Vilamartín Pequeno: entrada al concello de Barreiros, bajo A Pena do Corvo y el Monte da Aguá |
Por el Monte da Aguá, el Camino Norte de Santiago deja el concello de Ribadeo, donde ha entrado en Galicia, para pasar al de Barreiros por Vilamartín Pequeno tras subir por los montes de A Costa de Arante y, seguidamente, bajar por las laderas norte-noroeste de la Pena do Corvo y el Monte da Aguá hacia el valle del Rego de Portobragán, que luego será el Rego Lexoso y más allá el Río Grande
Vilamartín Grande y A Serra da Toxiza desde el Camino a Vilamartín Pequeno (abajo, a la sombra) |
Bajando a Vilamartín Pequeno |
Bajando a Vilamartín Pequeno, recordamos, el primero que nos vamos a encontara, el Camino es aquí una hermosa pista que baja suavemente por la ladera de la montaña, junto a praderías de pasto y siega donde pacen los rebaños de esta comarca ganadera por excelencia. Al mismo tiempo, otros antiguos pastizales se han tornado en eucaliptales, consecuencia de la masiva plantación de especies de crecimiento rápido para las fábricas de celulosa, alternativa de explotación forestal ante el abandono de los tradicionales usos agropecuarios, junto con el tremendo éxodo rural y abandono del campo, acontecido a nivel de toda Europa occidental, acelerado sobre todo a partir de la posguerra
Bajamos así, poco a poco, al hermoso valle del Rego de Porto Bragán, o también Rego de Curras, que separa además Vilamartín Pequeno de Vilamartín Grande, uno en cada vertiente del valle
Abajo, Vilamartín Pequeno constituye su propia parroquia, que en Galicia como en Asturias y otros lugares es una entidad administrativa civil además de religiosa, mientras que arriba Vilamartín Grande pertenece a la parroquia de San Xulián de Cabarcos, un topónimo para unos relacionado con los cibarcos, galaicos pobladores de estos parajes y citados por los geógrafos de la antigüedad y para otros con la palabra cavarco, barranco profundo. Su parroquial es mencionada como Sancti Justi de Cabarcos en la documentación altomedieval
No es la única diferencia, hacia Vilamartín Pequeno bajamos y a Vilamartín Grande subimos. En ambos casos estamos ante un más que evidente antropónimo, la villa, villae o tierras, casa y posesiones de un antiguo Martinus de época romana o de dicho periodo altomedieval
El paisaje de pinares y eucaliptales se abre aquí al de grandes prados, muchos plantados de maíz, como planta forrajera, que veremos crecer en verano
Acabando un tramo de bajada enlazamos con otro camino, que viene a la izquierda: nosotros, llaneando, continuamos a la izquierda
En este cruce, a la sombra de un seto natural y mata de arbolado, un mojón xacobeo confirma la dirección a seguir y, al lado, un gran panel nos muestra un mapa con el itinerario del Camino de Santiago en el concello de Barreiros
Vemos la ubicación es estos pueblos de Vilamartín Pequeno y Vilamartín Grande respecto al trazado jacobita, el valle, el río y, por supuesto, nuestra posición actual
Más al oeste Gondán en Val de Cabarcos, el valle de Cabarcos, donde parece señalizado también su albergue de peregrinos
Luego, más al oeste aún, en San Xusto de Cabarcos también hay albergue, desde ahí nos dirigiremos al concello de Lourenzá por el Monte do Calvario
Asimismo se nos ofrece información sobre el patrimonio histórico artístico de la ruta
El Camino es aquí una pista larga, recta y llana. Desde que las primeras carreteras, ya avanzado el siglo XIX, sustituyeron a los viejos caminos reales, no pocos desaparecieron o se transformaron en vías pecuarias y carreteras locales, según el tramo. Aún a mediados de dicha centuria, en el Diccionario de Madoz, se decía de los caminos que "a excepción de la vereda real, que desde Rivadeo se dirige a Mondoñedo, Vivero y otros puntos que se halla medianamente reparada, son locales y malos"
Cruce y seguimos recto y todo de frente. Los viejos empedrados han desaparecido y con la mecanización del campo las sendas fueron ensanchadas para la entrada de la maquinaria a las fincas, los transportes de pienso, ganado, los vehículos de servicio a estas fincas y los de los madereros de pinares y eucaliptales
Se ven claramente los trabajos de ensanche y aplanamientos de Camino. En otros casos las concentraciones parcelarias, especialmente aplicadas en tantos lugares de Galicia, cambiaron los ancestrales trazados camineros
Esta es la falda norte de la Pena do Corvo, un topónimo muy habitual que tanto puede estar relacionado con corvum 'cuervo', por la abundancia de este ave, como con curvus "curvo', 'encorvado', 'doblado', referido a su forma y orografía
Desde aquí vemos, en primer término, una de las primeras casas de Vilamartín Pequeno, A Aguá y, a lo lejos Vilamartín Grande, en la cresta o canto de la siguiente colina, al otro lado del valle, con los lugares de As Casas de Baixo (a la derecha) y As Louseiras (a la izquierda)
En medio de Vilamartín Grande reconocemos bien la fachada blanca de la Capela do Carme, a la que vemos subir el Camino (mata de árboles) desde la izquierda, tras bajar al río desde Vilamartín Pequeno. Un poco más allá de la capilla está el Tentempé Peregrino, bar, tienda y alojamientos. Tanto en Vilamartín Grande como en Vilamartín Pequeno viven algunos de los familiares gallegos del futbolista y mito mundial Diego Armando Maradona, quien se enteró, casi de casualidad, a consecuencia de un programa de televisión en 2006, que uno de sus antepasados salió de Arante, parroquia ribadense por la que vinimos caminando, en 1750. El 31 de mayo de 2006 publicaba El Progreso:
"El astro busca su tierra
Diego Armando Maradona hizo pública su intención de visitar Ribadeo y Barreiros, en donde podrían estar sus orígenes. Los mariñanos que comparten su apellido le esperan con ilusión
El que para muchos fue el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, el argentino Diego Armando Maradona, anunció el lunes en el programa Maracaná 2006 de la cadena Cuatro su intención de visitar la tierra de la que probablemente salieron sus antepasados, que no es otra que unos pequeños pueblos en la zona sur de los municipios de Ribadeo y Barreiros: Arante, Vilamartín Grande y Vilamartín Pequeno. Como todo en ese programa, la cosa iba medio en serio medio en broma, y uno de sus reporteros realizó una visita a las zonas en las que viven una buen número de maradonas.“Si lo ven mis viejos se caen de culo”, exclamó el Pelusa sorprendido al término del reportaje por comprobar que los orígenes de su apellido podrían estar en un, para él, remoto punto de A Mariña lucense. Animado por el presentador, dijo después, “tiene que darme la dirección de ese sitio para poder ir de visita con mis hijas, me encantaría enseñárselo”. En realidad, esa parte ya estaba hablada de antemano, porque los Maradona de Ribadeo y Barreiros, todos ellos parientes, así se lo habían demandado al reportero. Actualmente son todavía muchos los que viven en esa zona, en la que incluso hay una casa llamada Casa de Maradona y un lugar que lleva el mismo nombre. Secundino Maradona Uno de esos múltiples primos que tiene en A Mariña es Secundino Maradona, un ganadero que vive en la parroquia barreirense de Vilamartín Grande, uno de los posibles orígenes heráldicos del futbolista. No sabe cuál es el origen de su apellido y tampoco sabe lo que significa, eso sí le haría “moita ilusión” que Diego fuera a visitarlo a su casa, porque cree que es “unha oportunidade única de conocer a un persoaxe universal”. Secundino no quiere hacer suposiciones sobre su posible parentesco con el Pelusa, pero no ve imposible que algún ancestro suyo emigrara a Suramérica y allí, tras el paso de las generaciones, se engendrara al astro del fútbol argentino.
POSIBLE RECEPCIÓN. Los alcaldes de los dos concellos afectados están a la expectativa
Los dos alcaldes de los municipios implicados en la posible visita de Diego Armando Maradona, los de Ribadeo y Barreiros, Balbino Pérez Vacas y Alfonso Fuente Parga, respectivamente, acogieron con gran ilusión la noticia de que sus concellos pueden ser el destino elegido por el astro del balón para realizar una visita, aunque sea de tipo familiar. Alfonso Fuente aseguró que para él “sería un placer” recibir a Maradona, e incluso organizar una concentración de la gente que lleva este apellido en la costa lucense. “En el Ayuntamiento estamos dispuestos a correr con todos los gastos, sería una gran oportunidad para nuestro municipio, y un placer poder organizar algo con él en torno a las escuelas deportivas municipales”, precisó el alcalde. Balbino Pérez Vacas, por su parte, expresó también la predisposición de la institución que preside a que Maradona cumpla su promesa, que, en el caso de producirse, no dudó en calificar como “un bombazo”. El alcalde ribadense, muy aficionado al fútbol, recordó además, en el plano personal, que el astro argentino militó en el Fútbol Club Barcelona, equipo del que es “fiel seguidor”. “Se vén, estará aquí como na súa casa”
En la parroquia ribadense de Arante vive Manuel Gómez Maradona, que es presidente de la cooperativa ganadera Campoleite. Habla de la existencia de un documento que indica que un habitante de San Pedro de Arante de apellido Maradona emigró a Argentina en el siglo XVIII. Desde aquel día el mundo dio más de doscientas vueltas, y por ello “non estou moi convencido” de que el astro del balón argentino sea un pariente lejano suyo, aunque no puede dar una negativa total. No está seguro si El Pelusa es su primo, y tampoco “se ó final vai a vir para poder coñecelo persoalmente”, o son promesas que se hacen en un momento dado por compromiso, pero asegura que en el caso de que el genio del balón se deje caer por Arante “recibireino como se estivera na súa propia casa”. Manuel tiene algunos datos sobre su apellido, y aunque no sabe su significado, concreta que el origen heráldico se sitúa “entre as parroquias de Vilamartín en Barreiros e Fórnea, en Trabada”. Casualmente Manuel, como su primo Secundino, eran unos adolescentes cuando el gran Maradona comenzó a despuntar. “No colexio e na mili todo o mundo nos recordaba sempre moi rápidamente, porque desde logo Maradona non é un apelido moi común”.
