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domingo, 7 de junio de 2020

EN EL VALLE DEL GÜEÑA: CAMINANDO POR LAS TIERRAS SAGRADAS DE MAGNENTIA, NORENO Y ELANUS. CAMÍN XIXÓN-CUADONGA / GIJÓN-COVADONGA (19)

Mapa del camino en el valle
El camín en el valle del Güeña

 Por La Viesca y El Traperu, dejando atrás La Gargantiella, el Camín a Cuadonga ha salido del casco urbano cangués recorriendo el valle del Güeña y en paralelo a este río. Si bien Cangas de Onís/Cangues d'Onís es una población no muy grande, teniendo eso sí el título de ciudad (Minima Urbium Maxima Sedium), muchos días, sobre todo en verano, en festivos y, el domingo de mercáu, tiene un muy trepidante bullicio, tráfico, trasiego de gentes y animación, lo que contrasta con la paz del sendero que tomamos ahora


Es un viejo camino recuperado por el que van, no sólo los peregrinos, sino muchos senderístas y paseantes, aunque casi siempre suele ser tranquilo, ya que es una senda peatonal donde nada más de permite el paso de vehículos de residentes y vecinos que van a las fincas


Aunque vamos próximos al río Güeña, durante gran parte del trayecto este no se puede ver, oculto por la vegetación


No en vano pasamos unos preciosos parajes boscosos


A la derecha unas fincas, plantadas de maíz a principios del verano


Estas son unas fotos del mismo lugar en abril, a principios de la primavera, cuando, con menos vegetación y los árboles desnudos aún, sí podemos ver el río. Al otro lado se extiende su vega hacia Canzolá, la carretera AS-114 y los altos de Narciandi


En esta zona está el llamado Pozu los Llobos, un topónimo relacionado sin duda con antiguas trampas hacia las que se les atraía y se les encerraba


Una riega desemboca en el Güeña...


El río nace en La Robellada, en el vecino concejo de Onís, y es uno de los principales afluentes del Sella, al que se une en Cangas de Onís/Cangues d'Onís, muy cerca de su famoso Puente Romanu


Bucólico paisaje rural


Y este es el mismo lugar en el mes de junio. La vega se transforma en campo de cultivo y la espesa vegetación cubre las fértiles riberas


Aunque caminamos por parajes boscosos, la pista es ancha, hay algunas fincas, y el sol ilumina gran parte del camino


En algún recodo, aquí por ejemplo a la entrada de uno de estos prados, sí podemos ver el Güeña entre su arboleda ribereña


Un hermoso río que discurre, bastante recto, de este a oeste...


La pista bordea la ribera siguiendo la forma de la falda del monte a nuestra izquierda


Un tramo a la fresca sombra...


Filas de árboles entre el camino y el río


Se atribuye el hidrónimo Güeña a la raíz prerromana onno, onna con el sentido de corriente de agua, o eso nos dice Xulio Concepción en Diccionario toponímico de la montaña asturiana, citando además a Martín Sevilla que plantea como raíz el céltico onna (fresnos)


Tramo ahora a sol y sombra


Un buen trecho en recto


El río más a la vista en invierno, El Pozu Canzolá


El camino es muy llano, y así será los aproximadamente 10 kilómetros, o menos, que nos aguardan hasta Covadonga, al menos siguiendo este camino propuesto en el blog. Solamente habrá un repecho final desde El Repelao al Jardín del Príncipe para subir por el antiguo mesón al pie de la basílica al Pozón, al pie de la Cueva la Santina, a la que accederemos por la famosa Escalera les Promeses


Por ello, aunque llevemos cansancio acumulado de las anteriores etapas, estos kilómetros finales se hacen bastante llevaderos, pues son prácticamente un largo paseo por lo llano de estos valles



Hay algunos bancos de madera para sentarse a lo largo del recorrido


También hallaremos buenas helechales


A nuestra derecha, al otro lado del Güeña, Canzolá


Apenas se ve en el ramaje, pero es una buena referencia


En esta foto del mes de abril veremos mejor Canzolá y, detrás, el valle de La Riega Uñanes, otro afluente del Güeña. A lo lejos La Cueste Uñanes con La Porra'l Greyu (750 m), por donde va a Covadonga, montaña arriba, el G.R. 105, la Ruta de las Peregrinaciones. Se dice sería la elevación más septentrional del Cornión o macizo occidental de los Picos de Europa


Seguimos pues avanzando por esta antigua senda, por la que se nos dice pasaban antes los rebaños a la célebre Feria de Corao, una de las ferias ganaderas más importantes de España aún hoy en día, muy cerca de aquí, al este del concejo cangués


Ahora ya no pasan ganados ocasionalmente alguno a las fincas, pero suelen transportarse en camiones


Aquí, aunque vamos rectos, estamos separándonos del río


Y es que el Güeña, a nuestra derecha, hace un meandro


En esta foto del mes de abril podemos verlo mejor


Luego de Canzolá, el Pozu Parisina


Aquí hay un poco de pradería y un banco para sentarse


Un buen lugar para descansar, y sacar el bocadillo


Luego de una posible parada seguimos adelante...


