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domingo, 13 de septiembre de 2020

SALIENDO DE RINLO (RIBADEO): MEIRENGOS, A CEGOÑA, OS XUNCOS, OS CASTROS, AS ILLAS Y ESTEIRO. CAMIÑO DAS CATEDRÁIS

As Cegoñas y costa desde Punta Corveira, saliendo de Rinlo

Tras salir de Rinlo, pueblo de gran tradición marinera del concello de Ribadeo, hemos visitado sus antiguas cetáreas, pioneras de la producción marisqueira que tanta fama ha dado a Galicia, hasta constituir parte de su identidad y embajada a nivel internacional. Luego, y siguiendo la costa hacia el oeste, llegamos a Punta Corveira, desde donde divisamos una nueva y encantadora franja litoral, de las muchas que vamos hallando en esta ruta, la de la costa más occidental de este concello de Ribadeo que estamos recorriendo, rumbo a la emblemática Praia das Catedrais y a las no menos famosas playas del vecino concello de Barreiros



Coincidimos en este itinerario con el Camiño Natural Ruta do Cantábrico, bien marcado con sus señales que, salvo tramos muy concretos, vamos a seguir durante bastantes kilómetros, viendo en primer término ahora la rasa costera de A Devesa, la parroquia más occidental de Ribadeo, donde está el castro de Meirengos, uno de los muchos recintos fortificados galaicos existentes en esta larga orilla marina ante el Mar Cantábrico, algunos de los cuales ya hemos conocido y otros, no pocos, aún nos aguardan



Un poco más allá la Enseada das Cegoñas, más allá de Meirengos, también parroquia de A Devesa, topónimo vinculado al castellano dehesa y que deja a las claras el carácter eminentemente ganadero de los prados, llanísimos, de esta rasa marina, ahora salpicada de viviendas unifamiliares, gran parte de ella vacacionales. Más a lo lejos, las montañas de Granda Rasa (296 m), Pena Mosqueira (295 m), y Pena Longa (596 m) maarcan la frontera de Ribadeo y Barreiros, separando además la franja marítima de los valles del interior, el mítico Val de Cabarcos, escenario de las andanzas del mariscal Pardo de Cela, y posteriormente vendido por su sobrino Pardo de Cabarcos para conseguir financiación para la conquista de Granada



Al pie de esas cordilleras costeras, aunque no la vemos, pasa la carretera N-634, donde se extienden la mayor parte de las poblaciones, formando casi un casco urbano lineal a lo largo de ella entre los concellos de Ribadeo y Barreiros. Por esa zona están Vilagoíz y O Rato, también de la parroquia de A Devesa, que es en extención la más grande del concello ribadense



Más a la derecha son los acantilados de Coidal das Cegoñas, con sus cuevas y cavidades que son un excelente criadero natural de mariscos



A lo lejos, a la derecha de la foto, asoma precisamente la nave de Cooperativas Lácteas Unidas (CLUN)-Os Irmandiños, en A Prexioana, que nos sirve de referencia orientativa para saber donde queda la carretera general



Luego va el Coidal do Porto  que muy posiblemente hagan referencia a uno de tantos puertos naturales, pequeños abrigos más bien, existentes en este frente acantilado, donde están los campos de Os Xuncos



Bajo esos campos O Serrón do Porto, que guarda otra playa que veremos en nuestro periplo, Os Xuncos



Praia Os Xuncos, muy oculta por los penedos, pero sí podemos ver con claridad esta senda costera, recuperada y transformada en un gran paseo marítimo entre Ribadeo y Foz. Es el Coidal do Río Cabalar


Luego A Punta do Campo y otro gran referente playero y castrexo, la Praia Os Castros, que forma un itsmo con la Puta das Covas, frente al islote de As Portelas



Una de las mejores playas que nos vamos a encontrar, abierta al mar y que forma una sola en bajamares con la Praia das Illas, fantástico arenal uno de cuyos accesos en una cueva natural



As Illas forman una cuña que se adentra en el mar, ocultándonos el entorno de la celebérrima Praia As Catedrais (Augas Santas), pero más allá asoma, ya en el concello de Barreiros, la Praia Area Longa, por donde prosigue nuestro periplo costero


Y ahí está la Punta do Gabito o Punta do Castro, otro asentamiento castreño más relacionado con la gran cantidad de puertos naturales existentes y, muy posiblemente, con la explotación de minas de oro, localizadas ya al menos desde Tapia, en Asturias, gran filón aurífero que, por el sur llega a Las Médulas, Ourense y nordeste portugués.

Más lejos Foz, en la boca de la ría de su nombre, desembocadura del río Masma y, sobre ella, el Monte da Lebre (358 m) a la derecha y Monte Maior (352 m) a la izquierda


Estas son alguno de los tipos de balizas de la Ruta do Cantábrico, que nos orientarán al menos hasta la mencionada Ría de Foz, donde iremos al interior, buscando salir a San Martiño de Mondoñedo, doble sede episcopal britona y dumiense, trasladada en la baja Edad Media a O Val de Brea o Vallibria, el Mondoñedo actual, siendo ambos enclaves lugar de peregrinaciones y rutas a Santiago, fundamento de este periplo que proponemos en estas entradas de blog


Toda la primera línea de costa está protegida ambiental y paisajísticamente, dando en recuperarse la vegetación marina, las dunas, acantilados, flora y fauna a la par que se realiza este paseo costero. En los inmediatos campos predominan los pastizales y el cultivo de las tierras de labor, predominando los maizales, que ocupan grandes extensiones y cuyas plantas vemos crecer los meses de verano


Salimos aquí ahora a la carretera costera, yendo a la derecha


Estas fincas son resultado de la concentración parcelaria y están atravesadas de norte a sur y de este a oeste por una red de caminos, pistas y carreteras locales que, buscando mayormente la línea recta, ofrecen en no pocos casos una vía más directa para recorrer este tramo costanero. No obstante, a poco que nos desviásemos de la Ruta do Cantábrico para ir por ellas perderíamos la práctica toralidad de este paisaje marítimo de primera línea litoral, que es su gran aliciente


A la derecha, la Enseada Cabalar...


La Ruta do Cantábrico, por contra, es más larga pues sigue toda la sinuosa orografía de las playas y los acantilados, con sus puntas, cabos, conchas y ensenadas, pero a cambio nos ofrece un paisaje y lugares que sin duda harán de esta una travesía inolvidable


Vemos ahora mejor, a la izquierda la foto, las casas de Meirengos, por donde pasa el rego de este nombre, que nace un poco más al sur, en Vilagoíz, al pie del Monte San Ramón. A su derecha y más cerca los prados de A Rega y la Enseada das Cegoñas, un topónimo que hace referencia a las garzas, muy comunes en la playa, que por su aspecto son llamadas cegoñas, esto es, cigüeñas


Acantilados de O Coidal das Cegoñas, Coidal do Porto y Serra do Porto. Junto a las casas de arriba pasa este camino


Os Castros y Praia As Illas con su istmo arenoso. Es común que los castros de esta zona estén asentados donde hay enfrente un penedo o islote rocoso, casi innacesible y con el que están relacionados, dando la sensación de ser un reducto natural en sí mismos. Esto lo hemos visto ya en el de As Grobas, viniendo de Illa Pancha, y en el de Fornelos, llegando a Rinlo



En la lejanía asoman la Punta Cadramón y los acantilados de la Praia de Seborollo, antesala de las playas de Esteiro y As Catedrais


Mismamente la Punta do Castro también tiene su islote


Y en medio de la Ría de Foz, aunque no lo vemos desde aquí también hay un islote comunicado con tierra en las bajamares, la Pena do Altar, vinculada también a otro castro, si bien por su topónimo revela haber sido lugar de ceremonias religiosas. Da la sensación que toda esta costa estuvo densamente poblada en el amplio periodo de tiempo que comprende la cultura castrexa, que abarca históricamente desde unos ocho siglos antes de Cristo hasta abarcar toda la romanización y la caída del Imperio Romano en el siglo V, 800 años nada menos


