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lunes, 8 de junio de 2020

SOTU CANGUES: EL CAMPO DE LA JURA Y EL RÍO DE LA DIOSA. CAMÍN XIXÓN-CUADONGA / GIJÓN-COVADONGA (20)

Mapa caminero de este tramo

Puente sobre el Güeña, paso de Celoriu a Sotu Cangues


El Peregrino llega a Celoriu, pueblo cangués de la parroquia de Abamia (no confundir con el Celoriu de Llanes), donde hace años se ha instalado un puente peatonal sobre el Ríu Güeña, el cual evita un cierto largo rodeo hasta el puente de la carretera, y que nos permite el paso directo a otro de los pueblos de esta parroquia, tan vinculada desde siempre a la historia de Pelayo y Covadonga: Sotu Cangues


Al entrar en el puente tenemos una garrapiella blanca señalizando la ruta en las tablas de la derecha


Y en las de la izquierda este cartel


Avanzamos así por su arquitectónica estructura


Al pasar el puente vemos el Güeña y sus enormes cantos rodados, en los que antaño los vadinienses grababan sus ofrendas y dedicatorias, muchas de las cuales aparecieron en estos valles, confluencia de ríos, algunas inclusos con visos de ser las primeras de comunidades cristianas en la actual Asturias


Y ahora desde el puente mirando a la derecha un lugar muy importante


El Puentón de La Mecedura, donde el Ríu Deva (río de la diosa), que nace en Covadonga, se entrega al Güeña uniendo a él sus aguas


Esto nos hace recordar que es este un camino que empieza en Deva, pues el gijonés río Peñafrancia donde comienza la ruta, era llamado río Deva, topónimo que se conserva en la parroquia donde nace, y acaba en Deva, en el nacimiento del río, también de este nombre (en lo letreros en esta zona, Río Covadonga), en la misma Cueva la Santina, santuarios ambos que celebran romería el 8 de septiembre y con evidentes señales de cristianización mariana de divinidades-madre femeninas vinculadas al culto a las aguas, madres y fundamento de la vida


Pasamos así el puente y cruzado el Güeña llegamos a Sotu Cangues


Seguimos unos metros más por el camino del puente, que hace un poco de curva a la izquierda...


Pasamos al lado de esta caseta...


Y llegamos a la carretera AS-114


 Hemos de cruzarla al otro lado pero con mucha atención pues no estaba muy bien señalizado: tenemos que ir allí enfrente hacia el camino que de dirige al camping


 Este era antaño el Campu la Xura o Campo de la Jura


Este antiguo campo está vinculado con una vieja torre medieval que vemos desde aquí, en medio de las casas, la Torre de Cauvilla, de la Xura o la Jura, es un viejo torreón medieval, cuadrado y alto, con algún ventanal abierto tiempos atrás, cuando se transformó, como tantos otros, en casina. De él se dice que fue "donde Pelayo juró su cargo" pero, leyendas aparte, lo cierto es que era donde se reunían, hasta el siglo XIX, siete personas elegidas por el pueblo, que habían de escoger por su vez a los jueces y regidores cangueses


El Campu Cauvilla o de la Xura, vendría a extenderse por todos los terrenos circundantes, aunque su ubicación exacta es motivo de debate histórico. Una tradición asegura que hubo un castañéu o bosque de castaños, el cual habría sido talado para hacer las primeras casas del lugar, tal y como recogió en su momento la investigadora Concepción Vega Obeso, así como que en el lugar hubo un dolmen y mesa de piedra a la que se sentaban jueces, escribanos y estado llano, para escoger a los regidores y cargos del conceyu. Los llamados al cargo eran reunidos en La Torre la Xura y después, por el Camín Real, acudirían a este campo a jurar el puesto y blandir la vara de mando


Es también llamada Torre del Heredero, y tiene unos 20 metros de altura, sufriendo destrucción varias veces, la última durante un incendio en la Guerra Civil. Sus muros son de metro y medio de espesor, hechos de mampostería, levantados sobre una roca que pudo servir de base para otra construcción más antigua. Al perder su utilidad guerrera fue transformada en vivienda. En el libro El Camino de Gijón a Covadonga escribimos además que...
"Viejas leyendas hablan de pasos subterráneos desde esta torre hasta la parroquial de Abamia, iglesia en la que quiere verse la primer tumba y sarcófago de Pelayo y su mujer Gaudiosa,  y con el desaparecido Castiellu de Pamia, otra fortificación semilegendaria que se supone existió en estas tierras ancestrales. Dado su evidente simbolismo, políticos como Sagasta y reyes como Alfonso XIII, visitaron el lugar, unido desde siempre al legado de la historia"

Ciertamente todo el entorno de Covadonga tiene una fuerte carga simbólica que ha querido desde siempre ser relacionado con movimientos políticos de diverso corte, pero principalmente monárquicos, conservadores y tradicionalistas, a raíz sobre todo de la visita de 1858 de Isabel II a Covadonga vinculando el lugar a la Corona y sus míticos orígenes, en gran parte en respuesta al viaje de su cuñado y competidor (que acabaría financiando la revolución que la destronó diez años después), el Duque de Montpensier, de un año antes, cuando erigió un monolito en otro campo de honda tradición covadonguista, El Repelao, del que hablaremos en su momento