A nuestra derecha vamos a ver ahora una preciosa vega llana


La Iría de Susierra. En Asturias iría o ería tiene diversas acepciones, pero todas relacionadas con prado, praderías, y tierras de labor. Eso es la definición del Diccionario General de la Lengua Asturiana (DGLA)  de La Nueva España:
"ería, la 

 Conjunto de tierras de labor de un pueblo, perteneciente a varios vecinos. Extensión de terreno de labranza. Extensión de parcelas cultivables. Terreno amplio donde hay muchas parcelas de cultivo pertenecientes a diversos propietarios. Porción más o menos grande de terreno labrantío acotado y cerrado sobre sí, perteneciente a muchos dueños que tienen en él distintas heredades y cuyo pasto, levantado el fruto, es común de todos indistintamente, aun de aquéllos que no tienen en la ería heredad ninguna. Porción grande de terreno labrantío, dividido en hazas, dedicado, por lo común, a una misma clase de cultivo y cerrado bajo una linde. Terreno de gran extensión, en su mayor parte labrantío, comprendido dentro de una misma cerca y dividido en multitud de porciones, beneficiadas por diferentes labradores. Terreno amojonado en el interior, dividido en parcelas, dedicado a labradío, cerrado al exterior y sometidos los llevadores a leyes comunes. Tierra de labor dividida en porciones. Tierra de labranza. Ería, extensión que contiene tierras de labrantío de distintos vecinos, llamadas haces. Cortinal 

  1. Pradería . Pradería, conjunto de prados"

Arriba en lo alto Narciandi o Ñarciandi, encima del río. Allí está la Cueva la Güelga con sus yacimientos prehistóricos de hasta 14.000 años de antigüedad, como un hueso gravado con cabezas de ciervas. Hay niveles Magdaleniense, Solutrense y Auriñacense, lo que delata que estuvo habitada durante milenios


El pueblo, que pertenece a la parroquia de Cangues, celebra romería el día de San Cosme. A sus pies La Riega la Brava desemboca en el Güeña


Seguimos ruta mientras admiramos el paisaje


La línea de árboles delata el curso del Güeña. Al otro lado pasa la carretera


Ahora a nuestra derecha un gran caserón, en Susierra



Empezamos a bajar un poco...


El caserón con su hórreo. Ahora volvemos a estar cerca del río, que pasa justo detrás


Seguimos un poco más en bajada...


Y ya vemos la carretera CO-3, que vamos a cruzar


El camín sigue de frente al otro lado. a la derecha veremos sobre el río el Puente Cardes, donde molía antaño el Molín de Susierra


Cruzamos pues de frente


 Y por aquí sigue nuestra ruta...


Otra señal advirtiendo del uso peatonal de este tránsito, solo permitiéndose vehículos de propietarios


Seguimos en este maravilloso bosque ribereño


El Güeña de nuevo al otro lado


Castaños, robles, fresnos, alisos, álamos...


Un hermoso paseo por la ribera


Pequeña bajada...


La vegetación no nos deja ver la vega


El mismo lugar en abril, viendo alguna de las casas de Susierra en su gran iría... A lo lejos el Cornión nevado


Encantadora alameda...


Puente sobre La Riega Entrepeñes


Así la vemos, corriendo a desembocar al Güeña, cuando pasamos sobre ella


El mismo lugar a principios de abril...


Fresca umbría...



Estamos caminando por la misma orilla


El río y la iría...


Caminamos al pie de Cardes, que veremos más adelante, mirando hacia atrás. Sus casas están justo más arriba


A la derecha, otro meandro...



Este itinerario es realmente un maravilloso paseo fluvial...


Paisaje en invierno, o en este caso concreto al empezar la primavera, con el bosque desnudo...


Paisaje en verano, con su intenso verdor


Encanto fluvial de los remansos...