Foz es una muy importante referencia visual, geográfica e histórica de este itinerario, pues sus altos edificios son un verdadero faro que nos señala donde acaba el tramo eminentemente costero de nuestro viaje, y nos advierte de donde empezaremos a, río Masma arrima, tomar el camino a San Martiño de Mondoñedo y luego al Val de Brea, el Mondoñedo actual, el valle del Masma, aquel que quiso hacer navegable hasta allí en el siglo XVIII el activo obispo Sarmiento, llamado el mejor alcalde de Mondoñedo



Allí en la bocana está la Praia da Rapadoira y la Punta do Cabo. Arriba a la derecha, en la vertiente norte del Pico da Lebre, está el solar de la ermita do Bispo Santo, donde se dice que San Gonzalo, obispo en San Martiño de Mondoñedo, conjuró los elementos contra una invasión de los normandos en el siglo X, lo que ha dado pábulo a que algunos investigadores sospechen que, como en el caso del no menos renombrado San Rosendo (parte de cuya ruta, el Camiño de San Rosendo) nos llevará a San Martiño), estaban atribuidos de conocimientos druídicos, los tempestiaris, mencionados en las fuentes clásicas de los cronistas romanos y ubicados en el noroeste peninsular


Luego a su derecha está Fazouro, que pertenece a Foz, un topónimo que revela la fiebre del oro vivida aquí hace dos milenios, es el gran Golfo del Masma, en esta parte del Mar Cantábrico


Hay en Fazouro, además de castros y poblaciones, otra línea de playas, Praia de Llas, Area de Paizás, Praia da Lagoa, y la también llamada de Area Longa, como la de Barreiros. Pero por esas playas de Foz ya no pasaremos, al ir ya antes nosotros hacia San Martiño de Mondoñedo, si bien sí continúa otra ruta xacobea oficiosa, el llamado Camiño do Mar


Y por supuesto Burela, con su cabo, cerrando al oeste el golfo, también va a ser una gran referencia histórica y geográfica en este camino, siendo una de las poblaciones que más ha crecido en las últimas décadas en toda la comarca de A Mariña lucense por su importante puerto pesquero, industria, hospital... si bien no se constituyó en concello independiente hasta diciembre de 1994


Estas carreteras, a las que a veces sale el camino, no suelen tener demasiado tráfico, a no ser los fines de semana, fiestas, verano, etc. por lo que, aunque relativamente tranquilas, no hay que bajar la guardia ni olvidar la precaución, ya que en no pocos trechos carecen de arcén o vereda peatonal


A la izquierda la rasa costera de Rinlo, entre los campos de A Lagoa y Pardiñas. Por allí va la carretera que comunica con Meiregos, donde está el camping Rinlo Costa, una posibilidad de alojamiento en una ruta que, de momento, no tiene ningún albergue o posada especializado en dar servicio a los peregrinos, salvo en Ribadeo, al comienzo, y en Mondoñedo, al final coincidiendo con el paso y trazado oficiales del Camino Norte. Dicho esto la oferta de alojamientos en general, vacacionales, turísticos, etc. es amplísima, pues aparte de este y otros campings disponemos de no pocos hoteles, casas rurales, pensiones, etc.


Asoma allí el campanario de la iglesia parroquial de San Pedro. a causa de su aumento de población, Rinlo se independizó como parroquia, religiosa y civil, en 1896, separándose de A Devesa. Los oficios se realizaron durante tres décadas en una capilla hasta que, en los años 30 del siglo XX, se construyó esta iglesia de traza historicista, muy en boga por entonces, que visitábamos en la entrada de blog correspondiente al tramo anterior de este camino


Caminando en dirección sur vemos ahora el cordal costero por su parte ribadense: a la izquierda el Monte Santa Cruz (192 m), de cuya fiesta y monumentos ya hemos hablado en anteriores etapas. A su derecha A Granda (338 m), luego el Monte Coroa (365 m) y a la derecha del todo el Monte Mondigo (369 m) que, como siempre que decimos cada vez que nos referimos a él, es el más alto de Ribadeo


Una de tantas y pequeñas calas, son los ollos, formados por la erosión marina. Primeramente la fuerza del mar perfora el acantilado, haciendo una cueva que, al adentrarse subterránea llega a provocar el hundimiento de la superficie. Entonces se forma un gran pozo o furna, de los que hemos visto dos, uno a la entrada y otro a la salida de Rinlo. Luego esa furna, con la misma erosión, termina teniendo salida al mar formando estos guardados rincones entre los acantilados


La carretera hace una recta, fruto de la concentración parcelaria, y la dejamos para ir a la derecha


Estamos cerca del castro galaico de Meirengos, ruta a Augas Santas, más conocida popularmente como Praia das Catedrais


Esta es una imagen del mismo lugar a principios del otoño, cuando ya ha sido recogida la cosecha de maiz. Apreciamos el cambio de paisaje, viendo ahora la gran llanura de Meirengos


Caminamos ahora en dirección oeste-noroeste, con la Enseada Cabalar delante de nosotros


Y de frente en el horizonte Fazouro y Burela


Buena vista de la ensenada y de los acantilados sobre los que acabamos de pasar


A la izquierda la Punta Corveira y a la derecha Ollo Longo, donde estaba la última cetárea construida en Rinlo, que funcionó entre 1954 y 1992 en dos fases, una aprovechando el gran ollo natural allí existente, y otra con una gran nave dividida en compartimentos para las diferentes especies. Artes de arrastre y otros muy agresivos introducidos en este mar causaron su ruina en pocos años. Al final una subcontrata intentó criar marisco importado del Mar del Norte, pero fracasó. Antes de ellas existieron otras dos en Rinlo, la primera fundada en 1904, las cuales conocimos viniendo de Rinlo pues el camino pasa por sus antiguas instalaciones


De la Enseada do Cabalar vamos ahora a la Enseada das Cegoñas, teniendo de frente Os Castros


Y antes, el Coidal das Cegoñas, cerrando por el oeste esta ensenada. Es la sucesión de calas y playas que veíamos al venir


Más allá asoman ahora un poco los acantilados de la zona de As Catedrais


El camino, siguiendo como decimos la ondulada línea de costa, sigue la forma del acantilado y se dirige ahora al sur-suroeste


El Golfo do Masma o de Foz en lontananza con sus poblaciones asomadas al mar, como en un anfiteatro natural


Murete de piedras


Llegamos a un prado


Y en él, un solitario banco ante el mar...


Al sur Meirengos, una de las aldeas de esta parroquia ribadense de A Devesa


Las grandes naves y enormes rebaños de vacas hacen honor al nombre ganadero de esta parroquia


Son vacas frisonas, introducidas hace décadas como ganado de leche


Hemos de decir que existe en esta parroquia, en A Rochela, algo más al sur, al lado de la N-634, el Campamento Xuvenil A Devesa, de la Xunta de Galicia, si bien no pensado en principio para pereginos


En el prado parece perderse un poco la orientación, en estos casos hemos de fijarnos e intuir un poco cuando llegamos a sitios como esta bifurcación. En principio habría que ir a la derecha...


Y efectivamente a la derecha, al otro lado de la pradería, vemos uno de los postes de la Ruta do Cantábrico


Duda despejada, vamos a la derecha


No perdamos de vista el poste...


Seguimos unos metros campo a través


Y vemos el claro peñón que separa la Enseada Cabalar del de As Cegoñas: ahí está el castro de Meirengos, aprovechando, como todos los costeros, la defensa natural del acantilado


Abruptos acantilados, impresionante efecto de la erosión marina en las roca de pizarra y cuarcita. Ahí vemos como el mar va horadando la base y haciendo cueva


Vista de la ensenada en bajamar...


