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domingo, 28 de septiembre de 2014

A PONTE DE ARANTE (RIBADEO, GALICIA) EL SANTUARIO DE NOSA SEÑORA DAS VIRTUDES Y SU FESTA DA ROMAXE: EL HOSPITAL DE PEREGRINOS DE SAN ANDRÉS, LAS PINTURAS Y LA BATALLA NAPOLEÓNICA EN EL VALLE DE LOS ANTEPASADOS DE MARADONA

A Ponte de Arante

Atravesando la parroquia de Covelas, al oeste del concello de Ribadeo, el Camino Norte de Santiago baja hacia la aldea de A Ponte, parroquia de Arante que, para diferenciarla de otras de similar nombre en parroquias cercanas, suele especificarse, al denominarla, como A Ponte de Arante, un grupo de casas en las orillas del río Lexoso, justo cuando este se une al Rego de Arante para formar el Río Grande, en un estrecho y pequeño valle lleno de historia


El Camino de Santiago, aquí pista de zahorra, baja directamente al río luego de cruzar la carretera local LU-133 en las inmediaciones de O Esfolado, viniendo de San Vicente, cabeza de la parroquia ribadense de Covelas, por A Rúa


Buena bajada ante los montes de Pena Moura (299 m), Campo da Braña, Monte dos Lousidos, As Grandas, Pena de Teixido y Chao de San Fernando. En el Catastro de Ensenada, de mediados del siglo XVIII, se menciona al monte, al lugar de A Ponte (castellanizado como la Puente) y al Camino:
por el que sigue hasta el Camino Real que de la villa de Ribadeo pasa al lugar de la Puente y atravesando dicho camino prosigue por el citado arroyo arriva hasta la Pena Moura

Los eucaliptos pueblan los antiguos montes comunales de la serranía hasta las praderías de Os Bodegos, que tenemos justo enfrente, sobre el río. Pena Moura es un topónimo recurrente y muy usual, referido a antiguas piedras dolménicas empleadas como referencias o límites ancestrales desde hace milenios, pues moura y mouro son términos que aluden a primitivos pobladores, en el significado de mouro como 'no cristiano', personificado en entes mitológicos que guardan tesoros. Leemos al respecto en Wikipedia:
"La voz latina maurus (de donde el gal. mouro) para el filólogo Isodoro Millán procede del celta mrvos afín al término indoeuropeo mr-tuos, que nos conduce al latín mortuus. De ahí que muchos autores sostengan que los mouros eran razas ya desaparecidas, muertos. Para otros su nombre está relacionado con el gallego ouro. Y es que los mouros eran criaturas que vivían en el subsuelo en guaridas y túneles bajo la tierra, donde —dependiendo de la zona— se dedicaban a la extracción del oro (de ahí el porqué de su nombre). Eran presentados como «no bautizados» y paganos (hay que recordar que Galicia estaba muy influenciada por la iglesia en esos momentos). Los mouros trabajaban en la orfebrería y en algunos casos eran oscuros de piel, como si fuesen gente ajena a la tierra gallega, mientras que las mouras tenían fama de hechiceras y eran pelirrojas ("rubio" es usado en gallego para referirse al color rojo, no al amarillo como comúnmente se piensa) de tez blanca. Son iguales a los humanos excepto en que viven bajo tierra, son ricos, tienen poderes mágicos o viven bajo algún encantamiento; se suelen aparecer a personas en solitario proponiéndoles pruebas de valor, o bien realizan negocios o intercambios con los humanos de los cuales éstos son pagados con oro, excepto si cuentan a los demás el origen de su riqueza (el negocio con el mouro) en que el oro se convierte en piedras o carbón. También poseían fama de guardianes de fabulosos tesoros, que constituyen el origen de la riqueza de varias familias. 
Los mouros también son la forma que tenía la gente siglos antes de explicar el origen de los castros, las mámoas (túmulos) y otras estructuras de origen antiguo y desconocido para los campesinos. También se decía que los mouros habían vivido en tiempos pasados en Galicia y que luchaban constantemente contra diferentes pueblos como romanos, visigodos, franceses, etc. Hasta que los expulsaron de esta tierra, a la gran mayoría. Esta leyenda trata de explicar el aspecto de fortaleza militar de los castros galaicos."

En O Esfolado llegamos a este cruce, bajando seguidamente a la derecha. De mouros y mouras, si bien como ente mitológicos están abiertos a múltiples interpretaciones según cada informantes, son así descritos en Wikipedia:
"Las mouras son seres feéricos, de piel blanca y cabello rubio que habitan bajo tierra o bajo el agua.​ Lucen lujosos vestidos cubriendo ocasionalmente sus descalzos y bellos pies, llevan suelto su largo cabello y se adornan con maravillosas joyas. Es el origen del ciclo melusino y aclara el sentido de las cantigas medievales, de la enamorada "belida" lavando sus cabellos en la fontana fría. En O Val, Narón (Galicia) los vecinos de la parroquia representan esta leyenda en la Pena Molexa en la noche de San Juan.
Con frecuencia las gentes del lugar se encuentran con las mouras mientras están hilando con el huso y una roca. En estas ocasiones no es extraño que los sometan a diferentes pruebas o que utilicen sus poderes mágicos contra la persona que perturbó su actividad. 
Sentándose a orillas de los manantiales o ríos, lavan, peinan sus cabellos con peines de oro, mirándose en un áureo espejo y aguardan. Son el eco de las Matres celtas, trasunto (Pena Graña) de la joven Mater, que según el principio "la Soberanía escoge", busca digno marido, merecedor de gobernar el reino y compartir con ella sus riquezas. Sometiéndolo previamente a una encubierta prueba la Moura mostrará al pretendiente un fabuloso tesoro y le pedirá que elija lo que considere de más valor."

Al llegar a este mojón empieza el tramo de suelo asfaltado en la bajada hacia el río, comunicando las casas de este hábitat más bien disperso de nuestro entorno, a excepción del pequeño grupo de A Ponte de Arante, abajo en el paso del río, cuyas casas, en torno  destaca en el fondo del valle, en torno al puente, el Camino y la capilla-santuario de Nosa Señora das Virtudes, también llamada Nosa Señora da Ponte


La pista, asfaltada y ancha, lo suficiente para pasar holgadamente un vehículo y cruzarnos con él sin excesivo problema, llega aquí a la carretera LU-P-5203, normalmente sin tráfico o muy poco, donde iremos a la izquierda, en dirección a Cedofeita


El mojón con su concha y flecha (este el elemento netamente direccional), nos confirma la dirección a seguir, ofreciéndonos este lugar una excelente vista de A Ponte con su iglesia, la cual fue fundada, al decir de sus inscripciones, por Pedro Pardo de Aguiar en 1519. También se llamaba Santa María da Ponte das Mestas, pues una mesta es una unión de ríos. Junto a ella hubo hospital de peregrinos, el Hospital de San Andrés, fundado en esa misma centuria por el canónigo de Mondoñedo Juan Marqués


Estamos, según el mojón, a 178 kilómetros... y poco más, de la Praza do Obradoiro en Santiago de Compostela


El hospital de peregrinos inició su función en 1543, bajo mandato de dar gratuitamente a los romeros casa, cama, luz y leña. En su escritura fundacional se menciona el servicio al camino que viene de "León y Oviedo y Asturias y Ribadeo". Asimismo se estipula que este hospital acogerá "romeros e peregrinos e caminantes que por dicho camino van y vienen y pasan de una parte a otra y mucha cantidad de gente", según la información que cita el historiador Juan Ramón Fernández Pacios , que estudió su documentación, nos informa la Xacopedia


Tenía seis camas con ropa donde podrían hacer noche "los dichos romeros pobres y peregrinos sin por ello pagar cosa alguna". Funcionó hasta principios del siglo XIX aunque en su última etapa ya en muy precarias condiciones. En 1813, falto de ropa, camas y demás enseres, con muy escaso paso de peregrinos, el Concello de Ribadeo pidió que las rentas para su mantenimiento se destinasen a una nueva escuela para niños pobres de las parroquias de Arante y Covelas


Seguimos bajando carretera adelante. Estos caminos eran antaño muy frecuentados por peregrinaciones locales, dado la Virxe da Ponte era muy milagrosa, por lo que mucha gente de estos contornos acudía a hacer ofrendas, además por supuesto de los romeros jacobitas. Lo explica muy bien Antonio Herrera en su magnífico blog Rincones de la Mariña:
"Desde la Baja Edad Media el santuario ha sido objeto de veneración y de visita por los fieles: por la fama milagrera de la imagen de la virgen, el número de exvotos, las fiestas y procesiones marianas que se celebraban, así como las limosnas, misas encargadas y celebradas; pero sobre todo por su situación al lado del camino Real, por el que pasaron miles de peregrinos a Santiago.
Por ello, a mediados del siglo XVI, el canónigo de Mondoñedo, nacido en Ribadeo, Juan Marqués, fundó en el lugar de Nosa Señora da Ponte un hospital para pobres y peregrinos, a los que había que darles, sin mediar pago alguno, casa, cama, luz y leña. En el año 1579 se otorga escritura de fundación por el que se dan al hospital, puesto bajo la advocación de San Andrés, la casa en el que estaba establecido, la huerta y plaza, dos molinos y una heredad cercana a ellos. 
El hospital funcionó como tal hasta el año 1813, donde por falta de ropas, camas ni preparativos para el hospedaje, el concello de Ribadeo solicitó que las rentas del hospital se destinaran al sostenimiento de un escuela de primeras letras para la juventud pobre de Arante y Cubelas."

Atención ahora, porque justo delante de esta casa, dejamos la carretera LU-P-5023 y tomamos el camino que baja a la derecha, la LU-P-5204


Abajo, en el río y enfrente de nosotros, vemos Os Batáis, donde hubo batanes que trabajaban con la corriente fluvial, bajo A Pena Moura, lugar en el que funcionaron aquellos mecanismos que le dieron nombre, batanes, en el plural gallego de la zona, y en general de todo el gallego oriental, batáis, para unos relacionado con batir, del verbo latino battuere , y para otros del árabe battan, de bitana, piel de carnero preparada


El batán es un mecanismo de gruesos mazos movidos por un eje que, con la fuerza motriz del agua embalsada de los ríos, como los molinos, se pone en marcha golpeando paños y tejidos para desengrasarlos, enfurtirlos y darles forma, haciendo de ellos una especie de fieltro


Bajando, vemos la vegetación ribereña que delata el paso del río, justo al pie de Os Bodegos a la izquierda y de A Ponte a la derecha


