Quintana, según se ve desde el Camino |
Desvío a la derecha para ir a Quintana saliendo de Villademoros/Vil.lamouros |
La pista, ancha, baja ligeramente hacia un bosquecillo de pinos y árboles autóctonos cerca del río Palminero
Al oeste vemos ya los barrios y lugares de Quintana, divisando Casa Porto, Campanillas... y a su izquierda, tapada por árboles ornamentales, la gasolinera de la carretera N-632. Arriba está El Picu'l Visu (225 m) y a la derecha El Biforcu (206 m) en La Sierra L.lamas, una de las serranías litorales que separan la rasa costera del interior
Más al sur está El Carbayu, sobre el boscoso y pequeño valle del citado río Palminero
Y en las cercanías de la Playa Quintana, que no vemos desde aquí, El Zarrón. El hábitat es bastante disperso, las casas salpican la campiña, los campos se aprovechan sobre todo para pasto en nuestros días, y plantaciones de maíz como forrajera. Antaño había más terreno plantado de cereales para hacer el pan en casa. La mejora de las comunicaciones, incluso la red de caminos rurales y vías pecuarias, favoreció la mecanización del campo, que se especializó en ganaderías de leche y carne para suministro de los grandes y crecientes mercados de las zonas urbanas e industriales, así como cultivos de huerta, hortalizas, para esas grandes demandas. Favoreció esto aún más la concentración parcelaria de la década de 1990. Antaño los excedentes de las pequeñas caserías solían venderse sobre todo en los mercados locales y comarcales, hasta que dejó de ser una práctica rentable
Es curioso como con su gran extensión este concejo de Valdés ya tenía una entidad peculiar demostrada en la alta Edad Media, y así lo demuestran los documentos del siglo XI del monasterio cangués de Courias, con grandes propiedades e importantes intereses en todo el occidente astur, dependiente nominalmente de la mitra ovetense de San Salvador pero que en la práctica era totalmente autónomo
El nombre de Valdés o Ualdes ya aparece por entonces plasmado en esos legajos. Se trata de una contracción de Valle del Ese o Esva, río en torno al que se configura esta demarcación, el cual desemboca en el mar un poco más al oeste, en esta misma parroquia de Canero o Caneiru
El camino se adentra en el bosquete, donde encontraremos algo de buena sombra en días de intenso y sofocante sol. Hay, castaños, pinos y otras especies. Fueron los castaños muy plantados en los caminos y en las veredas. Los frutos que caían a la vía se consideraban "de uso público" y mitigaron no pocas hambrunas.
El camino va ahora unos metros en paralelo a la N-632 pero un poco más abajo. Se nota que ha habido movimientos de tierras para acondicionar el paso de esta carretera, transformando el entorno del camino con este terraplén o trinchera
Es un alto muro muro por el que pasa el Palminero a través de una tubería, y luego lo hace bajo nuestro camino. Pese a su muy escaso caudal, estos riachuelos causaban no pequeños inconvenientes con las lluvias y sus correspondientes crecidas: son arroyos cortos pero muy rápidos que bajan en torrente desde su nacimiento en las cercanas montañas costeras
Seguidamente nos alejamos relativamente de la carretera prado adelante hacia las primeras casas
En la carretera Casa Porto, bajo La Sierra Ranón y El Monte L.lamas (351 mts.)
Hacia el barrio El Carbayu el camino sube ligeramente junto a estos inmensos prados de verde hierba
Caserías de El Carbayu: la de la izquierda sigue un modelo muy usual tradicionalmente en estos concejos, piedra de pizarra, de mampostería para los muros y de cantería en esquinas y vanos. Tiene apariencia de bloque homogéneo, con un piso alto y un bajocubierta que en la práctica se aprovecha como una planta más. La cubierta es de pizarra pero con teas en las aristas o cumbreras, básicamente es de cuatro aguas aunque con un saliente sobre una especie de balcón-galería. Su terreno inmediato tiene jardín, arbustos y frutales
Este trecho es un muy agradable paseo sumamente placentero, sobre todo si se tiene la oportunidad de percibir el olor de la hierba recién segada...
Esta suave cuesta acaba aquí, al llegar a esta primera casa
Es un cruce en el que seguiremos de frente, por firme asfaltado, pero que no le quita un ápice de belleza a este precioso paseo por el agro costero valdesano
Vamos en dirección a Los Cuatro Vientos. Los usos turísticos y residenciales comparten espacio con las tradicionales labores campesinas, más o menos evolucionadas y especializadas en pastos para vacuno
Panera los Cuatro Vientos
Si nos fijamos, muchos hórreos y paneras tienen unos grandes faldones, para protegerlos de los vientos, los cuatros vientos, como los que aquí soplan en campo abierto, y que dan nombre al lugar
La rasa costera se extiende al norte, donde vemos otros lugares de Quintana: El Zarrón, El Campón, El Canarín, El L.luar...
La Playa Quintana no está lejos pero, como hemos dicho, se nos oculta a la vista prados abajo, custodiada por abruptos acantilados. También es llamada Plumineru en su sector oriental y Aguaderríu en el occidental
El camino es bastante llano, máxime en comparación a los profundos valles de Las Ballotas, si hemos venido por ahí, o las fragosidades de La Sierra las Palancas. Aprovechando la planicie de la rasa tiende a dibujar una línea recta...