Covadonga y por ende, sus alrededores, habían quedado sumidos en un cierto abandono tras el desastroso incendio del santuario en 1777, si bien hacía tiempo que estos rincones reclamaban atenciones, atendiendo a su tremenda impronta en la historia, mitificada o no, pero así tenemos ya en 1844 al periódico madrileño el Heraldo publicando una carta a Isabel II, pidiendo la devolución de bienes pertenecientes al Cabildo de Covadonga no vendidos en las desamortizaciones, donde leemos que...
"más abajo el campo de la jura nos muestra el sitio monumental en que el pueblo asturiano, jurando libremente obediencia a su rey, dio principio a la monarquía de Castilla"
En 1858, durante la visita real, Nicolás Castor de Caunedo propuso a la reina que, dentro del proyecto de restauración de Covadonga, se colocase una columna o mojón en este lugar informando de su importancia

También diversos movimientos regionalistas desde el Mítin de Covadonga de 1916 de la Junta Regionalista del Principado hasta celebraciones asturianistas del Día d'Asturies en los 90 y, más recientemente, las conferencias sobre sus centenarios, han nacido o se han expresado en este valle, y así hasta nuestros días, donde algún partido incluso abre alguna vez su campaña electoral en este lugar por su "potente simbolismo"


Al cruzar la AS-114 hemos de ser muy precavidos: aunque estamos en una recta con bastante visibilidad suele haber mucho y veloz tráfico, en fines de semana, verano, fiestas, etc. puede pasar incluso como en la Recta de Prestín parar pasar de La Vega los Caseros a Villanueva, que tengamos incluso que esperar varios minutos hasta que esté la calzada despejada. Al hacerlo fijémonos siempre en tomar el camino hacia el camping, ese que arranca entre los setos


Las señales de entrada al camping son pues las que hemos de usar como referencia


Hay alguna flecha y alguna garrapiella pero las señales grandes del poste han desaparecido ya hace mucho


Alguien ha pintado incluso una garrapiella con pintura negra para orientar a los peregrinos


En este camino recoremos lugares de enorme carga simbólica. ¿Guarda relación la intensa tradición espiritual e histórica de Covadonga o Cuadonga, Sotu Cangues, Abamia, etc con todo su entorno, con la aparición de tan gran número de estelas vadinienses, unas precristianas y otras tal vez paleocristianas, en estos valles del Sella, Güeña y afluentes?. De ello se a elucubrado y se elucubrará. Así en el artículo de Francisco José Pantín Fernández El lugar de Soto de Cangas y la polémica sobre el Campo de la Jura, del blog Sociedad Perriniana de Corao, leemos:
"Las lápidas funerarias de ElanusMagnentia y Norenus son las primeras referencias históricas conocidas de Soto. Fueron halladas, la primera, la estela vadiniense y pagana de Elanus —posiblemente del siglo III— en La Grandera y las últimas en la ería de Susierra, en el camino de Soto y cerca del Cuetu Llóriu, respectivamente...

"... Son muy interesantes las dedicadas a Norenus y Magnentia que algunos autores consideran el primer indicio de cristianización del territorio del actual concejo de Cangas de Onís, en el siglo V después de Cristo. Cabe pensar que la expansión del pueblo vadiniense durante el Imperio romano, en dirección sur-norte, trajo consigo la difusión del cristianismo en un período relativamente temprano..."

"... La inscripción funeraria dedicada al niño Norenus, que falleció a los siete años y dejó a sus padres sumidos en la tristeza, está catalogada como cristiana y datada entre finales del siglo IV y el siglo V d. C. La otra estela cristiana hallada en Soto de Cangas, datada entre la segunda mitad del siglo IV y la primera del V d. C., está dedicada a Magnentia y presenta en el texto la expresión “ex domu dominica”, que hace pensar a Francisco Diego Santos y José Manuel Iglesias Gil, entre otros, que se trata de una inscripción cristiana. La relación entre ambas inscripciones lleva a Narciso Santos Yanguas, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Oviedo, a considerar la existencia en Soto de Cangas de “un cementerio paleocristiano de cierta entidad, así como un inicial lugar dedicado al culto cristiano 
Frente a la interpretación cristiana se ha argumentado que la expresión “ex domu dominica” es “una terminología absolutamente extraña a la utilizada entonces para designar los lugares de culto cristiano”, proponiéndose una controvertida lectura que hace referencia a un centro de poder político, detentado por un jefe local, que se prolongaría hasta Don Pelayo"

Y así, en base a una historia real, pero que ya es difícil separar de la fantástica, los cronistas habidos y por haber, cuando escriben de Covadonga hablan también de este totémico campo


Este es el caso de José Alfonso Guerra y Villegas, cuando dice que quienes "concurrieron a la elección del Infante Pelayo y lo acompañaron en los primeros progresos de la recuperación, para afianzar en su posteridad la memoria de sus méritos fundaron Casa Solariega, edificándola tan cerca del sitio donde celebraron la elección que acredita bien su ocurrencia en ella pues la pusieron poco distante de la peña de Covadonga en el concejo de Cangas de Onís en el lugar de Soto"


Llegamos así a las instalaciones del camping


Y desde aquí, donde hay una explanada entre este y las casas, tendremos otras buenas vistas de la Torre de Cauvilla, que es como se conoce a este barrio de Sotu Cangues, donde estaba el Campo de las Varas


 El histórico Campo de las Varas, llamado así en  expresión culta a consecuencia de las varas de mando que se les entregaban a los cargos electos en el lugar, fue objeto de disputas tiempo atrás entre Ángel Cutre, propietario de los bienes de la Casa de Soto, y una parte del concejo cangués, que tenía por comunal este terreno



