Eres el Peregrino Número

Buscador de Temas del Camino de Santiago

miércoles, 31 de julio de 2013

LLAMAS: ENTRANDO EN LA PARROQUIA DE VILLAZÓN (SALAS, ASTURIAS) LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES Y LOS PRADONES: EL CAMINO POR LA REBOLLADA, LA CARRIL, LAS CALEAS Y LA CHAMARGA

Llamas (izquierda) y a la derecha Los Pradones

Saliendo de Cornellana por el monasterio de San Salvador, el Camino de Santiago sube al pueblo de Sobrerriba/Suburriba y luego, por El Ricabo, realiza una larga bajada por un hermosísimo bosque de castaños, avellanos y carbayos para volver a ganar el valle del río Nonaya en la aldea de Llamas, en la parroquia de Villazón, a unos siete kilómetros escasos de la villa de Salas, la capital del concejo


La bajada no acaba en el mismo pueblo sino un poco antes, en La Cuestina, donde bordeamos la cantera de Sílices La Cuesta y tomamos el camino que comunica Llamas con la carretera N-634. Desde aquí vemos solamente unas pocas casas, dando vista a los llamativos picos cónicos de El Monte Monteagudu (373 m) y, poco más atrás, Peñallucia (481 m) en La Sierra Villarraba


A la derecha de Llamas están Los Pradones, que se extienden hacia el oeste por La Veiga Villazón, la extensa y llana vega del río Nonaya, afluente del Narcea, plantada de maíz en esta foto. El Camino sigue bordeándola por las suaves colinas boscosas que por La Carril y La Chamarga o Las Chamargas siguen en dirección a Quintana, la cabeza de la parroquia


A lo lejos es La Sierra Quintana (422 m), donde está una de las canteras existentes en esta parroquia de Villazón y al pie de la que pasaremos cuando sigamos camino hacia Casazorrina y Salas. Es de Sílices La Cuesta, empresa fundada en 1964 para explorar los yacimientos de cuarcita silícita, empleados fundamentalmente en la industria del vidrio


Las casas de Villarraba están al fondo a la derecha. Un poco más cerca tenemos el barrio de Las Caleas y, más cerca aún, La Rebollada. El Camino de Santiago pasa unos pocos metros más abajo, por el borde de la llanura de La Veiga Villazón, como hemos dicho; hermosa con sus pastos y maizales


En la distancia reconocemos La Sierra Bodenaya, hollada por uno de tantos parques eólicos que cada vez veremos más en las serranías asturianas y gallegas según avanzamos hacia occidente. Su cota cimera es El Rebollín (816 m)


A la derecha y más cercano tenemos el monte Fumarrosa (434 m), que cierra el valle del Nonaya por el norte y en el que vemos el impresionante tajo del desmonte de la inacabada Autovía A-63 Oviedo-La Espina, con su cuarto de siglo de demoras y que tan grande impacto a ocasionado en el Camino Primitivo al no aplicarse de manera efectiva las medidas correctoras propias de una ruta declarada en 2015 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco


A la derecha asoma la cumbre de El Viso (675 m), solar del santuario de la Virgen de esta advocación, patrona de Salas. La villa capital del concejo se encuentra justo al otro lado


Otro importante desmonte es el de Las Cuestas (281 m) donde está El Castiellu, nombre que podría indicar algún antiguo solar castreño. Hasta por aquí llegaba en la Edad Media el antiguo coto del monasterio de Cornellana, el cual no se integró hasta 1827 en el concejo de Salas, cuando se suprimió el régimen de señoríos, y que incluiría a la actual parroquia de Villazón


Ahí en medio de La Veiga esta La Chamarga, topónimo que, como Llamas, hace referencia al barro y al lodazal, etimológicamente "palabra no latina pero que fue utilizada por algunos de los escritores de esa lengua que la introdujeron en su léxico y gozó, tal vez por lo mismo, de gran difusión en dominios como el italiano, engadino, occitano, catalán, castellano, portugués, asturiano. Pidal piensa que se trata de un término ambro-ligur y Hubschmid céltico", dice el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos citando a los eruditos Menéndez Pidal y Johannes Hubschmid


Con estas hermosas vistas de la parroquia de Villazón nos acercamos a Llamas, el primer pueblo de esta parroquia en el Camino de Santiago. Un viejo mojón, que ha perdido su concha pero al que se le ha pintado una flecha amarilla, nos indica subir, en suave rampa, por el camino que viene, recién cruzado en Nonaya, de la carretera general


Un altísimo seto forma una barrera vegetal que nos separa de la cantera de Sílices la Cuesta, a la que llegábamos al terminar la bajada por el bosque, bordeando sus instalaciones


A nuestra derecha, una fila de postes con alambrada delata que este prado es de uso ganadero, de pasto y de siega. Antiguamente había muchos cultivos, sobre todo de cereal, para hacer el pan en casa, tras moler su grano curado en los molinos del río


En la actualidad predominan los citados usos ganaderos y el maíz se planta en grandes extensiones, como bien podemos ver en Los Pradones, pero no por su grano panificable sino como planta forrajera


En Llamas entramos por la nave del taller de Forja Fernando. A la derecha hay un gran almacén de madera con troncos apilados bajo un cobertizo


Al final de la pila de troncos y bajo la escalera que sube a la planta alta de la nave hay un espacio para el peregrino


Hay una máquina de café, otra de refrescos una mesa hecha con un palé y unos troncos cortados como asientos


Contra la pared hay un banco corrido 'estilo parque' y, sobre la mesa, unos elementos muy importantes


Una caja metálica de galletas guarda el tampón con el sello para la credencial y un cajón de madera contiene varios lápices por su queremos escribir nuestras impresiones en la libreta que hace de libro de visitas


Desde este refugio seguimos viendo ante nosotros todo el paisaje de La Veiga Villazón, regada por  el Nonaya, cuyo curso de agua baja oculto por su espeso arbolado ribereño, el cual forma un bosque lineal por sus orillas


En la lejanía tal vez podamos divisar la iglesia parroquial de Santiago de Villazón, en Quintana, la cabeza de la parroquia. Viejos documentos señalan que hubo allí un monasterio que figura en la escritura por la que en el año 1219 una tal Sancha Rodríguez dona varias heredades a los monjes del monasterio de Santa María de Lapedo, en Miranda (Belmonte) y, como parroquial ligada a Cornellana, aparece incluida en el Arciprestazgo de Salas con el obispo Gutierre de Toledo, figurando en su Libro Becerro (1385-1386), donde se lee: "Santiago de Villalón húsanla apresentar padrones. Es capellán della García Rodríguez. Non ha manso. De los diezmos lieva el abbad de Cornellana…". De su fase medieval no se conserva nada y el edificio actual es estilo barroco popular dieciochesco. Fijémonos en las tremendas cicatrices que ha hecho la autovía en Fumarrosa


Salimos del refugio y seguimos andando un trecho más cuesta arriba al pie de la gran nave de la forja


Y llegamos a Ca Lisardo ('casa de Lisardo'), con su hórreo a un lado y la casa un poco más arriba


El final de los trabajos campesinos seculares en muchas antiguas caserías ha causado varios cambios en la estructura y usos de las casas, dándoles un aspecto más residencial. Esta conserva su antiguo hórreo y en su corralada se ha habilitado una franja ajardinada


Una foto con el jardín en su esplendor y su bella rosaleda...


A la izquierda, más flores en la antigua caseta de guardar los aperos 


Terminamos la cuesta y llegamos a una encrucijada: al fondo vemos el mojón


Y aquí, en esta pared de piedra a la derecha, una concha jacobea


Tomamos el camino principal, a la derecha, que recorre la parte más baja del pueblo, junto a Los Praones. Aquí tenemos Ca Valiente


Bifurcación, mojón y concha: seguimos siempre por el camino principal, el de la derecha, que sigue ahora un tramo llano y recto. Las Caleas es como decir caleyas, 'callejas rurales'


Luego va a empezar a bajar suavemente hacia el centro del pueblo, viendo de frente las casas situadas al lado del Camino y, a lo lejos, la boscosa colina de La Rebollada, bajo la que sigue el Camino, con El Monte'l Picarosu en lontananza, más al oeste


A la izquierda, cobertizo y, seguidamente, un hórreo sobre bodega. Antaño estaría cubierto de panoyas de maíz, 'mazorcas', cuyo grano estaría secando y curando al sol para luego ser extraído, molido en forma de fariña en los molinos y traído de vuelta para casa para hacer el pan de maíz o boroña


El maíz, como hemos dicho, sigue ocupando grandes extensiones de tierras de labor, pero ya no para consumo humano sino como forraje, desde que el campo asturiano se especializó en ganadería de vacuno para el suministro de carne y lácteos a los grandes núcleos urbanos 


La entrada de Ca Valiente, con parra en la fachada y un pequeño rellano en la delantera o corrada


Un seto separa el Camino de la finca y empezamos una suave bajada


A la izquierda de los picos de Monteagudu y La Peñallucia empieza  a asomar ahora un poco del Monte las Cabañas, al sur de la parroquia de Villazón


Recordemos que en Asturias y Galicia el término parroquia hace referencia no solamente a lo religioso sino también a una organización administrativa civil, existente también en otros lugares del mundo con características más o menos similares (Andorra, Inglaterra, Portugal, San Marino, Luisiana, Venezuela, Jamaica, Gales) y con distinto grado de reconocimiento en cada caso. De mayor o menor extensión, está por lo común formada por barrios núcleos de población, pueblos, aldeas, barrios, caseríos y lugares, con sus correspondientes terrenos y parajes


