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sábado, 15 de noviembre de 2014

VALDEDIÓS: EL VALLE DE LOS REYES (1) LA LLEGADA AL MONASTERIO Y LA HISTORIA DE LAS IGLESIAS DE SAN SALVADOR (EL CONVENTÍN) Y SANTA MARÍA (PUEYES, VILLAVICIOSA, ASTURIAS)

      
Santa María de Valdediós y El Conventín de San Salvador a su derecha

Los peregrinos que, desde Villaviciosa, toman en el célebre cruce de Casquita el camino a la catedral ovetense de San Salvador, haciendo el caso al dicho "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor" y que luego, pasada Camoca, escogen en Castiellu Ambás la ruta a Valdediós, podrán visitar, e incluso pernoctar, en el magnífico conjunto monumental formado por el antiguo monasterio cisterciense de San María de Valdediós, fundado en el año 1200 (en medio de la foto) y El Conventín o iglesia de San Salvador (a la derecha, más pequeño), joya del Arte Asturiano consagrada con toda solemnidad más de tres siglos antes, en 893, por la casi totalidad de los obispos de los territorios del rey Alfonso III Magno, que tuvo aquí, en el antiguo valle de Boides, luego valle de Dios -Valdediós-, su palacio de retiro, solaz y recreo


En 1985 diversas iglesias del Arte Asturiano (prerrománico) fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, a la que se sumaron más en años anteriores. Sin embargo y por un inexplicable descuido El Conventín se quedó fuera de esta declaración y del listado oficial, aunque en la práctica figura como tal y así lo recogen diversas guías y publicaciones


En cuanto al monasterio de Santa María de Valdediós, a su estructura románica original, conservada sobre todo en su iglesia de planta basilical de tres naves otros tantos ábsides semicirculares escalonados (en medio de la foto) se añadieron diversos elementos posteriormente, como los dos claustros (a la derecha) y edificios auxiliares y para personal del monasterio (enfrente), formando un pasillo y plaza en su acceso. Una de sus dependencias, justo el brazo de la 'L' que hace su estructura que se une a la iglesia, acoge el actual albergue de peregrinos


Detrás de esos edificios, parcialmente tapada por los árboles, está la antigua escuela del pueblo, en el lugar de Les Pedreres, por donde sigue el Camino de Santiago que acometerá enseguida la subida a La Campa, paso al valle del Nora y al vecino concejo de Sariegu, paso natural hacia la capital asturiana por La Pola Siero

El Ríu Valdediós y el Camino en las proximidades del monasterio

Al monasterio de Valdediós nos aproximamos, siguiendo Camino, por La Ribera, pueblo de la parroquia villaviciosina de Pueyes, de la que salimos, siguiendo el cauce del Ríu Valdediós aguas arriba, por el lugar de El Peredal, en una suave cuesta que da vista ya a la cabecera de este legendario valle, solaz de reyes y coto que fue del Císter posteriormente


El río es llamado, aguas arriba y cerca de su nacimiento, más allá del monasterio, en las fuentes de Vallinaoscura y Santi, por donde prosigue el Camino, El Ríu Asta, hidrónimo de muy debatida etimología, emparentado con astur y Asturias que, pese a su aparente pequeñez y mansedumbre, más de una vez inundó estas vegas y el propio monasterio, causando gran quebranto en sus crecidas, pues formaba formando grandes riadas bajando con mucha fuerza desde las montañas de La Llomba, que hacen de límite con Sariegu


Antes de los cistercienses, y antes aún del palacio real de Alfonso III, en la época de la romanización y en el alto medievo, aparecieron en el valle señales de importantes poblamientos precedentes en villae agrícolas y, todavía más atrás, castros astures, mientras que en las cimas de los cordales circundantes civilizaciones megalíticas milenios más antiguas levantaron sus necrópolis de túmulos y dólmenes


En la remota prehistoria, en pleno paleolítico, el valle ya estaba poblado: en mayo de 1878 y al quedar abierta por casualidad una cueva muy cerca del monasterio, en El Polléu, se descubrieron, además de estalactitas, restos humanos que fueron conocidos como "los cráneos de Valdediós", datados en el Paleolítico, "cincuenta esqueletos humanos de proporciones extraordinarias", los calificaban en 1928 Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno, autores de la magna obra Villaviciosa y su progreso


Los monjes cistercienses de Valdediós continuaron pues una larga trayectoria de explotación agropecuaria y administración del territorio existente luengo tiempo atrás e incentivándola con nuevos aportes técnicos y metodológicos, entre ellos los molinos de agua, que luego fueron arrendados a campesinos, pasando posteriormente a particulares con la desaparición de su coto monacal durante las reformas liberales del siglo XIX y posterior desamortización


Hasta doce molinos harineros funcionaron, solo en la parroquia de Pueyes, aprovechando la fuerza motriz de estas aguas, algunos de ellos en este su curso alto y actualmente desaparecidos, como El Molín d'Adela aquí a la salida de El Peredal


Desde El Peredal, subimos separándonos ligeramente del río y de su orilla, admirando esta pumarada de manzano de sidra, de la que en Pueyes llegó a haber, en aquel año de 1928 citado en Villaviciosa y su progreso, hasta cuarenta pumaraes y dieciséis productores llagareros "con una producción normal de 127.242 litros de sidra, que representan unas 282 pipas"


La blanca flor del pumar, un espectáculo efímero, el de la esplendorosa floración del manzano, pero con cuya floración primaveral se convocan excursiones y visitas guiadas a ver pumaradas de Villaviciosa y otros concejos de esta Comarca de la Sidra


La fertilidad del valle incentivó los cultivos agrícolas desde que aquellos antiguos recolectores y cazadores paleolíticos dejaron de serlo para, con el Neolítico, pasar a hacerse pastores y agricultores. Los castros, las villae y los monasterios no dejan de ser, en el fondo, grandes entidades de explotación agroganadera y demás recursos del territorio que, tanto defendían y administraban como controlaban y sojuzgaban, según el caso y todo a un tiempo


Montes de Valdediós con Peñacalva (502 m), parte de La Llomba que separa Villaviciosa de Sariegu y, en este sector, el valle alto del Valdediós del de su afluente el Rozaes


Cuesta en rampa, se hacen visibles las labores de desmonte que, en su momento, ensancharon el Camino para hacerlo transitable al paso de vehículos


Son los prados, muy cuestos y que caen hacia el río, de La Iría y La Iría'l Cuervu. Muy monte arriba, bastante más arriba de los eucaliptos del fondo, sube El Camín Real, el otro camino de Santiago oficial que, desde la bifurcación de Castiellu Ambás, sube a Arbazal, donde los cistercienses fundaron, en 1640, su mesón, que allí se conserva, tal vez por ser mucho más transitado por entonces, que este camino que sigue por el valle hasta el monasterio


Un poco más arriba de esta otra pumarada baja un ramal que, desde la Carretera la Campa en Villabona (San Pedru Ambás), constituye hoy en día el acceso rodado principal a Valdediós


Allí, en la carretera de enlace, asoma entre los pumares el bar-tienda y estanco de Agustín Muñiz, donde podremos tomar o comprar algo


¡Pero NO subamos campo a través pumarada arriba!, que además de cuestona hay primeramente un talud; el cruce con la carretera de Valdediós lo tenemos a muy pocos metros más allá


El Camino, aunque asfaltado, es muy agradable y cómodo de caminar, continuado esta ligera cuesta. A la derecha, entre la espesura, molía El Molín de Soledá, que ya era una completa ruina cuando lo catalogó el insigne investigador Rafael Balbín Loredo en el año 2000 para su libro Los molinos de Maliayo


Es muy posible que ya por aquí oigamos algo de tráfico, al menos si venimos en festivos, fines de semana, verano, Semana Santa o similares dado que el conjunto monumental de Valdediós es sin duda de los más visitados, sino el que más, de toda Villaviciosa


Y este es ya aquí el último repecho, viendo ya a la izquierda el guardarraíl de la carretera local. A nuestra derecha, otro quitamiedos separa el Camino del arbolado precipicio hacia el río


Subimos unas zancadas más hasta el Stop y ahí enlazamos con la carretera local que comunica Valdediós con la AS-267 o Carretera la Campa, pues como el Camino de Santiago, tanto en este su trayecto por Valdediós como en el de Arbazal, sube a La Campa o Altu la Campa, en La Llomba, puerta de otro valle, el del Nora, y de otro concejo, el de Sariegu


Y aquí, si queremos tomar algo en el chigre-tienda de Agustín Muñiz, continuaríamos a la derecha, hacia El Conventín o iglesia de San Salvador y el monasterio y su iglesia de Santa María


Ya vemos al fondo los aparcamientos. Atentos, como hemos dicho Valdediós es muy visitado y en ocasiones puede haber tráfico, otras veces, en cambio, imperan la tranquilidad y el sosiego más absolutos, depende del día...


A nuestra izquierda está La Parea, gran pared rocosa que cae a esta carretera


Es como un acantilado vertical, el término parea es el empleado comúnmente para dar nombre a estos paredones verticales de roca, en este caso un cantil fluvial


Abajo a la derecha, sí que se conserva El Molín Nuevu, con cuya agua canalizada también funcionaba el último de los tres Molinos de Melchor, que tenía otros dos en La Ribera, todos pues aguas abajo


Ha sido restaurado y se conserva muy bien la estructura, a cierta altura sobre la vega del Valdediós, que vemos más abajo


Dice Rafael Balbín Loredo que estos doce molinos de Pueyes eran todos de maquila, eran todos de particulares, descendiente sin duda de quienes los adquirieron y antes arrendaron al monasterio, llamados así porque el pago se hacía con una unidad de medida, la maquila, que era lo que se pagaba a los molineros por la molienda


Bifurcación y a la derecha, viendo ya de frente El Conventín y su estructura prerrománica asomando más allá de los muros del cenobio. Sin embargo, a la izquierda, se va a Llaneces y, además de ver todo el campo del monasterio, podemos acercarnos al monolito de la fosa de Valdediós, en El Prau de don Jaime, en homenaje a las víctimas de la terrible matanza acaecida en el monasterio cuando fue hospital en la Guerra Civil y de la que también hablaremos, yendo al lugar, en nuestro recorrido por la historia de este importante enclave


Por la explanada del aparcamiento nos dirigimos a la entrada al monasterio, viendo a la derecha de la carretera, antes del puente sobre el río, el Mesón de Valdediós, antigua Casa don Jaime. Al lado estuvo antiguamente El Chigre'l Conventu o Bar de Alfonso


Una artística verja cerraba el espacio a la entrada del mesón, donde abría sus puertas un bar y restaurante que tenía aquí su terraza, pero que sin embargo hace tiempo que ha cerrado, aunque tal vez reabra cuando vosotros paséis por aquí


Al pie del mesón había un molino más, El Molín de Servando, del que no se conserva nada, al menos a la vista, lo que pueda quedar de él yace tragado por la exuberante y tupida vegetación ribereña


El edificio del Mesón de Valdediós perteneció al monasterio y, aunque habrá sido reformado, es posible que forme parte de las obras barrocas que se acometieron en sus últimos siglos bajo la égida cisterciense. En la esquina de la izquierda el escudo lo demuestra


Es el escudo de la Orden del Císter de la Congregación de Castilla, a la que pertenecía el cenobio, también llamada de la Regular Observancia de San Bernardo, fácil de identificar por su iconografía: a la derecha la mitad de un tronco humano con cogulla o hábito monacal y mano que sostiene un báculo en el centro. Un brochante sobre el fondo, una banda jaquelada o borgoñesa, flores de lis, cruces y una mitra completan el blasón. Abajo hay un una inscripción  que no podemos leer bien pero sí que empieza dando una fecha con la palabra REYNANDO... 

