| Llegando a L'Espín y Bedures, camino de El Pedregal |
Cuando el Camino de Santiago pasa del concejo de Salas al de Tineo/Tinéu, llamado El Concechón por su gran extensión, recorre la parroquia de La Pereda o La Preda, subiendo a media ladera de La Sierra, también llamada La Sierra Tineo o La Sierra la Miariega, amplia y larga serranía "que se extiende de SO al NE desde la parroquia de Obona hasta las de La Pereda y Villatresmil", como informan en la Enciclopedia del paisaje de Asturias, por la que iremos caminando, casi siempre por esta falda de la montaña, hacia la capital del concejo, la villa tinetense, distante de La Pereda/La Preda unos ocho kilómetros
Este recorrido nos va a permitir contemplar, mirando al sur, unos bellísimos paisajes de la llamada a veces 'técnicamente', la 'meseta de La Espina', acaso por ser la población más conocida de esta llanura con suaves y alargadas colinas que se extienden, alomadas, hacia el valle del Narcea, donde se yerguen ya los altos cordales del suroccidente astur, sierras de el Courío, Bixega, Penamanteiga y otras, las más en el vecino concejo de Miranda
Saliendo de La Pereda/La Preda, pueblo cabeza de esta parroquia, las señales jacobitas nos adentran en La Sierra por este maravilloso paisaje en el que vemos, desde aquí, además del propio pueblo, donde hubo hospital de peregrinos vinculado a la iglesia de Santo Tomás, parte de la vecina población de La Espina, la de Salas en el Camino, encrucijada también de honda tradición hospitalaria con peregrinos y enfermos. A lo lejos es La Sierra Bodenaya, plagada de aerogeneradores de su parque eólico
Saliendo de La Pereda, en esta bifurcación, un mojón nos indica ir a la derecha, adentrándonos en una preciosa umbría en la que empieza una cuesta
El Camino es de tierra y piedra y así será en su mayor parte hasta llegar a las inmediaciones del Campo San Roque, antesala de la villa de Tineo/Tinéu. Apenas pisaremos la carretera salvo en un breve trecho al llegar a El Pedregal, y solamente algo de asfalto u hormigón al entrar en algunos núcleos poblados, los primeros los de L'Espín y Bedures, de esta misma parroquia de La Pereda o La Preda
La caja caminera podría revelar la antigüedad de este Camino, que era el empleado antaño, antes de que la carretera hiciese de él una vía pecuaria, el Camín Real de Galicia o Camín Francés (era como se llamaba a todos los caminos procedentes de allende los Pirineos), empleado por todos los viajeros de antaño, arrieros, pastores trashumantes, artesanos ambulantes, tratantes, etc., incluyendo por supuesto a los peregrinos, al haber sido la principal vía de comunicación de Asturias con Galicia hasta la apertura de la carretera de Occidente, oficialmente Oviedo-Villalba, hacia 1859, actual N-634 Irún-Santiago, a la que hemos dejado atrás, en La Espina, pues de allí se dirige a la costa
En este itinerario, tendremos algunas subidas y bajadas, tal que esta, pero no tan largas ni pronunciadas como la subida a La Espina desde Salas. Acaso predominarán en buena parte incluso los trayectos llanos o casi llanos, o al menos suaves pendientes en ascenso y o descenso
"Para aludir al seto o al matorral empleamos el genérico matu; por su parte mata, al mismo tiempo, es voz que significa ‘semillero espontáneo de alguna planta’, ‘bosque’; en este sentido se habla, por ejemplo, d’una mata maera ‘bosque’. Tanto matu como mata son palabras que pertenecen a una familia léxica que se extiende por el portugués, vasco, galo rrománico, beréber, sardo. Es cierto que algunos lo consideran término de origen preindoeuropeo, pero lo cierto es que autores que escribieron latín emplean MATTAM ‘estera’, palabra de amplia difusión románica que, metafóricamente, podría haberse aplicado a terrenos boscosos".
Un poco más arriba, ganando altura, iremos saliendo de este bosquete, aunque la alternancia de arboledas con árboles solitarios y praderías va a ser la tónica predominante en nuestro entorno más inmediato hasta El Pedregal y luego también a continuación. De ahí estos topónimos como Las Matiegas, acaso etimológicamente del celta mat para el profesor Xulio Concepción en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana
Abajo la carretera AS-216 en los campos de La Veiga, es la gran planicie de la llamada "meseta de La Espina", una llanura verde campos relativamente llanos separados por sebes o setos silvestres con filas de arbolado. Luego va una colina alargada, La Sierra Idarga y más a lo lejos sierras más altas como las de El Courío y Bixega, sobre los valles del Narcea, en el suroccidente astur. A la derecha, después de Idarga, otra sierra que es como una colina larga y casi en planicie, es la de La Curiscada, que tendremos también a nuestra izquierda, al sur, hasta llegar a la villa capital del Concechón
Según ganamos altura también tendremos más perspectiva, como aquí en la entrada a este prado, que nos ofrece un excelente mirador
Al oeste, reconocemos algunas casas de La Miariega o Millariega y, más en lontananza, de El Pedregal. L'Espín y Bedures están más cerca, al otro lado de los árboles de esta ladera, pero aún no los podemos ver. En esta zona entre las sierras de Tineo y La Curiscada, la meseta forma un valle bastante llano
Aquí abajo, más allá de la carretera, son las camperas de Las Silvas, L'Alto L'Aural y Las Llamas (de llama, 'lodazal, barrizal'), zona bastante llana de bosquetes y grandes praderías salpicadas de caseríos. Más allá es La Sierra Idarga. A continuación las Sierras de Los Carales y Calabazos y, dominando la escena, Penamanteiga a la derecha La Sierra Bixega a la izquierda
Más al este es la llanura de La Molina y Las Muel.les, donde existió antaño una gran charca, hoy cubierta de vegetación, resto de las explotaciones auríferas romanas en la zona
No siempre es fácil de ver el paisaje, pues no son infrecuentes las nieblas, que pueden disiparse al avanzar la mañana pero no siempre del todo, ocultándonos las bellas serranías puerta del Alto Narcea
El mismo paisaje a la luz de la tarde, con la sombra de La Sierra proyectándose sobre esta ladera de La Sierra pero iluminando bien de frente la campiña de 'la estepa'
A la izquierda de La Sierra Bixega reconocemos La Sierra'l Courío, cuyo pico homónimo de 1.017 m, es su máxima cota. Más cerca reconocemos la gran cantera del Alto Calabazos (724 m), en La Sierra Carrales, donde se encuentra la necrópolis megalítica de Penausén. Aquí abajo está la casería de La Veiga, enfrente de Las Silvas, topónimos que hacen referencia a vega y a selva, respectivamente, regadas por el río Modreiros y sus afluentes
El Monte'l Molinón, Las Muel.les, La Molina y El Zarrín, donde hay un polígono industrial, al sur de La Espina
Según la época del año, la hora del día y la luz que haya el paisaje presenta una gran variedad cromática, tal que aquí, en primavera y un día de nubes y claros...
El peregrino, al menos si no va demasiado pendiente de otras cosas, como el reloj y los horarios en busca de plaza libre en un albergue, cosa cada vez más frecuente, podrá admirar estas policromías y recibir sus sensaciones a cada instante, incluso sin detenerse o apenas
Aunque cierto es que para remontar estas cuestas una breve detención para recuperar aliento y, de paso, admirar el paisaje, siempre viene bien...
Un poco más arriba llegamos a otra bifurcación, en ella habremos de tomar el camino de la derecha, el que sigue subiendo
Pero no siempre es así: aquí por ejemplo está casi totalmente tapado por la hierba...
Y aquí, aunque algo más despejado, se ve mejor pues está a pleno sol. Las señales, como parte del paisaje, se ven de distinta manera según cada época, según les da o no la luz o si se han desbrozado o no las veredas
Siguiendo la subida, un par de carbayos flanquean el Camino cuando llegamos a un pinar
Contemplamos ahora desde aquí una soberbia vista de esta campiña tinetense con Penamanteiga o Pena Manteiga dominando el panorama al sur. Su nombre, dice Xulio Concepción, alude a que existen la creencia que sus pastos favorecen que el ganado de una leche manteigosa, 'mantecosa', de ahí que en algunos mapas se haya castellanizado como Peña Manteca
A veces, a falta de otros lugares, se pintan flechas de confirmación en las piedras del Camino, tal que esta pero, al ser pisadas y estar expuestas más a la lluvia, suelen borrarse bastante rápido, o quedar tapadas por el barro
El Camino tiende a estrecharse un poco al pasar junto a la entrada a unas fincas mientras sigue subiendo
Portillas de cierre, a partir de aquí a veces el matu o matorral tiende a crecer desmesuradamente
Así nos lo podemos encontrar algunas veces...
