Digañe, entrada en la parroquia de Santa Locaia de Parga, en la ruta a Miraz y Sobrado dos Monxes |
Llegada a Digañe |
Las flechas y conchas están en las paredes de las casas. Esta tiene grandes piedras de cantería granítica en esquinas y vanos, mientras las paredes son de arenisca de mampostería
Pasamos al lado del establo, arriba un piso añadido es de ladrillo, como suele ser bastante habitual
Las tradicionales cuadras van sustituyéndose por las actuales naves ganaderas, con sus almacenes y silos
El camino es llano y recto, y va formando una calle junto a casas y fincas
Prados a la izquierda: son las vegas del Rego de Portaxestas, que pasaremos por un puente un poco más adelante, saliendo de Digañe. Esta es una foto de invierno, con la mayoría de los árboles sin hojas
Las veigas son aprovechadas para cultivos, dad la fertilidad de estos suelos. Fijémonos en el hórreo, de base maciza de piedras, paredes de listones de madera y tejado de pizarra con las losas cruzadas en la parte superior
Otro hórreo a la entrada de otra casa labrega. En esta zona determinados estilos son de pequeño tamaño
Avanzamos por la rúa, entre las casas
Aquí en este cruce cruzamos y seguimos todo de frente
Más casas de piedra, fijémonos en los grandes dinteles graníticos de las puertas y en las viejas losas de pizarra que forman la cubierta, donde crece la vegetación
La piedra predomina plenamente en las casas. La de la izquierda tiene corredor y una soleada delantera o portal
Atención a las señales: seguimos de frente
La rúa es un espacio de socialización. A la puerta de las casas suele haber bancos para sentarse
Verdes praderías y preciosos rincones. Otro hórreo, este de paredes de ladrillo pintado de blanco. Sus agujeros permiten el paso de aire adentro
Comenzamos una ligera bajada hacia el río al llegar a las últimas casas de Digañe
Aquí en medio parece haber un antiguo forno, lareira, afumadoiro... su pequeño tamaño y su chimenea lo delatan. A la izquierda, pero adyacente a una casa, hay otra construcción similar, con una chimenea de ladrillo casi igual
El del medio tiene forma de chaflán, posiblemente para aprovechar el espacio sin estorbar a los giros de los carros en esta bifurcación, en la que seguiremos a la izquierda
El perro dormita a la puerta de casa. Fijémonos en su espacio delantero, con una rosaleda en base a un recinto circular de piedra en medio y junto al muro de la finca el banco para sentarse aprovechando sol y sombra
Frutales en en terreno cercado por un murete de piedras
Hórreo a nuestra derecha y casa con parra en invierno, sin hojas
Cruce y de frente, siguiendo la bajada hacia la vega
Y ante nosotros un hórreo con decoración pintada en sus paredes laterales de ladrillo con orificios: son rombos verdes sobre fondo blanco. La puerta está en una de esas paredes
Admiramos casa y hórreo al pasar al pie de sus muros
Al fondo, los árboles delatan el curso del río: hacia él nos dirigimos
Llaneamos por la ribera de grandes arboledas
Al fondo A Raposeira, otro de los núcleos de población de Santa Locaia de Parga, por donde vamos a pasar ahora mismo
Comida peregrina en el muro situado antes del puente, un magnífico rincón para conversar y compartir
Encantadora ribera: vista a la derecha desde el puente
Y vista a la izquierda, otro precioso rincón ribereño
A Raposeira, definitivamente en esta parte de la Terra Chá la piedra granítica predomina en la construcción de las paredes de las casas, mientras que los tejados siguen siendo grandes y de pizarra
Preciosa arquitectura rural. Según el topónimo el lugar debió o debe ser abundante en raposos o zorros. Nada extraño pues estamos rodeados de bosques
Hórreo sobre una gran roca a la izquierda del Camino. Sus paredes son de ladrillo
Caminamos cuesta arriba entre las casas y sus terrenos. En las viviendas sigue predominando el tejado a cuatro aguas
En 1845, el famoso Diccionario de Madoz, hablaba así de esta parroquia...