A Ponte y A Costa de Arante. Aquí se libró en el año 1809 la famosa Batalla da Ponte de Arante, cuando 300 (ó 200, según las fuentes que consultemos) campesinos, hombres y mujeres de las aldeas cercanas, hartos de abusos y llamados a las armas por el alcalde de Sante (Trabada), Melchor Díaz de la Rocha, se enfrentaron a las tropas del general francés François Fournier, que ocupaban Ribadeo y que, tras proclamar a José Bonaparte como nuevo rey, regresaban por aquí a Mondoñedo, cortándoles el paso y causándoles bastantes bajas. La vecindad de las parroquias estaba desesperada ante los abusos de la soldadesca y sus exigencias de grandes suministros y vituallas que sacaban de los pueblos de todo este territorio, el más fértil de Ribadeo, entonces y ahora. Así nos lo explica Wikipedia:
" Con motivo de la Guerra de la Independencia, los dos primeros días del mes de enero de 1809 tuvo lugar la invasión, por parte de los franceses, de las tierras gallegas. En la comarca de La Mariña Oriental los protagonistas serán los ayuntamientos de Ribadeo y Trabada, donde el alcalde Melchor Díaz de la Rocha ofreció una tenaz resistencia al general francés François M. Fournier y a sus tropas. Tras la constitución en 1808 de la Junta de Defensa de Ribadeo con una guarnición militar de veinticinco soldados, las tropas napoleónicas entraron el 25 de enero de 1809 en Ribadeo sin encontrar oposición, exigiendo una gran cantidad de alimentos en las aldeas de los alrededores. Eran 150 los hombres que el general francés habíua enviado a Ribadeo desde la ya conquistada villa de Mondoñedo. Ante estos abusos, el alcalde de Sante reaccionó convocando a los vecinos de Sante, Vidal, Villaosende, Cedofeita, Balboa y Cogela para que se negasen a las exigencias de los franceses y se armasen en defensa de sus familias, sus haciendas y su país. Así fue como el 29 de enero de 1809, Díaz de la Rocha se presentó ante los franceses con 300 vecinos armados de escopetas y hoces. Dispuestos a defender el camino entre Mondoñedo y Ribadeo, conocido como el de Nosa Señora da Ponte, ocasionaron al enemigo la pérdida de 5 hombres y tres caballos ya al primer día. En los siguientes días, los vecinos fueron capaces de forzar la retirada del ejército francés hacia Mondoñedo, causándoles en total la baja de 60 soldados y 25 caballos. Fournier esperaba en Mondoñedo la llegada de refuerzos de Lugo y Ferrol, y, al recibirlos, los franceses entraron en Ribadeo definitivamente."

La falta de apoyo exterior a causa de las desavenencias en la Junta de Asturias, que con sus efectivos operaba en las cercanías, unidas al poco interés de las autoridades encargadas de la defensa de Ribadeo y Mondoñedo, hicieron a Díaz de la Rocha desistir de su lucha, refugiándose en A Coruña, donde vivió hasta pasada la guerra, regresando luego a su casa natal de Santadarredeiro en Sante, en la que falleció en 1839. Sus descendientes, saga familiar de los Díaz de la Rocha, destacaron como indianos benefactores y también como artistas, siendo bien estudiada por el erudito Martín Fernández en su artículo para La Voz de Galicia titulado Los Díaz de la Rocha, dos emigrantes  filántropos y famoso pintor


Esta batalla fue el origen de la Festa das Cruces, donde gentes de las parroquias ribadenses de de Arante, Covela, Cedofeita y Ove, junto con las trabadenses de Valboa, Vidal y Sante, cuyas gentes lucharon contra los soldados, portan cruces y hacen ondear pendones conmemorando aquella victoria. Así se realiza el ritual, según explica J. Alonso en La Voz de Galicia el 19-5-2018 en el artículo Lo que oculta el bandeo del pendón en Arante:
"A grandes rasgos, la tradición dice que el día de la romería, desde el amanecer, gaiteiros recorren Vilamariz, Bestilleiros y A Ponte, anunciando el comienzo del día festivo. Al tiempo los vecinos de cada parroquia salían temprano hacia A Ponte, precedidos por su cruz y pendón. Llegaban desde las dos partes del río y los que acudían desde Vidal y Arante se detenían en el cruce de Os Bestilleiros que va a Vilamariz, mientras el resto esperaba en el puente que está junto a la capilla.

Al mediodía, el párroco realiza el acto de bendición de los campos en Os Bestilleiros y, a continuación, las cruces y pendones de Vidal y Arante comienzan el recorrido en procesión hasta la capilla. Ya allí, una representación de la parroquia de Ove los recibe. Tras los saludos de rigor, con la inclinación de cruces y pendones, las cruces de Ove y Arante se dirigen al interior de la capilla. El derecho a presidir la procesión corresponde a la Cruz de Malta en su pendón, la parroquia de Ove, a quien acompaña la de Arante por ser la parroquia donde está situada A Ponte
La procesión sale de la capilla, con las imágenes de la Virxe das Virtudes, la Virxe do Socorro y Santiago Apóstol. Llegados a la parte posterior de la capilla se celebra el ritual de los pendones y las cruces en homenaje a la Virgen. Los porteadores se colocan frente a frente y comienzan a arriar los pendones: primero con una inclinación a tierra, a la que sigue la recogida y avanzar un paso. Lo hacen tres veces. Primero hacia delante y después hacia atrás. 
Sigue el bandeo del pendón, con un vecino en el centro del atrio, de rodillas, que le da siete vueltas hacia cada lado, haciendo el cambio de sentido sin dejar de girar y sin que la cruz que corona el pendón roce en el suelo. Al finalizar, el resto de pendones y cruces se arrían sobre él. Finalmente, la comitiva regresa a la capilla dando dos vueltas a su alrededor, para concluir la misa"

La primer casa que encontramos en el núcleo de A Ponte es Casa Panta, que antaño tuvo bar y tienda


A la entrada dispone de un hermoso banco de color blanco, ante el Camino y dando vista a la capilla, que ahora nos disponemos a visitar


Los tejados negros de lousa de pizarra son una característica fundamental del paisaje arquitectónico de estos concellos, hemos empezado a verlos en el occidente de Asturias y así continuará hasta la Serra da Cova da Serpe y las serranías que separan Lugo de A Coruña, límite occidental de una gran veta pizarrosa que desde el Mar Cantábrico abarca al sur hasta Ancares, el Bierzo y llega a Portugal


Llegamos así al puente sobre el Rego Lexoso, puente que dio nombre a la localidad, sin embargo este es uno nuevo, de acero y hormigón, pues el antiguo había quedado muy afectado por las crecidas y riadas, así como por el paso del tiempo



En estas fotografías del panel instalado por la Deputación de Lugo podemos hacernos idea de hasta qué punto de peligrosidad había llegado su calamitoso estado, amenazando derrumbe


No obstante su estructura constructiva era aparentemente muy interesante y siempre nos hemos preguntado si hubiese sido factible una reconstrucción más fiel a su estado original, pues habrían constituido un aliciente más en este señalado enclave tan marcado, insistimos, por el Camino y por la historia


El actual, bien es verdad, responde a las necesidades de comunicación actuales, con calzada bien ancha para que se crucen dos coches y aceras peatonales a ambos lados, con barandillas metálicas


Vista del Rego Lexoso desde la parte derecha del puente, nace en los montes de Trabada, cerca de la aldea de A Fórnea, y aquí marca la divisoria entre las parroquias de Covelas y Arante


Y vista desde la barandilla de la izquierda: poco más allá el Rego Lexoso se une al Rego de Arante y a partir de allí es llamado Río Grande, desembocando en la margen izquierda de la Ría de Ribadeo o del Eo


En el bicentenario de la Batalla da Ponte de Arante, año 2009, se realizó una recreación histórica de todo lo aquí entonces acontecido durante el disputado paso del río por los franceses. Esta es la crónica del periodista Iago Casal para El Progreso del 1 de junio de aquel año:
"Cerca de 1.500 personas presenciaron el pasado domingo 31 de mayo la representación de la batalla de A Ponte de Arante que se realizó en el mismo lugar, perteneciente al municipio de Ribadeo. La puesta en escena fue llevada a cabo con grandísimo acierto por 44 miembros de diferentes asociaciones napoleónicas de Galicia, Asturias y Castilla y León, que dejaron entusiasmados al numeroso público presente. 
Esta actuación se enmarca dentro de los actos de conmemoración del bicentenario de la Guerra de la Independencia. Los habitantes de A Ponte recordaron así una batalla en la que los vecinos de las diferentes parroquias de Ribadeo y Trabada lograron parar la invasión francesa, que por aquel entonces se dirigía hacia Asturias. 
Con motivo de esta fecha histórica se descubrió una placa conmemorativa de la victoria mariñana contra las tropas del general Fournier. El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez Barcia, junto con su homólogo de Trabada, José Manuel Yanes, fueron los encargados de dar a conocer el recordatorio."

Si bien la batalla se libró en enero, para garantizar mejor tiempo y afluencia, su recreación se realizó en primavera coincidiendo con la popular Festa das Cruces, la cual adelantó aquel año un día su inicio:
"El gran atractivo de esta cita estuvo, sin lugar a dudas, en el increíble grado de realismo mostrado en la actuación. «Nuestra intención era hacerlo parecido a lo que pasó. En la zona, cuando llegaron las tropas de Napoleón las diferentes milicias locales dieron la voz de alarma, de forma que atacaron a los franceses en el puente, lográndose una victoria parcial, ya que al final los soldados regresaron con más refuerzos», explicó Manuel Arenas, presidente de la asociación histórica y cultural coruñesa ‘Royal Green Jacket’. 
Para hacer más real la representación se contó con seis caballos, dos cañones y numerosas armas de infantería. Este último aspecto es uno de los más complejos de la puesta en escena, ya que cada objeto histórico es realmente caro. «Un mosquete llega a costar 1.000 euros y un traje unos 900. Por eso es una pasión algo cara», indicó Arenas."

En la sacristía de la capilla de A Ponte, mirando al puente y al río, a la derecha de la ventana, se colocó la placa conmemorativa el 31 de mayo. Dada su trascendencia, la celebración del bicentenario acaparó asimismo la atención en la vecina Asturias, así la corresponsal Nuria M. Reyero titula Arante vence dos veces a Napoleón su reportaje para La Nueva España publicado el 2 de junio:
"Doscientos años después del enfrentamiento, la localidad de Arante, en Ribadeo, volvió a revivir la victoria sobre las tropas napoleónicas en sus tierras. Eso sí, con la diferencia de no haber heridos ni bajas y con la presencia de un público expectante ante lo que acontecía. 
Y es que el pasado fin de semana tuvo lugar la recreación de la batalla que en el año 1809 enfrentó a los vecinos de las siete parroquias de Ribadeo y Trabada y el ejército francés. De nada sirvieron las armas y la fuerza de los 150 soldados invasores, comandados bajo el mando del general M. Françoise Fournier, cuando pretendían regresar a Mondoñedo desde Ribadeo tras proclamar rey de España a José Napoleón I. La astucia y la gran resistencia por parte de los valientes gallegos, defensores de sus tierras, consiguieron derrotar a los hombres de Fournier y frenar así el paso al ejército francés hacia su destino. 
La representación escénica del acontecimiento fue protagonizada por los miembros de diversas asociaciones napoleónicas procedentes de Galicia, Asturias y de Castilla y León. Pero los numerosos asistentes al acto también aportaron su granito de arena en la recreación. Bajo el estruendo de los cañones se podían oír gritos del público de «¡Viva Galicia!» y « ¡Viva Fernando VII!», aportando así un papel importante en la representación. Los aplausos no cesaban, y las risas también se hicieron notar ante los comentarios jocosos de los luchadores. «Ven aquí, que te vas a enterar», le decía un militar francés a uno de sus rivales. 
Y es que no faltó detalle alguno en la recreación de la batalla. La vestimenta que llevaban los miembros de ambos bandos, tanto los franceses como los campesinos gallegos, se ajustaron a la perfección a los trajes de época. Tampoco faltaron los cañones ni las armas, así como los caballos, cuyas riendas parecían estar dirigidas por auténticos militares franceses."