Proseguimos nuestro camino por el borde de la ladera que forma esta ribera


Luego el paisaje se va abriendo...


Aquí el valle va ensanchándose poco a poco


Aquí pasamos otra riega, La Riega Peridoriu


Y este es el gran valle de La Iría Susierra, bajo Cardes y entre Susierra, Celoriu y Sotu Cangues. A lo lejos, en medio de la llanura, Sordenes


El mismo lugar en abril, aún con los árboles pelados y nieve. Arriba a la izquierda el Cantu los Monteros (538 m). cerrando por el este el valle del Ríu Deva o Covadonga Arriba El Cornión nevado, en Los Picos de Europa

Mucho hemos hablado y elucubrado sobre el origen del añadido de Europa a los Picos, prácticamente cada vez que los hemos visto desde algún lugar de esta travesía andariega, Altu la Cruz, Sietes, Anayo, Miyares, Sorribes, La Vega los Caseros, Villanueva... pero ahora, tan cerca de ellos, vamos a dejar de nuevo paso Xulio Concepción en su interesante libro La toponimia sagrada de losPicos: del Monte Vindioa Covadonga por las sendasde las palabras que cuelgan de Peña Santa:
"Muchas palabras se fueron transformando desde tiempos remotos en el paisaje de los Picos, comenzando por la misma voz Europa, con tantas interpretaciones, y ninguna definitiva, hasta la fecha. Cada una tuvo su justificación en su momento, por lo que todas aportan algo al nombre de estas montañas. En todo caso, ello prueba la antigüedad de una raíz primera, reinterpretada muchas veces..."
"... Con aquella misma remota referencia a la altura y a la montaña, nos llegó el componente Europa añadido a los Picos, que se fue tejiendo con sucesivas interpretaciones en el tiempo. Existe una muy generalizada, que no deja de ser un intento popular más por explicar los nombres del entorno. Según esta versión, cuando los Picos estaban cubiertos de nieve (en inviernos más cuerdos, la mayor parte del año), eran los primeros picachos que avistaban los navegantes procedentes de América. Y por ello —se dice—, los interpretaban como la primera señal de Europa

 Pero el origen del componente Europa no parece tan próximo en el tiempo (van solo unos siglos), sino que pudiera remontarse mucho más allá de unos navegantes venidos de América, o, simplemente, a su paso por altamar: ya mucho antes, estos picos, bien visibles, lo mismo desde el mar y que desde buena parte de la meseta castellana, habrían de tener algún nombre más antiguo entre los nativos, que haya motivado la supuesta interpretación marinera..."

" (...) Pero hay versiones más acordes con la geografía y uso de los Picos. Por ejemplo, para E. Martino (1998: 95 y ss.), los Picos tendrían que tener ya un nombre entre los nativos, mucho antes de la transmisión del topónimo por vía culta a partir del siglo XV, sobre todo. Parte este autor de la raíz ur (altura), tan generalizada en todo el macizo de Picos; y del primitivo *-apa, que dice «hubo de ser término tan constante del habla común», como aparece en tantos topónimos por la zona cántabra y asturiana. Así E. Martino cita el lugar de Urriapa, en la base del Macizo de Ándara, por Cabañes (Cantabria). Y de Urriapa, supone una base común con Uropa (forma escrita que encuentra en documento del siglo XVI). El paso de *-apa a *-opa lo justifica este autor también con otros cuantos topónimos (Isoba, 
Naroba...)

Una vez más, la leyenda para explicar un nombre antiguo del que ya se desconocía el significado. Se tejería así el mito del rapto de Europa, la hija del rey de Fenicia, Fénix (Agenor), por Júpiter, una vez transformado en toro. La reina Europa sería llevada hacia estos picos más agrestes del Cantábrico, como resume G. Mañana (1994, 23 y ss.); y allí se habría ocultado para siempre entre las nieblas de la imaginación cultista más difundida. Por tanto, la trama de aquella leyenda mitológica pudiera remontarse a un origen bien distinto: se trataría de una interpretación cultista de la raíz *ur-, más variante de *ap- (‘altura con agua, agua de la altura’), a través de *Uropa, en un principio, y Europa después por transformación popular. E. Martino cita un mapa del siglo XVI (Monasterio del Escorial, K. I. I), que registra uropa y no europa. En este mapa no aparecía el error de «malinterpretar “de Uropa” escribiendo “de Europa”, como propiciaban la -e de la preposición y la inicial E- del nombre del continente» (1996: 97).

