nombre indica, también fue molino


Otra hermosa quintana asturiana con casa, hórreo, huertas y prados de pasto y siega


Y salimos a la Carretera Deva, que desde El Cruce, en la Carretera Villaviciosa, enlaza con la iglesia y El Güeyu Deva, el nacimiento del río Peñafrancia. A la izquierda los altos matos y arboledas de la Quinta Vereterra, actualmente La Quinta del Ynfanzón, prestigioso establecimiento hostelero que ha recuperado una casona de 1852, la cual no vemos desde aquí, pues la entrada queda un poco más atrás


Cerca ya del final de la senda, esta discurrirá ya en todo momento en paralelo a la carretera, a la izquierda, y al río, a la derecha. En este tramo entraríamos en la parroquia de Deva por el barrio de La Reguera


A nuestra izquierda es el Camín del Pasadiellu, que comunica con el Camping Deva, un lugar donde pernoctan muchos peregrinos del Camino Norte de Santiago


En las cercanías existen pues varios chigres merenderos, renombrados establecimientos hosteleros de cocina asturiana, a bastante buen precio, los más con instalaciones también al aire libre


En la siguiente curva nos separamos de la carretera unos metros para pasar bajo la Autovía del Cantábrico (A-8) y su enlace con esta carretera


Caminamos pues por la alameda de la ribera


Nos adentramos en el túnel bajo la autovía



La senda y el río en la iluminada galería


Y salimos al otro lado subiendo un poco


Y ya estamos otra vez junto a la Carretera Deva, con el Monte Deva de frente, cima totémica de túmulos y dólmenes megalíticos, ahora recuperada con repoblaciones de arbolado y áreas recreativas y naturales protegidas, observatorio astronómico, aula de la naturaleza, etc


 Aquí empieza el gran muro de la Quinta'l Conde, la extensa finca de los condes de Revillagigedo, a nuestra izquierda


Ahora esta hermosa vega a nuestra derecha nos separa del río: La Ferrería, topónimo que delata la existencia de una antigua fragua y molino


Hay un área de descanso y de juegos infantiles. Mirando a la senda un monolito


Con una placa dedicada a Marino Solar Menéndez, Marino el Alcalde, coofundador de la Cooperativa de Aguas de Deva en 1967 y de la asociación de vecinos en 1979, así como delegado de la Alcaldía


En La Ferrería han sido plantados varios árboles aútóctonos


Paso continuo de paseantes y ciclistas...


A la derecha está Casa Eugenio'l Molín, El Molín de Deva, también conocida como Casa Anita'l Molín, útimo antiguo molino que nos vamos a encontrar en este maravilloso recorrido, más antiguamente aún de Robustiano y Generosa, donde en la actualidad vive Roberto Solar, gran informante en nuestras andanzas por Deva y alma-mater de la comisión de fiestas. Es una de las pocas caserías con ganado que quedan en esta parroquia que pasó en pocas décadas de ser rural a convertirse en netamente residencial. Aquí vivía también su hermano Larso, quien se hizo famoso por todas las fiestas al construir, pieza a pieza, una gramola, que llevaba contratada de romería en romería


Cruzamos El Camín del Molín, cerca de uno de esos bares-restaurante-merendero que dan fama a la parroquia por su estupenda gastronomía, con gran comedor y amplio merendero, El Rinconín de Deva, antes Casa Marino y Josefa, quienes lo fundaron en 1968, y que comenzó siendo, como su nombre indica, un rinconín muy pequeño, para transformarse en el espacioso local que es ahora, así como todo su amplio entorno


Camino ya de la iglesia hay un conjunto de varios carbayones en fila a lo largo de la senda y la carretera, catalogados dentro de los árboles notables del concejo. De altura tienen entre los 13 y los 17 metros y el  tronco abarca entre 3,40 y 4,40 de grosor


 Carretera por la que antes tanto circulaba Alicio'l Lecheru, que bajaba de Pión, con su camioneta cargada de latas y calderos. para llevar la leche de las entonces numerosas caserías de Deva a venderla al gijonés Mercado del Sur


 Alguna vez debió bajar gente en la camioneta de Alicio, constituyendo el primer transporte a motor que hubo en Deva para desplazarse a Gijón/Xixón, pues antes o se iba andando, o en burro, o en xarré o carruaje de caballos, pocos eran los que tenían bicicleta de aquella


La primera línea regular de autobuses fue la de Cele, que llegaba hasta El Cruce, pero después a veces seguía hasta Deva por esta misma carretera, que eran un par de kilómetros más, pues tenía aquí una hermana.