Es un dato que también extraemos del blog de la Sociedad Perriniana de Corao, donde Francisco José Pantín Fernández también explica muy pormenorizadamente que ello arrancó de la visita y fiesta de Sagasta:
"A finales del siglo XIX el carácter simbólico del Campo de la Jura aún tiene fuerza en Cangas de Onís y los socios del Círculo Liberal acuerdan utilizarlo como lugar de celebración del recibimiento que hicieron a su líder nacional, Práxedes Mateo Sagasta, el día 14 de agosto de 1892. 
Al llegar al puente de Cangas de Onís Sagasta fue recibido bajo los acordes del himno de Riego, siendo saludado por los socios del Círculo Liberal de la villa, con su presidente Ramón Blanco a la cabeza, y una comisión del ayuntamiento que le fue presentada por Victoriano García Ceñal. Entró la comitiva por una engalanada calle San Pelayo dirigiéndose a la sede de los liberales donde fue cumplimentado. En la casa de los García Ceñal le fueron presentadas las personalidades militares y judiciales; acto seguido encaminaron su carruaje al Campo de la Jura “seguido de otros 36 totalmente llenos y aún mucha gente a pie”, para celebrar un banquete en el que se reunieron todas las personalidades del partido liberal en Asturias y la mayoría de los liberales de los concejos de Cangas de Onís y Parres. 
Ese día, entre aclamaciones y aplausos, Sagasta pronunció un enérgico brindis en el que ensalzó las maravillas de un país “donde no hay un pueblo, ni una aldea, ni un caserío, ni un valle, ni un río, ni una piedra que no guarde algún recuerdo grande e histórico” enervando el entusiasmo de los asistentes y, en el lugar donde juró Pelayo, terminó su discurso jurando defender la libertad hasta perder la última gota de su sangre 
Fue este un acontecimiento sonado, un rimbombante acto político que molestó al comandante de Infantería de Marina Ángel González Cutre quien seguramente vio con desagrado que los liberales cangueses ocupasen, en un acto cargado de simbolismo, un terreno que, independientemente de su carácter histórico, consideraba de su propiedad como heredero que era de los bienes de la Casa de Soto. En consecuencia, dos años después de la visita de Sagasta solicitó al Ayuntamiento de Cangas de Onís el cierre del Campo de la Jura generando una agria reyerta que duraría más de una década"

Todo el proceso por la posesión del campo es sumamente interesante y recoge no pocos acontecimientos históricos muy importantes acaecidos en esa década de pleitos, los acuerdos municipales, las demandas y contrademandas, la llegada del asunto a las cortes de Madrid, la visita regia de Alfonso XIII el 2 de agosto de 1892, recogida así por las crónicas:
"Desde Cangas se dirigió la Regia comitiva al histórico Campo de la Jura, donde esperaba ya el Concejo, con el diputado señor Uría, para cumplimentar al Rey. 
El Campo estaba adornado con banderas y guirnaldas. El alcalde dio la bienvenida al Rey bajo un soberbio arco que imitaba piedra. 
El Sr. Uría manifestó al Rey que el Ayuntamiento se proponía construir un monumento en honor del Rey D. Pelayo, y rogó a S. M. que patrocinara la obra. 
D. Alfonso ofreció auxiliarla en cuanto fuera necesario. 
Los terrenos en que ha de construirse el monumento, después de estar mucho tiempo en pleito, han sido ya recabados por el Concejo de Cangas. 
En dos tiendas de campaña levantadas en el Campo de la Jura se sirvió un lunch, después del cual se puso en marcha nuevamente el cortejo"

Al final, a pesar de todo, ganó definitivamente el pleito Ángel González Cutre, el campo se cerró, los antiguos castaños fueron talados y se plantaron patatas y maíz, luego fue parcelado y edificado. Todo un proceso para el que seguimos recomendando en citado artículo de Pantín Fernández (https://perriniana.com/2017/09/26/el-lugar-de-soto-de-cangas-y-la-polemica-sobre-el-campo-de-la-jura/), el cual es el Prólogo del libro La Casa de Soto, el linaje olvidado de Cangas de Onís (Corao 2017) de José Manuel Traspando Corredera, editado por el Excmo. Ayuntamiento de Cangas de Onís y la Sociedad Perriniana de Corao

Prólogo que acaba así...
"... la urbanización y edificación que ha sufrido el barrio de Cauvilla en las últimas décadas y el mínimo círculo que delimita la zona arqueológica en torno a la torre de la jura no parece vayan a permitir avances significativos que apuntalen o disipen las más dudas que certezas que hoy tenemos en nuestro conocimiento del Campo de la Jura"

Y así, dejando ya atrás la Torre de Cauvilla pasamos frente a la entrada del Camping Covadonga  y continuamos de frente


Dejando ya las inmediaciones del campo de juras y juramentos, no quisiéramos dejar de lado aquella puntillosa hipercrítica de José Amador de los Ríos en Poesía popular de España: romances tradicionales de Asturias (Madrid 1861), rebatiendo la leyenda, no solo de la jura de Pelayo, sino también la del famoso resbalón que se dice tuvo su mula en este lugar...
“Para que Vd. comprenda hasta qué punto llega el extravío de las tradiciones relativas a la monarquía primitiva asturiana, me bastará notar aquí, que el palacio tenido en el camino de Cangas de Onís a Covadonga, cual morada de don Pelayo, es un edificio del siglo XV, declinante, y que la torre inmediata al Campo de la jura (Camino de Corao), en que se dice que el mismo don Pelayo se fortificó y tuvo su residencia, es cuando más de mediados del siglo XIII. En cuanto al resbalón de la mula de aquel rey y de la peseta columnaria que dio a su paje en premio, ¿qué podré decir a Vd. formalmente? Semejantes tradiciones gozan no obstante de gran prestigio entre los sencillos aldeanos”

Vamos pues saliendo de Cauvilla y seguimos todo de frente hacia otros barrios y lugares de Sotu Cangues


Todo de frente seguimos avanzando


Pasamos al lado de un gran portón


Y luego a la sombra de esta arboleda...