Como se puede observar, para E. Martino el nombre de Europa estaba destinado a eclipsar el autóctono Uropa: «Nada importa que la tradición oral de los naturales dijera Peñas de Uropa; el oyente foráneo, confeccionador de mapas y de libros, no dejaría de percibir: Peñas de Europa» (p. 97). Y aporta otro dato fónico para asentar su propuesta: la evolución popular de los nativos tendría que seguir el curso común (-p- > -b-, en posición intervocálica), por lo que hoy sería Picos de Uroba (y no lo son)... "

"... En realidad, a través de la leyenda se llega a la conclusión de un caso más de mitificación de una voz prerromana en Picos: sobre aquella raíz generalizada entre los nativos (preindoeuropeo *or-, *ur-, ‘montaña, altura’), se habría reconstruido una interpretación mitológica que explicara lo inhóspito, inaccesible, recóndito, de estas escarpadas montañas, acentuadas por las nieves

 El misterio, la entronización del paraje natural, fue llegando en sucesivos cambios cultuales que siguieron después. Hoy mismo, el turismo sigue mitificando numerosos espacios del mismo contorno hidrográfico y geográfico de estas como de otras montañas, al tiempo que hace irreversible el triunfo de un término globalizado en todo tipo de redes sociales, foros, carteles informativos

 No obstante, un dato digital puede atestiguar la sencillez primitiva del topónimo autóctono, lejos de discusión alguna: en internet la web www.foropicos.net recuerda el topónimo en boca de los nativos, Picos, los Picos, sin más añadidos. Como fue siempre El Picu, y a todo más con Urriellu, tan lejos del Naranjo de Bulnes, del todo ajeno al lenguaje pastoril de siempre"

Mientras rememoramos la historia de Los Picos, pasamos en el puente sobre La Riega Peridoriu


En la Ería de Susierra, en toda esta gran llanura, confluencia de los ríos Güeña y Deva, de Susierra a La Grandera y Sotu Cangues, es donde, según Sebastián de Soto Cortés, el gran pionero de la arqueología asturiana, aparecieron dos importantes estelas del tiempo de Roma, las de Noreno, localizada en 1868 y la de Magnentia, hallada veinte años después... estudiadas con grandísimo interés por los historiadores pues es posible que estén relacionadas con los albores de la primera cristianización de lo que hoy es Asturias



De la estela de Noreno dice... "Se encontró esta lápida en la ería de Sosierra (Susierra), cerca del Cueto de Llorío (Soto de Cangas), por un aldeano... a quien la compró D. Antonio Cortés" (primo del propio Soto Cortés. Se supone de la segunda mitad del siglo IV, y su transcripción, completando las abreviaturas, ha dado pie a diferentes interpretaciones, y por lo tanto traducciones, aquí va una:
XAI
        (cruz)
IN M(emoriam) S(anctam MOR
TVS(us) A(n)NORU(m)
SEPTE(m) MISE
RAVIT R(elictos) PAREN
TES NORENV
                       S
La primera frase o símbolo está abierto a interpretaciones, para unos investigadores podría ser una cruz cristiana, para otros un símbolo solar, estilo tetrapétala, o también los años del difunto o parte de una frase pues la piedra está rota del costado derecho y falta la inscripción de la esquina superior de ese lado

Santos Yanguas dice es la "palabra griega  XAI(re), propia de las  salutaciones   correspondientes   al   encabezamiento   de   otras   inscripciones   típicamente  cristianas". De ser así se explicaría la ausencia de menciones a los dioses manes, protectores de los espacios sagrados de las sepulturas, así codo el STTL (si tivi terra levis, séate la tierra leve) de las inscripciones romanas