Realmente comprobamos que salimos a la carretera local otra vez y que, aunque hubiésemos tomado el camino de la izquierda en la bifurcación anterior, habríamos llegado también aquí, pero nos hubiésemos perdido estas vistas de la ensenada


El poste además es de los que indica la ruta para quienes vienen en sentido contrario, dirección Ribadeo, pero a nosotros nos ha servido


Vamos todo recto hacia las casas de Meirengos


Pero no perdamos de vista un detalle: NO vamos a llegar allí, justo antes nos desviaremos


Al llegar a esta curva miremos un momento a la derecha


Ahí vemos al camino subir por el borde mismo de las defensas del castro de Meirengos, que se extiende por toda la planicie y, aprovechando la defensa natural de la ensenada, dispone además de un parapeto en esta parte oriental, tres fosos visibles en su costado occidental. Su forma es ovalada, irregular, adaptándose al terreno, siendo su superficie de una Ha


Siglos de aprovechamiento agrícola y ganadero han alterado totalmente su estructura, si bien se han localizado muros en la parte del acantilado, suponiéndose una estructura defensiva similar a otros cercanos, como los de Fazouro y As Grobas


Para ir al castro, y para seguir camino, hemos de tomar esta pista a la derecha


Primeramente bajamos un poco


Evidentemente el terreno forma su propia defensa natural en torno al castro


Aquí desemboca además el Rego Cabalar. A la derecha un panel informativo nos informa de las características del castro



Vemos el parapeto, escarpe artificial, acentuando su innacesibilidad por el lado este y la defensa natural del peñón acantilado


En el panel hay una muy buena foto aérea de la extensión del castro y su situación entre la desembocadura del río, el mar y los campos circundantes


Información de su historia


Y su posición (punto rojo y amarillo) respecto a otros castros de la zona (puntos rojos)



Un pequeño puente pasa el Rego Cabalar y sigue junto a las defensas


Al pasar miramos a la derecha...


Vemos la desembocadura, repleta de vegetación...


Y subimos junto al gran escarpe o parapeto


Era la defensa natural ante su flanco más débil, el ataque por tierra desde esta gran llanura. La forma natural de la colina fue tallada y moldeada para hacer una pared lo más vertical posible


La roca viva aflora a veces entre la maleza...


Estos castros, recintos fortificados, son el poblamiento característicos de la Edad del Hierro en la Gallaecia pero también en buena parte de Europa. Solo en la provincia de Lugo hay cerca de 1.100 censados pero es fácil que sigan apareciendo más


Bordeamos ahora la estructura defensiva por el sur



Tiende el castro a dibujar una circunferencia


A lo lejos las majestuosas cumbres de Pena Longa, testigos mudos del paso del tiempo...


Si bien en algún momento se esgrimió la teoría de que podían ser unas "murallas de la dignidad" o muestra de poder o estatus, más que una necesidad defensiva, está plenamente aceptado lo que siempre se pensó, por alguna razón de necesidad defensiva esta parte del mundo se llenó de poblados fortificados. Coincidirían con la llegada de ingentes migraciones de población, en concreto aquí con la llegada de pueblos indoeuropeos procedentes del interior del continente que entrarían en contacto con los pobladores anteriores, megalíticos



Es fácil que hubiese enfrentamientos seculares entre tribus, clanes, etc. y máxime cuando habría que guardar rutas comerciales, marinas y terrestres, pasos y puertos naturales, o explotaciones mineras, como pudo ser el caso de la inmensa cantidad de castros del sector, que ha querido ligarse a las minas de oro en él localizadas, sin excluir tampoco las otras razones, sino todo lo contrario. Con la romanización algunos se abandonaron pero otros no, siguieron creciendo y evolucinando al menos hasta la alta Edad Media en algunos casos. Luego sí se abandonaron por diversas razones entre las que podían estar las nuevas estructuras agrarias y administrativas, si bien hay casos que fueron el germen de poblaciones actuales, al lado cerca, dentro, o debajo, de su núcleo urbano, del que caso cercano y significativo puede ser el de Castropol en Asturias, pero hay muchos más


Llegando al límite occidental del castro de Meirengos, donde están los fosos, en este cruce seguiremos a la izquierda. Fijémonos que la Ruta do Cantábrico refleja el Km 14, entendemos que viniendo de Ribadeo, capital de este concello


Caminamos ahora en dirección sur...


Vemos la aldea de Meirengos y la hondonada, pequeño valle, que forma el Rego Cabalar


Y atrás, la gran pared escarpada del castro, que hemos recorrido


Caminamos unos metros más, viendo de frente a lo lejos las casas de O Rato, ya al lado de la carretera general


Y en esta carretera costera local habremos de continuar a la derecha


Vemos que estamos a menos de un kómetros de la Praia de Xuncos, y a menos de cuatro de As Catedrais


Antes de seguir nos llamará la atención esta placa, está dedicada a los palomares de la zona



Aquí vemos algunas de sus formas, de planta cuadrada, redonda y poligonal



Viene esto a colación porque en la distancia, si nos fijamos, podremos ver uno



Justo delante de las casas de Miengos, en el prado que cae al arroyo



Es de planta cuadrada y parece formar un cubo casi perfecto. Aquí abajo leemos las características de estas construcciones populares:


Un poco más allá hay también un cabazo


Más cerca en A Casa Nova otro cabazo, y otro mas en la casa de la derecha


Tejado de pizarra con picos, paredes laterales de entablado de tiras estrechas de madera, para que entre el aire


Es tiempo de continuar ruta, yendo ahora por la aludida carretera costera a la que acabamos de llegar


Es la zona de A Rega, entre las ensenadas de Cabalar y As Cegoñas


La Enseada das Cegoñas está justo ahí abajo, pero aún no la vemos, solo la carretera subiendo entre prados y casas hacia Os Xuncos


Un poco a la izquierda Figueiredo, parcelas, prados y viviendas residenciales en una de las vías locales que comunican la costa con la N-634


Más al sur la majestuosa Pena Longa con su larga fila de penedos en la cima


Más a la izquierda Mondigo, Coroa, A Granda y, a su pies, O Rato, donde se encuentra, no lo vemos desde aquí, el célebre Círculo Habanero A Devesa, memoria de la emigración en Cuba



Paisaje de prado y maizales al final del verano, poco antes de la cosecha...



El mismo paisaje un mes después, con ganado vacuno, este de vaca roxa gallega, de carne muy apreciada

Dejamos atrás  Meirengos...

Algunas vacas observan atentas el paso del caminante, aunque ajenas siempre al mundanal ruido


Son el componente esencial de esta estampa de suprema placidez, ajena de inquietudes


El largo proceso digestivo de los rumiantes requiere su merecido y necesario reposo...


