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viernes, 13 de junio de 2025

LA CUESTA DE CAXIGAL (OVIEDO/UVIÉU, ASTURIAS) SOBRE EL VALLE DEL RÍO MORENTE: EN EL OLIMPO DE LOS DIOSES CELTAS Y A LA VISTA DEL BOSQUE DE LA ZOREDA, EL HOGAR DEL NEANDERTAL

Caxigal desde la bajada de Picullanza. Véase el Camino subiendo desde La Venta

Tras la larga bajada desde Picullanza por Samiguel y La Candama, el Camino del Salvador cruza el río Morente en La Venta (antigua posada caminera) y acomete la cuesta de Caxigal, parroquia ovetense de Perera, en lo que viene a ser la última subida de consideración de todo el Camino del Salvador, cuando ya estamos a únicamente una hora aproximadamente andando de la Sancta Ovetensis, la catedral de San Salvador, meta del camino de este nombre y comienzo del Camino Primitivo, así como parada obligada del Camino Norte


Por Caxigal la cuesta terminará en Los Prietos, en la también ovetense parroquia de La Manxoya, donde dice la tradición que los peregrinos exclamaban expresiones de júbilo, ¡mon joie!, al ver la ciudad con la torre de la catedral al pie del totémico Monte Naranco, lo que daría el nombre de La Manxoya o La Manjoya, aunque etimológicamente se han planteado otras posibilidades


El antiguo camín real ha conservado su trazado, transformado eso sí en carretera local desde El Pontón de La Venta, tras relegarse a vía pecuaria tras la construcción de la Carretera de Castilla entre los siglos XVIII y XIX, en lo que supuso una grande, aunque costosa, mejor de las comunicaciones de Asturias con la meseta, permitiendo el paso por ella de los grandes carros y carruajes que permitieron, además de mayor y más seguro trasiego de gentes y mercancías, establecer líneas regulares de viajeros en diligencias y carruajes


La Carretera de Castilla pasa unos pocos kilómetros más al este, se trazó aprovechando la zona relativamente llana existente sobre la cabecera del valle del río Morente por los barrios de Los Arenales, La Covadonga, El Calderu, El Cruce, La Barraca, El Mesón, El Pando y Novales, en la vecina parroquia de San Esteban, Les Cruces o San Esteban de les Cruces. Este trayecto, llamado desde 1939 N-630, fue sustituido a su vez en 1968 por una nueva carretera, menos complicada y sinuosa, por Peñamiel, siguiendo la orilla del Caudal, pasando la antigua N-630 la AS-242 y ahora la AS-375


Por aquí se extendía el antiguo coto de Paderni, propiedad de la iglesia y adquirido por el Ayuntamiento de Oviedo en 1584 con la desamortización de Felipe II. Posteriormente llegó a ser concejo con cierto grado de independencia hasta su supresión definitiva en 1827 e integración en la parroquia ovetense de San Esteban. Por aquí, el antiguo coto de Cagigal o Caxigal parece haber tenido una historia parecida y vinculada a Paderni, pues su más célebre vecino, Alonso de Quintanilla, Contador Mayor de los Reyes Católicos, figuraba en sus documentos como natural de 'Cagigal en Paderni'


Las torres de alta tensión cruzan el valle: ahí en la ladera de enfrente tenemos las casas de Morente y, arriba, La Llosica, Novales, El Pandu y la propia aldea de Paderni que fue centro de aquel histórico coto y concejo


La mayor parte de las casas, sobre todo las situadas ladera abajo, están ocultas por el arbolado, pero son las suficientes para darnos cuenta de los nuevos usos residenciales de estas aldeas del extrarradio ovetense, los cuales sustituyen a las antiguas labores agropecuarias, como ocurre en gran parte de los pueblos en la actualidad


En El Lloxu (Lugido), se han querido buscar reminiscencias del culto al dios celta Lug, pero también puede ser una variante de llosu, diminutivo de llosa, palabra que, con diferentes acepciones, señala porciones de terrenos cultivables


También en Aramín, nombre de uno de los afluentes del Morente, que nace bajo El Mesón y pasa al pie de Paderni y que forma el angosto valle adyacente que tenemos enfrente, se ha querido encontrar relación con el teónimo celta Aramo, nombre además de la cercana serranía que conforma la montaña central asturiana, la cual veremos desde un poco más arriba


Un poco más a la izquierda, El Monte Friera se interpone entre el valle del Aramín y el del Regueru la Ceprosa o La Ceposa, hacia el que hemos bajado desde Picullanza, concejo de La Ribera, y hace de frontera de concejos


El concejo de La Ribera forma aquí una estrecha cuña que se adentra en territorio ovetense hasta el valle del río Morente justo donde le da sus aguas el de La Ceposa, se trata de una franja que se extiende entre río, que baja oculto en el boscaje, hasta media ladera bajo la aldea de Samiguel, por donde hemos bajado desde Picullanza