La segunda, la estela de Magnentia, esculpida en un canto rodado, dice Soto Cortés que apareció el 19 de mayo "en el camino de Soto, ería de Sosierra", "estando arando (un) vecino de Soto, tropezó con ella la reja del arado, en el momento en el que pasaba yo a caballo por la inmediata carretera". Es un canto rodado en el que parece leerse, rellenando las abreviaturas:
MAGNEN
TIA EXCEDIT
ANNOV (m) V
I(gi)NTI (dierum) XXV
EX DOMV D
OMINICA
La expresión final Ex domu dominica da a entender la "Casa del Señor", por lo que sería dedicatoria de filiación cristiana. Esto y que no aparecen padre ni parientes algunos haciendo la dedicatoria, revelan la posibilidad que fuese incluso una mujer perteneciente a alguna comunidad religiosa no parental. En esto abunda el referido historiador Santos Yanguas
"La fórmula ex domu dominica ha sido interpretada comúnmente como que la difunta formaría parte de una comunidad cristiana arraigada en esta zona del Oriente de  Asturias, donde con el paso de los años se consolidaría el más importante enclave cristiano  de Asturias (con Covadonga ­cova domina­ en la base). No debemos olvidar igualmente que el sentido de excedit  tal vez haya que  equipararlo con un “descanse en paz”, dado que dicho verbo aparece a menudo utilizado en  las inscripciones netamente cristianas como complemento (o conjuntamente) con requievitrequiescit in pace.  Es más, hasta resulta posible pensar que esta joven pudo haber estado consagrada a  Dios, pues no hallamos ninguna persona de su familia que actúe como dedicante del epitafio,  lo que constituiría el comportamiento más común en las inscripciones funerarias"
Santos Yanguas continúa con esta posible traducción: 
"(Aquí reposa) Magnentia (que) abandonó (este mundo) desde la casa del Señor 
dentro de sus 24 años"
Domu dominica es además vinculada por los eruditos con la Cova Dominica, Cueva de la Señora, una se las posibles vinculaciones toponímicas de Cuadonga

Estas dos estelas tienen en común la representación esquemática de una casa, con su tejado, lo que abre la puerta a nuevos apasionantes debates y disquisiciones...


Estamos en un área, en torno al Sella, el Güeña y otros ríos en el que han aparecido numerosas estelas funerarias dentro del ámbito poblacional de los vadinienses. Tiempo después de las anteriores fue hallada en este valle la estela de Elano, donde se menciona a los dioses manes y se emplea el STTL, lo que implica evidentes características precristianas
D(is) M(anibus sacrum)
ELANUS A
RAVI FILIVS
VERMA VADI
NIENSES ANNO
RVM XXIV
ARAVS OIO FILIO
OB MERITA
(sit tibi) T(erra) L(evis)
"(Consagrado) a los dioses manes. Elano Verna, hijo de Aravo, vadiniense, de 24 años (de edad). Aravo (lo dedica) a su piadoso hijo por (sus) méritos. ¡Que la tierra te sea leve!"
De ella Santos Yanguas explica que:
"En el caso de la estela de Elano destaca la presencia de dos palmas en su cabecera, ubicadas a ambos lados del encabezamiento del campo epigráfico, como queriendo acoger no solo la dedicatoria a los dioses manes sino también el primer nombre del difunto; tales figuraciones arbóreas hay que relacionarlas sin duda con el mundo de ultratumba"
(Cultos, ritos y cosumbres funerarias en la Asturias antigua)



En el valle sagrado de Magnentia, de Noreno y de Elanus, antesala de Cuadonga, valle y montaña sagrada de Asturias por excelenci, vemos ahora, más allá de Sordenes los montes de La Cogolla y de La Peña Isongu hacia Ventaniella y el Picu los Monteros


Más en la distancia asoma el Monte Priena (725 m). Al otro lado está Cuadonga...


Esta parte es conocida también como La Iría Sordenes



Montes de Cardes a nuestra izquierda. El pueblo está poco más arriba


"Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija", o así se suele decir


Así va el camino por La Iría Sordenes...


El río sigue a nuestra derecha...


Salimos de este tramo de boscaje


Y admiramos la extensa llanura de Sordenes


Nos dirigimos hacia las casas


La Sierra Pioru, con elevaciones que llegan a los 700 metros de altitud, divisoria con el concejo de Onís


Buena vista del Güeña a nuestro lado en Sordenes


Paso a paso vamos llegando a Sordenes, una casería solitaria en medio del valle


A nuestra izquierda, al norte, vemos ahora alguna casa de Cardes, donde está uno de los grandes santuarios de la prehistoria asturiana, la Cueva del Buxu, de la que algo cotábamos en El Camino de Gijón a Covadonga:
"EL BUXU: LA CUEVA SANTUARIO 
Encima de Susierra está Cardes y, un poco más al norte, cerca de la Riega d'Entrepeñes, está la Cueva del Buxu, localizada en 1916 por Cesáreo Cardín, quien trabajaba entonces para el Conde de la Vega del Sella en la búsqueda de yacimientos prehistóricos. El Buxu es más bien una cueva pequeña, pero con gran cantidad de galerías, rincones y salas, que hacen de ella un auténtico laberinto. Fue estudiada primeramente por el Conde de la Vega del Sella y por Obermaier. Más tarde, a lo largo del siglo XX, por investigadores de tanto prestigio como Magín BerenguerEmilio Olávarri y Mario Menéndez, entre otros..."