Cruce y de frente, siempre por la carretera, paralelos a la línea de costa


Balizas de la Ruta do Cantábrico


Al pasar aquel cambio de rasante empezaremos a ver la preciosa ensenada


De frente el Coidal das Cegoñas, que cierra la ensenada al oeste


Y ya empezamos a ver, a la izquierda, esta magnífica ensenada


Enseada das Cegoñas, bastante tranquila incluso en verano, bien comunicada, agreste y con un entorno rural... poco más se puede pedir


Cuenta con buenas escaleras de acceso y espacio para aparcamientos, es playa de cantos rodados, muy natural y silvestre, pero muy accesible



Este es su aspecto en bajamares


En suelo es eminentemente rocoso. Fijémonos además en las algas que arrastra la marea, tradicionalmente empleadas como abono


De frente la Punta Corveira


Y allí Ollo Longo y la nave de la que fue "última cetárea de Rinlo". A su derecha la torre eléctrica del transformador que le suministraba corriente, junto al que también hemos pasado viniendo del puerto rinlego


Y a la izquierda la Pena dos Corvos, en medio del mar


Llama la atención las numerosas referencias a los cuervos en estos topónimos marinos



Otra vista de este sector, ahora en bajamar


Luego de la ensenada empezamos a subir


Al llegar arriba pasaremos junto a algunas casas


Viaja ancla junto al muro


Más anclas en el portón


Rectas perfectas, cual líneas de fuga en una composición de perspectiva artística


Son los Campos de A Rega, en la ruta a Xuncos


Cruce y de frente por la carretera, a no ser que deseemos desviarnos un instante para ver O Coidal do Porto


No se nos olvide decir que unos metros más al sur, antes de la carretera, pasa también la línea de ferrocarril Ferrol-Gijón, que también sirvió enormemente para las comunicaciones de la comarca, si bien es verdad que, al tardar casi cien años, nada menos, en completarse, cuando esto se produjo, en 1972, ya trinufaba el automóvil como medio de transportes de masas


Nació la idea a finales del siglo XIX como comunicación directa de las fábricas de armas asturianas de Santa Bárbara y Trubia con los acuartelamientos artilleros y base de la armada en Ferrol, entró en fase de proyecto en 1882 y era llamado El Estratégico, pues habría de ir durante gran parte del recorrido no por la llanura a la vista, sino encajado en una trinchera para que no pudiese ser visto por mar y cañoneado por flotas enemigas (recordemos que aún no existía la aviación). Esta es la razón por la que no lo vemos (ni oímos), pese a estar relativamente próximo


En concreto este tramo ferroviario, que discurre más allá de este maizal, no entró en servicio hasta el 22 de junio de 1968, cuando se abrió la parte correspondiente a Viveiro-Vegadeo. Ni que decir tiene que a esas alturas el motivo militar y estratégico del ferrocarril ya hacía muchísimo que había caido en el olvido, tratándose más de comunicar estas poblaciones


Y allí, en la tan mencionada carretera general, seguimos viendo la gran nave de la industria láctea de CLUN-Ribadeo Os Irmandiños, cuya materia prima es la leche de estos pastos


Las casas se extienden linealmente a lo largo de las vías de comunicación. Fijémonos eso sí que del tren no asoma nada, ni la catenaria. Intuimos que debe pasar por la línea de árboles en medio del maizal, donde está su trinchera



El ferrocarril "oculto" va a ser no obstante alguna referencia en algún momento, sobre todo  cuando nos dirijamos al interior, remontando el Masma ría arriba, buscando salir a su paso hacia A Espiñeira en el tramo final antes de San Martiño de Mondoñedo


Pasamos ahora un par de casas


Y ya estamos enfrente de Os Xuncos, topónimo que evidencia la existencia e su momento de juncos y junqueras, propias de terrenos acuosos, como es este cuando llueve, al ser tan sumamente llano y formar charcas y humedales


Mucha atención ahora en esta curva a la izquierda


Y es que justo en ella, a la derecha, sale un camino que vamos a tomar para ir a la playa


Un camino enlosado que baja a la Praia Os Xuncos


Atentos a las señales...


A solo 600 metros veremos otra preciosa playa, la Praia Os Castros, que forma un solo arenal, como hemos dicho, con la de As Illas en la marea baja. Estamos además a solo poco más de 3 kilómetros de la de As Catedrais


El camino cruza el prado en dirección a la playa


Nos acercamos a ella, aunque aún está oculta por el acantilado


Hay una pequeña explanada-mirador, con bancos y duchas


El camino sigue a la izquierda pero podemos acercarnos un momento a esta hermosa atalaya


Hay un gran panel informativo


Arriba, foto aérea con la ubicación de estas playas, así como el paseo que las comunica, las carreteras y los accesos


Información detallada y con fotos de lo que podemos encontrarnos en estos arenales, conchas, algas arrancadas de los fondos, algas pardas que se agarran a las rocas, algas rojas en las pozas de agua salada, algas calcáreas, parecidas al coral, o la conocida lechuga de mar, así como una fauna marina de invertebrados, como las minchas o lapas, o las anémonas, que se ocultan al subir la marea

Completan la fauna las aves, principalmente gaviotas y garzas, y en la flora destaca la hierba de los acantilados, la herba de namorar, empleada, como su nombre indica, en hechizos amorosos


Y este es un apartado dedicado a las laminarias, las grandes algas, de hoja plana y fijadas a los peñascos como ventosas, que en Japón son comida tradicional y ofrenda a la divinidad. Dada su riqueza en sales minerales, vitaminas y aminoácidos se emplea como cosmético y, dada su rica composición, tiene virtudes remineralizante, vitamínica y estimulante del metabolismo, así como compuestos con propiedades antibióticas, entre otras varias virtudes


Aquí nos dicen cómo encontrarla, yendo a las orillas y a las charcas de las rocas. En la arena cubre a veces grandes áreas, como una esponjosa alfonbra


Apartado especial dedicado al bígaro, apreciado molusco, llamado en Galicia camaruxo, el cual vive en las algas, de las que se alimenta. Más abajo la garza, por su aspecto de cigüeña es popularmente así llamada, de ahí puede sin duda venir el topónimo de la Enseada das Cegoñas


 Nos asomamos ahora a la barandilla. De frente el promontorio del Serrón do Porto


La playa como tal es pequeña, una longitud de 75 metros y una anchura de 10, que queda sumergida por la pleamar, pero en un paraje sumamente natural y agreste



Esta es la playa en bajamares, totalmente rocosa. Apreciemos también aquí la erosión en la base del acantilado



Coidal do Río Cabalar y Punta de Campo



A lo lejos, A Punta das Covas, en la Praia dos Castros


Siguiendo ruta subimos por el paseo al borde del cantil


Kilómetro 15, según indica este hito, de la Ruta do Cantábrico


Coidal do Río Cabalar


Os Xuncos con la marea baja: gran penedo


Aquí quedó varada, en agosto de 2019, una ballena, rescatada y devuelta al mar por unos vecinos de Foz, pero el animal volvió, al cabo de unas horas, a morir a la costa. Así lo publica el diario ABC edición de Galicia, el día 21 de ese mes:
"La ballena que había sido rescatada por varios vecinos de la localidad lucense de Foz ha aparecido muerta en el mismo arenal de la Mariña, la playa de Xuncos. Ha ocurrido pocas horas después del primer suceso, cuando el animal se había aproximado más de lo normal a la costa. 
Según señala EFE basándose en fuentes de la Protección Civil local, se trata del mismo ejemplar -no está confirmado totalmente-. Concretamente, pertenece a la especie de calderón común (Globicephala melas) y cuenta con una longitud de casi cuatro metros. El cadáver será sometido a una autopsia por la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA), que tiene la responsabilidad sobre el mismo. 
Cabe recordar que horas antes se había quedado varada en el mismo arenal, playa de Xuncos, donde ha sido encontrada. Posteriormente, informaban al Centro Integrado de Atención ás Emerxencias que daba la alerta. La curiosidad se producía cuando iba a producirse la actuación de la CEMMA y de Protección Civil, pues se confirmaba que varios vecinos de Foz la habían rescatado gracias a las condiciones óptimas para llevar a cabo el operativo"


El mismo lugar en las pleamares, medio cubierto de algas...


Vegetación marina en el acantilado


A la izquierda las fincas de Os Xuncos


Veamos el cantil, ahora desde lo alto


Caprichosas formas


Las gaviotas se posan en las peñas más prominentes, oteando el mar en  busca de comida...