Al final Maradona no visitó estos pueblos lucenses, pero sí envió un vídeo muy celebrado al Club Deportivo Lugo en un decisivo partido en julio de 2020. Así recoge la noticia El Progreso el 21 de julio:
"Maradona "partícipe" de la salvación del Lugo: "Dios ha estado con nosotros"
Juanfran anunció en rueda de prensa que 'El Pelusa' envió un "vídeo de motivación" a la plantilla en las horas previas al decisivo duelo ante el Mirandés
"Cuidado que es una bomba, eh. Lo digo para que lo sepáis. Y vais a querer el vídeo, ya os lo digo", advirtió el entrenador del Lugo, Juanfran García, en la rueda de prensa posterior al partido ante el Mirandés. Pero, ¿a qué se refería el técnico que ha consumado el milagro de la salvación cuando peor pintaban las cosas para el cuadro rojiblanco? Pues a que Diego Armando Maradona también fue partícipe a su manera de esta permanencia.El Pelusa envió un vídeo motivacional a la plantilla lucense que fue mostrado por el staff técnico minutos antes del decisivo duelo de este lunes. "Nosotros ponemos siempre un vídeo de motivación y siempre hemos ido incrementando el nivel de motivación hasta el día de hoy, cuando todos los miembros del cuerpo técnico les hemos hecho un regalo a los jugadores", expresó Juanfran ante los micrófonos.
El preparador del Lugo afirmó haberse "roto la cabeza" para contactar con una persona que hiciese de intermediaria entre el club y El Pelusa, permitiendo se realizase del vídeo. "Cuando –los jugadores– lo vieron se quedaron... y les dije que lo imposible a veces se hace realidad, que si ellos habían conseguido que les mandase ánimos Diego Armando Maradona, eran capaces de conseguir lo que ellos quieran. Es así, Dios ha estado con nosotros".
Además, Juanfran reveló que la plantilla albivermella deben mandarle un vídeo de vuelta al astro argentino y una camiseta del equipo.
MENSAJE. En las imágenes, hechas públicas por algunos medios, Maradona se encuentra sentado en un sofá, desde el que se dirige directamente al entrenador rojiblanco. "¡Hola, Juanfran! Sé que estás en un partido clave pero vos sos buena leche, sos amigos de El Gallego. Entonces, ¿cómo no te voy a dar para adelante todo? Y vamos a estar todos pendientes del Lugo. Juanfran, desde ahora, amigos", expresó el 10 en el vídeo.
Las palabras de Diego Armando Maradona han dado la vuelta al mundo. Numerosos medios deportivos se han hecho eco desde la noche del lunes de esta relación entre el mito futbolístico y el Lugo. El más gráfico de ellos fue el Diario Olé, el periódico deportivo más importante de Argentina, quien habló de "ayuda divina para Lugo".
Diego Armando Maradona fallecía unos meses después, el 25 de noviembre de 2020 sin poder llegar a visitar la tierra de sus ancestros, ahora recorrida por numerosos peregrinos, no pocos, como él, argentinos. Al día siguiente La Voz de Galicia publicaba este artículo respecto a su origen:
"Una figura tan universal como Diego Maradona no podía pasar de puntillas por la historia del fútbol gallego. Los hilos que unen al Pelusa y a los clubes de esta esquina del Atlántico son múltiples y tan variados como la riquísima biografía de un jugador tan único como carismático.
Su primer vínculo enraíza en el propio apellido del personaje. La investigadora Concepción Fernández aseguró en el 2004 en la revista universitaria «Evohé» que la familia del exfutbolista tiene sus orígenes en Lugo, posiblemente en un lugar del concello mariñano de Ribadeo. Concepción Fernández López, autora del artículo «Un apellido de Lugo: Maradona», sostiene que «este nombre que, llevado por un argentino, parece que suena italiano, es el de un lugar de la Mariña lucense, de la comarca de Ribadeo». Fernández López se apoya en el Diccionario Madoz, (el diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, editado en Madrid entre 1845 y 1850). Para esta investigadora, Maradona remite a «un lugar en la provincia de Lugo, ayuntamiento de Ribadeo y feligresía de San Pedro de Arante; con cinco vecinos y 26 almas», pero advierte de que el Nomenclátor oficial no lo registra actualmente.
El propio Maradona salió al paso de su posible origen gallego y hasta comentó que tenía la intención de visitar a sus (supuestos) familiares y conocer sus raíces.«Como ao final veña, ¡vaia festa!», afirmaba por aquel entonces Secundino Maradona, Lito, al pie de su casa en Villamartín Grande, y añadía sin perder la sonrisa: «Dende que saíu na televisión non paran de vir xornalistas».
Al final, el genio del balón nunca apareció por Ribadeo, pero sus vecinos nunca perdieron la esperanza. Así lo reconocían en un reportaje de La Voz en el 2007."
Y un día más tarde, 27-11-2020, en el mismo periódico se publicaba Maradona ya nunca podrá realizar el viaje que anunció a Galicia, ahondando en este tema de los primos gallegos del as del balompié:
"Cuando el mundo del fútbol dice adiós a una de sus grandes leyendas, la figura del entrenador y exfutbolista Diego Armando Maradona planea de nuevo por A Mariña. Al trascender la noticia de su fallecimiento a los 60 años de edad, este miércoles cobra de nuevo actualidad una historia que comenzó en el 2005, a raíz de un reportaje de investigación publicado por La Voz de Galicia sobre los supuestos orígenes en Arante (Ribadeo) y Vilamartín (Barreiros) del apellido Maradona. En abril del 2009, en estas mismas páginas, José Alonso recordaba que meses después una cadena de televisión rodaba un reportaje con varios vecinos, supuestos primos lejanos del Pelusa. Se emitió cuando Maradona visitó los estudios para ser presentado como el fichaje estrella para comentar los partidos del mundial de Alemania. Él no salía de su asombro y se entusiasmó tanto que no dudó en anunciar que visitaría a sus parientes en Arante y Vilamartín, donde residen una veintena de personas con el apellido Maradona. El Pelusa firmó una camiseta que el periodista se comprometió a entregarle a sus primos. Pero en el 2009 no lo había hecho, igual que Maradona nunca visitó A Mariña.
En junio del 2006, concluido el Mundial de Alemania, Maradona reiteraba que viajaría a Galicia, acompañado de su ex mujer, Claudia, y sus hijas, Dalma y Gianna, para conocer la zona de A Mariña desde la que en el año 1795 había partido rumbo a América su antepasado Francisco Fernández Maradona. Su destino era Arante y Vilamartín, donde residen quienes conservan el apellido Maradona en España.
La noticia corrió como la pólvora. Las reacciones también. Los alcaldes de Ribadeo y Barreiros valoraban la repercusión que tendría la visita del Pelusa. El regidor barreirense, Alfonso Fuente, incluso apuntaba la posibilidad de organizar una comida con todos los vecinos. Como él, el ribadense Pérez Vacas manifestaba que recibiría a Maradona con los brazos abiertos.
Los supuestos primos se tomaron el acontecimiento con un excelente sentido del humor, a pesar del ajetreo mediático que les provocaba un evidente hartazgo. Las cadenas de televisión llamaban a todas horas y ellos, cansados del asunto, preferían pasar página. «Como ao final veña Maradona, ¡vaia festa!,» decía en mayo de 2006 Secundino Maradona al pie de su casa en Vilamartín Grande, y añadía: «Dende que saíu na televisión non paran de vir xornalistas». Pero ya entonces expresaba sus suspicacias: «Se vén aquí cousa mala non será, pero non creo que veña».
Y acertó, porque, que se sepa, nunca visitó A Mariña y tampoco podrá hacerlo jamás. Tampoco ha llegado la camiseta que Diego firmó en un programa de televisión. Acompañado de su madre Carmen, en el 2006 Manuel Gómez Maradona comentaba «Cando fixen a mili, como somos practicamente do mesmo tempo, el xa tiña moita familia e ao saber do meu apelido todos me preguntaban que tal xogaba ao fútbol».
Las dudas sobre los orígenes familiares de Maradona continúan sin desvelarse. Tras el entusiasmo inicial, parece que el Pelusa no se preocupó más. En el 2009, Manolo Gómez le recordaba a José Alonso el ajetreo que había vivido unos años antes: «Non sei nada de nada da camiseta. Debeu quedar polo camiño. Aqueles foron días nos que nos entolearon a cabeza. E agora aínda non chaman. Fai pouco viñeron dun programa, de España Directo, porque querían facer unha reportaxe. Estiveron en Vilamartín falando con xente, pero cando viñeron aquí nós non quixemos saír máis e non a emitiron».
A pesar del cansancio por el tema, Manuel Gómez se mostraba en el 2009 afable al contar su experiencia: «É que si soubéramos de certo que é un familiar, pois a cousa cambiaría, pero non se sabe», añade. No obstante, reconoce que en su momento si pensó que Maradona iría a visitarlos: «Cando o dixo nos programas de televisión pensei que quizais si podía vir a dar unha volta. De feito o Concello de Barreiros falaba incluso de facer unha comida. A noticia saíu en todos lados e falouse moito. Aínda agora da que falar. Pero eu prefiro non volver con este asunto ás voltas. Prefiro que se fale do leite, do problema que temos os gandeiros e de como está a economía. Iso si que é importante».
La pista de zahorra llega a otra, asfaltada, con la que se cruza, bajando nosotros a continuación a la derecha. En el año 1745 según unas fuentes, y en 1748 o 1750 otras, salió de la vecina parroquia ribadense de Arante, emigrando para América, Francisco Fernández de Maradona, antepasado directo de Diego Armando Maradona, estrella argentina del fútbol mundial. En Maradona: Cuál es el origen de su apellido, el periodista Diego Barcala indaga en esta investigación sobre su solar familiar y acaba con una mención a los peregrinos argentinos que podrían acudir a ver la tierra que fue origen del apellido de su compatriota:
"Porque Maradona es montañoso, está cerca del mar y sus habitantes llevan siglos paseando al ganado entre montes lluviosos. De hecho, limita al norte con “Inglaterra, mar de por medio”, como define el Concello de Barreiros, la municipalidad lucense que reúne todos esos pequeños lugares de donde proceden todos los Maradona del mundo, incluido Diego Armando.
Fue en 1750 cuando un hombre procedente de San Pedro de Arante (Barreiros, Lugo) llamado Francisco Fernández cruzó el Atlántico y se registró así a su llegada a San Juan de Cuyo (al noroeste de Argentina): Francisco Fernández de Maradona. Este hombre del que desciende el futbolista, pero también un héroe de la independencia que luchó con el general San Martín, es la cumbre del árbol genealógico argentino del 10, pero ¿qué sucedió antes? ¿De dónde proviene ese apellido que hasta 2004 todo el planeta creía que era italiano?