Sobre los escudos cistercienses de Valdediós, el tercer monasterio con más escudos de la Orden en España, y en otros cenobios hemos de recomendar el trabajo del Doctor José Ignacio Rodríguez titulado La heráldica de la Congregación Cisterciense de Castilla en la época de los Borbones (siglos XVIII y XIX), que es a la que pertenece este modelo


Pasando sobre el río casi sin darnos cuenta, continuamos a la izquierda por esta rampa de aparcamientos buscando la entrada al conjunto monumental de Valdediós, al final del largo muro que guarda el campo de sus santuarios



El más próximo al muro y más antiguo es la iglesia de San Salvador, conocida como El Conventín (Arte Asturiano), del que admiramos ya desde aquí su estructura de planta basilical de tres naves, más alta y ancha la central, rematadas en sus cabeceras por sus respectivas capillas absidiales rectangulares y, poco más allá y del que se ve la espadaña del campanario, el monasterio de Santa María de Valdediós, en origen románico pero con numerosos añadidos renacentistas y barrocos, uno de los cuales es, precisamente, la tronera superior para el tercer hueco de dicha espadaña


Según su la inscripción de su ara fundacional El Conventín fue consagrado el 16 de septiembre del año 893 con toda solemnidad por los obispos de Dume, Astorga, Coimbra, Compostela, Lamego, Lugo y Zaragoza. un acontecimiento que simbolizaba el momento de máximo esplendor y poder del Reino de Asturias. Todo el noroeste ibérico obedecía al mandato del monarca Alfonso III El Magno, un verdadero rey-emperador. En aquel tiempo sus ejércitos acababan de tomar Braga, Oporto, Chaves, Lamego y la ciudad de Coimbra. Extrañamente eso sí, no aparece en la relación el obispo de la sede ovetense, la entonces capital del reino


Es en este contexto cuando se consagra este templo de San Salvador, en el palacio real del valle de Boides, que era como se conocía al gran valle central villaviciosino, uno de los espacios preferidos por el mandatario para descansar de las tensiones de la corte pero tampoco demasiado lejos de su capital, en Oviedo/Uviéu, por si se precisase con urgencia de su presencia. Aquí tenía tiempo para lo que más le gustaba, el cultivo de la mente y del espíritu, vida sosegada y retirada pero con otras emociones vitales tales que fiestas y cacerías



Se trata, como hemos dicho, de un templo basilical de tres naves separadas en el interior por cuatro arquerías de cuatro tramos, cabecera tripartita con tres cámaras ciegas superpuestas, dos cámaras laterales abiertas a las naves de los lados y tribuna sobre pórtico al oeste. Los techos son de bóveda de cañón. A cada lado hay cuatro ventanas bíforas que dan luz al interior, en total ocho. Están situadas sobre las claves de los arcos que separan las naves


La ventana bífora de la nave central de la cabecera, sensible más alta, es también más grande que los laterales. estas ventanas, con dos y a veces tres huecos, son uno de los símbolos más reconocidos popularmente del Arte Asturiano, pues mismamente se emplean como anagrama de entidades y asociaciones o en campañas de promoción turística, cultural etc.


Hay grabadas diversas filigranas, sogueados arriba, en los arcos y sobre ellos, y círculos, espirales, motivos geométricos... en los capiteles sobre los que se asientan


Luego, más de tres siglos después de estos sucesos, los monjes blancos del Císter, reformadores de la Orden Benedictina, buscando un rincón apartado para fundar uno de sus renombrados monasterios, extendidos por todo el occidente europeo, encontrarán en este mismo enclave la simiente dejada aquí por el Rey Magno y con ella también el lugar apetecido para retirarse del "mundanal ruido" pero a la vez sin renunciar a él, pues ejercieron un enérgico dominio sobre la comarca durante siglos


Desde este portón de verja en el muro de cierre podemos apreciar estas dos fundaciones que marcaron la historia del valle...


Aún no hemos entrado y ya hemos avanzado buena parte de la historia de ambos, pero aún queda por descubrir mucho más


San Salvador de Valdediós es en realidad únicamente la parte que llegó a nuestros días de un gran espacio arquitectónico mucho más grande, parte de una villa palaciega en la que Alfonso III pasaba sus momentos y temporadas de asueto en un valle de ensueño. Posiblemente en el lugar o en las inmediaciones hubo una villa romana. Por su parte la iglesia de Santa María, del siglo XIII, que vemos al fondo, es de estilo románico, si bien "camuflado" entre numerosos elementos agregados a lo lardo de la historia


Esta es la fachada norte del Conventín o iglesia de San Salvador. Seguimos viendo las ventanas bíforas en lo alto de la nave además de la de la capilla lateral. Llaman la atención los contrafuertes y la existencia de una puerta de arco de medio punto cegada


Fijémonos en la ventana bífora, un poco más grande que las de la nave pero menos que la de la cabecera


Otra serie de sogueados recorren el arco y círculos y otros motivos decoran la parte superior del pétreo ventanal


Seguimos recorriendo el muro y la explanada de los aparcamientos en dirección a la entrada


El Conventín sigue asomando: si bien con total seguridad fue consagrado reinando Alfonso III El Magno diversos autores afirman que, dado que estas ceremonias de consagración pueden realizarse años después, a veces unos cuantos, de la construcción del edificio, no es descartable que este sea anterior a su reinado


Más arriba, sale de los bosques en la ladera del Monte Lloses el Camín Real, el otro camino que sube a La Campa. Desde allí desde lo alto, aunque los pocos peregrinos que toman esa ruta se alejan de esta visita al cenobio, disfrutan de una vista impresionante del mismo, a vista de pájaro, con El Conventín a un lado y el monasterio al otro, con su iglesia y sus dos claustros, tal y como podemos ver en las primeras fotos de esta entrada de blog


El Camino por Arbazal, que primeramente sube a la iglesia de San Pedro de Ambás, centro de la parroquia y al que también le dedicamos las pertinentes entradas de blog, fue incluso al principio la única ruta oficial, allá cuando se recuperaron estas viejas sendas xacobeas y se procedió a su señalización, en los años 1990, pero posteriormente, se enmendó y se señalizó y oficializó también, aunque algunas guías o autores no actualizados aún y pese al tiempo pasado desde entonces, publican la de Arbazal como única guía oficial, pese a que hace mucho que no es así


Pasado este árbol está la entrada al monasterio, tras visitarlo y/o pernoctar en su alberguería, el Camino de Santiago seguirá de frente y subirá a la izquierda, recorriendo el cenobio por su muro occidental en dirección a la escuela y antes de acometer la subida a La Campa


A la derecha, más allá del seto, va la carretera de Pueyes, la cabeza de la parroquia, que de allí va también a San Zornín y Rozaes


Allí está La Cruz de Valdediós, un crucero de piedra de brazos cilíndricos sobre escalones y altar. El investigador y erudito José Manuel Cabeza, en su libro Noreña en el Camino de Santiago de Pola de Siero a Oviedo, nos dice que aquí se pagaban los millones, que eran un impuesto indirecto sobre los productos de alimentación instaurado por Felipe II y aprobado por las cortes de Castilla en 1590. Y así, citando a la historiadora del Arte María Pilar García Cuetos, leemos que antes se encontraba frente al pórtico del monasterio:
"El peregrino continúa su romería hacia Oviedo, desde el crucero que ahora figura frente a la entrada del recinto del monacal: «1689.-Pago de los millones junto al crucero del pórtico del Monasterio."

El impuesto, dice la Wikipedia"Se aplicaba sobre el consumo de las seis especias: vino, vinagre, aceite, carne, jabón y velas de sebo, se renovaba de seis en seis años" y, en cuanto a la Cruz de Valdediós, los también historiadores Pablo Abella Villar y Barbés García nos cuentan que data del año 1566, siendo abad de Valdediós don Pedro de Matallana y que el altar era el mayor del antiguo monasterio:
«Dicho crucero data del año 1566, siendo Abad de Valdediós don Pedro de Matallana. Tipológicamente se trata de una Cruz construida sobre una escalinata de tres escalones y compuesta por un pedestal cajeado en sus cuatro caras, sobre el que se eleva un fuste liso actualmente fragmentado y que en su día fue monolítico, que remata en un cubo cajeado, con una fecha en dos de sus caras y del que arrancan los brazos y el remate de la misma, todos sellos decorados con esferas en sus extremos. 
Actualmente se encuentra adosado al Crucero un ara-altar para la celebración del Corpus Cristi, cuya mesa, según documentación oral de José Andrés Vidal, párroco de Puelles, correspondía al primitivo altar mayor del templo de Santa María de Valdediós».

Señalética en el cruce: nuestras referencias después de Valdediós serán Villarrica, El Polléu, Santi y Vallinaoscura


Al final del muro que cierra la abadía nos metemos a la izquierda hacia la entrada, donde veremos una serie de edificios, construidos entre los siglos XVII y XVIII, Aquí había caballerizas, cocinas, y salas diversas además de celdas para los monjes, el abad y personal de mantenimiento



Estos edificios, cuya planta tiene forma de 'L', forman un pasillo que, al fondo, acaba en una plaza cuadrada, cerrada a la izquierda por la iglesia monacal de Santa María, al lado de la cual hallaremos el acceso al campo de El Conventín, cuyo pórtico, añadido en siglo XVII (año 1687) guarda las portadas principales. 



