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viernes, 21 de noviembre de 2014

LOS PUENTES DE A CHANCA: EL MEDIEVAL Y EL DEL FERROCARRIL, ENTRADA A LA CIUDAD DE LUGO (GALICIA)

A Chanca, viaducto ferroviario
Agro do Couso
Luego de un delicioso anque largo camino por la campiña lucense, viniendo de Castroverde por Gondar, divisamos los edificios de la ciudad de Lugo en Castelo, enclave entre lo rural y lo residencial desde el que bajamos al barrio A Chanca por el Agro do Couso. La llegada a Lugo es un momento memorable, desde la salida del Camino Primitivo en Oviedo/Uviéu hemos pasado por numerosas villas pero esta es, tras la capital asturiana, la siguiente ciudad en el sentido amplio del término, fundada al decir de la historia, tras la conquista romana en lo que sería un primer asentamiento militar sobre un castro galaico anterior, y bautizada como Lucus Augusti en honor al emperador Augusto en la entonces última frontera del Imperio, si bien su nombre puede venir del latín lucus, bosque sagrado o del teónimo celta Lug. Una vía, sin duda preexistente también, que uniría Lucus Augusti con Lucus Asturum, al norte de la capital astur, pudo ser el precedente del Camino Ptimitivo


Llegamos a las primeras casas del barrio A Chanca, viviendas entre lo rural, lo popular y lo residencial en lo que fue una de las históricas entradas a la ciudad de Lugo, cuyas milenarias murallas aún no podemos ver, aunque sí los altos edificios de los barrios del este: Catasol, A Mina, San Xillao, o los edificios de la Ronda das Fontiñas y los cercanos a la estación del tren, por donde pronto subiremos al casco histórico, totalmente amurallado, entrando a él por la Porta de San Pedro


En la rúa da Chanca, una pronunciada curva a la izquierda prosigue la bajada


Desde la bajada hacia A Chanca divisamos los barrios de Portiño, Friás (al pie de la estación), Polígono Sagrado Corazón, Alto do Granxeiro...


Son barrios todos ellos sitos sobre la confluencia de los ríos Fervedoira y Rato que forman el río A Chanca, afluente del Miño, componiendo un valle que debió ser, tiempos ha, una formidable defensa natural de la varias veces milenaria ciudad


Desde la curva continúa la bajada


Bordeamos esta línea de casas


Y ahora desde aquí divisamos el puente ferroviario, o más que puente viaducto.


Grandiosa obra de ingeniería que no dejamos de ver, cada vez más cerca, llamando poderosamente nuestra atención en todo este trayecto, dado que es grandioso y altísimo, de piedra, sillería de esquisto y granito, con numerosísimos arcos, nada menos que veinte.


Se construyó bajo la dirección del ingeniero Ángel G. del Hoyo entre 1871 y 1874 para el paso de la línea A Coruña-Palencia y por aquí llegó el primer tren a Lugo el 5 de octubre de 1875. Se inauguró oficialmente en mayo de 1880 al completarse las obras de la estación. Fue mucho tiempo considerado la tercera obra ferroviaria más importante de España


A Chanca es un barrio popular ya prácticamente urbano, predominando en él las casas de planta baja o de un solo piso, a veces con terreno anexo y dispuestas en hilera al lado del Camino, camino que aquí realiza unas curvas para perder altura rápidamente en el descenso hacia el río


Aquí, casi a unos 100 kilómetros exactos de Santiago de Compostela era antaño "la huerta de Lugo", pues las mujeres llevaban frutas y hortalizas de sus campos casi a diario al mercado de la ciudad


Al fondo, al acabar la bajada, vamos a la derecha


Tomamos así el camino al puente


Paso secular para entrar a Lugo por el oeste. Con la construcción de la moderna red de carreteras entre el siglo XIX y principios del XX el lugar dejó de ver el paso de viajeros y mercancías y muchos vecinos se fueron marchando. Ahora la llegada de peregrinos ha supuesto un nuevo empuje a su recuperación


El puente ha sido restaurado y el espacio rehabilitado. A la derecha hubo un antiguo molino, O Muíño da Chanca


Cruzamos el puente sobre el río da Chanca



Más allá vemos A Fábrica, donde hubo una curtidora muy famosa


 A la mitad volvemos la vista atrás, por donde acabamos de bajar, donde estuvo el molino


Aquí empezaremos a subir por el carril de Caíños, pero antes nos detendremos a ver la estructura del viejo puente rehabilitado


El puente es de origen medieval, también de varios ojos, reconstruido en 1570 y reparado varias veces, viéndose claramente a simple vista sus reconstrucciones


Desde aquí admiramos también en todo su esplendor el viaducto del  tren: los dos puentes de A Chanca


298 metros de largo, 29 de alto y 20 arcos de medio punto de 9,5 metros de luz nos contemplan...


Abajo hubo otra antigua curtidora


Vista al norte.