La placa conmemorativa fue descubierta al empezar los actos de tan memorable jornada, si bien anteriormente ya se había montado el campamento de la soldadesca, entre gran expectación, como bien explica en su artículo Nuria M. Reyero:
"Antes del comienzo de la batalla, las autoridades de Ribadeo y de Trabada descubrieron una placa conmemorativa en la iglesia parroquial de Arante, como recuerdo de la gran lucha acontecida entre los vecinos gallegos y el ejército de Fournier doscientos años atrás.
Pero los acontecimientos ya habían dado comienzo el sábado con la recreación de un campamento y de la dotación de un fuerte de la época, en el Fuerte de San Damián. También hubo un desfile por las calles del casco viejo de Ribadeo para representar, a continuación, la liberación del pueblo gallego de la invasión napoleónica en la plaza de España. Galicia echó una mirada atrás a su historia con la recreación de esta batalla, y, con ello, recordar la gran hazaña de derrotar a un ejército tan temido como el de Napoleón."

Pasamos junto a la portada norte, de arco de medio punto y una estructura muy propia del tiempo en el que se fundó este templo. De la multitudinaria romería de la Festa da Romaxe das Cruces, declarada de Interés Turístico, encontramos esta buena información en Agenda de Cultura de Galicia:
"En el santuario de Nuestra Señora de las Virtudes en el Puente de Arante se lleva a cabo una de las romerías más destacadas del Ayuntamiento de Ribadeo, donde es costumbre bendecir los campos (para proteger las cogidas) y cantar rogativas, tradiciones que datan del s. XV. Al mismo tiempo, esta fiesta sirve para conmemorar la batalla y victoria de los vecinos de las siete parroquias contra el ejército de Napoleón, pues en este mismo lugar, allá por el año 1809, se desarrolló la lucha entre los vecinos y el ejército de Napoleón.

El nombre de la romería viene de la asistencia de los vecinos y vecinas de siete parroquias con las siete cruces: las de Arante, Ove, Cedofeita y Covelas del ayuntamiento de Ribadeo y las de Vidal, La Valboa y Sante del ayuntamiento de Trabada.

El momento más vistoso de esta celebración es el ritual de los pendones y de las cruces cuando los portadores se colocan unos frente a los otros y comienzan la arriar varias veces. Luego, se realiza el bandeo del pendón, un ritual que requiere de gran destreza, fuerza y precisión para que, yendo paralelo al suelo, no llegue a tocarlo."

Estimamos imprescindible aportar un vídeo de tan asombrosa danza "con una escenografía que comienza con la bendición de los campos y en la que todos los pasos, movimientos, vueltas a la iglesia, están medidos y justificados", escribe J. Alonso para La Voz de Galicia


Y este es el arco de medio punto de la portada lateral, que mira al norte y al Camino, hecho según pautas sencillas en un momento en el que triunfaba el estilo plateresco, una evolución artística y arquitectónica que conjuga diversos artes a su vez, por eso se la da en llamar gótico plateresco, protorrenacimiento, estilo Isabel, estilo Reyes Católicos y estilo Príncipe Felie entre otros. No obstante estas adscripciones estilísticas, empezando por su propia denominación (aplicada mucho tiempo después) están siempre sujetos a debate


Un completo panel nos adjunta buena información del santuario y de sus tesoros artísticos, enterándonos que guarda en su interior magníficos frescos de enorme interés. Lamentablemente las pinturas sufrieron daños por las lluvias de agosto de 2020, si bien hay ya proyectos de rehabilitación que esperamos lleguen pronto a buen fin


Estos antiguos frescos fueron descubiertos en 1970, con abundantes imágenes, entre las que destacan las que rememoran su construcción y la del milagro, atribuido a la Virgen, de la salvación de un naufragio en el Cabo San Antonio del barco Santa Catalina del que era capitán Domingo de Carranza e Aguiar, cuando en 1594 se embarcó a las indias


Por eso, sin pasar de largo, aprovechamos para hacer esta llamativa foto de su fachada oeste desde este estratégico espejo panorámico del cruce, en el que se aprecia la portada occidental, diferente de la anterior pero también de arco de medio punto, su ventana saetera encima de ella y arriba la espadaña del campanario, antes de entrar adentro. En la página Ribadeo. Alén do Camiño, nos ofrecen esta completísima ficha de tan emblemático santuario, por la que nos enteramos que el hospital desapareció en la riada de 1843, con todas sus imágenes:
"El barrio de A Ponte, que debe su nombre a la existencia de un puente donde se juntan el arroyo que proviene de la fraga de Arante y el río Lexoso, y el templo de Nuestra Señora de las Virtudes fueron espacios referenciales para caminantes y fieles al lado del antiguo Camino Real, hoy Camino Norte de Santiago, que desde Ribadeo nos lleva hasta la ciudad episcopal de Mondoñedo. 
En este lugar se documenta la actividad hospitalaria vinculada al Camino ya desde el siglo XVI, con la fundación del hospital de pobres y peregrinos de San Andrés. Los peregrinos solo podían pasar una noche, el encargado de recibirles era el hospitalero, al ser esta una de sus funciones al igual que hacer las camas y la comida “y tenga cargo de labar la ropa y hazer y dar lumbre a los dichos romeros”. 
En 1834 una gran riada llevaría por delante el edificio del hospital y la capilla de San Andrés con sus imágenes que estaba unida al mismo, desapareciendo en esta fecha. 
Por otro lado, desde la Baja Edad Media, la ermita de Nuestra Señora de las Virtudes fue un santuario muy visitado y venerado. La fama de milagrera, el gran número de exvotos dejados por los fieles, las fiestas y procesiones marianas que aquí se celebraban, los donativos recogidos y su situación al lado del camino son pruebas de la atracción que durante siglos ejerció este santuario y que aún perdura en nuestros días. 
A principios del siglo XVI, el santuario tenía la estructura interior que conserva en la actualidad. Está compuesto por una sola nave rectangular con tres puertas de medio punto, un arco triunfal apuntado y una capilla mayor (presbiterio). La capilla presbiterio, el altar mayor y el retablo de madera policromada, de estilo renacentista, con fecha de 1570. 
Los obispos mostraron un marcado interés por el culto en el santuario como muestra el hecho de que a finales del siglo XVII el cura de Arante fue autorizado a celebrar dos misas en la ermita, cuando por norma general los párrocos no podían celebrar más de una misa dominical. Así mismo, la documentación de la época apunta a que se hacían por lo menos dos o tres procesiones anuales, en la actualidad se celebra una sola el lunes de Pentecostés."

Por eso, antes de seguir y si tenemos la ventura de encontrar la capilla abierta o de que alguien nos la abra, no dejemos de visitar su interior para admirar  todos estos frescos pintados en buena parte de las paredes del templo: muro norte, muro sur y ábside, este con su altar y arco triunfal ojival, gótico, a la derecha, por ejemplo, en el muro sur, está el gran mural que representa el drama del Santa Catalina, que es posterior a los demás


Se trata de un ex-voto, promesa y ofrenda a la Virgen patrona del templo, a la que se encomendó el capitán Domingo de Carranza en plena tempestad, con el barco desarbolado y él ya en el agua, cesando milagrosamente el rigor del temporal. Volvemos a Antonio Herrera y su blog Rincones de la Mariña, quien no ofrece explicación de la pintura y transcripción del texto:
"Se representa el viaje Domingo de Carranza e Aguiar, capitán de infantería, que en 1594 embarca en un navío rumbo a las indias. Durante la travesía, un temporal le arroja al agua y desarbola la nave. Viendo próximo su final, se encomienda a la Virgen de las Virtudes, y ocurre el milagro: el capitán salva su vida y el mar se calma. Después, sin apenas velamen, vientos favorables llevan la nave y a la tripulación sanos a salvos a puerto. La pintura se trata, pues, de un exvoto, una ofrenda en recuerdo de un bien recibido del capitán agradecido, en alabanza y gloria de Dios y de la Nosa Señora. 
Bajo la pintura reza la inscripción donde se relata tan aciago viaje: 
"Domingo de Carranza e Aguiar, capitán de infantería española (...) estivo nesta igresia de Nosa Señora das Virtudes no ano 1594. No mesmo ano embarcou para as Indias nunha nave (...) Catalina (...) por Capitán o ano seguinte de 1595 en cavo de San Antón (...) e deulle unha tan recia tormenta de furacán e Norte que partiu as dúas arbores, o maior (...) e (trinou) o (...) a nave coas belas bacias (...) caeu ó mar e vendose en tan grande peligro de morte encomendouse á Virxe Santa e despois milagrosamente estando afundidos veu (bo) tempo e o mar en bonanza e salía a nave días despois do trebán andivo mais de duascentas sesenta leguas asta (...) estimaba que era causa imposible de poder (...) catro (...) que se non fose milagre tan (...) daquela cidade foi manifesto a todos e sairon en procesión co Santísimo Sacramento (...) Don Gonzalo de Amoeiro e Candia, chantre e Coengo (...) de Mondoñedo (...) a nao un vestido de carmesí, unha lámpara de prata e unha arroba de aceite a Nosa Señora (...) en loubanza e grería de deus e da sua Santísima Nai Santa María das Virtudes. Ano Domini 1606".

 Críticos de arte subrayan la importancia de estas pinturas por ser muy escasas, en esta época, las pinturas murales con temas del mar, ya que sólo aparecían sobre tabla."


