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lunes, 15 de agosto de 2016

EL CAMINO EN VEGADEO/A VEIGA (ASTURIAS): CAMINO NORTE HISTÓRICO (5)


Llegando a Vegadeo/A Veiga
El trazado oficial en Asturias del Camino Norte de Santiago (llamado generalmente histórico hasta Mondoñedo) entra en el concejo de Vegadeo/A Veiga por Mareo viniendo de Seares en Castropol. Se trata de la opción más antigua entre las existentes para pasar de Asturias a Galicia (también señalizadas oficialmente) pues evitaba el paso de la ría hacia Ribadeo en toscas embarcaciones de gravoso pasaje expuestas a las corrientes del estuario, bien desde Figueras/As Figueiras, bien desde Castropol.

 Actualmente el puente de A Ponte dos Santos suple esa circunstancia, pero muchos son los peregrinos que optan por emplear esta vía histórica, la cual se dirige al suroeste desde Tol, recorriendo la margen asturiana del estuario en el que desemboca el río, y llegando aquí en este itinerario, no tan transitado como el que va por Tapia y Ribadeo, pero que tiene en esto su atractivo para muchos romeiros jacobitas


Este es el paisaje de la vega que da nombre a la villa tal y como la ven los peregrinos procedentes de Seares o Siares, con los ríos Suarón y Monjardín o Monxardín uniéndose al Eo cuando este forma ya su desembocadura. Arriba a la derecha vemos el pueblo de Miou, a donde sube el camino, luego de atravesar la población


A Miou subirá el Camino desde el centro de Vegadeo/A Veiga para, luego de recorrer un tramo del valle del Rego del Outeiro, subir al lugar de Sela de Murias por los bosques del Pico do Caxigo, en el Monte de Parga, justo en el centro de la foto, con su máxima cota en el Pico do Caxigo, de 309 metros de altitud, antes de bajar a Abres, pasando el río en la llamada Ría de Abres por el puente allí existente, sucesor de la primitiva Ponte Vella de Abres. Así se entrará en Galicia por el concejo de Trabada para unirse en Mondoñedo a la ruta que va por Ribadeo y Vilanoa de Lourenzá


La villa veigueña se fue extendiendo desde su núcleo originario sobre la unión de los ríos Suarón y Monxardín hasta ganar espacio al agua y las junqueras y asomarse al río Eo en su estuario. A Veiga/Vegadeo formó parte de la extensa Tierra de Ribadeo, que comprendía el territorio asturiano entre los ríos Eo y Navia (excluyendo sin embargo la población gallega de este nombre), toda la cual fue luego el enorme concejo de Castropol al independizarse la comarca de la Mitra durante el reinado de Felipe II en 1579, al pasar a ser propiedad de la Corona y luego vendido por esta a los vecinos, previa concesión del Papa Gregorio XIII

 La pequeña entonces pequeña localidad prosperaba con sus puertos comerciales ribereños, donde atracaban las barcazas que enlazaban el tráfico de mercancías de las tierras del interior con el más importante puerto de Ribadeo, que contaba ya entonces con aduana


Originariamente la población era un lugar de la parroquia de Piantón, denominado Vega de Ribadeo que a principios del siglo XX (1916) pasó a llamarse oficialmente Vegadeo, nombre que venía realmente empleándose documentalmente desde un siglo atrás, aunque tradicionalmente siempre fue A Veiga, topónimo en recuperación. Entre 1810 y 1814 llegó a funcionar una pequeña fábrica de armas con trabajadores traídos de las de Trubia y Oviedo/Uviéu, trasladados durante la invasión napoleónica, así como algunos armeros de Toledo

Esa prosperidad empezó a traer rivalidades con la villa capital de Castropol, y coincidiendo con un largo periodo de vicisitudes como consecuencia del establecimiento la sede judicial, la Vega de Ribadeo se confirma como concejo independiente en 1836 (otras fuentes dicen 1834), estando primeramente la capital en Piantón (unos kilómetros más al sur) pero a los pocos años se asentaría definitivamente aquí en A Veiga, en un tiempo en el que pugnó varias veces incluso con Castropol, como capital del partido judicial

Los edificios más nuevos se extienden linealmente a nuestra derecha debajo del Camino y a lo largo de la Avenida Príncipe de Asturias, una de las zonas de expansión urbana


Más allá, en medio del casco urbano, en la confluencia de los dos cauces, donde el Monxardín entrega sus aguas al Suarón, se encuentra la gran explanada ferial en la zona de El Fondrigo, donde estuvo uno de los antiguos muelles, donde estaba Casa Porto, casa de comercio vinculada a la desaparecida actividad portuaria del lugar, básicamente el transporte de sal desde Ribadeo en tres gabarras, según buena información publicada por Antonio Cuervas Mons en su obra Castropol, Vegadeo, Ribadeo y su ría

En el río Suaron estaban los muelles del Comercio, Vijande o Maseda y Veiguela, y ya en la ría El Caleiro, A Casía y Muelle Novo, que tuvieron especial actividad como puertos madereros entre 1930 y 1955. De ellos hemos hablado en el capítulo correspondiente al tramo anterior de esta ruta 


Aún más lejos se vislumbra parcialmente, pues está entre altos bloques de edificios, el casco histórico por la zona del Ensanche, edificada en el siglo XIX en terrenos ganados a marismas. En lo alto, también en el Monte de Parga, está El Pico del Folgueiral (324 mts.)


Allí en medio vemos la iglesia parroquial de la Asunción, junto al Parque Medal. El Camino pasa delante de ella, pues esta es la parte posterior. Más allá de los edificios de pisos está el albergue Mar y Montaña, del que hablaremos próximamente en su momento


 Un poco más en ladera, a la izquierda son los barrios más antiguos, bajo el Monte Silvela. Hay una camino señalizado por abajo, por El Ensanche, donde están en la actualidad la mayor parte de tiendas, servicios, hostelería y comercios, y otra por la zona vieja, que sería el recorrido antiguo. Las dos van a parar al albergue. Al fondo el valle del Monxardín, que nace de la unión de varios pequeños regos, como el río Seco, cerca de Cereixido


Al otro lado del río Suarón están los edificios la Avenida de Galicia (comunicación con el Puente de Porto, bajo el pueblo de Miou, por donde como hemos dicho seguirá el Camino


En nuestra bajada hacia la villa podremos descansar y observarla sentados en algunos bancos dispuestos como un mirador sobre este verdadero anfiteatro natural alargado que ofrece el paisaje.


Vamos en suave y llevadera bajada, ahora vemos bien el Pico Silvela, a la izquierda, con sus 281 metros. Piantón, la antigua capital de 1863 a 1851, se halla un poco más a la izquierda, pero no la vemos desde aquí. Parece ser que antiguamente el camino, o alguno de sus ramales, pasaba por allí, pues era el único puente existente, llamado romano pero de origen más bien medieval. Otros pasarían directamente el Suarón por A Veiga con alguna embarcación de lancheiro o mojándose un poco si no estaba muy profundo, evitando un largo rodeo


Nos acercamos al barrio de A Galea por A Pruida


Otro banco para sentarse, con buenísima vista de la población, cuya estratégica posición ya había sido vista durante la francesada por el general José Worster Servent, maestre general del Exército Asturiano, nombrado como tal por la Junta General de Principado, quien al mando de la 5ª División se hizo cargo de la defensa del Eo, llegando a tomar Mondoñedo el 11 de marzo de 1809, aunque fue seguidamente expulsado inmediatamente por el francés Maurice Mathieu y cesado


El historiador y testigo de aquellos acontecimientos, Conde de Toreno, dejó dicho de Worster que era "general de menguado seso" pues al retirarse de Mondoñedo desprotegió esta línea, los franceses cruzaron el Eo por San Tirso de Abres (no confundir con el Abres de Vegadeo, por donde pasa el camino) y entran en Vega de Ribadeo sometiéndola al pillaje al entrar de noche sorprendida la guarnición. Tres jefes de guerrillas locales, Cuervo Castrillón, Saavedra de Piantón y Reguero de la Vega, quisieron convencer a Worster de actuar conjuntamente contra ellos pero este se negó. La población no obstante se recuperaría y en 1810 se establecería la citada fábrica de armas que funcionó durante la contienda, en la que muchos mozos veigueños fueron reclutados en el famoso Regimiento de Castropol, que luchó en varios frentes


En A Galea sigue la bajada mientras recordamos estos episodios de la historia veigueña


En aquella bifurcación iremos siempre hacia abajo, siguiendo la calle


Filas de viviendas populares de dos o más plantas, algunas unifamiliares, otras de vecindad


