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jueves, 20 de noviembre de 2014

OVE, SALIENDO DE RIBADEO (GALICIA) SUBIDA POR EL MONTE DE SANTA CRUZ: LA XIRA DEL DÍA DA GAITA, EL TREN QUE NUNCA LLEGÓ, CONCHA "LA SUPERABUELA" Y LOS TEMPLARIOS DE A VILAVELLA

Ove y Monte de Santa Cruz desde el Camino

Por la zona de A Pega, Os Malatos  salimos del casco urbano de Ribadeo, tras dejar atrás San Lázaro, para encaminarnos a Ove, parroquia extendida al este de la villa capital de este concello ribadense, por y bajo las laderas del Monte de Santa Cruz (192 m), por cuya falda sur (izquierda de la foto) sube el Camino de Santiago del Norte rumbo a Ponte de Arante para, por el valle de Cabarcos, en Barreiros, alcanzar Vilanova de Lourenzá y llegar a Mondoñedo, donde se unirá al antiguo camino que entra en Galicia algo más al sur, vía Vegadeo/A Veiga por Ría de Abres y Trabada


Antes de iniciar la subida por el Monte da Cruz, el Camino es muy llano. Estamos en un tramo del antiguo trazado del ferrocarril minero que, inaugurado en 1903, transportaba a puerto, para proceder a su comercialización, el mineral de hierro que se sacaba de las minas de Vilaoudriz, en A Pontenova, de la empresa Chavarri Petrement y Cia, llevándolo al muelle de O Cargadoiro, al norte de Ribadeo, para proceder a su comercialización. Ahora, al sur de A Faxarda, con el Monte da Cruz en lontananza, tomaremos en esta encrucijada el camino de la izquierda


Hemos entonces de pasar el puente sobre la carretera N-642, que tiene a izquierda y derecha sendos pasos peatonales separados de esta vía local que es el actual camino a Ove por quitamiedos


Estamos en este lugar a 187, 694 kilómetros de Santiago, según el mojón indicador del Camino oficial


Al borde sobre la N-642, una barandilla. Esta carretera, de apenas 50 kilómetros, comunica Ribadeo con Vegadeo/A Veiga, en Asturias a partir de la ribadense aldea de Porto de Abaixo, recorriendo la ribera gallega de la Ría de Ribadeo o Ría del Eo (como se la prefiere denominar en Asturias), llegando aquí, a Ribadeo "tras un sinuoso recorrido" de 10 kilómetros, tal y como dice la Wikipedia:
"Desde esta localidad, coincide con la N-634 hasta un cruce a la salida de la localidad de Barreiros (km.25), donde se separa de nuevo, tomando la dirección hacia Foz . En los últimos años se ha reforzado y ampliado el firme, así como se han hecho las variantes de Foz y Burela, necesarias por el volumen de tráfico que soporta la carretera, vía principal de comunicación de la Mariña lucense."

A nuestra derecha, el puente del famoso Ferrocarril Ferrol-Gijón, del que tanto hemos hablado recorriendo la costa asturiana, y aún más allá un tercero, el de la carretera local que comunica directamente A Eirexa, parroquia de Ove, con la Estación de Ribadeo. Hasta la construcción de la Ponte dos Santos en 1987 para pasar sobre el estuario, la N-642 constituía la principal comunicación rodada entre ambas márgenes de la ría, la asturiana y la gallega


La carretera es ancha pero con apenas tráfico normalmente, para suerte de viandantes y peregrinos. Vías de comunicación y parcelaciones en este área de expansión urbana han sin duda trastocado sensiblemente el trazado original del viejo Camino


Espesos zarzales de setos silvestres crecen en sus veredas. Aquí, en este tramo de soledades, se ha colocado un banco para solaz de viandantes y peregrinos


Seguidamente Camino empieza a subir un poco, muy ligeramente, en medio de estos campos, franja de praderías entre los arrabales de Ribadeo y los barrios de Ove


Ahora, en este cruce, máxima atención, pues habremos de tomar el ramal que sigue en cuesta, a la derecha


Hay efectivamente un poco de cuesta, los mojones indican en cada encrucijada la ruta a seguir pero si están en umbría o ha crecido la hierba pueden llegar a pasarnos desapercibidos. En ellos, la concha identifica al Camino mientras la flecha es el elemento plenamente direccional, independientemente de la posición en que se haya colocado la vieira viaria


Desde aquí vemos, asomando sobre los árboles y más allá de la siguiente curva, la iglesia parroquial de Ove,  San Xoán de Ove, mencionada por primera vez en 1128 como Sanctus Joanne de Euve, topónimo que se piensa relacionado con el del río Eo, antiguo Euve, que etimológicamente procedería de ego, una raíz indoeuropea relativa al agua o a corriente de agua, emparentada con el latín aqua, por lo que estamos ante un hidrónimo que daría nombre no solamente al río sino también a varios de sus pueblos y lugares, como el mismo Ribadeo, y a antiguos pobladores como los egobarros. En la Edad Media se encuentran documentadas las formas Iuve (año 775), Euve (885) y Ove (905) que es la forma oficial actualmente, aunque sigue siendo común encontrar Obe por betacismo, es decir, el proceso lingüístico por el que b y v llegaron a confluir en una misma pronunciación


De momento no llegamos a ver la ría, pero sí algunas alturas más allá de su margen asturiana, al este-suroeste, como las de la Serra da Calabaza con el Pousadoiro (644 m, "techo del concejo de Tapia") y El Pico As Pexas (588 m), recorridos por diversas rutas montañeras


Frente a la iglesia se extienden algunas casas, además de la de A Rectoral, pertenecientes al barrio de A Eirexa (la iglesia), el cual viene a ser la cabeza de la parroquia, santuario que perteneció a la muy antigua Diócesis de Britonia, origen posteriormente de la de Mondoñedo, capital además de una de las antiguas siete provincias del llamado Antiguo Reino de Galicia desaparecidas con las reformas administrativas liberales de 1833. Durante un más bien breve periodo del bajo medievo la cabeza de la diócesis de Mondoñedo estuvo en Ribadeo, que llegó a tener su propia catedral, como pudimos ver en las correspondientes entradas de blog


El templo actual viene del siglo XVII y su estructuras es de nave rectangular y atrio, siendo varias veces remozado. En su interior guarda un bello un retablo estilo rococó que, si sabemos que esté la iglesia abierta podremos contemplar, dada su escasa distancia respecto al Camino. Su estructura es de nave rectangular y atrio. De ella nos cuentan esto en Ribadeo. Alén do Camiño:
"Se encuentra situada en el centro del pueblo y acompañada, muy de cerca, por varios hórreos y casas típicas de la zona. 
Aunque es de origen medieval –quizás hubo un monasterio antes del año 1100-, el edificio actual es del siglo XVII y fue reformado posteriormente. 
Su fachada está presidida por la cruz de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. La orden de San Juan de Jerusalén, también conocida como Orden de los Hermanos Hospitalarios, nació en el siglo XI como orden hospitalaria que prestaba asistencia a los peregrinos de Tierra Santa, más tarde, cuando las Cruzadas, se convertirían en orden de caballería. Su expansión en Galicia sigue las rutas de peregrinación a Compostela, siendo su principal fundación el Hospital de Portomarín. 
Tuvo en Ove una de sus casas (que en la edad media era ya de piedra y cerrada con su muro), subsidiaria de Portomarín y que funcionó como punto de asistencia menor y para la recaudación de rentas de las propiedades que la orden poseía en la zona. 
Posee nave rectangular con cubierta a dos aguas sobre armadura de madera con falso entablamento interior. El frontispicio tiene campanario de dos vanos y como otras iglesias de esta zona, un pórtico protege la entrada. 
En su interior conserva un retablo mayor de estilo rococó, presidido por una imagen de San Juan Bautista, y otros menores en las naves laterales."
Efectivamente, la iglesia perteneció durante siglos al Priorato de Portomarín de la Orden de San Juan de Jerusalén, advocación sanjuanista que le daría su actual advocación, orden a la que pasó tras la disolución de los templarios, a decir de algunos investigadores, para otros, sin embargo y ante la falta de documentación completamente veraz y fidedigna, la presencia templaria no deja de ser una conjetura, tal y como podemos leer en Foros de Xenealoxía dentro del tema Templarios en Ribadeo:
"Nunca he encontrado ninguna referencia a los templarios en Ribadeo, aunque sí en otras zonas de A Mariña Lucense, como Viveiro, en la Isla Coelleira -en O Vicedo- y también recuerdo en Mondoñedo la antigua 'Rúa dos Templarios', que según mi opinión particular no deberían haber renombrado, no sé qué nombre tiene ahora; también tengo constancia documental de la existencia de templarios en la zona de San Tirso de Abres, que perteneció a la antigua abadía cisterciense y Monasterio de Santa María de Meira [Concello de Meira -Lugo] que compartieron señorío de ese lugar con la Casa de Altamira. Me refiero a un documento del año 1250 que cita el historiador D. Pedro Reigosa Pedrosa, que estuvo estudiando el A.H.N. de Madrid, de donde pudo extraer el contenido. Algún artículo escribió dicho autor para el B.C.M. de Lugo. 
La función de los caballeros templarios en la defensa del peregrinaje supongo que no pudo pasar por alto esa zona del Camino del Norte, es lógica su vigilancia y posible defensa costera en las rías altas gallegas. También está documentado el Hospital de San Lázaro de Ribadeo muy antiguo, el de Arante creo que fue una refundación en el siglo XVI, de otro anterior más pequeño. Referente al aspecto económico, recuerda las sucesivas donaciones, una de ellas real en 1154, del portazgo y diezmos del puerto, teniendo en cuenta también el traspaso de la sede episcopal a Ribadeo, privilegios reales, la amplia navegabilidad de la ría para transporte de pasajeros, mercancías, y el importante puerto marítimo para establecer relaciones comerciales, etc. 
Trazando una especie de triángulo imaginario: Viveiro-Mondoñedo-San Tirso de Abres, no es muy lógico saltar Ribadeo, ya sea como punto costero marítimo o terrestre, y más teniendo en cuenta su obligado punto de encuentro hacia los monasterios tanto de Santa María de Meira, Santa María de Trabada [Concello de Trabada -Lugo], como el monasterio de Lourenzá [en Vilanova de Lourenzá] o Mondoñedo -comunicados con el antiguo Monasterio de Santa Clara y el de San Francisco, ambos en Ribadeo, aunque estos últimos debieron ser posteriores-, una cita he leído sobre un cenobio que existió en el siglo XII en As Anzas, al igual que el de Cedofeita, A Devesa, otros hacia Foz, Valadouro, etc. Desconozco si tuvo importancia relevante o no en Ribadeo la Orden del Temple, nada puedo añadir sobre la hipótesis de que simplemente se tratara de un lugar de paso, si pudieron llegar a establecerse o recibir alguna donación en la zona."

