Buspol y al fondo la villa de Grandas |
Ha sido larga y muy pronunciada la cuesta del Camino desde A Mesa pero pronto culmina aquí, en los altos de Buspol, dando vista a la villa de Grandas de Salime, la capital del concejo, que se nos antoja muy próxima y cercana pero... solo en apariencia. Buspol antiguamente fue uno de aquellos numerosos hospitales de peregrinos que jalonaban el recorrido xacobeo, el cual pagaba al obispo y su cabildo un tributo en forma de "una libra de cera en torta". En 1.753 el famoso Catastro de Ensenada informaba de esta hospedería, diciendo que era una casa particular, en la que seguían dando manta y techo a los peregrinos que por aquí circulaban.
Grandas desde Buspol |
En línea recta nos da la impresión de
tener la villa grandalesa prácticamente al alcance de la mano, pero la
vista también engaña en ocasiones, aún nos queda un larguísimo descenso a
las profundidades del río Navia, donde está el embalse, el "Gran
Salto", para luego ascender nuevamente, camino de Grandas.
Aquí se produce este tan llamativo efecto visual: vemos enfrente y a "tiro de
piedra" como tanto se dice por estos andurriales, la villa de
Grandas, donde hay posadas, pensiones y el siguiente albergue público
jacobeo, pero resulta que todavía nos aguarda una prolongada bajada hasta el Salto de Salime (el embalse) y posterior subida por carretera hasta la
población, etapa nada monótona y muy bella hacia las profundas simas
donde se encaja la gran masa de agua del río Navia, pero dura. Hay quien la ha calificado incluso de "etapa psicológica".
Desde el sendero vemos las cuadras y la vivienda, todo ello cerrado en un gran portalón o corrada, donde las losas de pizarra siguen predominando en paredes y techos. Hay una nave ganadera en el conjunto y un hórreo, entre prados de siega y huertas.
Divisamos a lo lejos las alturas la Serra do Acevo, paso de Asturias a Galicia,con el Monte da Curiscada y Pedras Apañadas (1.204 metros de altitud) que caen hacia el valle del Navia
A Buspol llegamos ya iniciando la gran bajada al embalse del Salto de Salime, al principio por esta carretera local
En la primera curva a la izquierda nos desviamos a la derecha
Justo por aquí, tomando esta pista
En esta bifurcación bajamos por el sendero de la izquierda, entre los setos silvestres, véase el mojón
Según la señalética del GR-109 estamos a 12,5 kilómetros de Grandas de Salime
Desviándonos de la carretera local un bonito sendero nos dirige hacia la quintana que es actualmente el antiguo hospital de peregrinos que aquí existió en siglos pasados...
Es un camino algo estrecho pero por el que pasa perfectamente un caminante, un ciclista o un caballo
Luego se estrecha un poquito más
Encajado entre los muros de las fincas
Y ya vemos al fondo la capilla, detrás de la casa
Nos dirigimos a ella
Es la capilla de Santa Marina de Buspol, advocación que comparte con Santiago y con María Magdalena y Santa Teresa
Fue la capilla del hospital de peregrinos y está en un pequeño y hermoso campo, en el mismo Camino
En el retablo encontramos una hermosísima muestra de imaginería popular barroca en un santuario rural que conserva todo su encanto natural, bien cuidado...
Y a la puerta la Oración del Peregrino
Saliendo de la capilla, durante unos metros, el firme es bastante llano
La vista desde aquí es impresionante, al menos cuando se disipan las usuales nieblas, un fenómeno que según dicen se incrementó cuando se construyeron los embalses del Navia
Chantas marcando el Camino...
Pronto empezaremos a bajar
Nos maravilla ver ya, allí bajo las montañas, el río Navia con sus embalsadas aguas
Sobre el gran embalse los montes que separan Asturias de Galicia, con la Serra do Acevo en su cumbre cimera. A la derecha, donde está el parque eólico es A Curiscada, sube desde Penafonte la ruta al Alto do Acevo, donde el Camino entrará en Galicia por el concello de A Fonsagrada
Ahora abrimos la portilla de un pastizal y pasaremos al lado de las vacas. Suele cerrarse ella sola por un muelle o resorte pero en caso contrario es preceptivo cerrar las cancelas de los prados siempre una vez hayamos pasado nosotros.