La carretera local que sube a Samiguel desde La Venta señala más o menos dicha frontera. La Ribera o Ribera es el único de los concejos que no se incorporaron al ovetense de los que existieron en esta zona al sur de la ciudad. El ya citado de Paderni, como el de Tudela y el de Ribera de Suso (de Abajo) desaparecieron con las reformas político administrativas del siglo XIX


Bifurcación y de frente; como tantas veces ocurre, los últimos kilómetros de una etapa parece se cobran especialmente su tributo de esfuerzo y tiempo, la cuesta sigue pero, para compensar, nos ofrece unas hermosas vistas del valle del Morente y sus afluentes


Atención a los mojones señalizadores pues a veces pueden quedar 'camuflados' por la maleza: este confirma la dirección a seguir y que hemos de continuar por esta rampa


Hemos de destacar también forzosamente que, a tan escasa distancia de una urbe populosa, estemos aún inmersos en este paisaje rural de prados y bosquetes que es un deleite para nuestros sentidos. Por eso, aunque el suelo de asfalto nos acompañe ya hasta la ciudad, estas panorámicas hacen de este trayecto, pese al esfuerzo de la subida, un tramo sumamente bello


Ahí vemos la carretera local que comunica La Venta con Samiguel; nosotros hemos bajado un poco más a la izquierda, siguiendo la señalización por el camín real, que conserva ahí buenos tramos de empedrado, atravesando el bosque


La Venta es una quintana de la parroquia de Perera o Pereda que habría sido una parada y fonda de arrieros y viajeros en los tiempos del camín real. La culminación de los tramos cercanos de la Carretera de Castilla ya acabando el siglo XVIII la dejarían fuera de la nueva vía principal de comunicación con la meseta y se transformó en casería, con molino propio, quedando memoria de su función en el topónimo


Las nuevas ventas camineras se fundarían a continuación a lo largo de la Carretera de Castilla, perviviendo también en topónimos como El Mesón y en los llagares, casas de comidas y sidrerías que pervivieron en algunos casos hasta nuestros días


De esta manera, lo que antes fueron brañas, de ahí el topónimo La Brañella existente también valle arriba, de pastos de los ganados de las antiguas rutas de la trashumancia en el más suave clima,  'veraniegu', 'braniegu', de estos valles interiores respecto a los nevados pastos comunales de la Cordillera, óptimos para pasar el invierno, se transformaron en aldeas de cierta importancia por su condición de ser lugares de tránsito y paso de la nueva Carretera de Castilla


A su vez, y de la misma manera que el Camín Real quedó relegado a vía pecuaria y de comunicación local, la inauguración de la nueva N-630 ocasionó un gran impacto al desaparecer aquel fluido trasiego de gentes, mercancías y vehículos, aunque la carretera siguió y sigue empleándose como comunicación principal con las parroquias surorientales del concejo, subida al Cementerio de El Salvador, al centro Territorial de RTVE, y a los renombrados establecimientos hosteleros que jalonan su recorrido


Boscosas laderas de La Brañella, El Cruce y El Calderu, nacimiento del Regueru Morente


Los antiguos cultivos cerealísticos desaparecieron con la especialización del agro astur en la ganadería de vacuno para suministro de leche a las industrias lácteas que asumen la creciente demanda de los crecientes centros urbanos e industriales. Todo el terreno se aprovecha pues para pastos, prados de 'diente y guadaña', salvo algún huerto familiar y plantaciones de maíz, pero estas ya como forrajeras y no para hacer pan, boroña, para consumo humano


Empieza ahora otro fuerte repecho en una curva a la izquierda, al menos con algo de sombra muy de agradecer si subimos estas cuestas al sol, tal y como suele ocurrir al ser final de etapa y ya estar bien avanzada la mañana, o empezar ya la tarde...


Altas sebes o setos naturales separan el Camino de las fincas colindantes. En plena cuesta encontramos un hórreo...


Es otra de las antiguas caserías de Caxigal, cuyo hábitat era y es muy disperso, esparcidas a cierta distancia unas de otras a lo largo del camino y sus ramales por la ladera meridional de la colina de La Manxoya


Tal y como pasa con la de La Venta, parece deshabitada, otro símbolo del éxodo rural y del abandono del campo. Al fondo, chalets de nueva factura y otras viviendas unifamiliares con terreno muestran los nuevos usos residenciales que van imperando en las aldeas


Antaño, entre la casa, la cuadra y el hórreo el trasiego debía de ser continuo, la llegada de vehículos a motor ya habría hecho más difícil cruzar demasiado despreocupadamente, aunque el tráfico aquí suele ser bastante escaso


Cada cierto tiempo, bueno será hacer un alto unos instantes para, de paso que recuperamos aliento admirar el paisaje y es que, según subimos altura, vamos ganando perspectiva