La clave de esta historia proviene de la curiosidad insaciable de una filóloga gallega jubilada, cuya vida está tan cerca de la de Maradona como Santiago de Compostela de Sidney. Concepción Fernández López -Concha, como es conocida- estaba estudiando en 2004 la toponimia de la parte norte del Camino de Santiago a su paso por la mariña lucense para la Xunta de Galiza cuando en el ‘Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar’ (Pascual Madoz, 1850) encontró la siguiente descripción: “Maradona. Lugar de la provincia de Lugo, ayuntamiento de Ribadeo y feligresía de S. Pedro de Arante, 5 vecinos y 26 almas”. Es decir, allá por principios del siglo XIX, cuando el político progresista Pascual Madoz emprendió la enciclopédica tarea de clasificar todos los pueblos y lugares dentro de las fronteras españolas, su colaborador de la mariña de Lugo (llegó a contar con un equipo de 1.000 personas para la tarea) registró que había un pequeño lugar llamado Maradona. 100 años después de que Francisco Fernández de Maradona llegara a Argentina, su pueblo seguía existiendo. Hoy no hay pueblo que se llame así, pero los cementerios locales: Fornia, San Pedro de Arante y, sobre todo, Villamartín Pequeño, están plagados de lápidas con las ocho letras mágicas.
Así comenzó Concha el artículo de la edición 13-14 de la revista de estudiantes de Filología Evohé que borró la supuesta procedencia italiana del apellido más famoso de la historia del fútbol. En un artículo de dos folios trasladó el portal de Belén maradoniano a Galicia. Concha asegura que no sabe nada de fútbol, pero su audaz mirada de todo lo que le rodea le llevó a escribir con esa perceptible ironía gallega el artículo que cambió la historia del mundo Maradoniano. La Voz de Galicia hizo eco de su descubrimiento que, boca a boca, web a web, acabó en 2006 en una pregunta a Diego Armando, quien pasaba por España para comentar el Mundial. “Si se entera mi viejo se mueeeeere. Iré a ver a mis primos gallegos”, prometió.
A Concha le importa poco Maradona, pero desde entonces no para de darle vueltas a qué lugar sería ese Maradona que aparece en el Madoz. ¿De dónde viene esa palabra de la que solo queda un apellido curiosamente común en esa zona? Su teoría en 2004 decía lo siguiente: “La toponimia guarda ¡tantos estratos de primitivas épocas, tantos secretos escondidos! Pero primero hay que probar con el latín. Y pensando desde el latín, Maradona tiene aspecto de compuesto de nombre más adjetivo, pero ¿qué nombre y qué adjetivo? Mara-dona, Mar-adona, Ma-radona: ‘radona/redona’ -podríamos pensar en *dona, postverbal semejante a ‘donada’: ‘que se da bien’- y -adona ¿podría ser el resultado disimilado de idónea? La primera parte del sustantivo al que se aplica idónea, con significado de ‘finca’, ‘propiedad’: mara”, que, según Concha, proviene del paso de mora a mara, que también significa ‘lugar’. Conclusión inicial: Maradona significa lugar idóneo.
Tres lustros después y con Diego Armando Maradona muerto sin haber cumplido su promesa de visitar a sus primos de la mariña, Concha retoma su teoría. Hace más de una década que la historia de la procedencia del apellido se le ha escapado de las manos. Decenas de artículos giran hablando de si se trata de un apellido que proviene del mar, o de la virgen María. A Concha le despierta una indignación científica, pero se lo toma con deportividad. Después de dos semanas de llamadas y mails intercambiando teorías e informaciones está convencida de que en realidad Maradona significa ‘casa donada’ y que puede tener algo que ver con la donación del rey asturiano Filón, allá por el siglo VIII, que sería una casa o un lugar donado para peregrinos, pero que tiene que ser un lugar físico. Concluimos que hay que solucionarlo sobre el terreno. Hay que buscar dónde está ese lugar llamado Maradona.
En la organización de la expedición entra en escena Ramona Rodríguez, jueza de paz del Concello de Barreiros, custodia del registro de nacimientos, defunciones y matrimonios de la zona y vecina de Villamartín Pequeño, el epicentro de los apellidos Maradona. Según el INE, en los pueblos de Barreiros se concentran cerca de 20 personas que llevan Maradona de primer apellido. Mita, como la conoce todo el mundo en la zona, dice por teléfono que el primer Maradona que aparece registrado en el pueblo es de 1879, y que no tiene inconveniente en que hagamos una foto del libro. “Andrés Maradona Rubiales, de Villamartín, Barreiros. Su padre se llamaba José Maradona Cobo, labrador de 39 años”, lee Mita en el libro que tiene marcado desde que varios periodistas empezaron a llamar al Ayuntamiento preguntando siempre por lo mismo. “Los Maradonas están un poco cansados del tema”, explica. Sin embargo, tiene preparada la ruta para todos esos lugares que en la zona tienen alguna información que nos pueda llevar a un lugar exacto donde hacer la peregrinación.
Primera parada: el pequeño cementerio de Villamartín Pequeño. Venancio Maradona Rego, Manuel Maradona Rego, Elena Maradona Pérez, Óscar Maradona Pérez, José Maradona Rodríguez… No hay duda. De aquí son los Maradona. “Mira, en esa casa que siempre hemos llamado la casa Maradona vive ahora un cubano que se vino hace poco. Maradona pasó por Cuba, ¿no?”, cuenta Mita, convertida también en una maradoniana más, al corriente de las aventuras del futbolista. Llegamos al centro de Villamartín Pequeño. Un grupo de casas típicamente gallegas, con su hórreo, sus piedras oscuras que, como si Diego estuviera favoreciendo la jugada desde el cielo, luce un sol espectacular en pleno mes de noviembre.
Ding-dong. “Venimos a buscar Maradonas”, anuncia Mita sobre mi llegada. Una mujer de pelo cano, bata de flores y zuecos se parte de risa y nos invita a entrar. Marisa Maradona nos acoge en la típica cocina rural gallega con su mueble para introducir el carbón, cortinillas en las pequeñas ventanas de los gruesos muros de piedra y una mesa bien grande para la tertulia. Todo en gallego, Mita va traduciendo. “Hace poco fui al hospital para la vacuna y al dar el DNI la enfermera me dijo: ‘¿Maradona?’ Estos son de dinero”, comenta. A continuación Mita le interroga por sus antepasados. Aparece una tía Maradona en Argentina, la emigración gallega de diferentes épocas del siglo XX llevó a varios vecinos del pueblo a las Américas. Y después un sinfín de historias rurales como la de un niño también apellidado Maradona que nada más que al nacer, casi se lo come un cerdo. “Claro, la madre tenía que trabajar y lo dejó en una cuna como pudo. Aquí la vida no es fácil”, traduce Mita. Buscando los orígenes del apellido Maradona la historia casi se torna en un thriller rural.
“Ahora vamos a lo que se conoce como la fuente Maradona”, explica mi cicerone. Concha manda un mensaje, está a punto de llegar. La idea es que la filóloga jubilada reconozca sobre el terreno el lugar que ella descubrió en el Madoz. Cualquier rastro le será útil para sus teorías. La fuente Maradona está en una colina, junto a una casa que es conocida como la Casa Maradona desde tiempo inmemorial. Junto a la casa, otro vecino cuenta con el futbolístico apellido. Llamamos. Nos abre Manuel, quien estaba en plena siesta. No le importa, nos hace pasar a otra cocina típica gallega, con una gran mesa de tertulia. Manuel Maradona es más joven, se podría decir que casi contemporáneo a Diego Armando, por lo que sus anécdotas por el apellido crecen en interés. “Hice la mili en Madrid en el 82, durante el Mundial… Puedes imaginar que era el Maradona”, cuenta. “Pero lo más curioso fue una vez que fui a Orly, al aeropuerto de Francia, y el de la aduana al ver mi carné me paró y me miró de arriba a abajo. No le cuadraba nada”, ríe.
Manuel nos acompaña a la fuente. En la mística maradoniana todo tiene que ser un gol a los ingleses. Imagino que la fuente Maradona será una cascada a mitad de camino entre Iguazú y Petra. Pasamos la famosa casa Maradona, que según Manuel tiene 500 años “o más”; un campo segado y en una zanja se escucha un pequeño riachuelo. “Esa es la fuente, ahora no vas a ver nada porque hay un arbusto”. Me deshincho un poco, pero sobre todo me preocupa que Concha, tan ilusionada, se decepcione cuando vea la reducción del santo grial maradoniano. Vamos a buscarla al valle.
Concha sube al coche y desentraña los nombres de todos los pueblos que vamos encontrando: “Aquí habría un horno, aquí un Francisco…”, va diciendo. Es una enciclopedia viviente de la toponimia. Se parte con la extraña situación que hace que un periodista de una revista de fútbol y una filóloga jubilada estén dando vueltas por estas perdidas aldeas lucenses. “Esto es un secuestro por la cultura”, define. “Llévame a la fuente Maradona”. Le advierto que la supuesta fuente es un arroyito, pero su curiosidad no parece menguar. Todo lo que vamos viendo le parece una pista que lleve al significado de Maradona. Descubierta la casa y la fuente, le pregunto: ¿Decepcionada? “¡No, no! Para mí no es decepcionante, porque yo cuento con eso. Cuento con que años atrás la gente estuvo ahí viviendo, marchó para aquí, para allá, se repartió por los pueblos de la zona… Creo ahora que quizá el lugar esté vinculado a una donación y que las múltiples maradonas a lo mejor son lugares vinculados a ese lugar de acogida de peregrinos, de acogida del camino”.
La jornada concluye sin que hayamos encontrado el incienso y la mirra que llevaron los Reyes Magos al portal donde nació el apellido de D10S, pero a todos los vecinos les he hecho la misma broma: preparen camas y hoteles, porque después de publicar esta historia van a venir millones de argentinos a hacer el camino. No el de Santiago, el camino de San Diego."