Vista del otro sector del puente


Vistos los famosos puentes de A Chanca empezamos a subir por el Carril de Caíños


Más filas de viviendas populares


Por aquí subían las mujeres del barrio a vender a la plaza y, desde tiempo inmemorial, peregrinos, arrieros y todo tipo de viajeros


Pasamos junto a un chalet


Y llegamos a un bloque de cuadro viviendas


La de la derecha es actualmente el Albergue Casa da Chanca


Y este es el famoso "mojón de los 100 kilómetros"... o uno de ellos, con la distancia exacta que nos aguarda hasta Santiago, exactamente 100, 308 km


De todas maneras puede decirse que cada vez que se miden distancias siempre varían... y a veces bastante, el anterior estaba en el barrio de San Lázaro, justo al otro lado de la ciudad, cuando ya se ha pasado el Miño, a unos 3 kilómetros más lejos


La flecha amarilla es lo que importa. El buen camino...


 La calle se encajona entre dos grandes muros de piedra


Y sigue recta cuesta arriba

Viviendas históricas del barrio, señoriales a un lado, populares al otro. Los edificios de pisos de la Ronda das Fontiñas al fondo


Hay un poco de acera a la izquierda


Casa de puertas y ventanas adinteladas, señal de su antigüedad


Seguimos subiendo pero ahora más suavemente


Una pequeña plazoleta. Seguimos subiendo, de frente


La subida sigue...


Atentos al mojón


Otra cifra mítica


Cien kilómetros y... pico


Bifurcación y a la izquierda, por la calle principal


Volvemos a caminar entre muros


Pasamos bajo el ferrocarril


Un par de zancadas más cuesta arriba y llegamos a la rúa San Eufrasio, saliendo de A Chanca


Aquí cruzamos la calle y seguimos de frente por aquel callejón bajo los altos bloques de pisos


El callejón sube un poco. Fijémonos en las indicaciones


Llegamos al final del callejón


Y subimos por estas escaleras. Si hacemos caso a los kilómetros de los mojones anteriores los 100 kilómetros a Santiago deberían estar por aquí


En las escaleras un mapa dedicado a los peregrinos explica el itinerario del Camino Primitivo por la ciudad, entrando y saliendo de sus murallas, así como numerosos lugares de interés. Obsérvese que aparece reflejado el trayecto desde A Porta de San Pedro, por donde entraremos a la ciudad intramuros hacia la salida por A Porta Miñá (itinerario antiguo y original) y por A Porta de Santiago, que triunfó siglos después, al abrirse a los viandantes lo que en realidad fue primeramente una portezuela al servicio de los frailes de la catedral, que tenían al otro lado sus huertas


Seguimos unos metros por la acera


Y llegamos a la Rúa das Fontiñas, donde cruzamos a la Praza do Camiño Primitivo


Empleamos el paso de peatones. En medio de la ronda hay una franja peatonal arbolada y ajardinada


Cruzando a la Praza do Camiño Primitivo cruzamos e iniciamos otra subida, esta por la rúa Carril das Flores, que nos llevará a las murallas de Lugo


En esta plaza está el monolito del Camino de los Derechos Humanos


Placas instaladas por la Asociación por la Solidaridad Internacional por los Derechos Humanos puestas en diferentes lugares del itinerario del Camino Primitivo


Comprobamos que llegar a la ciudad no quiere decir para nada que se acaben las cuestas, esta nació como ya hemos dicho en un elevado castro galaico sobre el que los nuevos amos del mundo, bajo el nombre de Augusto y las órdenes de Paulo Fabio Máximo, levantaron un campamento militar que evolucionaría como civitas al venir a vivir a ella la población autóctona de los castros de la zona, erigiéndose templos, plazas, piscinas, termas, villas. La vieja Lucus Augusti llegaría a ser en el siglo III la capital del conventus lucensis, una de las tres partes de Gallaecia



Durante siglos la ciudad vivió amparada por sus murallas rodeada de campos bosques y aldeas. Hasta bien entrado el siglo XIX apenas se edificaba nada fuera del recinto fortificado, pues todo eran mayoritariamente tierras de labor para la población. Durante el siglo XX la población creció considerablemente y se extendió con rapidez por el agro circundante, como es este el caso. Aún algunos nombres de las calles delatan el pasado rural de estos lugares


Llaman la antención los altísimos edificios de la rúa


Pasamos junto a un parking, por el pazadizo bajo una explanada


Oímos el tráfico...


Saliendo del pasadizo subimos a la rúa de San Roque


Y llegamos a las murallas de Lugo, en concreto a la Porta de San Pedro. Aquí, desde la rúa de San Roque cruzaremos la Ronda da Muralla y entraremos por ella, tal y como hizo Alfonso II El Casto, a la ciudad intramuros. Puerta del Camino y de la historia a menos de cien kilómetros de Santiago de Compostela




 







 

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