"... Las primeras pinturas y grabados no se encuentran hasta después de meterse unos setenta metros por el interior de la caverna, son unas diecisiete representaciones artísticas de arte parietal, mayoritariamente dibujos y grabados de caballos, ciervos, cabras, bisontes y otras figuras ideomórficas. En determinados casos se unen grabado y pintura, resaltando la forma y el volumen de los animales representados, recurso muy útil para unos artistas que aún no dominaban la perspectiva. En total están localizados ocho caballos, ocho ciervos, cuatro cabras, dos bisontes, un gamo, unos cuernos de ciervo pintados de negro y otros cinco animales indeterminados. Entre ellos aparecen bastantes signos y símbolos abstractos. Existen varios sectores donde se alternan o coinciden las pinturas y los grabados. Arqueológicamente aparecieron señales de fuegos de hogares y anzuelos y diversos enseres: herramientas de piedra y hueso y adornos personales hechos con conchas marinas. Da la impresión que ahumaban pescado y carne..."

"... Su descubridor, Cesáreo, la halló por casualidad, buscaba en realidad una Cueva de les Inxanes, topónimo que le hacía pensar en su importancia arqueológica, pero se equivocó de camino, encontró esta cueva, se metió por sus difíciles angosturas y vio sus pinturas. 
La antigüedad de estas artes paleolíticas es de unos 19.000-12.000 años antes de Cristo, en el Paleolítico Superior, culturas Solutrense Magdaleni-ense, tiempos en los que las sociedades de cazadores-recolectores vivían en pequeños grupos o clanes, su morada eran principalmente las cuevas, fabricando instrumentos líticos, esto es, de piedra, así como óseos..." 
"... ¿Qué función tenían estas pinturas?,¿qué nos quieren decir estos grabados?, se nos escapa el significado del arte rupestre. Varios investigadores afirman de ritos propiciatorios de la caza, o para conseguir la fuerza, la energía y la magia del animal-tótem. Son teorías que tratan de explicar uno de los mayores misterios de la historia de la Humanidad, las ideas que subyacen en estos elementos del arte prehistórico que, después de decenas de miles de años, siguen guardando su secreto"

Llegamos ya así a la casa de Sordenes, pasando el camino delante de ella


Primero las cuadras y después la vivienda


Seguidamente un cruce


En esta encrucijada continuamos de frente. La torre eléctrica como referencia


Curva a la izquierda...


El camino atraviesa esta gran vega en dirección al monte


Aquí nos separamos del río


En medio, la Casa de Campo, hotel rural y restaurante al lado del Güeña


Y ahí tenemos siempre El Cornión, del que Xulio Concepción recoge en su obra citada anteriormente esta copla de Guillermina la de Bulnes (Cabrales)
En los Picos del Cornión,
ondi’l diablu se colgó
 ondi Dios puso la nieve
la que nunca se quitó
y nun añu que faltó
 tola xente morrió.


Y sobre esa zona en concreto, Peña Santa, Peñasanta o La Peñesanta dice:
"Muchas interpretaciones se dieron con el tiempo al adjetivo santa aplicado al conjunto de estas peñas: la que vierte a Enol y la que vierte a Caín (Valdeón), ya en la vertiente leonesa. Guillermo Mañana (1994: 394 y ss.) hace un minucioso estudio de toda la documentación antigua sobre la peña y sus términos toponímicos; así llega al documento antiguo: Petra Sacra, en la Crónica Albeldense (976), la peña Sagrada, por tanto, la misma que dio Peña Sagra en Cantabria. Peña Santa sería la antigua Petra Sacra

Para la justificación del adjetivo Santa, se han dado diversas posibilidades: lugar seguro de los nativos frente a pueblos invasores, lugar al reguardo de salteadores de caminos, protección en las guerras... En todo caso, el adjetivo Sacra pudiera ser la traducción, sin más, de un término muy anterior con sentido parecido, pues peña tan importante en lo geográfico y estratégico, no podía dejar de tener un nombre ya muchos siglos antes de latinos y cristianos (...)

(...) Peña Santa, en el conjunto toponímico (etnorreligioso) que fue creciendo en torno al río Deva y a la Cueva de Covadonga. La prueba está en la cantidad de lugares de los Picos que llevan ese adjetivo Santa en épocas sucesivas (puede que no todos coincidentes en el tiempo, ni entre todos los nativos de los distintos pueblos circundantes): 

• Adjetivo Santa: Torre Santa, Peña Santa (Peñe Santa, que se oye todavía hoy), El Jogón de Peña Santa, Tresdetorresanta... 