En el caso asturgallego son organizaciones inferiores a los concejos y, aunque basadas en una organización civil-eclesiástica anterior, perviven como unidades vecinales, coincidiendo con la división religiosa en muchos casos pero conservando entidad civil, con sus subdivisiones en barrios, aldeas, quintanas, lugares... etc. El término viene del griego paroikía, 'cerca de casa' y los primeros testimonios escritos sobre su existencia son medievales, si bien es muy fácil que se basen en una organización romana anterior y esta a la vez tome como modelo ancestrales estructuras autóctonas prerromanas en grupos familiares y suprafamiliares o "gens", pese a que a lo largo del tiempo cambiasen sin duda en muchos casos parte de sus características y límites. Leemos en Wikipedia:
"En Asturias la parroquia es una forma tradicional de organización administrativa, religiosa y agraria: 
...hasta bien entrado el siglo XIX la parroquia constituyó en Asturias un modelo organizativo y de poblamiento que rigió los destinos, tanto desde un punto de vista religioso y moral como económico y administrativo, de gran parte de la población asturiana. 
División parroquial de Asturias (1993)​ 
Fernando Inclán Suárez, en la Gran Enciclopedia Asturiana, afirma que el origen de la parroquia asturiana es la gens romana, vinculada a un pagus, en el que existe un altar, al pie del cual realizan sus enterramientos y celebran las fiestas compitales. Citando a Ramón Prieto Bances, afirma que la división en gentilitates —comunidades gentilicias— fue respetada por Roma y los visigodos hasta llegar a la Reconquista. Entonces la gens cristianizada se convirtió en la parroquia. 
Las parroquias crearon sus propias normas (incluso escritas), denominadas ordenanzas parroquiales, para regular aspectos relativos a la convivencia, la participación comunitaria e incluso preceptos morales. 
Partiendo de su origen eclesiástico (jurisdicción de un párroco), la parroquia tenía un componente económico y agrario: organización de la actividad agraria tradicional y aprovechamiento de los recursos comunes (montes, pastos, etc.). A partir de aquí nace un nuevo significado por el que la parroquia se configura como la unidad administrativa básica para regular la participación vecinal: los vecinos utilizan el atrio de la iglesia parroquial para reunirse, ordinariamente después de la misa del domingo, y decidir sobre sus intereses colectivos. Estas reuniones son el origen remoto del concejo abierto, aún en uso en muchas de las parroquias rurales de Asturias. 
Este significado administrativo ha ido consolidando a lo largo del tiempo, hasta nuestros días, la parroquia como unidad de base territorial para la elaboración de censospadrones y catastros. 
La Revolución Industrial modificó los modelos de convivencia y aprovechamientos agrarios tradicionales asturianos, de manera que el término «parroquia» pasó a aplicarse a realidades diferenciadas. 
Con la promulgación del Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias, en 1981, se estableció que debía reconocerse la personalidad jurídica de la Parroquia Rural «como forma tradicional de convivencia y asentamiento de la población asturiana» (art. 6.2). Dicho precepto, se desarrolló legislativamente, mediante la ley 11/1986, de 20 de noviembre, por la que se reconoce la personalidad jurídica de la parroquia rural, que también constituye la ley autonómica sobre entidades de ámbito territorial inferior al concejo. De esta manera, no se pretendía recuperar la división parroquial en su conjunto, dotando de personalidad jurídica a todas ellas, sino reconocer jurídicamente aquellas comunidades tradicionales que continuaran existiendo. Así, las entidades de ámbito inferior al concejo en Asturias, se denominan parroquias rurales. 
Nomenclátor 
Según el nomenclátor de 2012, existen 857 parroquias en sus 78 concejos, número que permanece sin variación desde 2003. El número de parroquias por concejo oscila entre una (PesozRiosaSanta Eulalia de Oscos y San Tirso de Abres) y cincuenta y cuatro (Cangas del Narcea). La parroquia de mayor superficie sería la casina de Sobrecastiello, con 89,05 km², y la de menor, 0,22 km², la de Avilés de Laviana. 
Así mismo, existen ocho entidades singulares de población, que no pertenecen a ninguna parroquia, siete en el concejo de Castrillón (Coto CarcedoLa Cruz de IllasLa LagunaMirandaRaíces NuevoSan CristóbalSan Juan de Nieva) y una en Langreo, la capital. 
Galicia: 
Parroquia es la denominación que reciben también en Galicia las entidades colectivas de población, que tienen su origen en las parroquias eclesiásticas. Es la división territorial tradicional de los municipios (concellos) y cada parroquia comprende una o varias entidades de población, llamadas lugares en gallego. El Estatuto prevé que se pueda reconocer personalidad jurídica a las parroquias rurales. 
Según el nomenclátor estadístico de Galicia, en la comunidad había un total de 3771 parroquias en 2019.​ Cada parroquia agrupa una o varias entidades singulares de población."

En este caso, la parroquia de Villazón habría sido la villa de Zonus, antiguo posesor de una villae agrícola en este lugar, siendo este su territorio. Es muy fácil hubiera estado ubicada donde hoy se encuentra la iglesia parroquial de Santiago, ya que se sabe que dichas villae, o muchas de ellas, pudieron ser los lugares primeramente cristianizados en Asturias, transformándose algunas en monasterios


No olvidemos que la figura del monasterio en la alta Edad Media no especificaba necesariamente un gran convento, a veces comunidades muy pequeñas e incluso una familia fundadora. Además de la motivación piadosa había una organizativa respecto a sus tierras, explotación, organización, administración y arriendo, así como a preservar la unidad de la propiedad en el linaje fundador. Con el tiempo solían ser cedidos a monasterios aún mayores, en este caso al Cangués de San Juan de Courias, dueño de grandes extensiones de terreno en el occidente asturiano, que gobernaba con gran autonomía dentro de su dependencia nominal a la Iglesia asturiana


Los límites parroquiales, como los de los concejos, cambiaron y, en el caso de Villazón, por donde pasaba la divisoria del coto de Cornellana con el concejo de Salas, esto se hizo evidente. Lo cierto es que las relaciones de los monasterios con las pueblas surgidas en el siglos XII-XIII y fundadas por los reyes leoneses y castellanos, como la de Salas hacia 1270 con Alfonso X El Sabio, fueron siempre tirantes, pues nunca quedaba plenamente claro dónde se delimitaban las esferas de influencia pese a existir una frontera oficial. A ello habría que añadir a la nobleza feudal, que administraba por delegación o encomienda los bienes de los conventos y que, por causa de pleitos, impagos y demás avatares, terminó haciéndose con buena parte de ellos, como fue este el caso


Así de la Edad Media, el coto del monasterio de San Salvador de Cornellana retrocedió en extensión desde Villazón a las cercanías de La Venta Ramón, donde los monjes fundaron una venta caminera en el siglo XVIII, cuando se abrió una vía más llana, por la ribera del Nonaya, por la que luego. un siglo después, pasaría la carretera Oviedo-Villalba, hoy la N-634


Esa extensión coincide en buena parte con los viaductos de la autovía, cuya obra viene sufriendo continuas paralizaciones y su inauguración entre Cornellana y Salas se pospone continuamente


No llegamos a ver La Venta Ramón, que conoció en 1792 el ilustrado prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos cuando visitó Cornellana, diciendo de ella "la venta de Espinedo, buena, construida por el monasterio, pero sucia y descuidada por sus llevadores", pero sí vemos, justo encima, las casas de Villacarisme (la villa de Carissimus), donde empieza actualmente la parroquia de Villazón


Más al este, La Sierra Faxas o de Folgueirinas pertenece a la parroquia de Cornellana. Más arriba están La Cruz de las Arenas con El Picu la Braña (346 m) y Las Coronas (384), en cuyas inmediaciones se encuentra el castro astur de La Peña la Cabra, así conocido por la leyenda de una cabra de oro en él escondida. A la derecha de Villacarisme el río Arroxu da sus aguas al Nonaya mientras que a la izquierda, lo hace el río Figares


Ríos que salvan los correspondientes viaductos. Más arriba es La Peñagallo y El Monte Palmayor (327 m)


En este mapa del libro Cornellana: historia y arqueología de un monasterio asturiano, del profesor Alejandro García Álvarez-Busto, se plasma cómo fue menguando el coto desde el medievo al siglo XVIII



Esta es la zona de Las Caleas, donde esta pequeña bajada irá acabando cuando pasamos delante de este cobertizo de ladrillos y lleguemos a Ca Caleas, soberbio caserón de piedra, del que vemos ahora su pared nororiental 


Unos metros más adelante tenemos uno de los elementos más fotografiados del Camino de Santiago, el palomar de Ca Susa, cuya silueta cilíndrica como un torreón circular llama la atención ya al acercarnos


Ca Caleas tiene en esta pared oriental dos balcones, no salientes, en la planta superior y un portón en el acceso a la planta baja, donde pudieron estar las cuadras o las caballerías


A la derecha, huertas de patatas, cebollas y demás hortalizas, que crecen al pie del palomar de Ca Susa


Abajo, Ca Caleas presenta dos ventanucos abocinados muy del gusto renacentista, que nos harían suponer que su construcción original es del siglo XVI, con reformas posteriores...


