Caxigal desde la bajada de Picullanza. Véase el Camino subiendo desde La Venta |
Tras la larga bajada desde Picullanza por Samiguel y La Candama, el Camino del Salvador cruza el río Morente en La Venta (antigua posada caminera) y acomete la cuesta de Caxigal, parroquia ovetense de Perera, en lo que viene a ser la última subida de consideración de todo el Camino del Salvador, cuando ya estamos a únicamente una hora aproximadamente andando de la Sancta Ovetensis, la catedral de San Salvador, meta del camino de este nombre y comienzo del Camino Primitivo, así como parada obligada del Camino Norte
El antiguo camín real ha conservado su trazado, transformado eso sí en carretera local desde El Pontón de La Venta, tras relegarse a vía pecuaria tras la construcción de la Carretera de Castilla entre los siglos XVIII y XIX, en lo que supuso una grande, aunque costosa, mejor de las comunicaciones de Asturias con la meseta, permitiendo el paso por ella de los grandes carros y carruajes que permitieron, además de mayor y más seguro trasiego de gentes y mercancías, establecer líneas regulares de viajeros en diligencias y carruajes
Empieza ahora otro fuerte repecho en una curva a la izquierda, al menos con algo de sombra muy de agradecer si subimos estas cuestas al sol, tal y como suele ocurrir al ser final de etapa y ya estar bien avanzada la mañana, o empezar ya la tarde...
Altas sebes o setos naturales separan el Camino de las fincas colindantes. En plena cuesta encontramos un hórreo...
Es otra de las antiguas caserías de Caxigal, cuyo hábitat era y es muy disperso, esparcidas a cierta distancia unas de otras a lo largo del camino y sus ramales por la ladera meridional de la colina de La Manxoya
Cada cierto tiempo, bueno será hacer un alto unos instantes para, de paso que recuperamos aliento admirar el paisaje y es que, según subimos altura, vamos ganando perspectiva
Estaríamos, para el filólogo Xulio Concepción Suárez, ante una raíz lingüística relacionada con la "divinidad indoeuropea Vindos (el color blanco, el Sol); latinizado en Vindonnus: el dios blanco, el dios Sol, la divinidad gala; el culto a los elementos imprescindibles de la Naturaleza (que diría Fernando Pessoa): el culto a la luz, al calor necesario para que se derritan las nieves y comience a florecer todo de nuevo en primavera. Porque sin la luz, sin el calor del sol tras el invierno, era imposible la vida..."
Podríamos estar también ante antropónimos, es decir, nombres de personas de antiguos dueños de estas tierras en la Antigüedad tardía, el bajo Imperio Romano, o la época altomedieval, como el propio Paderni, un antiguo Paterni y Paternia, la tierra de Paterni
Recuperado el resuello acometemos el siguiente recuesto, recto y sin tregua todo cuesta arriba y con visibilidad
Como tantas veces suele pasar, cuando los imaginamos que, en una curva, la cuesta acabará o al menos se suavizará, sigue otra tan empinada o más...
En las jornadas de sol castigador, un poco de sombra se agradece también para detenerse un momento, como aquí en el rellano a la entrada de la antigua casería, pues no hay demasiados árboles en este recuesto
Dejamos a la izquierda el ramal a la casería de La Güertona y nosotros seguimos subiendo de frente y sin tregua...