Detalle del barco destartalado llegando a puerto, con gran expectación y presencia de autoridades


Vamos a pasar ahora al muro norte, a la izquierda según entramos por la portada oeste, donde están los frescos más antiguos, encima de la puerta lateral septentrional, la que mira al Camino. Diversos autores las atribuyen al pintor Juan Llombart, natural de Santiago y empadronado en Viveiro (luego en Mondoñedo), autor de diversas obras en iglesias de la comarca así como en el consistorio viejo de Mondoñedo



Aquí tenemos pinturas tardogóticas de la Asunción de la Virgen (a la izquierda), la Coronación de María (en medio) y el Descendimiento (derecha), junto con una inscripción de da cuenta del fundador y fundación del santuario: "Esta obra mandó hacer el Sr. Pedro Pardo de Aguiar, Señor del coto de Samarugo a su costa se inició de nuestras Sra. en el año 1516". Fijémonos en los motivos laterales en forma de bloques, transmitiendo sensaciones de volumen, perspectiva y profundidad. Los detalles repetitivos son un recurso usual en el arte, en aquel momento no dejarían se ser filigranas, si bien en su origen también revelaban alegorías de continuidad, eternidad, resurrección


En la parte inferior, un sogueado, otro adorno muy común en el arte de todos los tiempos y todos los estilos. Además de separar las imágenes del texto hace de hilo conductor, así como, en vertical, los zigzags entre una y otra escena, con su percepción de movimiento. En lo concerniente a la conservación del templo y sus pinturas El Progreso daba esta noticia el 14-2-2021:
"El delegado de la Xunta en Lugo, Javier Arias, anunció este sábado que el Gobierno autonómico destinará 183.000 euros a mejorar la conservación de la iglesia de A Ponte de Arante, en Ribadeo, con el fin de proteger las pinturas de dicho templo, consideradas únicas en Galicia. Arias indicó que decidieron intervenir porque la iglesia presenta una serie de patologías ocasionadas por humedades que afectan tanto al exterior como al interior del edificio. 
El proyecto básico de ejecución está a punto de finalizarse pero las principales actuaciones contempladas pasan por "actuar sobre os revestimentos, a través do picado e posterior revestimento con pintura ao silicato para corrixir os problemas de humidades no exterior. Tamén se prevé a retirada da escada adosada ao paramento sur do templo, xa que está a provocar unha forte entrada de auga ao interior do muro". 
Los problemas de humedades afectan también al interior, de ahí que esté prevista la retirada de los revestimientos para favorecer la ventilación de los paravientos. Para solucionar la entrada de agua por la cubierta, esta se sustituirá y se colocarán nuevos canalones y bajantes. 
También se instalará una nueva iluminación que mejorará la iluminación ornamental de las pinturas. 
UN ALTO VALOR. El responsable autonómico lucense recordó que además del valor cultural que tiene este santuario de Nosa Señora das Virtudes "destaca igualmente pola súa importancia histórica que se reflicte na celebración da Romaxe das Cruces. Así, cada ano o barrio da Ponte, en Arante, celebra unha nova edición desta festa, declarada de interese turístico, para conmemorar a vitoria sobre as tropas napoleónicas dos veciños e veciñas de sete parroquias de Ribadeo e Trabada: Arante, Ove, Cedofeita, Cubelas, Vidal, Balboa e Sante". 
Y añade que a todo ello se añade que es "parada obrigada no Camiño Norte, para aqueles que realizan a ruta xacobea, na etapa que discorre entre os municipios de Ribadeo e Lourenzá"

De la mano de Antonio Herrera en Pinturas murales de Nosa Señora da Ponte empezamos por la escena de la derecha, el Descendimiento:
"Los evangelios narran que después de la muerte en la cruz de Jesús de Nazaret, José de Arimatea pidió a Pilato el cuerpo de Jesús; éste preparó el descendimiento y posterior sepelio. En la escena, aunque la pintura está bastante deteriorada, se muestra a Jesús ya descendido, sobre los lienzos que Nicodemo y José dispusieron para bajar el cuerpo; el rostro de uno de ellos apenas se distingue sobre la cruz. La Virgen recoge a su hijo en su regazo y le rodea con el brazo izquierdo por la cintura. De ella apenas se reconoce parte del velo que cubre su cabeza. A los pies de Jesús aparece la figura de María Magdalena, porta los ungüentos y especias aromáticas con las que, según la costumbre judía, sepultaran el cuerpo envuelto en lienzos."

Del de la derecha saltamos a la izquierda, la Asunción de la Virgen:
"En la siguiente escena, también bastante deteriorada, se muestra a la Virgen entrando en un cielo estrellado en posición orante, acompañada por dos ángeles. Los primeros testimonios de la fe sobre la Asunción aparecen en los relatos apócrifos titulados «Transitus Mariae», cuyo núcleo originario se remonta a los siglos II-III en los que se refiere que cuando la virgen terminó sus días en la tierra, el cuerpo y alma de la madre de Jesucristo fueron ascendidos a los cielos. La Asunción fue definida como dogma de fe por el papa Pío XII en 1950. El dogma afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte de modo que, mientras que para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio."

Y en medio la serie culmina con la Coronación de la Virgen:
"En esta última escena mariana, se muestra a la Virgen María, que tras subir a los cielos, es coronada por la Trinidad, con el Padre a la derecha del espectador, el Hijo a la derecha del Padre y el Espíritu Santo en una posición central, figurado simbólicamente como una paloma. Esta creencia se basa en la tradición y su referencia en los libros sagrados de la Biblia se encuentra en el Apocalipsis."

Vamos ahora hacia el altar con su arco triunfal gótico y su retablo dieciochesco. A los lados, sendas imágenes en hornacina, la de la derecha Cristo crucificado en el Gólgota y a la derecha San Juan, ambos del siglo XVIII. En Los retablos de Nosa Señora das Virtudes da Ponte, Antonio Herrera no ofrece esta impecable descripción:
"Pintado en la pared, se abre el telón para mostrar un cielo estrellado que enmarca el retablo mayor. El retablo consta de dos cuerpos, en el inferior aparece la efigie de la Virgen de Nuestra Señora de las Virtudes, con un fondo pintado de carácter floral. A ambos lados San Miguel y el ángel de la guarda pintados al óleo sobre las tablas; y dos tallas, a la derecha de la virgen Santiago matamoros y a la izquierda otra imagen de la virgen de cuerpo pequeño. En el cuerpo superior, aparece la imagen de un Cristo crucificado, del siglo XVIII, tras la cruz un fondo pintado de la ciudad de Jerusalén amurallada, y el sol y la luna suspendidos a cada lado del brazo superior de la cruz."

Vamos a observar especialmente las imágenes pintadas en las pilastras norte y sur de este arco toral, triunfal y del altar


En la pilastra norte, una representación de la muerte, en concreto la Muerte Viva, representación de la peste, un esqueleto arquero, disparando, con el carcaj lleno. Otra deducción similar, que leemos en uno de los textos explicativos del santuario es: "Figura de la muerte, un esqueleto parece presentar un corazón, un cadáver activo a pesar de su estado de descomposición, los miembros consumidos, motivo que resumiría en sí mismo la pavorosa idea de la Muerte". Por su parte Antonio Herrera nos da esta completa narración al respecto en Pinturas murales de Nosa Señora das Virtudes, la muerte viva:
"En la alta edad Media las gentes vivían en un periodo de incerteza y extrema aprehensión, lo que motivo un enfermizo crecimiento del fervor religioso entre aquellos que buscaban desesperadamente la salvación de sus almas.
No lo sabían, pero el clima estaba cambiando. Comenzaba la Pequeña Edad de Hielo, que desde mediados del siglo XIV y hasta finales del siglo XVII hizo descender bruscamente las temperaturas del planeta 1º C como término medio, y de 4º a 5º C en los periodos más intensos. En estos períodos, los duros inviernos dieron paso a frías y lluviosas primaveras y cortos veranos, que se saldaron con malas cosechas. La crisis climática dio paso a la crisis demográfica, las hambrunas y las epidemias dieron paso a la peste negra y todo ello, unido a las guerras de la época, provocó una sangría en la población europea en general, y también de Arante. 
El miedo y la preocupación se apoderó de la gente, multiplicándose las misas de difuntos, las limosnas y también las procesiones espirituales, organizadas por la iglesia para frenar el ímpetu del frío. La intensa fascinación por lo macabro fue una característica en las manifestaciones artísticas los siglos finales de la Edad Media en toda Europa. Es en este período cronológico, que coincide con el reinado de los Reyes Católicos cuando se ejecutan, en la línea de la tradición expuesta y siguiendo las pautas del gótico, las representaciones de la Muerte Triunfante, que persisten hasta hoy en Galicia en los conjuntos pictóricos desplegados en los muros interiores de cuatro iglesias románicas: Sta. María de Abades (Silleda, Pontevedra), Sta. María de Cuiña (Oza dos Ríos, A Coruña), S. Xulián de Moraime (Muxía, A Coruña), Sta. María de Mosteiro (Guntín, Lugo) y en la capilla gótica de Nosa Señora da Ponte en Arante."

La figura debe ser un contraste con la de la pilastra sur, la del hombre rico, bien vestido y con elegante bastón, portando un saco de monedas, que parece estar ofreciendo. "Hombre rico, enfrentado a una muerte insobornable", dicen unos estudiosos, otros afirman que es San Cosme o San Damián vestido de túnica, como era común en los doctores de la época, junto con su bolsa o recipiente de ungüentos. Otra interpretación afirma es una alegoría de la generación de la generosidad, o por contra de la avaricia, simbolizada en este joven. Antonio Herrera, en Rincones de la Mariña, nos transmite de esta manera sus opiniones:
"En la parte interna de la pilastra que sostiene dicho arco, por el lado sur; un hombre rico, lujosamente vestido e tocado, parece ofrecer inútilmente un saco lleno de monedas, manifestando la impotencia del hombre rico, enfrentado a una muerte insobornable.
Frente a la figura de la Riqueza, en la pilastra del muro norte se muestra la Muerte, un esqueleto parece presentar un corazón (imagen en la cabecera), un cadáver activo a pesar de su estado de su estado de descomposición, los miembros consumidos, motivo hablante que resumía en si mismo la pavorosa idea de la Muerte viva. La muerte tensa su arco, la flecha a punto de ser lanzada es, desde muy antiguo la más directa representación simbólica de la muerte.  
La disposición de la Muerte en el interior de la iglesia, en el citado espacio arquitectónico, refuerza aún más el mensaje que se pretendía transmitir por medio de la imagen. La Muerte se sitúa en la nave, en el espacio destinado al fiel, para que este no pueda eludir su presencia. Siempre a la izquierda, orientada al Norte, donde reina el demonio, el frío y las tinieblas. Desde antiguo se han asociado los puntos cardinales del norte y oeste con la oscuridad, la muerte y el demonio, mientras que la vinculación del sur y del este es con la luz, la vida y la divinidad."

Más arriba, a ambos lados de la pilastra del arco, hay frescos de temática vegetal y cabezas se seres monstruosos identificados como dragones, "Allí junto a las pinturas de la Muerte Viva y del caballero ofreciéndole inútilmente su riqueza, sentíamos el miedo y la preocupación de las gentes de la Edad Media ante los duros tiempos que les tocaron vivir". Los dragones, además de los vegetales, son otros componentes artísticos que, dentro de un templo donde todo está sujeto a que nada contradiga cánones litúrgicos y dogmas religiosos, habrían de tener un significado, aparte que el artista los emplease como solución pictórica, y más para un espacio como el arco toral que da acceso al altar


En el altar, retablo barroco policromado de Nosa Señora das Virtudes, que en un texto de 1525 se dice es "miraculosa y muy devota que cada día face milagros infinitissimos". A la vez, Antonio Herrera plasma así su llegada ante la venerada imagen:
"Tras avanzar por la nave observando las imágenes marianas y el exvoto marinero, quedábamos bajo el arco gótico triunfal y honrábamos a la "Santiña"

Y en el muro sur de esta capilla mayor o del altar, a ambos lados del ventanuco que da luz natural al interior, otras dos interesantes escenas a las que queremos prestar merecida atención. Sigue diciendo Antonio Herrera, del que queremos recomendar encarecidamente su blog:
"Pero frente al Pecado y la Condenación, es posible la salvación, y la vía pasa por Cristo. Así, en los templos gallegos también nos encontramos con la esperanza de la Redención, representada mediante pinturas con episodios alusivos a la Infancia, Pasión, Muerte y Resurrección.
En el ábside de la capilla mayor de Nosa Señora se localizan escenas de la infancia de Jesús: la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Matanza de los Inocentes y la huida a Egipto. En el centro, bajo una ventana, una inscripción documental, en caracteres góticos, que aludiría a la fecha, el lugar y posiblemente el promotor o autor de las pinturas, aunque hoy tal inscripción se encuentra prácticamente destruida."