Dado que el patrón es San Xoán la fiesta del 24 de junio el 24 de junio es secularmente la fiesta mayor y romería patronal de la parroquia, pero la más renombrada es sin duda de la Santa Cruz, en la que se subía en procesión al monte de este nombre, que tenemos delante de nosotros, solar de la capilla de esta advocación sita en su cima, excelso mirador sobre la ría y sus riberas gallega y asturiana. Ahora se hace una concurridísima xira o comida campestre en el Día de la Gaita, que se celebra desde 1965 y fue declarada de Interés Turístico en 1985


Y es que allí hay un campo con área recreativa donde están el Monumento al Gaiteiro, inaugurado en 1965, y la citada Capela da Santa Cruz, documentada desde 1805, así como dos cruces. La xira que allí se celebra es en la actualidad una de las grandes fiestas de Ribadeo. En las del 2006, el gran erudito ribadense José María Rodríguez Díaz pronunció en su pregón, a fecha 5 de julio, la mejor explicación y descripción y explicación de esta multitudinaria xira y su historia romera y gaitera:
"Señoras y caballeros. Con la venia de Vds. 
Se me pide que oficie hoy de pregonero para proclamar al pueblo el comienzo de la Jira de Santa Cruz. Sé que, ni la falta de tiempo de que dispuse para hilvanar estas líneas, ni mi limitada capacidad van a satisfacer las expectativas de esta ilustrada asamblea. A Vds., pues, pido paciencia para poder soportarme y disculpas por mi atrevimiento al aceptar este encargo. Por eso, la brevedad de este pregón no va a ser en mí una virtud, sino una necesidad. Pensar en mí para este discurso, después de tan distinguidos pregoneros que por aquí antes pasaron, lo considero un honor que no merezco. A la Directiva de Amigos da Gaita agradezco la distinción que me hacen. Sólo el cariño que siento por este pueblo, del que he estado largos años ausente, me obligó a aceptar este encargo. Soy consciente de que me encuentro ante un culto y exigente auditorio. Pero confío en que vuestra benevolencia disculpe mi gran osadía. 
No voy a detenerme ahora en ensalzar las bellezas de Santa Cruz, de su hermoso paisaje o de la importancia de la gaita gallega, el símbolo más 'enxebre' de nuestra tierra, porque otros, más preparados que yo, lo hicieron antes desde esta tribuna. Además, creo que casi todo está dicho ya sobre la Jira y sus creadores, sobre la capilla y la cruz de piedra y sobre el gaiteiro. Sobre la gaita, aún suena en nuestros oídos la brillante y jocosa elegía que, desde esta misma tribuna, le dedicó el pregonero del año pasado, Julio Carballal. 
En el poco tiempo de que dispuse para hilvanar estas breves palabras, he tratado de acudir a mis personales vivencias de aquellos tiempos pasados de los años sesenta, en los que, por vez primera, empecé a incorporarme a esta celebración campestre, invitado por una familia muy popular de esta villa, a quien desde aquí dedico un grato recuerdo. 
Establecer una comparación entre las romerías de aquellos años y las actuales es una idea muy sugerente para apreciar los cambios efectuados en el modo de celebrarlas. Y esta es mi intención. 
Las vivencias que conservamos de esta romería los que vivimos aquellas pasadas épocas, son experiencias que recordamos con verdadera nostalgia. El recuerdo de aquella juventud ya pasada las hace aún más atrayentes y sugestivas. Es natural. 
Pero, no cabe duda de que se está produciendo un gran cambio, desde entonces, en la forma de vivir y celebrar esta fiesta. Y esto es lo que hoy quiero aquí resaltar. 
El marco social que entonces nos tocó a todos vivir era muy distinto del actual. Las pocas ocasiones que teníamos de divertirnos se vivían con mayor entusiasmo y entrega. La vida de aquellos años era más propicia para celebrar la romería con mayor intensidad que, quizás, lo puede ser en estos tiempos de hoy, en los que la sociedad actual goza de otros muchos y variados atractivos de que antes no disfrutaba. 
Las relaciones vecinales, más intensas e íntimas entonces que hoy en nuestra villa, marcaban profundamente la vida de nuestras gentes, que vivían la vida con un sentido de vecindad más profundo. Unas relaciones que ese día se veían trasladadas al campo de Santa Cruz, dotado de la vista más hermosa que se puede imaginar, y se traducían en una explosión de alegría entorno a aquellas meriendas que durante horas alegraban la vida de las familias, que allí acudían, con sus invitados. El poder de convocatoria de esta fiesta reunía a mucha gente del mundo rural que, atraídos por la gaita gallega, también venían allí a disfrutar de la alegría común con sus suculentas viandas. Allí los romeros, no sólo se agrupaban por pandillas de familias y amigos, sino que convivían y celebraban sus alegrías unidos, sentados en torno a una mesa o en el suelo. Era como un aula gigante, al aire libre, en donde se aprendía a convivir y disfrutar todos juntos. 
Pero la celebración de la Jira empezaba ya en la villa, durante las primeras horas de la mañana, con las alegres alboradas de las gaitas, creadas por el Gaiteiro Mayor, Primitivo, amenizando las Cuatro Calles y el Cantón, pregonando, con sus sones alegres y agudos, el comienzo de la romería. El ambiente de fiesta era ya desbordante en esas tempranas horas de la mañana. Y este ambiente festivo empezaba a llenar toda la villa de vida, con la presencia de pandillas de mozos, venidos de otros pueblos vecinos para participar en la romería. Recorrían las calles y los bares entonando canciones e impregnando el ambiente de bullicio y aires de fiesta. 
A medio día, después de tomar el acostumbrado aperitivo en los bares con los amigos, la gente empezaba a desfilar hacia el monte. Los coches eran escasos y mucha gente subía a pie la empinada cuesta de Santa Cruz, formando como una gran procesión, portando, en sus cabezas, las cestas con las viandas, cubiertas con blancos manteles. 
Ya en el monte, elegido el sitio para acomodarse, sentados sobre la alfombra verde y mullida, que formaba la hierba, o en una mesa, preparada el día anterior, bajo la sombra de los pinos, buscando siempre la proximidad de los amigos más íntimos, daba comienzo el ritual de la comida. Se abrían las cestas y sobre los manteles blancos se iban colocando los suculentos manjares. Y empezaban los intercambios de viandas entre familiares y amigos para compartir la exquisita empanada de raxo, las carnes asadas o la deliciosa tortilla, junto al abundante tintorro para regarla. Luego venía el recorrido de las gaiteiras para alegrar las meriendas con el cantar de sus gaitas. Ellas eran las protagonistas de la jornada y a las que muchos romeros acompañaban en sus recorridos, cantando y bailando la muiñeira. 
Mozas, vestidas con lujosos trajes gallegos, con sus faldas rojas y negras, ribeteadas con abalorios de azabache y sus inmaculadas camisas blancas, lucían sus galas y encantos mientras, contorneándose seductoramente, recorrían las meriendas cantando y tocando las panderetas. 
Y de cada merienda, recuperadas las fuerzas con el tintorro y la empanada, surgían alegres las habaneras y las muiñeiras con las que muchos, como Antón, Cociña, Mingos y otros que se unían al coro, alegraban la fiesta con sus canciones, recorriendo las mesas de los amigos. El ambiente de alegría, que nace del estómago lleno, del ribeiro y del cantar de las gaitas, impregnaba todo el entorno del campo. Y en ese ambiente de alegría y de fiesta, transcurrían las horas entre las gratas conversaciones de los amigos y el danzar espontáneo de los grupos de bailarinas que, al son de las gaitas y rodeadas por grupos de gente, formando corros, bailaban las muiñeiras hasta el caer de la tarde, ya casi de noche, cuando los últimos rayos del sol poniente resaltaban con su luz las blancas siluetas de Figueiras y Castropol, antes de desvanecerse en la oscuridad de la noche. Hoy nos queda, como recuerdo y testimonio de aquella época, el monumento al gaiteiro, que proclama los orígenes de esta fiesta y el protagonismo que en ella tuvo la gaita. Esa gaita que, como dijo Daniel Cortezón, en su precioso pregón de hace años, no solamente canta y llora, sino que habla, también. 
Para muchos, como era el caso de la familia que a mi me acogía, la fiesta no acababa en Santa Cruz. Ya de nuevo en la villa, los amigos se juntaban otra vez para continuar consumiendo los restos de las viandas durante las horas nocturnas, y acabar, luego, disfrutando de la orquesta que tocaba en el Cantón. 
Y esa era la romería que aún permanece viva en mis recuerdos. Muy distinta de la de hoy, en la que se imponen otras vivencias y otras formas de celebrarla. Esta es la nueva época de la litrona y del calimocho, que domina en los ambientes juveniles de hoy. La sociedad no es estática. Los nuevos ritmos vitales, que marcan la vida de nuestros jóvenes, son diferentes. ¿Mejores o peores? Simplemente distintos. Pero es lo cierto, y lo vemos con pena, que en ellos priva más la diversión que las relaciones humanas. Y el ambiente que hoy se vive en Santa Cruz es distinto del que nosotros vivimos ayer. ¿Qué ha pasado para que estas vivencias están tan lejos de lo que fueron las nuestras? 
Pero a uno le gustaría que aquel espíritu que impregnaba la fiesta no se perdiera. Celebrar en común es sentir y vivir en común. Y los pueblos, hoy más que nunca, necesitan descubrir y conservar sus raíces para vencer lo negativo que nos imponen otras culturas extrañas, procedentes de un mundo globalizado. Para vivir unidos y mantener unida nuestra comunidad necesitamos seguir celebrando nuestras fiestas, unidos. añoramos aquellos viejos tiempos, de escaso valor mercantilista, pero muy importantes en valores de convivencia. La invitación que hago yo hoy, en este pregón, es la de intentar recuperar las raíces de aquel espíritu con que esta fiesta nació. Un pueblo gallego sin gaita es un pueblo sin alegría. Y un pueblo gallego sin romerías es un pueblo en el que la gente convive sin conocerse. 
No puedo dar fin a este pregón, porque es obligado hacerlo, sin recordar aquí a quienes fueron los fundadores de la Jira de Santa Cruz, que tuvo como principales inspiradores a los hermanos Suárez Couto y a Francisco Maseda, entre otros. Como muestra de agradecimiento y en su recuerdo alzaremos mañana una copa brindando para que nunca falte la gaita en esta fiesta y por una larga vida para esta Jira que ellos crearon. Y hago votos para que la prestigiosa sociedad Amigos da Gaita, impulsora y alma de esta fiesta, siga adelante con ilusión en sus esfuerzos para lograr que la Jira, aún sin cohetes, no pierda sus verdaderas raíces y dure 'mil primaveiras máis', como decía Cunqueiro. 
Ribadenses e forasteiros, amigos da Gaita e da Xira, a prepararse para facerlle a homenaxe á gaita e ós gaiteiros e tamborileiros, á empanada e ás sardiñas, ó pan e ó viño e ó augardente para facer a queimada. Proclamamos aberta a festa da gaita. Pregoamos aberta a Xira de Santa Cruz. E mañán, todos, como unha soa familia iremos á Xira de Santa Cruz, a comer e a bailar a muiñeira, e a presentarlle a ofrenda ó Gaiteiro!"

