Lábaro, ancestral símbolo cántabro en el Camino a su paso por Campogiro |
Cuatro Caminos |
En esta plaza hallaremos, en torno a ella, la señalización del Camino Norte de Santiago, que nos indicará que calle seguir
Tomamos así desde Cuatro Caminos la Avenida de Valdecilla. Es posible que veamos venir algún peregrino en dirección contraria a nosotros, entrando en la ciudad. Son los que vienen a Santander por alguno de los caminos que bordean la bahía y están señalizados y son oficiales pues, si bien existe un paso regular de lanchas desde Somo a Santander desde la baja Edad Media, muchos romeros y viajeros no deseaban exponerse a las corrientes en las frágiles barcazas de la época y muchos tampoco podían permitirse el pasaje. Existen básicamente dos rutas para ello con algunas variantes, una más cercana a la ribera y otra más alejada, que salva las rías que forman la bahía por la zona más vadeable. Todas se unen entre Cacicedo, Peñacastillo y Campogiro antes de entrar en la ciudad, como vamos a ver
Es calle también de mucho tráfico rodado, con vías a ambos lados y un subterráneo en medio
Aquí se encuentra el Hospital de Valdecilla, oficialmente Centro Médico Nacional Marqués de Valdecilla, sucesor de la antigua Casa de Salud de Valdecilla fundada en 1929 por Ramón Pelayo de la Torriente, acaudalado indiano de modestos orígenes que hizo fortuna en Cuba y al que le fue otorgado su título nobiliario en 1916, que con la colaboración de su sobrina María Luisa Pelayo, marquesa de Pelayo, dio el impuslo definitivo para construir un nuevo hospital santanderino que sustituyese al antiguo de San Rafael, siendo para ello asesorado por especialistas como Gregorio Marañón. En la guerra civil fue hospital militar y tuvo clínica militar en la posguerra, mientras colaboraba ya estrechamente con la Universidad de Verano, luego Universidad Internacional Menéndez Pelayo
Padeció Valdecilla una larga crisis que se arrastraba desde la contienda, pero diversas iniciativas lograron hacerle salir de aquel marasmo, con nuevas inversiones, ampliaciones e instalaciones, contando con varias dependencias que vamos viendo al caminar frente a su entrada principal
Más atrás vemos la Plaza de Toros de Santander o de Cuatro Caminos, inaugurada en 1890
Caminando de frente vemos al fondo Cazoña, el primer barrio-dormitorio construido en Santander, en 1973
Al final de la Avenida de Valdecilla vemos alguna de las casas unifamiliares de la Ciudad Jardín que se extienden colina arriba
Aquí salimos de nuevo a una rotonda
Fijémonos en la señalización instalada en la acera
De la rotonda vamos a la izquierda
También las flechas amarillas
Vista de Cazoña desde la rotonda
Pasamos al lado de otras de las instalaciones del Hospital de Valdecilla
Y su aparcamiento
Pasamos sobre el subterráneo viendo Más edificios del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla
Al sur, las grúas portuarias de la Dársena de Maliaño junto a los muelles de Raos, Puerto de Santander. Al fondo es el macizo de Peña Cabarga.
La actividad portuaria fue trasladándose desde el centro de la ciudad al sur a partir de mediados del siglo XX
Cruzamos la calle...