La casa está hecha de piedra de mampostería en los muros y de sillería en esquinas y vanos, esquema común a numerosas casonas y otras construcciones. Esta es su fachada principal, que mira al norte-noroeste pues, pese a ser la más umbría es la que mejor domina el valle, sobre todo desde la magnífica galería del piso superior


El portalón está cerrado por portón y en vez de galería de cristal habría existido un corredor. La planta alta sería la vivienda propiamente dicha y abajo las caballerizas, como acabamos de comentar


El hórreo, de corredor, albergaría las cosechas y abajo la bodega serían almacén de aperos, trastos y enseres


Nada más acabar de bajar empezamos a subir, también muy moderadamente, de frente al palomar de Casa Susa, que también parece muy antiguo, verdadero símbolo del Camino Primitivo a su paso por Llamas y la parroquia de Villazón


Es de mampostería y ha perdido parte de su capa de cal que lo cubría, dejando la mampostería a la vista. En la página del Muséu Etnográficu del Pueblu d'Asturies le dedican un pequeño reportaje fotográfico y dicen de él:
"Palomares exentos en Asturias no hay muchos. Los que existen siempre están asociados a una casona o un palacio. Las campesinos también criaban palomas en cajones colocados debajo de los aleros de sus casas u hórreos. El fin de esta cría eran los pichones, que se mataban para comer su apreciada carne. También se aprovechaba la palomina como abono."

Aquí abajo hay una entrada enmarcada en piedra de sillería, que parece la más antigua, si bien ha quedado a un nivel más bajo que el Camino


Esta otra entrada, en el piso alto, parece haberse hecho posteriormente, casi tan alta como la puerta de una casa. Habría que acceder con escalera


Un vallado cierra la finca de Ca Susa, que vemos parcialmente enfrente, a nuestra derecha


Un poco más adelante tenemos, en una mata de árboles y arbustos, una hermosa higuera. Un poco más a la izquierda está Ca Diego, hacia la que nos dirigimos


Al lado y prado arriba es Ca'l Conde. Entre ambas pasa el Camino de Santiago


No en el mismo Camino pero sí muy cerca de él está la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, de la que algunos investigadores dicen que fue antiguamente parroquial


En lo alto el Monte las Cabañas es parte de las estribaciones que ascienden hacia La Sierra las Traviesas, que separa este valle del Nonaya del Valle del Narcea, haciendo de frontera con la también parroquia salense de Cermoñu, de debe su nombre al dios celta Cernunnos, el señor del bosque, le dice el arqueólogo Alfredo Sánchez en su web Ástures y el de la cornamenta de ciervo, lo llama el profesor Martín Sevilla Rodríguez en su artículo Huellas de los dioses célticos para la revista Los cuadernos del Norte


Baja por estos campos El Regueiru las Castañalinas, que apenas se ve entre los prados ni lleva agua. La capilla está periódicamente abierta a las visitas pues hay un retablo barroco en el interior y algunas imagen de tradición medieval. También puede sellarse el sello de las credenciales


El Camino sigue subiendo suavemente y hace una curva a la izquierda al llegar a la entrada de Ca Susa


Y a la entrada, este es el hórreo de Ca Susa, observemos su vieja y robusta subidoria de piedra. Al pie se ha instalado un tenderete


Y en él se ha colocado una flecha amarilla indicadora de la cercanía de la citada capilla de los Dolores, informándonos que es del siglo XVI. En la foto vemos su fachada principal, con portada de arco de medio punto


Unos carteles informan de una campaña de donativos en marcha para el arreglo del santuario


Y estos dan noticia del avance de las obras y de un nuevo proyecto, el arreglo del Camín de la Virgen, que va a la capilla


Piedras para las firmas de los peregrino y hucha de donativos


Este es un vídeo que comparto del canal Youtube Xurde Morán dedicado a esta capilla y su restauración


Con la capilla ante nosotros, poco más allá de Ca'l Conde, seguimos camino por esta cuesta


Este es portón de la tapia que cierra la finca de Ca Diego; al fondo vemos la panera de Ca'l Rei. Transcribimos los nombres según los encontramos en la web de Villazón


Una vieja muria de piedra cierra la finca de Ca'l Conde. A su derecha está Ca Rayón


Y a su izquierda la capilla con su campo, de la que vemos  el muro sur y la cabecera. En el muro una pequeña saetera es el único vano situado en esta cara. La cabecera es cuadrada


A su izquierda, un hórreo en el Camino a Ca Eustaquia. Más allá hay bosque con algunos árboles autóctonos y empiezan las plantaciones de ocalitos


Más al sur está el monte de Ca'l Rexidor, una quintana un poco más arriba del Camino y del núcleo de Llamas donde el experto y entusiasta botánico Miguel Llana Valdés ha creado un jardín botánico particular en la finca de sus antepasados, el cual, tras intensos años de trabajo, empieza a abrirse al público: La Viesca'l Rexidor, topónimo vinculado a los antiguos regidores de Salas, cargo equivalente a alcalde, que existiría muy posiblemente desde los tiempos de la fundación de la puebla de Salas, actual capital del concejo, hacia 1270, como hemos dicho


Seguimos camino entre los muros de las fincas de Ca'l Conde a la izquierda y Ca Diego a la derecha


A la derecha de Ca Diego hay un cruce, donde hay una cuadra o cobertizo, pintado de blanco; poco más arriba de él y a su izquierda vemos Ca Carmen


En este cruce llegamos a una bifurcación: el Camino de Santiago sigue a la derecha, llaneando y saliendo ya del centro de Llamas


Y a la izquierda se va a la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, que vamos a visitar en un instante haciendo un corto desvío, tal y como vimos antes en el vídeo que compartimos de nuestro canal de YouTube...

VISITA A LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES DE LLAMAS:


Esta bifurcación entre el Camino de Santiago y el ramal que sube a la capilla de Nuestra Señora de los Dolores está bien señalizada en el muro que tenemos delante de nosotros


La capilla se encuentra a tan solo 30 metros, como nos informa la flecha de arriba. La flecha de abajo nos indica que a Santiago nos quedan 258 kilómetros de Camino... 


Tal y como hemos dicho, visitaremos primeramente la capilla, 'Santiago puede esperar'; por lo que tomamos el camino que sube hacia ella


Pasamos así frente a la entrada de Ca'l Conde, con su hórreo


Un poco más arriba están Ca Rayón y Ca'l Gallardo


A la derecha, Ca Juana. Este es el camino que sube también a Ca'l Rexidor


Enseguida vemos la capilla de Nuestra Señora de los Dolores a nuestra derecha,  en un hermoso campo verde bajo el arbolado monte de La Cuestina


A su izquierda, detrás del hórreo, asoma un poco Ca Eustaquia o Ca José. Más allá es Ca María José


Aquí dejamos el camino asfaltado que va a Ca'l Rexidor (al fondo son Ca Juana y Ca Benitina o Ca Velazque)


Y por el Camín de la Virgen, entre prados huertos y frutales llegamos al campo de la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Llamas. Por aquí abajo discurre el 'seco' Regueiru las Castañalinas, que pasamos sobre un viejo puente de piedra


Se trata de "capilla popular de planta rectangular con nave única y cabecera recta. Su alzado está adaptado al desnivel del terreno, con la cabecera situada en un lugar más alto", como la describen en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA). No dispone de pórtico y su portada es de arco de medio punto; llama la atención lo peculiar de su espadaña, con un estrecho hueco para una diminuta campana: 
"Su imafronte está abierto en el bajo con puerta formada por arco de medio punto con amplio dovelaje dispuesto radialmente, sin pórtico y rematada en el eje superior con espadaña de vano único, muy estrecho y alargado"

En la web de otro inventario oficial, el IPCA o Inventario Cultural de Asturias, se nos dice que la capilla "fue construida en 1747 por Martin Federico Diez, un vecino dedicado a acoger pobres y enfermos", lo que contrasta con la información del IPAA de que es un templo del siglo XVI, e incluso que podría tratarse de la antigua iglesia parroquial, por lo que, de ser cierto este dato, estaríamos acaso ante una refundación, lo que sería bastante frecuente:
"Él introdujo la devoción a la Virgen de los Dolores, fundando un Rosario nocturno conocido como Hermandad de los Tiñosos con el objetivo de recaudar limosnas y curar dicha enfermedad. Al no tener un lugar adecuado para albergar la imagen de la Virgen, solicitó permiso para ubicarlo en la Capilla del Cricificado del Perdón".

"La capilla presenta una estructura sencilla y austera, típica de las construcciones rurales asturianas. Su fachada está rematada por un pequeño campanario de espadaña, que alberga una campana de hierro fundido", sigue diciendo el IPCA. Se celebraban aquí las romerías de los Dolores de septiembre, el día 15 de dicho mes, que pasan al fin de semana más próximo si no coinciden con sábado y domingo


La portada es lisa y carece de filigranas; por aquí accederemos al interior


La techumbre, de madera a dos aguas, con sus buenas vigas entablado, forma parte de las primeras obras de restauración


 A los lados vemos las dos ventanas tipo saetera que dan luz natural a la nave...


