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martes, 25 de marzo de 2025

¡¡¡ LA CRUZ DE FERRO NO SE TOCA !!! MARCHA, MANIFESTACIÓN Y CONCENTRACIÓN DE PEREGRINOS 23-3-2025 DE RABANAL DEL CAMINO A FONCEBADÓN Y LA CRUZ DE FERRO

 

Manifestación de peregrinos en la Cruz de Ferro 23-3-2025

Aproximadamente un año después de la manifestación y concentración de peregrinos que logró paralizar las obras proyectadas en el emblemático monumento de la Cruz de Ferro o Cruz de Fierro, sujeto a protección, que amenazaban con su total desvirtuación, la aparición de un 'rosco de piedras', construido inexplicablemente en su base, si ningún criterio histórico, motivó una segunda movilización, la cual se celebró el 23-3-2025. Así daba por ejemplo la noticia el Diario de León el mismo día:

"Rechazo a la "manipulación" arbitraria en la Cruz de Ferro
"Cerca de setenta personas se concentraron este domingo en Foncebadón para reivindicar la defensa de la Cruz de Ferro como patrimonio mundial y ante la «indiferencia», que a su juicio muestran las administraciones por cuidar y proteger este emblema del Camimo de Santiago en la provincia de León. 
La protesta fue convocada por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga y Comarca, que exige a Patrimonio la restitución de la Cruz de Ferro «devolviéndole su estado» y que «tome las medidas oportunas para que nadie más pueda realizar manipulación ni intervención alguna». 
Tras las obras de reacondicionamiento realizadas en 2023, denuncian ahora que «la situación vuelve a repetirse con la reciente colocación de circunferencias de piedras alrededor del monumento, una modificación arbitraria que atenta contra su integridad y significado histórico».
La Cruz de Ferro o Fierro

Pero para comprender el contexto es necesario saber de la historia de este lugar, compartimos de Wikipedia:
"La Cruz de Hierro (Cruz de Ferro, denominación usada por organismos oficiales,​ en gallego, Cruz de Fierro en leonés es un crucero que se halla en el punto más alto del Camino de Santiago Francés, a unos 1500 m s. n. m. Está situado entre las localidades españolas de Foncebadón y Manjarín, pertenecientes al municipio de Santa Colomba de Somoza (León).
Descripción 
Está formada por un poste de madera de unos cinco metros de alto coronado por una cruz de hierro, réplica de la original conservada en el Museo de los Caminos de Astorga.​ El conjunto ha sufrido varias agresiones, siendo cortado el poste y sustraída la cruz. 
En su base, con el paso de los años, se ha ido formando un montículo. Una leyenda cuenta que cuando se construyó la catedral de Santiago de Compostela se pidió a los peregrinos que contribuyeran trayendo piedra. En todo caso, la tradición es lanzar una piedra, traída del lugar de origen del peregrino, de espaldas a la cruz para simbolizar que se ha dejado atrás el puerto. 
Sobre el origen de la cruz hay varias teorías: pudo ser erigida con el fin de señalar el Camino cuando las frecuentes nevadas lo ocultan de la vista. Asimismo, su origen puede encontrarse en época romana, en los hitos que marcaban la separación de dos circunscripciones territoriales, mientras que para otros se trata de un amontonamiento de guijarros, llamados Montes de Mercurio, que desde época celta erigían los caminantes en lugares estratégicos de los caminos y que luego se cristianizaron con cruces. En este caso, la costumbre se cristianizaría tras ser colocada la cruz a principios del siglo XI por Gaucelmo, abad de la alberguería de Foncebadón y Manjarín. Más adelante serían los segadores gallegos en su camino por estas tierras leonesas hacia Castilla, a donde iban a trabajar, los que continuarían con la tradición depositando una piedra a su paso, llamándolo por entonces Cruz de Ferro. 
En 1982 fue construida junto a la Cruz una capilla dedicada al apóstol Santiago, y el Centro Gallego de Ponferrada celebra la festividad de Santiago en el lugar con una romería que congrega a cientos de personas y atrae la visita de distintas personalidades. 
"Una de las referencias más antiguas a la Cruz se encuentra en la obra de Alonso de Castillo Solórzano: «Ellos que habían subido a la cumbre del áspero puerto del Rabanal, topáronse en el primero llano con la Cruz de Ferro, tan nombrada de los que caminan por aquella tierra, y hallando buena ocasión Marcos, que la había visto otra vez que se le ofreció ir a Astorga, dijo a su compañía: -Dominga; ésta es aquella Cruz de Ferro tan conocida de todos los de nuestra tierra, a quien las doncellas de allá, que pasan por aquí, hacen su oración, pero no el voto que dicen, de no volver como pasaron»;«... en la tal información supo cuán cerca estaba de la Cruz de ferro, tan nombrada en aquella tierra; pasó por cerca della y hízola oración, sin tener cuidado de la promesa que todas las gallegas la hacen...».​ 
Igualmente, Martín Sarmiento en su obra Escritos sobre "el meco" y la "cruz de ferro" (reeditada en 1992). Fernando Sánchez Dragó, en su obra Gárgoris y Habidis, dice: «Hasta hace algunos años, grupos de segadores bajaban a trabajar en los trigales castellanos por la vereda de las Portillas y, precisamente al llegar al Bierzo, volvían los ojos atrás y tiraban una piedra al pie de la Cruz do Ferro». 
1) CONCENTRACIÓN EN RABANAL DEL CAMINO


