Santillana del Mar con la Colegiata de Santa Juliana y el Palacio de los Velarde |
Camino a Santillana del Mar que viene de Camplengo |
Según nos acercamos a Santillana pasaremos primeramente por uno de sus barrios: La Fontanilla, hacia el que nos dirigimos en ligera bajada
Desde aquí empezamos a ver los edificios del centro de la población, así como la salida, cuesta arriba, hacia el camping, en ruta a Arroyo
Distinguimos bien La Colegiata (izquierda de la foto), santuario del siglo XII construido sobre una abadía preexistente que, dedicada a Santa Juliana, dio nombre al lugar. A su derecha está el Palacio de los Velarde o de Las Arenas, edificado en el siglo XVI para Alonso de Velarde en estilo renacentista. Anteriormente a la fundación monacal se sabe que el enclave era llamado Planes, del latín planum (plano), no situado exactamente aquí sino en el lugar ahora conocido como Mies de Llanes. Verdaderamente donde se asienta el centro de Santillana es una explanada más o menos llana como pronto veremos. No se sabe de ningún poblamiento anterior en el mismo enclave si bien en los pueblos cercanos sí aparecieron restos romanos y, sobre todo, la Cueva de Altamira, testimonio de las más antiguas culturas prehistóricas que habitaron la cornisa cantábrica y verdadera capilla sixtina del arte rupestre del paleolítico
En el año 980, cuando aparece documentalmente denominado este santuario como baseleca Sancta Iuliana locum qui dicitur Planes, el monasterio se afianza gracias a las donaciones y al paso del Camino de Santiago, articulándose en torno a él una población que iría ejerciendo paulatinamente más importancia en el territorio de las Asturias de Santillana, una de las merindades del Reino de Castilla en aquella época. El antiguo topónimo de Santa Iluliana evolucionaría en 1228 a Villa de Sancta Illana, Santayllana en 1326, Santillana, Sancta Illana, Sanctayllana, Santyllana en documentos posteriores, asentándose definitivamente en 1453 Santillana. Se le añadiría del Mar por su cercanía a la costa cantábrica. A causa de eso se dice amistosamente que es el "pueblo de las tres mentiras porque ni es santa ni es llana ni tiene mar"
Según nos acercamos a Santillana pasaremos primeramente por uno de sus barrios: La Fontanilla.
Llegamos a La Fontanilla en ligera cuesta abajo y justo aquí empieza un tramo empedrado y ensolado en el ramal de la izquierda, el que que seguiremos
Señales de nuestra entrada en el Corazón de la Villa
Por aquí siguen bajando los peregrinos
Y por allí vamos
A la izquierda vemos también un gran mapa del Camino Norte en Cantabria
Consultamos la información
Y vemos la ruta que nos aguarda hasta Unquera, donde pasaremos a Asturias por su puente sobre el río Deva, entrando en Bustio, concejo de Colombres
Sigue el empedrado y la cuesta abaho empieza a hacerse llana según nos acercamos a Santillana, pasando entre los prados y el muro de la finca del Palacio de los Velarde, cuyo primer dueño, Alonso Velarde, era miembro de la nobleza local de Santillana, hermano menor de Rodrigo Fernández Velarde, que también mandó hacer su casona, el Palacio del Cantón en esta misma villa. Ambos eran hijos de Rodrigo o Ruy Fernández Velarde y de María Fernández de Villa, patronos de la capilla de San Juan de la colegiata. Sus descendientes mantuvieron la propiedad palacial hasta que en 1915 María García de La Llata, la última heredera, lo vendió al escritor Ricardo León, que ahora da nombre a esta calle. Luego lo compró Fernando de la Cerda duque de Parcent, pasando luego a su viuda Trinidad von Scholtz Hermensdorff, gran mecenas coleccionista de arte y miembro de la Asamblea Nacional Consultiva con Miguel Primo de Rivera. Ella con el duque no tenía hijos pero sí una hija con un matrimonio anterior con el diplomático mexicano Yturbe y del Villar, llamada Piedad Yturbe, marquesa de Belvís de las Navas, quien heredó el palacio, el cual seguidamente pasaría a su hijo el príncipe Alfonso de Hohenlohe. Luego pasaría por diferentes propietarios