A la izquierda la Matanza de los Inocentes. Una mujer llora, otra se enfrenta a los hombres de Herodes, otra sostiene la cabeza cortada de su hijo. Los vestidos de las mujeres y los de los soldados muestran lo que sería la vestimenta de finales de la Edad Media. Cuando lleguemos a Mondoñedo veremos unos frescos muy similares a este en su catedral de la Asunción. Atendamos a lo que nos sigue diciendo Antonio Herrera en Rincones de la Mariña:
"Por la factura y la similitud con las pinturas de la catedral de Mondoñedo es posible determinar que habrían sido realizadas en el período tardogótico, ya que la iconografía de la Matanza de los Santos Inocentes de la época evoluciona hacia una representación del horror y de la brutalidad en las escenas, el derramamiento de sangre y el dramatismo de los hechos. Por otra parte, las indumentarias de los soldados y las armas recuerdan a las utilizadas en tiempos de los Reyes Católicos. Por lo que las pinturas deben de ser de ese tiempo o posteriores si el pintor hubiera querido representar personajes antiguos con vestimentas que ya no estuvieran en uso en ese momento, lo que llevaría al último cuarto del siglo XV o principios del XVI.
De las escenas de la Natividad y de la Adoración de los Reyes Magos apenas quedan unos restos y fragmentos de las inscripciones."
"Respecto a la Matanza de los Santos Inocentes, la representación cuenta el pasaje evangélico en el que Herodes, montado en cólera, ordena matar a todos los niños menores de dos años al enterarse de que los magos, desobedeciendo sus órdenes, han regresado a su tierra sin indicarle dónde estaba el niño. La pintura muestra la escena tal y como se representa en la iconografía cristiana y a la que ya me he referido al visitar las pinturas murales de la catedral de Mondoñedo. Aunque la figura de Herodes prácticamente ha desaparecido, se ven sus extremidades inferiores y parte del trono donde estaría sentado. Viste con manto y su mano izquierda porta el cetro real. Una mujer le suplica en vano misericordia, con su rostro bañado en lágrimas. Ajenos a ello, los soldados ejecutan con determinación e impasibilidad su mandato y están a punto de degollar a dos infantes mientras sus madres intentan protegerlos interponiéndose con sus cuerpos. Un soldado agarra del pelo a la que está echada para separarla de su hijo de pocos meses de edad para así poder acometerlo. A la derecha de la imagen, tirado en el suelo se encuentra el cadáver de otro niño, mientras su madre llora sobre su cabeza decapitada que recoge amorosamente con sus manos."

A la derecha la representación de la Huida a Egipto. Este tema también lo hallaremos en la catedral de Mondoñedo, si bien allí solo se conserva una pequeña parte de la escena:
"En la siguiente escena, la Sagrada Familia protagoniza la Huida a Egipto. Mateo es el único de los evangelistas canónicos que lo refiere, siendo su relato simple y conciso:
... Después que ellos [los magos] hubieron partido, un ángel del Señor se apareció en sueños a José diciéndole: Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Y estate allí hasta que yo te avise. Porque Herodes ha de buscar al niño para matarle. Levantose José y, de noche, tomó al niño y a su madre y se retiró a Egipto. (Mateo, 1:13-15)
Narración tan escueta no permitía la inspiración artística, por lo que la imaginación popular recurrió a las fuentes que tradicionalmente han enriquecido y adornado al arte cristiano: los Evangelios Apócrifos y las leyendas orales. De hecho, la escena representa un relato que se transmitía oralmente y que gozó de gran popularidad, sobre todo en los últimos siglos de la Edad Media, no siendo recogida por escrito hasta muy pasado este período. Se trata de la leyenda del campo de trigo y cuenta que la Sagrada Familia, huyendo de Herodes, atraviesa un campo de trigo que estaba siendo cosechado. Milagrosamente, los trigos crecieron durante la noche y taparon todo rastro de los fugitivos. Al día siguiente, los soldados preguntan al campesino sobre el paradero de la familia y éste contesta, sin faltar a la verdad, que habían pasado durante la siega del trigo. Los soldados, creyendo que eso había sido el año anterior, desisten de la persecución.

La representación de este pasaje del ábside es muy familiar, permitiendo a las gentes identificarse con la Sagrada Familia y sus tribulaciones. La Virgen y San José llevan capa ya que les espera un largo viaje y deben protegerse del frío. Sobre la cabeza de la virgen y a pesar del desconchón se vislumbra el halo, y sobre la del embozado niño Jesús aparece el nimbo crucífero, que señala su divinidad. Tanto su vestimenta, como las de los dos labriegos es la típica de las gentes de la época. La escena transmite la atmósfera que debe de haber imperado durante el viaje: expectativa, mutismo y preocupación y podemos observar como cada personaje reacciona ante la situación de una manera individual y diferente. Ello, unido con el uso de ropajes contemporáneos refuerzan la identificación del fiel con la Sagrada Familia y pone énfasis en la naturaleza humana de Cristo."

Tras esta apasionante visita al santuario de Nosa señora das Virtudes de tan honda tradición romera, mantenida por el paso continuo de peregrinos jacobitas, la memoria del antiguo Hospital de San Andrés y ser magno escenario de la Festa das Cruces, de la que hablan así en Galicia el Buen Camino de la Xunta de Galicia:
"En el santuario de Nosa Señora das Virtudes en A Ponte de Arante se lleva cabo una de las romerías más destacadas del Municipio de Ribadeo, donde es costumbre bendecir los campos (para proteger las cosechas) y cantar rogativas, tradiciones que datan del s. XV. Al mismo tiempo, esta fiesta sirve para conmemorar a batalla y victoria de los vecinos de las siete parroquias contra el ejército de Napoleón, pues en este mismo lugar, allñá por el año 1809, se desarrolló la lucha entre los vecinos y el ejército de Napoleón. 
El nombre de la romería vine de la asistencia de los vecinos y vecinas de siete parroquias con las siete cruces: las de Arante, Ove, Cedofeita y Covelas del municipio de Ribadeo y las de Vidal, A Valboa y Sante del de Trabada"

Es la conmemoración de Pentecostés en la que, siguiendo una tradición ancestral, se bendicen los campos para proteger las cosechas y cantar rogativas, celebrando la victoria de las siete parroquias lucenses contra las tropas de Napoleón dirigidas por el general Francois Fournier-Sarlovèze, que más tarde y tras diversas operaciones en España sería destinado a Rusia al mando de la 31ª brigada de caballería ligera de los húsares de Baden, participando en la trágica batalla de Smolensk, a ocupación de Moscú y la desastrosa retirada de la Grande Armée en pleno invierno. Superviviente a la campaña rusa fue despedido tras un encontronazo personal con el emperador. Seguimos el resto de su biografía con Wikipedia:
"Promovido a mayor general el 11 de noviembre de 1812, se distinguió unos días después en la Batalla del Berézina al aplastar a 5,000 soldados de caballería rusos en tres cargos llevados a cabo con 800 cazadores de Hesse y Baden al precio de 500 de ellos. Fournier sirvió en 1813 en la Batalla de Grossbeeren dirigido por el mariscal Nicolas Charles Oudinot y en Leipzig. Él va voluntariamente a Maguncia. Fue creado Barón del Imperio, pero fue despedido el 26 de octubre, luego de una discusión verbal con Napoleón
Luis XVIII lo restauró a su rango durante la Primera Restauración (1814) y Fournier no sirvió durante los Cien Días. En 1819, Luis XVIII le otorgó el título de conde. También le dio la Cruz del Caballero de Saint-Louis, le permitió agregar el nombre de Sarlovèze a su nombre y lo nombró inspector general de Caballería. El general conde François Louis Fournier-Sarlovèze también participó en el desarrollo del nuevo Código Militar. Murió sin descendencia en París el 18 de enero de 1827. Descansa cerca de otro oficial del Imperio Henry Sanfourche en el cementerio de Sarlat."

Nos aguarda ahora una de esas cuestas largas y prolongadas del Camino Norte, que no cesan al entrar en Galicia, pues A Mariña, aunque comarca costera, es muy montañosa. La cuesta es A Costa, como se dice en Gallego, aquí, como con A Ponte, llamada a A Costa de Arante para distinguirla de otras muchas en estas montañas. A nuestra izquierda fijémonos en las célebres plantaciones de fabas de la comarca, hasta con su museo propio, que podremos visitar al llegar a Vilanova de Lourenzá


En este primer tramo de subida ascendemos rápido, directo, recto y en rampa, mientras pasamos frente a la entrada de Casa Barbeiro, que dejamos a nuestra derecha


Subimos un poco más por esta carretera LU-P-5204 que comunica todo el valle de Arante, pero ahora prestemos mucha atención porque en este segundo cruce la dejaremos para tomar el ramal a la derecha


Hay un mojón al lado de los contendedores, en la misma bifurcación, así como una flecha amarilla pintada en la pared rocosa a su derecha. Insistimos en que estemos pendientes, pues aunque puestos en lugares visibles, a veces, si les da sombra o un vehículo se para enfrente podemos no verlos


La flecha ya se ha pintado bastante grande para que no pase desapercibida. Unos metros más adelante y a la derecha, confirma la dirección otra flecha más en el poste telefónico


Y ahora, atención de nuevo, en este otro cruce giramos a la izquierda, siguiendo la curva y el suelo asfaltado


Empiezan ya los primeros repechos fuertes de la Costa de Arante y la serranía por cuyos altos discurre el Camino de Santiago, rumbo a Vilamartín Pequeno y Vilamartín Grande, concello de Barreiros, en la ruta a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo


Cuando las carreteras sustituyeron a los viejos caminos reales estos quedaron relegados a vías pecuarias o caminos locales. Algunos desaparecieron en ciertos tramos pero otros, transformados, se conservan


Su firme fue aplanado, las antiguas piedras desaparecieron y en su lugar se puso zahorra, asfalto u hormigón, pues era necesario para que pudiese pasar la maquinaria cuando, sobre todo pasada la posguerra, el campo fue mecanizado


Pero, en uno de tantos contrastes de la historia, al mismo tiempo que se mecanizaba el agro se abandonaba, se producía el gran éxodo rural a las zonas urbanas e industriales de España y del extranjero, pero los caminos, y nuevas pistas que a veces los sustituyeron, siguieron siendo necesarios para que pasasen los vehículos forestales madereros, cuando los antiguos montes comunales, pastos, tierras de cultivo y demás, fueron plantados intensamente de pinos y eucaliptos, primero para la minería (entiba de las galerías) y construcción y, desde hace tiempo ya, para las fábricas de celulosa, siempre aprovechando su rápido crecimiento


Pasamos junto a una caseta del agua y la cuesta sigue sin tregua ganando altura muy rápidamente


Y viene otra buena rampa recta y en ascenso. Al subir, empezamos a ver el valle y abajo a nuestra izquierda las casas de Os Bestilleiros, donde tradicionalmente se realiza la bendición de los campos en la Festa das Cruces, al mediodía, bajándose seguidamente en procesión al santuario de Nosa Señora das Virtudes, donde se procede al bandeo del pendón y el previo encuentro de las cruces de las siete parroquias que ganaron la batalla contra los soldados de Fourniner, cuatro de Ribadeo (Arante, Cedofeita, Covelas y Ove) y tres de Trababada (Santa, Balboa y Vidal)