Cuesta abajo las casas de A Aguá, puerta del concello de Barreiros en el Camino Norte, perteneciente a Vilamartín Pequeno, "la parroquia de 19 casas", como leemos en El Progreso del 22-3-2023, destacando que, a pesar de su pequeña población, gusta de traer las mejores orquestas a sus renombradas romerías
Vilamartín Pequeno fue creada como parroquia independiente, escindida de Cabarcos, en el año 1895. Dada la relación de la división eclesiástica con los núcleos de población, la nueva parroquia quedó considerada a la vez como entidad a nivel de organización social y administrativa
Abajo, el río hace, recalcamos, de frontera parroquial con Cabarcos. De frente son los montes de Ribeira y Cadaval (378 m), ya pertenecientes a la parroquia vecina
En el cruce que hay al llegar a las primeras casas, donde hay un caño de agua fresca y suelen anunciarse alojamientos para peregrinos dentro del tramo a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo, seguimos cuesta abajo todo recto, pero hemos de informar que, unos metros a la derecha, en A Aldea de Riba, está la casa de peregrinos Granja de Calor, de Nikole y Freddy
Pasamos junto a algunos cobertizos y entre las fincas de huertas y pastos. La especialización ganadera hizo que el terreno se aprovechase mayoritariamente para pastizales de vacas de leche y de carne
Prados de "diente y guadaña", para pacer y para segar. También se plantan buenas extensiones de maíz, pero ahora como planta forrajera, pues antes el grano de las mazorcas se molían en los molinos del río para hacer el pan en casa
En verano, cuando pasan la mayor parte de los peregrino, algunos de los campos, agostados por el sol, presentan incluso un color dorado, también muy brillante, paisaje pues dorado y verde, oro y esmeralda cuando llegamos a As Cabanas, donde hay una nave de ganado con sus silos y dependencias
Junto a la nave, el camino hace un poco de curva, teniendo ya enfrente Vilamartín Grande, con toda su cuesta, por la que subiremos desde el río
De frente la antigua escuela de Vilamartín Pequeno, otra referencia en la ruta, fácil de reconocer por sus grandes ventanales
A su izquierda hay un pequeño terreno cerrado con muretes y actualmente ajardinado donde antaño jugaban los escolares. A la izquierda vamos también nosotros al llegar a esta carretera local
Y en la próxima bifurcación continuamos recto, a la derecha de la siguiente casa, admirando una hermosa vista del valle, hacia el sur, donde están el Monte da Fórnea y Penas Mouras (553 m), una vez más el topónimo Mouras se hace patente, de evidentes resonancias mitológicas
El de la izquierda es el camino que sube a A Rigueira y A Aldea de Riba, el de abajo, el que empleamos nosotros, el que va a A Aldeia de Baixo, donde está la iglesia parroquial
A la izquierda las laderas, también eucaliptalizadas, del Monte San Xoán (406 m), advocación de la iglesia, que también vemos desde aquí, asomando sobre el maizal
Iglesia parroquial de San Xoán Degolado, templo de alargada nave, asentado en la falda del monte. Se dice que sería del siglo XVII, tal vez una antigua capilla que de transformó en parroquial y por la que pasaron ampliaciones y reformas, pero no hemos hallado mucha información de su historia
Se celebra su fiesta a principios de junio con una gran pulpada o polveirada, además de las renombradas orquestas a las que antes aludíamos y a las que cita el periodista José Alonso en su artículo Vilamartín Pequeno, 19 casas que contratan a El Combo Dominicano por 13.310 euros, publicado en La Voz de Galicia el 14-6-2022:
"Más en broma que en serio, en un bar en la fiesta de As San Lucas en la sesión vermú, se lanzó el reto: «Vou seguir coa comisión ata traer a El Combo Dominicano». Yoni Peña Bermúdez, vecino de Vilamartín Pequeno, una parroquia de Barreiros con 19 casas habitadas y poco más de 40 vecinos, se lo comentaba a su compañero de batalla, José Antonio Rodríguez Fernández, con quien lleva años organizando las fiestas patronales de su pueblo. Con ellos se encontraba Francisco Pico, representante de orquestas, con el que tienen una estrecha amistad. «Quedouse coa copla e en abril do ano pasado chamoume e dixo: `Non querías levar ó Combo a Vilamartín? Pois o único día que lle queda libre no 2022 é o vermes da vosa festa, o 17 de xuño'. Púxenme a darlle voltas. A orquestra cobraba 13.000 euros máis IVA, pero conseguimos rebaixalo a 11.000 máis IVA (13.310 euros en total). Chamei a José e dixemos: adiante, xa nos buscaremos a vida».
Así, de forma un tanto casual, una de las orquestas que se encuentra en el podio de Galicia (al menos por precio, Panorama, París y El Combo) va a tocar en una aldea de 47 habitantes, según el INE: «Pero somos menos», apunta Yoni Peña.
La historia de esta comisión tiene muchos más capítulos dignos de relatar. Son dos vecinos que dedican su tiempo libre, «o pouco que me queda» -dice Yoni, de 45 años, que trabaja en una compañía de seguros, mientras su compañero José, de 68 años, está jubilado-, los fines de semana, sacando horas de su vida para reunir el dinero, los 17.000 euros que calculan les costarán este año las fiestas. El punto de partida son los 150 euros que aporta cada casa de Vilamartín Pequeno: «Esto ven xa de cando nos moviamos en pesetas. Cada casa daba 25.000 pesetas, e mantívose no tempo. Agora son 150 euros». Pero esta aportación solo cubre una pequeña parte del presupuesto.
La promesa
Yoni -el nombre se lo puso su padre, en homenaje a un amigo que conoció cuando trabajó de emigrante en Suiza- se embarca año tras año en la tarea de organizar las fiestas de su parroquia por un emotivo vínculo personal. Su madre estaba en la comisión, pero en el 2007 sufrió un ictus: «Quedou con secuelas e prometín que se se salvaba levaría un ano a festa ofrecida ó santo, San Xoán Degolado. No ano 2011 faleceu meu pai, con 54 anos, dun infarto cerebral. Había facer a festa, pero aparteime uns anos, ata que no 2017 volvín para cumprir a miña promesa. Botei man do presidente da asociación de veciños, José, que durante moitos anos fixo a festa axudando a miña nai, e así empezamos de novo».
Poco a poco la fiesta fue creciendo: «Cada ano imos un pouco a mais, ideando cousas, buscándonos a vida con lotaría, con anunciantes, e este ano fomos a polo Combo. Xa nos chamou unha empresa de Santiago para poñer un touro mecánico e outra por unha hamburguesería. Mátanos o espazo, porque solo temos unha pista a carón da igrexa onde imos meter á orquestra, que vén ó completo, con todo o seu espectáculo. Temos fincas de prado e poderiamos facer a festa nelas, pero se chove enlámase todo e non queremos correr ese risco», explica Yoni.
Poco a poco la fiesta fue creciendo: «Cada ano imos un pouco a mais, ideando cousas, buscándonos a vida con lotaría, con anunciantes, e este ano fomos a polo Combo. Xa nos chamou unha empresa de Santiago para poñer un touro mecánico e outra por unha hamburguesería. Mátanos o espazo, porque solo temos unha pista a carón da igrexa onde imos meter á orquestra, que vén ó completo, con todo o seu espectáculo. Temos fincas de prado e poderiamos facer a festa nelas, pero se chove enlámase todo e non queremos correr ese risco», explica Yoni."
Otro festejo tradicional de las fiestas es la cena previa al día del patrón, que se celebra bajo una carpa y en las que suelen reunirse más de 150 personas. Entremeses, pulpo, carne asada, postre café "e chupitos a fartar, repetindo o que se queira". Se sufragan principalmente con la venta de lotería, patrocinios de comercios, aportaciones vecinales, etc.:
«Cadramos as contas, pero a costa de moito traballo. A lotaría empezamos a vendela en setembro. Imos por todo Barreiros, Trabada e o rural de Ribadeo. Andamos casa a casa, porta a porta. E imos ás feiras, á da faba, ás San Lucas, a Vilalba, e así imos xuntando. O resto é do que nos dan os comercios, a xente na misa do patrón... Dedícaslle moito tempo, os fines de semana sobre todo, pero como nos gusta, facémolo, porque lle temos moito aprecio a á nosa parroquia», dice Yoni, que con José no paran de echar cuentas y ahora se centran en planear la llegada de tanta gente como se espera a Vilamartín Pequeno, lo que alterará su pulso cotidiano.
En eso están. Que todo salga perfecto es ahora su mayor preocupación: «É o medo que temos, porque se está correndo a voz e ó final somos dous na comisión. Axúdanos amigos e familiares, pero para nós a festa é un non parar. Nós o día do Combo estaremos para traballar, para que todo saia ben e a xente quede contenta. Xa gozaremos na comida do sábado», concluye."
A la derecha, de nuevo una muy buena vista del valle, plantado de maíz en verano, y en lo alto Vilamartín Grande con el barrio de Louseiras. Al otro lado se extiende el valle de Cabarcos, O Val de Cabarcos, de honda historia como hemos dicho y por donde proseguirá el Camino de Santiago, rumbo a Vilanova de Lourenzá por San Xusto de Cabarcos
Justo ahora, frente al cementerio, hay una bifurcación que estimamos muy conveniente explicar: lo aparentemente lógico, y como estaba señalizado hasta hace unos años, es seguir de frente, recto hacia abajo y, en el siguiente cruce, tomar el camino a Vilamartín Grande. Pero la nueva señalización, quizás atendiendo a criterios históricos de antiguos caminos o alguna otra razón. nos indica ir a la izquierda y subir hasta la iglesia
Dado que es como está indicado y a la postre como irán, siguiendo conchas y flechas, los más de los peregrinos, es lo que vamos a hacer, si bien advertir que la subida y rodeo que se da no aporta nada sustancial en principio, en nuestra humilde opinión, salvo incrementar tiempo y esfuerzo. Como nota importante advertir que, conforme dice el mojón, estamos a poco menos de 172 kilómetros de Santiago
Subimos pues por aquí hacia la iglesia de San Xoán Degolado, la parroquial de Vilamartín Pequeno. No es una gran cuesta, pero bueno, es una subida más a añadir, que luego hay que bajar para llegar al río, y volver a subir hasta Vilamartín Grande
Antes de la iglesia hay un gran muro, es el de la Praza San Xoán de Vilamartín, justo al lado del santuario, en la que se celebran las multitudinarias Festas de Vilamartín Pequeno. He aquí una noticia de las mismas en El Progreso del 23-6-2023:
"El Combo Dominicano actuará por segundo año consecutivo en las fiestas de Vilamartín Pequeno, compartiendo cartel además con Los Satélites. La presencia de unas orquestas con un caché tan alto como estas dos, de las más valoradas del panorama nacional, ya son suficientes para garantizar una verbena de mucho nivel, pero el mérito es todavía mayor si tenemos en cuenta que esta pequeña parroquia de Barreiros apenas cuenta con 19 casas.
"Como o ano pasado saíu a cousa como nós queriamos que saíse, ben, pois este ano volve El Combo Dominicano e queremos traer tamén Los Satélites", explica a la TVG uno de los organizadores del evento, José Antonio Rodríguez, quien añade que esta segunda orquesta no pudo acudir en otras ocasiones por la pandemia.
La realidad es que la actuación de El Combo Dominicano de 2022 en las patronales de San Xoán Degolado no pudo salir mejor, porque a ella asistieron alrededor de 3.000 personas, todo un hito para una parroquia en la que viven unos 50 vecinos.