PARGA (STA. LEOCADIA DE)
feligresia en la provincia de Lugo j (31/2 leg.), diócesis de Mondoñedo (8 1/2), partido judicial de Vi- | Ralba (2), y ayunt, de Trasparga (1 1/2). SIT. sobre la mar- ‘ gen der. del r. Purga, CLIMA frió y sano. Comprende los L. de Aldar,Cabana, Carballedo, Digañe, Juntoála IglesaLaje, Ramil y Saa que cuentan 28 CASAS. La iglesia parr. i^Sta. Leo- i cadia), es anejo de San Rréjome de Parga. Cl término confina I por N. con la Puebla y su citada matnz; al E. San Mamed de ¡ Piedrafita al S. San Pedro de Seijas, y por O. el r. Parga, El TERRENO es bastante fértil. Los CAMINOS locales y malos y el CORREO se recibe de Baamonde. PROD. centeno, patatas, maiz, lino, trigo, varias semillas, legumbres y hortalizas; cria ganado vacuno, caballar, lanar, cabrío y de cerda ; hay caza y pesca, IND. la agrícola. POBL..-28 vec, 169 almas» CONTR. con su ayuntamiento (V.)"
Hórreo a la derecha, de estructura similar al anterior, pero este con dos picos, uno en cada extremo del tejado
Cruceiro a la derecha y otro hórreo más, dentro del terreno de una casa
Al lado el hórreo, de este estilo pequeño y sumamente estrecho que abunda en la zona, pared de ladrillo, puerta lateral y otros dos artísticos picos arriba
El camino forma también aquí una bonita rúa, mientras sigue la subida
Otro hermoso caserón de piedra a nuestra izquierda, con un buen prado en torno a él
Cruce y de frente, siguiendo el repecho. Fijémonos en el forno con forma de chaflán en la primer casa a la derecha
Este hórreo que vemos seguidamente a la izquierda es diferente a los anteriores, su estructura es de listones de madera, la puerta está en uno de los extremos, así como la escalera de piedra. A semejanza de los otros su base es un gran pilar de piedras y es muy estrecho y más bien pequeño, Veamos arriba también las tejas salientes entrelazadas en la cúspide del tejado
Bifurcación y a la izquierda, hacia las casas de arriba
JUsto en medio del cruce un mojón nos señala la dirección a seguir
Aquí estuvo antiguamente la escuela
Seguidamente hay dos casas unifamiliares, casi gemelas, cuadradas, de planta baja y tejado piramidal
Arriba la casa del maestro, abajo el aula propiamente dicha
Se termina la subida al ir saliendo de A Raposeira por estos soleados campos arbolados
Un poco más allá el camino se hace dos, estemos atentos
En esta bifurcación el mojón dice ir a la izquierda, y es el itinerario que vamos a seguir. A la derecha, eso sí, podríamos visitar la iglesia de Santa Locaia de Parga, de interés histórico, artístico y arquitectónico
Filas de árboles y setos silvestres flanquean el camino
Y un muuro de piedras a la derecha cierra el terreno de una casa de paredes de piedra
Verde y hermosa finca, muy llana, que se extiende de la casa hacia el hórreo y más allá
Hórreo pintado en llamativo rojo: Este sí que es diferente a los otros. Su base son dos pilares sobre un gran bloque. Las paredes son de tablas con espacio en medio para el paso del aire. El tejado de pizarra sale mucho en los extremos. La puerta está a la derecha, mirando para la casa, que tiene balcón
Sigue el camino en llano, precioso y sin asfalto
Extenso prado de siega y pasto a nuestra derecha
Pasamos por un pequeño pinar
Es el lugar de A Laxe, a la derecha campera arriba está la casa
Gran explanada de suelo rocoso y plantación de eucaliptos
Llegamos a una encrucijada en la que vamos a seguir todo de frente
Cruzamos la carretera local y seguimos adelante recto
Un hermoso carreiro
A nuestra derecha Eirexe, unas casas más allá de los prados
Eirexe son unas pocas casas en el campo alrededor de la iglesia parroquial de Santa Locaia, que no vemos desde aquí. Más allí es el Agra das Canles y a lo lejos la Serra da Cova da Serpe, separación de las provincias de Lugo y A Coruña: por esa zona va el otro camino, el que desde el cruce de Toar y por A Pobra de Parga se dirige a As Cruces, al norte de Sobrado. En ese sector de la sierra destaca A Pena do Ombral (643 m)
El camino se torna una vez más en una bellísima senda bajo carballos jóvenes
Al fondo una casa
Salimos a este camino que la comunica con Eirexe y seguimos a su izquierda
Viejo pozo de agua con tejadillo, de los que tantos veíamos en A Mariña. y abrevadero a este lado...