Al llegar a estas fincas va acabándose la cuesta y la senda empieza a llanear por esta ladera meridional del Monte la Preda, en el extremo noreste de La Sierra
Ganado caballar en una finca a nuestra izquierda. Observemos la bañera empleada como abrevadero
La hojas de los carbayos parecen querer acariciar nuestras cabezas
En otro prado pastan las vacas frisonas. Percatémonos de la fuerte pendiente de esta falda del monte
Una orografía, que explican Fermín Rodríguez y Rafael Menéndez, del Centro de Cooperación y Desarrollo Rural de La Espina en su Atalaya de las tierras altas, artículo para el diario La Nueva España en su sección Asturias. Viejas y nuevas polas:
"La meseta está abruptamente cortada por el río Narcea, que abre una profunda entalladura en las duras cuarcitas y la corta en dos plataformas desiguales, siendo mucho más extensa la occidental, en la que se encuentra La Espina. Hacia el Sur la plataforma casi llega como tal hasta Pola de Allande y por el Norte cae vertiginosa desde La Espina hacia la mar valdesana. Es justamente en el veril norte de la plataforma donde se asienta La Espina y esta singular situación la hace recibir de lleno las humedades que impulsan los frentes cantábricos y ascienden por el empinado talud hasta el refrigerador natural de la alta meseta donde se convierten en cerradas nieblas invernales. O al revés, hasta ella llega en días de verano el mar de nubes que oculta entre la nublina caliente buena parte de la Asturias baja, mientras que las tierras altas son recalentadas por el sol y el aire de Castilla. Otras veces la inversión térmica se da en los días anticiclónicos del invierno, en los que el Sol mata desde primera hora la xelá, mientras que abajo el día se consume entre la niebla y el frío. En fin, La Espina es una posición avanzada en muchos aspectos, desde la que se otean lejanos horizontes, quizás por eso sus habitantes emprendieron antes el proceso de modernización del campo y lo consolidaron con una curiosa diligencia para estas tierras y de una manera muy particular, muy suya".
La Sierra la Curiscada, otra de esas serranías romas características de la vertiente sur de esta meseta, tanto es así que en ella se habilitó un aeródromo de aviación para las fiestas de 1929 en las que la gran novedad fueron los pioneros aviadores José Rodríguez y Díaz de Lecea (futuro ministro del Aire) y María Luisa Bernaldo de Quirós, primera mujer en España en conseguir el título de piloto internacional de aeroplano. Este imporvisado aeródromo fue empleado luego en la Guerra Civil y, finalizando el siglo XX, base de aviones y helicópteros del dispositivo contra incendios
También en La Curiscada se han descubierto túmulos megalíticos y señales de la minería aurífera astur-romana tan extendida en el occidente astur. El mismo Camino de Santiago era el Camín Real de Galicia o Camín Francés, que en buena parte se basa en la vía Lucus Asturum-Lucus Augusti, de Llugo de Llanera a Lugo de Galicia, cuyo principal cometido era el control de la minas de oro, su comunicación y la salida comercial de su producción
"Siguiendo el curso contrario al río Narcea y el de sus afluentes, parece ser que la parte Sur del concejo de Tineo tenía otro camino que servía y sirve de desviación a LA RUTA PRINCIPAL. Es ésta una creencia en la que se ratifica el Presbítero Don Vicente G. García en su libro Las primeras rutas jacobeas, editado en Oviedo en 1965 (año santo Compostelano), considerando este recorrido como un atajo entre la Cabruñana y Pola de Allande:"Por soto de la Barca, Soto de los Infantes, Doriga y el Alto de Cabruñana pasaba el atajo de Grado a Pola de Allande"
Esta vía Rierana sirve, sin duda, para desterrar las penurias del Alto de La Espina, la Sierra de Tineo y todos los altibajos del relieve mediano del concejo de Tineo, aprovechando las riveras bajas del suroccidente, mucho más llevadero".
Ese camino pasaba al otro lado del Alto de Calabazos, por la aldea que le da nombre, sita actualmente sobre las aguas del embalse de La Barca (que inundó algunas casas), topónimo que hace referencia a ser uno de los lugares de paso del Narcea en barquerías, justo al pie de La Sierra'l Courío, entre los concejos de Miranda y Salas, cuyas cresterías divisamos desde aquí
"Hasta llegar a El Pedregal ha de recorrerse un largo trayecto por la senda que bordea por su medianía las estribaciones orientales de la Sierra de Tineo", explica asimismo Rafa Lorenzo en su libro. "El camino es llevadero, de tierra y piedra, los árboles sombrean algunos tramos y muretes de piedra partidos por cancelas y "portiellos" enmarcan los jugosos pastos que se precipitan hacia la parte baja de esta loma..."
Vamos adentrándonos enseguida en otro bosquete de castaños y carbayos que, como un manto verde, cubre la senda, por aquí llamada El Camín de las Pilas, muy posiblemente referido a pilas de piedra que hacían de bebederos o abrevaderos de ganado
Y cuesta abajo de estos prados, en la carretera, vemos las casas de El Coutu, que pertenecen también a esta parroquia de La Pereda o La Preda
Forman una perfecta fila, como pasando revista. Todas han sido descornadas, son las llamadas vacas mochas. Estas son de raza frisona, grandes productoras de leche
Viejos carbayos flanquean el recorrido, son los supervivientes de los que habría a lo largo del Camín Real de Galicia para dar buena sombra a los caminantes, formando un verdadero bosque lineal. La honda caja del Camino separa este de las fincas colindantes
Lo que para nosotros puede ser un bello paseo por el robledal provocaba sensaciones de miedo y pavor a los peregrinos de antaño, que podían ser víctimas cotidianas del bandolerismo endémico, de ahí que gustasen de hacer grupos de autodefensa, muchas veces agrupándose según su procedencia, uniéndose también a las recuas de arrieros y a otros viajeros conocedores del trayecto
En 1523, por ejemplo, el peregrino italiano Nassino Pandolfo no pudo siquiera llegar a los Pirineos por causa de la abundancia de asaltantes, deteniéndose en Toulouse y dando la vuelta a Brescia, en Lombardía, de donde había salido
Un detalle de estos líquenes
"Sección de Fomento. Obras Públicas. Carretera de primer orden de Luarca a Cangas de Tineo. Relación nominal de todos los propietarios a los que se han ocasionado agravios en sus fincas rústicas, urbanas y arbolado con la apertura de esta carretera y los trozos que comienzan en La Pereda y terminan en el río Arganza, término del concejo de Tineo. Parroquia de El Pedregal. Ramón Fernández, prado y casa; Tomás Díez, tierra; Juan García Marinas, prado; Manuel Peláez, prado; José Díez Vencejo, prado; Pedro García Sanzo, prado; Lázaro Fernández, prado; Felipe de la Torre, prado".
Joseph Millariega es, efectivamente, natural de la cercana aldea de La Millariega o La Miariega, justo después de El Coutu y al pie del Camino, es decir, al otro lado de la curva de la carretera. Dado que será uno de nuestros guías por esta su tierra de origen, estimamos conveniente compartir parte de su biografía en Bubok:
"Joseph Millariega (J. Mill) nació en el pequeño pueblo de La Millariega (Tineo, Asturias), aunque muy pronto su familia se desplazó a La Espina, donde pasó su adolescencia, ya que sus padres regentaron el conocido Bar París. Cuando estudiaba en el Monasterio de Corias (Cangas del Narcea) enfermó gravemente del pulmón y no pudo continuar con el Bachiller laboral. Intentó seguir estudiando de nuevo cuando recobró la salud, pero tuvo una recaída que truncó su formación. Ya de mayor debió realizar penosos trabajos en los ferrocarriles, los túneles y las minas, en situaciones muy peligrosas a veces (al ser muy precarios sus conocimientos técnicos). Después aprobó (junto con su esposa Hilda) una oposición al estado español y fue funcionario de Correos y, más tarde, de la Delegación del Gobierno en el Principado de Asturias. Se pasó muchos años trabajando y entrenando por el día y estudiando por la noche. Es Graduado Social, Licenciado en Ciencias del Trabajo, Maestro, Bachelor Degree Arts&Humanities (Antropólogo) y Master en Antropología Física y Forense. Posee cuatro masters en diversas ramas del Derecho del Trabajo por la Universidad Politécnica de Madrid y otro por una institución privada, entre otras titulaciones. Fue marchador y corredor muy conocido de maratón, 100 km, 24 y 48 horas. Tiene una milla dedicada en La Fresneda, donde se le nombró vecino ejemplar. Recibió el premio a los valores humanos en Santander y fue objeto de otras numerosas distinciones en su municipio de adopción, Siero, entre ellas el distintivo de plata del municipio..."