En el verano de 1944 vendrán a residir al Palacio de las Arenas el agente alemán Reindhard Spitzy y su mujer María von Poser-Schidtmann. Spitzy era uno de los miembros en España de la Abwher, inteligencia militar alemana. Se presentaba oficialmente como directivo de la firma Skoda y era conocido como Spitzy el Pasiego por su vivacidad comparable a la de los pasiegos. Había llegado a España en 1942 tras una carrera en las SS y aquí por su amistad con Max Hohenhole-Languerburg, marido de Piedad Yturbe, a quien ya conocía de tiempo atrás pues habían coincidido antes de la guerra en Londres, tal y como describe el periodista José María Irujo en su obra del año 2003 La lista negra. los espías nazis protegidos por Franco y la iglesia
Pocos días después de su llegada se produjo el atentando contra Hitler del 20 de julio que involucró a numerosos miembros de su organización, por ello no tardaron en acudir a visitarle a Santillana los agentes de la temida Gestapo, que llamaron a su puerta. Así, siguiendo el libro de José María Irujo, Spitzy lo describiría así:
"Mi esposa me llamó y me dijo 'en el salón hay un señor con el pelo muy corto que preguntan por tí. Le acompañan dos hombres con abrigos de cuero negro'. Estaba claro que eran de la Gestapo. El hombre del pelo corto me saludó y aseguró que tenía una orden de Berlín para que les acompañara a Alemania. Dijo que tenían preparado un avión especial y que era importante"
Ante ello Spitzy respondió que
"Tengo una misión especial aquí y hasta que no termine y reciba órdenes no puedo dejar mi puesto. Dígame usted la clave secreta de mis superiores y les acompañaré"
Entonces ante la falta de respuesta precisa los de la Gestapo se fueron en su coche por donde habían venido, pero esto hizo que dejasen esta casa y fuesen a vivir a la del cura mientras acondicionaban, también en Santillana, el Palacio de Íñigo López de Mendoza. Al mismo tiempo Sptizy se asociaba al falangista Jesús González Junto para abrir un taller de restauración de muebles en el cercano pueblo de Cabezón de la Sal, los Talleres Montañeses, intentando cambiar de hábitos y que olvidasen de él en la cada vez más convulso y cercado Reich. Y así fue hasta que en abril de 1945, pocos días antes de la rendición incondicional de Alemania, recibe un telegrama de uno de sus jefes encargándole presentar una oferta de tregua parcial en la embajada inglesa en Madrid. Él piensa que a esas alturas no tiene sentido y que su misión en España había acabado, haciendo caso omiso al mandato
Los que no le olvidaban eran los Aliados, quienes pusieron su nombre en una lista de 104 agentes nazis en España presentada al gobierno de Franco solicitando su entrega. Puesto sobre aviso de ello y sabiéndose localizado se refugia en el monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña, cuyo abad Carlos Zárate le ayuda poniéndole en contacto con el general Yagüe, al que supuestamente le vendería por 200.000 pesetas los planos de un cohete antiaéreo y con ese dinero escaparía con su familia a Sudamérica
Y así, recordando las historias de estos lugares entramos en el casco histórico de Santillana del Mar...
Y así llegamos a la Plaza de las Arenas, dando vista a La Colegiata de Santillana del Mar. En el año 870 se edificaba un primer eremitorio para venerar las reliquias de Santa Juliana traídas por monjes peregrinos que, escapando del dominio musulmán, se acogían a la protección del Reino de Asturias, reinando Alfonso III El Magno. Luego habría una abadía benedictina altomedieval, antecesora del actual santuario.