Por esta ladera oriental del Monte de Santa Cruz y con sus casas orientadas al este, a la salida del sol, se extiende el barrio de O Chao de Ove, sito como su nombre indica en un chao, llano o rellano, a la derecha de A Eirexa. Por ahí discurre el Caminiño do Encanto, como visitas a muy encantadores lugares ribadenses, como la fervenza o cascada de Pozo Lexoso. De su historia, leyendas y andanzas nos escribe el maestro y fotógrafo Antonio Herrera en la entrada Las pisadas de Encanto de su maravilloso blog Rincones da Mariña:
"Antaño, para ir de As Anzas (Ribadeo) a Salcedo, había que seguir el viejo camino a la ribera del río Grande, también conocido como Alesancia. En cierto punto, junto a la finca As Fádegas, de producción ecológica, el camino se encajona y pasa sobre una roca de esquisto entre el río y el acantilado, que se levanta vertical a la vera opuesta. Sobre esta roca hay grabadas, desde tiempos remotos, al menos once pisadas humanas.

Me contaban los propietarios de la finca, Vicente y Elia, que a nadie se le ocurría pasar por este lugar en la noche de San Juan.
Dicen las gentes del lugar que en el alma de la roca de esquisto, que pavimenta el estrecho paso del camino entre As Anzas y Salcedo, vive Encanto, una joven rubia de asombrosa belleza. En San Juan, la moza se aparece por arte de magia a los que pasan por allí seduciéndoles con su hermosura, y por si eso fuera poco, con sus tesoros: posee una gallina clueca, que no solo es que ponga huevos de oro, sino que su pollada es de oro. La belleza de la moza o la ambición por el noble metal hace que los caminantes se acerquen a la roca, lo que provoca su encantamiento y desaparecen, engullidos por la propia piedra. No se conocen más detalles porque ninguno ha vuelto para contarlos. 
En el solsticio de verano, las gentes que están al tanto de la existencia de Encanto y de sus caprichos evita esta ruta y elige una alternativa bastante más larga. En el resto del año, el único rastro de la joven son las huellas de sus pies grabadas sobre la roca."

Aquí está el puente sobre la profunda trinchera del ferrocarril, que al estar en un lugar ligeramente elevado, salvando su profunda trinchera, nos ofrece estas magníficas vistas del Chao de Ove y de Santa Cruz


Este tramo se abrió en 1968 pero la línea no fue acabada hasta 1972, tras casi un siglo de espera, pues el proyecto estaba aprobado ya en 1886, si bien las obras no comenzaron hasta 1906, una de las más grandes demoras sin duda de la historia ferroviaria española, aunque no la única, mismamente en Ribadeo está la de Lugo-Ribadeo: el tren que Galicia espera desde hace 160 años, y así la titula para su artículo en La Voz de Galicia el redactor Xosé María Palacios Muruais, de fecha 30-4-2023:
"La de 1863 ya era una España de dos velocidades. Una se movía, aunque aún con escasa cobertura territorial, en tren: el primero, Barcelona-Mataró, se inauguró en 1848. La otra aún veía el ferrocarril como un sueño. En 1863, sin embargo, se redactó un proyecto de tren que no se llevó a cabo pero que fue el primero de una serie de movimientos que harían correr ríos de tinta y generar esperanzas y desilusiones. El proyecto de un tren Lugo-Ribadeo puede englobarse en el apartado de las grandes aspiraciones frustradas de Galicia, y se cumplen 160 años del inicio de aquellas expectativas.
En 1863, en Madrid, se editó una memoria cuyo autor era el ribadense Segundo Moreno Torres y que recogía la construcción de un tren Lugo-Ribadeo, aunque la línea no saldría de la ciudad amurallada sino de Monforte de Lemos. El trazado seguiría hacia el norte por el barrio de Albeiros y continuaría hacia Castro de Ribeiras de Lea, donde se preveía ubicar la primera parada. En Ponte de Outeiro, lugar también perteneciente al municipio de Castro de Rei, estaría la segunda. 
Siguiendo hacia el norte, el trayecto continuaría por el actual municipio de A Pastoriza, con una estación en la parroquia de Reigosa. Poco después debería afrontarse la que se consideraba la obra más compleja de todo el trayecto. Pocos kilómetros del actual trazado de la A-8, algo más al este, está el alto de Cruz da Cancela (Mondoñedo), en donde se construiría un viaducto de 450 metros de longitud, con 15 tramos de 30 metros cada uno. 
Para entender la envergadura de la actuación, cabe recordar que el puente de los Santos, en la desembocadura del Eo, tiene 600 metros de longitud, y el viaducto de Lindín, el más largo de la autovía del Cantábrico en Galicia y hoy visible desde ese citado alto, tiene 750. Desde ahí, a más de 500 metros de altitud, se bajaría hacia el litoral con un rodeo que llevaría la línea por los municipios de Riotorto y de Lourenzá, que tendría su estación. El tramo final de la línea pasaría por Barreiros y llegaría a la calle San Roque, punto de Ribadeo donde estaría situada la estación. Así se completaría un recorrido de 105 kilómetros. El coste de la obra se cifraba en 105 millones de reales —algo más de 600.000 euros en la actualidad—, con previsión de partidas importantes para movimientos de tierra —algo más de la mitad del total—. 
Se preveía que un billete costaría 0,18 reales y que el traslado de cerdos supondría un coste de 0,15 reales por cabeza. La mención al ganado se explica por las posibilidades que se lograrían al poder mandar reses a Madrid y por la importancia de algunas ferias por las que pasaría esa vía férrea: por ejemplo, en la de Augaxosa (Riotorto) se movían entonces 24.000 cabezas de ganado al año. En el proyecto se detalla que la línea daría cobertura a unas 600.000 personas, tanto de numerosas comarcas de la provincia de Lugo como del vecino occidente asturiano. 
En el puerto de Ribadeo, entonces con una importante actividad comercial, se podría conseguir carbón para las locomotoras que cubriesen la línea. Es uno más de los detalles apuntados en su memoria por Segundo Moreno Torres, que a orillas del Eo desarrolló una notable actividad pública y presidió el Círculo de Recreo, como recoge el cronista oficial ribadense, Eduardo Gutiérrez, en un trabajo incluido en su volumen «Do vello Ribadeo».  
A principios del siglo XX aparece como una amplia reivindicación social y política el Ferrocarril Central Gallego, que iría de sudoeste a nordeste, saliendo de Marín y llegando a Ribadeo. La vía pasaría por comarcas como Deza y A Ulloa hasta llegar a Lugo. El trazado de la ciudad amurallada a la desembocadura del Eo se convirtió en motivo de una larga disputa que movilizó a los poderes públicos, a asociaciones y hasta a emigrantes en América. 
La prensa de Vilalba y de Mondoñedo batalló para que el tren pasase por esas localidades. A finales de los años veinte, en la ciudad episcopal, hasta se creó una comisión encargada de realizar gestiones ante las administraciones y se organizó una recogida de fondos para sufragar sus gastos. Por otro lado, a principios de siglo había empezado a funcionar el tren que llegaba a Vilaoudriz, entonces municipio y hoy parroquia de A Pontenova, a Ribadeo. El tren fue construido por iniciativa privada, la empresa que explotaba los yacimientos de hierro de Vilaoudriz, y empezó como tren minero para abrirse luego al tráfico de viajeros. 
La existencia de ese tren era uno de los factores invocados por lo defensores de una opción más oriental en la provincia de Lugo, que pasaría por Meira para aprovechar luego el trazado de Vilaoudriz a Ribadeo. Así lo reclamaron, por ejemplo, varias sociedades de emigrantes en La Habana. No era ese, de todos modos, el único ferrocarril que a comienzos de siglo levantaba pasiones en el norte de Galicia, pues se contaba con la conexión de Ribadeo con Villafranca del Bierzo, que aprovecharía el trazado del citado tren minero, y con la construcción del tren de la costa. El primero fue un sueño que se diluyó, y el segundo no se completó hasta la década de los setenta. 
El primer proyecto, aunque no se ejecutó, tuvo continuidad desde el punto de vista teórico. Inocencio Vilardebó, gerente del Ferrocarril Compostelano, redactó en 1873 una memoria que recogía, entre otras líneas férreas, el tren Lugo-Ribadeo. En ese proyecto figuraba el trazado por Meira, aunque tampoco faltaron soluciones intermedias, que proponían esa misma opción con un ramal a Mondoñedo. 1873 fue el año en que se inauguró el primer tren de Galicia, que iba de Conxo (entonces municipio, hoy integrado en Santiago) a Carril (entonces municipio, hoy parte de Vilagarcía de Arousa). 
En Lugo ciudad hubo que esperar dos años más a la llegada del primer tren, que en 1875 estableció la conexión ferroviaria con A Coruña. 
La necesidad de una conexión ferroviaria entre la Galicia interior y A Mariña sigue presente, aunque con un trazado diferente al del siglo XIX. El PP expuso en el Congreso de los Diputados, en el 2021, una propuesta de construcción de una ferrocarril entre Baamonde, localidad situada en el trayecto Lugo-A Coruña, y Barreiros, en donde enlazaría con la línea de la costa. Sería un trazado de 75 kilómetros que permitiría conectar los puertos de A Mariña con Portugal. 
Para lograr esa conexión sería necesario construir un trazado entre Curtis y Ordes, que tendría una longitud de unos 30 kilómetros y que permitiría esa citada conexión ferroviaria con Portugal así como entre Lugo y Santiago de Compostela. Néstor Rego, diputado del BNG en el Congreso, planteó en la cámara la necesidad de una conexión por tren entre Lugo y Santiago de Compostela, mientras que Joaquín García Díez y Jaime de Olano, parlamentarios del PP, defendieron en el 2021 que se encargasen los trabajos necesarios para evaluar la viabilidad de nuevas líneas en la provincia, entre las que figuraría el enlace ferroviario entre Baamonde y Barreiros. La propuesta no prosperó."