Hablando por cierto de la carretera, curiosa es la noticia que nos proporciona del antiguo periódico El Carbayón, cuando, a 15 de julio de 1885, publica que "La Guardia Civil del puesto de Tineo ha detenido a un niño de 9 a 10 años, natural del pueblo de El Pedregal, por haber apedreado el coche-correo de Cangas de Tineo a La Espina, llegando hasta el extremo de arrojar una madreña a los viajeros".
Cangas de Tineo es la actual Cangas del Narcea y esta carretera fue además, pasando por La Espina, la principal vía de comunicaciones del suroccidente asturiano con el centro hasta la construcción del ribereño corredor del Narcea (carretera AS-15), cercano a la orilla del río, es decir, más al sur
En la carretera, justo debajo de nosotros, estuvo La Cruz de la Cavén, de la que le cuenta lo siguiente la vecina Teresa Colado Álvarez, Tere, a Joseph Millariega que "teníamos miedo a pasar por La Cavén, antes de La Miriega, donde decían que había fantasmas, pero no había nada". Lo que sí nos cuenta Joseph Millariega es la historia de dicha cruz:
"Hace bastantes años que ya desapareció la cruz que estaba grabada en una roca de la curva de La Cavén (antes de llegar a El Couto), en recuerdo de un hermano que murió a manos de otro, por una simple y pura broma. Cuando yo era niño Pepe Tilia me contaba que uno de dichos hermanos había ido al oscurecer a La Pereda para hacer unas compras (sin que nunca me precisara si fue a principios de siglo XX o incluso a finales del XIX) llevando consigo una escopeta, ya que era bastante miedoso. Y que al otro hermano (que después resultaría fenecido) no se le ocurrió otra cosa que cubrirse con una sábana en la curva de La Cavén (supuestamente ya entrada la noche) para darle un susto al que regresaba de La Pereda, con tal mala suerte que recibió un disparo de su propio hermano tan certero que le causó la muerte. Entonces el fraticida, horrorizado por lo que había ocurrido, parece que huyó, no siendo jamás encontrado por las autoridades y sin que se conociera nunca su paradero.Este es uno de los dichos populares que cabalgan entre la leyenda y la realidad, ya que no se han encontrado testimonios escritos (ahora ya ni orales) de dicho suceso, pasando a ser una de esas historias que se contaban en las noches de filazón..."
El gran problema de la carretera a nivel del concejo era que esta no pasaba por la villa de Tineo/Tinéu, pues pasado El Pedregal, en El Cruceru, parroquia de Santolaya, bajaba al valle del Narcea rumbo a Cangas, de ahí que en 1878 apareciese en otro periódico, El Pueblo Español, esta carta de protesta recopilada también por Joseph Millariega en su libro:
"Tineo 1º de octubre de 1878. Sr. Director de El Pueblo Español. Muy señor mío y correligionario:Dispénseme si me tomo la libertad de molestarle con estas desaliñadas líneas, inspiradas por el bien y el engrandecimiento que vehementemente deseo a mi pueblo natal; una vez que los diputados que le han representado jamás han hecho otra cosa más que repartir media docena de credenciales.Ocurre, Sr. Director, que esta provincia es una de las más favorecidas de España en vías de comunicación, gracias a la gran protección que le dispensó nuestro preclaro e inolvidable amigo Don José Francisco de Uría; pero esta villa y su concejo, uno de los más importantes del Principado, nada, absolutamente nada, podemos agradecerle.En la época favorita del mencionado señor; o, mejor dicho, cuando ocupaba para bien de su querida provincia la dirección general de obras públicas, mandó una comisión de ingenieros para que estudiaran el trayecto desde la Espina a Cangas de Tineo; pero el caciquismo todo lo tergiversa; los que mangoneaban en aquella fecha en este concejo, que son los mismísimos de ahora (o como dice el refrán los mismos perros con diferentes collares), todos querían que la referida carretera pasara por junto a sus casas y posesiones; y que al fin tal divergencia dio por resultado que agotasen con la proverbial paciencia y amabilidad del director general y éste, aburrido, dejara dicho estudio a la disposición de los señores ingenieros: los que la trazaron con tal desgracia nuestra que en nueve leguas, o por mejor decir desde el Pedregal a Cangas de Tineo, no se encuentra pueblo alguno, dejando aislada a la media legua próximamente a esta población importantísima en mercados de cereales y ganados de todas clases: y no se diga que no había posibilidad de que cruzara por aquí, pues además de ser más fácil y su coste mucho menor, la utilidad que reportaba a todo este concejo (que en la actualidad es nula) hubiera sido muy grande. Los autores de este galimatías hoy lo deploran; pero a los demás nos toca sufrir las consecuencias de su detestable proceder.Hace unos seis meses apareció por estos contornos el distinguido ingeniero Don Rafael Martín, acompañado del personal correspondiente, con el fin de estudiar una carretera que partiendo de esta villa nos comunique con la de la Pola de Atlanda (sin duda, Allande). El estudio se hizo, pero los trabajos de gabinete, a fin de que se efectúe la subasta, por lo que se observa yacen en el olvido. Dicen estos caciques que no hay personal bastante; pero según mi pobre criterio hay en España con exceso; y esto me lo hace creer: el haber sido cerradas las escuelas del personal facultativo subalterno de obras públicas. Y no crea el lector que fueron suprimidas pan aliviar de esta carga al Tesoro público; muy al contrario, el Gobierno al tomar tal determinación lo hizo por el excesivo número que había; por lo expuesto, se acredita que la excusa que se alega pertenece al género bufo. ¿Por qué no activan los trabajos? ¿Hay interés en que esta villa se encuentre aislada por los cuatro costados? Pues si lo hay que lo digan con franqueza los gobernantes y no engañen como a chiquillos a estos cándidos situacioneros, que son los que quieren infructuosamente embaucarnos con la guasa ladina de sus prohombres. ¿Qué no hay personal? Lo que no hay es voluntad ni buen deseo por parte de nuestros egregios y nunca bien ponderados paisanos, los señores excelentísimos conde de Toreno y barón de Covadonga.Dígnese Vd., Sr. Director, dar cabida en su ilustrado periódico a la presente carta, por cuyo favor anticipadamente le dan las gracias los cuatro mil y pico de vecinos con que cuenta este concejo y su afectísimo amigo y correligionario Q. B. S. M".
Así, las poblaciones de la carretera aparecen bien plasmadas en La Correspondencia de España del 13-10-1913,cuando se anuncia que "La conducción de Correos de Grado a Cangas de Tineo se convierte en dos. Una de Grado a Tineo por Cornellana, Villazón, Salas, La Espina y Pedregal. Y otra de Tineo a Cangas de Tineo por Javita y Tebongo".
Dedaleras o estallos en la vereda (Digitalis purpúrea), una de las plantas silvestres más abundantes por estos pagos, cuyo color resalta sobre el fondo verde de la hierba de estas veredas
La altiva esbeltez de los carbayos, dispuestos en hilera en varios tramos
Los viejos troncos, cuya corteza también se cubre de musgo...
Aquí y allá, surge algún claro en el Camino
Y luego otro trecho de sombra, tal y como se ve en estas fotos de primavera temprana, cuando aún no han crecido todas las hojas de los árboles
Salvo la entrada en alguna finca no habríamos de tener, hasta llegar a Bedures y El Pedregal, mayor problema para identificar al Camino, pues salvo las entradas a algunas fincas, carece prácticamente de bifurcaciones. Hay además alguna flecha pintada en algún tronco y piedra
E estos claros es desde donde el 'paisaje introspectivo', es decir, de ver únicamente lo que tenemos enfrente, se hace extrospectivo, permitiéndonos contemplar algunos lejanos horizontes
Ahí tenemos La Curiscada con su loma alargada llena de praderías delimitadas unas de otras formando cuadros, ya que se trataba de un monte comunal que antaño, antes de las desamortizaciones, habría pertenecido al hospital o refugio de peregrinos de El Pedregal, tal y como recoge esta noticia de La Voz de Asturias del 1-1-1932 recuperada también por Joseph Millariega:
"Ya por el año 1600 existía el antiguo Hospital o Alberguería de El Pedregal (La Voz de Asturias, 1 de enero de 1932) y entre los bienes de este establecimiento se hallaba el monte Curiscada, que llevaron en arriendo mancomunadamente los pueblos de las parroquias del Pedregal y Santa Eulalia, cuyos arrendamientos y deslindes de aquella fecha poseen los vecinos, que más tarde fue convertido en foro, el cual fue redimido posteriormente. Hacia el año 1870-71 los vecinos de Santa Eulalia promovieron expediente de excepción de venta, en el que demostraron la propiedad y disfrute en común desde tiempo inmemorial del expresado monte por las parroquias de Santa Eulalia y Pedregal y reconociéndolo así se dictó Real Orden de excepción de venta a favor de estos vecinos y como tal se catalogó entre los montes comunales el de Curiscada..."