Cabecera del valle de Morente, a la izquierda Los Arenales, al fondo La Brañella y El Calderu. Más a la derecha El Cruce, donde la antigua Carretera de Castilla se cruza con la que va a Veguín (valle del Nalón) vía Bendones, de nuevo un posible teónimo celta, Vindonnus y solar de una iglesia del Arte Asturiano (prerrománico), la de Santa María de Bendones


Estaríamos, para el filólogo Xulio Concepción Suárez, ante una raíz lingüística relacionada con la "divinidad indoeuropea Vindos (el color blanco, el Sol); latinizado en Vindonnus: el dios blanco, el dios Sol, la divinidad gala; el culto a los elementos imprescindibles de la Naturaleza (que diría Fernando Pessoa): el culto a la luz, al calor necesario para que se derritan las nieves y comience a florecer todo de nuevo en primavera. Porque sin la luz, sin el calor del sol tras el invierno, era imposible la vida..."


Podríamos estar también ante antropónimos, es decir, nombres de personas de antiguos dueños de estas tierras en la Antigüedad tardía, el bajo Imperio Romano, o la época altomedieval, como el propio Paderni, un antiguo Paterni y Paternia, la tierra de Paterni


Recuperado el resuello acometemos el siguiente recuesto, recto y sin tregua todo cuesta arriba y con visibilidad


Premaña podría ser un 'por el río', relativo a la unión de ríos que se se produce a sus pies, mientras que friera habría de ser lugar frío o húmedo. De los nombres de lugar y su etimología hemos comentado abundantemente en las entradas de blog relativas a los tramos anteriores de Camino, bajando a este valle


Como tantas veces suele pasar, cuando los imaginamos que, en una curva, la cuesta acabará o al menos se suavizará, sigue otra tan empinada o más...


A mitad de la cuesta la quintana de Caxigal que, como su nombre revela está en lo que muy antiguamente fue un bosque de caxigos, 'quejigos' (Quercus fagina), especie de robles, de los que solamente quedarían algunos ejemplares aislados


En las jornadas de sol castigador, un poco de sombra se agradece también para detenerse un momento, como aquí en el rellano a la entrada de la antigua casería, pues no hay demasiados árboles en este recuesto


Dejamos a la izquierda el ramal a la casería de La Güertona y nosotros seguimos subiendo de frente y sin tregua...


No es una colina de gran altura, unos 320 m, pero sí de gran desnivel para llegar a su cima desde la vega del Regueru Morente en La Venta, 120 metros más baja


Unas casa allá arriba, Casa Emilio, es una buena referencia, a partir de ella la subida se suavizará notablemente hacia Los Prietos


Por esa zona empieza la parroquia de La Manxoya, cerca de el lugar de El Xardín o El Chardín, como se ve en algunos mapas



Más paisajes al este del valle de Morente en su cabecera, donde también se encuentra, en las cuestas del fondo, el lugar de El Lloxu, que a veces se ve escrito El Llosu, lo que haría pensar en un diminutivo de llosa o porción de terreno cultivable. Adolfo Casaprima Collera, en su Diccionario Geográfico del concejo de Oviedo, apunta las tres formas documentadas: "Lúgido/ Llosu o Llosu", y las explica así:
"El caserío se concentra alrededor de la carretera y sobre una loma, sobre los 380 m de altitud, con excelentes vistas sobre el valle del Nalón y el Aramo al fondo. Alterna el viejo caserío rural tradicional con los chalés de reciente construcción. Hay una granja colombófila. Al oeste existe un campo de fútbol, llamado del Llosu. En torno al topónimo se han querido adivinar significados mitológicos, relacionándolo con el dios romano mercurio, dando así lugar a un hipotético Lúgido-Llosu, lugar del bosque donde se practicaban ritos celtas"