La parroquia de Ove se dice se extendía antaño ante las mismas murallas de Ribadeo y el Campo da Vila, incluyendo San Lázaro, barrio que hemos dejado atrás por A Pega y donde se encontraba la vieja malatería de esta advocación lazarista, la del patrón de los leprosos de la que únicamente se conserva su capilla, al lado del Camino, que hemos visitado, acercándonos a ver la antigua talla del santo


A Pega en primer término, por donde hemos salido del casco urbano ribadense. Más allá asoman los tajados de San Lázaro y los edificios de pisos de la Avenida de Asturias, antiguo trazado de la N-642, ahora dentro de la población. A la izquierda reconocemos la gran estructura del Pavillón de Ribadeo, inaugurado en 2014 sobre el antiguo, tan añorado con encantadora morriña deportiva por Adrián Rodríguez, redactor jefe del Diario de Pôntevedra, tal y como lo explica en El Viejo Pabellón, entrada de su blog Pontevedreando:
"Mi primer día de entrenamiento en el viejo pabellón de Ribadeo fue un viernes. Yo vestía una camiseta de propaganda y un bañador. Tenía 13 años. Daba vueltas por el vestuario, haciendo tiempo, buscando excusas para no salir. David Miró me vio y se dio cuenta: “¿Qué cojones haces que no sales a entrenar?”. Y allí me fui, a aporrear el tablero a pedradas. Nadie me habló entonces de una de las primeras cosas que te enseñaban cuando empezabas a jugar en Ribadeo: el parqué del pabellón. “¿No notas nada raro? Las tablillas están puestas de canto”. Y sí, lo estaban. Así el suelo se podía pulir las veces que fuera necesario. 
Pero ese parqué ya no se pulirá más. La reforma prevista implica echarlo todo abajo y levantar un polideportivo nuevo. Significa derribar el lugar donde está escrita la historia del baloncesto ribadense. Allí donde Tito Díaz dirigía una orquesta con un balón como batuta, donde Vila acribillaba el aro a triples los días que había partido (y los que no, como Petrovic en Sibenik), donde Docobo se peleaba hasta con su sombra en busca de un rebote y donde Paco bailaba ballet, un reverso por aquí, una finta por allá, un nuevo reverso, no te pierdas que aún me queda una finta más, falta personal y vale la canasta. 
Fue en ese pabellón, claro, donde Paco dio un clinic que aún recuerdo. Habían pasado ya los tiempos de gloria, de las gradas abarrotadas en Segunda Nacional. Jugábamos contra el filial del Viveiro y el partido anterior había sido bastante desastroso para él. Había metido un punto, lo ponía muy claro en La Comarca. Así que aquella mañana, repartiendo el pan, se lo habían recordado más de una vez. “¿Qué, Paco? Un punto nada más, ¿eh?”. Motivación de choque le llaman a eso. Llegaron los de Viveiro y las vieron de todos los colores. Al poste bajo, desde el triple, con dos tipos encima y hasta un contraataque en el que estaba de palomero y esperó al defensor para poder sacarle canasta y tiro adicional. 30 puntos sin fallo. Ganamos, porque aquel año ganamos mucho, y conseguimos ascender. 
Autonómica fue otra historia. Si la temporada anterior nos habíamos cansado de ganar, aquel año nos cansamos de perder. Comimos el turrón de Navidad sin habernos estrenado y para Reyes algunos teníamos demasiada tensión acumulada. El primer partido después de las fiestas recibimos a As Pontes. Llegamos a la última posesión empatados. Trigo dibujó una jugada en la pizarra y apostó por el Pacosistema, por un balones a Will versión ribadense. Una salida de manual, porque Paco metió un triple en el último segundo, como en las películas. Fue el único día en que lloré en un campo de baloncesto. La tensión, ya digo. Me abracé a José María, el presidente, y se me cayó una lagrimilla de emoción. Si esto no fuera un cuento real, diría que la gota llegó al parqué, y así todo sería mucho más melodramático. Pero quién lo puede decir. Había mucho sudor de por medio. Porque allí, en el viejo pabellón, algunos nos hicimos personas, y mientras eso ocurría, mientras Manolo el del Ribanzo nos enseñaba a ganar, a perder, a comportarnos y a ser adultos, sudamos la gota gorda. Por un balón, por un rebote, por una canasta, por una defensa. Por qué sé yo. 
En el sitio del viejo pabellón se levantará otro. Pero el mío, el de muchos, es este. Es en el que quise ser Montero, en el que quise ser Bennett, en el que aprendí de Quique Quintana cómo se dirige un equipo. Y, sobre todo, es el que siempre, siempre, aparece en mis sueños cuando alguna noche aún imagino que seré jugador profesional de baloncesto. Entonces, me despierto y descubro que estoy en el mundo real. Mi pelota está en un cajón deshinchada y las Adidas reposan desde hace años en el armario, pero yo hago una finta, busco un hueco ante un defensor imaginario y tiro desde el salón de mi casa, justo igual que si el parqué que piso todos los días antes de ir a trabajar tuviese un millón de tablillas puestas de canto."

Más a la derecha, multitud de tejados de negra pizarra a dos aguas son las casas de San Lázaro, en buena parte de planta baja o una sola planta, que siguen el trazado del viejo Camín Real, actual ruta xacobea oficial, que sale del casco histórico de Ribadeo por la rúa da Deputación, la que hemos caminado para llegar aquí


Seguidamente y más al sur Veigadaria, que como San Lázaro y A Pega es zona de expansión urbanística de baja densidad, de chalets y viviendas unifamiliares con finca o terreno. Más allá siguen los grandes bloques de pisos hacia las inmediaciones de A Vilavella y el puerto de Mirasol, el actual puerto comercial, cerca del Parador de Ribadeo, inaugurado en 1958


Pasado el puente empieza esta cuesta hasta las primeras casas de A Eirexa, el barrio de la iglesia, dando vista siempre a O Chao de Ove y el Monte da Santa Cruz, donde llegaron a celebrarse... ¡ hasta dos fiestas a la vez! o al menos eso se desprende de la noticia titulada Polémica en Ove al organizarse dos fiestas en el mismo lugar y en el mismo día, así publicada en La Voz de Galicia el 20 de enero de 2011:
"El domingo, tras la misa en Ove (Ribadeo), el párroco daba a conocer la comisión de ocho vecinos que tras varios años sin celebrarse la fiesta de la Virgen de Santa Cruz, este año sí las organizará el 8 de mayo. También se encargarán de las de San Juan, el 24 de junio. La sorpresa surgió cuando ayer se enteraron de que el presidente de la comunidad de montes de Ove, García Marcos, ha anunciado que el 8 de mayo también organizará la fiesta de Santa Cruz, con comida de comuneros y dos orquestas."

A nuestra izquierda, en A Eirexa, la Casa Rectoral, con una palmera en su finca. Sobre su tejado asoma un poco la espadaña de la iglesia parroquial de San Xoán, cuyo querido párroco, Manuel Ares, fue homenajeado en 2009. Así recoge la noticia Eva Montenegro para La Voz de Galicia el 29 de octubre de ese año:
"Los vecinos de Piñeira, Ove y Vilaselán, en Ribadeo, realizaron el pasado domingo un emotivo homenaje al sacerdote que lleva estas tres parroquias, a Manuel Ares, como le llaman, desde hace muchos años. Casi un centenar de personas participaron en el almuerzo que se celebró en el restaurante O Cabazo tras la misa, con una veintena de asistentes, en la que él se mostró contento de compartir ese momento con sus feligreses. Les indicó que era una pena que le brindaran este homenaje ya, antes de esperar a que cumpliera los 25 de años atendiendo estas tres parroquias ribadenses. A su madre le regalaron un ramo de flores y a él una pluma estilográfica. El sacerdote obsequió a cada vecino con un recordatorio realizado por Foto Miguel"

En A Eirexa, esta primera parte de la cuesta desde los arrabales de Ribadeo hacia el Monte da Santa Cruz acaba en esta encrucijada de caminos


Acabando la cuesta admiramos esta casona tradicional que tenemos enfrente, un hermoso pazo rural al que en un momento determinado se le añadió, sobre el techo de lousas de pizarra un gran mirador de galería acristalada desde el que se contemplaría la ría desde todos sus ángulos, así como la antigua tierra de sus antiguos pobladores egobarros. A la izquierda podríamos visitar la iglesia, a la derecha continúa el Camino de Santiago


Camino de Santiago que es además en este tramo el que va de la iglesia a la antigua escuela, que está un poco más adelante, entre las dos casas del fondo, donde hay otro importante cruce de caminos


En la antigua Casa-Escuela de Ove, donación de D. José López Rego, acabará este trecho llano y volveremos a subir Monte da Cruz arriba. Del discurrir del Camino de Santiago leemos en Ribadeo, catedral do mar, de Turismo Ribadeo lo siguiente:
"El camino de comercio, cultura y peregrinación que conduce a Santiago de Compostela por el norte tiene en Ribadeo uno de sus hitos señalados. Es la puerta de entrada a Galicia, ya que las barcas que cruzaban la ría dejaban a los viajeros en el muelle de Porcillán. Desde allí el camino atraviesa el núcleo histórico de Ribadeo, cruza las parroquias de Ove, Covelas y Arante, para alcanzar el monasterio de Lourenzá. En sucesivas jornadas, y atravesando Mondoñedo, Vilalba y Sobrado dos Monxes, empata (...) con el camino francés de peregrinación. El Camino era también la ruta principal de acceso al interior de Galicia y a la capital, Mondoñedo. Ha servido, pues, como dinamizador del crecimiento y desarrollo de los pueblos y de las parroquias que atravesaba."