Tomamos, al fondo a la izquierda, la Avenida de Cajo
Aquí está el viejo Parque de Bomberos
A nuestra izquierda está el Poblado de Renfe, cerca de la Estación de Valdecilla, actual apeadero, y el almacén y talleres ferroviarios
Esta es la capilla del poblado. Cajo era en el siglo XVIII una extensa finca donde había encinares y castañedos. Más allá vemos la Fundación San Cándido, inaugurada en el año 1928 para recogimiento de inválidos por trabajo y paralíticos, llamada entonces Asilo de San Cándido, siendo su benefactora Doña Emilia Herrera Vindel, quien crea esta fundación para asilo según manda en su testamento, dando para ello esta finca que heredó de sus hermanos Adela y Cándido en este barrio de Cajo, de ahí el nombre de San Cándido en honor a su hermano. La gerencia y dirección estaría a cargo de las Hermanas Carmelitas Terciarias Descalzas, luego Carmelitas Misioneras, con una casa para 22 asilados, hombres y mujeres, si bien después de la Guerra Civil quedó en exlusiva para mujeres. En 1978 se inaugura un nuevo edificio para 131 personas y la casa de la familia Herrera Vindel pasaría a ser residencia de las Carmelitas Misioneras. En 1986 abre sus puertas otro edificio anexo para 95 residentes construido por la Fundación Marcelino Botín y en terrenos también cedidos por la Fundación San Cándido, que en el año 2005 gestionaría en exclusiva el centro, si bien las religiosas seguirían con su actividad pastoral y voluntariado hasta que por cuestiones de edad dejan la Diócesis en el año 2013. En el año 2008 se inaugura un Centro de Día y en la actualidad la Fundación San Cándido dispone de 229 plazas de residencia
Señalización viaria y caminera
Estamos al lado del Parque del Doctor Morales, situado donde estuvo el sanatorio de este médico pero más conocido como Parque de la Vaca por una de sus esculturas
Tiene una considerable extensión, nosotros vemos la parte más próxima al Camino, al pie de Cazoña
Hay variadas especies arbóreas: palmeras canarias, cipreses de Lawson, abedules, castaños de indias, olmos, fresnos, sauces…
A nuestra izquierda está la factoría de Teka
Más allá divisamos el Monte de la Peña: Peñacastillo
Su nombre procede de un castillo que se erguía sobre este picudo monte arbolado de solo 139 metros pero que, al estar rodeado de terrenos llanos, es una prominencia que se ve desde muy lejos. Una cantera afectó a parte de su ladera
Al final del parque pasaremos bajo el puente ferroviario
Vemos una fila de casas populares
Hacia allí nos dirigimos
Más señalización de la ruta
Aquí se estrecha notablemente la acera. Es el comienzo de la Avenida de Campogiro
Hay bares y estanco
Viejas naves industriales y viviendas
Nuevas urbanizaciones y jardines de las antiguas quintas que delatan que fue Campogiro, de antiguo, zona de residencias nobiliarias durante siglos, en las afueras de la capital.
Tuvo Campogiro también un importante pasado industrial desde el siglo XVIII, pionero en Santander
Casas populares
Otra fila de viviendas populares
Y casas unifamiliares
En este cruce de Campogiro seguiremos por el ramal de la derecha por la calle El Castro. Aquí es donde se unen dos de los caminos que emplean los peregrinos que entran en Santander por los caminos que bordean la bahía, uno procedente de la ermita de Santa Lucía, a la izquierda de La Peña, y otro de la iglesia de San Lorenzo, los dos en Peñacastillo
Utilicemos siempre los pasos de peatones
En esta bifurcación veremos, a lado de una de las casas del Camino, el lábaro o símbolo cántabro por excelencia
Lábaro, símbolo de Cantabria y emblema caminero...