La senda da vista a la derecha a una buena finca en la vega del valle, con prau y pumarada, pomaradas de manzana de sidra.


Al fondo es El Valliquín, con sus casas y parcelas que suben hacia el barrio de San Antonio, donde existe una capilla dedicada a este santo, de honda tradición en Deva, perteneciente a La Quinta La Torre, dedicada al turismo rural, la cual aunque próxima, no divisamos convenientemente desde este tramo


Pasamos entre estos venerables carbayos...


Algunos ejemplares secos han sido talados


El tronco de este está hueco pero su ramaje es frondoso


Así será como lleguemos a la grandiosa entrada a La Quinta'l Conde, que vemos a la izquierda, a la otra vereda de la carretera


Aquí el muro es más alto. tiene forma semicircular y presenta almenas


La fina es enorme y tiene árboles y jardines. El palacio está al fondo


En medio está la portada de acceso con su gran arcada en la que en su parte superior ostenta los escudos nobiliarios


Una estirpe que arranca con los Revillagigedo como parte de la casa de los Ramírez-Jove y que llegarían a Deva hace unos quinientos años, a principios del siglo XVI, cuando Juan García de Jove va a adquirir...
"la casa de Arnado en Deva, con todos sus edificios y dos orrios y el molino debajo de ella, con la Torre de Deva, heredades, llantados, huertos, naranjos y limones, con los montes de Grandeño y más que en dicha parroquia pertenecen al vendedor, Miguel de Valdés, por herencia de sus padres y por la del bachiller de Gijón su abuelo..."

Tras admirar esta gran puerta seguimos por la senda siempre paralelos a la carretera


Hay también varias farolas



Vemos al sur el Monte Deva (424 m), espacio natural recuperado. existen en su cima zonas de repoblación forestal, áreas recreativas y campos de túmulos. Al otro lado del monte, por el valle de Riosecu, el río de este nombre discurre subterráneo y parte de sus aguas discurren por los sumideros bajo la montaña para dar nacimiento al río Peñafrancia o río Deva, en El Güeyu Deva, hacia donde nos dirigimos


Los carbayos, como guardianes del camino... en fila


Algunos árboles han sido podados. No era infrecuente que con los temporales cayesen algunas ramas


Y avanzamos todo recto


Contemplando esta hermosa vega del Peñafrancia


En algunos tramos aún podremos reconocer, pegado a la derecha del suelo del camino, el surco de la canal que traía el agua del río desde su nacimiento en El Güeyu Deva hasta El Molín de Deva


El largo muro de la Quinta sigue extendiéndose en paralelo a nuestra izquierda


Aquí el grueso muro presenta una especie de ventanucos a ras de suelo a manera de desagüe


Desde alguno de ellos podemos ver los edificios principales del conjunto palacial


Andamos unos metros más...


Y ya empezamos a ver el edificio de la iglesia parroquial...


La iglesia parroquial de San Salvador de Deva, sita a nuesta izquierda, mirando hacia la carretera y la senda, reconstruida enteramente después de la guerra civil. Esta iglesia fue fundada como monasterio por la reina Velasquita, primera esposa de Bermudo II rey de Asturias y León, poco después de comenzar su reinado hacia el año 984. Siete años después, a finales de 991, su marido la repudia al no tener hijos varones y ella pasa a residir en el convento de San Pelayo, el de las célebres Pelayas, en Oviedo/Uviéu, rechazada por su marido como tantas otras reina de aquel entonces a causa de problemas de descendencia, un mundo de estrategias políticas en el que el amor se dejaba absolutamente de lado en cuanto acontecían asuntos dinásticos


 De todas formas Velasquita tampoco habría de quedarse muda y en sus años de vida en Las Pelayas transmitió a todas las personas influyentes de su entorno un juicio nefasto de Bermudo II. El entonces obispo Pelayo tampoco vería muy bien el segundo matrimonio del rey con Elvira, que sería la nueva reina, y por todo ello iba a escribir en su crónica una visión sumamente negativa de su reinado, que sería el origen de la leyenda negra que acompañó a la biografía de este monarca hasta nuestros días