Vecina de esta parroquia es la famosa Concha de Ove, homenajeada en 2021 al cumplir 91 años tras toda una vida trabajando en las labores del campo y bajando puntualmente sus productos de proximidad al mercado de Ribadeo. Fue la protagonista de un gran mural a ella dedicada en uno de los edificios de la Avenida de Galicia en la villa, obra del artista Joseba Muruzábal (Yoseba MP), dentro de su proyecto de reconocimiento a la mujer rural, como bien explica el redactor José Alonso en el artículo Las superabuelas llegan a A Mariña, publicado en La Voz de Galicia el 8 de septiembre de ese año:
"Concha de Ove, a punto de cumplir 91 años, es la protagonista del gran mural que luce en la pared lateral de un edificio de cinco plantas en la avenida de Galicia de Ribadeo. La obra de Joseba Muruzábal (Yoseba MP) ha venido a adornar Ribadeo y a plasmar la primera superabuela en A Mariña del artista nacido en Cambre en 1984, un mural urbano más de la serie «Fenómenas do rural» que inició en 2016 para homenajear a las abuelas de Galicia y a la mujer rural. «A greleira de 50» fue el primero que pintó, en el festival de pintura urbana Desordes Creativas de Ordes, inspirándose en la película de los años 50 «El ataque de la mujer de 50 pies». Con este mural nacían las superabuelas y se daba inicio a una serie que continuó en diferentes puntos de Galicia: Carballo, Cambre, As Pontes, Zas, Ponteceso, Oleiros, Navia de Suarna, Quiroga, Vigo... con obras en las que se reproducen a vecinas de cada localidad, haciendo gala de su orgullo de mujer rural, en poses o acciones que demuestran diferentes superpoderes.

 En la obra de estilo realista con toques surrealistas, Concha aparece subida a una escalera; «Concha e a árbore tuti fruti», se titula el mural.

«Partindo da realidade, fago unha esaxeración, normalmente con humor, sempre respectuoso, para potenciar a idea que quero transmitir, que é que mulleres de idade moi avanzada seguen traballando. Todas levan unha roupa semellante, porque trátase de pintar o que representan: a traxectoria vital que viviron e viven tantas mulleres en Galiza, que naceron, por dicilo dalgún xeito, co sacho na man, e que por riba, por ser muller, cargábanlles as tarefas da casa. Eu aínda agora cando vou polas casas para preparar traballos vexo que as dinámicas de vida en Galicia seguen sendo moi semellantes», apunta Joseba Muruzábal, que hizo esta obra por un encargo que recibió del Concello.

Elegir el lugar no fue sencillo, pero al final, a la vista está, resultó todo un acierto. Desde un principio le dieron libertad para elegir el tema que prefiriese. En conversaciones con la concejala de Cultura, Pilar Otero, finalmente se decantaron por la figura de Concha, una vecina de 90 años que «leva toda a vida traendo o produtos da súa horta ó mercado de Ribadeo», comentó la concejala ribadense. Concha como un homenaje a todas las Conchas, a todas las mujeres trabajadoras y a la mujer, en definitiva, como parte esencial de la sociedad."
Mural de Concha de Ove en Ribadeo. Foto de Apartamentos Lagunas

Fallecida menos de un año después, ese mismo periódico, La Voz de Galicia, daba la noticia de esta manera, honrando su memoria y tesón: Adiós a Concha, la superabuela que pervive en el gran mural de Ribadeo, a fecha 20-8-2022:
"Ribadeo ha perdido a su superabuela, Concha, aunque su recuerdo perdurará en el mural que inspiró a Joseba Muruzábal, en su popular serie con la que embellece diferentes concellos de Galicia. Concha murió hace unos días. Tenía 91 años de edad. El alcalde de RibadeoFernando Suárez, se hacía eco de la noticia y expresaba su pesar en su perfil personal de Facebook: «O día 13 de agosto finaba aos 91 anos Concha de Ove, labrega, vendedora no mercado, xenerosa co Concello e con Joseba Muruzábal que a tivo como musa. Moitas grazas. 

            Homenaje

 "Fue hace unos días, pero la noticia merece ser destacada. Por eso la reflejamos en la Voz, como un homenaje más a Concha. Coincidiendo con la inauguración del mural, hace un año, la concejala de Cultura de Ribadeo, Pilar Otero, manifestaba: «A elixida para o mural foi Concha de Ove, unha muller de 90 anos, a piques está de cumprir 91, que leva toda a vida traendo os produtos da súa horta ao mercado. Queremos que sirva de homenaxe en particular a esta veciña e a todas as Conchas, a todas as mulleres traballadoras coma ela de Ribadeo, e tamén en xeral ao comercio de proximidade».

Con independencia del simbolismo de la obra de Muruzábal, el mural pintado en Ribadeo ha mejorado de forma notable la imagen de la villa, tapando una pared de un edificio en plena avenida de Asturias, en la calle que entronca con el aparcamiento municipal, donde había pintados anuncios de publicidad.

En esa gran pared, Concha recibe cada día, flotando sobre una escalera mientras pesa unas frutas, a todas las personas que entran en Ribadeo. Ella seguirá siendo un icono del homenaje que se tributa en Ribadeo a las mujeres que han hecho y siguen haciendo del trabajo en la tierra, en el rural, su vida."


Otra Concha de esta parroquia, Conchita de Ove, inspira a un destacado cantante poeta local, José Pulpeiro Doval, O Gallopiño, sus Poemas especiales a nuestra Conchita, este titulado Conchita de marchó de Ove, también para La Voz de Galicia (21-10-2021), de los que compartimos estos versos:
Conchita se marchó de Ove,
a los ocho años con su madre.
Pues se fueron a Villaronte,
a cuidar a un Bonaerense

Su dueño, al morir, les dejó su casa,
después la vendieron en buena tasa.
Y se vinieron a Ribadeo,
con una cabra a pie que su dueño les dejó

Ya, después, en Ribadeo,
con el dinero su Madre casa les compró.
Que, al casarnos, en Ella vivimos,
y en Ella se criaron nuestros Hijos.

Después nos fuimos a "la Cooperativa" de viviendas,
que nuestra Empresa creó las mismas.
Y después esta gran Casa se construyó
con la casita de Conchita y solares que se compró

Conchita empezó a sus trece años a trabajar
en un Taller de gabardinas que hasta se mandaban a ultramar.
Y yo, comencé a los doce en la Fábrica de ladrillo y teja,
pues los dos nos alabamos por tanto luchar en la vida.

Fuimos unos para el otro
vivimos llenos de amor.
Nuestra vidas fueron un coloquio
fue un verdadero dulzor

Y aquí llegamos al cruce de la antigua Casa-Escuela de Ove, abajo estaba el aula y arriba era la vivienda de los maestros. Forma parte actualmente de la Rede de locáis municipáis, locales municipales para uso vecinal


Restaurada exteriormente en 2022, aquí como hemos dicho se acaba este pequeño tramo llano desde el cruce anterior y empezamos a subir a la izquierda


Veamos las señales jacobeas en en la pared. Insistimos siempre en que la flecha amarilla es el elemento indiscutiblemente direccional, la concha no implica necesariamente ninguna dirección, independientemente de la posición en la que esté, según la normativa del mismo Consejo Jacobeo


Sobre la puerta, esta placa de mármol recuerda la construcción de estas escuelas y a quien las hizo posible como benefactor:
CASA ESCUELA DE OBE
EDIFICADA A EXPENSAS
DE LEGADO INSTITUIDO POR
D. JOSÉ LÓPEZ REGO

EL AYUNTAMIENTO AGRADECIDO 
LE DEDICA ESTE RECUERDO
                                          1907

Y subimos todo de frente y en empinada y recta rampa hacia la ladera sur del Monte de Santa Cruz. Allí a mitad de la cuesta está el cementerio de Ove. En la web de la Asociación Atalaia se comparte el expediente en el que se aprueba su construcción:
"Dada cuenta del expediente instruido a instancia de varios vecinos de la parroquia de San Juan de Obe para construir en la misma un nuevo cementerio y vistas las Reales ordenes de 19 de mayo de 1882, 17 de febrero de 1886 y 16 de julio de 1888, y la Circular de la Dirección General de Beneficencia y Sanidad fecha 28 de Diciembre último, el Ayuntamiento considerando que en la tramitación se han llenado los requisitos prescritos en aquellas disposiciones, acuerda informar, cumpliendo lo acordado en el número 5º de la regla 1ª de la citada Real Orden de 16 de Julio, que siendo doscientas catorce el número de defunciones ocurridas desde el mes de Julio de mil ochocientos setenta y siete hasta el día siete de septiembre de mil ochocientos ochenta y nueve según las certificaciones expedidas por el Cura Párroco que obran a los folios 3 y 9 vueltos corresponden a cada año diez y ocho aproximadamene. Para cada sepultura se considera necesaria una extensión de metro y medio cuadrado; para los diez y ocho de un año, veintisiete metros cuadrados, y para los de un quinquenio ciento treinta y cinco. Según informe del périto D. Manuel Agrelo Barrera, folio 6, la extensión del terreno en que se proyecta construir el nuevo cementerio católico alcanza seiscientos veinticinco metros cuadrados  y descontados cien que se consideran necesarios para cimientos de la cerca y de la Capilla y depósito de cadáveres, quedan quinientos veinticinco para sepulturas . Resulta pues que siguiendo las defunciones en la proporción que ocurrieron  desde julio de mil ochocientos setenta y siete a setiembre de mil ochocientos ochenta y nueve , no habra necesidad de remover las sepulturas sino de quince en quince años, tiempo más que suficiente para que los cadáveres estén completamente consumidos. Y respecto al espacio que se destina a cementerio civil consistente en setenta y cinco metros cuadrados también se considera suficiente en una parroquia en la que no hay memoria de que muriese persona alguna fuera del seno de la religión católica. 