El L.lugar, otro barrio o lugar, como su propio nombre indica
Restaurada arquitectura popular: casa de planta alta y cubierta de pizarra a cuatro aguas y hórreo también de cubierta de losas pizarra a cuatro aguas con tejas en sus cumbreras
Otro cruce de caminos en el que, como en el anterior, iremos de frente y todo en recto
En el retablo están las imágenes de la Inmaculada Concepción, Santa Ana, San Joaquín y la llamada La Concepcionina
"1. Corral de las casas de aldea , cerrado y descubierto, situado delante de la casa. La parte de delante de una casa. Delantera de una casa o barriada. Sitio descubierto alrededor de la fachada principal de la casería. Antojana grande que corresponde a varias casas. Corraliza, muladar
2. La posesión en que se habita y las colindantes y vecinas forman la quintana individual y colectivamente. Alquería, casa de campo de tipo antiguo con todos sus anexos. Conjunto de casas más próximas unas a otras dentro de una misma aldea: "La tardi del domingo tomamos toes les muyeres el sol ena quintana". Conjunto de varias casas (la aldea está constituida por varias quintanas)
3. Finca de labor aislada o que forma parte de un grupo reducido de casas
El lat. QUINTUS, A, UM ‘quinto’, pudo dejar algún resultado en Asturias como aparece en Cabanaquinta, citado más adelante. Incrementado con un sufijo, se forma QUINTANAM ‘calle paralela a la via principalis’. Este término adquirirá diversos sentidos según las realidades a las que se aplique y según las épocas históricas. Así puede, en ocasiones, ser sinónimo de villam, esto es, casería o heredad cercada, heredad dentro de una villa, etc., en otras ‘barrio de un pueblo’ o ‘explotación en terreno comunal’.La palabra quizá sea deudora de la colonización militar romana, cuyos campamentos conocían una de sus calles con el mismo nombre de quintanam. En Asturias es frecuente este topónimo, considerado por alguno como “elemento básico del poblamiento”
Esto podría avalar la existencia de una asentamiento romano o altomedieval a lo largo de esta histórica senda, que sería un ancestral paso natural por la franja litoral, sobre el cual el paso de gentes iría trazando esta vía, la cual sería romanizada como vía imperial, pasando luego a camín real (público, del reino) en el medievo, por el que pasarían los viajeros de antaño, entre ellos los peregrinos. Leemos en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"El surgimiento de la pléyade de hospitales destinados a la atención de caminantes desde el siglo XIII estaría reflejando, por consiguiente, la consolidación y evolución de esta ruta costera. La carencia de apoyatura arqueológica o documental previa se emplea como un refrendo de esta argumentación
Sin embargo, que no poseamos constancia del paso de peregrinos hasta estas fechas, no es motivo para negar la existencia misma del camino en los siglos precedentes y su virtual utilización por, al menos, alguno de ellos.
Es más, aún cuando la circulación peregrinatoria se fija a esas medidas institucionales, existe la sospecha de un antecedente en época romana para ese camino. Nos referimos a la vía que desde Brigantia (La Coruña) a Ossaron (Oyarzum o Irún) cruzaba previsiblemente el margen costero asturiano, resultando admisible, de ser así, su coincidencia, al menos en parte, con el camino que aquí nos ocupa
Es concebible por tanto, la existencia de un camino cristalizado desde el siglo XIII, cuyo origen tal vez sea anterior, que pervivió hasta el punto de constituir el esquema circulatorio del siglo XVIII, y que concentró en su ámbito no solo la mayor parte de la comunicación de la franja litoral, sino muy probablemente esta a través de un período extraordinariamente dilatado"
Entre margaritas y rosas divisamos ya el siguiente pueblo del trayecto: San Cristóbal o San Cristuébanu, que se extiende linealmente a partir dela carretera, y sobre todo a partir del camín real, hasta la Playa la Estaca o Perceberos, a donde antaño se iba a por ouca, algas marinas de arrastre, apara abonar los campos
A nuestra izquierda Casa Urbano con los montes de El Visu y El Biforcu en lontananza
Y al norte los barrios de Rapa, La Caleona, El Reguerín, cerca de la citada Playa los Perceberos, de la que solo vemos los acantilados
El Reguerín debe su nombre a otro de esos cortos arroyuelos que desembocan en dicha playa. Más allá de los acantilados y el bosque marítimo hay otra concha, la de la Playa los Molinos. En este entorno, cerca del Cabo Busto, se han hallado útiles paleolíticos que demuestran un poblamiento de este territorio desde hace muchos milenios, nada menos que 300.000 años al menos, pero que pudieran ser 500.000, por lo que estaríamos hablando de un lejanísimo antepasado, el Homo Heidelbergensis. A su lado el Neandertal fue casi ayer por la tarde
Los yacimientos del Cabo Busto o Cabu Bustu son hasta ahora los datados con más antigüedad de todo el Cantábrico. De ellos hay noticia 1968 y fueron excavados y estudiados en los años 90. No eran restos humanos propiamente dicho pero sí su instrumental, hachas de mano talladas (bifaces), raederas, picos, muescas y otros materiales propios de su ancestral cultura lítica. Así de bien lo resume José Adolfo Rodríguez Asensio, del Área de Prehistoria de la Facultad de Geografía e Historia. Universidad de Oviedo en su trabajo El Yacimiento del Cabo Busto (Valdés, Asturias):
"El yacimiento de cabo Busto en el concejo asturiano de Valdés muestra, tras las excavaciones llevadas a cabo desde 1992, una estratigrafía que va desde el Pleistoceno medio hasta los albores de la glaciación würmiense y que desde el punto de vista cultural aporta interesantes datos para la reconstrucción de los primeros habitantes de Asturias cuya llegada a estas tierras, tras estos estudios, debe ser situada en épocas mas antiguas de las hasta ahora reconocidas por la arqueología prehistórica. Paleoculturas del Pleistoceno medio y Achelense superior son los dos momentos culturales que están representados en este yacimiento... (...)
El yacimiento de cabo Busto fue descubierto por el Dr. José Manuel González y Fernández Valles, dado a conocer en 1968 y valorado inicialmente por nosotros (Rodríguez Asensio 1976 y 1983) tras un análisis de los materiales lfticos recogidos en superficie en diferentes ocasiones desde su descubrimiento, por lo que dicho yacimiento pasó a la literatura de los estudios prehistóricos en Asturias, en la década de los 80, como uno de los puntos con interés en excavaciones futuras"
"Era junio, como ahora. Corría el año 2003 y la Universidad de Oviedo abría las puertas en el Milán de una gran exposición que convertía su contenido en una noticia inesperada. Entre sus puntas de hachas y raederas quedaba confirmado que el yacimiento de cabo Busto, en Valdés, (datado mucho antes entre hace 300.000 y 500.000 años) era el asentamiento humano más antiguo del norte peninsular
Investigado durante años por el que en aquel 2003 era el director general de Universidades, Adolfo Rodríguez Asensio, y hoy es director general de Patrimonio, fue citado por primera vez en un estudio por su descubridor, González Fernández, en 1968. Entonces lo clasificaba como «estación achelense», que hizo su aparición en Europa, hace unos 600.000 años (en Fordwich, Inglaterra). Una década después, el propio Rodríguez Asensio halla una de las piezas más singulares, una bifacial, que hoy se exhibe en el Museo Arqueológico de Asturias y que también se cree que pertenece a «la misma etapa cultural». Con el tiempo y los diferentes trabajos se descubrieron hasta 1.000 útiles tallados en piedra por el hombre.