Se referiría Casaprima Collera al dios Lug, tan presente en la toponimia de buena parte de Europa occidental, incluyendo Asturias. El lugar es mencionado en el llamado Libro del prior, del siglo XV, en el que se consignan las lindes de las posesiones del Cabildo de la catedral, con diferentes formas toponímicas. En Tres topónimos con raíz Lug- en el entorno de Oviedo el arqueólogo Fon S.P. nos ofrece en su web Ástures otras más y varias explicaciones etimológicas:
"Tradicionalmente se viene considerando la zona central de Asturias como la parte occidental del territorio de los Luggones, la tribu astur trasmontana (y cismontana) que ocupó la Asturias de aquel tiempo desde el Nalón al Sella (aproximadamente). Habitualmente se tiende a destacar su presencia en el oriente de Asturias, en torno al concejo de Piloña, por la aparición de epigrafía (estela de grases, o el fragmento de la inscripción ASTURUM ET LUGGONUM) donde aparece citado expresamente el término «luggon /es-um», así como de la toponimia, como por ejemplo en Lugás.
Lugones /Llugones 
Es la denominación actual de la localidad ubicada en el concejo de Siero. Lugones aparece citado en el «libro del prior», escrito en el siglo XV y donde se enumeran las propiedades del Cabildo de la catedral de Oviedo. 
De este topónimo se ocupó en su momento Martín Sevilla, así como de otros de raíz céltica del Principado de Asturias. Se trata, según él, de un nombre derivado del gentilicio que encontramos en la epigrafía del siglo I y en las fuentes escritas del siglo II (Ptolomeo). Son los Luggones históricos. Él traza la evolución de la palabra desde un *Luggonis. Es una palabra compuesta de la raíz Lug- (la deidad pancéltica presente en toda Europa occidental) seguido del céltico -gon / -con /-gen /-gn que se encuentra por ejemplo en otra onomástica céltica, como Medugenos, Rectugenos y que viene a significar «descendiente de» o perteneciente a como «astur-con». En el caso de este topónimo hace referencia a esta etnia, lo mismo que encontramos en el paisaje actual nombres de lugar como Gallegos, o Godos, en los alrededores de Oviedo. 
Lugido / El lloxu 
Aparece también recogido en el Libro del prior, con diferentes formas. Lugico, Lugido, Lúgido y la recogida en la toponimia tradicional Lloxu. Martín Sevilla lo relaciona con la raíz Lug- y el céltico -iko. En las notas al pie de su trabajo cita un escrito de Jovellanos, que a su vez se basa en un documento desconocido del 960 y que denomina a este lugar Luxico. Otros autores, como Almudena Orejas parecen seguirle en este sentido aunque relativizando la importancia de la toponimia para la ubicación del pueblo de los Luggones. 
Jose Luis García Arias por contra, propone una derivación del latino Lausius, e incluso otros autores lo relacionan con el hidrónimo Luxia que significaría «oscuro», es decir lo contrario totalmente a la voz céltica Lug (brillante). 
Lugo (de Llanera) 
Lugar de sobra conocido en la llanura central asturiana, en la que se cree que se ubicaba el asentamiento de Lucus Asturum según apuntan las más recientes investigaciones5. La voz actual se derivaría de Lucus, (bosque sagrado), como por ejemplo en Lucus Augusti. 
Este Lugo, citado en las fuentes medievales como donación a la iglesia de Oviedo. Xulio Concepción lo relaciona con la voz indoeuropea Lugh- (claro, como claro del bosque), emparentada con la voz latina lucus citada antes. Para él » se deduce la relación de las dos referencias al bosque y a la claridad al mismo tiempo: según algunos, se adoraba al dios en las claridades, los espacios abiertos del boscaje más tupido, a modo de verdaderos santuarios cara al cielo. También dio nombre a Lugones, a unas tribus, a una cultura muy antigua del culto al bosque.»

Bosques y campiñas componen una hermosa estampa hacia el monte Les Cortines, que no tiene que ver con visillo alguno sino con terrenos de labrantío divididos en hazas o parcelas, lo que delata que, antes de pastos y bosques hubo tierras de labor


Las casas, más o menos dispersas, salpican las camperas desde lo alto de El Cuetu Pandu, el lugar más alto de San Esteban, donde está el depósito de la copa del agua de El Cutayón (395 m), bajando escalonadamente por los prados hasta el valle


Más alto está a la derecha Los Ferrerinos (421 m), pero ya pertenece a la vecina parroquia de Santolaya (Manzanea), dentro del cordal que cierran este valle, o conjunto de valles que confluyen en La Venta, por el sur, en el paso a Olloniego, por donde hemos venido


Y hemos venido bajando de Picullanza (a la derecha de la foto), por La Venta l'Aire, Samiguel y La Candama, siguiendo la frontera de concejos riberana-ovetense en el descenso al valle de La Ceprosa o Ceposa, vinculado muy posiblemente a antiguas viñas


Y es que no en vano estas tierras pertenecieron a la iglesia catedralicia y el vino es imprescindible en la liturgia. Además, en pleno Camino, el lugar de Samiguel o San Miguel podría haber nacido en torno a una capilla de esta advocación que habría sido santuario de una pequeña comunidad monástica existente en el lugar en la alta Edad Media


Más arriba aún y sobre Picullanza, el castro astur de La Corona, en el monte de este nombre, también llamado La Peña Arnea (445 m), vigilaría este Camino, paso natural entre el valle del Nalón y el del Nora, desde antes incluso de la llegada de los romanos


Más al este, la Sierra de Llagos separa el valle del Nalón del valle del Caudal cerca de su confluencia en Soto Ribera. Entre sus cimas destacan el Altu Magarrón (655 m) y El Picu Bustiellu (561 m)