La marcha de peregrinos a la Cruz de Ferro partía de la plaza de Rabanal del Camino, para luego subir a la Cruz de Ferro por Foncebadón, aquí se concentraron los caminantes, procedentes de toda España y del extranjero. Algunos habían pasado la noche ya en estos pueblos, no pocos tras participar en Quintanilla del Valle (municipio leonés de Benavides de Órbigo) en la primera jornada dedicada a la Vía Künig, a la que le dedicamos la oportuna entrada de blog


Es la Plaza de Jerónimo Morán Alonso, que aquí vemos con los árboles aún sin hoja, justo cuando empieza la primavera


 Nos llaman la atención algunas casas antiguas, con sus puertas de arco de medio punto


Una de ellas es el albergue El Pilar, donde dormimos algunos peregrinos. El topónimo Rabanal del Camino evidencia la vinculación agrícola y caminera-jacobita de esta localidad del Camino Francés


Rabanal del Camino "Antiguamente se denominó Raphanellus y de sobrenombre Cativo" dice WikipediaRaphanellus se asocia a los rábanos, como el topónimo actual, mientras que Cativo, con numerosas acepciones en gallego (no estamos muy lejos de la isoglosa galaico-leonesa), parece hacer referencia o a 'pobre' o a 'pequeño'


"Esta población se encuentra incluida dentro de la ruta del Camino de Santiago francés, como final de la etapa (9ª del Codex Calixtinus), que se inicia en Astorga", resalta también Wikipedia, presentando así su historia:
"El pueblo tiene gran importancia dentro del Camino de Santiago al ser final de la novena etapa que comienza en Astorga (antiguamente en León), contando con hospitales de peregrinos ya en 1103​ En sus proximidades hay abundantes restos de la minería de oro romana, que tanto abundan en todo el noroeste español. 
Los arrieros maragatos gozaron de gran poder e influencia en la zona entre los siglos siglo XVI y XIX. La comarca maragata está situada en un punto estratégico en las comunicaciones del interior de la península y Galicia. La propia Astorga está hoy situada en medio de la nacional VI. Los maragatos transportaban al interior salazones de pescado traídos de la costa gallega, y al volver a su tierra cargaban con embutidos y productos de secano. La decadencia de esta casta comenzó con la llegada del ferrocarril a Astorga en 1866."

Y fue Rabanal del Camino capital de un municipio independiente hasta 1974, cuando se integró en el de Santa Colomba de Somoza. Estamos en plena comarca de La Maragatería, famosa hoy en día por su paisaje, cultura, patrimonio y gastronomía, destacando las mantecadas de Astorga, capital de la comarca y el cocido maragato. De Rabanal del Camino nos cuenta así la Xacopedia:
"Localidad de 59 habitantes (1.150 m) en el Camino Francés, municipio de Santa Colomba de Somoza, provincia de LeónCastilla y León. Aparece citada en dos ocasiones en el libro V del Códice Calixtino como Raphanellus. En la primera, en el capítulo II, se refiere a ella como fin de etapa: “La novena va de León a Rabanal. La décima, de Rabanal hasta Villafranca, en la boca del valle del [río] Valcarce”. En el V se menciona como el primero de los lugares en los que trabajaron los viatores que trabajaron en la Ruta y sus servicios en tiempos de Alfonso VII: “Prepararon, por piadoso amor de Dios y del Apóstol, el Camino de Santiago desde Rabanal hasta Portomarín, con anterioridad al año del Señor de 1120”. 
La historia de esta hermosa población, situada en la falda del monte Irago, está estrechamente ligada al desarrollo de las peregrinaciones. Nació al pie del Camino y adoptó la típica forma de villa-itinerario, según la que las construcciones se organizan alrededor de una larga calle central, en este caso denominada Real. Durante el antiguo periodo de pujanza, en el lugar existieron hospitales e iglesias destinados a ofrecer servicios a los peregrinos. En la calle Mayor aún se pueden contemplar la ermita de San José (s. XVIII) y el hospital de San Gregorio, conocido también como la casa de las Cuatro Esquinas, en el que se hospedó Felipe II en su peregrinación a Santiago. En la parte alta, se halla la iglesia parroquial de Santa María, uno de los ejemplos románicos que se pueden encontrar en esta zona. 
Rabanal sirvió de avanzadilla de los templarios de Ponferrada para proteger a los peregrinos hasta su llegada al Bierzo. Los caballeros de esta orden se instalaron en el lugar aproximadamente en el siglo XII y edificaron el templo de Nuestra Señora de la Asunción. Dejaron el pueblo hacia 1287, fecha en la que el rey de Castilla concede dicha iglesia al obispo de Astorga. 
Durante la etapa de prosperidad, se originaron muchas leyendas, algunas con protagonistas tan relevantes como Carlomagno, de quien se dice que estuvo junto a su fiel caballero bretón Anseïs, que se desposó aquí con la princesa sarracena Gaudisse.
Renacer en el Camino////
 Tras una etapa de decadencia, este pueblo resurgió de un modo espectacular en los últimos tiempos de manera paralela a la recuperación del Camino de Santiago. Prueba del impulso económico que supone el paso de la Ruta Jacobea es la existencia de cuatro albergues, dos de ellos de propiedad privada. Otro pertenece al Obispado de Astorga y está gestionado por la Asociación inglesa de Saint James y por la Asociación del Camino del Bierzo. El último es del municipio, mantenido por la Junta Vecinal de Rabanal del Camino. Además, en el año 2001 la comunidad benedictina fundó el monasterio de San Salvador del Monte Irago y el hospital de peregrinos Mater Salutis. El monasterio también edita la Revista de Monjes y peregrinos."
2) SALIDA DE RABANAL DEL CAMINO, MARCHA Y MANIFESTACIÓN POR LA SENDA A FONCEBADÓN