Abajo a la izquierda, en el valle del Rego de Arante, Os Bestilleiros, sobre la Veiga de Vilamariz, donde estuvo el Muíño de Amando, bajo los montes de Os Lousidos, A Granda, Campo da Braña y el ya citado de Pena Moura, la pena o peña de mitológicas resonancias de la moura que le da nombre. Miramos ahora la página especializada Wiki Mitología Ibérica:
"En la mitología gallega, las mouras (también conocidas con diversos nombres como madamas, donas, encantos, hadas, etc.) son mujeres bellísimas de cabellera rubia (aunque tirando a rojizo), ojos azules, piel blanca y vestidas de blanco, que habitan en las fuentes, ríos, castros, mámoas y ruinas de antiguos monumentos, en donde guardan valiosísimos tesoros. Son seductoras y encantadoras, teniendo grandes cualidades para el baile y la composición e interpretación de canciones. Tienen la capacidad de adoptar formas diversas, pero ellas prefieren la de serpiente o culebra. 
Se sientan a orillas de los manantiales, fuentes o ríos, donde lavan, tejen, hilan donde peinan sus largos cabellos con peines de oro. Prometen tesoros y grandes riquezas a quien rompa su hechizo.Les gusta aparecerse al lado de su morada en pleno día en esta forma (sobre todo el día de San Juán). Si un hombre las ve, es seducido por ellas, y la única forma de que ella también se enamore de este humano, es rompiendo el encantamiento que pesa sobre la moura, besándola o haciendo el ritual que ella le indique. Si logra romperlo, conseguirá desposar a la moura, ahora, roto el encanto, convertida en una hermosísima moza, y poseer el tesoro que esta guardaba. Todas las mouras tienen muchas riquezas, entonces el que se despose con ellas será rico y la buena suerte estará siempre con el. 
Las Mouras, aunque comparten nombre y aparecen a veces como sus mujeres, son criaturas bien diferentes a los Mouros, tanto en el color de la piel y personalidad. Son realmente dos seres completamente distintos."

El Camino pierde el asfalto y es pista de hormigón y zahorra, no demasiado ancha, lo justo para que pase un vehículo, por lo que si nos cruzamos con alguno (salvo de servicio a las fincas no suele pasar ninguno), habremos de arrimarnos bien a la vereda, donde en verano crece el maíz, el millo, mientras arriba lo hacen los eucaliptos


Este primer repecho acaba en este cruce, en el que vamos a ir a la la derecha. Asoma ya a lo lejos la cima de la Costa de Arante (352 m). Subiendo, llegaremos muy cerca de ella


Y es que A Costa, la cuesta, tiene el nombre que tiene por algo: la subida continúa. Lo compensan las vistas desde las alturas, como ahora, mirando al este, cuando divisamos las serranías de Asturias y Galicia en torno al estuario del Eo


Tras un corto trecho suave el Camino se torna más empinado según nos acercamos a la siguiente curva. Ahora pasaremos por dos bifurcaciones seguidas, las dos señalizadas con su pertinente mojón


Bifurcación y a la izquierda, siempre en ascenso. Al este una magnífica vista del valle del Río Grande y las parroquias de Covelas (por donde hemos venido desde Ribadeo) y a su derecha Cedofeita, de las que mucho hemos hablado en la entrada correspondiente


A continuación la segunda bifurcación, con su monolito que nos indica continuar a la izquierda


La cuesta está toda asfaltada y son evidentes los trabajos de ensanche del Camino en este trayecto


Serpenteando ligeramente, el Camino vuelve a subir muy directo salvando un importante desnivel


Ahora a nuestra izquierda empezamos a ver las casas de Vilamariz, otra aldea de la parroquia de Arante, esta en la ladera su de A Costa. Justo al llegar a su altura hallaremos un rellano donde se a dispuesto una pequeña pero muy agradable área de descanso


Hay un banco hecho con bloques de piedra que es un hermoso mirador sobre Os Bestilleiros y A Pena Moura. Más atrás es el Chao de San Fernando (427 m). Al otro lado de esa serranía, por el valle de Trabada, discurre la ruta para ir a Mondoñedo por el llamado Camín Vello, el que pasa el Eo por Vegadeo/A Veiga, sin cruzar la ría por Ribadeo, también señalizado como Camino de Santiago oficial


Las plantaciones de maíz se alternan con las de maíz ladera abajo hasta los pastos de A Veiga de Vilamariz, dando vista las alturas de As Grandas (442 m), a la derecha Pena Moura. A sus pies, bajo las faldas del monte Os Lousidos, molía el Muíño de Amando. El topónimo Os Bestilleiros, como otros similares, hace referencia a la cría de animales en libertad, salvajes mismamente, en concreto caballos, 'bestas' (bestias), en tiempos remotos, algo que fue habitual en estas montañas de A Mariña lucense. Sin embargo, para la filóloga Rocío Dourado Fernández, del Instituto da Lingua Galega (ILG) / Universidade de Santiago de Compostela (USC), tendría que ver con 'ballestero', soldados armados con ballesta y, sin rechazar la primera etimología, se decanta más por esta segunda en su estudio sobre la toponimia de estas parroquias ribadenses


Más campos de fabas y una maravillosa perspectiva del valle de Arante hacia el oeste, divisando en la distancia Pena do Corvo, el Pico de San Xoán, el Monte Barreiros y la Serra da Cadeira, cerrando el valle a occidente, paso del camino de Trabada a Vilanova de Lourenzá por la capilla de San Marcos, que durante unos años fue ruta jacobita oficial, ahora desplazada más al sur, a O Val de Lourenzá, directo a Mondoñedo


Una fuente en un monolito de piedra, con caño y sumidero, puede ofrecernos el líquido elemento en este bucólico en el que los peregrinos se sientan también en el prado y en la base de piedra en la que crece uno de los árboles de esta pequeña llanada


Llanada que nos ofrece una tregua y lugar para descansar en la larga cuesta de A Costa de Arante, que prontamente reemprendemos, viendo a la izquierda las huertas y casas de Vilamariz, de donde salen los gaiteiros de la Festa das Cruces, bajando hacia Os Bestilleiros y continuando después con la procesión hasta A Ponte y su santuario


Vilamariz, un antropónimo de villa Malaricus, antiguo posesor altomedieval de nombre germánico, es además para nosotros una muy buena referencia referencia visual, pues desde aquí reconocemos toda la boscosa cresta de A Costa, por donde sigue el Camino de Santiago hasta A Pena do Corvo (437 m), por cuya otra vertiente, la norte, seguirá en dirección a Vilamartín Pequeno y Vilamartín Grande, ya en el concello de Barreiros


Además de cultivos agrícolas, incluyendo invernaderos, en Vilamariz existe además una muy importante ganadería, la de Nar Xosé, de Xosé García, que empezó con ovejas y pasó a las vacas, tal y como cuenta en entrevista de Camillo Friol para Campo Galego el 4-1-2018:
"Soy un enamorado de las ovejas y llegué a tener 70 o 80 madres. En un Land Rover que tenía fui a Talavera de la Reina y traje de una explotación que dirigía una francesa dos machos, uno de ellos Romanov, que es una raza rusa que se parece más a una cabra que a una oveja y que da muchas crías, un promedio de tres corderos por parto, y yo lo cruzaba con ovejas de aquí para sacar corderos F1 de carne. La idea era destetar y hacer como hacían los ingleses y los franceses, engordar esas crías cruzadas y vender canales con 30 o 40 kilos. Aquello me funcionó muy bien unos años, porque tenía un carnicero que me llevaba todo para bodas"
En 1986 transformó sus instalaciones y las puso para vacas de leche. En 2018 la ganadería es adquirida por Juanjo Fraga, de Casa Barreiro, en Alfoz, llegando a ser la más grande de la comarca de A Mariña


Llegamos a un cruce en plena cuesta. Seguimos de frente monte arriba junto a más plantaciones de fabas y maizales que pronto darán paso a los eucaliptos


A nuestra derecha reconocemos el Monte do Mondigo, el más alto de Ribadeo con sus 570 metros (según las fuentes consultadas la altitud varía), una referencia geográfica esta, reconocible por sus antenas además de por su altitud, que nos viene acompañando ya desde el occidente asturiano y que también aquí vamos a ir dejando atrás


Viene a ser este ya por fin el último recuesto fuerte y empinado de nuestra subida a lo alto de A Costa o A Costa de Arante. No sabemos si este actual trazado caminero responde al original del antiguo camino real o habrá tenido cambios con las concentraciones parcelarias y cambios de usos del terreno


Continúa la cuesta en rampa, muy pendiente, pero ya se vislumbra su final pues damos vista a la cima de esta parte de la montaña


A la izquierda, otro rellano en el terreno, aprovechado para construir otra caseta del agua, conforma un balcón natural sobre el valle


Ya estamos más arriba de las casas de Vilamariz; a lo lejos divisamos de nuevo muy bien las montañas que marcan en límite de los concellos de Ribadeo, Barreiros y Trabada: Pena Gorda (407 m), Marco da Pena Verde (452 m), Monte de Barreiros, Penas Mouras (532 m) y Pico de San Xoán (406 m). Al otro lado, como hemos dicho, pasa el otro camino oficial, el Camín Vello, que viniendo de Asturias por Vegadeo/A Veiga entra en Galicia por Ría de Abres hacia Trabada, Val de Lourenzá y Mondoñedo, donde se reunirá con este por el que nosotros venimos de Ribadeo


El repecho fuerte va acabando según llegamos a esta bifurcación, al pie de los campos, plantados de maíz, de la citada ganadería de Nar Xosé, sita en lo alto de esta ladera: nosotros continuamos a la izquierda


Aunque sigue habiendo cuesta, esta ya es mucho más suave y llevadera, pasando entre eucaliptos y maizales


Ante nosotros, la cumbre de la Costa de Arante, con sus 352 metros de altitud y su gran eucaliptal cubriendo su corona. El maíz se planta profusamente en la actualidad como planta forrajera, antaño el gran de sus mazorcas era molido en el Muíño de Amando y otros de la zona, para hacer pan en casa


Cuatro caminos enlazan aquí al pie de la cima, cuando acaba definitivamente nuestra ascensión desde A Ponte. Nosotros cruzaremos y seguiremos de frente por la pista de tierra


Esta es una imagen del cruce con el maíz recién plantado en primavera. Dejamos el asfalto y avanzamos pista adelante todo recto y en llano, sin pérdida por la falda sur de A Costa de Arante


El correspondiente mojón con su concha y su flecha nos orienta a seguir por aquí. Fijémonos en la profunda cuneta que canaliza las aguas sobrantes en esta pendiente


Poco más allá otro mojón confirma que vamos en buena dirección. Aunque no haya cruces en el tramo entre uno y otro es bueno ver alguno cada ciertos metros, pues si no, el caminante tiende a pensar que se ha dejado alguna bifurcación o encrucijada atrás, que no ha visto


Nos adentramos en la plantación de eucaliptos, donde hay también algunos pinos. El camino continúa muy llano por esta falda meridional de la sierra