Al fondo, una tercera ventana da luz a la cabecera, que es cuadrada y de bóveda de aristas, disponiendo de un gran arco triunfal de medio punto también carente de ornamentación, separando la zona de los fieles de la de liturgia. Leemos de ella en el IPAA:
"La cabecera es cuadrada, retranqueada en relación al ancho de la nave, y está iluminada por medio de un ventanal con forma de saetera de doble derrame situada en el muro de la epístola. La cubierta está realiza con bóveda de aristas apoyada sobre ménsulas en las esquinas. El arco de triunfo que separa la cabecera de la nave es de medio punto apoyado sobre jambas con capiteles imposta lisos"

El retablo, según nos cuenta en el vídeo la vecina Dulce Llana Valdés, es renacentista, lo que estaría en relación con la construcción de la capilla en el siglo XVI, mientras que la imagen de la Virgen de los Dolores, que lo preside, sería del s. XVIII, por lo que sería contemporánea de los tiempos en los que Martín Federico Díez trajo su advocación. Hay tres imágenes románicas: a la derecha una Virgen con el Niño, a la derecha San Benito (fundador de la Orden Benedictina) y arriba San Pedro. Las tres no mal conservadas pero pendientes de restauración. Se relacionan con la época en que este santuario formaba parte del coto monástico de San Salvador de Cornellana. En el vídeo antes compartido podéis ver una explicación completa

Vídeo de una peregrina rezando el Padre Nuestro en arameo, la lengua en la que hablaba Cristo, ante este altar. Grabado por la vecina Dulce Llana Valdés en julio de 2025


Volviendo al exterior, en este prau de la capilla se han hallado restos de los antiguos enterramientos, de los tiempos en los que se enterraba, bien dentro del santuario o bien en su campo (de ahí 'camposanto'), como también se explica en el vídeo


Desde aquí tenemos una buena vista de esta parte del pueblo de Llamas, con parte de las serranías sobre el valle del Nonaya en la lejanía


El hórreo del campo de la capilla, de corredor y sobre bodega, también con antigua subidoria de piedra


Damos la vuelta alrededor del santuario, contemplando su cabecera. Seguimos leyendo de su estructura en el IPAA:
"La fábrica es de aparejo de mampostería revocada y pintada con sillares vistos en los recercos de los vanos y cadenas de esquinas. La cubierta es a dos aguas en la nave utilizando armazón de madera y tejas de barro dispuestas a canal y cobija en el exterior. La cabecera se cubre a tres aguas, empleando los mismos materiales"

La ventana de la cabecera por la que pasa luz natural al interior


Al fondo, entre Ca'l Gallardo y, a la derecha, Ca Carmen, vemos el edificio de la antigua escuela, sobre el Camino, al que regresamos ahora 


Aquí tenemos, saliendo del campo de la capilla, a nuestros anfitriones en Llamas: Dulce y Miguel Llana Valdés, con quienes compartimos esta jornada y a quienes dedicamos esta entrada de blog


Volvemos sobre nuestros paso y regresamos al Camino, volviendo a pasar sobre el seco lecho del Regueiru las Castañalinas


No obstante, antes de volver al Camino de Santiago, yendo a la derecha, tal vez Miguel Llana Valdés nos acompañe a conocer su 'bosque botánico de La Viesca'l Rexidor, que nos presenta en este vídeo de nuestro canal, que también queremos compartir:



Visitemos o no La Viesca'l Rexidor, la vuelta al trazado de la ruta jacobita se hace en ambos casos por el mismo camino por el nos hemos desviado para visitar la capilla de los Dolores


Al volver, admiramos ahora el precioso jardín de  Ca Rayón 


Y el hórreo de Ca'l Conde, que se yergue sobre el Camino y del que os adjuntamos un pequeño vídeo de nuestro canal


Y otro vídeo, en invierno, atravesando todo el pueblo de Llamas...



Y ya, frente Ca Diego, retomamos el Camino de Santiago tal y donde lo dejamos...

VOLVIENDO AL CAMINO DE SANTIAGO: DE LLAMAS A LA REBOLLADA, LA CARRIL, LAS CALEAS Y LA CHAMARGA:


Aquí tenemos la señales del Camino y de la capilla, junto con el azulejo de la concha peregrina, al pie del gran cobertizo de Ca Rayón


Durante un buen tramo, hasta Las Llamargas, el Camino está asfaltado, pero el paso de coches es escasísimo, apenas el de los residentes y algunos tractores ocasionalmente. Un de tantos trechos camineros que, a pesar de ser de suelo duro, nos ofrecen un encanto de paisaje que lo compensa, muy afectado, también hay que decirlo, por las 'cicatrices' ocasionadas por la autovía


Al oeste, en la distancia pero no muy lejos, las montaña de Fumarrosa, El Viso y Bodenaya nos indican al rumbo a tomar hacia la villa de Salas, puerta de la cabecera del valle del Nonaya y capital del concejo


Los Pradones, plantados de maíz para el forraje del ganado, con los viaductos de la autovía a la derecha


Y a la derecha, Ca'l Rei con su panera. Fijémonos en el gran desmonte de la A-63 en Las Cuestas, a cuya derecha vemos El Regueirón con El Monte Palmayor y Peñagallo, asomando más al norte el Muxagre (661 m), en la frontera con el vecino concejo de Pravia


Una flecha amarilla en el poste telefónico de hormigón garantiza que estamos en la ruta correcta. Aunque el trayecto parezca claro y lógico, ver alguna referencia caminera cada cierto trecho confirma que no nos hemos dejado ningún desvío atrás y continuamos en el itinerario correcto


Un vallado cierra la gran finca de La Escuela, que pasó a ser casa con la concentración escolar, conservando su estructura y arquitectura


La entrada está a la izquierda, mirando al pueblo, por donde subían y entraban los escolinos al aula, sita en la planta baja y con grandes ventanales de arco de medio punto. Arriba era la vivienda de los maestros...


El Camino discurre justo donde la cuesta del terreno llega a la llanura de La Veiga, aprovechada secularmente para los cultivos dada su fertilidad


De frente es la colina de La Muela (151 m), donde vemos Ca María, que sería la última del pueblo de Llamas


Los Pradones se extienden por la gran vega de La Veiga Villazón, que se extiende por esta llanura desde Llamas a Quintana


El monte de Fumayor orienta nuestros pasos; forma parte de La Sierra la Rabera, donde está también El Monte Rei


Allí al pie de la sierra se encuentra, en la carretera N-634, el pueblo de Allence, que también pertenece a la parroquia de Villazón. Allí un viaducto de la A-63 pasa sobre El Regueiru Camuño, afluente del Nonaya


El Camino serpentea haciendo una 'S' por la que enseguida ganará altura al pie de Ca María para seguir camino a Las Llamargas y Quintana, viendo al fondo La Sierra Bodenaya, otra muy importante referencia visual que nos anuncia la que será la subida de Salas a La Espina


Fijémonos en las filas, formando líneas ondulantes, de las plantas de maíz recién plantadas, que siguen la misma curva que hace la carretera  