Al fondo, cerrando la plaza, está el edificio que aloja el albergue de peregrinos, donde podremos pernoctar y del que encontramos esta información en la web Albergues del Camino de Santiago:
"El albergue de peregrinos del Monasterio de Santa María de Valdediós es un albergue religioso para peregrinos del Camino de Santiago, y también para turistas y viajeros, reformado en 2012 y situado en las cercanías del trazado del Camino del Norte
Es el primer albergue que nos encontramos, desde Amundi, en el tramo que enlaza el Camino del Norte con el Primitivo, utilizado por aquellos peregrinos que, viniendo por la costa, quieren seguir por Oviedo y tomar el Camino Primitivo. 
Supone la experiencia de dormir en un monasterio, con todas las comodidades actuales pero en un lugar donde la espiritualidad, historia y naturaleza envuelve al peregrinos, donde poder descansar, cenar y desayunar. 
En 2023 han mejorado las instalaciones de la hospedería con habitaciones individuales, dobles y cuádruples además de la sala común ya existente. Así mismo, han abierto nuevos espacios para el peregrino, como su gran porche posterior, comedor en la actualidad, dando desayuno y cena incluido en las tarifas. 
Se puede visitar de forma guiada, salvo los lunes, la iglesia prerrománica del siglo IX (el Conventín) y el propio monasterio del siglo XIII. 
Es accesible para personas con movilidad reducida. 
Atienden en español, inglés y alemán."

A la entrada, un artístico tablón tallado nos señala el acceso al albergue; es de destacar que incluso peregrinos que toman el camino hacia la bahía gijonesa se desplazan hasta aquí para alojarse y conocer el lugar, retomando al día siguiente la ruta en Niévares, dado que está relativamente cerca y existen diversos enlaces entre el ramal ovetense y el gijonés


El pasillo de acceso, adoquinado, se dirige a la plaza central formando un bello bulevar arbolado, viendo al fondo el albergue y el pórtico de la iglesia de Santa María. Entre uno y otro se encuentra el acceso a uno de los dos claustros de esta abadía


Y, a la izquierda, la parte netamente románica de dicha iglesia, cuya estructura, como la del Conventín, es la de planta basilical de tres naves, pronunciado crucero y triple ábside escalonado, que veremos mejor cuando entremos en el campo de estos santuarios


A la derecha, en medio de esta preciosa vega, El Prau'l Conventu, vemos El Conventín, con su fachada principal, mirando al oeste, y la del lado norte, la más umbría


Para construir el monasterio los monjes desviaron el curso del Ríu Valdediós, canalizándolo y haciéndolo pasar al otro extremo de esta vega, al pie de la arrimada ladera del monte, en El Bosque y Llaneces, pero cada cierto tiempo el río viene a recuperar lo que fue suyo, desbordándose, con tan inusitada fuerza que en 1522 llegó a destruir el cenobio a excepción de la iglesia de Santa María, en una situación que se repitió en 1691, con ya prácticamente todo costosamente reconstruido. Tampoco parece haber afectado demasiado a El Conventín


Se trata de la evolución más lograda de los modelos y trazas del Arte Asturiano, arte prerrománico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en un momento de máximo esplendor que auguraba un cenit, pues a la muerte de Alfonso III El Magno la capitalidad del asturorum regnum se irá a León y, aún cuando Asturias seguirá teniendo un importante papel, el centro de poder quedará desplazado bastante más al sur. De la iglesia dice la Wikipedia lo siguiente sobre su construcción y origen:
"No hay certeza sobre cuándo se erigió esta iglesia. Su construcción se atribuye al rey Alfonso III, aunque bien pudiera ser que a este monarca solo se debiera la galería porticada adosada al templo tardíamente y algunos detalles ornamentales. De lo que no cabe duda es de que la consagración fue efectuada bajo su reinado."


De la misma manera, y aunque el Arte Asturiano seguirá imperante un tiempo en todo el reino, pronto nuevos modelos irán dirigiéndolo al primer románico y al románico pleno, del que no obstante es su más logrado antecesor y precedente 


Las soluciones artísticas y arquitectónicas primigenias de este estilo, que alcanzaron esplendor y modelo principalmente en los tiempos de Alfonso II El Casto (considerado tradicionalmente el primer peregrino a Santiago conocido) y de Ramiro I, dos de los al menos doce monarcas anteriores a Alfonso III, llegan aquí a su mayor perfección


Ángulos y naves, contrafuertes, bóvedas... todos los detalles del Arte Asturiano están presentes en El Conventín de Valdediós, mejorados y majestuosos, de las ventanas a las celosías, de los arcos a los capiteles


La magnífica celosía de Valdediós, algunos de sus más sublimes detalles artísticos por su lograda maestría, maravilla del arte y de la historia



Este arte está netamente vinculado a los monarcas asturianos, en principio parece que nace con dicho Asturum o Asturum Regnum y desaparece no mucho después que la corte se traslada a León aunque, siempre habría que matizarlo. Sigue modelos anteriores, se compara con el arte visigodo y similares y, como estos, bebería del arte clásico


No en vano en algunas iglesias se han reaprovechado elementos de época romana o poco posteriores, preexistentes, y algunos arqueólogos quieren ver en algunas villae tardías el origen de este arte, que se extendió por buena parte del reino, localizándose ciertamente los más significativos ejemplos en Asturias, pero que también están presentes en otros lugares, principalmente Galicia


Las últimas muestras que han llegado a nuestros días del Arte Asturiano son de pocos años después del traslado de la corte a León, y en Villaviciosa los peregrinos del Camino Norte han podido conocer un magnífico ejemplo en Villaviciosa, la iglesia, también acogida a San Salvador, de Priesca, que nos encontramos entrando en el concejo desde Colunga, parte de otras rutas de peregrinación, vinculadas a lo jacobeo y a la vez independientes, e incluso tal vez más, antiguas, las de los Salvadores, de las que también formarían parte Valdediós y tantas otras, las de las reliquias de San Salvador en la catedral de Oviedo/Uviéu


La llegada del románico procedente de Francia, siguiendo el Camino de Santiago tras sus peregrinos y órdenes religiosas, lo sustituye, si bien, hasta en torno al año 1000, aparecen templos que han llegado a nuestros días con una mixtura de ambos estilos


Valdediós sería pues, reiteramos parte de la época de mayor relevancia de este arte y, a la vez del reino, que llegaba a su máxima extensión, pero, a la vez, el punto desde el que ya no se alcanzarían más cotas, reino y arte, en caminos paralelos, estarían sujetos a su declive, o a su transformación, en otros, como el románico que, representado en la iglesia de Santa María, de tres siglos y pico después, triunfaría en la Edad Media hasta, a su vez, ir transformándose en el gótico


Todo ello en una continuidad que se prolongaría siglos después hacia el renacimiento, el barroco, el neoclasicismo... de lo que también encontraremos ejemplos en el monasterio



Esto podría ser en líneas generales y apurando la expresión lo más o menos aceptado en nuestros días sobre el origen y evolución del Arte Asturiano, pero existieron y existen partidarios de ver en su nacimiento relaciones políticas y culturales con Bizancio o al menos con los lombardos, focos de arte y cultura en algunos de los siglos más difíciles de la alta Edad Media


Se sabe que existieron relaciones muy intensas con la corte de Carlomagno pero eso no quiere decir necesariamente que el Arte Asturiano se inspirase en el carolingio o lombardo, que por otra parte también se nutren de bases clásicas



Se trata, reiteramos también, de un antecedente, uno de los existentes en Europa, quizás el más logrado, del arte románico que en buena parte la unificó en este sentido; incluso el prerrománico asturiano suele aparecer en recopilaciones, publicaciones, catálogos, estudios, etc. de arquitectura románica como parte integrante de este arte al ser su preciado antecesor


Si acaso cuando viniésemos, un lunes por ejemplo, hallásemos el monasterio cerrado a las visitas, o simplemente no tuviésemos tiempo, o ganas de realizarla podríamos no obstante reconocer desde este bulevar o pasillo monacal los elementos principales de esta fachada oeste, la principal


la de la puerta de acceso, de arco de medio punto sostenido por columnas con capiteles, fustes y basas, dentro de la consabida estructura basilical de tres naves. Una buena compilación y resumen de las características de San Salvador de Valdediós vamos a hallarlo la web del Centro de Interpretación del Prerrománico Asturiano:
"Es uno de los ejemplos más perfectos del tipo basilical asturiano. Consta de tres naves, separadas por dos arquerías de cuatro tramos, cabecera tripartita con tres cámaras ciegas superpuestas, dos habitaciones abiertas a las naves laterales y un antecuerpo occidental tripartito en planta y doble en alzado, con un pórtico y dos cámaras en la planta baja y una tribuna y otras dos dependencias en la superior. Como anexos, se disponen al Sur un pórtico y una capilla. Todas las dependencias se cubren con bóvedas de cañón en piedra toba.

La basílica de San Salvador de Valdediós es la obra más significativa de la arquitectura de fines del siglo IX en Asturias. Fue consagrada el 16 de septiembre de 893 por siete obispos, cuyos nombres se recogen en la inscripción consagratoria situada en la denominada capilla de los obispos, en la esquina suroriental del templo.

Ahora bien, un análisis arqueológico de paramentos, pinturas y estructuras constructivas permite suponer que a la fecha de consagración responderían solamente el pórtico lateral del Sur y las pinturas murales, en tanto que el templo habría sido construido con anterioridad, quizás hacia 875, a juzgar por los argumentos paleográficos de las inscripciones del interior del templo. Se conservan las inscripciones dedicatorias de las tres capillas, San Salvador, San Juan Bautista y Santiago, y una inscripción sobre la puerta occidental, de carácter conminatorio.

El pórtico lateral meridional difiere del resto del templo. Es anterior a la decoración pictórica del interior del edificio y presenta magnífica sillería de piedra arenisca y cubierta en bóveda de cañón con arcos fajones que apoyan sobre columnas adosadas a los estribos de la pared y sobre capiteles-ménsula colocados en el paramento interior del muro del pórtico. Una arquería con seis arcos adosa a los paramentos del muro de la nave y de la cámara lateral.

La capilla de la esquina suroriental es de difícil datación. Su función parece haber sido la de proteger la lápida de consagración. Está levantada con aparejos diversos, alternando hiladas de sillares regulares con obra de mampostería irregular. La cubierta es de bóveda de ladrillos.