"De la propiedad de Faustino Pérez Fernández, vecino de Tineo, desapareció de la sierra de La Curiscada, el día 9 del actual, una vaca cuyas señas son: edad 9 años, color negro, unas pintas blancas en el fondo del vientre, ubre negra con una mancha blanca entre las tetas, bien armada de astas y de un valor aproximado de 225 pesetas. Lo que se anuncia en el Boletín Oficial para que la persona que la haya encontrado pueda entregarla a su dueño, quien abonará los gastos que haya ocasionado". Es esta una de las muchas noticias similares aparecidas frecuentemente en la prensa o en el BOPO sobre la actividad ganadera de toda esta zona. Esta es de dicho boletín y la firma en entonces alcalde Ceferino Menéndez el 26 de septiembre de 1914
El prado forma una pared a la derecha y, arriba, postes y alambradas evitan que el ganado se asome demasiado y caiga al Camino
Vamos a comparar dos fotos: esta en el mes de mayo...
Pasamos a otra serie de fotos en primavera, cuando los rayos del sol iluminan más los rincones y vericuetos de la senda...
Y empieza a subir en este lugar. Fijémonos siempre en las cuestas de los prados que 'se precipitan', como dice Rafael Lorenzo, hacia la llanura
Luego llaneamos un poco más a la sombra del boscaje...
Y salimos del arbolado en este lugar, justo antes de empezar a bajar a L'Espín
El mismo lugar cuando se siega, notemos la gran diferencia. Al fondo, las omnipresentes sierras de Bixega y Penamanteiga
El mojón jacobita, casi tapado por la vegetación. En Penamanteiga, además del Picu L'Horru, tenemos a su derecha Los Calastros del Pousadorio (1.419 m) y, a continuación, El Picu la Bobia (1.277 m), con su collado. Y, a la izquierda, El Picu la Vallinona (1.474 m), Pena Furada (1.472 m), L'Altu'l Pozu (1.479 m) y El Picu la Riegla (1.401 m)
El mojón aquí entre las ortigas; tenemos una foto para cada momento, realmente...
Nos indica el monolito que salimos definitivamente del bosque para empezar a bajar a L'Espín y Bedures; ahora sí que tenemos un gran paisaje abierto ante nosotros, mirando al sur
En la lejanía Casa Burrón, Casa'l Moreno, campos de Las Vacauras, vegas del río Vauregueixu, a la izquierda de La Curiscada. Más allá el profundo tajo pedregoso del río Villanueva, donde están las viejas canalizaciones del Rañadoiro llamadas precisamente Las Antiguas, que era como se denominaba secularmente a los canales que llevaban el agua a las galerías perforadas en la montaña, dentro de las cuales se prendían grandes hogueras que, al entrar el agua con fuerza, producían una gran reacción explosiva a causa del contraste frío-calor que ocasionaba el derrumbe de la montaña, haciendo más fácil acceder a las vetas auríferas de sus entrañas. Este era el proceso de arrugia o ruina montium, pero Joseph Millariega afirma que también se emplearía otro procedimiento:
"La minería del oro tuvo que experimentar un elevado nivel de explotación, sobre todo, a largo de los siglos I y II, enlazando con los aprovechamientos indígenas anteriores. Y no solo de oro, sino que de plata, hierro, cobre, plomo y estaño. En muchas ocasiones se aprecia que algunos autores (incluso en páginas de ayuntamientos) hacen referencia a que el sistema de explotación fue el de ruina montium (desmoronamiento de galerías con presión de agua) en Carlés-Ablaneda-Artosa y Navelgas, lo cual no es cierto, aunque no se descarta que, en algunas ocasiones pudiera haber sido utilizado muy residualmente. Los trabajos de la minería del oro en las citadas explotaciones fueron en corta o trinchera, con decapados y lavado (erosión) de grandes masas de tierra y rocas para ir depurando, por sedimentación, el oro y los metales pesados. En La Artosa llegaron a usarse una especie de cribas: la tierra y la arena se desplazaban con el agua (que era fundamental), en tanto que el oro caía a unos depósitos que todavía eran visibles hacia 1980".
También vemos el profundo tajo que cae hacia el río Narcea así como las lejanas cumbres de La Sierra Bixega. Además de Las Cobertorias están, a su derecha, Picos Prietos (1.056 m), El Picu Caunéu (1.087 m) y El Colláu Cimeiru (917 m). A la izquierda está El Picu la Bobia (1.059 m). "En sus laderas se asientan las brañas vaqueiras de Villaverde, Lu Puntigu, Santa Marina y Mudreiros, en donde pasan el invierno algunas de las últimas familias que todavía durante los meses de verano suben al concejo de Somiedo (Somiedu)", leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias, "Las Cobertorias, con 1.112 m de altitud, es el pico más alto de la sierra, con una necrópolis megalítica. Los restos de minería romana son visibles a lo largo de su vertiente oeste".
Y ahí tenemos El Picu Gameo (966 m), sobre las aldeas belmontinas de Miera y Antuñana, tierra vaqueira por excelencia
"Se localiza entre los concejos de Belmonte de Miranda y Salas. El ríu Narcea corre paralelo a ella por el norte y su principal afluente el Pigüeña por el este. El terreno es cuarcítico y toda su parte alta muy arrellanada (Campumariellu) contrastando con los fuertes desniveles que presenta hacia el Narcea; al oeste y ya dentro del concejo de Salas destaca Peñameisnada con 868 m. Su cima más altas, denominada en la cartografía pico Courío, tiene 1.017 m; a ella se accede desde la carretera que va desde Beyu en dirección a Antuñana, pasa por la collada Couribo y, desde aquí, por una pista, se llega hasta la cima en donde hay una antena. Otra de las rutas (menos cómoda) es desde el pueblo de Lleiguarda en donde se localiza un castro. En los Altos de la Trapa está inventariada una necrópolis tumular; la sierra es mayoritariamente en su zona alta, terreno de pastos, abundando el ganado vacuno y caballar. La presencia del lobo es constante, así como en determinadas épocas del año la del oso y los buitres".
Al este, ya va quedando atrás La Sierra Bodenaya, que ha sido nuestra referencia visual y geográfica en nuestro periplo por el concejo de Salas. A sus pies subimos por El Llanón hasta ganar estas alturas por la aldea de Porciles, llegando a Bodenaya y La Espina. De Bodenaya nos dice la enciclopedia paisajística asturiana lo siguiente:
"Cordal interior situado en el centro del concejo de Salas, que forma parte de la sierra de Tineo, y que engloba las parroquias de La Espina, Bodenaya, San Vicente y Salas. Tiene una longitud aproximada de unos cuatro kilómetros, y mantiene una dirección NE-So. Sus límites son al norte y este la N-634 a su paso por Salas y La Espina (paralelo a la misma corre el camino de Santiago), mientras que por el sur es la cuenca del río Benuco o de San Vicente, un afluente del Nonaya. Sus altitudes máximas no superan los 850 m, con el Rebollín como cumbre de mayor altura (816 m). Su perfil es aplanado, y apenas destaca desde la meseta que se forma en La Espina, siendo mayores las pendientes desde el lado meridional. Zona de monte bajo y matorral, con presencia de restos constructivos asociados a las explotaciones auríferas romanas de Ablaneda Godán, así como la necrópolis tumular de Bodenaya".
