A Chanca, viaducto ferroviario |
Agro do Couso |
Llegamos a las primeras casas del barrio A Chanca, viviendas entre lo rural, lo popular y lo residencial en lo que fue una de las históricas entradas a la ciudad de Lugo, cuyas milenarias murallas aún no podemos ver, aunque sí los altos edificios de los barrios del este: Catasol, A Mina, San Xillao, o los edificios de la Ronda das Fontiñas y los cercanos a la estación del tren, por donde pronto subiremos al casco histórico, totalmente amurallado, entrando a él por la Porta de San Pedro
En la rúa da Chanca, una pronunciada curva a la izquierda prosigue la bajada
Desde la bajada hacia A Chanca divisamos los barrios de Portiño, Friás (al pie de la estación), Polígono Sagrado Corazón, Alto do Granxeiro...
Desde la curva continúa la bajada
Bordeamos esta línea de casas
Y ahora desde aquí divisamos el puente ferroviario, o más que puente viaducto.
Grandiosa obra de ingeniería que no dejamos de ver, cada vez más cerca, llamando poderosamente nuestra atención en todo este trayecto, dado que es grandioso y altísimo, de piedra, sillería de esquisto y granito, con numerosísimos arcos, nada menos que veinte.
A Chanca es un barrio popular ya prácticamente urbano, predominando en él las casas de planta baja o de un solo piso, a veces con terreno anexo y dispuestas en hilera al lado del Camino, camino que aquí realiza unas curvas para perder altura rápidamente en el descenso hacia el río
Al fondo, al acabar la bajada, vamos a la derecha
Tomamos así el camino al puente
Paso secular para entrar a Lugo por el oeste. Con la construcción de la moderna red de carreteras entre el siglo XIX y principios del XX el lugar dejó de ver el paso de viajeros y mercancías y muchos vecinos se fueron marchando. Ahora la llegada de peregrinos ha supuesto un nuevo empuje a su recuperación
El puente ha sido restaurado y el espacio rehabilitado. A la derecha hubo un antiguo molino, O Muíño da Chanca
Cruzamos el puente sobre el río da Chanca
Más allá vemos A Fábrica, donde hubo una curtidora muy famosa
A la mitad volvemos la vista atrás, por donde acabamos de bajar, donde estuvo el molino
Aquí empezaremos a subir por el carril de Caíños, pero antes nos detendremos a ver la estructura del viejo puente rehabilitado
El puente es de origen medieval, también de varios ojos, reconstruido en 1570 y reparado varias veces, viéndose claramente a simple vista sus reconstrucciones
Desde aquí admiramos también en todo su esplendor el viaducto del tren: los dos puentes de A Chanca
Vista al norte.
Vista del otro sector del puente
Vistos los famosos puentes de A Chanca empezamos a subir por el Carril de Caíños
Más filas de viviendas populares
Por aquí subían las mujeres del barrio a vender a la plaza y, desde tiempo inmemorial, peregrinos, arrieros y todo tipo de viajeros
Pasamos junto a un chalet
La de la derecha es actualmente el Albergue Casa da Chanca
Y este es el famoso "mojón de los 100 kilómetros"... o uno de ellos, con la distancia exacta que nos aguarda hasta Santiago, exactamente 100, 308 km
De todas maneras puede decirse que cada vez que se miden distancias siempre varían... y a veces bastante, el anterior estaba en el barrio de San Lázaro, justo al otro lado de la ciudad, cuando ya se ha pasado el Miño, a unos 3 kilómetros más lejos
La flecha amarilla es lo que importa. El buen camino...
La calle se encajona entre dos grandes muros de piedra
Y sigue recta cuesta arriba |
Hay un poco de acera a la izquierda
Casa de puertas y ventanas adinteladas, señal de su antigüedad
Seguimos subiendo pero ahora más suavemente
Una pequeña plazoleta. Seguimos subiendo, de frente
La subida sigue...
Atentos al mojón
Otra cifra mítica
Cien kilómetros y... pico
Bifurcación y a la izquierda, por la calle principal
Volvemos a caminar entre muros
Pasamos bajo el ferrocarril
Un par de zancadas más cuesta arriba y llegamos a la rúa San Eufrasio, saliendo de A Chanca
El callejón sube un poco. Fijémonos en las indicaciones
Llegamos al final del callejón
Y subimos por estas escaleras. Si hacemos caso a los kilómetros de los mojones anteriores los 100 kilómetros a Santiago deberían estar por aquí
En las escaleras un mapa dedicado a los peregrinos explica el itinerario del Camino Primitivo por la ciudad, entrando y saliendo de sus murallas, así como numerosos lugares de interés. Obsérvese que aparece reflejado el trayecto desde A Porta de San Pedro, por donde entraremos a la ciudad intramuros hacia la salida por A Porta Miñá (itinerario antiguo y original) y por A Porta de Santiago, que triunfó siglos después, al abrirse a los viandantes lo que en realidad fue primeramente una portezuela al servicio de los frailes de la catedral, que tenían al otro lado sus huertas
Seguimos unos metros por la acera
Y llegamos a la Rúa das Fontiñas, donde cruzamos a la Praza do Camiño Primitivo
Empleamos el paso de peatones. En medio de la ronda hay una franja peatonal arbolada y ajardinada
Cruzando a la Praza do Camiño Primitivo cruzamos e iniciamos otra subida, esta por la rúa Carril das Flores, que nos llevará a las murallas de Lugo
En esta plaza está el monolito del Camino de los Derechos Humanos
Placas instaladas por la Asociación por la Solidaridad Internacional por los Derechos Humanos puestas en diferentes lugares del itinerario del Camino Primitivo
Comprobamos que llegar a la ciudad no quiere decir para nada que se acaben las cuestas, esta nació como ya hemos dicho en un elevado castro galaico sobre el que los nuevos amos del mundo, bajo el nombre de Augusto y las órdenes de Paulo Fabio Máximo, levantaron un campamento militar que evolucionaría como civitas al venir a vivir a ella la población autóctona de los castros de la zona, erigiéndose templos, plazas, piscinas, termas, villas. La vieja Lucus Augusti llegaría a ser en el siglo III la capital del conventus lucensis, una de las tres partes de Gallaecia
Durante siglos la ciudad vivió amparada por sus murallas rodeada de campos bosques y aldeas. Hasta bien entrado el siglo XIX apenas se edificaba nada fuera del recinto fortificado, pues todo eran mayoritariamente tierras de labor para la población. Durante el siglo XX la población creció considerablemente y se extendió con rapidez por el agro circundante, como es este el caso. Aún algunos nombres de las calles delatan el pasado rural de estos lugares
Llaman la antención los altísimos edificios de la rúa
Pasamos junto a un parking, por el pazadizo bajo una explanada
Oímos el tráfico...
Saliendo del pasadizo subimos a la rúa de San Roque
Y llegamos a las murallas de Lugo, en concreto a la Porta de San Pedro. Aquí, desde la rúa de San Roque cruzaremos la Ronda da Muralla y entraremos por ella, tal y como hizo Alfonso II El Casto, a la ciudad intramuros. Puerta del Camino y de la historia a menos de cien kilómetros de Santiago de Compostela
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