Sigue el Camino y siguen las señales en Campogiro
A la derecha vemos la iglesia de San Joaquín
Pasamos frente a ella y la pista polideportiva
Campogiro es uno de los barrios de Peñacastillo, localidad al oeste del municipio de Santander que fue zona rural, como hemos dicho, donde asentaron sus casonas y palacios antiguas y linajudas estirpes cántabras. Sus barrios originarios son Adarzo, Camino Real o Camarreal, Lluja, Ojáiz y San Martín. En el siglo XIX aparecieron nuevas barriadas como La Reyerta en San Martín o esta de Campogiro
Es ahora zona de expansión urbanística de Santander
Señales en la acera, al lado del cuartel de la Guardia Civil de Campogiro
Las viviendas unifamiliares obreras fueron dando paso a las nuevas urbanizaciones y bloques de edificios. Cuando a partir de 1898 se desecaron las marismas entre el Camino Real y el mar fueron apareciendo poblados como Bartolomé Darnís, El Carmen y Santiago Mayor donde vivían las familias de los empleados en los altos hornos
Una pequeña subida en El Castro nos lleva a pasar frente a la capilla del Cristo (a la derecha de la foto)
En ella se ve en la verja la leyenda "Yo soy el Camino"
Cristo crucificado
Aquí iniciamos un poco de bajada
Luego de estas casas vemos al fondo el polígono industrial El Campón
El Campón, con los barrios de El Castro (izquierda) y Adarzo (derecha)
A lo lejos unos picachos nevados: Los Picos de Europa
Ándara o macizo occidental
Los Urrieles o macizo central
A la izquierda La Peña
Y señales para quienes vienen por la ruta que bordea la Bahía de Santander, con la que pronto coincidiremos
Pasamos pues, en el Castro y junto al polígono, bajo la picuda mole de Peñacastillo, una antigua fortaleza o castro, recinto fortificado prerromano en la que se quiere ver el más primitivo origen prerromano de Santander, donde hubo un castillo, muy posiblemente sucesor del ancestral castro cántabro, que fue abandonado al pasar el lugar plenamente a la jurisdicción santanderina en el siglo XVI. Allí se encuentra la Cueva de San Andrés, de viejas leyendas de tesoros escondidos, razón para algunos eruditos encuentren aquí la razón del topónimo Santander, de San Andrés más que del San Emeterio, mártir cuyas reliquias y las de otros santos como San Celedonio se veneraban en el santuario anterior a la actual catedral. La cueva, independientemente de las leyendas, sí parece responder a un poblamiento paleolítico muy anterior incluso al castro y al castillo
Filas de casas junto a la carretera
Recomendamos encarecidamente usar las aceras. El tráfico es intenso, veloz y abundante
Y así seguimos por el barrio El Castro
Viviendas unifamiliares al pie de La Peña, la gran mole de Peñacastillo (140 mts.)
Pasamos al lado de todas estas casas
Es una larga recta a lo largo de la N-611
Y al final un poco de subida en Adarzo
Otra fila de casas en El Campón, bajo la iglesia de Peñacastillo
Atención a la placa a la derecha de la foto, es la señalización oficial del Camino del Norte en Cantabria y del Camino Lebaniego
La concha de Santigo y el Lignum Crucis
Y así llegamos a Peñacastillo, población a las afueras de Santander que hasta hace unas décadas era totalmente rural, con vaquerías, huertas y caseríos, constituyendo hoy en día una zona en constante expansión industrial y urbanística
El topónimo hace referencia a la peña bajo la que estamos pasando, poblamiento antecesor del Santander actual, y a su antiguo castro
La pìcuda peña llamó sin duda la atención a los más antiguos pobladores de la comarca y aquí se asentaron. La llegada del cristianismo sacralizó para la nueva religión los anteriores lugares de culto, apareciendo santuarios y monasterios, ermitas desaparecidas en buena parte y de las que son sucesoras los actuales templos, como la iglesia de San Lorenzo, justo al pie del antiguo Castillo de la Peña que dio nombre a Peñacastillo, peña que en el año 1025 era conocida como la Peña del Miradorio, esto es, el mirador, ahora el Alto de la Peña. Su estratégico enclave la convertía en una soberbia atalaya sobre estos antiquísimos pasos a los puertos naturales de la bahía sobre los que se asentaron las actuales poblaciones
Justo aquí, pasando el polígono, nos desviamos a la derecha
Tomamos la dirección de Santa Cruz de Bezana
Aquí se une este camino, que sale de Santander, con el que viene de Muriedas, Maliaño y El Astillero, el que siguen los peregrinos que realizan la circunvalación de la bahía en vez de cruzarla en lancha en Somo, que son realmente varios caminos, principalmente dos, los más cercanos a la ribera de la bahía y los más alejados, procedentes de Solares, Heras, Liaño, Revilla...