A nuestra derecha el Ríu Deva o de Covadonga


El camino va subiendo ligeramente



Estas son las dependencias de Rutas a Caballo El Dorado, que ofrece buenas excursiones hípicas por estas sendas de valle y montaña


Los caballos, listos y ensillados


Según caminamos los vemos, por lo común a la sombra de aquella fila de árboles


Hora de los desayunos...



¡Y a galopar!




Tras el barrio de Cauvilla (que equivaldría a final de la villa), llegamos a Solagüerta (bajo la huerta)


Bordeamos la finca de los caballos...


Y terminamos la pequeña cuesta en Solagüerta


Aquí las casas forman calle


Buen balcón-corredor con galería




Seguidamente La Casina


Y luego apartamentos Camino Picos de Europa

Pasamos delante de las dos casas


A la izquierda un alto caserón


Y seguimos calle adelante...


Ahora vamos un poco en bajada


Casas y fincas entre el camino y el río...



Nosotros seguimos de frente hacia abajo


Pero arriba a la izquierda no dejará de llamarnos la atención esta casona


Y ya llegamos a lo que viene a ser el centro de Sotu Cangues, en torno a la capilla de Santa Lucía o de San Andrés


Esta capilla fue construida en el siglo XVI, realizándose en ella reformas en el XVIII


Es templo de una sola nave, rectangular con techo de madera a dos águas y ábside cuadrado cubierto de bóveda de crucería. Presenta asimismo gruesos contrafuertes


Frente a la capilla está la Casona los Soto o El Palaciu, de los González Cutre. Los primeros la fundaron, también en el siglo XVI, pasando a los segundos en el siglo XVIII, quienes lo reformaron y le dieron su forma actual. Su historia y la de buena parte de estos lugares, con sus monumentos, puede consultarse en el blog del apellido Soto, que queremos recomendar: https://www.soto.biz/


El último representante del primer linaje fue D. Francisco Antonio de Soto Noriega, quien en testamento de 1778, además de otras disposiciones, estipula que la casa y otras propiedades en Sotu Cangues pasasen a su sobrina Dª Teresa González Rivas, mujer de D. Antonio González Cutre (del solar de los Cutre en Caravia), pasando así a esta estirpe, uno de cuyos descendientes sería D. Ángel González-Cutre Martínez, el del largo pleito sobre El Campu Cauvilla o de la Xura a finales del siglo XIX



Su cuerpo central, La Torre, es como un alto torreón de piedra construido en mampostería con puertas, ventanas y balcones adintelados, así como profundos cortafuegos y corredor en el piso más alto. Las puertas y ventanas están adinteladas y a los lados se añadieron otras dependencias, resultado un edificio de tres cuerpos, guardando los laterales cierta simetría entre sí, y alargando el derecho el palacio hacia la torre. En él se supone hubo abajo un desaparecido oratorio


El blasón de los González Cutre, en la fachada, sustituye al del linaje anterior, y fue colocado en 1902 por el cantero Valentín Fontela, que trabajaba en la construcción de la Basílica de Covadonga


En un documento de 1647, D. Diego de la Cruz Sarabia  y Soto, residente en el Reino de la Nueva España, actual México, quiso que, como miembro y descendiente del linaje fundador se le certificase que...
 "... la Casa de Soto está en el lugar de Soto, concejo de Cangas de Onís, como casa infanzona de caballeros hijos de algo, de casa y solar conocida y armas pintar, con dos torres en la dicha casa, atrás y adelante y sus almenas, y sobre puerta principal de la dicha casa está un escudo de armas que es de la dicha casa, y en el dicho escudo se pinta un águila rampante y por orla de dicha águila cuatro candados y debajo de los dichos candados un caballero en un caballo con una cruz levantada en la mano derecha, y en otro cuartel unas almenas de un castillo y así mismo en el dicho lugar de Soto por las muchas hazañas que este caballero dicen hizo en el servicio del Infante Pelayo, cuando fue la restauración de España, media legua de dicho lugar de Soto, que es el convento de Nuestra Señora la Real de Covadonga, en el dicho lugar hay una ermita que es la vocación de ella S. Andrés de Soto, la cual percibe y lleva la mitad de todos los frutos y diezmos que paga el dicho lugar..."


Al presentarse este escrito, el escribano Diego de Labra, mandado por D. Juan de Noriega de Corao, juez ordinario del concejo...
"fue a dicho lugar de Soto, a donde está la casa antigua del dicho lugar de Soto y apellido de los que en ella, se llaman", y dio fe de que en la dicha casa, sobre la puerta principal de la torre de atrás estaba un escudo de armas que en él estaban pintadas "un águila rampante en campo blanco, y a un lado un caballero a caballo en un caballo, y en la mano una cruz, y en dicha piedra una escalera arrimada a mi parecer a un castillo con su almenaje y alrededor de dicha piedra unos candados, lo cual está pintado en una piedra de grano, y las dichas armas están pintadas en la dicha casa de Soto"

Dice el primer documento además sobre el reparto de diezmos y sobre el derecho de la Casa, certificado en el segundo, de nombrar al capellán de la capilla por...
"ser el lugar de los más calificados de esta república y de gente principal se hacen y deben hacer dentro de la dicha iglesia de San Andrés de Soto todos los consistorios y ayuntamientos, elecciones de jueces y alcaldes mayores y todos los demás oficiales que se acostumbran a nombrar en esta república para el reparo y gobierno de ella..."