Vídeos de la salida de Rabanal del Camino, siguiendo el trazado del Camino y poniendo rumbo a Foncebadón



Los mojones jacobitas indican la ruta con su concha y flecha amarillas


La cabecera de la manifestación


Detrás, el pelotón y grueso de la marcha


Más atrás siguen llegando y pasando peregrinos y más peregrinos


Una primera parada nada más ponerse en marcha, mostrando bien las pancartas


Vídeo de las pancartas y cabecera de la marcha-manifestación


Vídeo explicativo de la marcha


Parada en el área de descanso


Los hitos del Camino, los mojones jacobeos, siempre presentes


Fuente y viejo abrevadero


Parada en el refugio-tendejón


Nos reunimos e intercambiamos impresiones


Se sacan los bocadillos de las mochilas y los "táperes" pues el buen camino abre el apetito


Un "calecho peregrino" en la mañana


Hasta los monolitos camineros hacen de improvisado asiento


Nos aguarda un poco de buena cuesta...

Nosotros nos adelantamos, esperando a la manifestación para sacar un vídeo completo... o casi, de principio al final:


Aquí llegan...


Y aquí se van


El Camino, en algunos tramos, tiende casi a hacerse navegable...


Siempre aparece un sendero alternativo para no mancharnos las botas ni salpicar el pantalón del "Tacatón"


Avanzamos siempre con paso firme y resuelto


Enseguida vemos ya Foncebadón y la carretera desde el Camino. Consultamos ahora a la Xacopedia:
"Localidad de 8 habitantes (1.430 m) en el Camino Francés a su paso por los montes de León, en la provincia castellano-leonesa del mismo nombre. A 232 km de Santiago. Situada a las puertas de la comarca del Bierzo, 2 km antes de la mítica Cruz de Ferro, en la cima del monte Irago, y 24 antes de Ponferrada, Foncebadón tuvo su origen en el Camino y la decadencia de este fue también el declive total de esta población, abandonada hasta que en los pasados años noventa comenzó a revivir de nuevo con el renacimiento de la Ruta Jacobea. Al ser el único paso hacia Galicia por los montes de León, la vía era transitada por viajeros de todo tipo, por lo que esta localidad de montaña también sufrió las consecuencias de la apertura en 1764 de la actual carretera por el cercano puerto del Manzanal (1.230 m). 
Las actuales ruinas de Foncebadón permiten apreciar sin esfuerzo el trazado longitudinal de su calle única, al estilo de los viejos pueblos camineros. Es famoso el albergue que aquí abrió, en los inicios del siglo XII, Gaucelmo, uno de los monjes hospitaleros más famosos del Camino de Santiago. Dedicó su vida a los pobres peregrinos que debían atravesar estos difíciles parajes, procurándoles el acceso en invierno y atendiéndoles por las noches con un techo y algo que llevarse a la boca. También contó el lugar con un hospital para los enfermos, fundado también por este eremita, que, además, levantó la actual cruz en la cima del monte, para que sirviese como guía. 
A lo largo del siglo XII funcionaron otros dos hospitales, los de la Magdalena y San Juan, y se acabaría creando un convento de eremitas. El rey Alfonso VI protegió expresamente el lugar, del que surgió el núcleo poblacional para colaborar en la atención a los peregrinos y viajeros. 
Augusto Quintana Prieto ha destacado este “sorprendente y admirable complejo de realizaciones, concebidas y ejecutadas solo y exclusivamente a favor de los peregrinos”. Manuel Rodríguez Pascual afirma, a su vez, que “el favor real sobre este pueblo fue tal que sus pobladores se hallaban exentos del pago de tributos y pechos por el servicio que rendían a los peregrinos”. 
No sin dificultades, los vecinos lograron mantener parte de estos privilegios hasta 1815 cuando se los confirmaron por última vez, al no ser ya necesarios sus servicios con la apertura unos cincuenta años antes de la carretera del Manzanal y la casi completa ausencia de peregrinos. 
En el siglo XVIII sólo quedaba un hospital con una cama “para recibir a los pobres peregrinos romeros” y Madoz, a mediados XIX, ya no le presta atención a Foncebadón, aunque dice que tiene 188 habitantes. 
 