Prados arriba vemos la quintana de Ca'l Rexidor. En la arboleda que hay detrás se encuentra el jardín botánico, o 'bosque botánico', de Miguel Llana Valdés, "un capricho botánico para ver las plantas crecer", titula su reportaje para el periódico El Comercio del 18-1-2021 su amigo y colaborador el geógrafo urbanista Rafael Suárez-Muñiz:
"Un capricho botánico. Así define Miguel Llana Valdés, en una frase tan cortita, el motivo y el contexto de su pasión hecha realidad: un jardín botánico en su propia finca. Este profesional de la banca, natural de Gijón, compagina su trabajo en la ciudad con su gran afición en La Viesca'l Rexidor y su arácnida red social de importantes contactos de la botánica internacional. Encarna, pues lo que podríamos denominar figura del jardinero-propietario: él busca las semillas y las especies vegetales; él trabaja la tierra; él las planta; él las cuida, y él diseña su jardín. La Viesca se halla en un paraje boscoso autóctono en el valle del río Nonaya situado en el pueblecito de Llamas, perteneciente al concejo de Salas, que se encuentra a 40 minutos en coche desde Gijón. 
A tan solo 120-140 metros de altitud, La Viesca'l Rexidor presenta, cual jardín botánico al uso, una enorme variedad de especies de otras latitudes definidas sobre el terreno en tres biomas claramente diferenciados, que han ido efectuándose de manera paulatina en el tiempo (compras de pies, regalos, semillas, traídos de la casa familiar de Somió). A mediodía de la quintana familiar, que limita la falda boscosa, se yuxtaponen la finca destinada propiamente a jardín botánico, con una extensión de 7.500 metros cuadrados, y otra posterior de 5 hectáreas. Todas estas tierras pertenecen a la familia Llana-Valdés desde el siglo XVI, serían las tierras del regidor de la zona. Como elementos físicos, la quintana cuenta con la casona principal construida a finales del siglo XIX por José Llana Valdés sobre otra mucho más antigua; separada por la antojana de una casa de caseros recrecida (cuyo dintel fue grabado con la fecha de 1792); un antiguo pajar convertido también en casa, y dos paneras de 1777 y de 1824 situadas junto al llagar. 
En 2008 es cuando la colección botánica comenzó a proyectar la composición que, crecida, nos encontramos a día de hoy. Se trata, pues, de un museo vivo en constante evolución. Al sur de la casa, en pendiente, se desarrolla el bosque atlántico mixto de castaño y roble, habitual del piso basal asturiano y de los fondos de valle. Esta mancha fue clareada y desbrozada en esa fecha por estar llena de zarzas y eucaliptos. Su singularidad son los cientos de castaños que han ido rebrotando sobre antiguos tocones de ejemplares genuinos de entre 200 y 400 años, lo que le imprime esa característica forma de mano de buda. Hay seis tipos de castaños distintos y más de doscientos ejemplares, con un menor número de robles. En este ámbito, Miguel Llana dispone de la mayor colección de acebos de Asturias con 45 tipos distintos, como la hierba mate, que es un acebo en realidad. En la parte elevada de La Viesca se pueden encontrar acebos chinos, japoneses, canarios, europeos y norteamericanos; además de una variedad de árboles que engloba tejos europeos y americanos; tilos; falsos plátanos; carpes; un ciprés limonero, y doce tipos de taxáceas. 
Sin darse cuenta, por la humildad que caracteriza a su titular, también está camino de contar con la mayor y más variada colección de camelias (140 tipos), magnolias (unas 22 variedades), hortensias (50 tipos distintos) y musgos de Asturias. Se pueden contemplar 4-5 variedades de musgo con las que Miguel Llana quiere «potenciar un jardín de musgos autóctonos y caminar por aquí descalzo» cuando colonice la red caminera del jardín-bosque. Musgo que abraza los viejos pies de castaño y que permite ver importantes manchas cercanas al siglo de antigüedad. Especies protegidísimas que crecen a razón de 1 cm. al año. También cuenta con dos ejemplares relícticos de magnolias macrófilas, una de ellas procedente de la colección de camelias de Margarita Riesgo (Santianes), que veremos en una futura entrega. 
En el bioma atlántico acaba de hacer, días atrás, un pequeño lago aprovechando una antigua corripia (del uso castañero) que ya cuenta con libélulas, empleadas estas contra las larvas de mosquitos. En un futuro inmediato tiene previsto hacer otro pequeño estanque en una depresión arcillosa a levante del anterior e introducir, como en el Jardín Botánico de Gijón, lenteja de agua para cubrir la superficie. Asimismo se pueden diferenciar hayas europeas de hoja grande, pequeña, rojas y de hoja de helecho. Algunas plantaciones excepcionales de longitudes asiáticas como los dos árboles de caramelo o katsura japoneses y los Aesculus indica y asimica, propios del Himalaya, Nepal y la India. También un fresno de Bulgaria y tres espectaculares arces de piel de serpiente. 
Entre el bioma atlántico y la casa del propietario se definió una zona de transición con especies de Oriente (como un singular tilo mongólico), con un par de bosquetes netamente asiáticos. Especialmente llamativa es la agrupación de arces japoneses rojos y verdes, bordeados por un tupelo y un cornejo chino cuya coloración roja y naranja en otoño los hace espectaculares. Junto a los muros de la antigua casa del cura, que encierra un bello rinconcito de helechos del Terciario, la parra virgen roja de Virginia y un estanque de nenúfares, se formula otra mancha asiática con un ginkgo, un junípero, el kolkwitzia y la calicarpa de bayas violetas. 
El recorrido finaliza hacia el este, junto a la caleya de acceso, por donde se extiende el bioma templado americano o arboretum americano. En él, Miguel Llana fue introduciendo especies a partir de semillas procedentes de sus viajes a Nueva York, Washington o Illinois en 1990. Ejemplares como el oxidendro, el liriodendro, el naranjo de Luisiana, robles de Texas, el árbol de amor o de Judas (canadiense), parra virgen de Virginia, la flor nacional de Cuba, el arce canadiense, el liquidámbar —como los que hay en Los Campinos de Begoña—, un zumaque caducifolio de Virginia, roble rojo, un falso cafetero de Kentucky, nogal del Pecán, son algunas de las especies que conforman esta nutrida mancha boscosa. Sobre este ámbito, Miguel tiene unos planes ya que «cada país tiene su árbol característico y su flor, y estoy consiguiendo uno de cada». En total: cerca de 1.000 ejemplares arbóreos (más de 150 tipos), arbustivos y florales se cuentan en La Viesca 'l Rexidor. Un jardín botánico boscoso único en Asturias, por su condición mixta de formación natural y antrópica, que merece la pena ser visitado en cada estación."

La Fuente Llamas a nuestra izquierda, que vemos en esta foto de invierno, con el prado segado y su regueiru con abundante agua, resultado de las lluvias


El arroyo pasa subterráneo bajo el Camino y sale a regar esta veiga de Los Pradones


La autovía y su impacto en el paisaje, con sus obras tantas veces paralizadas, más de un cuarto de siglo ya de comenzadas. Es "la ingrata presencia, por segundo día consecutivo, de la A 63, una infraestructura de alto coste material y medioambiental que ha causado un enorme daño. No merece la pena entrar en eufemismos, al Camino Primitivo", escribe el historiador y pionero de la recuperación de las rutas jacobeas, Antón Pombo, en sus tantas veces reeditada Guía del Camino de Santiago. Camino Norte


Los desmontes y viaductos bajo La Cuesta, El Castiellu, Peñagallo y Villacarisme, con La Sierra Faxas ya a lo lejos


Aquí abajo, la panera de Ca Paliz y, a lo lejos sigue la llanura de Los Pradones a El Farniegu, donde está el puente sobre el río Nonaya que comunica Llamas con la N-634 en Espinéu, también parroquia de Villazón


Viaducto sobre el río Figares en su unión con el Nonaya, cerca de La Venta Ramón. Arriba en Villacarisme están Ca Balbina y Ca Petronia y, un poco más arriba y a su izquierda, Ca Dolores y Ca Pin


En primer término, la pared occidental de Ca'l Rei con La Sierra Faxas o Folgueirinas a lo lejos y, aún más allá, La Peña la Cabra (379 m), en la frontera con Pravia, donde está localizado un castro astur que dominaba la confluencia de los valles Narcea y Nonaya


Empezamos a subir suavemente, con Ca María prado arriba, sobre nosotros, en la falda de la colina de La Muela


Los Pradones van quedando un poco más abajo y, al ganar un poco de altura, contemplamos La Veiga Villazón casi hasta Quintana


Cuesta abajo y paralelo al Camino vemos, en la llanura, la pista que recorre Los Pradones comunicando sus fincas. Al fondo, la línea de arbolado, que nos oculta la carretera, revela el curso del Nonaya, hidrónimo etimológicamente derivado de amnem naviam, 'el río Navia', documentado en la Edad Media como Annonagia y Nonagiam, y es que Navia es un hidrónimo "de origen prerromano, aunque los autores discuten si se trata de una palabra celta, ligur o preindoeuropea; algunos sostienen que es un término indoeuropeo precéltico, por lo demás relacionado con el agua, al igual que nava (palabra también prerromana, cosa no totalmente aceptada", explica García Arias


El hidrónimo "puede también estar relacionado con el culto a las aguas", dice Arias, y "hace referencia a una deidad psicopompa" (entidad que guía a las almas al más allá), explica el arqueólogo Alfonso Sánchez en su web Ástures, ya que "Navia lleva a los muertos en su barca a la otra orilla", por lo que estamos a la vez ante un teónimo que aparece en la epigrafía asturiana y gallega pero cuyo ámbito se extiende por la Europa atlántica y aparece en las sagas irlandesas:
"Cuando Cuchulain ve morir a su hermano, no puede hacer nada para evitar que se suba a la barca de la hechicera que le lleva al más allá.  Eoghan Mor, el rey de Munster que se casó con una princesa española, abandona la isla tras la batalla de Cloch Baraige ayudado por el hada Eadaoin, quien se lo lleva a su isla a su cuidado nueve días. De allí cruza a Brigantium. El mismo Arturo cruza a Tir Na n’Og (Avalon) en una barca acompañado de Nimue (Yo estuve en las orillas del lago donde dicen que está sumergido su palacio de cristal), Igraine y Elaine (¿una triple diosa?), en otras leyendas es sólo Morgana la que le acompaña. Parece evidente que nos encontramos con el mismo mito en la frontera entre astures y galaicos. 
Navia ha sido considerada una diosa pre-celta que mantuvo su culto durante la celtización del noroeste. Le etimología de su nombre sugiere que era una diosa de los valles, quizá asociada al cauce fluvial que discurre por la práctica totalidad de los mismos. Una diosa de la fertilidad del valle, pero también del mundo de ultratumba. No es extraño. 
Tenemos que abandonar el modelo judeo-cristiano de pensamiento religioso, y pensar en un culto a deidades polifuncionales de las que sabemos muy poco. 
Las fuentes epigráficas sobre Navia son abundantes desde el suroeste de la península ibérica hasta las orillas de las costas gallegas. En Navia (Asturias) se celebra en agosto la festividad de la Virgen de la Barca. No parece descabellado ver una cristianización de un culto pagano en esta festividad. La misma fiesta se celebra en otros lugares como Muxía, o Baiona en Septiembre (en torno al 8). Ese mismo  día se celebra Covadonga, en Asturias".