Sesión ordinaria del día quince de mayo de mil ochocientos noventa celebrada por el Excmo Ayuntamiento Constitucional de Rivadeo, en su casa consistorial"

Poco más arriba pasa la carretera LU-P-5207, justo al pie del Área Recreativa del Monte de Santa Cruz, con el miradoiro y la capilla. Más abajo a la derecha el depósito de agua. No es de extrañar que en los altos de Ove, expuestos a los aires de la ría y el mar en estas alturas sobre Ribadeo, hubiesen llegado incluso a existir molinos de viento, algo no tan raro como parece en las tierras ribereñas del Cantábrico


El Día da Gaita de la Xira de Santa Cruz es una fiesta organizada por la Asociación de Amigos da Gaita Galega asentada desde 1965, si bien el festejo popular se celebraba desde años atrás. La asociación se creó el 17 de julio de 1962 a iniciativa de Carlos Suárez Couto y un grupo de entusiastas, deseosos de crear un grupo de gaitas, naciendo así As Meniñas de Saudade, el primer grupo de gaiteiras de Galicia, colaborando para ello Armando Suárez y Primitivo Díaz como profesor. Otro de sus deseos era erigir un monumento al gaiteiro, para lo que se encarga al artista ourensano FaildeAntón Failde Gago, siendo este que vemos parcialmente desde aquí. Más información detallada podemos encontrarla en Xira de Santa Cruz de Ribadeo.com


Reconocemos bien en la capilla una cruz de Malta de la Orden de los Caballeros de Jerusalén que tuvieron aquí sus dominios. A la izquierda hay una gran cruz y otra más detrás, esta formada como hueco en una escultura hecha de bloques de piedra. En Páxinas Galegas describen así este emblemático lugar:
"En el mirador se encuentra una capilla y a su lado la cruz antigua que da nombre al monte. Es una cruz construida en piedra que se levanta a un costado de la explana donde se ubica el Aula de la Naturaleza municipal. En el centro se encuentra el Monumento al Gaiteiro. Desde el mirador se puede contemplar la ría."

Las casas de O Chao de Ove salpican la campiña, algunas son nuevas construcciones pero también se conservan algunas viviendas labregas, testimonio de los usos agropecuarios tradicionales imperantes hasta hace unas décadas


Y en una de esas casas campesinas un hórreo tipo Ribadeo, en la zona llamados cabazos o cabozos. De ellos escribe Antonio Herrera, el artículo Los graneros de piedra, en Rincones de la Mariña
"Construido en piedra sobre pies también en piedra, con forma rectangular, dispone de unas aberturas en forma de enrejado que facilitan la ventilación del cereal.

Pero el gallego también dota a esta construcción de su peculiar relación con el mundo de superstición y augurio. En él conviven la cruz como petición de la protección divina y un símbolo fálico (un remate con forma de pirámide), reminiscencia pagana del culto a la fecundidad de los primeros pobladores"

Pasamos la explanada de acceso al cementerio y seguimos la empinada cuesta al pie del Monte de Santa Cruz


A la izquierda, los pastos de A Palmeira, otro de los barrios de esta parroquia de Ove, con magníficas vistas hacia las montañas de Asturias. Aquí estuvo el molino de viento citado por diversos autores como "molino del Treixo", "molín de vento" y "muíño de vento de Palmeira", construido por iniciativa de Felipe Pulpeiro López, de la Casa de Treixo, en 1888, tras regresar del servicio militar. En Os muíños de vento de Ribadeo, entrada del blog O Gabinete de Foz de Xoán Ramón Fernández Pacios, Cronista Oficial de Foz, fue construido por canteiros de Ferreira, según unos, y con piedra de la cercana aldea de O Valín según otros, y que tenía cuatro velas de lona con cuerda de cáñamo y argollas para las amarras. Funcionaban en él dos muelas, una para trigo y otra para millo (maíz). En el año 1929 un gran vendaval rompió su eje principal y, al fallecer posteriormente su dueño, no fue reparado, siendo vendidas sus piezas a diferentes particulares, quedando únicamente en pie los muros exteriores


En el siguiente cruce seguimos de frente y recto, pero es un muy buen lugar para hacer un alto, recuperar resuello y contemplar el paisaje, antes de adentrarnos en los eucaliptales, camino de O Valín


Desde aquí ya disfrutamos de una excelente vista de parte de la ría, con la villa de Castropol en la parte asturiana, con su puerto, secular paso de embarcaciones de una a otra orilla del estuario, por lo que también contó con su propio hospital de peregrinos


Vemos bien su puerto, el muelle de A Punta y, al fondo la ensenada de A Lieira, que fue antaño de grandes carpinteros de ribera, donde se construyeron barcos para la Armada Invencible, en concreto urcas, similares a fragatas. Los bosques nos ocultan Tol, de donde parten los caminos, abriéndose en abanico, hacia Figueras/As Figueiras, otro paso histórico del Eo, también con su antigua alberguería para romeros, hacia esta villa y puerto de Castropol, y hacia Vegadeo/A Veiga, el Camín Vello, posiblemente anterior a la existencia de un servicio regular de barqueiros en la ría, avanzada la Edad Media, y por donde muchos peregrinos preferían no exponerse a los endebles y zozobrantes ingenios náuticos, muchas veces atestados de gentes, caballos, ganados y mercancías, que surcaban estas aguas, buscando el histórico paso a pie por A Ponte Vella de Abres, aguas arriba



Bajo nosotros, la carretera local que comunica A Eirexa y A Palmeira, paralela en ese tramo al ferrocarril, que está al lado de la casa de la derecha. Aquí, el Rego da Palmeira, que desemboca en la ría, suministraba agua a seis molinos harineros y sobre él hay un puente que es llamado romano por su antigüedad. En la zona de Vilavella, donde se ha querido ver el precedente poblacional de Ribadeo, no en vano en las inmediaciones está el lugar de O Castelo, cuyo nombre parece hace referencia a una fortificación, muy posiblemente un castro galaico, acaso de aquellos míticos egobarros, pobladores de estos parajes ribereños. Un poco más a la izquierda son los edificios sitos sobre el puerto de Mirasol, donde se concentra actualmente la actividad portuaria comercial ribadense


Muy atrás y bastante abajo ha quedado ya A Eirexa, solar de la iglesia parroquia de San Xoán de Ove. Es este un precioso lugar para ir despidiéndonos de la villa de Ribadeo, cuyos altos edificios al oeste del casco histórico se reconocen en lontananza


En primer término, la Casa-Escuela de Ove, donde arrancaba esta cuesta. Más allá A Pega, As Travesas y San Lázaro, donde distingue también perfectamente la visera del Estadio Pepe Barrera, del Ribadeo F.C., equipo fundado en 1913. El estadio se inauguró en 1957 y fue remodelado en 2020. A su izquierda es el CIFP Porta da Auga


Entre estos edificios pasa la rúa da Diputación, que entra en San Lázaro y es la que hemos seguido viniendo de la rúa de San Francisco y tras cruzar la Avenida de Asturias. Más allá está la Torre dos Moreno, totémico edificio indiano, símbolo de Ribadeo con su cúpula, remata en cariátides, construido sobre el solar de A Fortaleza, antigua fortificación medieval desaparecida, como las murallas a las que reforzaba, entre los siglos XIX y XX. Ahí está el Campo da Vila, actual Praza do Campo o Praza de España, ante el primitivo solar de la Porta da Vila, la principal que fue de acceso al viejo Ribadeo intramuros, campo en el que franciscanos y clarisas erigieron sus respectivos monasterios en el bajo medievo


Subimos un poco más. En la Xacopedia leemos que por Ove pasa el Camiño Vello de Lourenzá, ya llamado antiqua stratta en el famoso diploma del rey Silo que, fechado en 774, es considerado el documento más antiguo de España