La progresiva despoblación continuó hasta el casi total abandono. En 1991 vivían dos personas en el lugar. El renacer del Camino ha hecho que recupere habitantes y, sobre todo, vida entre las viejas ruinas. 
El resurgimiento comenzó en la segunda mitad de los años noventa gracias al impulso de asociaciones como los Amigos del Camino del Bierzo, que promovió y gestiona el albergue Domus Dei, en el antiguo templo, atendido con frecuencia por veteranos hospitaleros voluntarios que hacen de la estancia algo más que una simple pernoctación. 
Cuenta el lugar con dos albergues particulares más, uno de ellos situado en el antiguo monasterio, y con la singular taberna de Gaia, de decoración medieval, muy conocida por sus comidas y ambiente peregrino. Se observa alguna casa rehabilitada gracias a la apertura de estos establecimientos. 
A la salida del pueblo estaría antiguamente la fuente de las Brujas o del Aquelarre, que según autores como Antonio Justel dio nombre a la población (fuente sabat). Para Anguita Jaén es un topónimo derivado de fons Sabbatonis [fuente de un individuo llamado Sábado]. 
Antes de comenzar el ascenso final al puerto, el peregrino puede aprovechar para recoger algún guijarro que depositará en el gigantesco humilladero de Cruz de Ferro, siempre y cuando no lo haya traído desde su punto de partida, rito ancestral recuperado por numerosos peregrinos actual."

Mojón de Foncebadón


Entrando en Foncebadón. Cruzando la carretera, leemos ahora la Wikipedia:
"Foncebadón es una localidad española perteneciente al municipio de Santa Colomba de Somoza, en la comarca de la Maragateríaprovincia de Leóncomunidad autónoma de Castilla y León. Estuvo abandonado hasta el resurgir de la peregrinación a Santiago en la última década del siglo XX. Posee tres bares-restaurantes, cuatro albergues, uno de ellos con categoría de albergue turístico, dos con categoría de Turístico de los Caminos a Santiago y un cuarto albergue de peregrinos sin fin lucrativo, un bar-tienda de ultramarinos y una pensión. Desde poco antes del resurgir de la peregrinación, algunos antiguos habitantes de Foncebadón y sus familiares más cercanos están volviendo a rehabilitar las viviendas abandonadas o derruidas que quedaban.
Abandono 
El pueblo comenzó a ser abandonado a finales de los años 60, principio de los años 70, debido mayoritariamente a las dificultades económicas que el pueblo tenía en ese momento. Gran parte de la población emigró hacia Madrid u otras ciudades de España en busca de empleo y de una vida alejada de la agricultura, la ganadería o la minería, ya que estos eran los únicos oficios que ofrecían Foncebadón y sus aledaños. Pasados unos pocos años, toda la demografía del pueblo se redujo drásticamente de un centenar de habitantes a dos personas. 
Debido al abandono masivo que sufrió el pueblo, este, como otras muchas localidades de la región, fue víctima de saqueos que en la mayoría de casos dañaban seriamente las casas que a los muy pocos años, acabarían derrumbándose sobre sí mismas, tal y como pasó con la hoy reformada parroquia o el colegio. 
Situado cerca de la Cruz de Hierro, en la ruta del Camino de Santiago Francés. Es paso obligado de peregrinos para superar el puerto. 
Contexto geográfico 

Situado cerca de la Cruz de Hierro, en la ruta del Camino de Santiago Francés. Es paso obligado de peregrinos para superar el puerto. 

En el siglo X fue sede de un concilio. El obispo Gaucelmo estableció aquí un albergue y un hospital de peregrinos. 
En los años 90 una de las últimas habitantes de esta localidad, se vio envuelta en un problema relacionado con las campanas de la parroquia. La Iglesia exigía que las campanas de la ya derruida parroquia, fueran restauradas y ofrecidas a otra iglesia para su uso, a lo que la vecina reaccionó subiéndose al campanario armada con una vara y exigiendo que dejasen el pueblo tal cual estaba, ya que esas campanas podrían servirla para advertir a los pueblos cercanos de que se había quedado atrapada en el pueblo por inclemencias meteorológicas. También para que los peregrinos que pasan por Foncebadón, no se pierdan entre la niebla."