Era hora de preguntarse quién estaba detrás de esas tallas y pronto las dataciones de Asensio situaron la ocupación del asentamiento medio millón de años atrás, lo que definía a sus pobladores como homo heidelbergensis, antecesores del neandertal.
Los sucesivos trabajos han ido confirmando aquellas teorías. Tras un primer recelo por la falta de restos humanos entre tanta talla de piedra, llegó la evidencia de que efectivamente el homo heidelbergensis era el propietario de los utensilios hallados en el Cabo Busto. Aunque fue en Atapuerca y no en Asturias donde la teoría se demostraba. En la 'Sima de los Muertos', la más conocida del yacimiento burgalés, que lleva el Príncipe de Asturias entre sus muchos orgullos, se localizó un cráneo de un individuo de esta misma especie. Los análisis demostraron que había vivido en ese lugar hace entre 300.000 y 500.000 años.
Aquí, en Asturias, no había restos óseos de esa especie, pero las técnicas y estilos que sus componentes emplearon en la construcción de sus utensilios de trabajo eran idénticas a las de cabo Busto. Ese hecho despejó todas las dudas. El yacimiento de Valdés es el asentamiento humano más antiguo del litoral cantábrico
¿Y cómo era el hombre heidelbergensis?. Dicen los estudiosos que su apariencia era similar a la del sapiens. Su talla, parecida, con más pelo sobre la piel y con mayor volumen y fuerza muscular. Sin duda, la capacidad craneal era menor a la de los humanos de hoy: 1.200 centímetros cúbicos frente a los 1.400 del homo sapiens, aunque eso no tendría por qué implicar menor inteligencia.
Los homo heidelbergensis vivían en construcciones hechas con ramas. El hombre no ocupó cuevas hasta la llegada de los neandertales
Se cree que eran grupos nómadas que seguían a sus presas durante las migraciones, pero Asensio asegura que los de Cabo Busto se habían asentado de una forma más o menos fija.
«Creo que establecían un punto de residencia desde el que controlaban un terreno de caza, de unos 7 o 10 kilómetros de perímetro, por el que se movían», explicaba el investigador hace diez años"
A nosotros por nuestra parte nos encanta pensar que hace medio millón de años gentes muy parecidas a nosotros caminaban ya por estos parajes, según llegamos al barrio o lugar de Cuetu
Pasamos ahora al lado del local social de la asociación vecinal de Quintana y San Cristóbal
Allí hay un cruce, donde una abstracta figura de hierro nos llama la atención a nuestra izquierda, en un prado
Arte en los campos de Valdés, tal vez sea una representación esquemática de uno de aquellos heidelbergensis que nos da la bienvenida a sus dominios
Sin duda nos desea Buen Camino: es nuestro predecesor en nuestro periplo por estos lugares cargados de historia, historia del mismo origen de la Humanidad,,,
Ojo a las flechas, pintadas en esta estaquera
A nuestra derecha, a lo lejos, vemos el Ferrocarril Ferrol-Gijón, ferrocarril tardó nada menos que 86 años en inaugurarse, concebido en 1886 para comunicar las fábricas de armas asturianas con las unidades artilleras ferrolanas, diversas vicisitudes debidas a diferencias de criterios sobre su trazado retrasan el comienzo de las obras a 1921, sufragadas por el Estado que, afectadas por los cambios dé régimen y la guerra civil, no vieron sus primeros frutos hasta 1953 con la puesta en marcha del primer tramo entre Avilés y Pravia
Naturalmente cuando el ferrocarril se acabó nada tenían que ver las circunstancias para las que fue diseñado. En buena parte se pensaba en un ferrocarril estratégico que discurriese lo más posible por una profunda zanja y no fuese visto desde el mar, dificultando su bombardeo (no existía la aviación). Con el tiempo ese criterio fue modificándose para hacer un tren de pasajeros y mercancías, pero ya en la década de 1970 triunfaba el 600 y los transportes por las mejoradas y asfaltadas carreteras, a las que pronto se sumarían las autovías
Ahora tenemos de frente el apeadero. La continuidad de la línea, el decreciente número de usuarios, el mantenimiento de máquinas y estaciones, su automatización, la rentabilidad, etc. salen cada muy poco tiempo a la palestra
Los prados cerrados con alambre delatan los usos ganaderos predominantes
Subimos unos metros entre ellos y llegamos a un núcleo de casas; La Cruz
Como su nombre indica hay una encrucijada. Estos caminos norte-sur solían comunicar los montes comunales con la rasa costera y las playas, principales recursos del modo de vida tradicional imperante durante siglos: algo de huerta y ganado, plantación de cereales panificables, algo de pesca y ouca para los campos, etc. Es natural que al cruzarse con el camín real, el principal durante siglos, el cruce fuese muy importante en aquellos tiempos
Ya en llano, el camino se ensancha y se hace calle en Casa Manolo Barreras
El cruce está asfaltado: cruzamos aquí y seguimos de frente
Aquí está la concha que nos orienta del rumbo a seguir, en una piedra en el camino, como dice la canción...
"Una piedra en el caminoMe enseñó que mi destinoEra rodar y rodar
Después me dijo un arrieroQue no hay que llegar primeroPero hay que saber llegar"
"Señal con forma de flecha, de color amarillo, pintada en las paredes, en los árboles, en las piedras o en el suelo para señalizar las distintas rutas jacobeas o Camino de Santiago e indicar por donde deben andar los peregrinos. Ante la necesidad de señalización del Camino, a principios de la década de los ochenta del siglo XX, un grupo de voluntarios, con Elías Valiña y Javier Navarro a la cabeza, empezaron a pintar flechas en los cruces del Camino Francés para orientar a los peregrinos por el ramal adecuado.