Aquí abajo la Enseada da Vilavella y A Praia dos Bloques con su espigón, un poco al sur del Muelle de Mirasol, en Ribadeo. Hay una antigua fábrica de algas y un viejo astillero que existió hasta 2005, del que quedan pocos restos. En A Vilavella (villa vieja) es donde se ha querido buscar el más antiguo origen y precedente de la actual villa de Ribadeo, con posterior asentamiento templario, y así lo escribe el gran erudito local José María Rodríguez Díaz en su artículo Templarios en Vilavella :
"Los testimonios más antiguos que se refieren al asentamiento poblacional de la primitiva villa de Ribadeo lo sitúan en el lugar entonces conocido por el nombre de Vigo, denominación que le viene dada de su derivación del vocablo latino, vicus, barrio, actualmente A Vilavella, denominación que se le dio para distinguirlo de la Vilanova, el naciente nuevo Ribadeo. Un pequeño recoveco, situado en la orilla gallega del río Eo, del que el actual Ribadeo recibiría su antiguo nombre de Ripa d`Euve. Una pequeña comunidad de vecinos, situada en las proximidades de la primitiva jurisdicción de Ove, que erigió allí la iglesia que más tarde sería conocida en los documentos oficiales por el nombre de iglesia de Santiago de Vigo. 
Testimonio fehaciente, entre otros, de que en esa época histórica Santiago de Vigo era el núcleo referencial más importante de este contorno, antes de la existencia de los núcleos de Cabanela y Porcillán que dieron origen a la actual villa de Ribadeo, es una escritura de donación de propiedades, hecha por García Vermúdez al monasterio de Lourenzá en el año 1151, en la cual el donante fija la situación de sus propiedades “entre las aguas de Vigo y del Masma”: “…facio… cartulam donacionis… de quantum habeo et habere debeo ab aqua de Vigo usque ad aquam de Masma”, es decir, “…hago… escritura de donación… de todo lo que poseo y debo poseer desde el agua de Vigo hasta el agua del Masma”. La referencia a Vigo en este documento del siglo XII y no a Rippa d´Euue demuestra la inexistencia o escaso valor referencial en esas fechas de estos dos últimos barrios de Cabanela y Porcilán. 
Por la documentación medieval se sabe que la iglesia de Santiago de Vigo ejerció funciones parroquiales hasta el traslado del obispado de Mondoñedo a Ribadeo a finales del siglo XII. En esa fecha el obispo Pelaio de Cebeira levantó en Ribadeo una catedral dedicada a Santa María del Campo, convertida posteriormente en colegiata al perder Ribadeo la Sede episcopal, en el siglo XIII. La nueva catedral vino a sustituir a la iglesia de Santiago de Vigo en sus funciones parroquiales, aunque permaneciendo esta abierta al culto hasta bien entrado el siglo XVIII.
 En ese barrio de Vigo, llamado hoy A Vilavella, residía, según el testimonio de ciertas fuentes históricas, una pequeña comunidad de Caballeros Templarios, a cuya orden pertenecía entonces la parroquia de Ove antes de pasar a la jurisdicción de la Orden de San Juan de Malta, heredera en España de los bienes raíces de la extinguida Orden de los Templarios. Esta orden de monjes-caballeros, creada a comienzos del siglo XII para la defensa de los Santos Lugares de Jerusalén y del camino de los peregrinos, fue disuelta en el año 1312 por el papa Clemente V, cediendo así a las presiones del rey de Francia, Felipe IV, que ambicionaba apoderarse de sus muchas riquezas, como así ocurrió. Pero los bienes raíces que esa orden tenía en España pasaron a poder de los Hermanos Hospitalarios, y con ellos la iglesia de Ove, que perteneció hasta tiempos recientes al Priorato de Portomarín, dependiente de la orden de los Caballeros de San Juan de Malta, los Hermanos Hospitalarios.
De la primitiva pertenencia de la jurisdicción de Ove a los monjes templarios aún perduran hoy ciertos vestigios arqueológicos, como son, entre otros, según afirma el publicista y cura coadjutor de Ribadeo, Manuel S. Pérez, en la página 41 del Libro Inventario del archivo de la parroquia de Ribadeo, la capilla del Buen Jesús, situada en los límites actuales de la parroquia de Ove, hoy en ruinas, y a la que el INVENTARIO ARTÍSTICO DE LUGO Y SU PROVINCIA, publicado en el año 1980 por el Ministerio de Cultura, describe de esta manera: “Es de forma rectangular, sumamente pintoresca por sus torretas en forma de cubo en los cuatro ángulos y en el centro de los muros laterales”. Su estructura defensiva no parece ajena a la función guerrera, propia de los monjes templarios. Otro testimonio de la presencia de esta orden en el barrio de Santiago de Vigo y actual parroquia de Ove es el relieve existente en la piedra clave de cantería de una de las ventanas románicas abocinadas situada en el paño derecho exterior de la capilla de la Virgen del Camino, que parece representar el candelabro del templo de Jerusalén. 
Otro testimonio más que contribuye a corroborar este hecho se encuentra en el citado Libro Inventario del archivo de la parroquia de Ribadeo, que en su página 41, su autor, el citado Manuel S. Pérez, afirma, sin hacer mención de las fuentes históricas en las que apoya su testimonio, que “En este lugar (se refiere a Santiago de Vigo) hubo un convento de Templarios”.ç 
Por otra parte, la razón de la presencia de los monjes templarios en este lugar encajaría perfectamente con lo que constituye la razón del establecimiento de esta orden en la península ibérica: la defensa de los cristianos contra los musulmanes y la primitiva protección de los caminos de peregrinación a Santiago de Compostela. No es impensable que el barrio de Vigo quedara convertido en aquel tiempo en el lugar de paso de los peregrinos a Compostela por el llamado Camino Norte, y la razón por la que el templo allí erigido fuese dedicado al apóstol Santiago en aquellos tempranos tiempos. 
Se puede, pues, concluir que en el barrio de A Vilavella estuvo el origen de la actual villa de Ribadeo, antes de la repoblación de los barrios de Cabanela y Porcillán hecha en el año 1182 por el rey Fernando II de León. Y no solo el origen de la villa de Ribadeo, sino también la cuna de su jurisdicción eclesiástica parroquial con la construcción de la iglesia de Santiago de Vigo, el establecimiento de un pequeño convento de los monjes templarios y la existencia de una pequeña Beatería  o Casa de Oración, origen del posterior convento de Santa Clara, según también afirma en el referido Inventario el citado historiador y articulista, Manuel S. Pérez."

Más paisajes de A Palmeira y As Aceñas, topónimo este que hace referencia a antiguas encienas, aceñas o aceas, molinos de marea que funcionaban con el agua embalsada en la diferencia de nivel entre bajamares y pleamares. Al otro lado de la ría, las orillas de A Requeira, O Barco del Cura, Taraxa y A Punta Veloso. Más atrás y bajo el Monte San Marco o San Marcos, Moldes (a la izquierda) y Lantoira (a la derecha), en Castropol. Por Lantoira pasa el citado Camín Vello que se dirige hacia Vegadeo/A Veiga y pasa a Galicia en Abres, tomando allí la dirección de Trabada. Ese camino se reunirá con este en la Praza da Catedral de Mondoñedo


Vamos acabando la cuesta junto a este castiñeiro, un hermoso castañar a la derecha del Camino


Camino que serpentea ligeramente y gana un poco más de altura hasta llegar a aquellos eucaliptos


A la izquierda, un camino comunica con la LU-P-5207, pero nosotros continuamos de frente, ya prácticamente en llano


A nuestros pies, el valle del Rego de Ramos, otro afluente del Eo que va a dar sus aguas a la ría entre As Aceñas y Os Guilediros, ría de la que vemos ahora una pequeña porción en Vilavedelle, también en el asturiano concejo de Castropol, bajo El Pico Peredo (158 m) a la derecha y El Pico Agudelo (246 m) a la derecha. En la distancia están El Pico Carrugueiro o Verea (951 m) y El Pico Queimado (924 m) en la Serra de Penouta


Vilavedelle, sobre la ensenada de El Tarrón y ante la ría, extiende la mayor parte de su caserío a lo largo del Camín Vello, la otra ruta xacobea oficial del Camino de Santiago. Un poco más abajo reconocemos perfectamente la carretera N-640, esta y la N-642 eran las que enlazaban ambas márgenes de la ría antes de la construcción de A Ponte dos Santos, para el tráfico rodado, realizando un gran rodeo al sur, por Vegadeo/A Veiga


Caminamos recto en el Monte de Santa Cruz, por aquí iremos dejando definitivamente los paisajes marítimos del Camino de Santiago del Norte para adentrarnos por el interior de Galicia


Grandes masas de eucaliptos, plantaciones de crecimiento rápido para la industria papelera, imperan en el paisaje forestal en lo que antes fueron pastos, tierras de cultivo y montes comunales, ayudando a ello el éxodo rural masivo una vez pasada la posguerra, con el consiguiente abandono del campo en sus labores agropecuarias más tradicionales


Pero aún hay unas cuantas fincas, muy llanas, como estas de la izquierda, aprovechadas como prados de pasto y siega. A la derecha y de frente más eucaliptales


El Camino, plenamente llano, es muy cómodo y agradable de caminar, y así será mayormente, salvo no muy pronunciadas subidas y bajadas, hasta el paso de A Ponte de Arante, sobre O Rego Lexoso, al oeste del concello de Ribadeo, tras lo que vendrá A Costa de Arante, el fuerte repecho (costa, cuesta) por Violamariz para entrar en el concello de Barreiros por Vilamartín Pequeno


El Camino dibuja aquí una larga línea bajo los eucaliptos y al pie de esta torre de alta tensión. En el años 2023 saltaba la propuesta de diversificar el monocultivo de eucaliptos, de fuerte impacto ambiental y paisajístico. De esta manera saltaba la noticia en La Voz de Galicia el 8 de octubre:
"La Mancomunidad de Montes de Ove, en Ribadeo, tiene en marcha un interesante proyecto para cultivar aguacates, en principio en torno a una hectárea que servirá como banco de pruebas. La idea es aprovechar el microclima de A Mariña Oriental, y el cambio climático, para cultivar aguacates y otras especies a medio plazo como alternativa también en el futuro al eucalipto, para ir diversificando, como apunta Álvaro Doural, presidente en la actualidad de la Mancomunidad de Montes. 
Los comuneros de Ove ya han presentado el proyecto al Grupo de Desarrollo Rural Terras de Miranda para obtener ayudas. "Temos aí uns terreos -onde hai que respectar as distancias ás estradas-,  que queremos aproveitar para cultivar aguacates. Fixemos un estudo previo e cremos que pode saír adiante. Sería ou será un banco de ensaio coa idea de diversificar as plantacións de eucalipto. Temos un convenio con Ence ata 2030, pero pódese ir probando con outros cultivos como os aguacates, como alternativa no futuro á plantación de eucaliptos", señala. 
La Mancomunidad confía en obtener esa ayuda del GDR para empezar su proyecto: "Hai bastante traballo por diante porque hai que destalonar, pechar os terreos, adaptalos e hai que facer inversións, por iso o apoio do GDR é necesario". Este domingo precisamente presentan el proyecto en asamblea a los comuneros. Se trata de un paso adelante muy importante y significativo en A Mariña, buscar alternativas rentables al eucalipto.  
En A Mariña ya se están cultivando con éxito pitayas, kiwis y arándanos. También hay pequeñas plantaciones de aguacates ya en la zona de Barreiros, en A Mariña Oriental, donde la temperatura es suave, soleada, con agua de lluvia suficiente. Se están dando pasos importantes para una transformación en la explotación de cultivos que ya ha comenzado."