La escultura arquitectónica comprende tres conjuntos de piezas. Los soportes del interior son pilares monolíticos, con las características impostas molduradas asturianas. No obstante, los ingresos a las tres capillas de la cabecera se ennoblecen con arcos triunfales sobre pares de columnas con basas y capiteles. Los de la capilla central son creaciones originales asturianas. Por el contrario, en las capillas laterales se recurrió al reempleo de capiteles expoliados de granito. En el pórtico meridional y en el occidental, los 24 capiteles demuestran un destacado conocimiento de muestrarios andalusíes, a los que sin embargó se insertó en un tipo estructuralmente asturiano.

El interior del edificio conserva considerables restos de pinturas en la capilla central, en la capilla norte, en la bóveda de la nave central y en las dependencias central y meridional del piso superior del antecuerpo occidental. Se han perdido las superficies más amplias, como los paños entre ventanas y arquerías divisorias en la nave central, y los paños de los muros en las laterales.

Desde el punto de vista de la morfología espacial, Valdediós es un ejemplo acabado de la combinación de una traza basilical con el abovedamiento completo de todos los espacios, lo que redujo la amplitud del interior y la capacidad luminosa. La riqueza de su decoración y el dato de su consagración a cargo de siete obispos mueven a pensar que en tal circunstancia hubo de intervenir la corte, presidida en el momento por Alfonso III (866-910)."

Las clásicas ventanas con columnas del Arte Asturiano son otro de esos símbolos, artísticos e históricos, que reconocemos familiarmente también en la actualidad. Esta ventana bífora sobre la portada de acceso es la más llamativa. Sobre ella está la Cruz de la Victoria, mandada hacer por Alfonso III El Magno en el Castillo de Gauzón, cerca de Avilés (según la tradición recubriendo la cruz de madera que portó Pelayo en Covadonga). Entonces es ya definitivamente el emblema del reino, símbolo que, con algunos pertinentes cambios, llega a nuestros días como bandera de Asturias


De la hermosa celosía ya hemos hablado y lo haremos más veces, de su función, por ejemplo, encontramos esta muy buena explicación en la web del Centro de Interpretación del Arte Asturiano:
"Las celosías son estructuras caladas, con formas geométricas o vegetales, que se utilizan en época medieval para cubrir los vanos o ventanas de las construcciones. ¡Ojo! ¡No estaban cubiertas con cristales de colores! Eso lo veremos dos siglos después, en el arte gótico con las vidrieras y con una significación distinta. 

Con la luz natural del sol pasando a través suyo, se producirían en el interior unos efectos de luces y sombras muy interesantes…

El interior de estos edificios era más pequeño y oscuro. Donde estaba el color era dentro: en las paredes. 

Sí, las paredes estaban totalmente pintadas con colores muy llamativos, el mejor ejemplo es Santuyano… el efecto que producirían las celosías ayudaría a dar una sensación muy especial."

Justo detrás, y al otro lado del río, está la fosa de Valdediós, que visitaremos después completando nuestro repaso a toda la historia del lugar hasta nuestros días. Esa zona es conocida también como El Bosque por razones evidentes, dado su frondoso arbolado


La calle-bulevar que nos lleva a la plaza de la iglesia nos permitirá contemplar pues El Conventín y la fachada septentrional de la iglesia monacal de Santa María de Valdediós, por lo que, aunque posteriormente entremos, vamos a seguir comentando de ellas, en este nuestro monástico deambular


Aquí por ejemplo, donde hay una entrada, es un buen lugar para apostarse a ver El Conventín o iglesia de San Salvador


Y también el lado norte de la iglesia de Santa María, por cuya portada suelen acceder las visitar en la actualidad tras pasar por la recepción, se han habilitado también pasillos en el prado para facilitar la visita con las audioguías, que nos van contando paso a paso los datos más relevantes según cada lugar donde nos encontremos


Dicha portada era la llamada Puerta de los Muertos, pues por ella se llevaba a los monjes fallecidos al cementerio que, como era usual, se ubicaba en el lado norte, aunque en origen los enterramientos se harían el el claustro y en el interior del santuario. Está ubicada en el monumental brazo septentrional del transepto que forma el crucero de este magnífico santuario cisterciense y tiene, en el piso de arriba, una enorme ventana románica que da luz natural al interior y que, como la portada, está formada por varios arcos de medio punto con sus columnas de fustes, basas y capiteles, en los que descansan


Fijémonos, entre la portada y la ventana, en los soportes que aguantaban por la estructura de un desaparecido pórtico, posiblemente añadido en las obras de los siglos XVI o XVII


Algunos arcos de la ventana presentan decoración de filigranas que desde aquí parecen ajedrezados o similares, así como los capiteles, estos de temática vegetal, tan usual en el arte románico, como antes lo fueron en el prerrománico


En la portada solamente los capiteles muestran algo de decoración escueta y simple, dentro de la sobriedad cisterciense, que no gustaba de demasiadas filigranas que, en oposición a otras órdenes religiosas, para ellos estorbarían la atención de los monjes en la meditación y la oración. Llama poderosamente la atención su forma desequilibrada, cedida parcialmente de lado al verse afectada por las grandes inundaciones de antaño


En el tímpano, en el espacio bajo los arcos, hay una inscripción que hace referencia al comienzo de las obras del monasterio el 18 de mayo de 1218, es decir, casi dos décadas después de su fundación como tal en 1200, estando presente el maestro Gualterio o Galterio (Walter), posiblemente venido del otro lado de los Pirineos y relacionado con Borgoña, que "construyó esta basílica" reinando Alfonso IX en León y "siendo Juan el obispo de Oviedo"


Antes de las inundaciones de los siglos XVI y XVII el edificio ya había padecido un voraz incendio en 1348, observemos también en la pequeña portada cegada a la derecha, donde había una capilla funeraria. En sus tiempos, se hizo un pasadizo que comunicaba Santa María con El Conventín de San Salvador, el cual fue derribado en el siglo XIX por la entonces Comisión de Monumentos


Al mismo tiempo, se retiraba el pórtico que también se le había añadido a esta de San Salvador, la cual fue declarada Monumento Histórico-Artístico por decreto de 3 de junio de 1931 del Gobierno Provisional de la Segunda República y restaurada por el arquitecto Luis Menéndez-Pidal y Álvarez en 1954 y 1970, siendo en este segundo año cuando se reconstruyó la habitación orientada al norte


Luego, en 2011, se realizó una rehabilitación integral, consolidándose estructuralmente y protegiéndolo de humedades, recuperándose además el aspecto original de la cubierta con tejas artesanales o tegulae de tipo romano que eran réplica de las retiradas en 1980 durante las obras de reparación de a techumbre, posteriormente se rehabilitó el interior y las pinturas murales, que veremos en nuestra visita


Continuando camino, nos acercamos a la plaza central del monasterio, siempre con la puerta del albergue allá de frente, a la derecha del también monumental pórtico de la iglesia


Reparamos también en los edificios que cierran la plaza por su sector occidental, detrás de los que continúa el Camino de Santiago en dirección a Vallinaoscura y Villarrica para subir a La Campa


Fueron construidos, como el pórtico, siglos después que el monasterio románico, como hemos dicho, cuando las necesidades obligaron a habilitar más espacio para los monjes y el abad, el personal de servicio, y demás dependencias


Este primer edificio tiene dos puertas, una de ellas de arco de medio punto. Arriba hay una serie de ventanas adinteladas y en el tejado canecillos que recuerdan a los románicos sostienen su alerón, tal vez se pusieron imitando los de la iglesia


El siguiente a la derecha y el del fondo presentan balcones de hierro forjado. El conjunto pasó por diferentes avatares también en los últimos años, recuperada la comunidad monacal con la vuelta de una comunidad de cistercienses en 1992, tras ellos se sucedieron otras órdenes religiosas y en el intermedio hubo ciertos periodos de vacío


La actividad y apertura o cierre del albergue, así como de cafetería y tienda que llegó a haber en los bajos de estos edificios, estuvo y está sujeta a esos vaivenes


Entre un edificio y otro de la derecha está La Fuente Valdediós, con dos caños grandes arriba y dos más pequeños, estilo grifo de pulsación, abajo. El agua cae a un pilón de piedra y a su lado hay un poyu o banco de piedra. Arriba, una placa con una inscripción


La placa alude a la entrega en 1991 del Premio Príncipe de Asturias a la activa asociación Cubera de Amigos del Paisaje de Villaviciosa, tan activa siempre en favor de Valdediós, por parte de S.A.R. el entonces Príncipe Felipe de Borbón, luego Felipe VI. La asociación había puesto en marcha la campaña Salvar Valdediós, llamando la atención sobre la pésima situación del monasterio, lo que favoreció su rehabilitación al cargo de una escuela-taller y el regreso de los monjes


En el siguiente edificio de la derecha la Hospedería de Valdediós, así como en el del lado sur y de frente, el albergue de peregrinos dependían y dependen de la actividad monacal. La marcha de los cistercienses, sus fundadores y, de alguna manera, refundadores con su regreso en 1992, acaecida en 2009, supuso una verdadera conmoción


Posteriormente llegó una nueva congregación, la de San Juan Apóstol, de reciente creación por entonces y origen francés, quienes no pudiendo asumir el mantenimiento se fueron en 2012, con lo que ello representó en los servicios a peregrinos y visitantes



Durante cuatro años estuvo a su cargo la Archidiócesis de Oviedo, hasta que en 2016 se establece una comunidad de las Carmelitas Samaritanas del Sagrado Corazón de Jesús procedentes de Valladolid, que regentaron además el albergue, la hospedería, un bar, la tienda-bazar y el servicio de visitas guiadas, pero también se fueron en 2020