Elías Valiña Sampedro, cura de O Cebreiro, primer lugar de Galicia por donde pasa el Camino Francés, recibía de la empresa encargada de pintar las rayas de la carretera N-6 botes mediados de pintura sobrante y con la ayuda de una simple brocha señalizó el Camino. La señal persistió y aumentó su presencia. Es el indicativo más reconocido, más valorado y más fiable de los caminos de Santiago, así como el único que da garantía de que se avanza andando hacia Santiago de Compostela. Se ha convertido en un símbolo y un reclamo publicitario y se puede encontrar por otras rutas de Europa.
El Caleyu: camino que sigue la tónica de estos pueblos, senda ajardinada a ambos lados, bien florida. Del topónimo leemos de García Arias en Toponimia Asturiana. El porqué del nombre de nuestros pueblos:
"Habitualmente se suele admitir que un diminutivo de callem, esto es, CALLICULAM sería el origen de caleya que se presenta con variantes como cale(y)a, caleicha. El masculino caleyu ‘camino pequeño’ podría ser una creación analógica. Como de CALLICULAM debería seguirse > calleya y no caleya (de modo similar a FOLLICULAM > folleya ‘corteza del árbol’ y no foleya; MOLLICULA > molleya y no moleya) se acude a justificar caleya diciendo que se ha producido una disimilación de palatales.
Sin embargo creo que puede hacerse una propuesta un tanto distinta como es partir del latín CALICULUM ‘fosa artificial en el campo que constituye un obstáculo para los caballos’ (OLD) para justificar el asturiano caleyu ‘zanja dispuesta para la caza o batida de las fieras’. Desde ahí probablemente pudo haberse influido sobre los derivados de CALLICULUM, CALLICULAM para justificar su modificación fónica. Los caleyos que aparecen en toponimia son, sin duda, sendas o caminos pero, a veces, pueden deber el nombre al hecho de haber sido usados como zanjas preparadas para cazar alimañas; esas zanjas sin duda conducían a algunos de los pozos disimulados al efecto en el terreno"
Y así vamos saliendo ya de San Cristóbal o San Cristuébanu, prados adelante hasta los espesos bosques por donde discurren los regueiros que, nacidos en estas estribaciones, van a desembocar a la Playa los Molinos
Y adelante, entre pueblo y pueblo, campos y bosques en una preciosa estampa natural y verde
Aquí el camino sí presenta un poco de zanja profunda, si bien desconocemos si es de su propia antigüedad o tal de alguna obra de ensanche con concentraciones parcelarias o similares. Como ya hemos dicho, en su momento se hizo necesario arreglar y agrandar muchas vías pecuarias para mecanizar el campo, acceso de tractores y su maquinaria
Luego de un trecho bastante recto la pista hace una curva a la derecha para perder altura
Un poco de barro delata que por aquí pasa, al menos cuando llueve, uno de esos arroyuelos a la Playa los Molinos
Acto seguid un poco de cuesta a la sombra de los pinos...
"Yo iba de peregrina y me cogiste de la manoMe cogiste de la mano,Yo iba de peregrina y me cogiste de la manoMe preguntaste el nombre, me subiste a caballo
Me subiste a caballoFuimos contando las flores que salen nuevas en mayoY me di cuenta enseguida que estabas enamorado.Cántame, me dijiste cántame
Cántame por el caminoY agarrada a tu cintura te cantéA la sombra de los pinos"
Pronto acaba la cuesta y en esta bifurcación muy atentos pues iremos a la izquierda
Hay un poste con placa y flecha, pero es muy frecuente que este tipo de señalización se caiga y haya que reponerla cada no mucho tiempo...
Otro poste indicador con flecha amarilla nos dirige, pero como decimos fijémonos bien pues por lo general no suelen durar derechos demasiado
Salimos a unos prados: aquí también se aprecia un poco de zanja
Comenzamos a bajar suavemente hacia otro regueiru
Y en este lugar nos metemos en más boscaje
En la umbría si nos fijamos tal vez veamos el riachuelo entre la frondosa vegetación
Aquí está otro de los arroyuelos
También aquí subimos un poco tras pasar el regato. Ahora entre plantaciones de eucaliptos, especies maderables de crecimiento rápido que ahora mayoritariamente se dedican a la industria papelera
Pero quedan ejemplares del arbolado autóctono, como este castaño
En la soledad de la foresta nos adentramos más y más en la espesura. El camino puede estrecharse o ensancharse un poco, pero siempre se pasa sobradamente bien
Todo forma parte del camino pero estos son los tramos que muchos suelen decir auténticos, esto es, una senda de tierra en plena naturaleza, sin asfalto ni hormigón, pero de buen paso y bien trillada, placentera de caminar y extraordinariamente bella
Manto de hojas secas, la hojarasca se amontona en las veredas...