• Santa María: La Collada Santa María, La Canal de Santa María, La Jorcada Santa María, Los Campos de Santa María (recoge Sordo Sotres), La Torre Santa María, Les Collaes de Santa María, Las Tres Marías...

 A juzgar por los nombres menores que matizan las laderas de la peña mayor, se podría deducir que de la Petra Sacra se habría pasado a Peña Santa, con la cristianización más intensa ya en el romance medieval. Así, para los nativos quedaría más inteligible el topónimo traducido al romance antiguo. 

Con el tiempo, el topónimo se debió especificar como Peña de Santa María a juzgar por todos esos puntos de la gran peña que van cambiando el primer núcleo sustantivo (La Collada..., Les Collaes..., La Canal..., La Jorcada..., La Torre...), manteniendo el sintagma adyacente (de Santa María). La explicación a través de La Virgen María, sería la interpretación popular esperable en aquel contexto religioso de Covadonga, creciente de siglo en siglo"

Una nozal, un nogal


Sus frutos en primavera


Campiña y arboleda


Hierba empacada en fardos cilíndricos envueltos en plástico


El camino atraviesa esta gran vega


A partir de aquí también se conoce esta llanura como La Iría Celoriu, en el camino a ese pueblo


La Venta, aunque la mayor parte de las casas, al otro lado del río, están, como la carretera, ocultas por los árboles. A la izquierda está el cruce con la carretera a Covadonga, también tapado


Solo asoman algunos tejados. Más arriba La Peñe Isongu y Ventaniella


Caminamos cerca La Posa L'Arena


Vista a la izquierda, al oeste, hacia Cardes, de toda la iría


Montes de Trescelangu (466 m), Les Rozaes y el Monte Onao (521 m)


Más nozales...


Nos acercamos a los montes que cierran esta parte del valle por el norte


Frente a nosotros ahora, el La Cueste Perlleces (391 m)


En la lejanía ya vemos algunas casas de Celoriu, hacia donde nos encaminamos


Celoriu, una pequeña aldea de la parroquia de Abamia, al este de Cangues, muy ligada por la historia, la tradición y la leyenda con Covadonga, desde los tiempos de Pelayo hasta los de Roberto Frasinelli, el Alemán de Corao (cabeza de la parroquia) y sus andanzas e investigaciones por Los Picos y todos sus pueblos y lugares


Vistas a la derecha hacia La Venta y los cuetos de La Cogolla


Extensas fincas hacia el río, del que hemos vuelto a apartarnos bastante


Pasamos la entrada a una finca


Y ya caminamos al pie de estas laderas...


La Iría Celoriu...


El monte a la izquierda, el prado a la derecha


Al sur ya, entre las montañas, el valle del Ríu Deva, paso franco a Covadonga


Las líneas de alta tensión atraviesan la llanura...


Estribaciones del boscoso Monte Auseva en la lejanía


Camino sin pérdida hacia Celoriu


Nos adentramos en la foresta...


De frente una bifurcación...


Vamos a la derecha, por la pista más trillada


Aquí hay un pequeño puente


Es el paso de La Riega d'Onao, por donde entramos en la parroquia de Abamia


La riega desde el puente


Maizal en junio...


De frente, las primeras casas de Celoriu


Grandioso valle del Güeña


En El Camino de Gijón a Covadonga escribimos:
"Ahora, a nuestra derecha mirando hacia el sur según caminamos, disponemos de una panorámica extraordinaria de La Ería de Celoriu hasta las riberas del Güeña, La Venta, El Cruce y la carretera. Acá del río estuvo La Casa'l Roxín, cerca de El Molín de Celoriu, del que aún se conservan una presa y una pasarela que comunica con la carretera, El Puente'l Roxín. Quizás por eso los prados de alrededor, donde apacienta el ganado, se conocen como Los Praos Molinos..."


Y proseguimos...
"... Allí está también La Presa L'Estancu, la cual no vemos desde aquí, hecha para recoger el agua para el antiguo molino que aquí existía. También vemos los pastos de La Llosa Cau y las pomaradas de La H.aza Cimera..."
"... Más allá, encima de La Venta, se extienden las cuestas de Güedu, con sus camperas empinadas, allí está La Grandera, donde se ubica el Centro de Exhibición de Fauna Autóctona, osos, lobos, rebecos, que pueden admirarse y fotografiarse, entre otras muchas especies, en medio de un espacio boscoso especialmente habilitado para ello..."