Más al oeste aún tenemos el Monsacro o La Madalena, monte sagrado por excelencia en el que la tradición asegura se guardaron las reliquias de Jerusalén ahora mostradas en la Cámara Santa de la catedral del Salvador o San Salvador. Mucho hemos hablado y hablaremos de ese monte en nuestros caminos jacobitas y salvadoranos, al igual que del Aramo, que aquí guarda sus cumbres más altas entre las nubes, a excepción de La Mostayal o El Picu la Mostayal (1.313 m), a la derecha, separado del resto de la sierra, El Puertu l'Aramo, por el collado de Pan de la Forca


Esta es una foto desde este mismo lugar mirando hacia el Monsacro y el Aramo sin nubes y a principios de la primavera, con las cumbres del segundo cubiertas de nieve pero despejadas, sin nubes ni nieblas. A partir de Pan de la Forca sus cimas tienen una altura bastante similar con El Pelitrón (1.562 m), Las Bizarreras (1.626 m), Moncuevu (1.717 m), Penapodre (1.631 m), El Gamonal (1.712 m), El Barriscal (1.734 m), El Picu Xistras (1.775 m) y el más alto, El Gamoniteiru (1.786 m), el más alto


En el Monsacro la cota cimera es El Cuitu Rumiru (1.055 m), a cuyos pies de extienden Les Capíes, una vega con las capillas de Santiago y la Magdalena, de honda tradición romera, lugar de peregrinación para muchos romeros que visitaban la catedral del Salvador. Las capillas son románicas y se construyeron cuando en el siglo XII una comunidad de monjes se instaló en el lugar. En primer término y más cerca del Monsacro están El Picu Gatu (545 m) y El Castiellu (530 m), ese entre los concejos de La Ribera y Morcín


En el Monsacro, El Cantu la Sierra (914 m) mira al Gamonal y subida a L'Angliru, mítica meta ciclista por sus formidables rampas por la carretera que sube a tan emblemática majada. Sobre el teónimo Aramo, que ya mencionábamos al hablar del río Aramín, afluente del Morente, volvemos a consultar la web Ástures de Fon S. P. con el artículo titulado Aramo, un dios celta entre los luggones astures:
"El conocido coloquialmente como El Aramo tiene el nombre de un dios celta. Es una sierra de la montaña asturiana que se levanta imponente en el centro de la región. Sus estribaciones comienzan a apenas 20 km de la capital del Principado de Asturias, y se elevan hasta casi los 1800 metros de altura en el alto del Gamoniteiro. 
Un enorme accidente geográfico como este no pudo pasar desapercibido a los astures luggones, que vivían en los valles centrales de la Asturia trasmontana. Sus cumbres cubiertas de bruma ofrecen muchas tardes un paisaje espectacular. Las nieves lo cubren con bastante frecuencia durante los meses fríos del año, y de hecho es una fuente de agua potable, entre otras, para la ciudad actual de Oviedo. 
El nombre Aramo ha sido identificado como un teónimo. En la línea de explicar la toponimia sacra de muchas de las montañas astures a un lado y otro de la Cordillera. Aramo tiene un paralelismo en un nombre de un dios celta que nos llega a través de la epigrafía. 
Dice Martín Sevilla que Aramo, -onis sería una divinidad de culto local, que en la Galia acabó dando un nombre a una localidad (igual que Lugdunum p.ej.) 
La imponente muralla divide el centro de Asturias, y la vía de comunicación hacia la meseta corre a los pies de este espacio, sagrado en tiempos antiguos. Quizá es lo que significa Aramo, (bifurcación), ya que en la Galia adquiere ese significado, y Sevilla lo pone en el contexto del culto a los lares viales, tan típico del noroeste prerromano. No se olvidó su carácter en siglos posteriores. En él se ubica el Monsacro (el monte sagrado), que emparenta el espacio sagrado prerromano con el mundo sagrado de la monarquía asturiana. Una pervivencia presente en el paisaje actual."

Paso a paso nos acercamos al final de lo más duro de la cuesta, pero aún nos aguardan un par de repechos más al pie de El Xardín, uno este...


Y a continuación, después de esta curva, el siguiente...


Otra buena cuesta y a pleno sol, salvo un poco de sombra aquí al empezar, que dan estos árboles


Casa Emilio, donde como hemos dicho iríamos pasando de Perera a La Manxoya por el barrio de Los Prietos y, no menos importante, ya habrá pasado lo más duro de esta cuesta


Ahora vemos desde aquí el otro sector del valle del Regueru Morente, de La Venta hacia el oeste hacia Llamascura, donde da sus aguas al río Gafu, que nace en San Lázaro, por donde nosotros entraremos en el casco urbano ovetense dentro de poco, advocación del patrón de los leprosos, de ahí el nombre del río, pues gafu es 'infestado' o 'enfermo'


Llamascura es un topónimo muy llamativo, los ríos se unen en una vega que en su tiempo hubo de ser un lodazal 'llama', mientras que oscura haría referencia al color del barro. Ahí está el famoso bosque de La Zoreda, gran masa boscosa de robles, castaños, hayas y otras especies donde se encuentran búnkeres y otras instalaciones de la fábrica de explosivos que, fundada en las cercanías en 1865, amplió sus instalaciones por toda la zona