Como hemos dicho, aquí empieza la bajada a L'Espín, suave y que se prolonga unas decenas de metros ladera abajo, ya entre prados, dejando atrás castañares y carbayeras
Un buen lugar para hacerse una foto con las praderías de Ondinas de fondo, un topónimo que acaso sea in hidrónimo en diminutivo y femenino plural, lugar abundante en agua, como solía ocurrir en terrenos más o menos llanos, sometidos a inundaciones periódicas tanto por las lluvias, como permanentes como regueros y manantiales, como es el caso de los cercanos lugares de Llamas y La Charca la Molina. La palabra onda, por ejemplo, se recoge en asturiano occidental, en gallego y otros idiomas como sinónimo de 'ola'. Leemos en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos:
"Casería de la parroquia de El Pedregal (Tineo). (...) Está emplazada en medio de la sierra o planicie mesetaria de La Curiscada, al sur de la parroquia, con accesos a través de sencillas pistas forestales, desde la carretera AS-216, a distancia de 9 km de la villa de Tineo y a una altitud de 670 m. Los terrenos circundantes de Ondinas, amansados y puestos en cultivo en los últimos años, son fuente de gran riqueza ganadera local".
La Curiscada, pues, es como suele llamarse a toda esta gran llanura y meseta aplanada que es una prolongación de la de Porciles, Bodenaya y La Espina hacia el oeste. Se trata de un topónimo bastante frecuente que García Arias explica de esta manera:
"Toda un serie larga de topónimos del tipo Curiscáu, La Coriscada, lógicamente con variantes del tipo Curiscada, aparecen desde el oriente al occidente asturiano. En mi opinión han de tratarse de deverbales debidos al participio del verbo CORUSCARE ‘blanquear’, ‘brillar’ por lo que, sospecho, han de referirse en muchos casos a peñas blancas o brillantes o a una superficie donde refulja el sol. Como en otra parte se hace ver, entiendo que la misma raíz lingüística, y por tanto la misma referencia al brillo (ahora de los ojos), encontramos en los términos relacionados con curuxa, uno de los nombres asturianos de la lechuza".
"Poco claro el topónimo", dice al respecto Xulio Concepción en su Diccionario..., "La palabra corisco aparece en leonés antiguo con el sentido de 'relámpago'; en gallego arcaico, como 'rayo'; y en gallego actual, como 'aguacero, brisa fría, tiempo de nieve'. Sería adecuada la voz al monte". La etimología vendría dada "a partir de la raíz prerromana kor- ('roca, montaña')..."
En cuanto a la Enciclopedia del paisaje de Asturias, esta le dedica esta descripción en su correspondiente entrada:
"Importante monte de utilidad pública llamado sierra de La Curiscada. Se extiende por más de mil hectáreas uniéndose por la parte occidental con el catalogado monte de Curiscada y Cetrales, abarcando una amplia superficie de suave topografía, aunque no exenta de barrancadas, crestones rocosos y pequeñas elevaciones. Está atravesado por la carretera AS-216, y en su interior se ubican un polígono industrial, un aeródromo para uso contra incendios, varios restos de túmulos funerarios, reliquias de antiguas canalizaciones de aguas para explotaciones mineras de los romanos, y un excelente actual aprovechamiento de sus pastos para fomento de la cabaña local. Su altura oscila entre los 500 y poco más de los 700 m. A fines de la década de los 80 del siglo XX se instaló un pequeño aeródromo con pista de despegue de 1.000 m con orientación SO al NE y apto para aviones y helicópteros utilizados en la lucha contra incendios forestales de la zona occidental. Se ha ubicado en la parte occidental de este monte, inmediato a la AS-216 desde la que se accede a través del camino municipal que conduce a Truébano y a La Uz. En 1936 ya se había utilizado una simple pista de tierra y césped, al lado de la misma carretera, en terrenos hoy día ocupados por el polígono industrial (antes llamados "los llanos de la Curiscada"), donde aterrizaron algunos de los aparatos utilizados por los nacionales durante los meses que duró la Guerra Civil en Asturias. Y en el mismo lugar aterrizó y sirvió de base operativa durante varios días de las fiestas veraniegas del año 1929, la avioneta que pilotaban el comandante José Rodríguez y Díaz de Lecea (que llegaría a ser ministro del Aire en 1957-62) y la señorita María Luisa Bernaldo de Quirós".
Por otro lado, La Gran Enciclopedia Asturiana dice así de La Curiscada:
"Monte propiedad del Ayuntamiento de Tineo: está situado en las parroquias de Santa Eulalia, El Pedregal, La Pereda y Baradal, al lado de la carretera de La Espina a Ponferrada. Su deslinde fue terminado el año 1971, dando una extensión de 1.001.05 Ha. Su vegetación dominante es el matorral de leguminosas y las ericáceas. Durante la Guerra Civil funcionó en La Curiscada un aeropuerto militar, improvisado en las cercanías de la carretera. Este monte figura registrado en el catálogo de los de Utilidad Pública con el número 331, bajo el nombre de "Sierra de Curiscada y Busmayor"
El monte era secularmente aprovechado por los vecinos de las parroquias que en él confluyen, La Preda, El Pedregal y Santolaya, siendo uno de los elementos más recurrentes el rozu o monte bajo que se roza, 'corta', 'siega' para hacer la cama o mullida para el ganado, formando parte posteriormente del estiércol, fundamental para dar producción a los campos. Cuando entre las décadas de 1920 a 1930 se quiso autorizar a los vecinos de la cercana parroquia de Tineo/Tinéu (la de la capital del concejo) a hacer lo mismo, se produjo un grave conflicto que fue a los tribunales y acabó en Los sangrientos sucesos de La Curiscada en 1931, cuyas noticias recopila en la prensa de la época Joseph Millariega para su libro. Esta es, por ejemplo, la noticia en El Día de Palencia el 30-12-1931:
"Por cuestiones del aprovechamiento del monte llamado Curiscada se han desarrollado incidentes que han tenido funestas consecuencias.Los pastos eran escasos para los pueblos que los venían usufructuando y el señor Albornoz, a su paso por el Ministerio de Fomento, extendió esos derechos a Tineo. Pero los de Santa Eulalia y Pedregal se opusieron a ello. Ayer salieron 56 carros de Tineo con objeto de dirigirse a dicho sitio y el alcalde José Francisco Maldonado González, dispuso que acompañasen a los vecinos siete parejas de la Guardia Civil, ante el temor de que los montañeses se opusiesen a la fuerza. Al saber éstos el propósito de los de Tineo se armaron de guadañas y otros aperos de labranza y se apostaron en un lugar estratégico. Al llegar los carros, los de Santa Eulalia y Pedregal parlamentaron y quisieron obligar a las demás parroquias a que se volvieran sin rozo. Intervino la Guardia Civil para proteger el derecho concedidopor el Ministerio de Fomento, sin que se sepa de dónde partió la agresión. Ésta sobrevino y, al generalizarse, tuvo que intervenir la Benemérita, haciendo varios disparos. Resultó muerto Aurelio Fernández [Santa Eulalia], de 25 años, soltero y heridos muy graves José Díaz y José Pérez Menéndez [El Pedregal]. El Juzgado practicó las diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos".