La afluencia de fieles, las donaciones y el amparo de la nobleza local, al igual que su situación en la senda compostelana costera hicieron que pronto prosperase y en torno a él hubiese un primer poblamiento. En el año 1045 el rey Fernando I lo puso bajo soberanía de su abad junto con sus posesiones. Es entonces cuando posiblemente comenzase a ostentar del título de colegiata y, regido por una comunidad agustina, pasó a ser el templo más importante de Cantabria, mientras la localidad sería ya la capital de las Asturias de Santillana, bajo la jurisdicción del abad. En el año 1209 Alfonso VIII le concede nuevos fueros y el estatuto de villa a la población. Su estructura actual corresponde a finales del siglo XI y principios del XII, con añadidos del XIII y del XVIII.
Lo que vemos según llegamos a la plaza son los tres ábsides semicirculares de sus tres naves, el central el mayor y el izquierdo ligeramente desplazado a consecuencia de las reformas acometidas tiempo después de su construcción. La capilla derecha con sus contrafruertes delata la influencia gótica del siglo XIII
Esta capilla, del Marqués de Robledo, es del siglo XV, tardogótica
Presenta una ventana flanqueada por dos blasones de la nobleza que amparaba este templo y su construcción y reformas.
Uno de sus contrafuertes oculta parcialmente el ábside derecho. Sobre el crucero vemos el cimborrio en forma de torre cuadrada, también original románico
La torre presenta ventanas cegadas, con arcos lisos y columnas. Sus capiteles están labrados.También son lisos los canecillos de sostienen el saliente del tejado pero sobre ellos se extiende una cenefa con motivos geométricos. Por su parte los canecillos de los ábsides y los capiteles de sus columnas sí presentan bajorelieves en abundancia.
Varias ventanas dan entrada a luz en los altares
El ábside derecho tiene una columna con capitel historiado de temática vegetal. Los canecillos sin embargo son lisos
Sobre la ventana, sin columnas ni capiteles, aparece una escena que recuerda a Daniel en el foso de los leones, muy usual en el románico
Por su parte el ábside central, el del altar mayor, muestra tres grandes ventanas con arcos de medio punto, columnas y capiteles, recorridos por cenefas ajedrezadas
Cenefas que recorren el propio ábside. Arriba, sobre el tejado, los canecillos están labrados
Motivos geométricos y vegetales predominan en esta portada
Escenas naturalistas que le confieren belleza y armonía a sus formas. Tal vez reminiscencias de los bosques y selvas sagradas...
En estos hay, a la derecha un engarzado similar a una cota de malla, sobre el que asoman unas cabezas monstruosas o de animales, A la derecha aparecen figuras humanas en una especie de bosque
En los canecillos, diversas figuraciones: un pie y pierna de la rodilla para abajo, un león y una forma ovialada
Entrelazos en el capitel de una columna del ábside, una mano y otro motivo
Más figuras humanas, alguna similar a una caricatura, y animales
Alegoría del arte medieval
Canecillos minuciosamente labrados
Figuras humanas, de animales y geométricas
Los capiteles de esta ventana están más desgastados
Peregrinos ante La Colegiata
Otra de las ventanas del ábside central
Más ajedrezados y más capiteles cincelados
Majestuosa construcción
Los canecillos...
Ábside izquierdo. Sus dos ventanas son más pequeñas pero también extraordinariamente esculpidas
Abundancia de ornamentos.
Diversos bajorrelieves
Y más canecillos con muchos animales representados
No nos cansamos de mirar tanto arriba...
Una cabra
Un lobo
Elementos antropomorfos...
Un perro
Capitel bien trabajado
Allí atrás ha quedado la fachada principal del Palacio de los Velarde
Fachada principal propia del renacimiento más temprano, donde llaman la atención sus ventanas y pináculos
Y un viejo frontón con un escudo en lo alto, muy borrado por el paso del tiempo
Y flanqueado por dos leones
Antaño estuvo aquí, en un edificio adosado que fue derribado a principios del siglo XX, el Hospital de la Misericordia, que duró breve tiempo dado que fue enseguida llevado a la calle Carrera, quedando este como residencia para curas pobres. El ábside también tuvo tiempo adosado un camarín añadido que fue eliminado restituyendo la vista de la obra medieval
Ahora, desde los ábsides iremos hacia la Plaza del Abad Francisco Navarro pasando al lado de la sacristía adosada en el lado sur en el siglo XVII. Aquí veremos también viejas casas de piedra con cortafuegos, ventanas adinteladas y puerta de arco ojival
Atrás queda pues la Plaza de las Arenas...