Unas casa allá arriba, Casa Emilio, es una buena referencia, a partir de ella la subida se suavizará notablemente hacia Los Prietos
Por esa zona empieza la parroquia de La Manxoya, cerca de el lugar de El Xardín o El Chardín, como se ve en algunos mapas
Más paisajes al este del valle de Morente en su cabecera, donde también se encuentra, en las cuestas del fondo, el lugar de El Lloxu, que a veces se ve escrito El Llosu, lo que haría pensar en un diminutivo de llosa o porción de terreno cultivable. Adolfo Casaprima Collera, en su Diccionario Geográfico del concejo de Oviedo, apunta las tres formas documentadas: "Lúgido/ Llosu o Llosu", y las explica así:
"El caserío se concentra alrededor de la carretera y sobre una loma, sobre los 380 m de altitud, con excelentes vistas sobre el valle del Nalón y el Aramo al fondo. Alterna el viejo caserío rural tradicional con los chalés de reciente construcción. Hay una granja colombófila. Al oeste existe un campo de fútbol, llamado del Llosu. En torno al topónimo se han querido adivinar significados mitológicos, relacionándolo con el dios romano mercurio, dando así lugar a un hipotético Lúgido-Llosu, lugar del bosque donde se practicaban ritos celtas"
Se referiría Casaprima Collera al dios Lug, tan presente en la toponimia de buena parte de Europa occidental, incluyendo Asturias. El lugar es mencionado en el llamado Libro del prior, del siglo XV, en el que se consignan las lindes de las posesiones del Cabildo de la catedral, con diferentes formas toponímicas. En Tres topónimos con raíz Lug- en el entorno de Oviedo el arqueólogo Fon S.P. nos ofrece en su web Ástures otras más y varias explicaciones etimológicas:
"Tradicionalmente se viene considerando la zona central de Asturias como la parte occidental del territorio de los Luggones, la tribu astur trasmontana (y cismontana) que ocupó la Asturias de aquel tiempo desde el Nalón al Sella (aproximadamente). Habitualmente se tiende a destacar su presencia en el oriente de Asturias, en torno al concejo de Piloña, por la aparición de epigrafía (estela de grases, o el fragmento de la inscripción ASTURUM ET LUGGONUM) donde aparece citado expresamente el término «luggon /es-um», así como de la toponimia, como por ejemplo en Lugás.
Lugones /Llugones
Es la denominación actual de la localidad ubicada en el concejo de Siero. Lugones aparece citado en el «libro del prior», escrito en el siglo XV y donde se enumeran las propiedades del Cabildo de la catedral de Oviedo.
De este topónimo se ocupó en su momento Martín Sevilla, así como de otros de raíz céltica del Principado de Asturias. Se trata, según él, de un nombre derivado del gentilicio que encontramos en la epigrafía del siglo I y en las fuentes escritas del siglo II (Ptolomeo). Son los Luggones históricos. Él traza la evolución de la palabra desde un *Luggonis. Es una palabra compuesta de la raíz Lug- (la deidad pancéltica presente en toda Europa occidental) seguido del céltico -gon / -con /-gen /-gn que se encuentra por ejemplo en otra onomástica céltica, como Medugenos, Rectugenos y que viene a significar «descendiente de» o perteneciente a como «astur-con». En el caso de este topónimo hace referencia a esta etnia, lo mismo que encontramos en el paisaje actual nombres de lugar como Gallegos, o Godos, en los alrededores de Oviedo.
Lugido / El lloxu
Aparece también recogido en el Libro del prior, con diferentes formas. Lugico, Lugido, Lúgido y la recogida en la toponimia tradicional Lloxu. Martín Sevilla lo relaciona con la raíz Lug- y el céltico -iko. En las notas al pie de su trabajo cita un escrito de Jovellanos, que a su vez se basa en un documento desconocido del 960 y que denomina a este lugar Luxico. Otros autores, como Almudena Orejas parecen seguirle en este sentido aunque relativizando la importancia de la toponimia para la ubicación del pueblo de los Luggones.
Jose Luis García Arias por contra, propone una derivación del latino Lausius, e incluso otros autores lo relacionan con el hidrónimo Luxia que significaría «oscuro», es decir lo contrario totalmente a la voz céltica Lug (brillante).
Lugo (de Llanera)
Lugar de sobra conocido en la llanura central asturiana, en la que se cree que se ubicaba el asentamiento de Lucus Asturum según apuntan las más recientes investigaciones5. La voz actual se derivaría de Lucus, (bosque sagrado), como por ejemplo en Lucus Augusti.
Este Lugo, citado en las fuentes medievales como donación a la iglesia de Oviedo. Xulio Concepción lo relaciona con la voz indoeuropea Lugh- (claro, como claro del bosque), emparentada con la voz latina lucus citada antes. Para él » se deduce la relación de las dos referencias al bosque y a la claridad al mismo tiempo: según algunos, se adoraba al dios en las claridades, los espacios abiertos del boscaje más tupido, a modo de verdaderos santuarios cara al cielo. También dio nombre a Lugones, a unas tribus, a una cultura muy antigua del culto al bosque.»