Otro de los grandes desmanes del Camino de Santiago, la destrucción del empedrado la Calle Real de Foncebadón cubriéndolo con una capa de cemento. Adjunto artículo de Antón Pombo en Gronze a fecha 5-6-2019:
"Foncebadón
"Foncebadón, el enésimo atentado al patrimonio del Camino Francés 
El alcalde, ignorando toda la legislación conservacionista, ha pavimentado con hormigón la Calle Mayor Real
¿A alguien se le puede pasar por la cabeza que en pleno siglo XXI, con tanta experiencia acumulada en la protección patrimonial del Camino de Santiago, sea posible que en uno de los pueblos más emblemáticos del Camino Francés, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural y delimitado en todas las comunidades autónomas por las que discurre, y a mayores también Patrimonio Mundial de la Unesco, en medio y medio de esta joya de la corona de los itinerarios jacobeos un alcalde, pasándose por el arco del triunfo toda la legislación conservacionista, pavimente con hormigón a go-go, a lo bestia y sin miramientos, de abajo hacia arriba toda la Calle Real o Mayor, que es el Camino, sin el más mínimo asesoramiento jurídico o estético? Pues sí, esta barrabasada ha ocurrido en un lugar mítico que estaba renaciendo de sus cenizas cuan ave fénix: en Foncebadón. 
¿Quién le iba a decir a los congregados en aquel concilio siempre mentado del siglo X, quién al esforzado obispo Gaucelmo que aquí fundó una alberguería para los peregrinos que atravesaban los Montes de León camino de la vecina Cruz de Hierro, quién a los heroicos habitantes que con sus huertos y rebaños sobrevivieron en tan inhóspito paraje resistiendo las copiosas nevadas de antaño, quién a los que no tuvieron más remedio que emigrar en los años 60 a la capital del reino, quién a María y Ángel, los últimos mohicanos y defensores a ultranza de las campanas del templo cuando la avanzadilla peregrina de la nueva era volvía a deambular entre las ruinas, quién a Julio Llamazares y sus crónicas de la desolación por la España que hoy llaman vacía, quién a los nuevos colonos que han insuflado una inimaginable y próspera vitalidad al núcleo…, quién les iba a decir a todos, vecinos del presente y del pasado, que la ignorancia de quien por no entender nada todo lo desprecia, el patrimonio en primer lugar, iba a escoger el peor modo, tras el asfalto, para reparar la histórica vereda que atraviesa de cabo a rabo la población? 
Atónitos debieron quedarse, entre los que conocían el erial de guijarros y polvo, los primeros en otear el desaguisado. Al igual que en Sarria, cuando unas torres desmesuradas amenazaron con arrinconar lo poco que queda de aquella colina medieval coronada por la iglesia del Salvador y el castillo, fueron los peregrinos quienes primero dieron la voz de alarma. Las quejas y denuncias se sucedieron, y desde entonces la miseria se ha reproducido una y mil veces en imágenes, para mayor gloria del señor alcalde y su sapiencia (deberíamos escribir en el Camino, al borde de cada adefesio y atentado, el nombre de los responsables para que sean recordados per secula seculorum). Ahí andaba el cemento por los foros de medio mundo, y entonces tomó cartas en el asunto la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago, que en los últimos tiempos parece haber emprendido una cruzada contra los atentados, diseñados en papel o ejecutados, que inmisericordemente van destrozando, palmo a palmo, las rutas jacobeas: cementados en Galicia y Rabanal del Camino, proyecto de edificio junto a la catedral de Burgos, planta de residuos de Casalonga (Teo), tentativa de volver a explotar la mina de cobre de Touro… 
Trasladada a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León la denuncia, ¡oh, prodigio!, en los despachos de Valladolid nadie tiene noticia del asunto en cuestión, tan vasto e incontrolable, como la mismísima Amazonía en tiempo de los virreyes, es el territorio autonómico castellano-leonés. Habiendo mandado la preceptiva inspección al monte ipso facto, ya que andamos en tiempo electoral muevesillas, y no vaya a ser que se conjuren todos los demonios para hacerles perder aún más votos de los que ya han perdido por otros y muy dispares motivos, comprueban que en efecto, que es verdad lo que les contaban y uno de los suyos, acaso arropado en la más absoluta de las mayorías, lo cual a menudo no implica mayor ilustración, sino más despotismo, se ha pasado de la raya, y que el desatino debe ser tapado cuanto antes, que se acerca el año santo. Por lo tanto, como suele ser norma en estos procedimientos administrativos, se ordena la reposición de la legalidad a través de un expediente sancionador incoado el 25 de marzo de 2019. 
Los amigos del Camino habían puesto sobre la mesa una imagen que servía para ejemplificar una actuación delicada y respetuosa sobre un patrimonio declarado Bien de Interés cultural: la de un pueblo próximo, fuera del itinerario y por lo tanto ajeno a la galáctica protección del Camino Francés, que está recuperando sus pavimentos empleando materiales de la zona y técnicas tradicionales. Nos referimos a Peñalba de Santiago, que quizá por no estar en la trocha de los peregrinos, ese nuevo Dorado en el que parecen haberse conjurado todos los secuaces del mago Hermógenes, se ha esforzado al máximo para llegar a ser considerado “Uno de los pueblos más hermosos de España” (el nombre de esta agrupación es una copia poco imaginativa, y desde luego sumamente tardía, de una marca que ya funciona en Francia hace décadas). El Valle del Silencio, al pie de los montes Aquilianos, no es la Maragatería de Foncebadón, pero en nuestro caso se podrían haber aplicado sistemas de pavimentación similares a los ejecutados en otros pueblos de la comarca (por ejemplo en Castrillo de los Polvazares), siempre de la mano de expertos, acaso con el recurso al hormigón lavado, tan socorrido últimamente, y generando cuadrículas enmarcadas por losas, al ser la Calle Real muy ancha y para evitar el efecto de pista de aeropuerto. 
Aunque a uno ya le entran las ganas de largarse para siempre del Camino Francés, sigue siendo el hogar primero, la escuela, la sirga de los más entrañables recuerdos, y por eso vale la pena seguir velando por su preservación, a garrotazo limpio (recurso literario, no literal) con los depredadores, a los que hoy les hemos ganado, todos los peregrinos, una pequeña batalla. Ahora toca esperar, paciencia, a que los gestores y técnicos de la postmodernidad maquinen la solución, que debería ser algo más ambiciosa y, para que no se malgaste dos veces el dinero público con tanta alegría, contemple un proyecto de urbanización, por supuesto con todas las firmas e informes sectoriales exigidos."
3) EN FONCEBADÓN