Seguimos las señales
Empezamos a ver tiendas de productos típicos según salimos a la plaza
A la derecha la fachada sur de la colegiata, con la Casa del Abad
Lachada sur, la principal y más espectacular, si bien la más transformada respecto a la obra románica. A la derecha está la sacristía del siglo XVII junto a la que pasamos desde la Plaza de las Arenas. A su izquierda está la torre circular, románica, al igual que, sobre ella, el ya mencionado cimborrio. A la izquierda del conjunto hay otra torre, añadida en el siglo XV como contrafuerte para dar estabilidad a la estructura de la fachada oeste, lo que haría desaparecer a una más que segura gran portada románica. Abajo también a la izquierda, la Casa del Abad y el zaguán son añadidos del XVII, así como la galería, en lo alto
Las torres románicas...
Los canecillos del hastial del crucero, profusamente decorados
Bajo ellos, ventana románica de arco de medio punto. Arquivoltas y capiteles labrados.
Doble ventanuco románico de la torre circular
Con su capitel esculpido...
Una ventanuca románica pegada a la torre circular también románica y cenefas ajedrezadas.
La majestuosa entrada, fruto de las sucesivas reformas, con dos leones hechos por un artista local en el siglo XVI. Este es el atrio, donde estuvo el primitivo camposanto
La portada oeste, con arco de varias arquivoltas lisas
El frontón triangular es no obstante obra renacentista
Allí vemos a Santa Juliana, la patrona, dominando al demonino. Se trata de una figura barroca
Y abajo hay una serie de figuras humanas bastante deterioradas. Se dice que incluso pueden ser anteriores al siglo XII, por lo que formarían parte de la desaparecida fundación anterior a la actual
Destaca el Pantocrátor, Dios con el símbolo de la bendición, rodeado de ángeles en una mandorla o aureola
Bajo estas, y al lado de los arcos de la portada, hay otro conjunto de tres figuras
La portada por su parte tiene dos columnas a cada lado...
Bases de las columnas, fustesy capiteles, muy erosionados
Pero aún adivinamos ciertos detalles, leones, basiliscos, y dos pájaros afrontados, simbología muy característica del arte románico: las almas de los justos alimentándose de la Gracia.
Capiteles de la derecha...
Casa del Abad
Puerta de arco de medio punto con ajedrezados
Los peregrinos se guarecen en sus soportales cuando llueve, mientras esperan por la hora de apertura del cercano Albuerge de Peregrinos Jesús Otero
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Hemos de decir que en Santillana del Mar, además del Hospital de la Misericorida, estuvo funcionando hasta bien entrado el siglo XX el Hospital Civil, tal vez fundado en el siglo XVII, que en el Catastro de Ensenada, mediados del XVIII, es presentado como "Una casa de hospital propia de esta villa que sirve para hospedar a los pobres peregrinos transeúntes cuyo patrono es la justicia y Regimiento de esta Villa cuyas rentas constan en el memorial dado por dicha justicia en el que asiste para su limpieza decencia y recibo de dichos peregrinos José Palma tamboritero de esta villa"
En las Ordenanzas de Santillana de 1773 se dispone el tiempo máximo de estancia, dos días, alegando que "... mediante hallarse esta villa con hospital para albergar pobres peregrinos y pasajeros y ser esta villa patrón de él y tramonto de esta costa de Cantabria, acordose que a los dichos pobres peregrinos, atento a las cortas rentas y corto vecindario, no se les permita parar en él ni en esta villa de dos días arriba, a menos que el tiempo sea tan riguroso que no les permita caminar a donde llevan su destino, y en caso de hallarse enfermos, se usará de caridad con ellos, encargándose algún individuo de esta villa solicite limosna para su manutención, y estando convaleciente, que pueda andar, se pasará a la región inmediata según la costumbre, y lo mismo con los demás forasteros". Tanto en el Catastro de Ensenada como en el Diccionario de Madoz y otros documentos se nos informa de las rentas, posesiones, inventarios y estado del hospital y sus administradores. Estaba al este del pueblo, según nos dicen Ana Rubio Celemín y Jesús Ruiz Cobo en el libro Los antiguos hospitales de Cantabria, y funcionó como asilo hasta los años 50 del siglo XX, regentado por Quica, la última hospitalera, con zona para hombres y zona para mujeres. El hospital fue demolido a finales de dicha década para hacer escuelas
Ante La Colegiata se extiende la Plaza del Abad Francisco Navarro. La decadencia del cenobio comenzó en el siglo XIII cuando pasó a depender de la diócesis de Burgos, pero es entonces cuando comienza el desarrollo urbano de la villa, construyéndose, entre los siglos XIV y XV, la mayoría de las torres y palacios.