Bosques y campiñas componen una hermosa estampa hacia el monte Les Cortines, que no tiene que ver con visillo alguno sino con terrenos de labrantío divididos en hazas o parcelas, lo que delata que, antes de pastos y bosques hubo tierras de labor
Las casas, más o menos dispersas, salpican las camperas desde lo alto de El Cuetu Pandu, el lugar más alto de San Esteban, donde está el depósito de la copa del agua de El Cutayón (395 m), bajando escalonadamente por los prados hasta el valle
Y hemos venido bajando de Picullanza (a la derecha de la foto), por La Venta l'Aire, Samiguel y La Candama, siguiendo la frontera de concejos riberana-ovetense en el descenso al valle de La Ceprosa o Ceposa, vinculado muy posiblemente a antiguas viñas
Y es que no en vano estas tierras pertenecieron a la iglesia catedralicia y el vino es imprescindible en la liturgia. Además, en pleno Camino, el lugar de Samiguel o San Miguel podría haber nacido en torno a una capilla de esta advocación que habría sido santuario de una pequeña comunidad monástica existente en el lugar en la alta Edad Media
Más al este, la Sierra de Llagos separa el valle del Nalón del valle del Caudal cerca de su confluencia en Soto Ribera. Entre sus cimas destacan el Altu Magarrón (655 m) y El Picu Bustiellu (561 m)
Esta es una foto desde este mismo lugar mirando hacia el Monsacro y el Aramo sin nubes y a principios de la primavera, con las cumbres del segundo cubiertas de nieve pero despejadas, sin nubes ni nieblas. A partir de Pan de la Forca sus cimas tienen una altura bastante similar con El Pelitrón (1.562 m), Las Bizarreras (1.626 m), Moncuevu (1.717 m), Penapodre (1.631 m), El Gamonal (1.712 m), El Barriscal (1.734 m), El Picu Xistras (1.775 m) y el más alto, El Gamoniteiru (1.786 m), el más alto
En el Monsacro la cota cimera es El Cuitu Rumiru (1.055 m), a cuyos pies de extienden Les Capíes, una vega con las capillas de Santiago y la Magdalena, de honda tradición romera, lugar de peregrinación para muchos romeros que visitaban la catedral del Salvador. Las capillas son románicas y se construyeron cuando en el siglo XII una comunidad de monjes se instaló en el lugar. En primer término y más cerca del Monsacro están El Picu Gatu (545 m) y El Castiellu (530 m), ese entre los concejos de La Ribera y Morcín
En el Monsacro, El Cantu la Sierra (914 m) mira al Gamonal y subida a L'Angliru, mítica meta ciclista por sus formidables rampas por la carretera que sube a tan emblemática majada. Sobre el teónimo Aramo, que ya mencionábamos al hablar del río Aramín, afluente del Morente, volvemos a consultar la web Ástures de Fon S. P. con el artículo titulado Aramo, un dios celta entre los luggones astures:
"El conocido coloquialmente como El Aramo tiene el nombre de un dios celta. Es una sierra de la montaña asturiana que se levanta imponente en el centro de la región. Sus estribaciones comienzan a apenas 20 km de la capital del Principado de Asturias, y se elevan hasta casi los 1800 metros de altura en el alto del Gamoniteiro.
Un enorme accidente geográfico como este no pudo pasar desapercibido a los astures luggones, que vivían en los valles centrales de la Asturia trasmontana. Sus cumbres cubiertas de bruma ofrecen muchas tardes un paisaje espectacular. Las nieves lo cubren con bastante frecuencia durante los meses fríos del año, y de hecho es una fuente de agua potable, entre otras, para la ciudad actual de Oviedo.
El nombre Aramo ha sido identificado como un teónimo. En la línea de explicar la toponimia sacra de muchas de las montañas astures a un lado y otro de la Cordillera. Aramo tiene un paralelismo en un nombre de un dios celta que nos llega a través de la epigrafía.
Dice Martín Sevilla que Aramo, -onis sería una divinidad de culto local, que en la Galia acabó dando un nombre a una localidad (igual que Lugdunum p.ej.)
La imponente muralla divide el centro de Asturias, y la vía de comunicación hacia la meseta corre a los pies de este espacio, sagrado en tiempos antiguos. Quizá es lo que significa Aramo, (bifurcación), ya que en la Galia adquiere ese significado, y Sevilla lo pone en el contexto del culto a los lares viales, tan típico del noroeste prerromano. No se olvidó su carácter en siglos posteriores. En él se ubica el Monsacro (el monte sagrado), que emparenta el espacio sagrado prerromano con el mundo sagrado de la monarquía asturiana. Una pervivencia presente en el paisaje actual."