Praderías en una llanura a manera de gran escalón en la ladera. Aún quedan importantes áreas de prados de pasto y siega en estas montañas mariñanas


 No obstante, según se abandona la ganadería, el eucalipto tiende a ocupar su lugar como manera alternativa de rentabilizar el terreno


Dependiendo de ello y del estado del crecimiento de estas especies, lo mismo podemos tener un gran paisaje del valle que adentrarnos en la umbría dada la densidad de estas plantaciones. Lo que hoy es un paraje sombrío mañana puede ser una rasa pelada en época de talas


Aquí nuestra izquierda, por ejemplo, en otra pradería sin plantación, tenemos una buena vista, al menos en el  momento de hacer esta foto, del centro de la parroquia de Arante bajo nosotros. Son los lugares A Porta do Sartego y As Pegas, más abajo O Barredal, a la derecha Cei, más allá Fondo de Vila y O Penedo, San Pedro, solar de la iglesia, y Cima de Vila. Esta parte del valle es regada por el Rego da Pena Verde, que con el Rego das Grandas forman el Rego de Arante. En algunas fuentes se dice que el Rego de Arante es el Río Grande y otras el Lexoso, en realidad Río Grande parece ser, tradicionalmente, desde la unión de ambos en A Ponte de Arante. Al sur los montes de Lombo Gordo, que en su cota más alta llegan a los 389 metros de altitud


Empezamos una bajada para salir a aquella carretera, uno de los accesos a este valle, por donde seguiremos un trecho


Al llegar a ella hemos de ir, tal y como nos señala el mojón, a la derecha, eucaliptales arriba


Y comienza así otra buena subida en cuesta, si bien no tan larga ni pronunciada como la de A Ponte de Arante y Vilamariz


Nos encontramos en este momento a 175 kilómetros escasos de Santiago, exactamente a 174,841 km, y es que los hitos jacobitas oficiales nos ponen hasta los centímetros


No es una cuesta tan pronunciada como la Costa de Arante pero sí firme y recta


A la izquierda otra vista de Arante, la parroquia más montañosa de Ribadeo, con unos 400 metros de altitud de media. De aquí salió en 1745 según unas fuentes, y  en 1748 otras, emigrando para América, Francisco Fernández de Maradona, antepasado directo de Diego Armando Maradona, estrella argentina del fútbol mundial. En  En Maradona: Cuál es el origen de su apellido, el periodista Diego Barcala indaga en esta investigación sobre su solar familiar y acaba con una mención a los peregrinos argentinos que podrían acudir a ver la tierra que fue origen del apellido de su compatriota:
"Porque Maradona es montañoso, está cerca del mar y sus habitantes llevan siglos paseando al ganado entre montes lluviosos. De hecho, limita al norte con “Inglaterra, mar de por medio”, como define el Concello de Barreiros, la municipalidad lucense que reúne todos esos pequeños lugares de donde proceden todos los Maradona del mundo, incluido Diego Armando.  
Fue en 1750 cuando un hombre procedente de San Pedro de Arante (Barreiros, Lugo) llamado Francisco Fernández cruzó el Atlántico y se registró así a su llegada a San Juan de Cuyo (al noroeste de Argentina): Francisco Fernández de Maradona. Este hombre del que desciende el futbolista, pero también un héroe de la independencia que luchó con el general San Martín, es la cumbre del árbol genealógico argentino del 10, pero ¿qué sucedió antes? ¿De dónde proviene ese apellido que hasta 2004 todo el planeta creía que era italiano? 
La clave de esta historia proviene de la curiosidad insaciable de una filóloga gallega jubilada, cuya vida está tan cerca de la de Maradona como Santiago de Compostela de Sidney. Concepción Fernández López -Concha, como es conocida- estaba estudiando en 2004 la toponimia de la parte norte del Camino de Santiago a su paso por la mariña lucense para la Xunta de Galiza cuando en el ‘Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar’ (Pascual Madoz, 1850) encontró la siguiente descripción: “Maradona. Lugar de la provincia de Lugo, ayuntamiento de Ribadeo y feligresía de S. Pedro de Arante, 5 vecinos y 26 almas”. Es decir, allá por principios del siglo XIX, cuando el político progresista Pascual Madoz emprendió la enciclopédica tarea de clasificar todos los pueblos y lugares dentro de las fronteras españolas, su colaborador de la mariña de Lugo (llegó a contar con un equipo de 1.000 personas para la tarea) registró que había un pequeño lugar llamado Maradona. 100 años después de que Francisco Fernández de Maradona llegara a Argentina, su pueblo seguía existiendo. Hoy no hay pueblo que se llame así, pero los cementerios locales: Fornia, San Pedro de Arante y, sobre todo, Villamartín Pequeño, están plagados de lápidas con las ocho letras mágicas. 
Así comenzó Concha el artículo de la edición 13-14 de la revista de estudiantes de Filología Evohé que borró la supuesta procedencia italiana del apellido más famoso de la historia del fútbol. En un artículo de dos folios trasladó el portal de Belén maradoniano a Galicia. Concha asegura que no sabe nada de fútbol, pero su audaz mirada de todo lo que le rodea le llevó a escribir con esa perceptible ironía gallega el artículo que cambió la historia del mundo Maradoniano. La Voz de Galicia hizo eco de su descubrimiento que, boca a boca, web a web, acabó en 2006 en una pregunta a Diego Armando, quien pasaba por España para comentar el Mundial. “Si se entera mi viejo se mueeeeere. Iré a ver a mis primos gallegos”, prometió. 
A Concha le importa poco Maradona, pero desde entonces no para de darle vueltas a qué lugar sería ese Maradona que aparece en el Madoz. ¿De dónde viene esa palabra de la que solo queda un apellido curiosamente común en esa zona? Su teoría en 2004 decía lo siguiente: “La toponimia guarda ¡tantos estratos de primitivas épocas, tantos secretos escondidos! Pero primero hay que probar con el latín. Y pensando desde el latín, Maradona tiene aspecto de compuesto de nombre más adjetivo, pero ¿qué nombre y qué adjetivo? Mara-dona, Mar-adona, Ma-radona: ‘radona/redona’ -podríamos pensar en *dona, postverbal semejante a ‘donada’: ‘que se da bien’- y -adona ¿podría ser el resultado disimilado de idónea? La primera parte del sustantivo al que se aplica idónea, con significado de ‘finca’, ‘propiedad’: mara”, que, según Concha, proviene del paso de mora a mara, que también significa ‘lugar’. Conclusión inicial: Maradona significa lugar idóneo. 
Tres lustros después y con Diego Armando Maradona muerto sin haber cumplido su promesa de visitar a sus primos de la mariña, Concha retoma su teoría. Hace más de una década que la historia de la procedencia del apellido se le ha escapado de las manos. Decenas de artículos giran hablando de si se trata de un apellido que proviene del mar, o de la virgen María. A Concha le despierta una indignación científica, pero se lo toma con deportividad. Después de dos semanas de llamadas y mails intercambiando teorías e informaciones está convencida de que en realidad Maradona significa ‘casa donada’ y que puede tener algo que ver con la donación del rey asturiano Filón, allá por el siglo VIII, que sería una casa o un lugar donado para peregrinos, pero que tiene que ser un lugar físico. Concluimos que hay que solucionarlo sobre el terreno. Hay que buscar dónde está ese lugar llamado Maradona. 
En la organización de la expedición entra en escena Ramona Rodríguez, jueza de paz del Concello de Barreiros, custodia del registro de nacimientos, defunciones y matrimonios de la zona y vecina de Villamartín Pequeño, el epicentro de los apellidos Maradona. Según el INE, en los pueblos de Barreiros se concentran cerca de 20 personas que llevan Maradona de primer apellido. Mita, como la conoce todo el mundo en la zona, dice por teléfono que el primer Maradona que aparece registrado en el pueblo es de 1879, y que no tiene inconveniente en que hagamos una foto del libro. “Andrés Maradona Rubiales, de Villamartín, Barreiros. Su padre se llamaba José Maradona Cobo, labrador de 39 años”, lee Mita en el libro que tiene marcado desde que varios periodistas empezaron a llamar al Ayuntamiento preguntando siempre por lo mismo. “Los Maradonas están un poco cansados del tema”, explica. Sin embargo, tiene preparada la ruta para todos esos lugares que en la zona tienen alguna información que nos pueda llevar a un lugar exacto donde hacer la peregrinación. 
Primera parada: el pequeño cementerio de Villamartín Pequeño. Venancio Maradona Rego, Manuel Maradona Rego, Elena Maradona Pérez, Óscar Maradona Pérez, José Maradona Rodríguez… No hay duda. De aquí son los Maradona. “Mira, en esa casa que siempre hemos llamado la casa Maradona vive ahora un cubano que se vino hace poco. Maradona pasó por Cuba, ¿no?”, cuenta Mita, convertida también en una maradoniana más, al corriente de las aventuras del futbolista. Llegamos al centro de Villamartín Pequeño. Un grupo de casas típicamente gallegas, con su hórreo, sus piedras oscuras que, como si Diego estuviera favoreciendo la jugada desde el cielo, luce un sol espectacular en pleno mes de noviembre.  
Ding-dong. “Venimos a buscar Maradonas”, anuncia Mita sobre mi llegada. Una mujer de pelo cano, bata de flores y zuecos se parte de risa y nos invita a entrar. Marisa Maradona nos acoge en la típica cocina rural gallega con su mueble para introducir el carbón, cortinillas en las pequeñas ventanas de los gruesos muros de piedra y una mesa bien grande para la tertulia. Todo en gallego, Mita va traduciendo. “Hace poco fui al hospital para la vacuna y al dar el DNI la enfermera me dijo: ‘¿Maradona?’ Estos son de dinero”, comenta. A continuación Mita le interroga por sus antepasados. Aparece una tía Maradona en Argentina, la emigración gallega de diferentes épocas del siglo XX llevó a varios vecinos del pueblo a las Américas. Y después un sinfín de historias rurales como la de un niño también apellidado Maradona que nada más que al nacer, casi se lo come un cerdo. “Claro, la madre tenía que trabajar y lo dejó en una cuna como pudo. Aquí la vida no es fácil”, traduce Mita. Buscando los orígenes del apellido Maradona la historia casi se torna en un thriller rural. 
“Ahora vamos a lo que se conoce como la fuente Maradona”, explica mi cicerone. Concha manda un mensaje, está a punto de llegar. La idea es que la filóloga jubilada reconozca sobre el terreno el lugar que ella descubrió en el Madoz. Cualquier rastro le será útil para sus teorías. La fuente Maradona está en una colina, junto a una casa que es conocida como la Casa Maradona desde tiempo inmemorial. Junto a la casa, otro vecino cuenta con el futbolístico apellido. Llamamos. Nos abre Manuel, quien estaba en plena siesta. No le importa, nos hace pasar a otra cocina típica gallega, con una gran mesa de tertulia. Manuel Maradona es más joven, se podría decir que casi contemporáneo a Diego Armando, por lo que sus anécdotas por el apellido crecen en interés. “Hice la mili en Madrid en el 82, durante el Mundial… Puedes imaginar que era el Maradona”, cuenta. “Pero lo más curioso fue una vez que fui a Orly, al aeropuerto de Francia, y el de la aduana al ver mi carné me paró y me miró de arriba a abajo. No le cuadraba nada”, ríe. 
Manuel nos acompaña a la fuente. En la mística maradoniana todo tiene que ser un gol a los ingleses. Imagino que la fuente Maradona será una cascada a mitad de camino entre Iguazú y Petra. Pasamos la famosa casa Maradona, que según Manuel tiene 500 años “o más”; un campo segado y en una zanja se escucha un pequeño riachuelo. “Esa es la fuente, ahora no vas a ver nada porque hay un arbusto”. Me deshincho un poco, pero sobre todo me preocupa que Concha, tan ilusionada, se decepcione cuando vea la reducción del santo grial maradoniano. Vamos a buscarla al valle. 
Concha sube al coche y desentraña los nombres de todos los pueblos que vamos encontrando: “Aquí habría un horno, aquí un Francisco…”, va diciendo. Es una enciclopedia viviente de la toponimia. Se parte con la extraña situación que hace que un periodista de una revista de fútbol y una filóloga jubilada estén dando vueltas por estas perdidas aldeas lucenses. “Esto es un secuestro por la cultura”, define. “Llévame a la fuente Maradona”. Le advierto que la supuesta fuente es un arroyito, pero su curiosidad no parece menguar. Todo lo que vamos viendo le parece una pista que lleve al significado de Maradona. Descubierta la casa y la fuente, le pregunto: ¿Decepcionada? “¡No, no! Para mí no es decepcionante, porque yo cuento con eso. Cuento con que años atrás la gente estuvo ahí viviendo, marchó para aquí, para allá, se repartió por los pueblos de la zona… Creo ahora que quizá el lugar esté vinculado a una donación y que las múltiples maradonas a lo mejor son lugares vinculados a ese lugar de acogida de peregrinos, de acogida del camino”. 
La jornada concluye sin que hayamos encontrado el incienso y la mirra que llevaron los Reyes Magos al portal donde nació el apellido de D10S, pero a todos los vecinos les he hecho la misma broma: preparen camas y hoteles, porque después de publicar esta historia van a venir millones de argentinos a hacer el camino. No el de Santiago, el camino de San Diego."