Pero, ¿cómo un núcleo de población tan pequeño puede contratar a dos de las mejores orquestas del país? Según cuenta José Antonio Rodríguez, el presupuesto de los festejos de este año asciende a 24.000 euros, una cifra elevada que costean como pueden gracias a diversas vías de financiación, como una cantina, la venta de lotería y, por supuesto, las aportaciones de la gente. "Imos por Ribadeo, Trabada e San Cosme por donativos e o que gañamos investímolo, aínda que ás veces temos que pagar nós os convites", dice Rodríguez en referencia a la organización de la cita.
La esperada verbena con El Combo Dominicano y Los Satélites tendrá lugar el viernes 16 de junio y al día siguiente, el sábado, los asistentes podrán degustar churrasco gratis costeado por los organizadores."
Y esta es la entrada a la gran explanada del campo de romerías, al lado mismo de la parroquial, donde acaba nuestra cuesta
Seguidamente, la entrada de la iglesia parroquial, con un pequeño banco a la puerta donde podemos sentarnos a descansar
Y luego, en esta bifurcación enfrente de la parroquial seguiremos a la derecha
El Camino empieza a bajar, al principio muy suavemente, junto a las casas de A Aldea de Baixo
Este caserón de piedra y pizarra conserva la estructura de casa-bloque propia de la arquitectura de la zona. A la izquierda, junto al Camino, se le ha añadido un tendejón, y a la derecha, más atrás, asoma u cabazo
Al pasar, vemos la parte posterior de la casa, también de piedra, y más abajo el cabazo. Fijémomos en que el tejado, a cuatro aguas, es de pizarra, pero sus aristas están recubiertas con teja árabe. Es uno de los modelos del llamado técnicamente estilo Mondoñedo, cuya área de extensión abarca el nordeste lucense y en noroeste asturiano, como bien estudian Valentín Arrieta Berdasco y Ángela Ferreira Martínez en su estudio En madera y piedra: análisis constructivode los cabazos de tipo mondoñedo en el curso mediodel valle del Navia (Asturias). En él se nos informa de su vinculación con el maíz, traído de América, y de sus características. Extraemos lo siguiente:
"El cabazo tipo Ribadeo se extiende por la costa asturiana desde Vegadeo hasta Luarca y el tipo Mondoñedo por la zona interior de la provincia de Lugo y por toda la cuenca interior del río Navia desde Pesoz hasta Villayón. La principal diferencia entre ambas tipologías es constructiva, pero viene directamente determinada por el emplazamiento. El estilo Ribadeo, localizado en la franja costera, está confeccionado exclusivamente en piedra para soportar las inclemencias del mar y, por lo tanto, necesita un menor mantenimiento. Para que la ventilación se lleve a cabo, se abren troneras en la cámara de secado que permiten la aireación del grano. Por su parte, el cabazo estilo Mondoñedo se construye con una técnica mixta de piedra para la estructura sustentante y la madera (normalmente de castaño) para la cámara de secado.Como todo granero del noroccidente de la península ibérica, el tipo de cabazo estudiado cuenta con tres partes claramente diferenciadas: los soportes, la cámara y la cubierta. Los apoyos o soportes están formados por dos sólidos muros de piedra que permiten elevar varios metros la cámara respecto al suelo, aportando estabilidad frente a los efectos continuados del viento, permitiendo además adaptar la posición del mismo a enclaves con una topografía generalmente irregular y pronunciadas pendientes. Dichos muros sobre los que se eleva la cámara se denominan cepas, y su ancho es ligeramente mayor al de la cámara. Se construyen con mampostería de pizarra, con un espesor de aproximadamente 70 cm, y se aparejan con barro, generalmente recebados con una capa irregular de mortero de cal y barro para proporcionar mayor impermeabilidad a las juntas, pero sin generar una capa continua o enfoscado que cubra la mampostería. Las cepas suelen tener altura distinta en uno y otro lado, debido a la irregularidad del terreno. En el contacto con el suelo suelen disponer de una zapata, realizada con la misma piedra, que aumenta ligeramente el espesor del muro..."
Cuadras y otras dependencias de la casa campesina. A la derecha un tejado de pizarra soberbiamente restaurado
Las viviendas han sido reformadas, o se han construido nuevas, al cambiar las labores campesinas actuales respecto a las antiguas y, sobre todo, al aparecer nuevos usos residenciales en casi todas las aldeas, sobre todo las cercanas a grandes núcleos de población y vías de comunicación importantes, como es el caso de Barreiros, con una de las costas más turísticas de Galicia, jalonada por numerosas playas, que abarcan a las de Ribadeo, gran núcleo urbano y portuario. También está muy cerca Foz
Las nuevas construcciones, máxime si son auxiliares, ya suelen prescindir de la piedra (no todas) y se hace de ladrillos de diferentes tipos. A unas siguen poniéndoselas cubiertas de pizarra pero a otras no
Las tierras de cultivo que solía haber junto a las casas han pasado en gran parte a ser también de siega y pasto, apareciendo también espacios ajardinados, como el de esta bella mata de hortensias
Aquí hay otro panel informativo, que vamos a detenernos a ver. Independientemente que cuando vengáis siga en pie o no, o se haya deteriorado, vamos a comentar lo que se ve en él
En verde, bien remarcado, el Camino de Santiago en el concello de Barreiros
Nuestra posición actual en Vilamartín Pequeno y ruta a Vilamartín Grande. Podemos comprobar que es un solo trazado sin ramales alternativos, secundarios, complementarios ni variantes. Una flecha amarilla nos señala la situación de la iglesia de Vilamartín Pequeno y de nuestra proximidad a un castro galaico, precedente poblacional de pueblo y parroquia
Camino de Gondán, donde hay albergue de peregrinos, cerca de la Capela da Virxe do Pilar
Y recorrido por la parroquia de San Xusto de Cabarcos antes de entrar en el concello de Lourenzá por el Monte do Calvario
Y desde aquí, una magnífica vista de A Aldea de Baixo, que ya hemos dejado atrás, con las fachadas que miran dirección suroeste
Y entre ellas otro buen cabazo estilo Mondoñedo, este de piedra vista y con sus clásicos picos en el tejado, el cual presenta también teja en sus aristas siendo sus alerones de pizarra. Fijémonos en los listones de madera en vertical con un espacio entre ellos para que entre y circule el aire y en sus altas cepas, que han obligado a hacerle una larga escalera de hormigón para acceder a su interior. Abajo, algunos cobertizos ya no tienen cubierta de pizarra, que en su momento sería sustituida por otros materiales, de origen industrial. Seguimos leyendo el estudio de
"Las cepas suelen elevar la cámara varios metros respecto al suelo, siendo habitual la realización del acceso al corral de las casas por debajo del cabazo (...). A partir de los tornarratos se dispone la cámara de secado, cuyos lados se diferencian entre penales y costales. Los penales se resuelven con muros de mampostería de pizarra, construidos en la vertical de las cepas, contando con un ancho ligeramente inferior a ellas, entre los 50 y los 60 cm. de espesor total. Al igual que las cepas, los muros penales se aparejan (...). El acceso a la cámara se realiza por uno de los penales, donde se abre la porta construida con tabla de madera, o incluso con duelas, listones de madera colocados con cierta separación para favorecer la ventilación. En el penal opuesto se abre otro hueco, prácticamente de la misma dimensión, cerrado con duelas, que vienen ensambladas en un único panel retirable desde el interior del cabazo (...).El acceso se suele realizar desde el lado donde el cabazo se aproxima más al terreno cuando este se dispone en ladera, no necesitando en algunos casos de escaleira de piedra para alcanzar el nivel del granero, realizándose el acceso desde puentes tendidos desde la casa, o desde la parte superior de murias que delimitan el corral..."
El Camino serpentea, siguiendo la sinuosidad de la ladera que cae del Monte de San Xoán, subiendo ahora además una pequeña cuesta
Y desde aquí otra encantadora vista, ya a cierta distancia, a A Aldea de Baixo, en Vilamartín Pequeno
La corta subida se acaba en esta bifurcación, en la que un mojón nos indica ir a la derecha. Recordemos que la posición de los rayos de la concha NO indican dirección necesariamente. El único elemento plenamente direccional en la señalética oficial es la FLECHA AMARILLA
El Camino nos ofrece otra bellísima panorámica del valle del Rego do Porto Bragán con el caserío, muy disperso, de Vilamartín Grande, parroquia de Barreiros
Volvemos al paisaje de grandes fincas y praderías cayendo hacia el valle. Al oeste, el monte O Somo (358 m), seguido de Porto Santés, Cambite y Penas Mouras
Senda preciosa entre árboles y setos silvestres que la separan de las fincas colindantes
Dando vista a Vilamartín Grande, volvemos de nuevo a la carretera, que habíamos dejado para subir a la iglesia de Vilamartín Pequeno, la cruzamos y seguimos de frente
La franja de arbolado ribereño delata el curso del Rego de Portobragán que, aguas abajo y en la aldea de este nombre, empieza a ser conocido como Rego Lexoso al unirse a él su afluente el Rego de Teixeiras. No mucho más allá, en A Ponte de Arante, paso del Camino y por donde también lo hemos cruzado, empieza a ser conocido como Río Grande tras recibir las aguas del Rego de Arante, desembocando en el estuario que forma el río Eo en su desembocadura, llamado preferentemente Ría de Ribadeo en Galicia y Ría del Eo en Asturias (hay constante debate al respecto)
Y, como ya hemos dicho, llega ahora otra pronunciada cuesta, muy directa, hacia las casas de Vilamartín Grande, las primeras, que empezamos a ver desde aquí, As Casas de Baixo que, como su nombre indica, están en la parte baja del pueblo
Si bien el peregrino del Camino del Norte ya estará acostumbrado a las cuestas arriba y abajo, cual montaña rusa, cada una de ellas es un desafío a nuestras fuerzas, máxime con tantos kilómetros ya a nuestras espaldas cuando por fin llegamos a Galicia, la Jakobsland de los romeros del área germánica
Por ello, además de ser este cruce un buen lugar para detenerse y recuperar aliento, puede serlo sin duda y a la vez para contemplar el paisaje
Maravillosa vista del valle y de los barrios de la parroquia de Vilamartín Pequeno, por donde hemos entrado en Barreiros
Bajo el Pico de San Xoán, en el Monte de Barreiros, A Aldea de Baixo, ahora vista de frente y en su conjunto, con la iglesia parroquial de San Xoán Degolado, el campo de las fiestas y el camino que sube desde el cementerio, por donde hemos ido nosotros
Aquí, en primer término, la gran nave de Ganadería Cid, a la que Campo Galego. Xornal Dixital Agrario, le dedica un magnífico reportaje el 8-9-2021, del que plasmamos parte de su comienzo:
"Producir leche teniendo el ganado estabulado no está reñido con el bienestar. Conocemos cómo trabajan en una explotación con muy buena puntuación en las auditorías realizadas por Aenor para la obtención del certificado Welfare Quality que el Grupo Lence exige a todas sus ganaderías.