También alguna casa de planta baja


Hay tramos con algo de acera


Balcón-corredor y galería


Siempre hacia abajo en dirección al centro de la villa veigueña


Acera a la izquierda


Al fondo el barrio de A Abraira y el valle del río Suarón


Fijémonos que sobre el banco blanco de la izquierda hay dos rayas, una blanca y otra roja, se trata de la señalización del sendero de Gran Recorrido GR E-9 por la costa cantábrica, que en este tramo comparte trayecto con el Camino


Otra larga fila de viviendas a la izquierda. Hay aceras a los dos lados. La de la derecha es más ancha


Hay una casa dedicada al turismo rural al principio de esta larga fila


A la derecha veremos el Colegio Público Jovellanos


Estamos casi ya en el final de la bajada


Son aquí en su mayor parte viviendas unifamiliares de dos o tres plantas


Curva a la izquierday arbolado


También almacenes y cocheras


El centro de la villa ya ante nosotros, al otro lado de los árboles


A la derecha la residencia


Dejamos las últimas casas de A Galea


Haciendo toda la curva, donde se estrechan las aceras, al lado de Villa Barbacana, antiguo palacio solariego del siglo XVIII


Y así vamos llegando al final de la cuesta


Y ya tenemos que cruzar de frente hacia el puente sobre el río Suarón, A Ponte da Abraira


Al lado del puente veremos la escultura Abrazo de Luis Fega. Forma parte de la llamada Senda Escultural de los Doce Puentes, que recorre la población


Cruzamos el paso de cebra hacia el puente


Concha en la base de una farola


Y del puente nos dirigimos a la derecha al centro de Vegadeo/A Veiga. A lo lejos, al oeste A Cruz y el Monte de Parga


A la derecha vemos otro puente, el de la carretera N-640, aquí Avenida de Asturias, llamado Puente de Reguera


Más allá están el Parque Medal, la iglesia y la subida a Miou por Ferreira


Nos dirigimos hacia el centro urbano Por la calle Empedrada, que baja un poco


En el edificio de la derecha veremos este gran mural


Representa al Ayuntamiento con el río atrás y sus puentes peatonales, así como algunas casas de su entorno. Por ahí vamos a pasar ahora mismo


Seguimos y vemos a la derecha el bar La Parra, que tiene pensión


Seguimos por las aceras. La calle Empedrada, con sus edificios de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX es eminentemente comercial


Placa de la calle


Un importante cruce, el de la calle Empedrada con la calle Palacio, en el barrio de este nombre. Es la entrada de la población por la carretera N-640 (Avenida Príncipe de Asturias)


En el cruce nos disponemos a cruzar para seguir de frente, recto adelante, continuando por la calle Empedrada


Ahora cruzamos la calle Palacio (carretera AS-21), que es la antigua carretera de A Garganta, construida a partir de 1853


Placa de la calle


Concha y nombre del barrio


Por aquí sigue el Camino, en dirección a la Alameda


Edificios de la calle Empedrada, con viviendas en las plantas superiores y en los bajos locales comerciales


En la calle las aceras son más bien estrechas y puede haber bastante tráfico, pues era ruta de Asturias a Lugo por la N-640, ahora mayoritariamente encarrilado a través de la  Autovía del Cantábrico, que pasa por Ribadeo


Así nos presenta esta calle la página del Museo de Mazonovo:
"Casas en muy buen estado de conservación, con características muy homogéneas, casi la totalidad poseen dos alturas, presentan balcones con balaustradas de hierro forjado, unos con el frente de fachada y otros salientes soportados por ménsulas. Los vanos presentan gran variedad de ornamentación y colorido. Los bajos tradicionalmente se utilizan para comercios"

En estas calles se concentra mayoritariamente el sector comercial, con tiendas y bares


Admiramos la arquitectura urbana de época de estos edificios, con la alameda al fondo


A lo lejos vemos las laderas de Miou


Las tiendas y sus toldos


Zona comercial. Hay varios edificios de finales del siglo XIX reformados en 1921 y tras la Guerra Civil


Y salimos a la calle Alameda, en el corazón de A Veiga. Aquí a la izquierda, donde ahora hay un conjunto de edificios porticados, estuvo el Palacio Valledor, que fue en tiempos el Seminario de Educación de la Vega de Ribadeo


A la derecha el Ayuntamiento, el Parque Medal y, más lejos, la iglesia de la Asunción. Dado que todo ello forma parte del Ensanche decimonónico, se sabe que antiguamente el Camino original pasaba unos metros más al sur, por la parte alta y más antigua de la población, estando también por allí señalizado, si bien en nuestros días significa dar un importante rodeo


El Ayuntamiento y la iglesia se iniciaron en 1844, aunque según las fuentes las fechas varían, fue justo cuando se decidió hacer aquí la capital del nuevo concejo. Fue realizado por el maestro de obras Francisco Bustelo y Cancio



En origen su planta porticada tenía cinco arcos con piso arriba, a los que se añadieron otros tres en la ampliación hecha en 1865. Sobre los nuevos tres arcos estuvo la escuela 


La Casa Consistorial será dotada de torre del reloj en 1888, reformada en 1920 quitándole bastante altura. Luego se pusieron balcones en los ventanales


Enfrente hay una gran explanada, donde a la derecha se ubican algunas terrazas y un grupo de edificios de época a la derecha, reformados en 1921.


 Delante hay una fuente, la Fuente del Verano, fuente neoclásica con caños y caras de fauno, en la que, sobre pedestal, se alza una figura humana alegórica del verano, un joven con túnica que porta en una mano una hoz y en la otra un rastrillo (erróneamente se dice es la diosa Ceres). Su presencia es actualmente ornamental pero su construcción es fruto de las iniciativas para surtir de fuentes públicas a la villa en 1880, cuando no se disponía aún de agua corriente en las viviendas


A finales de 1880 el alcalde don José García Andina ya realiza la expropiación de unos terrenos en el entonces llamado barrio del Sol, y aprueba un préstamo de no más de 5.000 pesetas para proceder a la construcción de una red de agua y saneamiento. La fuente que había, en la plaza, estaba en ruinas, pero las obras para la nueva fuente, entre aplazamientos, permisos y demás, no comienzan hasta noviembre de 1881, según publica Juan José Pardo y Pérez San Julián en Ría del Eo:
"Con todos permisos obtenidos, a primeros de noviembre de 1881 comienzan las obras de mejora y construcción de la fuente de la Plaza, que son encomendadas al maestro Don José María Ferrería en régimen de administración. 
El 13 de noviembre de este año, el Sr. Alcalde D. Indalecio Arango Barja propone al pleno para su aprobación, y aprueban, la adquisición de una fuente ornamental para colocarla en la Plaza del Ayuntamiento. En su intervención presenta una lámina, que le han remitido desde Barcelona, con el modelo de una fuente de bronce o de hierro fundido, que viene identificada con el número 4, y cuyo coste puesta en el puerto de Ribadeo es de 3.000 pesetas. Esta lámina, por desgracia, no se conserva entre la documentación del Archivo Municipal. 
El 8 de enero de 1882 se acuerda efectuar el pago de 600 pesetas a Don Manuel Enríquez, de Sargadelos, importe de las tuberías (de gres, no de fundición) y caños entregados. 
No tenemos constancia de la fecha exacta en la que se levanta e inaugura nuestra fuente, pero sabemos que en la sesión del 9 de Abril de 1882 se aprueba pagar " ...a Don Pedro Cancio, vecino de esta villa, la cantidad de 3.000 pesetas que importa la fuente que encargó a Barcelona, por nuestro encargo..." 
Las obras se prolongan por espacio de siete meses, y se dan por finalizadas el 1 de Junio de 1882. El coste de la obra civil ascendió a 4.008,42 pesetas"

El modelo original es una estatua en mármol del año 1855, trabajo del artista francés Mathurin Moreau, presentada en la Exposición Universal de París de ese año e inaugurada por Napoleón III, contando con un pabellón para las Bellas Artes donde fue mostrada. En base a la estatua de mármol se hizo un molde y luego esta fuente en bronce, De su construcción habla así también Pardo y Pérez Jan Julián:
"La Fuente de la Plaza del Ayuntamiento de Vegadeo fue fabricada por la Société Anonyme des Hauts-Fourneaux et Fonderies du Val d'Osne (Haute-Marne). Esta sociedad procedía de la reunión de las antiguas casas: J.P.V. André, Barbezat et Cie, Fourment Houille et Cie, J.J. Ducel.