A la altura de aquella casa acaba la subida


Pasamos justo a su derecha


Y ya llegamos a lo alto de la colina, otra gran atalaya marina


Un verdadero mirador sobre el mar


Abajo, otra vista de la Praia Os Xuncos. A la izquierda el Serrón do Porto


A lo lejos Punta Corveira y el islote rocoso de la Pena dos Corvos


Y otra vista de la gran nave abandonada de Ollo Longo, la vieja cetárea


Y ahora, en bajamar


Una verdadera ruta de miradores sobre esta costa acantilada



El paseo bordea todo el saliente del Coidal do Río Cabalar y Punta do Campo


Si no queremos ir al extremo, tenemos aquí a la izquierda un camino hecho de pisar el césped


De todas maneras, el paseo da una vuelta sobre el acantilado que no nos queremos perder: allí están A Punta da Cova y As Portelas, con el istmo arenoso de la Praia As Illas


A lo lejos, la Punta do Castro, en Barreiros y, en la distancia, Foz, del latín fauce, la boca de la ría


Foz es para nosotros como un faro que nos orienta y nos encamina en dirección a la población, que en nuestros días constituye un abigarrado casco urbano con altos bloques de pisos en su zona alta, como los de As Lagoas, donde están As Torres


Fazouro en la lejanía, a la derecha y más allá de Foz, en su mismo concello


Y el Cabo de Burela, ya en la distancia del horizonte


También con numerosos y altos edificios, uno de ellos es el de Hospital da Costa. Su inauguración en 1986 hizo de Burela la capital sanitaria de esta comarca de A Mariña Oriental, aún ocho años antes de instituirse como concello propio, separándose del de Cervo



Tanto si vamos por el campo del altozano, atajando, como siguiendo el paseo enlosado, admiraremos estas maravillas de la costa gallega, A Mariña, que ocupa toda la costa de Lugo y se extiende bastante hacia el interior, por esta parte hasta más allá de Mondoñedo, hasta el Alto da Xesta, paso a la Terra Chá


A Mariña a la vez está dividida en tres comarcas, esta es A Mariña oriental, que por la costa abarca los concellos de Ribadeo (capital de la comarca) y Barreiros, y por el interior Trabada y Pontenovo. Luego es A Mariña Central, con Foz y Burela en la costa, los que tenemos enfrente, y tierra adentro Alfoz, Lourenzá, Mondoñedo (capital comarcal) y Valadouro (otro topónimo aurifero). Por su parte, A Mariña Oriental, ya más allá de Burela, se extiende por Cervo, Xove, Ourol y Viveiro, este último capital 


Dando así la vuelta al promontorio tenemos, debajo nuestro, el gran arenal de Os Castros, de finas arenas blancas, como es la característica de color de las de toda esta franja litoral


Este es un de los accesos a la playa, por escaleras que salvan el desnivel con el acantilado. Al lado, un panel dedicado a la flora del lugar


Os Castros es uno de los más grandes y concurridos, en verano, arenales de Ribadeo, y de los más grandes, máxime si tenemos en cuenta que en bajamares se une con el de As Illas. Esta parte, la más oriental, es llamada Praia de Os Marbadás


Su característica principal son las cuevas, formadas por la erosión marina. Una de ellas, la tercera de la foto a la izquierda, tiene un ollo, el cual constituye otro de sus accesos


Ya la altura de estas cuevas, sus formas, los estratos de la roca, etc. nos anuncian nuestra cercanía a las formidables formaciones de As Catedrais


Esta costa debió de estar especialmente poblada hace unos 2.000 años, cada playa y entrante debía ser un verdadero puerto natural digno de defenderse y disputarse. Allí, en As Illas, frente As Cobas y As Portelas, tenemos el recinto castrexo que da nombre a Os Castros, que conserva restos de un parapeto de tres metros de altura para su defensa por el sur, siendo al norte y al oeste su defensa natural el acantilado. Se han encontrado monedas y cerámicas romanas, así como sepulturas. En 2016 un temporal afectó mucho a sus restos


Y estas serían As Illas, una de ellas, la de A Punta das Covas, normalmente unida por arena a tierra firme. Como en los otros casos que hemos visto, su posición tuvo que ser determinante para la construcción del castro al que están vinculadas, a manera de último inexpugnable reducto


Las playas, y más estas de gran extensión de arenas y muy abiertas al mar, sí que son un excelente fondeadero para arribar las lanchas y adentrarlas a refugio y, a la vez, para arrastrarlas a la mar para partir. Los castros costeros parecen tener su razón en defenderlos, como centros pesqueros y también de navegación comercial hace milenios, a lo largo de todo el orbe del Arco Atlántico europeo y, también, recibiendo la visita, como parece atestiguado, de navegantes mediterráneos, griegos, fenicios, tartesos y, por supuesto, romanos, con los que ya había relación tiempo antes de la conquista e incorporación de Gallaecia al su imperio


Os Castros abarca una longitud de unos 500 metros y es bastante ancha, sobre todo en bajamares, un gran espacio para los bañistas y muy accesible, también en coche, desde la N-634


El paseo es en sí mismo un miradoiro, pero además nos ofrece estas cuñas triangulares para asomarnos un poco más, protegidos por la baranda, al acantilado


Es una de esas vistas espectaculares que cualquiera puede quedarse absorto contemplando durante largos instantes


Nos acercamos a la estrada costeira, donde están los aparcamientos


Pasado el año 2000, y con fondos europeos, las administraciones públicas se pusieron manos a la obra y recuperaron este gran litoral, sus cantiles, dunas, arenales, paisaje...


Y por supuesto, la vegetación marina


Salimos pues a la carretera costera


A un kilómetro solamente de la siguiente playa, As Illas, y a dis y medio de la de As Catedrais


A la derecha un gran panel


Aquí está toda la relación de playas de la costa occidental del concello de Ribadeo, a partir de Rinlo


Y aquí, en el jardín del paseo, una roca y un monolito


Nos detenemos a verla según pasamos


Se refiere a la Recuperación del borde litoral de las playas de Rocas Blancas y Cabalar (esto es Rocas Brancas, al lado de Illa Pancha, hasta aquí), obra cofinanciada con los Fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) de la Unión Europea, en el año 2007


Asomémonos ahora a esta barandilla


Aquí está la gran furna que constituye una de las entradas principales a la playa, con buenas escaleras


Una galería, horadada por las fuerzas de la naturaleza, da acceso al arenal


Un portento natural de estas costas, digno  de ver y conocer


Asomados a la barandilla, nos maravillamos con este lugar y su precioso capricho geológico


Este gran penedo de las cuevas de la playa, que veíamos antes de frente, también está comunicado con tierra por arriba por pasillo y escalera. Su cima es un rellano que también ha sido acondicionado como gran miradoiro


Abajo, un extraordinario arco natural, otro capricho de la naturaleza


Arco que inspira proximidad a As Catedrais, donde nos esperan las más grandes y asombrosas de estas impresionantes formaciones geológicas


Aquí, en otro de esos grandes paneles informativos, vemos esta buena fotografía aérea del sector de costa entre As Cegoñas, Os Xuncos y Os Castros, sus ensenadas, playas y cantiles, las fincas de concentración parcelaria y las aldeas rurales del interior de esta parroquia de A Devesa


También hablan del gran aporte nutriente de estas costas, el plancton, diminutos organismos vivos, unos vegetales y otros animales que flotan en el mar y van a la deriva con las mareas


Luego un apartado dedicado a las algas marinas y a los mejillones, con su gran capacidad de filtración, de hasta 8 litros por hora, adheridos a las rocas y formando comunidades


Apartados dedicados a las conchas marinas, coquinas o cadeliñas, las gaviotas, y el alga parda


Estamos realmente en un verdadero palco de honor en este magno anfiteatro natural de la espectacular costa cantábrica gallega. Es efectivamente como asistir a una función en la que todos los elementos naturales son actores y protagonistas de las más emocionantes escenas