En 2023 se asienta la Comunidad de la Presencia del Señor, año en el que reabren nuevamente albergue y hospedería tras su oportuna rehabilitación y puesta a punto, dentro de la idea de hacer del cenobio un gran centro de referencia del turismo cultural. La corresponsal de La Nueva España Alicia García-Ovies informa de ello en la edición del 28 de junio de dicho año:
"El Arzobispado se ha propuesto convertir el conjunto monumental de Valdediós en un polo de referencia para el turismo cultural. En el último año se ha renovado el centro de recepción de visitantes, se han adaptado los recursos expositivos y también se ha llevado a cabo una mejora de los mecanismos para la gestión de las visitas. Además, ya tiene una intensa presencia en redes sociales y cuenta con un vídeo didáctico destinado a personas con discapacidad auditiva. El último paso en este proceso fue la reapertura, este miércoles, del albergue de peregrinos, cerrado desde que las Carmelitas Samaritanas abandonasen el cenobio maliayés hace ya tres años. 
El nuevo servicio tiene capacidad para 38 personas. Los usuarios tienen a su disposición una habitación compartida preparada con seis literas y taquillas, baños para hombres y mujeres, una pequeña cocina y un comedor. Además, hay otras nueve habitaciones con baño privado en la antigua hospedería, que pueden ser individuales, dobles o cuádruples.
«Hemos renovado todo el mobiliario, y limpiado y saneado los espacios. Queremos que los peregrinos estén a gusto y bien atendidos», explica Loreto Pérez de la Fuente, encargada de coordinar las instalaciones. 
Para llegar a esta reapertura se ha tenido en cuenta hasta el más mínimo detalle. A la entrada de las habitaciones individuales hay un pequeño espacio para la lectura, y los desayunos se ofrecerán en un pequeño jardín en el que están instaladas dos grandes mesas de madera. En el caso de que llueva, podrán tomarse en el interior.  
Además, justo antes de la cena, se abrirá el pórtico de la iglesia, solo para quienes estén alojados, con el fin de que puedan «tener un lugar de recogimiento». «Queremos que se sientan dentro de Valdediós», sostiene la coordinadora.  
El albergue, destinado a los peregrinos del Camino de Santiago con credencial, está gestionado por dos personas. Una de ellas es Ana Medina, que este miércoles ya se afanaba en organizar el nuevo sistema informático y ha empezado a coordinar las numerosas reservas que han comenzado a llegar 
El primer usuario de esta nueva etapa ha sido Daniel Sánchez, originario de Salamanca, pero residente en Castellón. «El viernes también tenemos gente asegurada. Además, nos han llegado ya reservas para julio y agosto. Tenemos desde franceses e ingleses hasta americanos y también algún español», señala Loreto Pérez de la Fuente.  
«Esperemos que funcione bien, esto es mucho del boca a boca. Hemos intentado prepararlo todo teniendo en cuenta la comodidad del peregrino, pero seguramente, según vayan pasando los días, nos iremos dando cuenta de lo que funciona y lo que no va», añade. 
El albergue abrirá hasta finales de octubre. El horario de recepción de peregrinos es de 15.30 a 19.00 horas. Por la mañana el horario de apertura será a las 06.30, teniendo en cuenta que el peregrino se levanta pronto. El desayuno se servirá a las 6.45. La cena, a las 20.00 horas. Los precios varían entre los 20 y 45 euros, dependiendo de la habitación elegida. El desayuno y la cena están incluidos en todos los casos. 
El conjunto monástico de Valdediós ha vivido una gran evolución en el último año. La apertura del centro de recepción de visitantes, ubicado en la antigua sala capitular, ha supuesto un antes y un después para el cenobio. Cuenta con tienda de recuerdos y una exposición sobre la historia del monasterio, así como de otros monumentos importantes de la región. Hay visitas guiadas, audioguías en varios idiomas y se ha instalado una rampa para facilitar la accesibilidad de personas con movilidad reducida». "


A la izquierda del pórtico de la iglesia, la ya mencionada entrada al claustro desde esta plaza y, a la derecha, otro de los edificios añadidos entre los siglos XVII y XVIII, que cierra, junto con el templo, la plaza por el este


Allí se ha habilitado la recepción para visitar estos monumentos. Su acceso se realiza por la puerta de la rampa y, tras ver la tienda y la exposición permanente sobre el monasterio, se sale al Prau'l Conventu por la puerta del lado norte, la de la izquierda


Esta era una imagen habitual los momentos en que no había albergue: dos peregrinos derrengados llegan a Valdediós y, hallando la puerta del alojamiento cerrada, descansan en cualquier parte mientras deciden si siguen adelante hasta Vega Sariegu (el siguiente albergue), regresan a Villaviciosa (albergues privados, hoteles o pensiones) o hacen un vivac en cualquier rincón


Desde este otro portón de la verja del Prau'l Conventu tenemos otra admirable vista de El Conventín con El Bosque detrás, donde están Llaneces y los prados de Los Covianes, así como El Pandu o La Parea'l Pandu, terrenos muy empinados que caen al Ríu Valdedios desde la carretera



A la izquierda, el muro de cierre por el que hemos llegado a Valdediós por el otro lado, viniendo de Castiellu Ambás por La Ribera, en la parroquia de Pueyes



Ahí vemos ya mejor el llamado Pórtico Real, con bóveda, columnas y la preciosa celosía a la que ya nos referimos un par de veces y que constituye asimismo uno de los emblemas de este arte y este periodo


Este pórtico, inusual en estas iglesias, podría ser de inspiración mozárabe, pues muchos se estaban asentado en los dominios de Alfonso III como refugiados del sur. Algunos autores afirman que es el elemento plenamente identificado con el monarca, e incluso un espacio reservado para él, ya que la iglesia podría ser anterior


El nombre de El Conventín, además de ser un diminutivo, revela la actividad monástica. Etimológicamente se plantean diferencias entre convento y monasterio, como el tipo de comunidad que habita en él o el estar en entornos o rurales, pero en la práctica y a nivel popular figuran plenamente como sinónimos



En esta plaza cuadrada vamos, antes de entrar por recepción, a acercarnos al pórtico para conocer las nada menos que tres portadas que cobija, dos románicas y una barroca


Este gran pórtico del siglo XVII (año 1688), obra de Andrés de Verrendón, se hizo durante las grandes obras de reforma acaecidas por entonces, a las que pertenece también la espadaña del campanario. Estas labores eran parte de las que ya se habían iniciado a raíz de la gran inundación de 1522, que arrasó esta abadía, resistiendo únicamente esta iglesia monacal, pero no su pórtico, lo que obligó a rehacerlo entero, así como todas las dependencias anexas, incluyendo el claustro. En 1691 un nueva inundación afectó a conjunto. De esa centuria es el segundo claustro


El pórtico contribuyó a preservar las portadas pero 'camufla' la estructura original románica tardía, de estética cisterciense, de la que no obstante algunos elementos de la iglesia primigenia están aquí también a la vista


Uno de ellos es la espadaña románica del campanario, si bien esta con ciertas transformaciones como la de la tercer tronera, la superior, más pequeña que las otras dos, para una tercera campana. Esta gran espadaña se construyó porque, según leemos en Románico digital, los cistercienses consideraban a las torres-campanario ostentosas y superfluas:
"El imafronte presentaba en origen un armónico escalonamiento de los volúmenes de sus tres naves que fue alterado cuando se le adosaron en época moderna la estructura rectangular que comunica con las dependencias monacales y el pórtico que se adapta a su frente occidental. El cuerpo de la nave central destaca en altura respecto a los de las laterales y soporta una espadaña que se construye por necesidades funcionales al prescindir de la torre campanario, que el Cister rechaza como elemento ostentoso y superfluo. Aunque la formulación de la espadaña ha sido alterada con el añadido del arco superior y de algunos elementos ornamentales, dan cuenta de su estado inicial los dos arquillos semicirculares doblados del cuerpo bajo, que descansan en columnas acodilladas"

Otro elemento románico es la cornisa o tejaroz, con sus canecillos. Poco más arriba de ella no dejemos de fijarnos en otro canecillo, 'solitario', bajo la espadaña, con una filigrana. Este muro se alza sobre la portada central, que veremos en el interior del pórtico, y se piensa que antes se elevaba hasta llegar a una segunda imposta, por lo que "la configuración actual es resultado de la instalación del coro alto en el siglo XVI y de otras obras llevadas a cabo en el siglo XVIII", explican en Viajar con el arte. Antes dicho coro estaba en la parte delantera de la nave central


Algunos canecillos de dicha cornisa son lisos pero otros presentan formas esculpidas, como esta bola. Leemos en Círculo Románico:
"Entre los valores del románico cabe apuntar también el de registrar oficialmente el renacimiento de una manera de expresión tridimensional, sea en madera ó piedra. A esta expresión la llamamos de bulto, o de bulto redondo para definir su exención, su separación de la roca ó maderamen de la que se ha extraido. En cierto modo es la recuperación de la escultura en su sentido romano. El hombre ha vuelto a pasar del relieve al altorelieve y del altorelieve al hueco y a la exención."

El rosetón no es románico sino de "tracerías eminentemente góticas" según Arteguías, y de él esto es lo que nos cuentan en Románico Digital:
"Bajo la espadaña se abre un óculo que contó inicialmente con una tracería recuperada en parte durante los últimos trabajos realizados en el monasterio, que es un signo de las innovaciones constructivas propias del gótico que en este monasterio asturiano conviven con una arraigada tradición románica."

También vemos los canecillos del lado norte, que sostienen el alerón o saliente del tejado, todos lisos según manda el ascetismo, también ornamental, cisterciense

Alfonso IX con su emblema: escudo blanco y león púrpura

Como comentábamos, la iglesia de Santa María fue fundada tres siglos después que la de San Salvador de Valdediós en un contexto también regio, si bien en circunstancias muy diferentes. Se dice el monarca fundador,  Alfonso, el IX, tendría especial querencia por Asturias, origen del Reino de León, por lo que fundaría monasterios y abadías en ella que, además de ser centros de retiro y oración, eran una especie de grandes empresas agropecuarias de ordenación y administración del territorio, verdaderos latifundios dueños de grandes extensiones, donaciones, huertas, rebaños, sirvientes, vasallos, colonos, molinos... pero también enclaves de cultura, política y poder. Así es como se funda el monasterio de Santa María, que empezaría a darle al valle el nombre de Valdediós

Berenguela de Castilla en una litografía del siglo XIX

Hay una leyenda que afirma que la boda de conveniencia entre el rey fundador Alfonso IX con su prima Teresa de Portugal en 1196 y, casi acto seguido y tras repudiarla, con su sobrina Berenguela de Castilla, anuladas ambas por el Papa a causa del parentesco y la consanguinidad, dejaron al monarca leonés en muy malas relaciones con la Iglesia, por lo que trató de congraciarse con los entonces poderosos cistercienses, que con sus ideales de sobriedad, pobreza y ascetismo se estaban extendiendo por todo el orbe cristiano


Independientemente de ello el rey era uno de los monarcas que ampararon y favorecieron a esta Orden del Císter reformadora de la Regla de San Benito. Previamente consiguieron por permuta este Valle de Boides o Boiges (posiblemente de boi bovis, ganado vacuno) al monasterio de San Vicente de Oviedo/Uviéu, su antiguo propietario, que también podremos conocer, como el de San Pelayo, con posesiones este en el vecino concejo de Sariegu