Durante el siglo XIX y hasta mediado el siglo XX se distinguió por su amplio catálogo en piezas (más de 40.000) de fundición artística, entre los que destacaron los modelos urbanos ornamentales, las estatuas y artículos religiosos. Sus voluminosos catálogos se conservan en el Musée d'Orsay.

Es una obra realizada en fundición de hierro, de estilo neoclásico, y reproducción de una obra del escultor francés Mathurin Moreau (Dijon *1821, París +1912). Original esculpido en mármol, en el año de 1855, y catalogado con el núm. 4514 en la "Exposición Universal" de París forma parte de un conjunto de imágenes alegóricas de las cuatro estaciones, y representa al verano "L'eté".

Aparece en el catálogo de nombre "Val d'Osne 2" publicado en el año 1867, con el número de plancha 521"

La fuente pesa 880 kilos, tiene 3,30 metros de alto, 1,57 de largo y 0.98 me ancho, de los que la estatua mide 1,60 m de alto, 0,525 de ancho y pesa 220 kilos


Abajo hay más imágenes


A los lados dos cabezas de fauno de las que surgen de sus bocas los caños de la fuente y en medio un ramo de liliopsidas


En el ramo se enrosca una culebra mientras traga un sapo


 Otro autor, A. Parissi, escribe así de ella:
"Fuente neoclásica construida en hierro fundido sobre un pedestal cuadrangular en cuyos lados opuestos se encuentran dos pequeñas pilas semicirculares que recogen el agua que mana de dos máscaras con apariencia entre machos cabríos y seres humanos (faunos , protectores de los campos). 
En el friso, de los otros dos lados, las plantas acuáticas se mantienen unidas por los anillos de una serpiente en acción de tragar un sapo, escena que representa el ciclo de vida y muerte de la naturaleza. 
Supera la hermosa fuente, la figura de un joven adolescente, que representa el verano, el cuerpo ágil se ennoblece vestido a la antigua, la túnica corta hábilmente moldeada en efecto "mojado" (pegada al cuerpo) y la clamis (capa), como de costumbre pendiente del hombro izquierdo y se sujeta con broche a la derecha 
Empuña, en gesto de apoyo una hoz, con la mano derecha apoyada al flanco, el brazo izquierdo extendido, agarrando el extremo de otra herramienta, un rastrillo, apenas reconocible por sus dientes, que se encuentran en el suelo, "dignamente" ocultos entre el follaje de la voluminosa gavilla del grano"

La calle Alameda forma otra larga fila de viviendas que se extiende frente al Ayuntamiento, el parque y la iglesia, siendo buena muestra del primer ensanche de la villa. La zona que salió más allá del núcleo originario, ganándole espacio al río Suarón y sus marismas. Continuando la travesía comercial que iniciamos en la calle Empedrada, hay más bares y casas de comidas, tiendas, oficinas, pensiones y hoteles. A la izquierda, haciendo esquina, el Bar Asturias, fundado hacia 1936. Un poco más allá es el Café Alameda. El edificio más antiguo es Casa Villamil, de mediados del siglo XIX, y los demás son en su mayoría anteriores a la segunda década del siglo XX, con inspiración tal como el Art-Decó o el modernismo, resultando un conjunto bastante armónico, sin demasiadas diferencias de altura aunque sí en las fachadas, con estucos de color, azulejos o pintura


En La revista de historia local La Vega nº 104-105 enero-abril 2014, Marcelino Méndez, Neno de Marcos, publica un interesante artículo en el que se hace repaso a la historia de estas casas. Así el nº1, el primero por la izquierda, sabemos era propiedad de Dª Elena Vijande Trelles y en él estaba el Hotel Comercio, regentado por las hermanas Álvarez Acevedo, Ubalda, Irene y Angustias, que aquí vívían con su cuñada María Fernández de la Vega Lombán y sus hijos. Estando en el bajo el ya mencionado Bar Asturias. Hubo antes otro número 1, donde estaba el Café Central, edificio derribado para abrir la carretera a Tramundi

El número 2 era de Eduardo Vijande Canel, fábrica de chocolate, ferretería, gasolinera, cristalería y comercio en general. Vivían varios vecinos y empleados. La casa número 3 era de Alejandro Vijande Canel, hermano del dueño de la anterior, había casas de vecinos y comercio de ferretería y caza. La número 4 era La Paquetería, gran comercio de hilos que llegó a tener viajante propio. Como en todas, había viviendas. La número 4 era de Armando Vijande Trelles y tenía bajo comercial de ferretería, muebles, fábrica de somieres, etc.

 
Hay también diferentes tipos de balcones, ventanas, galerías y cornisas. Las mayores reformas se han producido en los bajos comerciales, tal y como informan en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias


Caminamos ahora junto a la Oficina de Turismo, donde pueden informarnos de la situación del albergue, alojamientos, tiendas, centro de salud, etc. así como de algunas cosas importantes que ver y conocer si deseamos recorrer la población, una buen opción si pernoctamos aquí


Avanzamos hacia el Parque Medal, hecho en el que fue el campo del mismo nombre a lo largo del último tercio del siglo XIX, cuando se realizaban las obras de este ensanche


Y aquí otra escultura, esta más reciente y moderna, representando una vaca, traída aquí desde la Feria de Muestras de Vegadeo, de la que fue símbolo. Es obra de la veigueña Lulas Somoza, fue restaurada en 2020 y es llamada Silvallana


En su cuerpo aparece a la derecha el Ayuntamiento y en medio el Quiosco de la Música, al que nos dirigimos ahora antes de pasar frente a la iglesia, a la izquierda


La vaca, el Ayuntamiento y la Oficina de Turismo


Avanzamos por la explanada del Parque Medal, donde se celebran fiestas, exposiciones y otros eventos


Calle Alameda, con sus terrazas y arbolado. Siguiendo con el artículo citado de la revista La Vega, Neno de Marcos nos cuenta que en la casa del número 6 era llamada Casa del Curtido, por estar en su parte posterior la fábrica curtidora de Núñez Osorio y Zabala, nacido en Cuba, sastre de profesión que llegó a ser alcalde y luego director de la sucursal veigueña de la Caja de Ahorros de Asturias. La curtidora dio paso en la posguerra a almacén para zapateros y guarnicioneros de José Pardo Monteserín, Pepe El Curtido


De frente la iglesia, otro de los edificios de este ensanche, construida tras la independencia municipal de la antigua Vega de Ribadeo (1836), proyecto encargado al arquitecto Pruneda en 1842


Y antes de llegar a ella, el Quiosco de la Música. Construido en 1902 en la Sociedad Santa Bulueta, de Bilbao, pagada en un 53% por el Ayuntamiento y el resto por los emigrantes veigueños a las américas. Su construcción se plantea cuando en 1901, reorganizada la Banda de Música, en sesión ordinaria del Ayuntamiento del 1 de diciembre de 1901 se acuerda disponer de un escenario para sus conciertos, si bien se estima que el coste no podrá ser acometido enteramente por el consistorio, por lo que se propondrá ayuda a los emigrantes que hicieron las américas, un proceso que explica también Juan José Pardo y Pérez Sanjulián en Ría del Eo
"Don Cándido Barcia Cotarelo, Regidor Síndico, plantea solicitar contribución por esa cifra, a los hijos del concejo afincados en ultramar, proponiendo que aporten, los residentes en La Habana y Buenos Aires, 2.000 pesetas cada colonia y la de Méjico, las 1.000 pesetas restantes.

Con fecha 2 de Febrero de 1902, el Sr. Alcalde informa a la Corporación de las gestiones realizadas con varias fábricas constructoras, y presenta un proyecto croquis y presupuesto enviado por la fundición Bertrand Hermanos, de Oviedo, que asciende a la cantidad de 8.000 pesetas.