Dado que el agua es el principio de la vida, su culto y las divinidades con ella relacionadas están cargadas de simbolismo en ese aspecto. El cruce de un río sería, por ejemplo, una alegoría del paso entre dos mundos, sería "el río como frontera entre este mundo y el otro", afirma Sánchez:
"Siete serpientes formaban el huevo, o piedra de la culebra, según la leyenda recogida por Plinio en su Historia Naturalis, en la cabeza de una de ellas. Una piedra con poderes mágicos y curativos que se llamaba el cristal de los druidas. El ritual seguido para hacerse con ella indicaba que hasta que no se cruzara el cauce de un río, las serpientes no dejarían de perseguir a quien se hiciera con ella. Una tradición que tenemos la suerte de tener recogida en el noroeste de la Península Ibérica hasta hace algunos años. 
El río que transitan los personajes de la diadema astur de Moñes es ese mismo lugar. Jinetes (la clase más elevada de guerreros) transitan un cauce donde nada el salmón (la sabiduría) y el ave acuática (¿una garza?, ave en la que se transformaban princesas de los sidhe irlandeses) pesca entre las patas de sus caballos".


El Camino busca ganar un poco de altura; por la toponimia (Llamas y Las Llamargas) sabemos que la veiga, en evidente zona inundable con las crecidas, fue en tiempos antiguos un lodazal, por lo que las vías principales se apartarían en lo posible de los lugares más bajos y llanos


Arriba a nuestra izquierda vemos más de cerca Ca María


Y aquí tenemos el cruce con el camino que va a Ca María (y se allí también a Ca'l Rexidor): nosotros iremos a la derecha


El Camino sigue asfaltado y baja un poco, viendo enfrente algunas casas de Allence, otro topónimo que nos explica etimológicamente García Arias y que podría tener que ver con su posición respecto al río:
"Nuestra lengua medieval conoció también dos adverbios hoy ya en desuso, aquence / allence, para significar respectivamente ‘la parte de acá’ y ‘la parte de allá’; en la toponimia sólo pervive el segundo en lugares como Allence (...). Se trata, en realidad, de un derivado del posible adverbio *ILLINCE, expresión conjetural que dejaría resultados en asturiano y en italiano actual a no ser que los topónimos tengan que ver con la posesión de LENTIUS".

De Allence vemos El Molín (a la izquierda), antiguo molino que funcionaba con el agua canalizada y embalsada del Nonaya. Más a la derecha son Las Casas del Bollu, en Villampeiru o Villampero, mencionado como Lampeiro, y referido al monte, dentro de los límites del coto de Cornellana en la que debió ser su máxima extensión medieval, así estudiados por Alejandro García Álvarez-Busto en Cornellana: historia y arqueología de un monasterio asturiano:
"Una amplia labor de campo nos ha permitido dibujar un coto monástico que abarcaría unos 50 km2 de superficie. En nuestro caso la enumeración de los hitos de cierre del coto no siempre presentará orden. El territorio acota do arrancaría en un elemento geográfico que sigue siendo límite administrativo en la actualidad de la parroquia de Cornellana y del concejo de Salas como es el reguero de Luerces (uidelit Barbatim), continuaríamos por el Pico la Viera o reguero de Avieras (per Abeleiras) y por la zona de Lorís/Figares/Las Cárcobas (Ad Petras). La frontera del coto con las tierras de la Pola de Salas, se encontrarán muy bien delimitadas con tres topónimos muy reconocibles en el presente como son Villampero (per Monten Lampeiro), el reguero y fuente de Fervienza y Monteagudo (per Montem Acutum). En la zona de Cermoño, tendremos otro de los hitos (fontem Cavornio) y cerraríamos el coto por el Suroeste con la zona de Bárcena (Veiga de Varzena). En la zona de los pueblos de Lanio y Requejo (concejos de Salas y Belmonte respectivamente) encontraremos el coto muy bien definido con los siguientes topónimos: el Campo La Parriella (per illa perrella), el Canto L’Aspra (per flumen de Asperon), Requejo (per Vadum de Requexo), el Pico Guilera (per Aquileira) y el reguero de Forga (per riuum de forga). Hacia el este del coto monástico, la frontera actual de la parroquia y concejo con el vecino concejo de Grado estará marcada por hitos como son la iglesia del Fresno (Sancta Mariam), el Pico las Tablas (per tabulas), el Alto la Merced (Illum cereisal de illa Mercede), la zona de Benes en San Antolín de las Dorigas (frexnum de Venes), La Rebollada (per Rovorigam) y la Sierra Sollera (per cordale Sancti Stefani). En el otro margen del Narcea, justo enfrente de donde indicamos que empezaba el Coto de Cornellana con el reguero de Luerces como delimitador, veremos como en la concesión se marca el cierre del coto con Serrapio (Sarrapium), el Pico La Toba (Illa toua) y las fincas de Bodo (per fontem de Bodo ubi intrat Barbatim in Narceia)".

Como buena parte de los mojones de este tramo, este ha perdido su azulejo de cerámica azul con concha amarilla, pero se le ha pintado la correspondiente flecha direccional, en amarillo. Seguimos bajando suavemente 


Desde aquí y mirando atrás tenemos una magnífica vista de Llamas, Los Pradones y La Sierra Faxas


Llamas y el Camino, con la ladera de La Cuestina, donde está la cantera


Ca'l Rei (izda.) y Ca Diego (dcha.) y, al fondo, las casas del camino a la capilla de los Dolores


Más arriba y a la derecha Ca Carmen. Bajo ella y viniendo de Ca Diego es el Camino, por donde acabamos de pasar. Al fondo y en la falda de La Cuestina es Ca María José


Seguimos avanzando en dirección oeste con Villampeiru en lontananza, al otro lado del Nonaya, verdadero 'paso entre dos mundos' pudiera decirse geográficamente: esta ribera, llana en una amplia veiga y, la otra, quebrada y montañosa


Algunos desmontes son tan abruptos que han tenido que consolidarse con hormigón, máxime después de que un argayu o corrimiento de tierras sepultad hace años la N-634 un poco más adelante, en Casazorrina, lo que obligó allí a hacerle otro trazado


Al acabar la bajada nos vamos a cruzar con dos de los caminos o pistas que recorren Los Pradones. Nosotros en ambos casos seguiremos de frente, tal y como nos indica la flecha amarilla pintada en el poste de la seña de stop


Este primero viene de El Farniegu y, el siguiente, de la orilla del Nonaya


Nosotros, como hemos dicho, seguimos de frente, en dirección oeste


Por aquí volvemos a llanear, con las colinas a la izquierda y la llanura a la derecha y, de frente, las altura de Fumarrosa y La Sierra la Rabera


Colinas que bajan de Monteagudu y La Sierra Villarraba, a nuestra izquierda, por donde baja El Regueiru Peñouba, con el que molían El Molín del Cabu y El Molín del Payeiru


Más a la derecha está la casería de La Canal, topónimo que hace referencia al canal o acequia que llevaba el agua a los molinos


El coto de Cornellana tuvo aquí sin duda uno de sus más importantes espacios de producción agropecuaria. Se lo confirmó el rey Alfonso VII en 1226, nada más llegar al trono, a los monjes cluniacenses que acababan de refundar el monasterio de San Salvador tras largos años de abandono y decadencia


Por alguna razón, oficialmente porque a Suero Bermúdez no le gustaron las innovaciones litúrgicas traídas de Francia por los cluniacenses, una de las órdenes reformadoras de los benedictinos. Este quiso revocar su donación, llegando el pleito al rey, quien falló en favor de los de Cluny, sin duda para gran disgusto de los condes, acaso porque necesitaba más de la fidelidad de los primeros que de los segundos. De todas maneras, hacia un siglo después los cluniacenses parecen desaparecer del monasterio y del coto, que figuraría ya como simplemente cenobio benedictino


Más casas de Villampeiru a nuestra derecha, con el antiguo Monte Lampeiro del documento real que delimitaba el coto. Realmente, la donación del monasterio y su coto correspondiente, para que con sus rentas y aforos el cenobio se mantuviese, había sido otorgada en 1122 por los condes Suero Bermúdez y su mujer Anderquina Gutiérrez tras haber reunido el patrimonio desperdigado, repartido entre sus familiares, en el que se dividió la propiedad del primer convento, que había sido fundado por su bisabuela la infanta Cristina Bermúdez en 1024


Atención ahora a otra doble bifurcación: en esta primera seguimos de frente por el camino asfaltado, que empieza a subir otra pequeña cuesta hacia la colina de Las Tablas
 

Dos flechas amarillas pintadas en esta piedra parecen insistir para que no nos equivoquemos en este tramo


Este trecho era, hasta hace unos años, una pista de zahorra, la cual era el resultado del ensanche del antiguo camino para servicio de estas fincas y comunicación de las poblaciones de la parroquia


La cuesta acaba pronto, saliendo al camino que comunica con Monteagudu, en el que nosotros iremos a la derecha


A la derecha vemos la señal a Monteagudu, que indica a la izquierda, y el mojón, que con su flecha amarilla lo hace a la izquierda, a donde vamos nosotros


También aquí, nada más subir, empezamos a bajar. Se hacen evidentes los trabajos de ensanche de la pista efectuados en su momento


En el mojón, otras dos flechas amarillas en él pintadas recalcan el trayecto a seguir, evitando equivocaciones


Desde el cruce la pista sí es de zahorra, muy clara. Este tramo puede hacerse especialmente duro en verano y a pleno sol, pues si bien las cuestas son livianas el calor castiga con fuerza en el valle


Aunque hay árboles y bosquetes, estos apenan proyectan su sombra sobre el Camino por el que, eso sí se avanza bien y sin problema


Prado arriba a nuestra izquierda Ca Barreo, una casería en La Rebollada, topónimo del que se deduce la antigua abundancia de rebollos, especie de roble