Ahora vemos desde aquí el otro sector del valle del Regueru Morente, de La Venta hacia el oeste hacia Llamascura, donde da sus aguas al río Gafu, que nace en San Lázaro, por donde nosotros entraremos en el casco urbano ovetense dentro de poco, advocación del patrón de los leprosos, de ahí el nombre del río, pues gafu es 'infestado' o 'enfermo'
La proximidad a la Autovía A-66 Vía de la Plata que, a partir de la década de 1990 sustituyó a la N-630 como principal comunicación con la meseta, propició la construcción de bloques de pisos en ese extremo occidental de la parroquia de La Manxoya
Más a la derecha El Bustiellu (654 m) y, a lo lejos, a la derecha de La Mostayal, en su ladera norte, El Picu la Vara (1.213 m)
Sobre el bosque de La Zoreda es importante decir que el hallazgo de restos prehistóricos musterienses ha abierto la especulación de que en la más lejana prehistoria este valle tuviese un poblamiento neandertal. Escribe de ello, y de mucho más, Luis Fernández en La Voz de Asturias del 26-4-2019:
"Todavía es muy pronto para calibrar la magnitud del hallazgo de varias piezas musterienses en La Zoreda de Oviedo. Los restos fueron encontrados esta semana en el bosque ovetense y aun no han sido examinados en detalle. Además, hacen falta nuevos permisos para profundizar sobre el terreno, pero de concretarse la teoría que apuntó el arqueólogo del plan municipal de empleo municipal en la presentación del descubrimiento, podría tratarse del octavo gran yacimiento musteriense de Asturias.
Marco De la Rasilla, prehistoriador y uno de los arqueólogos que más ha trabajado y mejor conoce los secretos de la cueva asturiana del Sidrón, explica que hay que dejar claros los conceptos previos. «No es un yacimiento neandertal, es musteriense, porque no se han encontrado fósiles humanos», explica. Los yacimientos musterienses son los que contienen sólo restos arqueológicos (industria lítica, fauna, carbones...), como es este caso. Alfonso Fanjul, el arqueólogo que supervisa las obras del plan de empleo, ya adelantó durante la presentación que, al tratarse de un yacimiento en superficie, no van a aparecer restos fósiles humanos.
Precisamente el hecho de que sea un yacimiento de superficie supone un «problema» para De la Rasilla, ya que, afirma, dificulta «establecer una correlación y contextos arqueológicos». El arqueólogo también señala que «en Asturias hay muchos ejemplos de yacimientos en superficie». Además, en la región hay siete que él califica de «fiables». Se trata del de Cueva de El Conde (Santo Adriano), Abrigo de La Viña (Oviedo), yacimiento al aire libre de El Barandiallu (Llanera), Cueva de El Sidrón (Piloña), Cueva de La Güelga (Cangas de Onís), Cueva de Sopeña (Onís) y Cueva de Llonin (Peñamellera Alta). Todos son musterienses, a excepción de El Sidrón, que también es neandertal.
Para conocer con exactitud el alcance del hallazgo hace falta seguir investigando. De la Rasilla recuerda que la Consejería de Cultura tiene un protocolo de actuación para este tipo de casos. En su opinión, hay que realizar pruebas con técnicas arqueológicas para confirmar que son piezas del Paleolítico Medio. «Yo no sé cómo es lo que se ha encontrado, solo he podido verlo por fotos y ahí no se aprecia bien», asegura.
Ahora, el Ayuntamiento de Oviedo deberá remitir en las próximas fechas a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno asturiano un informe relativo al hallazgo. Una vez que llegue el trabajo al departamento de la Consejería de Cultura, se estudiará y es posible que técnicos del Principado acudan a comprobar el hallazgo. De momento, las piezas son responsabilidad del consistorio.
Los restos de La Zoreda
Se trata de los restos de un asentamiento de hace más de 30.000 años del que se han encontrado varias piezas que prueban la existencia de población neandertal, según el ayuntamiento, durante el Paleolítico Medio en la zona.
Las piezas encontradas forman un conjunto de varias docenas de utensilios entre los que hay un hacha de mano, un núcleo de cuarcita que se utilizaba para la fabricación de otros útiles y varias lascas retocadas que se utilizaban posteriormente a modo de cuchillo. Según Fanjul, hay muchas más, pero al ser un yacimiento en superficie necesitan permisos para seguir trabajando.
Estas excavaciones no se podrán realizar hasta que terminen los trabajos de limpieza del plan empleo, a finales de julio. A partir de ahí se abre un procedimiento a través del que necesitarán conseguir permisos para seguir investigando. Este es el primer descubrimiento de la época que aparece en el entorno de La Zoreda, por lo que el arqueólogo considera que «es fundamental para entender los orígenes del poblamientos del concejo».