El primer Marqués de Santillana pasó en 1445 y por gracia real otorgada por el monarca Juan II a ejercer aquí su señorío, pasando luego a los Duques del Infantado y naciendo el Marquesado de Santillana, lo que supuso mayor decadencia al perder su estatus de territorio realengo para depender de la nobleza. Aún en 1509 el abad se vio obligado, tras cruentos enfrentamientos y guerra, a reconocer al tercer Marqués de Santillana.
Pasaría Santillana administrativamente al Corregimiento de las Cuatro Villas con cabeza en Laredo, pero no participa en el Pleito de los Nueve Valles, origen de la actual Cantabria. Así languidecería hasta el siglo XVI cuando sus gentes participarían en las expediciones españolas por Europa y América, dándole cierto esplendor, pues entre esa centuria y la siguiente se harán la mayor parte de las actuales casas.
Más allá del centro de la vieja villa había conventos y hospitales de peregrinos y necesitados, el convento Regina Coeli (dominicos), el de San Ildefonso (dominicas), la Hospedería de Peregrinos y Transeúntes, el Hospital de la Misericordia, el Hospital de San Lázaro de Mortera
La Colegiata de Santa Juliana, en este contexto, competiría con la de los Cuerpos Santos en Santander para lograr el título de catedral. El Ayuntamiento de Santillana se constituyó en 1833, con partido judicial que pasaría siete años más tarde a Torrelavega.
El descubrimiento de la Cueva de Altamira en 1879 y su verificación supondrían un gran impulso a las actividades culturales en esta villa hidalga que a partir de entonces se consolidaría como destino turístico de las clases pudientes primero y populares después. Todo ello llevó a que en 1889 fuese declarada monumento histórico-artístico y comenzasen las restauraciones en 1927
Pero vamos ahora al interior de la iglesia de la colegiata, accediendo por su portada sur
El santuario de la Colegiata de Santillana del Mar está formado por tres naves, la mayor la central, separadas por arcos de medio punto sobre pilares cruciformes. Las cubiertas de crucería son del siglo XIII y no se puede asegurar si anteriormente eran de piedra o madera
Estas columnas presentan también numerosos capiteles cincelados, normalmente de tema naturalista y en los que hay también animales como leones, pájaros, un mono, cabezas, guerreros luchando e incluso motivos eróticos
Esta es la cúpula del cimborrio en el crucero, es semiesférica y como resultado de los trabajos de reforma se le dio un aspecto un tanto ovalado
El órgano barroco
El altar mayor en el ábside de la nave central con el retablo y abajo las imágenes de cuatro apóstoles. A los lados están los ábsides laterales que antes vimos desde el exterior. Este gran retablo es obra atribuida a un maestro burgalés tal vez de la escuela de León Picardo
Se supone fue encargado por Diego Hurtado de Mendoza, Marqués de Santillana. La imagen de Santa Juliana, la patrona, es barroca, pero hay tablas góticas y escenas pictóricas con la vida de Jesús y con la de la santa, cuyas reliquias se encuentran en una arqueta
En el ábside de la izquierda o del Evangelio vemos una imagen de Santa Ana con la Virgen María...