Contar con unas instalaciones idóneas y hacer un buen manejo son las claves para una vida sin estrés de las vacas dentro de los establos. Alcanzar ese cow confort es una de las máximas de Ganadería Cid, una explotación lechera ubicada en Vilamartín Pequeno, en el ayuntamiento de Barreiros.
Bonet Cid es quien está hoy al frente de esta explotación de tres generaciones, que él heredó de su padre, Narciso, y de su abuelo, Hermógenes. La historia de la ganadería estuvo siempre centrada en buscar más comodidad para el ganado y el aumento en el número de cabezas de la granja trascurrió siempre parejo a la ampliación y mejora de las instalaciones.
“Donde tenemos la sala de espera era el establo antiguo, donde había unos cubículos que nunca se utilizaron porque no eran cómodos, así que las vacas comían dentro y después salían a fuera a un patio de recreo”, recuerda Bonet, que era un niño en aquellos años.
Esos primeros cubículos eran de un metro de ancho y estaban contra la pared y nunca pudieron ser utilizados. “Las vacas no eran capaces de acostarse en ellos, simplemente porque no cabían en ellos, es como si a nosotros nos meten en una caja de zapatos, no nos acomodamos”, compara.
Con aquella experiencia, en 1998 decidieron cambiarlos y hacer un lote de 40 cubículos ya con dimensiones válidas hoy en día. “Esos cubículos están funcionando aún en la granja, tienen 1,23 metros de centro a centro con 1,80 metros de cama y están en las medidas que se piden hoy”, explica.
En el año 2003 acometieron una ampliación de las instalaciones, haciendo una nave nueva paralela con más cubículos de las mismas dimensiones y aprovechando los 40 que habían hecho 5 años antes. “Ese establo es en el que seguimos trabajando hoy, tiene capacidad para 100 animales en lactación”, cuenta Bonet.
“Es muy importante que la vaca tenga el espacio suficiente. A veces cuando hacemos el diseño de una obra acortamos un poco las dimensiones para aprovechar el sitio, pero es un error, es mucho mejor hacer 20 cubículos menos y que los resultantes tengan las medidas suficientes, porque lo que dejas de ingresar por la diferencia en el número de cabezas lo vas a ganar en poco tiempo en producción gracias a la comodidad de las vacas”, asegura."
A la derecha, el Camino saliendo de Vilamartín Pequeno y bajando al río para luego subir aquí
A su izquierda, A Regueira y A Aldea de Riba, con el Pico de San Xoán y la Pena do Corvo
Y a la izquierda de A Aldea de Riba está A Aguá, por donde llegábamos a Vilamartín Pequeno desde A Costa de Arante y pasando cerca de la cima de la Pena do Corvo
Reconocemos bien el edificio de las antiguas escuelas y la nave ganadera con el Camino, llegando a la carretera local
A lo lejos, ya casi oculto por las alturas de A Costa de Arante, reconocemos bien la silueta, familiar para el peregrino, del Monte do Mondigo (570 m), la mayor altitud del concello de Ribadeo, que ya venimos viendo desde las tierras del occidente costero asturiano
Más al norte y a la izquierda de A Aguá, Remourelle, parroquia de Arante, concello de Ribadeo, bajo Pena Longa (516 m) y A Pena do Gato (383 m), campo de mámoas o túmulos del que hablábamos en el episodio correspondiente al anterior tramo de ruta, viniendo por Arante. Aquí hoy compartimos lo que de él dice la página del propio concello de Ribadeo, al que pertenece:
"La parroquia de Arante aparece citada en varias ocasiones en el libro de Francisco Lanza Ribadeo antiguo (1931), donde aparece citada la existencia de un castro levantado sobre un montículo natural. Se trata de las mámoas o túmulos situados en el monte Pena Longa, en las cercanías de Remourelle, que destacan por ser los únicos conocidos en todo el ayuntamiento. Durante el reinado de Felipe II, Ambrosio de Morales consiguió una autorización real para profanar estos túmulos, en los que se imaginaba que encontraría grandes riquezas; es muy probable que las excavaciones efectuadas fueran en realidad de esa época. Los túmulos de Pena Longa tendrían entre seis y ocho metros de diámetro y entre tres y cinco de alto -uno de ellos está excavado en la propia roca- y la datación que se les supone se sitúa entre el 1800-1700 y el 600-500 a.d.C, o lo que es lo mismo, en el Neolítico, incluyendo la edad del bronce y la edad del hierro".
Están en el cruce con el camino que recorre la falda meridional de A Ribeira y a partir de ellas es ya el último repecho hasta la Capela do Carme, cerca del final de la cuesta
La palmera y la estructura, alta y de traza residencial más que netamente rural de la vivienda, revelan quizás un pasado indiano, pues no en vano estos concellos de A Mariña vivieron intensamente el fenómeno de la emigración a ultramar entre los siglos XIX y XX
Por lo tanto, en esta encrucijada, seguiremos subiendo todo de frente y en recto hasta el Alto de Vilamartín, la campa cimera de la colina en la que se asienta el núcleo más importante de la aldea
En el cruce, además, se ha habilitado una zona de juegos infantiles con área de descanso, que puede ser también un buen sitio para hacer una conveniente parada
Si observamos bien, veremos desde aquí la capilla de Vilamartín Grande, A Capela do Carme o A Ermida do Carme, que ya divisábamos en la distancia, nada más entrar en Barreiros, cuando bajábamos en dirección a Vilamartín Pequeno
En esta foto, con el arbusto más podado, la distinguiremos mejor, está datada en el siglo XVII y fue restaurada por el vecindario en 1995
El mojón con la concha y su correspondiente flecha direccional nos confirman la subida a la capilla y Alto de Samartín. También aquí es evidente el desmonte hecho en su momento para ensanchar el viejo camino y permitir el tránsito de vehículo y maquinaria holgadamente
El área recreativa de As Casas de Baixo aprovecha un rellano en la falda de esta loma, con hermosas vistas hacia la cabecera del valle. El Rego de Porto Bragán nace un poco más arriba, siendo conocido como Rego da Fórnea en su curso más alto, hasta unirse al él otro de sus afluentes, el Rego de Cambite
Cambite está a lo lejos a nuestra izquierda, más allá de las casas de Louseiras, al sur del Alto de Vilamartín
Desde aquí vemos la otra parte de As Casas de Baixo con el fondo del valle, cerrado por el Monte da Fórnea y el recitado de Penas Mouras, ya en el concello de Trabada, donde surgen las fuentes del Rego Lexoso, de Portobragán o Río Grande
Más a la izquierda está el Monte do Marco, en cuya cima se sitúa el Marco da Pena Verde. Donde hay localizado un hito a manera de menhir. el cual marca la divisoria entre Barreiros, Ribadeo y Trabada.
Este Marco da Pena Verde es pues un monumento megalítico, citado como Pedra Ficta (Pedrafita) dentro de la descripción de buena parte de todo este territorio, "entre los ríos Eo y Masma" (Iuva et Masoma), hecha en el famoso Diploma del Rey Silo del año 775, en un latín ya muy romanceado cuya traducción viene a ser:
"Para mí, Silo, es cosa grande y distinguida, para provecho de mi alma, hacer una donación como lugar de residencia a los hermanos y siervos de Dios, Pedro presbítero, Alanto converso, Avito presbítero, Valentino presbítero y a los otros hermanos que están en el mismo lugar o a quien Dios había llevado allí porque esos siervos de Dios nos habían besado los pies para que les diésemos un lugar de oración en nuestra finca que está situada entre el Eo y el Masma, entre el riachuelo Alesancia y el Mera, lugar que se llama de la Luz, delimitado desde la casa de campo en donde vivió nuestro melero Espasando y por el Mar Negro y junto al monte que se llama Faro y por las Piedras Blancas y por la laguna hasta la otra laguna y hasta Piedrafita y por la laguna y por el vilar que se llama del Deseo y por el campo que se llama Alesancia y por la otra Piedrafita que está en el monte sobre Taboada por el camino que separa el límite hasta el lugar que se llama Areas y el campo que se llama Comasio con todas las salidas y en la vuelta dos castros con toda su producción, los montes y los vallados de zarzas que allí hay con todas sus salidas y todo lo arriba citado os la doy como obsequio y os lo concedo por medio de nuestro fiel hermano, el abad Esperanta, para que recéis en provecho de mi alma en la iglesia que allí se construyere y lo tengáis todo desligado de mi derecho y entregado y confirmado en vuestro derecho firme e irrevocablemente y a quien Dios llame a la confesión en ese mismo lugar que reivindiquen todo y hagan justicia y lo defiendan de cualquier mal augurio y si después de hoy alguien quisiera inquietaros en relación con ese lugar o en todo lo que queda escrito arriba, que sea separado de la santa comunión y que quede excluido de la asamblea de los cristianos y de la Santa Iglesia, que sea considerado con Judas el traidor como merecedor de ser condenado y que lo alcance tal castigo divino que todos los que la vean queden aterrados y los que lo oigan se estremezcan.
Hecha la carta de donación el 23 de agosto, era (año) 813. Yo, Silo (firmo) esta carga de donación con mi propia mano; yo, Nepotiano, testigo (firmo) esta escritura de donación, en la que fui presidente y testigo; yo, Lerico, hice la señal de la cruz con mi mano; yo, Esperanta, abad, (firmo) esta escritura en la que fui testigo, Florencio presbítero, testigo, Salvado, presbítero; yo, Teodenando, converso, hice con mi propia mano la señal de la cruz, confirmándolo Adefonso."