En su libro Toponimia de la parroquia de El Pedregal, la historiadora María José Buría Fernández-Campo, nacida en esa parroquia vecina, señala que La Sierra la Curiscada se extiende entre La Ponte Requeixu, aquí al este, cerca de Ondinas, y El Cruceru, cerca ya de la capital del concejo. Esta proximidad a la villa hizo que los campesinos de su parroquia pidiesen hacer uso de sus recursos
La Ponte Requeixu está más allá de Ondinas, y pasa El Regueiru Vaurrequeixu y riega esos campos llamados Requeixu (Vaurrequeixu sería el vado o 'paso' de dicho arroyo). Más al sur aún están las caserías de Mudreiros, L'Esperón, Villanueva y El Rañadoiru, al lado de La Penallana. Más a la izquierda está Idarga. Algunas pertenecen a El Pedregal y otras a La Pereda/La Preda
Por toda esta gran meseta de La Curiscada y serranías y camperas aledañas se extienden los restos de las grandes explotaciones auríferas romanas que en su momento de esplendor debieron de ser impresionantes de ver, pues algunas de sus marcas aún perviven en el paisaje. Las ha estudiado bien Joseph Millariega:
"En dirección al pueblo de El Rañadoiro tres canales en altura evitan el río colindante conocido como Lleiroso, de camino al pueblo de Rañadoiro, para dar la vuelta y conducir el agua a las explotaciones mineras romanas de los siglos I y II (ubicadas en la zona de La Artosa, Ablaneda), ya en el concejo de Salas. Las tres conducciones surcan la ladera del conjunto rocoso de La Llerona, frente a Modreiros en tres niveles. El canal central es el más visible, existiendo otro que ya casi ha desaparecido por encima de éste y un tercero por abajo, más cercano al río. Hay una escasa diferencia de cota entre el origen (Las Muelles de La Molina) de los tres canales (650 metros al inicio y 600 en las laderas de La Llerona), de lo que bien se podría concluir que la finalidad de las canalizaciones no era proporcionar una potencia de agua en el recorrido, sino que más bien su ordenado desplazamiento. La longitud de los tramos observables es de unos dos kilómetros, con un ancho aproximado de 2 metros, con la particularidad de que se aprecian por primera vez unos muros de contención (de entre 50 centímetros y un metro), que habrían servido para intentar reducir las excavaciones en la roca.Durante la prospección que llevó a cabo la empresa que explotó los yacimientos de Carlés, se encontró en un tramo de uno de estos conductos romanos una secuencia de cinco niveles: desde una leve capa de humus hasta un lecho de piedras de pequeño tamaño sobre la roca base, cubierto hasta por dos capas de arcilla. Un cauce por supuesto artificial, al objeto de hacer circular por el mismo el agua traída desde Las Muelles.La laguna de La Molina está en una zona pantanosa, con base de arcillas de gran calidad. Fue el punto de origen de la energía hidráulica utilizada en el sistema de explotación minera. Actualmente es una zona pantanosa, con una escasa potencia acuífera, de unos 400 metros de largo por otros tantos de ancho, que es el punto de arranque de arroyos, siguiendo en parte los antiguos canales mineros. El pantano viene a formar una gran cubeta natural y converge a modo de embudo en un punto conocido como el morón o dique definitivo. De los primigenios intereses mineros pasó a tener otros relacionados con actividades de molienda, de ahí el toponímico local La Molina.Los autores de la carta arqueológica local, al llevar a cabo la delimitación del embalse, tomaron las cotas de la parte superior del antiguo muro (Peraza y Bueyes: 2007) de lo que resultó un eje mayor del pantano de unos mil metros y otros setecientos tanto al este como al oeste de esa línea central, con una extensión de 42,8 hectáreas y una profundidad máxima en el sector central de unos 4,5 y 5 metros. El dique tendría una longitud de unos 66 metros y unos 10 de anchura media.Cuando Peraza y Bueyes examinaron la zona, ya solo encontraron algún resto de dicha presa de contención, así como bloques de cuarcita descolocados que parecían haber formado parte del morón y que, según ellos, han sido reutilizados de forma casi masiva para la construcción de cierres en los aledaños del pantano y para otros cometidos, como servir de relleno a la caja de lo que hoy son las actuales carreteras que surcan la zona. Dicho muro tenía una abertura de considerables dimensiones para regular el flujo de salida de agua, con sólidas jambas de piedra y dintel a modo de frontispicio con inscripción en latín, posiblemente clásico. Y en su interior una laja también de piedra, movida con palanca, regulaba los flujos de agua, según testimonios de personas del pueblo de La Bouga, cuyos antepasados llegaron a conocer el muro y dicho aliviadero.Por desgracia, nada queda de estas reliquias históricas que hoy sería un patrimonio cultural que se podría contemplar por visitantes de todo el mundo, dado su fácil acceso. También hay que hacer notar que a lo largo del tiempo muchos vecinos de los pueblos colindantes han observado el afloramiento de maderas en el antiguo embalse de La Molina (especialmente en la zona del desaparecido dique), lo que se podría atribuir a una posible existencia de palafitos (incluso del Neolítico final) o a paramentos utilizados para el control del agua".
Abajo a nuestra izquierda es "El Couto/El Coutu. Casería de la parroquia de La Pereda (Tineo). (...) situada a 700 m de altitud, en plena carretera AS-216, inmediata a la aldea de La Millariega, a una distancia de 7,8 km de la villa de Tineo", como dice el Diccionario geográfico de Asturias, a lo que añade: "Está rodeada de un lote de excelentes praderíos aptos para el ganado vacuno".
Sobre el Neolítico, periodo en el que no se descarta que en esta llanura inundable hubiera llegado a haber palafitos, a tenor de los hallazgos antes explicados, Joseph Millariega nos cuenta de diversos enclaves localizados en la zona:
"...la meseta que corona La Llerona que discurre frente a Modreiros (dando vista a Idarga) que se extiende hasta La Molina, conocida como el Alto del Pan de la Vara es un importante enclave del Neolítico (una necrópolis), donde dejaron huella los hombres y mujeres que vivieron en la zona hace unos 5.000 años y que encuentran sus ancestros en los Homo sapiens y neandertales que habitaron la zona del Cabo de Busto (Valdés) hace 100.000 años, enclave que también había sido usado por sus antepasados los Homo heidelbergensis hace 400.000 ± 300.000 años, así como en el yacimiento neandertal de El Sidrón (Piloña), donde destacan los fósiles de tres hombres, tres adolescentes, cuatro mujeres y tres infantes de hace ± 49.000 años.Hace unos 10.000 ± 9.000 años a.C. se inició el retroceso del frente polar, lo que dio lugar a que los hielos se fueran retirando de forma paulatina (estertores de la glaciación Würm, que dio paso al Holoceno: aunque todo parece indicar que ahora estamos al inicio de la siguiente). Pero el Neolítico en Asturias fue bastante tardío, pudiendo haber comenzado a sedentarizarse las bandas de cazadores recolectores del Paleolítico final entre el 6.000 ± 3.000 a.C., si bien las necrópolis funerarias están datadas, en general, en la franja 4.300 ± 2.500 a.C. Esta mezcla de neandertales, sapiens y cromañones apostaron fundamentalmente por una economía de base ganadera que requirió la disposición de amplias superficies de pasto y, en consecuencia, la progresiva deforestación de su entorno. Semejante empresa fue posible gracias al desarrollo de nuevas herramientas como el hacha pulimentada, que habría de convertirse en el útil más representativo de este periodo de nuestra Prehistoria. La primera cabaña neolítica documentada hasta el momento en Asturias (restos de tres hogares), se ha localizado en Las Corvas (Vigaña, Belmonte de Miranda) [± 6.000 años]".
Y también, por supuesto, aparecen señales de un periodo posterior, el de la cultura castreña...
"Desde los confines de la parroquia de El Pedregal también se puede ver, lamiendo la falda del pueblo de El Rañadoiro, el castro de Peña Chana, un enclave del que no se tuvo conocimiento hasta el año 1989, cuando se elaboró el inventario arqueológico de Tineo, que pudiera tener hasta retoques medievales. Pero la falta de presupuesto para excavaciones y el escaso interés de la Administración en recuperar este patrimonio tan cercano a nosotros nos hace pensar que los secretos de Peña Chana seguirán enterrados durante muchos años. O quizás para siempre, porque con el paso del tiempo los cambios del terreno son muy evidentes: erosión y sedimentación, entre otros..."
La piedra pizarrosa y sus aprovechamientos, restos de un antiguo cierre de chantas, losas más o menos grandes de piedra hincadas en el suelo; un sistema que iremos viendo más según nos adentremos en el occidente astur y que continuará por zona lucense en Galicia
El Camino llanea ahora un poco en este tramo al pie de este esplendoroso árbol
Asoman, enfrente y prado abajo, algunos tejados de L'Espín, así como los de El Pedregal, la cabeza de la parroquia vecina, más a lo lejos. Algo más allá estuvo el aeródromo de La Curiscada, donde en nuestros días hay un polígono industrial, que veremos en su momento...
Abajo a la izquierda, esa nave ganadera es ya L'Espín, "Casería de la parroquia de La Pereda (Tineo) (...). Se halla inmediata a Bedures y muy cercana a la carretera AS-216 (solo 80 m), a una altitud de 700 m, distando de la villa de Tineo, capital de concejo, 8 km", como dice el Diccionario geográfico de Asturias, es decir, unas dos horas si se hace la media usual de que 4 kilómetros son una hora andando, aunque nosotros, haciendo fotos, parándonos a contemplar el paisaje, visitando monumentos y lugares, así como entablando conversación, solemos tardar siempre más...
Ya vemos las casas de L'Espín, topónimo que, como La Espina, haría referencias a espinos o plantas tipo espineras, si bien, como dice García Arias, "El problema etimológico estribaría ahora en saber si todos estos nombres de lugar son derivados del lat. SP¯INAM ‘arbusto espinoso’, o de su variante masculina SP¯INUM ‘espino negro’, o si, por el contrario, en algún caso, nos encontramos ante auténticas metáforas que se aplican a ciertas elevaciones del terreno por su semejanza con el espinazo animal"...