En el ábside de la derecha o de la Epístola hay una imagen labrada de Santa Juliana dominando al demonio
Este es el túmulo con lauda sepulcral de Santa Juliana, en el crucero, cuyas reliquias como hemos dicho se hallan guardadas en el Altar Mayor
Por aquella puerta lateral se accede al claustro. No obstante normalmente para visitar la iglesia no se accede por la portada principal, abierta para la liturgia
Normalmente cerrada, para visitar iglesia y colegiata no se entraría por esta portada principal, sino que daríamos la vuelta por detrás de la Casa de Abad
Y pasaríamos a la fachada oeste, donde se encuentra la torre cuadrada levantada en el siglo XIV que hizo desaparecer, más que posiblemente, a lo que fue la verdadera portada principal románica. Por aquí y tras pasar bajo la torre se accede al claustro
Ya entramos en el claustro, el cual se hizo a lo largo de diferentes fases. Esta zona a la que accedemos desde la entrada, la del oeste, formó parte de la primera y segunda fases. En un principio se hizo, entre finales del XII y principios del XIII, la parte norte (a la izquierda de la foto), la sur (derecha) y parte de esta, la occidental, que se terminaría en una segunda fase a finales de la centuria del XIII. Al sur, enfrente de la foto y cubierta por la yedra, se hizo, ya sin las pautas románicas, una tercera fase y última, la este, en el siglo XVI.
La parte este
Más de cuarenta capiteles labrados engalanan este espléndido claustro
Figuras de animales...
Animales y santos
Temas vegetales
Lobos y entrelazos geométricos
Pulcrísimo resultado. Yedra, uno de los símbolos de lo eterno
Más entrelazos...
Escenas bíblicas. San Miguel y las almas...
Recorriendo el claustro...
Estos capiteles son la esencia del arte medieval
La calidad de los grandes maestros canteros del medievo
Ángel enfrentándose a alimañas
Ala este
Sensaciones de movimiento y símbolos de la Eternidad
Los lobos...
Recorremos el claustro. Son aquí filas de arcos de medio punto con dos columnas y sus capiteles
Vista del ala norte y parte de la este
Alrededor del claustros se ven parcialmente las casas adyacentes
Allá está, sobre el crucero, el cimborrio románico
Los arcos del fondo, la parte más tardía, son ya góticos y muy diferentes a los románicos
Temas vegetales
Pasando ya a la parte norte veremos diversos elementos aquí hallados, como estas laudas sepulcrales
En el ala norte, otra larga fila de arcos románicos...
Y más antiguas lápidas de sarcófagos de piedra y arriba una gran muestra de canecillos
Formas naturalistas
Animales...
Figuras humanas
Algunos muy dañados...
Texto explicativo
Un perro sin cabeza...
Figura que se abraza
Determinados rasgos son muy acusados
Formas...
La torre norte desde el claustro
Gestos y caras...
¿Qué nos quieren decir?
Ideado para una población que en su inmensa mayoría no sabía leer ni escribir estas representaciones transmitían los valores de la doctrina, vicios, pecados, castigos, virtudes, monstruosidades, lamisericordia y el perdón, el Bien y el Mal, el Cielo y el infierno, la salvación y las condenación,seres sagrados y demoníacos, justos y pecadores, el Bien y el Mal, o la propia Biblia y los Evangelios
Podían representar asimismo más de una idea a un tiempo, dependiendo de las interpretaciones...
Algunas caras parecen mirarnos fijamente
Otras figuras parecen esconderese, esta tal vez detrás de un sarcófago
Un una pared...
Escenas maternales parecen...
¿Qué significarán realmente?
Otra mirada fija...