Frente a la capilla, sigue el camino, pero podemos detenernos un instante en su acogedor atrio, cabildo o pórtico


Está sostenido  por cuatro columnas de piedra y guarda la portada, de arco de medio punto


En su interior un arco de triunfo separa la nave del presbiterio, cubierto con bóveda de crucería decorada con motivos vegetales


Podemos admirar en el interior parte del que fue completo retablo barroco del escultor tallistas ovetense Juan González de Berbeo, contratado por el mayordomo de la capilla del Glorioso apóstol San Andrés de Soto, Francisco López, según documento de 2 de diciembre de 1760 que redacta el escribano de número del concejo José Antonio Otedo, y que dice que la obra...
"se ajuste el que dicho Juan de Berbeo, ha de hacer en dicha capilla un retablo de la misma hechura, tan bien trabajado, limpio y ajustado como el que hizo en la capilla de San Antonio, sita en el lugar de Labra, y por las medidas correspondientes al sitio en que se ha de poner... ha de llegar a cubrir el arco formero, de aquel lienzo de la pared y el ancho ha de ser a correspondencia... Para dicha obra se le han de dar las maderas aserradas y clavos y cola necesarios. Y por sus hechuras y trabajo se le han de dar tres mil y trescientos reales, y dichos señor cura y vecinos, fenecida la obra han de buscar, maestro tallista que reconozca la obra, y bajo juramento diga su legítimo valor"
La parte conservada del retablo, tal y como leemos en el blog del apellido Soto, que nos da estas informaciones, es de detalles churriguerescos, con una muy llamativa policromía, si bien es posible que las piezas estén repintadas

En el retablo actual, hecho de azulejos, hay una imagen del patrón San Andrés, otra también antigua, de la Purísima, así como una más, tal vez de la Encarnación, que se supone pudieron venir de una capilla desaparecida, la del cercano Palacio de Cambre, del que pronto hablaremos al pasar por ahí también el camín


Un crucifijo singular, con su efigie coronada, culmina este retablo


Se celebra gran romería honrando a Santa Lucía (ver vídeo)


La Puya'l Ramu (puja del ramo de ofrendas (ver vídeo)


Volvemos del pórtico al exterior...


Y retomamos el camino por el barrio de La Capilla o de San Andrés


Barrio que se extiende al pie de un pequeño y boscoso cueto


Recorres el camino un canal de alcantarillado, que vemos en el suelo


Buena arquitectura popular


Antiguas cuadras y henares...


Es el barrio de La Bolera, donde se armaban los bolos para jugar unas partidas


Casas y hórreos de La Bolera


Arriba, asomando un poco entre los árboles, está la antigua escuela


Seguimos de frente por el Camín de Cambre


Allí en el cruce, hay un muro de piedra, y en él, aún se conserva una de las viejas señales de 1997


En el Camín de Cambre, el Hotel La Trapa


Al otro lado del Deva está el barrio La Balsa, topónimo que parece hacer referencia a alguna embarcación de las que pasaban el río antes del actual puente, El Puentón de Sotu


 Allí están la Casa Rural Ortiz y el Hotel la Balsa. De allí hacia atrás, hacia El Cruce, hay varios restaurantes que sabrán satisfacer los paladares del peregrino


Más allá las casas de la Carretera Covadonga (AS-262), junto al Ríu Deva. al otro lado los montes de La Grandera, con zoológico y centro de recuperación de fauna salvaje, donde se reciben animales salvajes heridos, enfermos o huérfanos, para su recuperación, participando en labores de reintroducción, siendo por ejemplo el único de España que ha conseguido reproducir alimoches en cautividad, colaborando para su reintroducción en la comunidad de Madrid. También han conseguido criar lobos polares y el cárabo lapón


A nuestro lado, en esta orilla, está la Quinta de Pedro Alonso, indiano cántabro emigrante a Cuba, dedicado a la construcción en La Habana



Fue construida entre 1910 y 1915 pues su mujer era de aquí, sufragando Pedro, como benefactor, la construcción de este puente, el muro para contener las crecidas del río, así como el lavadero de Sotu y la escuela


Luego de esta parada en El Puentón de Sotu, volvemos a la ruta en el Camín de Cambre


Pasamos frente a La Trapa y nos dirigimos al muro que cierra la finca de otro de los palacios de Sotu Cangues, el  Palacio de Cambre


Es un caso muy similar al del anterior de la Casona de Soto o Palacio de los González-Cutre, una gran casa torre muy reformada, origen de la casa, de la que vemos ahora la galería, sin duda parte de las últimas de sus muchas reformas