El paisaje, a pesar del impacto terrible de una autovía a la que no se le aplicaron las medidas paisajísticas correctoras, como es lo pertinente en lugares Patrimonio de la Humanidad y especialmente sensibles por tanto, es muy bello salvo cuando miramos a los impresionantes desgarros de las montañas de la ribera izquierda del Nonaya


Una mata de arbolado delata el curso del Regueiru Peñouba, cuyas fuentes se encuentran en varios arroyos que nacen en La Sierra las Traviesas


En esta zona es más conocido como Regueiru las Caleas, nombre de otro de los barrios de la parroquia de Villazón que enseguida vamos a ver


Sumido en la umbría de su tupida vegetación ribereña, es posible que pasemos sobre él sin darnos cuenta


En el lugar donde pasamos encima del regueiru sí cuenta con algo de sombra y es una reserva de frescor en la que, cuando es necesario, los caminantes se detienen un instante antes de continuar hacia Quintana y la iglesia parroquial de Santiago de Villazón


Este es el puente de La Carril, una antigua casería que hallaremos unos metros más adelante. Aquí pasamos sobre el regato


Aquí lo vemos, asomándonos a la barandilla de madera, pero nunca nos apoyemos en ellas, suelen ser inseguras para ello


Ahí tenemos las grandes laderas hormigonadas del Monte Lampeiro de la documentación medieval del coto de Cornellana, con Villallampeiru abajo en la carretera y al otro lado del Nonaya, en cuya vega vemos praderías y una plantación de manzanos


Reconocemos en Villampeiru a la derecha Ca Jovino, delante de La Folguera. A la derecha son las casas de El Barracón


El Camino vuelve a subir livianamente cuando vemos ya las casas de La Carril y Las Caleas


La Carril es la primera casa de la derecha, junto a la que pasa el Camino de Santiago; a su izquierda hay una panera y, a continuación, Ca Floro


Más arriba, en un cueto, Ca Gregorio y Ca Perucho 


Más al sur La Canal y La Güerta Vieya con los montes de Peñallucia y Peñamonteiros en La Sierra Villarraba


Subiendo un poco más vemos su 'gemelo' el Monte Monteagudu, asomando sobre los árboles del Regueiru las Caleas


La Carril hace referencia a 'camino de carros', un concepto abundante pero no general, pues la mayor parte de los caminos antiguos de siglos pasados eran 'de herradura', es decir, únicamente aptos para caballerías, de ahí que las recuas de mulas de los arrieros fueran los grandes transportes de mercancías de la antigüedad. Dice García Arias:
"Uno de los medios de transporte más efectivos durante mucho tiempo fue, sin lugar a dudas, el carru término originado en el céltico CARRUM ‘carro militar’ e introducido en el latín y transmitido por esa lengua. (...). 
Sobre carrum se forman una serie de derivados que aluden a diversos tipos de caminos de carros y, pro bablemente, a diversos tipos de carruajes. Así aparecen derivados del tipo *CARRALEM como (...) La Carril".

La comunicación de Salas, sobre todo por el Camín Real de la Mesa, principal acceso a la meseta, habría mejorado con las intervenciones auspiciadas en el siglo XVI por el Inquisidor General Fernando Valdés-Salas, que nunca rompió su vínculo con su villa de nacimiento ni con el solar de su estirpe pese a sus cargos en los reinos de Carlos I y Felipe II, hasta el punto de dejar estipulado hacer en su capilla panteón, en la Colegiata de Salas, su actual parroquial, que visitaremos a nuestra llegada a la villa


Cuando a mediados del siglo XVIII el jurista Isidoro Gil de Jaz es regente de la Audiencia de Asturias, se emprende una política de obras públicas que hace especial hincapié en la mejora de las comunicaciones. Es posiblemente entonces cuando se abre un camino en mejores condiciones al otro lado del Nonaya que atraviesa el pequeño desfiladero entre Cornellana y Villazón por un trayecto más llano y directo que la subida de Soberriba/Suburriba y posterior bajada a Llamas. Los monjes de San Salvador construirán en ella La Venta Ramón


Ese camino relegará al Camín Real de Galicia, por el que vamos nosotros, a vía pecuaria y será el trazado de la nueva carretera Oviedo-Villalba, también llamada de Galicia o del Occidente, que se completará en la segunda mitad del siglo XIX y desde 1939 será parte la N-634 Irún-Santiago


Una higuera y otros frutales a la izquierda del Camino; de frente la zahorra vuelve a dar paso al asfalto al llegar a La Carril



La Carril es un gran caserón un poco apartado del núcleo de Las Caleas y en el que acaba esta cuesta


Siguiendo el esquema constructivo común abajo está la cuadra y arriba la vivienda. Es posible que la planta baja, de piedra de mampostería, hubiera sido la casa antigua, ampliada en altura con una planta superior construida en ladrillo


En esta vereda crecen las hortensias y se ha instalado un cierre vallado



Al lado de la casa hay un hórreo elevado sobre bodega con cobertizo de aperos anexo


Pasada la casería de La Carril, y al llegar a esta bifurcación es donde la cuesta termina y tomamos el ramal de la derecha, que es el camino principal


Y empezamos a bajar a La Chamarga al pie de esta higuera, tal y como nos indica el hito jacobita que tenemos enfrente; al fondo vemos el Camino siguiendo ruta a Quintana


La posición de la concha no necesariamente indica la dirección, sino que esto lo hace la flecha amarilla pintada en el monolito, muy gastada, pero se intuye fácilmente que hay que seguir por aquí


Mucha atención ahora al salir de este pequeño tramo de sombra y acabar la corta bajada


El Camino seguirá recto y de frente al llegar al cruce de La Chamarga, pero durante muchos años, al menos desde 1993, cuando recorrimos el Camino Primitivo por primera vez, la señalización iba por la derecha


La Chamarga o Las Chamargas se considera, como Las Caleas y La Carril, parte del barrio de Villarraba y es fácil que este camino que va de frente fuese el trazado antiguo original ya que el de abajo, que va también a Quintana, estaría en la zona inundable de La Veiga Villazón


Naturalmente, todos estos caminos tienen un aspecto muy diferente al que debieron tener antaño. Ahora lucen allanados y ensanchados, antes debían ser las caleas de dieron origen a los topónimos camineros de esta parroquia


Muchas guías, tracks, blogs y demás publicaciones siguen describiendo el recorrido por el camino de la derecha, pero no hay demasiado problema, ambos van al mismo sitio: Quintana


Unos pequeños carteles azules con conchas amarillas y flechas balizan este 'nuevo' camino, que comienza aquí una cuesta


El Camino sube bastante recto y nos ofrece hermosas vistas de La Veiga Villazón 


Las paredes hormigonadas de la montaña impactan especialmente en el paisaje de Las Cuestas por la zona de La Trabanca y El Corru


El antiguo camino, que hemos ya dejado atrás, sigue hasta aquella casa y pasa a la llanura de La Veiga hasta, acercándose a la orilla del Nonaya, toma dirección oeste todo en llano hasta Quintana


La subida no es dura en sí misma pero se alarga, o eso nos parece, durante un buen trecho, por estos hermosos campos de Villarraba, otra antigua villae agrícola tardorromana o altomedieval de las muchas que debieron existir en la actual parroquia de Villazón, a tenor de la toponimia conservada


Las villae agrícola pudieron albergar alguna de las primeras comunidades cristianas y ser el germen, por continuidad de sus propiedades y explotación agropecuaria, de los primeros monasterios, como sucedió con la villa de Cornelio como origen de San Salvador de Cornellana o como pudo suceder con el antiguo monasterio de Santiago de Villazón


Además de la fertilidad del valle, el eje de la antigua vía Lucus Asturum-Lucus Augusti, abierta por los romanos sobre caminos más antiguos, prehistóricos, para acceder a las minas de oro, administrarlas, comunicarlas, vigilarlas y comercializar su producción, fue sin duda esencial para la fundación de estas villae en sus inmediaciones tras la conquista y el sometimiento de la población castreña parapetada en sus castros, que fueron reaprovechados como baluartes de vigilancia


Aunque la sucesión cronológica usual tenía a las villae como siguiente fase poblacional tras la de los castros, la aparición en otros lugares de granjas prerromanas no fortificadas ha transformado un poco esa visión y da a entender que, antes de la romanización, ya habrían existido asentamientos agrícolas fuera de los castros


La pista de zahorra sigue subiendo recta, como una rampa, aunque ya se ve el final de esta cuesta


Aquí empieza de nuevo el asfalto, al llegar al cruce con el camino que comunica Las Caleas con Quintana


Y una vez llegados arriba iremos a la derecha, tal y como nos manda el monolito con la concha jacobea


Y, siguiendo lo que ocurre en encrucijadas similares, nada más subir toca bajar de nuevo


Tal y como decimos, reiteramos, la belleza del paisaje en La Veiga Villazón se ve profundamente alterada por los montes de laderas hormigonadas al paso de la autovía. Esperamos que cuando algún día se inaugure tras décadas de infortunio se apliquen las medidas paliativas pertinentes de barreras vegetales acústicas y visuales


Atrás ha quedado La Chamarga y ya no vemos Llamas, aunque sí el monte de La Cuestina y, detrás, las boscosas laderas de El Ricabo, por donde hemos venido desde Cornellana tras subir a Sobrerriba/Suburriba. Arriba a la derecha es El Picu los Tayos (427 m)