Como quiera que el desvío presupuestario, sobre las cantidades previstas en diciembre pasado, sea considerable, se decide ampliar la solicitud de contribución a los residentes en Mendoza y Montevideo"

Es de planta octogonal con zócalo de dos alturas construido en sillería y arriba todo elementos de fundición, con verja, tejadillo y ocho columnas. Es de inspiración orientalista, estilo muy divulgado por entonces en álbumes y catálogos. La base es de sillares de granito y está elevada cuatro escalones sobre el suelo. De hierro son sus columnas, balaustrada de cierre, arcos y capiteles corintios


La bóveda es de madera. En la parte superior se lee "Recuerdo a Vega de Ribadeo dedicado por sus hijos y protectores residentes en ultramar". De ellos y de las gestiones habidas para levantar el quiosco informaba el alcalde a la Corporación el 8 de junio de 1902, acordándose, según escribe Pérez Sanjulián
"Nombrar una Comisión presidida por el Sr. Alcalde e investida de las mas amplias facultades para llevar a feliz término la construcción del kiosco para la Banda Municipal de Música
Que de dicha Comisión formen parte además del Alcalde Don Everardo Villamil, el Secretario del Ayuntamiento Don José A. Méndez Bermúdez, el Teniente Alcalde Don Inocencio Pío Sanjulián, el Concejal D. Ramón Arango y el Juez Municipal D. Baldomero Canal y Camblor. 
Se determina la ubicación en donde se emplazará el kiosco. 
Proceder a la subasta de la obra, bajo la base de que el conjunto de la misma se ha de ajustar al modelo enviado por la sociedad Santa Ana de Bolueta de Bilbao  
Que el ayuntamiento correrá, con cargo a los fondos municipales, con la parte de los gastos que no se logre sufragar con la suscripción realizada en América"
Al día siguiente, 9 de junio, se aprueba el pliego de condiciones, sacándolo a subasta, que se celebra en el salón de sesiones del Ayuntamiento, si bien solo se presenta una firma a ella, la del vecino don Venancio San Martín, que se ofrece a tenerlo acabado antes del 10 de agosto, con presupuesto de 6.342, 88 pesetas


El 10 de agosto la citada comisión, junto con el maestro de obras Atilano Barcia, reconocen el quiosco y aprueban su estado, recibiendo la obra al proclamar que se ajusta a plano y condiciones, El 28 de noviembre se consignan en acta las cantidades recibidas, que posteriormente se entregarán al contratista, según asimismo leemos en Ría del Eo
"De Montevideo se recibieron 607 pesetas con 25 céntimos.
De Puebla se recibieron 507 pesetas con 55 céntimos.
De Mendoza se recibieron 609 pesetas con 85 céntimos.
De La Habana se recibieron 1.102 pesetas con 45 céntimos.

En total 2.827 pesetas con 10 céntimos. Esta cantidad se acuerda, el día 30 de noviembre, entregarla al contratista Sr. San Martín, acto que se efectúa al día siguiente 1 de diciembre.

No se reciben más aportaciones, hasta que el día 22 de mayo de 1903 los señores D. Juan García López y hermanos, de Méjico, remiten la cantidad de 250 pesetas. Debido al tiempo trascurrido sin recibir ninguna otra cantidad, el 31 de mayo, la Comisión decide trasladar el expediente al Ayuntamiento, para que ordene el pago de la cantidad que todavía se adeuda a Don Venancio San Martín. 
Finalmente el día 2 de julio de este año 1903, el Ayuntamiento salda la deuda contraída con el Sr. San Martín, entregándole la cifra de 3.515 pesetas con setenta y ocho céntimos, el cual extiende y firma la más eficaz y competente carta de pago"

Poco más allá la iglesia, que por entonces tenía otro aspecto, sobrio edificio de piedra que sería reformado para darle el aspecto que luce hoy en día


Pero antes vamos a pasear unos instantes por el Parque Medal, que se extiende entre la calle Alameda y el río Suarón



Hay varios monolitos y esculturas, vamos a hacerles un repaso, a ver si no se nos queda ninguna


Este está dedicado a la Primera Concentración Nacional de Peñas Sportinguisitas (Real Sporting de Gijón), celebrada en julio de 2017. Así escribía de ella el día 30 A. Cabranes para La Nueva España:
"Vegadeo, capital rojiblanca 
Vegadeo tiene censados a 4.000 habitantes. La primera concentración de peñas sportinguistas aumentó su población, por un día, en más de un cuarto. Más de un millar de seguidores rojiblancos convirtieron ayer en un éxito unos actos organizados por la Federación de Peñas y tan diversos como que el inicio fue una misa en la iglesia de Santa María de Vegadeo y terminaron con un concierto de Los Berrones en el parque de Medal. Entre medias, el partido entre el Sporting y la Ponferradina aceleró las gargantas de las 75 peñas participantes, de Asturias y de otros puntos de España, entre ellos Madrid y Barcelona. 
La siguiente parada estuvo en el pabellón vegueño, en el que se celebró un partido de veteranos del Sporting, Treviense y Vegadeo. Sin tiempo al descanso, a la recepción municipal le siguió uno de los momentos más aplaudidos. "El show de Cholo Juvacho, impecable y la organización del día de las peñas, un éxito. Al equipo, sin embargo, lo vemos más gris", señalaron José y Celso Fernández y Antonio Riestra, de la peña sportinguista Mieres del Camino 
"Hay más de 140 voluntarios y el esfuerzo que han hecho de organización ha sido tremendo. Es un éxito", señaló José Manuel Fernández, de la peña El Cencerru, de Olloniego. La comida en el recinto ferial, con pincheo y parrillada, también dejó satisfechos a los comensales. "Esto levanta el ánimo del sportinguismo y del equipo, que falta hace. Hay que felicitar a la organización. Debe realizarse anualmente", subrayó el exárbitro Cristóbal Álvarez, de la peña El Sueve, de Colunga. "El ambiente es excelente y es un buen punto de partida para repetirlo en diferentes puntos de Asturias", destacó Manolo Llana, de la peña Nacho Cases. 
"Os pido un pelín de paciencia, pero juntos lo vamos a conseguir", arengó Herrera cuando el equipo, nada más llegar a Vegadeo, visitó el pabellón ferial. "Esto es lo guapo del fútbol, estar todos reunidos. Ojalá se repita", señalaron Arcadio y Noel de la Fuente, de la peña La Laguna, de L'Entregu. El Sporting y la Federación de Peñas han tomado nota del deseo de los aficionados rojiblancos, y la idea es realizar unas bases para que este evento vaya rotando, anualmente, por varios puntos de Asturias"


Y esta es la noticia, publicada el mismo día en otro periódico, El Comercio, que firma Víctor M. Robledo con el título La Mareona invade Vegadeo:
"Una enorme bandera con los colores rojiblancos colocada en el último puente recibió a todos los sportinguistas que se desplazaron ayer a Vegadeo. La localidad del Occidente asturiana, con decenas de balcones y establecimientos engalanados para la ocasión, fue el escenario elegido por la Federación de Peñas Sportinguistas para celebrar su primera concentración nacional. La convocatoria resultó todo un éxito, con más de un millar de peñistas de 75 agrupaciones distintas que vivieron una jornada de fervor por su equipo. 
Los peñistas apenas encontraron tiempo para aburrirse. A las 10.30 horas, en la iglesia de Santa María de Vegadeo, el padre Fernando Fueyo ofició una misa en memoria de los aficionados fallecidos. Fue el primer acto de una jornada que incluyó actividades para todos los públicos. Los más pequeños pudieron disfrutar de un parque infantil instalado para ellos mientras los mayores visitaban en la Casa de la Cultura la exposición '112 años de sportinguismo'. En el Parque de Medal, el mercado sportinguista era un hervidero de aficionados en busca de pins o bufandas como recuerdo de la cita. A mediodía, Cholo Juvacho amenizó el vermú interpretando varias de sus canciones más populares.
A esa hora ya se sabía que los veteranos del Sporting, capitaneados por jugadores como Redondo o Cundi, habían salido vencedores del triangular disputado en el pabellón del Área del Noveledo contra las viejas glorias del Vegadeo y el Treviense. La grada, por cierto, estuvo a rebosar 
Antes de la comida se leyó el pregón institucional a los peñistas desde el escenario del Parque de Medal. El presidente del Sporting, Javier Fernández, agradeció a los aficionados su apoyo al equipo pese a las últimas decepciones y al Ayuntamiento de Vegadeo toda su colaboración par celebrar el primer encuentro de peñas en la localidad. Después, los peñistas desfilaron con pancartas representativas hasta el pabellón del recinto ferial, donde se celebró la comida y el acto central de la jornada. 
La afluencia de público sorprendió a los propios organizadores. En el recinto ferial se dieron cita novecientos peñistas, a los que habría que sumar los aficionados que prefirieron almorzar en los restaurantes de la zona. El buen ambiente entre las peñas reinó en todo momento. Muchas se conocían de viajes pasados junto al Sporting, por lo que las visitas de una mesa a otra para saludar a viejos amigos se sucedieron durante toda la comida"

Plaza central del parque con la figura de un octógono


Fecha de las obras del año 2003


Árboles y esculturas, Venus Algálica del Eo, de César Montaña, hecha en homenaje al escritor veigueño, aquí nacido en 1906, Álvaro Fernández Suárez



Placa de homenaje


Detrás un acebo


Con sus llamativos frutos rojos


Homenaje de la Feria de Muestras de Vegadeo a las víctimas del 11-M en Madrid. Año 2004


Y este es el Tótem de los Deseos, de Jerónimo Guerrero, En Memoria del Cedro


Columna hecha a base del tronco de un árbol seco de cedro


Y este es el Paseo del Suarón. En estas riberas pueden verse ánades reales y garzas, poblando sus aguas truchas, reos y muiles.