A la derecha, en Adarzo
Seguimos por las aceras
Hay algunas naves industriales, bares y casas unifamiliares
Bar y talleres
Jardines
Puente sobre el ferrocarril en Adarzo. Luego subiremos a la derecha
Al este vemos los edificios de la urbe
Al oeste la campiña
Antes de esta curva a la derecha llegamos a un cruce, se trata de una de las múltiples "minivariantes" que tanto abundan en el Camino en Cantabria. Las dos señalizadas. Una consiste en seguir hacia la derecha, hacia las casas, y otra busca un atajo a la izquierda al lado de las vías del tren. Vamos a presentar las dos:
1) ATAJO POR LAS VÍAS DEL TREN
Desde el cruce, una vez pasado el puente sobre el ferrocarril, iremos en este caso a la izquierda
Caminando junto a algunas casas unifamiliares con terreno
A la izquierda están las vías
Pasamos junto a las tapias
Y los setos
Saliendo campo a través
Para seguir bajo este puente
Es un paso estrecho
Pero pronto salimos al otro lado
Atravesando otro prado
En dirección a aquellas casas
Llegaremos entonces a este paso a nivel, en el barrio de Lluja, pero no iremos a él: iremos a la derecha
Enfrente de esta nave
Y subiremos un poco
Arrimándonos a esta vereda, pues no hay acera ni arcén
Seguimos entre estas casas
Paisaje de Peñacastillo, donde hasta hace unas décadas todo eran caseríos rurales y explotaciones agrícolas y ganaderas. Ahora estamos en plena zona de expansión urbana, industrial y comercial de la ciudad de Santander
En aquellas parcelas donde aún se mantienen usos agropecuarios las ovejas han tomado el relevo de las vaquerías de leche y carne. Allí está el barrio de Pedroso y más allá Merca Santander
Se va acabando la cuesta
A lo lejos Ojaiz, otro de los barrios de Peñacastillo, ya en el límite occidental del municipio de Santander
El Pedroso. Más allá discurre la carretera nacional N-611
Curva a la derecha...
Caminamos en llano en Lluja por la calle Adarzo
Y a nuestra derecha llega a enlazar con este el otro camino, del que ahora pasaremos a hablar:
2) SUBIENDO A LA PLAZA DE AMADOR TOCA Y ADARZO
En este caso, al pasar el puente del ferrocarril iríamos a la derecha
Subiendo poco a poco
Hay aceras a los dos lados
Curva a la izquierda
Llegando al barrio de Adarzo
Calabazas en los balcones
La cuesta se acaba
Vista de Adarzo
Aquí, frente a Casa Sampedro, vamos a ir a la izquierda
Es la Plaza de Amador Toca
Placa de la plaza
Pasamos entre filas y bloques de viviendas unifamiliares de estilo más o menos tradicional, rural, y restauradas
Símbolo solar, emblema ancestral de la rotación y movimiento del sol, en una fachada
Así vamos hacia las casas del fondo
La calle se estrecha, seguimos adelante en los cruces
La señalización nos orienta por la calle Adarzo
Nos acercamos a una bifurcación
Pasando entre algunas viviendas de vecindad
En la bifurcación iremos a la izquierda
Y luego a la derecha de este bloque
Saliendo de este núcleo
Pasamos junto al muro de esta quinta
Siguiendo la señalización
Hermosa yedra
El entorno se torna rural, si bien con nuevos edificios
Como los del Parque Científico y Tecnológico de Cantabria
Hay varias urbanizaciones. Más allá están Rucandial, El Santuco y San Cibrián
Andamos por trecho llano y recto en la cresta de una colina
Llegamos a un cruce
Es la calle Severo Ochoa. Cruce en el que hemos de pasar al otro lado
Para ello hay que ir un poco a la izquierda
Y cruzar por aquí, siguiendo la señalización oficial del Camino del Norte
Al otro lado, por aquella acera, iremos a la derecha hasta el siguiente cruce
Y en el cruce a la izquierda
Barrio de Lluja
Estamos entrando en Lluja, otro barrio histórico de Peñacastillo, junto con Adarzo, Camino Real o Camarreal, Ojáiz y San Martín.Luego, a partir de mediados del siglo XIX irían apareciendo otros como Campogiro, Nueva Montaña y La Reyerta, resultado del aumento poblacional con la industrialización de la zona
Pasamos junto a los muros de esta quinta
Placa de la calle y barrio
El pasado eminentemente rural de Lluja hasta hace unas décadas está bien patente aún en sus caseríos
Actualmente los usos agropecuarios tradicionales van cediendo paso, como en los extrarradios de todas las crecientes ciudades, a espacios residenciales y de servicios
Pero todavía se ven en estas parcelas buenos pastizales, tal que ahora, viendo al sur, a nuestra izquierda, el barrio de Pedroso. Al fondo está Merca Santander, un gran punto de distribución de productos alimentarios para la ciudad
Naves y chalets
Cruce del cementerio. Nosotros seguimos de frente
El tramo sigue siendo llano
Vista al sur...