Al fondo y más al este es donde el valle se estrecha entre Villazón y Cornellana, viendo a lo lejos La Sierra Sollera, que separa los valles del Narcea y del Nalón


Seguimos bajando suavemente. Prado abajo vemos, solitaria Ca'l Parra, con Villampeiru a lo lejos, entre los árboles del río Nonaya


Un hermoso carbayu se yergue sobre una bifurcación, justo donde acaba esta bajada


Aquí tomaremos la pista de zahorra a la izquierda admirando esta magnífica vista de La Veiga Villazón


Y nada más bajar empezamos a subir viendo al oeste La Sierra la Rabera


Aquí tenemos el mojón correspondiente con su concha y su flecha amarilla


En primer lugar frente a nosotros vemos La Peña Allence o de La Rabera (217 m), la primera de esta serranía. Detrás están El Monte Rei y Fumarrosa (434 m)


Más a la derecha es El Pedrouco (325 m), detrás de las estribaciones más occidentales de Las Cuestas, primera montaña de La Sierra Lorís o Llourís


Aquí abajo está la quintana de El Molín, antes referida. A su derecha vemos un poco de la carretera general (n-634) y, más abajo y más cerca, la pista de La Veiga Villazón por donde estaba antes señalizado el Camino de Santiago


Y, también en Allance, a la izquierda, entre los árboles, Ca Domingo


Este viaducto pasa sobre el valle del río Camuño, afluente del Nonaya. Al fondo está El Picu la Viesca (341 m), encima de La Veigona. Las plantaciones de eucaliptos destinados a la industria de celulosa imperan en esas sierras


La Rabera es una casería de Allance situada a la derecha del peñón rocoso, picudo y también plantado de ocalitos, alguna de cuyas casas divisamos desde aquí


Más atrás reconocemos los grandes movimientos de tierra resultado de las obras de la autovía A-63


A nuestra izquierda hay un tupido bosquete, pero a la derecha contemplamos La Veiga Villazón en todo su esplendor, como desde un mirador, como lo es este tramo del Camino de Santiago en todo este trayecto en Quintana


En todo momento vemos también el antiguo trazado oficial del Camino, donde aún se conservan flechas y mojones, cerca de El Molín


También llamado El Molín de la Veiga, su función dio a su fin cuando la secular tradición cerealística desapareció en favor de los pastizales para crianza de ganado vacuno destinado al suministro de lácteos a los grandes y crecientes centros urbanos e industriales, y también de carne


Prados ahora mayoritariamente de pasto y siega, los fardos de hierba empacados en plástico han pasado a formar parte del paisaje de esta llanísima campiña


Sí se planta maíz, pero no ya para hacer el pan con el grano de sus panoyas o mazorcas sino como planta forrajera para el ganado


El Camino avanza ahora bastante llano, con el monte Fumarrosa en lontananza. Los topónimos con raíz fumo 'humo', suelen hacer referencia a la niebla, rosa acaso sea un significado cromático


Pero también podrían tener que ver con el latín fundus, asentamientos no amurallados alrededor de las villas, y es que "por lo menos al principio los romanos contemplaban dos tipos de poblaciones no amuralladas, el fundus y el ager. El ager era un asentamiento rural más reducido, que no podría siquiera población", leemos en Wikipedia


Y de ager a per ager, 'ir por el campo', 'a través del campo', que es lo que hace el peregrino, de ahí su nombre. Compartimos el comienzo del extenso artículo que le dedica a la peregrinación la Xacopedia:
"La palabra peregrinación está formada por la preposición latina per [a través de] y del término ager [campo]. La preposición forma parte también de palabras como peligro [periculum], ‘perito’, ‘experto’ o ‘experiencia’. Para Ortega y Gasset, en La idea de principio en Leibniz y la evolución de la teoría deductiva, la raíz latina per-, entendida como viajar, proporciona una comprensión de lo que es empirismo y experiencia mucho más concreta, viva y filosóficamente importante que todas las definiciones epistemológicas que de estos términos se puedan dar. El equivalente de esta preposición latina en alemán es fahr y forma parte también de palabras como fahren, que significa ‘viajar’; gefhar, ‘peligro’, o erfahrung, ‘experiencia’. 
La peregrinación es, por lo tanto, un viaje a través del que uno adquiere una determinada experiencia y en el que ha de afrontar los peligros que se presentan en el camino. En sus orígenes, peregrinar era mucho más que viajar para realizar intercambios o para disfrutar de lo que hoy podríamos denominar turismo; resultaba un vehículo imprescindible para el conocimiento y el saber. 
La idea del viaje como sistema de aprendizaje estaba ya en la cultura grecolatina; Hermes, el dios de los viajeros, era también protector del saber, del ingenio, las artes y la astucia. Por otra parte, el propio Cristo dijo que él era “el camino, la verdad y la vida” (Juan, 14, 6). La idea de camino como ruta que se ha de seguir para alcanzar la salvación está presente en muchas religiones, que vieron la peregrinación como una metáfora de la existencia humana, que hace que nos preguntemos de dónde venimos y hacia dónde vamos, qué camino seguimos para llegar a la meta que deseamos".


La misma Xacopedia abunda en este tema en otra de sus entradas, la dedicada al peregrino:
"Del latín peregrinus, ‘el que camina o viaja a un país extraño’. Con el tiempo, el término evolucionó hacia un concepto de viaje devocional, tal y como hoy lo conocemos. En este sentido, el peregrino es la persona que realiza un camino que se dirige hacia una meta situada en un lugar considerado santo, por el hecho de que allí nació, vivió, murió o está enterrado alguien que tenga tal consideración. El camino está lleno de dificultades que tendrá que solventar para llegar a la meta, por lo que muchas veces la vida del cristiano fue considerada como una metáfora de la peregrinación, en la que hay que vencer los obstáculos y enfrentarse a ellos para alcanzar el objetivo de la salvación. Las tres principales metas de romería de la cristiandad están en Jerusalén, donde se desarrolló la vida de Jesús; Roma, donde está enterrado el apóstol San Pedro; y Compostela, que guarda los restos mortales de Santiago. 
Desde el hallazgo del sepulcro en el bosque Libredón por el eremita Paio, el obispo Teodomiro y el rey Alfonso II el Casto impulsaron el culto a Santiago y la peregrinación a su santuario, lo mismo que hicieron luego sus sucesores. Este apoyo de la Iglesia y de la Monarquía favoreció la llegada de peregrinos desde todos los lugares de la cristiandad y convirtió a Compostela en una de sus tres ciudades santas. 
Alfonso II el Casto viajó a Santiago ya en el siglo IX. Entre los siglos X y XII esta ruta constituye un factor decisivo para la expansión en la Península Ibérica de movimientos artísticos como el románico, literarios, como los cantares de gesta, y económicos, como el desarrollo del comercio. 
Los peregrinos venían a Compostela con objetivos diversos. Aunque el fundamental era el religioso, que buscaba en el Camino una vía de redención de los pecados para alcanzar la salvación, otros viajaban para pedirle al Apóstol remedio para sus males, como señal de agradecimiento por los dones concedidos, para demandarle ayuda y poder superar una dificultad personal, ante un problema sufrido por un pueblo o una nación, o para la redención de una pena con espíritu penitencial. 
“A este lugar vienen los pueblos bárbaros y los que habitan en todos los climas del orbe […]. Nadie hay que pueda narrar los beneficios que el Santo Apóstol concede a los que le piden de todo corazón. Pues han ido allá muchos pobres, que después han sido felices; muchos débiles, después sanos; muchos enemistados, luego en paz; muchos crueles, después piadosos; muchos lujuriosos, después castos […]. He aquí que la santa ciudad de Compostela ha venido a ser, por la intercesión del Santo Apóstol, la salud de los fieles, la fortaleza de los que a ella vienen”, asegura el Códice Calixtino".

Paisaje de Allence, aunque la mayor parte de sus casas no las vemos desde aquí, ocultas por la vegetación ribereña del Nonaya


Encrucijada de El Molín, en el camino 'antiguo'; a la izquierda Ca Carmina


El Molín de la Veiga, también con sus prados y maizales, cuya entrada principal es por la carretera, a la derecha del hórreo


Más al oeste, bajo La Peña Allence, el barrio se extiende linealmente a lo largo de unos 600 m por la carretera


Allí, entre los árboles, vemos Ca Rosina, en el lugar de El Salvador


Más al oeste aún Ca Aldaro, en La Rabera, con las enormes montañas de tierra de las pausadas-paralizadas-ralentizadas obras de la A-63


Más abajo, entre los árboles, está el puente sobre el Nonaya que comunica Quintana con la N-634



Cruce de Villarraba: seguimos siempre de frente y en recto


He aquí otro de los pequeños postes señalizadores, con su cartelito de la concha y la flecha


Siempre es una alegría encontrarlos, sobre todo en los cruces donde, si desaparecen, conviene reponerlos lo antes posible


Un poco más adelante vemos ya ante nosotros la iglesia parroquial de Santiago de Villazón, advocación jacobita en pleno Camino de Compostela y cuya estructura actual, basada en su completa transformación dieciochesca sobre un templo medieval del siglo XII, presenta orientación este, hacia donde miran su portada, cabildo y espadaña. A sus pies se encuentra la Fuente Santiago, excelente parada para disfrutar de la buena sombra y frescor del lugar y luego seguir hacia Salas, villa situada a unos 5 kilómetros, pasando primeramente por Casazorrina




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!