El camino sigue siendo bastante llano y aquí sí que forma una honda trinchera
Vemos más charcos. Por aquí según el mapa nace un pequeño manantial que forma su correspondiente arroyo
Subimos un poco y oímos tráfico de vehículos. Aunque el entorno es plenamente natural la Autovía del Cantabrico y la carretera nacional N-632 están cerca, a escasos metros
Y prontamente salimos al asfalto de la carretera, donde volvemos a caminar en llano
Se trata de una curva en desuso, tramo antiguo de la N-632, llamado N-632a, por lo que apenas tiene tráfico, si bien el cartel nos recomienda precaución
Esta ramal comunica con La Venta, antesala de Querúas o Queirúas, en esta misma parroquia valdesana de Canero/Caneiru
La Venta debe su nombre a la venta viajera que aquí existió antaño, donde pararían arrieros y peregrinos, si bien estos últimos solían buscar acomodo en los centros asistenciales, hospitales de peregrinos, fundados para los romeros, por lo que es fácil que apurasen el paso para dirigirse al de Canero (Caneiru), cabeza de esta parroquia, al de Luarca/L.luarca o a algún otro de las inmediaciones
La primitiva venta no se conserva, en su lugar están hoy día estas casas. Las Casas de La Venta, que conservan el topónimo. Al menos así nos lo dicen en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa:
"Ya en la parroquia de San Miguel de Canero, el caminante podía hacer un alto en la Venta de Querúas, situada unos 500 m al este de la población e inmediata al Camino, de cuyo edificio no queda ningún vestigio. Queda sin embargo el nombre del caserío colindante, denominado Las Casas de la Venta.Tampoco quedan restos de El Ventorrillo, situado en las cercanías de El Chano de Canero, a pocos metros del establccimiento anterior"
Hay una artística placa con el nombre del lugar. Lo cierto es que a falta de más datos, al menos que hayamos de momento encontrados, solo podríamos hacer conjeturas de cómo sería aquella venta. El nombre abarcaba a veces desde un simple refugio para arrieros y otras eran establecimientos con taberna, parada de postas, lechos aunque solo fuesen de paja en el suelo, etc. Tampoco solía viajarse en el concepto actual de placer, pues prácticamente no existía esa mentalidad del viaje por ocio, salvo en momentos muy concretos y personas más bien pudientes. Lo que sí había era muchos arrieros transportando mercancías, con sus recuas de mulas, dado que muchos caminos ni siquiera eran de carro sino de herradura, pastoreos trashumantes (no pocas ventas tenían espacio alrededor para los rebaños, algunos correos, funcionarios o gentes de negocios, y muchos transeúntes, vagabundos, gente sin fortuna que se había echado a los caminos a buscarse la vida probando suerte y limosna o ambas cosas: estos a veces se pasaban por peregrinos o similares y a veces era difícil incluso distinguirlos a simple vista, los famosos falsos peregrinos, de los que habla ya la primera literatura jacobita
Aunque los peregrinos propiamente dichos podían hacer uso de estas ventas, más bien buscaban las instituciones de acogida especialmente dedicadas a ellos, los hospitales en el sentido antiguo del término (hospedería para romeros y pobres), en concreto aquí seguramente apurarían hasta el existente antaño al lado de la iglesia parroquial, no muy lejos de aquí, o incluso seguirían hacia existente en Luarca/L.luarca, la capital del Valdés, tampocon a demasiada distancia
Sí sabemos que en el siglo XVIII y más en el XIX, con la mejora de las comunicaciones, muchas ventas fueron mejorando, si bien hemos de tener en cuenta que, en este tramo de costa y a pesar del camín real, los caminos terrestres eran especialmente duros (recordemos Las Ballotas y Las Palancas), y la navegación de cabotaje fue importantísima para el transporte rentable de mercancías, siendo comerciales los actuales puertos pesqueros, e incluso también alguna playa o ensenada. Y así fue en muchos casos hasta bien avanzado el siglo XX con las nuevas carreteras (Carretera de Galicia en este caso, actual N-632) y su posterior asfaltado y arreglo. Luego vcndría la autovía. En este momento puede decirse que puerto comercial no hay ninguno entre Avilés y Ribadeo
La dureza, lentitud, y peligros de los viejos senderos costeros hacía por lo tanto que muchas mercancías fuesen transportadas por mar en embarcaciones de cabotaje, a veces desde muy lejos, pero también algunos viajeros y peregrinos con ciertos posibles hicieron uso del barco. Recordemos por ejemplo que el flamenco Antoine de Lalaing y sus acompañantes, salidos del séquito de Felipe el Hermoso para acercarse a Santiago en 1501, planearon embarcarse en Avilés para dirigirse a A Coruña, pero al no haber vientos favorables decidieron desistir e ir por tierra, no dejando de narrar alguno de los peligros vividos, como el paso por el "puente que tiembla" en Las Ballotas
Y así, desde Las Casa de la Venta, salimos a lo que es el trazado actual principal de la N-632, y es que estas carreteras, sobre todo antes de la construcción de la Autovía A-8, eran sometidas cada cierto tiempo a obras para adecuarlas al cada vez más intenso y pesado tráfico, básicamente eliminando en todo lo posible las curvas cerradas o el estrechamiento de calzada al paso por núcleos poblados
Estamos en la recta de Queirúas, con el pueblo enfrente y todos sus barrios y lugares, que se extienden, como es lo habitual, entre el camino, que aquí en este tramo fue sustituido por la carretera, y los accesos a playas y acantilados, en el llamado Chanu (llano) de Queirúas
Aquí adelante es el barrio llamado precisamente La Carretera. No es un trecho muy largo por la N-632 y al menos hay arcén. No hay excesivo tráfico normalmente, pues en su mayor parte va por la cercana autovía, pero en ocasiones sí, sobre todo fines de semana, veranos, fiestas, etc.
Más al sur divisamos La Era Y Vil.larriba, por donde caminaremos dentro de poco. Según documento del año 1103 estos términos de Keruas fueron donados por María Moniz al Abad Nunio del monasterio de Courias, en Cangas del Narcea, que llegó a estar en posesión de gran parte del occidente asturiano, como ya hemos relatado. Años antes, en 1066, Antonio Froilaz les había dado la villa de Busto, muy cerca de aquí, "per Keruas usque in aquas maris"
Aquí cerca La Estrecha, un topónimo que tal vez tenga que ver con la forma de algún antiguo campo o propiedad, que a veces eran alargados por necesidades agropecuarias, de sigla, roturación, cultivos, etc.