Y al otro el lavadero...
Hórreo de ladrillos, sobre tres pilares o cepas
Avanzamos todo recto al lado del prado
La casa queda atrás
Y llegamos a la carretera local a la salida de Eirexe, donde iremos a la izquierda. Si hubiésemos visitado la iglesia, aquí retomaríamos el camino señalizado
Se nota que seguimos estando en la Terra Chá, el terreno es mayormente llano
Y el camino dibuja largas rectas, pero son ya nuestros últimos metros por tierras chairegas
Boscaje y matorrales, también setos silvestres y plantaciones de eucaliptos y pinos
Bifurcación y a la izquierda, siguiendo la carretera asfaltada
Es la ruta a Seixón y Miraz, en el ya cercano concello de Friol, pero antes aún pasaremos por algunas aldeas de esta parroquia de Santa Locaia de Parga, así como por un conocido albergue
Este tramo presenta una muy ligera bajada...
Hermosas carballeiras jalonan este trecho
Aunque no haya cruces dudosos reconforta ver los mojones cada ciertos metros, pues confirman que vamos en el buen camino
Una preciosa sombra, cual túnel vegetal, de esos que tanto nos gustan
Los frondosos bosques de Parga y su mágica sensación de la luz filtrándose en las ramas
Ahora, un cruce muy importante cuando estamos a unos 94 kilómetros de Santiago: el camino sigue de frente, pero a la derecha, en Carballedo, está el albergue rural Witericus, punto de apoyo al peregrino y gran promotor del Camino Norte en estos parajes, que merece la pena conocer, en un claro en medio del bosque
Por ello, antes de seguir ruta nos desviamos, solo unos 150 metros escasos, para llegar a dicho albergue
Tomamos pues este ramal de la derecha para ir a Witericus
Y entramos en Carballedo, topónimo referido a los carballos
Sin duda antaño sería todo una gran carballeira, aún hay alguna por estos bosques y a lo largo de los caminos
Pasamos así al lado de las primeras casas de Carballedo, donde hay además una preciosa mata de hortensias
Preciosidad de flores que crecen sobre el muro de piedras de esta finca
Aquí iremos a la derecha
Y al fondo ya vemos el albergue Witericus
Se trata de un pequeño y acogedor albergue privado que lleva el antropónimo germánico origen del nombre de Guitiriz: Witericus, es posible que fuese un posesor suevo o godo. Se habla de un rey suevo llamado Witericus, si bien no aparece como tal en la lista de reyes suevos de Galicia, y sí existe un rey visigodo con este nombre cuando ya Galicia llevaba tiempo conquistada por los godos, siendo monarca entre los años 603 y 610
Nos dirigimos a la entrada o las entradas... pues tiene las puertas del bar y del albergue
Según llegamos estos son los primeros anfitriones que nos ven pasar
Aquí vemos la entrada al bar, al fondo un porche es la puerta al albergue de peregrinos.
Enfrente, el hórreo. Este tiene en el tejado de pizarra pico y cruz. Sus paredes laterales son de listones de tabla, si bien tiene también un par de columnas de base cuadrada a forma de soporte. Se sostiene sobre un gran pilar que es toda su base, hecha de piedras, y es también sumamente estrecho, como los que solemos ver en esta zona, sus extremos son de piedra
El pequeño bar nos permite reponer fuerzas físicas en este mágnífico reposo en un paraje que se nos revela casi uno de aquellos santuarios naturales celtas o nemeton, en un campo en medio de las arboledas
Reponer fuerzas físicas y también anímicas, pues el lugar es punto de encuentro para muchos amigos y entusiastas del Camino, que vienen a charlar de sus impresiones y anécdotas sobre el mismo.
Allí están Helena y su hermana, junto con otros vecinos como Roberto, atentos siempre a todo el acervo cultural, humano, ecológico y paisajístico de esta preciosa senda del Camino Norte a su paso por estas aldeas de Santa Leocadia de Parga, rumbo ya al cercano concejo de Friol, ruta a Miraz y de allí, ya en términos coruñeses, a Sobrado dos Monxes.