Si podemos mirar más allá del muro y la fachada está a la vista, en la fachada que mira a la finca está el escudo familiar. Nos dicen, en el recitado blog de Soto que es:
"... un escudo partido con las armas de los Soto, al lado izquierdo del mismo (un águila exployada, a la que rodean ocho candados), y al derecho, dos cuarteles, con las armas bastante deterioradas, pero que nos permiten ver en el inferior un caballero a caballo, que lleva en la mano en alto, una cruz y, a su lado, una escalera, y en el superior, un castillo almenado, que podrían ser armas de los Posadas y de los Intriagos. La parte sur de esta edificación ofrece una imagen mucho más vieja, y en ella se encuentran columnas y vanos que marcan la posible pertenencia a una torre fortaleza
Otro edificio, de doble planta, al oeste del anterior, lleva en su fachada cortafuegos, y arco de entrada, a lo que debía ser pórtico, transformada y cerrada hoy con galería y vanos muy actuales. Más viejas, representan ser las dos fachadas, norte y sur, con ventanas y puertas, con dinteles y apoyos que ofrecen un tipo de construcción, posiblemente anterior al siglo XVI.
El edificio situado más al este, adosado al primero, está en base más elevada y presenta los caracteres más viejos del conjunto. Según se dice, en el interior se encontraron ventanas de arco apuntado, lo que podría llevarnos a considerarlo de fechas próximas al siglo XIV..."

El Camín de Cambre sube un poco entre el aparcamiento de La Trapa y el muro del palacio


Hay alguna flecha confirmando la dirección a seguir


Es una subida recta al pie del bosque


Y arriba, un cruce o bifurcación


Y en él vamos a la derecha


Vamos a pasar ahora detrás del Palacio de Cambre, cuyo último propietario de apellido Soto  fue D. Bartolomé Antonio de Soto y Soto, quien deja escrito en su testamento de 28 de septiembre de 1728...
 "que en el 31 de diciembre de mil setecientos y ocho ante D. Francisco de Soto, vecino de este lugar y escribano de Su Majestad, capitulé y ajusté con el Padre Abad y Monjes del Monasterio de San Pedro de Villanueva reduciendo tres sepulcros (que tenía la Casa), a dos que le señalasen junto el altar de Nuestra Señora, pegados con el estribo de arco de la Capilla Mayor, y en ellos se pusiesen dos lápidas, la una con el escudo de las Armas de la Casa de Soto y su letrero, y la otra, sin escudo y con letrero, y que estas hubiesen de estar cuatro dedos más altas que las losas de la Iglesia..." y ordena que "cuando Dios Nuestro Señor fuese servido de llevarme de esta presente vida, mi cuerpo sea a dicho Monasterio y sepultado y con el menor concurso que se pueda, sino de algún sacerdote o sacerdotes que me acompañen y encomienden..."
Las lápidas están hoy día en los muros del claustro de dicho monasterio, actual Parador de Turismo, una de ellas a la entrada, con el escudo, que dice
ARMAS Y SEPVLTURA DOTADA
DE LA CASA DE SOTO DE QUE
ES DON BARTOLOMÉ ANTONIO
DE SOTO.
SEPVLTURA DOTADA DE LA CA
SA DE SOTO DE QUE ES PARIEN
TE MAIOR DON BARTOLOMÉ
ANTONIO DE SOTO Y DOÑA
MARIANA LVCIA DE POSADA SV
MVGER

Más flechas en la fachada


A la izquierda, hórreo y cuadra


A continuación estaba la capilla de la Encarnación, construida en 1661 por el maestro cantero Alonso de Trespando, de la cercana parroquia de Margolles, según contrato fechado el 22 de ese año con la propietaria y que dice
"D.ª Ana de Soto tiene devoción y voluntad de hacer una ermita junto a las sus casas de Cambre, la cual ha de ser del tamaño, traza, largo y hechura, sin que discrepe cosa alguna, según y de la misma manera que está una que el licenciado Juan Prieto, o por su orden hizo Pedro de Cagigal, sita en el lugar de Cadanes, en el concejo de Piloña, menos el campanario y portal, sino solamente la capilla, con su imposta con la misma traza y hechura."

Según contrato el presupuesto para hacer la capilla ascendía a 60 ducados de vellón, relacionándose los detalles pertinentes y se pedía que estuviese acabada para el día de San Bartolomé, el 24 de agosto



Puerta de acceso por el Camín de Cambre de la actual vivienda del palacio


Protegida por un tejadillo a dos aguas


Imagen de la Santina en azulejos


Pasamos así entre las cuadras y el palacio



Vamos a otra bifurcación


Justo en el cruce era donde estaba la capilla, desmontada piedra a piedra en 1998, con la idea de volver a construirla en otro lugar



En esta vieja foto sacada de un video de El Garrapiellu filmado en 1993 con motivo de la señalización del Camín a Cuadonga, vemos cómo era esta capilla


En esta bifurcación entre el antiguo solar de la capilla y el ala sur del palacio iremos a la derecha


Son las huertas de La Conexera


Al tomar el camino de la derecha, vemos que esta fachada sur del Palacio de Cambre, que mira al cruce y las huertas, tiene cortafuegos


Y en medio una galería acristalada que pudo ser más antiguamente un corredor



Una vieja señal no indica la ruta a seguir


Bordeamos así La Conexera


Según pasamos vemos toda la estructura del edificio palacial, muy alargado y con cuerpos muy diferenciados


El palacio, situado justo enfrente del Deva, tenía además su propio molino, El Molín de Cambre


Y su puente, El Puente Cambre



Viejo puente de arco de medio punto, que vemos en esta otra foto


Suelo empedrado de cantos rodados...