Alfonso IX y Berenguela de Castilla

Así, el 27 de noviembre del año 1200 Alfonso IX y su ya entonces mujer Berenguela firman la carta de donación de sus posesiones en el valle de Boides a los monjes del Císter, para que estos erigiesen una abadía filial de la que tenían en Sobrado dos Monxes en Galicia, rebautizando estos, como tenía costumbre, el valle, llamándolo Valdediós en advocación a la divinidad, tal y como hicieron también en uno de sus cenobios en el valle del Loira

Bernardo de Claraval, fundador del Císter

El privilegio de fundación fue otorgado en Santiago de Compostela el 27 de noviembre de 1200 pero las obras de construcción no comenzarían hasta casi dos décadas después, en mayo de 2018, si bien había ya monjes aquí establecidos en 1198, haciendo realidad las normas del capítulo general de la Orden del Císter de 1134 para establecerse "en lugares apartados, no frecuentados por hombres que llevasen a la puntualidad observancia y reformación". En esas dos décadas hubo un intento de trasladar la congregación de Valdediós a Boñar (León) y construir allí el monasterio, un periodo del que nos ofrecen esta pormenorizada descripción en en Románico Digital:
"Fue el mismo Alfonso IX el que contribuyó en mayor medida a la formación del amplio y diversificado señorío de la nueva abadía, puesto que el 28 de julio de 1201, junto con su esposa Berenguela, concedió al monasterio de Valdediós el cellero de Sariego con todas sus posesiones, y aún dentro del mismo año, le otorgó también el realengo de Melgar, situado en tierras leonesas de Valencia y Mansilla, y el cellero de San Juan de Maliayo, tal como se encontraban en tiempos del emperador Alfonso VII y con sus correspondientes pertenencias. En los documentos en los que se recogen estas donaciones, otorgadas a los pocos meses de la fundación de la abadía, ya aparece el término Valle de Dios -Valdediós- que sustituyó al de Valle de Boiges. Alfonso IX y Berenguela favorecerán de nuevo al cenobio con la concesión de 100 maravedíes anuales en las rentas devengadas por el portazgo de Avilés, mediante un documento fechado en febrero de 1202. Cuatro años más tarde el citado rey donó a la comunidad de Valdediós y a su abad Nuño todo el realengo de Boñar (León), disponiendo que el monasterio se trasladase a aquel lugar, situado en la ruta que por el puerto de San Isidro descendía hacia León. Parece que dicha intención era firme, pues en el capítulo general del año siguiente se menciona que el abad de Sobrado, padre inmediato de este cenobio asturiano, pidió y obtuvo de la Orden el traslado proyectado. Éste sin duda debe ponerse en relación con una serie de dificultades en la etapa fundacional de Valdediós, que no se mencionan en la documentación conservada. No obstante, se ha expuesto acertadamente que estas dificultades pudieron deberse a la existencia de algún tipo de oposición que Alfonso IX encontraría al establecer en Asturias las bases de un nuevo dominio monástico, colisionando quizás con derechos adquiridos por otros centros religiosos de la región, como el monasterio de San Vicente. En efecto, según un documento fechado en 1216, el rey leonés tuvo que recurrir a fórmulas de permuta con el poderoso cenobio ovetense, para recuperar ciertos derechos en Felgueras (Lena), Boiges y San Juan de Maliayo, otorgados a Valdediós. El traslado no llegaría a prosperar, aunque se desconocen las causas. En noviembre de 1210, el papa Inocencio III otorgó una bula al convento de Valdediós mediante la cual confirmó la posesión de los bienes del mismo, redimió a los monjes del pago de los diezmos y les concedió derecho de asilo. Alfonso IX donó a este monasterio la heredad y el cellero realengos de Peón, con sus hombres y derechos, según se desprende de dos documentos fechados en 1216 y en 1220. En este mismo año esta abadía recibió de manos del citado monarca el elemento fundamental de todo el señorío monástico, el coto, en cuya extensión -de unos 7 km2- el abad de Valdediós asumió diversas prerrogativas entre las que destacaba la administración de justicia, si bien el rey tenía potestad para intervenir en aquellos casos que revestían especial gravedad. También en 1220 Alfonso IX concedió al monasterio otro importante privilegio: el eminagium salis de la villa de Avilés, cuyo puerto comenzaba ya a canalizar un movimiento mercantil en el que las importaciones de sal constituían uno de los objetos fundamentales de tráfico portuario. Paralelamente a las concesiones regias de Alfonso IX, el núcleo inicial del dominio monástico se incrementó además por la doble vía de las donaciones de particulares y las propias adquisiciones a título oneroso de la abadía. A finales de la segunda década del siglo XIII el cenobio poseía un importante patrimonio, hecho que permitió el inicio de la construcción de su iglesia consagrada a Santa María. El arranque de las obras tuvo lugar en 1218, según una inscripción que se conserva en el tímpano de la portada norte del transepto. Además en dicho epígrafe se recoge que las obras del templo estuvieron dirigidas por un maestro de probable origen franco llamado Gualterio, que es el único artífice románico de nombre conocido en Asturias. A este maestro le han sido atribuidos también los trabajos realizados en otros monasterios cistercienses del reino, como los de Gradefes y Sandoval (León), por su relación estilística con el cenobio asturiano y por la mención de Galterius magister como firmante de una escritura de Santa María de Gradefes fechada en 1202. Las obras de la iglesia pueden darse por finalizadas en 1225. En 1232, Fernando III confirmó todas las donaciones que había otorgado su padre a la abadía de Valdediós, a la que otorgó nuevas concesiones cuando visitó Asturias ese mismo año. En el siglo XIV el monasterio recibió otras donaciones; dos de las más importantes fueron la del coto de Camás, otorgado por el magnate Rodrigo Álvarez de las Asturias en 1314, y la del portazgo de San Pedro de Boñar, concedido por Fernando IV. Entre 1377 y 1381, el obispo de Oviedo, Gutierre de Toledo, disolvió las comunidades de los monasterios femeninos de Santa María de Villamayor y San Martín de Soto a causa de la relajada disciplina imperante en ellos. Con los bienes de estos monasterios el prelado fundó otra abadía con monjes procedentes de Santa María de Valdediós, hecho que refleja que éste había adquirido un importante prestigio espiritual."

Son partícipes de su fundación los monjes cistercienses del monasterio gallego de Sobrado dos Monxes, cenobio que también podremos ver y visitar en este Camino Norte. Las obras acabaron entre 1225 y 1226 (otras fuentes dicen en torno a 1250) pero el monasterio sería reformado y agrandado sucesivas veces, llegando a ampliar considerablemente sus dependencias, que entre otras construcciones incluirían claustro y patio de servicios, junto con otras dependencias y edificios, si bien la iglesia mantendría bastante bien su estructura original pese a los incendios de 1238 y 1348 (otras fuentes dicen 1344) que destruyeron sus archivos y a las inundaciones de 1522 y 1691. De la pérdida de sus archivos y de cómo a pesar de todo se transmitió su historia leemos también en Románico Digital:
"Un incendio, acaecido en 1238, destruyó la mayoría de los diplomas de la época fundacional del monasterio, que no obstante se copiaron parcialmente en el denominado Libro Becerro de Valdediós. Éste llegó a desaparecer con el tiempo, pero por fortuna se conserva una copia del mismo realizada por José de Acevedo Villarroel a finales del siglo XVIII por orden de Jovellanos. En el año 1344 tuvo lugar otro incendio, que redujo a cenizas la mayor parte de la documentación que el monasterio debiera de haber acumulado en los años trascurridos entre ambos siniestros. La reconstrucción de la historia inicial del monasterio ha de basarse, por lo tanto, en la copia del Libro Becerro y en algún pergamino guardado en el Archivo Histórico Nacional. Para otras etapas históricas se han tenido en cuenta fuentes de diversa procedencia."

Veinte años más tarde de su fundación y por lo tanto con las obras en marcha, el mismo Alfonso IX fija la extensión del coto monástico, unos diez kilómetros cuadrados que coinciden mayormente con la actual parroquia de Pueyes, concediendo a los frailes de este valle que los cistercienses comenzaban a llamar Valdediós, unos importantes derechos sobre el comercio de sal en el puerto de Avilés, mas numerosos bienes y rentas en muchos lugares de Asturias, León y Zamora, haciendo de él el más poderoso monasterio de Císter en Asturias. Seguimos leyendo en Románico Digital:
"También a principios del siglo XIII dos comunidades, establecidas desde tiempo atrás en dos monasterios asturianos, adoptaron la reforma cisterciense: la de Santa María de Lapedo (Belmonte) y la de Santa María de Villanueva de Oscos. No obstante, a diferencia de aquellas, la instaurada en el monasterio fundado ex novo en Boiges, se había implantado en el mismo sin relación probada con un establecimiento monástico preexistente en la localidad de Valdediós. En todos estos monasterios asturianos se comenzó a observar la regla del Cister tardíamente en relación con otros cenobios de Galicia, León y Castilla, en los que ésta ya había arraigado en el umbral de la decimotercera centuria. Se desconocen otros monasterios cistercienses en el país astur, a excepción del femenino de Santa María de Gúa (Somiedo), aunque no se tiene constancia de cuando abrazó con exactitud la mencionada reforma. En el Archivo Histórico Nacional se conserva la carta de fundación del monasterio establecido en Boiges, en la que éste se contemplaba como filial del de Santa María de Sobrado (La Coruña), fundación directa de Clairvaux y decana de las del Cister en Galicia que está datada en 1142. Sin embargo, la copia del documento fundacional, que se recoge en el Libro Becerro del cenobio asturiano, no hace referencia a dicho vínculo, que pudieron omitir intencionadamente los monjes de Santa María de Valdediós."