Es por lo tanto punto de apoyo y de información, donde podemos adquirir también recuerdos y objetos relacionados con esta impronta caminera...
Salimos del albergue, pernoctemos o no en él, una visita muy a recomendar para los peregrinos amantes del Camino, sus gentes e historias
Y regresamos sobre nuestros pasos para retomar la ruta a Miraz
Regresamos al cruce y continuamos por la carretera local a lo largo de los bosques
Verdes prados y tupidas arboledas...
Al fondo un seto delata que hay sin duda una casa
A Conchada, también parroquia de Santa Locaia de Parga
Preciosa casa y jardín
Bifurcación y a la izquierda, por el trecho asfaltado
Caminamos unos metros todo recto hasta enlazar con una otra carretera local
Y llegamos a otro cruce, en el que iremos a la izquierda, siempre en buena sombra
Por aquí vamos, entre los árboles del bosque
Estamos ya a un paso del concello de Friol, que empieza al otro lado de aquellos pinares, en A Pedranegra
Estamos pues a punto de salir del concello de Guitiriz y también de la Terra Chá
Los hórreos, en su diferente tipología según talleres y zonas, elemento fundamental siempre del paisaje gallego
Y las casas labregas, grandes, y de enormes tejados a cuatro aguas, como es habitual en la comarca chairega...
Y también las chimeneas altas y grandes
Puertas y ventanas bellamente dinteladas con piedra granítica de cantería
Los hórreos jalonan también aquí nuestro trayecto por las rúas de Aldar, que es pues la última población de la Terra Chá en este ramal del Camino Norte
Casa de muy llamativo balcón-corredor de piedra
Vamos ahora a la derecha, subiendo ligeramente
En Aldar todo parece siempre en reposo, pasamos esta casa y la vemos al fondo alguna de las últimas casas
Y admiramos otro hórreo sobre el camino...
El hórreo y su casa... pintados a juego
Continuamos y ya llegamos pues al final de Aldar
Admiramos este jardín, con sus rosales
Y avanzamos en llano con paso firme y resuelto
Pasamos un chalet con terreno cerrado por muro y verja...
Y por aquí vamos de nuevo hacia los campos y bosques que caracterizan este tramo
Atrás queda el cartel indicador. Nos hacemos este selfie a punto ya de dejar la Terra Chá
Nos acercamos a las boscosas riberas del Rego de Portocarro
El camino sigue entre el pinar y el prado
Todo para un solitario caballo blanco...
¿Tal vez el caballo blanco de Santiago? que da lugar a la famosa pregunta sobre su color: así nos lo explica la Xacopedia en ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?:
"Es una de tantas adivinanzas que llevan implícita la respuesta, según explica el académico Xesús Ferro Ruibal. Se utiliza para comprobar si el interlocutor presta atención. Sólo alguien muy despistado no sabría decir de qué color es el caballo blanco de Santiago. De este tipo de adivinanzas hay docenas y docenas, pero esta es, sin duda, la más conocida.
Otra cuestión es por qué el caballo de Santiago es blanco. Ese es un tema más complejo. Américo Castro, uno de los grandes historiadores del siglo XX, sostenía que en las batallas de los reyes hispanos contra los musulmanes aparecieron luchando, de forma milagrosa, a favor de los cristianos Santiago y San Millán -no sólo Santiago- y que los dos montaban caballos blancos. En el altar mayor de San Martiño Pinario, en Compostela, se observa que en lo alto, a la derecha y a la izquierda, hay dos santos montados en caballos blancos: uno es el apóstol Santiago y otro San Millán, fraile que los benedictinos consideran suyo. Los dos luchan contra los musulmanes.
Américo Castro explica que también en la antigua Roma, en batallas decisivas, habían aparecido milagrosamente los Dióscuros, Cástor y Pólux, hijos de Zeus / Júpiter, luchando a favor de los romanos y montando sendos caballos blancos. Zeus (griego), Júpiter romano, es el dios del rayo y del trueno; de hecho, los antiguos le llamaban Júpiter Tonante y lo curioso es que Jesús en el Evangelio (Marcos 9,17) a Santiago y a su hermano Juan les llama Boanerges que precisamente significa ‘hijos del Trueno’. Aquí Américo Castro cierra su razonamiento; probablemente el culto a Santiago, iniciado en el siglo IX, es la cristianización de uno anterior dedicado a los Dióscuros. Américo Castro, en la explicación del origen del sepulcro de Santiago, va mucho más atrás que otros y no se queda en Prisciliano (siglo IV). Por lo tanto, el caballo blanco viene a representar un elemento inseparable del luchador venerado, ya desde antiguo, por eso la pregunta sobre su color contiene la redundancia en el propio enunciado.
