Capilla del Cristo de los Afligidos en La Pereda. Tineo/Tinéu (Asturias) |
Subiendo de La Espina a La Pereda |
La subida desde La Espina acaba ante la cuadra de Casa Carlos
En el siguiente cruce vamos a la derecha
Un mojón xacobeo se emplaza más o menos donde estuvo aquel antiguo humilladero que dio nombre al lugar
Desde aquí disfrutamos de unas excelentes panorámicas de la meseta de La Espina y de las montañas de la cuenca del Narcea
Ahí destacan los picos de El Courío (1.017 m), Gaméu (973 m), La Bobia (1.056 m), El Picu'l Hurru (1.062 m), El Col.lau (1.052 m), Las Cobertoria (1.112 m), Los Picos Prietos (1.038 m) o El Picu Caunéu (1.087 m)
Caminamos frente Casa Carlos
Y llegamos a un monumento de especial interés y muy vinculado al Camino
Aquí tenemos ahora la restaurada capilla del Cristo de los Afligidos, la cual, desdejada en los años sesenta del pasado siglo, sirvió de gallinero hasta su recuperación, hace un tiempo, cuando las asociaciones de amigos del Camino de Santiago implicaron a las autoridades municipales y autonómicas para evitar su desaparición
Ahora, el viejo Cristo, tantos lustros "exiliado" en la cercana iglesia parroquial, vuelve a presidir su santuario.
Cristo de los Afligidos, una veneración sin duda también relacionada con el paso de los antiguos peregrinos y que hace honor a sus vicisitudes y penurias, tan durísimas en las peregrinaciones de antaño.
Y un reloj del sol conmemorativo del lugar ha sido instalado al lado de la puerta, mirando al Camino.
"Afflictivus lentae celeres gaudentibus horae"
Lentas son las horas tristes, rápidas las felices
Y junto al mojón al lado de la capilla empezamos a subir a la sobre de los castaños
En el cruce seguimos de frente
Subiendo hacia aquellas casas
Y al olor de la rosaleda
Caballo en el prado
Es la subida al barrio de Reconco
Huerta de berzas y casa en ruinas
La concha y la flecha nos confirman la buena ruta
El centro del pueblo va quedando abajo y, al ganarse altura, se contempla mejor esa gran meseta verde que se extiende al sur, contemplando en la distancia los picachos de las cordilleras del Narcea
Pasamos junto a una alta construccion en chaflán, como una torre de esquina redondeada, hecha en piedra y recrecida con ladrillo, perteneciente al establo o cobertizo de una casería
El Camino sube a su derecha
Al oeste la carretera y la loma, casi planicie de La Curiscada
Termina la subida y vamos a la izquierda
La figura de un minero saludando preside la escena. Véanse las conchas en la pared
La fachada tiene numerosos detalles
A la izquierda más motivos con conchas
A la derecha los Reyes Magos
Jardín a la entrada
Y así recorreremos el barrio de Reconco
Vamos hacia Casa Aladino
Vienen a saludarnos
Panera con bodega y establo
Pasamos junto a Casa Aladino
Aquí tenemos otro excelente mirador
Por eso hacemos otra parada a contemplar el paisaje ante La Pereda, la meseta de La Espina, La Sierra Idarga y a lo lejos, siempre en el horizonte, las cordilleras de la cuenca del Narcea
Ahora vemos la aldea desde lo alto, comprobando que parte de las construcciones del pueblo, hórreos y casas, tienen tejados de teja roja, y otra parte de pizarra, atentos a esta verdadera "transición de paisajes", pues la gran veta geológica pizarrosa empieza a predominar aquí y continuará hasta casi llegar al final de la provincia de Lugo. Por lo tanto, los tejados negros u oscuros de pizarra o de l.lousa (pronunciado "tsousa"), van a ser la característica del paisaje y la arquitectura locales
Más allá es absolutamente esplendoroso el paisaje de la campiña con su prados de hierba verde y bocage de arbustos que se prolonga hacia el sur, en los suaves cuetos de La Sierra Idarga, Las Muel.les y Las Penas de L'Aural, toda la extensa llanera que va de La Espina a La Curiscada
Arriba, a la derecha del Camino, más casas de Reconco
Seguimos a Casa Marrón
El Camino sube un poco a su derecha
Pared de piedra
Vemos su buena vaquería
Placa de la casa
Subimos un poco más
Hasta aquellas naves
Cerca de Casa Ramón llegamos al lavadero de piedra de La Fonte Reconco, del año 1809, con suelo empedrado y tejado cubierto de hiedra, buen cobijo si nos pilla una tormenta.