Deva, la diosa, divinidad céltica de la naturaleza cristianizada en advocaciones marianas, de la que tantísimo hemos hablado al comenzar esta travesía andayona, y que volvemos a encontrar al llegar a su final


Cruzamos al otro lado hacia la carretera


Hay un rellano donde suelen aparcar los coches


Llegamos a la carretera AS-262, frente Casa José Labra, y seguimos a la izquierda, en ruta a la Cueva la Santina por el barrio El Bosque


Fachada principal de la casa, orientada al sur, con portalón abajo y corredor arriba. Atrás el hórreo


Barandilla junto al río


El Bosque, barrio al Sur de Sotu Cangues, que se alarga por el valle hacia el sur


Aquí está el hotel El Molino, llamado así por estar construido sobre uno de los molinos del valle, el Molín del Partidor, con al menos dos siglos de historia, y de los últimos que siguió funcionando


Obsérvese la muela a la entrada, abajo


Recepción y cafetería, bajo los soportales


Pasamos en frente del hotel en esta acera nos llevará a Covadonga, ante la ladera de La Cueste Torío,  pueblo situado monte arriba, famoso por las rosquillas de San Blas, que ofrecen el 3 de febrero, santo abogosu de males y dolencias de garganta


Un pequeño hórreo, de paredes blancas, sobre la carretera, llama la atención


Llegamos a los aparcamientos de otro alojamiento, El Caserón, Casa de Aldea


El Caserón con su enorme corredor mirando a la carretera


A la derecha las instalaciones de la empresa Taxitur, con excursiones guiadas a Los Lagos de Covadonga y otras rutas por Los Picos



El Caserón queda atrás


Seguimos por la acera, pero no dejemos de ver las casas de la izquierda


Es la Casa del Rector, solar de José Miguel Caso González, el gran profesor jovellanista, padre de la escritora y periodista Ángeles Caso. De él escribíamos así en nuestros libros camineros: 
"JOSÉ MIGUEL CASO GONZÁLEZ: EL GRAN PROFESOR JOVELLANISTA 
 José Miguel Caso González nació en Sotu Cangues en 1928, estudió en Xixón el bachiller y la carrera de Comercio, licenciándose en Filosofía y Letras  por la Universidad de Uviéu en 1951, con premio extraordinario. Entre 1952 y 1954 es profesor ayudante de Literatura Española en esa universidad y de 1954 a 1956 ejerce de la misma función en la de Madrid, en la especialidad de Historia del Español. 
Trabaja en colaboración con Ramón Menéndez Pidal en el Romancero Hispánico y en el período 1956-60 ostenta el cargo de Lector de Español en la Universidad de Lyon, de la que se va después de opositar para conseguir la cátedra de profesor de Lengua y Literatura Españolas de Enseñanzas Medias, labor que realiza en el Instituto de Ponferrada y en el Instituto Jovellanos de Xixón..."
Busto de José Miguel Caso González en Gijón/Xixón (Asturias)


 


 

 "... En 1961 se doctora por la Universidad de Madrid con una tesis sobre el  prerromanticismo de Jovellanos y en 1966 gana la cátedra de Lengua y Literatura Española de la Universidad de La Laguna, de la que sería Secretario General y Rector (el primero elegido por el Claustro).

Desde 1965 dirigió la Cátedra Feijoo, en la que fundó el Centro de Estudios del Siglo XVIII. Fue Vissiting Professor en las universidades de Maryland y California. De 1973 a 1977 dirigió el Insitituto de Estudios Asturianos y fue Vicepresidente de Honor de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII, publicando a lo largo de su vida más de doscientos libros y artículos sobre historia y literatura de España, destacando los relacionados con el romancero, el Cantar de mio Cid, Alfonso X El Sabio, El Lazarillo de Tormes, Cervantes, Calderón de la Barca, Valle Inclán y otros muchos, no dejando de lado la poesía asturiana de Caveda y Acebal, así como otros asuntos y temas relacionados directamente con Asturias... "
"... La mayoría de su trabajo estuvo centrado en el siglo XVIII español y muy especialmente en la figura de Gaspar Melchor de Jovellanos, con la publicación de sus Obras Completas, así como numerosos artículos, libros y publicaciones sobre la biografía, la época, las ideas, los proyectos y la memoria del ilustrado asturiano del que tanto contribuyó a investigar y dar a conocer a toda la opinión pública, en trabajos tanto divulgativos como eruditos, pudiendo decirse que gracias a José Miguel Caso el jovellanismo cobra nueva fuerza, un impulso que le haría llegar al siglo XXI con la misma actualidad e innovación que tuviera para los contemporáneos de Don Gaspar, sino más"

Si tenemos oportunidad no dejemos de ver aquí el carro del país, el carru esquirpia es este caso, la esquirpia es en entrelazado de blima o varas



Si bien por carretera, este trayecto hasta Covadonga dispone de una buena acera que nos libra muy bien del tráfico, que suele ser abundante en festivos, veranos, etc. otros días se camina con bastante placidez


No obstante, si seguimos el trazado aquí propuesto, dejaremos la carretera durante un tramo en La Riera y luego, en El Repelao, a la entrada del Real Sitio de Covadonga, para llegar a la Cueva por la senda fluvial



 Huertas y quintanas de El Bosque


Hórreo con riestres de panoyes, ristras de mazorcas


Casas del cruce de Torió



La acera siempre a la izquierda


Vivienda y terreno


Florida vereda...