La proximidad a la Autovía A-66 Vía de la Plata que, a partir de la década de 1990 sustituyó a la N-630 como principal comunicación con la meseta, propició la construcción de bloques de pisos en ese extremo occidental de la parroquia de La Manxoya


Al otro lado del bosque La Zoreda las chimeneas de la térmica de Soto Ribera señalan el lugar donde el río Caudal da sus aguas al Nalón. Detrás es el monte de La Torre (533 m) donde hay uno de tantos castros que, con el nombre de Picu Castiellu, pueblan toda la geografía asturiana


La Central Térmica de Soto Ribera se proyectó en 1957 y se inauguró cinco años después; sus chimeneas, rematadas con bandas rojas y blancas, son visibles desde la distancia


Si las chimeneas se ven en la lejanía, las grandes columnas de vapor de su torre de refrigeración se divisan desde muchísimos más lejos. Para el suministro de agua se construyó un embalse en el Nalón


Más a la derecha El Bustiellu (654 m) y, a lo lejos, a la derecha de La Mostayal, en su ladera norte, El Picu la Vara (1.213 m)



Sobre el bosque de La Zoreda es importante decir que el hallazgo de restos prehistóricos musterienses ha abierto la especulación de que en la más lejana prehistoria este valle tuviese un poblamiento neandertal. Escribe de ello, y de mucho más, Luis Fernández en La Voz de Asturias del 26-4-2019:
"Todavía es muy pronto para calibrar la magnitud del hallazgo de varias piezas musterienses en La Zoreda de Oviedo. Los restos fueron encontrados esta semana en el bosque ovetense y aun no han sido examinados en detalle. Además, hacen falta nuevos permisos para profundizar sobre el terreno, pero de concretarse la teoría que apuntó el arqueólogo del plan municipal de empleo municipal en la presentación del descubrimiento, podría tratarse del octavo gran yacimiento musteriense de Asturias. 
Marco De la Rasilla, prehistoriador y uno de los arqueólogos que más ha trabajado y mejor conoce los secretos de la cueva asturiana del Sidrón, explica que hay que dejar claros los conceptos previos. «No es un yacimiento neandertal, es musteriense, porque no se han encontrado fósiles humanos», explica. Los yacimientos musterienses son los que contienen sólo restos arqueológicos (industria lítica, fauna, carbones...), como es este caso. Alfonso Fanjul, el arqueólogo que supervisa las obras del plan de empleo, ya adelantó durante la presentación que, al tratarse de un yacimiento en superficie, no van a aparecer restos fósiles humanos. 
Precisamente el hecho de que sea un yacimiento de superficie supone un «problema» para De la Rasilla, ya que, afirma, dificulta «establecer una correlación y contextos arqueológicos». El arqueólogo también señala que «en Asturias hay muchos ejemplos de yacimientos en superficie». Además, en la región hay siete que él califica de «fiables». Se trata del de Cueva de El Conde (Santo Adriano), Abrigo de La Viña (Oviedo), yacimiento al aire libre de El Barandiallu (Llanera), Cueva de El Sidrón (Piloña), Cueva de La Güelga (Cangas de Onís), Cueva de Sopeña (Onís) y Cueva de Llonin (Peñamellera Alta). Todos son musterienses, a excepción de El Sidrón, que también es neandertal. 
Para conocer con exactitud el alcance del hallazgo hace falta seguir investigando. De la Rasilla recuerda que la Consejería de Cultura tiene un protocolo de actuación para este tipo de casos. En su opinión, hay que realizar pruebas con técnicas arqueológicas para confirmar que son piezas del Paleolítico Medio. «Yo no sé cómo es lo que se ha encontrado, solo he podido verlo por fotos y ahí no se aprecia bien», asegura. 
Ahora, el Ayuntamiento de Oviedo deberá remitir en las próximas fechas a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno asturiano un informe relativo al hallazgo. Una vez que llegue el trabajo al departamento de la Consejería de Cultura, se estudiará y es posible que técnicos del Principado acudan a comprobar el hallazgo. De momento, las piezas son responsabilidad del consistorio. 
Los restos de La Zoreda 
Se trata de los restos de un asentamiento de hace más de 30.000 años del que se han encontrado varias piezas que prueban la existencia de población neandertal, según el ayuntamiento, durante el Paleolítico Medio en la zona. 
Las piezas encontradas forman un conjunto de varias docenas de utensilios entre los que hay un hacha de mano, un núcleo de cuarcita que se utilizaba para la fabricación de otros útiles y varias lascas retocadas que se utilizaban posteriormente a modo de cuchillo. Según Fanjul, hay muchas más, pero al ser un yacimiento en superficie necesitan permisos para seguir trabajando. 
Estas excavaciones no se podrán realizar hasta que terminen los trabajos de limpieza del plan empleo, a finales de julio. A partir de ahí se abre un procedimiento a través del que necesitarán conseguir permisos para seguir investigando. Este es el primer descubrimiento de la época que aparece en el entorno de La Zoreda, por lo que el arqueólogo considera que «es fundamental para entender los orígenes del poblamientos del concejo».
Recreación de un grupo Neandertal. Universidad de York 