Buspol es uno de tantos y tantos topónimos con la raíz lingüístico bus y busto (del latín combustum) referidos a espacios ganados, hace cientos de años o incluso milenos, al bosque, para pastizales y usos agropecuarios. Otra teoría dice que viene de bois con el significado de bueyes, atribuido al ganado vacuno en general
Seguimos el mojón. De frente seguimos viendo Grandas
Sobre grandas el alto de A Bornela (748 m). Vemos, un poco encima de la población, subiendo por la ladera, la carretera AS-28, comunicación con O Alto do Acevo, paso a Galicia por A Fonsagrada. El Camino pasa un poco más abajo, saliendo del centro por el barrio de El Carmen cuesta arriba (en el centro y un poco a la izquierda de la foto) y luego sube hacia dicha carretera por los prados de la izquierda
Ahora, justo a la izquierda de Grandas, veremos por donde sigue el Camino, en A Farrapa, con la factoría quesera bien a la vista (en el medio y un poco a la derecha de la foto). Justo enciMa asoma Cereixeira y, a su izquierda, la llanura, entre prados y bosques, que va a Malneira
Más a la izquierda de Malneira Castro y Padraira
Y, subiendo poco a poco, Xestoselo, bajo A Pena das Lamas y, arriba a la izquierda, Penafonte, ascenso a El Zarro y A Curiscada, alturas estas últimas que dan paso a tierras gallegas y fonsagradinas
Grandas de Salime, tan cerca... aparentemente
La gran bajada al Salto de Salime se inicia verdaderamente aquí con sus curvas y revueltas, que hemos de tomar con calma, atendiendo a la señalización y a los cruces, no forzando demasiado las piernas, pues vamos a bajar y bajar.
Bajar y bajar, eso sí, absortos por el paisaje que se domina en estas alturas y que abarca, poco más abajo, gran parte del valle inundado por las aguas del embalse. Entorno que nos embelesa, según nos vamos asomando, paso a paso, al fondo del impresionante paraje que constituye esta comarca en la que las montañas parecen hacer caer a pico sus laderas, desplomando su desnivel literalmente sobre el pantano, como esculpidas por el hachazo de un titán. Es además el Navia "Río de los tres Caminos", pues nace en Busnullán, concello de Piedrafita do Cebreiro, mítico puerto de montaña del mal llamado Camino Francés, viene aquí a enlazar con el Camino Primitivo y desemboca en la villa asturiana de Navia, en pleno Camino Norte o de la Costa. Hacia él van ahora nuestros pasos, preparados para el buen juego y trabajo de piernas que supone bajar a su profundo valle.
Las aguas del embalse, aunque muy abajo al fondo del todo, se nos antojan relativamente próximas. En realidad no es así, nos aguardan unas dos horas de bajada más alto de tramo llano, incluso otra pequeña subida, pasar a la altura de la presa, seguir un buen tramo más allá y luego otros veinte minutos de bajada hasta la carretera y el mirador de la Boca de la Ballena. En total pueden ser entre dos horas y media y tres las horas que empleemos, siempre caminando con calma, "sin prisa y con no demasiada pausa para no perder el ritmo", en llegar a El Muro, la pared del embalse, por donde pasa la carretera
Curva a la derecha: empiezan los grandes zigzags para perder prontamente altura. Buspol está a unos 1.000 metros de altitud y el río a unos 200. Un formidable desnivel
Vemos en la distancia los montes que caen hacia el Navia, con A Lomba (706 m) en primer término
Caminamos hacia el siguiente mojón. Al fondo, en la montaña de enfrente, vemos A Paiciega, en el concejo de Pesóz/Pezós, unos de los poblados que se construyeron a mediados del siglo XX para albergar a los muchísimos trabajadores que vineron a las obras del embalse. Más al fondo los montes de Pesóz o Pezós
De frente As Campas (691 m) y más a lo lejos A Bornela (748 m) y a su derecha El Corno (739 m)
Monte bajo, brezales, toxos, vegetación de puerto de montaña
El sendero no tiene pérdida y será el principio de un largo y continuo zig-zag
Inmensa caída hacia el valle. A la izquierda vemos en todo momento Grandas de Salime
Seamos prudentes en esta rampa impresionante. Hay mucha piedra suelta
Ahora el río está a nuestra izquierda. Abajo los pinares de Trasmonte. Arriba Pedras Apañadas
Curva a la izquierda