Seguimos por la acera, siguiendo de frente y dejando a la derecha el mencionado cruce


La Ablaneda, vivienda vacacional, en medio de esta vega


Es la zona de L'Aguileru, La Ventaniella, el Campu la Vara y el Picu los Monteros (544 m)


La Recta del Bosque en la Carretera Covadonga, a la derecha el Restaurante El Bosque


De frente las montañas, El Puertu Baxu


El Monte Cezures o Citures, paso a La Riera, con unos árboles encima y en su ladera derecha, en primer término


Detrás de él, los llamativos peñones, por sus formas, de la Cueste Berrugosu y Cuarezu, con La Barredona (476 m) y Picu Lluengu (476 m)


El Bosque, el topónimo delata que todo esto, era un gran bosque, así como Sotu Cangues, pues un soto es un bosque de ribera, y una canga un paso entre montañas, valle cerrado entre dos alturas, como es este le caso, si bien el segundo componente del nombre más bien tiene que ver, seguramente, con su pertenencia al concejo cangués


Finca de La Ablaneda


Pasamos la entrada...


Extensa vega hacia el río, que pasa a la izquierda, al pie de los montes de Isongu


Fértiles huertas


Aparcamientos y restaurante


Fijémonos en otro detalle en la casa de la derecha


Otra imagen de la Santina en azulejo



La recta nos lleva a El Bosque d'Arriba


Vistosas hortensias


Casa y jardín


Lo contemplamos y admiramos al pasar...


Preciosa rosaleda


Más hortensias


Huertas...


Hórreo y rosales...


Frutales


La Casina



Casa Rogelia


Más rosas...


Elegantes fachadas


Fijémonos en la placa con el nombre de la casa


También aquí la Santina


Gran caserón a la derecha




Y en la Recta del Bosque seguimos admirando la gran vega a nuestra izquierda


Grandes fincas


Es junio, el tiempu la erba, la temporada de la siega


En la lejanía, el Monte Auseva marca las distancias, que van acortándose


Empezamos a ver señales de los aparcamientos de Cuadonga. Según qué días la afluencia de gente puede ser tan considerable, pues no olvidemos que Covadogna es además una de las principales puertas al corazón de los Picos de Europa, que, en temporada alta, ya puede recomendarse aparcar unos kilómetros antes y tomar los servicios de transporte que vienen y van cada poco tiempo


Esta es la explanada es para los autobuses. Recordemos que este plan de transportes a Los Lagos se pone en marcha en temporada alta y determinados puentes o días señalados. Es preciso informarse si se va a hacer uso de él, para subir a Los Lagos, por ejemplo, o para regresar de Covadonga, pues siempre está sujeto a variaciones según las circunstancias


 Dejamos los aparcamientos y seguimos toda la larga Recta del Bosque


Otro gran caserón a la derecha



Es básicamente una casa mariñana de piso alto, con sus clásicas características de portalón en medio, con acceso a cuadra y cocina, y cuartos a los lados. Arriba en el corredor solía estar la sala. En este caso abajo a la izquierda parece ser espacio que estuvo destinado a cuadras, y a la derecha del portalón la cocina. Los cuartos de dormir en este caso debían de estar, como la sala, en la planta alta


A la derecha Artesanía El Bosque


Un lugar que siempre llama la atención del caminante, y del que escribimos en El Camino de Gijón a Covadonga:
"...inconfundible, con todos sus productos siempre expuestos en su fachada, a su entrada, en el piso alto y en todo el terreno circundante...sillas y taburetes de madera, tayueles o asientos de tres pies, cestos, jarras y cántaros de barro, cerámica, palos y bastones, así como todo tipo de souvenirs"

Un verdadero gran escaparate artesano a la carretera y al camín


Cestos y sombreros...


Expositores


Cestos de blima


Zapica, madreña gigante, bastones, palos y cayados


El artesano José Allende Berdayes, a la puerta, uno de los últimos artesanos cesteros cangueses, con sus obras



Luego de la visita artesana, echamos a andar de nuevo por esta emblemática recta del Camín a Cuadonga


Llana y verde vega donde pasta la reciella, el ganáu menudu


Luego una hermosa quintana


A la derecha, las cuadras y henar


Hortensias y hórreo


Jardín y vivienda, con balcón-galería mirando a la carretera


Al otro lado balcón-corredor


Y al otro lado, otro hórreo


Un precioso rincón y muy florido


Y la recta sigue, pero ya vemos su final, pues al pie del Monte Cezures termina al hacer una curva a la izquierda. Allí, el Regueru Cezures o Citures, al desembocar en el Deva, hará de divisoria con la parroquia de La Riera



Y a la izquierda hay unas peñas que recortan su silueta en la ladera, con el Monte Auseva al fondo


El Picu del Obispu Don Opas, relacionado con este prelado que, según las antiguas crónicas, colaboró con los musulmanes en la mítica Batalla de Covadonga, exhortando a Pelayo a rendirse o pactar. Se dice que al huir de la derrota quedó maldito transformándose, él y su caballo, en estos peñascos


De esas crónicas y su leyenda hablaremos al pasar bajo esas rocas, camino de La Riera, antesala de Cuadonga


Pasamos ahora a la altura del Restaurante Orandi




Al pie de estas totémicas montañas preñadas de historia, hay un pequeño desfiladero en el que iremos aproximándonos al río


El valle se estrecha en este punto


Y comienza la curva de la carretera para salvar este paso entre montañas


Curva cerrada a la izquierda


En el paso de la parroquia de Abamia a la de La Riera está en este Picu del Obispu Don Opas, otro de los legendarios personajes, quien sabe si basado en uno real o capricho de los cronistas, que rodean toda la tradición de estos lugares, tan vinculados al escenario histórico de Cuadonga o Covadonga








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