![]() |
Recreación de un grupo Neandertal. Universidad de York |
Esta imagen pictórica de un clan de neandertales presenta un entorno acaso no demasiado diferente a cómo sería el valle del río Morente en aquel periodo prehistórico. Así recogía la noticia del hallazgo el periódico ABC del 25-4-2019:
"Un equipo de trabajo de un plan de empleo que limpiaba el bosque de La Zoreda, al sur de Oviedo, ha descubierto en superficie y en unos dos metros de terreno los restos de lo que puede ser un antiguo asentamiento neandertal . El ayuntamiento de la ciudad ha informado del hallazgo de varios utensilios del Paleolítico medio de hace unos 30.000 años, lo que probaría la presencia en el lugar de algunos de los últimos individuos de esa especie humana que habitaron la península.
El arqueólogo Alfonso Fanjul ha señalado en la rueda de prensa en la que se ha presentado el hallazgo que la antigüedad del yacimiento ha sido determinada por el tipo de herramientas encontradas, que se corresponden a la cultura musteriense, relacionada con el Homo neanderthalensis. Entre las mismas hay un hacha de mano bifaz «con una talla excepcional», varias lascas retocadas para emplearlas después a modo de cuchillo y un núcleo de cuarcita utilizado en la fabricación de estos útiles. El experto asegura que solo han sido recogidas las piezas que cayeron por un terraplén, pero aún quedan más en el bosque que han sido ocultadas para evitar que nadie las sustraiga.
A juicio de Fanjul, el gran número de estos utensilios refleja la existencia de un yacimiento de hábitat «de gran potencial», probablemente superior a los que existe en Asturias de este mismo período, junto a los terrenos que ocupaba la fábrica de Explosivos Río Tinto.
Los responsables municipales han comunicado el hallazgo a la Consejería de Cultura del Gobierno del Principado de Asturias. «Es un hallazgo muy importante», han insistido desde el ayuntamiento antes de anunciar la puesta en marcha de un plan arqueológico para hacer un estudio sobre el terreno y buscar más herramientas."
A la derecha de La Zoreda es el bosque El Fulminato, en él se instalaría en 1865 la fábrica de pólvora de Thyr y Compañía, germen de la fábrica de explosivos que, con la llegada de nuevos socios, se extendería por esta parte del valle. "Diversas edificaciones de piedra rodeadas de una densa mancha forestal hacen de este entorno un lugar especial lleno de
historia", leemos en Paisaje y Territorio de Oviedo. Antes aún existió una tejera o fábrica artesanal de tejas y ladrillos, el precedente industrial de La Zoreda
Aquí abajo asoma la vieja casería de La Güertona y, poco más allá, algunas casas de La Rodá o La Rodada, junto con una nave de ganado, también en la parroquia de La Manxoya. El topónimo hace referencia a 'camino de carros', El Camín Real de Quirós, que viene de ese concejo asturiano, al otro lado del Aramo y enlace con la meseta por el puerto de Ventana
Algo más al oeste es el Alto El Caleyu (314 m), que separa el valle del río Gafu del valle del Nalón
"Los asturianos de la zona de Oviedo nos encontramos un día de 2005 con que una empresa privada, Readymix Asland, estaba a punto de comerse un castro celta. El conocido como castiellu de Llagú.
Salió en la prensa y enseguida empezaron a movilizarse instituciones, arqueólogos, historiadores y gente normal y corriente (me suena a Chao Samartin) que no entendía como algo que nos pertenecía a todos como sociedad, podía ser ignorado y devorado por las excavadoras sin que nadie hiciera nada.
El error fue pensar que un bien como ese estaba protegido por las administraciones públicas, o que nadie en su sano juicio iba a destruir algo así sin mas… Qué equivocados estábamos.Otro día, tiempo después nos despertamos con la noticia de que el castro iba a ser despiezado y trasladado a otro lugar para su conservación, pero la cantera no paraba… otro día nos enteramos de que nada, que no se iba a trasladar, pero a cambio se iba a estudiar a fondo (algo excepcional, cuando debería ser la tónica en nuestros yacimientos) para obtener todo el conocimiento posible antes de que lo destrozaran…
Entre medias, actos vandálicos (nadie sabe nunca nada) destrozaban lienzos de murallas, restos de un torreón romano de vigilancia, etc…
Al final lo único que nos queda de Llagú son algunos restos conservados en el Museo Arqueológico de Asturias(PDF), y una publicación de la Real Academia de la Historia (magnífica) donde se da cuenta de todo lo descubierto y estudiado en la zona (parcial por necesidad, aunque durara varios meses la excavación. Seis creo recordar). (...)