A lo lejos seguimos teniendo la villa de Grandas como referente
Grandas más cerca... o eso parece. La carretera que sube a la población también es muy visible. Por allí subiremos
Caminando en dirección sur con el río enfrente, abajo. Es un camino muy pedregoso
Más al sur es el concello gallego de Negueira de Muñiz. La frontera autonómica entre Asturias y Galicia hace grandes entrantes a ambos lados del río, divisoria sinuosa que sigue montes, regueiros y picachos
Camino, embalse y montañas. También reconocemos, dibujando colinas en la citada serranía, los surcos y vaguadas boscosas formadas por los arroyos que a él desembocan desde aquellas cimas... El Rigueiro del Gato, El Riguerio da Brañota, praderías de aldeas como Penafurada, Airela y Armilda, bajo A Pena Mouxada, o la zona del castro de Pelóu, ya en la raya con el concello gallego de Negueira de Muñiz. Más abajo de ellos discurre El Rigueiro da Bulliqueira, son corrientes fluviales lejanas que no podremos reconocer tampoco, ocultas en el boscaje, pero sí su evidente acción en la orografía de la montaña
En nuestro trayecto a veces la bajada se suaviza y a veces se torna más directa, atrás van quedando los pastizales y nos internamos en un paisaje de monte bajo, con brezos y arbustos, abedules, aunque pronto caminaremos bajo las extensas repoblaciones de pinos
No pocas veces, insistimos, el paisaje que veamos sea este: el de las nieblas del Navia
Suelen ir desapareciendo a medida que avanza la mañana
Y sale el sol
Luego de otra curva a la derecha viene un cruce de caminos al entrar en un pinar
Bajamos a la izquierda
Es eso sí una pista muy ancha, sin pérdida
Siempre bajando
Si no llevamos bastón con nosotros muchos peregrinos se hacen con algún palo para hacer más llevadero el gran descenso al Salto de Salime
Curva a la derecha. En este gran peñasco hay un buen balcón natural
El Navia debe su nombre a a la diosa celta (o precelta) Navia, vinculada a la abundancia, cosechas, fertilidad, suerte... y que da nombre a no pocos lugares de Europa occidental, relacionados con hidrónimos. La raíz indoeuropea se hace ya patente en el sánscrito navya (curso de agua), y algunos topónimos de este origen son en Asturias, además de este río y la población de su desembocadura, Naviegu, Navelgas, Nava, Navidiellu o Nalón (antiguo Nauilo), así como Fontenavia, Nonaya, Bodenaya, y otros, en Galicia podemos encontrar el Navea, río afluente del Sil (Ourense) y el Nabalia, actual Eck, afluente del Rhin, en Alemania, o el Nauaeus, ahora Naver, en Escocia, el Naseby o antiguo Naubesia en el condado inglés de Northants o el Neber, el viejo Nabarcos, hoy Neber, en Gran Bretaña
Diversos lingüistas relacionan el nombre de esta diosa celta de la abundancia y la fertilidad con la palabra nava como equivalente a valle, e incluso con nave (barco), navegar, navegación, etc, lo que le daría fundamento como divinidad acuática en ríos navegables y espacios naturales en valles y lugares similares. No en vano se ha querido traducir Navia como la "diosa barquera", y como tal aparece en los mitos y sagas irlandesas: bella mujer que conduce a las almas al "otro lado", así cuando el héroe Cúchulainn hiere sin saberlo a us hijo Conlaoch o Connia, este se arroja a una lancha de cristal donde un hada le dice...
"los inmortales te invitan. Serás uno de los héroes del pueblo de Tethra. Día tras día se te verá en las asambleas de tus abuelos, en medio de aquellos que te conocen y te aman"
Escena parecida se repite cuando las hadas llevan al rey Arturo a Avalon, la Insula Pomorum o paraíso de los celtas...
Desde su nacimiento hasta el mar el río sigue una dirección muy rectilínea y directa hacia su desembocadura, a diferencia de la mayor parte de los ríos cantábricos, que hacen grandes revueltas y meandros
Esta foto es diferente a las anteriores. Vemos el pinar calcinado. Este bosque resultó por un pavoroso incendio forestal en abril de 2017 del que sin duda tardará muchos años en reponerse si es que alguna vez se repone del todo
Seguimos bajando bajo otro gran peñasco
La bajada se va haciendo cada vez más impresionante
Curva a la izquierda
Y más pinos...