El profesor Xulio Concepción viene a ser de la misma opinión, que "salvo excepciones concretas, el topónimo significa lo que parece", es decir, abundancia de espinos, sino ahora, sí en el pasado. La abundancia en toponimia de referencias a espinos, espinas, espineras y similares revela cómo debió ser la foresta en antiguos tiempos y es que, además, eran plantas de las que se les sacaba buen provecho...
"... voz común para designar varios tipos de 'espinas' y espineras (Crataegus monogina J, Sorbus torminalis L). Era arbusto muy estimado en brañas y mayadas, por sus flores medicinales; y con el uso alimentario de sus bayas (uso animal y humano) en ciertas épocas.Hoy apenas se usan las espineras; pero tiempo atrás eran imprescindibles en el entorno rural: sobre todo, ofrecían buena madera para algunos utensilios domésticos, y buena leña para el fuego. como recuerda el refrán: "Si quies facer foguera / echa cheña d'espinera".Y otros muchos usos proporcionaban las espineras. Por ejemplo, los lugareños recogían las flores en primavera por sus propiedades como tranquilizantes (los ansiolíticos, ahora), enfermedades del corazón, angina de pecho, regular la tensión...Sabido es también que las bayas del espino (las mayuncas), una vez bien maduras, vueltas en rojo intenso, se comían por los montes a falta de frutas más suculentas: tienen mucha piedra dentro, pero su abundancia en los racimos suplía entonces la falta de más carne en torno a la pepita.Finalmente, esas mismas bayas servían de alimento a los animales del monte y a los domésticos que pasan el invierno en los altos: la falta de acebos y acebales, hasta la corteza y las ramas punzantes de las espineras encontramos completamente roídas en las mayadas.Se aprecia el dato, sobre todo por enero arriba: las mismas ramas de las espineras aparecen comidas (royías) cuando la nieve ha sorprendido a cualquier animal con las praderas vestidas de blanco por unos cuantos días y ya se fueron agotando otras bayas más suculentas y menos espinosas".
Naves y casas de La Miariega y, a continuación, El Pedregal con algunos de sus barrios y lugares, como La Güergola, en la carretera, y El Riñón, donde se encuentra la iglesia parroquial de los Santos Justo y Pastor, no demasiado lejos del lugar en el que estuvo el hospital de peregrinos. En la distancia nos parece reconocer El Picu las Eras (737 m), donde se encuentra El Campo San Roque, antesala de la villa de Tineo/Tinéu
La Miariega o Millariega delataría los antiguos cultivos de miyu, 'mijo', cereal panificable que, como el centeno, el trigo, la escanda, etc., fue desplazado por el maíz llegado de América, aunque todos siguieron plantándose posteriormente
Sin embargo, tampoco es descartable, dada la condición caminera de estas aldeas, que el topónimo proceda de un milia latino, es decir, un miliario, columna cilíndrica que se colocaba en las calzadas romanas cada mil pasos, de ahí su nombre
Las casas de L'Espín se extienden a lo largo del Camín Real y del camino que las comunica con la carretera, que es donde está la nave. Más allá son los prados de Las Xuirías, El Cortinal del Rellayu, El Vaumolín, Las Canares y Ca Burrón, al sur de El Pedregal
Aquí se nota que el camino, de hormigón, fue ensanchado en su momento para permitir el paso de vehículos de servicio a las fincas. Fijémonos a la izquierda en el pastor eléctrico y a la derecha en las dedaleras
La panera, con sus 'mandiles' y su característico tejado rectangular a cuatro aguas rematado en dos 'picos' llamados moños, cantapaxarinos, y obispos...

Aquí existe, o al menos existió en su momento, pues la última vez que pasamos lo encontramos todo cerrado, un 'punto de descanso de peregrinos' que, sin ser un albergue, ofrecía buen acomodo
Aquí existe, o al menos existió en su momento, pues la última vez que pasamos lo encontramos todo cerrado, un 'punto de descanso de peregrinos' que, sin ser un albergue, ofrecía buen acomodo
La primera dependencia del mismo era este WC 'portátil' que tenemos a la izquierda. Un elemento que, bien cuidado, es sin duda en principio mucho más higiénico esto que meterse por los prados a hacer las necesidades, pero su estructura choca enormemente con este bucólico entorno rural...
De todas maneras, por cuestiones de higiene estos dispositivos requieren una permanente actividad de mantenimiento y limpieza. La última vez que pasamos por aquí el WC permanecía pero cerrado. No sabemos cómo lo vais a encontrar cuando paséis vosotros
De la misma manera, encontramos cerrado el refugio que había debajo de la panera, en su antigua bodega (en el sentido de almacén), donde había mesas, sillas, sello de credenciales, libro de visitas y máquinas de autoservicio ahora comúnmente llamadas de vending
La bodega de hórreos y paneras, que existen en toda Asturias pero son casi omnipresentes en el occidente, consistían en un espacio cerrado tal que aquí, de buena piedra, como la escalera o subidoria, el cual se empleaba según las necesidades de cada casería
Por lo común era un almacén de aperos, pero podía ser cuadra, llagar, pocilga, gallinero, conejera, taller, etc.etc.etc., incluso habilitarse como vivienda
Como hemos dicho, lo encontramos cerrado, y es una lástima pues durante años hizo un buen servicio en este tramo sin alberguerías ya hasta la capital del Concechón...
Pasando la panera continuamos de frente, donde el Camino pavimentado hace calle frente a esta fila de casas: Cá Patacón y Ca'l Cagarato
Avanzamos en llano hacia Ca'l Cagarato mientras vemos los eólicos de la "Sierra de Tineo, también conocida por sierra de Grullomayor", dice la Gran Enciclopedia Asturiana; por ahí arriba están el Alto la Degol.lá (897 m) y La Sierra Busmayor, partes de la serranía sobre el pueblo de El Pedregal
Dentro de La Sierra, efectivamente, hay diferentes nombres según el lugar o la zona o sobre el barrio donde estén, como La Sierra la Güérgola. Ahí está también El Campu Gullada, por donde sale de El Pedregal El Camín de los caminantes, llamativo nombre que, para María José Buría Fernández-Campo, era un camino de pudieron emplear los peregrinos de antaño que decidían abandonar la ruta interior para dirigirse hacia la de la costa, dado que ya desde La Espina podía vislumbrarse cómo estaban de cerrados los puertos de montaña más al occidente o comprobar cómo estaban las condiciones meteorológicas para continuar por las montañas
Al otro lado del cordal y haciendo frontera entre El Pedregal y Cezures está la braña de La Brañina, por donde va a La Casa'l Puerto El Camín de los Caminantes. La Brañina es un asentamiento vaqueiro de familias de ganaderos trashumantes del que se ocupa ampliamente Joseph Millariega en su segundo libro dedicado a la parroquia, dedicándole todo un capítulo del que compartimos lo siguiente:
"El 7 de junio de 1764 firma como testigo en la reclamación de hidalguía de Blas Fernández, de El Pedregal, un vaqueiro de La Brañuca (La Brañina), Domingo del Río, apellido valdesano, quizás marinueto de la montaña, pero vecino de la parroquia de El Pedregal. En el documento del impuesto del año 1883-84 (equivalente al de la sal, como reza su encabezamiento) del Ayuntamiento de Tineo, perteneciente al acervo documental de Antonio Bermejo (ver más adelante), cedido por su esposa Virginia Cano y transcrito por Mari Paz García González, figura un contribuyente de la parroquia que reside en La Brañuca con un apellido netamente vaqueiro: Francisco García Feito. Y cabe señalar al respecto que, aunque en el Instrumento que sigue se recoja que La Brañina no fue una braña en el sentido estricto de la palabra, hay que tomarla como tal (aunque sea de menor entidad que otras) pues tuvo ocupación por vecinos de El Pedregal y de las brañas de Valdés y posee todos los componentes de un hábitat vaqueiro.En los padrones de moneda forera (desde el primero disponible de 1632) no aparece ninguna referencia expresa a vaqueiros de La Brañina o Brañuca de la parroquia de El Pedregal..."