Vista al norte. Campos de La Presa y La Vuelta del Ronzón
Sancibrián y el pequeño valle del arroyo de Irma, una de las siete localidades del vecino municipio de Santa Cruz de Bezana, hacia el que nos encaminamos
La campiña de Lluja
Hay poco tráfico pero la carretera es ancha. Andemos con precaución
Curva a la izquierda
Otro grupo de casas
Seguimos en Lluja
Buen Camino
Delante de esa casa iremos a la izquierda
Viendo una imagen religiosa que, por la palma en su mano y la parrilla, parece San Lorenzo
Y atención pues en este cruce nos unimos al camino que ataja junto a las vías del tren
Aquí vamos a ir a la derecha
Reparemos en las señales
Sigamos la flecha
Pasamos al lado de esta quinta
Bajando un poco más delante de estas viviendas...
Es un grupo o piño de casas, con su pequeño terreno enfrente...
Pequeños solares
Ya vemos en la distancia, al oeste, Santa Cruz de Bezana y Mompía
Nuevas vistas de Pedroso, barrio extendido a lo largo de la carretera N-611. Al fondo a la derecha de la foto es Ojáiz
Buenas caballerías en las fincas que miran a Pedroso
Seguimos nuestro periplo
Volvemos a bajar un poco mientras vamos saliendo del núcleo principal de Lluja. Ahora al oeste divisamos mejor Bezana, capital del municipio de Santa Cruz de Bezana
Bezana, Mompía y La Sierra de Liencres, cuya máxima elevación es el monte de La Picota (235 mts.), donde hubo un castro cántabro, el castro de Tulem, que da nombre al actual lugar de Tolío, y cuyo sucesor fue el Castillo de Pedraja, tambián llamado Castillo de Liencres o Castillo de Hércules, fundado por el noble Garcilaso I de la Vegao El Viejo para defensa de este señorío que perteneció a la Casa de la Vega. Sus primeras referencias escritas son del año 1403 si bien hay documentos que parecen avalar su existencia ya en 1338, siendo uno de los mayores de la histórica Asturias de Santillana, que comprendía gran la mayor parte de la actual Cantabria. El castillo fue perdiendo su valor defensivo y abandonándose. En 1861 el Padre Sota informaba que estaba en ruinas y que visiblemente había sido quemado. Se sabe tenía un foso y torreón. Quedan algunos vestigios y el lugar está protegido arqueológicamente desde el año 2004. Durante la Guerra Civil Española la sierra fue fortificada y se conservan trincheras y búnkeres
A lo lejos Mompía, otra localidad del municipio de Santa Cruz de Bezana por la que habremos de pasar
Y muy en la lejanía, los maravillosamente majestuosos Picos de Europa otean nuestros pasos. Sus altísimas alturas se columbran desde muy muy lejos, tanto mar como tierra adentro, y son una referencia visual desde inmemoriales tiempos, tal vez por ello su nombre
Ándara es el macizo oriental de Los Picos, el más próximo a nosotros. Otra elevación, mucho más baja pero también mucho más próxima, es el Alto del Cuco (146 mts.)