En Cuanto a Penas Mouras, se trata de otro topónimo relacionado con las mouras o encantadas, vinculadas siempre a tesoros que no son otra cosa que castros galaicos o, más antiguos, monumentos megalíticos tipo dólmenes, mámoas o túmulos, menhires, etc., obra de los míticos mouros, 'los antiguos', no denominando a moros en el sentido étnico-religioso actual sino, posiblemente, al de 'paganos' en general, si bien como tolo elemento o ente mitológico sujeto a la imaginación o descripción de cada informante y los concepto de su tiempo y espacio culturales
En este sentido, es muy interesante este apeo o relación de propiedades del antaño poderoso monasterio de Meira en el actual concello de Trabada que, fechado en 1596, menciona estos mismos lugares, incluyendo la doble denominación de Pena Verde y Pedra Fita:
“y por el vao do Carvallin y va al marco de la Cruz do Bargo que esta devaxo de un penedo y de allí a las piedras ladras y al marco que esta en la laguna das seladas … y de allí al marco da Pena da Moura … y de allí al marco de la Pena Verde y por otro nombre se diçe y llaman de Pedra Fita”
Al otro lado de Penas Mouras está la Ermita de San Marcos, con su campo de romerías, en el collado que da paso de Trabada a Vilanova de Lourenzá, reunión de gentes de estos concellos, una de las más antiguas de la comarca de A Mariña. Antaño la ruta oficial del otro Camino, el que entró en Galicia por Ría de Abres y Trabada, Camín Vello, pasaba por sus inmediaciones, pero ahora se ha señalizado un poco más allá, en plena Serra da Cadeira, yendo directamente por O Val de Lourenzá a Mondoñedo, en cuya Praza da Catedral nos uniremos los peregrinos de ambos caminos
En cuanto a este Camino, más o menos transformado o más o menos conservado según su trazado, es parte del Camín Vello de Lourenzá, como se le conocía secularmente desde su salida de Ribadeo
Si bien su origen caminero se sume en la noche de los tiempos, su asentamiento como vía viajera y peregrina hacia Santiago es posible se deba a dos factores fundamentales: uno el cambio de la sede episcopal mindoniense desde el monasterio costero de San Martiño de Mondoñedo, situado al lado de Foz, al antiguo Val de Brea o Vallibria (el Mondoñedo actual), más al interior, en 1112
El otro factor, algo posterior, sería la fundación de la nueva villa de Vilalba, con sus fueros y leyes que amparaban a sus ciudadanos y actividades, desde los mercados a los centros asistenciales, suponiendo además un acortamiento, para los romeros y todo el que se dirigiese a Santiago por la razón que fuese, de la distancia desde la costa a uno de los mayores santuarios de la cristiandad y ciudades del orbe atlántico
Ahora, los nuevos viajeros y peregrinos tienen aquí alojamiento en la pensión de O Tentempé Peregrino, que vemos desde aquí
A nuestra izquierda vista hacia Louseiras, al sur del Alto de Vilamartín y por la ladera meridional de su loma, otro de los lugares de Vilamartín Grande
Más allá A Fraga de Arante y el monte de O Somo (358 m). Fijémonos en la multitud de silos de las varias naves ganaderas existentes
Casa labrega con cabazo estilo Mondoñedo que presenta sus picos característicos que asientan la estructura
Y al fondo las casas del final de la cuesta, puerta del valle de Cabarcos que, al otro lado de la colina, se ofrecerá esplendoroso ante nosotros
La capilla, que perteneció a una fundación y cuya traza actual responde a la restauración vecinal de 1995, nave sencilla con cubierta a dos aguas de lousas de pizarra y espadaña con una pequeña campana
Las paredes presentan carga de cemento y, en el lado que mira al Camino, se ha colocado una fuente con caño y pulsador
Y aquí está su portada de acceso, también sencilla, con óculo encima y banco corrido de piedra a ambos lados de la puerta, en esta su fachada principal. Si tenemos oportunidad no dejemos de visitar su interior
En el muro de la izquierda, entrando en la capilla, veremos en su interior una inscripción que informa de su fundación:
A veces, desprovistos de agua y comida, solicitaban ayuda a los vecinos para llevarse algo a la boca y beber. En un principio se pusieron unas máquinas expendedoras, pero dado el éxito de la iniciativa se abrió este local, que representa de alguna manera la recuperación de una tradición perdida en el pueblo, la de las tiendas mixtas que, con el despoblamiento rural y el abandono del campo, habían cerrado
Bien atendido por la familia Blanco Pérez, además de comida y bebida en su tienda ofrecen cosas de utilidad para el peregrino, ropa interior, chubasqueros, linternas, algo de botiquín, camisetas, paraguas, souvenirs xacobeos..., el 19 de abril de 2018 sale este artículo sobre el refugio en La Voz de Galicia:
Un buen momento para recordar impresiones de algunos peregrinos, como esta que hallamos en el blog Tras las huellas de Herodoto:
Excelente parada pues para comprar algo y/o tomar un tentempé mientras nos tomamos un merecido descanso e incluso pasar la noche en este apacible lugar
Nos atienden estupendamente, suculentos bocadillos y sabrosas empanadas siempre a la vista en la barra, pues "no solo de Camino vive el peregrino"
Parada y fonda, salimos del Tentempé Peregrino y reanudamos la marcha por las calles de Vilamartín Grande
En este primer cruce iremos ahora a la izquierda, pasando frente a la casa que tenemos justo delante, en forma de chaflán
"Esta ermita está fundada en un aniversario Santísimo de una misa cantada con responso y cuatro rezadas en cada día de las festividades de Nuestra Señora de la Merced y del Carmen de cada año a ocho reales de limosna por las cantadas y a tres las rezadas paso la escritura de dotación ante Bernabé de Miranda. Notario en 29 de 7 de diciembre de 1692 años"
La misma fecha aparece en un cáliz junto con el nombre "D. Salvador Menéndez"
Salimos de la capilla y seguimos camino, mientras cantamos aquella copla popular que dice...
Anque me vexas ir soanon veñas acompañarmeque levo de compañíaa miña Virxe do Carme
Otro hermoso paisaje agrario, ya en el canto de la colina
A la derecha del Camino, con vallado, la pista polideportiva
Y aquí está la tienda-bar Tentempé Peregrino, que también dispone de alojamiento, como acabamos de decir, un establecimiento que abrió sus puertas ante el creciente flujo de peregrinos que aquí llegaban y a causa de la escasa oferta existente para ellos entre Ribadeo y San Xusto de Cabarcos
A veces, desprovistos de agua y comida, solicitaban ayuda a los vecinos para llevarse algo a la boca y beber. En un principio se pusieron unas máquinas expendedoras, pero dado el éxito de la iniciativa se abrió este local, que representa de alguna manera la recuperación de una tradición perdida en el pueblo, la de las tiendas mixtas que, con el despoblamiento rural y el abandono del campo, habían cerrado
Bien atendido por la familia Blanco Pérez, además de comida y bebida en su tienda ofrecen cosas de utilidad para el peregrino, ropa interior, chubasqueros, linternas, algo de botiquín, camisetas, paraguas, souvenirs xacobeos..., el 19 de abril de 2018 sale este artículo sobre el refugio en La Voz de Galicia:
"En Vilamartín Grande (Barreiros) descubrimos el Tentempé Peregrino, un negocio que surgió tras constatarse la necesidad de este servicio en pleno Camiño Norte, en una aldea de menos de 50 vecinos: «Viamos a necesidade que tiñan os peregrinos de diferentes servizos». Los impulsores fueron Maricarmen Pérez y Moncho Blanco, que cuentan con la ayuda de su hija Natalia, quien recuerda que el primer paso fue instalar máquinas de snacks y de refrescos. Lo siguiente fue abrir una taberna enfocada exclusivamente a los peregrinos. De aquello hace ya unos dos años. La experiencia también resultó exitosa y los promotores no dudaron en seguir avanzando. Hace unos meses abrieron un alojamiento. «Estamos moi satisfeitos coa experiencia. É un traballo ao que lle tes que dedicar moitas horas e sabemos que non é para facerse millonario, pero é moi gratificante», explica Natalia, quien asegura que tanto sus padres como ella le prestan una atención especial a los peregrinos: «Chega xente maior, de 70 e pico ou oitenta anos, tamén familias con nenos... estamos recibindo a moitos peregrinos estranxeiros». De Islandia, Australia, Irlanda y otros países llegan a este local en el que ya reservan para el 2019: «Temos uns peregrinos de Canadá que xa reservaron para maio do ano que vén». Además de darles alojamiento y comida, en Tentempé Peregrino muchos caminantes que viajan solos encuentran con quien conversar, compañía para tomar un café o cenar... «O meu fillo con dous anos xa sabía algunhas palabras en inglés...», explica Natalia: «Moitos dos peregrinos que pernoctan aquí soen finalizar a etapa en Mondoñedo e non en Lourenzá, cun percorrido de 18,5 quilómetros dende Ribadeo ata aquí e uns 18 dende aquí a Mondoñedo». Asegura que este tipo de negocios ayudan a dinamizar la zona rural y a crear empleo: «Aquí hai unha persoa para a limpeza das habitacións e outra que axuda as fins de semana». En Tentempé, donde se dispensa la credencial oficial y se venden recuerdos del Camiño, también acogen a peregrinos por temporadas. Disponen de seis plazas, divididas en tres habitaciones dobles. Además, los usuarios pueden utilizar la cocina de uso comunitario."
Un buen momento para recordar impresiones de algunos peregrinos, como esta que hallamos en el blog Tras las huellas de Herodoto:
"Una pequeña, acogedora y entrañable aldea gallega de espíritu hospitalero. Un punto de encuentro para peregrinos en medio de una gran área despoblada. Por unas horas, Tentempé se convirtió en nuestro hogar eventual y transitorio."
Excelente parada pues para comprar algo y/o tomar un tentempé mientras nos tomamos un merecido descanso e incluso pasar la noche en este apacible lugar
Y también, cómo no, conversar e intercambiar anécdotas y experiencias. Buen momento también quizás para consultar mapas y guías, así como para alguna interesante lectura, como este extracto de Los viajeros medievales, del historiador José Ángel García de Cortázar, que dice así:
"El vocablo "viajero" tiene para nosotros resonancias de trenes y autobuses. Para un hombre medieval, sólo sugería "el que va por la via o camino", el que camina. Y caminantes en la Edad Media, gentes que podían encontrarse en el camino, fueron muchos y muy variados. Aquí vamos a presentar unos cuantos y lo haremos agrupándolos según una peculiar tipología de los desplazamientos. Así hablaremos sucesivamente de: viajeros de Dios, esto es, los peregrinos; viajeros de ida y vuelta, como reyes, embajadores, soldados o pastores; viajeros de ida, como los emigrantes; viajeros estacionales, como los estudiantes o los pastores de los rebaños trashumantes; viajeros a todas y ninguna parte, como los predicadores y los justadores; viajeros de ficción, como los caballeros andantes; y viajeros muertos, como los cadáveres de reyes y nobles o las reliquias.