Bancos de pìedra ante el mar. Siempre recomendamos hacer las rutas con tiempo, aunque parece que este nos sobre, pero en esta especialmente, merecedora de ser tomada con calma, disfrutándola a cada segundo, deteniéndose aquí y allá y, en verano, por qué no, darse un chapuzón y soñar apaciblemente tumbados en la blanda arena, el mejor y más suave y aromático colchón


Aquí tenemos otra vista del gran penedo de la cueva que da acceso a la playa


Más cuevas y entrantes en la pared del acantilado. Las leyendas ancestrales y la mitología las hacen morada de seres del inframundo, hombres marinos, serpes dacronianas, puertas infernales, guarida de tesoros, bandidos y piratas


¿Vieron estas playas las sagas de las singladuras narradas en el Leabhar Gabhála o Libro de las Invasiones de Irlanda por la que pueblos del noroeste peninsular navegaron a la verde Erín para asentarse allí?. La leyenda de Breogán es la versión gallega de aquellos acontecimientos del viejo Mare Gallicum o Mar de los Celtas, como lo llamaban los romanos


La carretera y el paseo van paralelos, pasamos así al lado de los servicios mientras vemos en la lejanía los altos de Pedra Longa


Subimos un poco mientras admiramos este buen enlosado de placas de pizarra


Casas a la izquierda


Más allá Barrio Novo, Cinxe, A Rochela, barrios y lugares de la parroquia de A Devesa. No deja de llamarnos mucho la atención la coincidienca toponímica de A Rochela con La Rochelle, el gran puerto francés, ambos diminutivos muy similares de Roca


Secularmente, la franja entre las montañas y el mar eran empleadas para el labrantío. La gran expansión industrial y crecimiento urbano de villas y ciudades favoreció, desde hace más de un siglo, la especialización ganadera y su transformación en grandes pastos, base de la producción láctea y cárnica para suministro de los grandes núcleos urbanos, de ahí la creación de cooperativas e industrias lácteas agrupando y comercializando estos productos del campo


La franja litoral, pastizales, huertos y acceso a las pescas de roca y bajura, empezó a ser apreciada por el turismo playero después, cuando, avanzando el siglo XIX, los avances médicos promovieron los baños en el mar como gran fuente de salud, fundamento del que, andado el tiempo, sería un gran motor turístico, las playas y estancias en parajes costeros


Así se fueron construyendo viviendas vacacionales y segundas residencias, si bien este tramo de costa, ahora convenientemente preservado por instancias como la Red Natura 2000, no vio la densidad constructiva que llegó a transformar radicalmente el paisaje de otros litorales con bloques de viviendas y descomunales urbanizaciones. Caminamos pues por un Monumento Natural
"Natura 2000 es una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad. Consta de Zonas Especiales de Conservación (ZEC) establecidas de acuerdo con la Directiva Hábitat y de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) designadas en virtud de la Directiva Aves. 
Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat en Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad. Es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea"

Aquí el paseo se aleja un poco de la carretera, para ir a la derecha


Y tomamos este sendero


Se acortan las distancias a Esteiro y As Catedráis


Volvemos a acercarnos a los campos al lado del acantilado


Fincas a la izquierda.La senda sube un poco



Impresionante paisaje del arenal, cerrado al este por la Punta do Campo, que desde aquí se ve magnífica


Accedemos ahora a una especie de cierre amurallado que recuerda las murallas de los castros


Incluso esta disposición de picudos regodones sobre el muro parece como inspirado en el sistema de piedras hincadas que tenían algunos de ellos en sus campos circundantes para dificultar el paso de los atacantes, constituyendo los antecedentes a los campos de minas actuales




Hemos caminado sobre toda esa pared de cantiles al lado mismo de su margen, siguiendo la sinuosidad de sus formas, entrantes y salientes sobre playas, penedos y mar


Fijémonos en el campo de da nombre a la Punta do Campo,el gran miradoiro del otro extremo de la playa, que también hemos recorrido


La gran nave de la abandonada cetárea de Ollo Longo en la distancia, lejos han quedado los tiempos en los que Vázquez Oroza, su dueño, conduciendo su furgoneta Marisqueira, recorría Asturias y Galicia por langostas para su vivero


Recoremos así, ahora por el mismo prado, el cercado castro galaico que da nombre a Os Castros


Un amplio y trillado pasillo verde entre dos cercas, la de la derecha, sobre los cantiles, de piedra, la de la izquierda, empalizada de madera


Rodeamos el castro siguiendo la forma de esta hermosa campera


Aquí fue donde, aparte de señales de viejos fosos, muros y parapetos, se hallaron materiales cerámicos romanos y monedas, pista que nos permite suponer que estuvo habitado antes y después de la incorporación del territorio al orbe imperial, como tantísimos otros


Sí quedará por averiguar si este, como otros de A Mariña, además de guardar fondeaderos, rutas terrestres y marinas, y asentamientos en poblado, estaba protegiendo también explotaciones mineras de oro, halladas en diversos puntos de las cercanías



Tenemos ya de frente la Punta das Covas, gran peñón acantilado de cima herbosa que se adentra como un espolón en el mar


Y este es el gran brazo arenoso que hace de istmo con el gran penedo, también con islotes rocosos enfrente


La Punta das Covas debe su nombre a las grandes cuevas que, según avanzamos, vemos cada vez mejor, a la izquierda


Otro magnífico conjunto que anuncia asimismo nuestra proximidad a A Catedrais, donde veremos los más espectaculares exponentes de este capricho geológico moldeado por la erosión del mar y el viento


A lo lejos, como guardando este magno escenario marítimo por el oeste, la costa gallega de Foz, Fazouro y Burela


Seguimos bordeando este reducto castrexo caminando plácidamente por este gran pasillo de hierba, piedra y tierra, donde crecen algunas plantas marinas


Cada pocos pasos vemos nuevos detalles en este interesante periplo playero


Comprendemos por qué ademas a este lugar y playa se le llama As Illas, es sin exagerar un pequeño archipiélago costero



Al fondo, bastante tapada por As Covas, está A Portela, esta sí rodeada prácticamente siempre por las aguas del mar


Muro y camino serpentean siguiendo la forma del cantil


Ofreciéndonos siempre este maravilloso paisaje. Ahí vemos la rampa de acceso a la Praia As Illas


El arenal se extiende por este lado del cabo y por el occidental, mide unos 750 metros de largo, también de arena blanca, pero con marea blanca puede prácticamente desaparecer, quedando únicamente los penedos en el mar, las islas que le dan nombre


Aquí cruzamos la punta sobre el istmo de arena que las comunica con tierra



A nuestra derecha los accesos al arenal. A partir de aquí vamos a encontrar numerosas referencias a la prohibición y riesgo de andar por los acantilados, pues se han producido en su momento graves accidentes


Pasamos así al lado occidental de tan preciosa y grande playa


Una de las características de esta costa es la claridad con la que se ve el fondo marino enfrente de las playas


Sobre la playa son los campos llamados de As Covas


De frente está la Punta de Seborollo, guardando la playa de este nombre, que asoma un poco a la izquierda. Más allá es la Punta de Cadramón, que guarda la Praia das Covas, que no podemos ver desde aquí.