En diversos milagros contenidos en el Códice Calixtino se hace referencia también a la aparición de Santiago Apóstol a lomos del caballo blanco, siempre para socorrer a aquellos que imploran su ayuda y, a continuación, les pide que emprendan el Camino de Santiago, como agradecimiento. Así, el caballo blanco aparece mencionado en los milagros IV, XV y XVI.
En el brazo meridional del crucero de la catedral de Santiago se encuentra la representación más antigua conocida del Apóstol a caballo, espada en mano y portando el estandarte de alférez de la milicia, partícipe de la victoria de las tropas cristianas frente al Islam en la célebre y legendaria batalla de Clavijo (La Rioja). Se trata de un tímpano de piedra realizado en el primer tercio del siglo XIII. La imagen del Apóstol sobre un caballo al galope no se volverá a representar hasta 1326, año en que aparece en una miniatura del Tumbo B compostelano. Con el tiempo, se convertirá en la iconografía española más difundida del Apóstol.
En la Estoria de España auspiciada por Alfonso X El Sabio y llamada Primera Crónica General por Menéndez Pidal, se habla del célebre caballo blanco...
“Et sepas por uerdad que tu uençras cras en la mannana con el ayuda de Dios a todos estos moros que te agora tienen cercado. Et digote que tomaran y muerte muchos de los tuyos, a los que esta apareiada la gloria de dios et la su folgança que siempre durara. Et por que non dubdes nada en esto que te yo digo ueer medes cras andar y en la lid en un cauallo blanco con una senna blanca, et gran espada reluzient en la mano. Et uos luego por la grand mannana confessaruos edes de todos uuestros peccados muy bien, et recibredes el cuerpo et la sangre de Nuestro Sennor Dios et nuestro Saluador; et pues que esto ouieredes fecho, non dubdedes nada de yr ferir en la hueste de los barbaros, llamando ‘Dios, ayuda, et sant Yague!’, ca ciertamientre sepas que todos los metredes a espada et los mataredes.”
Atentos ahora, pues dejamos el asfalto para tomar este sendero a la derecha, a la sombra de los pinos
Un paraje extraordinario y casi selvático donde abundan pinos y helechos
También otras especies arbóreas, castaños y carballos jóvenes, conforman esta arboleda
Pronto llegamos a otra carretera local
Ahora vamos a la derecha, de nuevo pisando asfalto
Y como siempre los sabemos gracias al correspondiente mojón que nos lo indica
Zona de eucaliptos, también muy llana
No suele haber tráfico, pueden recorrerse largos trechos sin encontrarte vehículos, pero alguno siempre pasa, estemos atentos
Un poco de curva a la izquierda...
Luego recto y curva a la derecha...
Nos acercamos al río...
Mojón y cartel
Protección civil de Guitiriz. Aún no estamos en Friol
Caminamos unos metros más a la sombra de la espesura...
Idílico paraje, muy natural y tranquilo
Aquí, casi sin darnos cuenta, pasamos el Rego de Portocarro
Pequeño cauce entre helechos y hierbas...
Más mojones al borde del camino
En principio ríos y arroyos son secularmente marcas fronterizas, pero según el mapa del Instituto Geográfico Nacional el límite de concellos está unos pocos metros más allá
No hay tampoco ningún cartel que anuncie cuándo pasamos al concello de Friol
Bifurcación y a la derecha, por la carretera
Un poco de curva, caminando en dirección sur
Pinares y eucaliptales
Cruce y de frente
Y en A Pedranegra dejamos el concello de Guitiriz para entrar en el concello de Friol, comarca de Lugo, por Seixón de Abaixo. Dejamos también atrás la mítica Terra Chá, que hemos atravesado de norte a sur, desde el Alto da Xesta y Abadín hasta aquí. Nuevos horizontes nos aguardan en la ruta a Miraz y Sobrado dos Monxes
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