Más allá de Celoriu La Cogolla, sobre Sotu Cangues. Luego más arriba a la derecha el ya mencionado Cantu los Monteros, y la izquierda vemos ahora el Pozu Pachu (441 m)


Pastos caballares...


El Auseva en la distancia nos señala donde está Cuadonga...


El paso del valle


Más allá de La Grandera asoma la Sierra Moruña


Cuarezu,con La Barredona (473 m) y el Picu Lluengu


Más arriba por la Sierra Moruña va el GR-105 hacia Covadonga


Los llamativos picos en arista...


La Iría Seloriu, unión con el valle del Deva, que por Sotu Cangues y La Riera, nos llevará a la Cueva Divina


Allí está El Cruce, rotonda de las carreteras AS-114 y AS-262, la que va a Covadonga. Allí el Deva se entrega al Güeña en El Puentón la Mecedura (mecer, unir, como en este caso los ríos)


En Montes y bienes de la parroquia de Abamia afectados por la Desamortización civil de Madoz, Kennedy Trenzado González escribe:
"Los montes de la parroquia de Abamia y sus hijuelas al igual que la mayoría del municipio de Cangas de Onís durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX fueron objeto de un complejo proceso de ámbito nacional denominado "Desamortización". Proceso legislativo, administrativo y judicial por el que estos montes, donde solamente estaba permitido el usufructo pero no la venta ni la división, son incautados por el Estado y vendidos a particulares"

Y ya entramos en Celoriu por La Martiniega


A la derecha una buena higuera


Y una cuadra, con la pared que mira al camino casi cubierta de parra


El mismo lugar en abril, con la parra sin hojas


Luego enlazamos con otro camino y seguimos de frente


Desde aquí tenemos una buena vista a la derecha...


La Venta, abajo, y Ñarciandi, arriba. Escribimos así en el Camino de Gijón a Covadonga:
"... arriba de La Venta, en lo alto de una colina, divisaremos las casas del pueblu de Narciandi, por el que a sus pies pasa La Riega Cabielles, bajando de Les Melandreres y que al desembocar en el barrio de La Venta divide la parroquia de Abamia de la de Cangues"

En La Martiniega, seguimos el muro de una quita...


Buen jardín de flores bajo la escalera de la casa a la derecha


Aquí ya caminamos por las calles del lugar...


Casas de La Martiniega


A la derecha La Casina, también de turismo rural


Hermosos corredores


Seguimos camino calle adelante...


Otro buen balcón, asomado al pueblo y al camín



Es el llamado Camín del Pueblu


Enorme cuadra, arriba el henar


Foto con la parra de su fachada sin hojas...


Abajo el establo


Otro buen corredor, y arriba gran bufarda o buhardilla


Un precioso conjunto: Casa Tejuca


Seguimos por el Camín del Pueblu


Cobertizos, cuadras y tendeyones


Bifurcación y a la izquierda por El Camín del Pueblu


Otro cruce frente Casa'l Polesu: vamos a la derecha


Pasamos entre estos dos hórreos


Fijémonos en el de la izquierda, en les colondres o tablas que componen la pared


Con un símbolo solar en su respiradero


Y llegamos a las últimas casas en La Bolera



Hay un tablón de anuncios una señal del Camín a Cuadonga



Nos indica ir a la derecha


Pasamos frente a estas casas


En esta explanada antaño se jugaba a los bolos: vamos hacia la panera del fondo



A la derecha buenas casas de galería y corredor


Otra muy buena muestra de arqutectura popular, casi palacial, corredores y galerías


Salimos de Celoriu por este camino, entre la casa y la panera



Es también el camino hacia el hotel Casa de Campo


Y ya estamos de nuevo en las orillas del Güeña


Pasamos entre la orilla y una finca


Seguimos unos metros por el camino...


Y en el primer cruce iremos a la izquierda


Aquí hace años se instaló un puente peatonal sobre el Güeña, que evita un importante rodeo, el que había que hacer antes siguiendo de Celoriu al puente de la carretera. Al fondo tenemos El Cruce con El Pontón de la Mecedura, la mencionada unión de los ríos Deva y Güeña. Después del puente cruzaremos la carretera AS-114 y entraremos en Sotu Cangues, enfilando ya ruta directa a La Riera y Covadonga/Cuadonga






















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