Si nos movemos un poco a la derecha veremos que en esa punta hay un gran arco que, por su tamaño, viene a ser muy parecido a los de As Catedrais. Si bien los grandes arcos están moldeados por la erosión marina, diversos investigadores sostienen que determinadas y repetidas formas de los mismos parecen delatar explotación aurífera romana, hallándose diversos materiales que podrían confirmarlo, como un horno de fundición de metal allí mismo en la Praia Esteiro, o conducciones de agua en As Catedrais. No sería extraño pues hay algunas confirmadas en toda esta ribera cantábrica, al menos desde Salave, en Asturias, que incluso se plantea volver a poner en explotación


Al fondo, ya en Barreiros, la gran playa de Area Longa y la larga Punta do Gabito o Punta do Castro, donde está el Castro das Croas... (croas, coronas o parte elevada del castro)


El castro, con muralla y foso, ocupa una superficie de unas 2 hectáreas y fue explorado en superficie en los años 90, hallándose una fíbula de bronce, cerámica local, cerámica romana, restos de ánforas, terra sigillata y otros elementos posteriores al siglo I d. C. A lo lejos Foz, con los altos edificios de As Torres, a la derecha


A nuestra derecha, también una vista de la pared oeste de la Punta das Covas


Otra hermosa concha en nuestro camino costero


El fondo marino, al que nos hemos referido, que vemos en tonos celestes y verde esmeralda. Lo oscuro son rocas sumergidas


El Golfo do Masma o de Foz...


Y Burela, verdadero faro del Cantábrico, auténtica costa aurífera en la antigúedad, desde la época prerromana, como mucho incidiremos en este Camiño Cultural das Catedráis o Variante Marítima, llenos de minas y hallazgos, uno de ellos, precisamente, el Toques de Burela, joya del Museo Provincial de Lugo, del que se dicen en la página de la Deputación Lugo Cambia
"La Sala del Tesoro del Museo Provincial de Lugo exhibe una importante colección de orfebrería prerromana. Se trata, en líneas generales, de piezas destinadas al atrezo personal como torques, arracadas, brazaletes, diademas y otras pequeñas joyas de datación posterior. 
Entre todas ellas destaca por sus dimensiones, peso y extraordinaria calidad el conocido torques de Burela, pieza de oro de más de 1800 gramos de peso dado a conocer en 1954 y que fue hallado casualmente en el lugar de Chao do Castro por un vecino que realizaba labores agrícolas. El torques se enmarca en la denominada cultura castreña y su cronología se remonta a los siglos III- I a. C. Por su peso y dimensiones, está considerado el más grande de Galicia, una singularidad que si cabe, realza aún más su inconfundible decoración a base de espirales y filigrana. 
El peso de esta pieza ha hecho cuestionar su uso original ya que, si bien tradicionalmente los torques se han considerado adornos de cuello, en este caso podríamos encontrarnos ante una especie de cetro empleado en determinados actos sociales para resaltar el estatus de su dueño o bien ante una joya vinculada a usos de carácter mágico o religioso. 
El torques de Burela es patrimonio de la Diputación de Lugo, al igual que otras piezas que componen el tesoro y que comparten su protagonismo. Es el caso del singular carnero alado de Ribadeo, el torques del Coto de A Recadieira de Mondoñedo, las arracadas de Burela y Bretoña o el broche de Baamorto, entre otros"


Hemos de decir además que, poco más allá de Burela, ya en el concello de Cervo, del que se independizó en 1994, está Sargadelos, con sus famosísimas fábricas de cerámica, fundadas a principios del siglo XIX por Antonio Raimundo Ibáñez Gastón de Isaba y Llano Valdés, cuyo producto es también un emblema de Galicia a nivel mundial


Por aquí también hay escaleras para acceder a esta parte del arenal


Siguiendo el paseo marítimo nos dirigimos a otra de las entradas a la playa desde la carretera


Hay aquí un gran panel informativo de estas playas


Os Castros a la derecha y As Illas a la izquierda


En otro cartel, lo mismo pero con foto aérea. Aquí es interesante ver las dos pequeñas playas que hay más adelante: la de Seborollo, que veíamos parcialmente, y la de As Covas, más a la izquierda, que no aparecen mencionadas

En el mismo cartel, un poco más abajo, la cadena alimentaria:


Los vegetales que usan la luz solar como productora de sus propios alimentos que les proporcionan la energía vital necesaria, siendo estos comidos por los animales, constituyendo las hojas de las plantas pues, el primer eslabón de la cadena alimentaria  que nos mantiene vivos. No dejamos de ser catalizadores y consumidores de energía solar trasformada por la flora

Los vegetales verdes transforman elementos simples en alimentos por el proceso de la fotosíntesis, gracias a unas células que contienen clorofila, pigmento verde de moléculas complejas que realiza la transformación de la energía solar en energía química, el alimento de la planta y luego también de los animales, primero los herbívoros, luego los carnívoros, y cuando estos y las plantas mueren, las bacterias vuelven a aprovechar la energía de la descomposición de la materia orgánica. La energía se transforma siempre en calor, imprescindible para la vida

Y ahora apartado dedicado a las lapas:


Lapas, moluscos gasterópodos con concha a manera de escudo que cubre todo su cuerpo, que es un gran pie musculoso con el que se mueve y también se pega como ventosa a las rocas

Seguidamente su vecino, el caracol de arena:


Habita en zonas abiertas de vegetación variada. En su cópula cada individuo transfiere a su pareja espermetoforos, paquetes gelatinosos que contienen los espermatozoides. La puesta de huevos, blancos y esféricos, es en época de lluvias. Tras la eclosión su crecimiento está muy vinculado a la humedad, pudiendo durar esta etapa un año si es abundante. Los adultos viven alrededor de dos años

Y abajo el hinojo o perejil de mar, planta rica en vitamina C que comían los marineros para prevenir el escorbuto, con sabor entre a rábano o a zanahoria:


Y también el toxo, tojo, arbusto gallego por excelencia, empleado para agricultura y ganadería, hábitat además de muchas especies. como los pájaros que se resguardan del viento y esconden de los depredadores. Es tradicionalmente empleado contra enfermedades hepáticas como infusión, si bien apartando las semillas, de tóxico paralizante. Era el combustible de los antiguos hornos de pan que había en las casas, alimento para el ganado y abono


Luego de esta precisa información seguimos hacia la carretera costera, que veremos al pasar junto a este chalet


Señales de la Ruta do Cantábrico


Al otro lado, junto a los aparcamientos, siguen las señales



Por alguna razón la Ruta do Cantábrico se separa de la costa cruzando la carretera (hay paso de cebra) y sigue de frente tierra adentro por los prados haciendo un rodeo para volver a esta carretera en la Praia de Esteiro. Nosotros proponemos NO ir por ahí, sino con precaución, seguir por la carretera, que es la que nos ofrece los paisajes de primera línea de costa que son la característica esencial de esta ruta. Es lo que hacen normalmente caminantes y paseantes



Así, junto a la casa, y bien arrimados al muro, seguimos por la carretera


Eso sí, por ninguna de las dos vías hay arcén, solo aquí un poco al empezar la carretera, mínimo a la derecha, como tampoco paseo ni vereda, por lo que, vayamos por donde vayamos, atención


El tráfico puede ser abundante en verano, mucho más escaso el resto del año, pero en ocasiones sí circula a cierta velocidad. Por suerte hay prado llano a la derecha, por si nos tenemos que meter, pero para ello hay que estar atentos


La carretera es bastante ancha aquí, con sus carriles bien delimitados, por ello algunos coches pasan a veces apresuradamente


El prado, un poco en pendiente hacia el acantilado



As Illas, desde aquí tenemos, ahora sí,una muy buena vista de As Portelas, a la izquierda de la Punta das Covas. Es un paisaje, como dicen los niños, de película de piratas


Una caseta destartalada. Detrás la Punta do Cadramón


Otra hermosa vista de As Illas con su playa


De frente a nuestra izquierda A Pena Longa sigue siendo nuestro faro y vigía


Al sur A Rochela y Esteiro


Os Muíños, justo enfrente de la Praia de Esteiro y del apeadero ferroviario. Al fondo de nuevo vemos la nave de Os Irmandiños, en la N-634


Por allí, oculto en su trinchera, pasa el ferrocarril Ferrol-Gijón


Hace el camino una curva cerrada a la derecha


Aquí abajo está la Praia de Seborollo


Y luego curva en ángulo recto a la izquierda


Luego una buena recta. A la derecha la gran planicie de la Punta do Cadramón


En el acantilado,de marcadísimos estratos, una enorme cueva


Estas cuevas son las que, pasando tiempo y tiempo, llegan a provocar el derrumbe de su techo, formando ollos y furnas. Por eso la pequeña playa allí existente es llamada As Covas


Desde un poco más adelante la veremos mejor, pequeño y recóndito paraíso de arena blanca


Una senda recorre todo su borde acantilado


Se advierte del riesgo de caída


Al oeste otra vista de la larga Punta do Castro...