Se dice que cuando Diego Armando Maradona se enteró, en una entrevista en un programa de televisión en el que se emitía un documental al respecto, dijo "¡Si lo ven mis viejos se caen de culo!". En un principio sonaba a broma pero según avanzaba el programa aquello tomaba visos de verosimilitud, solicitando tener contacto con su supuesta familia gallega y prometiendo visitar estos lugares, cosa que de momento parece ser que no ha hecho, aunque sí en un momento envió un vídeo de apoyo al Club Deportivo Lugo. Así escribe R.F.D. del tema en Maradona, un apellido emblemático con probables raíces en A Mariña, publicado El Progreso el 22-7-2020:
"El técnico del Lugo, Juanfran García, tenía guardada una carta sorpresa para el último partido de la temporada. Ni más ni menos que el considerado por muchos Dios del fútbol mandando ánimos a una plantilla que se jugaba la última bala ante el Mirandés. Diego Armando Maradona, actualmente técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, sorprendió a los futbolistas con un vídeo de motivación que se puede ver en la web de este diario. Un trabajo que en palabras del propio Juanfran llevó "mucho esfuerzo" conseguir y que entregó como un regalo a sus jugadores 
Esta anécdota "bomba", como así la definió Juanfran en la rueda de prensa posterior al partido, refuerza el vínculo entre El Pelusa y Lugo. Y es que los orígenes del apellido Maradona tienen una estrecha relación con la provincia. De hecho, en el año 2006 el astro argentino mostró su interés en visitar la tierra de la que probablemente salieron sus antepasados. 
La zona abarca varios pequeños pueblos del sur de los municipios de Barreiros y Ribadeo, quienes ya en aquella época desvelaron que estarían encantados de recibir a Maradona. 
A pesar de no ser un apellido muy común, todavía quedan Maradonas por los pueblos de A Mariña. Los municipios de Vilamartín y Arante cuentan con algunos de los parientes del astro argentino. Manuel Gómez Maradona, ganadero de la parroquia ribadense de Arante, habló de la existencia de un documento en el que se indica que un habitante de la localidad, de apellido Maradona, emigró a Argentina a finales del siglo XVIII. 
No se puede constatar una relación directa entre los mariñanos y El Pelusa, pero parece que el origen heráldico del apellido se sitúa entre las parroquias de Vilamartín, en Barreiros y Fórnea, en Trabada. 
Para los Maradona lucenses, portar ese apellido siempre ha sido un signo de distinción. Desde muy jóvenes siempre se les ha relacionado con las hazañas futbolísticas del argentino y ellos se han vanagloriado de ser parientes lejanos de una figura que ha trascendido el ámbito deportivo. 
La posible llegada de Diego Armando Maradona a la costa lucense en el año 2006 había levantado una gran expectación entre los alcaldes y personalidades de los municipios mariñanos 
El por aquel entonces alcalde de Ribadeo, Balbino Pérez Vacas, fue uno de los que mostró mayor ilusión por la oportunidad de que Maradona visitase su localidad. Además reconocía en una entrevista ser un ferviente seguidor del Barcelona, lo que acrecentaba sus esperanzas de conocer personalmente al astro argentino. El exalcalde lo catalogó como "un bombazo" para la región, aunque finalmente no pudo cumplir su deseo de encontrarse con Maradona 
El vídeo de motivación que mandó el argentino al Lugo vuelve a poner de manifiesto la relación de Maradona con la provincia y veremos si el Diez cumple finalmente su promesa de conocer sus orígenes"

Maradona fallecía el 25 de noviembre de 2020 sin llegar a poder visitar estos lugares, morada de sus antepasados.

Y en la cuna de los Maradona, Arante, los barrios de Penedo, Cima de Vila y San Pedro, este en medio de la foto, donde reconoceremos la iglesia parroquial, de esta advocación (abajo en medio de la foto, casi solitaria, solo con una casa al lado, en medio de los campos. Las tierras más cercanas al río, las más fértiles, se dedican secularmente a agricultura, o a pastos, en este segundo caso sobre todo al crecer enormemente los núcleos urbanos y con ellos las necesidades de suministro de carne y leche. Además, y nos menos importante, son los terrenos más húmedos, arcillosos y afectados por riadas



La iglesia es del siglo XVIII reformada en 1931, nave central de bóveda de cañón, que conserva en su interior tres retablos barrocos y uno clásico. Dourado Fernández nos dice que aparece documentada como "ecclesia Santi Petri de Alanti" en un escrito del año 935, y ya con la forma actual, Arante, en 1305, 1351 y 1371. Para unos investigadores se trata de un antropónimo derivado del galo Alantius y para otros un hidrónimo basado en el indoeuropeo er- 'fluir, moverse' con sus sufijos correspondientes que la emparentarían con topónimos similares, AmaranteSerantes, etc.


Esperando que cuando vengáis podáis tener una vista del valle de donde salieron los Maradona en algún claro entre estos cultivos arbóreos industriales, continuamos subiendo suavemente un poco más durante unos metros


Y justo en la cresta, al llegar arriba y antes de la bajada, dejamos esta carretera local para tomar una pista a la izquierda. En este caso observemos los efectos de la luz y las sombras: aquí por ejemplo cuesta ver el mojón


En cambio, en esta otra fotografía, en día nublado, se reconoce mucho mejor. Estemos pues como siempre muy atentos a flechas y mojones


El Camino pierde aquí de nuevo el asfalto y comienza otra cuesta mientras, paso a paso, va menguando la cifra kilométrica que nos separa de Santiago


Pista de zahorra, siempre entre eucaliptos, toxos y zarzales, hacia las faldas septentrionales de la mencionada Pena do Corvo


Como antes, el Camino va ahora llaneando por las cercanías de la cresta de la serranía y los prados alternan con los eucaliptales


Los prados nos dejan ver, a nuestra derecha, Remourelle también en la parroquia ribadense de Arante pero ya en la frontera con el concello de Barreiros. Su hábitat es disperso, viendo los caseríos y lugares de Porto Bragán, As Pereiriñas, Rego de Mel y A Madalena, bajo las laderas de Moutas y al pie de la Pena do Gato (383 m), así como de Pena Longa (519 m)


Por abajo pasa el Rego Lexoso, que recibe el agua del Rego das Teixeiras. En las alturas hay campos de túmulos o mámoas, los únicos reconocidos como tales en todo el concello de Ribadeo. El historiador y cronista Ambrosio de Morales, que trabajaba para Felipe II, realizó unas excavaciones en ellos dentro de los criterios de aquella época, consiguiendo la autorización correspondiente e imaginando que se encontraría grandes riquezas, cosa que obviamente no pasó pero esa creencia se basaba en las ocasionales ofrendas halladas en esas necrópolis megalíticas. Los túmulos oscilan entre los 6 y 8 metros de diámetro y de 3 a 5 de algo, uno de ellos excavado en roca. La antigüedad se les supone entre el 1800 y el 500 a.C. un periodo muy grande, desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce, e incluso bien avanzada la Edad del Hierro


A Pena do Corvo (437 m) a la izquierda, es la cota máxima en este sector de la montaña. Los cuervos son aves especialmente recurrentes en la toponimia pero los filólogos nos advierten que lo mismo, efectivamente, pueden venir como zoónimo de corvum 'cuervo', que tener una razón orográfica en curvus, 'curvado', en relación en este caso a la forma del monte


El Camino pasa cerca de su cima pero unos metros más al norte e iniciando otro trecho en cuesta


En verano pasaremos aquí entre maizales bien crecidos en estos campos libres de eucaliptos, al menos en el momento de sacar esta fotografía



Y ahora, al pie mismamente de la Pena do Corvo, tomamos en este cruce de pistas el camino de la derecha


A partir de aquí volvemos a llanear todo recto: es el Monte da Aguá


Además de eucaliptos, los helechos forman una verdadera silva, una selva intrincada y casi inaccesible a ambos lados de la senda, muy ancha y en la que pueden verse las rodadas de vehículos forestales y de mantenimiento de las fincas


Los hitos marcan siempre el Camino y nos dan seguridad en nuestra marcha. A veces se pintan flechas en la corteza de los árboles, como la que vemos a continuación a la derecha


Si bien atravesar eucaliptales por estas sendas que hacen de pistas forestales no deja de tener su monotonía, constituyen un bello paseo en relación a las tramos de asfalto que abundan en otros trayectos


Llegamos de esta manera a un grande y hermoso claro verde en el Monte da Aguá


Al fondo, tras otra mata de eucaliptos, llegaremos a ver un amplio panorama


A lo lejos, caminando en dirección sur-suroeste, reconocemos las colinas de A Ribeira, sobre el valle del Rego Lexoso, ya en el vecino concello de Barreiros, otro de los que componen la comarca de A Mariña


Y en Barreiros Vilamartín Pequeno y Vilamartín Grande, verdes praderías sobre el precioso valle del Rego de Porto Bragán y ante la línea de cumbres de A Serra da Toxiza y el Monte Pedrouzo, con Pena Corveira (768 m), A Toxiza (833 m), el Pico da Lebre (783 m) y el Penido dos Galos (777 m), referencia geográfica y visual de nuestro camino a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo





 

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