Más allá, al otro lado del río, está la antigua curtidora, del año 1823, con viviendas, hornos y almacenes. Es un conjunto de edificios y jardines cerrado por muro de mampostería que tuvo embarcadero propio. La fábrica desapareció hace tiempo pero sus dependencias siguen usándose para otras funciones. Es de planta muy irregular, prácticamente  trapezoidal, dividida en vivienda, fábrica propiamente dicha, almacenes  y otras edificaciones con hogares y hornos


Quizás lo que más llame la atención sea en la fábrica la Torre do Campo, con picudo tejado octogonal de pizarra


Volvemos al Quiosco de la Música, buena referencia orientativa. De frente, en el número 7 de la Alameda, estuvo El Siglo, tienda de tejidos y mercería. Entre otros vecinos vivían Raimundo Fernández Ripoll y su esposa Isabel Méndez Villamil, propietarios del cine Popular Cinema y del baile Parque de los Pinos


La nº8 es la Casa de la Hidroeléctrica del Eo, así llamada por estar en ella las oficinas e instalaciones de esta empresa. Uno de sus encargados fue Manuel Ordóñez, quien también sería alcalde. Allí vemos también la Casa Villamil, la más antigua de este ensanche veigueño


El Camino continúa hacia la iglesia por este hermoso paseo de la Alameda...


En la Alameda se celebra tradicionalmente el mercado de los sábados, del que sabemos documentalmente existe desde 1823. Una fecha muy importante pues estaría dentro del famoso Trienio Liberal, precedente de la independencia municipal definitiva, que llegaría década y pico después. Del mercado esto es lo que leemos en la página del Ayuntamiento:
"Los sábados de mercado Vegadeo se convierte en un hervidero, donde locales y visitantes se desplazan a la explanada del recinto ferial a realizar sus compras. Todos los sábados podemos encontrar una gran variedad de productos artesanales con una gran diversificación, ya que los numerosos vendedores llegados a Vegadeo ofrecen desde productos textiles, productos de alimentación, productos de la huerta, La artesanía en los distintos puestos, así como la genuinidad de los productos, y la pureza de los intercambios que en el se realizan, hacen de el mercado de Vegado un lugar donde encontrar productos de gran calidad"

La iglesia, como hemos dicho, es otra de las obras realizadas tras asentarse aquí la nueva capital municipal, proyecto de Pruneda adjudicado en 1843 a Francisco González Lanteiro por 97.600 reales. La obras comienzan en 1844, en 1854 se adjudica la pavimentación interior a Francisco Bustelo en 6.000 reales, y el mismo se hace cargo del remate de las bóvedas en 1861, cuando acaban estos trabajos 


En 1887 es iglesia parroquial, pues Vegadeo/A Viega deja de pertenecer a la parroquia de Piantón, y en 1888 se trae el viejo reloj de la iglesia de Piantón, la antigua capital concejil. Es de planta basilical de tres naves, la central más alta y ancha. Diez ventanas dan luz al interior. Tiene dos torres, una para el campanario, sobre la portada y otra menor, atrás.


 Entre los años 1920 y 1931 se acometen obras de reforma, encargadas por el párroco D. Inocencio Villamil, según el gusto de la estética primorriverista de la época, agrandando los huecos de iluminación, perfilándolos y colocando frontones triangulares y curvos sobre los dinteles, así como la torre menor, en el presbiterio, construida entre 1930 y 1931 y una casa rectoral adosada a la cabecera


Tiene también en la portada un gran frontón triangular fruto de las obras de reforma mencionadas, así como las vidrieras, de 1930, encargadas a León, a la casa Miyar-Basurto


Y en lo alto una imagen de la Virgen


La Asunción de María, entre las nubes y rodeada de ángeles


Pasamos ante el templo observando toda su estructura. Marcelino Pérez de Presno publica esta historia de sus campanas y campaneiros en Las Campanas de Vegadeo, que hemos localizado en la página campaners.com
LA CARMELA
campana mayor de la Iglesia parroquial, fue donada por el médico vegadense D. Ramiro López Rancaño, abuelo de Encarnita Morales Rancaño, hace unos años fallecida y de los Vijandes, D. Eladio, D. Francisco, D. Ramiro, etc., y fué donada en recuerdo de su primera mujer Dña Carmen Capdevila, de ahí su nombre de Carmela, y de sus hijas Benigna, Adelina y Laura López Rancaño y Capdevila, que en el término de diez días fallecieron todas del cólera, epidemia que asoló esta comarca en los años de 1854 -56.

Fue construida en Madrid, año de 1911, por D. Constantino Linares Ortiz, tiene un peso de unas sesenta arrobas castellanas, costó dos mil setecientas cincuenta pts de entonces, incluídos gastos de colocación y transporte, con una garantía de quince años. Una vez recibida la campana, se encargó de los trabajos para subirla a la torre el maestro carpintero D. Torcuato Monteserín, cosa que sucedió sin contratiempos. Tiene una inscripción que dice : “ Esta campana está dedicada a la Virgen del Carmen por una familia piadosa”.

LA PAULA
yo le llamaré así, que es como lo he oído a mis mayores, hecha en una fundición de Mondoñedo, Blanco Palacio, año de 1866, es la pequeña, la que mira hacia el campo, tiene una preciosa inscripción que dice : “Mi voz convoca a la oración a los fieles de la Vega".

También podemos decir, que para todos aquellos, que en nuestra juventud, volteábamos las campanas en las Fiestas, era mucho el esfuerzo que nos costaba el comenzar, debido a su peso, sobre todo la Carmela, pero todo lo dábamos por bien hecho pensando en la que nos esperaba en casa de Alvariño, con las cañas y piononos y el extraordinario vino de misa, tiempos pasados con recuerdos indelebles, en los que nos parecía que éramos protagonistas de algo que sin nosotros no sucedería.

Desde aquí quiero recordar a Firme del Río, ya durmiendo el sueño eterno, a José Villar, “Pepe da Pruida” y Rubial “Bota de Oro”, hace muchos años lejos de aquí, a Emilio Méndez, “de Marcos”, también fuera del terruño hace mucho tiempo, Fernando del Río, “El Neno”, José del Río, por Madrid, hermano de Firme y Fernando, Ramón Sierra, “Guerrilla” hoy por Gijón, otros anteriores a nosotros, como Antonio Alonso Arias “Michines”, Higinio Jardón, y muchos otros que de momento, quizá queden en el tintero. Éramos una especie de gremio de las campanas, aunque a veces teníamos que llevar la Patrona, como se ve en las fotos, pero sin duda lo nuestro era el volteo y dar la alegría necesaria a la procesión, sobre todo en la subida a la calle Mayor, donde era grande el esfuerzo, sobre todo para los llevadores de San Roque, entre ellos muy antiguamente, Manuel Méndez “Manolo de Marcos”, mi querido tío, con otros componentes de la “Colla”, más modernamente, Antonio Rodríguez Zárate “Roxo”, y tantos otros que ya no recuerdo, pero que están ahí.

Las campanas tocadas a vuelo, anuncian alborozadas a los cuatro vientos, que La Vega – Vegadeo – se encuentra en fiestas, en sus fiestas tradicionales y antiguas, y digo antiguas, porque en este día, era costumbre que en la Procesión al Campo de Medal, que venía desde la Capilla de Nuestra Señora del Abeto, ubicada en aquellos tiempos en la Abraira, fueran bailando delante de la Virgen el Gremio de maestros zapateros, con camisa planchada, una banda de seda y castañuelas, costumbre que se conservó hasta el año de 1848, siendo los últimos bailarines, el tío Juan de Minguto, tío Miguel de Chulín, tío Bastián y Pedro Méndez, llamado el tío Cielo, mi bisabuelo.