Vídeo entrando en Foncebadón


Atravesamos Foncebadón con buen sol, nada que ver con la situación el día antes, cuando acudimos a una cena de confraternización de los peregrinos ya presentes, muchos de los cuales habían participado en la primera jornada dedicada al camino de la Vía Künig en Quintanilla del Valle, municipio leonés de Benavides de Órbigo. Algunas fotos de la cena, junto con el desayuno del día siguiente en Rabanal del Camino, antes de emprender la marcha, están en una entrada de este mismo blog: https://xurdemoran.blogspot.com/2025/03/cena-de-confraternizacion-de-peregrinos.html


Y esta es la iglesia de Foncebadón, donde se encuentra el albergue parroquial Domus Dei. Esta parroquial fue noticia cuando la oposición vecinal hizo que se desistiese trasladar sus históricas campanas a Astorga. Esta es la historia del santuario en Mi Camino de Santiago:
La Iglesia de Santa María Magdalena en Foncebadón es una edificación religiosa que ha sobrevivido al paso del tiempo y a las inclemencias climáticas de la región de El Bierzo, en la provincia de León, España. Esta iglesia es uno de los principales atractivos turísticos de la región, y su historia y arquitectura han capturado la atención de turistas y locales por igual. En este artículo, exploraremos la historia y significado cultural de la Iglesia de Santa María Magdalena en Foncebadón, así como su arquitectura y otros aspectos interesantes. 
Junto a este santuario rural que data de los siglos XVII o XVIII, se encuentra el albergue parroquial Domus Dei, el cual es gestionado por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago del Bierzo. En 1993, una residente local llamada María se subió hasta la cima de la iglesia, la cual estaba en peligro de derrumbe total en ese entonces, y con un palo en actitud amenazante impidió que las autoridades retiraran las campanas, las cuales pretendían trasladar al Museo de los Caminos de Astorga. Este evento fue narrado por el escritor Julio Llamazares en un artículo publicado en El País titulado Las Campanas de Foncebadón. 
La Iglesia de Santa María Magdalena en Foncebadón es un ejemplo notable de la arquitectura románica de la región de El Bierzo. Su fachada es una mezcla de estilos gótico y románico, con un gran arco de medio punto que se eleva sobre el portal principal. La iglesia tiene una sola nave y una cabecera semicircular, típicas de la arquitectura románica. 
En el interior de la iglesia, hay varios altares y retablos de estilo barroco, que datan del siglo XVII. Uno de los retablos más destacados es el Retablo Mayor, que representa la vida de Santa María Magdalena. 
La torre de la iglesia es un ejemplo de la arquitectura neoclásica, y fue construida en el siglo XVIII. La torre tiene una altura de 22 metros y cuenta con un campanario."