Piña, otro símbolo de lo infinito. Al fondo un cuadrúpedo
Gestos serios...
Rostros de trascendencia...
Una colección impresionante
Una pierna...
Las tumbas...
Los canecillos...
Misterios del arte románico...
Los arcos, columnas y capiteles del lado norte
Aves...
Plantas...
Aves muy desgastadas...
El claustro, elemento fundamental de los cenobios...
La naturaleza hecha piedra
Portento del arte y de la historia
Y el este...
Siguen los capiteles historiados
A la izquierda los arcos góticos, de frente los románicos del costado sur
Cuyos capiteles pronto veremos de cerca...
Un lugar para visitar pausadamente...
De nuevo la torre norte
Aquí pasamos del pasillo norte al pasillo este
El pasillo este, el más tardío, el más plenamente góticp, de los arcos a la nervadura
Santiago peregrino y un mapa dedicado a Santillana en el Camino de Santiago
Diversas rutas...
Explicación
También, información sobre el claustro
El claustro... símbolo arquitectónico del Paraíso
Era también lugar de enterramiento de abades y monjes y personajes de especial relevancia
Más piezas arqueológicas...
Por aquellas inscripciones sabemos que aquí fue enterrado el Obispo Pelayo de Oviedo, una de las figuras más determinantes del medievo
No se conocen muy bien las causas de su enterramiento en Santillana del Mar. El Obispo Pelayo ejerció un notable dominio en Asturias y puede que en algún momento tomase posesión también de estas otras Asturias las de Santillana. Bien es verdad que aunque se sabe mucho de su obra poco conocemos de su vida más cotidiana. Al final, desposeído del cargo e involucrado en los vaivenes políticos asturianos, eligió se enterrado aquí.
Allí está el lado oeste, por donde empezamos este paseo por el claustro...
Singular belleza
Un rayo del sol
Piedra y hojas...
Todo naturaleza
Y esta es la portada norte del templo, la que da acceso al interior de la iglesia, arco semicircular o de medio punto, arquivoltas ajedrezadas y capiteles lisos sobre los fustes de dos columnas
Pasamos pues a la zona norte del claustro...
El musgo colorea de verde los bajorrelieves
Estos capiteles, al menos, pueden tener autor conocido
Dado su extraordinario parecido con los de la iglesia de Santa María de Yermo, obra de 1203 del maestro Pedro Quintana, algunos autores le atribuyen estos de la zona norte del claustro
Ángeles y arcángeles...
Degollación de San Juan Butista
Daniel en el foso de los leones
Más estampas bíblicas
Sogeados y entrelazos, lo perpetuo e infinito...
Hay representaciones del Bautismo de Cristo y otras escenas de los evangelios
Maravilla de maravillas...
Fieras y personas. Posiblemente Sansón o David peleando con los leones
La Despedida del Caballero, un recurso muy habitual en el arte románico. Un caballero a caballo de despide de su dama
Los capiteles desde el exterior del claustro
Seperciben influencias del románico borgoñón, sin duda traídas por el Camino de Santiago
Guerreros con gorro frigio
Un guerrero atraviesa un león con su lanza. Obsérvense los detalles de la cota de malla y del pelo de la fiera
Apresando al dragón... sometiendo al mal. Caballero ayudado por un ángel en la empresa
Pastor espantando a los lobos
Un centauro con gorro frigio y una persona corriendo en el ramaje...
El claustro en su parte norte y las casas de esa zona de Santillana
Las columnas y los capiteles
Norte y oeste
Hemos dado ya pues una vuelta completa al claustro. Volvemos al costado oeste.
Aquí una placa nos informa que estamos ante la capilla de Polanco, uno de los cuatro linajes que gobernaron Santillana antaño
Sarcófagos con sus emblemas y escudos
Capilla gótica
Nervadura gótica de su bóveda
Altar dedicado a San Luis...
Volvemos así a pasar bajo la torre norte...
Y así, tras visitar la Colegiata de Santa Juliana nos disponemos a seguir camino por Santillana del Mar
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