De vaqueiros y vaqueros, así llamados en el occidente y en el centro de Asturias respectivamente, ya hemos hablado mucho y seguiremos hablando a lo largo de estas entradas de blog, pero los primeros, los ganaderos de la trashumancia en occidente, tienen una marcada personalidad como grupo, la cual pervive en nuestros días, dado su secular enfrentamiento por cuestiones de paso, pasto, presencia estacional en los pueblos bajos o brañas de invierno y demás diferencias y disputas con sus vecinos xaldos o aldeanos no vaqueiros, y los marnuetos, los habitantes de las marinas, basadas en los diferentes modos de vida de cada grupo, nómadas y sedentarios, pero que dieron lugar a toda una serie de leyendas sobre su origen, incluso entre algunos eruditos hasta bien entrado el siglo XX, carentes de fundamento
Los antropólogos y etnógrafos han demostrado que las diferencias étnicas se basan pura y simplemente en las diferentes formas de vivir, las cuales dieron también en diferentes actitudes ante la vida entre unos y otros, como corresponde a gentes que permanecen siempre en un sitio unos, y otros que vienen y van una parte del año en un lugar y otra parte en otro, lo que sí dio lugar a una cierta endogamia entre los vaqueiros dada la, a veces enemistad manifiesta, entre ellos y los xaldos y marnuetos
Vemos tiene un caño, o tuvo, ahora sustituido por un largo tubo de goma a manera de manguera y, a continuación, un pequeño lavadero con una pila de piedra
La Fuente en otra foto, con el agua más limpia. Estos elementos han caído drásticamente en desuso desde que se dispone de agua corriente en cada casa, felizmente, lo que ha dado lugar a la desaparición o deterioro drástico de muchos de ellos. Sin embargo otros se restauran como elementos patrimoniales que son
La pila, llena de agua con las lluvias, llenándose de hojas caídas cuya putrefacción tiñe el agua de oscuro
Aquí vemos también un tremendo desmonte en la ladera para ensanchar el tránsito, que sigue en llano y en recto
Bedures, lugar de bedurios o abedules, 'abedorios', también dispone sus casas a lo largo del Camín Real, justo antes de entrar en la parroquia de El Pedregal, al otro lado del bosque al fondo
Saliendo de L'Espín volvemos un momento la vista atrás para ver, prados abajo, hacia El Coutu que, a efectos, viene a entenderse como parte de La Miariega, o al menos así se desprende de la señalética de la AS-216
De aquí se dice que que los antiguos señores rurales o fidalgos de la zona se repartían entre ellos las tierras que llevaban o negociaban con los monjes, pues fue esta propiedad eclesiástica, así de repartida según nos describe Rafael Lorenzo en Tineo en la senda compostelana:
"La Millariega, como los pueblos que han quedado atrás sobre esta RUTA, población ganadera, que en su pretérito estuvo en manos de los monjes corienses y de la parroquia. También fue solar de hidalgos que se repartían las tierras que "negociaban" con los religiosos".
Aquí están Ca'l Ferreiro y Ca Nico; al fondo La Molina con El Monte'l Molinón y, a su izquierda, el Alto Calabazos (734 m) en La Sierra Carrales, tan reconocible por la cantera El Acebo. A lo lejos El Courío...
Prados abajo, la carretera, con algunas casas de La Miariega, paso a la parroquia de El Pedregal. Continuación, prados de La Xuiría y campos de Ondinas, hacia Las Canares, Casa Burrón, Las Vacauras y Las Aurales con la loma de La Curiscada en lontananza:
"Su condición de localidad intermedia entre La Pereda y El Pedregal, hacia donde va ahora el camino, no es solamente geográfica, sino, hablando de propiedades y haciendas, éstas pertenecían en su mayoría a la parroquia, al Hospital de La Pereda y a la hidalguía de El Pedregal"
Los peregrinos de siglos pasados tenían pues, en este no muy largo trayecto entre La Espina a Tineo/Tineo, una cantidad considerable de centro de acogida. En la un tanto confusa documentación sobre este servicio de acogida existente antaño en La Espina hay autores que llegan a contabilizar cinco solamente allí y, si bien uno era una alberguería para malatos o leprosos y otro acaso se refiriese a otra 'Espina' existente en el tinetense pueblo de Borres o Bourres, del que hablaremos en su momento
Después estaban el Hospital de Campo, cerca de la iglesia de Santo Tomás de La Pereda o La Preda y, ya muy cerca de aquí, el Hospital de El Pedregal, que llevaban mancomunadamente los vecinos de la parroquia junto con los de la de Santolaya o Santa Eulalia. Luego ya en la capital del concejo estaba el de Mater Cristi, La siguiente fundación hospitalaria sería la de los frailes del monasterio de Santa María la Real de Oubona
A todo ello habríamos que unir la existencia de unas cuantas ventas camineras, que también emplearían los peregrinos que acompañaban a los arrieros, buenos conocedores de las rutas
Entramos así en Bedures, donde Rafael Lorenzo nos cuenta en su libro Tineo en la senda compostelana que tuvo su solar la casa de los Colado, familia hidalga "que hasta tiempos recientes tenían casona de armas poner y pintar en el propio pueblo", es decir, casona blasonada con el escudo de armas de la estirpe
Pero dicho escudo de armas ya no se encuentra en la casona de Bedures, sino que fue trasladada a El Pedregal, donde lo veremos en la fachada de una de las casas de la carretera, por donde iremos saliendo del pueblo tras visitar la iglesia
Empezando el siglo XVIII era señor de esta casa de Bedures D. Pedro Colado, según documento fechado el 18 de junio de 1703 en la que se menciona a una de sus posesiones en un escrito sobre lindes vecinales en el que se expone que su tierra "deslinda toda ella por la de Banaxo y de harriba y de la frontada de hazia La Pereda con hazienda de Pedro Colado vezino de Bedures", es decir, estos mismos términos por los que ahora estamos pasando
Casas y casonas muy antiguas, con viejas y grandes cuadras, guardan el testimonio de aquella antigua nobleza rural, como fueron también, en El Pedregal, los Begega, con solar precisamente en la Casa del Hospital, donde estuvo el hospital de peregrinos
A nuestra derecha, un lavadero languidece comido por la vegetación. La construcción de estos elementos fue en su momento, sobre todo entre finales del siglo XIX y hasta bien avanzado el XX, cuando muchos anteriores, además, se cubrieron, todo un avance, pues antes había que ir a lavar de rodillas en las orillas de ríos y regueiros
El cañu del agua, cuando brotaba sin cesar; aunque en teoría todos han de estar conectados a la cañería del agua potable y, sino, tener colocados letreros de advertencia de no potabilidad, nos atrevemos a recomendar no se haga demasiado uso de las fuentes públicas. Lo que entendemos es una pena para todos los que nos agradaba beber de ellas, tanto por sed como por una especie de 'ritual' de probar las aguas del lugar por el que se pasa
Salimos así ya por las últimas casas de Bedures
Aquí hay una de esas máquinas de vending que tanto proliferan últimamente en las rutas xacobeas más transitadas. Al lado se han instalado una mesa, estrecha y alargada, y un banco, contra la pared de la casa. Al fondo, bajo la densa arboleda de L'Argumón, sigue el Camino...
Por ahí vemos a los peregrinos, subir la liviana cuesta antes de entrar en El Pedregal...
Tras ellos vamos nosotros; por aquí baja pasando subterráneo bajo el Camino, El Regueiru la Güérgola, que nace en estas boscosas laderas de La Sierra
Tras bajar levemente, el Camino hace una curva cerrada en ángulo recto y empieza a ganar algo de altura...
El regueiru tampoco se ve muy bien, entre la umbría de la foresta...
En esta foto de aprecia un poco mejor el sendero que llega a su puerta. Arriba estaba la 'piscina', nora o presa en la que se embalsaba el agua que, con su fuerza y cayendo al molino, hacía girar toda su maquinaria
El molino no obstante se ve bien desde el Camino y no hace falta subir a él, por lo que apenas sin detenernos si no deseamos, continuamos ruta subiendo moderadamente un tramo
L'Argumón son unas casas que hay al otro lado de estos árboles, las cuales serían, como las de La Mieriega, de las últimas de las parroquias de La Pereda/La Preda antes de entrar en la parroquia de El Pedregal. No las vemos pero son una referencia de nuestro paso por estos parajes...
Y queda un pequeño repecho antes de salir al otro lado...
Un peregrino se encuentra aquí con un grupo de vecinos, con los que entabla conversación al final de la cuesta...
Al fondo y cuesta abajo vemos las casas de La Miariega, a la que no pocos peregrinos suelen ir, de frente
Aquí hace años, en el cruce de L' Argumón, nos pareció encontrar al 'diablo peregrino' en forma de castrón o cabrón, macho cabrío, junto al mojón




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