Esta imagen pictórica de un clan de neandertales presenta un entorno acaso no demasiado diferente a cómo sería el valle del río Morente en aquel periodo prehistórico. Así recogía la noticia del hallazgo el periódico ABC del 25-4-2019:
"Un equipo de trabajo de un plan de empleo que limpiaba el bosque de La Zoreda, al sur de Oviedo, ha descubierto en superficie y en unos dos metros de terreno los restos de lo que puede ser un antiguo asentamiento neandertal . El ayuntamiento de la ciudad ha informado del hallazgo de varios utensilios del Paleolítico medio de hace unos 30.000 años, lo que probaría la presencia en el lugar de algunos de los últimos individuos de esa especie humana que habitaron la península. 
El arqueólogo Alfonso Fanjul ha señalado en la rueda de prensa en la que se ha presentado el hallazgo que la antigüedad del yacimiento ha sido determinada por el tipo de herramientas encontradas, que se corresponden a la cultura musteriense, relacionada con el Homo neanderthalensis. Entre las mismas hay un hacha de mano bifaz «con una talla excepcional», varias lascas retocadas para emplearlas después a modo de cuchillo y un núcleo de cuarcita utilizado en la fabricación de estos útiles. El experto asegura que solo han sido recogidas las piezas que cayeron por un terraplén, pero aún quedan más en el bosque que han sido ocultadas para evitar que nadie las sustraiga. 
A juicio de Fanjul, el gran número de estos utensilios refleja la existencia de un yacimiento de hábitat «de gran potencial», probablemente superior a los que existe en Asturias de este mismo período, junto a los terrenos que ocupaba la fábrica de Explosivos Río Tinto. 
Los responsables municipales han comunicado el hallazgo a la Consejería de Cultura del Gobierno del Principado de Asturias. «Es un hallazgo muy importante», han insistido desde el ayuntamiento antes de anunciar la puesta en marcha de un plan arqueológico para hacer un estudio sobre el terreno y buscar más herramientas."

A la derecha de La Zoreda es el bosque El Fulminato, en él se instalaría en 1865 la fábrica de pólvora de Thyr y Compañía, germen de la fábrica de explosivos que, con la llegada de nuevos socios, se extendería por esta parte del valle. "Diversas edificaciones de piedra rodeadas de una densa mancha forestal hacen de este entorno un lugar especial lleno de historia", leemos en Paisaje y Territorio de Oviedo. Antes aún existió una tejera o fábrica artesanal de tejas y ladrillos, el precedente industrial de La Zoreda


Aquí abajo asoma la vieja casería de La Güertona y, poco más allá, algunas casas de La Rodá o La Rodada, junto con una nave de ganado, también en la parroquia de La Manxoya. El topónimo hace referencia a 'camino de carros', El Camín Real de Quirós, que viene de ese concejo asturiano, al otro lado del Aramo y enlace con la meseta por el puerto de Ventana


Algo más al oeste es el Alto El Caleyu (314 m), que separa el valle del río Gafu del valle del Nalón