Para los que no conocierais este yacimiento os lo describo un poco. Se trataba de un poblado situado en una pequeña colina, con un sistema defensivo compuesto por una potente muralla de módulos que la protegía de la parte más accesible, y por una empalizada por la parte más escarpada.
Estaba en las vías de comunicación que unían las minas del monte Aramo con el centro de Asturias (llanura de Lucus Asturum, y vía principal hacia la costa), a escasos 15 minutos de la que hoy es la ciudad de Oviedo.
Pertenecía al límite occidental de las tribus de los luggones, y en su datación se estimó que fue fundado en el siglo VI A.C. con seguridad, aunque algunas dataciones dudosas en aquel momento daban el siglo VIII A.C. y estuvo activo hasta el siglo II d.C. y siglos posteriores, probablemente reutilizado en época medieval.
En su interior se encontraron viviendas de tipo indígena compuestas por bases circulares de piedras sobre las que se montarían paredes de materiales vegetales y posiblemente recubiertas de arcilla. Tendrían techumbre vegetal en la mayoría de los casos, excepto algunas viviendas ya dentro del periodo romano que debían tener tejas cerámicas.
Entre las viviendas se encontraron los restos de una sauna castreña idéntica en planta a la encontrada en el castro de Coaña. No se encontró ninguna pedra formosa, aunque algunos restos líticos apuntan en ese sentido, pero tras haber aparecido una pieza cerámica con los mismos motivos que la de arenisca que se pensaba que podía pertenecer a la sauna, se descartó. El poblado vivió varios desmontes en su historia por lo que los restos de la sauna están esparcidos en las construcciones de otras casas.
Aparecieron restos atribuíbles al mundo atlántico y al mundo celtibérico, poniendo de manifiesto las influencias que los luggones tuvieron a lo largo de los siglos, y que son extrapolables a otros restos hallados y datados en otros castros del centro y occidente de Asturias.
Muy interesante la pieza con la inscripción «CELTICUS M»(AXIMUS) en una cerámica, así como otros restos metálicos y líticos encontrados (por ejemplo sogueados identicos a motivos ornamentales de la zona occidental asturiana y de la zona de Lugo). En resumen, se cree que los luggones estaban integrados perfectamente dentro de lo que hoy conocemos como cultura castreña. Probablemente celtizados en varias fases, además de por su contacto atlántico y galaico por el comercio o guerra con Vacceos y otros pueblos celtibéricos."
Al cumplirse los 25 años de la destrucción del castro Franco Torre publicaba en La Nueva España del 13-3-2022 el artículo Castro de Llagú, historia de un fracaso, el cual empieza así:
"Hacía frío en Latores, aquella madrugada de marzo. Los termómetros bajaron hasta los ocho grados, y en la ladera comenzaba a formarse la bruma que aletargaría el amanecer. En el centro de la ciudad el movimiento era escaso, más allá del ambiente que pudiera haber en Mon o de los espectadores que, ya muy cerrada la noche, saliesen de alguno de los cines del centro, entonces aún existían, que aquel fin de semana acababan de estrenar “El paciente inglés”. Pero allá arriba, en aquella cantera de Latores, trabajaban a destajo, con rabia incluso, con el ánimo de no dejar piedra sobre piedra. Cuando se descubriese su obra, ya en la mañana del lunes, la condena sería unánime, y muchos acudirían a un mismo calificativo para definirla: “barbarie”.
Cada esfuerzo tiene su recompensa, al menos para el peregrino sensible y atento a ver y conocer lo que le rodea a cada paso que da, como son estos paisajes ovetenses tan cercanos a la ciudad y que abarcan a varios concejos vecinos situados al sur
La carretera de Samiguel, serpenteando por la frontera con La Ribera...
Más arriba El Prau los Señores y La Venta l'Aire con La Corona dominando el paso al valle del Nalón
Y así, entrando en la parroquia de La Manxoya por Los Prietos, habríamos de exclamar, como los peregrinos de antaño, el célebre ¡mon joie! con estos sublimes paisajes que admiramos desde su cuesta. Pronto lo volveremos a proclamar, cuando bajemos por la otra vertiente, al ver la ciudad con la torre de la catedral...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!