Termino queridos vegadenses con unos versos de alguien que quiso mucho a su terruño, a su Vega, que jamás la olvidó, ni el sonido de sus campanas, era Campoamor de la Fuente, versos escritos en la nostalgia y la distancia y que dicen así:

Viene la noche de verbena,
de amoríos y de encanto,
que ponía mucho gozo en
el corazón del pueblo.
Y las carinas de rosa,
de las mozucas del pueblo,
hacían soñar amores
en un paraíso nuevo"

Y seguimos de frente hacia el paso de cebra


Ahora, justo antes del Puente Travesías sobre el río Monjardín o Monxardín, cruzamos por el paso de peatones la calle Alameda y tomamos, en la ribera, la calle Milagrosa


A la derecha, al otro lado del río, el barrio de A Pandela


Con sus huertas en los campos que caen a la orilla. Por arriba subiremos a Miou


Seguimos el paseo de la orilla del río, aquí canalizado. Antaño eran bastante frecuentes las inundaciones con las riadas de este del Suarón y del Eo. Documentalmente sabemos de ellas desde 1843, siendo la última de gravedad la de 1969, si bien se tiene constancia de más de una veintena. En los últimos tiempos especialmente desastrosas fueron las de 2008 y 2010, año en el que La Nueva España publica, el día 27 de junio...
"La historia de Vegadeo está marcada por el ir y venir de los tres ríos que pasan por la villa: el Eo, el Suarón y el Monjardín. De hecho, esta villa fue una de las grandes damnificadas con las últimas inundaciones, pero no era la primera vez que Vegadeo se veía con el agua en sus calles, y probablemente tampoco sea la última. La última gran inundación de la villa veigueña, aunque hubo muchas intermedias, fue la del 13 de septiembre de 1969, aunque en noviembre de 2008 también se superaron marcas históricas. La tromba del 69 anegó la villa, y aseguran los que estuvieron allí que el agua les llegaba por las rodillas y que los comercios quedaron destrozados. Recuerdan que fue tal el lodo que se formó en las calles que hasta se subastó, porque era muy útil para el campo. La riada del 69 se llevó consigo la antigua Casa de Cultura"

A la izquierda edificios de pisos, a la derecha más huertas


Transición de lo urbano a lo rural. Por las casas de arriba subirá ahora el Camino


Larga recta junto al canalizado río y bloque de pisos. Estimamos oportuno compartir este extracto de un artículo relativo a las riadas que padece esta villa "de los tres ríos", Análisis de las inundaciones en Vegadeo, firmado por Miguel Cancio en Ría del Eo (fecha 15-6-2010).donde podemos verlo completo:
"Con relación a las riadas que estamos analizando, la peor parte se la llevó mi pueblo, Vegadeo (Asturias). Ayuntamiento de menos de 4.500 habitantes y que ha perdido, nada mas y nada menos, que el 30% de población en los últimos años. Es un pueblo de emigrantes, de población envejecida, no obstante, tiene buenas posibilidades socioeconómicas, empresariales, turísticas pero hay que trabajarlas de forma unitaria, rigurosa y creativa, con decisión, mirando al futuro y no al pasado, y al margen de la politiquería, el partidismo, sectarismo, caciquismo, clientelismo y chanchullismo que todo lo invade y, por supuesto, los pueblos grandes y pequeños. Empero, y por lo que se viene viendo, las autoridades y fuerzas locales (que Vegadeo salga adelante depende, en primer lugar, de los vegadenses), autonómicas y nacionales no quieren enterarse.

En Vegadeo, como decía, en el lugar Veiga de Vilar ­ Vega de Villar, murieron dos agricultores mayores en un pequeño regato embravecido por la riada: una señora de 76 años que, según parece, estaba tratando de controlar unas ovejas y que fue encontrada muerta en la riada. Y su marido de 82 años, que trató de ayudarla y lo llevó la riada, por lo que, cuando se esta escribiendo este trabajo, esta desaparecido y hay un amplio dispositivo de 40 personas que lo están buscando por tierra, mar y aire.

Estas muertes pudieron y debieron haberse evitado con buenas medidas preventivas, de información, seguridad, control de las personas que corren más peligro, etc.

En la fuerte riada que sufrió Vegadeo en 1969 sonaron las campanas a rebato, las autoridades informaron debidamente y no se produjo ninguna muerte.

En la riada de junio 2010, las campanas no sonaron; vecinos se enteraron tarde y mal por lo cual a alguno le cogió el coche la crecida; etc.

En riadas anteriores, la Guardia Civil avisó casa por casa.

La riada de junio 2010 inundó Vegadeo y la zona de Piantón por donde pasa el río Suarón; y también la zona de La Milagrosa y Ferreira por donde pasa el otro río de Vegadeo, el Monjardín.

El Monjardín daba pena como estaba antes de la riada. No hacía mucho, cerca de La Milagrosa, en pleno casco de Vegadeo, se había desprendido un lateral de dicho río y estuvo bastante tiempo así.

El acondicionamiento de los ríos de Vegadeo (El Eo, Suarón y Monjardín), y que pasan por el centro y la mayor parte del casco de Vegadeo, es urgente, al igual que las zonas ribereñas y sus zonas de influencia, que no pueden ocuparse, utilizarse de cualquier manera al llevare tiempo abandonadas a su suerte. Lo cual, posteriormente, generará problemas con los vecinos que han ocupado, utilizado por cuenta propia, dichos terrenos ribereños y que son de propiedad pública.

Este acondicionamiento, para lo que se pueden recabar ayudas autonómicas, nacionales e internacionales previstas para estos casos, debe de llevarse con el máximo nivel y no en plan chapuza como se ha hecho en bastantes casos

Se trata de una gran riqueza que tiene Vegadeo, disponer de tres ríos, pero hay que saber aprovecharla, trabajarla, rentabilizarla económica y socialmente. Es lo que llamamos en Sociología y Economía generar Capital Socioeconómico, Turístico, Cultural, Empresarial, Emprendedor, Contextual, Identificativo - Representativo, Convivencial. Es decir, generar diversos capitales a través de la buena, honrada (de juego limpio) y creativa gestión de los ríos y sus riberas, de las tradiciones, el paisaje, el patrimonio material, inmaterial, humano"

En el año 2018 los ríos vuelven a desbordarse. Esta es la crónica de D, Gayoso para La Voz de Asturias el 2 de marzo:

Tres son las factores que cada cierto tiempo provocan el desbordamiento de los ríos Monjardín y Suarón a su paso por el centro de Vegadeo. La lluvia, la pleamar en las aguas del Eo y coeficientes de marea elevadas causan la alarma entre un buen número de vecinos, que tienen que ver cómo se anegan portales o tiendas. Ayer fue uno de esos días en los que se juntan estas tres causas y convierten partes de la capital veigueña en unas autenticas piscinas

Las inundaciones más graves se dieron junto al recinto ferial, donde las aguas del Monjardín se salieron de su cauce anegando una calle y varios portales"



Continuamos de frente. Los ríos de Vegadeo/A Veiga, son glosados así también en Revista Ibérica:
"Vegadeo tiene la peculiaridad de estar entre dos tierras: la astur y la gallega y también la de ser la Mesopotamia (tierra entre ríos) de Asturias, ya que está bañada por los ríos Eo, Monjardín y Suarón. Lo especial es que mantenemos nuestra esencia asturiana pero está tan cerca de lo gallego que no llega a saberse si la ría del Eo limita o acerca. Esta ría, la mayor de las rías asturianas ha sido siempre una fuente de recursos para Vegadeo y el resto de poblaciones bañadas por sus aguas además de ser el refugio de medio centenar de especies de aves acuáticas.

“A Veiga” o Vegadeo está situado en la margen derecha de la ría. Limita con el Eo en su parte occidental; al Norte y al Este, con el concejo de Castropol y al Sur con Villanueva de Oscos, Taramundi y San Tirso de Abres. Cabe destacar la cercanía a otros centros urbanos destacados como son Castropol, Tapia de Casariego, Ribadeo, Figueras,…

Vegadeo es un pueblo vivo, de gentes amables y hospitalarias. Vegadeo es famoso por sus ferias y sus fiestas. Es obligado citar la Feria de Muestras, celebrada cada mes de Junio, encuentro entre gentes de todas las partes de la comarca y de fuera de ella; en esta Feria se muestra artesanía, ganadería, maquinaria,…Y además de esta importante feria, el recinto ferial acoge otras ferias como: la Feria de Antigüedades y coleccionismo, Expoboda y un mercado Artesanal Navideño.

El mercado del sábado, cita semanal de todos los veigueños y vecinos de la comarca, donde se compra y vende lo que se produce en la zona.

Cada 15 de agosto se celebran las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Asunción y San Roque, patrones de Vegadeo, donde también juega un papel importante la Virgen de la Cal. En agosto también se celebran la afamada “Noite Celta” y la “Jira” en el campo del Nobeledo.