Aquí estamos más o menos a la altura de la villa de Grandas. Recordemos que habrá que bajar hasta el emblase y volver a subir. Se trata y puede sonar a broma, con retranca pero se trata en cierta manera de una verdadera explicación práctica de la Teoría de la Relatividad y del binomio espacio-tiempo. El precepto fundamental teoría de la relatividad es que "la localización de los sucesos físicos, tanto en el tiempo como en el espacio, son relativos al estado de movimiento del observador". Bien, pues aquí tenemos al fondo la villa de Grandas, vista tan cercana, pero a pesar de ello nuestro camino y esfuerzo por esta ruta la va a hacer extremadamente más lejana
El gran río encajado entre altas montañas
Curva a la derecha
El zig-zag y sus continuas vueltas
Mojones con conchas peregrinas, con piedras encima depositadas por los caminantes, nos confirman siempre la dirección correcta, pero de momento insistimos que no hay mayormente pérdida, es todo cuesta abajo en largos tramos zigzagueantes. Pronto los pinares nos ocultarán momentáneamente la panorámica del entorno y nos meteremos en las frondosidades del bosque
A lo lejos, en el monte de enfrente, otra vista de A Paicega, en el concejo de Pesóz/Pezós
Uno de aquellos poblados construidos para los trabajadores del embalse y sus familias
Sigue la bajada
Los pinos predominan totalmente en el paisaje
Y así sigue este larguísimo descenso
Curvas y curvas...
Tramo de bajada recta: A Costa de Salime
Pico de Valiel (867 m)
Nos adentramos en lo más profundo del bosque
Es agora cuando viene la parte más puramente sicológica pues, tapadas nuestras referencias visuales y geográficas por el tupìdo pinar nos parece estar bajando sin que se vea un final de tan prolongado descenso
Y así sigue la gran bajada de Buspol al Salto de Salime
El embalse ya a nuestros pies
Allí está otro antiguo poblado, Vistalegre, en El Salto, justo al lado de El Muro o presa del embalse, que no vemos aún. Por allí sube la carretera a Grandas y por allí subimos nosotros. La única casa habitada es la del hotel Las Grandas, que tiene también bar y albergue de peregrinos
Pinos y penedos
Impresionante falda boscosa
Ahora vamos a caminar un tramo relativamente llano
Montes de Taladona, Os Rozois y Valía Longa
Ahora vemos entre el boscaje una construcción muy peculiar
Un cortín donde se guardaban las colmenas tradicionales, trobos o truébanos, de las apetencias de los osos
Bajo el cortín pasa el Camino... en otra curva
Ahora cesa la bajada, incluso se sube un poco por esta pista
Precipicio a la izquierda
Pared de roca a la derecha
Señales del gran incendio de 2017
Mucha piedra suelta...
Abajo, los pinos nos dejan de nuevo ver el río Navia. Por allí va la carretera subiendo a la villa de Grandas, siguiendo la ladera boscosa de A Costa hacia A Loma da Valía con los altos de As Campas (691 m)
Foto del mismo lugar antes de los incendios
Engañosamente puede parecernos estar cerca de las riberas, pero aún no, aún estamos muy altos. En este momento, tal vez algo cansados de la bajada, también nos da la impresión de estar próximos al mencionado paso del embalse por la carretera, pero hemos de tener paciencia, la senda, aunque más llana, sigue sinuosamente toda la forma de la falda del monte, nunca nos apartemos de ella, hay un verdadero precipicio cuesta abajo.
Muchos pueblos desaparecieron cuando se construyó el embalse. De ello hablaremos en el siguiente capítulo de esta ruta.
Al fondo los boscosos montes del Coto de Grandas
Subimos un poco más por el arrasado pinar
Más peñascos o penedos, otro estupendo mirador...
El trayecto, bastante llano parece alargarse, es otra sensación que puede darnos en este momento, donde la gente a veces se preocupa un poco, pese a que es paso ancho y cómodo, pues puede dar la impresión que "lacarretera al embalse nunca llega", y es que aún hemos de pasar a la altura del muro de la presa, pero más arriba de ella, entre los árboles..