Conocida un poco la historia de los primeros siglos de Santa María de Valdediós vamos, antes también de pasar al centro de interpretación, a conocer las portadas, otro elemento que puede verse aunque nos encontremos el cenobio cerrado, de la que nos cuenta Miguel I. Arrieta Gallastegi para la Agenda 1993 de Ediciones Trea lo siguiente:
"De la mano de la orden del Císter y aprovechando las magníficas condiciones que ofrece Asturias para dar cumplido  cumplimiento a las exigencias impuestas por San Bernardo en el capítulo general de la orden, de 1134, para la fundación de nuevos monasterios ("lugares apartados y no frecuentados por los hombres"), llegaron a nuestra región, algo tardías, las influencias "cultas" del románico europeo. Los blancos monjes cistercienses, al parecer de gran capacidad emprendedora y organizativa, encuentran en Asturias un terreno idóneo para proliferar en aislamiento, alejados de la vía principal del Camino de Santiago, algo bulliciosa casi desde sus comienzos, y cultivar sus ideales de pureza y rechazo fuera de todo lujo y pompa. El valle de Boides, donde ya Alfonso III levantara el Conventín de sus retiro, era el marco perfecto para alzar un monasterio acorde con tales ideales y a él enviaron aun maestro Gualterio, que ya trabajara en el monasterio de Gradefes, en León, para construir monasterio e iglesia en honor a Santa María, después de conseguir los oportunos privilegios de Alfonso IX y de su esposa Berenguela"

Antes vamos a fijarnos, sobre el arco norte del pórtico, en el escudo real, con los blasones de León y Castilla rematados con una gran corona; una orla exterior recorre por fuera el escudo. Abajo figura la fecha de 1688, la de las obras de este pórtico. En 1515, el monasterio había dejado de depender de Sobrado dos Monxes y pasaba a serlo de la Congregación de Castilla de la Orden del Císter:
"En 1515 el monasterio de Valdediós se incorporó a la Congregación Cisterciense de Castilla y siete años más tarde sufrió una grave inundación que provocó graves daños en todas las construcciones monásticas medievales, a excepción de la iglesia, que ha llegado hasta nosotros en buenas condiciones. A mediados del siglo XVI comenzó a llevarse a cabo una reconstrucción de todo el monasterio, que implicó la desaparición de casi todos los primitivos recintos comunitarios, que habían resultado bastante dañados durante la inundación."

Y aquí tenemos las tres portadas, la de la izquierda, románica, corresponde a la nave del evangelio, es decir, la de la izquierda desde la entrada. La segunda, y respondiendo al esquema basilical con tres naves siendo la del medio la más grande, en anchura altura, es la portada principal, sensiblemente mayor que la primera, al fondo hay una portada más, barroca, acceso a uno de los cuerpos agregados por aquel entonces a la obra románica que ocultaron la portada correspondiente al lado de la epístola, la cual quedó dentro de los edificios agregados a esta iglesia y habremos de ver cuando visitemos el claustro


Vamos pues a empezar por esta primera portada izquierda, la más cercana a la entrada del pórtico, bajo una ventana también románica


Es una portada bastante sobria y sencilla, con dos arquivoltas molduradas con boceles y guardapolvo. La parte más exterior presenta decoración geométrica con una banda de motivos que a esta distancia nos parecían en zigzag


Al acercarnos comprobamos que en realidad son flores tetrapétalas, "4" es el símbolo terrestre por definición (4 elementos, 4 estaciones, 4 puntos cardinales" nos dicen en Historia del Arte. Simbolismo en el arte románico; otra cosa es el debate sobre hasta qué punto el simbolismo marcaba las pautas de la arquitectura y la decoración de estas iglesias o si habían pasado a ser un simple recurso ornamental


Más arriba, los fustes de las columnas de la ventana románica han desaparecido


Los capiteles, muy gastados, sí se conservan y en ellos se aprecia la temática vegetal de su ornamentación


El tímpano, espacio que envuelve el arco, carece de decoración y de inscripciones


 Hay dos columnas a cada lado con sus capiteles, fustes y basas


Fustes y basas carecen de decoración, pero no así los capiteles. Se hacen evidentes además los estragos de las humedades


Estos son los capiteles de la derecha, también de inspiración vegetal, aunque en la parte inferior sus representaciones nos recuerdan a las ventanas bíforas de El Conventín, y también a la espadaña del campanario en su estructura original románica de solo dos huecos


A la izquierda se repite el mismo esquema, basas y fustes sin nada esculpido


Pero los capiteles sí están trabajados: el de la izquierda con apomados a los que envuelve una hoja, los de la derecha plantas o flores con tallos entrelazados. Como en los de la derecha, una argolla los remata por abajo



Sobre esta portada se alza a su vez el arco interior de este pórtico, al que otro gran arco de medio punto sostiene transversalmente sus bóvedas de crucería



Vamos entonces a pasar ahora a la gran portada principal, la de la nave central o nave mayor, que realmente no parece ser precisamente ejemplo de la austeridad cisterciense, dado lo profusamente trabajada que está, siendo la la de "estructura más desarrollada y rica en ornamentación", como nos dice Mª Soledad Álvarez Martínez, historiadora del Arte, en su libro El Románico en Asturias


De considerable tamaño, presenta numerosos motivos decorativos y detalles representados en sus componentes, con tres arquivoltas semicirculares envueltas en guardapolvo ajedrezado. De cuenta asimismo Gallastegui:
"... como contradiciendo el prometido rechazo del lujo ornamental (que aún se muestra en dos de sus portadas), la puerta occidental presenta una rica, brillante y entretejida decoración en arquivoltas de medio punto y capiteles. Como si nada en los arcos pudiese librarse de las hábiles y asombrosas manos de los maestros artesanos. Hasta los intradoses de los arcos (superficie inferior de los mismos) aparecen cubiertos de tetrapétalos, profundos en sus centros, más gráciles en cada uno de sus pétalos"

"En los capiteles asombran sobre todo las hojas colgantes", continúa Gallastegui, "algo que que resulta casi imposible imaginar que pueda surgir así de una piedra, como esperando el fragor de las brisas y los vientos para acordar con él el imposible movimiento de los más quieto y rígido que podamos imaginar"



Una vista de los capiteles de la izquierda y sus "hojas colgando", como indica este autor, que solo falta que el viento las hiciese moverse dado su impactante realismo


"En los capiteles se aplican diferentes versiones de tallos vegetales y cintas enlazadas", explica por su lado Álvarez Martínez. Encima, un ajedrezado combina con el que recorre la parte más exterior del arco de esta portada


Este esquema supone para esta especialista una interpretación evolucionada de un modelo aplicado en otras iglesias asturianas, mientras que Gallastegui no deja de admirarse al observar cómo "Cuelgan las hojas, se entretejen los tallos los unos con los otros (y hasta es posible que con los del más allá)"


¿Evidente simbolismo o simple motivo ornamental?, lo cierto es que cuesta creer que, en algo tan estipulado como lo que ha de representarse en un lugar sagrado se escogiesen elementos al azar, pues hasta su forma o figura podía transmitir sensaciones o nociones de cualquier tipo. Otra cosa sería que con el tiempo sí pasasen a ser un detalle decorativo sin mayores interpretaciones


Sobre estos capiteles, continúa el ajedrezado, y para Gallastegui "niegan a la vista, en definitiva, la prosaica función de sustentar impostas ajedrezadas, de relieves suaves y factura paciente y maniática"



Entre las filigranas de tema naturalista hallamos espirales que forman alguna de las plantas aquí esculpidas, transmitiendo sensación de continuidad, movimiento, vitalismo, infinito y eternidad, así como de exuberancia como símbolo del paraíso


Y ahora, lo más llamativo de estos capiteles y que también hallaremos en los de la derecha, figuras humanas, una de cuerpo entero y la otra solamente la cabeza, pero tremendamente expresiva


Con los ojos muy abiertos, muerde con fuerza un objeto en forma de palo en lo que parece un ejemplo de inusitada rabia, ira o violencia. Diversos estudiosos le dan un carácter infernal


Observemos la dentadura, de dientes muy marcados, reflejando esa tensión y furor. En el libro Villaviciosa y su progreso, obra de 1928 de Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno, hallaremos numerosas historias de aquellos comienzos del monasterio, como que un caballero asturiano, Mortino Marcos, que "atentó contra los bienes, derechos y hombres de la Casa", lo que provocó el serio aviso del propio monarca a este noble feudal en un documento en el que advierte:
"prevengo a Martino Marcos que, si quiere tener paz y amistad conmigo, no haga mal ni pesar a Valdediós en ninguna ocasión y aquiétese; porque si no lo hace le demandaré y buscaré con más interés que si a mí me perjudicare"

La figura de cuerpo entero parece tal vez ejecutar una danza, algo que encontramos ya en Villaviciosa cuando visitamos la iglesia de Amandi, por ejemplo


Y estos son los cuatro fustes lisos, con sus basas, correspondientes las cuatro columnas de las que forman parte estos capiteles del lado izquierdo



A tres de estas basas también hay que prestarles la debida atención, pues muestran, cinceladas, unas figuritas


Basa derecha...nos parece reconocer una cara de grandes narices, dos ojos y unas orejas puntiagudas... pero podría ser cualquier otra cosa


Basa central algo parecdia


Basa izquierda


Arriba el tímpano carece también de decoración, como el de la portada anterior, pero se conservan restos de pintura que corresponden a una imagen de la Virgen de la Asunción del siglo XVIII. Así explican esta portada en Románico Digital:
"La portada principal se corresponde con la nave mayor y se abre en el cuerpo central del imafronte. Es la más desarrollada del edificio y tiene tres arquivoltas semicirculares envueltas por guardapolvo que engloban un tímpano y apean sobre cuatro columnas acodilladas entre las jambas y coronadas por capiteles. Las roscas se ornan con zigzag, rosetas con botón central y tetrapétalas, y tanto el guardapolvo como las impostas se cubren con billetes."

La arquería es magnífica, con dos arcos en zigzag con un tercero intermedio de tetrapétalas. El remate exterior ya hemos dicho que es un logrado ajedrezado o taqueado jaqués


Vamos a detenernos ahora en los cuatro capiteles de la derecha, también muy trabajados y con su banda de jaqueado-ajedrezado por encima


Los dos capiteles interiores continúan el esquema de los tan realistas del lado derecho en su composición vegetal tan detallada que causa admiración. En los dos exteriores aparecen entre el follaje cabezas humanas


En el exterior es una cabeza sola en la vegetación, en medio de una selva con numerosos tallos muy detallados y estilizados y bastantes hexapétalas. Una banda de figuras ovoides verticales recorre el capitel por arriba bajo el ajedrezado


En el de la izquierda aparecen más cabezas


Contamos al menos tres en primer plano, adquiriendo todo el protagonismo, pues aquí la vegetación está detrás. El personaje del medio muestra las palmas de las manos mientras que los de los lados parecen agarrar una bola con el puño


Detalle del capital situado a la izquierda del anterior, este ya más puramente vegetal. No podemos decir que estamos ante capiteles de decoración escueta, como correspondería a la estética cisterciense, ni mucho menos



Y este es el más pegado a la puerta. Consultamos de nuevo a Románico Digital:
"En los capiteles de la portada principal de Santa María de Valdediós se emplea una importante variedad de fórmulas decorativas, presentes en dichos edificios y también en el templo cisterciense de Santa María de Gradefes (León). Con los capiteles de esta iglesia, se relacionan estilísticamente los que en la mencionada puerta de Valdediós muestran cintas entrelazadas con forma acorazonada que rodean hojas de las que penden. Otros capiteles presentan hojas enmarcadas por cintas dispuestas de manera romboidal tal como aparecen en varios de los templos de la zona de Villaviciosa"

Como hicimos con las columnas de la izquierda vamos a fijarnos ahora en las basas de las de la derecha


Tres de ellas tienen también pequeñas figuras talladas


La más cercana a la puerta es lisa, pero fijémonos en la siguiente a su derecha


Y las otras dos...