Además de estas fiestas cuenta con numerosas celebraciones en poblaciones cercanas como Santa Marina, en Meredo, Santiago en Abres, el Rosario en Paramios o las de San Román y San Estebán en Piantón. También en Semana Santa los piantoneses celebran los sucesos de la Pasión participando, como actores o espectadores en los rituales. Esta celebración parte de tiempos inmemorables"

Pasamos junto a los puentes de las fincas y seguimos por la acera todo recto sin apartarnos de la orilla, viendo que, además de puentes, hay alguna pasarela que comunica la calle con las fincas. A este río, y a unos de sus puentes, El Pontín, ubicado aguas arriba, escribe y dedica Aurora García Rivas estas frases y versos:
"Vegadeo (A Veiga) es una preciosa villa del Occidente asturiano a la que íbamos con frecuencia porque tenía un mercado todos los sábados. Le tengo un cariño especial.

Hace unos años, el entonces Concejal de Cultura, Juan Santiago, me encargó un poema para ponerlo en uno de los doce puentes de la villa que está abrazada por dos ríos, el Suarón y el Monjardín. Se trataba de acompañar un proyecto de esculturas, una por puente, que creo que no llegó a terminarse, pero que nos dejó algunas notables. 

Yo había escogido el puente más humilde de la villa, uno sobre el río Monjardín (Monxardín en lengua local), al que llaman "el pontín" porque es pequeño. En aquel momento no tenía más que un pretil, el río estaba abandonado y todo ofrecía un aspecto decadente y penoso. Luego lo reconstruyeron y colocaron una preciosa escultura de María Jesús, una escultura de gran prestigio. Mi poema nunca fue colocado allí pero una compositora de Vegadeo, Eva Rico Ventoso, le puso música. La grabación está recogida en un teléfono móvil. Es mala, pero la música, que luego modificó y mejoró, me parece preciosa. Forma parte de un disco titulado "Sete sones" del grupo Darbuka, de Vegadeo. No sé si se oirá, pero merecen ser conocidos por su esfuerzo, su entusiasmo, su falta de medios y su puesta en valor de nuestra tierra
EL PONTÍN

El río acariña, alma y cantar, el pontín.
Lombo d’un solo petril vestido con hedras
amece ceos del Norte
na Veiga.
Abrindo camíos al mar, Monxardín
canta a súa cántiga azul,
lambe as pedras y fuxe
debaxo del arco sin presa.
Mon jardín… qu’il est triste et beau
mon jardin, escribio el poeta
d’outro xardín mui lonxe d’aquí.
Qué triste y guapo tamén, pensa el pontin,
Monxardín pasa xemendo
            debaxo de min.
EL PUENTECITO

El río acaricia, agua y cantar, el puentecito.
Lomo de un solo pretil vestido con hiedras
une cielos del Norte
en Vegadeo.
Abriendo caminos al mar, Monjardín
canta su canción azul,
lame las piedras y huye
debajo del arco sin prisa.
Mon jardin… qu’il est triste y beau
mon jardín, escribió el poeta
de otro jardín muy lejos de aquí.
Qué triste y hermoso también, piensa el Puentecito,
Monjardín pasa gimiendo
           debajo de mí


A la derecha A Ferreira, subida a Miou


Paseo jalonado de farolas que da vista a lo lejos a la profundidad del valle, ante el Pico das Travizas (298 m)


Continuamos por la acera siguiendo este precioso paseo fluvial, acercándonos al albergue, que está en el antiguo Centro de Iniciativas Empresariales de Vegadeo


En la otra orilla veremos el antiguo lavadero da Ferreira, construido en 1955. Pronto subiremos calle arriba enfilando ruta a Miou


A la izquierda está el Servicio de Empleo y, en el mismo inmueble un poco más allá, en la esquina, el albergue de peregrinos


Justo a la derecha, el puente por donde sigue el Camino: A Ponte da Pandela


Pero antes, parada en el albergue Mar y Montaña


Cruzamos pues la calle para ir hacia la misma entrada del albergue . Al fondo el Centro de Salud


Este albergue abrió sus puertas en junio de 2018 supliendo una carencia importante de este camino, la existencia de alojamientos especialmente dedicados a peregrinos. Desde hacía muchos años se habían planteado diversas iniciativas que no llegaron a fructificar. El caso era llamativo pues en Vegadeo/A Veiga estuvieron algunas de las primeras personas, como José Joaquín Miláns del Bosch o Cándido Sanjurjo entre otros, que promovieron los caminos de Santiago en la comarca ya en los años 80, especialmente este itinerario que siempre había quedado relegado, pese a su antigüedad, frente a los que seguían trazados más cercanos a las playas y al paso por Ribadeo


Puerta de acceso. Así recogía la noticia de su inauguración el Xornal da Mariña el 28 de junio de 2008:
"Os peregrinos que percorren o cada vez máis concurrido Camiño do Norte teñen un novo punto no que facer parada. Este venres inaugúrase o albergue Mar y Montaña en VegadeoLilian De Campos, quen xestionará as instalacións tras obter a concesión municipal (...)

O albergue aproveitou o inmoble do antigo Centro de Iniciativas Empresariais, que foi reformado e equipado polo concello para o seu novo uso. A pousada conta con 23 camasunha delas adaptada, e con baño propio e unhas instalacións de cociña

Queremos que estar no albergue lles axude a coñecer Vegadeo de verdade, e a entrar en contacto coa comunidade”. Unha das iniciativas para lograr esa comunión será convidar a veciños e peregrinos a compartir conversas e receitas na cociña, onde tamén prepararán menús para ofrecer aloxamento e comida aos viaxeiros –“menús vexetarianos e con produtos ecolóxicos” (...)

Estas actividades de dinamización do albergue responden a intención do goberno municipal de recuperar o paso histórico do Camiño pola localidade. Os criterios de adxudicación do albergue premiaban as ofertas con proxectos de dinamización para potenciar as instalacións e traer viaxeiros á vila. A ruta natural para pasar de Asturias a Galicia levaba aos camiñantes por VegadeoAbres e Trabada ata Mondoñedo pero a construción da Ponte dos Santos ofreceu unha alternativa nova aos peregrinos, que atravesan a ponte ata Ribadeo, e seguen logo por Barreiros e Lourenzá..."

Mapa del Camino Norte, el oficial y sus ramales y variantes, que se abren como un abanico al llegar a la ría


Ya en la entrada, tablón de anuncios y una pequeña exposición de mapas y estampas del Camino


Alegoría xacobea y mapa de diversos caminos a Santiago


Postal xacobea. Se realizan diversas actividades culturales y artísticas abiertas a la participación de vecinos y peregrinos


Collage de documentos de peregrinos: credenciales, compostelas, fisterranas, muxanas (estas dos del Camino a Fisterra y Muxía)


Sellos en credenciales, de los diferentes lugares por los que se pasa


Tablones de anuncios y más estampas, folletos y mapas


Más postales, obras algunas de renombrados artistas


Salón-comedor, lugar de convivencia y encuetros


Buena oportunidad para intercambiar impresiones con peregrinos, hospitaleros, vecinos, amigos y visitantes


Talla en madera... verdadera exposición artística


La cocina... al fondo


Vamos al pasillo, que comunica con los cuartos de las literas y los baños


Más arte en el Camino...



Los dormitorios...



Volvemos al exterior y seguimos ruta


Cruzamos el Monxardín por A Ponte da Pandela


A la derecha vemos el lavadero y tras él el antiguo molino


Y también toda la canalización del río por la calle Milagrosa


A la izquierda el río, ya no canalizado, y su valle, por la zona de Ferreira, El Noveledo y El Soutón. Un poco a la izquierda vemos As Casas da Ferreira, grupo de viviendas unifamiliares en hilera, construidas por iniciativa pública en 1959


Pasado el puente continuamos todo recto bajo el monte de A Cruz, plantado de eucaliptos


Y en esta bifurcación vamos a la derecha


Tomamos la calle Ferreira


Otra bifurcación: iremos a la izquierda, subiendo por A Pandela


Al principio del ascenso, una hilera de viviendas


Cocha caminera confirmando nuestro itinerario jacobita


Salimos del entorno urbano entre chalets y fincas


 Es un importante repecho en el que ascendemos rápidamente


Huertas y casas unifamiliares. Al fondo los bloques de edificios y en la lejanía el Monte Pruída con el Pico Cabaleiro (228 m), sobre A Galea, por donde entrábamos en la población. Más allá el Pico Rubión (251 m)


Ganamos altura y se nos van ofreciendo muy buenas vistas


La cuesta es un buen miradoiro sobre A Veiga


Hay también aquí varas farolas iluminando la calle en la noche, pues es zona residencial


Ahora vemos la villa desde el otro lado, el oeste


Los edificios del centro urbano se extienden por la vega que da nombre al lugar


Allí asoma la cúpula de la torre del campanario de la iglesia. Más atrás es A Galea, por donde bajamos al casco urbano


Mareo, por donde entrábamos en el concejo veigueño


Otra vista de A Galea


Más a lo lejos el valle de Piantón, donde estuvo, a lo lejos, la primera capital del concejo


Las colinas nos tapan Piantón, lo que vemos es Besedo. Más a lo lejos son las sierras de Porta y Calabaza


Sigue la subida calle arriba


Verja y jardín


Vamos culminando el ascenso...