Buena quintana al borde de la carretera- El hórreo está alto, cubierta de pizarra y a cuatro aguas. Llama la atención que el faldón mira más bien al sur-suroeste, para protegerse del aire de la montaña, mientras que al este y al norte es el clásico corredor, del que antaño colgaban las ristras o riestras de mazorcas o panoyas de maíz. Bajo él la bodega parece ser el almacén de aperos y maquinaria. Alñ fondo otra dependencia anexa de la casa tiene un corredor-faldón mirando al este
Seguimos adelante. Comprobamos cómo las obras de nivelación y las reposiciones periódicas de sucesivas capas de asfalto van elevando la carretera, quedando las casas a un nivel más bajo. La primera tiene una tapia en su terreno alrededor que la libra de los cuatro vientos
La siguiente es Villa Aurelia, en esta su cierre es de verja
Señalización del Camino en la carretera. A la derecha hay un hórreo de seis pegollos. En realidad y en contra de la suposición general, no es el número de pilares lo que lo distingue de la panera sino la forma del tejado, en el hórreo piramidal. Si bien, como con todo, hay discusión y también se dice que simplemente quien lo coa pensaba en sus posibles y sus necesidades más que en una definición exacta. Sea como sea lo que se está de acuerdo es que la panera es una evolución en tamaño del hórreo, aparecida en el siglo XVII con motivo de guardar las grandes cosechas de maíz, cereal procedente de América que constituyó una auténtica revolución alimenticia, y por lo tanto demográfica, social y económica, sobre todo en la siguiente centuria
Hubo un aumento de población y ello coincidió además con el crecimiento de las villas y ciudades, que fueron necesitando más suministro de productos alimenticios. El ocaso de estos graneros vino dado con el final de la sociedad cerealística que hacía su pan en casa, la mejora de las comunicaciones y la especialización del campo en huerta, y sobre todo leche y carne. El pan se traía, y se trae, reciente y a diario desde las tahonas y la actividad tradicional desaparece. Se sigue plantando maíz en grandes extensiones pero como planta forrajera, no necesita curarse ni enrriestrase ni colgarse del hórreo y del corredor, por lo que muchos de estos elementos han ido tristemente desapareciendo
Estamos en la Casa Marisa El Correo en la finca La Gallega
Escudo en el hórreo del concejo de Valdés, imagen de la Santina de Covadonga y placa con el nombre de la finca
Hay también casas con un toque entre lo urbano y lo residencial
Llegamos ahora al Campo de Pascua, donde tradicionalmente se celebraban las fiestas y alzan sus troncos y copas altos árboles ornamentales, secuoyas, tal vez traídos en sus tiempos por los indianos benefactores. Suele afectarles bastante el viento, y en alguna ocasión hubo que quitar alguno, no sin polémica. El 6 de febrero de 2008 por ejemplo, el corresponsal de El Comercio, Luis Hernando, publica esta noticia, ejemplo de la situación, El Ayuntamiento de Valdés justifica la tala dela secuoya centenaria de Querúas:
"Tras las críticas de la asociación de vecinos de Queruás por la tala de una secuoya centenaria en el Campo de Pascua, el Ayuntamiento de Valdés aclara que este derribo se llevó a cabo «por necesidad, ya que había riesgo de que el árbol se derrumbara».
El concejal de Medio rural y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valdés, Félix Pascual Menéndez, declaró que «se decidió que había que talarlo porque parte del árbol podía caer encima de una casa, de la carretera y de la parada de autobús donde recogen a los niños para ir al colegio».
Menéndez respondió así a las acusaciones de la asociación de vecinos de la zona, que criticó duramente la tala de ese árbol centenario porque, a su juicio, «fue un acto totalmente injustificado ya que se trataba de una especie protegida»
Según el concejal, el fuerte viento que azotó el Noroccidente en las últimas fechas -con rachas de hasta 140 kilómetros por hora- «provocó que la secuoya se rompiese en dos produciendo dos ramificaciones en el tronco, una seca y otra que podía caerse provocando alguna desgracia»
Menéndez afirmó que tras estudiar el caso con el guarda mayor forestal, él mismo decidió la tala del árbol «porque era necesario y, por supuesto, la mejor solución posible». También quiso resaltar que desde el Ayuntamiento ya se está trabajando para tratar de repoblar la zona afectada lo antes posible con nuevos árboles: «Somos los primeros preocupados por cuidar y recuperar la biodiversidad del concejo y haremos todo lo necesario»
De momento seguimos de frente por la carretera, pero hay señales que nos van anunciando un próximo desvío a la derecha, hacia la capilla de Santa Ana, que vemos abajo más allá del campo, en el que en las fiestas se instalaba la cantina
El Campo de Pascua es un buen lugar para echar el freno y descansar de nuestra larga caminata...
En medio hay una explanada deportiva y un parque infantil de juegos
Atrás resalta por su azulejo vidriado verde la Casa de Ivo, Ivo Fernández, indiano que hizo construir esta mansión en 1913
La mansión presenta un aspecto cúbico y robusto, con dos pisos de balconadas y una galería en la primera planta. Abajo la entrada o piso bajo da a un jardín con verja y arriba hay una hermosa balaustrada, un gran mirador sobre el pueblo y el litoral. Destaca el intenso color verde de su cerámica vidriada
Podríamos atravesar el Campo de Pacua y dirigirnos a la capilla, que celebra Santa Ana en julio, pero para evitar el pisarlo continuamente sin necesidad vamos seguir hasta las siguientes casas
Y aquí sí tomamos el camino de la derecha, señalizado hacia la capilla
Bajamos junto esta carpintería, donde hacen tablas y listones de troncos talados y pasamos la vieja torre de la luz
Y llegando a la capilla de Santa Ana seguimos a su izquierda. Aquí se celebran Santa Ana y Santa Anina, 26 y 27 de julio, con procesión y romería. No hemos hallado más información sobre su fundación e historia pero hemos de decir que Santa Ana está en algunos lugares vinculada a peregrinaciones pues es patrona de los cojos, y todos los caminantes, quien más quien menos, a veces cojea un poco en sus largas andaduras
Por La Cueta'l Molín, iniciamos un delicioso periplo por caminos vecinales, asfaltados pero muy llanos y preciosos, apartados de las carreteras, a lo largo del Chano de Queirúas
Al fondo a la derecha El Barriu, que también extiende sus casas por el Chano de Queirúas
También aquí los usos residenciales se combinan con los agropecuarios
Chalets con terreno y jardín
Casas de labranza, aunque no en todas ya se trabaja el campo
Otra referencia: el consultorio médico
A su alrededor campos de siega y pasto
Al fondo La Era y Vil.larriba, camino de las playas. Además de la delos Molinos posiblemente la más conocida de Queirúas sea la de Penafronte, también llamada de Santa Ana. Penafrente se refiere al gran acantilado pétreo vertical que se alza sobre ella