Los viajeros de Dios: los peregrinos
La palabra "peregrino" sugería, ya en época del latín clásico, una realidad muy concreta: era el forastero, el que andaba por tierras ajenas a las suyas, fuera de su casa, de su patria. En definitiva, el peregrino se presentaba como el hombre o la mujer que abandonaba voluntariamente su lugar de origen y, con él, su medio de vida, su derecho, su defensa. Estos significados que la voz peregrinus tenía ya en época romana se completaron desde el siglo XI con otro que será dominante en la Edad Media. En efecto, la palabra "peregrino" empezó a designar ante todo al viajero que se dirigía hacia algún lugar santo, por motivos religiosos y en espíritu de devoción. En la primera de las Siete Partidas, la gran obra legislativa de Alfonso X el Sabio, el vocablo aparecía ya con ese significado: "Pelegrino tanto quiere dezir como orne estraño, que va a visitar el Sepulcro Santo de Hierusalem e los otros Santos Logares en que nuestro Señor Jesu Christo nasció, bivio e tomó muerte e passión por los pecadores; o que andan pelegrina je a Santiago o a Sant Salvador de Oviedo o a otros logares de luenga e estraña tierra". Entre éstos, sobre todo, Roma; en especial desde el año 1300, fecha del primer jubileo. Entonces, el papa Bonifacio VIII prometió gracias espirituales a quienes acudieran a la ciudad a ganarlo. /
En todos los casos, el peregrino escogía una forma de vida caracterizada por el sacrificio, la incomodidad y la inseguridad. Con ella quería mostrar exteriormente su actitud de ascesis, de purificación interior. Se recordaba a sí mismo y a los demás que ;la vida del hombre sobre la tierra no es sino una peregrinación Camino del cielo. Un doloroso tránsito por "este valle de lágrimas", según la expresión de la Salve o salutación a la Virgen, oración elaborada en el siglo XII.
La peregrinación como forma de santificación no fue exclusiva de los cristianos medievales. Otras religiones, como el hinduismo, el budismo o el islam, también estimulan su práctica. Concretamente en el islam, la peregrinación a La Meca, al menos una vez en la vida, constituye uno de los llamados "pilares de la religión".
Los lugares de destino de las peregrinaciones
En el caso del cristianismo, las gentes fueron seleccionando poco a poco unos cuantos lugares como destino de peregrinaciones. Algunos de ellos constituyeron un reclamo para toda Europa. Otros fueron más modestos: puntos de atracción de peregrinos de las regiones cercanas a un santuario. En todos los casos se creía que, en tales lugares, Dios o sus santos se manifestaban con más claridad a los hombres. En otras palabras, era más probable que se produjeran milagros. Los destinos más importantes de los peregrinos medievales fueron tres: Jerusalén, Santiago de Compostela y Roma.
La peregrinación a Jerusalén y, en general, a Palestina, fue la más antigua de las tres. Ya hemos mencionado a la viajera Egeria, que fue hasta allí a finales del siglo iv. Por las mismas fechas, San Jerónimo vivió unos años en una cueva de Belén, sirviendo de ejemplo a otras personas devotas. A mediados del siglo vii, los musulmanes se apoderaron de Palestina y convirtieron Jerusalén en una de sus ciudades santas, destino de sus propias peregrinaciones. Pese a ello, los cristianos europeos siguieron yendo a Palestina en espíritu de sacrificio y devoción.
Naturalmente, el número de los que iban allí era menor de los que lo hacían a otros destinos más cercanos. La larga distancia y los peligros del camino a través de tierras del imperio de Bizancio y del califato de Bagdad disuadían incluso a las gentes más piadosas. Así, un peregrino que saliera de España debía recorrer más de ocho mil kilómetros a pie para hacer el viaje de ida y vuelta a Jerusalén.
A finales del siglo xi, en el año 1095, el papa Urbano II animó a los europeos a hacerse cruzados. Esto es, a poner en sus ropas el signo de la cruz y a marchar a Jerusalén a rescatar la ciudad de manos de los musulmanes. Ése fue el origen de la primera cruzada. Desde ese momento, la peregrinación a Jerusalén combinó su contenido espiritual con otro de guerra santa contra el Islam. Para animarla, el propio Urbano II concedió indulgencia plenària a quienes murieran en la expedición. Ello equivalía a prometer que los muertos iban directamente al cielo.
La peregrinación a Santiago de Compostela fue el segundo de los tres destinos mayores de los peregrinos europeos de la Edad Media. Su objetivo era entrar en contacto físico con el sitio en que se suponía que el apóstol Santiago estaba enterrado. Según la tradición, hacia el año 825, un día, un monje vio un resplandor que salía de la tierra. Se acercó y comprobó que se trataba de un arca. Tal arca se supuso que contenía los restos del apóstol Santiago que, después de su ejecución, habrían sido trasladados por sus discípulos desde Jerusalén hasta Galicia. A raíz del descubrimiento del sepulcro se edificó una iglesia en el lugar en que el arca había aparecido, y la devoción a Santiago se extendió por España y por Europa. El primer peregrino de nombre conocido fue Godescalco, obispo de la ciudad francesa de Puy, quien hizo el camino en el año 950. Después, durante siglos, miles de europeos siguieron la misma ruta. Ello contribuyó a fijar el recorrido del llamado Camino de Santiago, que recientemente la Unesco ha reconocido como "el primer itinerario europeo". Se trataba de un conjunto de rutas que venían de más allá de los Pirineos, entraban en la Península por los pasos de Somport y Roncesvalles, se unían en Puente la Reina y, ya como una vía única, seguía por Logroño, Burgos, León y Lugo hasta Santiago. En el siglo xii, ese itinerario estaba ya consagrado, como lo prueba el hecho de que el viajero Aymeric Picaud escribiera entonces su Guía del peregrino a Santiago de Compostela.
La peregrinación a Roma fue la tercera gran peregrinación de la Europa medieval. A los participantes en ella se les llamó "romeros". De las tres fue la que mezcló más el objetivo puramente peregrino con otros. En general, los relativos a la administración de la Iglesia: su jefe, el papa, residía en Roma y allí debían acudir los obispos a rendir cuentas de su labor. Además, la ciudad tenía otros atractivos para el peregrino: las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, los escenarios (el coliseo, las catacumbas) de las penalidades de los primeros cristianos y, sobre todo, reliquias de los primitivos mártires del cristianismo. Su comercialización, muchas veces fraudulenta, fue una muestra de la obsesión de los cristianos de Occidente por poseer reliquias.
A finales del siglo xm, los musulmanes expulsaron definitivamente a los cruzados de Palestina. Desde ese momento, las peregrinaciones a Jerusalén resultaron más peligrosas y por ello decayeron. En su lugar, en el año 1300, el papa Bonifacio VIII organizó el jubileo romano, que siguió celebrándose hasta el presente en los años 00 y 50 de cada siglo. A partir de entonces, el prestigio de Roma como destino de peregrinos creció de forma notable.
Otros destinos de peregrinaciones de menor importancia fueron naciendo en cada reino europeo. Un sepulcro, una imagen, unas reliquias consideradas milagrosas bastaban para atraer a las gentes del entorno. Luego, la fama se iba extendiendo. Un monje podía elaborar una historia, muchas veces fantasiosa, pero siempre efectiva, sobre prodigios acontecidos allí, y ello animaba a peregrinos de regiones más lejanas. Así se popularizaron lugares como Canterbury, en Inglaterra, donde el sepulcro de santo Tomás Becket, asesinado en 1170, se convirtió inmediatamente en destino de peregrinación.
Lo mismo sucedió con el Mont Saint-Michel, en Francia, especialmente visitado en los siglos xiv y xv, pese a los peligros de las arenas movedizas y las mareas galopantes de los alrededores del santuario. Sólo en el año 1318 consta la muerte de 43 peregrinos: 18 ahogados en la bahía, 12 atrapados en las arenas y 13 asfixiados por la multitud hacinada en la iglesia.
En el sur de Francia, en el Macizo Central, los peregrinos encontraban otro lugar de devoción: el pico de Rocamadour; allí se veneraba especialmente a la Virgen. La literatura, tanto francesa como castellana, recogió testimonios de esa devoción que, junto con otras, como las de San Martín y San Nicolás, fueron frecuentes en los núcleos del Camino de Santiago.
En los reinos españoles, además de Compostela, otro lugar particularmente frecuentado, como lo decía el texto de las Partidas, fue sin duda San Salvador de Oviedo. Junto a ambos, unos cuantos monasterios trataron de suscitar corrientes de peregrinación hacia ellos. Entre otros, lo consiguieron San Millán de la Cogolla en la Rioja, Santo Domingo de Silos en Castilla, Montserrat en Cataluña y Guadalupe en Extremadura. Y, más tarde, Santo Toribio de Liébana, único con Santiago que contó con la gracia del jubileo, según concesión papal de comienzos del siglo xvi. Podía alcanzarse los años en que el día de Santo Toribio (16 de abril) coincidía en domingo, acudiendo al monasterio a venerar el que, según la tradición, constituía el mayor fragmento conservado del Lignum crucis o cruz de Cristo.
En todos esos lugares, el sepulcro de un santo, las reliquias de otro, la imagen de una Virgen eran objetos que justificaban la visita del peregrino. Pero en la Edad Media hubo un destino peregrinatorio más sorprendente. Fue el llamado "purgatorio de San Patricio", una cueva en una isla de un pequeño lago en el Donegal, en Irlanda. Según la tradición, era el sitio adecuado para tener visiones del más allá y conocer el destino de los parientes difuntos. Pero, para conseguirlo, el peregrino debía pasar en la cueva un día entero. Si lo conseguía, a su muerte iría directamente al cielo"
Nos atienden estupendamente, suculentos bocadillos y sabrosas empanadas siempre a la vista en la barra, pues "no solo de Camino vive el peregrino"
Al entrar, y al salir, pasamos frente a la tienda y su pequeño mostrador
Parada y fonda, salimos del Tentempé Peregrino y reanudamos la marcha por las calles de Vilamartín Grande
En este primer cruce iremos ahora a la izquierda, pasando frente a la casa que tenemos justo delante, en forma de chaflán
Fijémonos, también a la izquierda, en la solución para esta esquina, que veremos en unos cuantos cruces de caminos en núcleos urbanos y rurales del Camino. Luego, al pie de la casa, un pasillo de baldosas
Son maneras de "suavizar" los ángulos y evitar choques de vehículos, facilitando el giro en dichas esquinas
Observemos los azulejos de la concha y la flecha abajo a nuestra derecha, señalizando nuestro rumbo
Viejas cuadras y otra vivienda, ante una gran explanada
Es el acceso principal a Vilamartín Grande desde la carretera LU-P-6103, que comunica Foz y Trabada, donde está la marquesina del autobús
Carretera que cruzamos aquí para seguir de frente, hacia las últimas casas de Vilamartín Grande
A Nuestra derecha, el monte de Cadaval, cruzando de frente, otra carretera local, la LU-P-0609, que es por donde vamos a ir ahora
Es, como indica la señalética viaria, el camino a Gondán, en la bajada al valle de Cabarcos, Val de Cabarcos, dando vista, al oeste, a las serranías de A Mariña, con el cónico monte de A Pena Corneira (432 m) en lontananza
De nuevo, un mojón jacobita señala la ruta a seguir. En lontananza divisamos perfectamente el horizonte marino del Mar Cantábrico
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