En otro hermoso mirador, desde más altura


Según se sube se amplía el panorama


La iglesia, el Parque Medal, el Ayuntamiento, el Puente Abraira...


Los puentes sobre el río Suarón


Al norte la ría...


El Fondrigo y, en el horizonte, Ribadeo. Muchos eran los vecinos de ambas márgenes que se dedicaban al marisqueo, sobre todo de aguiyolos o navajas. El escritor Nicolás Fernández y Suárez del Otero escribe de ello en Ría del Eo:
"Cuando las mareas eran adecuadas y los bancos de arena de la ría, -los tesones, vaya- descubrían el lomo, muchos veigueños íbamos a pescar las riquísimas navajas que abundaban en aquel querido y nunca olvidado ecosistema. 
Como el número de embarcaciones locales era sensiblemente inferior al de aspirantes a participar en la aventura, los botes y los chalanos acogían generosamente a toda la tripulación posible. 
Así, la heterogénea flotilla, cargada hasta los careles, se ponía en marcha a primeras horas de la mañana, para regresar cuando el agua salada del Cantábrico volvía por sus fueros, Eo arriba. Cubos y canastos a rebosar de los preciados moluscos, que harían más tarde las delicias gastronómicas de los adeptos a las empanadas y guisos varios, que cada ama de casa bordaba en hornos y fogones. 
Mi padre y yo habíamos rehabilitado, una pequeña dorna auxiliar del "Pitas", aquel barco que se murió de viejo en el Monjardín, tras cientos de gloriosas singladuras. Pintada de blanco y verde, por sentencia inapelable de mi progenitor, en popa lucía mi nombre en letras rojas: "Niko". 
En aquel barquito, Luís de Eulogio y yo pasamos deliciosas jornadas de caza y pesca, surcando la ría a golpe de remo. Tiempos felices de adolescencia y primera mocedad, que rescato del pasado cuando el alma necesita sosiego y paz interior. 
Un sábado por la tarde, coincidí con "Naina" sacando "xorra" en las "lameiras" de Reme. 
Al día siguiente tenía yo pensado ir a por "aguiyolos" y de paso pescar al "curricán" tanto a la ida como a la vuelta de la excursión. Servando, siempre amable y cariñoso conmigo, se ofreció a acompañarme, a lo que accedí encantado. 
Lo recogí en Los Caleros muy temprano. Mi tata Generosa, había preparado un hatillo abundante con tortilla de patatas, carne empanada y un par de chorizos ahumados. La bota de vino del Rizo y el pan de hogaza de la Monada, completaban el menú. 
Cuando arribamos a nuestro destino, reparé en que Servando no llevaba la imprescindible fisga. Como yo tenía tres, le ofrecí una, que rechazó categóricamente. Pero de su macuto sacó una bolsa con sal gorda y con suma destreza fue introduciendo unos granos sobre cada burbuja delatora de un oculto bivalvo. Encendió un pitillo y a esperar. Al poco rato, docenas de lamelibranquios marinos emergían de su guarida como por ensalmo. Y "Naina", llenó un canasto en menos que canta un gallo. Repitió la operación hasta que ambos nos dimos por satisfechos. 
Yo no salía de mi asombro. Él, entre divertido y socarrón, me explicó que con su procedimiento engañaba a los "aguiyolos", que al notar el sabor de la sal, creían que subía la marea y asomaban la gaita, limpios y sin arena en su interior. Además no había que agacharse tantas veces como con el uso de los arponcillos tradicionales. La ley del mínimo esfuerzo en estado puro. 
A partir de ahí, compartiendo ya vino y viandas, me dio cien lecciones de sentido común, de filosofía popular, de biología, de antropología elemental, de economía y hasta de teología aplicada. Sería prolijo enumerarlas aquí y ahora, pero jamás las he olvidado"

Ribadeo con su puerto comercial de Mirasol y el puerto deportivo de Porcillán. A la derecha A Ponte dos Santos, inaugurado en 1987, por donde pasan las otras variantes del Camino que, antiguamente, cruzaban el estuario en lancha, bien desde Castropol, bien desde Figueras/As Figueiras


Más cerca y frente a nosotros también vemos el puente del Ferrocarril Ferrol-Gijón


Abajo la Avenida de Galicia. Antes de la construcción de A Ponte dos Santos el tráfico costero pasaba por aquí, carretera N-640, haciendo un gran rodeo para bordear el gran estuario


Vemos también el recinto ferial en El Fondrigo. La Primera Feria de Muestras de Vegadeo se celebró en mayo de 1964, un tiempo fundamental para conocer la historia de la evolución de la villa, de la escribe también Miguel Cancio en Vegadeo: política del respeto, dignidad y memoria verdaderas:

"En Vegadeo (Asturias, en la frontera con Galicia), cuando era pequeño vi, en los años 50, como, con picos y palas, hacían la traída de aguas y asfaltaban la carretera con una apisonadora muy bonita. Vi como con roldanas hacían la Casa de Cultura, tan importante para la formación de muchos vegadenses. Se hizo, asimismo, un campo de fútbol magnifico con secciones en juvenil y titular y campeonato de barrios(yo jugué en todas las categorías y aun tengo el periódico las "Riberas del Eo" cuando destaco un gran partido que hice contra el Ribadeo en el Enma Cuervo donde nos dieron una paliza. A Ribadeo, el equipo se había desplazado en lancha). Había equipos de bateleros, de ajedrez(jugué en el equipo de Vegadeo y nos desplazábamos hasta Luarca), coros y danzas, concursos de coros que tenían lugar en el cine Salvatierra, etc. También se celebraron carreras de atletismo, de ciclismo (la vuelta a España pasó por Vegadeo), etc.

En los 60, se organizó en Vegadeo uno de mas importantes cine forum de toda Asturias, que fue animado por una cura, Don Jesús, deportado a mi pueblo cuando las huelgas mineras asturianas de principios de los 60. Vegadeo celebraba en aquellas épocas las mejores fiestas(las hubo incluso por barrios), tenia una gran mercado y una feria de ganados(en la época del alcalde Braulio Pereira, gran amigo ya fallecido y que recuerdo con gran cariño, los jóvenes hicimos de albañiles en una pista de cemento que se hizo en la misma) y llego a organizar un festival de la canción con grandes figuras en el Parque Los Pinos(a esta pista de baile en su día vinieron figuras internacionales: Trio Calaveras, Los Iruñako, etc.). Vegadeo, en aquellas épocas y con todos los problemas que había, era el pueblo mas pujante de la zona con su mercado, feria, comercio, grandes fiestas y bailes, con una actividad económica, cultural, recreativa y social importante"


Más allá de la explanada del recinto ferial vemos los edificios de la Avenida de Asturias, bajo A Pruida y Mareo


Dejamos así esta hermosa villa veigueña, símbolo del Camino Norte en el paso de Asturias a Galicia


La cuesta se suaviza, el asfalto desaparece, y caminamos por un sendero de hierba cuando salimos de la zona poblada


Nos metemos en un bosquete tomando el camino de Miou


Viendo aún entre la espesura los edificios de la población, estos a lo largo de la Avenida de Galicia, en la unión de los ríos Monxardín y Suarón antes de desembocar en la ría


Fue toda esa zona de antiguos muelles que transportaban mercancías con el puerto de Ribadeo, que vemos al fondo, un tráfico comercial que fue el fundamento del crecimiento de Vegadeo/A Veiga en el siglo XIX, su constitución como concejo independiente y la posterior capitalidad del mismo en esta localidad. Hoy, salvo el Muelle Novo, ya en la ría y términos de Castropol, son ya historia, pero aún entre 1930 y 1955 tuvieron gran actividad con las madereras, como len el capítulo correspondiente al tramo anterior de esta ruta


Ya en la foresta nos vamos adentrando en la fresca umbría


Castaños y plantaciones de eucaliptos son las especies predominantes


Atención a esta bifurcación y al mojón: vamos a la izquierda, subiendo un poco


Un estrecho pero hermoso sendero que sigue la cuesta


Hojas de eucalipto cubren el suelo


Y así subimos a Miou... siguiente hito de este camino






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