Formando una 'L' con la portada principal, pasamos ahora a la portada barroca, que da acceso, no a la iglesia, sino al edificio conventual, que recorreremos al pasar al claustro y, como dijimos, será entonces cuando veamos la tercera portada románica de este lado, integrada dentro del edificio


Preciosa es su estructura de frontón triangular sobre columnas, abierto por su parte superior


Arriba las flores de lis rememoran el origen francés de la orden cisterciense. Allí tenemos de nuevo el escudo de la Congregación de Castilla o de la Regular Observancia de San Bernardo en España, a la que pertenecía Valdediós desde 1515. Esta es su descripción en la página del Conjunto Monumental de Valdediós:
"En el centro del frontón partido que remata la portada de acceso a la portería del monasterio, se ubica un escudo cisterciense.

El escudo sigue el estilo barroco de la segunda mitad avanzada del siglo XVII y ha sido labrado por un taller anónimo utilizando piedra arenisca. Una gruesa banda ajedrezada lo divide en dos campos.

En el superior se dispone un brazo cubierto por una manga de cogulla que porta entre los dedos de la mano el báculo abacial y a su izquierda se sitúa una flor de lis. En el inferior se sitúa la mitra abacial y sobre ella otra flor de lis. Ambas flores simbolizan la pureza virginal de María."

No es exactamente igual pero sí parecido al que vimos afuera en el Mesón de Valdediós
"De azur a la banda de doble serie de escaques de plata y gules, tres lises de oro, brazo de monje, moviente del flanco siniestro, empuñando báculo abacial, y una mitra, todo ello al natural"

Fijémonos asimismo en todos los detalles de la puerta


Arriba, por ejemplo, las cruces


Cruz central sobre el Monte Calvario y con los símbolos de la palma y la espada. Abajo flores rosetas


Las cruces laterales son idénticas, esta es la de la izquierda


Vista de la plaza de la iglesia desde el pórtico, con el acceso al claustro a la izquierda. . Se hizo además saber que dentro de los términos del monasterio "no debía entrar ni el Merino ni el Señor de la tierra ni otra persona alguna sin mandato o consentimiento del abad del monasterio". Exento de tributos, pues "no pagaba ni yantar al rey, mientras diezmaban y tributaban al convento muchos y muchos", esto sería causa de relajación y provocaría hasta una rebelión de los monjes en 1257, "cuando desobedecieron y arrojaron de la Casa al Abad, manteniéndose además rebeldes contra el Capítulo General" de la orden cisterciense. Relajos y rebeliones serían causa de que dejase de depender de Sobrado y pasase a la obediencia directa de la Congregación de Castilla en 1515


La francesada o invasión napoleónica afecto negativamente a este como a todos los monasterios, pero el mayor cambio de todos los siglos de historia de Valdediós habría de venir en 1835 de la mano de la Desamortización de Bienes Eclesiásticos de Mendizábal, cuando el monasterio fue declarado oficialmente extinguido y sus bienes pasaron a particulares, mientras la iglesia iba a ser parroquial, si bien un pequeño grupo de tres monjes siguió viviendo en el lugar hasta la muerte del último en 1862. Repasamos también este periodo con Románico Digital:
"Ante la llegada de las tropas francesas se produjo el desalojo del monasterio en enero de 1810, lo que provocó su saqueo. La comunidad cisterciense volvió al cenobio diecisiete meses después, pero en 1812 y en 1820 soportó nuevos desalojos En octubre de 1835 el monasterio de Valdediós fue suprimido, si bien tres monjes permanecieron obstinadamente en él hasta su muerte. Aunque el 21 de noviembre de 1843 salieron a subasta los edificios conventuales, la enajenación no llegó a ser efectiva. En 1862, año en el que murió el último de los citados monjes, el obispado recobró el conjunto monacal donde se instaló un seminario menor que fue reconocido como colegio de segunda enseñanza veinticinco años después."


En realidad el histórico monasterio se estaba empezando a venir abajo antes ya de la Desamortización, cuando acabó definitivamente la actividad monacal, aunque en 1862, adquirido por la Iglesia, se funda un seminario mayor y en 1877 un colegio de segunda enseñanza que funcionará hasta 1923. Cientos de seminaristas, alumnos, profesores, le dieron nueva vida y en él trabajaba mucha gente de los pueblos de la redonda, siendo durante otro buen periodo otra importante referencia cultural, social y económica en la zona, celebrándose aquí además alguna fiesta como la del Corpus:
Las iglesias de San Salvador y Santa María fueron declaradas Monumento Nacional en 1931, coincidiendo con una etapa diocesana que finaliza en 1951 cuando los recintos monásticos fueron abandonados a causa del traslado del seminario menor a Covadonga, circunstancia que provocó un deterioro importante en alguno de ellos."


Pero la mayor tragedia de la historia de Valdediós aconteció cuando, al trasladarse al monasterio el hospital psiquiátrico ovetense de La Cadellada a causa de la Guerra Civil, su personal fue fusilado tras sufrir lo indecible en manos de sus captores, los soldados del IV Batallón Arapiles de la II Brigada Navarra en la noche feroz del 27 de octubre de 1937, cuando las enfermeras fueron violadas y luego fusiladas junto a otros compañeros del hospital en el citado Prau de Don Jaime detrás de El Conventín y enterrados allí mismo en la  fosa de Valdediós 



En la posguerra se suprimió el seminario y el abandono seguirá hasta 1986, cuando el gobierno autonómico asturiano asuma su restauración con una escuela taller a cargo de la Consejería de Cultura dirigida por los arquitectos García Pola Marqués y Palacios tras la campaña Salvemos Valdediós de la asociación Cubera a la que antes hemos aludido cuando recorríamos estos edificios, así como el emotivo regreso de los cistercienses en 1992 y, tras su marcha, de sucesivas órdenes y congregaciones




Hasta aquí entonces sería entonces lo que podríamos ver si el día que viniésemos encontrásemos el lugar cerrado, los lunes con el preceptivo descanso, o si no dispusiésemos de tiempo o ganas para más, pero efectivamente lo mejor es disponer de tiempo, sobre todo si pernoctamos aquí, para visitar El Conventín y las naves y ábside de la iglesia de Santa María exterior e interiormente así como el claustro de la segunda


Para ello primeramente entraríamos en la recepción, justo a la izquierda del pórtico, habilitada como decíamos en uno de los edificios añadidos a la obra románica


Aquí formalizamos el pase y nos ofrecen la audiogía para la visita


Paneles y textos explicativos


Fotografía de un cuadro decimonónico de Alfonso III El Magno y biografía del monarca, a quien también le dedica esta glosa Arrieta Gallastegui:
"A este paraje rodeado de frondosos bosques y tan alejado de la capital del reino, se retiraría el rey astur que llevó las fronteras hasta las puertas de Toledo y a las estribaciones de Sierra Morena sus osadas aceifas, Alfonso III, cuando sus tres hijos García, Ordoño y Fruela llegaron a la conclusión de que tan vastos dominios resultaba excesivos para  la custodia de una sola persona, por muy padre que fuera y Magno, como a Alejandro le llamaran, y lo depusieron sin contemplaciones. En él construiría un, suponemos, decepcionado Alfonso, el conjunto residencial que le correspondía, por tradición heredada de sus antecesores en el cargo, con el que bien se podría entretener, dadas sus cultas y artísticas aficiones, mientras el gran reino continuaba su carrera en pos de la Historia, dejando atrás, como mojones de olvido, el reino originario, ya excéntrico del todo, el paisaje verdigrís y torturado que sirvió de escenario a los primeros pasos de toda una estirpe de reyes, y la variante pétrea de sus virtudes cardinales y teologales"

Circuito de la audioguía por El Conventín, El Campu'l Conventu y la iglesia de Santa María de Valdediós incluyendo claustro



Cronología y esquemas de los monumentos del Arte Asturiano


La tienda, con sus estanterías y expositores


Tras un poco deambular por estas salas de la recepción, por donde volveremos no obstante al marchar, salimos al Campu'l Conventu



Y por los pasillos nos dirigimos primeramente a El Conventín, para verlo de cerca, por dentro y por fuera



Allí está la Capilla de los Obispos, donde hay enterramientos medievales y se conserva la estela de consagración, de mármol, incrustada en el muro. En el interior existen más lápidas de piedra con textos que contienen alegatos de amparo y protección contra robos y ataques. Algunas oraciones delatan pudieron ser del mismo rey o encargadas e inspiradas por él a algún poeta



Dentro del templo existen pinturas de gran valor así como inscripciones originales que nos informan del día y del instante de su consagración, junto con una oración que delata ser compuesta por el mismo rey mas algún conjuro contra enemigos y ladrones. También se observan los espacios de distribución de los fieles


La advocación al Salvador demuestra esta estrecha relación con la corte asturiana y su catedral ovetense de San Salvador, al igual que con el paso de peregrinos a venerar sus reliquias, dirigiéndose muchos a continuación a Compostela


Después de su momento más esplendoroso y tras la muerte del rey, la cabeza del reino termina trasladándose a León luego de ser este repartido entre sus hijos. El lugar, que pasará a posesión del monasterio ovetense de San Vicente, recordará con tranquila serenidad aquellos legendarios acontecimientos pero, después de unos siglos, volverá a recobrar gran parte de su protagonismo y a escribir páginas importantes de la historia...



En una segunda entrega de Valdediós El Valle de los Reyes, realizaremos esta visita a El Conventín y la completaremos con una tercera con lo mucho que también nos queda por ver de la iglesia de Santa María, como su magnífica cabecera tripartita de triple ábside semicircular, el interior de la nave y el claustro 
























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