Son hermosos los conjuntos de hórreos y casas rodeados de prados que vemos en estos lugares
El topónimo Era es inconfundible, tierras de labor, textualmente terreno descubierto para cereal, que sería antes lo que se cultivaba en el entorno más inmediato de las casas, para hacer el pan, previo transporte del mismo al molino para hacer harina, molinos que dieron nombre a otra de las cercanas playas. Ahora esos terrenos se aprovechan más para pastizal y siega
Seguimos viendo casas campesinas reformadas. Esta conserva el portalón y más allá la que parece haber sido la puerta de una cuadra
Cruce en Era: vamos a la izquierda. Además del trabajo del campo y de los artesanos zapateros, otra fuente de ingresos fue la de los emigrantes a ultramar, un fenómeno social sin precedentes que alcanzó su época álgida, la de los indianos o americanos, a partir de la segunda mitad del siglo XIX y hasta la Guerra Civil. En Cartas desde América. La emigración de asturianos a travésde la correspondencia. 1864-1925, el etnógrafo Juaco López Álvarez recupera alguna carta, muy significativa, de algunos emigrantes de la zona con sus recuerdos y añoranzas, cuya identidad opta por mantener en el anonimato:
"Puede ser que esté equivocado, pero pienso que aún hoy no necesitaría ningún cicerone para recorrer todos los pueblos y rincones de mi juventud: Caroyas, Cuevas, Caneiro, Busto, Querúas, Trevías, etc. Un poquito más allá de donde solían hacer la feria, la carretera forma un recodo, ése era el sitio obligado para entregar y cobrar el ganado vendido en casi todas las ferias. Y por otra parte ahí terminaban mis conocimientos de España y de Asturias. Nunca pasé de Trevías, ni siquiera conocía la cuesta de La Espina. Del otro lado llegué hasta Navia; claro, también conocí El Chano, La Granda, Setienes, La Montaña y La Venta"
Allí Vil.larriba, las casas parecen agruparse formando corros, con los hórreos, a manera de quintanas cerradas, protegiendo sus fachadas y entradas principales de los vientos que soplan aquí en todas direcciones. En medio y entre ellas hay espacios comunes y tal vez en el origen fuesen de una misma familia
También aquí estos caminos rurales son vías pecuarias que se ensancharon y asfaltaron principalmente en las décadas de 1980 y 1990 para el paso de maquinaria y el acceso de automóviles, cuyo uso ya se había generalizado. Algunos son tan anchos como una carretera
De frente Casa Sita: nosotros seguimos a la izquierda
Indicador del Camino en un tramo en el que la señalización no era muy abundante. Recordamos que en la zona hubo algunos cambios de itinerario, cuando por un ramal cuando por otro
Allí, un poco más adelante, vamos a fijarnos en una quinta con verja y jardín
Se trata de Villa Rosa, otra casona de indianos, con su importante historia familiar
Cuando España perdió Cuba en 1898 el indiano José Celestino García regresó a Asturias haciéndola en honor de su esposa Rosa Rodríguez
Tiene una muy interesante característica arquitectónica, si bien con escaleras, sótano y desván es de las pocas casas de indianos de una sola planta. Su sencillez estructural no está reñida ni mucho menos con la belleza de sus formas y detalles, incluyendo filigranas y jardines
Junto a los muros de Villa Rosa seguimos en dirección oeste
El Camino sigue de frente pero podemos informar que a la derecha, a un par de kilómetros, está la ya citada Playa Santa Ana, Santana o Penafrente, así llamada (peña de frente) por sus altos y verticales acantilados, tal y como también hemos informado. Dentro de las dificultades para acceder a alguna de estas indómitas playas no sería precisamente la peor, si deseásemos visitarla. Tengamos en cuenta también las mareas: en pleamares prácticamente desaparecen
Estamos entrando en Vil.larriba, con su hermoso conjunto de casas blancas y hórreos, gran encanto del Camino
Junto al hórreo precisamente, de grandes faldones, se abren dos caminos: tomemos el de la derecha
Aquí casas y camino hacen una preciosa calle, incluso con espacios ajardinados
Seguimos viendo antigua hórreos según atravesamos el lugar por esta callejuela
Fijémonos por ejemplo en este hermoso conjunto: casa cuadras, hórreo de faldón t bodega... formando una quintana cerrada con corralada y portón con acceso bajo tejadillo a cuatro aguas, bien protegida de los vientos. Es Casa Maruto, dedicada en nuestros días al turismo rural. Frente a ella el camino se bifurca: nosotros iremos a la derecha
Y al torcer a la derecha contemplamos también este grande y hermoso caserón
En una bella estructura de casa-bloque, más o menos reformada en su tiempo, con planta alta y un bajocubierta que viene a ser un piso más. Techo de pizarra a cuatro aguas con tejas en aristas y cumbreras y alta chimenea. La casa mira al sur en esta su fachada principal y a su lado dispone de varias dependencias anexas, como el hórreo a la derecha y debajo las antiguas cuadras
Otra quintana, ya en las afueras, cerrada por muro de piedra
Y aquí salimos de El Barreirón hacia las llanuras del Chanu de Caneiru, al sur de Buto o Busto, la base del cabo de este nombre, del que tendremos buenas vistas un poco más allá, en las inmediaciones de Caroyas
De aquí hacia el cabo, a nuestra derecha, se encuentran los importantísimos yacimientos paleolíticos que muestran cómo estos lugares ya eran bien transitados hace la friolera de 500.000 años. Leemos también de La Nueva España del 15-6-2013 este revelador artículo de M.S. Marqués:
"Hachas de mano de piedra tallada (bifaces), raederas, picos y muescas, entre otros muchos materiales arcaicos, forman parte de los cientos de herramientas líticas localizadas recientemente en el Cabo Busto (Valdés), un tesoro arqueológico que lo confirma como el poblamiento humano más antiguo de toda la cornisa cantábrica.
El hallazgo, producido durante las obras de ampliación de una charca de asentamiento de aves migratorias, demuestra que la plataforma del Cabo Busto fue hace cerca de medio millón de años un terreno propicio para la vida y la caza de aquella primera avanzadilla humana que precedió a los neandertales, el «Homo heidelbergensis», un homínido del que hace algunos años se encontraron cientos de restos óseos en la llamada Sima de los Huesos de Atapuerca
En Valdés no hay restos humanos, pero la extraordinaria cantidad de herramientas talladas en cuarcita -más de 400 realizadas con tecnología Achelense- habla del establecimiento en la zona de un grupo humano amplio, como amplia es la tipología de los útiles que el heidelbergensis dejó en el Cabo Busto. Son las herramientas que utilizaban para cazar, matar y desmembrar a los animales que frecuentaban la laguna, según comenta la arqueóloga María Noval, responsable del seguimiento arqueológico que permitió reunir un material esencial para conocer la que se confirma como la primera ocupación humana del norte peninsular.