Del año 1006 se conserva un documento, de fecha 29 de agosto, guardado en el Libro de los Testamentos de la catedral de por el que Velasquita, hace donación de San Salvador de Deva a favor de la iglesia de San Salvador de Oviedo/Uviéu. Este libro tiene la sospecha, por no decir certeza, que es una falsificación del mencionado obispo Pelayo, todo o en parte, pero la fecha concuerda con los años posteriores a la fundación del cenobio, si bien teóricamente Velasquita ya estaría retirada de los asuntos cortesanos, aunque dadas las circunstancias tampoco sería imposible que pudiese seguir ejerciendo cierta autoridad, al menos sobre lugares como este de su fundación


Del viejo monasterio apenas quedan unas porciones muy concretas tras 1000 años de reformas y destrucciones. Una de ellas podremos verla en la pared norte, a la que podemos acceder por este prado cerrado a la izquierda del templo


Sino está abierta la portilla es posible reconocer esos detalles desde la tapia


En esta pared norte, dentro del cabildo, aquí cerrado por verja, una artística arquería ciega de piedra y el arranque de otra


¿Pero si el Libro de los Testamentos puede ser una falsificación total o parcial, qué verosimilitud tendría la fundación por Velasquita?. Para ello hemos de pasar al muro sur, donde está la estela de consagración, con muchos más visos de realidad


Dado que el pórtico suele estar cerrado, podemos arrimarnos bien por el paso con pivotes justo enfrente de la fachada oeste para no tener que volver a cruzar la carretera. Tengamos siempre cuidado, en ciertos momentos puede haber bastante tráfico pues Deva es una parroquia muy visitada, célebre por su gastronomía y merenderos


Así entramos al campo de la iglesia y nos acercamos a la parte sur del pórtico



Allí está ahora la puerta principal al interior del templo. Al oeste hay otra, sucesora sin duda de una desaparecida portada románica o prerrománica, pero es esta del sur la que más se emplea en la actualidad, comunicación directa con el campo de la iglesia


Y allí, sobre la puerta principal, veremos la estela de consagración de San Salvador de Deva, aparecida en pedazos después de la guerra civil y después recompuesta y colocada en este lugar


Gracias a ella podemos saber la fecha hacia la que se fundó el monasterio y el nombre de su benefactora. El texto, escrito en latín medieval, está guardado por la cruz asturiana con el alfa y omega, y dice así...
"HINC NOMINE DOMINI IHESUCRISTI PRO CUIUS AMORE VELASQUITAE REGINAE PROLIS RAMIRI EDIFICABIT TEMPLUM DOMINI SANCTI SALVATORIS ET RELIQUIE QUI
HIC SUN RECONDITE UT IN SINU SANCTE RECIPIAT PREMIA DIGNA ET IC FELICITER VIVAT ET REGNUM DEI POSSIDEANT AMEN, QUO CONSECRATUM EST TEMPLUM HOC"

La posible traducción, que como siempre pasa en estos casos, tiene diversas posibilidades e interpretaciones, vendría ser más o menos de esta manera:
"En el nombre del Señor Jesucristo, que por su amor la Reina Velasquita, hija de Ramiro, edificó el Templo del Señor San Salvador y depositó las reliquias que aquí están guardadas, para que reciba dignos premios en el santo seno, y vivan felizmente y posea el Reino de Dios. Queda consagrado este templo" 

De San Salvador de Deva poco más sabemos documentalmente, nada más que 300 años después, en 1305, el monasterio ya estaba extinguido y el santuario había pasado a ser iglesia parroquial, sucediéndose numerosísimas reformas


Fue quemada en el verano de 1936, reconstruyéndose dos años después. Volvió a inaugurarse el día 6 de agosto de 1941, fiesta sacramental de Deva. En esas obras los trabajaron los vecinos a sextaferia (labor comunal del sexto día o sábado) y el precio de todo subió a las 77.486,99 pesetas. De conservarse tal y como era en el año de su fundación constituiría un interesante eslabón artístico entre el Arte Asturiano prerrománico y el primer románico en Asturias