Aquí viene a la izquierda el camino señalizado con las placas de la Ruta del Cantábrico que, por alguna razón como hemos dicho, se balizó en un desvío interior


Por aquí empezamos a bajar a la Praia de Esteiro, la última playa antes de la de As Catedrais o Augas Santas


Volvemos a ver Os Muíños, núcleo de casas campesinas al norte de Barrio Novo y al lado de la playa


Os Muíños debe su nombre a dos molinos que vemos a la izquierda, que trabajaban con el agua del Rego da Rochela, que desemboca en el arenal


Hay un molino grande a la izquierda, y otro más pequeño, abajo, adosado a la casa de los antiguos muiñeiros


Más arriba un bonito cabazo estilo Ribadeo, con sus paredes laterales estilo saetera para que entre el aire, parece otear el horizonte


La casa de Os Muíños es ahora pensión, un buen posible alojamiento, sito en el mismo camino


Acaba la cuesta y pasamos junto a los aparcamientos enfrente de Os Muíños


Cruzamos por el paso de cebra para ir a la playa y seguir camino


Primeramente unos paneles informativos


Este es el dedicado a la playa


Su ubicación (a la izquierda) respecto a la de As Illas. Pegada a la costa vemos la carretera por la que hemos venido. Más abajo la señalizada, que desde As Illas se ha adentrado por el interior


Más abajo la oportuna información de flora y fauna

Este apartado, abajo nos habla de los inconvenientes de las especies costera, la exposición al aire como consecuencia de las mareas, buscando protección:


Abunda en esta playa el fucus, alga marina perenne:


Y ahora un poco de flora, la zanahoria de acantilado y la Herba das doas (hierba de las dunas) o flor de las siete espinas:



Seguidamente, enfrente de la playa, otro gran panel informativo


Es un mapa aéreo del Monumento Natural Praia das Catedrais, desde Esteiro a la Praia As Catedrais


Primeramente Esteiro, con su espacio protegido y la advertencia de la inestabilidad de los acantilados, para que nadie se asome


Y luego a la izquierda As Catedrais, con su espacio protegido, advertencia sobre los acantilados, puestos de socorro e información, miradores...


Llega hasta A Malata, paso ya al concello de Barreiros


El camino sigue de frente para luego dejar la carretera a la derecha


Antes del cruce, desde este mirador tenemos una gran vista de la Praia de Esteiro, donde desemboca el Rego da Rochela. El topónimo Esteiro está relacionado con estuario


La playa es alargada, son unos 578 metros de arena y rocas y forma parte, como las de Area Longa en Barreiros o las ribadenses de As Catedrais, As Illas, Os Castros, Areosa y Olga, del Lugar de Importancia Comunitaria de As Catedrais, espacio natural protegido y catalogado como Red Natura 2000



Dos grandes brazos acantilados la cierran excepto por una estrecha salida al Cantábrico


El río llega al mar. El Rego da Rochela se une al Rego de Vilar justo antes de su desembocadura


Llegados a las casetas de baños tomamos pues el citado camino a la derecha


Una placa nos informa también, con un mapa aéreo, de las características de la playa


En enero de 1936 quedó aquí varada una ballena, tal y como se publica en el periódico Las Riberas el Eo, en su edición del día 11 de ese mes: 
en la noche del 9 del actual ha aparecido en el rio denominado Esteiro, de la Devesa, una ballena de las llamadas Espelma, según se deduce por su configuración y datos aportados por un anciano marino, el cual estuvo por el espacio de mas de 4 años dedicado a la pesca de la ballena en la Factorías del Sur de la Patagonia
(Texto recopilado por Xoán Ramón Fernández Pacios en O Gabinete de Foz


La ballena habría arribado muerta y, como era común en estos casos, acudieron a verla muchos curiosos. El periódico informaba que tenía 18 metros de larga y un ancho de dos y medio, así como que su cabeza era redonda y aplastanda al frente y que su cola era como un aeroplano


El camino, subiendo un pòco ahora, llega a un rellano justo delante de la desembocadura


Hay un área de descanso con mesas y bancos


Vemos la salida a mar abierto, la Enseada do Cadramón



Y todo el largo brazo de arena hasta Os Muíños


Más allá hay un aparcamiento


Y una bifurcación: nosotros hemos de ir a la derecha


Caminamos así por la parte más próxima al acantilado que cierra la playa por el sur


Una de las características de la Praia de Esteiro es esta gran charca, verdadera piscina natural que se forma en las bajamares, siendo lugar recomendado para el baño de los más pequeños dada su seguridad respecto al mar abierto


En este cruce seguimos de frente, en dirección a los prado del fondo


Aquí está otro de los accesos a la playa


En este lugar se halló un horno romano de hacer cerámica, el cual se vio muy afectado por un gran temporal en el año 2016, que esparció restos por toda la playa. La escalera al arenal constituyó durante mucho tiempo una protección especial, pero luego hizo un embudo que deterioró más el yacimiento


El camino ahora bordea esta cuña de playa en su sector sur-occidental


Hay un paso al lado de este lecho de piedras


Por aquí pasamos al camino que sube entre los prados


Al hacerlo, mirando a la derecha, contemplamos otra excelente vista de la playa


Y de la Enseada do Cadramón, puerta al Cantábrico


La senda, de tierra, deja la playa entre los setos de las fincas


Pasamos del paisaje de playa al de campiña en solo un instante


El agro gallego, enfrente de Pena Longa, al sur






Prados de siega a nuestra izquierda, y en lo alto de aquel cueto casas labregas


Ahora, subiendo, sí vamos a ver, justo delante y no muy lejos, el ferrocarril



Por allí va la vía del tren, sobre el puente encima de la carretera de enlace entre las playas y la N-634 en Esteiro. Al fondo la nave de Os Irmandiños, que por su tamaño ha sido también una referencia visual en este tramo de la ruta


Pasamos junto a la entrada a estas fincas y ya vemos de frente la carretera de la costa


La Estrada Costeira, a la que vamos a llegar ahora


Grandes extensiones de maizal, a ambos lados de la estrada, tal y como los vemos a principios de septiembre


Salimos a la carretera y seguimos a la derecha


Hay un poco de rampa, en ligero ascenso


Según esto, estamos a solo 200 metros de la Praia das Catedrais (Augas Santas)


Se ha habilitado un pequeño corredor, dada la gran cantidad de gente que, cuando se llenan los aparcamientos frente a As Catedrais, deja el coche a cierta distancia y se dirige andando al gran arenal, símbolo natural de Galicia


Una línea de pequeños pero fuertes postes, firmemente hincados a la izquierda, protege al peatón. A la derecha una línea de postes de alambrada separa la finca del camino


Este es el paisaje un mes y medio después, casi a mediados de octubre, cuando ya se ha recogido la cosecha del maíz y se ven los campos abiertos y pelados...


La senda se separa de la carretera y, al lado de los aparcamientos, llega ya a la famosa  Praia das Catedrais, nombre que sustituyó en buena medida al tradicional de Augas Santas












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