4) SALIENDO DE FONCEBADÓN HACIA LA CRUZ DE FERRO


Y, al salir de Foncebadón, otra cruz de madera


Subimos unos metros a ver la subida al puerto por los Montes de León. Puerto de Foncebadón, glosado así en Wikipedia:
"El puerto de Foncebadón es un puerto de montaña que une las comarcas de El Bierzo y la Maragatería (LeónEspaña) a través de la carretera LE-142, atravesando los montes de León. Alcanza una cota máxima de 1510 m s. n. m.
Localización 
Se localiza entre las localidades de Manjarín, a 1460 m s. n. m., por la carretera LE-142, y Foncebadón, a 1450 m s. n. m. 
Descripción de la ruta: 
La parte maragata del puerto es la más suave, representa el ascenso desde la meseta a los montes de León y salva un desnivel de 360 m. Partiendo de Rabanal del Camino atraviesa la localidad de Foncebadón, durante 5,7 km. 
La parte berciana es más sinuosa, pues supone el ascenso desde cotas bajas hasta lo alto de los Montes, y plagada de curvas de herradura y rampas de importante desnivel. Teniendo en cuenta que el alto del puerto se suele considerar el límite de comarca, salva un desnivel de 915 m, partiendo de Molinaseca y pasando por Riego de AmbrósEl Acebo y Manjarín, durante 22,5 km. 
Características 
Foncebadón es uno de los puertos de montaña más elevados de los Montes de León, discurre junto a un entorno de una gran riqueza de fauna y flora, además de miradores naturales de gran belleza paisajística. Desde su cima se puede observar asimismo el entorno natural de los Montes de León, en las cumbres más elevadas de este macizo. Desde su carretera parten diversas pistas y caminos forestales hacia estas elevaciones, convirtiendo la visita mucho más sencilla a cotas casi inaccesibles de otra forma. Su mirador principal: el del alto del puerto, situado en el límite comarcal, con una vista impresionante. También en las inmediaciones del límite entre provincias se accede por una pista otro mirador, con unas vistas privilegiadas de los Montes de León. 

Flora y fauna 

La fauna en torno al puerto de Foncebadón es rica, los animales más característicos por estos montes son el corzo, el venado, el jabalí, la ardilla o el zorro. También el lobo hizo su aparición por estos pagos, pero está en claro retroceso. Entre las aves destacar el buitre leonado, el águila real y la perdiz, además de muchas otras especies animales de menor tamaño, roedores y reptiles. 

La flora del entorno es rica en especies arbóreas como enebroabedulhaya y roble albar, así como algún pinar de repoblación; matorrales como escobalespiornales y brezales, así como plantas y hierbas como el cardalstellariacalluna y helecho. El monte bajo también es rico en pastizales."


Nos llamarán la atención estas lagunas al lado del Camino


La 'manifa' en los últimos metros del repecho final


Nos retrasamos un poco haciendo estas fotos y apuramos el paso para no perdernos la llegada...


Se acaba la cuesta y, cruzando de nuevo la carretera, caminamos en llano los últimos metros antes de la Cruz de Ferro (en gallego) o Cruz de Fierro (en leonésO, que ya vemos en lontananza, y de la que nos dice la Xacopedia:
"También se cita como Cruz de Fierro. Hito de montaña (1504 m) que se alza en el Camino Francés en los montes de León a su paso por la provincia del mismo nombre, correspondiente a la comunidad autónoma de Castilla y León. A 230 Km de Santiago. Es uno de los lugares más conocidos y cargados de simbología de todas las rutas jacobeas, y quizá por ello el más mitificado y emocionante, con el Monte do Gozo de Santiago, primer lugar desde el que los peregrinos del Camino Francés observan la ciudad compostelana. 
Situado en el entorno del monte Irago, el Codex Calixtinus (s. XII) se refiere a la actual Cruz de Ferro como portus montis Iraci. También se la ha citado y cita como puerto de Foncebadón -esta antigua población se encuentra 2 km antes, a 1.440 m- y monte de Rabanal. 
Cruz de Ferro, en el punto más alto del puerto, debe su nombre al gran humilladero de piedras de origen remoto sobre el que se eleva un tronco de madera a modo de mástil de 5 m de altura culminado por una sencilla cruz de hierro [ferrofierro]. 
Es la máxima altitud que deben superar los peregrinos en todo el Camino Francés, salvo que hayan llegado a España por el Camino Aragonés a través del puerto de Somport, que supera los 1.600 m. Cruz de Ferro es la puerta de entrada al Bierzo y Galicia, hacia donde se comienza a descender desde este punto. Atrás va a quedar definitivamente el paisaje recio de las llanuras castellano-leonesas para dar paso a una sucesión de pequeñas montañas y frondosas tierras de cultivo. Es también zona divisoria de aguas de las cuencas de los dos grandes cursos fluviales del noroeste peninsular, Duero y Sil-Miño. 
 