Otra plaga es la de los incendios forestales, muy significativa en estos lugares, "La parroquia de Ove es objetivo de los incendios de manera periódica", publicaba El Progreso el 27-5-2020 dando la noticia de uno de ellos. Normalmente se producen más abajo, en la N-642, pero en esa ocasión se produjo detrás del Monte de Santa Cruz


Hemos llegado a O Valín, también de esta parroquia de Ove, etimológicamente "valle pequeño", como el que aquí forma el Rego de Ramos en su nacimiento


Aparte de los terrenos circundantes, el núcleo de O Valín es únicamente un pequeño de casas con cuadras y cabazos situadas un poco más adelante, junto a las que pasa el Camino, una de las cuales vemos desde aquí. El topónimo es bastante frecuente y ha dado lugar a un apellido muy común


El valle se extiende entre los montes de Santa Cruz y A Capela, de sus antiguas canteras se extrajo la piedra para construir casas, cuadras, hacer muros, empedrar caminos y otras labores. De aquí salió, como acabamos de decir, la materia prima con la que se construyó, por ejemplo, el Molín de Treixo, en A Palmeira, uno de los molinos de viento que hubo en los montes sobre Ribadeo


Un largo cobertizo hecho con tablas al lado de la carretera es la primera construcción de O Valín que nos encontramos a nuestro paso


Prado abajo a nuestra izquierda está A Fonte do Valín, de agua muy apreciada, oculta en la umbría. Es de un agua muy apreciada y se viene a recogerla en bidones. Es por ello común encontrarnos algún vehículo aquí aparcado al lado de su acceso, en el cruce de enfrente


Llenando agua, si bien hace ya muchos años que se dispone de agua corriente en las casas, re recoge para cocinar, la fuente ha sido restaurada y su entorno recuperado, encontrándose así ahora, Un vallado la separa del prado vecino, "Un lugar de visita habitual para lugareños que van a proveerse de agua y, sin duda, parada casi obligada de los peregrinos que recorren el Camino de Santiago", dicen en la página de información turística Ribadeo


La carretera local hace aquí una curva muy cerrada a la izquierda en este cruce, un mojón en este intersección nos confirma continuar en esa dirección


Monte arriba a la derecha está Seixadelo, en la carretera LU-P-5207, que pasa un poco más arriba, al oeste del Monte de Santa Cruz, y a la que saldremos más adelante, en Río de Ramos, antes de llegar a Vilela


La curva está en esta bella sombra que en verano nos libra del sol machacador


Por ello, puede merecer la pena dejar el Camino unos instantes y bajar a conocer la fuente, descansando unos instantes en este lugar lleno de paz y frescor

Foto Ribadeo Centro de Información Turística

Un hermoso camino de lousas de piedra nos lleva a la Fonte do Valín. A su derecha una línea de piedras conforma un pequeño parterre floral
Foto Ribadeo Centro de Información Turística

El agua mana, abundante de un caño metálico inoxidable instalado en la pared de la fuente. Debajo está el sumidero, formando un pequeño pozo o canal entre piedras que es donde se colocan los recipientes para llenarlos de agua

Foto Ribadeo Centro de Información Turística

Un artesanal y artístico banco hecho de un tronco seco nos proporciona asiento. Tras descansar y conocer este coqueto manantial y su encantador paraje volvemos al Camino


Camino que sube suavemente entre los prados hasta las primeras casas. A la izquierda el Monte da Capela, topónimo vinculado a alguna antigua capilla u oratorio. A sus pies nace el Rego de Ramos


Bifurcación hacia el Punto Limpio de Reciclaje de Ribadeo, que queda a nuestra izquierda, oculto. Nosotros seguimos camino a la derecha, subiendo ligeramente un poco más 


Mojón y maizal, en verano el millo crece y llega a formar una gran pantalla vegetal al lado del Camino. Ya no se planta para moler su grano y hacer pan para consumo humano sino como planta forrajera


Nos dirigimos a la primera casa de O Valín. El origen de este pequeño poblamiento se debe parece ser a una antigua feria mensual que se celebraba aquí desde finales de la centuria  del 1600, como da a entender la web Ribadeo. Alén do Camiño:
"Este es un lugar relativamente reciente como dan a entender las edificaciones existentes. Debió nacer en el siglo XIX, estirándose a lo largo del antiguo camino interior hacía Lourenzá y Mondoñedo –hoy Camino de Santiago–, en el lugar donde se celebraba una feria mensual, por lo menos desde finales del siglo XVII, cada primer sábado de mes."

Y esta es la segunda casa, enfrente de la que también pasamos, parecen ser efectivamente construidas a finales del siglo XIX en torno a aquella desaparecida feria y a este antiguo Camino


La antigua cuadra, cubriéndose de hiedra por sus muros y tejado de pizarra, con acabados de teja en ángulos, alerones y aristas


Una combinación constructiva, la de tella y lousa, bastante común y que también vemos en aquella otra casa y cabazo, prado abajo


Un poco más allá y sobre el Camino hay otra casa más, ligeramente apartada de las otras, bajo la que vamos a pasar ahora en otro muy liviano trecho de cuesta


La casa es de más reciente construcción, ya más residencial que campesina, detrás de ella más plantaciones de eucaliptos


Salimos pues de O Valín al lado de estos silos de la nave de Cunicultura Rodríguez, dedicada a la cría de conejos


Luego avanzamos recto hacia el siguiente núcleo poblacional, la aldea de Pastoriza, también de esta parroquia de Ove


Estas extensas fincas dedicadas a pastos revelan el porqué del topónimo del lugar. A lo lejos, al sur-suroeste, las montañas que cierran el valle del Rego de Ferreira y sus afluentes, que veremos un poco más adelante, en Covelas



Grandes pastos y buenas vaquerías. Pastoriza constituye un hábitat muy diseminado, con sus casas formando pequeñas quintanas de viviendas, cuadras y cabazos a cierta distancia unas de otras


Más allá, A Capela, también con sus casas desparramadas por los campos del monte de este nombre, otro núcleo perteneciente a esta parroquia de Ove


Monte da Capela (186 m), al que ya nos hemos referido anteriormente, con eucaliptos en su cota más alta y alrededor salpicado de caseríos campesinos, casas labregas. La especialización ganadera del agro gallego, como el asturiano y el de otros lugares, aconteció principalmente una vez pasada la posguerra. Con el éxodo rural, la producción se especializó en la leche y la carne para suministrar a los grandes y crecientes núcleos urbanos y áreas industriales


Casi a la vez, se implantaron enormes extensiones de cultivo de eucaliptos en fincas y montes que cayeron en desuso, un proceso que ya había empezado décadas antes pero que a partir de entonces se aceleró e incrementó. Al principio la madera era destinada a las labores de entiba de galerías mineras y también a la construcción, pero posteriormente y hasta la actualidad es enviada a las fábricas de celulosa de la industria papelera


Si muchas fincas de las aldeas se han dedicado a este monocultivo industrial de crecimiento rápido, las sierras prácticamente se han llenado, tal y como apreciamos en la distancia en las montañas que separan el concello de Ribadeo de los de Trabada y Barreiros, cuyas máximas alturas son el Pico Axilde (509 m) y el Pico San Fernando (508 m) Pena de Teixido (419 m), Pedras Mouras (496 m), O Navallo (366 m) y el Marco da Pena Verde (448 m), que serán referencia visual y geográfica en nuestro camino hacia A Ponte de Arante y más allá, en la ruta a Vilanova de Lourenzá por Vilamartín Pequeno y Vilamartín Grande, ya en el vecino concello de Barreiros. Al otro lado, camino de Trabada y Mondoñedo, pasa el otro Camino de Santiago oficial, el Camín Vello


Llegamos a una encrucijada de varios caminos que conforma esta amplia explanada: primero seguiremos de frente


Y seguidamente a la derecha, pasando junto a esta finca cerrada aquí por esta hilera de árboles ornamentales


El Camino de Santiago seguirá todo recto entre fincas cerradas por árboles y setos, en dirección a los eucaliptos del fondo, donde el Rego da Rata nos dará paso a la vecina parroquia de Covelas


En el cruce nos detenemos en el mojón para comprobar la distancia que nos queda para llegar a la Praza do Obradoiro en Santiago de Compostela: 185 kilómetros 


Casa labrega y cabazo, este viene a ser el llamado propiamente estilo Mondoñedo, con paredes laterales de listones de madera y una cierta separación entre ellos, para que pueda pasar el aire al interior


Y otro cabazo junto al Camino, este de diferente traza al anterior, dentro del denominado estilo Mondoñedo


Esencia de la arquitectura popular del Camino, con paredes de piedra en el que el aire entra a través de múltiples saeteras. También tiene los clásicos picos en el tejado, común a muchas construcciones. Este estilo lo veremos, compartiendo escena con otros, hasta llegar a la Terra Chá


Dejamos ya A Pastoriza y continuamos ruta: mucha atención en el siguiente cruce


Y es que en esta siguiente bifurcación tomamos la pista que sigue de frente, a la derecha, dejando el asfalto


Empieza un poco de bajada entre helechales, pinos y eucaliptos


A la izquierda vista de los valles del Río Pequeno y del Río Grande, que se unen ambos en su desembocadura en la ría, en Reme, enfrente de Viladevelle


Enfrente O Cordal (136 m) separa ambos cursos fluviales por la zona de As Verdegas. A la derecha y más lejos otro monte es el de As Pedreiras (283 m) en Santalla de Vilaousende y, en la lejanía el mencionado Pico Axilde en el Monte de San Fernando, parroquia de A Valboa y concello de Trabada, donde hay una capilla de esta advocación que da nombre a esa montaña con dos cumbres gemelas. Desde su cima se ve este Camino y el Camín Vello, que sube a Trabada por Sante


Y llegamos al lugar de Río de Ramos, bajando a la izquierda en la bifurcación para, junto a la casa, pasar sobre el Rego da Rata y entrar en la parroquia de Covelas, en ruta a Vilela y A Ponte de Arante













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