Bajamos por aquí a la izquierda
En dirección a este verde valle
Ante Ojaiz, El Rebollar y La Esprilla, que vemos al fondo
Y en este cruce seguimos rumbo oeste a la derecha
Todo recto y en llano
Salimos a las praderías al oeste de Lluja
A nuestra derecha la Fuente Jumerios
Vieja fuente a donde se venía a por el agua antaño
Al oeste seguimos viendo la serranía de Liencres con La Picota, que dada su cercanía al mar, es una excelente referencia visual que se reconoce desde bastante lejos. A la derecha está la Ría de Mogro y Abra de Pas, desembocadura del río Pas, así como las playas de Valdearenas , Canallave y Pedruquías, en el Parque Natural de las Dunas de Liencres, que no vemos desde aquí
Allí está el ferrocarril. Enseguida pasaremos bajo ese puente, junto a las vías férreas
Los aviones pasan sobre nosotros en su maniobra de aterrizaje en el Aeropuerto de Santander
Y en este cruce, ante los ramales de entrada y salida de la Autovía S-20 de acceso a Santander, bajamos a la izquierda
Bajamos unos metros
Y seguimos por debajo de estos dos puentes. Este el primero
Y este el segundo
Mucha atención tras pasar debajo de él
Hay un paso a nivel
Pasaremos a su lado pero NO lo cruzaremos. Nosotros iremos a la derecha
Así lo indica el mojón xacobeo
Vamos pues hacia allí
Donde pasaremos bajo otro puente
Dirigiéndonos a una bifurcación
Pasamos sobre el arroyo de Otero
Y en el cruce seguimos a la izquierda
Siempre atentos a la señalización
Estamos en el barrio de Ojaiz
Por aquí va el Camino
Prados de pasto y siega
Una nave
Y un nuevo cruce
También a la izquierda
Aquí un cartel avisa que dejamos el municipio de Santander y entramos en el de Santa Cruz de Bezana
Es la calle Bezania
Pasamos junto a algunas casas con parcela
Al sur el Polígono industrial de La Esprilla
A nuestra derecha, más allá de los invernaderos, miramos al norte, hacia la costa
Una línea de poblaciones se distingue en el horizonte
Son los campos de El Cabido, Los Castros y el Alto Lloredo, regados por el arroyo de Palancate. Y más allá las poblaciones de Cotero (en este municipio de Santa Cruz de Bezana), Sorriba y Liencres (en el de Piélagos)... todo ello ante las playas del litoral, que vemos desde aquí pero que están justo al otro lado de las casas
A lo lejos vemos la iglesia de Santa Eulalia de Liencres, construida en el siglo XVII y cuya torre se remató en 1706
Aquí trabajaron los maestros de cantería Antonio de Helguera, Simón y Antonio de Estrada y Francisco Calderón. Su retablo mayor puede ser obra de Luis de Padevilla
También vemos Soto de la Marina, otra localidad de este municipio de Santa Cruz de Bezana
En un valle cerrado al mar por la larga colina del Monte Rostrío
Todo este territorio fue, hasta las desamortizaciones decimonónicas, pertenencia de la Abadía de Santander, siendo entonces cuando se constituyó el municipio
El único enclave del actual municipio no integrado en las propiedades monacales fue precisamente Soto la Marina, que formó parte del Real Valle de Camargo, actualmente Camargo a secas, municipio situado más al sur y que formó parte de los famosos Nueve Valles, territorios liberados del poder señorial que fueron el antecedente de la Provincia de Cantabria, actual comunidad autónoma
Allí está la iglesia de San Salvador de Vivero, construida entre los siglos XVII y XVIII sobre otra más antigua
Seguimos por la calle Bezania, junto a los invernaderos
Seguimos todo de frente
A lo lejos, de nuevo, la Sierra de Liencres
Los Castros
Alto Lloredo
Al fondo hay un cruce
Iremos primeramente a la izquierda, viendo de frente un árbol que ha quedado literalmente cercado por el asfalto y que nos da una buena referencia visual. Así son nuestros primeros metros en Santa Cruz de Bezana
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