El yacimiento ahora descubierto se localiza a unos 200 metros del excavado en los años 90 del pasado siglo por el profesor de Prehistoria y actual director de Patrimonio del Gobierno regional, Adolfo Rodríguez Asensio. Los resultados de aquel trabajo de campo ya abrían la puerta a la posibilidad que ahora se corrobora, la indudable existencia de un poblamiento muy antiguo en la rasa litoral de Valdés, convertida en uno de los pasos más importantes del Paleolítico.
En aquella primera investigación se encontraron en los niveles superiores de la excavación herramientas pertenecientes a neandertales que se establecieron en la zona hace 100.000 años; pero no solo eso, lo que realmente impactó entonces fue localizar al borde del acantilado, en un nivel estratigráfico inferior, tres piezas que por datación sedimentológica se atribuyeron a un espacio temporal situado entre hace 500.000 y 300.000 años, el momento en el que vivió el «Homo heidelbergensis».
Aquel primer yacimiento del Cabo Busto fue considerado un hallazgo de gran interés. Nada tan antiguo de la presencia humana se había encontrado antes en todo el norte de España. Salían, así, a la luz los primeros indicios de la presencia de un grupo humano anterior a los neandertales, un clan que se movía en un territorio de caza en la plataforma litoral occidental.
Como en aquellas conclusiones, que Adolfo Rodríguez Asensio expone en el libro «Yacimiento de Cabo Busto. Los orígenes prehistóricos de Asturias», publicado en 2001, el yacimiento localizado ahora de forma fortuita también presenta dos niveles de ocupación: uno, más próximo a la superficie, con materiales utilizados por grupos neandertales, y medio metro por debajo (después de varias capas de estratos estériles), un nivel con varios centenares de instrumentos de piedra tallada utilizados por el «Homo heidelbergensis» hace más de 300.000 años.
Rodríguez Asensio destaca la importancia del hallazgo por su contribución al conocimiento de las primeras ocupaciones humanas en la región y porque confirma de manera contundente las tesis de los trabajos desarrollados por su equipo en el Cabo Busto, en los años 90, cuando ya hablaban de un asentamiento al borde de una charca. «Estamos ante la colección de Achelense antiguo más importante del norte peninsular», subraya, para asegurar la presencia de dos niveles claros de ocupación, lo que demuestra que no hubo continuidad en el poblamiento: primero se establecieron en la zona grupos muy arcaicos y tras más de 200.000 años de abandono del lugar se produjo la llegada de los humanos de la especie neandertal, antepasados de los que muchos miles de años después vivieron en los alrededores de la cueva de El Sidrón.
Tanto los instrumentos líticos dejados por los primeros habitantes como por los que se asentaron después son de tipología Achelense, aunque en unos y en otros se utilizó cuarcita diferente, otro elemento diferenciador de ambas fases.
El Achelense es un modo tecnológico inventado en África hace 1,6 millones de años. Llegó a Europa desde el Oriente Próximo hace 600.000, donde continuó evolucionando hasta dar paso a la industria Musteriense, propia de los neandertales. La pieza más representativa de esta industria es el hacha de mano tallada en piedra (bifaz), tiene forma de lágrima y una punta aguda en el extremo más estrecho. En Atapuerca se hizo famoso uno de los bifaces contemporáneos de los de Cabo Busto al que el equipo de Juan Luis Arsuaga denominó «Excalibur», por considerarlo una pieza enigmática realizada en cuarcita de tonos rojizos.
María Noval, que también participó en las excavaciones de los 90, dirigidas por Asensio, se encargó en este caso del seguimiento arqueológico de las obras de la laguna y de los sondeos en la zona. Destaca la abundancia y el tamaño de los útiles rescatados. Los trabajos de campo se realizaron durante los primeros meses de este año.
El paisaje en el Cabo Busto hace 500.000 años era muy diferente de lo que conocemos hoy. Debió de ser una zona de lagunas a la que se acercaban los animales a beber, comenta Noval, convirtiéndolo en un espacio con características excelentes para el asentamiento humano. Para Asensio, estas cualidades confirman el valor de la rasa litoral como uno de los sitios de paso humano más importantes del Paleolítico"
Avanzamos así por estos caminos que se basan en aquellos pasos naturales que se formaron tras las últimas grandes transformaciones geológicas resultado de la glaciación del Würm, la célebre Edad de Hielo, con la retirada de los hielos y que configuraron, junto con los movimientos tectónicos, la orografía que vemos en nuestros días. Por estos pasos crecería la vegetación y los herbívoros, en manadas, se moverían hacia los pastos naturales dejados libres por la retirada de los hielos, y tras ellos los carnívoros, y tras los dos aquellos primeros seres humanos que poblaron estas tierras, los primeros peregrinos de la naturaleza. Sus pasos serían el origen de estas primitivas e históricas sendas que aprovecharían estos pasillos naturales
Mucho más en la distancia vemos una línea de cumbres, son las sierras de Silvayana, Busecu y Panondres, allí donde el concejo de Valdés va dar paso, al otro lado, al de Navia: los altos de Pegueiru (322 m), El Penón (353 m), El Picu Bustrilde (391 m), El Picu Curriel.los o Picu Quemádu (472 m), Las Penas Rubias (594 m), La Braña l'Arcu (586 m), La Carcavona (376 m), La Cruz de los Caminos (690 m) y El Picu'l Recatón (730 m). La cumbre más alta son los 842 metros del Picu'l Can o Canondres, en la frontera Valdés-Navia
Ante las casas del Chanu Caneiru hay un cruce en el que vamos a ir a la derecha
Atentos ahora pues a este mojón
Pues muy poco después nos desviaremos de este mismo camino a la izquierda, viendo al fondo La Sienra Campos. La sienra es un conjunto de tierras, de hazas, parte de una heredad más grande, entre otras acepciones relacionadas con el terreno, pero nada tiene que ver con "sierra" como a veces erróneamente se transcribe
Aquí está el camino a la izquierda que hemos de tomar, donde hay otro mojón xacobeo
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