Más atrás están El Monte Faxera y El Picarexu (354 m), donde empiezan las canteras de Cellagú, que se llevaron por delante un importantísimo castro astur tras una de las decisiones más dolosas de la historia del patrimonio asturiano. Nos lo explica muy bien el arqueólogo Fon S.P. en su web Ástures:
"Los asturianos de la zona de Oviedo nos encontramos un día de 2005 con que una empresa privada, Readymix Asland, estaba a punto de comerse un castro celta. El conocido como castiellu de Llagú. 
Salió en la prensa y enseguida empezaron a movilizarse instituciones, arqueólogos, historiadores y gente normal y corriente (me suena a Chao Samartin) que no entendía como algo que nos pertenecía a todos como sociedad, podía ser ignorado y devorado por las excavadoras sin que nadie hiciera nada. 
El error fue pensar que un bien como ese estaba protegido por las administraciones públicas, o que nadie en su sano juicio iba a destruir algo así sin mas… Qué equivocados estábamos.Otro día, tiempo después nos despertamos con la noticia de que el castro iba a ser despiezado y trasladado a otro lugar para su conservación, pero la cantera no paraba… otro día nos enteramos de que nada, que no se iba a trasladar, pero a cambio se iba a estudiar a fondo (algo excepcional, cuando debería ser la tónica en nuestros yacimientos) para obtener todo el conocimiento posible antes de que lo destrozaran… 
Entre medias, actos vandálicos (nadie sabe nunca nada) destrozaban lienzos de murallas, restos de un torreón romano de vigilancia, etc… 
Al final lo único que nos queda de Llagú son algunos restos conservados en el Museo Arqueológico de Asturias(PDF), y una publicación de la Real Academia de la Historia (magnífica) donde se da cuenta de todo lo descubierto y estudiado en la zona (parcial por necesidad, aunque durara varios meses la excavación. Seis creo recordar). (...) 
Para los que no conocierais este yacimiento os lo describo un poco. Se trataba de un poblado situado en una pequeña colina, con un sistema defensivo compuesto por una potente muralla de módulos que la protegía de la parte más accesible, y por una empalizada por la parte más escarpada. 
Estaba en las vías de comunicación que unían las minas del monte Aramo con el centro de Asturias (llanura de Lucus Asturum, y vía principal hacia la costa), a escasos 15 minutos de la que hoy es la ciudad de Oviedo. 
Pertenecía al límite occidental de las tribus de los luggones, y en su datación se estimó que fue fundado en el siglo VI A.C. con seguridad, aunque algunas dataciones dudosas en aquel momento daban el siglo VIII A.C. y estuvo activo hasta el siglo II d.C. y siglos posteriores, probablemente reutilizado en época medieval. 
En su interior se encontraron viviendas de tipo indígena compuestas por bases circulares de piedras sobre las que se montarían paredes de materiales vegetales y posiblemente recubiertas de arcilla. Tendrían techumbre vegetal en la mayoría de los casos, excepto algunas viviendas ya dentro del periodo romano que debían tener tejas cerámicas. 
Entre las viviendas se encontraron los restos de una sauna castreña idéntica en planta a la encontrada en el castro de Coaña. No se encontró ninguna pedra formosa, aunque algunos restos líticos apuntan en ese sentido, pero tras haber aparecido una pieza cerámica con los mismos motivos que la de arenisca que se pensaba que podía pertenecer a la sauna, se descartó. El poblado vivió varios desmontes en su historia por lo que los restos de la sauna están esparcidos en las construcciones de otras casas. 
Aparecieron restos atribuíbles al mundo atlántico y al mundo celtibérico, poniendo de manifiesto las influencias que los luggones tuvieron a lo largo de los siglos, y que son extrapolables a otros restos hallados y datados en otros castros del centro y occidente de Asturias. 
Muy interesante la pieza con la inscripción «CELTICUS M»(AXIMUS) en una cerámica, así como otros restos metálicos y líticos encontrados (por ejemplo sogueados identicos a motivos ornamentales de la zona occidental asturiana y de la zona de Lugo). En resumen, se cree que los luggones estaban integrados perfectamente dentro de lo que hoy conocemos como cultura castreña. Probablemente celtizados en varias fases, además de por su contacto atlántico y galaico por el comercio o guerra con Vacceos y otros pueblos celtibéricos."

Al cumplirse los 25 años de la destrucción del castro Franco Torre publicaba en La Nueva España del 13-3-2022 el artículo Castro de Llagú, historia de un fracaso, el cual empieza así:

"Hacía frío en Latores, aquella madrugada de marzo. Los termómetros bajaron hasta los ocho grados, y en la ladera comenzaba a formarse la bruma que aletargaría el amanecer. En el centro de la ciudad el movimiento era escaso, más allá del ambiente que pudiera haber en Mon o de los espectadores que, ya muy cerrada la noche, saliesen de alguno de los cines del centro, entonces aún existían, que aquel fin de semana acababan de estrenar “El paciente inglés”. Pero allá arriba, en aquella cantera de Latores, trabajaban a destajo, con rabia incluso, con el ánimo de no dejar piedra sobre piedra. Cuando se descubriese su obra, ya en la mañana del lunes, la condena sería unánime, y muchos acudirían a un mismo calificativo para definirla: “barbarie”.

Cada esfuerzo tiene su recompensa, al menos para el peregrino sensible y atento a ver y conocer lo que le rodea a cada paso que da, como son estos paisajes ovetenses tan cercanos a la ciudad y que abarcan a varios concejos vecinos situados al sur


A nuestros pies, Caxigal, con toda la bajada que hicimos desde Picullanza, en La Ribera, bajo el castro de La Corona


El valle de La Ceprosa al sur, en toda su longitud y, arriba, Los Ferrerinos


La carretera de Samiguel, serpenteando por la frontera con La Ribera...


Más arriba El Prau los Señores y La Venta l'Aire con La Corona dominando el paso al valle del Nalón


Y así, entrando en la parroquia de La Manxoya por Los Prietos, habríamos de exclamar, como los peregrinos de antaño, el célebre ¡mon joie! con estos sublimes paisajes que admiramos desde su cuesta. Pronto lo volveremos a proclamar, cuando bajemos por la otra vertiente, al ver la ciudad con la torre de la catedral...




















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