Detrás de la iglesia, el cementerio



En la puerta del cementerio una placa recuerda al escritor Andrés Solar SanturioAndresu'l de Deva, nacido en la parroquia en  el año 1955, hijo de campesinos y labrador, estudió en las antiguas escuelas, que están justo más arriba de la ermita de Peñafrancia. Desde muy joven comenzó a colaborar en iniciativas vecinales, como la Comisión de Fiestas de Deva. Fruto de esta inquietud natural fue su activa participación en el proceso de recuperación cultural asturiana. En 1978, estando en contacto con los cantautores Julio Ramos y Carlos Rubiera entra en contacto con la histórica asociación Conceyu Bable y publica sus primeras obras y artículos en el diario El Comercio, que empezó escribiendo en sacos de pienso. Gran escritor en asturiano, enseguida iba a destacar como autor consagrado, ganando sus primeros galardones literarios en 1979 y 1980: los del Instituto Jerónimo González, de Sama, que lograría dos veces seguidas, y compartiría con el escritor Miguel Solís Santos el del Segundo Concurso de Narraciones Curties n'Asturiano convocado por la antigua Diputación Provincial en 1981, así como los de Conceyu Bable y el Ayuntamiento de Llanera. Además de sus obras literarias Andrés Solar publicó diversos trabajos de investigación en prensa y revistas, al igual que artículos de opinión

 Sobresale su estudio sobre la toponimia de Deva hecho junto a Carlos Rubiera y plasmado en la revista de las fiestas de 1979. Participó en diversas asociaciones culturales como la ya mencionada Conceyu Bable, pero también en la Xunta d'Escritores Asturianos, Teatru Infantil Xaréu o la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana. Falleció en un desgraciado accidente de tráfico en Sotrondio en 1984 a los 29 años. Muchas de sus obras fueron editadas después de su muerte gracias al trabajo de Carlos Rubiera y Ramón d'Andrés, los dos escritores y amigos de Andrés Solar, al que se le dedicó hace años la Selmana de Les Lletres Asturianes. Todos los años, la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana falla los Premios Andrés Solar, que llevan el nombre de este gran asturianista y que valen para premiar a las personas, instituciones, entidaes, asociaciones, o empresas que más destacan a lo largo del año en la defensa y promoción del idioma


El campo de la iglesia es un bello jardín, donde florecen las hortensias...


Al otro extremo de campo de la iglesia vemos el calvario de las tres cruces


Con el altar de las procesiones del Corpus


La cruz de la derecha presenta inscripciones



Regresamos al camino, cruzando la carretera...


Salimos asçi ya del campo de la iglesia de Deva y continuamos ruta por la Senda del río Peñafrancia, la cual sigue en parte el trazado de la antigua canal del molín. A la izquierda los aparcamientos


Este es El Prau La Cámbara, donde se celebraban antiguamente las romerías, bañado por el río. Aseguran que hace muchísimos años, antes de la guerra, la juventud pagaba a un organillero para que alegrase la romería, pero un cura que había le abonaba aún más para que no viniese pues aún se consideraba por aquel entonces una música pecaminosa que incitaba a bailar a lo agarrao, con gran quebranto para las morales más pudorosas


Sigue por aquí la fila de viejos carbayos...


Este ya sin ramaje...


Algunos castaños jóvenes a la derecha...


Pasamos la entrada al Prau la Cámbara


También sigue a nuestra izquierda el largo muro de la extensa Quinta del Conde


Vamos acercándonos al río... por su orilla va el Camín del Valliquín


Enfrente es vemos ya La Fuente Deva, con el labadero, que viene a ser el final de la Senda del río Peñafrancia, casi ya donde nace el río


El muro que cierra la Quinta'l Conde, sin embargo, sigue aún más allá


Ahora al otro lado del río Peñafrancia y sobre una pequeña elevación, la quintana de Casa Robustiano, en el barrio de San Antonio, donde también está la Rectoral y al sur, las omnipresentes alturas del Monte Deva, que se divisan desde todos estos contornos


A la derecha el antiguo llagar


A la izquierda hórreo y panera, junto a la cuadra y la casa


El ganado pasta en la ribera


La cuesta del Monte Deva por La Escurama


 Poco más allá la senda llega a su final, como hemos dicho en El Llavaderu Deva, donde están fuente y lavadero


El camino acaba aquí pasa por detrás para salir a la carretera y dirigirse al puente sobre el río Peñafrancia, pasando antes por El Llavaderu Deva, o del Güeyu Deva, al lado del nacimiento del río


Pero nosotros invitamos a bajar por las escaleras para conocer este lugar tan entrañable para muchos gijoneses, lugar de descanso y encuentro, tanto de los senderistas como de las gentes que acuden a los cercanos merenderos, o los que, como nosotros, hacen la famosa ruta a Covadonga, el Camín Xixón-Cuadonga





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