Otra vista de Vistalegre
Gran penedo...
Una cruz metálica. Ahora estamos justo a la altura de la presa del embalse, pero todavía no la vemos. La frontera concejil nos hace pasar aquí del concejo de Grandas de Salime al de Allande durante el trecho que nos aguarda hasta El Salto
Los pinos dejan paso a un gran castañar
También resultó afectado por el incendio de abril de 2017, si bien parece que no tanto o se ha recuperado mejor
Hay una fresca humedad y umbría
Sendero labrado en la roca...
Sigue el tramo llano
Un verdadero túnel vegetal
Salimos aquí a un tramo más abierto
Es ahora cuando con alegre sorpresa vemos abajo a la izquierda la gran presa del Salto de Salime y algunas de las instalaciones que se hicieron durante su construcción, estas a su lado y abandonadas. Arriba del todo están El Cerro dos Burros, As Carquelas (concejo de Grandas de Salime) y a su derecha A Paicega, A Llananda y A Lomba (concejo de Pesóz/Pezós)
No solo hemos llegado a la altura de la presa sino que la hemos pasado ampliamente. Por algo se nos antoja este recorrido tan largo, donde además del esfuerzo físico se requiere calma y paciencia de mente, pues el tiempo transcurre y aún queda bastante para llegar a la villa de Grandas, aquella que ya en Buspol, antes de empezar a bajar, nos parecía tan cercana
Fijémonos con atención al llegar, poco más allá al siguiente cruce
Dejamos esta llana pista para bajar a la derecha
El mojón de labajada...
Este sendero es más estrecho que la pista por la que bajábamos desde Buspol
Vuelve el descenso en zigzag, rápido y directo, por los castañares. Si echábamos de menos las bajadas aquí tenemos otra buena...
Es un castañedo precioso
Crecen los helechos
Tramo recto y llano
Pronto otra curva cerrada en continuo descenso
Unos metros en llano...
Y a seguir bajando... son las laderas boscosas y rocosas de A Pena de Armadela
En pleno bosque de castaños
Flechas amarillas confirmando ruta
Crecen los helechos en el suelo...
Cruce y hacia abajo. Pronunciada curva a la derecha
Entre piedras y musgos...
Piedras pizarrosas...
Un paraje inolvidable
Curva a la izquierda
Desde aquí, nuevas referencias visuales
Ahora sí que vemos cada vez mejor El Santo de Salime, con todas las viejas instalaciones de silos, cargaderos, etc. situados en la vertiente contraria, construidos en una ladera empinadísima, con muchos penedos o roquedos, pinos, matojos y arbustos, por donde venía el teleférico en el que se transportaban los materiales desde el puerto de Navia para tan titánica empresa. Más arriba de El Salto Vistalegre con la carretera y, sobre el poblado, las laderas de Fonte Carbayín, Zreixalón y As Charquelas, bajo el Cerro dos Burros y A Fontela (716 m). En torno a la presa se unen las fronteras de los concejos de Allande, Grandas y Pesóz/Pezós
Y continúa nuestro periplo castañar abajo
Desde el comienzo del larguísimo descenso, en Buspol, los músculos se resienten un poco
Esta parte de la bajada es algo más suave
Hojarasca y pizarra...
Torres eléctricas del embalse
Y ahí está "el gran salto", El Salto de Salime
La bajada no parece acabar nunca, es como un descenso a las entrañas de la tierra...
Tramo más sombrío...
Otra flecha amarilla
En esta zona podemos oír el ruido de los vehículos
Y es que ya estamos a la vista de la carretera AS-14, con la que hemos coincidido desde El Palo o desde La Puela/Pola de Allande quienes vienen desde allí
Llegamos a la carretera...
Y de ella seguimos a la izquierda
Sigue la bajada pero ya no tan pronunciada. Pese a ser asfalto muchos peregrinos sienten un gran alivio al llegar aquí, pues se va culminando la gran bajada desde Buspol
No hay arcén. Hay que tener cuidado
El Salto de Salime, por fin el espacio y el tiempo volverán a sus parámetros ante los muros de embalse. Antes de llegar a él tenemos que hacer una visita a su mirador: La Boca de la Ballena
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