La fuerte simbología de Cruz de Ferro no es de ahora. El lugar, por su condición de punto culminante de paso de los montes de León, por su extrema dificultad para los antiguos caminantes, sobre todo en invierno, y por ser el punto de conexión entre dos mundos geográficos y culturales siempre distintos, adquirió una dimensión trascendente. Concluía un mundo y comenzaba otro. Se cree que aquí existió un altar dedicado a Mercurio -de hecho ha sido citado como Mons Mercurii-, dios protector de los viajeros, como sucedió en otros hitos parecidos de la geografía del Imperio romano. 
Consustancial a estos espacios simbólicos de los caminos era la realización de ofrendas. Y las piedras -los pequeños guijarros en el caso de los humilladeros- siempre han representado ese sentido en diversas culturas del mundo. Al depositar una piedra en el humilladero que hoy todavía existe, los peregrinos de Cruz de Ferro puede que no hiciesen más que reforzar una costumbre anterior, ancestral, en este paso al noroeste, una muestra de gratitud por haber llegado hasta allí. Tras muchas dificultades y penalidades, se abría ante el viajero otro mundo, tanto en una dirección como en la otra. 
Hasta la segunda mitad del siglo XVIII Foncebadón y Cruz de Ferrro eran los únicos lugares de paso hacia Galicia a través de los montes de León. Por ello el humilladero no sólo fue utilizado por los peregrinos. Los segadores gallegos que en los siglos XVIII y XIX iban cada año a la siega a Castilla tenían también por costumbre depositar en el lugar una piedra. Algún autor afirma que estos campesinos tomaron esta costumbre de los peregrinos que por allí pasaban. Las piedras depositadas a lo largo de los siglos han acabado formando el más grande humilladero vivo de España y Europa, y por supuesto el más grande del Camino de Santiago. 
 
Todo indica que el lugar fue cristianizado con su reactivación como zona de paso de los peregrinos en la Edad Media. Se atribuye la colocación de la primera cruz a Gaulcemo, eremita con vocación hospitalaria instalado en este inhóspito lugar a finales del siglo XI. Dispuesto a prestar todo tipo de auxilio a los peregrinos, levantó un hospital para acogerlos y la cruz sobre el humilladero para orientarlos en invierno, durante las grandes nevadas que hacían desaparecer el camino, un elemento religioso con una finalidad práctica y humanitaria que acabó dando nombre a este mítico paso. 
El diccionario geográfico de Madoz realiza a mediados del siglo XIX una descripción que coincide en gran medida con lo que hoy podemos contemplar: “Es una cruz de hierro colocada en una vigueta alta /…/ y empotrada en un inmenso montón de piedras que se aumenta cada día, porque es raro el viajero que pasa y no arroja una”. La cruz original se conserva en el Museo de los Caminos de Astorga desde 1976. En los últimos años su réplica ha sufrido algún que otro altercado, incluso llegó a ser cortado el largo tronco que la sostiene para sustraerla. 
En los pasados años ochenta se construyeron en las inmediaciones del humilladero y la cruz, una capilla dedicada a Santiago y una fuente. 
Algunos peregrinos, conocedores y amantes del ritual, traen una pequeña piedra desde su lugar de origen; otros las recogen del camino durante la marcha. Los hay también que aprovechan las esparcidas por el lugar para cumplir con la tradición. Colocados de frente o de espaldas incorporan su pequeño guijarro al gigantesco humilladero y, como antiguamente se imploraba protección a los dioses, solicitan ahora la ayuda de Dios para concluir el Camino o expresan íntimos sentimientos. Muchos simplemente desean que, como la piedra que acaban de depositar, queden allí sus problemas. La piedra, resistente al paso del tiempo y a la banalidad, será testigo permanente de la promesa y de los deseos. Son frecuentes los momentos de emoción. 
En los últimos años, por absurdo y paradójico que parezca, se dan casos de personas, sobre todo turistas, que se llevan piedras del humilladero como recuerdo. Si aceptamos la gran simbología del lugar, el hecho no deja de ser algo parecido a un robo, a una profanación. 
Si deslumbra el humilladero desde abajo, la sensación que se tiene arriba, al borde del mástil, es la de estar sobre un montón de sentimientos, miedos, alegrías y emociones de miles y miles de personas a través del tiempo, y eso debe impresionar. No es necesario fijarse demasiado en la variedad de objetos personales, recuerdos, frases y demás elementos esparcidos entre los guijarros y la parte inferior del poste para percibirlo."

Llegan los primeros peregrinos a la Cruz de Ferro y fotografían su patético "rosco" inexplicablemente "construido" en su base con las mismas piedras de su montículo, suceso verdaderamente inaudito en un elemento de supuesta protección patrimonial

y 5) EN LA CRUZ DE FERRO


En una última carrera para llegar a la manifa, llegamos a tiempo para ver las pancartas bien desplegadas


Y para asistir a la lectura del manifiesto peregrino en defensa de la Cruz de Ferro


El polémico 'rosco' que se construyó con las piedras del monumento y que hizo saltar la voz de alarma


El entorno de la Cruz de Fierro, con la capilla de Santiago, del año 1982


Nieva suavemente y el paisaje se torna bellamente blanco e invernal


Un momento excelente para las fotografías


La Cruz de Ferro, los peregrinos van marchando tras estos memorables momentos que pasan ya a las crónicas del Camino de Santiago y la defensa de su patrimonio


La epopeya del Camino sigue viva hoy como hace mil años y más, aquí se hace el Camino










































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