El abrevadero.
Grandes losas de piedra componen este viejo abrevadero...
Salimos de la fuente y nos ponemos nuevamente en marcha
Pasando delante del portón de la cuadra
Y del silo
Hórreo de alta bodega, como una torre
Casa con protectora portalada o portalón abierto al Camino
Y delante de este chalet vamos saliendo de Reconco y La Pereda
En aquella curva nos desviaremos a la izquierda
Y a la izquierda dos ramales, el que sube y el que baja
El cuchu, cuitu o estiércol. Allá El Monte la Preda y Las Matiegas, prados y bosques
Dejamos Reconco y de La Pereda
Y nos adentramos por la ladera de La Sierra, senda ancha, de tierra, por la que únicamente suelen circular los tractores, bajo muchos castaños y algún roble o carbayu, separada de las fincas que bajan a nuestra izquierda por muretes de piedras, por lajas de pizarra hincadas, o por alambradas
Estamos en un verdadero mirador natural sobre la llamada "meseta de La Espina"
Un paisaje que no nos deja indiferentes y que apetece detenerse a contemplar
El historiador Juan Uría Ríu en sus estudios del Camino de Santiago en Asturias llegó a comparar la meseta de La Espina con la meseta castellana, solo diferente a esta por las montañas en lontananza
Las casas de la carretera (AS-216) y Campos de La Veiga, Las Mueches, La Turbera la Molina, La Sierra Carrales y La Sierra Idarga. Más al fondo El Courío
Flores silvestres
Nos acercamos a las boscosas laderas de La Sierra
La flecha amarilla, símbolo del Camino
El Ganado vuelve a la cuadra
Dejémoslo pasar
El Camino es una pista muy cómoda y ancha. En el transcurso del trayecto irá estrechándose o ensanchándose pero este entorno y paisaje será la tónica general hasta que lleguemos a la capital del concejo, la villa de Tineo/Tinéu, a unos diez kilómetros de aquí
Bajo las ramas y las hojas de los castaños...
Y una bifurcación muy importante
Para contemplar esta vista de La Pereda
La Pereda y al fondo al este La Espina, con el polígono de El Zarrín, el Monte'l Molinón (a la derecha de la foto) y en medio La Sierra Boudenaya con su parque eólico, paisajes que se nos han hecho familiares caminando hasta aquí
Desde esta posición tenemos una completa visual de la población, con la iglesia parroquial de Santo Tomás de La Preda en medio de la foto, iglesia ya citada en la Edad Media, cuando pertenecía al monasterio de Bárzana de Tineo/Tinéu, hasta que en el siglo XII pasó al de San Tirso de Ninole, en Candamo, por disposición de la reina Urraca la Asturiana
Luego fue iglesia parroquial pero todavía hasta el siglo XIX dependió de la abadía de Courias, en Cangas del Narcea, que llevaba la mitad de sus rentas, quedando la otra mitad para el párroco
Los grandes soportales del pórtico son un añadido del año 1965, pero el templo actual es obra del siglo XVIII. Aquí fundó en 1651 el canónigo Don Pedro García del Pedregal una obra pía para pobres y doncellas, dejando en testamento cincuenta ducados para construir en el santuario una capilla dedicada a Nuestra Señora del Rosario
Fueron los monjes benedictinos de Courias quienes fundaron en el solar un hospital de peregrinos, en honor del rey Fernando II (s. XII), agradeciédole la donación de tierras en este lugar, justo en unos campos situados enfrente del templo, al otro lado de la carretera, que siguen llamándose El Prau del Hospital o del Hospital de Campo. En el siglo XVIII uno de los abades lo cede al vecindario pero una mala gestión del párroco local lo arruinó. No se conserva nada de él pero aún existían testimonios de su existencia en el siglo XIX
Arriba a la izquierda Reconco
Reconco y sus naves ganaderas, junto a las que acabamos de pasar
Más arriba del Camino La Picota
Desde el mojón el Camino sube
Pronto hay otra bifurcación en este hermoso empedrado
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